dimecres, 23 de setembre del 2009

Cuando se tiene un amigo juez.

Se tiene un tesoro.

Los trajes te salen gratis.

Puedes cometer delitos, que estos no se investigan.

Si se investigan, dejan de investigarse por orden de tu amigo el juez.

Puedes ser político y recibir regalos que nadie pensará que son cohecho.

Y si lo piensa, tu amigo el juez probará que no lo es.

Las pruebas en los procesos no son pruebas.

Puedes decirle al juez qué hacer con ellas.

Puedes predecir la duración de los trámites procesales.

Puedes predecir el sentido de las decisiones judiciales.

Todo el mundo te trata bien porque el juez es tu amigo.

Puedes incumplir tus promesas.

El principio de igualdad ante la ley no reza contigo,.

Estás por encima de la ley.

Demuestras que la justicia no existe.

(La imagen es un óleo de Francesco Granacci, titulado Una santa ante el juez, que se encuentra en la Galería de la Academia, Florencia).

Centinela de Occidente.

¡Qué solos nos has dejado, Caudillo! Los enemigos de la libertad maquinan sin cesar y cada vez somos menos los dispuestos a hacerles frente. La voluntad flaquea. Occidente se hunde, degenera, pierde el rumbo. No se respeta el orden natural de las cosas. Las razas inferiores invaden nuestras ciudades. Los que nos asaltaron hace mil trescientos años vuelven a hacerlo ahora impunemente. Las costumbres se corrompen. Se pierde el sentido de la autoridad. La familia se disgrega. Los maricas imponen su ley. Los negros aspiran a ser como los blancos. Hasta llegan a presidentes de los Estados Unidos. Los criados sustituyen a los señores. Las mujeres ya no son mujeres. Se resquebraja el principio de autoridad. Los gobernantes son débiles con los terroristas y ceden a sus chantajes. El terrorismo islamoetarra, impune por el 11-M, cada vez crece más. Se impone la política del apaciguamiento. Nadie quiere ver las armas de destrucción masiva que, sin embargo, están por doquiera. Gobiernan los incompetentes. Felipe aún no se ha ido. No existe el ánimo del esfuerzo. Las guerras no se hacen para ganarlas. Hágase usted las Azores completas para esto. La burocracia lo invade todo y nos dice cuándo y en dónde podemos comer, beber, fumar... El intervencionismo del Estado es atosigante, casi bolchevique. No se respetan los valores tradicionales. Ni los no tradicionales. No hay valores. No hay ética. Predomina el chanchullo, la componenda, la mangancia, el socialismo. La gente honrada no puede salir de casa. El espíritu del 68 envenena el mundo. Los enemigos de España, derrotados en el 39 y en el 42 y en el 62 y en el 66 y en el 75 y en el 96, vuelven a la carga para ganar la guerra que siempre pierden con la ayuda de Dios. Ya no hay sentido de la responsabilidad, ni del decoro, ni de la medida, ni del orden, ni de la verdad, ni del sentido. Las meretrices piden derechos; las lesbianas, respeto. La religión se hace a la carta. Se desprecia la cultura por las modas. Nos avergonzamos de nuestras raíces. Nos sometemos a la mariconada de lo políticamente correcto. España es una charlotada de 17 Españitas y dos zonas morunas. El enemigo está ganando la partida. Los mentirosos del cambio climático están convenciendo a la gente. Caemos en la peligrosa ilusión del pacifismo. Los falsos dioses toman nuestros templos. Los falsos profetas, la televisión. Y sin el escudo de misiles estamos con el culo al aire. ¡Qué solos nos has dejado, Caudillo!

(La imagen es una foto de ceslava.com, bajo licencia de Creative Commons).

¡Bienhaya, Zelaya!

¡Bravo, Mel, por fin te decidiste! Y yo que creí que nos habías salido pataruco. Así se hacen las cosas: de modo directo y contundente. Tres meses de espera para que los mandatarios extranjeros, la llamada comunidad internacional y otros mediadores, adoptaran medidas que forzaran a los golpistas a ceder y no se había conseguido nada, salvo ponernos a las puertas de las elecciones presidenciales de noviembre.

Ahora sí hay un buen quilombo y los reticentes tendrán que actuar porque la situación se ha internacionalizado de facto, gracias a la intervención -perfectamente legal y legítima- de Brasil. El conflicto no admite espera ni demora y nadie, sin embargo, tiene la menor idea de qué hacer. Micheletti es mucho más duro de lo que todos supusieron y tú, Mel, por fin, has demostrado agallas. Las cancillerías están que bufan. Pero tendrán que buscar una solución.

A estas alturas la intervención exterior, cuando menos regional, parece inevitable porque la seguridad de la embajada de Brasil y del propio Zelaya no están garantizadas. El aluvión de declaraciones de Micheletti, varias de ellas contradictorias, en las últimas horas, prueba que no cabe descartar un asalto al edificio perpetrado por quien luego se dirá que fue un comando de incontrolados o de patriotas indignados, que viene a ser lo mismo.

(La imagen es una foto de codepinkhq, bajo licencia de Creative Commons).

dimarts, 22 de setembre del 2009

Cosa rara: en Alemania puede pasar algo.

A menos de una semana de las elecciones legislativas en Alemania las cosas no están tan claras como trasmite mayoritariamente la prensa. Las simpatías que entre periodistas y comunicadores en general despierta Frau Merkel con ese aspecto sobrio, discreto, unasuming, que dicen los ingleses; la forma de plantear la campaña de la CDU/CSU que lleva dos años machacando una idea: "Die Mitte" (el centro) y un rostro: Frau Merkel; el carácter un poco surrealista de una campaña electoral que enfrenta a dos aliados de gobierno actual, Frau Merkel y su ministro de Exteriores, Herr Frank-Walter Steinmeier; todo conspira para que los medios den por segura la victoria de la derecha, máxime si, como acaba de suceder, el Partido Liberal (FDP) se compromete a una alianza sin condiciones con la CDU, lo que aumenta, según se dice, el atractivo electoral de la posible coalición Negro (Democracia Cristiana)-Amarillo (Partido Liberal), una vez descartada la llamada "coalición semáforo", esto es rojo (Partido Socialdemócrata)-amarillo-verde (Partido Verde) y también la llamada "coalición Jamaica: negro, amarillo, verde". Esta imaginación cromática debe de ser manifestación de esa condición poética alemana que diagnosticaba Heine cuando decía que "los alemanes sueñan con las revoluciones que los franceses hacen".

El caso es que, si nos atenemos a los resultados de los sondeos, las posibilidades de un triunfo de la derecha y de la izquierda están muy equilibradas. Viendo el de marzo de este año a la derecha (fuente: wahlumfrage) se ve que la derecha (coalición negro/amarillo) tenía una intención de voto del 50 por ciento y la izquierda (coalición rojo/verde/rojo, esto es, socialdemócratas, verdes e izquierda de Bisky y Lafontaine) del 45 por ciento. Cinco puntos porcentuales de diferencia. Mucho y poco, según se mire.

Seis meses después, en el último sondeo antes de las elecciones (fuente: Frankfurter Allgemeine Zeitung), las posibilidades son: negro/amarillo: 49 por ciento; rojo/verde/rojo: 46 por ciento. Diferencia, tres puntos porcentuales. Dos menos que en marzo. Claro que está por ver que los verdes firmen sin más con la izquierda (repetición de la experiencia Schröder/Fischer) en lugar de inclinarse por una más atractiva coalición Jamaica en el caso de que se planteara. Igualmente está por ver que pueda darse una alianza entre los socialdemócratas y la Izquierda de Die Linke, de Bisky y Lafontaine, de relativamente reciente creación en parte desgajado del SPD, en parte antiguos comunistas, radical y sin experiencia de coalición.

Por último, las cosas pueden también quedarse como están cual se aprecia en el gráfico de más arriba, también del FAZ en el que se ve que las fortunas electorales de los partidos entre mayo y septiembre de 2009 apenas han variado. (Por cierto, será interesante ver si el partido de los Piratas consigue representación).

Nicoleón Sarkozy.

Cuéntase que un joven diputado inglés alma de cántaro a quien Churchill estaba mostrando la Cámara de los Comunes, al ver la bancada laborista, exclamó con pasión: "¡Ahí se sienta el enemigo!" A lo que el viejo zorro respondió con flema: "Se equivoca, joven, ahí se sienta la oposición" y añadió señalando la bancada conservadora: "El enemigo se sienta ahí".

¡Cómo se odian los señores Sarkozy y De Villepin! Casi parecen hermanos y lo suyo lo que se llama un odio cainita. En realidad, políticamente son hermanos. Pertenecen al mismo partido (y convierten con ello a Churchill en profeta) y han formado parte del mismo gobierno bajo Jacques Chirac, del que también se dice que está pringado en el alucinante caso que enfrenta a los otros dos, el caso Clearstream con De Villepin como acusado y Sarkozy como acusación particular. La cuestión en concreto: si, siendo primer ministro, De Villepin medió para que llegara a la policía, sabiendo él que era falsa, una lista de nombres de personas sospechosas de blanqueo de capitales en la que se encontraba el de Sarkozy. La idea parecería ser difamarlo y destruir sus esperanzas de presentarse candidato a la Presidencia de la República, cargo que codiciaba De Villepin. El proceso va a sacar a la luz del día parte de las mayestáticas entretelas del Estado francés, sus servicios secretos, algunos de los banqueros, aristócratas, mafias, políticos de todos los colores, eclesiásticos... La feria de las vanidades entre Matignon y el Elíseo. Preguntado Sarkozy porqué rompe la tradición de que los presidentes de la República no pleitean mientras están en el cargo ya que gozan de inmunidad, contesta que si es cierto que el Presidente de la República no está por encima de la ley, también lo es que no está por debajo. Y ha añadido en imagen inquietante: que "hará colgar del gancho del carnicero a quienes hayan hecho esto".

Es el último acto, por ahora, de una larga historia de enfrentamientos entre los dos políticos, ambos aspirantes a la presidencia de la República, lo cual recuerda aquella anécdota que se cuenta del Emperador Carlos V en relación con Francisco I de Francia: "Mi primo y yo estamos de acuerdo: los dos queremos Milán". Igual que los dos gaullistas de segunda generación quieren la presidencia de la Vª República, aun con el mandato capado de siete a cinco años, porque sigue siendo la obra de De Gaulle, la penúltima encarnación de Napoleón en Francia. Digo penúltima porque para mí que la última es la de M. Sarkozy ya que el asunto De Villepin trae a la memoria la muerte del duque d'Enghien, a quien Napoleon hizo fusilar sabiendo que era inocente y los cargos, inventados. Y el ejemplo vale para las dos partes.

(La imagen es una foto de azrainman, bajo licencia de Creative Commons) y es una ingeniosa adaptación de Photoshop del célebre cuadro de David titulado Napoleón cruzando los Alpes.

dilluns, 21 de setembre del 2009

¿Quién espía a quién?

Este verano la señora De Cospedal acusó falsamente al Gobierno de practicar escuchas ilegales de sus adversarios políticos. Digo falsamente porque mes y medio después de las acusaciones la acusadora no ha aportado prueba alguna que las avale. Acusaciones falsas, por tanto, torticeras, patrañas, embustes, calumnias, ruido mediático al que inmediatamente se apuntó todo el que en el PP pintaba algo para seguir mintiendo, fabulando cuentos de miedo. Todo artimañas y embelecos a ver si distraían a la opinión y ésta se se olvidaba de los escándalos de corrupción, de la trama de conseguidores en nómina en el caso Gürtel

Pero héteme aquí que los únicos actos de espionaje, de seguimiento ilegal de personas parecen haberlos realizado los acusadores. La misma señora Aguirre que hasta hace poco desmentía rotundamente con sus ademanes achulapados que en su gobierno se cometieran delitos de espionaje, vuelve a verse confrontada con los hechos tozudos, esta vez avalados por un informe de Telefónica.

Hace unos meses, cuando la señora Aguirre sopesaba la oportunidad de lanzar su candidatura a la presidencia del PP a escala nacional según parece sus espias, gente a sueldo de la Comunidad de Madrid, esto es, de las administraciones públicas, nos espiaban y, sobre todo, espiaban a los rivales de la señora Aguirre probablemente con intención de chantajearlos en cuanto pudieran para facilitar el acceso de la dicha señora al puente de mando.

No es de esperar que nadie en el gobierno de la responsable última de los presuntos espionajes presente su dimisión. Es gente acostumbrada a la idea de que todo vale para acceder al gobierno o conservarlo. Ya el modo en que entraron, a través del Tamayazo, acredita su absoluta falta de escrúpulos. Pero alguien podía preguntar a la señora De Cospedal qué opina de la actividades de espionaje de su partido... y quedarse a escuchar la repuesta.

(La imagen es una foto de Roberto García, bajo licencia de Creative Commons).

Torturas American way.

A pesar de los mendaces argumentos de siete barandas sucesivos de la CIA en el sentido de que no se investiguen las torturas que la agencia infligió en el pasado a detenidos o simples secuestrados de origen musulmán con el pretexto de que ello haría peligrar la lucha contra el terrorismo y debilitaría la confianza de los agentes en su labor, el señor Obama ha dado la única respuesta que cabe dar decentemente: las investigaciones seguirán porque en un Estado de derecho nadie está por encima de la ley.

Esos siete mendas que han firmado el escrito, jefes de los presuntos torturadores están bajo la lógica sospecha de haber encubierto los hechos, si no de haberlos ordenado directamente. Así que su demanda, lejos de obedecer a una generosa preocupación por los destinos de sus subordinados, trata de conseguir impunidad para sus propias supuestas fechorías. Es un modo miserable y ramplón de tratar de exculparse invocando un interés público imaginario.

En ello tienen a quien seguir e imitar: al inimitable Mr. George W. Bush quien, confrontado con la acusación de que su gobierno torturaba, negaba los hechos rotundamente y siempre rechazó la idea de investigar nada, argumentando que las técnicas "duras" de interrogatorios habían ayudado a salvar "vidas americanas". Es decir, también en su caso, sospechoso de encubrimiento y complicidad cuando no de haber ordenado personalmente las torturas, su actitud, al igual que la de los siete poco magníficos, es un acto de autodefensa que, en su caso, como siempre cuando se trata de Bush, viene complementado con una guinda de estupidez. ¿O es que las vidas "no americanas" no merecen salvarse?

(La imagen es una foto de tsevis, bajo licencia de Creative Commons).

diumenge, 20 de setembre del 2009

De unanimidades.


Los dos grandes partidos nacionales vienen reuniendo o han reunido recientemente a sus máximos órganos deliberantes entre congresos, la Junta Directiva Nacional en el caso del PP y el Comité Federal en el del PSOE. Son dos cónclaves de unos trescientos miembros cada uno, con reuniones esporádicas y compuestos por cargos de los órganos partidistas así como públicos de representación en las distintas administraciones y constituyen buenos instrumentos de medición del estado de los partidos, sus debates internos, sus relaciones con la sociedad y los poderes públicos.

En ambos casos, a principios de semana en el PP y a finales de ésta en el PSOE, se han registrado criterios unánimes que parece debieran de entenderse de apoyo a sus respectivas direciones, sin disensión interna alguna. Pero hay diferencias formales, pues así como la unanimidad en el partido conservador ha sido silenciosa, la del socialista ha sido parlanchina y hasta verborreica. Las dos dicen apuntar en esencia a lo mismo: los partidos muestran una unidad sin fisuras en torno a sus respectivos dirigentes máximos. Pero eso no es cierto. Hay diferencias de fondo.

En el caso de la Junta Directiva Nacional del PP va ya para tres reuniones en que nadie hace uso de la palabra luego de la intervención del presidente, señor Rajoy, sino es, en esta tercera, el presidente de honor, la estantigua del señor Fraga Iribarne y sólo para señalar la ausencia de discrepancias. Quedan ya lejos los tiempos atribulados posteriores a la derrota electoral de 2008, cuando se cuestionaba la dirección del señor Rajoy y se elevaban voces aquí y allá manifestando disconformidades diversas y hasta apuntando a la posibilidad de reñir el cargo al Presidente del Partido. Hoy, anuladas o acalladas tales voces, la organización parece unida en apoyo a la táctica de la dirección de desgastar al Gobierno a cuenta de su supuesta incapacidad para resolver la crisis económica, ofreciéndose como alternativa para este fin y proponiendo elecciones generales anticipadas. El margen de ventaja en la intención de voto del PP es exiguo y el resultado de una consulta electoral ahora, incierto. Pero, siguiendo costumbre inveterada entre los conservadores, dado que el único modo de acceder al poder hoy por hoy es mediante elecciones, y que ello les urge pues sólo entienden de política si gobiernan, lo razonable es pedir la celebración de unas nuevas al día siguiente de perder las anteriores.

La unanimidad del partido de la derecha equivale a una especie de compás de espera de carácter pragmático. El señor Rajoy lleva perdidas dos elecciones generales y su cuestionado liderazgo sólo ha encontrado un respiro en la tácita aceptación general de que, mientras no pierda clamorosamente ninguna otra consulta de otro nivel (europeo, autonómico, local) estará legitimado para ser el candidato del PP en las generales de 2012. El unánime silencio no quiere decir, por tanto, que haya coincidencia de criterios en los problemas en los que antes no la había sino que la disensión queda aplazada hasta ver cómo se zanja la próxima consulta. El señor Rajoy no suscita adhesiones inquebrantables sino solamente utilitarias, a los efectos de no debilitar las posibilidades del partido.

En el caso del PSOE las circunstancias son distintas.Nadie cuestiona los títulos del señor Rodríguez Zapatero para dirigir la organización puesto que ha ganado limpiamente dos elecciones generales y ha devuelto el partido al poder después del intervalo de los ocho años del aznarato. Pero el momento es malo: los socialistas echan el resuello por detrás de los conservadores en intención de voto, el país está sumido en una recesión económica con amenaza de deflación e, incluso, depresión, sin que se vislumbren signos esperanzadores al margen de los mensajes invariablemente optimistas del Presidente del Gobierno y, en los últimos tiempos, el partido está sometido al fuego amigo (pero real) graneado de su antiguo compañero de travesía, el grupo empresarial Prisa, que parece empeñado en desarbolarlo y hundirlo ya que no puede hacerlo navegar en paralelo con él.

Lo anterior explica probablemente la diferencia radical entre el cónclave finisemanal del PSOE y el del PP unos días antes. En el de los socialistas se ha dado la misma cerrada unanimidad tras la dirección que en el de los conservadores pero se ha hecho en un torrente de intervenciones en las que ha habido dos referencias continuas, la explícita, esto es, la crisis económica, y la implícita, es decir, el enfrentamiento con el grupo Prisa a cuenta de la TDT de pago.

Palinuro solicita permiso al amable lector para hacer en este punto una pequeña digresión declarativa: a pesar de todos sus recelos frente a un Gobierno que no supo hacer frente desde el principio a los obvios signos de la crisis que se avecinaba, envanecido como estaba por sus éxitos en el campo de las libertades públicas, a pesar de la irritación que le han producido determinados comportamientos de los gobernantes como la vergonzosa claudicación de la visita a la desgracia pública italiana del Cavaliere en su minigomorra sarda, apoya sin reservas (o sea, se suma a la unanimidad del cónclave) tanto la política del Ejecutivo frente a la crisis como su actitud ante el asalto de los caciques de Prisa.

Es poco lo que cabe decir de la crisis y las medidas en contra pues está ya casi todo dicho: atajar sus causas movilizando recursos públicos, impedir que el capital aproveche las circunstancias para hacérsela pagar a los trabajadores, aprovechar para hacer política socialdemócrata redistributiva y acentuar la progresividad fiscal es digno de apoyo a su juicio y además le parece muy bien que el Presidente lo explique con cierta retórica izquierdista de la frase revolucionaria que, como los puños en alto del otro día, ayuda a recordar de dónde venimos todos.

Más interesante de analizar parece el conflicto que se ha desatado con el grupo Prisa. Nadie, entiendo, discute el derecho al reconocimiento público que el grupo en general y El País en particular se han ganado por su contribución a la llegada y consolidación de la democracia en España. Durante años El País ha sido el mejor periódico español, el que abanderaba la causa del progreso material, político, moral, espiritual y estético de la nación y algo de lo que los ciudadanos demócratas y progresistas nos sentíamos orgullosos, fueran cuales fueran nuestras relaciones concretas con quienes lo elaboraban. Pero ahora vemos que eso se hizo a base de establecer una especie de simbiosis entre el periódico y el Partido Socialista sumamente beneficiosa como empresa para aquel en los años de Gobierno del señor González y para ambos durante los muy conflictivos del aznarato. Esta compenetración se producía al tiempo que El País elaboraba un discurso de independencia política y económica del poder como criterio de garantía de calidad del producto informativo que hoy vemos que era falso. El País medró al amparo de su connivencia con el poder político entre 1982 y 1996 y ahora que ésta se ha roto para dar paso a un sistema de competencia abierta como el que el diario predicaba pero no practicaba, se revuelve como una fiera contra su antiguo socio y, mediante una campaña de prensa impropia de un periódico de su categoría, trata de chantajearlo y someterlo a sus designios de forma inadmisible. El orgullo se ha convertido en decepción, irritación y vergüenza. Da vergüenza leer los artículos del señor Cebrián y sus acólitos socialistas al estilo del señor Peces-Barba en contra del Gobierno del PSOE, da vergüenza leer los editoriales del periódico sobre este tema, similares en su espíritu a los de El Mundo, da vergüenza escuchar al señor Gabilondo en la Cuatro remedando el estilo COPE.

Fin de la digresión. La unanimidad discursiva de los integrantes del Comité Federal del PSOE es un ejemplo de dignidad en el apoyo a la línea política de la izquierda socialdemócrata -la única en nuestro entorno europeo inmediato- y a la actitud de independencia de criterio y defensa de la sociedad abierta y competitiva frente a las prácticas mafiosas de un grupo de presión que, ensoberbecido por un triunfo basado en el privilegio, pretende domeñar a la autoridad para que ésta atente contra los derechos de los ciudadanos a la información, a la igualdad de oportunidades y a vivir en una sociedad competitiva.

El grupo Prisa argumenta en contra del Gobierno que lo que éste hace es favorecer a un grupo amigo. Hágase el milagro y hágalo el diablo. Aparte de que tal fue la relación -amistad, incluso presunta colusión- que lo unió a su vez con el mismo Gobierno, el hecho indudable es que el resultado de dicha acción favorece el interés público, abarata los precios, aumenta la oferta y fuerza a una mejora de la calidad. ¿En dónde está el problema?

El problema está en que, como sucede con todo interés adquirido, el grupo en cuestión, seguro de no tener competencia, aplicó una política clientelar y enchufista, permitiendo el ascenso de los mediocres en su seno que han llegado a controlarlo todo y pretenden que la sociedad admita que el producto que hoy hacen tiene la calidad intelectual y el valor moral que tuvo en tiempos. Y eso es falso.

(Las imágenes son sendas fotos de contando estrelas y de guillaumepaumier, ambas bajo licencia de Creative Commons).

Loa a la independencia.

Ha fallecido Irving Kristol, fundador del neoconservadurismo estadounidense, uno de los movimientos intelectuales más interesantes del siglo XX que luego, cual suele suceder con las doctrinas filosóficas cuando encarnan en la realidad práctica, se ha convertido en un credo para una mezcla de imbéciles y asesinos que, en su momento culminante (desde los tres de las Azores hasta el hundimiento de Lehman Brothers) ha estado a punto de destruir el sistema social y económico que dice defender, el capitalismo. (N.B.: el neoconservadurismo suele confundirse con el neoliberalismo. En sentido estricto no son lo mismo pero su uso indistinto en los medios de comunicación tampoco es tan disparatado). Kristol (no confundir con William Kristol, hijo suyo y también seguidor de la doctrina de segunda generación) fue el primero en aceptar la etiqueta de "neoconservador" que había acuñado con ánimo crítico Michael Harrington, un socialista democrático que, sin embargo, como trataré de probar en esta nota necrológica, tenía mucho que ver con su espíritu.

Irving Kristol, un hijo de inmigrantes judíos centroeuropeos nacido en Brooklyn sintetiza en su persona los rasgos característicos de la generación de intelectuales radicales neoyorquinos (bastantes de ellos, trostkistas) que en los años de 1960 y 1970, rompieron con la izquierda y se orientaron hacia posiciones conservadoras, como Norman Podhoretz, David Horowitz o Nathan Glazer entre otros. Sus curricula son parecidos y muestran diversos momentos en coincidieron o trabajaron juntos: se hacen de izquierda en los años treinta, tienen un momento decisivo en la guerra civil española, sufren su primer desengaño fuerte con el pacto germano-soviético de 1938 (al estilo de otros intelectuales comunistas europeos como Arthur Koestler, Franz Borkenau o Ignazio Silone), evolucionan hacia alguna forma de socialdemocracia ("liberalismo" en los EEUU) y, finalmente, se hacen conservadores a raíz de la revolución del 68, la "Gran Sociedad" y la guerra del Vietnam

Hay dos rasgos formales que, a pesar de mis diferencias profundas en asuntos de contenido, me hacen particularmente atractivos y cercanos a estos pensadores: su invocación de la rebeldía personal y su convicción acerca de la importancia de la lucha de la ideas y la comunicación. En cuanto al primero, confieso que mi coincidencia con ellos es absoluta. Breaking Ranks, de Norman Podhoretz, me parece un libro extraordinario. La historia es simple y consiste en darse cuenta de repente de que, cuando uno se hizo de izquierda en busca de una actitud de independencia de criterio y rebeldía frente a las estupideces y los topicazos de la sociedad burguesa, uno acababa por caer en otra forma de ortodoxia, de reglamento intelectual colectivo, de creencias compartidas, de fe y, lo que es peor: ¡voluntariamente! La sumisión colectiva de la izquierda, especialmente la comunista, es la forma que toma en el siglo XX el discurso de la servidumbre voluntaria de La Boètie. Por eso es necesario reunir energías y romper filas con esa nueva forma de obediencia y sumisión de grado a otro credo con otros dioses y milagros, esta vez, merced al marxismo, "científicos"; invocar el derecho irrestricto del individuo a cuestionar todo sin excepción, la independencia de juicio que sólo puede ser personal. Tal cosa es lo que hicieron estos intelectuales en su momento, como se lee en las Reflections of a Neoconservative: Looking Back, Looking Ahead, de Irving Kristol, también un gran libro.

El segundo punto de contacto está en relación con el primero: los neoconservadores dan una extraordinaria importancia al mundo de las ideas y los debates intelectuales, criterio que comparto con ellos (aunque en sentido distinto) y que probablemente todos hemos bebido de nuestras reflexiones sobre los conceptos gramscianos de hegemonía, bloque, príncipe moderno, etc. De hecho, el movimiento neoconservador se articula en un principio en la vieja tradición de las vanguardias, a través de la acción práctica por medio de revistas y antes de que, al ganar peso social, pasara a controlar el mundo más opaco e inquietante de las fundaciones, los think tanks, etc. Irving Kristol empleó mucho tiempo de su vida editando y fundando revistas (Commentary, Encounter, con Stephen Spender, un inglés, poeta, exbrigadista internacional y hombre fascinante, The Reporter, The Public Interest y, por último, la verdaderamente neoconservadora The National Interest).

Coincidiendo con ellos en estos dos puntos y en algún otro (el libro de Irving Kristol Two Cheers for Capitalism quizá sea una de las defensas más inteligentes, brillantes y convincentes del capitalismo que se hayan escrito, junto a las de Ayn Rand y George Gilder), difiero mucho de sus conclusiones. El relato que el propio Kristol hace de las influencias intelectuales que reconoce en su vida en Neoconservatism: the autobiography of an Idea, básicamente Leo Strauss y Lionel Trilling, a quienes cabe añadir a George Orwell o James Burnham, muestra a las claras a qué horizonte lleva su pensamiento: criticismo, postulación de valores, sana desconfianza burkeana frente a las falacias ideológicas de todo tipo, algo que suscribo con igual decisión y optimismo. Lo que no acepto es que esos valores hayan de ser los de la religión, la patria, la familia en el más angosto y mezquino espíritu burgués; el orden establecido, la explotación capitalista, la desigualdad, la negación del Estado del bienestar, la intervención imperial exterior, la conservación del statu quo internacional (nada en el mundo podrá lavar la ignominia de los neoconservadores apoyando y alentando el golpe de Estado del genocida Pinochet en 1973) o la defensa de la cristiandad, que me parece tan legítima como la del Islam, o sea, ilegítima desde el punto de vista intelectual. Es decir, me pasa con los neoconservadores como con los comunistas: que me caen simpáticos hasta que triunfan y, a partir de ahí, enfrentamiento total.

Irving Kristol fue un hombre decente, un intelectual clarividente y complejo, un buen escritor, combativo en defensa de sus ideas, que no llegó a hacer su segunda revisión, como sí la hizo en cambio Nathan Glazer, retornando a una visión más humanista, socialdemócrata.

Porque el problema del neoconservadurismo no es la reflexión inicial que lo enfrentó a la hipocresía de una izquierda instalada y ramplona sino, como se decía al principio, las consecuencias prácticas que de ella obtuvieron los seguidores y discípulos de la segunda generación, los Paul Wolfowitz, Robert Kagan o José María Aznar en España, gentes sin aventura, sin rebeldía, sin valor personal, defensores de nuevo y sin coste alguno del orden constituido, el derecho del más fuerte, la guerra, el autoritarismo de la política de seguridad y, en definitiva, el terrorismo del antiterrorismo.

Que la tierra sea leve al judío radical neoyorquino evolucionado en neoconservador Irving Kristol.

(La imagen es una foto de parl, bajo licencia de Creative Commons).

dissabte, 19 de setembre del 2009

Al final no era para tanto.

Cualquiera que vea el mundo a través de los ojos de El País y no contraste lo que lee con la realidad estará convencido de que el PSOE se encuentra al borde de la anarquía y/o la sublevación en contra de Zapatero. Las filas sociatas están llenas de ninguneados, marginados y, por tanto, resentidos que, si no fuera porque en el PSOE rige la ley del silencio, ya habrían dado rienda suelta a sus agravios. Algunos lo hacen, quejándose por los medios de que el señor Rodríguez Zapatero no cuente con ellos, con el señor Peces Barba o el señor Leguina, que ya es tener desfachatez. Pero la mayoría se calla, acobardada, temerosa de perder el momio que cada cual tenga. El Gobierno del señor Rodríguez Zapatero es presidencialista y deja mucho que desear en modales democráticos. Su acción es errática, insegura, improvisadora y ello hace que cunda el desconcierto (y el descontento) entre la militancia.

Es lo que tienen las campañas de prensa -y ésta de El País contra el señor Rodríguez Zapatero lo es-, que tienen que argumentar lo que dicen, que no basta con llamar ladrón a alguien si no que es preciso aportar las pruebas que lo demuestran. Pregúntesele al respecto a la mentirosa mayor del Reino, señora De Cospedal. Igual que sucede a la señora De Cospedal, para ocultar el hecho de que el diario carece de pruebas del diagnóstico tenebroso que ofrece, da pábulo a las historias más absurdas y acaba dibujando una caricatura de lo que se supone que es la calle, la realidad, el lugar en el que se fabrica la noticia día a día.

En el PSOE no sabían vivir enfrentados a El País; ahora ya lo han aprendido. Pero también El País está aprendiendo que el PSOE que tiene enfrente no es aquel partido acobardado por los casos de corrupción y guerra sucia que aireó sobre todo El Mundo en los años noventa sino que es una organización bien definida, consciente de su posición, segura de sus actos, coordinada con el grupo parlamentario y el Gobierno.

La noticia de que Mr. Obama recibirá al Presidente español en octubre actuará propulsando el prestigio del último. El País tendrá que poner algo de sordina en sus ataques porque ni en la más delirante de las hipótesis es pensable ver al periódico global en español razonar como seguramente lo hará la oposición, diciendo que el encuentro en la Casa Blanca carece de relevancia internacional y torpedeándolo, como haría sin dudarlo el señor Aznar si pudiera. No, no está tan cuestionado el señor Rodríguez Zapatero en el PSOE como quisiera El País, que no informa de lo que es sino de lo que él quisiera que fuera. Irónicamente el último artículo en defensa del Presidente del Gobierno lo publica hoy Juan Carlos Rodríguez Ibarra en ese periódico: PSOE: ... donde nadie se atreve a levantar la voz, en el que queda claro que la situación enunciada en el título es falsa. La existencia del artículo mismo es buena prueba de ello. Espero que no sea el último que firma el político extremeño en este medio en donde sí que las gastan de modo clientelar, jerárquico y disciplinado.

En todo caso, no estaba el paciente tan moribundo como se decía y queda claro que los siniestros augurios de El País reflejan de modo sesgado la realidad y más como un piadoso deseo del diario de que el Gobierno socialista pague al precio más alto posible su desvergüenza de abrir la TDT de pago a otros operadores, irrumpiendo en un coto que el periódico y su grupo empresarial, Prisa, reputaban exclusivamente propio.

(La imagen es un dibujo del mexicano José Posada titulado Las calaveras periodistas).

La involución del homo sapiens en Algemesí.

Ya hiede, ya indigna, ya cansa, ya satura, ya clama al cielo la estólida insistencia de los españoles en demostrar que son el pueblo más cruel y odioso del planeta. ¿Qué nos han hecho los animales (fundamentalmente toros, chotos, becerros, etc, pero también perros, gatos, cabras, patos...) para que todo el mundo celebre verlos morir muertes atroces infligidas por las manos de quienes, borrachos de sadismo, fabrican el espectáculo y gozan de él? ¿Por qué en nombre de tradiciones forjadas en épocas oscuras y brutales se celebra en España cada año en verano una hecatombe para solaz de lo más grosero de l cepa nacional?

Quien tenga estómago suficiente, que eche una ojeada al vídeo de más abajo que muestra cómo un grupo de... de lo que sean, mata a un becerro a base de banderillearlo y acuchillarlo mientras la bestia, acorralada y aterrorizada, trata de escapar. Y lo más horrible de todo es pensar que esa inmunda canallada es un espectáculo en el que se deleitan chicos y grandes. La cosa tiene lugar en Algemesí (Valencia) todos los años y forma parte de festejos tradicionales populares que la más tosca sensibiliad humana debería abolir de un plumazo.

divendres, 18 de setembre del 2009

Alejaos de la política.

Es lo que ha recomendado SS Benedicto XVI a los obispos del Brasil del Noreste II de la Conferencia Episcopal de Brasil, en visita vaticana ad limina apostolorum. Dice el Papa, por cierto en perfecto portugués, que hay que evitar la "secularización del clero y la clerización de los legos" y que así como los legos deben participar en política los sacerdotes deben permanecer afastados de um engajamento pessoal na política. Y esto lo dice uno que es jefe de Estado, de un poderoso Estado en lo espiritual (que es, a la postre, material) que actúa internacionalmente como tal, que tiene un Gobierno, una curia con el equivalente a ministros, embajadores, gobernadores, etc; uno que ejerce un cargo para el que ha sido elegido mediante un sistema electoral único en el mundo de eleción indirecta a través de compromisarios que nunca se equivocan al decidir porque están iluminados por el Espíritu Santo; un monarca electo, al estilo de los francos merovingios; uno que está en relaciones políticas con medio planeta parte importante del día, que negocia el grado de vitriolo que vierten sus emisoras en uno u otro país, que administra parte del sistema educativo de distintos Estados; uno que está en relaciones económicas también con medio planeta y dispone de un banco que se llama del Espíritu Santo (por cierto, banco de inversiones, como los de la crisis); uno que tiene las competencias de un jefe de Estado normal, incluida una excepcional: es infalible cuando habla excathedra o tal cosa dicen creer los católicos.

La contradicción no es tal si uno entiende esta recomendación o deseo del Santo Padre en el sentido de gallega ironía con que Franco recomendaba a sus ministros que hicieran como él y "no se metan en política". Si esto es así no merece ulterior comentario. Sí, en cambio, si la expresión se entiende en función de aquellos a quienes se dirige el Papa de Roma: los obispos del Brasil, patria de la Teología de la Liberación. Obsérvese que así como el Pontífice no dice nada de alejarse de la política cuando habla con monseñor Rouco Varela, es lo primero que suelta al encontrarse con sus queridos hermanos en el apostolado del Brasil. Que los curas no se metan en política y que, en cambio, lo hagan los legos. Estamos ya lejos del non expedit de Pío IX; los fieles deben dar testimonio de la verdad cristiana en la participación política; los curas, no. Los rojos, se entiende; los otros, que hagan de su capa un sayo.

El Papa dirige otra recomendación a la jerarquía brasileña que la prensa española no refleja: el celibato, bendito sea el Señor, el celibato, algo muy necesario desde el punto de vista católico pero que, al parecer, no es de arduo seguimiento en América Latina, continente de volcanes. Al presidente del Paraguay, Fernando Lugo, antiguo obispo católico, se le arraciman las mujeres que dicen que tuvieron un hijo con él cuando ejercía au autoridad episcopal. Y parece que el caso no es excepcional sino, al contrario, regular o normal, y en Brasil ya ni hablamos. Con todos mis respetos de todas las doctrinas neuróticas que tiene la Iglesia católica esta del celibato es la peor, la más neurótica. Es, además, muy peligrosa porque, cuando no follan, los hombres piensan y hacen disparates. Y cuando follan, también; pero de otra índole, menos agresiva. (La imagen es una foto de Sospensorio, bajo licencia de Creative Commons).

Unidad de discurso.

¿Quién dijo que habían desaparecido los partidos de clase? ¿Quién que lo habían hecho las propias clases? Analícense los enunciados recientes de los representantes más caracterizados de la clase capitalista y póngase luego en relacion con el último dicurso del PP.

Dice el banco suizo USB, el más afectado por la crisis actual, que para salir de la recesión España debe reducir los salarios un diez por ciento. Los salarios. No las rentas del capital ni los beneficios de las empresas ni los dividendos de las sociedades ni las primas de los banqueros. Sólo los salarios. Ser suizo tiene pinta de ser una condición cognitiva. Ser banquero suizo lo más cerca que cabe imaginar de la sapiencia absoluta. Para los suizos que vienen de vacaciones los españoles debemos de ser un pueblo primitivo que vive por encima de sus posibilidades y gasta un dinero que no es suyo. No es de extrañar. No hace mucho que todas las chachas de Ginebra eran españolas.

Item más: dice el señor Gerardo Díaz Ferrán, presidente de la patronal epañola, que hay que abaratar el despido, disminuir las cotizaciones empresariales a la seguridad social y eliminar funcionarios. Añade que jamás ha pedido el despido libre pero ¿no es cierto que el despido más barato es el libre? Lo de eliminar funcionarios es una manera desdeñosa de reducir el gasto público.

Otrosí: añade el señor Juan Manuel Quintás, presidente de las cajas de ahorros, que con esta crisis tan bestial convendrá adelantar las elecciones a fin de tener la fuerza política necesaria para aplicar medidas drásticas.

Comparése lo anterior con el contenido del discurso del PP en boca de la señora María Dolores de Cospedal cuando no difama o insulta, que es casi siempre. Dice la secretaria general del PP que hay que adelantar las elecciones pues el PP está presto para gobernar. No sé de ninguna ocasión en que, habiendo perdio las elecciones, el PP no pida de inmediato elecciones anticipadas.

Entre exabrupto y exabrupto, la señora de Cospedal añade que el PP piensa gobernar bajando los impuestos y reduciendo el gasto público. Reducir el gasto público, sobre todo el social, es reducir la parte de la renta que el Estado redistribuye en especial a los sectores más necesitados, es reducir una forma de salario es especie.

Cuando no está ocupada en enjaretar disparates, como ese de que el señor Zapatero es un "fundamentalista" y que le "falta coraje", la señora De Cospedal culmina su disertación augurando que el PP hará la correspondiente "reforma estructural" (despido libre, sin comillas) de acuerdo con los agentes sociales, sindicatos y patronal. Y si no hay acuerdo, añade Palinuro, se acude al procedimiento del "decretazo", que es el más contundente a la par que dialogante.

Se observará una notable coincidencia, de hecho una unidad de discurso entre el partido y sus partidarios.

(La imagen es un dibujo de Georg Grosz, Gegensätze, que se encuentra en la colección gráfica de la Staatsgalerie, Stuttgart, Alemania.

dijous, 17 de setembre del 2009

El Presidente lo tiene crudo.

Segunda andanada de El País en forma de editorial, llamado El embrollo fiscal en contra del presidente del Gobierno. Esta vez el periódico denuncia la errática política fiscal del señor Rodríguez Zapatero y augura que o se corrige el rumbo o el país lo pagará muy caro. En realidad, todo cuanto ha hecho el Presidente desde el comienzo de la crisis parece producto del desconcierto, empezando por el hecho de negarse obstinadamente a reconocer su existencia con lo que se perdió un tiempo precioso para precavernos de ella. Pero no recuerdo editoriales de El País poniendo en solfa esta actitud. Parece como si los malos pasos y los defectos del Gobierno socialista sólo se hubieran hecho visibles desde este verano, cuando aquél inclinó el fiel de la balanza entre dos grupos mediáticos afines en lo ideológico pero competidores en lo empresarial a favor de uno y en contra de los intereses del otro, que reultó ser Prisa. Ya se habló de esto en una entrada anterior de Palinuro. Lo que ahora se produce es una confirmación de lo dicho: El País se rige en sus opciones políticas por sus intereses de empresa. En el fondo, como todo el mundo, si bien el diario lo disimula con tacto exquisito pareciendo tan solo preocupado por la marcha general del país y el bienestar de sus habitantes.

La pregunta inevitable en este caso es si el Gobierno conseguirá sobrevivir en una situación tan difícil, sin mayoría parlamentaria garantizada y con casi todos los medios escritos del país en actitud de franca hostilidad. Añádase que las reformas aplicadas en radiotelevisión, uno de los grandes proyectos de l señor Rodríguez Zapatero, se han llevado a cabo con bastante fortuna y hoy sería impensable que, al menos este Gobierno, diera marcha atrás y empezara a emplear de nuevo los medios públicos como gabinete de imagen, cual hace il Cavaliere. De momento no es así y la mejor prueba de ello es que la oposición está callada en este terreno cuando no pararía de denunciar una situación de uso gubernamental de esos medios, aunque sólo fuera la décima parte del que el PP de Madrid hace con Telemadrid, un puro servicio de propaganda de la señora Aguirre. De forma que si el Gobierno sobrevive en tal desamparo ideológico y el PSOE vuelve a ganar las elecciones de 2012 con la economía y los medios en contra, ya puede decir el señor Rodríguez Zapatero que lo suyo no era incompetencia sino carisma.

(La imagen es una foto de Jaume d'Urgell, bajo licencia de Creative Commons).

El color de la piel de Obama.

Dice el expresidente Carter, un hombre de convicciones, que buena medida de las agrias acusaciones y los insultos que está recibiendo el señor Obama se debe al color de su piel porque todavía queda un poso de racismo en la sociedad gringa. Responde, sin embargo, el interesado diciendo que no es así, que el Presidente está inmerso en la habitual batalla política y el racismo tiene poco que ver con ello.

En mi modesta opinión lleva la razón el Presidente. Sin duda la barbaridades, procacidades, denuestos e insultos que sufrió el pasado fin de semana tienen su origen en la concentración de ultraderechistas, supremacistas blancos y simples orates que se celebró en esa fecha como parte del programa de movilizaciones de la extrema derecha en contra de la reforma del sistema sanitario. Por supuesto el color de la piel de Obama es importante y racismo hay un rato largo en Gringolandia y no sólo un poso, pero el objeto esencial del odio de la derecha está en las políticas del Presidente y muy especialmente en la dotación de un sistema integral de atención sanitaria en los Estados Unidos.

Para la derecha estadounidense, cuya representante más acabada debe de ser la exgobernadora de Alaska, la señora Sandra Palin (a quien no conviene infravalorar pues puede llegar a su vez a presidenta del país), el señor Obama, además de negro, es un socialista, cuando no un furibundo bolchevique. Este tipo de exageraciones, similar al que hace la derecha española al tildar de "radicales" al señor Rodríguez Zapatero y sus colaboradores, es muy típico de las posiciones políticas simples y maniqueas, pero tiene mucha fuerza propagandística y en un país en el que hay millones de armas de fuego en manos de otros tantos ciudadanos, extraordinariamente peligroso.

El "socialismo" del señor Obama se reduce a la pretensión de que los estadounidenses disfruten de lo que para la inmensa mayoría de los europeos occidentales constituye uno de los pilares del Estado del bienestar que da por supuesta, esto es, una cobertura sanitaria universal, cosa que también la derecha europea está tratando de destruir, como se evidencia en las políticas privatizadoras de la sanidad del gobierno de la señora Aguirre en Madrid.

El mismo Mr. Obama subrayó hace poco que los EEUU son la única democracia avanzada que no tiene un sistema similar. Los dos programas en vigor, Medicaid, para los pobres de solemnidad y Medicare para la población anciana, siendo muy necesarios, apenas pueden pasar por algo parecido a los sistemas europeos y deja desprotegida, sin seguridad médica a más de la sexta parte de la población. Este proyecto de reformar la sanidad gringa haciéndola pública y, a ser posible, gratuita, ha sido la piedra en la que han tropezado algunos intentos, el último, el del señor Clinton, merced a la feroz oposición de la mencionada derecha, en buena medida sostenida y financiada por las poderosas empresas de seguros médicos y las farmacéuticas. El negocio sanitario mueve un porcentaje apreciable del PIB estadounidense y no es de esperar que quienes se benefician de él, faciliten la tarea de hacerlo accesible sin coste o con costes mínimos a los que más lo necesitan. Esa es la razón última de la feroz oposición al señor Obama y no su negritud, aunque su negritud pueda servir también para descalificarlo ante ciertos auditorios.

Finalmente, la Comisión de Asuntos Financieros del Senado ha presentado una proposición de ley que rebaja algo las pretensiones del Presidente (singularmente, la implantación de un sistema público de salud) pero atiende a su objetivo último de conseguir la universalización de la atención sanitaria con cargo a una nueva batería de impuestos (que gravarán sobre todo a las aseguradoras, compañías farmacéuticas, médicas, etc) y racionalización del gasto de forma que, aunque el coste sigue siendo elevado, no aumentará el abultado déficit estadounidense. La administración se hará facilitando la contratación de seguros privados a través de subvenciones y ayudas para las familias que no puedan permitírselos y poniendo en pie una red de cooperativas sin ánimo de lucro. Todas las familias estarán obligadas a suscribir cobertura médica por estas vías bajo amenaza de una importante penalización económica; sólo quedarán fuera los inmigrantes ilegales, calculados en unos doce millones de personas. La ley regula de modo más estricto a las aseguradoras privadas de forma que no puedan recurrir a prácticas perversas para maximizar beneficios como la de excluir a aquellos asegurados que contraen enfermedades caras y prolongadas.

En resumen, un sistema flexible que pretende conjugar universalidad con sistema privado, todavía muy alejado de los públicos europeos pero que la prensa gringa ya celebra como un eco de la revolucionaria ley que estableció la seguridad social en la era Roosevelt, en 1935. Y por esto, que es algo de justicia elemental, la derecha berrea que el señor Obama es un peligroso comunista. Un negro comunista o un comunista negro.

(La imagen es una foto de C4Chaos, bajo licencia de Creative Commons).

dimecres, 16 de setembre del 2009

Grupo, manada, jauría.

Dejado a sí mismo el ser humano aislado es capaz de las mayores heroicidades o las mayores villanías indistintamente y sin que sea posible determinar de antemano cuál será su comportamiento. Agregado a otros de su naturaleza y condición, convertido en parte de una masa, en muchedumbre, ese mismo ser humano parece perder la capacidad heroica y sólo comete atrocidades, siendo posible predecir con relativa certidumbre su comportamiento: salvas excepciones, el hombre en grupo tiende al mal. Es como si, al interrelacionarse, las personas unificaran su comportamiento de acuerdo no con los ideales más nobles sino con las pautas más brutales que entre ellas se den. Las cazas de brujas, las lapidaciones colectivas, los pogromos, los tormentos y ejecuciones públicas, los linchamientos son fenómenos gregarios, de psicología de masas, de esas que movieron estudios como los de Le Bon, Reich y otros, allí donde el juicio moral, que es siempre individual, parece esfumarse en una embriaguez colectiva que lleva a la gente a las barbaridades que ya retrataba Eurípides en Las Bacantes, atribuyéndoselas al maligno imperio de Dionisos.

Si lo anterior es cierto desde tiempo inmemorial y referido al trato que unas personas dispensan a otras, ¿qué no sucederá con los animales? La festividad del Toro de la Vega, en Tordesillas, consistente en que una manada de bípedos implumes alancea hasta la muerte a un toro confundido, aterrorizado, agonizante entra de lleno en las consideraciones anteriores, es ejemplo palpable de los abismos de estupidez e inmoralidad en que se precipita el hombre cuando, reunido en manada y animado por los efluvios dionisiacos, alcanza la condición de jauría. Las escenas (las menos sangrientas) que se observan en el vídeo siguiente muestran claramente en qué consiste la diversión del rey de la creación cuando se anima en público y deja claro que así como llevamos ante el juez a esos imbéciles que apalean a alguien en grupo y lo graban en vídeo, habría que procesar a esa jauría de energúmenos sin mayores explicaciones. Urge reformar la legislación penal e incluir el delito de tortura a los animales.


No es necesario insistir ni malgastar el tiempo discutiendo con quienes defienden estos usos y prácticas invocando la tradición, los festejos populares y la conservación de las especies. Basura argumental para consumo de zoquetes. Sólo quisiera añadir una consideración: ¿se han fijado en que todos los que acosan al toro en el vídeo son hombres? ¿Se han fijado en que, a diferencia de Las Bacantes euripideanas, casi todos los participantes en estas brutalidades son hombres?

(La imagen es una foto de Público, bajo licencia de Creative Commons).

Crímenes de guerra.

El informe de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU concluye que posiblemente el ejército israelí cometió crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad en su reciente campaña de bombardeo de Gaza. Añade que también los de Hamas se pasaron, en un prurito de imparcialidad que mueve a risa. Estos informes no sirven para nada si los Estados sobre los que versan no quieren tomar medidas. De momento, el israelí ha dicho que lo estudiara con atención y, sin duda, lo archivará también con atención, como ha hecho con los anteriores. Pero está bien que se hagan, que la opinión sepa qué nombre tienen los actos de cada cual, que los Estados Unidos, con a sin Obama, se retraten una vez más en el Consejo de Seguridad vetando cualquier decisión que pueda poner en apuros a Israel, que la Unión Europea muestre también su entraña manteniendo relaciones privilegiadas con un Estado que comete crímenes contra la humanidad.

Por cierto, quede claro que llamar genocida al Gobierno o al ejército israelíes no tiene nada de antisemita; es un simple enunciado de hecho.

(La imagen es una foto de claudia vieira, bajo licencia de Creative Commons).

Los impuestos y la pañolada.

La medida de subir los impuestos para salir de la crisis y por solidaridad puede ser más o menos acertada. El señor Rodríguez Zapatero puede estar perdiendo el oremus, como sostiene El País que cada vez lo ve con peores ojos o atinar en la diana, según parecen sostener sus admiradores, pero esas señorías del PP que recurren a la pañolada en la sesión de control del Gobierno ayer en el Senado, pidiendo la oreja para ZP como en un coso taurino, dan la medida del espíritu de la derecha, su capacidad retórica y su sentido de la dialéctica.

dimarts, 15 de setembre del 2009

Periodismo de trinchera.

Es muy difícil, por no decir imposible, que un medio de comunicación de respetable audiencia renuncie a la pretensión de influir sobre el gobierno de un país en defensa, sobre todo, de sus intereses como empresa. Será raro que se reconozca tan crudamente y la relación de influencia se disfrazará de defensa de unos u otros valores, sugerencias acerca de cómo servir mejor a la causa de la libertad, del bienestar del pueblo, o los avances del socialismo pero en el fondo del vaso aparecen siempre los intereses materiales de la empresa que, si no obtiene los favores del gobernante actual es porque espera conseguirlos del siguiente, razón por la que aquella se integra voluntariosamente en el frente crítico en forma de oposición.

Por otro lado parece bastante claro que el diario El País, elemento estelar del grupo PRISA que ha crecido y se ha desarrollado en estrechas relaciones con el poder, ha tomado ya decididamente el rumbo de la descalificación. Aquellas relaciones fueron favorables en los primeros gobiernos socialistas, de enemistad frontal y a muerte en los gobiernos del PP y matizadamente a favor que fueron luego variando hasta convertirse en una oposición al asalto con el señor Rodríguez Zapatero. Como por otro lado hay acuerdo general respecto a la alta calidad del periódico nos encontramos con un hecho muy original en el caso de El País: que se trata de prensa de referencia con una concepción más ágil y más nueva de los medios, esto es, que no se trata de un tabloide, dispuesto a recurrir a cualquier medio para realzar su oferta informativa. El famoso "diario global en español" se concibe como prensa de calidad, reflexiva, crítica, distanciada y acostumbrada a beneficiarse directamente como empresa de la acción del Gobierno.

Esta situación se ha roto recientemente. El Príncipe parece contar con otro asesor o informante, o defensor, lo que ha provocado una reacción de despecho y celos en El País que ha ido escalando a una situación de enfrentamiento claro. La cuestión en litigio, la TDT de pago que el Gobierno ha autorizado mediante Decreto Ley en agosto, cuando Franco subía el pan, para evitar las protestas sociales y que PRISA considera en detrimento de sus intereses.

Rompió el fuego indignado el señor Cebrián con un artículo el 21 de agosto de este año titulado Un desatino en el que esgrime como arma crítica la escasamente novedosa teoría de que el recurso del Ejecutivo a los procedimientos legislativos es perjudicial para la democracia; que el gobernante que se vale de decretos leyes no es un demócrata, vaya. Podía haber llevado el tropo hasta sostener que el señor Rodríguez Zapatero es como los zares, pues gobierna por ukase, esto es, decreto en ruso. Siguió el el 29 de agosto el señor Peces-Barba, referente icónico del grupo PRISA para el socialismo moderado, centrado, asumible por la empresa, con un artículo titulado Un compendio de errores y engaños en el que pone a caldo al Gobierno del señor Rodríguez Zapatero, reponsable de tremendos errores y engaños el principal de los cuales es prescindir alegremente de la sabiduría de las canas para echarse en brazos de veleidosos jovenzuelos. Sólo se salva el señor Tomás Gómez, jefe del socialismo madrileño que ha tenido la presciencia de encomendar su programa electoral al señor Peces-Barba. Por contra el pobre señor Caamaño, ministro de Justicia, recibe una buena tunda a cuenta de su ignorancia jurídica.

Recientemente, los ataques ya no son solamente en la sección de opinión sino que encarnan en la información misma de portada del rotativo. Ayer el diario contaba en primera que El desconcierto se extiende en el PSOE a raíz, además, de la resignación del acta de diputado del señor Pedro Solbes, varias veces ex-ministro. Esta dimisión se une a las de otros próceres también ex ministros y sirve al diario para concluir que cunde el desánimo en el socialismo español, conclusión que, de seguir siendo buenas las relaciones entre el Gobierno y el diario hubiera sido muy distinta, alabando la modernidad de un partido que renueva sangre y vigor desprendiéndose de los jarrones chinos a cambio de gente motivada y preparada.

El grupo PRISA maniobra ahora mismo para evitar que el Congreso convalide el Decreto-Ley de agosto y lo inevitable se convierta en ley. Pero no está claro que lo consiga. Parece que, de momento, cuenta con el voto negativo del PP. Extraña cómo los perspicaces gestores de PRISA no se dan cuenta de que airear ese voto es el método más seguro de no conseguir ningún otro de los que necesitaría para impedir que la propuesta de Zapatero tenga mayoría absoluta y se convierta en ley orgánica pues afecta al derecho fundamental a la información. Si tal cosa sucede puede que la siguiente información sea que hay una insurrección en el PSOE en contra del autoritarismo zapateril.

(La imagen es una foto de Micora, bajo licencia de Creative Commons).

Palinuro entrevista a Franco.

No bien se supo la noticia de que en la Basílica de Cuelgamuros, en el Valle de los Caídos, dejaba de oficiarse la misa que tradicionalmente se decía por el eterno descanso del alma del Generalísimo cuando Palinuro se dijo que aquello tenía que tener efectos en el más allá. De este modo, se agazapó en la cripta de la basílica, cabe la tumba de José Antonio, dejó que pasara el día y los curas cerraran el templo y se dispuso a esperar, convencido de que algo sucedería.

Efectivamente, al filo de la media noche oyóse un estrépito como de arrastrar de cadenas y pudo entreverse el alma en pena de Francisco Franco, vagando en las tinieblas y lanzando suspiros y gemidos desconsolado por haber perdido aquellas misas que eran como una renta que había venido pagando al Altísimo a cambio de estar instalado en la Gloria. Palinuro se armó de valor y le salió al paso:

Palinuro: general, permítame una pregunta.

Francisco Franco: ¿cómo? ¿No estoy solo? ¿Quién es Vd., atrevido mortal? General, general, ¿ya no se me llama Generalísimo o Excelencia?

P: soy un español parte de cuya vida transcurrió en España bajo su dictadura de Vd. Nunca lo llamé Generalísimo y menos Excelencia. Había quien lo llamaba "Excremencia", pero yo no lo hacía. Así que dese con canto en los dientes que no lo llamo "Paco el dictador", entre otras cosas porque a los ojos de los republicanos Franco perdió su condición de militar en una decisión del gobierno de la República.

FF: ¿He oído bien? ¿Aún quedan republicanos en España? Creí haber termninado con ellos acusándolos a todos del delito de rebelión contra el Estado.

P: que fue justamente el que Vd. cometió.

FF: lo nuestro no fue un delito sino un Alzamiento, un Movimiento Nacional. O sea, que quedan republicanos. ¿No hace bien su trabajo el Príncipe de España...?

P: sí, general, pero a su manera...

FF: estoy enterado, estoy enterado. Sé que Juancarlitos ha tenido que hacer algunas reformillas menores en los Principios del Movimiento Nacional, me lo contaba mi fuel López Rodó en sus oraciones.

P: ¿reformilla? General, no ha dejado ni rastro. Se ha deshecho hasta del brazo incorrupto de Santa Teresa que siempre estuvo con Vd.

FF: ¡caramba! ¿Y quien lo protege ahora? Bueno, ya me decían algunos que no me fiara de un Borbón, que son esencialmente desagradecidos. Uno de los que más insistían era Fraga, un hombre muy competente pero al que tuve echar porque se empeñó en airear el Caso Matesa.

P: ¿Ya había entonces caso Malesa?

FF: no, no, Matesa, un asunto de subvenciones a la exportación en la que estaba pringado el Opus y Fraga quiso quitárselo de encima. Hombre impulsivo el tal Fraga. Espero que ese sí me haya sido fiel.

P: fidelísimo, General, lo que pasa es que no puede hablar mucho de Vd. porque hoy en España, eso está mal visto salvo que sea para vituperar su memoria.

FF: ¡cómo cambian los tiempos! No quise resucitar al tercer año, como me recomendó mi leal seguidor Vizcaíno Casas y al final veo que el país se despeña de nuevo por la pendiente. Cuando hasta la Iglesia, a la que yo convertí en pilar del Estado nacional católico, escatima los rezos por mi alma, cabe esperar muy poco.

P: la Iglesia es otro asunto, general. La Iglesia, como la Patria, no tiene amigos ni enemigos sino intereses. Ahora defiende los suyos, que son los mismos que con Vd., pero a su manera, con sus armas.

FF: ¡ah, pero tiene armas! Eso me tranquiliza.

P: armas espirituales, general, medios de comunicación, fundaciones, seguidores en los partidos políticos.

FF: ¿ve Vd. qué podrida está España que ya ha vuelto a ser devorada por el cáncer de los partidos políticos? ¿No ha echado raíces la doctrina de mi ministro de Obras Públicas, aquel empollón de Fernández de la Mora, de la partidocracia y la implantación de un Estado de obras?

P: en absoluto, general, España es hoy un hervidero de partidos. Ya sabe Vd. cómo son los españoles: cada uno con su partido.

FF: bueno, pero habrá alguno admisible, alguno mandado por Gil Robles...

P: ciertamente, el PP, mandado unos años por el señor Aznar.

FF: ¿Aznar Zubigaray? Un gran tipo. Un poco tocado, como casi todos los vascos, pero excelente persona, capaz de abandonar la enfermedad del nacionalismo vasco y hacerse reciamente español.

P: no, no, Aznar López, el nieto de Zubigaray. Precisamente tuvo que vérselas con el nacionalismo catalán y el vasco a la hora de la formación de su gobierno; se convirtió en su esclavo. .

FF: Eso es lo que más me molesta de la situación de nuestra patria, que retornn los nacionalismos, los separatismos.

P: supongo que así es. Ahora presionan para que haya referéndums de autodeterminación para independizarse, separarse de Espña.

FF: se entenderá ahora porqué empecé el Glorioso Movimiento Nacional porque, recuérdelo, la preferíamos roja a rota. Para evitar la ruptura de España.

P: no, si no crea. Ahora la derecha se pasa el día hablando de que España se rompe.

FF: ya ¿y qué hace para evitarlo? Nada. Nada de nada. Nosotros hicimos una guerra. Nominalmente era contra el comunismo, que era lo que impresionaba a los judíos ingleses y yankees pero, en el fondo, era contra el separatismo. Redujimos todas lazs categorías políticas, anarquismo, socialismo, republicanismo, a comunismo y les cortamos las cabezas. Pero el objetivo final del Alzamiento, lo que siempre tuve presente, fue la unidad nacional española. Si esa se pierde, se pierde España.

P: lógicamente, general, lógicamente. Aunque hay quien dice que el que verdaderamente rompió España fue Vd. con su centralismo cuartelario.

FF: no siga hombre, que me da Vd,. un disgusto, además del que ya me han dado los curas. ¡España troceada! ¿Para eso la sembramos de cadáveres a lo largo de todas sus cunetas? ¿Para eso devolvimos a las entrañas de la tierra a sus malos hijos, los españoles rebeldes y los españoles que no querían ser españoles? ¡Ah! ¿Qué hace el Ejercito? ¿En qué piensa?

P: con el Ejército ya no se puede contar. Está integrado en varios organismos internacionales, no es obligatorio, se ha llenado de mujeres y anda por ahí sembrando la paz.

FF: ya no soporto más. Déjeme volver a mis penas en esta cripta, olvidado hasta de las oraciones de la Madre Iglesia. ¡Siglo desagradecido!

P: gracias por esta conversación, general.

Pero sólo respondió el silencio.

(La imagen es una foto de desighwllah, bajo licencia de Creative Commons).

dilluns, 14 de setembre del 2009

Disonancia.

El primer barómetro del curso político de la Sexta hecho público ayer domingo da resultados que son un ejemplo perfecto de disonancia cognitiva. El PP aventaja al PSOE en dos puntos porcentuales y medio en intención de voto. Dadas las circunstancias y el hecho de que la crisis arrecia en España más que en otros países del entorno, el resultado es explicable en función del viejo criterio de que la culpa de todo la tiene el Gobierno, especialmente cuando se trata de gestionar una crisis económica. Un criterio bastante razonable por cuanto es el Gobierno quien tiene posibilidades reales de acción en tanto que a la oposición quedan reservadas la crítica y la formulación de alternativas si las tiene.

Así las cosas, vista la inexistencia de alternativas del PP, que se limita a criticar, insultar y difamar cuando a sus a sus dirigentes se les calienta la boca, lo que sucede con frecuencia, muy mal tiene que estar haciéndolo el Gobierno para que el 43,6 por ciento del personal diga que votará al PP en las próximas elecciones. Y no a un PP cualquiera sino al PP que lleva meses protagonizando el caso Gürtel, probablemente el mayor escándalo en asuntos de corrupción de los últimos tiempos. Tanto es así que muchos analistas empiezan a pensar que la corrupción de los políticos (de sus políticos) es asunto que moviliza a favor al electorado conservador.

Sucede, sin embargo, que preguntada esa misma gente sobre qué partido prefiere que esté en el Gobierno para afrontar la crisis, el PSOE gana de calle al PP por 11,5 puntos, una distancia que no suele verse salvo en contadas ocasiones. La pregunta además refuta específicamente la suposición de que la causa de la menor intención de voto del PSOE sea la gestión de la crisis y la respuesta deja un toque enigmático que sólo tiene sentido si se aduce una especie de masoquismo colectivo: como preferimos al PSOE frente al PP a la hora de gestionar la crisis, anunciamos que pensamos votar al PP más que al PSOE. Otra posible explicación sería que la gente no se sintiera directamente afectada por la crisis, pero esto no es así ya que el barómetro incluye una cuestión concreta acerca de la situación económica de cada cual en la que el 50,4 por ciento dice que es "regular" (lo que en español de uso quiere decir tirando a insatisfactoria) y un 23,8 por ciento dice que es mala o muy mala mientras que el 25,6 por ciento asgura que es buena o muy buena.

Quiere la doctrina que los sondeos sean fotos fijas del estado de oipinión en un momento concreto, instantáneas opinativas. En este caso, la foto, la instantánea está confusa o borrosa o bien, lo cual parecería más probable, refleja un caso de espiral del silencio. Es tal la bronca que monta el PP que los encuestados mienten y ocultan su voto al PSOE. Esta conclusión viene asimismo avalada por el índice de valoración comparativa de los dos principales políticos del país en el que el señor Rodríguez Zapatero aventaja en 0,73 puntos al señor Rajoy, lo que en un sistema parlamentario como el español con tan fuerte deriva presidencialista, no es asunto baladí.

En todo caso la única conclusión válida a mi entender es que, acercándonos al ecuador de una legislatura muy accidentada, no hay nada decidido.

El resultado de Arenys de Munt.

Después de toda la movida, la falta de tacto de las autoridades españolas con sus declaraciones contrarias titubeantes cuando no balbucientes, y la publicidad que todo ello ha dado al caso tanto en España como fuera de ella, el resultado de la consulta informativa de Arenys de Mundt, movida por una asociación privada sobre la independendencia de Cataluña ha dado un abrumador 96,1 por ciento favorable a la secesión, habiendo votado más del 33 por ciento de la población con una participación sobre el censo del 41,01 por ciento, más alta que en el referéndum del estatuto y que en las elecciones europeas, aunque no tanto como en las generales y autonómicas.

Es obvio que la consulta carece de toda consecuencia práctica, que el censo no es válido entre otras cosas por incluir a personas de más de dieciséis años y que su carácter informativo, festivo, folklórico ha animado a mucha gente a votar en un sentido que no sería el de su voto en una consulta con todas las de la ley. Pero tiene una gran valor simbólico pues pone de manifiesto el avance del espíritu independentista en Cataluña y abre la vía a una multiplicación de consultas de este tipo en otros municipios de la Comunidad Autónoma con los que las fuerzas nacionalistas CiU y ERC confían en ir preprando el terreno para hacer una demanda soberanista allí donde menos se espere.

No quiero llevar el agua a mi molino del reconocimiento del derecho de autodeterminación a todos los pueblos o naciones de España por no aburrir más a la peña, pero está claro que el proceso, muy en el sentido de la marcha de los tiempos posmodernos, es imparable y de nada o muy poco servirán marrullerías conceptuales como las que abundan en el artículo de hoy en El País del señor Peces-Barba, titulado ¿Estatuto 'versus' Constitución? y en el que el autor parece retroceder de su reconocimiento anterior de España como "nación de naciones" a una aceptación rebajada de Cataluña como nación siempre que sólo lo sea culturalmente y que renuncie al "viejo, obsoleto y desacreditado principio de las nacionalidades de que toda nación tiene derecho a ser Estado independiente". Viejo, obsoleto y desacreditado a sus ojos, naturalmente.

En fin, no me parece necesario insistir en un asunto que, como se ve, guste o no a los nacionalistas españoles monocromáticos, sean de izquierda o de derecha, no solo persevera sino que se ahonda y extiende hasta el momento en que sea incontenible en el marco de un Estado democrático de derecho. Sólo quiero dejar constancia de un dato que sale siempre que se menciona la posibilidad de la independencia de Cataluña y su petición de ingreso en la Unión Europea como Estado independiente (y que también está subrepticiamente presente en el citado artículo del citado autor), cuando se dice que España tiene derecho de veto y, en consecuencia, impedirá el ingreso de Cataluña. Será con mi voto en contra y, espero, con el de muchos otros ciudadanos que no tenemos animadversión a que los demás ejerciten sus derechos y no nos gusta amenazar para impedirlo ni vengarnos una vez que lo hayan hecho.

Prostitución

Visto lo visto, las dudas, vacilaciones, cacaos mentales, mentiras, sofismas y simple hipocresía como el de esos diarios nacionales que tuercen el gesto gazmoño cuando se habla de putas y putos pero hacen negocios imprimiendo anuncios por palabras, va a tener razón el señor Blanco cuando pide "alguna decisión" sobre la prostitución porque el asunto urge.

Está visto que el legislador y sus cientos de asesores oficiales y oficiosos son incapaces de alcanzar un acuerdo mínimo para tratar de un asunto de tan complicados entreveros morales y en el que, por activa o por pasiva, estamos todos pringados, pero conviene ir dándose cuenta de que, mientras decidimos si son galgos o podencos, los proxenetas, los chulos, las mafias, las madamas sin escrúpulos están sometiendo a terrible y humillante explotación a una cantidad considerable de personas que, en cuanto a derechos y su protección por los tribunales son ciudadanas/os no de segunda sino de últimísima categoría.

La decisión debe partir del reconocimiento de un hecho social con claros ribetes delictivos no tanto en el ejercicio como en el consumo, debe ser lo más protectora posible de los derechos de las prostitutas y prostitutos como trabajadores, debe castigar a quienes trafican ilícitamente con seres humanos y/o se lucran con ello y a quienes frecuentan el negocio en la situación actual y debe gozar del mayor consenso parlamentario posible. Y si nos equivocamos en la regulación, hemos de estar dispuestos a reformarla. Quizá erremos y quizá demos en el blanco pero ambas cosas sólo son posibles si lanzamos la flecha.

(La imagen es una foto de LEETS, bajo licencia de Creative Commons).