divendres, 1 de febrer del 2008

La culpa y la gloria.

Los jueves, cine, así que ayer nos fuimos a ver la peli de la izquierda cuyo título han traducido al español como Expiación, lo cual es correcto, habiendo alguien añadido luego entre paréntesis ("Más allá de la pasión") que debe de ser uno de los últimos chisporrotazos de ese genio típicamente hispánico para la traducción interpretativa que floreció durante la dictadura, el que hizo que North by Northwest, de Alfred Hichtkock, pasara a llamarse "Con la muerte en los talones" o que I soliti ignoti, de Mario Monicelli, se llamara "Rufufú". Así que no quiero ni pensar qué dirá la versión doblada de esta Atonement.

La peli es muy desigual. Tiene una primera parte brillante, exquisita, un acierto de interpretación, dirección, ambientación, movimiento de cámara, y otra segunda aburrida, interminable, falsa y desequilibrada. La primera parte, la recreación de un Manor eduardiano que a los ingleses les sale de miedo: la familia rica con posesiones territoriales de tradición victoriana con esa curiosa contradicción de una moral muy cerrada y una particular relevancia de la posición social de las mujeres. Por cierto, hay una banda sonora con una composición agilísima reproduciendo el chasquido de las teclas de una antigua máquina de escribir "Corona" que es todo un acierto.

La otra parte, mucho menos lograda y, a ratos hasta algo cómica, un escenario de la segunda guerra mundial en Europa justo a los comienzos y más concretamente, la retirada de Dunquerque. Planos y planos y planos que quieren ser una especie de retablo de los desastres de la guerra pero que tampoco pueden serlo porque se trata de los inicios de la contienda y los efectos especiales son pobrísimos. Salvo de este desastre unos planos en los que el héroe, Robbie (James McAvoy) pasa delante de una pantalla en la que se está proyectando una película francesa, en concreto un primer plano de un beso entre un hombre y una mujer en los que creí reconocer a Michelle Morgan y Jean Gabin seguramente en El muelle de las brumas, de Marcel Carné, 1938. El episodio del embarque en Dunquerque trata de abrirse en un gran escenario con mucho extra y gran obra de máquina de guerra, pero no consigue ni una parte del efecto dramático que logra luego al intercalar dos trozos de documental de la retirada real de los ingleses.

Entre la primera y la segunda partes, una historia muy curiosa que está sacada de una novela que no conozco y en la que se basa el film. Seguramente la novela tiene un tiempo de desarrollo algo alambicado que el director ha querido trasladar a la peli a su modo pero que no acaba de encajar en la narración cinematográfica. Si no quiero estropear a nadie el final puedo decir que la segunda parte sólo se entiende como una especie de flash back con sorpresa final. Pero ésta seguramente está descartada en la novela y eso es lo que da a esta película este aspecto de desajustada.

Pero merece la pena verse aunque sólo sea por la brillantísima primera parte que, en realidad, es donde pasa todo lo que importa, donde se hace una exhibición de buen cine, un estudio psicológico matizado de los personajes y sociológico de la interacción entre clases sociales en la Inglaterra de los años treinta del siglo XX, tradición imperial y crisis de un orden social en quiebra con ascenso de nuevas fuerzas empresariales. Y todo esto en muy buena medida visto desde la perspectiva de una niña fantasiosa de trece años.

dijous, 31 de gener del 2008

¿Qué es una fascista?

La definición más sencilla y que todo el mundo entiende de esta ubicua y multívoca condición humana es la que señala que un fascista es quien atenta contra el principio aristotélico del hilo de oro de la ley, esto es, la convicción de que la dignidad de los hombres depende de que únicamente estén sometidos al mandato impersonal de la ley y no a la voluntad (siempre arbitraria) de un dirigente, jefe, leader, duce, Führer o caudillo. Un fascista es un enemigo del Estado de derecho y del imperio de la ley.

A continuación examínense las declaraciones de la señora Aguirre a raíz de la reciente sentencia del Tribunal Constitucional por la que éste rechaza el recurso del PP contra la ley de igualdad del PSOE. Dice la citada señora, sin duda pensando hacer un alarde de ingenio, que está en contra de todas las discriminaciones, incluida la positiva. Ciertamente, esto no es más que una afirmación demagógica que contradice lo que ella y su partido llevan meses proponiendo: tratamientos diferenciados para mujeres que trabajan, jóvenes sin acceso a vivienda, etc, etc, discriminaciones positivas en una palabra. La declaración no pasa de ser otra muestra de que la señora carece de luces, pero no la convierte en una fascista sin más. Lo que la convierte en tal es la continuación, en la que la señora de la sonrisa postiza dice que fue el anterior presidente del Gobierno José María Aznar, del PP, "el primero en fomentar ese tipo de iniciativas al colocar a mujeres en posiciones que nunca antes habían sido ocupadas, sin necesidad de cuotas ni tampoco de discriminación positiva". Esto es, en román paladino: nada de leyes o normas impersonales y racionales; nada de derechos. Lo mejor es someterse a la voluntad omnímoda del dirigente carismático que ya sabrá él hacer las cosas en beneficio de todos; depender del favor del Jefe. He aquí una mentalidad fascista en estado puro. Porque el fascismo no está en lo que se viste, no en el uniforme, sino en lo que se dice, lo que declara el alma de cada cual, como bien se pudo ver en la escena del Florida Park ayer que traen hoy todos los periódicos. A muerte; están a muerte.

Se entiende por qué recurrió la derecha la ley y por qué ésta saca a aquella de quicio: porque es una ley de igualdad, concepto aborrecible para los fascistas, que creen que las personas somos desiguales por naturaleza, ya que unos son superiores y otros inferiores, y estamos inmersos en relaciones jerárquicas, relaciones de ordeno y mando, que son las que esta señora parece entender bien. Pero sólo esas. La idea del Estado de derecho como aquel en el que el ciudadano está sometido a la majestad de la ley y no a la arbitrariedad de las personas le es completamente ajena. Y es licenciada en Derecho.

(La imagen es de Olmo González, bajo licencia Flickr).

Monarquía o República.

En las últimas fechas se han visto acontecimientos que están en la mente de todos: el lío penal por la famosa portada de El Jueves, la quema de la efigie del Rey, el ultrafamoso ¿Por qué no te callas? o el reciente cumpleaños del Monarca, en el que he visto alguno de los más innobles ejercicios de sumisión cortesana de antaño ariscos intelectuales de insobornable republicanismo. Todo ello ha dado pie a que de nuevo se plantee esa cuestión abierta del acontecer español, que es la de saber si España debe ser una Monarquía o una República.

De nuevo, cómo no, han salido mis amigos los republicanos a reafirmar la justeza de sus planteamientos y a exigir que se devuelva al pueblo español, a la nación española, el derecho a decidir cuál haya de ser la forma política de su Estado. Y lo han hecho como acostumbran, con civismo y energía y con algún toque de alegre festejo popular, como el del aportado por Jaume d'Urgell, que arrió en público una bandera borbónica e izó en su lugar una tricolor, por lo que ha sido procesado y condenado a un año de prisión. Por cierto, dejo aquí la dirección del Manifiesto por la libertad de expresión, por si alguien quiere sumarse.

Y de nuevo han salido también las gentes sensatas, de izquierda, muchas republicanas, a decirnos que no es el momento de plantear tan enojosa cuestión. Nunca es el momento de plantear tan enojosa cuestión. Al fin y al cabo, las cosas han ido bien, la gente está contenta, los "juancarlistas" reticentes se han hecho fervorosos monárquicos, el Rey lo hizo de cine y ojo a ver la que vamos a armar como se toque el pie de banco de la Monarquía.

Nada nuevo bajo el sol. Hasta que el otro día publicó en El País el señor Peces-Barba un artículo, magistral como todos los suyos, titulado El valor de la Corona que es un paso de gigante en la elaboración de una doctrina política del socialismo monárquico puesto que ya no se acude al expediente de defender la Monarquía como mal menor, a simulado regañadientes, como tributo que hay que pagar a cambio de la democracia sino que se hace directamente una apología de la Monarquía como positiva en sí misma y se acompaña de una crítica al republicanismo. La argumentación del profesor Peces-Barba es muy respetable y aparentemente sólida. Veamos si resiste una crítica de fondo.

Empieza distinguiendo entre Monarquía parlamentaria y monarquía constitucional, punto académico que no está de más porque en el ámbito mediático suelen emplearse erróneamente como sinónimas. Y viene luego a decir que frente a la Monarquía parlamentaria a imitación de la anglosajona y nórdicas, las que llama "las viejas críticas republicanas", a las que reconoce que pueden ser "bienintencionadas", ya no tienen razón de ser porque el objeto de su crítica, la Monarquía Constitucional, ha desaparecido como por arte de birlibirloque, como el gato de Alicia, dejando detrás solamente la sonrisa del señor Peces-Barba.

Luego veremos pero, antes, ¿cuáles son esas "antiguas críticas republicanas"? Pues, sencillamente:

se acusa su carácter no electivo y, según esas críticas, no democrático (de la Monarquía), y que la sucesión se produzca en el interior de una familia, la familia real, sin ninguna intervención popular. También se afirma que es una institución cara y poco transparente. Incluso esos sectores, si son bienintencionados conceden que el rey Juan Carlos ha cumplido un papel decisivo en la instauración de la democracia y en la elaboración de la Constitución, para a continuación sostener que quizás ya sea bueno restablecer la República.

Con permiso, se me antoja que aquí hay bastante simplificación. Los republicanos no cuestionamos los dineros ni el funcionamiento interno del sistema monárquico (hasta nosotros entendemos que la monarquía descansa sobre la sucesión en una sola familia) sino una cuestión de principio, esto es, la falta de legitimidad de origen de la Monarquía española, instaurada por un general felón, después de un golpe de Estado, una guerra civil y cuarenta años de régimen tiránico que no respetó los derechos fundamentales de los ciudadanos, ni siquiera los de la familia real, pues dejó arbitrariamente fuera de la sucesión en el trono al padre del actual Monarca felizmente reinante. Un asunto este que manda narices porque viene a ser que Franco es el padre adoptivo del Rey, habiendo sustituido a su padre carnal.

¡Ah, no! Saltan los monárquicos demócratas, socialistas y hasta comunistas, que de todo hay en la viña del Señor, la Monarquía se ha relegitimado: Franco está olvidado, a Dios gracias, don Juan renunció (ni abdicar pudo el pobre) en la persona de su hijo por el bien de Ejjpaña y el pueblo otorgó su colectivo placet democrático al nuevo Monarca mediante el referéndum de aceptación de la Constitución Española, uno de cuyos meritorios redactores fue el mismo señor Peces-Barba.

¿Eso lo sostiene también el señor Peces-Barba? Efectivamente, en el citado artículo y al pie de la letra:

"En primer lugar, podemos señalar su origen democrático, que establece su legitimidad de origen que se complementa con la histórica, en la figura de don Juan Carlos, y en su continuidad con el príncipe de Asturias. El referéndum constitucional del 6 de diciembre de 1978 expresa esa aprobación democrática de la forma política del Estado español."

El primer párrafo, para escurrir el bulto de la falta de legitimidad histórica es de antología. Y en el segundo es donde resulta obligado rechazar la propuesta tan respetuosa como firmemente: todos los actos del pueblo español hasta después de la aprobación de la Constitución de 1978 fueron actos condicionados por unos poderes fácticos que limitaban su soberanía. La aprobación de la Monarquía no fue libre, sino un requisito que se impuso -en función de la voluntad de Franco, de cuya ejecución se sentía garante el Ejército- para poder alcanzar la libertad y la democracia, secuestrada hasta entonces por la dictadura y sus administradores, empezando por la llamada "Monarquía del 18 de julio". Y eso lo sabe el señor Peces-Barba como competentísimo académico. La cuestión de principio queda en pie y la crítica republicana a la Monarquía es tan válida hoy como ayer y como mañana porque las cuestiones de principios no se resuelven con invitaciones a lo pragmático, como también sabe el señor Peces-Barba.

Su recurso a la otra forma de legitimidad, por si le falla -que le falla- la primera es muy curioso pero igualmente inapropiado. Dice el citado autor que:

"Además, la legitimidad fáctica se expresa también por su contribución decisiva para que fuera posible la vuelta a la legalidad democrática, renunciando a ser un poder del Estado, favoreciendo la realización de unas elecciones libres y contribuyendo a las deliberaciones libres en las Cortes Generales hasta alcanzar la aprobación de la Constitución."

Y digo que es inapropiado porque con tanto "renunciar" y tanto "favorecer" va a resultar que la Constitución tiene algo de carta otorgada, cosa que repugna a la ética cívica y al sentido común. Pero, como es así, mejor será no invocar esa "legitimidad fáctica" tan cuestionable.

El último párrafo del magnífico artículo comentado pone de relieve la falacia de la alambicada construcción promonárquica:

No es necesario elecciones periódicas para ratificar el ejercicio legítimo de su función. Basta con la lealtad y el desarrollo de sus funciones de acuerdo con la Constitución y el resto del ordenamiento jurídico, después del respaldo popular inicial.

No hay duda de que, cuando se acepta como legítima una monarquía, se renuncia a la elección periódica del Jefe del Estado pero ¿en dónde está la aceptación de la legitimidad de la monarquía? ¿En el respaldo popular inicial? El señor Peces-Barba sabe que no hubo tal. El pueblo no pudo elegir entre Monarquía o República, sino entre Monarquía o Dictadura. Y eligió sabiamente. Pero la sabiduría de entonces no se aplica al día de hoy. Y las "viejas críticas republicanas" bienintencionadas son más jóvenes y actuales que las jóvenes y actuales defensas bienintencionadas y hasta socialistas de la Monarquía.

Y deseo dejar constancia de que en ningún momento he dicho que mi opinión hacia los Borbones y su derecho a reinar en España es el mismo que el de los marinos sublevados el 18 de septiembre de 1868 o quienes ganaron las elecciones del 12 de abril de 1931. Dos veces los ha echado el pueblo y dos veces han vuelto de la mano de los militares. Eso dibuja una circunstancia histórica que no puede resolverse ni con un artículo del señor Peces-Barba.

Si quieren quedarse, que sometan la Monarquía a referéndum.

(La imagen es una foto de sheeshoo's photostream, con licencia Flickr).

dimecres, 30 de gener del 2008

Los 400 urillos.

¡Cómo se ha puesto el patio con la ocurrencia del señor Rodríguez Zapatero de dar un dinerete de cuatrocientos euríviris a trabajadores y pensionistas, creo, descontando a los autónomos, al menos de momento. Ha faltado tiempo al PP para decir que esta medida es una cacicada con la que se compran votos con el dinero de todos. Pues sí, es verdad. No se compran votos directamente, de tú a tú, como hacía el conde de Romanones, pero se le acerca. Claro que lo mismo hacen los del PP. Así, cada vez que anuncian alguna nueva merced, por ejemplo, los 1.000 euritos que se iban a dar a las mujeres trabajadoras, lo que quiere decir que las mujeres no trabajadoras se quedan a la luna de Valencia, aunque se maten a trabajar en el hogar como amas de casa, ocupación extenuante pero no reconocida como tal, digo como ocupación con relevancia laboral. El asunto se puede ver por un lado o por el otro, pero si ofrecer cuatrocientos euros a unos por algo es comprar el voto, ofrecer mil a otras por otro algo también es comprar el voto igual aunque a lo mejor más caro. Lo que es verdaderamente necio es hablar de "compra" de voto porque, para que algo pueda comprarse ha de estar en venta y si vas diciendo a la gente que vende el voto no vas a ganarte muchos amigos.

Lo que me preocupa de estos generosos dispendios del señorRodríguez Zapatero es una simple cuenta de la vieja, a la que suelo recurrir porque se entiende muy bien. Si capto la idea del Presidente, la cosa consiste en ir remediando situaciones específicas y objetivas de necesidad mientras haya superávit. Pero esos gastos luego se consolidan o al menos es lo que yo he escuchado, lo que quiere decir que habrá que pagarlos todos los años, incluso cuando no haya superávit. Veinte mil millones, que se funden a cuatro dádivas de estas dimensiones. No sé yo si esta política es sabia. Seguramente es bienintencionada, pero da la impresión de que errónea y más parece estar dictada a golpes del corazón que de acuerdo con un plan general racional. Hasta puede dudarse de que tal plan exista. Resultaría así que el "socialismo del siglo XXI" por estas latitudes sería retornar a la beneficencia, a la caridad pública y nunca mejor dicho. No me convence.

Rudy: no te quieren.

El voto de ayer en Florida, con una participación altísima afianza la competición en el campo demócrata y parece aclararla en el republicano. En el demócrata ha sido una victoria incontestable para la señora Clinton. Con el 79% del voto escrutado, rondaba el 50%, mientras que el señor Obama se quedaba en un 32,7% y el señor Edwards no llegaba al 13%. Parece razonable esperar la retirada de Mr. Edwards, a no ser que decida continuar hasta la Convención del partido en el verano con el fin de negociar con sus delegados a favor de uno de los dos candidatos mayoritarios. Ya se verá.

En las primarias demócratas de Florida no había ningún delegado en juego pues el Comité Nacional Demócrata los ha suprimido como castigo al Estado por adelantar la primarias y los candidatos no hicieron campaña en el Estado. Pero la señora Clanton/Clinton celebra su victoria como un impulso que la ayudará a prevalecer sobre Obama. Desde luego, la situación está muy igualada y, por tanto, reñida. De momento, como se ve en el cuadro más abajo, traducido del New York Times el señor Obama tiene más delegados (a pesar de haber ganado en menos Estados que ella) y a la espera de que se asignen los correspondientes a Nevada, una elección que la señora Clinton ganó con un margen de cinco puntos porcentuales. Con todo, Obama seguirá yendo por delante.

Mucho más decisivas han sido las primarias en Florida para el campo republicano. Como se ve en el cuadro, McCain ha batido a Romney y, al ser primarias por sistema mayoritario, se lleva todos los delegados. En perspectiva, McCain se consolida, con tres primarias ganadas y ochenta y nueve delegados, muy por delante de su principal rival, el millonario mormón Mitt Romney, con veintisiete. El creacionista Huckabee, con siete aparece ya como perdedor, aunque pueda consolarse pensando que siete son la virtudes teologales y cardinales y los pecados capitales. Lo más llamativo es el fiasco de Mr. Giuliani cuya estrategia de ignorar todas las primarias y caucus anteriores a Florida y concentrarse en el "estado del sol" ha resultado un fracaso sin paliativos, con cero delegados a estas alturas, tiene un 15% del voto en el estado que iba a ver su lanzamiento, ligeramente por delante del baptista Huckabee.

De lo visto hasta la fecha, si hubiera que profetizar, podría decirse que McCain será el nominado del Partido Republicano, un halcón moderado, si se permite el oximoron, pues es partidario de seguir en el Irak, pero también de cerrar la prisión de Guantánamo. No todos los republicanos pertenecen al universo concentracionario, si bien todos son halcones, pues todos aprueban la invasión del Irak y se niegan a irse; todos excepto Ron Paul, un ultralibertario que no tiene posibilidad alguna pero, que de salir elegido, retiraría las tropas del país mesopotámico como si fuera Rodríguez Zapatero.

El asunto dista de estar claro en el Partido Demócrata. La señora Clinton ha ganado en más sitios que Mr. Obama pero éste tiene más delegados que Mrs. Clinton. Los demás no pueden hacerles sombra, pero ellos dos están muy igualados. Hay que esperar al martes cinco de febrero para saber quién lleva delantera y también es posible que el resultado no despeje dudas y así puede llegarse a la Convención de agosto, donde será preciso negociar. A lo mejor para esa negociación está acumulando delegados el tercer candidato demócrata, Mr. Edwards.

Al final, van a salir nominados los dos que favorecía el New York Times, recuérdese,Hillary Clinton y John McCain , para que luego se hable de la influencia de los medios de comunicación, típicos Kings' makers. De todas formas, esperemos al "supermartes", dentro de nada.

dimarts, 29 de gener del 2008

Florida Florida.

Luego del aplastante triunfo del señor Obama en Carolina del Sur, lo que pase hoy en las primarias de Florida puede ser muy significativo. En principio, al ser Florida uno de los Estados a los que el Comité Nacional Demócrata ha privado de delegados por organizar primarias prematuras, los candidatos se habían comprometido a no hacer campaña. De hecho, ninguno de ellos ha aparecido por allí, pero los sondeos dan victoria a la señora Clinton y ya se han producido más de cuatrocientos mil votos. Será muy difícil que, aun sin delegados, Mrs. Clinton se resista a proclamarse vencedora en Florida, a donde irá, cerrados ya los colegios, a una celebración. De algún modo tiene que compensar la señora Clinton el formidable empujón que los Kennedy han dado al candidato afroamericano. Supongo que los Clinton pasarán a ser más Clanton que nunca.

Del lado republicano, también estás primarias (ambas son cerradas) serán muy significativas. También el Comité Nacional Republicano ha castigado a Florida por el mismo motivo que el Demócrata pero, en lugar de quitarle todos los delegados sólo le ha quitado la mitad. Ahora, al ser primarias por el sistema mayoritario (el ganador se lo lleva todo) es cosa de ver quién será el agraciado en el aun profuso campo republicano. McCain y Romney van por delante en las encuestas (con un 32% y 31% respectivamente), mientras que Mr. Giuliani aparece el tercero (con un 14%) y, en útimo lugar el pastor Huckabee (13%). De un lado tenemos aquí el muy significativo duelo Mr. McCain-Mr. Romney, que llevan un par de días poniéndose verdes; de otro, se verá si la táctica del ex-alcalde de Nueva York, Giuliani, de reservarse hasta las primarias de Florida, dejando pasar todas las demás, funciona o se convierte en su tumba.

Mañana lo sabremos; pero la cosa está que arde.

La política de la torpedera.

Felicísimo el final del llamado "caso del hospital Severo Ochoa" o "caso Leganés", el de las supuestas "malas prácticas" o incluso homicidios en las sedaciones de casos terminales a cargo del Dr. Montes que queda exonerado tras la última y definitiva decisión de la Audiencia Provincial de Madrid. Estamos todos de enhorabuena: el citado Dr. Montes y todos sus colaboradores, los pacientes del hospital y los ciudadanos indignados de ver cómo desde el Gobierno de la CA de Madrid se atacaba a un servicio público, se difamaba a sus profesionales, se sembraba la duda y la zozobra entre los pacientes con la muy evidente finalidad de torpedear la prestación sanitaria pública y justificar así la voracidad privatizadora de esta derecha que trata de quedarse con el país a precio de saldo.

Dice el señor Montes -y tiene mi aplauso- que no piensa otorgar perdón alguno y que tratará de sentar al señor Lamela (el consejero de Sanidad de la CA que comenzó la agresión contra el hospital público y acusó falsamente al doctor Montes) en el banquillo de los acusados. Deseo fervientemente que lo haga. Dice asimismo el ministro de Sanidad, señor Soria, y lo dicen muchas otras personas, que la señora Aguirre y el Gobierno que preside deben pedir perdón públicamente a los profesionales a los que en su día insultaron y calumniaron. También aplaudo fervorosamente pero soy muy escéptico respecto al resultado de esta intención. No está en el carácter retrógrado, agresivo y manipulador de la señora Aguirre pedir perdón por algo. Al contrario, que se prepare el doctor Montes para las seguras represalias que le lloverán a partir de ahora.

El ataque a la sanidad pública orquestado por la CA de Madrid en 2005 no era un hecho fortuito ni aislado, sino que responde a una política deliberada de hostigamiento, abandono, deterioro y desmantelamiento de los servicios públicos a favor del sector privado.

Lo mismo, exactamente lo mismo acaba de perpetrar la CA en contra de las clínicas que practican abortos legales en Madrid: persecución y amedrentamiento de las usuarias las cuales no sólo no parece puedan contar con el preceptivo amparo judicial sino que se encuentran que los jueces son los primeros en perseguirlas, de acuerdo con los deseos de los políticos carcundias.

Es el estilo propio de gobierno de la señora Aguirre, el que podemos llamar de la torpedera, que consiste en tirar en contra del sector público siempre que se pueda con el fin de destruirlo, descapitalizarlo y entregárselo luego a empresas privadas en claro detrimento de los intereses públicos. Que consiste asimismo en torpedear sistemáticamente toda iniciativa del Gobierno socialista: lo ha hecho con la ley contra el tabaquismo, resultando así que Madrid es la CA en la que se permite fumar en muchísimos bares o establecimientos cerrados; lo ha hecho con la Ley Orgánica de la Enseñanza, a la que la presidente Aguirre no prestó atención alguna, hasta que vió que se podía empler como arma para hostigar al Gobierno nacional; y lo ha hecho también con la asignatura de Educación para la ciudadania que este año no podrá cursarse en Madrid.

La señora Aguirre entiende que su función al frente de la Comunidad de Madrid es cortocircuitar todas leyes del Parlamento que no le gusten o con las que no esté de acuerdo. Es una actitud de rebeldía y boicoteo permanente que lesiona los intereses de los ciudadanos madrileños que son madrileños, sí, pero también españoles y tienen derecho a que se les aplique el mismo régimen legal que a sus compatriotas y no el peculiar que le pete a la señora Aguirre, en función de sus convicciones o manías personales.

Se trata de un estilo de hacer política que ya quedó retratado en la forma vergonzosa en que la señora Aguirre se calzó la presidencia de la Comunidad Autónoma a raíz de las elecciones de 2003, aprovechándose de dos tránsfugas inmorales que fueron en contra de su propio partido en medio de sospechas de compra del voto y soborno. Y todo en la actitud de la señora es de este jaez: maniobras, boicoteo, artimañas (la última la ha padecido su compañero de partido, señor Ruiz Gallardón), acusaciones infundadas, manipulación de los hechos, recurso a la vía judicial siempre que se pueda para enredar al adversario político; una táctica que la señora ha copiado de su mentor, el señor Aznar.

El procedimiento es siempre igual: se formula una denuncia -tenga o no fundamento, eso es igual- contra un adversario político y se le embarranca en los tribunales. En los meses -normalmente, años- en que el contencioso se substancia, los medios afines al denunciante, singularmente la COPE y El Mundo largan un alud de insultos, descalificaciones, injurias. Cuando, por fin, se pronuncia la justicia -como en este caso del doctor Montes- los perseguidos quedan moralmente restablecidos pero el daño político ya se habrá producido, así como el beneficio económico para el denunciante, sus allegados y sus dos o tres corifeos en los medios, mientras que los responsables se llaman andana, como acaba de suceder en el caso del doctor Montes. El señor Güelmes por el señor Lamela o el señor Privatín por el señor Privatón, nadie tiene que pedir perdón porque la denuncia fue institucional y las instituciones sirven para esconder la mano que tiró la piedra.

A la vista de la decisión del tribunal, la señora Aguirre ha dicho que ella "no tiene nada personal" contra el doctor Montes y que se hará lo que se tenga que hacer. A duras penas oculta su ira la señora. Ya la excusa mueve a risa: claro que no hay nada personal; si en lugar del doctor Montes fuera el doctor Valles, su Gobierno hubiera hecho lo mismo, esto es, acusar falsamente y organizar un pifostrio para arruinar el prestigio de la sanidad pública. Claro que no hay nada personal, por supuesto; lo que hay es político.

En algunos países civilizados del mundo, por ejemplo los EEUU, existe una institución que se llama revocación, esto es, la posibilidad que conserva el electorado de destituir a un cargo electo en mitad de su mandato cuando haya realizado actos contrarios a los intereses de quienes lo eligieron. En mi opinión es claramente el caso de la señora Aguirre quien utiliza el gobierno de la Comunidad Autónoma de Madrid para ir contra el Gobierno de España, en función de los intereses de su partido; y quien también va contra los intereses de su partido en función de los de ella misma, la "lideresa", la única. Lo que no sea allanar su camino hacia La Moncloa es confusión y socialismo.

La gente pide la dimisión de esta señora, pero es poco probable que una persona capaz de llegar a donde ésta ha llegado y con la falta de escrúpulos que muestra y su escasa sensibilidad sienta el impulso moral de dimitir de algo.

No, la señora Aguirre debiera ser revocada por la ciudadanía por entender el gobierno de la Comunidad como un negociado de intereses.

(La primera imagen es de Olmo González con Licencia Flickr.

La otra es de fenriquedice, también con licencia Flickr.

dilluns, 28 de gener del 2008

Campaña del 80%.

En esto de las elecciones andamos todos muy preocupados con la participación. Mi amiga Marita me envía un pásalo con una bienintencionada campaña que se ha puesto en marcha en pro de alcanzar el 80 por ciento de participación. La ha iniciado el blog La sombra de Aznar y quien quiera leer el manifiesto, que vaya a la entrada correspondiente al día seis de enero en curso en dicho blog.

La idea es que el electorado de derechas está mucho más movilizado y que acude en masa a votar a los suyos como un solo hombre, mientras que la izquierda es un voto más crítico y desconfiado, que exige tener las cosas claras o se abstiene. La división y las banderías de la izquierda son ya historias antiguas que hay que revivir periódicamente. ¿Qué le interesa a la derecha en estas elecciones? Está claro: una alta abstención. Una participación lo más baja posible, la desmovilización de la izquierda. ¿Qué le interesa a la izquierda? La más alta participación posible.

La campaña viene acompañada de un video explicativo de la necesidad de alcanzar el 80% de participación.

Por lo demás, no es la única campaña en la red. Hay otras que no tienen un tono tan exclusivamente socialista, sino que están abiertas a más formaciones de la izquierda. Así, por ejemplo, los de No nos resignamos tienen también su campaña en pro de una alta participación y llamando a votar a la izquierda, a cualquier izquierda no terrorista. Su idea es que el voto izquierdista no se quede en casa, no se abstenga; que vote a cualquier sector de la izquierda pero que vote. Lo importante es que no gobiernen los señores Aznar y Rouco Varela por la persona interpuesta del señor Rajoy.

Almoneda.

Como si de gordos tempranos se tratara un veintidós de diciembre, aún no ha empezado la campaña electoral y los partidos han largado ya las promesas más voluminosas. Ayer el señor Rodríguez Zapatero clausuró la Conferencia de su partido para hacer el programa electoral anunciando que, si ganan las elecciones, el Estado nos devolverá 400 euros de los que le pagamos hace unos meses como impuesto de la renta o IRPF. En realidad esto es lo mismo (aunque a otra escala) que lo que ha anunciado el señor Bush de devolver impuestos a los contribuyentes para hacer frente a la amenaza de recesión en los EEUU; sólo que aquí se hace para captar el voto de la gente.

¿Son lícitas o no estas prácticas? En principio, sí, aunque no sean muy elegantes. Dice el señor Arias Cañete que se trata de "comprar el voto con el dinero de todos los españoles", profunda observación que sería muy digna de tenerse en cuenta de no ser porque lo mismo cabe decir de las promesas del señor Rajoy de rebajar 1.000 euros de una tacada en el salario de las mujeres si es él quien gana las elecciones. Porque ¿con qué dinero piensa hacerlo? ¿Con el de su peculio? ¿Con el del señor Arias Cañete?

No menor importancia tienen las promesas de crear puestos de trabajo. Se recordará la metedura de pata de don Felipe González prometiendo crear ochocientos mil empleos, cuando lo único que sucedió al acceso de los socialistas fue que el paro aumentó. Se recordará asimismo cómo el señor Rodríguez Zapatero o alguno muy próximo a él, con cierta desmemoria, volvió a prometer setencientos u ochocientos mil puestos de trabajo. Pues bien, el señor Rajoy ha decidido dejarse de minucias y promete crear dos millones doscientos mil (2.200.000) empleos. Propongo que uno de ellos sea el de "atador de perros con longanizas", de recia estirpe ibérica.

Por lo demás, el mismo señor Rajoy ha estado ocho horas confesándose con el señor Ramírez en otra entrevista de esas maratonianas que no se hacen para desentrañar algún misterio o explicar el significado de algo complejo, sino para darse pote. El momento más simpático de este infumable interrogatorio es cuando el señor Ramírez pregunta: "¿Cuándo decidió usted que Gallardón no iba a ir en las listas? A lo que el señor Rajoy contesta: "Es difícil saber exactamente cuándo lo decidí". Y tanto, sospecho, puesto que no lo decidió él sino que se lo decidieron. Como casi todo lo que dice el señor Rajoy, es producto o está controlado por la Triple A (Acebes, Aguirre, Aznar) que es la que manda en el PP.

El cine como parábola.

El cine es el arte más característica del siglo XX y probablemente también la manifestación más cercana que quepa pensar al ideal wagneriano de la "obra de arte total" ya que en él se dan (o pueden darse) cita todas las demás, desde el teatro a la música, desde la pintura a la literatura. Consecuentemente sobre el cine se ha escrito prácticamente de todo, ensayo filosófico, musical, literario, poesía e historia.

Era sólo cuestión de tiempo para que alguien descubriera y explorara la idea de convertirlo (el cine) en una especie de vademecum profesional del directivo informático. Que es lo que hace Pedro Maestre en este libro (Un informático en el cine, Madrid, Fundación Dintel, 2007). Esta Dintel es una fundación consagrada a difundir las ingenierías informática y de telecomunicación y el libro, una agenda parte de esa tarea. Su contenido se compone de trescientas sesenta y cinco películas de las que se recoge una ficha técnica (título en español y año, nacionalidad, intérpretes, guión, música, fotografía, dirección, producción y género) y una breve sinopsis comentada. Por cierto, estos comentarios son en muchos casos spoilers, esto es, que revelan el final de la película, incluso cuando es policiaca, de intriga o de misterio. Menos mal que la lista contiene películas clásicas y modernas y que lo más probable es que ya se hayan visto todas. En caso contrario, convendrá no leer aquellas que no se conozcan. Pero, en principio, es un repaso al dicho siglo XX y a la historia que uno ha vivido, a través de sus obras cinematográficas más representativas, lo que contiene un punto de nostalgia.

La selección de títulos no parece seguir orden alguno, salvo el que dicte el gusto del recopilador lo que, tratándose de cine, es un criterio tan bueno como cualquier otro. Se incluyen tres índices, uno de títulos, otro de directores y otro de intérpretes todos ellos por orden alfabético, si bien se trata de orden alfabético de nombres, que es una costumbre muy típica de la informática. Dado que es en los índices y clasificaciones donde la informática más relumbra, podría haber otros, uno por géneros, por ejemplo o por países. Por curiosidad lo he hecho yo a mano y, título arriba, título abajo, de las 365 me salen 276 películas estadounidenses, 27 británicas, 18 italianas, 16 españolas, ocho francesas, cinco alemanas y 15 de diversas nacionalidades (japonesas, suecas, danesas, argentinas, australianas y mexicanas), lo que refleja la realidad de las cosas, esto es, la abrumadora hegemonía del cine estadounidense en todo el mundo y en la selección que ha hecho el autor, con el que coincido aproximadamente en un ochenta por cien; en el otro veinte, hubiera recortado películas estadounidenses (especialmente de Clint Eastwood) y hubiera metido más cine francés, en especial de Renoir, Goddard, Chabrol o Truffaut. Pero eso va en gustos.

Lo más notable de la obra, sin embargo, y lo que justifica el título es el hecho de que, tomando cada película por separado, el autor añada a lo anterior un comentario, una "explicación" o "ilustración" de la película respecto a algo del mundo de la informática aplicada a la dirección de empresas. De ahí que hable del cine como parábola: de cada película se extrae una enseñanza que, al modo de los antiguos almanaques, consiste en la reflexión del día. El texto viene así a ser una especie de prontuario moral, breviario de recomendaciones, análisis estratégico, arte de saber vivir y manual de campaña, al estilo de los viejos tratados filosóficos, militares o de costumbres. Es curioso observar que aun tratándose del ámbito específico de la informática y la dirección de empresas, las enseñanzas combinan puntos de vista nuevos con los viejos postulados de la sabiduría ancestral: la importancia del comportamiento ético (a propósito de Excalibur, la de la tenacidad bien empleada (Moby Dick), el convencimiento personal (Ciudadano Kane), la flexibilidad ante situaciones comprometidas (Juana de Arco), el saber retirarse a tiempo (La condesa de Hong Kong), el valor de la amistad (Klute), no atarse al pasado y saber adaptarse a las innovaciones (El último mohicano), la autenticidad personal y el no dejarse doblegar por la opinión (Las cuatro plumas), tener claro el orden de prioridades (El puente sobre el río Kwai), la necesidad de atenerse a la legalidad y la moralidad (Vacaciones en Roma), etc.

No está de más que, aparte de los valores estéticos de las películas se subraye su valor instrumental y pragmático para la tarea de la dirección de empresas. El libro es, pues, útil por lo que revela acerca de un mundo poco conocido.

diumenge, 27 de gener del 2008

El alcance de la crisis.

Hasta los analistas financieros se han enterado ya de que esta crisis es crisis de confianza o sea, de crédito porque la confianza es la base del crédito. Y por ahí sigue la doctrina de que en algún momento hemos de enterarnos de quiénes están pringados en los subprimes y, mientras no haya trasparencia total, seguirán los sobresaltos como los batacazos y rebotes de las bolsas la semana pasada.

Pues sí, está claro; pero hay otra vía de acceso a la información con la que hasta ahora nadie ha parecido contar, que es la judicial. El ministerio fiscal del Estado de Nueva York ha empezado una investigación acerca de qué fondos, qué bonos, quiénes están "contaminados" por los subprimes y ahí van a salir muchas cosas sobre todo porque parece que una agencia tasadora de la solidez de los préstamos hipotecarios para los bancos de inversores colabora con el ministerio público. Está claro que ya no se trataría de simples errores de cálculo o decisiones poco avisadas sino directamente de delitos. Es posible que los bancos de inversiones ocultaran a los clientes la información de que disponían sobre la salud de los productos que les estaban colocando.

La crisis, se dice, es financiera, como si se quisiera decir: no hay cuidado, no tocará a la "economía real" y, por lo tanto, no afectará a la vida de la gente. Lo cual no es decir nada: claro que es financiera y muy centrada en el sector inmobiliario porque ese capital financiero se ha hecho a base de hipotecas. Si las hipotecas fallan, ¿cómo diablos no va a verse afectada la vida cotidiana de la gente?

(La foto es de xeni's photos y con una licencia Flickr).

Obama en Carolina.

Mr. Obama ha batido en toda regla a Mrs. Clinton en Carolina del Sur pues la ha más que doblado en cantidad de votos. En un tercer vergonzante lugar aparece el candidato de la izquierda demócrata, Edwards. Parece lógico pensar que la carrera por la nominación en el Partido Demócrata será entre la señora Clinton y el señor Obama.

Ambos llegan muy igualados al "supermartes", cinco de febrero. Cada uno de ellos ha ganado en dos circunscipciones: la señora Clinton en New Hampshire y Nevada y el señor Obama en Iowa y Carolina del Sur. La victoria de Mrs. Clinton en Michigan no es significativa dado que en ese Estado no se presentaron Mr. Obama ni Mr. Edwards. Pero hay una diferencia importante: las victorias del senador por Illinois son más holgadas que las de la senadora por Nueva York. En New Hampsire la distancia entre los dos candidatos fue de unas tres décimas y en Nevada, aunque la señora Clinton obtuvo más votos, el señor Obama se llevó más delegados. En estas condiciones todas las opciones están abiertas, como dicen los yankees y el señor Obama puede ganar la nominación como puede hacerlo la señora Clinton. Lo lleva claro Mr. Obama pues de aquí al cinco de febrero puede pasar cualquier cosa; hasta que vuelva a aparecer el señor Clinton atacándole y haciendo campaña en favor de su mujer y con el fin de retornar a la Casa Blanca, esta vez como primer esposo.

¿Cómo no van a despertar interés las elecciones en los EEUU si por primera vez en la historia puede ganarlas una mujer o un negro? Lo curioso de este enfrentamiento es que la señora Clinton, que se presenta como feminista, ocupa en esta relación el territorio que normalmente ocupan los hombres: es la mayor de los dos, la que acumula más experiencia, la que reside en una gran ciudad y la que representa los intereses creados de las maquinarias electorales de los partidos.

Si el "supermartes" gana el señor Obama, habrá ganado el sentido de rebelión frente al establishment del partido. Todo muy moderadamente, desde luego. Pero, mira, menos da una piedra.

Nuestro lugar en el mundo.

Mi amigo François me manda el enlace de este vídeo en el que se pueden ver claras algunas proporciones que nos afectan como pertenecientes al primer Mundo. Sirve para ilustrarnos sobre una situación de gran injusticia. Está en inglés.

La extremada pobreza y la extremada opulencia conviviendo en el mundo de hoy.

Gracias, François.

dissabte, 26 de gener del 2008

Gaza.

Lo que está pasando en Gaza, ¿no es un genocidio? Que el Estado con el mayor y mejor armado ejército de la región que cuenta, aunque no se diga, con armamento atómico, esté exterminando de hambre, sed y necesidad a millón y medio de civiles indefensos, ¿no es una repetición del Holocausto? Que la llamada Comunidad Internacional no pare los pies a los criminales israelíes ¿no es monstruoso? Que se responda con un bloqueo en toda regla a los miserables cohetes katiushas que lanzan los militantes de Hamas, ¿no es una medida cruel, desmesurada y despiadada, ejemplo típico de las demasías nazis? Que Israel no haya cumplido ni una sola de las decisiones de la ONU que le afectan ¿no es una muestra de desprecio al foro mundial y de ánimo delincuente en la vida práctica? Que la Unión Europea siga considerando a Israel un Estado democrático cuando está empeñado en el exterminio de un pueblo, ¿no es tan criminal como hacerlo? Que los Estados Unidos continúen prestando su apoyo militar y económico y su pleno respaldo a la política genocida del gobierno israelí ¿no es una canallada? Que Egipto, supuesto hermano musulmán de los palestinos no sea capaz de reaccionar de otra forma ante la desesperación de esos palestinos que con la represión ¿no es propio de sicarios, cipayos y asesinos a sueldo? Que se haya obligado a los palestinos a realizar elecciones democráticas y luego no se hayan aceptado los resultados, forzándolos a admitir gobiernos que no son los que eligen ¿no es un acto de prepotencia y abuso que nos hace a todos cómplices de la barbarie israelí? Que se siga engañando a los palestinos prometiéndoles hoy una paz anhelada y mañana un Estado propio, mientras los israelíes siguen asesinándolos, robándoles sus tierras, derribando sus casas, en definitiva, exterminándolos, ¿no es una de las grandes vergüenzas, de los grandes baldones que racaen sobre este Occidente civilizado, tolerante y democrático?

Hay que fastidiarse.

(La imagen es una foto de 3arabawy - صَحـَـفي مِصـْـري's photos, bajo licencia Flickr).

Sábado negro.

Las primarias de hoy en Carolina del Sur son decisivas para el Partido Demócrata. El Republicano ya las hizo el 19 de enero y ganó McCain. Luego, ya sólo quedarán las de Florida y las de Maine para los republicanos antes del vendaval del cinco de febrero. Para el Partido demócrata es una primaria decisiva a causa del enfrentamiento entre la señora Clinton y el señor Obama en un Estado con un treinta por ciento de población negra que supone el cincuenta por ciento del electorado demócrata. El otro cincuenta por ciento se está escorando a favor de Mrs. Clinton. Así que, al final de todo, ¿habrá un voto partido racialmente? Es como para pensárselo.

Por cierto, sigue habiendo tres candidatos demócratas y el tercero, Mr. Edwards, cuenta con lucir bonito hoy en su Estado. Las encuestas le auguran un segundo puesto y muy trabajoso. En realidad, estos tres candidatos han monopolizado hasta ahora el interés del proceso estadounidense de nominación porque representan las tres líneas que cuentan en política con sus divisorias: ideología (derecha/izquierda), raza (blanca/mulato) y género (mujer/hombre) pero el factor ideología cuenta poco y Edwards quizá tenga que abandonar.

Los dos principales han reducido bastante el ruido de sus respectivas baterías y no se acusan ya -o no lo hacen con tanta virulencia- de cosas malas, falta de experiencia, complicidad con mafiosos, etc. Pero las cosas son como son. El venerable New York Times (NYT) acaba de hacer públicas sus preferencias en el campo demócrata y en el republicano: Hillary Clinton y John McCain. Y cuando el NYT habla el mundo retumba. Claro que la clientela del señor Obama entenderá que se trata del buen viejo establishment washingtoniano, del norte, vaya, que hace causa común contra la amenaza del cambio de verdad que representa él por su condición africana. La raza es una issue. Pero también puede ser verdad un cierre de filas wasp.

Con lo que el señor Obama no contaba era con el clan "Clanton" de OK. Corral, esto es, los Clinton. Hace poco lo decía, supongo que desazonado,: "a veces no sé con quién estoy compitiendo", si con el señor o la señora Clinton/Clanton, porque los dos están haciendo campaña. Incluso más el marido porque es al que le toca decir las cosas fuertes, hacer de policía malo, meterse con el señor Obama para que luego su mujer se permita el lujo de no mencionarlo. Inteligente, pero juego muy sucio. Para colmo de las desgracias de Mr. Obama, el señor Clinton es conocido como "el primer Presidente negro de los EEUU" por el gran apoyo que tenía de la población negra.

En efecto, será interesante ver qué sale de las primarias de hoy. Las de Florida el próximo 29 también lo serán pero en menor medida ya que los demócratas no se juegan allí delegado alguno pues el Comité Nacional del partido ha dejado al Estado sin delegados como castigo por convocar primarias demasiado pronto. Al día de hoy, si gana el señor Obama, esto le permitirá llegar al supermartes en condiciones de igualdad con su adversario. Si gana la señora Clinton será un golpe muy fuerte para el otro campo

Esto promete.

Tiene chispa el cartel que ha sacado el Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC): dentro del señor Rajoy está el señor Acebes, dentro del señor Acebes, el señor Zaplana; en el señor Zaplana habita la señora Aguirre y el espíritu mismo de la señora Aguirre es el señor Aznar. Más o menos, así es. El señor Rajoy está tan vano como un huevo de Pascua con menos color. Yo hubiera pintado las matriuschkas con tonos más vivos, propios del folklore ruso.

La voz del señor Aznar se abre paso en diferentes etapas hasta el gaznate del señor Rajoy, pero el señor Aznar es el señor Aznar; así que la voz dice que "el señor Zapatero está inhabilitado para ser presidente del gobierno" porque, sostienen el señor Aznar y sus amigos, lleva más de un año mintiendo al pueblo español. ¿Y quién lo ha inhabilitado? Nada más y nada menos que el señor Aznar, expresidente del Gobierno, actual asesor de empresas foráneas, dimisionario del Consejo de Estado y hombre que, al parecer, ha abandonado la política, como puede deducirse de la observación anterior. ¿Y qué autoridad tiene el señor Aznar para inhabilitar a nadie cuando apoyó, popició y completó una aventura ilegal de rapiña en el Irak que todavía pesa sobre el mundo como un grave error, aparte de un gran horror y, por supuesto, un presumible delito contra la Humanidad?

divendres, 25 de gener del 2008

El voto de las víctimas.

El congreso de las víctimas del terrorismo que acaba de clausurarse prácticamente con un discurso del presidente del PP, señor Rajoy, ha funcionado a todos los efectos como un acto del PP en la precampaña electoral. Es un ejemplo apabullante de cómo se utiliza el terrorismo en la contienda electoral. Tampoco es para extrañarse tanto. Casi nadie se acuerda ya de que hubo un tiempo en que los partidos prometieron no emplear las pensiones y las clases pasivas en la pugna politica; pero no lo han cumplido jamás. En estas elecciones en ciernes, las promesas sobre las pensiones son las primeras que se han hecho. Claro, siete millones y pico de electores son un bocado nada desdeñable. Lo mismo sucede con el voto de las víctimas que arrastra el de los simpatizantes de dichas víctimas, que somos incontables.

A su vez, en el mundo de las víctimas, hay una clara asimetría: siendo así que acoge a múltiples asociaciones, aparece hegemonizado por una de ellas, la Asociación de Víctimas del Terrorismo, que funciona en plena sitonía con el principal partido de la oposición de forma que el discurso del señor Alcaraz es perfectamente intercambiable con el del señor Rajoy. Esto es jugar con ventaja. El señor Rajoy, que lo sabe, debiera haberlo evitado. Este es el tipo de cosas que la gente detecta y por el que se pierden las elecciones. No lo parece pero lo es.

Pero no sé yo si en su furibunda agresión verbal al Gobierno el señor Rajoy no se pasó al pedir que se "prive de inmunidad a los gobernantes que sean declarados autores, inductores, financiadores o cómplices de actos de terrorismo."¿O no se refiere Vd. al caso del señor Aznar y la guerra del Irak?

Italia: cae el centroizquierda.

Era muy previsible. Sin mayoría en el Senado, el gobierno del signore Romano Prodi caería. Y cayó. Entre groserías, insultos, mojicones y escupitajos, pero cayó. Y ya está Italia en donde solía, sin gobierno. Il professore había dado a entender que tenía un as en la manga y podía convertir la minoría en mayoría como Cristo convirtió el agua en vino en Caná.

Pero no era así. Su decisión fue agotar la representación, ir hasta el final, beber la cicuta. El presidente de la República, el ex-comunista Giorgio Napolitano, le había pedido dos veces que dimitiera para constituir un gobierno "de transición", esto es, uno provisional capaz de convocar elecciones, pero habiendo tenido tiempo para hacer y consensuar una nueva ley electoral.

Porque esa es la trampa en que se ha dejado atrapar Italia: el cambio permanente de las reglas del juego. Ese cambiar reglas de juego es ordinaria actividad constituyente; la cuestión es que si uno cambia una regla, será legítimo que el otro cambie otras. Imposible impedir que el poder constituyente se mantenga abierto cuando lo lógico es que sólo se manifieste un momento, excepcionalmente, para tomar una decisión sobre un texto que valga por siempre jamás y luego desaparezca. Creo interpretar así correctamente el juicio de mi amigo Pepe Palao, gran conocedor de Italia. Es decir, así como Trotsky hablaba de la "revolución permanente", fascinante idea para los surrealistas pero poco práctica y el señor François Miterrand calificaba de "golpe de Estado permanente" al sistema de la V República que se inauguraba con la Constitución de gaullista de 1958, los italianos pretenden una especie de "poder constituyente permanente", algo tan pintoresco que hasta pueden conseguirlo.

Corresponde al Capo de lo Stato decidir si quiere un gobierno de transición o va a unas elecciones anticipadas. Elecciones anticipadas pide la oposición; ya, aquí y con la ley electoral actual exige el candidato al que favorecen los sondeos, il signore Berlusconi, Il cavaliere... otra vez, en la esperanza de poner fin a casi dos años de tumultuoso gobierno del centro izquierda, que ha sobrevivido a treinta y dos cuestiones de confianza en menos de dos años de legislatura. Así como en la realidad se dice que a la "tercera va la vencida", en el caso de Italia parece ser a la trigésima tercera.

Efectivamente, los sondeos pronostican una victoria de la Casa delle Libertà, pero la derrota del centro izquierda puede tener dimensiones muy distintas, según que consiga poner en pie una coalición electoral o no en lugar de l'Unione, que ha saltado por los aires. Y la tarea no será fácil. La unidad de la derecha se contrapone a la fragmentación del centro izquierda. El gobierno de l'Unione se basaba en una coalción electoral de nueve partidos. Es un milagro que el gobierno de centro izquierda haya aguantado casi dos años en Italia.

(La imagen es de FU H2 Italia Stylee,licencia Flickr).

dijous, 24 de gener del 2008

Derecho al aborto libre.

Estaba servidor equivocado y no era una manifa lo que se había convocado sino una concentración en pro de la despenalización completa del aborto libre hasta cierto plazo prudencial. En las concentraciones el personal se apelotona mucho y parece que es menos que si va de manifa. Pero éramos mogollón. No daré cifras porque no tengo ni idea y eso que disfruté de una vista general de la Puerta del Sol porque subí a un cercado que me lo permitió. Había mucha gente en la plaza, aunque no me pareció que estuviera llena. Desde luego, si el acto hubiera sido convocado para ir contra el aborto, la Comunidad de Madrid diría que había acudido el habitual millón de personas que sigue la palabra de la señora Aguirre como si fueran extras de pago. Como era a favor de la interrupción legal del embarazo, según la misma fuente seríamos catorce, contando a los de la megafonía. Es el estilo de gobierno de doña Esperanza. ¿Para qué andarse con remilgos? ¿Los nuestros? Millones. ¿Los "suyos"? Media docena y gracias. ¿Gallardón? Al degüello. ¿Los hospitales públicos? Al ergástulo. ¿Las abortadas? A la picota. ¿Los abortistas? A galeras. ¿Quiere Vd. ser presidenta del Gobierno? No.

Tengo entendido que hubo otras manifas o concentraciones en otras ciudades de España. Bendita España quién había de verte hija descarriada de la cristiandad. ¿Osarás arrancar de tus entrañas el trémulo germen de una vida humana? Es mucho mejor que crezca, ¿verdad? Y eso lo dice una organización como la Iglesia católica que tiene capellanes castrenses, esto es, oficiales curas cuya función es bendecir a las tropas que van a morir y a matar frente a otras tropas que también vienen bendecidas por otros capellanes castrenses y ambos ¡en nombre del mismo Dios! Véase, si no, en esa postal de la derecha correspondiente a la Primera Guerra Mundial, la llamada Gran Guerra. Cristo anima a los soldados alemanes (¡alemanes!) que hacen lo que pueden por masacrar a los soldados franceses (¡franceses!) enfrente a los que también está animando Cristo pues, siendo Dios, tiene el don de la ubicuidad. Y se cita a Mateo: "Estaré con vosotros todos los días" (Im Schützengraben, añade el germano de su cosecha, o sea, "en las trincheras") y conste que es discreto porque la frase completa del texto de Mateo es: "Estaré con vosotros todos los días hasta la consumación de los tiempos". En fin, menudo panorama.

Pero en todo caso está bien claro que los mismos que quieren salvar la vida de unos supuestos seres humanos indefensos, los mandan después a matar y a morir como una dicha del Señor. ¿En nombre de qué o de quién están hablando los curas?

Los asesinatos de Oxford.

Cumplido mi ciudadano deber me largué a ver la peli de Alex de la Iglesia, The Oxford Murders que me la habían metido hasta en los telediarios. Y, en verdad, estoy perplejo. Todo lo que leo y oigo por ahí es ditirámbico. Conclusión: una obra maestra. Pues será y yo un zote absoluto absolutamente incapaz de apreciarla. Salvo que la peli vaya de coña (pero de coña al estilo de El Quijote, o sea una peli para reírse de las pelis como ella misma), la verdad es que es algo insólito. Insisto en que tiene que ser de broma y yo carecer de todo sentido del humor porque me pareció que iba en serio, esto es, una historia de intriga y misterios, con muertos por medio, serial killings, algo espeluznante y un viaje vertiginoso a las profundidades de la inteligencia humana, el infinito poder del mal, la eterna lucha entre el azar y la necesidad... creo que estoy perdiéndome; pero, vamos que es una historia así. Tengo entendido que, detrás de la película, hay una novela de un argentino. Eso ya explica algo porque, por Dios que si Wittgenstein llega a enterarse de que su grave apotegma final del Tractatus ("de aquello de lo que no se puede hablar hay que callarse") iba a dar paso a un torrente de vana palabrería de casi dos horas, hubiera comprendido la inutilidad de su taciturna sentencia. Porque, después de Witgenstein, vienen Heisenberg, Fibonacci, el número aúreo, el pi, unos símbolos pitagóricos que no había visto en mi vida, salvo el tetraktis, claro, y un tal Bormat que, en mi ignorancia, he tomado por una metáfora de Fermat o quizá como un avatar suyo, que esto de los avatares es muy común hoy en second life.

Es un poco sorprendente: después de un comienzo así como truculento y de mucha prosopopeya académica (que recuerda un poco un par de lecciones médicas célebres en el mundo, como la que da el Dr. Jeckyll al comienzo de una de las diversas versiones del Dr. Jeckyll y Mr. Hyde) se plantea una controversia entre el ilustre profesor y el disparatado pero brillante alumno americano (que, por cierto, sonaba tan americano como como yo) que no entendí o es un puro dislate. Defiende el profesor la validez radical del positivismo vienés y le contesta el alumno reivindicando el número pi, la proporción aúrea y los números de Fibonacci (que no sé qué pintan aquí) que es, justamente, lo que sostiene el positivismo: únicamente merece la pena lo medible, lo cuantificable, los números, los únicos lógicos, llámense pi, aureos, de Fibonacci o irracionales, que es por donde va la cosa.

El resto es un atropellado relato en el que el director ha querido embutir todo lo que pudiera y el resultado un galimatías tanto más difícil de soportar cuanto que viene acompañado de un discurso recurrente sobre el carácter necesario y terrible de la lógica y la inapelabilidad de sus fallos, así como una rivalidad continua entre los dos protagonistas a ver cuál es más inteligente que el otro y hasta dónde llega. Esto es, algo así como un viaje iniciático del joven yakee a manos de un profe de Oxford que tiene algo de maestro zen.

No dudo de las cualidades interpretativas de los protagonistas, el maduro y el joven, así cómo las dos mujeres, una de las cuales se pasa media peli en cueros y hace bien porque es muy hermosa; todos son muy buenos actores, aunque con cierta tendencia al overacting y tienen la ímproba tarea de hacer verosímil una alambicada y confusa historia cuyo desinterés crece aceleradamente hasta el punto de que, al tratarse de una historia de serial killings uno empieza a preguntarse qué cantidad de muertes sorprendentes tendrá uno que tragar hasta que se aclare el misterio. Con la relativa ventaja de que el misterio no se aclara porque no lo hay. Hay muchos misterios y, como diría una crítica de la famosa revista yankee Mad, empezando por el de ¿por qué se ha rodado una peli así?

Mondo cane.

Me manda mi amigo Tom uno de esos mapas nuevos con informaciones que podemos variar. En la imagen se ve la relación entre esperanza de vida en el momento de nacimiento y renta por habitante por países entre 1970 y 2006 y, cuando está activa, podemos verla variar con el paso del tiempo. También podemos consultar otras variables, por ejemplo, emisión de gases de efecto invernadero en relación con la renta por habitante, etc. Asimismo es posible visionar la distribución por regiones (África, Europa, etc) y adjudicar cantidades concretas a países. Son fascinantes estos mapas y están llenos de información que encuentro utilísima para mis trabajos. Se encuentran en The Gapminder World 2006. Y merecen la pena.


dimecres, 23 de gener del 2008

Derecho al aborto.

Hoy toca manifa bajo el lema

POR EL DERECHO A DECIDIR DE LAS MUJERES. DESPENALIZACIÓN DEL ABORTO VOLUNTARIO


Tendrá lugar a las 19:00 horas en la Puerta del Sol (Madrid) y a la misma hora en la Plaza Sant Jaume (Barcelona).

Hay que parar los pies a la carcundia nacional (los curas, la derecha, los jueces hostigadores, las bandas de matones que defienden el derecho a la vida a bombazos, los que se forran con el dolor ajeno, etc) para defender el derecho a decidir de las mujeres. A ver si los carcas entienden de una vez que el aborto es un derecho de las mujeres; no un deber.

Hay que empujar a este gobierno timorato con la Iglesia a que recupere su promesa electoral de 2004 de una ley de plazos, que es lo único acorde con el derecho a la seguridad y a decidir de quienes deciden ejercer su derecho.

Quien quiera autoinculparse de haber abortado, en solidaridad con las mujeres que lo han hecho y están siendo hostigadas por las autoridades en un claro intento de amedrentar a la gente para que renuncie al ejercicio de sus derechos, puede hacerlo aquí, si es mujer y aquí si es hombre. Las cartas firmadas se enviarán a Barquillo 44, 2ºizq, 28004, Madrid antes del próximo veintinueve de enero, fecha en que se entregarán en el juzgado.

Por el canto de un duro.

La intervención in extremis ayer de la Reserva Federal de los EEUU probablemente haya conseguido parar esta última arremetida de la crisis larvada y prolongada de las hipotecas basura. Las bolsas asiáticas seguramente dejarán de perder y mostrarán beneficios y las europeas se estabilizarán.

De momento.

Porque falta saber cómo se portará la de Nueva York ya que ayer terminó en pérdidas moderadas. Todavía faltan muchos datos, algunos de los que vienen no son buenos (Apple, por ejemplo, ha descendido en volumen de beneficios) y, en todo caso, sigue sin saberse qué alcance tenga la crisis de las subprimes y quién esté pillado en ella. La Fed puede bajar los tipos, como lo ha hecho, de modo abrupto y en un periodo entre reuniones del Consejo, lo que no es habitual e indica la urgencia del momento, y con ello alivia la presión sobre empresas y particulares y agiliza el crédito. Pero no puede forzar la transparencia de las especulaciones financieras de los últimos tres años. Éstas irán saliendo poco a poco en los meses venideros, cuando las empresas vayan declarando resultados. O sea, lo que queda por delante son meses de incertidumbre. La idea, lógicamente, es evitar la recesión y habrá que saber si se está consiguiendo o se está consiguiendo lo contrario: acelerarla.

Obsérvese que el comportamiento de los bancos centrales es antagónico: la Fed baja los tipos mientras que el Banco Central Europeo los mantiene altos e incluso habla de subirlos aun más, según como se comporte la inflación; pero en ningún caso bajarlos. Por supuesto la explicación de esta disparidad reside en las peculiares circunstancias estadounidenses en relación con las europeas. Es curioso cómo operan las memorias históricas en las decisiones de hoy: Europa vive asustada por el peligro de la inflación, una obsesión típicamente alemana de los años de 1920 cuando una hiperinflación destruyó el sistema económico capitalista al extremo de que en algunos lugares se abandonó el papel moneda y se pasó a la economía de trueque; los EEUU, en cambio, viven obsesionados por la recesión por la memoria del crash de 1929.

¿Y las gentes del común, cómo vivimos el asunto las gentes del común? Pues como siempre: unos temen más la recensión que la inflación; otros más la inflación que la recensión; otros las dos por igual y otros ninguna de las dos.

En fin, seguiremos atentos al desarrollo del culebrón o del serial, como se llamaban estos capítulos por entregas en la radio en mis tiempos mozos. Al fin y al cabo, da la impresión de que el capitalismo se desarrolla de una crisis a otra. Nadie parece pensar que una de estas sea la definitiva, que dé al traste con el sistema productivo capitalista.

Italia: una crisi al buio.

Il signore Romano Prodi, presidente del Consejo de Ministros de Italia comparece hoy ante la Cámara de Diputados pidiendo un voto de confianza para su maltrecha coalición multipartidista de centro-izquierda. El lunes se le fue el ministro de Justicia, Clemente Mastella, dirigente de la UDEUR o Unión de Democratas por Europa, un partido de democristianos de centro-izquierda y, con él, se van catorce diputados y tres senadores. La historia de esta separación ha sido breve: salpicado en un asunto de corrupción que implica a su esposa, Mastella presentó la dimisión hace unos días y ahora abandona la coalición, asegurando que sus diputados votarán en contra de la confianza. Resurge así, supongo, el resquemor que le quedó al político cuando fue vencido e una especie de primarias que se organizaron en l'Unione para decidir quién sería presidente del Gobierno, cuando Prodi obtuvo el 74% de los votos, el comunista Bertinotti el 15% y él mismo un 5%.

En principio, il signore Prodi debe conseguir la confianza de la Cámara porque aun con los catorce diputados de l'UDEUR en contra, le queda una apreciable mayoría de más de treinta escaños. Más difícil, por no decir imposible, lo tendrá mañana, jueves, cuando haya de comparecer ante el Senado con idéntica aspiración ya que en Italia ambas cámaras son iguales en competencias y ante las dos responde el Gobierno. En el Senado, la mayoría del'Unione, que ahora desaparece, era de dos senadores. Es posible que, ante lo prieto de la situación, la votación se aplace hasta la semana que viene, a ver si en el interín, el signore Prodi consigue el milagro de fabricar la mayoría que necesita donde no la hay. Cierta experiencia ya tiene il professore pues en sus menos de dos años de gobierno, ha planteado la cuestión de confianza unas treinta y dos veces. En este caso, seguramente tendrá que recurrir a los votos favorables de los senadores vitalicios, lo que plantea algún problemilla constitucional que otro sobre si es lícito que estos senadores participen en votaciones partidistas.

En la oposición no hay unidad, lo que también puede jugar a favor del señor Prodi que, muy grandielocuente, sostiene que estos asuntos deben ventilarse en el parlamento y no en la tele. La Unión de los Demócratas Cristianos y de Centro, de Pier Ferdinando Casini quiere un gobierno de concentración nacional (a cuya cabeza se ve él) y sólo si este recurso falla, admitiría convocar elecciones. L'Unione pretende alejar el fantasma de las elecciones anticipadas, porque faltan tres años de legislatura y, con la actual ley electoral (que tiene un factor multiplicador de mayoría hasta el 55% de los diputados) teme una derrota en toda regla.

Il signore Berlusconi, en cambio, sostiene que el Gobierno de centro-izquierda está agotado y debe convocar elecciones de inmediato. Espera ganarlas con su coalición Casa delle Libertà, de centro-derecha, en la que el partido principal es el suyo, Forza Italia y volver a ser Primer Ministro. Pero debe de ser el único de la coalición que lo quiere pues en los otros partidos, como la Alianza Nacional (AN) o la Lega Nord (LN) tienen otras expectativas. Unos, como Gianfranco (AN) Fini, quieren ser presidentes del Gobierno ellos mismos, otros, como Umberto Bossi (LN) no quieren que lo sea Il cavaliere. De este modo, como se dice en Italia, las renovadas ambiciones del signore Berlusconi son el mejor seguro de vida del señor Prodi.

El resultado, pues, está abierto. El gobierno puede mantenerse o puede caer y, si cae, será el presidente de la República, Girogio Napolitano, quien decida si se convocan elecciones anticipadas o encarga a alguien la formación de un gobierno de transición. En resumen, resultado incierto, una crisi al buio, una crisis incierta.



dimarts, 22 de gener del 2008

General Desplome.

Esta crisis ha sido y está siendo la más publicitada de la historia. Empezó a manifestarse en el mes de agosto pasado y, desde entonces, los diagnósticos son siempre los mismos: los culpables son los préstamos basura en los EEUU y su posible repercusión en otras partes de este mundo globalizado. Como nadie sabe quién está pringado y nadie se fía de nadie, los bancos no se prestan entre sí con lo que lo primero que se produce con la crisis es una falta de liquidez en los mercados. Intervienen entonces los bancos centrales inyectando dinero en el sistema pero esas intervenciones sólo contribuyen a aumentar los nervios, ya camino del pánico, pues las bolsas entienden que la situación está peor de lo que suponen ellas mismas. Hasta aquí fórmulas de manual de cómo provocar una crisis.

El asunto se pone serio cuando es el Presidente de los EEUU quien ofrece un "paquete" de medidas correctoras básicamente fiscales. En minutos de conocerse la intención presidencial, los valores empezaron a caer de nuevo, caída que sólo se detuvo al cierre de la bolsa neoyorquina, en la esperanza de que, al reabrir hoy, martes, las cosas se hubieran canalizado.

Pero eso es imposible a estas alturas. Las cosas no se canalizan, la desconfianza es universal, no hay crédito y el escenario es de pánico. Hoy será otra jornada aciaga en las bolsas europeas, aguardando lo que haga la neoyorquina. Y supongo que la neoyorquina hará lo que las otras: bajar, a la espera del general Desplome, equivalente al general Invierno en las campañas de Rusia, salvo que la Reserva Federal haga algo heroico.

Decididamente parece haber dos sectores afectados, el financiero y el inmobiliario. Es decir, la famosa burbuja inmobilaria ha estallado, igual que en su día hubo una crisis, si bien muy moderada en comparación con ésta, cuando estalló la burbuja de las empresas puntocom. Es el sector inmobiliario porque es el que ha estado más mezclado con el financiero, esto es, ha sido el campo preferido del capital financiero para hacer sus operaciones. Y, dentro del sector inmobiliario, me parece que las víctimas de esta crisis serán las personas hipotecadas porque van a descubrir que se empeñaron por un bien que ya no vale lo que valía cuando ellas querían comprarlo; es decir, personas que pueden encontrarse en la situación de no poder seguir pagando la hipoteca si suben los tipos de interés y tampoco redimirla porque el precio del inmueble por el que la firmaron ha bajado un veinte o un treinta por cien.

(La imagen es la fachada de la bolsa de Nueva York, foto de Wallyg's Photostream. Licencia Flickr.)

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Felipe y las ratas.

Ocurrióseme ayer comentar una noticia sobre la intervención de Felipe González en un mitin preelectoral en Barcelona señalando el enorme tirón que tiene, el entusiasmo que genera en la gente y el prestigio de que goza tanto en el extranjero como aquí, a pesar de haber sido uno de los dirigentes más vilipendiados, calumniados e injuriados por determinados sectores políticos de la derecha y de la "izquierda".

A mediodía ya tenía un comentario anónimo insultando al autor del blog, a los lectores y a terceras personas que nada tienen que ver con esto. No perderé mucho tiempo repitiendo lo que todo el mundo sabe acerca de la calaña moral de quienes insultan amparados en el anonimato o los nicks, que es la plaga de la red. Como aquí hay tolerancia cero hacia los insultos, activé el mecanismo de moderación de comentarios. Únicamente seguiré preguntándome por qué vienen a este blog gentes a las que molesta lo que en él se dice. Yo no voy a leer el blog del señor Moa o los de los "izquierdistas antifelipistas".

Porque ese es el quid de esta cuestión: la animadversión, el odio que en ciertos sectores de la izquierda (singularmente los anguitistas, pero no sólo ellos) despierta siempre la figura del señor González y que no es solamente la tradicional inquina de los comunistas hacia los socialistas que, a veces, los lleva a oponerse a estos con más intensidad que a la derecha. Es mucho más. Como bien se sabe, siempre, en todo tiempo y lugar, hay gente miserable, fracasada, recomida por la envidia, que trata de difamar a los que sobresalen, a los triunfadores en cualquier andadura de la vida. Esos tipos parecen multiplicarse en el caso del señor González, hacia quien dirigen un rencor profundo y difícil de explicar.

En todo caso, ahí está Felipe, con una ejecutoria de casi catorce años de gobierno de España que fueron decisivos para la modernización del país y la consolidación de la democracia y el Estado del bienestar, algo que no consiguieron ni consiguen empañar sus detractores, pretendiendo reducir sus mandatos a la corrupción o los GAL. Esos detractores que no han hecho nada por su país, salvo hablar mal del único gobierno de izquierda en tiempo de paz que aquel tuvo en su historia, además del que hay ahora. Es más, no sólo está la ejecutoria de Felipe como presidente del Gobierno; también está su comportamiento como ex-presidente, algo cuya ejemplaridad entenderá todo aquel que sin rencor lo compare con el del señor Aznar.

Ya conté cómo allá por el año 1988, de regreso de un viaje a China, el señor González vino repitiendo una máxima que parecía haberle impresionado, según la cual, lo de menos es el color del gato y lo importante es que cace ratones. Eso me pareció por entonces -y sigue pareciéndome- una inmoralidad. Que lo diga un chino comunista/capitalista no me extrana; que lo diga un demócrata europeo, un socialista como Felipe González sólo puede deberse a un desvarío. La indiferencia frente al color de los gatos es el primer paso hacia prácticas detestables como los GAL o los GANE y, en consecuencia, escribí entonces (verano de 1988), un artículo que se publicó en El Independiente pidiendo que se investigara judicialmente hasta el final el asunto de los GAL. El artículo se llamaba GAL, GANE, Gatos. Es decir, advertí entonces sobre el peligro de los gatos; olvidé hacerlo sobre el de las ratas.

(La foto de la imagen es de EFE).

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