La reelección de Sánchez devuelve al PSOE la iniciativa política en una situación de centralidad que nunca había perdido. Puede verse en ese escurridizo intento de chantaje de Podemos al PSOE de que presente una moción de censura a cambio de retirar ellos la suya, una por la que trajeron a la gente de manifa plebiscitaria con alharacas quincemayescas tan sonoras como silencioso fue luego el eco en los medios. Cualquier intento de presionar al PSOE blandiendo una mocion de censura disparatada está condenado al fracaso. Emplear una política de hechos consumados con quien puede permitirse ignorarlos deja al que lo hace en una posición ridícula. Los socialistas presentarán su moción de censura cuando ellos decidan y no al dictado de Podemos. Pero tiene que haber una reprobación, una petición de dimisión y una moción de censura por ese orden.
dijous, 25 de maig del 2017
Cincuenta días
La reelección de Sánchez devuelve al PSOE la iniciativa política en una situación de centralidad que nunca había perdido. Puede verse en ese escurridizo intento de chantaje de Podemos al PSOE de que presente una moción de censura a cambio de retirar ellos la suya, una por la que trajeron a la gente de manifa plebiscitaria con alharacas quincemayescas tan sonoras como silencioso fue luego el eco en los medios. Cualquier intento de presionar al PSOE blandiendo una mocion de censura disparatada está condenado al fracaso. Emplear una política de hechos consumados con quien puede permitirse ignorarlos deja al que lo hace en una posición ridícula. Los socialistas presentarán su moción de censura cuando ellos decidan y no al dictado de Podemos. Pero tiene que haber una reprobación, una petición de dimisión y una moción de censura por ese orden.
diumenge, 12 de febrer del 2017
De caudillos y masas
dissabte, 4 de febrer del 2017
En busca de la infalibilidad
dijous, 19 de gener del 2017
La Ley de Murphy
dissabte, 14 de gener del 2017
Marcando tiempos
diumenge, 8 de gener del 2017
El pilar del reino
dijous, 1 de desembre del 2016
Operación Sultana
divendres, 18 de novembre del 2016
El Rey está desnudo
dimarts, 1 de novembre del 2016
Represalias
dimecres, 2 de març del 2016
Mis impresiones sobre el debate de esta mañana
Palinuro en el Congreso
dilluns, 24 de setembre del 2012
Democracia, derechos, tiranía, fascismo.
(La imagen es una foto de Popicinio_01, bajo licencia Creative Commons).
dijous, 5 de juliol del 2012
Congreso sobre campañas electorales
dimarts, 22 de novembre del 2011
Conservar la calma.
El PSOE ha tenido un resultado electoral desastroso. En otros partidos ya se hubiera desatado una tempestad de recriminaciones, peleas, crisis internas, culpabilizaciones y hasta escisiones. Probablemente hay mucha gente, incluidos analistas políticos y, entre estos, algunos que aparentan simpatizar con el partido, que están esperando y hasta deseando que ocurra algo así. Cosa difícil pero no imposible.
El PSOE tiene 132 años. En muchos momentos de su historia se confunde con la de España y es tan agitada como la del país. Rubalcaba ha dicho en varias ocasiones que su partido siempre ha antepuesto los intereses de España a los de la organización. Es una muestra de lo que se llama "patriotismo de partido" que, como todos los patriotismos, a veces exagera. Es probable que la intención del PSOE haya sido anteponer en todo momento los intereses de España a los propios; pero no siempre lo ha conseguido. Ningún ser humano, ningún grupo de seres humanos, acierta siempre en 132 años. Es imposible.
Seguro es que se trata del partido de la izquierda real más popular del país en sus épocas democráticas. Y es también, quizá por ello, el principal autor de la renovación de la sociedad española en los últimos treinta años. Con él entró España en la Unión Europea (y se mantuvo en la OTAN), se dotó de un Estado del bienestar que, sin ser perfecto, ha sido lo mejor que ha tenido y con él han alcanzado los derechos de los ciudadanos cotas hasta hace poco insospechadas. A su derecha, una fuerza conservadora ha tratado siempre de bloquear estos adelantos y, tras su reciente victoria, se apresta a aniquilarlos. A su izquierda, una fuerza que se dice transformadora lleva también más de treinta años obstaculizando la labor de los gobiernos socialistas en nombre de políticas que suelen ser vagarosas o demagógicas y nunca tienen un apoyo ciudadano significativo, lo que no es óbice para que la dicha fuerza pretenda imponerlas al partido mayoritario, acusándolo de traicionar sus principios por no hacerlo.
El PSOE es casi una institucion. Fuera de la iglesia católica hay pocas más en el país tan longevas. Ese carácter institucional lo obliga a admitir que muchos ciudadanos, no ya sus militantes, simpatizantes o votantes, sino todos los ciudadanos, lo consideren como algo propio y se crean con derecho a opinar sobre él, a criticarlo, a hacerle recomendaciones. Lo tienen.
El PSOE debe de estar acostumbrado a la crítica; son críticos sus militantes y a la vista está que también lo son los votantes. Precisamente esa es su fuerza y la razón por la que gusta considerarse partido del socialismo democrático. En la derecha no es habitual la crítica ni la autocrítica, lo que no quiere decir que en ella no haya tensiones y oposiciones internas, pero suelen resolverse por métodos autoritarios. En la izquierda autollamada transformadora sí se da la crítica, pero suele resolverse por la vía de las exclusiones, expulsiones o escisiones. IU es el ejemplo más evidente. Por cierto, una federación con 25 años de existencia, dentro de la cual se oculta el Partido Comunista de España. Incapaz éste de realizar una autocrítica y dar una explicación plausible de su existencia una vez desaparecido del mundo el comunismo real, prefiere disimular sus siglas dentro de una batería de ellas. Es una diferencia significativa: el PSOE tiene una historia centenaria con las mismas siglas mientras que las del PCE nacen en 1921 y se escamotean a partir de 1986.
En todo caso, el PSOE tiene que escuchar las críticas, incluso las más duras, de la sociedad pues sólo así mantendrá su contacto con la gente y podrá aspirar a recuperar la mayoría social que ahora ha perdido. Porque la democracia es eso, gobernar con el apoyo de la mayoría. Pero que deba escuchar todas las críticas y las opiniones no quiere decir que tenga que plegarse a ellas sin más. Entre otras cosas porque muchas están movidas por la mala fe. El editorial de ayer de El País, titulado Zapatero debe dimitir como secretario general del PSOE es un caso claro de mala fe. Es un texto injusto e hiriente hacía Zapatero que sólo se diferencia de los de la prensa de derecha en que insulta menos; es altanero y despreciativo y, además, se arroga el derecho a dar órdenes en donde no tiene competencias. Es de esperar que Zapatero ignore esta vez la enésima impertinencia de un diario que, habiendo criticado siempre la idea de otros de que los periódicos puedan y deban derribar gobiernos, lleva años cargando contra el de Zapatero y, como se ve, contra el propio Zapatero en algo que empieza a parecerse a una obsesión rencorosa.
En el mes de julio, Cebrián, factótum de El País, pedía de modo intemperante y con bastante petulancia un adelanto electoral en un artículo titulado Esta insoportable levedad. Estaba en su derecho y también en su estilo. Como lo hubiera estado Zapatero ignorándolo, que era lo que tenía que haber hecho. En lugar de ello cometió el error de dejarse arrastrar y el resultado es el que se vio el 20-N, no porque haya sido malo para el PSOE, sino porque lo ha sido para España, como ya predijo Palinuro en un artículo en Público titulado Urgencias electorales en el que se decía ¿O cree alguien que los temibles mercados perderán la ocasión de seguir atacando la nave aprovechando el cambio de guardia? Eso no fue actuar pensando en los intereses de España, aunque tampoco del PSOE. Fue actuar dejándose llevar por el consejo del adversario, sin mantener fría la cabeza. Es de esperar que no suceda lo mismo con el nuevo exabrupto de El País exigiendo la dimisión del Secretario General. Salvo caso de fuerza mayor, tal decisión corresponde al congreso de su partido, que ya ha convocado.
No tiene mucho interés indagar en las razones de esta feroz inquina de El País contra Zapatero pues casi todas ellas son muy claras. Pero sí debe el PSOE prepararse para andanadas similares, provenientes, quizá, de sectores que hasta ayer eran uña y carne del partido y hasta el partido mismo. Suele pasar a los socialistas (así sucedió en 1993 y 1996, cuando bastante de su gente le dio la espalda) que en las horas bajas muchas críticas que se le dirigen no tratan de salvar al partido sino las expectativas personales de quienes las formulan.
Una última nota. Palinuro no tiene nada que ver con el PSOE, pero lo considera un importante activo de España, uno que ha demostrado ser garante de la democracia, del Estado del bienestar, de los derechos ciudadanos y la cohesión territorial de modo tangible y eficaz. No quiere decir que otros no lo sean pero sí que el PSOE lo es de modo rotundo. Por eso es de interés general que no se deje avasallar ni desorientar, que conserve la calma y proceda a una clarificación y/o renovación odenadas y democráticas, promoviendo el debate de su militancia y escuchando las críticas exteriores, distinguiendo la fe con la que se hacen: buena o mala.
(La imagen es una captura de la página web del PSOE).
dimecres, 25 de maig del 2011
Secuelas.
La política es una actividad en la que las consecuencias de los hechos no se hacen esperar, son casi simultáneas a estos. Pierde usted unas elecciones, sobre todo si es por goleada y acto seguido tiene usted el partido hecho unos zorros, sumergido en una crisis de identidad, una polifonía discordante en la que cada cual opina de forma distinta mirando, sobre todo, por sus intereses. Aunque todos invoquen los del partido, el Gobierno, el Estado y, ya lanzados, los de Europa y el mundo. Esto es algo propio de las decisiones colectivas. Toda decisión de este tipo suele tomarse por consenso, cuando no unanimidad, pero en su seno late siempre la discrepancia que no se manifiesta por no romper el principio de unidad. No obstante, basta que haya un contratiempo, como perder las elecciones, para que las discrepancias estallen.
Es el caso del PSOE. Ahora resulta que no había acuerdo en celebrar primarias y surgen voces que piden un congreso para resolver la cuestión sucesoria. Se argumenta que, dadas las circunstancias, el partido no está para una temporada de competición interna y falta de unidad. Eso es tan cierto que realmente, de ir a primarias, desaparece la razón principal que justifica no convocar elecciones anticipadas que es la eficacia y estabilidad de las instituciones en un contexto internacional parecido a la mar bravía. Porque si la ministra de Defensa y el ministro del Interior dedican los próximos meses a pelearse agriamente por su nombramiento como sucesor/a es claro que prestarán poca atención a sus respectivos ministerios. Defensa e Interior, que no son Cultura y Deportes, sin desmerecer en absoluto estas nobles actividades. Ahora bien, la situación no tiene salida porque es impensable que el Gobierno convoque elecciones sin un candidato a la presidencia del Consejo de Ministros.
Por lo demás los dos pretendientes no tienen por qué pelear entre sí agriamente. Ambos pertenecen al Gobierno y hablarán entre ellos en los Consejos de Ministros. Los otros ministros mediarán, salvo que hagan quinielas. En verdad las primarias no tienen por qué ser más agrias que las que enfrentaron a Trinidad Jiménez y Tomás Gómez. (Por cierto, de la que se ha librado Jiménez. Aguirre la hubiera triturado). Realmente las primarias pueden reducirse a un civilizado debate en televisión entre los dos candidatos y que luego vote la militancia. Palinuro ha sostenido siempre que las primarias debieran ser abiertas, esto es, no sólo a los militantes sino también a los electores. Pero en este momento parece poco oportuno insistir en ello.
Los hay que no quieren primarias sino un congreso. Incluso cabe fundir ambas fórmulas: el congreso se televisa, los candidatos comparecen como si fuera un plató de televisión y, al finalizar el evento los militantes votan, el Congreso se da por enterado y proclama el/a candidato/a vencedor/a.
Algunas otras peticiones se me antojan estrambóticas, como esa de Fernández Vara de convocar elecciones anticipadas o la de Barreda de que el partido proceda a algo así como una refundación ideológica. La primera coincide con las del PP y, por tanto, cae dentro del apotegma maoísta de defiende todo lo que el enemigo ataca y ataca todo lo que el enemigo defiende; pura sabiduría china que Fernández Vara debiera considerar. La segunda es increíble: embarcar al partido en una profunda reflexión ideológica es algo tan factible como convertirlo al mahometanismo y más lento. ¿O cree Barreda que eso de la reflexión se improvisa?
Pero no es únicamente el PSOE el que sufre los efectos del terremoto electoral. Los ganadores también, incluso sin saberlo. El PNV ve la posibilidad de vender más caro su apoyo parlamentario a Zapatero amenazando con secundar una moción de censura del PP. Pero eso dinamitaría sus posibilidades de formar gobierno en el País Vasco tras las próximas elecciones autonómicas con una Bildu muy crecida. Así que su situación es tan imposible como la del PSOE y por eso va ligado a él.
La imposibilidad se hace casi metafísica en el caso del PP: por un lado pide elecciones anticipadas, cosa que no es ninguna novedad, pero por otro le interesa que el PSOE acabe de hundirse tomando las medidas drásticas que quedan por tomar. No es verosímil que el Gobierno disuelva las cámaras por dar gusto al PP y éste no puede quejarse mucho cuando él ha tenido instituciones no menos importantes que el legislativo, como el Tribunal Constitucional, prácticamente paralizadas durante años.
Si el gobierno no se va, piensan los conservadores, hay que obligarlo a irse vía Parlamento. Y, ni cortos ni perezosos, le piden que se someta a una cuestión de confianza, cosa potestativa del mismo gobierno. Este, a su vez, responde diciéndoles que presenten una moción de censura, cosa potestativa de la oposición. Pero una moción de censura es un arma terrible porque, al necesitar mayoría absoluta, si falla, se vuelve contra el censor y pone de manifiesto que tiene, quizá, menos apoyo parlamentario que el censurado.
La imposibilidad es manifiesta: los conservadores no se atreven a presentar una moción de censura y no pueden obligar al gobierno a pedir la confianza del Congreso. Así que seguirán exigiendo elecciones anticipadas hasta que el puro paso del tiempo haga superflua la petición, cuando queden tres semanas, por ejemplo, para las elecciones en tiempo ordinario.
(La imagen es una foto de Tomás Gómez Candidato Presidencia C.M, bajo licencia de Creative Commons).
dimecres, 17 de desembre del 2008
La falta de unidad de los demócratas.
Hice bien ayer en dejar mi entrada escrita con anterioridad a que el señor Rajoy mostrara su acuerdo con el Gobierno en materia antiterrorista. La unidad de los demócras duró menos de veinticuatro hras.
La principal responsable de que la Cámara legislativa escenificara su división fue la señora Rosa Díez que presentó una moción a sabiendas de que el PSOE no la votaría. El PP se limitó a negociar con la señora Díez la aceptación a alguna enmienda de su propuesta y votó a favor. Las enmiendas, por lo demás, servían para endurecer la propuesta originaria. Por ejemplo, ésta pedía disolver los ayuntamientos gobernados por Acción Nacionalista Vasca (ANV) en un plazo no superior a tres meses y los del PP querían suprimir esos tres meses y hacer firme la expulsión inmediata.
Por supuesto, los dos partidos sabían que perderían la moción y a los dos les interesó presentarla. UPyD la presentó porque, siendo un partido pequeño y poco conocido, anda a la caza de todo lo que le dé visibilidad. El PP porque es la forma más evidente de delatar una divisoria, un enfrentamiento, una separación que no debiera de existir y que existe gracias en buena medida al propio PP. En realidad, los dos partidos unieron sus votos en la iniciativa perdedora porque, en su opinión, ganaban así votos. Los dos también están interesados en que la opinión pública que invocan para aplicar la Ley de Bases de Régimen Local de 1985 ignore que dicha ley impone condiciones que hacen inviable su aplicación de una sola vez y para todos los casos de ayuntamientos del País Vasco gobernados por ANV. Lo que apoyan, pues, es una moción que triunfa en la medida en que fracase porque, si se aprueba, los tribunales tendrían que bloquear la acción del Gobierno por ilegal.
Hubiera sido más viable, aunque con una viabilidad altamente dudosa desde el punto de vista moral la propuesta de modificar la ley en cuestión. Digo altamente dudosa porque encuentro inmoral cambiar la ley cuando no nos satisface. Pero tampoco hubo lugar porque UPyD, que había aceptado las enmiendas del PP a su propuesta, rechazó las del PSOE. De este modo se llegó a ese desastre de 143 a favor y 188 votos en contra en una materia en que el Parlamento habría de estar unido como una piña. La facilitadora de esa desunión y quien da alas a la corriente política que dice querer eliminar es la señora Díez, en un acto de oportunismo sin límites.
Porque para UPyD todo este episodio ha sido beneficioso en el único asunto en que se conoce de la existencia del partido como unidad de voluntad. Nadie, en cambio, sabe qué opina OPyD como partido ante los demás asuntos de la agenda legislativa. Su carácter de partido monotemático hace que normalmente no se sepa nada de su existencia, excepto el día en que suena la flauta con una melodía que interpreta él como partido. En el caso del PP el móvil para hacer partidismo con la política antiterrorista es similar pero revela mayor irresponsabilidad ya que se trata de un partido que aspira en serio a serlo de gobierno y lo hace mostrando que es incapaz de anteponer los intereses generales a los de sí mismo como partido.
Además de la indignación que puedan producir comportamientos tan desleales con la democracia, la cosa adquiere todo su cómico patetismo si lo ponemos en términos cuantitativos: ayer pudimos ver cómo el Parlamento decía que no al intento de una minoría de obligar al Gobierno de la mayoría a actuar de acuerdo con sus criterios y, a su vez, dicha minoría estaba compuesta por otras dos, una relativamente numerosa y otra de una sola persona que era quien había presentado la propuesta luego votada. Es decir ayer pudimos ver cómo el Parlamento decía que no al intento de una diputada de obligar al Gobierno del país a actuar según sus criterios.
(La imagen es una foto de jmlage, bajo licencia de Creative Commons).
dimecres, 19 de novembre del 2008
Blogorismos de desánimo.
Desánimo 1º: la Universidad.
Se nos cae la cara de vergüenza (o debiera) con esa noticia de que la Universidad española es la última de una lista de diecisiete países desarrollados. Como más bajo no se puede caer (que, no crean, es un consuelo) a lo mejor se aprovecha la situación para hacer algo, para rebotar, para ponerse en pie.
Ahora habrá dos líneas de planteamientos, como si los viera con las dos almas de la Universidad. Según una, la individualista, la Universidad española no existe, sino que hay equis universidades españolas (por cierto, públicas y privadas) y lo que se ha de hacer es evaluarlas por separado (cosa que ya se hace, tengo entendido) y así podrán tirarse los trastos a la cabeza, que en eso de discusiones estériles tiene la raza celtíbera la gloria de la palma. En la otra línea, la colectivista, habrá plena coincidencia, plena sociedad o colectivo en decir que falta dinero, mucho dinero y que sin financiación aquí no se hace nada.
En principio ambas reacciones son correctas: falta dinero (las universidades españolas carecen de medios en todos los sentidos o los tienen muy escasos) y conviene que se las evalúe por separado. Pero esas dos conclusiones no eximen a la comunidad universitaria de darse por enterada de la lamentable situación y de tomar medidas al respecto, de reaccionar. Por ejemplo, podían convocarse unas jornadas sobre regeneración de la universidad que estuvieran abiertas al público, con un debate lo más amplio y positivo que pueda darse en la red. De ese modo la Universidad se volcaría más a la sociedad y utilizaría más los medios que todo el mundo utiliza, en lugar de encerrarse en la torre de marfil que, de todas formas, tampoco es de marfil si no de duro hueso.
(La imagen es un fresco de Ambrogio Lorenzetti, la Alegoría del Buen Gobierno, de mediados del siglo XIV, que se encuentra en el Palazzo Communale de Siena.
Desánimo 2º: los "hijos de puta."
"Hijos de puta" llama el señor Bono a los de su partido en presencia de tres diputados del PP, y dice que está de broma. Tres de los más duros y agresivos diputados del PP (por ejemplo, el señor López-Amor, que fue Director General de TVE ¡con Aznar!), y dice que va de broma y que nada más lejos de él que el ánimo de injuriar.
Claro que no. Se cuenta de Churchill que en cierta ocasión en que estaba mostrando la Cámara de los Comunes a un joven e inexperto diputado, le dijo señalando las bancadas: "Ya ve, joven, aquí nos sentamos nosotros y ahí se sientan ellos". "Entendido Sir Winston: nosotros aquí y ahí el enemigo". "Se equivoca joven: el enemigo lo tiene Vd. aquí". Viene a ser la misma anécdota, una vez protagonizada por un caballero y otra por uno que no lo es.
Porque lo que más molesta es que se siga utilizando el término "hijo de puta" como un insulto o una injuria que trata de aniquilar al hijo en la honra de la madre y toma además a las putas en un sentido nefando mucho más injusto que si se dijera, pongamos por caso, "hijo de Bono". Sobre la caridad cristiana de la expresión ya no digo nada, salvo que el señor presidente del Congreso de los Diputados se lleve el retrato de la madre Maravillas a su casa, que falta le hace.
(La imagen es una foto de Público, bajo licencia de Creative Commons).
Desánimo 3º: las fosas.
No he leído aún el auto de inhibición del señor Garzón y no es probable que lo haga. Tiene como ciento cincuenta páginas en PDF. Este Garzón escribe más que el Tostado y a velocidades sorprendentes que mi trabajo no me permite seguir. Doy pues por supuesto que acierta jurídicamente al inhibirse y lo lamento porque pienso que la causa de la justicia en este caso gana más con él que sin él, empezando por el hecho de que si está en el mundo es gracias a él. Lo lamento porque al dar traslado de la parte alícuota correspondiente de la causa a cada órgano judicial territorial competente la cosa se pondrá como siempre en España, que unos se empeñarán en su responsabilidad hasta las pestañas y otros se llamarán andana. Y queda viva la cuestión de la calificación del delito. Como no he leído el auto ignoro si la inhibición en los órganos jurisdiccionales territoriales competentes implica una calificación distinta del delito que ya no sería crímenes contra la humanidad.
Pase lo que pase, la piedra está lanzada a la charca, las aguas se agitan, las ranas croan. Y además se politiza a pasos agigantados con la nieta de Negrín impugnando la decisión de la Audiencia Nacional de paralizar las exhumaciones y acusando directamente a algunos magistrados, y las asociaciones de la memoria histórica en pie de protesta. Corresponde al Parlamento tomar una decisión política (por ejemplo explicando cómo se aplica la correspondiente Ley de la memoria histórica) en un caso que es un caso de justicia política; un tipo de justicia que se ha hecho en todas las guerras ideológicas modernas (civiles o no) excepto en España.
¿Es o no diferente?
(La imagen es una foto de sagabardon, bajo licencia de Creative Commons)
Desánimo 4º: el perro mundo.
Menos mal que los tres genios de las Azores tomaron una medida heroica, una decisión que cambió el curso de la historia en la senda preclara de ¡Guerra al terrorismo! que predicó en su día el señor Bush, hoy "Pato Cojo" (pueden ver que he puesto un cuenta atrás para que se vaya Bush en la columna de la derecha; los invito a ponerlo en sus blogs y güebpeichs) con el fin de hacer el mundo más seguro. Sí menos mal. De no haber sido así a saber cuánta gente moriría en Bagdad día sí día no, cuantos soldados estadounidenses (American lives dice siempre Mr. Lameduck demostrando que las Un-American lives le importan un comino), cuántos de otros países "aliados", aunque fuera mejor llamarlos "liados".
Sí, sí, gracias a esa clarividente decisión y al empeño puesto por los tres belicosos adalides en mentir a la ciudadanía del mundo (por su bien, claro es), hoy éste es un lugar más seguro. Basta con mirar a Tijuana, fronteriza con San Diego (EEUU) en la que en un año han muerto 650 personas en balaceras; o sea, 2/3 de los muertos causados por ETA en cuarenta años. Cambien Vds. el foco, llévenlo al África, Eritrea, Somalia, Sudán o al Congo. ¿Acaso no se trata de situaciones en que o no hay imperio de la ley ni Estado de derecho ni Estado a secas ni falta que hace?Lo que hace falta son mercados y allí los hay muy buenos de armas cortas y ligeras y minas antitodo, en garantía de la seguridad, no hay duda.
Gracias a la previsión de aquellos inolvidables dirigentes la falta de imperio de la ley en partes amplísimas del planeta se adorna con el renacimiento de la piratería en alta mar, algo que se creía más eliminado que el paludismo y que si sobrevivía era en pequeñas aventuras en navegación de cabotaje; ahora y siempre gracias a los tres timoneles, te puedes encontrar un navío corsario en aguas internacionales capaz de secuestrar un petrolero, al que considera obviamente res nullius lo que anima mucho los negocios y va a dar un impulsito al precio del carburante. Piratas en el Océano Índico. El mundo es cada vez más seguro, ciertamente.
(La imagen es una foto de dioboss, bajo licencia de Creative Commons).
divendres, 14 de novembre del 2008
¿Esto es un socialista?
Justo en el momento en que los jueces paralizan la apertura de ls fosas comunes donde yacen decenas de miles de inocentes asesinados por los franquistas hace setenta años, el señor Bono decide conmemorar con una placa en el Congreso los sufrimientos de una religiosa perseguida por la República y a la que el Vaticano ha hecho santa. Justo también cuando la Iglesia católica larga otra hornada de cientos de "mártires" de la persecución religiosa en España para que la fábrica vaticana de beatificación monte una provocación guerracivilista más en España, el señor Bono escucha la sugerencia de un diputado del PP perteneciente a la secta del Opus Dei para que la tal santa Maravilla adorne alguna pared del edificio que alberga al legislativo de la democracia.
Todo muy ejemplar, carpetovetónico y meapilas. Pura corte de los milagros. Supongo que Sor Patrocinio vendrá por las noches a alegrar castamente el sueño del beato señor Bono, para quien eso de que el Estado es aconfesional debe de ser una consigna que metió Lenin en la Constitución española sin que sus santurronas señorías se enterasen.
Y no es asunto nuevo. Este Bono ¿no es el mismo que, siendo ministro de Defensa, llevó a una delegación de criminales de la División Azul a desfilar un doce de octubre al que los iguales al señor Bono consideran día "nacional" o no sé qué vainas? Y no sé si no los puso a desfilar junto a unos veteranos de las Brigadas Internacionales, como si pudieran compararse. Los ex-divisionarios son los restos de una vergonzosa expedición enviada por los franquistas al frente del Este a asesinar rusos que no nos habían hecho nada, sin previa declaración de guerra y amparados en la distancia que había entre España y la Unión Soviética. Para mayor vergüenza, aquellos invasores fascistas vestían uniformes del ejército nazi alemán. Todo un ejemplo de alevosía, traición y cobardía. ¿Se puede pensar en mayor ignominia?
Sí, se puede: consiste en conmemorar esa canallada sesenta años después rindiendo honores a los supervivientes de aquella División.
Así es el señor Bono y la pregunta deben contestarla sus compañeros de partido, sus correligionarios: ¿eso es el socialismo? Más que nada para que la gente de izquierda que queda en el país nos hagamos una idea de cómo vamos a votar en los próximas elecciones.
dijous, 3 de juliol del 2008
La ciencia sombría.
La verdad por delante. El señor Rodríguez Zapatero no quería comparecer y pretendía mandar al vicepresidente, señor Solbes, como digno representante de lo que Carlyle llamaba la ciencia sombría. Pero los grupos de la cámara exigieron de forma unánime que compareciera el jefe máximo, dada la gravedad de la situación. Y allí estuvieron unas horitas, crisis sí, crisis no, mareando la perdiz. Es muy llamativo el interés de todos los grupos por conseguir que el Presidente acepte pronunciar el vocablo, como si se tratara de un rito mágico, de una invocación para neutralizar los efectos de la cosa. O quizá lo que pretendan sea darse el placer de torcer el brazo presidencial en un asunto de no mayor gravedad. Hasta el señor Rajoy (que ya está claro que no es Einstein) salió diciendo algo sorprendente, que lo apoyará si reconoce la gravedad de la crisis.
Casi parece un ejercicio en un máster de liderazgo: si te mantienes firme en tu curso frente a las presiones generales para que lo cambies, eres un lider. O te das una castaña. Por lo demás, el debate es pueril. Al fin y al cabo, tampoco "crisis" es un término exacto excepto en medicina; en los demás lugares se usa aproximativamente. El término técnico es recesión y ahí parece que todavía no estemos aunque nos acerquemos a velocidad acelerada, con todos los indicadores dando tumbos hacia abajo que es un primor y los precios pegando saltos hacia el cielo, hacia las nubes, que es donde la gente los tiene colocados metafóricamente se entiende.
En su comparecencia forzosa, el Presidente aseguró estar ocupándose del asunto y haber tomado una serie de medidas paliativas y de reactivación de la economía. No me pareció que dijera nada de bajar los impuestos o de recortar las prestaciones sociales. Al contrario, habrá aumento de gasto público. O sea, en algunos aspectos las medidas son expansivas, en parte keynesianas, cosa que me parece un acierto. Lo de bajar los impuestos vale para otros momentos; no para éste.
Es posible que esta crisis salga al señor Rodríguez Zapatero más cara de lo que imagina. Sigue haciendo vaticinios respecto a cuándo habrá recuperación con tanta base como la que tenía cuando hizo los anteriores, todos ellos erróneos, como a la vista está. Podría invocar la experiencia pero este es uno de los escasos ejemplos en que no conviene porque se trata de la experiencia de equivocarse
En cualquier caso, de buena fortuna anda el gobierno que debe sus triunfos en situación de minoría parlamentaria no a sus habilidades retóricas, que son muchas, sino a la pavorosa incompetencia de la oposición. El señor Rajoy parece un disco rayado (de los de vinilo; los de ahora se rayan de otro modo) diciendo siempre lo mismo, del mismo modo, con el mismo tono. No me extraña que hasta los suyos quieran cambiarlo. No seré yo quien diga qué es lo que hay que hacer cuando se está en la oposición pero tengo por cierto que nadie se tomará a mal que el dirigente de la oposición, además de ridiculizar a su adversario y zarandearlo, aporte alguna ideílla, algún plan de lo que sea, alguna propuesta positiva que dé para discutir porque con el señor Rajoy ya no se discute ni en las barras de los bares (bars' bars que suena así como a "bárbaro") a la hora del aperitivo.
<(La imagen es una foto de igdelvalle, bajo licencia de Creative Commons) y se trata de un asistente a una de las numerosas manifas de la AVT en contra del señor Rodríguez Zapatero y que apareció con su perro ataviado de esta guisa...)
diumenge, 15 de juny del 2008
La tricolor, fuera del Parlamento.
Un grupo de antiguos presos políticos del franquismo acudió ayer a la capital del Reino a un homenaje que se les ha tributado. Recibidos en el Congreso de los Diputados por su presidente, señor Bono, la visita se hizo agria y acabó prematuramente cuando uno de los asistentes desplegó una bandera republicana. El dicho presidente había preparado una linda y sentida alocución diciendo cuánto deben España y los españoles al sacrificio de los luchadores antifranquistas muchos de los cuales no vivieron para contarlo y los que sí lo hicieron fue después de múltiples persecuciones y años de cárcel. Ante la llamativa provocación iconográfica, sin embargo, el señor Bono despachó a toda prisa y recriminó al abanderado que no permitía manifestaciones "no legales" en el hemiciclo.
¡Qué manera de perder los nervios y, con ellos, la posibilidad de ofrecer una imagen ecuánime, moderada y libre! La zozobra e incomodidad del señor Bono se echa de ver en la expresión "no legales", que revela su trasfondo autoritario, conservador, de derechas de toda la vida, como Dios manda. ¿Cómo que no legales? ¿Qué quiere decir eso? No existe el concepto de "no legal"; es un conjunto vacío. Las cosas son ilegales o legales y no hay más. Todo lo que no está expresamente prohibido (lo que es ilegal) está permitido (es legal) salvo que tenga uno el ánimo tan angosto como el señor Bono.
La bandera republicana es legal en nuestro país. Algunos creemos que no sólo es legal sino legítima y la tenemos como la bandera de la España real; la rojigualda es la de la España oficial y las dos son legales.
El Congreso ha visto otros tipos de banderas, la de la Falange sin ir más lejos. La Falange que con un aditamento tradicionalista, producto del genio sincrético del Caudillo a quien esto de los partidos le mareaba y sólo admitía uno, el verdadero, el suyo. No veo por qué no puede engalanarse de vez en cuando con la bandera tricolor, emblema del único régimen "nacional-popular" (como diría Gramsci) que ha tenido España en toda su historia. Por eso le fastidia al señor Bono que ya empieza a parecerse al Marqués de Bradomín, "feo, católico y sentimental".