dijous, 17 de setembre del 2009

El Presidente lo tiene crudo.

Segunda andanada de El País en forma de editorial, llamado El embrollo fiscal en contra del presidente del Gobierno. Esta vez el periódico denuncia la errática política fiscal del señor Rodríguez Zapatero y augura que o se corrige el rumbo o el país lo pagará muy caro. En realidad, todo cuanto ha hecho el Presidente desde el comienzo de la crisis parece producto del desconcierto, empezando por el hecho de negarse obstinadamente a reconocer su existencia con lo que se perdió un tiempo precioso para precavernos de ella. Pero no recuerdo editoriales de El País poniendo en solfa esta actitud. Parece como si los malos pasos y los defectos del Gobierno socialista sólo se hubieran hecho visibles desde este verano, cuando aquél inclinó el fiel de la balanza entre dos grupos mediáticos afines en lo ideológico pero competidores en lo empresarial a favor de uno y en contra de los intereses del otro, que reultó ser Prisa. Ya se habló de esto en una entrada anterior de Palinuro. Lo que ahora se produce es una confirmación de lo dicho: El País se rige en sus opciones políticas por sus intereses de empresa. En el fondo, como todo el mundo, si bien el diario lo disimula con tacto exquisito pareciendo tan solo preocupado por la marcha general del país y el bienestar de sus habitantes.

La pregunta inevitable en este caso es si el Gobierno conseguirá sobrevivir en una situación tan difícil, sin mayoría parlamentaria garantizada y con casi todos los medios escritos del país en actitud de franca hostilidad. Añádase que las reformas aplicadas en radiotelevisión, uno de los grandes proyectos de l señor Rodríguez Zapatero, se han llevado a cabo con bastante fortuna y hoy sería impensable que, al menos este Gobierno, diera marcha atrás y empezara a emplear de nuevo los medios públicos como gabinete de imagen, cual hace il Cavaliere. De momento no es así y la mejor prueba de ello es que la oposición está callada en este terreno cuando no pararía de denunciar una situación de uso gubernamental de esos medios, aunque sólo fuera la décima parte del que el PP de Madrid hace con Telemadrid, un puro servicio de propaganda de la señora Aguirre. De forma que si el Gobierno sobrevive en tal desamparo ideológico y el PSOE vuelve a ganar las elecciones de 2012 con la economía y los medios en contra, ya puede decir el señor Rodríguez Zapatero que lo suyo no era incompetencia sino carisma.

(La imagen es una foto de Jaume d'Urgell, bajo licencia de Creative Commons).