ACTO PRIMERO. En el AVE Barcelona Madrid, Carles Puigdemont y Oriol Junqueras, hablando de sus cosas.
Oriol Junqueras (OJ) (tras santiguarse pasado un túnel): te lo dije, Carles, no tiene sentido hablar con els Comuns. No quieren el referéndum y menos la independencia. Quieren mandar en Cataluña y en Madrid.
Carles Puigdemont (CP) (atusándose el flequillo): lo sé, lo sé. Pero había que intentarlo para que después no digan que no lo hicimos y que los marginamos.
OJ: Claro son nuestra competencia. De izquierdas y, en teoría, también republicanos.
CP: Ambas cosas están por verse.
OJ: ¿Lo dudas?
CP: ¿De los comuns, Podem y Podemos? Por supuesto. Esos están todos al sol que más calienta, quítate tú que me ponga yo. No quieren referéndum ni independencia porque están muy contentos en España. Pero, sobre todo, lo que más les fastidia es lo de la República.
OJ (besando una imagen de San Juan Crisóstomo): ¿verdad que sí? Yo alucino con estos tipos. Muy de izquierdas y después, a arrodillarse ante el Borbón. Unos de chaqué y otros de trapillo.
CP: Claro, hombre. En el fondo, todos son españoles: católicos, monárquicos, caudillistas, un pelín franquistas.
OJ: ¡Qué pena, tú! El pobre Tardà, que creía en el apoyo de Podemos y ya ves... Lo han dejado tirado. No hay alianza con la izquierda española...
CP: (enviando un Whatsap a Rajoy, invitándole a negociar un referéndum): No hay izquierda española.
OJ: Tendrás razón... Siempre lo decimos pero no nos lo creemos.
CP: Creételo de una vez. No hay izquierda española. Y la prueba no es la independencia de Cataluña sino el miedo a la República. Nada que esperar de ella. Por eso hacemos ese viaje.
OJ: Pues justo es lo que me pica. ¿Estás seguro de que saldrá el plan? Mira que, si prescindimos de la República -nuestra marca de fábrica-, perderemos todas las elecciones.
CP: segurísimo, Oriol. Nuestra Patria por una República. Deja que lleguemos a destino y lo verás.
ACTO SEGUNDO. En el palacio de La Zarzuela, ante una mesa con un retrato enmarcado de Franco acariciando la cabeza del mozalbete que luego sería Felipe VI. Los mismos y el mozalbete que ahora está más alto y lleva barba.
Felipe VI (FVI) (Displicente): He tenido que cancelar una reunión de veteranos de la División Azul (ya van quedando pocos) para atenderos porque decíais que era urgente. ¿Cuál es ese plan revolucionario que traéis?
CP: Sencillo, Majestad. Una reforma constitucional para convertir la monarquía española en dos: una en España y otra en Cataluña, con usted de Rey en ambas partes. Una monarquía confederal, como lo fue Austria-Hungría.
FVI: Hummmm, "Felipe VI de España y I de Cataluña". No suena mal. (Mirándose en el espejo) Hasta parece que haya multiplicado mis dominios... y sin hacer nada, en la más pura tradición borbónica.
OJ: Dos monarquías hispánicas confederadas e iguales. Tendrá usted que jurar dos Constituciones.
FVI: Eso de jurar, desjurar, perjurar y contrajurar se nos da de miedo a los Borbones.
CP: Además de jurar, tendrá usted que respetar la soberanía de Cataluña y su independencia fiscal.
FVI: Por supuesto, por supuesto. Ya veremos luego a quién robamos. (Volviéndose a Junqueras): oye, pero vosotros, ¿no sois republicanos? ¿Cómo haréis compatibles la monarquía y la república?
OJ: Cuando hay voluntad. Todo se puede. Al abandonar transitoriamente nuestro ideal republicano, hacemos un paréntesis, como hacen los fenomenólogos, mientras se aclara la situación. Lo que nos importa es Cataluña y si usted nos protege de los españoles, la República puede esperar.
CP (sonriendo): Así es, Majestad. Ocasión única. Problema resuelto y todos pasamos a los libros de historia.
FVI: Pues trato hecho, chicos. En cuanto salgais de aquí llamo a Mariano y doy las órdenes oportunas. Contad con ello. (Da unos pasos de baile). Tralalá, tralalá: mi dulce Letizia, ¿te apetece ser reina de Cataluña? (Se detiene, pensativo). Oye, pero no me la jugaréis, ¿eh, catalufos? Que os conozco.
OJ: Nos va a libertad en ello, Majestad. (Salen todos).
ACTO TERCERO. En el Palau de la Generalitat, en una mesa, ante un retrato de Macià, Puigdemont y Junqueras deliberan, consternados.
OJ: ¿Cómo es posible que haya fracasado nuestro masterplan?
CP: No lo sé. Solo sé lo que me ha dicho Felipe VI por whatsap. Que no es posible y que nos lo explica ahora por video conferencia.
Se ilumina la pantalla en la pared y aparece el rostro de Felipe VI
FVI: Hola a los dos. Siento deciros que no hay trato
CP: Pero ¿por qué? ¿Qué ha pasado?
FVI: Los cuatro partidos del régimen se oponen a la monarquía bicéfala, con la ilu que me hacía. No quieren ni hablar de ella. Ni la Iglesia, ni el ejército. Nadie.
OJ: Lo dicho, Majestad, ¿por qué? ¿Por qué nos quieren tan mal a los catalanes que no nos dejan ni tener nuestra propia monarquía con un solo rey? ¿Tienen miedo a la República Catalana?
FVI: ¡Qué va! Tienen más miedo a la República Española.
CP: Pero si los catalanes aceptamos la solución de la monarquía dual...
FVI: ¡Qué va! Tienen más miedo a la República Española.
CP: Pero si los catalanes aceptamos la solución de la monarquía dual...
FVI: Los catalanes en esto, como siempre, no pintáis nada. Lo que dicen todos (PP, PSOE, Podemos, C's) es que no puede hacerse la partición que proponéis porque, en ese caso, la República sería imparable... en España, algo que no quiere ninguno de ellos.
OJ: ¿Ni Podemos? A Tardà va a darle algo.
FVI: Esos son los peores. Solo aceptarían la República si Pablo Iglesias fuera presidente vitalicio y hereditario. Si no, prefieren la monarquía. Así que adeu, companys, em sap greu per vostès i sobretot per en Junqueras, amb la seva Repùblica...
FINIS