dissabte, 21 d’abril del 2018
El silbo terrorista
diumenge, 7 de juny del 2015
Enhorabuena al Barça.
Enhorabuena al Barça y a todos sus seguidores de un español que sí quiere a los catalanes, aunque no sea futbolero y siente sus éxitos como propios.
dimarts, 2 de juny del 2015
Entre pitos y flautas.
Es la sonrisa que esboza (las sonrisas siempre se esbozan) cualquiera que vea cómo este gobierno es tan incompetente que se obstina en meterse en problemas de los que no sabe salir si no es dando manotazos y haciendo más el ridículo. Desde la última pitada ha tenido, creo, doce meses para buscar una solución o cuando menos mitigar una escandalera a la que dan tanta importancia pues lo consideran algo trascendental.
dilluns, 20 de maig del 2013
La nación por nación interpuesta.
En realidad esa pancarta podría estar financiada por la presidencia del gobierno ya que se limita a hacer visibles las contundentes palabras de Rajoy (debe de ser en lo único en que es contundente) en el sentido de que España (o sea, él) no va a reconocer la independencia de Kosovo, porque, según dice, "no reconoce las declaraciones unilaterales de independencia". Así pues, avisados quedan los catalanes.
dissabte, 4 d’agost del 2012
El ser y el parecer.
- Voz primera: en las más negras horas de la nación esta encuentra bálsamo con la victoria de la hija de la Patria.
- Voz segunda: el gran triunfo de Belmonte está ensombrecido por la lamentable situación de su país y el negro futuro que espera al deporte.
divendres, 27 de juliol del 2012
Tres reflexiones melancólicas.
Todo es ideología.
dimarts, 24 de juliol del 2012
Sentido del ridículo.
dilluns, 2 de juliol del 2012
Grandeza y miseria.
dijous, 28 de juny del 2012
La ilusión y la realidad.
dissabte, 9 d’agost del 2008
Fuegos artificiales y fuego real.
Menudo espectáculo montaron ayer los chinos en la inauguración de los Juegos. Según Le Monde tuvieron una audiencia de cuatro mil millones de telespectadores. Ni Dios mismo que bajara de los cielos a dar un mensaje a la humanidad despertaría tanta atención. Todos los corresponsales que he leído y he visto estaban literalmente destripados de admiración y se hacían lenguas de lo que veían o habían visto, casi babeando. Desde luego que el espectáculo que el cineasta Zhang Yimou lleva tres años preparando fue grandioso, incluso fascinante en varios sentidos, la sincronización, los fuegos de artficio, las gentes volando, el ritmo de masas, las referencias al pasado milenario. El mundo se quedó con la boca abierta y anheló ser un poco chino. Fue el momento de la afirmación mundial de loa República Popular China. China is back! en la historia y en el escenario mundial, orgullosa, consciente de sí misma.
Y no vengan Vds. tocando los sanfermines con eso de los derechos humanos que ni Vds. mismos respetan ni saben qué son. Nadie puede dar lecciones a la milenaria cultura china que sabe por su larguísima experiencia qué tiene que hacer. El mensaje estaba claro en esos 12.000 participantes, bailarines, tamborileros, atletas, figurantes que ejecutaban sus tablas de forma exacta, milimétrica. De ellos, 9.000 eran soldados del Ejército Popular de Liberación, la columna vertebral del régimen chino. Lo cual explica que las tablas salieran perfectas. Pero también ilustra de cómo ve ese régimen la cuestión de los derechos humanos que es cosa que trata de los individuos y, según pudo verse ayer, el Estado chino lo que quiere son masas, masas disciplinadas. Los individuos aquí cuentan poco y eso de que sean "fines en sí mismos", como dice Kant y el valor máximo sobre la tierra no significa gran cosa en una sociedad que, no siendo igualitaria, es muy colectivista.
El reconocimiento de la grandiosidad y suntuosidad de la apertura no obliga a deponer la actitud crítica en relación con la China. El Estado les dará el valor que quiera pero los derechos humanos lo tienen y muy alto. Que los Estados occidentales, a su vez, los usen para disimular sus tropelías no les resta ni un adarme de ese valor. Junto a Confucio, el filósofo del Estado y el estamento, se encuentra Lao Tsé, el del cosmos y el individuo, no menos chino que el anterior, aunque los que organizan desfiles y paradas (pues desfiles y paradas fueron las de anoche) suelen olvidarlo.
En fin que me hubiese gustado estar allí pero a esa misma hora (local aquí) estaba en el parque de El Retiro, pues llevamos a Ramoncete a ver los guiñoles (post más abajo).
El caso es que, mientras los ojos del mundo estaban pasmados viendo la que habían montado los chinos, los georgianos ocuparon la separatista Osetia del Sur y machacaron su capital, Kinvali, con carros y artillería pesada. Un golpe premeditado con alevosía para aprovechar el momento. La misma milimétrica exactitud que mostraron los chinos en sus fuegos de artificio mostraron los georgianos en los fuegos reales. Los rusos respondieron de inmediato, enviando una columna de blindados y artillería, que entraron en Osetia y ayudaron a repeler a los georgianos. Al final la capital ha quedado muy dañada y no está claro en manos de quién ha caído. Ha habido muchos muertos pero la cifra es insegura. El presidente de Osetia, Eduard Kokoity, habla de 1.800, cantidad sin confirmar.
El caso es que hay guerra entre Rusia y Georgia. Era de ver cómo conferenciaban muy serios los señores Bush y Putin, los dos en Pekin mirando embobados los fuegos artificiales. Los occidentales piden un alto el fuego inmediato y los rusos dicen que están repeliendo un ataque y defendiendo a los suyos tanto a las fuerzas de paz como a sus nacionales en Osetia. No hay que olvidar que Osetia tiene una composición étnica de 65% de osetios y 35% de georgianos pero, de la mayoría osetia muchos tienen nacionalidad rusa. Por supuesto, los osetios o la mayoría de ellos quieren la independencia de Georgia (en realidad ya tienen una independencia de hecho que sólo reconocen ellos) y su integración en Osetia del Norte, dentro de Rusia. Por eso han pedido formalmente la intervención rusa.
Ésta puede darse y está dándose de dos modos: mediante la invasión militar tradicional, ocupando Osetia e incluso Georgia; o mediante la llegada de voluntarios. El ataque georgiano ha levantado las iras de Osetia del Norte que está enviando voluntarios; también se suman los temibles cosacos del Don, que disfrutan de un privilegio especial y colaboran con la milicia y la policía rusa. En el mapa (del International Crisis Group, que autoriza su reproducción libre sin condición alguna) puede verse la difícil situación de la pequeña república de setenta mil habitantes: los georgianos sólo controlan la zona que ocupan las ciudades que administran, un tercio del país, y la capital está bajo control osetio. Por eso han intentado destruirla.
A su vez, el presidente de Georgia, Mijail Saakaschwili ha pedido la intervención de los Estados Unidos (EEUU). Ya tenemos el esquema de la guerra fría: las dos superpotencias frente a frente. Se recordará que en abril de este año, en una cumbre de la OTAN, el señor Bush vino pidiendo que se admitiera a Georgia y Ucrania, cosa a la que los demás miembros se negaron. Si hubieran aceptado, a lo mejor se encontraban los países de la OTAN, entre ellos España, en guerra con Rusia, perspectiva poco halagüeña. Recuérdese que la doctrina OTAN presupone que cada miembro considera como un ataque cualquier ataque que se haga a otro miembro, doctrina de la intervención forzosa.
No hace falta decir que el asunto está mezclado con el de la geopolítica energética mundial. Georgia es punto de paso de importantes oleoductos, Osetia del Sur lo es de los mayores proyectos rusos de oleoductos y gasoductos. Si hay un escenario típico para mostrar una guerra posmoderna o guerra del petróleo es éste. En los próximos días se verá si este conflicto hace palidecer a la olimpiada de Pekín o, al contrario, los juegos se imponen y fuerzan una solución diplomática de un conflicto que, si no se resuelve pronto, puede poner el petróleo todavía más por las nubes.
(La imagen es una foto de anwer 2007, bajo licencia de Creative Commons).
dijous, 7 d’agost del 2008
En Pekín, de política ni mu.
¿Queda claro? Lo dice el Comité Olímpico Internacional; lo dice el Comité Olímpico Nacional; lo dice el Gobierno de España; lo dice la señora vicepresidenta del tal Gobierno. Ciertamente, ¿qué esperaban vuesas mercedes que dijeran tan altas instancias y encumbradas personas? La Carta Olímpica Internacional, en su artículo 51,3, prohíbe toda manifestación política en un recinto olímpico. Curiosamente la versión española lo hace en el artículo 53,3. No me pregunten por qué porque no pienso perder el tiempo averiguándolo. A su vez la señora De la Vega, al recomendar a los atletas que se callen, invoca el art. 50, 3. Da igual, el caso es que hay que callarse.
Posiblemente ese artículo contravenga cientos de constituciones nacionales y decenas de solemnes declaraciones internacionales todas las cuales proclaman a los cuatro vientos la libertad de expresión, incluso en las dictaduras más atroces; posiblemente. La organización olímpica es una organización privada y supongo que puede darse los estatutos que le parezca, aunque si estos coliden con derechos fundamentales a lo mejor alguien plantea algún problema; posiblemente. La pertenencia a esta organización privada es voluntaria y como es lógico presupone la aceptación de las reglas, entre ellas la que excluye el largar de política. En todo caso si alguien está en contra lo que tiene que hacer es impugnarla antes de participar en las competiciones, que a lo mejor algún tribunal le da la razón.
Hasta aquí lo que los gobiernos y las vicepresidentas deben tener en cuenta a la hora de pronunciarse sobre la obligación de callar. Aunque uno piense que tanto el Gobierno de España como su Vicepresidenta quizá hubieran estado mejor a su vez callándose sobre el mandato de callar. Se entiende que no proclamen la necesidad de romper las reglas y protestar pues no les pagan para eso. Pero de ahí a convertirse en fiel correa de transmisión de la censura olímpica media un trecho.
Porque es censura y como toda censura inicua sea cual sea su respaldo legal. Ante la iniquidad que cada cual reaccione como quiera. Habrá quienes acepten el mandato por estar de acuerdo con él; habrá quienes lo acepten aun sin estar de acuerdo con él; y habrá (quiero suponer) quienes no lo acepten y lo quebranten arrostrando las sanciones que estén previstas. En eso consiste la desobediencia civil, actividad a la que siempre hay alguien que se dedica. Pero eso es un asunto de la conciencia de cada cual.
(La imagen es una foto de .ack online.de, bajo licencia de Creative Commons).
dimarts, 1 de juliol del 2008
Triunfo y fracaso.
Todo Madrid, al menos el más vociferante, se echó ayer a la Castellana a festejar el retorno de la selección nacional como si se tratase de las legiones que volvieran milagrosamente ilesas del bosque de Teotoburgo. Los tropos hiperbólicos y los ditirambos que ya se dispararon en el estadio vienés galoparon por las ondas como heraldos del renacer nacional. Hasta una escuadrilla de cazas surcó un par de veces el paseo histórico, el que vio deambular a Larra y Mesonero Romanos, trazando en el cielo los colores rojigualdas. ¿Qué más cabe pedir? Cientos de miles de ciudadanos envueltos en la bandera nacional o en alguna autonómica, pintado el rostro con los tonos patrios, tocando el bombo, soplando bocinas, revolviendo carracas, dando berridos o fotografiando todo lo anterior con las cámaras de los móviles daban fe, por sí y ante la historia, de la existencia de la nación española, siempre preterida, cuestionada, omitida. Estoy seguro de haber leído en algún lugar que no recuerdo (razón por la que no hay hipervínculo) al señor Rodríguez Zapatero diciendo que la victoria de Viena es la prueba evidente de que en España hay una nación capaz de grandes cosas. Lo de "capaz de grandes cosas" lo he puesto de mi Minerva, pero estoy seguro de que el Presidente dijo algo parecido, si no eso mismo. E si non è vero, è ben trovato.
Son magníficos los nacionalistas españoles. Se pasan el día diciendo que la nación que veneran goza de excelente salud pero se la chequean cada lunes y cada martes porque no se fían. Cada lunes y cada martes aparece alguien poniéndola en cuestión, a veces de muy malos modos. Y no un "alguien" que sea un "don nadie" sino alguien representativo de alguna opción nacionalista que representa a decenas de miles de votantes y hasta tiene o puede tener responsabilidades de gobierno in partibus. Cada señor Puigcercós diciendo que mientras no juegue la selección catalana la victoria española se la trae al pairo, por decirlo con cierto desenfado, equivale a una Castellana llena en Madrid. ¿Y cómo encajar aquí la imagen de los centros de ERC enarbolando la bandera de Alemania (¡quintacolumnistas!) en el encuentro? Sin duda el señor Puigcercós y el señor Urkullu de quien se se asegura que prefería que ganara Rusia o incluso (dice el plumilla del que tomo el relato) Turquía antes que España, actúan dentro de las pautas de una sociedad democrática, nadie puede imponerles el sentir de sentimiento alguno y no parece que la práctica del tambor batiente sea el modo de hacerlo. Antes bien, al contrario: más tambor de un lado, más tambor del otro. Cuando los nacionalistas vascos hablan de "choque de locomotoras" entiendo quieren decir topetazos como los machos cabríos.
Por algo dicen sus aficionados que el futbol es mucho más que un deporte. Es una luz, una empresa, un gobierno, un organismo internacional, una razón de ser. Una razón de ser de tanta ciudadanía celebrante. Igual que "el Barça es más que un club" y el PNV más que una sociedad anónima. El retorno de la selección vincitora coincidió con el desplome estrepitoso de las bolsas europeas. Cuanto más saltaba Luis Aragonés más se hundía el Ibex 35 que está hoy en los doce mil y pico cuando se comenzó el año con más de quince mil. La bolsa ha cedido un 20,9% según El País que aprovecha para titular: La Bolsa española cierra el peor primer semestre en 135 años de historia, un texto sin duda concebido para inyectar confianza en los mercados. Es una crisis (aunque el señor Rodríguez Zapatero diga que es opinable y que su opinión es que no la hay) ya en franca estampida en los mercados bursátiles internacionales. Ayer bajaron todas las bolsas en torno al 20%. Y una crisis de estanflación, de esas en que cualquier medida que se tome es contraproducente y en la que la recomendación más certera que cabe dar es: "no hagas nada, que es peor".
Por supuesto, todos los expertos están al cabo de la calle y saben perfectamente de qué se trata y cuáles son las causas, y por cada explicación que dan se cargan la que dieron hace seis meses. Según la señora Natalia Aguirre, directora de análisis y estrategia de Renta 4, "El año pasado se pensaba que la salida de la crisis crediticia iba a ser más rápida" y se "pensaba" seguramente con la misma seguridad con que hoy se piensa lo contrario. A veces no hace falta ni el paso del tiempo para que los expertos incurran en contradicciones que convierten sus juicios en piezas de frenopático. ¿Qué me dicen de la autorizada opinión de don Antonio López, de Fortis, quien dictamina que el segundo semestre será mejor que el primero porque en el primero se produjo una "importante aceleración de la ralentización económica, que nadie esperaba tan rápida"? ¿A que es genial?
Aparte de cargar con estos expertos en España pechamos con una crisis inmobiliaria propia, no inducida (es decir, además de la inducida) que amenaza con consecuencias catastróficas para los cientos de miles de hipotecados que aguantan un euríbor en el máximo histórico del 5,36%, lo que significa más encarecimiento de unas cuotas que ya los tienen contra las cuerdas. Según el mismo medio, Los expertos creen que el indicador "ha tocado techo," lo que quiere decir cualquier cosa desde que empiece a bajar hasta que siga subiendo, rompiendo el tal techo pues en este caso los expertos observarán que ellos hablaron de "tocar techo", no de no romperlo. Añádase en el hispánico coso una inflación del cinco por ciento, cuyo diferencial con la media europea sigue aumentando. A propósito, entiendo que hay aquí un interesante problema monetario que planteo como digresión: ¿cómo se refleja esa variación de inflación en el valor único de la moneda única? Al fin y al cabo, "moneda" quiere decir "testigo", indicador de algo, en este caso del valor de la moneda española. ¿Es posible que los euros fabricados en España empiecen a valer menos que los fabricados en Alemania? Teóricamente entiendo que no pero en la práctica creo que sí.
Debe de tener razón el señor Rodríguez Zapatero y verse la nación española unida en esa victoria de la Eurocopa. En todo lo demás, la nación española está de almoneda.
(La imagen es una foto de jose_herran, bajo licencia de Creative Commons).
dilluns, 30 de juny del 2008
¿Por qué gusta el futbol a todo el mundo?
Porque sí. Porque le ha tocado al futbol como podía haberle tocado al tenis o al balón volea y a la gente nos encanta sentirnos parte de alguna muchedumbre. En los Estados Unidos concita mayor interés el base ball pero el fenómeno es el mismo. Porque de algo hay que hablar, aparte del tiempo. Porque a veces se gana y a veces se pierde en sentido figurado, siempre más cómodo que rascarse el bolsillo. Porque la victoria es de todos y también la derrota y así nos sentimos propietarios de algo de mayor enjundia que nuestro hipotecado piso. Porque interviene la pericia y la suerte en cantidades variables, la primera a nuestro favor, claro es, y la segunda en contra nuestra. Porque es la continuación de la política y la guerra por otros medios, menos mortales para el espíritu o para el cuerpo. Porque se puede sacar la bandera sin parecer tonto y hacer el tonto sin parecer un patriota. Porque te codeas con Reyes y famosos de gustos sencillos, sanamente populares. Porque ocupa el trascurso completo de la vida del individuo, desde que es niño hasta que lo vence la edad. Porque es un espectáculo de no muy exigente comprensión, aunque siempre habrá quien diga que el futbol es una ciencia, como lo son sus antecesoras, la política y la guerra. Porque desinhibe pues se puede dar gritos sin tener que justificarlos como una clase de flamenco. Porque alterna la figura del individuo heroico y el trabajo de equipo. Porque da sentido a la vida en un sofá de Ikea. Porque permite interpretar la historia: España ha reconquistado la Eurocopa 44 años después de la primera y ha vencido a Alemania 63 años después de que lo hicieran los aliados. Porque hay que hacer quinielas.
Por cierto, España mereció ganar a todas luces. Dominó todo el tiempo y marcó el único tanto en un ejemplo de elegancia y sentido del ahorro: si un gol da la victoria, ¿para qué meter otro? Típico ejemplo de lo que llaman los teóricos de juegos el minimax.
divendres, 27 de juny del 2008
¡Rusia culpable!
"Asombro del mundo", "admiración de Europa", "España se hace grande" hasta los periódicos más serios aparecen hoy dando la nota hiperbólica, como si hubieran perdido la Minerva. ¡Qué fácil es contagiarse de patriotismo, chauvinismo, nacionalismo! Como si no se tratara del capricho de una esfera rodando por el cesped sino de la razón misma de la historia cabalgando por debajo de nuestras ventanas como dicen que vio Hegel a Napoleón al regreso victorioso de Jena. Y tanto más orgullosos cuanto menos motivos tenemos para estarlo en otros campos: científico, económico, industrial, musical, cultural, financiero, tecnológico...Somos una potencia futbolística. En la memoria de los más viejos del lugar, el gol de Marcelino que dio la victoria a España frente a la Unión Soviética (que, así, perdió por segunda vez la guerra en el solar hispano) en la Eurocopa de 1964 en el Santiago Bernabéu, ante el Caudillo y como fruto de los veinticinco años de paz que se había inventado en entonces ministro de Infomación y Turismo, señor Fraga Iribarne, sí, sí, el de ahora,
Y mañana o cuando sea, prepárate Alemania que, con todo tu orgullo teutónico, morderás el polvo ante la furia española. Pues si vosotros tuvísteis a Einstein, nosotros tenemos a Villa. Modestia aparte, somos la raza cósmica que José Vasconcelos predicaba de los mexicanos.
¡Que suba el euríbor, que vamos por la Eurocopa!
La imagen es un cuadro de Vasili Vereschagin, El resplandor del fuego de Zamockvorechie durante las guerras napoleónicas (1907)
¡Ay de los vencedores!
De los vencedores del Congreso del PP. Ganaron éste, pero no supieron (o no pudieron) hacer una candidatura integradora. Habitualmente entiéndese por tal un órgano colegiado compuesto por personas que se odian y a la primera ocasión reventarán el órgano en el que están si creen que ganan algo con ello. Sea como sea, con órganos compuestos tan solo por gente del botafumeiro vamos mal. No hace falta decir que se llama gente del botafumeiro a los que alaban al enemigo; quienes nos alaban a nosotros son fríos y distantes analistas que saben ver la verdad allí donde se encuentra: en la casa de mi Padre, decía Cristo, modelo de objetividad.
La señora Aguirre, una de las más botafumeirizadas de la historia, aprovechó la hora de medianoche, que es cuando las hadas convierten carrozas en calabazas y suaves sedas en paño basto para echar de sus chollos a los señores Lamela (el del Cristo del Severo Ochoa) y un tal señor De Prada que no parece haga la pelota a la jefa, cual se la hacen todos lo pelotas que la rodean como rodean a todo gobernante: muy bueno lo tuyo, jefe; qué precioso niño, ¿Qué hay de lo mío?
La señora Aguirre es "la cólera de Dios". No reposa, es rayo que no cesa ni acepta un no como respuesta. Esa permanente sonrisa sobre la que acecha una mirada de águila, fría, exacta, distante, que no soltará su presa. La señora Aguirre vuela alto y quiere que se le reconozca y de lo demás no se preocupa. Es una política audaz estilo Napoleón: primero, los hechos; las explicaciones, justificaciones, ideologías, después.
Una invitación a la lucha que la dirección nacional del PP no puede ignorar. Así que la señora Aguirre mantendrá enhiesta la bandera española en la CA de Madrid y, al final, antes de las elecciones de 2012, presentará su candidatura. De aquí a entonces, el PP será un partido dividido de hecho en dos, con una amenaza de secesión que sólo se mitigará en la medida en que salga elegido el sector de Aguirre, que es el más belicoso, ya que el otro, a fuer de moderado, no es capaz de llevar el conflicto a la escisión.
Difícil presidencia la de los vencedores del congreso.
(La imagen es una foto de Chesi - Fotos CC, bajo licencia de Creative Commons).