Es mostren els missatges amb l'etiqueta de comentaris EEUU.. Mostrar tots els missatges
Es mostren els missatges amb l'etiqueta de comentaris EEUU.. Mostrar tots els missatges

dimecres, 8 d’abril del 2009

No son iguales.

Pudo no pisar el Irak. Nadie se lo iba a exigir. Él no mandó las tropas allí. Es más, se opuso a esa guerra criminal. Pero ha ido porque, después de todo, es el commander in chief de esos soldados.

Pudo no hablar del fin de la guerra. Tampoco se lo iba a exigir nadie. En su país hay muchos interesados en seguir en esa obra de rapiña y expolio. Empezando por varios gobernantes de la anterior administración que han hecho grandes negocios en el saqueo iraquí. Pero lo ha hecho porque ha ido a eso.

Pudo no hablar de la retirada definitiva. Nadie le iba a exigir que cumpliese su palabra. Pero lo ha hecho porque tiene palabra.

Pudo no respetar el plazo anunciado de 2011 y postergarlo, no diez mil años, como quería su contrincante McCain, pero sí diez o doce. Pero lo ha hecho y sacará las tropas en 2011 como había anunciado.

Definitivamente, no todos los políticos son iguales. Una cosa son los Bush y los Aznar y otra muy distinta los Obama y los Rodríguez Zapatero.

Afortunadamente.

(La imagen es una foto de tsevis, bajo licencia de Creative Commons).

dilluns, 6 d’abril del 2009

Como debe ser.

Un triunfo grande del señor Rodríguez Zapatero y el señor Obama, un triunfo del sentido común la buena educación, la cortesía entre gentes que han de trabajar juntas y se aprecian por encima de sus inclinaciones, filias y fobias personales. Y una derrota sin paliativos para todos esos cutres, miserables, rastacueros y tiñosos que aspiraban a que las relaciones entre España y los Estados Unidos al más alto nivel siguieran bloqueadas porque así podían atacar más al presidente del Gobierno en detrimento de los intereses generales de España. Me alegro en ambos casos. Me alegro por el triunfo de Rodríguez Zapatero y Mr. Yeswecan y me alegro del berrinche que se habrán llevado los siniestros del PP.

Pero no se crea que es una alegría incontenible que todo lo borra, no. Ahora que está resuelto a general satisfacción el lamentable episodio del desencuentro entre el señor Bush y el señor Rodríguez Zapatero, conviene hacer un somero análisis que ponga las cosas en su sitio.

El choque se produjo cuando el presidente español, cumpliendo una promesa electoral y en uso de la soberanía del Estado de España, retiró las tropas del Irak, a donde las había mandado el señor Aznar, obedeciendo servilmente las órdenes de los gringos a participar en una guerra criminal. Al reaccionar como reaccionó el señor Bush, negando el saludo al señor Rodríguez Zapatero durante cinco años, demostraba que despreciaba la soberanía y la independencia de España y, con ella, la dignidad de los españoles. Porque los mandatarios no están en donde están para dar rienda suelta a sus prejuicios y (en el caso del señor Bush) sus muy evidentes deficiencias mentales, sino para actuar con arreglo a los intereses nacionales que representan y, según dichos intereses y las convenciones de las naciones civilizadas, España estaba perfectamente legitimada para adoptar la decisión que adoptó y el señor Bush incurrió en la más despreciable desmesura cuando se tomó el asunto por lo personal y bloqueó las relaciones por ello. Según dicha actitud, el único presidente español aliado de los EEUU que Bush estaba dispuesto a aceptar era el que, por complecerlo a él, debería romper sus promesas electorales y de paso, como hizo el señor Aznar ser un correveidile y ponerse de alfombra a sus pies.

Durante estos cinco años el PP ha actuado con la roñosería moral que lo caracteriza, alegrándose de la grosería inadmisible del patán tejano y tirando piedras contra el propio tejado español en lugar de cerrar filas con el Gobierno legítimo e independiente de España, reafirmando su dignidad frente al menosprecio gringo. El colmo de la miseria lo alcanza, como siempre, el señor Aznar que, siendo tan amigo del señor Bush como dice ser, fue incapaz de mediar en tan desagradable incidente dejando claro al estadounidense que su condición de español (de la que tanto alardea cuando no hace falta) prima sobre su filiación política.

Mediante el encuentro de ayer, los señores Obama y Rodríguez Zapatero han restablecido la normalidad democrática de las relaciones entre dos aliados. Como debe ser.

N.B.: francamente, es intolerable que los mandatarios españoles no hablen inglés. Intolerable, incomprensible y una vergüenza. El señor Rodriguez Zapatero lleva cinco años en la presidencia. ¿No se le ha acurrido a nadie en esas docenas de lumbreras y asesores que hay en La Moncloa la vulgar ideílla de contratar una hora diaria de inglés con un profesor particular que pagaríamos encantados muchos, si no todos, los españoles? Porque con una hora diaria en cinco años, el encuentro de ayer hubiera resultado menos grotesco, con el señor Obama soltando una alocución de la que el señor Rodríguez Zapatero no entendió nada.

(La imagen es una foto de 20 Minutos, bajo licencia de Creative Commons).

divendres, 13 de març del 2009

Blogorismo de Obama.

Según dice El País -y lo tengo por un periódico tan responable como buena persona era Bruto al decir de Antonio en la tragedia de Shakespeare- el señor Obama ha declarado recientemente "Mi objetivo tiene que ser a largo plazo, y las proyecciones a largo aplazo son muy optimistas". O este hombre no tiene asesores o ni él ni sus asesores saben en dónde están. Si por algo es el señor Keynes conocido en el vasto mundo no es tanto por su Teoría general como por su profundamente filosófica expresión, "In the long run, we're all dead" (a largo plazo, todos muertos). A lo mejor eso que se celebra tanto hoy, el llamado liderazgo consiste en ignorar la lucidez keynesiana.

(La imagen es una foto de Tsevis, con licencia de Creative Commons).

dijous, 22 de gener del 2009

Guantánamo, año cero.

Mr. Obama ha empezado bien, como debía: cerrando la vergüenza del campo de tortura para secuestrados de los Estados Unidos en Guantánamo, Cuba.

Suspende el señor Obama los juicios militares por ciento veinte días y pone plazo de un año para el cierre definitivo. Parece bien y razonable pero no suficiente. Al fin y al cabo si una administración toma una medida así es porque trata de poner fin a algo que está mal, que quizá sea un delito. Así que, además de cerrar Guantánamo, el Gobierno gringo debiera establecer una comisión de expertos que estudie la cuestión en sus aspectos político y jurídico y recomiende qué otras medidas deben adoptarse. Por ejemplo, se me ocurre que si se establece que en Guantánamo se violaron sistemáticamente los derechos humanos, dado que era un centro que dependía exclusivamente del Gobierno de los Estados Unidos, sea el presidente de éste entonces, el señor Bush, quien responda penalmente por este atropello.

Afirmo que no entiendo bien por qué varios países europeos se niegan a recoger presos de Guantánamo cuando me parece que estas personas tienen un derecho de asilo por partida doble: porque huyen de sus países, en los que no se respetan los derechos humanos, y de los Estados Unidos, donde tampoco.

(La imagen es una foto de Roberto Rizatto, con licencia de Creative Commons).

dimarts, 20 de gener del 2009

Me sumo a la fiesta.

Llevo tres días subiendo entradas sobre el gran acontecimiento de hoy en el que tan grato es que la humanidad se libre por fin de la peste de un presidente inútil, embustero, presunto criminal de guerra, neofascista y responsable de la peor recesión económica desde 1929 (Por fin se larga) como que se abran nuevas expectativas -que conviene no exagerar- con la llegada del señor Obama a la casa Blanca (¿Qué se espera de Obama?), la primera vez en la historia que un negro ocupa la presidencia de los Estados Unidos. Sin duda un signo evidente de que el tiempo trabaja a favor de quienes siempre hemos sostenido la igualdad de todos los seres humanos con independencia del color de la piel, el sexo o la confesión religiosa y que seguimos sosteniéndola con independencia de la etnia o la orientación sexual, frente a quienes continúan obstinados en negarla.

Por eso, como las entradas anteriores tenían las ilustraciones que sus contenidos requerían, por no repetirme, he decidido poner hoy una mía celebrando el exotismo histórico de la llegada del señor Barak Husein Obama a la presidencia de un país en cuyas ciudades del sur hace cincuenta años los negros no podían sentarse al lado de los blancos en los autobuses. Hoy es un día grande.

dilluns, 19 de gener del 2009

¿Qué se espera de Obama?

Mucho. Probablemente demasiado. Mr. Obama llega a la presidencia de un país que tiene una determinada estructura político-constitucional que él no va a alterar. Un país con una estructura socio-económica que tampoco va a cuestionar. Un país que tiene unas tradiciones, costumbres, convenciones políticas a las que no va a oponerse. Por ejemplo, la acción política bipartidista en la medida de lo posible. Es una vieja costumbre. F. D. Roosevelt tuvo mucho apoyo republicano, como está sucediendo ya con lo que se conoce como New New Deal del presidente Obama. Y ese apoyo condiciona bastante el grado de pureza política que alcanza.

Por otro lado los ocho años pasados han sido tan siniestros y lamentables que por poco que se haga en contra va a parecer una verdadera revolución. Poniéndonos en el mejor de los casos y descontando ya el efecto vaivén lo que parece razonable esperar es :

- el cierre de la base de Guantánamo;

- un plan de rescate del sistema económico-financiero basado en políticas keynesianas;

- un nivel mínimo de cobertura de derechos sociales;

- un grado mínimo de compromiso con las políticas medioambientales;

- un grado mínimo de normas orientadas a la sociedad de libre mercado y nuevas tecnologías;

- un grado mínimo de implicación en una solución pacífica al conflicto palestino sin sacrificar más los derechos de los palestinos;

- los primeros pasos en pro de una política exterior multilateral y pleno respeto a los organismos internacionales.

(La imagen es una foto de Mr. Wright, con licencia de Creative Commons).

diumenge, 18 de gener del 2009

Por fin se larga.

Parecía que no iba a llegar nunca el momento pero por fin se larga el mandatario a quien el señor Aznar considera un "gran estadista" y más del setenta y cinco por ciento de los norteamericanos tienen por el peor presidente de su historia. En su discurso de despedida ha apelado al juicio de ésta, como Fidel Castro en su día. Pero a diferencia de Castro, a él la historia no podrá absolverlo porque su presidencia ha sido un desastre completo en todos los frentes. Un breve repaso ilustrará al respecto.

Su fanatismo religioso y su cerrada política neocon lo llevaron a obstaculizar el avance de la ciencia vetando la investigación con células madre. Del mismo jaez o peor fue su apoyo a la difusión del creacionismo en las escuelas en detrimento de la teoría de la evolución. A esta actitud contraria a la ilustración y al juicio científico que tanto daño hace a la formación de los estudiantes lo llaman el diseño inteligente, esto es, la vuelta a enseñar como verdades científicas las patrañas de la Biblia. Contrario asimismo al progreso de la humanidad y al sentido común fue su decidida oposición al aborto que se articuló en dos tipos de medidas: a) de un lado tratando de que el Tribunal Supremo anulara su decisión previa (caso Roe v. Wade) de permitir la interrupción voluntaria del embarazo, cosa que no consiguió; y b) su oposición a financiar las actividades de la ONU en el planeta que implicaran difusión y legalización del aborto. Lo que corona estas prácticas retrógradas es la afirmación del señor Bush de que en alguna ocasión fue el mismo Dios quien le aconsejó adoptar una u otra medida. Obviamente quien afirma tal cosa en serio sólo puede ser un charlatán o un necio o ambas cosas a la vez.

La presidencia del señor Bush estuvo marcada por el ataque terrorista a las torres gemelas y la subsecuente "guerra contra el terror" que desplegó el Gobierno de los Estados Unidos. En el ámbito de la política exterior esa actitud estaba comprendida en la estrategia de la seguridad nacional cuyos elementos decisivos fueron: la substitución del multilateralismo por el unilateralismo, el desprestigio y ninguneo de las Naciones Unidas y otros foros internacionales y la adopción de la "guerra preventiva" para la defensa nacional. La guerra preventiva es una práctica inmoral a la que recurren sobre todo los Estados Unidos e Israel, los dos Estados terroristas más típicos del mundo.

En la práctica estos principios llevaron al señor Bush a una guerra ilegal, criminal, de rapiña en contra del Irak y a algo muy parecido en Afganistán. Asimismo en función de una doctrina perversa de sus asesores según la cual en tiempos de guerra (guerra que declara él mismo) el Presidente de los EEUU está por encima de los demás poderes del Estado que no pueden controlarlo, sus órdenes no tienen por qué respetar las Convenciones de Ginebra. De este modo el Gobierno del señor Bush aplicó un programa de espionaje universal de sus propios ciudadanos, saltándose derechos como el secreto de la correspondencia, la inviolabilidad de las comunicaciones y otros derechos civiles. Ese mismo gobierno legalizó el uso de la tortura que se puso en práctica en los vergonzosos episodios de la cárcel de Abu Ghraib y de modo sistemático en ese campo ilegal en donde se tortura a prisioneros de Guantánamo, un exclave de los EEUU que rompe el principio se soberanía territorial de Cuba.

En el campo de la política económica los gobiernos del señor Bush aplicaron el más completo programa neoliberal, lo que acabó provocando la mayor crisis económica mundial desde la de 1929. El recetario neoliberal, compatible con la mayor extensión de la corrupción en el Gobierno (en el que los ministros eran accionistas de las empresas que hacían negocios en el Irak destruido por ese mismo Gobierno) consistió básicamente en bajar los impuestos a los ricos y desmantelar cuanto pudo el escaso Estado del bienestar que hay en los EEUU. Esto de bajar los impuestos, sobre todo a los ricos, que es una típica medida de la derecha neoliberal persigue dos finalidades entrelazadas: de un lado favorecer a su base social y electoral y de otro descapitalizar al Estado para que no puede hacer frente a sus compromisos de gasto público. A todo esto hay que añadir la obsesión del gobierno del señor Bush por suprimir todo tipo de controles, normas y regulaciones con los que se pretendía domeñar los altibajos del mercado. Una vez desregulado el mercado se lanzó a una frenética actividad especulativa global habiendo generado asimismo una burbuja inmobiliaria que, al estallar, ha provocado una crisis crediticia con consecuencias en la economía real nunca vistas desde hacía decenios en cuanto al descenso del Producto Interior Bruto, el aumento del paro, la caída de la actividad industrial.

Estamos de enhorabuena: por fin se va este desastre que es un meapilas, un iluminado (que no ilustrado) un terrorista y un genocida por gobierno interpuesto. Un presidente que ha dejado por los suelos la economía y el prestigio internacional de su país y al que el señor Aznar considera "un gran estadista".

(Las imágenes son dos fotos de Bokowsky18 y de Muhammad Adnan Asim (linkadnan)# 2 , ambas con licencia de Creative Commons).

dilluns, 15 de desembre del 2008

Perro.

¡Qué estupendo, qué noble, qué magnífico gesto el de ese periodista iraquí que arrojó el zapato a la cabeza de Mr. Bush! Nunca, desde que el señor Kruschev se valiera del suyo para golpear el pupitre en la Asamblea General de la ONU había sido un zapato tan famoso. Es más, considero que el que aquí nos ocupa fue lanzado por millones de manos anónimas entre las que me cuento a la cabeza de ese mandatario fradulento, soberbio, ignaro, despótico, embustero, criminal y torturador. Millones, cientos de millones nos sentimos representados en la iniciativa del periodista.

El llamarle "perro" se entiende aunque quizá no goce de la misma simpatía universal, sobre todo en los países en que abundan los amantes de los animales. En realidad ninguno está a un nivel moral tan bajo como Mr. Bush; ni las cucarachas. Habría que llamarle ¡hombre! Pero eso tampoco sería justo porque si los señores Bush, Blair y Aznar son hombres, también lo somos los demás, que no hemos invadido, masacrado y esquilmado a pueblo alguno. Así que lo mejor será calificarlos por los suyos propios que ya dicen bastante de la calaña de sus titulares: ¡Bush! ¡Blair! ¡Aznar!

(La imagen es una foto de Público, bajo licencia de Creative Commons).

divendres, 12 de desembre del 2008

El precio de un escaño.

Todavía no ha tomado posesión y ya le han buscado un escándalo grueso. El gobernador de Illinois que tiene competencia para nombrar al senador por el Estado que haya de sustituir a Mr. Obama tenía puesto en almoneda el escaño vacante para conseguir diversos cargos y nombramientos que ambicionaba, entre otras cosas ser embajador. Es bueno que se sepa que en los EEUU se puede ser embajador a base de comprar la embajada como en los tiempos de la administración venal en Europa.

El señor Obama se defiende asegurando que él no sabe nada de lo sucedido. Pero al mismo tiempo se ha visto obligado a salir en defensa de la gente de su equipo y eso ya puede resultar más problemático. Poner la mano en el fuego por los demás, aunque sean tus parientes más cercanos, máxime si no lo son, es correr el riesgo de salir abrasado. Muzio Scevola sólo hubo uno, lo suyo con la mano es legendario y, además, respondía de sí mismo. El FBI afirma que de las grabaciones telefónicas de que dispone se sigue que hubo contactos entre gente del gobernador corrupto y gente del equipo de Obama. A partir de este dato los republicanos ya ha empezado a preguntarse en público qué clase de cultura política tuvo el señor Obama al comienzo de su carrera.

Efectivamente, eso de vender un escaño de senador al mejor postor debe de ser uniquely American.

(La imagen es una foto de Mr. Wright, bajo licencia de Creative Commons).

dilluns, 1 de desembre del 2008

Guantanamero.

Ahora se entiende mucho mejor por qué el PP cargaba con tanta saña contra el señor Rodríguez Zapatero porque éste no se llevara bien con Mr. Bush; por qué decían que España carecía de peso en el concierto internacional ya que el citado Mr. Bush se negaba a recibir al presidente español y lo hacía de menos: éste no le lamía las botas ni le tiraba de la levita, y ello por quedarme en estas actividades relativas a la indumentaria, sin mencionar otras posibilidades. Sin duda era mucho mejor tener la simpatía y el trato de los gringos. Mejor ¿para quién? ¡Para España unagrandelibre! dirían los guantanameros al unísono. Hay que contar en el concierto internacional; hay que ser algo. Y, para serlo, hay que estar a buenas con el Boss. ¿A qué precio?

Según lo que publica hoy El País Aznar dio vía libre al paso por España de presos hacia Guantánamo y lo ocultó. Y lo seguirá ocultando cuanto pueda y, cuando no pueda más, dirá que él no sabía de qué se trataba, que pasaba por allí de casualidad, como cuando se probó fehacientemente lo que todos conocíamos de sobra: que mentía como un bellaco en el asunto de las armas de destrucción masiva. Este hombre carente de escrúpulos y de un decoro mínimo en su función de correveidile y lacayo de los desmanes del Imperio había puesto a España en "donde le correspondía", en efecto, no hay más que verlo: la había puesto de escupidera. Y cuando el señor Rodríguez Zapatero rompe con esa vergüenza de ser tratados como lacayos, los guantanameros se le echan al cuello. Y cuando, finalmente, el señor Rodríguez Zapatero consigue poner a España de verdad en un lugar internacional aceptable en contra de la voluntad del señor Bush y de su valet Aznar, los guantanameros siguen poniendo el grito en el cielo, tratando de emponzoñar el ambiente, desacreditando los logros exteriores de España porque los dejan con sus (escasas) vergüenzas al aire.

Así que ahora ya se puede hacer un balance de los ocho años de gobierno del señor Aznar, más conocido como Ansar "el guantanamero":

Entró haciendo una oposición de "todo vale", aliado con el señor Anguita.- Cedió más en 14 días a los nacionalistas que los sociatas en 14 años, según dijo el señor Arzallus.- Intentó cercenar la libertad de expresión, cerrar El País y meter en la cárcel a los señores Polanco y Cebrián.- Privatizó todas las empresas públicas que pudo para beneficiar a sus amigos y compadres.- Negoció con ETA a la que llamó Movimiento Vasco de no sé qué.- Intentó imponerse al mundo del trabajo a base de "decretazos".- Metió a España en una guerra criminal, de robo, rapiña y tortura en contra de la opinión general de la ciudadanía.- Mintió descaradamente sobre la justificación de dicha guerra.- Se gastó una pasta de los dineros públicos en comprar una medalla estadounidense que no se le concedió.- Apoyó el golpe de Estado contra Hugo Chávez en Venezuela.- Se opuso con uñas y dientes a que se procesara al genocida Pinochet.- Se gastó otra pasta en casar a su hija en El Escorial, como si fuera de estirpe de reyes.- Dejó que un petrolero llenara de chapapote las costas de Galicia.- Permitió que un incompetente (o algo peor) hiciera una chapuza con la identificación de sesenta y cuatro militares fallecidos en un accidente aéreo causado por más incompetencia, dejadez y marrullería oficial.- Mintió (él personalmente) sobre la autoría del atentado más grave de la historia reciente de España achacándosela a ETA contra toda evidencia.-

Una joya. Añádase ahora la lacayuna aceptación de que los gringos usaran España como base para los vuelos a Guantánamo, en donde se tortura a personas secuestradas contra toda legalidad humana o divina, su complicidad en la tarea de los gringos de violar los derechos humanos de cientos de personas. Menuda ejecutoria. ¿Cómo puede este tipo hablar de libertad, democracia o derechos humanos? Preguntado en cierta ocasión que cómo iba España, respondió que "España va bien". Y eso es lo que dicen sus seguidores del partido guantanamero, que España iba bien porque se codeaba con los grandes que hacen la historia, como se ve, a golpe de delito, y ha dejado de ir bien desde que el señor Rodríguez Zapatero se enfrentó al amo gringo.

Pero la realidad es al revés: España cuenta ahora, cuando su presidente ha sabido aguantar la grosería y falta de educación del gringo y se ha ganado el sitio que corresponde a nuestro país. Cuando no contaba era antes, cuando estaba de guantanamera. Es decir, a España no le iba bien. A quien le iba y le va bien y muy bien es al señor Aznar, a quien han pagado sus servicios con puestos y canonjías de todo tipo, empezando por un salario en la empresa del señor Murdoch, al que ahora está asesorando con su reconocida competencia, esa que le hizo recomendar que para los vuelos delictivos de los aviones de los EEUU se usaran bases "discretas" en España, las que ya había puesto discretamente al servicio de los Estados Unidos su mentor espiritual, Francisco Franco, otro guantanamero.

¿Se entiende por qué llevo más de seis años preguntándome cómo fue posible que un hombre tan deleznable intelectualmente y moralmente detestable llegara a presidente de España? Aún no he sabido qué responderme...

(La imagen es una foto de Brocco Lee, bajo licencia de Creative Commons).

dissabte, 22 de novembre del 2008

Por fin, el dream team.

Todos los hipócritas dicen que odian citarse a sí mismos pero que lo hacen porque...ponga aquí el lector la excusa que quiera, pues hay varias pero la cosa suele ser pura vanidad. En mi caso también. Sólo que yo lo confieso. La posibilidad de que el señor Obama llevara de vicepresidenta a la señora Clinton o al revés la traté (cierto que con grados distintos de (in)credulidad) cuando menos en tres entradas en mi cobertura de las primarias estadounidenses, hélas aquí: EEUU: la pugna sigue, Sigue la incertidumbre, Hasta el último momento. Al final parece que efectivamente cuaja el dream team si bien con una estructura diferente: la señora Clinton va de ministra de Asuntos Exteriores ("Secretario de Estado" se llama en los EEUU, como en España antaño cuando se llamaba "ministro de Estado") porque la Vicepresidencia está en manos del señor Biden de quien, por cierto, casi nadie recuerda que también fue candidato a la nominación demócrata al comienzo de las primarias y que llevaba años intentado serlo, veinte en concreto.

¿Es un acierto o no? Mi amigo Félix me envía un artículo del New York Post, un tabloide neoyorquino, titulado DC'S SMALL CHANGE, que empieza felicitando al matrimonio Clinton porque, dice, "parecen haber ganado las elecciones a pesar del resultado oficial del cuatro de noviembre" ya que casi todos los nombramientos de Mr. Obama son de personal de Clinton incluida, según se sabe ya de página del New York Times, la señora Clinton herself. Según este diario el señor Obama está rompiendo su promesa de cambio con la "vieja política" (como diría Ortega) pero, al ser un tabloide estadounidense, termina con una nota de cordura diciendo que es pronto para juzgar y que hay que seguir viendo.

Por supuesto, pero el nombramiento de la señora Clinton es un acierto por toda la banda: interior y exterior. Mr. Obama se rodea de dos excandidatos a la presidencia de los EEUU cuya función en los próximos ocho años será entrevigilarse y entrecontrolarse porque ambas quieren ser presidentes y facilitar el gobierno de Mr. Obama. Well plaid, Oby! Ambos son mucho más peligrosas fuera que dentro y, si todo sale bien, el resto del mundo ganamos administración demócrata por dieciséis años. Dabuten. Serán lo que todos queramos (meapilas, los señores Biden y Obama; wasp la señora Clinton y, de no ser católico, según amable puntualización de anónimo lector, también Mr. Biden; ingenuo al estilo de when the saints go marching in el señor Obama; ex-primera dama la señora Clinton) pero son preferibles a los republicanos de aquí a Lima. Sobre todo a Lima.

(La imagen es una foto de Shaul Hanuka, bajo licencia de Creative Commons).

dimarts, 11 de novembre del 2008

Un gran momento.

Esta imagen que saco de Público es emocionante. El tatarabuelo de la señora de rojo fue esclavo, propiedad de algún blanco que también pudo ser un antepasado de sus anfitriones hoy. El padre del señor a nuestra derecha fue un oriundo de Kenya que llegó a los Estados Unidos en busca de una vida mejor, como suelen hacer los emigrantes. Sí, ver a un negro a las puertas de la Casa Blanca es algo emocionante prueba de la capacidad de la especie humana para progresar moralmente. Desde luego que la situación puede analizarse desde puntos de vista políticos y económicos que la matizarán y a no dudarlo así sucederá no dentro de mucho. Pero de momento véamosla con los ojos de la comunidad negra de los Estados Unidos, con los ojos de los niños negros que ahora saben en las escuelas que ellos también pueden llegar a presidentes de su país. Veámosla con nuestros ojos de izquierdistas, de "progres" que siempre hemos luchado contra el racismo, contra toda discriminación por la razón que sea y felicitémosnos de que nuestras ideas se abran camino, se impongan (como acabarán imponiéndose las que tenemos sobre las mujeres, los homosexuales o las víctimas de genocidios) y hagan del mundo un lugar más grato y más moral.

(La imagen es una foto de Público, bajo licencia de Creative Commons).

divendres, 7 de novembre del 2008

Obama y la izquierda española.

Ayer seguí leyendo y escuchando opiniones de la izquierda española sobre Mr. Obama; ya saben, de la verdadera izquierda, la que pierde sistemáticamente las elecciones o ni siquiera se presenta a ellas porque está esperando que las masas sigan ciegamente su preclaro verbo. Y lo que decían era más de lo mismo: que si Obama no es un izquierdista "verdadero", que tanto da Obama como McCain, que es policía bueno/policía malo, que es el mal menor, que si el sistema no le dejará actuar, que ya veremos cómo todo es humo porque el capitalismo lo torcerá, que es un negro con el alma blanca, que no cumplirá sus promesas, que si...

Hasta leí a alguno que se las da de listo diciendo que la financiación de la campaña de Obama lo tiene agarrado por los cataplines y que no podrá hacer nada. El hombre ignora (o finge ignorar) que Obama ha sido el primer candidato a presidente en los EEUU que ha renunciado a los fondos federales y al dinero de los lobbies y los llamados Comités de Acción Política (que es por donde viene la pasta gansa del capital) y, a pesar de ello, ha sido el que ha recaudado más también en la historia. Lo ha hecho creando una red de apoyo y donantes en internet, juntando más de cuatro millones de donantes y recaudadores para él. Ha sido una campaña financiada enteramente por las bases, como se puede ver en la prensa: Obama's bottom-up strategy y, además, la más trasparente, la que ha dado cuenta hasta del último centavo: Summary Data for Barack Obama. El día en que Izquierda Unida o el PSOE renuncien a los dineros de los contribuyentes (la "financiación pública") y de los peces gordos para pagarse sus campañas y las hagan con aportaciones voluntarias de los electores volveremos a hablar, compañeros.

Pero no importa, la verdad no importa, hay que sacudir. Cada vez es más evidente que a estos izquierdistas les ha sentado como un tiro la victoria del señor Obama y, al igual que los reaccionarios, hubieran preferido a McCain para poder seguir diciendo eso tan interesante de que el capitalismo no tiene arreglo, que no se puede hacer nada, que no es posible reformar nada ni arreglar nada y que hay que sentarse en casa a esperar que venga la revolución o ir de comité en asamblea debatiendo pijadas.

Como no tengo tiempo para traducir algunos de los artículos de izquierda de los Estados Unidos en estos últimos tres días, me limitaré a una selección espléndida de trabajos de gente de esa cuerda que sabe de lo que habla, traduciré sólo algún párrafo que me ha parecido especialmente relevante y dejaré el enlace para el artículo completo:

Un artículo editorial de The Onion War for the White House: "Con una mayoría del voto popular Obama obtuvo muy buenos resultados entre las mujeres y los jóvenes que, según los sondeos, mostraban especial preocupación por lo jodidas que estaban las cosas. Otra contribución a la victoria de Obama, dicen los expertos políticos, puede estar en la creciente cantidad de estadounidenses que, ante el colapso completo de su país por fin fueron capaces de abandonar su prejuicios y votar por un afroamericano progresista." (Nation Finally Shitty Enough To Make Social Progress).

El artículo del día cinco de Michael Moore en su blog: "En una Nación fundada sobre el genocidio y construida sobre las espaldas de esclavos, fue un momento inesperado y sorprendente en su simplicidad: Barack Obama, un buen hombre, un negro, dijo que cambiará Washington y a la mayoría del país la idea le gustó. Los racistas hicieron campaña y fueron a votar. Pero ya no son la mayoría y llegaremos a ver cómo se extingue su llama de odio". (...) ¡Hemos elegido presidente de los EEUU a un afroamericano! ¡Cualquier cosa es posible! Podemos sacar nuestra economía de las manos de unos ricos sin escrúpulos y devolvérsela a la gente. ¡Cualquier cosa es posible! Se puede garantizar atención sanitaria a todos. ¡Cualquier cosa es posible! Podemos dejar de fundir los hielos polares. ¡Cualquier cosa es posible! Quienes cometieron crímenes de guerra comparecerán ante la justicia. ¡Cualquier cosa es posible!" (Michael Moore.com).

El artículo de Naomi Klein ayer en OpenEdnews.com en el que queda claro el asunto desde la izquierda: Obama ha ganado las elecciones pero no debemos pensar que él sólo pueda hacer lo que tiene que hacer; el movimiento tiene que seguir porque, en el fondo, depende de los electores: "La única esperanza del nuevo presidente de resistir esta campaña en contra suya de las élites depende de que este movimiento de base que lo llevó a la victoria se mantenga enérgico, conectado, movilizado y, sobre todo, en actitud crítica. Ahora que se ha ganado la elección la nueva misión del movimiento debe ser clara: pedir que Obama cumpla sus promesas de campaña y hacer saber a los Demócratas que una traición tendrá consecuencias." (Real Change Depends on Stopping the Bailout Profiteers)que es justamente lo que había dicho el propio Obama en uno de sus discursos: "No estoy pidiéndoos que me votéis porque creáis en mí sino porque creeis en vosotros." Más claro, agua.

Por último, quien quiera conocer un debate realmente interesante en una red de anarquistas estadounidenses sobre el señor Obama que vaya a How ought anarchists to regard Obama's victory in the U.S. presidential election?, en donde encontrará cosas tan sinceras como ésta (dichas por anarquistas): "Creo que merece la pena leer las memorias de Obama. Es un gran escritor sin duda. También es un activista de base y lo ha sido desde que tenía veinte años. Pasó cinco años de su juventud en Indonesia inmediatamente después del golpe y sabe lo que es el despotismo y la pobreza a nivel de la calle y no desde las alturas del poder. También ha tenido que soportar cierto grado de persecución estructural que yo jamás sabré lo que es y ha pasado la mayor parte de su vida tratando de entenderla." ¡Qué diferencia con la pedantería española!

Por último, un lector de esa izquierda me deseaba ayer en tono paternalista que no me diera un "ataque de ira" porque él fuera de los que creen que Obama es un "bluff" o algo así. Le contestaré con otra cita del artículo de Michael Moore mencionado más arriba: "No tratéis a los Republicanos jamás como ellos os han tratado los últimos ocho años. Respondedles con la elegancia y la bondad que mostró Obama durante la campaña. Aunque lo llamaron de todo, se negó a rebajarse hasta el lodo y a devolverlo."

Go Obama!

Go we'll!

(La imagen es una foto de bobster1985, bajo licencia de Creative Commons).

dijous, 6 de novembre del 2008

¿A quién molesta Obama?

Ayer el mundo era una fiesta. Hubo un estallido universal de júbilo ante la elección del señor Obama, de alegría general del público en todas partes y en todas las andaduras de la vida al ver que llegaba un negro a la presidencia de los Estados Unidos, de contento que se desbordó al abrirse expectativas por doquier respecto a que por fin haya un cambio en Gringolandia y, con él, en todo el mundo. Ayer la buena gente del planeta entero pensó que tal hecho tenía que tener significado a largo plazo y que sólo por haberse producido el mundo ya era un lugar un poquito mejor para vivir en él. Que lo sea y un mucho mejor dependerá de lo que suceda en los próximos cuatro, quizá ocho años y en que, entre otras cosas, el señor Obama llegue vivo al final de su extraordinaria aventura. Pero lo que ya nadie podrá borrar es, repito, el hecho radical de que un negro haya alcanzado la presidencia de los Estados Unidos. Un negro.

Pero, claro, nunca llueve a gusto de todos y, por debajo del jolgorio, de la sana alegría general podían escucharse tonos ominosos, reticentes, amenazadores incluso, procedentes de muy diversos cuarteles; muy diversos pero que todos tienen algo en común; en realidad tienen mucho más en común pero este rasgo es hoy por hoy el más decisivo: odian lo que la inmensa mayoría del planeta celebra, odian que un gringo negro sea presidente de los Estados Unidos. Lo disimulan más, lo disimulan menos, pero todos ellos hubieran preferido en el fondo de sus corazones que ganara McCain.

Y no me refiero a los seguidores del propio señor McCain o, cuando menos, no a todos ellos ya que en su inmensa mayoría, imagino, secundaron con orgullo a su dirigente cuando éste reconoció con nobleza y elegancia que Mr. Obama le había ganado limpia y claramente las elecciones y se alegró por él. Porque fue una victoria limpia, clara, contundente. Nada parecido a la victoria semitramposa del señor Bush en el año 2000. No, no son los seguidores de McCain que ahora aspiran a ganar las próximas elecciones de 2012. Son otras gentes. ¿Quienes? He indentificado los grupos siguientes:

* Los neocons. Esa manga de ultrarreaccionarios agresivos e intolerantes que darían con gusto la vuelta al reloj de la historia y lo pondrían donde, en el fondo, querría haberlo puesto su mentor espiritual, Leo Strauss, antes de la Revolución Francesa, en la Edad Media. Esa gente incapaz de entender el pluralismo democrático y de respetar a quienes no coinciden con sus extremísimos puntos de vista generalmente a favor del egoísmo, la falta de solidaridad, la justificación de las desigualdades y la ausencia de libertades. Esa gente que, si pudiera, aboliría el sufragio universal y, por supuesto, prohibiría que los negros votaran con que ya no digo nada qué harían si pudieran con los que no solo tienen la osadía de votar sino de presentarse a las elecciones a que los voten.

* Los racistas y supremacistas. Primos hermanos de los anteriores, nazis indisimulados, delincuentes que piensan que los negros son inferiores y si pudieran, los asesinarían y no solamente a los negros, sino a todos los que consideran, como su referente político y moral, Adolf Hitler, Untermenschen, "seres humanos inferiores"; bestias con una o dos ideas simplícisimas en sus escasas neuronas referentes al valor de la "raza" y, si acaso, los atributos de la masculinidad que solo manifiestan cuando van en pandilla.

* Los izquierdistas de pacotilla y salón que saben de sobra que, en el fondo, Mr. Obama y Mr. McCain son el mismo perro con distintos collares y que gracias a su profundo conocimiento de la leyes de la historia, también saben que, en el mejor de los casos, el pobre señor Obama sólo es un títere en manos de poderosos y ocultos intereses; esos izquierdistas que peroran y peroran sin parar pero jamás han hecho nada entre otras cosas porque no tienen a nadie que los siga, aunque ellos digan que hablan en nombre de las masas; esos izquierdistas de los que se puede decir lo que Adorno de Luckacs, que "son esclavos que confunden el ruido de sus cadenas con el sonido de la marcha de la historia".

* Los fundamentalistas religiosos. Los de toda laya y confesión, los cristianos o los musulmanes, esos enemigos del ser humano que piensan que el orden "natural" de las cosas (cuanto más injustas, mejor) es el querido por sus respectivos dioses y, en consecuencia, condenan que alguien pretenda cambiarlo y reaccionan ante todo intento de reforma como reza el lema que había en las armas de Roldán según don Quijote: "Nadie las mueva que estar no pueda con Roldán a prueba", pues están dispuestos a castigar como demasía todo intento de reformar ese orden "natural" de las cosas, castigar matando o, incluso, lo que es más incomprensible, haciéndose matar porque en su lamentable obnubilación, creen que tan estúpido acto tendrá un premio en el más allá.

* Los sionistas. Esos fanáticos y sectarios dispuestos a ponerlo todo, absolutamente todo, la vida humana (sobre todo la ajena), la moral, la felicidad de los pueblos, la paz y la concordia, todo, al servicio del proyecto exterminador del pueblo elegido contenido en la Biblia. Un conjunto de personas dispuestas a eliminar por la vía que sea preciso a todo aquello o todo aquel que consideran que se interpone en ese camino del pueblo elegido hacia su posesión única, exclusiva, de su tierra prometida, Palestina. Dispuestos a acabar con todo aquel que cuestione el sedicente derecho de Israel a exterminar a los otros pueblos que habitan en esa tierra prometida.

Decía al principio que todos estos tenían algo más en común que el odio a Obama (por descontado, muchos de ellos dicen que no lo odian, sino que hasta lo aprecian) y así es. No merece la pena perder ahora el tiempo relatando todas los elementos que tienen en común, pero si puede mencionarse uno que es bien evidente: todos ellos, en su fanatismo, tienen una incapacidad absoluta para reconocer en los acontecimientos su auténtica dimensión; ninguno de ellos es capaz de entender el significado profundo de los hechos cuando los tienen delante de las narices y casi todos ellos, sin embargo, predicen el futuro. Algunos dan asco, otros producen pánico pero todos dan pena cuando se creen superiores por el hecho de no entender nada de nada.


(La imagen es una foto de Laughing Squid, bajo licencia de Creative Commons).

dimecres, 5 de novembre del 2008

La Presidencia y las dos cámaras.

VICTORIA

A estas alturas es innecesario decir que la elección presidencial de ayer en los EEUU es un hito histórico mundial. Ya lo han dicho todos los periódicos, radios, cadenas de televisión del planeta probando así una vez más que las elecciones a la presidencia de Gringolandia son las elecciones a presidente del mundo entero. Palinuro que siguió la campaña electoral muy de cerca desde el comienzo de las primarias estaba emocionado esta madrugada, una emoción que según pudo comprobar compartía también con medio mundo.

Se prueba igualmente que, a pesar de todo, los EEUU son un gran país con una sociedad dinámica y abierta capaz de adoptar decisiones colectivas transgresoras y audaces. Una sociedad que pasa de estar gobernada por un inepto, tradicional representante de la más agresiva idiocia neocon, de la que también hay abundante representación en España, a estarlo por un mulato de clase media, progresista, socialdemócrata, que representa los valores de la izquierda moderada en todo el mundo y por el que ningún "experto" hubiera dado un ochavo hace dos o tres años.

Un hombre que ha recogido el fruto de un trabajo bien hecho porque sólo el carisma que indudablemente posee no le hubiera llevado a donde está. No es con mero carisma sino con una táctica innovadora que sabe hacer uso de las nuevas tecnologías de la comunicación con lo que se llega a todos los sectores de la población, incluidos los más reacios a votar y se moviliza a los más jóvenes y dinámicos. Y no es con mera táctica sino con una estrategia clara y propuestas justas y populares como se puede derrotar dos veces al establishment blanco, una en la persona de su rival a la nominación del Partido Demócrata y otra en la de su antagonista republicano, ambos rotundos wasps y la señora Clinton con el plus añadido de ser mujer.

Ahora es cuando el tema de la raza que ha estado prudentemente oculto en la campaña electoral cobrará toda su dimensión y fuerza porque, gracias al color de su piel, Obama es un símbolo y representa un avance y una esperanza no solamente en los Estados Unidos sino en todo el mundo, una esperanza que atraviesa sectores y clases sociales: se puede ser negro y presidente de los Estados Unidos. Ya sólo hay que conseguir que eso pueda suceder en todas partes. Y ahora también es cuando hay que ver qué tienen que decir los sabelotodo que sostienen que no hay diferencias entre los candidatos gringos a la presidencia y que tanto da quién gane las elecciones. Seguramente Obama no va a proclamar el soviet de Washington ni la dictadura del proletariado (ni falta que hace) pero no es baladí la perspectiva de que se acabe la insoportable hegemonía de la reacción fundamentalista, ultrarreaccionaria y belicosa que ha gobernando el país hasta ahora y con el país el mundo, y que la derecha europea ya no tenga tanto eco al otro lado del Atlántico ni encuentre allí tanto pábulo a sus desmanes, sean estos arbitrariedades de presidentes polacos o provocaciones de reinas españolas.

Y ¿qué decir de los próximos tiempos? Está claro que el señor Obama tiene ante sí una ingente tarea de reconstrucción nacional e internacional para reparar los desastres y destrozos que ha provocado la estúpida arrogancia neoconservadora tanto en los Estados Unidos como fuera de ellos, una arrogancia que ha llevado a los gringos a pensar que pueden dirigir el mundo sin consultarlo y de conformidad con una ideología primitiva hecha de fanatismo religioso, simplezas económicas y un sentido instrumental de la moral próximo al fascismo. Una actitud cerrada de "conmigo o contra mí" que sólo podían aceptarles quienes se rebajaran a servirlos y secundarlos en sus fechorías, como el señor Aznar.

En el interior el señor Obama tendrá que empezar de cero a reconstruir y mejorar el Estado del bienestar, aumentando la cohesión social, estableciendo un sistema nacional de salud y volviendo a una política fiscal más justa y redistributiva que recorte las clamorosas desigualdades de una sociedad muy polarizada. Al mismo tiempo tendrá que poner remedio a la deriva autoritaria y contraria al Estado de derecho de la administración anterior restaurando el pleno uso de los derechos y libertades civiles a los ciudadanos, garantizando su libertad y debido proceso legal para todo el mundo incluidos los secuestrados en Guantánamo.

En política exterior me gustaría pensar que el señor Obama sabrá resistir la tradicional tentación demócrata de hacerse perdonar sus políticas sociales dentro adoptando actitudes autoritarias y agresivas fuera. Espero que haga lo que hizo en su día el señor Rodríguez Zapatero, esto es, retirar las tropas del Irak. Será más largo y más complicado, es evidente, pero tiene que hacerlo. Como tiene que encontrar una solución en Afganistán y Paquistán que no sea seguir con el desastre. E igual que tiene que comprometer a Gringolandia en una política internacional acorde con el derecho internacional, el principio de la multilateralidad, el respeto a las Naciones Unidas, la plena colaboración del país con todas las iniciativas justas (desde el protocolo de Kyoto hasta el Tribunal Penal Internacional) y la renuncia a la política de ataque preventivo del Gobierno del señor Bush que había convertido a su país en el rogue State más peligroso del mundo. Es decir tiene que hacer del mundo un lugar más seguro y más saludable para todos, empezando por los propios States, en el entendimiento de que la seguridad y la paz no significan sólo ausencia de guerras sino políticas activas de ayuda al desarrollo de las zonas más deprimidas del planeta, en especial ese continente del que proviene su familia paterna.

Y tiene que enfrentarse a la crisis económica que es algo que afecta al interior y al exterior de los Estados Unidos y posiblemente sea la herencia más peliaguda que le deja la ineptitud del señor Bush y todos sus consejeros neocons. Es de esperar que el señor Obama restablezca el justo equilibrio entre el Estado y el mercado y aplique a la solución de la crisis políticas keynesianas y postkeynesianas, pero sobre todo las primeras que son de eficacia probada pues gracias a ellas se reconstruyó Europa en la postguerra y se garantizó el periodo de crecimiento sostenido más prolongado de los últimos tiempos. Asimismo tiene que empeñarse en una tarea multilateral para poner freno a los movimientos especulativos del capital internacional, consolidar el sistema financiero internacional, garantizar el libre y justo comercio, ayudar al desarrollo sostenible y comprometerse con los Objetivos del Milenio pues, si queremos, aún estamos a tiempo.

Es una tarea inmensa pero él la prometió al hablar de "cambio" y está en situación de acometerla porque, además de haber ganado la presidencia, el Partido Demócrata tiene mayoría en la Cámara de Representantes y en el Senado de forma que nada se opone a que lleve adelante ya en los primeros cien días la totalidad de su programa. Los republicanos no están en situación de bloquear u obstaculizar nada y bastante tendrán en los próximos tiempos con recomponer su unidad y hacer la crítica de cómo haya sido posible que el "viejo gran partido" fuera secuestrado por una pandilla de fanáticos ignaros. De acuerdo con los resultados electorales de la noche pasada los gringos parecen haber dado un cheque en blanco al primer presidente negro de su historia.

Permítaseme una penúltima disquisición de orden teórico. El pragmatismo fundamental que constituye el fondo filosófico de los Estados Unidos hace que estos pongan ahora a prueba empírica y experimental una cuestión que los europeos acostumbramos a plantear en las regiones inevitablemente brumosas de la teoría sin haber encontrado una respuesta hasta la fecha y ella es la de la importacia del individuo en el desarrollo de la historia. ¿Qué deja más huella en el devenir de la humanidad, la acción del héroe, la labor callada de las masas o la acción indiferente de las leyes de la historia?

Como dije en una entrada anterior, lo único que me preocupa es que, aprovechando el vacío de poder que se produce desde el cuatro de noviembre al veinte de enero, fecha de toma de posesión del nuevo presidente, los israelíes hagan alguna jugada, como bombardear el Irán, para enfrentar al señor Obama con los hechos consumados (como hacían los nazis) y desencadenar un conflicto de proporciones incalculables. No siendo así:

Go Obama!


(La imagen es una foto de tonx, bajo licencia de Creative Commons).

dimarts, 4 de novembre del 2008

Por qué puede (y debe) ganar Obama.

Hace cinco años la idea de que un mulato ("el negro", como lo llama el señor Chávez) pudiera ser presidente de los EEUU hubiera movido a risa. Hoy es muy probable que los EEUU elijan a un presidente mulato.

Resumen de la campaña electoral, que Palinuro ha seguido atentamente y repaso a los factores que han llevado al señor Obama a las puertas de la Casa Blanca:

a) los ocho años (seis de mayorías coincidentes ejecutivo-legislativo) de gobierno neocon con sus secuelas de injusticia social y desigualdad económica, ataque a las libertades públicas, avance del oscurantismo religioso y la intolerancia y política internacional agresiva;

b) la provocación de una de las guerras más injustas, criminales, de destrucción y pillaje que se hayan visto, basada en mentiras deliberadas, que ha quebrantado el muy endeble orden jurídico internacional y aniquilado el poco respeto de que los EEUU gozaban en cualquier parte del mundo que no fuera Israel;

c) consecuencia de la guerra y las estúpidas recetas neocons, la mayor crisis económica del capitalismo, mayor que la de 1929, de consecuencias aún imprevisibles y de la que, si no se echa a los neocons de la Casa Blanca, quizá no se salga sin otra guerra y ésta ya de exterminio.

¿Por qué votarán los gringos al señor Obama? Porque su cambio es la única alternativa a la desastrosa herencia del señor Bush mientras que Mr. McCain es más de lo mismo.

(La foto es la que tomó mi hija Inés en Indiana hace unos días y que repito aquí porque tiene mucha calidad).

dilluns, 3 de novembre del 2008

Hasta el último momento.

Mr. Obama encara el último día antes de estas elecciones (las más reñidas e interesantes de los últimos tiempos) en una posición de ventaja. Pero no será porque los otros no hayan recurrido a todos los trucos posibles, a veces con resultados negativos. El señor Dick Cheney, vicepresidente con el señor Bush, anunció que votaba por McCain, creyendo en su ciega soberbia de neocon que así contrarrestaba el efecto de la declaración de Mr. Colin Powell anunciando su voto por el señor Obama. Como si pudiera acercársele.

De igual modo, los israelíes hicieron las elecciones adelantadas en Israel y, dado el resultado (75 por ciento a favor de McCain y 25 por ciento a favor de Obama) lo trompetearon a los cuatro vientos por si pueden influir en el voto de los gringos mañana. El lobby sionista es contrario a Mr. Obama. Tanto que he empezado a pensar que si sale elegido el afroamericano es posible que los israelíes bombardeen el Irán para enfrentar a aquel con un hecho consumado a partir de enero de 2009. Y quizá con la complicidad de Mr. Matorral-pato-cojo a quien sin duda se lo habría recomendado dios.

(La foto fue tomada por mi hija Inés hace unos días en Indiana y es estupenda).

diumenge, 2 de novembre del 2008

Segundos fuera.

En dos días se deciden las que probablemente sean las elecciones estadounidenses más importantes desde el triunfo de Franklin D. Roosevelt en 1932. Casi todas las predicciones hablan de una participación nunca vista, en torno a ciento treinta millones de votantes, con una gran movilización de los sectores jóvenes y las minorías negra e hispánica. Esa movilización se aprecia ya en quienes han hecho uso del voto anticipado, por cierto, mayoritariamente demócrata. El país ha seguido con inusitado interés tanto el proceso de las primarias, en especial la batalla entre Mrs. Clinton y Mr. Obama, como la campaña propiamente dicha, desde las convenciones de los partidos hasta mañana. Y no solamente el país, esto es, los EEUU, Gringolandia; también se ha seguido fuera, en Europa, en Asia, en todas partes y en todas, como en los EEUU mismos, hay una aplastante mayoría a favor de M. Obama.

El viento en las velas del señor Obama viene de varios puntos. En primer lugar su propia condición de mulato, an African-american con perspectivas reales de ganar la Casa Blanca y ser el primer presidente no blanco de un país que hace cincuenta años todavía tenía leyes segregacionistas en vigor y en el que abundan los racistas, supremacistas y otros retrasados mentales. Además su condición de demócrata de izquierda (para los gustos gringos), no excesivamente contaminado con la corrupción política tradicional de Washington y en posición imponer un cambio en el estilo del país que la mayoría desea desde hace tiempo. ¿Pruebas? Ha sido capaz de recaudar 640 millones de dólares, mucho más que McCain y Hillary Clinton y sólo su campaña tiene 2.200.000 seguidores en Facebook ya que ha conseguido configurarla con pleno uso de las posibilidades de internet y las nuevas tecnologías en general. En tercer lugar, del otro lado, la desastrosa campaña del Senador Republicano McCain que, en todo el tiempo no ha podido remontar en los sondeos, no ha encontrado un punto débil en la trayectoria de su adversario a pesar de haber intentado todo tipo de juego sucio y, por último, ha cometido el garrafal error de buscar como candidata a la vicepresidencia a una mujer a todas luces inapropiada para el cargo. En cuarto lugar la catástrofe sin paliativos de los ocho años de presidencia de ese increíble inútil del señor Bush que no solamente ha metido al país en una guerra de rapiña de la que no puede salir, sino que ha implantado un régimen de ataque a las libertades civiles de los EEUU desde la práctica de la tortura hasta los secuestros de personas, para terminar provocando la mayor crisis financiera y económica del país desde la de 1929, una que amenaza con ser la mayor del capitalismo mundial. Un necio convencido de que Dios le habla y al que ya están colgándole el sambenito de haber sido el peor Presidente de la historia de los EEUU, un hombre que sólo encuentra simpatía en gente como el señor Aznar.

En conclusión, un conjunto de circunstancias que hacen prever una landslide, un triunfo abrumador del candidato demócrata que irá asimismo acompañado por la victoria del partido del burro en ambas cámaras legislativas, dando pues a los demócratas carta blanca para poner en práctica sus muchas promesas. Victoria por landslide.

¿O no?

El tramo final de la campaña se ha visto oscurecido por el incidente de la tía de Obama, residente ilegal en Gringolandia. La tía contribuyó a la campaña de su sobrino con doscientos sesenta dólares que ahora el señor Obama tendrá que devolver ya que las donaciones de extranjeros están prohibidas. Además puede hacerle mucho más daño que esta futesa económica pues el asunto de los inmigrantes ilegales (de los que se calcula que hay diez millones) es tan sensible en el país como en cualquier otro y con él puede hacerse mucha demagogia.

Aun así cabe suponer que el entusiasmo que el señor Obama ha despertado, el apoyo que ha levantado durante los meses de la campaña podrá barrer este último obstáculo y empujarlo definitivamente hacia la Casa Blanca. Confieso que es lo que me gustaría. Ya he dicho en alguna ocasión que por pocas que acaben siendo las diferencias entre ambos senadores (que tampoco serán tan escasas, espero) estoy firmemente a favor de Obama y en contra de McCain. Y sobre todo, como muchos otros millones de personas, estoy contra ese insoportable insulto a la inteligencia humana que es Mr. Matorral-pato-cojo. Recuerdo haber aplaudido desde el principio con la campaña de Anybody but Bush y ahí sigo y me fastidiaría que saliera elegido un Bush II (que sería Bush III), en la persona de este neocon desdentado con sus batallitas de Vietnam y su estúpida decisión de quedarse ¡diez mil años! en el Irak. Pero...

Puede pasar. No se olvide que por mucho que se diga antes de las elecciones y por mucho más que se explique después de éstas (que en eso de "posdecir" hay verdaderos genios) toda elección política tiene una fuerte carga de incertidumbre y en unas tan críticas como éstas con mayor razón. Durante la campaña, los sondeos han venido dando una diferencia consistente a favor de Obama de entre cinco y once puntos porcentuales. Sin embargo, las proyecciones de ayer mismo, publicadas por John Zogby, al frente de una empresa de sondeos de prestigio, que ha hecho un seguimiento de tres días, acortaba las distancias entre ambos a cinco puntos y hasta daba ganador a McCain en el último día por un punto. ¿Podría estar produciéndose un corrimiento subyacente de opinión a favor del republicano y darse al final una sorpresa como las que hubo en los años 2000 (Al Gore) y 2004 (John Kerry) cuando los sondeos daban ganadores a los demócratas y venció Mr. Matorral ahora Pato Cojo? Podría. Por supuesto, los demás sondeos siguen vaticinando victoria demócrata por una media de siete puntos. Pero la derrota no es descartable. El llamado efecto Bradley está en el ánimo de todos: los electores dicen ir a votar por el candidato negro pero luego votan por el blanco.

Curiosamente ambos campos etán interesados en afirmar que las distancias se achican y que Mr. McCain está recuperando territorio a toda velocidad. El campo republicano, como es obvio, para animar a sus votantes y movilizar hasta el último sufragio en la esperanza de que, además, funcione la tradicional simpatía yankee por el underdog. Al fin y al cabo, he aquí un auténtico héroe gringo hoy en el tramo final de su vida con la ilusión de ser útil a su país una vez más. No conviene tocar mucho esta tecla porque, de ganar McCain, sería el presidente que empieza mandato más viejo de la historia del país y la posibilidad de que haya de substituirlo una pava como Mrs. Palin pone la carne de gallina. Por otro lado, en el campo demócrata temen que la conciencia de ganadores opere como desmovilización del electorado, así que les interesa asegurar que nada está ganado y que todos deben ir a votar. Por cierto se calcula que los negros lo harán en masa y los hispanos también pues el señor Obama cuenta con cerca de un 70 por ciento del voto de este segmento de la población. Pero su auténtico peligro está en los trabajadores blancos. De ahí que, si no consigue generar un efecto bandwagon, le interese cuando menos mantener la angustia de la incertidumbre para que sus seguidores no se confíen.

Incertidumbre nada difícil de mantener dado que es lo que hay. El martes puede pasar cualquier cosa. Obviamente hay más probabilidades de unas que de otras. Por ejemplo, es más probable que gane el señor Obama por escaso margen que el señor McCain; algo menos probable pero aun así probable que gane por avalancha; todavía menos probable es que gane el señor McCain por escaso margen y lo más improbable de todo es que gane por gran diferencia. Pero no es imposible.

Como dicen los gringos: todas las opciones están abiertas. La mía es que gane Mr. Obama por mayoría aplastante y que los demócratas dominen la Cámara y el Senado. Ya se sabe que los demócratas es lo más a la izquierda que puede llegar al Gobierno en los Estados Unidos. Pero tampoco hay que ponerse muy estupendos a la vista de la izquierda que llega al Gobierno en los países europeos, empezando por el nuestro.

(La segunda imagen es una foto de Mr. Wright y la tercera es de de Stevegarfield, ambas bajo licencia de Creative Commons).

dimarts, 28 d’octubre del 2008

Tiro al negro.

El lunes el señor Obama largó un discurso en Canton, Ohio, pensado para ganarse el apoyo de uno de los estados bastiones de los republicanos en los EEUU, uno que, dice el saber convencional, hay que ganar si se quiere llegar a la Casa Blanca. Mr. Obama dijo a los ohianos que llevaba veintiún meses de campaña y que estaba a punto de ganar las elecciones dentro de una semana.

Si lo pensamos bien, ya es milagroso que un hombre de color pueda ganar las elecciones a la presidencia de los EEUU. Que lo haga una mujer de color está, creo, out of the question. La candidatura del mestizo se ha impuesto a la de una mujer WASP, que ya hubiera sido bastante portentoso. Hace un año nadie daba un duro por Obama y la señora Clinton era la nominada in pectore pues traía la aureola Clinton y era mujer. Al final ganó el mulato, ante la incredulidad de los Clinton que luego se han portado bien.

Ahora al mulato parece que nadie pueda pararlo. Todo Cristo se declara a su favor: políticos como el exministro de Exteriores de Bush, Colin Powell o el exportavoz de la Casa Blanca, Scott McLellan, actores y actrices, presentadoras de televisión, periódicos (desde el New York Times hasta el Anchorage Daily News, el periódico de Alaska, el Estado de la señora Sarah Palin). A favor del señor MacCain sólo parece haberse pronunciado hasta ahora el señor Matorral-pato-cojo, lo que no sé si puede computarse como un activo según están las cosas. Y no es que el mulato haya hecho mucho más que poetizar acerca de "¡como esta Nación necesita un cambio!", que es un mensaje que creo haber escuchado a un candidato a presidente de cada dos en este país desde 1960. (Quien quiera entreterse escuchando a todos los candidatos a presidente desde 1960 -Kennedy/Nixon- que pinche aquí.) El punto es que a éste la gente lo cree porque es joven, es mulato y, sobre todo, no es un vejestorio intelectualmente esclerótico que no ha dado una en toda la campaña. Porque si Mr. Obama va por delante en las encuestas en un rango de cuatro a once puntos porcentuales se debe a él y a su contrincante a partes iguales. Y nombrar a Mrs. Palin, una Esperanza Aguirre de la parte de los pingüinos, fue suicida.

Salvo algún imprevisto muy, muy gordo, el resultado de esta campaña está a la vista dentro de una semana. Una campaña que ha seguido el mundo entero aunque derecho de voto -que debiéramos tener todos- sólo lo tienen los ciudadanos estadounidenses. No tengo duda de que entre el señor Obama y el señor MacCain hay más parecidos que discrepancias. Pero por pocas que sean éstas las prefiero a los parecidos. Y lo mismo deben de estar pensando muchos gringos.

Resultado (también al modo gringo): a éste sólo lo paramos a tiros. Y ya se ha visto que la idea se le había ocurrido a una pareja de semiimbéciles neonazis que estaban programando una especie de videojuego/reality a base de cargarse negros, culminando la cosa con el mulato. Por mucha risa que entre ante el intento, no debe olvidarse que hay una posibilidad (no sé en qué grado) de que alguien atente contra Mr. Obama.

No sería el primer candidato o presidente que muriera a tiros en los EEUU, país sólo segundo ante España en cantidad de magnicidios: Lincoln, Garfield, McKinley, Kennedy; contra Prim, Cánovas, Canalejas, Dato, Carrero Blanco en España. De los cuatro presidentes asesinados, tres lo fueron por razones presumiblemente políticas, aunque de signo distinto: a McKinley lo mató un anarquista. También el equiparable asesinato del candidato Robert Kennedy parecer haber tenido motivación política. Y político sería el asesinato de Obama a quien muchos, empezando por su contrincante en la carrera electoral, el biznieto de un poseedor de esclavos, consideran una amenaza potencial a los EEUU.

diumenge, 28 de setembre del 2008

Claro que ganó Obama.

Anteanoche seguí el debate televisado de los dos candidatos pero terminó muy tarde, estaba muy cansado y, antes de escribir sobre él, preferí esperar a ver qué decían los periódicos. Ahora, con algo más de perspectiva y habiéndomelo pensado un poco, tengo claro que, si de ganador se trata, lo fue Obama. Y no tanto por sus virtudes o aciertos, que no fueron espectaculares puesto que mantuvo un tono moderado muy similar en todo el debate, como por los errores de su adversario que tampoco fueron gruesos o muy notorios ya que no cambió básicamente de actitud en sus intervenciones. Pero es que fue justamente esta actitud la que desentonaba y la que dejó una muy mala impresión: un hombre rígido que no miró ni una vez a la cámara ni tampoco a su adversario sino que se encerró en dos líneas que no cambió se hablara de lo que se hablara: a) señalar su experiencia de decenios y hablar de su curriculum y b) desmerecer cuanto pudo a su interlocutor. Si por la primera estuvo recordando de continuo a la audiencia que es un carcamal (incluso bromeó al comienzo diciendo que había "vivido ya lo suyo"), por la segunda transmitió la imagen de una persona orgullosa, intolerante y despreciativa. Conozco muy bien esa actitud: es la altanería de los representantes más cerriles de la derecha a los que saca tanto de quicio que otros piensen de forma que ellos no aprueban que prefieren no escuchar, no atender a razonamientos, ningunear al adversario. Es la misma actitud de Fraga cuando lo critican, la de Aznar o Rajoy: no han escuchado lo que han escuchado, el que lo ha dicho no lo ha dicho, además no existe, no se le mira, no hay nadie.

Frente a ese lamentable comportamiento en hora y media, el señor Obama mostró mucha flexibilidad y fondo: miraba a la cámara, que es básico a la hora de comunicar y miraba también a su adversario, al que se dirigía por su nombre de pila, mientras que éste se mantuvo en un estirado "senador Obama". Le dio la razón más de diez veces, cosa que se han apresurado a subrayar los republicanos encargados de demostrar por qué había ganado McCain diciendo que ello demuestra la falta de madurez del señor Obama quien, además, miraba al señor McCain como un discípulo a su maestro. En mi opinión, dar la razón al adversario allí donde la tiene y discrepar en aquello en que se difiere es una muestra de dominio de la situación, de elegancia discursiva y algo que todo auditorio entiende perfectamente. En cambio, la actitud de Mr. McCain, sistemáticamente agresiva, despreciativa, sin un solo gesto de coincidencia o acuerdo con la otra parte, resulta rígida y desagradable para los auditorios que son hoy mucho más experimentados que los de hace cuarenta o cincuenta años.

Envidiable fue el conjunto del programa si uno lo compara con los últimos debates que hemos visto en la televisión en España. En éste en Mississippi en el que había muy pocas cosas pactadas se dio mucha más espontaneidad que en los españoles, sometidos a un apabullante marcaje en tiempos. Lo que no consiguió el moderador, Jim Lehrer, a pesar de intentarlo en varios ocasiones, fue que los interlocutores debatieran entre sí directamente. Y no por falta de Mr. Obama, sino por la actitud altanera e imposible del señor McCain que en ningún momento dejó de hablar en tercera persona del señor Obama: "el senador Obama dice, el senador Obama cree...". Repito: esa rigidez, esa altanería y agresividad, ese desprecio, esa falta de consideración hacia el interlocutor que sin embargo era afable y cordial incluso cuando criticaba es lo que ha dado el tono del debate y deja un claro perdedor en Mr. McCain y un vencedor en el señor Obama.

En cuanto a los contenidos, la verdad es que pocas diferencias entre ambos, pero muy significativas: en la crisis económica, el señor McCain no tiene más que una receta: cortar el gasto público excepto en los capítulos de veteranos, defensa y un par de programas "vitales" que no enunció. Conjugando esta medida con el propósito de bajar los impuestos a las empresas (de las que dijo que pagan el impuesto de sociedades más alto del mundo, el 35% siendo así que no pasa del 20%) el resultado no es difícil de imaginar pues lo que se pretende es salir de la crisis a costa de los más pobres y de eliminar todos los programas sociales. Su Leitmotiv fue acusar sistemáticamente al señor Obama de despilfarro. Frente a él, éste mostró mayores y mejores registros: bajar los impuestos (eso es tema obligado en los EEUU) pero al 95% de la población, no a las empresas; preocuparse por las clases medias y aumentar el gasto en sanidad, educación y otros programas sociales.

Sobre la cuestión concreta de cómo veía cada uno de ellos el plan de Mr. Bush de rescate del sector financiero el señor Obama lleva una delantera aplastante al señor McCain ya que, a diferencia de éste, tiene preparadas sus propuestas para aprobar el plan: comisión de supervisión, garantías a los contribuyentes, límites a los dispendiosos sueldos de los ejecutivos y soluciones a quienes incurren en impago de hipotecas, cosas sobre las que Mr. McCain no tiene nada que decir.

En el capítulo de política exterior que era el tema original del debate hubo de todo. El señor McCain, empeñado en demostrar que hace cuarenta años que actúa en este ámbito, que sabe el terreno que pisa, que trata con los líderes mundiales, tiene ideas y es amigo del señor Kissinger, resulta no saber pronunciar el nombre de Ahmadineyad, llama "Kardai" al presidente de Pakistán, Zardari y tuvo que soportar que el señor Obama le dijera que ni siquiera está dispuesto a hablar con los aliados, como el señor Rodríguez Zapatero.

No obstante, así como en cuestiones económicas el señor Obama no se dejó envolver en la retórica de falsa austeridad del neocon, en política exterior no fue tan afortunado dado que los "marcos" (frames) ideológicos que emplea la derecha gringa en estos asuntos son poderosísimos y dejan escaso margen para un discurso alternativo. El señor Obama señaló que él se opuso a la guerra del Irak, pero no pudo desplegar suficiente batería crítica porque es un terreno peligroso, el del patriotismo y cualquier debilidad o ambigüedad las hubiera explotado de inmediato el belicoso Mr. McCain que no duda de la victoria en Irak. Bastante hizo el señor Obama con no dejarse atrapar en el frame jingoísta que el señor McCain desplegaba cada vez que se refería a cómo el surge (esto es, el refuerzo militar en el Irak, después de cuatro años de fracaso) está dando óptimos frutos. Debió subrayar que el surge se dio después de cuatro años de derrota, pero no lo hizo. Claro que tampoco el señor McCain supo sacar provecho del espíritu guerrero patriótico poniendo contra las cuerdas a su interlocutor forzándolo a decir si cree o no en la victoria gringa en el Irak.

El debate dejó muy claro que el señor McCain es el continuismo de Bush y el señor Obama es el cambio. Que era lo que éste quería.

(Las imágenes son sendas fotos de radiospike photography y de
Mat Honan, bajo licencia de Creative Commons).