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divendres, 29 de novembre del 2013

Fundido a negro.

Se extingue la señal de la radiotelevisión valenciana. Si todavía no lo ha hecho del todo, se debe a la denodada oposición que han mantenido los trabajadores, cerrando el paso a la brigada del cierre que envió el gobierno de la Generalitat de madrugada. Pero es cosa de horas. Se extingue la señal y deja detrás una asombrosa saga de incompetencia, despilfarro, caciquismo, enchufismo, partidismo, corrupción y delincuencia. Una historia para leer y no creer. Un resumen del abismo a que pueden llevar casi veinte años de gestión disparatada con poder absoluto sin dar cuentas nadie.

La RTVV fue creación del primer presidente de la Generalitat, Joan Lerma, quien, probablemente, pretendería utilizarla en favor de su partido, el socialista, porque son raros los políticos que resisten esa tentación. Pero o no fue así, o lo hizo muy mal porque, habiendo comenzado la tele a emitir en 1989, en 1995 el PP ganó las elecciones por mayoría simple (Zaplana) y, desde entonces, no ha abandonado el poder al que llega ahora generalmente por mayoría absoluta, en buena medida gracias a la manipulación de la RTVV.

Efectivamente, los medios públicos audiovisuales eran una central de propaganda del poder autonómico, usados para ensalzar el gobierno del PP y atacar la oposición. Y gestionados como un cortijo privado de los jerarcas del PP, sin contar con el hecho de que, al parecer, también tuvieron cumplida función en un par de estafas de la Gürtel, incluida una estilo Rufufú, con la visita del Papa a Valencia. Así resultó que, en mitad de la crisis, el gobierno autonómico se encontró con un ente monstruoso, inflado, con más de 1.500 trabajadores, con un dispendio majestuoso en pagos a tertulianos y periodistas afines, todo lo cual disparó la deuda a más de 1.500 millones de euros, superior a la de todas las demás televisiones autonómicas juntas.

A todo esto, los equipos de la RTVV jamás protestaron durante los largos años de masiva censura y manipulación informativas, que llegaban al extremo de ocultar sin más hechos relevantes porque perjudicaban la imagen del presidente. No hubo un plante, ni huelga, ni siquiera queja. El espíritu de lucha retornó cuando se encontraron con que la Generalitat pretendía ponerlos en la calle. Lo cual debilita mucho la legitimidad de su protesta.

Y, sin embargo, es una protesta legítima: el cierre del Canal Nou es un ataque al pluralismo informativo, a la libertad de expresión y al derecho a la información. Representa el fundido a negro de las libertades en España. Un fracaso colectivo que, sin embargo, es un triunfo para la derecha. Nunca ha querido esta medios públicos de comunicación si no puede tenerlos a su estricto servicio, como sucede hoy con RTVE y la RTV de Castilla-La mancha. Por supuesto, si no puede controlarlos, los desmantela, los arruina (o los arruina y desmantela precisamente poniéndolos a su servicio, pues sus cuotas de audiencia son bajísimas) y argumenta que es preciso cerrarlos.

Fundido a negro.

Fundido a negro el país entero. La LOMCE es un fundido a negro de la educación pública. La reforma del Código Penal y las tasas judiciales son fundidos a negro de las garantías y los derechos de los ciudadanos, especialmente el acceso a la justicia. La monstruosa Ley Mordaza es un ataque a los derechos y libertades ciudadanas, una ataque al espíritu y la letra de la Constitución, los prolegómenos de una dictadura basada en la impunidad policial.

Fundido a negro de la democracia en España, substituida por un Estado policiaco arbitrario que abusa del poder para sembrar el terror entre la ciudadanía mediante una actividad represiva y confiscatoria. Algo totalmente inaceptable en Europa en el siglo XXI. Esa ley es, en el fondo, un estado de excepción que ya está aplicándose de hecho en las calles de las ciudades, antes de la promugación de la misma Ley. Los acontecimientos de ayer en Moratalaz en Madrid apuntan en la dirección de una progresiva fascistización de los poderes públicos que es forzoso denunciar en todos los foros internacionales.

O se detiene este fundido a negro o corremos peligro de que la democracia vuelva a ser un paréntesis en la historia de este sufrido país.

(La imagen es una foto de la NASA en el dominio público).

divendres, 23 de setembre del 2011

Los maestros censores.

Estábamos los españoles sobrellevando con nuestro tradicional estoicismo la crisis que la codicia y la incompetencia de los genios de las finanzas nos han echado encima cuando nos enteramos de repente de la existencia de otro organismo, otro más, alimentado con fondos públicos y dedicado a hacernos la vida imposible. El Consejo de Administración de la Corporación RTVE es un órgano elegido por las Cortes Generales, compuesto por 12 miembros, cada uno de los cuales cobra unos 120.000 euros al año, excepto su presidente que, al parecer se embolsa 240.000. O sea, sólo él, veinte mileuristas. Añaden asesor, secretaria y coche oficial. Ni que fueran banqueros rescatados ¿verdad?

Y ¿qué hace esta docena de ilustres desconocidos aparte de saltarse alegremente la normativa que rige el organismo en materia de paridad de sexos, descaradamente en favor de los varones? Nada que haya merecido la atención de los medios de comunicación en cuatro años que llevan de mandato. Éste es de seis años. No me extraña; si Palinuro cobrara diez mil euros al mes querría un mandato vitalicio. Bueno, nada no; el miércoles tomó una decisión que sin duda salió a la mayoría del fondo mismo de sus entretelas partidistas: hartos de que los telediarios fueran plurales y dieran noticias positivas o negativas, para unos u otros, los consejeros decidieron atribuirse la competencia para censurarlos previamente. La medida la propusieron, se dice, los consejeros del PP, sin duda molestos de que la RTVE no alcanzara las cotas de objetividad, neutralidad, calidad y, desde luego share de las televisiones de Esperanza Aguirre y Francisco Camps, hoy Alberto Fabra.

Votaron a favor los cuatro consejeros del PP y el de CiU, se abstuvieron los del PSOE, ERC y CCOO y votaron en contra (en todas partes hay gente decente) los de IU y UGT. De inmediato hubo una reacción universal en contra hasta de sus propios partidos y los malaconsejados consejeros, sin duda preocupados por sus emolumentos, decidieron desdecirse bravamente antes de que la noticia hubiera terminado de ser leída por los locutores. Si hay que perder la dignidad, se pierde, pero no los 120.000 euríviris ni los demás chollos y privilegios que convierten unas nulidades en verdaderos potentados a costa del trabajo de un pueblo al que querían birlar la información.

Por no pensar, ardua tarea a la que estos lumbreras no deben de estar acostumbrados ya que la de llenarse los bolsillos no les deja tiempo libre, ni han pensado en cuál podría ser el resultado final de un producto en el que metieran las tijeras todos los partidos. Si cuando la tijera es sólo cosa de un partido salen los engendros sectarios que salen en TeleMadrid y Canal Nou en Valencia, cuando sea cosa de todos no saldrá nada. Los telediarios darán información sobre la vida de los pingüinos australianos o la canonización de Fruela.

Esto de la democracia no hay quien lo aguante. Al fin y al cabo, la censura previa tiene sólidas raíces españolas. En tiempos de Franco estaba en vigor, hasta que llegó el liberal Fraga y la abolió sustituyéndola por la censura a posteriori. Podías publicar lo que quisieras; pero si lo publicado no gustaba a Franco, Fraga, el obispo, el alcalde, el jefe provincial del Movimiento y una retahila de enchufados, te la cargabas. Te ponían una multa que te baldaban, o te cerraban el periódico o te metían en la cárcel. Y todo eso en defensa de la civilización cristiana. ¡Y ahora no se puede ni defender el pluralismo ni la imparcialidad informativa de los medios públicos como corresponde a la democracia que el Glorioso Movimiento Nacional trajo providencialmente a España! Una vergüenza, mi general.

Uno entiende que propongan esta medida los consejeros del PP. Al fin y al cabo, Fraga es el fundador del partido y aportan la experiencia que tienen en la manipulación de los telediarios de sus comunidades, verdaderas máquinas de agit-prop de la derecha. Que vote a favor el consejero de CiU ya es incomprensible. Pero no tanto como que se abstengan el PSOE, ERC y CCOO. La izquierda propiciando con su abstención la censura previa en los medios públicos. Eso no tiene nombre, los representantes de estos grupos no merecen más que desprecio y todos, los votantes a favor y los abstencionistas, deben abandonar ipso facto unos cargos que no debieron ocupar jamás. Los únicos que se han ganado seguir (en el supuesto de que continúe un órgano cuya supresión ahorraría un puñado de millones al erario público) son los consejeros de UGT e IU, así como el agradecimiento de una ciudadanía que no quiere que la traten como menor de edad.

dimecres, 11 de maig del 2011

Todólogos.

Entre los años 1993 y 1998 (más o menos) fui tertuliano de Protagonistas, la tertulia que tenía Luis del Olmo en la ONCE, la emisora de los ciegos. (Mirá vos, ahora que acaba de morir Sabato). En 1998 del Olmo decidió prescindir de mí, según me malicio por presiones del gobierno del PP, cuya política (por llamarla de algún modo) en materia de comunicación gestionaba Miguel Ángel Rodríguez. No hace falta decir más. Bueno, el caso es que caigo dentro del género tertuliano que tan despiadada como certeramente retrata Taibo en este libro (Carlos Taibo (2010) Contra los tertulianos, La catarata, Madrid, 110 pp). Espero que no bajo el subgénero de todólogo que suscita la indignación del autor. Me considero exento porque no hablaba de todo sino solamente de lo que creía saber algo. Había, y hay, asuntos muy importantes sobre los que jamás hablé. Nunca dije una palabra sobre fútbol, por ejemplo; y mira que se habla de futbol en las tertulias, con el cuento del fenómeno sociológico; ni sobre toros, patrimonio cultural inmaterial, como el gótico o la capilla Sixtina; ni sobre famosos o famosas.

De todas formas el análisis del libro de Taibo no se limita a ser una diatriba contra los todólogos, aunque podría. El uso del término tertulianos con su aroma patrístico, hace bucle con el título que suena casi como una contra gentiles. Toma pie Taibo en Debord y Baudrillard, fundamentalmente, para caracterizar esas tertulias espectaculares y de simulacro que, con la desaparición del libro y otros efectos concomitantes de lo televisivo (hoy todas las televisiones tienen tertulias), que recoge el cascarrabias de Sartori, contribuyen al atontamiento general (p. 65), noble empeño en el que son de gran utilidad los tertulianos.

Taibo clasifica el género en tres grandes apartados, los periodistas, los intelectuales y los políticos y no es caritativo con ninguno de los dos primeros a los que afea que su colaboración degrada su respectiva profesión o condición (p. 48) y critica que se presten a simular un pluralismo que no existe en los medios. De los políticos ya no hablemos. Aborda cuestiones complicadas pero no espinosas, como la independencia (p. 36) y espinosas pero no complicadas, como la "lógica del dinero" (p. 103), la pastuqui que es uno de los criterios por los que se reparten las canonjías tertulianas según el inveterado principio del intercambio de favores: yo te doy una tertulia y tú me das una columna.

Dedica el autor dos capítulos especialmente felices a la figura del converso, dando cumplida fe de porqué sigue siendo cierto el dicho de la fe del converso y a la de los intelectuales que llama abducidos, una de cuyas subespecies es el intelectual vendido. Triste sino el de muchos intelectuales en todos los tiempos que tenían que venderse para vivir. Que se lo digan a Quevedo a pesar de sus muy valientes versos y que se lo digan hoy a cualquiera de los conversos cuya vehemencia discursiva suele estar en relación directamente proporcional a la nómina.

En fin que el libro está muy bien, es agudo, mordaz, realista y tiene el buen gusto de no mencionar nombres o apellidos, que ya el lector avisado los barruntará.

dijous, 28 d’abril del 2011

El ataque a RTVE y la Gürtel

Lo dicho, a bronca diaria hasta el 22 de mayo. La brigada pesada carga contra todo lo que luce. Policías, jueces, médicos, la radiotelevisión pública. Da la impresión de que la derecha no calibra bien el deplorable efecto que estas demasías tienen en la gente que, en su gran mayoría es moderada, o sea, que rechaza los excesos y, sobre todo, los abusos. Esta especie de linchamiento moral que la derecha quiere perpetrar en la periodista Ana Pastor tiene la peor prensa del mundo porque, aparte de convertirla en una adalid de la libertad de expresión, hace que la profesión periodística cierre filas en defensa de una de las suyas que, además, tiene un excelente currículum.

De todas formas aunque las acusaciones tienden a ir a lo personal y a ser bastante desagradables, Pastor debe tener en cuenta que no se trata de ella. El PP atacaría a cualquiera que ocupase su puesto porque el ataque es instituciónal, a la radiotelevisión pública. Es a la idea misma de la objetividad e imparcialidad de los medios. Todo lo que no sea estar al servicio incondicional de sus intereses le parece al PP una falta de profesionalidad. Repasando el vídeo de la discusión habida en el programa de Los desayunos de Ana Pastor puede detectarse en la mala uva de Cospedal una intemperancia, un desabrimiento hacia una profesional que estaba haciendo su trabajo de modo impecable delatores de una actitud de clase que la gente capta enseguida. Por eso es tan valiosa la templada declaración que publica la periodista en su blog (en la imagen), expresando cuáles son sus móviles y dejando así en claro la diferencia que hay entre una periodista que hace un trabajo de calidad y una cuadrilla de energúmenos que sólo busca armar alboroto cada vez que un profesional no se allana a sus intenciones y distingue entre los intereses generales y los de un partido.

En el fondo, el problema es siempre el mismo: que no se hable de la Gürtel después de que los tribunales hayan tomado otra medida que acerca más a Camps al banquillo al admitir que pueda ser procesado con los jefes de la trama a la que presuntamente favoreció con claro quebranto de los intereses públicos. Esas son cosas que la gente entiende muy bien y que prefiguran una situación que a nadie sorprendería: ver a Camps procesado con Correa. Para evitar las lógicas habladurías sobre esto así como cualquier otro factor que pueda enturbiar la placidez del triunfo electoral del PP se cuestiona la radiotelevisión pública (aunque nunca había sido mejor en democracia, al menos si se compara con la zahúrda que montó Aznar en tiempos del inenarrable Urdaci), se cuestiona la profesionalidad de la policía o los jueces; lo que haga falta. Y que se ande con ojo el Rey con ese aspecto de progre que se está echando que también puede llegarse a cuestionar la pertinencia de la Corona si no está incondicionalmente al servicio de la derecha.

dimecres, 27 d’abril del 2011

La niña de la rollona.

Suele ser imposible entender las declaraciones de María Dolores de Cospedal en términos de estricta racionalidad. Da la impresión de que habla a tontas y locas (aunque siempre con aviesa intención), que jamás cree que deba demostrar algo de lo que dice, que desconoce la realidad de la que habla y no se siente responsable de ello. Pero habla en nombre del PP. Habla en nombre del PP una persona que actúa como un niño testarudo, un spoiled child, que dicen los ingleses; esto es, por tratarse de una persona mayor, una niña de la rollona que, según el DRAE, es: "Persona que, siendo ya de edad, tiene propiedades y modales de niño".

En la canícula de 2009, Cospedal afirmaba que el Gobierno ha ordenado espiar a dirigentes del PP. No tenía ni una prueba y se negó a comparecer en el acto de conciliación en los juzgados a causa de una querella. En 2010 elevó a categoría el mero chismorreo del año anterior y sostuvo que el Gobierno estaba convirtiendo España en un Estado policial. Misma inexistencia de pruebas y misma incomparecencia en sede judicial. Es decir, la señora dice lo primero que se le pasa por la cabeza suficientemente insultante para el Gobierno pero no se responsabiliza de lo que dice. Ni cree que deba demostrarlo. Como los niños: la prueba de que algo es verdad es que lo han dicho ellos.

Con estos mismos fundamentos Cospedal acusa al Gobierno, a coro con los otros tenores del PP, de estar negociando con ETA. Y, no bastándole con ordenar a la realidad cómo tiene que ser, aventura vaticinios contundentes como que después de las elecciones de veintidós de mayo Zapatero subirá los impuestos. ¿Fundamento de tan angustioso augurio? Que "lo dice todo el mundo". Elemento tan probatorio como lo que se dice en la peluquería.

La empecinada rabieta de Cospedal en los desayunos de RTVE en contra de la radiotelevisión pública resulta asombrosa y algo irritante no sólo porque al escucharla uno no puede dejar de



pensar en que habla alguien que tiene dos televisiones, Canal Nou y Telemadrid, que son dos máquinas de agitprop del PP a un coste altísimo para el erario público y con una audiencia mínima; no sólo por eso, digo, que al fin y al cabo es el pobre argumento del "y tú más". El asombro y la irritación surgen cuando Cospedal deja claro que, como siempre, lanza las acusaciones de parcialidad, falta de objetividad, etc sin una sola prueba, ni un mero indicio. La razón vuelve a ser que "lo dicen todos". En este caso, "todos", la peluquería, es el PP que, según ella misma reconoce, tiene en marcha una campaña de acusaciones contra RTVE. No presenta una sola propuesta; es desprestigiar por desprestigiar; atacar como mecanismo de defensa; no sabe de lo que habla. Por no saber, no sabe ni a quién habla. Afirma que sus cuatro contertulios son empleados de RTVE, dando a entender, como siempre aviesamente, que trabajan para el amo (¡la dirección política!), siendo así que cuando menos dos de ellos son ajenos a RTVE: Esther L. Palomera, de La Razón y Miguel Ángel Liso, del Gupo Zeta. No me consta en el caso del tercero. Pero da igual porque bien se ve que no se trata de plantear problemas reales sabiendo de qué se habla y con quién se habla, sino de encender hogueras como sea para que no se plantee el caso de la Gürtel.

Sobre la Gürtel, mañana, que lo lleva claro Camps.

(La imagen es una foto de www_ukberri_net, bajo licencia de Creative Commons).

dilluns, 28 de març del 2011

Por alusiones

El sábado pasado, y porque participaba en él mi amigo Pablo Iglesias, vi íntegro el programa "La noria" de Tele 5 por primera y última vez en mi vida. No sé qué pretendan los hacedores de esta basura pero, sea lo que sea, es eso, basura con un nivel intelectual ínfimo en un ambiente de verduleros. El caso es que, en el curso de esa bazofia, el periodista Alfonso Rojo dijo que yo era responsable o inspirador o algo así de la movilización de los estudiantes de la Complutense por el asunto de la capilla. No es cierto. ¡Qué más quisiera yo que haber inspirado un acto con el que estoy de acuerdo por su ejemplaridad!

Ahora bien, supongo que, en justa reciprocidad y por alusiones que él cree vejatorias y a mí me enorgullecen, podré decir a mi vez algo de Rojo y de sus contertulios: todos ellos periodistas que se embolsan una pasta por ir a decir siempre lo mismo y a ver quién grita más y quién tiene peor gusto. Lo importante aquí es la pasta y, si estos mendas tuvieran un decoro mínimo, dirían cuánto pillan cada vez que salen en pantalla, a defender su cuadra. Para que la gente sepa de qué va esto.

En fin, que la derecha esté representada y defendida por alguien como Alfonso Rojo me parece normal. Que haya representación de la izquierda en ese espectáculo incalificable es menos normal y que la ostente un engolado sectario como Sopena da risa.

El dinero hace maravillas.

(La imagen es una foto de Adrián Pérez, bajo licencia de Creative Commons).

diumenge, 19 de desembre del 2010

CNN-

Ignoro si el cierre de CNN+ está justificado desde el punto de vista empresarial. En realidad ignoro todo sobre las cuestiones empresariales de PRISA. Son demasiado complicadas. Además sospecho que con estos tejemanejes económicos y financieros o se está en la pomada o se toca de oído. Confieso que ni siquiera entiendo las relaciones entre Sogecable y PRISA. Imagino que una es la madre de la otra; pero a lo mejor es su tía.

Mi comentario va pues por el lado simbólico, comunicativo, político y hasta sentimental. El cierre de CNN dejará a mucha gente desconsolada y falta de orientación ideológica o, como se dice suavizando las cosas, "sin referencia mediática". Efectivamente, lo poco que he visto de CNN muestra una tele de calidad. Las entrevistas de Gabilondo muy cuidadas y con estilo, y los debates moderados, sensatos, con gente un poco gris aunque bien educada. Pero parece que la audiencia era muy baja. De 0,7 por ciento o algo así; mucho menos que El gato al agua de Intereconomía, con un 2,5 por ciento. Casi cuatro veces más. Parece mentira que no haya en España ni un tres por ciento de la audiencia de TV dispuesto a ver un programa serio. Claro que a lo mejor la culpa es del programa, que podía aprender de El Intermedio, del Gran Wyoming con algo así como un siete por ciento. Eso es audiencia.

Gabilondo era un bicho radiofónico. En la radio tenía una audiencia inmensa. Su paso a la tele no ha sido un acierto. Le ha ocurrido lo contrario de lo que pasó con muchas estrellas y galanes del cine mudo a la llegada del sonoro: la gente los conocía de vista, pero no los había escuchado hablar; cuando lo hizo, muchos se desencantaron. A Gabilondo la gente lo conocía por su estupenda voz y mucho menos por la imagen que no ha resultado ser tan estupenda. No todo el mundo vale para todo. El resultado no ha sido bueno y, teniendo en cuenta que CNN+ en cierto modo se identificó con él, era poco lo que se podía hacer. Añadiría que el planteamiento general del canal resultaba algo aburrido. Lo serio y riguroso no está reñido con el dinamismo, con la variedad y el interés. En CNN+ sí. Otro defecto era su evidente sesgo corporativo. Incorporaba presencias de la derecha pero, en lo que no era ésta, la cantera era exclusivamente la gente de PRISA que ya está en los periódicos y en la radio, se repite más que las carracas y tiene tendencia a confundir la profundidad con la afectación.

Es cierto que este cierre deja la provincia de la TDT en monopolio de los canales de extrema derecha. Encuentro insoportable lo poquísimo que he visto de este género; me parece tan malo, agresivo, zafio, cuartelario y truculento que me pregunto si lo harán en serio. Y, sí, lo hacen en serio. Es la forma en que la derecha concibe los medios: como empresas de estricta obediencia ideológica. Los que con ellos colaboran cobran por decir lo que dicen, no otra cosa; por insultar, vilipendiar y vejar sin tasa ni tino, continuamente. Y da igual que se trate de empresas privadas o públicas. Dos canales públicos en Comunidades de la derecha, Telemadrid y Canal Nou siguen el patrón sin desviarse. Son aparatos de propaganda del PP pero pagados con dineros públicos. Se lo dijo Aguirre a Germán Yanke cuando lo echó de Telemadrid por desleal: que había comprado el discuro del enemigo. El verbo "comprar" tiene gracia pero lo gordo es lo de "enemigo". Un medio público ¿tiene como enemigo a un partido al que votan los que pagan los impuestos con los que él mismo como medio se financia? ¿Cómo puede hablar así una persona que afirma ser liberal? Pues porque no es liberal sino una ultrarreaccionaria tridentina disfrazada de liberal.

En la izquierda mucha gente dice que, al fin y al cabo, con el cierre de CNN no se pierde nada porque, en el fondo, no hay diferencias entre PRISA e Intereconomía. Lo remacha el camarada Fidel: que PRISA es un medio mercenario, reaccionario y profascista. Esto, como lo de Intereconomía, es imposible tomárselo en serio. La acción social y política descansa sobre la capacidad para apreciar diferencias y matices en una sociedad compleja, conflictiva, con muchos intereses en pugna. No hacerlo, pensar que todo lo que no se atiene a una única ortodoxia más o menos revolucionaria es condenable y forma parte de un confuso frente reaccionario equivale a sentar plaza de predicador en el desierto con un eco apropiado a las circunstancias y un grado de eficacia social igual a cero.

El cierre de CNN+ es una mala o buena noticia, según lo que suceda a continuación. Será mala noticia si al cierre no sigue el intento de poner en pie un canal, cadena, programa o lo que sea substituto de la otra. Será una buena noticia si el cierre de CNN sirve como experiencia para poner en marcha un substituto que aúne seriedad en el tratamiento de la información y la opinión con variedad, pluralismo y equilibrio en la composición y dinamismo en la presentación. Y, por lo tanto, tenga audiencia.

(La imagen es una foto de Socialistes Valencians, bajo licencia de Creative Commons).

divendres, 14 d’agost del 2009

La TDT como el TNT de la comunicación.

El decreto-ley del Gobierno ayer, 13 de agosto, sobre la aprobación de la TDT de pago levantó ronchas. Especialmente en PRISA que salió clamando método inapropiado (el decreto ley), indiferencia ante el dictamen contrario del Consejo de Estado, "agostidad", caciquismo y ruina para el bolsillo del espectador que tendrá que comprar un descodificador nuevo. El Apocalipsis bajo la forma de un editorial de El País titulado Precipitada e innecesaria.

Los demás que también están en TDT en abierto también las piaron por lo que se les viene encima. Y la OCU, alertada por lo de los descodificadores, hizo algunas advertencias, pidiendo que los compradores guarden los recibos, como debió hacer Camps con los de los trajes, para conseguir no pagar de más comprando aparatos . Armagedon en forma de protestas generalizadas del llamado mercado libre, que se opone al favoritismo político, sobre todo al que beneficia a otro.

Del lado de Madiapro, que es a quien parece favorece el decreto-ley ya que pone en marcha un canal de pago que hará seria competencia de Sogecable dado que su oferta es superior, no escuché intento de justificación alguno. Supongo que el vencedor no precisa teorizaciones; se felicita de cómo han ido las cosas y se dispone a hacer caja. Los verdes campos de edén desde el punto de vista de una empresa que ve cómo arranca en condiciones muy prometedoras.

A todo esto las conversaciones para la fusión de la Cuatro y la Sexta, los dos canales de PRISA y Mediapro estaban muy avanzadas hasta que hace un par de jornadas quedaron rotas y sin posibilidad de enmienda. PRISA no consigue que otros ayuden a sostener el peso de su deuda y, ahora, ve cómo le desaparece parte del pastel que tenía con la televisión de pago.

Resulta interesante que un grupo como Mediapro que tiene un periódico, Público, situado muy a la izquierda de El País pueda ser la Némesis del grupo Prisa. El "fuego amigo" ha pasado a ser fuego graneado. Los otros anuncian que irán a los tribunales. Pero tiene difícil defensa judicial pedir que se limite por ley la prestación de un servicio. Suena al peor gremialismo. Pero no hay que olvidar que hubo un socialismo gremialista que dio paso al reformista y al Estado del bienestar.

(La imagen es una foto de Universidad Europea de Madrid, bajo licencia de Creative Commons).

dimarts, 27 de gener del 2009

Zapatero: preguntas y respuestas.

Mi amigo Carlos, quien me honra visitándome con asiduidad, suele decir que coincide casi siempre conmigo pero no en las valoraciones que hacemos de las comparecencias del señor Rodríguez Zapatero pues parece que hayamos visto comparecencias distintas. Veamos si nos sucede lo mismo con ésta.

En primer lugar hay que aplaudir que el presidente del Gobierno haya acudido al programa de Milá en la situación que estamos viviendo. Eso se llama "dar la cara", como él mismo dijo en un par de ocasiones. Sobre todo si es cierto que, como dijo Félix Monteira, director de Público, en el subsiguiente programa de 59 segundos, el señor Rajoy, invitado a acudir asimismo a otra sesión del Tengo una pregunta para usted antes o después de la del presidente del Gobierno, declinó la invitación hasta después de las elecciones. Gustará más, gustará menos, pero eso prueba que unos dan la cara y otros, no.

Continuemos: dio la cara con una sonrisa, tratando correctamente a todo el mundo (sigue tuteando al personal, cosa que no me gusta nada), siendo conciso y escueto en las respuestas y sobre todo, pertinente, manejando cifras y datos aunque sin agobiar.

Escuché a algunos directores de diarios en 59 segundos diciendo que habían visto a un ZP amilanado, agotado, sin fuelle, sin fondo, sin respuestas. Sobre todo el señor Marhuenda, director de La Razón y estrecho colaborador del señor Rajoy en una de sus etapas ministeriales. Estos señores no hablaban del programa real sino del que les hubiera gustado ver. No merece la pena seguir con ellos.

En un primer momento todas las preguntas giraron en torno a la crisis y el paro con una importante dosis de "solucióneme usted lo mío, señor Presidente". El señor Rodríguez Zapatero contestó de modo claro, explicó las causas y los rasgos de la crisis actual, las medidas que el Gobierno ha ido tomando pari passu con otros gobiernos occidentales. Y sobre todo llevaba muy bien aprendido el marco (frame) que quería colocar: el discurso optimista, de fe y confianza en el país, en la sociedad, en la capacidad de la gente. Eso lo bordó y se ganó al auditorio, incluidos los recalcitrantes, algunos de los que llevaban preguntas que hubiera podido formular la COPE.

Donde estuvo menos convincente, a mi juicio, fue en el intento de exculparse por haber seguido hablando de "ralentización" cuando la crisis asomaba su feo hocico en el horizonte. Pero es comprensible: todos tardamos en admitir la malas noticias. Y conste que lo digo tras haberme pasado varios meses entre diciembre de 2007 y abril de 2008 diciendo que parecía mentira que el gobierno no quisiera admitir que había una crisis como al final tuvo que hacer. Lo que sucede es que, al margen de la satisfacción que, al parecer, produce meter el dedo en el ojo a la gente, no se ve en qué hubiera mejorado nuestra situación si el Gobierno hubiera aceptado antes la hipótesis de la crisis porque no sabiendo por entonces cuáles eran sus rasgos específicos tampoco hubiera podido tomar medidas acertadas; lo que no quiere decir que éstas lo sean.

Hubo respuestas en que estuvo francamente bien. Por ejemplo la que dio a la pregunta, que llevaba el veneno evidente de ser pregunta obligada en los argumentarios de la derecha, sobre por qué no se levantó al paso de la bandera gringa en el desfile de 2002. Una respuesta estupenda que devolvió la pelota al campo de los fariseos de la bandera al decir que no era a ésta a la que objetaba sino a la guerra del Irak. Que era, es y seguirá siendo por los siglos de los siglos un crimen, una canallada y, además, una colosal metedura de pata.

Fue rápido, hábil y convincente en las preguntas sobre la inserción laboral de los discapacitados, el problema educativo y el abandono escolar, el mayor error que haya cometido en su mandato y sobre todo en materia de violencia de género, impago de pensiones de alimentos y otras cuestiones relativas a la igualdad/desigualdad. Sus respuestas fueron certeras y con datos firmes. En materia de igualdad de género, en la que su Gobierno ha hecho avances espectaculares, se le veía en su salsa.

Comentario aparte merecen las dos preguntas sobre el aborto. Ciertamente, el presidente respondió bien y salió muy airoso porque su posición es clara, profemenina y sin las habituales ambigüedades en este territorio. Ahora bien, ¿qué diantres pintaba un cura allí? Eso es lo que demuestra que la mentalidad carcunda sigue anidada en nuestra sociedad, incluida RTVE, porque si se excluye expresamente a gentes de partidos o que tengan una posición pública que obligue a pronunciamientos en un sentido u otro, ¿acaso la muy combativa y militante iglesia católica española no es el equivalente a un partido? Yo creo que es más que un partido pues la tengo por una secta pero no voy a discutir ahora por eso. ¿No podía haberse recurrido -si se quería guardar equidistancia en este delicado asunto- a un seglar antiabortista? En fin, un baldón sobre el programa.

Donde el presidente se pilló obviamente los dedos fue en la pregunta sobre las ventas de armas a países que no respetan los derechos humanos. El preguntador, que lo hizo muy bien, no le dejó escabullirse y lo acusó de hipocresía, puso de manifiesto el doble juego del gobierno socialista y el señor Rodríguez Zapatero, no pudiendo ser tan directo, franco y convincente como en las otras ocasiones tuvo que hacer un burdo cambio de marco pasando de la venta de armas a las tareas humanitarias de nuestras tropas en el extrajero que no venía a cuento ni nadie había discutido.

En resumen, fue una buena hora y media de programa que no se hizo larga en modo alguno. Todos han adquirido muchas tablas: el presidente desde luego que estuvo tranquilo, comedido y afirmativo y consiguió colocar el mensaje que llevaba. Pero también ha mejorado mucho el público: las preguntas bien formuladas, sin aquellos lamentables espectáculos de nervios, incisivas y claras. Por estar mejor hasta lo estuvo también el señor Milá, mucho menos admonitorio y, por lo tanto plasta, que otras veces. Cuando vaya el señor Rajoy, si se atreve a ir, lo tendrá difícil.

(La imagen es una foto de Público, con licencia de Creative Commons).