dijous, 5 de maig del 2016
El discurso del centro
divendres, 6 de novembre del 2015
Ciudadanos ¿Qué y quiénes son?
dimarts, 20 d’octubre del 2015
Una visión de Ciudadanos y Rivera.
Ciudadanos lleva nueve años en política en Cataluña. No es un partido caído del cielo y su dirigente, Albert Rivera, tampoco. Y mucho menos de un guindo. Posee experiencia, sabe jugar, tiene aguante y, lo más decisivo, conoce a sus adversarios mejor que ellos a él.
dijous, 21 de maig del 2015
Las opciones se complican.
diumenge, 14 de setembre del 2014
Rumbo al centro a toda máquina.
dimecres, 18 d’abril del 2012
Bono opina.
Habla Bono y suelen moverse las entretelas de políticos, periodistas, clérigos, militares. Es un cañón giratorio. Toca todos los temas, civiles, militares, religiosos, territoriales. Y siempre genera escándalo, cuando no indignación, a pesar de que sus observaciones suelen ser reciamente conservadoras o quizá precisamente por esto. Donde más inquina despierta Bono es en su partido. Eso parece incluso divertirle y a veces suscita la idea de que se pronuncia solo para fastidiar. Y ¡hay que ver cómo lo consigue! ¿Por qué será?
En lo esencial porque es personalmente inatacable. El hombre tiene convicciones, tiene criterio, tiene personalidad; es demócrata y, además, honrado. Lo dicho, inatacable personalmente. En él no prenden los argumentos ad hominem. Hay que responder a los razonamientos, las teorías, las propuestas de Bono y ahí no andan tan fuertes quienes lo critican.
Verdad es, Bono es muy católico, muy devoto y no le parece que la separación entre la iglesia y el Estado deba ir mucho más allá de donde ya está. Tuvo un momento de lucha de conciencia cuando el aborto pero, al final, sabiamente, la conciencia obedeció al partido antes que a la iglesia. Sus convicciones laicas son también muy conservadoras. Aquella carta que dirigió a Fraga cuando este anunció en septiembre de 2011 que se retiraba de la política y a la que Fraga contestó a través de Palinuro, en realidad sitúa a Bono en algún impreciso lugar ente el PP y el PSOE. Lo cual es muy legítimo pero quizá no sea lo más inteligente para el PSOE, partido al que, en principio, pertenece nuestro hombre.
Su áspero enjuiciamiento de un posible pacto PSOE-IU en Andalucía, la truculencia de su lenguaje, no facilitan los entendimientos (aunque quizá sirvan para que el PSOE fortalezca su posición negociadora frente a IU) y dibujan un clima de enfrentamiento ("odio social", "estalinismo", "lucha de clases") poco recomendable. A Sánchez Gordillo, objeto de los exabruptos de Bono, le ha faltado tiempo para llamarlo "franquista". Es la forma hispánica del meme de la Ley de Godwin: estalinista/franquista son los equivalentes del "nazi" global.
Sánchez Gordillo no es aquí decisivo y lo dejamos al margen. Al hablar de "lucha de clases", como si fuera mentar la bicha, Bono recordará, supongo, que es uno de los principios sobre los que se edificó su partido, un partido de clase, como lo prueba la oronda "O" de "Obrero" de las siglas. Bono seguramente piensa que el partido debe actualizarse, olvidarse de la lucha de clases y postular, quizá, el amor entre ellas, pero no le extrañará si, por ahora, muchos, incluso en su partido, piensan que la lucha de clases es tan actual como en tiempos del abuelo Iglesias.
Pero Bono va más allá del mero improperio. Es proactivo, se mueve, sugiere. Sugiere, propugna, una coalición PP-PSOE en Andalucía, una grosse Koalition a la andaluza, antes de caer en el pozo de una alianza con los estalinistas. Es más o menos el espíritu del tamayazo aunque aquí el juego es limpio. Que sea limpio, sin embargo, no quiere decir que sea sensato. Toda grosse Koalition falsea las instituciones porque plantea un parlamento sin oposición de forma que esta solo puede ser "extraparlamentaria". En todo caso, Bono ve de verdad la alianza PP-PSOE como la mejor solución.
Pero ¿lo es? Para el PP, desde luego: pasa gratis et amore de la sempiterna oposición a un flamante gobierno y legitimado además con la alianza socialista. Sentido de Estado. En las próximas elecciones puede conseguir la mayoría absoluta que se le ha escapado en las últimas. Y gracias a Bono. ¿Y para el PSOE? La catástrofe sin paliativos. Un PSOE andaluz a remolque de un gobierno de la derecha empujaría a muchos electores socialistas a mudar su voto a IU. La distancia entre los dos disminuiría pero dividirían más a la izquierda con lo que garantizarían la mayoría absoluta del PP. Y no creo que sea esa la intención de Bono. Al menos por ahora.
(La imagen es una foto de U.S.Federal Fovernment, en el dominio público).
dimecres, 19 de gener del 2011
La derecha no es de derechas.
Tal cosa dice con su habitual contundencia Manuel Fraga: El PP no es un partido de derechas que defienda a los ricos. Manuel Fraga, exministro de Franco; exministro del Interior del Reino de España cuando los sucesos de Vitoria en 1976; líder de una confederación de siete partidos seis de los cuales estaban encabezados por otros tantos exministros del Invicto, que se presentaron a las elecciones de 1979 y a los que la gente llamaba los siete magníficos; no es de derechas.
La declaración de Fraga da por supuesto que la derecha defiende a los ricos, lo que plantea el problema de saber quién, si él no lo hace, defiende a los ricos en España porque indefensos no parecen. O sea, ¿no hay partido de derechas? ¿Es la derecha un conjunto vacío? Por lo que hace a los ideólogos, eso que ahora se llama "terminales mediáticas", tal cosa es falsa. Mientras unos afirman que están orgullosos de ser derechas y lo hacen explícito a diario por radio, televisión y prensa, otros, también por los mismos medios, están dedicados a ejercer de derecha sin complejos. Algo no cuadra aquí. ¿Desobedecen los ideólogos la consigna de la jefatura? No; lo más probable es que piensen que Fraga habla a beneficio de inventario, por decirlo caritativamente. Ellos a lo suyo, a ser una derecha sana, vigorosa, de esencia nacional y acendradamente religiosa.
Pero Fraga da voz a una corriente de opinión a la que disgusta el término "derecha" porque se siente de "centro". Sería interesante averiguar, en efecto, por qué parte de la derecha no quiere que la consideren de derechas. Eso no pasa en la izquierda. No es previsible que en algún momento alguien importante del PSOE diga que el partido no es de izquierdas y eso que en Izquierda Unida (que ya lleva la orientación en el nombre) hay una tendencia a sostener que el PSOE no es de izquierda. Pero éste sería asunto para otra entrada acerca de la izquierda y la derecha.
Aquí y ahora, la afirmación de Fraga viene a reformular la nunca extinta ambición del PP de ser considerado de centro, todo lo más, como dice su prensa menos montaraz, centro derecha. Y el motivo de esta resurrección es la proximidad de dos citas electorales importantes, la de mayo de este año y la de marzo de 2012 y la necesidad de ganar por mayoría absoluta. Dando por seguro el voto de los orgullosos y sin complejos, se trata de desplazarse en el eje ideológico para captar el voto del centro.
Rajoy, que acaba de escuchar a sus dos oráculos, Aznar y Fraga, con dos mensajes contradictorios, se ha decantado por el de Fraga y pide a su partido que haga el favor de moderarse y presentar propuestas. Ha tenido siete años para hacerlo y no lo ha hecho. Aunque quizá no haya podido hasta ahora en que parece haberse librado de las ataduras con el sedicente "sector duro". Nunca se sabe. Precisamente se sabrá a la vista de las propuestas. De esto se oirá mucho este finde en la convención nacional de Sevilla. Porque las propuestas, según están las cosas, no se improvisan.
Claro que a lo mejor esto tampoco importa ya que de lo que se trata es de matar el tiempo hasta las elecciones de mayo sin que se hable de la Gürtel. Eso se consigue monopolizando los titulares de los medios todos los días. Y la fórmula es muy sencilla: ir siempre a contrapelo de los medios, unas veces porque se es el más radical y se acusa a los demás de negligentes o de cómplices; otras porque se es el más moderado y se acusa a los demás de radicales. De lo que se trata es de acusar el primero y hacerlo siempre. Acusar ¿de qué? De cualquier cosa, hasta de lo que hace uno mismo. Por ejemplo, de emplear el discurso del odio.
A la vista de la práctica se entiende que el crédito que deba otorgarse a las declaración de Rajoy es limitado, Mañana puede el señor Rajoy sostener que el gobierno es nazi. Ya lo han hecho algunos de sus ideólogos y políticos, como el célebre alcalde de Valladolid. La idea en el fondo es considerar las declaraciones de principios (ser de derechas, ser de centro) sometidas al cálculo pragmático de costes/beneficios. Se dice lo que conviene electoralmente hablando.
El único problema que se plantea a esta actitud es que, al dejar el conjunto derecha vacío, sea ocupado por otra derecha, una escisión, en definitiva, entre moderados y radicales que pudieran agruparse y alzar bandera de orgullo (como el de los gays aunque con otro tono) en torno, por ejemplo, a Álvarez Cascos. La tentación debe de estar presente en ciertos sectores del partido sobre todo del integrismo neoliberal. Y el resultado de las elecciones de mayo puede ser determinante en la medida en que, si fuera por debajo de cierta raya psicológica, podría volver a cuestionarse el liderazgo de Rajoy ahora blandiendo una amenaza creíble.
No obstante mi impresión es que la derecha no se escindirá porque hasta cuando esgrime principios los supedita al triunfo. Y si hay que volver a hablar catalán en la intimidad, se hace.
(La imagen es una foto de FDV (Own work) bajo licencia de GNU Free Documentation License).
diumenge, 15 de juny del 2008
¿Centro y Derecha o Derecha y Centro?
Esa es la polémica en el PP, una cuestión de locación acerca de qué tipo de discurso debe hacer el partido, si el más radical, el del venero franquista, ahora llamado liberal, o el más moderado, propio del centrismo de la UCD que también en buena medida era franquismo, pero un franquismo antifranquista que a tanto matiz llegaba la oposición durante los años de la Ominosa.
De momento va ganando la opción centrista del señor Rajoy que prefiere hablar de centralidad pues el mero término centro y centrismo despierta encendidas iras en la oposición dentro de su partido que pasa al ataque, y el señor Rajoy no es de ánimo combativo. Prefiere ser, como se dice, suaviter in modo, fortiter in re o matarlas callando, por utilizar una terminología más a la pata la llana.
Los hijos de Covadonga están escandalizados de que el sustituto de la señora San Gil, Mariana Pineda del constitucionalismo español, sea el señor Basagoiti, notorio por su afán de componenda y vergonzoso pasteleo con el nacionalismo del PNV y no el señor Carmelo Barrio, mano derecha de la señora San Gil y hombre claramente identificado con los intereses de una España unida, sin fisuras aunque con comunidades Autónomas que es preciso sobrellevar con resignación cristiana y capaz de agitar la tizona en defensa de la pureza del ideal español. La idea de los resabiados centristas es que, para vencer al nacionalismo, hay que ponerse en su terreno, hablar su lenguaje y hasta entenderse con él en lugar de aniquilarlo con ayuda de la Divina Providencia y una buena lluvia de ácido sulfúrico. If you can't beat them, join them: "si no puedes vencerlos, únete a ellos", repugnante pragmatismo del que abomina la derecha católica, nacional, imperial.
Y lo que faltaba, la entrevista de El País de hoy al Señor Ruiz Gallardón, todavía va a sulfurar más a los adalides de la derecha sin complejos, o sea extrema. Porque ahí se cruzan los dos vectores que explican la actitud del PP en la pasada legislatura: el enfrentamiento político con las fuerzas de otro signo y el enfrentamiento en el mercado con la empresa de la competencia. El señor Ruiz Gallardón es el candidato de El País, sostiene la derecha extrema, que no distingue bien entre la opción patriótica y la cuenta de resultados. Por eso es imprescindible que se imponga el criterio de los duros, los radicales, los "de verdad". El único enemigo serio de la COPE y a mucha distancia por delante es la SER que es del grupo PRISA mientras que el único competidor serio de El Mundo (y también por delante) es El País, asimismo de PRISA. La COPE y El Mundo harían lo que fuese por silenciar a la competencia ya que no pueden vencerla limpiamente en el mercado. El primer Gobierno del PP trató de hundir el grupo PRISA encarcelando a sus principales dirigentes, Jesús de Polanco y Juan Luis Cebrián, y, aunque no lo consiguió, dejó claro que era amigo de sus amigos. Estos otros, en cambio, los miserables centristas de Rajoy, pretenden mantener una abominable equidistancia entre los medios nacionales y virtuosos y los de la masonería vendepatrias, algo que no se puede tolerar.
Ese enfrentamiento tiene difícil componenda; divide y dividirá al PP hasta que la derecha ultra, católica y nacional, acabe desgajada en un partido independiente (que bien puede ser el de la señora Díez), dejando al resto en el centro-derecha, que es donde están los votos y los pactos con los nacionalistas llamados "periféricos".
(La imagen es una foto de Brocco Lee, correspondiente a la noche del nueve de marzo de 2008, día de las elecciones, cuando ya se sabía que las había ganado el PSOE, bajo licencia de Creative Commons).
dissabte, 31 de maig del 2008
Más que un alcalde.
Aunque sea de Madrid. Mucho más que un alcalde, prácticamente un presidente del Gobierno in pectore. El señor Ruiz Gallardón debe de haber considerado que éste es su momento y sabe aprovecharlo de modo magistral. Lo prueba la estupenda entrevista de ayer en la Cuatro con Iñaki Gabilondo en la que demostró ser un político consistente, de convicciones y con categoría. Su enfrentamiento en sede judicial con el señor Jiménez Losantos, su resistencia ante las presiones a que se vio sometido por los compinches del locutor para que desistiera de su muy justo empeño, su tranquila determinación para poner coto a las desmesuras de este lenguaraz insultón, lo tengo dicho y no me duelen prendas en repetirlo, es lo más eficaz que se ha hecho en España en pro de la democracia y en contra de esa detestable práctica de terrorismo mediático que practica el grupo de la Cope y El Mundo con el beneplácito de la Iglesia y la partida de la porra en el seno del PP. Y, de paso, lo más eficaz que se ha hecho también por devolver al partido de la derecha la necesaria autonomía y su capacidad para generar propuestas electorales ganadoras a la altura del siglo XXI.
Pero sobre esto más al final. De momento, liquidemos el asunto de la querella por injurias graves al locutor Jiménez Losantos. Siguen éste y sus compadres empeñados, con la mala fe que los caracteriza, en disfrazar su presunto delito con la galas de la defensa de la libertad de expresión (de lo que ya se habló aquí ayer) y de su sacrificio en pro de las víctimas (de lo que se hablará ahora), convenientemente representadas en el juicio por el señor Alcaraz que orientó su acción en la legislatura pasada al servicio de la partida de la porra en el PP, cosa que nada tiene que ver con los intereses de las víctimas; como nada tampoco todo lo que haya dicho el señor Jiménez Losantos cuyo interés por ellas se reduce al de hacerlas víctimas a su vez de una descarnada cuanto absurda fábula sobre la participación de ETA en la matanza del 11-m. De todas formas, ya produce risa ver al hombre que hasta hace poco se creía el rey de las ondas, con licencia para despreciar e insultar a quien quisiera, comportarse mansamente, como un sepulcro blanqueado para salvar el pellejo.
Porque de eso se trata, de salvar su pellejo. Si recae sentencia condenatoria en su momento, cual parece bastante probable, este debelador de progres y derechistas maricomplejines quedará muy tocado. Por cierto que la Iglesia que lo sostiene y sus amigos mediáticos y de la partida de la porra tratarán de desviar la atención, de atacar a los acusadores y de tergiversarlo todo. Pero habrá un hecho que nadie podrá obviar: cada vez que abra la boca en la Cope, cualquiera se la podrá cerrar diciendo que los delincuentes por injuriadores no debieran hablar. Y a ver qué dicen los curas.
Y todo eso habrá sido mérito exclusivo del señor Ruiz Gallardón que, con paciencia oriental, ha sabido sentarse a la puerta de su casa, tragando sapos y culebras, hasta que ve pasar el cadáver de su enemigo. Políticamente hablando, el señor Jiménez Losantos es un cadáver.
El otro aspecto de la entrevista versó sobre la situación en el interior del PP. Ahí el señor Ruiz Gallardón también hizo una faena completa porque, gracias a su habilidad y flexibilidad, ha conseguido una buena mano en esa partida de poker que ha sido la adaptación del PP a la derrota electoral del nueve de marzo. Que los críticos a Rajoy son una minoría ha quedado ya patente. Pero además también lo ha quedado que es una minoría mal avenida entre sí, sin apoyos serios y sin otro horizonte que no sea el de permanecer en los cargos orgánicos de los que el señor Rajoy los ha desplazado para dar paso a gente nueva. Todos los que han llamado a zafarrancho de combate últimamente eran meros cesantes: Zaplana, Acebes, San Gil, Mayor Oreja... políticos haciendo mutis que tratan de escenificar un retorno esgrimiendo cuestiones de principios y valores que, como la Patria para el doctor Johnson, son el último refugio de los canallas.
Queda la señora Aguirre, un zoon politikon en estado puro y en un sentido más maquiavélico que aristotélico. Ha sido muy inteligente de parte del señor Rajoy y el señor Ruiz Gallardón ofrecer a la presidenta de la CA de Madrid la posibilidad de integrarse en la dirección del PP "si quiere". El señor Ruiz Gallardón ha coronado su pieza de habilidad, hablando de su deseo de restablecer relaciones con la señora Aguirre. Ésta, a su vez, ha quedado fuera de juego y con un margen de maniobra muy reducido. No sé siquiera si se atreverá a rechazar la oferta del señor Rajoy dado que su posición es muy falsa: si la rechaza se alineará con los perdedores y si la acepta quedará anulada dentro del proyecto centrista de Rajoy/Gallardón, del que reniegan el señor Álvarez Cascos y otros dignos representantes de una idea de la política afin a las reyertas tabernarias.
El señor Ruiz Gallardón pretende reñir el centro y hasta el centro izquierda al PSOE. Y hace muy bien. Tiene crédito suficiente para ello. Y que el PSOE tiemble de tenerlo enfrente en unas elecciones porque, gracias a su flexibilidad y habilidad políticas, el alcalde de Madrid se configura como un Suárez II pero que, a diferencia del de Cebreros, cuenta con una poderosa y unificada maquinaria partidista detrás. Caeteris paribus, como suelen decir los representantes de la "ciencia triste", esa es una apuesta ganadora en 2012. De ahí que la partida de la porra y sus vociferantes aliados mediáticos quieran cargársela: en esa victoria no hay sitio para ellos ni para sus negocios.
Adelante con la operación del centro en el PP que, en un par de telediarios, los enemigos de esta opción quedarán como lo que son: la partida de la porra.
(La imagen es una foto de Dolors Nadal, bajo licencia de Creative Commons).