
Acertaba en toda la línea. La traducción al español de la carta de Jocker incluía una morcilla de matute que alteraba el texto original para hacer decir a Juncker que la independencia de Cataluña no sería reconocida por la UE. De inmediato se formuló la correspondiente denuncia: alguien, algún funcionario, había trucado el mensaje con la fraudulenta intención de que la UE apoyase la posición del gobierno español. En un primer momento, las autoridades descartaron la mala intención y adujeron que era un error de traducción. Unos días después, sin embargo, ya reconocen que hay indicios de mala fe y deliberada manipulación del texto.
En consecuencia, la campaña de Org.com para conseguir que las autoridades abran una investigación oficial y se sepa quién manipuló el texto y por orden de quien, debe seguir.
Casi se ha alcanzado un objetivo de 7.500 firmas. Quien quiera firmarlo, puede pinchar aquí.