El otro día, en la Rambla, por Sant Jordi, tuve ocasión de firmar un libro al hombre que se ve en la foto, Joan Safont, un fotógrafo de Mataró. Además, había quedado con él en que próximamente iría a su ciudad a una xerrada de esas que tan gratas suelen ser. Lo que no suponía entonces es que Joan haría de aquel encuentro casi fortuito, impregnado de mutua simpatía, una obra de arte, una filigrana, titulada l'homme que entén als catalans , una mezcla extraordinaria de texto e imagen que me ha dejado literalmente patidifuso, sin saber casi qué decir fuera de agradecérselo efusivamente. Las fotos son extraordinarias, son retratos hechos con un ojo de águila espiritual. No exagero si digo que Safont me ha descubierto a mí mismo. Y en cuanto al texto, me quito el sombrero que, en mi caso es literal porque suelo llevarlo y no acostumbro a quitármelo. Si mis pobres escritos producen el efecto que Joan describe, ¿qué más puede demanar un lletraferit?
Estic aclaparat i molt orgullós. Moltes gràcies Joan. Ens veiem a Mataró.