Tendría gracia que la nueva forma del café para todos del siglo XXI fuera que se generalizara la reclamación del derecho a decidir. Si los catalanes deciden, y los vascos y quizá los gallegos, hay pocas dudas de que, detrás, vendrán los andaluces, los canarios, etc. Y si frenarlo en un caso es endemoniadamente difícil, a ver cómo lo consiguen los de la "una, grande, libre" con media docena más.
Dentro de una semana Palinuro participa en una mesa redonda en Bilbao, convocada por el servicio Diplocat de la Generalitat catalana y la Universidad del País Vasco, sobre legalidad, legitimidad: el derecho a decidir. Lo hace en compañía de muy ilustres colegas: Jule Goikoetxea, María de Alba Nogueira y Josep Maria Vilajosana, todos presentados por Mario Zubiaga y Albert Royo. Creo que será muy interesante y la asistencia, libre.