A vuelapluma porque tengo mucho trabajo. Luego, por la noche, argumentaré algo más estas impresiones telegráficas:
1) El PP y el PSOE, Rajoy y Sánchez son el pasado. Rajoy el pasado medieval; Sánchez el pasado de la transición. Pero los dos pasados, convencionales, sin originalidad, ni empuje, ni siquiera gracia. Amortizados y mojamas. El primero debe irse ya; el segundo puede esperar un par de meses a que lo echen.
2) La intervención de Pablo Iglesias, lamentable. El odio al PSOE lo consume.La referencia a Anguita y Gerardo Iglesias lo sitúa en donde está y no sabe salir: la casposa revancha comunista. Lo de la cal viva, un golpe bajo e indigno y, además, estúpido, porque se ha equivocado de adversario.
3) Rivera, la revelación del día. Se ha comido a Sánchez. Él es el verdadero autor del pacto y él, el auténtico adversario al que Iglesias debería lanzar las críticas. Su reivindicación del centro y sucesor de Suárez es una buena jugada para absorber el electorado del PP y restar voto al centro izquierda.
4) Joan Tardá, la sola voz de un político y parlamentario de altura europea, capaz de hablar con gracia y contundencia del auténtico problema de Estado en España: Cataluña. Frente a él, Rajoy, Rivera y Sánchez forman la confusa amalgama del "no" sin razones, sin proyecto, vacíos.
Luego vuelvo.