Carezco de información suficiente para hablar.
dijous, 19 d’octubre del 2017
Palinuro en italiano sobre las lenguas en Cataluña
Carezco de información suficiente para hablar.
dilluns, 5 de desembre del 2016
Tampoco es tan grave
dilluns, 22 de febrer del 2016
El arte contra el tiempo
dissabte, 22 de febrer del 2014
Desarme simulado en diferido.
dissabte, 12 d’octubre del 2013
La mancha revolucionaria.
dimecres, 19 de desembre del 2012
Los útimos momentos de Pompeya.
divendres, 3 d’agost del 2012
Cuando te rescatan, se te pone esta cara.
dijous, 2 d’agost del 2012
Hablando claro.
dimarts, 14 de juny del 2011
Evviva Italia!
La gente va despertando en todas partes; en los países árabes, en España, en Italia, parece que en China también en donde miles de trabajadores llevan días enfrentándose a la policía y al ejército. La aldea global se pone en marcha. La multitud está harta de que la mangoneen, la lleven de aquí para allá, le digan lo que tiene que hacer y pensar, la estafen, la opriman, la apaleen y encima se rían de ella. Gracias a las tecnologías de la información y la comunicación todos estamos relacionados con todos y nos enteramos de todo si nos interesa. Cada vez hacen falta menos intermediarios: políticos, comunicadores, periodistas, profesores, no digamos tertulianos que normalmente no tienen ni idea de lo que hablan. La gente está, estamos, porque nos afecta a todos, recuperando el principio de la autonomía kantiana que nos había sido arrebatado por unas organizaciones complejas políticas, económicas, mediáticas, cuyo primer objetivo era mantener en la sumisión infantil a aquellos a quienes servían y que, paradójicamente, eran su única razón de ser. Todo eso parece estar acabándose. La gente, la multitud, quiere decidir por su cuenta, sin escuchar ya las "explicaciones" de cientos y miles de expertos responsables de una crisis de la que saben tanto como Palinuro del cultivo de angulas en criaderos.
El ejemplo más reciente que hay que aplaudir a rabiar es ese maravilloso voto/bofetada que el electorado italiano ha propinado al imbécil del bunga-bunga. Hace años que los italianos arrastran una situación lamentable, habiéndose puesto en manos de un menda tan ridículo como despreciable pero con su voto en los cuatro referéndums han recuperado no solamente la dignidad colectiva sino el lugar que les corresponde en la avanzada de los países desarrollados. Una vez más se comprueba que controlar las televisiones y los audiovisuales hasta la extenuación, como hace este pavo, no sirve para nada si la gente no quiere. Hay que corregir por tanto ese insulso saber convencional que siempre ha irritado a Palinuro de que los medios manipulan. Es verdad, los medios manipulan a quienes quieren dejarse manipular que, a veces son muchos, a veces pocos. Pero no pueden hacer nada si la gente decide tomar su destino en sus manos, que es de lo que se trata hoy. ¿Es imaginable que alguien se acerque a Intereconomía, por ejemplo, con ánimo distinto a que le calienten los cascos con una sarta de disparates? Son los medios que no informan pero adoctrinan. Esos conservan su influencia sobre auditorios irredentos cada vez más exiguos. Los otros pierden audiencia a chorros. La información circula por la red y, aunque gran parte de esta procede de los medios de comunicacion, va reduciéndose.
Ya empiezan a aparecer teorías no de la conspiración sino de los mismísimos sabios de Sión que explican con gran facundia cómo estos movimientos, el del 15-M en España, por ejemplo, son turbias maniobras del imperialismo yankee. Prestémosles la atención que merecen, que no es mucha, vive el cielo, y vayamos a lo que importa: la revolución que no ha hecho más que comenzar es mundial y tiene que serlo necesariamente porque, en la situación de globalización en que nos encontramos, es muy difícil que ningún país pueda encontrar soluciones como si fuera el Estado comercial cerrado de Fichte. A veces se señala como ejemplo el caso de Islandia pero esta isla y sus dependencias, con una población similar a la de Córdoba capital en España, carece de relevancia en el orden internacional y no es en modo alguno comparable a un país de cuarenta y cinco millones de habitantes. Es muy envidiable lo que allí se hace, sí; pero es como si se hiciera en Córdoba. Cuando hay que movilizar a cuarenta y cinco millones (y no hablemos de doscientos o de mil doscientos) lo de Islandia queda algo pequeño.
Definitivamente esta revolución sólo puede triunfar a escala global. Ella misma se expande de forma reticular. Lo ha hecho en España; tendrá que hacerlo en Europa porque muchos destinos españoles se cuecen en Bruselas; y tendrá que hacerlo en el mundo porque muchos destinos europeos se trajinan en Washington o en Pekín. Entre tanto felicitemos a los italianos por haber hecho un corte de mangas a este engominado majadero.
(La imagen es una foto de doenner 232000, bajo licencia de Creative Commons).
dissabte, 26 de febrer del 2011
Tres hombres y un destino.
Los tres hombres, muy distintos entre sí son Gadafi, Berlusconi y Camps. Gadafi es un apuesto barbián cuartelero; Berlusconi, un exuberante galán latino; Camps, un cacique de piadosa catadura. Pero su destino es el mismo: dar cuenta de sus actos, de los que son responsables a fuer de hombres, ante los órganos correspondientes, como cada hijo de vecino.
Ese es su destino, o debiera serlo porque los tres se han sublevado contra él y pretenden esquivarlo. Para lo cual los tres se escudan en el poder del que se valen no en interés de la colectividad sino en beneficio propio, al dictado del más primitivo instinto de los seres vivos, la supervivencia. En el caso de Gadafi probablemente en sentido literal pues la guerra en que ha metido el país es, como todas las guerras, a vida o muerte. En el caso de los otros dos, más en sentido figurado. La vida de Berlusconi ni la de Camps corre peligro, pero sí su condición jurídica que puede pasar de ciudadanos honrados e inocentes a delincuentes. Una muerte civil.
El poder político es al que se aferran; el de hacer las normas por las que se rige el común. Y, como se ve, ese poder político anda siempre rozando la guerra y, desde luego, el conflicto. Porque, ¿qué es lo que pretenden los tres parapetándose en el poder? De hecho lo que pretenden es que se les considere irresponsables de sus actos. Pero eso no se puede decir; es indecible. Así que se declaran prestos a rendir cuentas pero se valen del poder para impedir toda rendición. Gadafi a tiros; Berlusconi dictando leyes personales; Camps ganando unas elecciones.
En los tres casos el dinero es un elemento esencial, aunque cumple funciones distintas. En el de Gadafi se trata de una supuesta fortuna depositada e invertida en diversas partes del mundo. Una de esas montañas de dinero que los gobernantes cleptócratas acumulan en sus años de tiranía. Mobutu Sesé Seko era uno de esos ejemplos, y Duvalier en Haití, y Teodoro Obiang en Guinea o Ben Ali en Túnez. Supermillonarios que, en algún momento, deciden que hay que defender su riqueza a cañonazos.
Berlusconi posee otro tipo de fortuna. Acumulada mediante actividades industriales que puede que no hayan sido siempre legales. El acceso, o asalto, de multimillonario al poder se da en anticipación de algún proceso judicial por supuestas prácticas delictivas de carácter fiscal, financiero, etc. El dinero allana el camino al poder, como en los tiempos de Julio César o de los Medici o de los Rockefeller. Y el dinero permite conservarlo. No es disparatado pensar que el dinero es la argamasa que tiene unida a esa veintena de diputados procedentes de todos los demás partidos que han constituido un grupo independiente que se llama algo así como responsabilidad y garantiza que Berlusconi gane votaciones estando en minoría.
Berlusconi no solo gobierna en beneficio propio sino que se permite despreciar a los políticos a los que encuentra venales. Lo sabe él en sus libros de contabilidad.
El caso Fabra tiene unas dimensiones menos épicas pero más bufas. No parece que Camps se haya enriquecido como un Gadafi ni que tenga un fortunón que defender como Berlusconi. Nadie lo acusa de eso. Las acusaciones son de unas minucias, unos cohechillos, pero gracias a los cuales presuntamente otros se han llevado millones ilegalmente. Camps no puede liarse a tiros como Gadafi ni dictar leyes como Berlusconi; le falta poder. Así que ha decidido someterse al veredicto popular. Si se pretende juzgarlo mediante jurado, ¿qué mejor jurado que un plebiscito? De ese modo, el curita lleva meses componiendo la imagen del Ecce homo para que, al final, sea el pueblo el que lo aclame. Al margen de que haya o no tal aclamación, que está por ver, conviene recordar que la más afamada vez en que se recurrió a este proceder, el pueblo eligió a Barrabás. Claro que también podría ser Camps.
Pero el destino es común y tarde o temprano los tres tendrán que rendir cuentas de sus actos ante los órganos correspondientes que no son el ejército, el parlamento ni los electores sino los jueces. Y lo harán porque los tres son presuntos delincuentes.
(La primera imagen es una foto de El País, que dice es una toma de la TV libia. La segunda una de By Shealah Craighead, en el dominio público por ser una foto del Gobierno de los EEUU vía Wikimedia Commons. La tercera es de Carlesmari, bajo licencia de Creative Commons).
dimecres, 16 de febrer del 2011
Delincuentes políticos y políticos delincuentes.
dimarts, 15 de febrer del 2011
Candidato Gürtel.
Reunión de urgencia del Comité Electoral Regional del PP del País Valencià. Resultado: unanimidad búlgara para nombrar a Camps candidato a la presidencia de la Comunidad Autónoma valenciana. Acto seguido, envío de dicha decisión al estilo prusiano a la sede nacional del PP en la calle Génova de Madrid con un lacónico comunicado en el que se lee textualmente que el Comité Electoral Nacional deberá ratificar la propuesta elevada por el PPCV. Deberá, imperativo; no deberá de, posibilista, desiderativo. Obviamente los valencianos piensan que el Comité Electoral Nacional es un órgano ratificante; como las Cortes de Franco. O sea, perfectamente inútil.
La taxativa comunicación quiere emplazar a la dirección nacional del PP ante un hecho consumado. Era la táctica preferida de Hitler. Y no estoy comparando a Camps con Hitler. Es obvio que no tienen la misma talla y no me refiero a la de los trajes. Hitler lo hacía porque podía: te descuidabas y había invadido la Unión Soviética. Camps y el PPCV lo hacen por si cuela. Tienen conciencia de su subordinación. Los traiciona el verbo elevar hablando de su propuesta. Sólo se eleva algo a lo que está más alto. Y desde el punto de vista de la derecha lo que está más alto prevalece siempre sobre lo que está más bajo.
Camps ha retado a duelo a Rajoy. Habrá analistas que digan que ha echado un órdago; cada cual con sus aficiones. El intríngulis es que Rajoy tendrá que pronunciarse, cosa que, al parecer, le molesta. Tendrá que decir sí o no. ¡Ah, que no quepa nombrar al "curita" embajador ante la Santa Sede! Podría, si las cosas se ponen muy mal, solicitar santuario en la basílica de San Pedro, escenario adecuado a la idea que tiene de sí mismo. Como El Escorial lo era para la que tenía Aznar también de sí mismo y de su prole. En la derecha siempre han gustado mucho las películas de Samuel Bronston.
Hay quien dice que si Rajoy no se ha pronunciado todavía es porque Camps conoce cosas cuya revelación le haría daño. Cuando se llega al fondo de la naturaleza humana nunca se sabe, pero me atrevo a decir que no hay tal. No creo que Camps pueda chantajear a Rajoy en algo más que en insinuar que puede alzar bandería propia en el Reino como Cascos lo ha hecho en la siempre indómita Asturias. Porque esa es una preocupación real. Rajoy teme no lo que pueda decir Camps sino lo que pueda hacer. El PP no resistiría una escisión valenciana. Francisco Camps es capaz de cualquier cosa una vez que ha decidido defenderse en el ámbito jurídico con armas políticas, como Berlusconi.
Y lo es porque el hombre no debe de regir ya del todo bien, sometido a una tremenda presión social y mediática de dos años de duración. Sus actos nunca han sido enteramente comprensibles pero, de un tiempo acá, revelan rasgos patológicos. Ese obstinado silencio ante la prensa es tan lamentable como lastimoso. Y de nada le sirven, (al contrario, lo obnubilan) las loas de la televisión valenciana y las defensas públicas de Ritá Barberá, como una dueña dolorida. Así las cosas Rajoy sólo puede desautorizar a Camps y esperar que la derecha valenciana no se eche al monte. Lo que no puede es tener un candidato sentado en el banquillo de los acusados. Porque acabarán llamándolo el candidato Gürtel. Y muy mal deben de ver las cosas los valencianos para no permitir que Rajoy pueda decidir sabiendo si el juez abre la vista oral o no con Camps de acusado. Y ojo porque a veces los cachazudos se vuelven flamígeros.
Como si se tratara de una obra de Aristófanes, cientos de miles de ciudadanas salieron el domingo a la calle en Italia a decir a Berlusconi que ya basta de humillar y maltratar a las mujeres. El comediógrafo griego viene a cuento aunque no lo parezca. ¿No ha invocado una senadora belga el ejemplo de Lisístrata para pedir a las mujeres de los políticos que los tengan en abstinencia sexual en tanto no compongan gobierno? Lo que no sé es qué resultado dará en un país rebosante de católicos y protestantes tan respetuosos con el débito conyugal.
Berlusconi se defiende sosteniendo que él jamás ha pagado por las mujeres ya que una de las acusaciones es haber obtenido los favores de prostitutas menores de edad a cambio de dinero. Pero esa defensa es en verdad el mayor ataque a la dignidad de las mujeres porque, si no es por el dinero, ¿por qué otro don consigue Berlusconi a las mujeres?
(La primera imagen es una foto de mercedesalonso, bajo licencia de Wikimedia Commons. La segunda, una foto de Ricardo Stunckert/PR Agência Brasil[1]), también bajo licencia de Wikimedia Commons).
dijous, 20 de gener del 2011
China, EEUU, derechos humanos.
Barack Obama, leyó ayer la cartilla en materia de derechos humanos a Hu Jintao, secretario general del Partido Comunista Chino y presidente de la República Popular China. Éste encajó el golpe de un modo que todo el mundo ha considerado abierto y ejemplar y, en tono algo lastimero, dijo que se había hecho mucho, pero quedaba mucho más por hacer y que lo harían, pero sin injerencias. Añadió Hu Jintao que China está comprometida con la universalidad de los derechos humanos, pero que el personal debe tener en cuenta las especifidades de cada país; lo que, junto a la no injerencia, equivale a una declaración de superioridad de la razón de Estado sobre los derechos humanos. No obstante, los medios de comunicación en todo el Occidente han aplaudido a rabiar el "nuevo espíritu" de la dirección china y la valentía de Obama de plantear el asunto al visitante de modo sincero, candid, dice el Presidente.
¡Ah, la superioridad moral de Occidente! Ahora ya podemos sentarnos a hablar de cosas serias: el contrato con Boeing por 14.100 millones de euros y asuntos de esa enjundia. Con razón nadie pareció acordarse de Liu Xiaobo, el sucesor este año del flamante premio Nobel de la Paz el pasado, Mr. Obama. Al margen de otras consideraciones, la verdad es que Hu Jintao ha estado muy prudente, muy moderado, quizá en exceso. Otro en su lugar podría pedir a Obama, a los EEUU, sus títulos para exigir a los demás respeto a los derechos humanos cuando, como todo el mundo sabe, los EEUU:
1) Conservan la pena de muerte y la aplican.
2) Tienen un centro de secuestro de personas en Guantánamo en donde practican la tortura y violan todos y cada uno de los derechos humanos a ciudadanos de otros países.
3) Recurren a la tortura cuando juzgan en juego sus "intereses nacionales"; es decir, siempre.
4) Sus servicios secretos secuestran personas a lo largo y ancho del mundo y las mantienen en centros secretos, sin ninguna consideración para sus derechos humanos.
5) Invaden otros países u organizan golpes de Estado en ellos, asesinan a sus gobernantes y masacran a sus poblaciones.
Algún espíritu exigente añadiría a esta siniestra lista la derogación de la ley de salud pública de Obama, con lo que se atenta contra el derecho fundamental a la salud de millones de gentes de su propia población. La niña de los ojos de Obama quien, por cierto, como presidente negro sabe de sobra que en su país los negros son, en muchos aspectos, ciudadanos de segunda. Basta con mirar la población penal y el porcentaje de african-americans en las fuerzas armadas. Y no andan lejos los latinos.
Así que por muy lamentable que sea la situación de los derechos humanos en China, por estos pagos debiéramos barrer nuestra casa antes de decirle al vecino cómo tiene que limpiar la suya. Y hablo en primera persona del plural porque en Europa no andamos tampoco sobrados. ¿O no era un derecho fundamental la igualdad ante la ley? Para responder échese una ojeada a Italia en donde Berlusconi no solo no piensa comparecer ante los tribunales sino que pretende empapelar a los fiscales porque dice que son de izquierda. Y lo hace a su manera, en un vídeo grabado en la sede de la presidencia del Consejo de Ministros y difundido por sus cadenas.
O, para mayor diversión, mírese el caso de Suiza, en donde la policía ha detenido a Rudolf Elmer, el exbanquero que entregó datos de cuentas secretas a WikiLeaks porque, según se dice, al revelar secretos de millonarios que pueden haber defraudado al fisco en sus países esta violando la ley suiza, con lo cual quieren procesarlo; es decir, no pretenden derogar una ley que ampara presuntos delincuentes y convierte a Suiza en un paraíso fiscal de hecho, sino que van por el que quiere acabar con eso. Y son los defensores de la universalidad de los derechos humanos.
No quiero alargar indebidamente la entrada pero ¿cómo están los derechos humanos de las poblaciones inmigrantes hoy en casi todos los países europeos, los gitanos, los rumanos, los norteafricanos, los subsaharianos, etc?
Ya sé que todo lo que sea hablar de derechos humanos será poco y que hay que denunciar cualquier atentado contra ellos. Por eso mismo.
(La imagen es una foto de US Department of State y está en el dominio público.
dimecres, 15 de desembre del 2010
Arde Italia.
El estado de alarma en que vive España se prolonga hasta mediados de enero. De los ribetes políticos de esta decisión ya se encargarán las tertulias, todas de derecha, de informar. Será a base de insultar a Zapatero por hacer lo que ellos, los tertulianos, aplauden. Mano dura. En cuanto a los ribetes filosóficos, puede echarse el estado de alarma en el saco del estado de excepción permanente del debate teórico-político contemporáneo a lo Alain de Benoist o Giorgio Agamben, que no sé si encajará en ese estado de excepción permanente con el que, según Zapatero, ha acabado el estado de alarma, lo que no deja de tener su ironía.
En todo caso, en estado de alarma, España es una balsa de aceite comparada con Italia, en donde no hay estado de alarma probablemente porque hasta ahora se ha mantenido el estado de excepción permanente que es la peculiar forma de gobierno de Silvio Berlusconi. Una forma que cabe calificar de cleptocrática porque en ella parte importante de la labor del ejecutivo y el legislativo consiste en blindar al primer ministro frente a la acción de la justicia por un rosario de presuntos delitos. Otra parte importante se va, al parecer, en jolgorios y fiestas que traen reminiscencias de la Roma escandalosa bajo los doce césares de Suetonio. Cleptocracia y commedia dell'arte. El resultado de la moción de censura de ayer parece un espectáculo de Arlequín, Polichinela, Tartaglia, Pantalone, dottore, Colombina, etc.
Berlusconi ha salvado su gobierno con la ayuda de cinco tránsfugas, dos de Italia dei Valori, de Antonio di Pietro, el famoso fiscal de mani pulite, uno del Partito Democratico, la izquierda para entendernos, y dos de Futuro i Libertà, el partido de Gianfranco Fini, hasta ahora coaligado con Berlusconi. Lo irónico es que los dos primeros partidos eran firmantes de la moción de censura. Y lo sangriento, esos dos de la Italia dei Valori que presuntamente se han pasado a Berlusconi merced a otros valori. Última y amarga enseñanza para di Pietro. Porque la votación era muy reñida, era la ocasión de echar, por fin, a Berlusconi. La prueba es que fueron a votar hasta las parturientas. Una de ellas en una silla de ruedas.
Aunque en el Senado la votación fue más o menos normal, dado que el Gobierno tenía la mayoría asegurada, en la Cámara de los Diputados la cosa se caldeó, sus señorías llegaron a las manos, la bancada del gobierno hacía pedorretas a una frustrada oposición. Todo como en una película de Comencini con Alberto Sordi. El Gobierno sobrevive por un puñado de presuntos tramposos pero no alcanza la mayoría absoluta por lo que puede quedar legislativamente paralizado. Si bien tratándose de Berlusconi nunca se sabe. Su idea es que las instituciones y órganos del Estado deben ser infinitamente maleables en sus manos, como los consejos directivos de sus empresas. Y no se anda con circunloquios: lo que le molesta, lo compra; lo que no puede comprar, trata de hundirlo.
Berlusconi es quien mejor simboliza la política postmoderna, la política sin política, sin valores, sin estrategias, sin proyectos, sin ideología, salva una mezcla primitiva de nacionalismo, chabacanería, conservadurismo y cinismo. Todo ello con una actitud agresiva hacia cualquier tipo de oposición. Y funciona. Esos dos diputados de Italia dei Valori son la prueba viviente de la verdad de una antropología pesimista y negativa. Tangentopoli è tornata y precisamente frente a di Pietro.
Pero la farsa del Palazzo Madama y del Montecitorio incendió Italia entera. En Roma, después de una manifa de cientos de miles, ha estallado la violencia, con cientos de heridos, detenidos, coches incendiados y destrozos de todo tipo. Los violentos, los antisitema y bla, bla, bla. En otras ciudades italianas, Turín, Génova, Bari, Nápoles, Palermo, Bolonia, Florencia, Venecia, la situación está también alborotada. Es un estallido, una protesta espontánea de diversos sectores sociales que coinciden en su aversión a Berlusconi. Recuérdese que es el único país en que los ciudadanos se manifiestan al grito de No Berlusconi Day. Pero en Roma se han dado los choques más violentos. En el video puede apreciarse una pequeña muestra
Ha habido escenas impresionantes. La Repubblica trae una secuencia de fotos de un policía a punto de ser linchado empuñando la pistola. Realmente hay una sensación de frustración y hartazgo con este menda (al que ya partieron la boca hace un par de meses) que cada vez aflorará en brotes más violentos a la vista de cómo un tangentopolita en estado puro ha corrompido todas las instituciones y convertido Italia no sólo en un bazar de truhanes, sino en el hazmerreír de Europa. Estoy seguro de que hasta sus aliados europeos habrían acogido con un suspiro de alivio un triunfo de la moción de censura para que se fuera il coglione.
Pero ahí sigue. Y la pregunta se plantea ahora a la izquierda: ¿cómo, habiéndose llegado a este extremo de depreciación de la actividad pública, de degradación de la democracia, es incapaz de presentar una alternativa ganadora? Porque está silente como un guijarro de río. A la izquierda le sucede lo contrario que a la derecha, como es lógico: cuando no tiene nada que decir, enmudece; a diferencia de la derecha que cuanto menos tiene que decir, más vocifera.
(La imagen es una foto de rogimmi, bajo licencia de Creative Commons).
dijous, 8 d’octubre del 2009
Se acabó la farsa.
La Corte Constitucional italiana ha devuelto la dignidad a los italianos impidiendo que se consume la última arbitrariedad de ese indeseable que tienen de primer ministro de ponerse por encima de la ley. Un intento de reventar el Estado de derecho atacándolo en su misma médula, el imperio de la ley y el principio de igualdad de todos ante ella con igualdad de responsabilidad. La intención de que alguien, él en concreto y dos o tres cargos más, para disimular, no sean responsables por sus actos.
De inmediato ha dicho Il Cavaliere que la decisión es política y que el Tribunal Costitucional está lleno de izquierdistas que, ya se sabe, lo persiguen contra todo derecho. Estos personajes, estos Berlusconis, Aznares y Rajoys son iguales en todas partes: juegan a la democracia y al Estado de derecho mientras les conviene pero, si las cosas se tuercen, tiran contra ellos, los deslegitiman porque, en el fondo, no son demócratas; ni siquiera son políticos sino sátrapas arbitrarios acostumbrados a hacer lo que quieren e imponer su voluntad por los medios que sea en la esperanza de que gozarán siempre de impunidad. El señor Berlusconi tendrá ahora que comparecer ante dos tribunales de justicia, a responder por sus hechos. Igual que es de esperar que algún día comparezca ante otro el señor Aznar por la canallada de la invasión del Irak decidida contra toda legalidad internacional en las Azores.
(La imagen es una foto de fabbio, bajo licencia de Creative Commons).
divendres, 4 de setembre del 2009
La corrupción como Gobierno.
El gobierno del señor Berlusconi en Italia es el gobierno del capital. No el de un sistema económico o político puesto que los sistemas no gobiernan, sino el de una persona concreta que en su hacer y deshacer simboliza el espíritu del capitalismo en estado puro, esto es, poner todo, absolutamente todo al servicio de su interés personal. Si por corrupción hemos de entender el hecho de valerse de los bienes públicos en beneficio del interés privado, el gobierno del señor Berlusconi es la quintaesencia de la corrupción, es la corrupción como forma de gobierno.
Ayer dimitía Dino Boffo director del Avvenire, el diario de los obispos, como resultado de un ataque personal en un periódico de la familia de Berlusconi, firmado por su director, Vittorio Feltri. Feltri es un periodista de rompe y rasga, relacionado de antiguo con Berlusconi, director durante una época del Giornale, propiedad de Berlusconi, tras la salida de Indro Montanelli. Feltri pasó a dirigir su propia publicación hasta que el veintiuno de agosto de este año, en plena guerra contra los medios, Berlusconi lo contrató de nuevo para dirgir Il Giornale con un salario al parecer de potentado, de tres millones de euros anuales, tengo entendido, así como otras gabelas. Su misión es responder desde los medios con artillería pesada a todos los ataques de los medios contra Berlusconi. Parece haberlo dicho él mismo, que su función es mirar entre las sábanas de quienes miran entre las sábanas de los demás. Es una estrategia bien orientada porque se inspira en la sabiduría de dime de qué presumes y te diré de qué careces
Es punto crucial de la democracia que el Estado carezca de medios de comunicación, aquellas figuras de periódicos, radios o televisiones de titularidad pública cuyos partidarios defendían diciendo que el Estado necesita protegerse de los asaltos mediáticos, entre otros. Frente a esto se argumenta que los medios se orientarán al bien común pero, en el fondo, el que se beneficia es el propietario del medio, en este caso Il Giornale. En el fondo, ¿cuál es la diferencia entre esta situación y aquella en la que el Estado era propietario de un medio de comunicación? Ninguna de importancia y aquella fórmula es mucho más creible puesto que el dueño del medio privado es, precisamente, el presidente del Gobierno. La corrupción es completa: el presidente del Gobierno controla los bienes públicos para beneficiarse personalmente. Bienes públicos como la libertad de prensa, a su servicio personal. Se dirá que El Giornale no es propiedad del Estado italiano sino del señor Silvio Berlusconi que lo pone a su servicio que es la base misma de la corrupción.
El ataque de Berlusconi a los medios toma la misma vía que la del Pocero en España: aplastar al contrincante en procesos judiciales, querellas por calumnias, quebrarle el espinazo a base de dinero. Dinero, algo que sobra al señor Berlusconi y que le permite gobernar Italia en provecho propio. Cosa que hará, probablemente, todo aquel que, teniendo poder político, es propietario de medios de comunicación.
(La imagen es una foto de rogimmi, bajo licencia de Creative Commons).
dimecres, 15 de juliol del 2009
Amo Italia.
A pesar de Berlusconi, Italia sigue siendo un país de ingenio, inventiva y audacia. Aunque muchos ciudadanos, demasiados para mi gusto, voten al Cavaliere, que es como cuando aquí votaban a Aznar, su amigo y gracias a quien el partido de Berlusconi ingresó en el Partido Popular Europeo (PPE), muchos otros son originales, atrevidos y capaces de empresas nuevas que alegren la vida.
El cómico Beppe Grillo, un artista de la talla de Nanni Moretti y con similar tendencia de izquierda, quiere ingresar en el Partido Democrático (PS), esto es, el gran partido de la izquierda italiana, en el que se agrupan los restos del naufragio de los comunistas con los socialistas, socialdemócratas y varias personalidades y tendencias. Y quiere hacerlo para presentarse a las primarias y optar a la secretaría general del partido. Cuando la izquierda italiana se encuentra en sus horas más bajas, incapaz de articular una defensa frente al avance imparable de la mezcla de reaccionarismo, populismo, machismo y simple mal gusto que representa Berlusconi, la pretensión de Grillo equivale a una provocación en toda regla.
Al menos así lo entiende la dirección del PD que publica una artículo en su página web titulado Mi si nota di più se li insulto o se mi candido? en el que se rechaza indignadamente la intención del cómico, recordando que lleva años "insultando" al PD, que sólo busca publicidad, y que el partido es una cosa "seria" y no cabe burlarse de sus militantes y votantes. Cita a tres dirigentes (Fassano, Melandri y Bersani) cada uno de los cuales niega que el PD sea un taxi, en el que cabe subirse pagando un precio, un travía o un autobús. Lo que ha llevado a Grillo a la tesis de que no sabemos qué sea el PD sino solamente que no es un vehículo de motor. Pero nada más. El partido está desarbolado y votar por Franceschini, como antes por Veltroni o Dalema, políticos de vieja escuela, sin ímpetu, no sacará a la izquierda del marasmo.
Pero el PD se ha decidido oficialmente: no permitirá la inscripción de Grillo lo que, a mi modesto entender no es una decisión inteligente, aunque sea constitucional. Se entiende la incomodidad de los políticos a la antigua usanza partidista; pero no es justificable. Grillo es un revulsivo y las organizaciones que no pueden integrar revulsivos, están muertas. El cómico aportaría aire fresco al discurso político, puntos de vista originales y atrevidos, como ya lo viene haciendo, y ayudaría a la izquierda italiana a recuperar una voz y un prestigio que lleva años perdiendo. Supongo que habrá gente que lo apoye, especialmente en la blogosfera. Al menos desde aquí recomiendo al señor Grillo que trate de conseguir la afiliación vía internet registrando sus datos en la sección Tesseramento online. Y veremos qué sucede.
Ojalá prospere la candidatura de Grillo o, en caso contrario, sirva para promover un debate en la izquierda italiana que saque a ésta y, con ella, a la europea, de su modorra. Y espero asimismo que la blogosfera tenga también aquí una actitud relevante, como la que ha tenido al convocar la primera huelga de blogueros del mundo, que se produjo ayer, catorce de julio. Protestan los cibernautas italianos contra el proyecto de ley del ministro Alfano que endurece y, sobre todo, encarece el ejercicio del derecho a la libertad de expresión al establecer una obligación de rectificación y elevadas multas en el caso de rectificación. Me sumo a la protesta y coincido con la opinión de los blogueros italianos más decididos: basta con el código penal para prevenir y castigar los posibles delitos de injurias, calumnia o contra el buen nombre o el derecho a la intimidad.
(La primera imagen es una foto de rogimmi, bajo licencia de Creative Commons).