dijous, 26 de gener del 2017
Franco, totalitarismo/autoritarismo
dijous, 8 de gener del 2015
No me rindo.
Nada, que Palinuro, como Bérenger, no se rinde.
dijous, 8 de novembre del 2012
Las desmesuras del Poder.
diumenge, 2 de setembre del 2012
El verdadero rostro de Rajoy.
dimarts, 28 de juny del 2011
Fascistas, genocidas y roba-niños.
(A propósito de la petición de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de que el Congreso condene la sublevación fascista del 18 de julio de 1936).
Se alzaron en armas contra el gobierno legítimo que habían jurado defender.
Hicieron una guerra civil de tres años con ayuda militar de las fascistas Alemania e Italia y el empleo de regulares de África, contra su propio pueblo. La única guerra que el ejército español ha ganado en trescientos años... contra su propio pueblo.
Procedieron a un exterminio sistemático de los adversarios desarmados por razones políticas, o sea un genocidio.
Trataron a los vencidos con crueldad inaudita, persiguiéndolos, encerrándolos, torturándolos, asesinándolos, aterrándolos durante años; a ellos y a ellas.
Depuraron y represaliaron todos los cuerpos de la administración y las profesiones liberales y confiscaron o simplemente robaron los bienes, tierras y patrimonios de los vencidos.
Impusieron una dictadura totalitaria y terrorista de delincuentes con plena complicidad de la Iglesia.
Establecieron un régimen de corrupción generalizada en que los adictos a los delincuentes en el gobierno se enriquecían robando a la Administración mientras la gente pasaba hambre.
Sus generales y altos mandos eran sobornados por los ingleses y los aliados en general para que no entraran en la guerra mundial del lado de Alemania.
Enviaron una división a luchar contra los soviéticos con uniforme alemán y bajo mando alemán.
Robaron decenas de miles de niños de rojos para entregárselos como hijos adoptivos, criados o esclavos a las familias adictas al régimen, bendecidas por los curas.
Dieron muchos gritos pero dejaron Gibraltar como estaba por miedo a los británicos.
Vendieron la soberanía nacional en lo territorial a los Estados Unidos y en lo espiritual al Vaticano a cambio de leche en polvo y unas medallitas.
Enviaron a los trabajadores españoles como emigrantes en condiciones de miseria por cientos de miles a los países europeos para financiar con sus retornos el desarrollo español.
Siguieron robando niños con los mismos fines que antes, aunque no ya solamente a los rojos sino, en general, a los pobres.
Reprimieron toda manifestación de libertad, creatividad cultural o folklórica popular ensalzando el fútbol, los toros y el flamenco como la esencia de la raza.
Se tragaron todas las humillaciones militares en el norte del África, incluido el expolio del Sahara.
Se tragaron todos los desprecios internacionales, incluido el aislamiento en Europa como régimen apestoso.
Su sanguinario caudillo firmó las últimas penas de muerte un mes antes de morir él mismo bajo el manto de una Iglesia cómplice de la dictadura y genocidio.
Por entonces España no sólo era conocida en Europa por ser exportadora de mano de obra barata sino también por ser un lugar donde podían comprarse niños ya que su robo se había convertido en un negocio redondo.
A esto es a lo que Rajoy llama una gran nación y este es el régimen que su partido se niega a condenar, en el que sus capitostes vivían con extraordinaria placidez a los gritos de ¡Una, grande libre! y ¡Franco, Franco, Franco!
El problema de autoestima en el imaginario colectivo que aqueja a los españoles no es un invención sino que tiene raíces muy profundas y no se resolverá en tanto no se afronte la verdad.
(La imagen es una foto de Jaume d'Urgell que muestra republicanos fusilados por los franquistas, bajo licencia de Creative Commons).
divendres, 19 de novembre del 2010
El liberalismo totalitario.
Hablan continuamente de libertad pero están acusados de organizar una red de espionaje de sus propios compañeros de partido a la que uno de los espiados bautizó con cierto sentido del humor como gestapillo. Y si alguien espía a los suyos es poco probable que no espíe al adversario.
Presumen de su férrea defensa de los derechos fundamentales pero hostigan sistemáticamente a los sindicatos, atacan las figuras de los liberados, se oponen al derecho de huelga y lo coartan cuanto pueden y cargan contra los representantes sindicales. Al tiempo niegan derechos a los homosexuales, como es el de contraer matrimonio, y a las mujeres en materia de aborto.
Presumen de honradez acrisolada y servicio público y están acusados de participar con pleno conocimiento y beneficio propio de la que puede ser la mayor trama de corrupción de la democracia española, así como de otros desfalcos millonarios allí donde gobiernan o han gobernado como en dos provincias valencianas y en las Baleares.
Aseguran respetar el principio de legalidad y están acusados de diverso tipo de prácticas administrativas fraudulentas, tanto en Madrid como en Valencia, como fraccionar las cantidades de las adjudicaciones para no tener que sacarlas a concurso y otorgárselas así a empresas de la trama corrupta.
Sostienen ser transparentes como el cristal pero el Gobierno valenciano niega información a la oposición o dilata entregar la que reclaman los tribunales. Transparencia como la de María Dolores de Cospedal, cuyas declaraciones de bienes están ahora llenas de enmiendas.
Afirman respetar las prácticas y convenciones parlamentarias pero gobiernan con opacidad, no dan explicaciones y emplean sin rodeos el rodillo de la mayoría parlamentaria. Para cerrar cuando les interesa las comisiones parlamentarias de investigación, por ejemplo.
Declaran respetar el principio de igualdad y no discriminación pero hacen comentarios y propuestas con tintes xenófobos y hasta vídeos que tienen que retirar a toda prisa porque frisan en el racismo.
Dicen ser partidarios del "juego limpio" a fuer de liberales pero están acusados de financiar sus campañas electorales con dinero negro procedente de la trama corrupta y canalizado mediante donaciones de empresarios que luego recibían contratos de la administración. Ello sin rememorar el famoso tamayazo que les dio la presidencia en posteriores elecciones gracias a la presunta compra de la voluntad de dos diputados socialistas.
Proclaman su fe en el mercado libre, la superioridad de éste sobre el Estado y la no intervención pública en la esfera privada y están acusados de favorecer a unos empresarios frente a otros por cantidades pavorosas en una manifiesta intervención pública del funcionamiento del mercado. Cosa que también sucede, aunque no sea motivo de acusación en sede judicial, con las relaciones con los medios de comunicación en las que se favorece a unos afines ideológicamente frente a otros que no lo son por medio de la discrecionalidad al otorgar las licencias. Con lo que además, intervienen en el ámbito de la comunicación.
En absoluto, protestan; es más, defendemos a capa y espada la libertad de información y expresión. Pero cualquiera que vea la cadena pública autonómica, TeleMadrid, también llamada TeleEspe, sabrá que es una pura máquina de propaganda del Gobierno autonómico y su partido sin la menor concesión a las posiciones no ya de izquierda sino siquiera de centro. Es la aplicación a rajatabla de las doctrinas gramscianas de la lucha por la hegemonía ideológica, un hallazgo del marxismo europeo. Todos los presentadores y prácticamente todos los colaboradores de la cadena pública son de derecha extrema, en ocasiones francamente agresiva y si no lo son lo suficiente les vuela la cabeza por intervención directa de la Presidencia de la Comunidad. Un intento de ocupar todo el espacio informativo, un intento totalitario.
Porque dicen ser liberales, y lo serán si ellos lo dicen; pero liberales totalitarios.
(Las imágenes son los retratos de Adam Smith y Karl Marx, en el dominio público. La idea de contraponerlas la he encontrado en el blog de William Crawley, de la BBC, titulado Will & Testament.