diumenge, 22 de gener del 2012

Diálogo entre Carme Chacón y Alfredo Pérez Rubalcaba.

Ayer los dos candidatos tuvieron la gentileza de hacer un hueco en sus apretadas agendas y vinieron a casa a tomar un café y charlar de sus cosas. Hacía mucho que no hablaban de tú a tú. Tenían muy poco tiempo porque ambos iban luego a sendas reuniones, así que puse una grabadora con su permiso y esto es lo que se dijeron, cómodamente arrellanados en dos hamacas de Ikea, que me salieron muy apañadas de precio en su día:

Chacón.- ¡Los medios! Fíjate cómo vienen, que si "guerra", "tensión"... Estos quieren sangre...

Rubalcaba.- Es su negocio. Quieren emociones, riesgos, catástrofes, grandes decisiones.

Chacón.- Pero no hay que dejarlos que impongan su espíritu. Los socialistas somos una familia. Bien es verdad que las familias suelen estar mal avenidas. Pero no es el caso.

Rubalcaba.- Déjalos. Reflejan muy bien lo que pasa en España. No hablan del gobierno porque éste no da que hablar pues no hace nada. Hablan mucho más de nosotros y eso es bueno. También hablan de la corrupción y de esa ciberguerra que se ha montado en los Estados Unidos que es como una "Ley Sinde" elevada al infinito.

Chacón.- Hablan porque toca contar los votos de los congresillos y el asunto parece como de carrera de caballos. Seguro que en las agrupaciones hay porras y apuestas. Fíjate que hasta Palinuro ha puesto una encuesta en su blog. (Es verdad. La encuentra el/la lector(a) en la calumna de la derecha. Anímese y vote). Esto es como un recuento de fans.

Rubalcaba.- Sí, es una tontería, pues está bien claro que voy ganando. Tengo ya más de la mitad de los votos.

Chacon.- Perdona, pero estás equivocado. Voy ganando yo. Según nuestros cálculos, te llevo 200 de ventaja.

Rubalcaba.- Bueno ¿para qué vamos a discutir? Lo que sea, será en el congreso.

Chacón.- Lo cual demuestra que no te fías de tus cálculos. Yo tampoco de los míos. En campaña hay que decir siempre que se va ganando y que se va a ganar porque decir lo contrario es absurdo.

Rubalcaba.- Por supuesto. Los delegados no son compromisarios, no tienen vinculado el voto y, cuando puedan tenerlo por circunstancias personales o respetos humanos, tampoco quiere decir nada ya que el voto es secreto.

Chacón.- La democracia es eso: deciden los electores y deciden libremente. Puedes salir tú, puedo salir yo. Por cierto, todavía no hemos decidido quiénes deciden. ¿Solo los delegados, todos los militantes, también los simpatizantes? ¿Primarias cerradas, semicerradas o abiertas? Yo quiero abiertas.

Rubalcaba.- Yo también. Pero no lo decidimos nosotros; lo decide el congreso y me da la impresión de que el congreso querrá primarias cerradas porque los delegados no gustarán compartir su voto con afuereños; les quita importancia.

Chacón.- Es lo más probable. En todo caso hemos de pensar en qué invertimos el tiempo que resta hasta el congreso.

Rubalcaba.- ¿En qué va a ser? En ganarnos las voluntades de los delegados. Son algo más de 900; se les puede contactar personalmente; hasta llamarlos al móvil o ponerles un SMS; no es como si fueran dos millones. Así que ahora se hablará mucho. También hay que seguir haciendo oposición al gobierno que, con esto de las primarias del PSOE, no se asoma a los medios más que para demostrar que no sabe por dónde anda. Y, por último, tenemos que debatir entre nosotros.

Chacón.- Pues para luego es tarde. Tenemos tres terrenos de debate en los que hemos de aclarar que piensa cada uno: el modelo de partido que queremos y su relación la sociedad; las propuestas para España; y las propuestas para la Unión Europea. En cuanto al partido, yo quiero uno abierto, dinámico, capaz de adaptarse e innovar y más nutrido con gente joven. Somos pocos y la edad media, demasiado alta.

Rubalcaba. Pienso lo mismo y quiero lo mismo. Si acaso yo insistiré en que el partido hable con una sola voz en España, pues la unidad es un valor. Una sola voz. Ahí tienes tú un hándicap.

Chacón.- Es tu punto de vista que, como buen castellano, valoras el canto llano. Nosotros, los de la periferia, preferimos la polifonía, el contrapunto. Es mejor música. En cuanto a la propuesta para España, somos partidarios del retorno a la izquierda socialdemócrata. Políticas económicas de izquierda y ampliación de la democracia. Somos ecologistas, feministas y partidarios de ampliar la democracia, de llevarnos bien con el 15-M.

Rubalcaba.- ¡Toma! Y nosotros. El 15-M se consolidó porque, siendo yo ministro, no me dediqué a reprimirlo como parece que van a hacer estos. Y en cuanto a las políticas económicas de izquierda, lo hemos dejado bien claro: queremos compaginar los ajustes con políticas de estímulo. Y cualquier día de estos le callo la boca a Palinuro explicándolas. (Palinuro se remueve incómodo en su asiento). Ahora estamos estudiándolas. Pero todo llegará. En cuanto a la Unión Europea, hay que ir al programa socialdemócrata común. Los socialistas tenemos que salir del marasmo y reafirmar nuestros valores que son transnacionales. La justicia social, la igualdad, la libertad, los derechos no son nacionalmente divisibles. Los países europeos tenemos diferencias muy acusadas de niveles de vida y los socialistas tenemos que formular un programa para toda la Unión

Chacón.- De nuevo coincidimos. La única respuesta a la Europa del capital y de la banca no es la etérea "Europa de los pueblos", sino la Europa socialdemócrata, esto es, del reformismo radical. Frente a la Europa de la derecha, la de la izquierda. Y ese es un punto de diferencia contigo, me parece. Nosotros creemos que los socialistas debemos funcionar como un polo de atracción del conjunto de la izquierda europea, haciéndole ver que es la única alternativa real a la hegemonía de la derecha pues lo otro son los nichos testimoniales. El programa socialdemócrata tiene que ser el programa común de la izquierda europea.

Rubalcaba.- El Frente Popular, vamos. Eso se te acaba de ocurrir.

Chacón.- Pues sí, se me acaba de ocurrir. ¿Y qué? En algún momento han de ocurrírsele a una las cosas. Las ideas vienen y van y esa me parece mejor que la tuya.

Rubalcaba.- Tenemos suficientes temas de debate y formas claras de distinguir nuestras candidaturas sin dar carnaza a los medios. Tiene razón Palinuro.

Palinuro.- Un momento, un momento, a ver si me va a quedar fama de mediófobo. Ni hablar. Lo que digo es que no perdais las formas porque, cuando se pierden las formas, nadie se entera de nada y todos optan por criterios de bandería, de clientelismo, ajenos a la razón, al menos a la forma noble de la razón, porque siempre hay razones de otro tipo para justificar comportamientos irracionales.

Rubalcaba.- ¿Lo ves, Carme? Te lo dije: es insufrible. Bueno, estamos en contacto.

Chacón.- Por supuesto y a través de las redes. Hay que estar en el ciberespacio. ¿Tú tuiteas?

Rubalcaba.- Tuitean por mí. Pero es cierto, hay que estar en el ciberespacio. Fíjate, esto que decimos aquí ya está en un blog, volando por la red.

(La primera imagen es una foto de Rastrojo, bajo licencia de Creative Commons). La segunda, una foto del US Department of Defense, en el dominio público.

dissabte, 21 de gener del 2012

Crónica de las primarias del PSOE V

Aun habiendo perdido las elecciones de forma catastrófica el PSOE está saliendo bastante bien parado. El proceso precongresual y el de renovación de la dirigencia se desarrollan con sosiego, de modo abierto y democrático. El partido ha encajado el varapalo sin quebranto interno, sin enfrentamientos críticos. La pugna entre los dos candidatos, si quedan en dos, no es una lucha a muerte, de malos modos y cuyo fin solo pueda ser el triunfo del uno y la aniquilación del otro y la exclusión o expulsión de sus partidarios. Es una opción que se decidirá por la regla de la mayoría, la única válida en democracia y a su término, el partido se reintegrará a su unidad por consenso y mayoría y minoría se fusionarán. Todo en un clima civilizado. Parece una tontería pero no lo es. El PSOE está dando una prueba de madurez en condiciones difíciles, algo de lo que los demás pueden aprender.

En el momento actual están eligiéndose las delegaciones al congreso y es normal que haya tensiones. La opción es difícil y no es lo mismo votar por un candidato que por la otra. Si fuera lo mismo, si diera igual, no habría tensiones. Es preciso que esas tensiones no degeneren en enfrentamientos y juego sucio. Eso viene bien a los medios, pues venden más cuanto mayor dramatismo ambiental reportan y, si hay malos modos o insultos, miel sobre hojuelas. Pero es lo peor que puede pasar a un partido, la bronca interna. Por eso advertía Palinuro al comienzo de las primarias ¡Ojo a los medios, chicos!. La sociedad mediática requiere apertura total pero sin olvidar que los medios son empresas, negocios, que van a maximizar el beneficio, no a procurar la estabilidad de un partido o un gobierno.

Además estas tensiones que la prensa en cierto modo instiga, hablando de enfrentamientos, pulsos, quiebras, etc., tienen un límite en la próxima elección de delegados que serán los que voten, dado que nadie ha vuelto a hablar de primarias. Hasta ese momento es lógico que los partidarios de uno de los dos candidatos traten de asegurarse el voto de su lista. Pero el voto es (o debe ser) secreto y los delegados no son compromisarios, atados por un mandato imperativo. ¿Por qué no va a haber sorpresa en el congreso?

Proliferan las declaraciones de intenciones de dirigentes y cargos de importancia que alzan bandera por un candidato/a. En un inteligente artículo en Público titulado Liderazgo con partido, curioso juego de palabras, José Andrés Torres Mora justifica su opción a favor de Chacón. María Teresa Fernández de la Vega también la respalda. Se dibujan así los tres puntos de apoyo de Chacón: jóvenes, mujeres y catalanes. Es, desde luego, un reto: una mujer joven y catalana dirigiendo el PSOE y, quizá, la primera mujer y el primer catalán en presidir un gobierno de España desde los tiempos de Prim. Tiene muchas posibilidades. No obstante conviene que la candidata, que transmite determinación y fuerza, modere sus ímpetus. Tiene prisa, no admite transiciones ni prórrogas, pero a veces se pasa. Que los cargos públicos y orgánicos rindan cuentas cada tres meses se supone que obligadamente, es exagerado. Si un director general tiene que rendir cuentas cada tres meses no dirigirá nada. Con una vez al año será suficiente y, si se me apura, ni eso. El asunto puede resolverse regulando la revocación de forma que los cargos rendirán cuentas cuando los ciudadanos -o los militantes en el caso del partido- lo pidan.

En el otro lado, los apoyos de Rubalcaba son más difusos y transversales. Sin duda destacan dos grupos, el generacional (los "mayores" del partido) y el orgánico, esto es los cargos. Pero no son los únicos pues Rubalcaba tiene respaldo en todos los sectores. Transmite seguridad y experiencia y por eso hace una campaña (pues de campañas se trata) en tono bajo y sin estridencias. Pero que no tenga estridencias no quiere decir que no tenga ideas. El discurso de Rubalcaba acentúa aquellos aspectos en los que puede dar una imagen menos favorable: renovación, cambio, innovación, flexibilidad, adaptación. A ello añade que plantea asuntos de interés general, preséntándose como candidato a la secretaría general y al gobierno. Es muy oportuna su insistencia en que para salir de la crisis, además de los ajustes y recortes hay que arbitrar políticas de crecimiento, algo en lo que posiblemente esté de acuerdo todo el mundo, desde luego Merkel y Sarkozy; lo que piense Rajoy será difícil de averiguar.

Pero una vez acordada la necesidad de los políticas de crecimiento, de estímulo, de expansión, falta por saber en qué consisten, es preciso formularlas, por si acaso el gobierno decide adoptarlas, cosa improbable pero no imposible. Ni el mismo Rajoy hubiera creído que Rajoy subiría los impuestos como primera medida de gobierno.

¿Cómo va el PSOE a conseguir la reactivación? ¿Va a crear un banco público después de haber aceptado la privatización de las cajas? ¿Va a aumentar las obras públicas -y por tanto el gasto público- para generar empleo, fortalecer la demanda interna y poner a las empresas en marcha otra vez? ¿Con qué dinero? ¿Cuál será la política fiscal en concreto? ¿Van a detenerse las privatizaciones y va a re-socializarse lo ya privatizado? ¿Habrá de nuevo un sector público? ¿Se dará a los sindicatos capacidad de gestión en las empresas? ¿Se formulará en términos prácticos el cambio del modelo productivo? ¿Qué líneas de producción serán prioritarias? ¿Qué se propone para Europa? ¿Cómo ha de funcionar el BCE? ¿Van a cerrarse los paraísos fiscales? ¿Cómo?

Ese es el debate de hoy y ahí es donde la gente espera las propuestas de Rubalcaba. Personalmente, Palinuro se siente más a gusto en el orden de preocupaciones de Rubalcaba que de Chacón, pero eso no quiere decir que respalde al primero, entre otra cosas porque lo que Palinuro respalde es indiferente.

(La primera imagen es una foto de Rubalcaba38; la segunda, una foto de isafmedia, ambas bajo licencia de Creative Commons).

Fabracadabra pata de cabra

O mejor pata de conejo pues este es el hombre por el que la lotería tiene una querencia. Y así, ahora le ha tocado el gordo. El juez le pide 4,2 millones de euros de aquí al lunes. Y una cifra astronómica a su mujer o su ex-mujer y otros millones al empresario con el que se entendía hasta que, desde luego, dejó de entenderse. Lluvia de millones en Castellón, provincia afortunada. Ya lo era cuando la gobernaba este ciudadano ejemplar, este dechado de virtudes, este amante de los aviones. ¿Saldrán esos millones de su amoroso escondrijo? ¿De alguna de las 90 cuentas bancarias que, al parecer, posee Frabra o estas se sindicarán para hacer frente al cargo? ¿Habrá una cuestación entre los miles de castellonenses beneficiados de un modo u otro por Fabra? Gobernar es un negocio y los votantes son en realidad clientes. Es una forma de entender la política reciamente española y, en concreto, mediterránea. Sol, alegría de vivir, millones. Energía vital de un hombre que se dejó llevar de su temperamento, poco convencional; hasta que la realidad se le echó encima en forma de decisiones judiciales que llevaba diez años evitando. Ahora se le abrirá el juicio oral y en él podrá ver la gente de qué pasta está hecho este gobernante casi mítico, vástago de una dinastía de Fabras. Como ya lo ha visto en el proceso de Camps o la seccion de sastrería de la Gürtel. Y se verá en el proceso de los cargos públicos y empresarios que supuestamente se lo llevaban crudo mientras hacían la depuración de las aguas fecales de la provincia. Si es que las depuraban, que no parece.

divendres, 20 de gener del 2012

La ruina viene de la corrupción.

Según Alberto Fabra, el presidente de Valencia, Camps no ha despilfarrado nada y la culpa de todo es de Zapatero. Pero lo contrario salta a la vista: Zapatero no financió el Fórmula 1, ni la Copa América, ni quiso edificar las torres de Calatrava, ni construir un aeropuerto sin aviones, ni traer al Papa para hacerse con una foto de él. Si a estos y otros dislates de megalómano unimos los pagos a las empresas de Urdangarin, la pastuqui que se llevaban los mendas de la Gürtel y, para redondear, la presunta financiación ilegal del PP, no es nada difícil ver por dónde ha venido la ruina de la Comunidad Valenciana, no hay que especializarse en filigranas contables, pero sí mirar como se merece a una gente que, ahora se ve, gana elecciones porque hace trampas y financia sus gastos esquilmando a sus conciudadanos.

La ruina ha venido por un desgobierno casi de locos en el que el despilfarro de los fastos faraónicos se unía a una actividad de expolio generalizado del erario público, con una administracion que no daba un paso sin que alguien se levantara una pasta. En donde no estaba la Gürtel con esos diálogos telefónicos ("amiguito del alma", "te quiero un guevo", "gilipollas") de tan sorprendente audición, aparecía el conseguidor providencial, Urdangarin y, cuando no, esa otra trama, ligada a la contrata del tratamiento de las aguas fecales, que es como la metáfora perfecta de la corrupción valenciana.

Hay aquí un elemento berlanguiano, de traca de fallas, que induce a tomarlo a chirigota con la resignación del sempiterno latrocinio, el caciquismo consustancial a la raza mezclado con la picaresca de altos vuelos y postín tecnológico, todo en inglés macarrónico, lleno de "special consulting", "future events" o "more sunrise". Pero tiene también otra cara mucho menos amable: la de los funcionarios recortados, los interinos despedidos, los sindicalistas ocupando espacios públicos, servicios clausurados o no atendidos, dependientes descuidados, proveedores adeudados, colegios cerrados por impago y aulas gélidas en las que los alumnos tienen que dar clase abrigados con mantas que traen de casa. La corrupción no es solamente un oscuro tejemaneje que acaba en algún lejano paraíso fiscal. Tiene también un rostro real e inmediato: el de las penurias que pasa una población cuyo nivel de vida era de los más altos de España. Y eso gracias a una pandilla de incompetentes, manirrotos y corruptos.

Fabra sabe que Zapatero no tiene nada que ver con esto; pero él, si; él era y es parte del gobierno de esa Comunidad a la que el hoy presidente del gobierno había declarado ejemplo para España. Algo que mete miedo.

(La imagen es una foto de ppcv, bajo licencia de Creative Commons).

En su puesto.

Quien haya escuchado los discursos de Rajoy en campaña electoral, es decir, los de los ultimos cuatro años, recordará con facilidad cómo insistía el lider conservador en que el crédito de España se restauraría en cuanto él llegara al gobierno; cómo explicaba que los males del país se reducían al gobierno de Zapatero pero que, removido éste amanecería un sol radiante.

Se fue Zapatero; llegó Rajoy, pero nadie parece haberse enterado de tan feliz acontecimiento salvo los contribuyentes españoles, colectividad esta reducida pues aquí contribuir, lo que se dice contribuir, pagar los impuestos, pues en fin, los asalariados y poco más. El resto del universo sigue a su bola sin apreciar la grandiosa regeneración de España. Standard & Poor's rebaja la calificación de la deuda en lugar de restaurarnos nuestra triple A. Fitch dice que piensa hacer lo mismo pero que, de todas formas, los bonos españoles cotizan al nivel de bonos basura, sin querer reconocer que eso era antes, en tiempos de Zapatero. Ahora los bonos tendrían que ser reales de vellón, dado que en La Moncloa se encuentra ya nadie menos que Rajoy, salvador de la Patria.

El FMI augura dos años de recesión para España porque, como ve el mundo con los anteojos de la leyenda negra, no quiere reconocer que estamos entrando en dos años de recuperación garantizados también por la presencia de Rajoy el salvífico. ¿De dónde se sacará el FMI ese dato de descenso del PIB un 1,7% en 2012? Es un dato masónico y, además, herencia de Zapatero.

Rajoy ha ido a visitar a nuestro vecino del sur como podía haber ido a jugar a la petanca. Una vez ganadas las elecciones, ya nada es como antes, las urgencias se calman y Rajoy aprovecha para estirar las piernas. Todos esos para los que el presidente debe estar en su puesto de mando en momentos de borrasca como los actuales solo quieren incordiar y obstaculizar la acción exterior del Estado. Además se limita a hacer una visita protocolaria al estilo de la que un par de días antes había hecho Sarkozy con él. Es posible que el truco haya funcionado en el caso de Sarkozy, consistente en desviar la atención de la situación económica de Francia hacia su acción exterior. En el de España es poco probable porque la situación económica del país, recién degradada a la condición de bono basura, es de extrema gravedad, bordeando el colapso.

Y la culpa no es de Zapatero.

(La imagen es una foto de La Moncloa, en el dominio público).

dijous, 19 de gener del 2012

Las invenciones de Montoro.

No hay nada nuevo bajo el sol. El ministro Montoro, guardián del tesoro, amenaza con perseguir penalmente a los gobernantes manirrotos o despilfarradores y no estaba mirando a nadie en concreto. La oposición le ha recordado que el desgobierno ya cuenta con varias figuras delictivas en el código penal. "Pero es que", dirá Montoro, hombre tenaz, "yo voy a tipificar un nuevo delito: el del gobernante que gasta más de lo que tiene y se endeuda."

Pues tampoco es nuevo. Es una resurrección de los viejos juicios de residencia, especialmente aplicados a los virreyes y funcionarios de las Indias, pero también en la península. El cargo que cumplía su mandato era "residenciado" y sometido a investigación por su sucesor. Es fácil imaginar cómo acababan aquellas residencias. Como puede pasar ahora cuando el gobierno sea de un color y la comunidad autónoma de otro.

Pero hay más, ¿no está Montoro resucitando la prisión por deudas, abolida en el mundo civilizado desde primeros del siglo XIX? Excepto, quizá, en algunos sitios hoy día para los casos de omisión del deber de alimentos en los divorciados. Si es así como vamos a hacer frente a los nuevos tiempos, lo llevamos claro.

(La imagen es una foto de Partido Popular de Cataluña, bajo licencia de Creative Commons).

Apagón.

Otra batalla política en la guerra del ciberespacio. WikiLeaks, la primavera árabe, el 15 - M, OccupyWallStreet, el apagón de ayer en los Estados Unidos son momentos sucesivos del nuevo orden (o desorden) político global que obliga a redefinir conceptos, a adaptarse a pautas distintas en un mundo virtual que forma parte del real pero lo está transformando a toda velocidad.

El blackout en los Estados Unidos fue la respuesta de parte del ciberespacio a la tramitación de dos leyes contra la piratería digital, SOPA en la Cámara de Representantes (Stop Online Piracy Act ) y PIPA en el Senado (Protect Intellectual Property Act), en realidad, dos "Leyes Sinde". Media Web se fue a negro: Wikipedia, igual que Boingboing, Wordpress y miles de sitios cerraron; otros, como Google se sumaron canalizando protestas, Facebook, E-Bay, Yahoo!, Twitter asimismo en contra. Se calcula que el apagón afectó a unos 100 millones de internautas, muchos de los cuales, por supuesto, estaban en el blackout eran propietarios de las más de más de 60.000 páginas que cerraron.

¿Resultado? Los dos proyectos, que iban a pasar sin problemas en ambas cámaras, son ya prácticamente papel mojado. Han perdido la mayoría. Hasta la Casa Blanca se ha echado atrás con el argumento de que la represión de la piratería no puede atentar contra las libertades e instaurar la censura, probablemente el mismo escrúpulo que detuvo la aprobación del reglamento de la Ley Sinde en el penúltimo consejo de ministros de Zapatero. De momento, las grandes industrias discográficas y cinematográficas estadounidenses, la mismísima Cámara de Comercio, poderosos lobbies detrás de la legislación represiva, se han quedado con un palmo de narices, por decirlo castizamente, con su argumento de que hay que proteger los derechos de autor de los creadores frente al saqueo mundial a que se someten los productos culturales gringos.

¿Quién ha vencido por ahora? Otros gigantes tan poderosos como aquellos: Amazon, Google, Mozilla, Wordpress, Facebook, etc, forman otro lobby tan temible como el primero. Su argumento es que las viejas empresas no saben reaccionar frente al desarrollo de las nuevas tecnologías, son incapaces de adaptarse y pretenden que el Estado proteja sus intereses (los creadores les importan un pepino) por ley. Puede que no sea un argumento mejor que el de las discográficas, pero tiene un aspecto que no suele mencionarse y es decisivo: junto a los grandes del ciberespacio se han movilizado cientos de miles de internautas, blogs, webs personales y corporativas, etc; todos, media red, han ido a negro en protesta y aviso de que puede ser peor pues el apagón prolongado significa la ruina para todos pero especialmente las industrias de contenidos. Éstas, a su vez, no movilizan a nadie a su favor. Solo a sí mismas. En la red no son nadie ni tienen a nadie. Solo al gobierno del PP, que va a meterse en un lío. Es un dato fundamental para saber por dónde soplará el viento. Impedir las descargas va a ser imposible. La industria cultural tiene que cambiar. Como está cambiando todo.

Ayer también Anonymous suplantó la web de la UGT con un mensaje incendiario y hace unas fechas, la de la Comunidad de Madrid para mostrar una imagen de fotoshop, una mezcla de Aguirre y Aznar. Son los prolegómenos ludicos de la que se va a montar cuando comience a aplicarse la ley. Habrá más suplantaciones, bloqueos, ataques DoS. El ciberespacio tiene una potencialidad enorme y la ciberpolítica es básica y radicalmente de oposición, trátese de derechos de autor, de tiranías árabes, de la democracia española o las leyes de secretos oficiales. La red se opone a todo lo que no sea ella misma y pretende suplantarlo. Los indignados, por ejemplo, se han puesto a redactar una nueva Constitución. Imagino que los realistas que en 1789 veían lo que pasaba en el Juego de Pelota, sonreirían con conmiseración. Como harán muchos ahora. Y como seguramente hacían otros cuando un par de años atrás se planteó en Islandia llevar a los culpables de la crisis (políticos y banqueros) ante los tribunales y redactar una nueva Constitución en la red.

For the times, my friends, they are a-changin'.

(La imagen es una foto de DonkeyHotey, bajo licencia de Creative Commons).

dimecres, 18 de gener del 2012

Crónica de las primarias del PSOE, IV.

Como era de esperar, las primarias del PSOE están desarrollándose con bastante sentido común. Salvo algún rifirrafe accidental los dos candidatos son mutuamente respetuosos. Hacen campaña en positivo y omiten la confrontación, sin dejar por ello de exponer sus respectivas propuestas. Eso está muy bien.

Ayer fue día dedicado al género epistolar. Chacón y Rubalcaba enviaron sendas cartas a los militantes. La de Rubalcaba parece tener más enjundia, aunque no conviene olvidar que la de Chacón llevaba como anexo las declaraciones que hizo en Olula del Río, el pueblo de su padre. Pero esa es agua pasada, que no mueve molino.

Los dos discrepan sobre la cantidad de sus seguidores. En espera de que haya discrepancias más interesantes, la de los partidarios se resolverá en el congreso. En el ínterin Rubalcaba es el más versátil, pues habla de cuestiones de renovación del partido y también de debate ideológico. Esa propuesta de intensificar el municipalismo del PSOE es una buena idea. El poder local es un terreno en el que la izquierda ha tenido siempre mucho gancho. No obstante y como muestra de que estamos en un tiempo nuevo, el candidato podría vincular su propuesta con la que también habrá que hacer acerca de la racionalización de la vida municipal. Tiene poco sentido que en España haya ocho mil municipios. El objetivo debe ser menos municipios y más fuertes.

Chacón, a su vez, también ofreció una propuesta concreta con que poner color a su idea de que se precisa acercar el partido a la sociedad al pedir la recuperación de la secretaría de Formación, un centro de formulación de doctrina. No obstante, lo esencial no es el fuero, sino el huevo. El huevo de la doctrina.

Aquí sigue habiendo carencia. Hay que encontrar propuestas acerca de cómo se sale de la crisis en perspectiva socialdemócrata. Rubalcaba dice que Rajoy probablemente subirá el IVA. Es de lo poco que le queda por hacer; pero ¿cuál es la alternativa? Y, tirando por elevación, ¿qué se propone para reformar el capitalismo y evitar que la crisis sea crónica? ¿Qué para reducir el poder de la banca y aumentar el de los órganos democráticos representativos? ¿Qué para alcanzar el objetivo, que parece haberse abandonado, de cambiar el modelo productivo? ¿Qué para combatir esa lacra y esa rémora de la corrupción? ¿Qué para relegitimar el sistema político?

No hay que tener miedo al debate interno, dice Rubalcaba. Bien está, pero ¿sobre qué se debate? El miedo no parece estar en el debate en sí mismo sino en los temas del debate. Nadie habla la iglesia, cuyos privilegios en época de penuria general son escandalosos; nadie de las cuestiones ecológicas y medioambientales, cada vez más apremiantes; nadie de qué pasos seguir dando en materia de violencia de género e igualdad; nadie acerca de cómo articular una política socialdemócrata europea que todos dicen ser necesaria; nadie de cómo abordar el sempiterno problema de la memoria histórica, especialmente lacerante ahora que va a procesarse al juez Garzón por querer hacerle justicia.

No haya temor a debatir, cierto. Y no haya tampoco temor a mencionar los temas de debate.

(La primera imagen es una foto de Rastrojo, bajo licencia de Creative Commons). La segunda, una foto del US Department of Defense, en el dominio público.

Garzón vs. franquismo.

Los jueces que imparten la justicia de un régimen ilegítimo, ilegal y delictivo, como lo fueron el franquismo, el nazismo o el comunismo (en Alemania Oriental, por ejemplo) son tan ilegítimos, ilegales y delincuentes como el régimen al que sirven. Así, cuando los países que los sufren se liberan de ellos, lo primero que hacen es depurar la judicatura. Eso no pasó con el franquismo y los jueces que presidieron las farsas del Tribunal de Orden Público, siguieron en sus puestos durante la democracia administrando una justicia tan contraria a sus convicciones como contraria a la justicia había sido su práctica anterior. La democracia heredó intacto el cuerpo de jueces de la dictadura y, con ellos, los usos, las creencias y los prejuicios de ésta.

El ejército, la policía, la iglesia y la judicatura fueron los últimos reductos del franquismo. Los dos primeros se han renovado ideológicamente. Los dos últimos, no. Por ello no es de extrañar que el estamento judicial trate de condenar la actividad del único juez que en España ha intentado hacer justicia a las víctimas de la dictadura. Una condena a Garzón no solamente será un castigo a éste sino que pretende tener un efecto disuasorio para quien pueda venir detrás queriendo hacer lo mismo. Aunque la causa que se le sigue ahora, como una segunda por unos supuestos cobros del Banco de Santander, no tienen relación directa con el franquismo, sí la tiene el tercer proceso con motivo de la aplicación de la Ley de la Memoria Histórica y este proceso es el que da sentido al conjunto de la peripecia judicial de Garzón. Se le persigue y se le juzga por haber tratado él de juzgar el franquismo.

¿Cabe esperar justicia? No es descartable pero tampoco lo es lo contrario; al revés, quizá sea lo más probable. Es mucha la animadversión que este juez ha sembrado entre los de su gremio, en donde los simples envidiosos por sus éxitos unen fuerzas con quienes quieren dejar incólume el franquismo.

Las movilizaciones populares a favor de Garzón deben continuar. Es un derecho de la gente y son beneficiosas para el acusado en la medida en que los jueces se saben observados por una opinión pública muy crítica. Mucha ayuda, más quizá que la anterior, presta a la Justicia la asistencia de medios de comunicación extranjeros. Durante el franquismo solo la repercusión internacional de las fechorías de la dictadura era un freno a las de sus esbirros judiciales. Muchos represaliados de la Dictadura salieron no tan mal parados como se temía precisamente por la presión internacional. Es preciso mantenerla. Que los magistrados de la sala segunda sepan que, si cometen una iniquidad, las naciones civilizadas se lo reprocharán.

En torno al juez Garzón se libra la última batalla contra el franquismo. Y será una batalla larga. Si el juez es condenado ahora podrá acudir al Tribunal Constitucional y también al Tribunal de Estrasburgo por cuanto, al juzgarlo directamente el Supremo, sin posibilidad de segunda vuelta o revisión en proceso penal, tendrá abierto el amparo por indefensión y denegación de juicio justo. Y, si estos fallan, a la Comisión de Derechos Humanos de la ONU. Hay que aguantar y denunciar sin descanso. Una libertad sin justicia no es libertad.

(La imagen es una foto de http://www.presidencia.gov.ar/, bajo licencia de Creative Commons).

dimarts, 17 de gener del 2012

La corrupción es un problema de Estado.

Las pasadas elecciones de 20 de noviembre mostraron que la corrupción no pasa factura al PP, el partido que más afectado está por ella. El electorado valenciano dio una asombrosa mayoría absoluta al expresidente Camps, el hombre de quien cabe presumir que haya provocado la ruina de una comunidad autónoma antes rica y próspera, convertida con él en una tierra de saqueo, según acertada expresión de El país, en la que el despilfarro del dinero público ha sido la norma en los últimos años. El despilfarro, la malversación, el cohecho, la apropiación indebida..., un estilo de gobierno. Lo mismo ha sucedido en Castellón en donde, de haberse vuelto a presentar el inefable Fabra, hubiera cosechado probablemente un triunfo similar. Lo mismo también en Baleares, otra mayoría arrolladora para el partido del expresidente Matas quien está ahora procesado por una serie de presuntos delitos de corrupción que dejan boquiabierto a cualquiera, una verdadera trama corrupta con escritores áulicos a su servicio pagados con dineros públicos.

¿Cómo es posible? No hay explicación satisfactoria. El comportamiento del electorado desmiente las más complejas teorías de los expertos sobre su motivación y comportamiento. Pero que no haya explicación no quiere decir que la corrupción, cuando llega a este grado de generalización, no sea un problema de primera magnitud, tanto como el paro o la crisis bancaria. El reciente golpe de Standard and Poor's puede verse como una maniobra aviesa, pero debilita el crédito de las naciones recalificadas a la baja. Con todo, más lo hace esta insólita epidemia delictiva de guante blanco y en las alturas. Ningún plan de recuperación, que supone sacrificios y solidaridad, puede consolidarse sobre un terreno cuya fibra moral está literalmente destruida por una corrupción que lejos de provocar el rechazo popular, garantiza mayorías absolutas a los presuntos corruptos. Presuntos corruptos malgobernando comunidades autónomas que han tenido que pedir auxilio al Tesoro para evitar la bancarrota.

Muchos ven la crisis, en realidad, como una estafa por la que los bancos se enriquecen a costa de las estrecheces de la gente normal, la que trabaja (cuando tiene empleo) paga sus impuestos (que son los únicos que se suben) y pena por llegar a fin de mes y no como Esperanza Aguirre, sino de verdad. ¿Y los políticos? Muchos han sido cómplices de ese saqueo; otros se han enriquecido mediante privilegios escandalosos; y otros por procedimientos supuestamente delictivos. De acuerdo, no hay que generalizar. No son todos los políticos. Pero ¿por qué los honrados no plantean abiertamente la cuestión de que la corrupción es un problema de Estado? ¿Por qué no se han tomado medidas drásticas con los presuntos culpables? Ciertamente, el PSOE andaluz lo ha hecho con ese director general que, al parecer, se fundía cientos de miles de euros de los dineros públicos en correrse juergas que luego versificaba. Y tiene una gracia macabra que, en parte por hacerlo, sean los socialistas quienes vayan a pagar por todos pues corren serio riesgo de perder las próximas elecciones en Andalucía.

¿Cómo puede seguir ocupando cargo público alguno Francisco Camps quien, aparte de su comportamiento chulesco durante el proceso, queda retratado en las conversaciones entre sus "amiguitos del alma" que, cuando él no los oye, lo llaman "gilipollas" o "hijo de puta"? Bueno, en este juicio quedan todos retratados como verdadera escoria pero, al menos, los demás no ocupan un sillón en ningún Consell Jurídic Consultiu.

¿Cómo es posible que ocupe cargo alguno Carlos Fabra? El afortunado jugador de lotería inauguró con gran pompa en compañía del precitado Camps ese increíble aeropuerto sin aviones que ya debería estar en el Guiness, capítulo de tomaduras de pelo colectivas. Y ahora parece que el aeropuerto, inmenso como es, presidido por esa estatua monumento a la megalomanía, no era más que la punta de un iceberg que ocultaba una gigantesca recalificación de terreno para 40.000 viviendas, doce campos de golf y mil otras amenidades a cual más disparatada.

¿Cómo es posible que nadie diga nada cuando una Infanta de España y su marido están presuntamente implicados en el monumental expolio a que Matas sometió el archipiélago que gobernaba? ¿Cómo se sigue sin decir nada cuando se revela que, al parecer, dicha implicación conducía a una compleja y refinada organización con fines delictivos? ¿Cómo no explica el Rey hasta dónde sabía y qué hizo para poner en práctica el principio por él mismo enunciado de que "la justicia es igual para todos"?

Todos estos personajes, empresarios, políticos, miembros de la casa real y avezados delicuentes debieron de emborracharse con la sensación de impunidad que se dio en los años locos del despilfarro y del expolio, en la segunda legislatura de Aznar y la primera de Zapatero. Y ahora se nos aparecen como el reparto de una nueva versión del ascenso y caída de la ciudad de Mahagonny.

Es un problema capital; no se puede minimizar ni ocultar; hay que hablar de él. Los políticos deben decir algo; el Parlamento debe decir algo; el país debe decir algo.

(La imagen es un gráfico tomado de El País, edición de 14 de enero de 2012.

Propaganda mezclada de melodrama

¡Menuda decepción la película de Phyllida Lloyd sobre Margaret Thatcher! ¡Qué forma de destruir un personaje que, a su modo, tuvo cierta grandeza, convirtiéndolo en una estúpida leyenda acartonada! Sin duda la interpretación de Meryl Streep es estupenda. Gran trabajo de impostación de la voz por el que una yanqui de New Jersey habla un perfecto Queen's English con acento de oxbridge. Seguramente le darán un Óscar. Pero la película tenía que haber sido algo más que una ocasión de lucimiento de una actriz.

Abreviando, porque irrita hablar de un producto tan detestable: más de la mitad de las dos horas de La dama de hierro se van en confrontarnos con la miserable existencia cotidiana de una enferma de Alzheimer. Eso quiere decir que queda otra hora para embutir a ritmo de caballo once años de una historia que vio momentos tan excepcionales como la derrota de los otrora poderosos sindicatos británicos, la alianza con Ronald Reagan para destruir el Estado del bienestar, el atentado del IRA en Brighton, la guerra de las Malvinas, la caída del muro de Berlín, el enfrentamiento con la Unión Europea y la conspiración del Partido Conservador para deshacerse de su lideresa aprovechando el fracaso de su intento de desmantelar el servicio nacional de salud (cosa que no se menciona en la peli) y de establecer un injusto impuesto de capitación.

Como esta pretensión es tan disparatada se resuelve con un guión absurdo en el que vivimos los episodios más impactantes de esa trayectoria como confusos fogonazos en reiterados flash-back de una mente enferma de Alzheimer. La lamentable condición de Thatcher se muestra ya en las primeras escenas. Hubiera bastado con eso y un único flash back para contar toda la historia en lugar de interrumpirla continuamente con episodios típicos de esta enfermedad de forma que no se sabe si lo que se quiere es colocarnos un documental sobre el Alzheimer en el marco de una historia de ocaso de los dioses o enardecernos con la leyenda de una férrea personalidad. Lo primero carece de sentido y lo segundo es un fracaso.

Afortunadamente para ella y para todos, Margaret Thatcher fue mucho más que una Iron Lady, especie de mezcla de Isabel I y Golda Meir. Thatcher representaba una mentalidad, una ideología neoliberal y conservadora que tenía y tiene mucho más fondo que la admiración de una jovencita por la integridad moral de su padre, honrado tendero, convencido de que son los tenderos quienes han hecho grande a Inglaterra. Una mentalidad de las clases medias y altas en el mundo anglosajón que se impuso arrolladoramente en el planeta desde los años ochenta y que ha traído la catástrofe de la actual crisis.

Thatcher tenía convicciones que aún hoy inspiran a muchos polític@s de la derecha. Me limito a citar una de sus más célebres expresiones que dan la medida de esta ideología: "La sociedad no existe". De eso, como de muchas otras cosas, no se dice nada en la película. Sí, en cambio, de la contrapartida: lo que existen son las familias y los individuos. La finalidad es clara: presentar únicamente los aspectos positivos del personaje (es vergonzosa la forma en que se caricaturiza la oposición laborista), convirtiéndolo en una especie de muñeco de cartón completamente inverosímil.

Cuanto de público hay en la película es propaganda y cuanto de privado, melodrama "explicativo" de acompañamiento.

dilluns, 16 de gener del 2012

Crónica de las primarias del PSOE, III.

El buen cronista debe ser ecuánime e imparcial y Palinuro se esfuerza por conseguirlo, pero cada vez le resulta más difícil porque a veces, alguno de los dos candidatos no está a la altura de las circunstancias. Carme Chacón tiene fuerza, tiene empuje y deseos de ganar. Pero, en ocasiones, ese ímpetu le pierde y debiera refrenarlo. Ya hace unos días tuvo la dsgraciada idea de mencionar una especie de "relevo generacional", algo en lo que los jóvenes caen con facilidad porque es muy simple: me toca a mí porque el tiempo del otro se ha pasado, está mayor. Es una actitud discriminatoria por razones de edad que resulta injusta, como todas las discriminaciones, como la que pueda hacerse por razón de sexo o de raza. Y, además de injusta, muy convencional y poco inteligente porque no se está hablando de un campeonato de ciclismo, sino de dirigir un partido político. Por la misma sinrazón podría descalificar el mayor a la más joven por ser bisoña. Por fortuna, Rubalcaba respondió con más altura al decir que él no le preguntará la edad a nadie. Palinuro, que no está obligado a andarse con circunloquios, añade que preguntar por la edad para asuntos en que ésta es irrelevante debiera estar prohibido. Lo necesario para dirigir un partido y/o un gobierno es mostrar capacidad intelectual, espíritu de servicio, iniciativa, cosas que se pueden tener a los veinte, a los cuarenta, a los sesenta años de edad o a ninguna de ellas.

De nuevo Chacón desbarra cuando ofrece un lugar en la dirección del partido a Rubalcaba si ella gana las elecciones. Es una actitud de una magnanimidad inoportuna ya que, a todas luces, corresponde a Rubalcaba un sitio en esa dirección por méritos propios si él quiere. Lo más sensato que puede hacer Chacón es dejar de referirse a su competidor porque tal mención permanente parece algo obsesiva.

En este terreno Rubalcaba lleva ventaja porque procura no referirse a Chacón salvo para responder y concentra su discurso en las tareas del PSOE y su necesaria reforma y en la oposición al gobierno del PP, como cuando pregunta: ¿desde cuándo sabe Rajoy lo que hay que hacer? En efecto, ¿desde cuándo? Enterarse aclararía bastantes cosas. Pero no habrá lugar. Rajoy no contesta las preguntas.

El famoso debate de ideas sigue sin producirse. A las que ha apuntado Palinuro en entradas anteriores añade hoy otras en relación con el Estado del bienestar y la iglesia. Afirma Rubalcaba que estará vigilante para luchar en contra de los intentos de la derecha por desmantelarlo. Es importante, si bien, a fuerza de realistas debe admitirse que es poco lo que cabe hacer dada la aplastante mayoría absoluta del PP. Pero, además de importante, ¿es todo cuanto cabe decir? ¿Basta con defender lo existente, que está tambaleándose? ¿No hay que ser más decididos? ¿No hay que prometer también que, además de defender el Estado del bienestar, debe ampliarse y fortalecerse? Por ejemplo, entiende Palinuro que el PSOE debiera prometer que devolverá al sector público todo lo que la derecha ha privatizado en detrimento del interés general. Los servicios públicos deben ser eso, públicos, y no privados, compartidos con lo privado o de gestión privada, que son los artilugios neoliberales para despojar a la comunidad de sus pertenencias y, por ende, de sus derechos. La sanidad, las pensiones, deben ser todas ellas públicas, sin detrimento, claro, de que haya sanidad privada y planes privados de pensiones. También la educación debe ser inequívocamente pública. Hay que ir a la eliminación de la enseñanza concertada que, en el fondo, es tan negocio como la privada pero con fondos públicos. Si los curas quieren participar en la enseñanza que monten colegios privados. El Estado debe cuidarse de que la enseñanza pública sea gratuita, universal y laica. Porque es un derecho.

Y lo mismo cabe decir de los demás servicios públicos. El Canal de Isabel II debe seguir siendo público al cien por cien y, si el PP lo privatiza en todo o en parte, el PSOE debe prometer que volverá a socializarlo. El Estado ha de ser fuerte, tener saneados ingresos vía fiscal y actuar con fines de redistribución de la renta. Por supuesto, no tiene por qué interferir en la actividad privada legal y financiada con fondos privados, pero tampoco debe consentir que los intereses privados lo colonicen, lo troceen, se aprovechen de él.

En ese mismo terreno, la socialdemocracia no puede seguir ignorando la permanente intromisión de la iglesia en los asuntos públicos. La última peripecia en este campo es la reamortización que los curas están llevando sigilosamente a cabo en toda España, al amparo de una injusta Ley Hipotecaria, mediante la cual están depojando a la colectividad de todos los bienes del común, casas, tierras, iglesias, ermitas, cementerios, etc. Sería bueno que el PSOE explicara que recogerá el propósito, abandonado por el gobierno anterior, del que ambos candidatos fueron ministros, de proseguir en la tarea constitucional de hacer realidad la aconfesionalidad del Estado, lo que implica la denuncia del Concordato vigente así como de los abusivos Acuerdos con el Vaticano de 1979. La iglesia católica ha sido de siempre una rémora para el progreso de España y sigue siéndolo. La tradicional falta de espíritu crítico, la carencia de orientación científica que tanto se hacen notar en España ahora que la salida de la crisis sólo puede enfocarse mediante el fomento de la sociedad del conocimiento, de la investigación y el desarrollo, siguen siendo los grandes obstáculos al adelanto del país y de ellos la principal responsable es la iglesia, cuya financiación a cargo del Estado es una injusticia con la que el PSOE debe acabar.

(La primera imagen es una foto de Rubalcaba38; la segunda, una foto de isafmedia, ambas bajo licencia de Creative Commons).

La segunda muerte del caudillo.

Fraga es parte de la historia de España. Su biografía refleja algunos modos y aspectos de nuestro país, casi todos ellos desdichados, a juicio de Palinuro. Pero son los datos de su vida, la vida que él eligió vivir libremente, al servicio de la dictadura en su primera mitad, aunque él diría "al servicio de España". Otros eligieron no menos libremente dedicar su vida al servicio de la República o de la democracia o de la revolución y, sin duda, también podrán decir que "al servicio de España". Esta expresión, pues, no dice nada porque no existe España como entidad "servible", sino distintas ideas de España, algunas de ellas antagónicas y hasta irreconciliables entre sí.

Empezó Fraga su carrera política como joven entusiasta, como ciclón falangista, perfectamente identificado con la dictadura y con Franco en persona. Era un hombre con temperamento y pronto descolló entre aquellas grises y tristes medianías a quienes el Caudillo nombraba ministros. Pero ese descollar no lo llevó nunca a cuestionar la dictadura; al contrario, fue su leal servidor. Su famosa Ley de Prensa, que sus admiradores consideran un primer paso hacia la libertad de prensa por eliminar la censura previa, en realidad no mejoró en nada la supeditación política de los medios, pero sí trataba de embellecer el régimen, "modernizándolo". Fraga formaba parte del gobierno que dio el visto bueno al asesinato de Julián Grimau. Fraga fue el ministro de Información y Turismo encargado de montar la farsa del reférendum de 1966 para aprobar la Ley Orgánica del Estado por la que Franco ordenaba su sucesión en la persona de Juan Carlos.

Muchos hagiógrafos de Fraga, incluso de izquierda, afirman que hay que agradecerle el servicio prestado a la democracia cuando, a raíz de la transición, "civilizó" a la derecha. Es una observación tan falsa como estúpida. Es falsa pues Fraga no "civilizó" a la derecha porque quisiera sino porque no le quedó más remedio. También es estúpida pues parte del supuesto de que el hecho de ser "civilizado" no es una obligación sino un favor que se nos hace, lo cual es un punto de vista servil que Palinuro ha encontrado siempre especialmente repulsivo.

El ministro acabó fuera del gobierno en 1969 a raíz del escándalo Matesa, pero mantuvo su fidelidad incondicional al régimen. Aunque se preocupó por hacerlo más presentable. La teoría de la "modernización" (que Fraga tomó de los politólogos estadounidenses de los años 60) le permitió proponer reformas que no parecieran tales sino "modernizaciones". Ya antes de la muerte de Franco, Fraga pensaba en la sucesión, dentro de los límites del Movimiento Nacional, tarea a la que se dedicó cuando fundó GODSA que es, en definitiva, el antepasado paleolítico del PP, una empresa de estudios. Al morir Franco, su exministro propugnó una reforma del régimen que, manteniendo su espíritu autoritario y hasta dictatorial, tuviera algunos rasgos representativos, siempre bajo los supuestos franquistas de que el Jefe del Estado seguiría teniendo todos los poderes (incluido el legislativo) y que el Partido Comunista no se legalizaría.

Su relevancia política lo convirtió en ministro del Interior con el primer gobierno del Rey (el presidido por el ministro franquista de la Gobernación, Arias Navarro) entre 1975 y 1976, cuando se produjeron los sucesos de Vitoria, de los que fue responsable político. Por entonces ambicionaba ser presidente del gobierno y el hecho de que el Rey no lo nombrara y sí lo hiciera con Suárez, le provocó una gran frustración. Pero, inasequible al desaliento, decidió jugar el juego democrático para llegar a ese puesto por vía electoral. Por eso fundó Alianza Popular y se alió con seis notorios franquistas, cinco de ellos exministros, porque creía que el neofranquismo daría votos por entonces, lo cual demuestra en qué limbo de ilusiones vivían los franquistas. En AP hubo gente que se abstuvo ante la Constitución de 1978 (que el propio Fraga ayudó a redactar y lleva su impronta) e incluso votó en contra. Eran partidarios de la dictadura; quizá tecnócratas, quizá demócrata-cristianos, quizá liberales, pero todos ellos franquistas.

Los sucesivos fracasos de AP, Coalición Democrática (CD) y PP demostraron al exministro y a las fuerzas que lo apoyaban que no era una alternativa viable y debía dejar paso a nuevos liderazgos. Fraga, que siguió siendo tan franquista y autoritario como siempre, era asimismo pragmático, y acabó cediendo el testigo de la presidencia de la derecha española, primero a una non entity, llamada Hernández Mancha y luego, al hombre que llevaría, por fin, a la derecha franquista al gobierno, el también reciclado falangista José María Aznar.

No pudiendo pasar a la reserva por su carácter, Fraga se mantuvo como presidente de honor del PP, ejerciendo su incontestada autoridad en su partido, y se retiró a su Galicia natal, que presidió entre 1990 y 2005 con mayorías absolutas y el estilo autoritario, caciquil y populista que siempre lo caracterizó. Su partido finalmente lo presentó como senador y el de senador fue el último cargó que ostentó, antes de retirarse hace unos meses.

Con él muere el penúltimo vínculo entre la democracia y la dictadura. El último es el Rey. Nos guste o no nos guste, es una fiel imagen de la historia del país, de la miseria de la dictadura y las deficiencias de la democracia. El principal representante de aquella ensoñación de los últimos del Movimiento, de instaurar en España un franquismo sin Franco, en la que todos ellos se veían como el caudillo sucesor del caudillo. Fraga el primero. Se va sin que los tribunales españoles hayan dicho nada sobre el carácter criminal de la dictadura a la que tan lealmente sirvió y antes de que los trámites que se han iniciado en la Argentina puedan desembocar en el calificativo que sus servicios a aquella dictadura merecen.

Desde luego, la derecha le debe mucho. España, la España de los demócratas, nada, porque hizo cuanto pudo por impedirla.

Descanse en paz.

(La imagen es una foto de FDV, bajo licencia de GNU Free Documentation).

diumenge, 15 de gener del 2012

¿Quién gobierna?

El último tajo propinado por Standard and Poor's a la calificación de la deuda de varios países europeos, entre ellos España, ha provocado las indignadas reacciones habituales. ¿Quiénes son esas agencias? ¿Qué pretenden? ¿Por qué torpedean sistemáticamente los esfuerzos que se hacen en Europa por estabilizar la situacion y salir de la crisis? ¿Cuándo vamos a crear nuestra propia agencia de calificación, no sospechosa de estar en connivencia con los yanquies? Es la misma reacción que han provocado las otras ya incontables veces en que las decisiones de las famosas agencias han empujado a unos u otros países a la ruina. Al no convertirse nunca en realidades, estas reacciones en realidad fortalecen la impresión de que se trata de pataletas sin resultados concretos frente al hecho ineluctable de que el gobierno económico de Europa no depende de ella sino de los mercados que se rigen por los criterios de unas empresas privadas no europeas.

Los mandatarios afectados hacen como si las rebajas de las agencias no tuvieran repercusión en sus decisiones que se toman autónomamente, pero mirando a Alemania que, junto a Holanda, Luxemburgo y Finlandia, no ha sufrido merma en su calificación. Por eso en parte actúa como gobernante de facto de la comunidad a la que deben someterse los demás, empezando por Francia. Sospecho que el sorprendente auge de la extrema derecha en este país responde a la conciencia creciente de que ha perdido soberanía y se mueve cada vez más al Diktat alemán. La extrema derecha cabalga siempre a lomos de un nacionalismo encendido y el nacionalismo se enciende con facilidad cuando parece que otro atropella a la Patria.

En España, la desagradable noticia se ha anotado, como de costumbre, al debe de la herencia recibida. Según Montoro, la rebaja se le ha hecho a Zapatero. Aquí hay un problema de veracidad y crédito evidente. Dos días antes, España había colocado varios miles de millones de euros a un interés más bajo que en casos precdentes. El gobierno interpretó que se trataba de la perspicacia de los mercados, ya conocedores de la inmensa confianza que inspira Rajoy, no de la herencia recibida. Es tan pueril esta actitud, según la cual la culpa de lo malo la tienen otros mientras que lo bueno es siempre tarea propia, es tan evidentemente mendaz, que no es comprensible que alguien le preste atención.

Muy en su estilo, Rajoy relativiza el golpe de las agencias de calificación (que unas veces te suben y otras te bajan) y afirma con contundencia que sabe lo que hay que hacer y el gobierno se apresta a hacerlo. Sigue razonando como durante la campaña electoral, cuando decía tener las claves para sacar a España del atolladero pero no las revelaba por no dar armas al adversario. La campaña electoral pasó, Rajoy ganó las elecciones y la cosa no consiste en seguir sabiendo lo que hay que hacer, sino en hacerlo.

El respetable está escamado pues tiene pruebas de cómo siempre que Rajoy afirma saber lo que hay que hacer y lo formula, luego hace lo contrario. El ejemplo, ya en los anales de la propaganda y la manipulación políticas, es la subida de impuestos decretada por un gobierno cuyo presidente sabía a ciencia cierta que no se deben subir los impuestos y, desde luego, él no lo haría. Sus auxiliares se encargaron después de explicar que, si no los subían ellos, los obligarían a hacerlo desde el exterior. Seguramente será cierta pero la explicación deja sin valor alguno la afirmación de Rajoy de que sabe algo, lo que hay que hacer o lo que no hay que hacer. La cuestión real es si puede o puede no hacerlo; si le dejan, vaya.

Anuncia asimismo Rajoy que habrá reforma laboral. Tendrá que hacerla él, a pesar de su reticencia caracteriológica a adoptar medidas porque la patronal ha boicoteado las conversaciones con los sindicatos para alcanzar un consenso. ¿Para qué hacer concesiones si tienen a su gente en el gobierno, dispuesta a obrar como ella mande? Resulta claro que en lo exterior, a España la gobierna Alemania y, en el interior, la patronal.

(La imagen es una foto de Gobierno de España, La Moncloa y está en el dominio público).

Diatriba

(Félix Rodrigo Mora, Prado Esteban y Frank G. Rubio (2011) Pensar el 15 M y otros textos, Madrid: Editorial Manuscritos, 150 págs).

Se ha ecrito mucho sobre el 15-M y probablemente se escribirá mucho más. El tono de lo que se publica suele ser laudatorio cuando no encomiástico. No podía faltar algún texto contrario y no escrito desde una perspectiva reaccionaria sino surgido del seno del propio 15-M o de sus aledaños. Y no falta. El que comento aquí lo es. Y no precisamente suave, sino una verdadera diatriba, una andanada contra el conjunto del movimiento desde posiciones anarquistas y salvando en él únicamente una especie de vagaroso principio motor basado en la idea asamblearia que, en su forma genuina, según parece, ha sido minoritaria entre los indignados, pero lo suficientemente representativa para tener con él esta especie de relación de amor-odio que impregna las páginas de esta obra.

El libro, muy breve, se compone de tres escritos de diversa longitud, enjundia y objetivo. Se añaden algunas entrevistas a participantes en las acampadas cuya función es reforzar las conclusiones de los autores. Estas, expuestas con mayor concreción en el escrito más extenso de todos, el de Rodrigo Mora, consisten en lo esencial en ver el moviento del 15-M como una reacción popular y espontánea manipulada y desnaturalizada por sus mismos organizadores. Hay un núcleo impreciso de indignados a los que el autor llama "el sector popular" del movimiento que es sano, pero nada puede contra las poderosas fuerzas de la manipulación, representadas por los partidos de izquierda y la parte estatolátrica y hasta reaccionaria del 15-M. De qué forma puedan distinguirse estas partes antagónicas, en qué consistan, cuáles sean sus atributos conceptuales no queda claro en modo alguno en el escrito, salvo por la seguridad del autor de que las cosas son como él dice. En último término y casi por reducción al absurdo, no solo el 15-M sino el mundo entero se divide en dos bloques antagónicos: el propio autor de un lado, poseedor de una sabiduría, unos conocimientos y una clarividencia que le permiten descubrir el lado oculto de las cosas sin necesidad de explicar método alguno, excepto los muy firmes propósitos de buscar la verdad y atender ante todo al espíritu y todos los demás que son engañados, están equivocados o son simplemente unos granujas.

Rodrigo Mora es extraordinariamente agresivo con todos los autores y organizaciones que han tenido algo que ver con el movimiento indignado. Carga con virulencia contra Carlos Taibo, Stéphane Heller (de quien no deja hueso sano), José Luis Sampedro, Joseph Stiglitz y el movimiento Democracia Real Ya (DRY) y contra otros autores no directamente relacionados con estos, como Fernando Savater en una especie de ajuste de cuentas que parece una venganza o un mal disimulado deseo de que le filósofo entre al trapo y le conteste. A todos reprocha algo, bien sea su afán por manipular, su carácter reaccionario, su pasado o el hecho de que ganen dinero con sus obras, cosa que la parece especialmente nefanda. En consecuencia critica acerbamente las obras y manifestaciones de estos y se ceba muy en especial con el opúsculo de Hessel y el Manifiesto de los Indignados en 25 propuestas al que somete a un minucioso refrito en el cual pretende demostrar que se trata de un texto reaccionario y manipulador que solo tiene que ver con el genuino movimiento (en su sector popular, se entiende) con el fin de desarmarlo o, incluso, de ponerlo al servicio de estrategias mas poderosas y oscuras, como las grandes empresas o sus fundaciones.

El criterio del auténtico movimiento revolucionario, que nada tiene que ver con la burda manipulación del 15-m, es la existencia de un movimiento asambleario. Los antecedentes se encuentran en la tradición de los concejos abiertos medievales, a los que el autor idealiza, dando por supuesto que son la única forma de hacer avanzar la revolución, la auténtica, la verdadera, la que se ocupa de la verdad, a través de su cristalización moderna en la forma de asambleas. Una vez más los revolucionarios de hoy prometen la felicidad a quienes encuentren la forma de volver a una edad de oro, a cualquiera, aunque sea la medieval. Las asambleas han quedado reducidas a la nada en el 15-M merced a las tácticas desviacionistas del sector reaccionario, encabezado por el movimiento Democracia Real Ya (DRY) y por los partidos de izquierda, PSOE, IU, etc que, en el fondo, están al servicio del capital y del Estado.

La idea de que las asambleas, a las que el autor otorga prácticamente el monopolio de los tres poderes del Estado, el ejecutivo, el legislativo y el judicial, puedan ser la forma que tome la revolución en algún momento es, afortunadamente, harto improbable. El autor no solamente las convierte en los órganos decisorios revolucionarios por excelencia sino también, en un sentido más filosófico, en el único contexto de emancipación humana real. El siguiente párrafo, original en su redacción, como destilado de las experiencias de las acampadas en la Puerta del Sol, mete miedo, al tiempo que constituye la quintaesencia de la concepción del autor: "Estar juntos, vivir juntos, debatir juntos, pensar juntos, trabajar juntos, comer juntos, superar juntos las dificultades, dormir juntos, escribir juntos, luchar juntos, imaginar juntos, atreverse juntos, investigar juntos, ser reprimidos juntos, permitió practicar el colectivismo integral que es la forma natural de la existencia humana (lo que no significa ignorar la responsabilidad y el esfuerzo personal), a la que tendemos en cuanto la la presión espeluznante del Estado y la clase empresarial para hacernos individualistas y egoístas, solipsistas e insociables, flaquea, por poco que sea" (p. 36) . Colectivismo integral y concebido por vía de derecho natural. En algún otro lugar de la obra el autor remacha el valor del individuo pero, sea cual sea éste, la imagen de ese quehacer gregario, similar al de una colmena, es tan organicista que hay que frotarse los ojos para darle crédito.

En conjunto, el opúsculo de Rodrigo Mora es un ataque y una critica radical expresada con mucha virulencia al movimiento real del 15-M en todas sus manifestaciones pero hecho desde posiciones teóricas no explicitadas, ya que la perspectiva anarquista que esgrime no implica propuesta contrastable alguna. El libro es tan arbitrario en sus juicios y tan agresivo que a veces se llega a dudar de si está escrito en serio.

Completa la obra un par de breves ensayos de Prado Esteban para quien el planteamiento de la emancipación de la mujer solo puede hacerse en lucha contra el feminismo (p. 96) cosa verdaderamente sorprendente, pero no más que otras afirmaciones de la autora sobre el 15-M en la misma línea de Rodrigo Mora. El último texto, de unas tres páginas, de Frank G. Rubio es el único que plantea alguna objeción crítica al modelo asambleario al empezar por reconocer que, por su carácter, las decisiones de las asambleas solo pueden obligar a quienes participen en ellas.

En resumen, el libro es una diatriba en contra del movimiento 15-M, basada en una confusa acumulación de observaciones y críticas inconexas y articulado en torno un narcisismo doctrinal tan rotundo que maravilla.

dissabte, 14 de gener del 2012

Crónica de las primarias del PSOE, II.

Once-cuatro. Así está el marcador de barones en la partida entre Rubalcaba y Chacón. Si estos barones ejercen un liderazgo efectivo sobre sus huestes, el destino de la catalana está sellado. Pero no tiene por qué ser así. El voto es secreto y los barones pueden llevarse una sorpresa. Al anunciar públicamente sus preferencias actúan como grupos de presión o, todavía peor, como los "cuerpos intermedios" de los monarcómacos en las guerras de religión en Francia, órganos e individuos situados entre el rey y el pueblo, que se oponían al primero y adoctrinaban al segundo al que sometían a una especie de tutela por no considerarlo maduro. En las democracias, sin embargo, el pueblo es maduro por definicion, al igual que en las empresas el cliente siempre tiene razón. Aunque no la tenga. El pueblo siempre es maduro, aunque no lo sea. Razón y madurez son términos relativos.

Los pronunciamientos de los barones, además, son poco inteligentes, sobre todo los de la mayoría. Aparte de la evidencia de que en ésta se da una motivación de proximidad generacional con el candidato, hay otra razón de más peso. Los dos candidatos elaboran su discurso sobre un eje común: renovación. Los barones son una especie de "vieja guardia", ente poético-político que suele identificarse con principios inmutables, esencias puras, inmovilismo. También se lo conoce como "el aparato", un término en el que nadie quiere verse encuadrado. Por tanto, once barones obstaculizan más los propósitos renovadores que cuatro. Es decir, su apoyo resta crédito al discurso del candidato.

En todo caso, el contador de delegados, que actúan en el congreso como compromisarios también es de momento favorable a Rubalcaba. Éste insistió en que él no tenía nada en contra del debate, propuesto por Chacón y que el aparato ha vetado, con bastante sentido común, por cierto. ¿Qué otra cosa están haciendo ambos candidatos sino debatir desde el primer día? Da la impresión de que, cuando se pide debate, lo que se quiere es espectáculo porque debate ya hay.

Otra cosa es que tenga la categoría que debiera tener. Los dos aspirantes sostienen que les interesa el debate de ideas. Rubalcaba se propone preguntar a quienes se acercan a su partido si tiene ideas y Chacón promete que en unos días hará propuestas concretas en el campo de las ideas. Pero éstas siguen si aparecer, son tan difíciles de encontrar como el unicornio, bicho que solo se sometía en manos de una doncella.

Sin embargo hay muchos aspectos en los que surgen ideas casi por sí solas. Por ejemplo, se debe tratar el asunto de la corrupción dándole la importancia que tiene. La corrupción lleva la semilla de la destrucción del sistema. Ese asunto de los EREs irregulares de la Junta de Andalucía es durísimo para el PSOE. Por eso, ¿por qué no obligar por ley a que todas las administraciones cuelguen en la red en abierto todas sus transacciones económicas? Todas, subvenciones, licitaciones, gasto corriente, todas. Habría mucha menos corrupción.

En cuanto a la profundización de la democracia podría pensarse en la conveniencia de establecer un mecanismo de revocación de todos los cargos públicos. De ese modo, sabiendo estos cargos que su continuidad depende de la voluntad renovada de los electores, ya nadie repetiría esa queja tan habitual de que los políticos sólo se ocupan de la gente cada cuatro años y también habría mucha menos corrupción.

Otra idea consiste en revisar la política de privatizaciones. No es cierto que la gestión privada funcione mejor, como sostiene Esperanza Aguirre, que se maneja en un terreno de un neoliberalismo tosco. ¿No debe el PSOE reconducir las privatizaciones y defender sin ambages la superioridad de lo público? La salud, la educación, la vivienda no son anhelos de la gente sin mayor concreción y dependiendo de la caridad ajena sino que son derechos. Y el único de protege los derechos es el Estado. Por eso los neoliberales lo odian tanto y quieren suprimirlo para que en la sociedad no rija el derecho de todos sino el del más fuerte.

(La primera imagen es una foto de Rastrojo, bajo licencia de Creative Commons). La segunda, una foto del US Department of Defense, en el dominio público.

El filo de la navaja.

El funcionamiento del capitalismo es un misterio sobre todo cuando muestra su cara caníbal, cuando vive de devorarse a sí mismo. El gran descubrimiento keynesiano consistió en garantizar que el hombre pudiera explotar al hombre procurando que hubiera algo que explotar. Si esa precaución se pierde y al final no queda nada por explotar, el sistema, sostenido en una lógica autodestructiva, colapsa. los medios por los que que hasta ahora se ha contenido el colapso consisten en entregarse a él a través de la revolución o de la guerra, formas del reino de la violencia y ambas difíciles de pensar, si bien en diferente grado.

La revolución es improbable, aunque hubiera gente que, además de invocarla como se invoca el santo advenimiento, la preparara concienzudamente. La guerra es más probable incluso aunque nadie reconozca estar preparándola.

Nada está escrito y habrá quien diga que esta crisis puede hacerse crónica pues, como si fuera una guerra con un arma "inteligente" que aniquilara valores pero respetara a las personas, éstas permanecen. Sin duda pero, llevadas a la desesperación, pueden hacer cualquier cosa.

divendres, 13 de gener del 2012

Crónica de las primarias del PSOE, I.

Palinuro ha decidido nombrarse cronista oficioso de las primarias del PSOE. No todo han de ser declaraciones de barones y cargos del partido apostando por una u otro candidato. También interesa escuchar a quienes, no estando personalmente interesados en la contienda dialéctica, si lo están en que ésta sea ejemplar y termine consiguiendo la recuperación y reorientación del PSOE.

Ayer los dos candidatos ahondaron en los temas y estilos que les son propios en un clima de civilizada pugna. Chacón reiteró su voluntad de rejuvenecer el partido, de que tenga una direccion intergeneracional y que está más abierto a la gente y gane afiliados y simpatizantes. Al encontrarse en Sevilla, prestó especial atención a las elecciones andaluzas en la idea de que la victoria en éstas será el inicio del camino hacia la victoria en las generales y recriminó al gobierno que sus primeras medidas sean contrarias sus promesas electorales, lo que indica que pretende repetir el engaño en las elecciones en Andalucía. Todo lo cual está muy bien y arranca aplausos pero es menester empezar a concretar sobre todo en el ámbito de las propuestas y las ideas que la plataforma sobre la que se erigió su candidatura empezó por pedir en Mucho PSOE por hacer.

A las ideas, a reclamarlas, dedicó parte de su intervención en Valencia Rubalcaba quien, a falta de otras, prometió dar más voz en el partido a los alcaldes y las mujeres. Al estar en Valencia habló, claro, de la corrupción e insistió en que se trata de recomponer el PSOE como partido de gobierno, lo que debe de querer decir que es preciso no comprometerse mucho y asustar al electorado. Es prudente pero no indica un firme propósito aportar nuevas propuestas ya que, como bien se sabe las novedadess no suelen tener buena prensa en el electorado más huidizo. En cuanto a las ideas no van a aparecer llovidas del cielo sino que han de referirse a las realidades de la tierra. Por ejemplo, ¿cómo se piensa resolver la insostenible situación de excepcionalidad presupuestaria y constitucional de la iglesia? Esa es una idea. ¿Cómo se van a articular las políticas keynesianas de estímulo para salir de una crisis mientras se embrida el déficit? Esa es otra. ¿Hay una idea para resolver los sempiternos contenciosos territoriales españoles que tan alto coste tienen para el país o la idea consiste en dejar las cosas como están por entender que es más práctico. Esa es otra también.

La candidata Chacón ha inaugurado una nueva página web, ahorachacon.es que está bastante bien, es más dinámica que la de Rubalcaba y está conectada con todas las redes sociales en las que debe volcar su contenido.

Por último, tengo entendido que a los actos de los candidatos solo asisten los dirigentes que los apoyan en cada caso y dejan de acudir a los seguidores del otro. Me parece una falta de respeto y de elegancia. Los dirigentes del partido deben presenciar también los actos del candidato que no apoyan, aunque solo sea para informarse de primera mano de sus propuestas.

No solo los bonos son basura.

Mientras el soldado Manning se enfrenta a un consejo de guerra por filtrar documentos de interés general, la soldadesca del país que dice "confiar en Dios" mea sobre los cadáveres de los taliban abatidos en combate.

Al tiempo que un cura católico alemán admite haber cometido cientos de abusos sexuales, el obispo de Córdoba, Fernández, acusa sin pruebas a la escuelas de su diócesis de fomentar el fornicio que, según parece, está reservado al clero.

En tanto el expresidente de Baleares afanaba presuntamente la pastuqui de los contribuyentes y se la repartía con el yerno del Rey, una Infanta de España se beneficiaba supuestamente de esos ingresos para no verse obligada a vivir por encima de sus posibilidades, como como hacen los plebeyos, cuya codicia no tiene límites.

A medida que la citada Infanta iba redondeando sus magros ingresos de unos 150.000 euros al año, la Coronal, al estar tan alta, no se enteraba de lo que sucedía debajo de sus reales narices.

Así como Tele K tiene que sobrevivir de la solidaridad del auditorio para pagar un emisor con dos km. de radio, Canal Nou, cuantiosamente subvencionada por un gobierno en práctica quiebra, se dispone a echar a la mitad de la plantilla.

En el momento en que las escuelas de Valencia se ven abocadas al cierre por falta de recursos, las autoridades financian la erección de un gigantesco adefesio en honor al único hombre en el mundo capaz de construir un aeropuerto para los no-aviones.

Mientras los ciudadanos pechan con la mordida que les ha dado su gobierno, el presidente de éste da la cara como prometió, no en España sino en Berlín, en donde se le impartirán las órdenes posteriores.

No, no solo los bonos son basura.

(La imagen es una foto de mermadon 1967, bajo licencia de Creative Commons).

dijous, 12 de gener del 2012

Una sola voz pero dos registros.

Rubalcaba señalaba el otro día que el PSOE debe hablar con una sola voz en toda España. Muy cierto. Yo añadiría: y fuera de España, también. Es preocupante esa intención del PSC, aprobada en un reciente congreso, de tener voz propia en Europa, más que nada porque el momento para anunciarla es el peor posible. En este proceso de recuperación el PSOE necesita unidad de voluntad y de acción y una división de este tipo contribuiría a debilitarlo.

Por fortuna, Carme Chacón, que parecía inclinarse en un principio del lado catalanista, ha reafirmado asimismo el criterio de la única voz, reconociendo que primar el discurso territorial sobre el social fue un error del pasado. En efecto, el PSOE es un partido español y no debe fragmentarse en nacionalismos. De hecho ya tiene uno, el nacionalismo español. Más adelante, en circunstancias de normalidad, será prudente que abra un debate sobre él. En un mundo en el que hasta un conservador como Cameron admite el derecho de autodeterminación de Escocia, carece de sentido que el nacionalismo del PSOE sea como el del PP, cerrado y excluyente. El nacionalismo no tiene por qué ser contrario al derecho de autodeterminación. Las naciones (y, por ende, sus nacionalismos) son fuertes cuando quienes las integran lo hacen voluntariamente y no a la fuerza y sin que estos asuntos puedan siquiera debatirse. Pero eso será más adelante, salvada esta situación de emergencia. De momento es vital que el PSOE tenga una única voluntad y una sola voz para manifestarla.

Pero a la voluntad única de los organismos colectivos sólo puede llegarse mediante la imposición dictatorial o el libre y abierto debate interno. Obviamente descartada la primera, corresponde fomentar el segundo. El debate debe ser a fondo, sin límites; nada debe reputarse "indiscutible". Pero, una vez concluido, y formulada la voluntad única, todos deben hacerla suya con independencia de la actitud que hubieran mantenido anteriormente. La decisión de la mayoría es la decisión de la colectividad. Es el abecé del comportamiento democrático.

¿Ayuda a tal finalidad la propuesta, al parecer planteada por Chacón, de que haya un debate entre ella y Rubalcaba? Es dudoso y la prueba es que los dos candidatos se han apresurado a aceptar la decisión de los órganos directivos de que no lo haya. Es dudoso por prematuro y precipitado. Las reformas deben hacerse a su ritmo. Bastante es que se hagan primarias y sean abiertas. No es cosa de introducir un nuevo factor de consecuencias no suficientemente aquilatadas. Los discursos de los candidatos deben ser paralelos porque, teniendo ambos la misma voz, ésta posee registros distintos y en función de ellos decidirá luego el electorado. Los discursos no pueden ser antagónicos, cosa que serán indefectiblemente si se formulan en un contexto de debate. Porque, a los efectos de singularizar la propia posición, los candidatos corren el peligro de inventarse las discrepancias. La discusión no puede hacerse al modo de un duelo personal entre los dos candidatos que pretenden imponerse cada uno por su lado, sino al de dos litigantes que tratan de convencer a un tercero, en este caso su auditorio, los electores, que han de funcionar como un jurado encargado de decidir entre dos opciones distintas. Lo primero es, por tanto, definir esas opciones y ver en qué son distintas objetivamente.