El informe de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU concluye que posiblemente el ejército israelí cometió crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad en su reciente campaña de bombardeo de Gaza. Añade que también los de Hamas se pasaron, en un prurito de imparcialidad que mueve a risa. Estos informes no sirven para nada si los Estados sobre los que versan no quieren tomar medidas. De momento, el israelí ha dicho que lo estudiara con atención y, sin duda, lo archivará también con atención, como ha hecho con los anteriores. Pero está bien que se hagan, que la opinión sepa qué nombre tienen los actos de cada cual, que los Estados Unidos, con a sin Obama, se retraten una vez más en el Consejo de Seguridad vetando cualquier decisión que pueda poner en apuros a Israel, que la Unión Europea muestre también su entraña manteniendo relaciones privilegiadas con un Estado que comete crímenes contra la humanidad.
Por cierto, quede claro que llamar genocida al Gobierno o al ejército israelíes no tiene nada de antisemita; es un simple enunciado de hecho.
(La imagen es una foto de claudia vieira, bajo licencia de Creative Commons).