dilluns, 8 de maig del 2017
Salva sea la parte
Mañana, Palinuro en debate sobre Europa en Barcelona
dimecres, 18 de novembre del 2015
Vamos a la guerra, pero poco.
diumenge, 15 de novembre del 2015
La catalanofobia.
dissabte, 30 de maig del 2015
El corazón de la guerra.
NB (31 de mayo). Mi querido amigo Juan Maldonado Gago me aclara la cuestión de por qué Irène Nemirovsky aprendió euskera. Está en este enlace que me envía: http://www.nabarralde.com/es/
diumenge, 14 d’abril del 2013
Palinuro en el Nouvel Observateur.
dimecres, 13 de març del 2013
Rajoy habla francés.
Por más que pretendan distraer la opinión, el meollo de la política española hoy es la corrupción y el caso Bárcenas y la evidente responsabilidad política de Rajoy, como presidente del partido y del gobierno, no puede ocultarse tras un injustificado triunfalismo.
dimarts, 11 de desembre del 2012
Berlin, Pariserplatz.
dilluns, 18 de juny del 2012
Una victoriosa derrota más.
dijous, 24 de maig del 2012
La Gran Nación y su lugar en el mundo.
dilluns, 7 de maig del 2012
¿El renacer de Europa?
Estos sí son brotes verdes.
diumenge, 6 de maig del 2012
Europa despierta.
diumenge, 22 d’abril del 2012
Tiens! La gauche!
¡Quién lo iba a decir! Después de cinco años de vapuleo ideológico sistemático, de saqueo insaciable de los bienes públicos, de estafa sin precedentes a los pueblos de Europa, de amenazas sin cuento; después de cinco años de machacona propaganda neoliberal a través de sus think tanks en los que unos engolados necios vaticinan desastres sin cuento si la gente no se aviene a que la exploten y la opriman; después de un quinquenio escuchando el contrapunto inquisitorial de ese pájaro de mal agüero instalado en el Vaticano que pretende reevangelizarnos a cristazos; después de cinco años aguantando que los políticos más retrógrados del continente (Berlusconi, Merkel, Sarkozy, Cameron, etc) con sus fórmulas sacadas del almanaque zaragozano, vayan de desastre en desastre, hete aquí que en Francia vuelve la izquierda. Y vuelve con fuerza. Hollande va ganando en intención de voto en la primera vuelta de hoy y seguramente ganará en la segunda, si no cae en alguna de las trampas y provocaciones televisivas en las que Sarkozy es maestro.
Hollande representa una esperanza au delà de la France, para otros países que, como España, están sufriendo los rigores teutones a los que se someten con las orejas gachas los gobernantes españoles, carentes de toda entereza nacional. Es una izquierda socialdemócrata -la única que tiene un palmarés de resultados en Europa- alejada del poder hace ya 17 años, que parece haber aprendido la necesidad de reformular el socialismo democrático radical y de no caer más en las añagazas edulcoradas de las terceras vías, nuevos centros y otras logomaquias similares; la necesidad de enfrentarse al capitalismo en los términos que este entiende: tocándole los beneficios. Hay voluntad de ganar y ojalá lo haga Hollande en donde su exmujer fracasó hace cinco años. ¡Qué gran ocasión perdida!
Supuestamente a la izquierda del PS y de Hollande llega a primera vuelta un Frente de izquierda, presidido por Mélenchon, un antiguo socialista, exministro de Jospin. Se presenta como una ruptura, una innovación, la nueva esperanza de la izquierda frente a un Partido Socialista entregado al neoliberalismo, como el eco francés de la Izquierda Unida en España. Pero no es otra cosa que la vieja táctica de los comunistas de ocultarse tras una organización de masas, frentista, etc, para no comparecer con su nombre a unas elecciones que, como acostumbran, perderían. Así que, de nuevo, el Front de la Gauche no tiene nada y François Mélenchon es el habitual compañero de viaje de los comunistas, es decir, el sempiterno "tonto útil", esa figura en la que suele escudarse el Partido Comunista, pero que ella misma no es comunista ya que, evidentemente, nadie es perfecto. Pero hace lo que le dicen, que es lo importante. ¿Su utilidad? Morder un 10 o 15% del voto a la izquierda, a ver si esta fracasa y, si no, si precisa de ese porcentaje para gobernar, se le pondrá caro. Esta posibilidad no existe en las presidenciales, pero la costumbre deja huella. Claro que si, producto de las amargas experiencias del tiempo, Mélenchon consiguiera entre el 15 y el 20% del voto en la 1ª vuelta podría darse la pintoresca circunstancia que se apunta al final de esta entrada.
A la derecha de Hollande, los conservadores llegan a las elecciones desarbolados. La crisis ha dejado al descubierto que sus discursos, sus fórmulas, sus propuestas, son una mezcolanza de lugares comunes, falsedades y puras fantasías que sólo encubren su deseo de retrotraer la marcha de la sociedad a los tiempos de las leyes de pobres. La derecha francesa ha quemado todo el tren y llega a la primera vuelta con el furgón del carbón vacío. Sarkozy lo ha intentado ya todo para seducir a los franceses: les ha hablado mal de España, que siempre vende en Francia, de la grandeza de la nación, de su firme voluntad de acabar con todos los peligros: los inmigrantes, los islamistas, los terroristas y los voleurs de montres (o ladrones de relojes) y los comunitarios que llegan a Francia a vivir del cuento. Incluso ha dejado sin discurso a la hija de Le Pen, cosa por otro lado poco difícil porque no lo tiene.
Hollande es hombre prudente y sensato. No ha pronunciado la palabra revolución. Pero, si gana, eso es lo que tiene por delante: una revolución en la Unión Europea que replantee los fundamentos del capitalismo ya que, con toda evidencia, las cosas no pueden seguir así.
Y un vaticinio tout à fait drôle: ¿y si a segunda vuelta pasan Hollande y Mélenchon? Mais voyons, ça serait la folie, non? A ver por quién votan los gaullistas, los lepenistas, la derecha liberal y la France de jadis en la segunda vuelta. No lo tengo claro porque las gentes somos un saco de sorpresas. Todo el mundo recuerda qué bien se llevaban los gaullistas y los comunistas durante la guerra fría y qué mal los socialistas y los comunistas de siempre. Por otro lado, el lepenismo es un vivero de votos nacionalbolcheviques. Alucinante, ¿verdad? Pero es de esperar que salga Hollande, por el bien de todos.
(La imagen es una foto de xavier buaillon, bajo licencia de Creative Commons).
dimecres, 7 de desembre del 2011
Achtung! Europa, chapuza.
La teoría de Palinuro de que la Unión Europea se hace mediante chapuzas se confirma. El acuerdo a que están llegando Merkel y Sarkozy es otra de éstas. Pero seguramente funcionará como lo han hecho las anteriores. Y es lógico. La unión europea es algo nuevo, carece de precedentes, no hay modelo y va construyéndose a medida que se resuelven los problemas que la ponen en peligro como buenamente se puede. Si procediéramos con modelos y protocolos fijos la tal unión ya se hubiera deshecho. Esta nueva chapuza nominalmente francoalemana pero en realidad germanofrancesa prosperará porque media Europa está con el agua al cuello y no tiene más remedio que aceptar las píldoras de caballo.
Los periódicos, que aman los términos fuertes, ya han caracterizado la situación cuando, como hace Público, utilizan el verbo acatar, cuyo significado, según el DRAE, deja bien clara la posición en Europa de esta gran nación que es España, al reiterado decir de Rajoy. El acuerdo en cuestión es una especie de Diktat a los países en dificultades y a todos los demás para que acepten un derecho de supervisión (y veto, ya veremos en qué términos) sobre sus presupuestos. Además quiere fijar castigos automáticos a los países que no respeten el techo del déficit. Eso ya estaba previsto pero no funcionó cuando fueron Alemania y Francia quienes rompieron el techo del tres por ciento de déficit y no les pasó nada. Los demás pensaron entonces que ancha es Castilla pero descubrieron sobre sus lomos que sólo para unos y no para todos.
La prevista reforma de los Tratados se hará previsiblemente por acuerdo entre los Estados y no se convocará referéndum alguno. La chapuza es completa pero, al mismo tiempo, muy racional, con la irritante racionalidad de la Realpolitik. La UE ya está actuando de hecho como una unidad política. Otra cosa es que lo haga mejor o peor o a gusto de unos pero no de otros. Y una unidad política no puede depender del resultado de un hipotétiuco referéndum en alguna de sus partes. Una consideración para quienes creen que el referéndum en una parte de un conjunto y que puede invalidar la acción de éste, es ya de por sí una prueba de democracia: si, por ejemplo, se convocaran sendos referéndums sobre la reforma de los Tratados en España y Alemania es posible que ambos fueran negativos pero por motivos diametralmente opuestos; para los alemanes la reforma sería demasiado; para los españoles, demasiado poco.
La conclusión a que llegan los dos mandatarios españoles, el que viene y el que se va, Rajoy y Zapatero es coincidente, lo cual tranquiliza. España hablará por fin con una sola voz en Bruselas; un voz para acatar, pero una sola. Antes, cuando gobernaba Zapatero, España hablaba con dos voces, la del gobierno adquiriendo compromisos y la de la oposición de Rajoy saboteando y diciendo que no los cumpliría. Ahora el mismo Rajoy sabe que tiene y tendrá el apoyo de la oposición en sus negociaciones con la UE. Eso quiere decir algo y la gente debe entender qué significa. Simplemente que la izquierda sabe hacer una oposición constructiva.
Produce un poco de inquina la injusticia de la situación. Pero todavía queda por pasar a través de las toneladas de basura que el gobierno del PP verterá en sus primeros meses sobre la acción del anterior, especialidad de la casa que la batería de medios de la derecha utilizará sin descanso para seguir castigando las posiciones de la izquierda. Es ley de vida. La derecha no es mayoría en el país, pero la respalda un sólido treinta por ciento del electorado. Franco tenía un respaldo mucho menor. Esta derecha, que es su heredera ideológica, llega hasta el treinta por ciento y con eso le basta para imponerse sin miramientos o "sin complejos", como suele decir. La izquierda tiene similar apoyo, incluso algo mayor, pero es más fácil de desmovilizar.
Así las cosas Rajoy no tiene empacho en presumir de que España y Alemania son las únicas que han cumplido el requisito de la reforma constitucional, siendo así que fue una iniciativa de Zapatero a la que él se sumó con todo género de reticencias. Es también estilo de la casa. Cuando Zapatero, entonces en la oposición, propuso el Pacto antiterrorista, Rajoy, entonces en el Gobierno, lo calificó de "conejo sacado de la chistera". Un par de años más tarde él era el principal defensor del conejo y Zapatero, en cambio, quería despellejarlo o algo así.
Lo mismo va a pasarle con todo lo que dijo en la campaña electoral que se convertirá ahora en la fiesta del lindo don Digo Diego. Lo más llamativo viene con los impuestos. No iba a subirlos pero sí, sí que va a hacerlo y mucho. Él no querría pero es Europa la que lo obligará a hacerlo, es Alemania, la misma Alemania que protestaba cuando Aznar pedía fondos de cohesión para España y, al mismo tiempo, bajaba los impuestos. Ese tipo de pillerías ya no podrá hacerse. En definitiva las chapuzas acaban siendo productivas.
dissabte, 1 de gener del 2011
Los discursos del poder.
Mientras en España el Jefe del Estado se dirige a la ciudadanía en la Noche de Paz, Noche de Amor, al ladito del portal de Belén, en otros lugares de la vieja Europa el momento de la doctrina se reserva para la noche de San Silvestre, que es más laico y menos mojigato. Es verdad que sobre los otros países europeos no pesa la memoria de la costumbre franquista de hablar a los españoles todos en aquesa noche de villancicos. Tampoco está tan mal porque así los partidos pasan luego el día de Navidad, más pagano, tirándose mutuamente a la cabeza las palabras del rey, que tampoco harán mucho daño porque suelen ser bastante hueras.
Hasta el Papa, que tiene su momento estelar también con la Natividad del Niño Dios propiamente dicha, no desaprovecha la ocasión de mostrarse de nuevo a los creyentes al llegar la fiesta de fin de año. Vieja costumbre de la Iglesia de poner una vela al de arriba y otra al de abajo. El pretexto de la aparición de este año ha sido el final del año jacobeo como podía haber sido el centenario de la muerte de un mártir del Japón. Aunque, por ser año jacobeo, la regañina ha vuelto a tocarnos a los hispanos, que tenemos que actuar como portaaviones de la fe para las fortalecer las raíces cristianas de Europa, aparte naturalmente, de tener las propias como saludables boniatos. Sí señor, España en defensa de la Cristiandad de la que es adelantada. No era para menos, cuenta habida de que un día antes, el 30 de diciembre, el mismo Papa, mediante carta apostólica, ordena poner en orden las finanzas vaticanas para sacar a Roma de la sospecha de ser un paraíso fiscal en Europa. Uno más. Como se ve, la Carta del Papa califica de errores los comportamientos bancarios y financieros vaticanos y que están siendo investigados por la justicia italiana. Errores como los pecados de pederastia a lo largo del tiempo. La Iglesia es una institución humana, demasiado humana.
Los otros discursos más notorios, al menos para Palinuro, son los de Merkel y Sarkozy. También son importantes los de Cameron y Berlusconi, pero estos dos hablan de cosas marginales a la cuestión europea: Cameron de lo mal que seguirán pasándolo los britanicos si quieren recuperar el terreno perdido y Berlusconi de sí mismo. Merkel y Sarkozy coinciden en la defensa del euro. Los dos vienen a decir que, si se acaba el euro, se acaba Europa. No el continente, claro, sino la idea de Europa, la Unión Europea, lo cual bien puede ser cierto. Lo que sucede es que la salvación del euro tampoco garantiza la de la Unión, como se está viendo ahora mismo con una moneda que no puede defenderse porque nadie manda en ella salvo unas abstractas reglas del mercado quer son, por definición, ciegas a todo lo que no sea la valoración del capital.
Así que esos discursos, con toda su buena intención, contribuyen a añadir leña al fuego porque lo que más muestra la debilidad del euro es que hayan de salir los gobernantes a defenderlo. ¿Es imaginable que la reina de Inglaterra o el presidente de los Estados Unidos salgan la noche de San Silvestre a señalar la importancia de la solidez del dólar o la libra esterlina? La moneda tiene un gran valor político. Es más, su valor económico depende del político que, en último término, es militar. La guerra mundial hoy es económica y la moneda simboliza el poderío bélico de cada cual. Una de las versiones sobre la guerra del Irak es que ésta se desencadena cuando Sadam decide recomendar al cártel del petróleo que la moneda de referencia deje de ser el dólar y sea el euro. Adiós, Sadam.
El valor político del euro es inexistente por falta de unidad, de mando único, obviamente. De Europa se dice hoy lo que se decía de Alemania cuando la partición, que era un "gigante económico y un enano político".
Son discursos del poder; de un poder impotente.
(La imagen es un cuadro de Mabuse titulado El Consejo Supremo y pintado hacia fines del siglo XVI).
dimecres, 20 d’octubre del 2010
Los Pirineos.
Siempre hubo Pirineos; siempre los habrá porque, aunque los trenes de alta velocidad y demás maravillosos avances de la técnica y la tecnología hayan vencido el imponente obstáculo que acostumbraba a ser esa cordillera, hay otro moral, espiritual, intelectual que ningún avance del ingenio humano ha sido capaz de vencer. Los dos pueblos a ambos lados de los Pirineos son muy distintos: incluso aquellos que, como sostienen los vascos y catalanes nacionalistas, son el mismo pueblo aquende y allende la cordillera. Prueba evidente de que lo que se llama Francia y lo que se llama España tienen una impronta decisiva, hasta el punto de avocar a su ser nacional a otros seres nacionales o partes sustanciales de ellos.
Pero no quiero embarrancarme en el cansino tema de las naciones del Estado español. Me importa más señalar las obvias diferencias entre los dos pueblos, diferencias que, no pudiendo venir de causa genética (supongo), vendrán de sus culturas, tradiciones y evoluciones históricas respectivas. Es eso que decía Marx en El dieciocho Brumario de Luis Bonaparte de que "la tradición de todas las generaciones muertas oprime como una pesadilla el cerebro de los vivos", modo expresionista, casi apocalíptico, de formular la famosa alianza entre los muertos, los vivos y los que están por nacer que, según Burke, es la esencia de toda nación. Así que, en efecto, franceses y españoles son naciones muy distintas, dentro, claro es, del llamado "concierto de naciones europeas" que las más de las veces es un desconcierto. Pero un desconcierto del que en el fondo estamos todos muy orgullosos.
La magnífica jornada de ayer en Francia ha dejado un reguero de imágenes impresionantes. Me he quedado prendado de una de ellas que no puedo reproducir porque tiene derechos de autor. Pero puedo poner el enlace así que pinchen aquí si quieren ver algo sorprendente. Es esa genial capacidad francesa para formular la insurrección poéticamente. El párrafo de la pancarta podría haberlo escrito Tzara o Breton, Artaud, Vian, cualquiera. Y la traducción al español que acompaña a la imagen también ilustra sobre las diferencias de mentalidad que se dan. Como sea que la última palabra de la pancarta no está clara, puede inducir a error. Pero los errores nunca son inocentes. El traductor español, realista al cabo, cree que la palabra es force y, claro, vierte "fuerza". Ni siquiera ve que la primera letra es una "r" evidentísima. De forma que en lugar de lo que dice (que es una traducción que literalmente mata el espíritu del escrito) el texto debe decir: "Bloqueo, sabotaje, huelga salvaje, ocupación, destrucción, secuestros,... luchemos armados de toda nuestra rabia (rage)". La única duda podría ser que dijera "race"; pero estamos en Francia, je vous en prie. En todo caso, ¿es imaginable la que se armaría en la patria de Daoiz y Velarde si alguien propusiera proceder al sabotaje, la destrucción, los secuestros? La poesía no delinque... ¿o sí?
La izquierda del sistema empieza a asustarse. La señora Royal llamó a la huelga a los estudiantes y después se desdijo; pero estaba ayer en la manifa. La situación para esta izquierda (zarandeada por los radicales por su carácter acomodaticio pero la única que obtiene mayorías electorales que le permiten gobernar) es complicada porque la rage en efecto es profunda y la insurrección puede ir a más y salirse de madre, que es mucho salirse. Pero, en fin, es Francia.
Aquí, en España, a este lado de los Pirineos, las cosas son, como siempre, más comedidas, más domésticas, de mesa camilla y rosario de las ocho. (Estoy deseando leer el nuevo libro de Eslava Galán que será fantástico). Y más del cortijo. Según las informaciones de Público, La Gürtel organizó todos los actos de Aguirre en la campaña de 2003. Ese artículo femenino que le ha caído a un término que es una clave de operación policial denota la intención de convertirlo en sinónimo de "mafia" o algo así. En todo caso, de ser cierto el hecho, la Comunidad Autónoma de Madrid ya no es una Corte de los Milagros, sino una especie de Mahagonny, un predio de Mackie el navaja, y para contarlo haría falta un Brecht, ese al que cita mal el señor Camps.
Pero lo verdaderamente hispánico de la jornada fue la pataleta del PP ante el pacto presupuestario de su socia de gobierno en las Canarias, la Coalición Canaria, con el villano de La Moncloa. Ya no la ajuntan. Pero la política es un juego de estrategia, como el ajedrez; no de raquetazo corto como el pádel. Así que ahora han de ver los populares qué hacen con su alianza externa de gobierno con ese mismo villano en el País Vasco. Porque si Patxi López quedaba desairado por el acuerdo del chef con los jelkides, el señor Basagoiti queda aliado con un desairado y ninguneado por un Gobierno que pacta con la oposición lo que no pacta con el gobierno autonómico. Su posición no es desairada sino desesperada: si sigue sosteniendo al lehendakari, sostiene el partido que ha firmado los acuerdos con la oposición; si le retira el apoyo puede encontrarse con la desagradable sorpresa de que, hasta las elecciones autonómicas, el PNV apoye al PSE-PSOE, lo que devolvería el PP a la irrelevancia. Estamos en España. La crisis es cosa de los franceses.