Hoy, la UNED inviste Doctor Honoris Causa al maestro Salvador Giner. El padrino de la investidura es Palinuro. El texto de mi Laudatio y el de la lección magistral que impartirá Giner estarán ya, supongo, colgados en la página web de la UNED. Ambos son relativamente extensos. Sin embargo, por razones de protocolo (ya que en el mismo acto se investirá a la nueva promoción de doctores de la UNED) se nos ha pedido que seamos sucintos y nos atengamos a unos tiempos límites que son de 20 minutos en el caso del maestro y diez en el mío. Esto nos obliga a ser, no sucintos, sino lacónicos. Sin embargo, como no hay mal que por bien no venga, al tener que sintetizar tantísimo mi exposición, hasta dejarla en tres folios, eso hace posible subirla a la red y en el blog sin más temor a aburrir al público, por si alguien quiere tener una aproximación ala obra de este gran intelectual catalán. Luego, quien quiera profundizar, puede ir al texto más extenso en la página web.
Mi Laudatio, a continuacion:
Muchos son los méritos que acumula Salvador Giner para hacerse acreedor a la distinción del Doctorado Honoris Causa por la UNED. Se relacionan con mayor detalle en la noticia sobre el acto que está en la página web de nuestra universidad. Aquí bastará con hacer una sucinta síntesis de ellos, a modo de presentación de una obra y una personalidad que no necesita presentación. Catedrático de sociología en la Universidad de Barcelona. Tras haberse licenciado y doctorado en su disciplina en la Universidad de Chicago, ejerció la docencia y la investigación durante mucho tiempo en varias Universidades inglesas, en Cambridge, Reading, Lancaster y Londres.
El primer libro con el que Giner se dio a conocer, un trabajo de juventud, es la Historia del pensamiento social, publicada en 1967, una vasta obra sin parangón hasta la fecha en España pues, aunque contamos con alguna historia del pensamiento jurídico y político, como la de Truyol y varias y apreciables historias de la filosofía o de la ética, ninguna se concentra como esta en el pensamiento sociológico. Generaciones enteras de sociólogos han tomado conciencia del devenir histórico de su disciplina en las páginas de este maestro que, a su vez, jamás pierde de vista los enlaces de esta con la Filosofía, la Ética, la Ciencia Política y la Economía. Giner se ha quejado siempre del analfabetismo filosófico de los sociólogos y del sociológico de los filósofos. El mismo es un producto vivo de esta tradición sincrética porque es un científico social en sentido completo, total, holista, complejo y universal, a la par que un pensador muy enraizado en su particular cultura, un ejemplo típico de cosmopolitismo intelectual con fuertes raíces culturales locales.
Uno de los méritos que tiene la Historia es el de tomar en consideración la aportación catalana, cosa muy infrecuente en los trabajos españoles de este tipo. Con orgullo Giner pone a la par en cuanto a antigüedad los usatges catalanes y la Carta Magna y así mismo incluye un capítulo dedicado a Ramon Llull. A esta obra inicial hay que añadir otra muy posterior, de plena madurez, la Teoría Sociológica clásica, publicada en 2001 y que viene a ser una especie de lejana réplica de aquella, una nueva historia del pensamiento social, pero concentrada ahora en los grandes autores y escuelas de la modernidad, arrancando de Montesquieu y llegando hasta Simmel, una especie de diálogo de un maestro con los que le precedieron, una cartografía del continente sociológico tomando pie en sus mentes más preclaras.
Su otra gran obra de juventud, su Sociología, es muy distinta de la anterior por su alcance, contenido y dimensiones. No es una presentación de la disciplina en su decurso histórico, sino que adopta una perspectiva sincrónica y expone de modo sistemático las categorías fundamentales, las distintas escuelas y corrientes y su despliegue doctrinal en la actualidad. De nuevo generaciones enteras de estudiantes se han familiarizado con los conceptos y controversias más actuales de la sociología. La obra, al igual que la anterior, ha conocido múltiples reediciones y en los últimos cuarenta años raramente ha estado descatalogada de forma que bien podemos decir que nos encontramos ante un clásico contemporáneo y así lo ha entendido asimismo la academia internacional, a juzgar por las numerosas traducciones que ha tenido al inglés, francés, italiano, alemán y otras lenguas. Este libro, además de una introducción a la disciplina, ha funcionado en la obra de nuestro colega como un plan de vida e investigación, como una especie de programa u hoja de ruta de una trayectoria intelectual. Por eso mismo, a la hora de hacer una panorámica de la obra científica de Giner he encontrado muy útil valerme de sus distintos capítulos para enunciarlos y señalar en ellos sus aportaciones propias, específicas a lo largo de su fecunda vida:
1.- La definición de la Sociología y las cuestiones metodológicas, en donde formula su teoría de la lógica situacional
2.- La dimensión comunitaria, prolongación de la Gemeinschaft de Tönnies, entendida como fundamento de la acción colectiva racional y base de la moral cívica.
3.- La Economía, con su desarrollo en España de la teoría de la corporatización creciente de las sociedades capitalistas desarrolladas
4.- La politeya y su concepción de la gobernabilidad en la sociedad postindustrial que, en algún momento, ha llamado “postburguesa”
5.- El conflicto social. Como claro adalid de la “perspectiva conflictivista, ha dedicado bastante obra al estudio específico de la revolución, cuyo rasgo determinante es la dualidad de poder
6.- El conocimiento y la cultura. Tomando pie en Georg Simmel, por quien Giner, como quien se dirige a ustedes siente especial simpatía y vincula la cultura con la comunidad para hacer una gran aportación a las relaciones entre cultura y nacionalismo por cuanto, como él mismo muestra en su obra, el cosmopolitismo intelectual no está reñido con el particularismo cultural.
Si tuviera que concluir subrayando lo que considero más válido de la aportación de Giner a la Sociología, haría referencia a su concepción de la “inteligencia sociológica”, en donde resuena un lejano eco de la “imaginación sociológica”, de Wright Mills, que ha triunfado en el mundo contemporáneo. Es el contenido de otra de sus obras esenciales: El progreso de la conciencia sociológica (Giner, 1974). Con todo esta misma inteligencia, a base de cuestionarse a sí misma nos obliga a ser críticos.- El triunfo de la inteligencia sociológica supone la banalización del conocimiento sociológico (Giner, 1991: 239).- Hay un triunfo del racionalismo en todas sus manifestaciones (VV.AA.: XLIV) y un reconocimiento de la estructura moral de la sociedad (Ibíd.: XLV). La dicotomía razón/carisma, traduce una de las numerosas antítesis del quehacer humano a lo largo de la historia, por ejemplo la que se da entre lo sagrado y lo profano, entre pluralismo y relativismo, lo racional y lo irracional, en definitiva, la querella entre los antiguos y los modernos toma la forma de una propuesta integradora que Giner formula como razón carismática y carisma racional, tras haber refutado la extendida idea de que lo carismático es afín a lo irracional ya que, como precisa, “que la calidad carismática sea racional o irracional depende, ante todo y sobre todo de la lógica de la situación en que el carisma se halle.” (Giner, 2003b: 246). En realidad, el triunfo de esta inteligencia sociológica ha “impregnado, imbuido y, como mínimo, teñido de su propia perspectiva, lenguaje y discurso a la mayor parte de las facetas de la cultura contemporánea”. (Giner, 1991: 237). Trátase de un saber que “asume con ironía la condición trágica de la vida humana, la maleabilidad social del hombre, pero también la permanencia de sus pasiones y su tozudez por querer ser libres en un mundo forjado por la determinación.” (Ibíd.: 245)