dimecres, 13 de febrer del 2008

Sigue el ciclón Obama.

Nueva paliza del afroamericano a la ex primera dama con las pautas ya sabidas: altísima participación (largas colas bajo el mal tiempo de viento y nieve; en algunos colegios se quedaron sin papeletas), amplios márgenes de victoria (por 24 puntos porcentuales en Maryland, 29 en Virginia y 51 en el distrito de Columbia) con el voto blanco muy dividido. Esto es, así como los negros votan nueve sobre diez a Obama, los blancos están divididos entre ambos candidatos. A estas alturas, si mis cálculos no son erróneos, Mr. Obama lleva 1.187 delegados contra 1.180 de Mrs. Clinton. El señor Obama va ya en cabeza. La señora Clinton tiene que emplearse a fondo ahora en las primarias de Texas y Ohio, el cuatro de marzo, si quiere mantenerse como candidata verosímil. Los tiempos de dulce seguridad en que el New York Times la daba como candidata in pectore, esto es, cuando era lo que el señor Huckabee llamaría un sure shot, han pasado. Ahora hay que luchar por sobrevivir; hay que mantenerse a flote, ya que ambos están lejos de los 2.025 delegados que se necesitan. Pero el señor Obama está menos lejos.

En el lado republicano los seguidores de McCain han visto de nuevo el cielo abierto al quedar muy por detrás el señor Huckabee (9 puntos porcentuales en Virginia, 28 en Maryland y 51 en Washington), lo que interpretan como el impulso definitivo que convierte a Mr. McCain en el candidato del Partido Republicano. Pero el pastor baptista no cede. Sostiene que ya sabía que la vistoria es difícil; la derrota es fácil, basta con no hacer nada. Pero él no gusta de la derrota, así que seguirá, como ya anunció, hasta que su contrincante tenga los 1.191 delegados que necesita. Actualmente Mr. McCain tiene 789 delegados contra 241 del señor Huckabee y si se le suman los 288 del señor Mitt Romney, el señor McCain estará a falta de ciento catorce delegados para ser nominado candidato.

Después de estas primarias, que van a resultar más largas de lo que se previó y con incertidumbre de resultados vendrá una feroz campaña electoral que se resolverá en noviembre. Cuesta más de un año elegir al presidente de los EEUU y lo elige la gente. Compárese con otros lugares como España donde, de ser elegido el señor Rajoy, por ejemplo -que no lleva las menores trazas- resultaría elegido por el pueblo una persona nominada por el señor Aznar a puro dedo y refrendada luego por el congreso de un muy disciplinado partido. Claro que en donde hay libertad nadie puede garantizar la calidad del resultado final. ¿O no fueron elegidos el señor Aznar en 1996 y el señor Bush en 2000?

(La imagen es un cuadro de C. Caleb Bingham y representa a un candidato (C. Stump) pidiendo el voto (1853-55).

dimarts, 12 de febrer del 2008

Entrevista en la cuatro: ZP se luce.

Espero que algún alma caritativa calcule las respectivas audiencias de las entrevistas de Iñaki Gabilondo a los señores Rajoy y Rodríguez Zapatero. For the record. Ya disponemos de un dato. Los televidentes dirigieron algo más de cinco mil preguntas al señor Rajoy y algo menos de veinte mil al señor Rodríguez Zapatero. Está claro a quién esperan los españoles ver en La Moncloa después del nueve de marzo.

El señor Rodríguez Zapatero estuvo muy bien, derrochando talante, cordialidad y buen sentido pero también contundencia y claridad. En estos cuatro años ha madurado mucho, demuestra dominio de los temas, realismo, flexibilidad y claridad de ideas. En la hora (aprox.) que duró el encuentro expuso lo hecho y lo pendiente de hacer en economía (macro y micro), ETA/terrorismo, legislación sobre derechos civiles, relaciones Iglesia/Estado, autonomías y la política de la oposición que salió bastante mal parada.

Iñaki Gabilondo, que no parecía él mismo pues estaba subyugado con el verbo del Presi, lo dejó ir sin hablar una sola palabra de política internacional ni (lo que es más grave) de la Unión Europea. Y en los asuntos que tocó, permitió que el señor Rodríguez Zapatero se luciera. Lo que me parece muy bien porque tenía muchas cosas que decir y fue verdaderamente interesante. Pero el periodista tenía que haberlo acosado algo más, no dejarlo irse de rositas en los asuntos del aborto y la eutanasia ni tampoco en la negociación con ETA que será inevitable, a mi juicio, siempre que la organización de pistoleros deponga las armas.

Pequeña digresión sobre el fracasado "proceso de paz", que ocupó buena parte de la entrevista: el señor Rodríguez Zapatero habló con claridad e hizo especial hincapié en la deslealtad de la oposición, torpedeando toda la negociación. Y ahí se quedó. Pero los demás podemos ir un poco más lejos y poner de manifiesto la coincidencia objetiva de intereses entre ETA y el PP (si también lo es subjetiva, que lo digan ellos) a lo largo del episodio. La mejor prueba es cómo, una vez rota la tregua, ETA y su mariachi trataron de emponzoñar la vida política española haciendo sensacionales revelaciones acerca de no se sabe cuántos supuestos compromisos que el Gobierno aceptó y luego violó; revelaciones que eran munición para la oposición destructiva del PP quien siempre ha dado más crédito a los asesinos que al Gobierno.

En el campo de la inmigración, el señor Rodríguez Zapatero estuvo brillante poniendo de manifiesto cómo el señor Rajoy, que dejó una bolsa de setecientos mil inmigrantes ilegales, es el menos adecuado para hablar después de que ahora haya un millón doscientos mil. Iñaki Gabilondo se dejó llevar otra vez al huerto del Presidente que explicó con detalle todo lo que su Gobierno ha hecho en este campo pero también pudo irse de rositas sin contestar a la pregunta de cuántos ilegales hay ahora.

En resumen, si el señor Rajoy quiere conservar una tenue esperanza de no perder las elecciones por goleada es mejor que no acepte debate alguno en la tele con el Presidente. Por su bien.

(La imagen es una foto de guillaumepaumier bajo una licencia Creative Commons

El pasado devora a Rajoy.

No estuvo afortunado el señor Rajoy el otro día al sacar a relucir en tono ominoso la cuestión de la inmigración en España. La cantidad de un millón doscientos mil ilegales que esgrimió no tiene base alguna, es una pura invención. Pero, además, resulta que siendo él ministro del Gobierno anterior, los inmigrantes ilegales llegaron a ser ochocientos mil. Si en su momento no supo qué hacer con ochocientas mil personas, ¿de dónde se sigue que sí sabrá con un millón doscientas mil? Igualmente, su propuesta de un llamado "contrato de integración", de no ser un trámite administrativo infamante, es algo absurdo a fuer de inútil. Los inmigrantes, como los nativos, tienen que cumplir las leyes, firmen o no firmen un contrato, ¿para qué pues el tal contrato? Por lo que parece, para ganarse la voluntad de ciertos sectores de la población que, teniendo que convivir con densidades altas de inmigrantes y víctimas del hartazgo del roce y bastantes prejuicios, suscribirían en un primer momento medidas autoritarias, capaces de "poner fin" no se sabe si a la inmigración sin más o a la concentración de inmigrantes en determinadas zonas.

Dicho en plata: sacar votos alimentando la xenofobia. Las últimas encuestas le dan la razón, pero eso no es óbice para seguir considerando que su propuesta no es de recibo.

Pues bien, ayer pasamos de la inmigración a la seguridad y la delincuencia, un territorio este siempre muy querido de las derechas que tienden a ver alteraciones del orden público y problemas de inseguridad donde quiera que haya algo de agitación. Pero, en el caso concreto del señor Rajoy es un terreno peligroso, de arenas movedizas, como puede verse en el gráfico presentado por el Gabinete de Estudios de Seguridad Interior de la Secretaría de Estado de Seguridad del Ministerio del Interior donde se aprecia que la tasa más alta de homicidios se produjo en los años de gobierno del PP, con un pico en los años de 2002/2003, cuando el señor Rajoy era Vicepresidente. Así que no es de extrañar que en aquellos años siendo tan elevada la tasa de homicidios se considerase a España como el país más peligroso de la UE. Resulta cuando menos pintoresco que vaya por ahí dando lecciones de seguridad y prometiendo dotaciones de policía y guardia civil sin cuento precisamente quien tiene el triste honor de poner la tasa de homicidios en su punto más alto jamás alcanzado. No sé quiénes serán los asesores electorales del señor Rajoy, pero no están ganándose el sueldo.

dilluns, 11 de febrer del 2008

No callarán.

El destino, que es ciego y juguetón, quiso que en sendos mítines de precampaña electoral de los señores Rodríguez Zapatero y Rajoy el uno en la plaza de Vistalegre, Madrid, y el otro en Don Benito, Badajoz utilizaran prácticamente las mismas expresiones, algo así como: No me callo y os pido a vosotros que no os calléis, más o menos. Ninguno está dispuesto a callarse. Viene aquí a la memoria el "¿Por qué no te callas?" del Borbón a Chávez. Mirá vos lo que pudo responder el pibe. Y no lo hizo porque diz que no lo oyó. Pues ya es duro de oído.

Aunque no fuera más que por lo que se oye en los discursos electorales, la democracia ya tendría carta de ser el mejor sistema político porque es el que permite hablar en público de los asuntos colectivos. Luego cada cual defenderá unos intereses, pero ahí se habla de sanidad pública, educación, inmigración, el sentido de España, la nación, la memoria histórica, el canon, el medio ambiente, la vivienda, la crisis económica, etc, etc. Está bien que no se callen y mejor que no manden callar. Con la fabulosa cantidad de medios que hay hoy, en los procesos electorales se acumula ingente cantidad de información sobre programas, debates, decisiones, conflictos, etc. Es decir, el que no está informado es porque no quiere y el que se abstiene lo hace con suficiente conocimiento de causa.

No se sabe si por fin habrá debates en la tele o no pero, con lo que los dirigentes están largando en forma monologal, ya puede el electorado ir haciéndose una idea. Y, de hecho, es lo que sucede. Los sondeos coinciden en dar ventaja al PSOE, cosa bastante lógica a la vista de los cuatro años de legislatura, los cuatro años de oposición y el guirigay montado y apenas oculto en el seno del PP. Lo extraño es que esa ventaja no sea mayor.

En cuanto al siempre peculiar País Vasco, parece que los abertzales, a los que no dejan presentarse a las elecciones, dada su manía de seguir conchabados con los asesinos de ETA, a los que ellos y sus apologetas llaman "organización armada" van a propugnar el voto nulo o en blanco. Es una forma peregrina de "estar en las elecciones", como sostenían, y también un modo de conseguir que el voto en blanco no esté en blanco, aunque sólo sea a efectos morales.

Primarias: al negro vivo.

El señor Obama ha dado otro revolcón a Mrs. Clinton en los caucuses de Maine: 59%-41%. Se repite la pauta que está dándose desde el principio: altísima participación, voto juvenil y parte del voto blanco por Mr. Obama. A la señora Clinton casi no le quedan ya ni las mujeres. Quizá tenga que volver a meter en campaña a su señor marido, con lo que los Clinton volverán a ser los Clanton. Muy preocupada ha de estar la dama, sobre todo porque en las consultas del próximo marte, Virginia, Maryland y Washington D.F., con 239 delegados en el alero, Mr. Obama lleva la cabecera en los sondeos. Al final va a resultar que gana la nominación el señor Obama y los Estados Unidos tienen su primer presidente negro (mulato) en su historia. Esto es más de lo que podía soñar el señor Martin Luther-King.

En el campo republicano también se agitan las aguas profundas. Cuando todo parecía preparado para una victoria de Mr. McCain, se cruza la oferta del freak, el cura Huckabee, que mantiene abierta la situación en el Partido Republicano, presa de la incertidumbre. Ayer hubo de acudir el señor Bush más claramente en defensa de su antiguo adversario, el veterano de Vietnam, de cuyo "verdadero conservadurismo" salió garante.

Ya tendría gracia que, al final, las elecciones a presidente de los Estados Unidos fueran entre un negro y un blanco como el antiguo pastor baptista, uno que cree a pies juntillas que el mundo lo hizo Dios así como al hombre a su imagen y semejanza, incluido él. De ser así, los dos se habrían impuesto en contra del saber convencional y los intereses de los aparatos de los respectivos partidos. Una revolución. Dentro de lo que cabe.

El republicanismo cívico de Rodríguez Zapatero.

Philip Pettit, catedrático de Teoría Política de la Universidad de Princeton, es una reconocida autoridad internacional en materia de republicanismo cívico, tendencia de la filosofía política contemporánea que ha contribuido a desarrollar decisivamente en algunas de sus obras, singularmente la más conocida y traducida al español por Antonio Domenech, Republicanismo. Una teoría de la libertad (Barcelona, Paidós, 1999). En esta ocasión Pettit ha escrito un libro que podríamos llamar de recapitulación teórico-práctica (Examen a Zapatero, Madrid, Temas de hoy, 2008), aplicando las concepciones republicanas a los cuatro años del gobierno socialista.

El origen del libro radica en una conferencia que el por entonces recién elegido presidente del Gobierno español y seguidor de sus enseñanzas, le invitó a dar en 2004. En aquella ocasión, Pettit se preguntaba si el PSOE en el Gobierno sería capaz de llevar a cabo las exigencias de tal concepción republicana o sucumbiría a las necesidades de la política práctica. El señor Rodríguez Zapatero lo invitó a regresar a España en 2007, a menos de seis meses de las elecciones, para hacer un balance de la legislatura. Pettit lo hizo, volvió, pronunció una conferencia con su examen de la política del Gobierno socialista (capítulo 1 de este libro); respondió a las objeciones y críticas que se le hicieron, desarrollando de paso las ideas del civismo republicano (capítulo 2); hizo luego una extensa entrevista al señor Rodríguez Zapatero (capítulo 3); y añadió por último una recapitulación general sobre el republicanismo cívico que constituye la versión más actualizada hasta la fecha de su doctrina (capítulo 4).

Mientras leía el libro, que es una especie de informe sobre las relaciones entre un intelectual y un gobernante, me vino varias veces a la memoria, mutatis mutandi, la turbulenta relación entre Platón y Dionisio de Siracusa uno de los primeros ejemplos de esa fascinación que sienten los filósofos por adoctrinar a los gobernantes y que, ya se sabe, terminó como el rosario de la aurora. En este caso, la relación parece haber sido muy pacífica y fructífera: el señor Rodríguez Zapatero es seguidor del republicanismo de Pettit; a punto de terminar su mandato, se somete a una valoración del maestro y obtiene, entiendo, una nota alta. Estoy de acuerdo. Para mí también la tiene.

El republicanismo de Pettit hace especial hincapié en dos o tres conceptos básicos que, según él, lo distinguen del liberalismo, del cosmopolitismo y del comunitarismo, esto es, las otras tendencias de la filosofía política actual y que son: la condición cívica o dignidad ciudadana en la que Pettit insiste con reiteración, hablando de que las personas se miren directamente a los ojos unas a otras, pues no haya sumisión; la libertad entendida como "ausencia de dominación"; la constitución "mixta" y la protección de las personas frente a los poderes privados y el poder público.

Luego de repasar la labor del Gobierno socialista en estos años, Pettit considera que ésta es muy estimable. Alaba en especial las leyes de progreso social (igualdad de género, de dependencia, contra la violencia, etc) (p. 39) y cree que el Gobierno ha cumplido en la protección de los ciudadanos frente a los poderes privados, por ejemplo, la Iglesia católica, (p. 49) y al poder público representado por él mismo, por ejemplo en la reforma del régimen de RTVE o la de los estatutos de utonomía, singularmente el catalán (p. 59).

En el capítulo segundo, Pettit aborda las objeciones que su conferencia suscitó en su auditorio y en el exterior, especialmente las que le dirigió el director de El mundo, señor Ramírez. Yo añadiría alguna otra. Por ejemplo, no creo que la acción del Gobierno en relación con las pretensiones de la Iglesia católica haya sido acertada y la prueba está en la virulencia del enfrentamiento de la jerarquía con la autoridad. Y tampoco creo que el autor haya calibrado la complejidad de algún problema autonómico, en concreto el vasco. Su argumento de que no hay peligro de "balcanización" de España, como sostiene la derecha, porque los países de la UE no aceptarían el ingreso de una región independizada de un Estado miembro (pág. 75), simplemente no me parece de recibo, porque soslaya el problema de fondo del reconocimiento o no del derecho de autodeterminación. Entiendo que esa restricción favorece al Gobierno pero no me parece aceptable desde el punto de vista teórico. Si hay derecho de autodeterminación y parte del ahora territorio nacional escoge libre, pacífica y democráticamente la independencia ¿en qué autoridad moral se basaría un veto a su ingreso en la UE? ¿Desde cuándo es aceptable la represalia y la venganza?

La entrevista al señor Rodríguez Zapatero es muy interesante. Subrayo la pregunta por la Educación para la Ciudadanía y la acertada respuesta del presidente del Gobierno, hablando de la necesidad de contrarrestar las tendencias al individualismo y la insolidaridad de la sociedad actual (p. 109).

El último capítulo, ya dije, es una elaboración doctrinal sucinta y novedosa de la teoría del republicanismo cívico. Su definición de la libertad es muy convincente:

Libertad significa ausencia de control externo y se asegura sólo en ausencia de dominación, el no estar expuesto al poder de interferencia arbitraria por parte de otros.

Esta libertad se erige sobre una estructura de "gobierno mixto", que nunca he acabado de entender del todo bien en la obra de nuestro autor pues me parece una mezcla de la teoría de Polibio aplicada a la República romana (ilustre antecesora del republicanismo actual) y los cuerpos intermedios de Montesquieu. En cambio, me resultan convincentes las diferencias que Pettit traza entre su republicanismo y el libertarianismo neoliberal actual (en torno al Estado del bienestar), al cosmopolitismo, que considera utópico, y al comunitarismo, sospechoso desde el punto de vista de la autonomía del individuo.

La que nunca me ha quedado tan clara es la diferencia entre este republicanismo y la concepción clásica de la libertad como libertad de los antiguos en la famosa obra de Constant. A este respecto, Pettit recurre a un ejemplo que precisamente delata que el asunto es más complejo de lo que parece: equipara el gobierno y la política a una comunidad de vecinos: la junta directiva tiene que estar sometida al escrutinio de los propietarios, rendir cuentas, etc, etc (p. 176) todo muy cierto siempre que se acepte el punto de partida de Pettit reflejado en el supuesto siguiente:

Los propietarios querrán sujetar a los miembros de la comisión mediante la expectativa de una reelección periódica, haciendo que dicha reelección sea competitiva, de manera que su gestión como miembros de la comisión pueda ser cuestionada...

Aquí se parte del supuesto de que siempre habrá vecinos interesados en ocupar los puestos de mando y gestión. No sé cuántas comunidades de vecinos conocerá el señor Pettit; yo sé de algunas y en ellas es frecuente que nadie quiera ser miembro de la junta directiva y, al final, sea preciso recurrir a medios obligados como el orden de pisos o el sorteo. En tales casos (libertad de los modernos, de Constant) las ideas de los controles cívicos republicanos no son relevantes. Sin embargo, esto parece ser un requisito de su concepción cuando dice:

Pero para la mencionada constitución mixta resulta crucial que el pueblo se halle activamente comprometido con el gobierno, por ejemplo, a través de los movimientos sociales que monitorean y ponen en cuestión la acción del gobierno.

O sea, "libertad de los antiguos"; hay que participar, so pena de que Aristóteles nos declare bestias o dioses. Estoy seguro de que no está en el ánimo de Pettit, pero por esta vía nos acercamos peligrosamente a lo que alguien ha llamado la "democracia totalitaria", a la sorprendente pregunta de Rousseau: "¿Habrá que obligar a los hombres a ser libres?"

diumenge, 10 de febrer del 2008

Mire Vd: hasta ahí podíamos llegar.

El señor Rajoy concede una apasionante entrevista al 20 Minutos que éste dosifica sabiamente para mantener alta la tesión hasta el lunes. Como en las entregas del Guerrero del antifaz, la última viñeta reza "continuará" y uno se queda pensando con qué nuevo sector de la población querrá enemistarse mañana el candidato del principal partido de la oposición que, al parecer, le ha cogido el tranquillo a la condición opositora.

Anteayer fueron los inmigrantes que son unos cuatro millones. Sólo votarán los nacionalizados, claro, pero a esos se los ha ganado el señor Rajoy con su idea de someter a los (nuevos, supongo) inmigrantes a un absurdo contrato. Y digo absurdo porque es obvio. Si el señor Rajoy quiere amontonar garantías de seguridad que expida una hoja de entrada en el país que pregunte lo que quiera al inmigrante, por ejemplo ¿viene Vd. a delinquir? y que cada cual se atenga a las consecuencias. Ahí entra el sonriente señor de la foto más abajo que anuncia que combatirá la inmigración ilegal. ¿Cómo? No se sabe, no lo dijo en la entrevista de Iñaki Gabilondo. Pero la combatirá, no faltaba más. Un ejército que cifró e 1.200.000 personas hoy en España; 1.200.000 "ilegales". No sé cómo va a "combatir" a 1.200.000 personas.

Después de los inmigrantes, los gays, que no sé cuántos serán pero seguro que un buen puñado entre quienes lo son y quienes creen que tienen derecho a serlo y que no son exactamente los mismos, aunque el señor Rajoy crea que sí. Quiere dejarlos sin derecho a adoptar niños. Este señor Rajoy es un estereotipo de la ambigüedad galaica, que acaba cabreando a todo dios: se puede ser gay; los gays pueden casarse entre sí (si bien objeta al término matrimonio, dice que estará a lo que diga el Tribunal Constitucional), pero en el derecho de adopción, dedo en el ojo.

¿Qué puede pasar a los niños adoptados por homos? ¿Que crezcan enfermos de cualquier tipo de patologías? Eso pasa también con los hijos adoptados por los heteros. ¿Que sufran abusos? Más los sufren de los heteros e, incluso, de los curas, que no se sabe si son homos o heteros ¿Que serán homos también? Aparte de que eso sucede igualmente en matrimonios heteros, lo obvio es que, si se quiere decir que ser homo es algo que ha de "curarse", había que empezar por no permitir ser "gay", igual que no se permite tener hepatitis. Los razonamientos del señor Rajoy suelen ser así de confusos, de forma que nadie sabe si el señor Rajoy sube o baja la escalera. Ni el señor Rajoy.

También la ha tomado con los artistas que le han montado el habitual pollo respaldando en masa al señor Rodríguez Zapatero. Me juego algo a que hoy o mañana sale alguien de la derecha insultándolos y llamándolos "bufones", "payasos", "titiriteros" o "saltimbanqui". Hoy ya les han llamado "estómagos agradecidos". Es la eterna confrontación entre el austero don Cicuta y el alegre goliardo. Nadie se atreva con la farándula si no quiere salir trasquilado. Meterse con Pedro Almodóvar es hacerlo con uno de los españoles más conocidos, respetados y admirados en el extranjero. Así que el asunto pinta crudo.

En lo de la memoria también se ha enfrentado con quienes quieren cultivarla y resolver los casos que les tiene planteados. Ni un duro a quienes quieran desenterrar a sus antepasados, paseados entre vivas a España. ¿Y qué les diría ya que va a dejarlos sin dinero? Que miren hacia delante. Ya le vale.

Mire Vd.: hasta ahí podíamos llegar, ¿los gays adoptando niños? Anda y que les den.

dissabte, 9 de febrer del 2008

Las primarias prometen.

Estas primarias están resultando peculiares y accidentadas. Lo que empezó siendo de una manera puede acabar de otra. La noticia del abandono del candidato Mitt Romney, el republicano mormón y millonario se difundía el jueves como un reguero de pólvora por todos los medios, prueba de que las presidenciales estadounidenses son un acontecimiento planetario, que se sigue en todas partes con gran expectación puesto que, guste o no guste, los EEUU son el gendarme mundial.

Mr. Romney, que se había gastado ochenta y tantos millones de dólares de su bolsillo en su proyecto de alcanzar la Presidencia, reunió a unas docenas de simpatizantes y les contó que se retiraba para permitir una reunificación del Partido Republicano que lleve a la derrota de los demócratas. Su instinto de hombre de negocios no le impidió perder ochenta y tantos millones de dólares, pero le hizo entender que si se quedaba a la par con el cura Huckabee y a mucha distancia del favorito McCain, perdería otros tantos. De este modo, en cambio, con una retirada digna, podía conservar esperanzas de que se le designe candidato a la Vicepresidencia en la Convención Nacional del Great Old Party (GOP).

El viernes, pensando que se había terminado el primer tramo de las primarias republicanas, el señor Bush, en un discurso a un grupo de ultraconservadores, el Conservative Political Action Committee, sentó plaza de gran estadista, diciendo que el GOP debería reunificarse en apoyo de quien fuera nominado como candidato y, aunque no mencionó expresamente al señor McCain, todos los analistas piensan que el discurso era en su apoyo. Lo que no está claro es si eso es bueno o malo para Mr. McCain, teniendo en cuenta que el índice de popularidad de Mr. Bush está en un 33%, el más bajo de la historia de los presidentes de los EEUU. Y muy alto que sigue pareciéndome para un Presidente que, tras afirmar enfáticamente nosotros no torturamos, ha autorizado, según se ha demostrado en sede parlamentaria, la práctica de la tortura llamada "de la bañera". Quizá no sea bueno ante el electorado en general, pero sí lo fue ante los miembros de la organización ultraconservadora que un día antes habían recibido a Mr. McCain con una mezcla de aplausos y abucheos.

Quieran los estrategas o no, el Partido Republicano está dividido. Los ultraconservadores, los fundamentalistas cristianos no consideran conservador a McCain. El jefe de uno de estos grupos, de los evangélicos, el muy influyente James Dobson, ha comprometido su voto por Huckabee y anatematizado a McCain. O sea que, aunque de momento hay una diferencia de unos cuatrocientos delegados entre el senador por Arizona y el cura exgobernador de Arkansas, la nominación del primero puede no ser tan coser y cantar como parece. Huckabee tiene apoyos y comunica muchísimo mejor que McCain. Su mensaje está repleto de barbaridades populistas, de esas que encantan a los estadounidenses de pura cepa, los de "una nación fundada en presencia de Dios por gente temerosa de Dios". Porque se vea que no me invento nada: el menda propone inhabilitar a todos los jueces que invoquen en sus decisiones el Derecho Internacional.

En el campo interior, Huckabee no quiere oír hablar de reducción de impuestos porque planea abolir el de la renta. Cero impuesto sobre la renta. Eso no lo han oído aún los señores Rajoy y Pizarro. Nada de reducciones, deducciones, exenciones y tramos: cero IRPF, ¿eh? ¿Qué tal? Por si acaso, anoche Huckabee ganó el caucus de Kansas, donde los evangélicos son predominantes. Y, al escribir esto, estaba prácticamente empatado con Mr. McCain en Nebraska y Washington. Una diferencia de un punto porcentual puede ser decisiva ya que los republicanos aplican criterio mayoritario. El mismo Huckabee dice que no se licenció en matemáticas, sino en milagros y que cree en ellos. De momento, el milagro sigue y McCain, hasta ahora favorito indiscutible, puede tenerlo crudo.

En el campo demócrata las cosas están igualmente muy liadas. La señora Clinton y el señor Obama andan empatados. Ayer, sábado, el segundo ganaba cómodamente dos caucus (Washington y Nebraska) por grandes márgenes, así como las primarias de Louisiana. Hoy por la noche se decide el Estado de Maine. La señora Clinton no despega.

La contienda demócrata puede durar hasta la convención si ninguno se los candatos obtiene antes los 2025 delegados que se precisan para la nominación. Y ambos están lejos. A estas alturas tampoco serviría ya que el Comité Nacional Demócrata CND) resolviera el problema que se creó con el castigo a los Estados de Florida y Michigan (el tercero y el quinto de la Unión en cantidad de delegados) por haber adelantado las primarias y consistente en suprimir sus delegados, que son 210 en el caso de Florida y 156 en el de Michigan. En su mayoría corresponderían a la señora Clinton, que ganó en ambos Estados pero porque Mr. Obama y Mr. Edwards se negaron a hacer campaña en ellos. Para las subsiguientes competiciones, en Virginia, Maryland y el distrito de Columbia, el señor Obama va ganando en las encuestas. ¿Raza? ¿Género? Difícil de decir.

Doy cuenta de un fenómeno que demuestra cómo la blogosfera está presente por doquiera. Decía yo hace unos días que la idea de un tándem Clinton/Obama, siendo prometedora no es muy posible. Pues bien, como los EEUU son un mundo, se ha puesto en marcha una campaña que propone que se produzca una alianza entre Mrs. Clinton y Mr. Obama.La idea es que así los demócratas tendrían dieciséis años en la presidencia, ocho con la señora Clinton de presidenta y ocho de vicepresidenta, y lo mismo pero a la inversa para el señor Obama; o al revés. La campaña se llama 16yearplan. Quizá sea por eso por lo que Mrs. Clinton dijo anoche en Maine que esperaba contar con el señor Edwards en todo lo que emprendiera. No es una promesa de vicepresidencia pero está claro que trata de absorber a los delegados que la retirada de Mr. Edwards deja en el aire.

Al final es posible que ninguno de los dos candidatos llegue a la Convención con los 2025 delegados, razón por la cual, intuyen serán imprescindibles los llamados "superdelegados", o sea, los delegados que son cargos del partido y no tienen el voto comprometido, que son los que están trabajándose ahora. Hasta podría resultar que fueran estos quienes decidieran la nominación del candidato demócrata y eso después de que todo el mundo diga que en los EEUU los partidos no pintan nada.

En favor del doctor Montes y de la sanidad pública.

La campaña que se ha iniciado en la blogosfera a favor del Doctor Montes y de los otros profesionales vilipendiados y perseguidos por el gobierno de la Señora Aguirre en la Comunidad de Madrid es más que un movimiento de solidaridad a favor de las víctimas de un manifiesto abuso de poder, que ya es bastante pues constituye un deber elemental de solidaridad alzar la voz cuando se cometen tales injusticias. Es más también que una acción en pro de la sanidad pública, en defensa de los intereses generales contra las maniobras privatizadoras de unos gobernantes que sólo atienden a los (sus) intereses privados, que también es mucho. Esa campaña es una cuestión de principios y en ella nos jugamos asuntos de enjundia. Hay que poner coto a los desmanes de un poder reaccionario y arrogante que no solamente recurre a la mentira y la demagogia sistemáticas y desobedece los fallos de los tribunales de justicia, considerándose por encima de la ley, sino que se niega a rendir cuentas a los ciudadanos, tratándonos no como a tales sino como a siervos. Esa campaña, por lo tanto, constituye un deber cívico y no debemos cejar en ella hasta alcanzar nuestros objetivos:

  • reposición del doctor Montes y otros represaliados en sus puestos;

  • petición pública disculpas de las autoridades a los damnificados y a la población en general;

  • cese fulminante del consejero, señor Lamela, responsable del atropello.

    La campaña en marcha comprende en primer lugar una recogida de firmas, que irá seguida luego por otras movilizaciones y actividades. Quien quiera firmar ya que pinche aquí. Hay que acabar con la arrogancia y la impunidad de estos retrógrados.

    (La foto es de Olmo González, bajo licencia de Creative Commons.

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  • Votar a la izquierda.

    Hace ocho años, poco antes de las elecciones de 2000, se fraguó a toda prisa una especie de lamentable pacto electoral entre el PSOE e IU que constituyó un desastre. Un par de años antes había publicado servidor un artículo en El País del 12-6-98,titulado La unidad de la izquierda en el que venía a decir que tal unidad no me parecía recomendable ni aceptable. Mandaba por entonces en IU el señor Anguita, cuya animadversión al socialismo era mayor que la que decía sentir hacia la derecha, lo que le había empujado a formar una especie de alianza de hecho con el señor Aznar para ir contra el señor González. La famosa "pinza" la había propiciado el director de El Mundo, señor Ramírez, en una hábil maniobra consistente en halagar la inmenmsa vanidad del señor Anguita y moderar la no menos inmensa soberbia del señor Aznar.

    En esas condiciones, pensar en una unidad de la izquierda era descabellado y siguió siéndolo cuando el señor Frutos sucedió al señor Anguita y el señor Almunia al señor González. La realidad se encargó de demostrarlo con un considerable batacazo electoral del PSOE e IU en las elecciones de 2000.

    Desde entonces las cosas han cambiado mucho, sobretodo en IU. El odio tradicional de los comunistas hacia la socialdemocracia traidora parece haberse mitigado un tanto y, desde luego, el estilo innovador, flexible y crítico introducido por el señor Llamazares, aunque haya chocado con los sectores más anquilosados del PCE, abre perspectivas nuevas a IU que, al fin y al cabo, constituye la única esperanza de supervivencia de una formación a la izquierda del PSOE. Hoy no es verosímil que el Partido Comunista de España pueda presentarse en solitario a unas elecciones, dado el declive que en toda Europa ha padecido esta corriente desde los años de 1991 en adelante. El ejemplo de las últimas elecciones presidenciales y parlamentarias francesas, donde el PCF ha coronado una trayectoria de sonoros fracasos con otro aun más llamativo así lo indica.

    Que el señor Llamazares y lo que representa constituye una esperanza viable para IU porque habla un lenguaje que la gente de la izquierda puede volver a aceptar, ya que no confunde la jerarquía de enemistades como hacía el señor Anguita, puede observarse en la última entrevista publicada en el 20 Minutos, en la que afirma que "IU está abierta a gobernar con el PSOE". Esa afirmación es un paso decisivo hacia la configuración de una unidad de la izquierda de verdad que resultaría muy prometedora. Es más, ya vengo diciendo hace un tiempo que, de tener la garantía de que IU contribuiría a formar un gobierno leal de la izquierda en lugar de torpedear al PSOE, se abriría la posibilidad de que las consideraciones del voto útil dejaran de jugar en su contra. Pero ha de ser una garantía sólida. A nadie de izquierda podría satisfacerle que el voto a IU fuera útil... al PP. Cómo se arbitraría esa garantía es cosa que corresponde a los respectivos dirigentes de ambas formaciones, ya que contaría con un considerable respaldo, como puede verse en la encuesta que publicaba ayer El País. La posibilidad de un gobierno de la izquierda tiene muchas simpatías en el electorado al que le gusta ver que un PSOE sin mayoría absoluta no se convierte en rehén de unos u otros nacionalismos y, al contrario, se echa un poquito hacia la izquierda, que buena falta está haciéndole. ¿Por qué no aborda la cuestión el señor Rodríguez Zapatero? Sin duda la sola posibilidad haría que la derecha empezara a hablar de la coalición "social-comunista", como hizo el señor Aznar en 2000. Pero eso ya no asustaría a nadie.

    El señor Llamazares ha dado un primer paso. Convendría que el señor Rodríguez Zapatero diera otro. Merece la pena explorar esa posibilidad. Cuando menos explicitar que si sumados los votos y escaños de los dos partidos de la izquierda consiguen mayoría absoluta van a gobernar en coalición. Esa sería la fórmula para movilizar el voto de (casi) toda la izquierda.


    (La imagen es de Petezin,bajo licencia de Creative Commons).

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    divendres, 8 de febrer del 2008

    Polifonía etarra.

    Notable variedad de registros de ETA. Tan pronto hace una declaración programática en el diario Gara que suena como una bomba como pone una bomba que suena como una declaración a Gara. ¿Las motivaciones? Etálogos tiene la Iglesia que las explicarán con pelos y señales. Supongo que este bombazo a las puertas del juzgado de Bergara es la forma que tiene la cuadrilla de protestar por la inicua detención de ese preclaro estratega que es el señor Barrena. Hay que hacer un poco de ruido para que los maketos, txakurras y gorrinos no crean que se puede andar aplicando la ley y la democracia en el sacrosanto suelo de Euskal Herria sin pedir antes permiso al capo mafiosi. Y sobre todo los jueces, que los jueces sepan que, cuando menos lo esperen, les pueden volar la cabeza, ya que tienen la fea costumbre de emplearla para pensar en vez de para embestir, como prescriben los principios del gudari revolucionario.

    ¡Rajoy y cierra España!

    Si piensan, deben de pensar que los demás no piensan. Cada vez que los señores de la derecha abordan una cuestión de esas que los sondeos sitúan entre las que "más preocupan a los españoles" (las otras no parecen interesarles) y le dan un repasito, dejan al auditorio haciéndose cruces sin saber si son reaccionarios porque son insensibles o son insensibles porque son insensatos. Tras unos días vaticinando el apocalipsis a cuenta de los datos económicos con tanta animación que pareciera que se alegraran ayer tocó zafarrancho de inmigración. El señor Rajoy anunció que, de ganar las elecciones -acontecimiento harto improbable- hará que los inmigrantes firmen un contrato con el que se comprometerán a cinco cosas, tres de ellas malévolamente necias y las otras dos ominosas.

    Las primeras son: a) cumplir la leyes, como si esta no fuera una obligación obvia de todo el mundo, inmigrante o nativo; b) pagar los impuestos que, al parecer, no es algo obligado por ley; y c) aprender la lengua, cosa generalmente imprescindible si se quiere trabajar. Las dos ominosas son: d) en caso de no encontrar un trabajo, se volverán a su casa (¡y uno que creía que los inmigrantes legales venían ya con su contrato de trabajo!); y e) adaptarse a las costumbres españolas. Dado que lo de las costumbres españolas es algo tan impreciso y ambiguo como las ideas del señor Rajoy, no hay duda de que, de salir adelante propuesta tan retrógrada, los inmigrantes estarán a merced de los caprichos de los amigos del señor Rajoy en materia muy evanescente. Y los autóctonos también. Las corridas de toros, por ejemplo, parecen ser costumbre reciamente española. Como yo no asisto a esos espectáculos que me resultan repugnantes, ¿he de entender que peligra mi nacionalidad? ¿Querría acaso el señor Rajoy deportarme? Ganas no le faltarán, seguro.

    Resulta claro que esta propuesta es xenófoba y racista ya que da por sentado que los inmigrantes vienen a incumplir las leyes, defraudar a la Hacienda Pública y cargarse la Constitución, y no a trabajar, sacar adelante a sus familias, labrarse un futuro en nuestro país que, además, se beneficia extraordinariamente de su presencia aquí. Por si no se hubiera entendido suficientemente bien al señor Rajoy, apuntaló luego sus despropósitos ese prodigio de la verborrea insultante que es el señor Arias Cañete, diciendo que los inmigrantes abusan del servicio de urgencias del sistema nacional de salud que está colapsado por su causa. ¿Por qué nadie aclara a estos demagogos que es al revés, que los inmigrantes consumen menor cantidad de recursos públicos de la que contribuyen a financiar? ¡Qué pregunta! Como si no lo supieran. Explicarlo es inútil pues no están interesados en la verdad sino en atizar los miedos, los odios a los diferentes, las fábulas y los cuentos para conseguir más votos, aunque para ello se carguen la paz civil.

    Por la noche, el señor Rajoy concedió una entrevista en la cuatro a Iñaki Gabilondo que no tuvo desperdicio. Estaría bien comentarla por entero, valorar la alta categoría de entrevistador del señor Gabilondo y el penoso espectáculo que dio el señor Rajoy que, acosado por el presentador no supo si no recurrir a topicazo y vaguedades. Pero no ha lugar aquí, salvo en lo relativo prtecisamente a la inmigración. Protestaba el presidente del PP de que la regularización de los 600.000 inmigrantes que realizó en 2005 el Gobierno del señor Rodríguez Zapatero había ocasionado un "efecto llamada" por el cual en este momento hay en España un millón doscientos mil inmigrantes ilegales (o clandestinos) más. Cantidad que soltó triunfante dibujando un horizonte de futuro incierto. Perdió la ocasión el señor Gabilondo de averiguar cómo había llegado su entrevistado a tan precisa cantidad si se trata de inmigrantes "ilegales" o sea, no registrados. Pero no perdió en cambio la de preguntarle qué pensaba hacer con ellos si alcanzaba la presidencia del Gobierno. Apabullado el señor Rajoy, no supo qué contestar y se limitó a balbucir que "desde luego, regularizarlos, no". O sea, ya sabemos lo que el señor Rajoy NO hará con ese 1.200.000 almas en pena que, según él, vagan por los caminos de España; pero nos hemos quedado sin saber lo que hará, si gana. Pero, para no hacer algo no es necesario elegir un presidente del Gobierno pues puede seguir sin hacerlo tan ricamente en su casa.

    Así es todo: agobian al personal con sus negros vaticinios pero luego no saben aportar una sola solución práctica. Menos mal que tampoco es necesaria, dado que los problemas que los abruman se los han inventado. En este caso concreto de la inmigración, sin embargo, esa actitud es particularmente detestable porque: a) trata de aprovecharse de una colectividad en situación de especial desvalimiento; b) ignora el evidente beneficio que la inmigración aporta a nuestro país, infinitamente superior a los inconvenientes que ocasione; y c) sobre todo, olvida que si hoy somos lo que somos y atraemos emigrantes es gracias al sacrificio de generaciones y generaciones de españoles que marcharon al extranjero en procura de las oportunidades que los iguales al señor Rajoy les negaban en España. Olvida que España fue durante siglos una nación de emigrantes. Olvida que el primer deber de los cristianos -y el señor Rajoy dice serlo- es acoger a los inmigrantes con corazón magnánimo, pues su Dios les recuerda continuamente que ellos fueron inmigrantes.

    Pero estos liberales sólo se ocupan de los inmigrantes para coaccionarlos y amenazarlos. ¿O alguien ha olvidado cómo el señor Losantos intimidaba por la radio a los ecuatorianos residentes en Madrid que querían movilizarse con las víctimas del terrorismo recordándoles qué partido gobernaba dicha Comunidad, cual si dependieran de sus mercedes como los siervos lo hacían de los señores en la Edad Media?

    (La primera imagen es de Jaume d'Urgell bajo licencia de Creative Commons. La segunda, un monumento al inmigrante, es de Julianrod, también bajo licencia de Creative Commons).

    Gracias a los amigos.

    Decía servidor que hoy quizá "posteara" algo sobre Ibiza/Eivissa, dado que fuimos a visitar algunos lugares de esos que las agencias de viajes llaman "paradisíacos", pero más altas empresas reclaman mi atención, de forma que me limito a poner la foto de la izquierda, en la que se ve a Ramoncete descubriendo los misterios de las playas en la zona de San Antonio en compañía de su madre y dejo para otro momento más propicio (quizá el finde, cuando estemos de vuelta) un par de consideraciones sobre las peculiaridades de la isla.

    Mi amigo Pepe Palao me ha enviado una presentación sobre la Barcelona de mediados del siglo pasado que en nada tiene que envidiar a la que puse hace un mes y algo sobre el Madrid del pasado y ya la he colgado en la barra de la derecha. Gracias, Pepe, es magnífica e impresiona ver a qué velocidad cambian los entornos urbanos.

    Mi también amigo Pedro Luis me ha hecho llegar un video muy bueno cuya contemplación puede animar a votar en las próximas elecciones del 9 de marzo a los abstencionistas más recalcitrantes siempre que sean de izquierda. Dice Pedro Luis que es de aficionado. Es posible, no lo dudo; a mí me parece de gran maestría, no por la perfección técnica, que me importa una higa, sino por la contundencia del mensaje sin estridencias, sin insultos, sin abusos, simplemente dejando hablar a las imágenes y si, luego de verlo, alguien de izquierda se queda en casa el próximo nueve de marzo, es que no tiene arreglo. Aquí está. Gracias, Pedro Luis.

    Por cierto, considero que es tan bueno que debiera figurar en la columna de la derecha hasta las elecciones y he intentado ponerlo ahí empleando la utilidad de blogger de videoshow pero debo de ser muy negado o la utilidad funciona como las cercanías de Barcelona porque me saca ¡cuatro vídeos! El que yo quiero y tres más que no tienen relación con él. Si alguien más competente que este bloguero tiene alguna conseja que darle, será muy apreciada y el bloguero quedará muy agradecido.

    dijous, 7 de febrer del 2008

    La defensa de la democracia.

    ETA es una organización terrorista de asesinos. Asesinos muy patrióticos, desde luego. No es extraño que el patriotismo lleve al asesinato ya que, en esencia, consiste en creer que el amor a la patria lo justifica todo, asesinato incluido.

    Además es una organización de asesinos de izquierda. Algún lector bienintencionado me ha dicho que si ETA es una organización terrorista no puede ser de izquierda. Muy sentimental y romántico, pero falso. Ya Marx, a raíz del fiasco de la revolución de 1848, en una famosa circular de 1850, defendió tácticas terroristas, y Marx es uno de los referentes de la izquierda, por no hablar de Lenin o Stalin. Y, desde entonces, muchas organizaciones de izquierda en todo el mundo han defendido las vías violentas y terroristas. Organizaciones asesinas de izquierda son las FARC colombianas o lo fueron la RAF alemana, las Brigate Rosse italianas, etc. Terroristas, asesinos e izquierdistas. No hace falta decir que la mayoría de izquierdistas que en el mundo somos repudiamos estos métodos, pero no estamos ayudando a acabar con esta lacra si nos negamos a admitir que un terrorista y un asesino es un asesino y un terrorista aunque sea de izquierda. Igual que las derechas no progresan cuando sostienen que los asesinos nazis o fascistas no son de derechas por el hecho de ser asesinos. Y ambos, derecha e izquierda, daremos muestras de alarmante decrepitud moral si llegamos a sostener que, por ser de derecha o de izquierda, alguien está legitimado para recurrir a la violencia o al asesinato en un sistema abierto y democrático.

    ETA es, además, una organización con fuertes vínculos religiosos. En sus cuarenta años de existencia, en los que ha asesinado a policías, guardias civiles, militares, jueces, periodistas, catedráticos, concejales, políticos, gente de la calle, etc, jamás ha tocado a un cura o un obispo. Jamás. Y ya hay curas españolistas a los que la organización podría considerar "enemigos del pueblo vasco". No sé qué cantidad de creyentes habrá en ETA, pero es evidente que ésta cuenta con la simpatía y el apoyo de parte del clero vasco. Es decir, hay curas católicos cómplices y encubridores de asesinos.

    Y no solamente curas. A lo largo de su existencia, ETA ha creado un complejo entramado de cómplices, auxiliares, recaderos, tapaderas y simples monigotes para llevar a cabo sus designios de asesinar gente, aprovechando los múltiples intersticios que la legalidad democrática española tiene, valiéndose de las garantías de la democracia y el Estado de derecho. Quizá el mérito mayor del enfoque de la lucha antiterrorista practicado por el juez Garzón haya sido acometer la tarea de desmantelar las tapaderas de los terroristas en todas sus manifestaciones, arbitrando procedimientos que, juntamente con los legales (por ejemplo, la vigente Ley de Partidos) permitan que la democracia pueda defenderse frente a quienes pretenden valerse de ella para destruirla. A Garzón corresponde el mérito de haber puesto en marcha métodos prácticos para resolver el sempiterno problema de la defensa de la democracia.

    Tarea difícil porque en ella no hay que hacer frente solamente a los terroristas, los asesinos y sus cómplices y encubridores sino también a sus apologetas y legitimadores. Los primeros asesinan a inocentes, los segundos justifican los asesinatos tratando de deslegitimar el orden democrático que aquellos quieren reventar, sosteniendo que el país no es una verdadera o auténtica democracia, como si pudiera compararse la democracia más imperfecta que quepa imaginar con la inicua barbarie de una banda de canallas que se arroga el derecho a decidir por su cuenta quién debe morir y quién no.

    Por descontando, estos métodos de defensa de la democracia son excepcionales (de hecho, no hay inconveniente en incluirlos dentro de las medidas de excepción para hacer frente a circunstancias también de excepción) y peligrosos, y hay que estar muy pendientes para que no se perviertan. Pero ese es un riesgo que todo demócrata estará dispuesto a correr a cambio de evitar la degradada situación en la que unas gentes, organizaciones y partidos consideran aceptable defender posiciones políticas en íntima conexión no sólo ideológica, sino orgánica, financiera y material con quienes asesinan a sus adversarios políticos, extorsionan, secuestran y aterrorizan a los ciudadanos que no son de su credo.

    Tampoco hace falta decir aquí que quienes, sin formar parte directa del llamado "conflicto", por motivos religiosos o políticos (esto es, por el hecho de ser de izquierdas) atacan sin más todo mecanismo de defensa de la democracia no solamente dan pruebas de una considerable deficiencia moral sino también mental. La función de patrocinadores de los asesinos que algunos intelectuales adoptan es éticamente peor que la de sus patrocinados porque, cuando menos, estos arrostran los riesgos de su actuación delictiva, cosa que no hacen los primeros.

    Las ilegalizaciones de fuerzas políticas, aun con todas las garantías jurídicas exigibles en un Estado de derecho, igual que las encarcelaciones de sus dirigentes y militantes, son medidas desagradables y excepcionales que hay que tomar para garantizar los derechos democráticos del conjunto de la población. Cuando el Tribunal Constitucional Federal alemán, en sendas sucesivas sentencias en los años de 1950 prohibió los partidos neonazi y comunista, estaba recurriendo a medidas excepcionales pero necesarias para salvaguardar la democracia de todos. Algo parecido está sucediendo en España hoy y está bien que suceda. Los asesinos deben ser perseguidos sin tregua y lo mismo sus cómplices, apologetas, encubridores e intermediarios. Con todas las garantías del Estado de derecho, pero con toda la contundencia de una sociedad democrática que no se deja intimidar. Pues cuando las cosas se hacen legal y legítimamente no pasa nada, no arde nada, ni se produce levantamiento alguno porque todo el mundo sabe que, existiendo la posibilidad de defender pacíficamente todos los programas políticos, el recurso a la violencia y el asesinato por vía directa o mediante complicidad y encubrimiento, debe estar penado y los culpables puestos a buen recaudo. E, insisto, no pasa nada.

    Uno de los argumentos que suelen escucharse en contra de las medidas de defensa de la democracia es que las ilegalizaciones y encarcelamientos de los complices y encubridores de los asesinos que forman organizaciones "legales" dejan sin derecho real de sufragio al porcentaje de ciudadanos que los votan. Pero esa es una falacia. Negar el derecho de sufragio pasivo a los criminales no equivale a negar el activo a los electores. Estos siempre pueden votar a opciones políticas que defiendan los mismos objetivos que los otros por vías pacíficas y legales. Si de la independencia se trata, decenas de veces se ha dicho que nadie impide el derecho de voto de y a los independentistas catalanes. Lo que no se puede es pedir el voto para organizaciones que encubren a asesinos o colaboran con ellos. No se puede, lógicamente, pedir el voto para la Mafia o la Camorra. Y si en su día se hubiera prohibido pedir el voto para el partido nazi y el partido comunista alemán la magnífica República de Weimar estaría hoy a punto de cumplir noventa años y la Segunda Guerra mundial no se habría producido.

    Saludos ibicencos.

    Aquí nos ha traído el destino, a la incomparable isla de Ibiza, a los exámenes de febrero. Hasta ahora no he tenido tiempo de ver nada porque he estado liado de hoz y coz, mañana y tarde con las pruebas en el centro de la UNED que, por cierto, está magníficamente bien organizado y funciona envidiablemente en lo referente a las pruebas presenciales mediante valija virtual. Una prueba más de que la informática ha sido la revolución que más ha cambiado nuestras vidas. Todavía me acuerdo de cuando, hace más de veinte años, teníamos que salir a examinar por los caminos y senderos de la vieja España casi como si fuéramos Miguel Strogoff.

    A partir de hoy tendré algunos momentos libres que pienso aprovechar para explorar este sitio encantador. Por cierto, se admiten sugerencias, ya que es un lugar absolutamente nuevo para mí y lo que más me ha llamado la atención es que la población de la capital casi parece un melting pot. Junto a los ibicencos nativos y baleares en general, hay muchísimos peninsulares, sudamericanos, árabes y subsaharianos, en lo que forma una de las mezclas más abigarradas que he visto. Sorprendente la cantidad de locales dedicados a los más diversos cultos cristianos, que si pentecontalistas, Iglesia de los santos, etc, lo que suele ser muestra inequívoca de densa población latinoamericana. En fin, me parece un lugar estupendo y quizá postee algo más antes de regresar a la península. Algo, quizá, sobre la fascinante vegetación mediterránea. Los almendros en rabiosa flor en los primeros días de febrero son todo un espectáculo.

    Por cierto, parece que hoy hay una manifa en Madrid en apoyo del doctor Montes y el resto de víctimas de la arbitrariedad del Gobierno de la Comunidad de Madrid. No podré ir, desde luego, pero me solidarizo de todo corazón con ella y suscribo todas las iniciativas de la plataforma Que me atienda Montes. Es preciso que haya una reacción de la sociedad civil contra estos ultrarreaccionarios dedicados a destruir la sanidad pública en provecho de sus negocios privados o los de sus allegados.

    (La imagen es una foto de Xosé Castro, bajo licencia Flickr. Creative Commons).

    dimecres, 6 de febrer del 2008

    Noche de nervios.

    Todos los medios lo predecían: primarias sin precedentes. Y así ha sido o está siendo hoy por la mañanita temprano, con casi todos los distritos escrutados tras una jornada de muy alta participación y un par de feroces tornados que han dejado víctimas mortales en los estados de Tennessee y Arkansas (los dos, por cierto, a favor de Hillary Clinton) en este país continente.

    En el campo demócrata las cosas están muy equilibradas. Ciertamente, la señora Clinton ha ganado en los dos estados decisivos de Nueva York y California, así como en Arkansas en el que su marido fue gobernador. En total, ocho estados para la mujer del ex-presidente. Pero Mr. Obama le sigue de cerca como puede apreciarse en el mapa de la derecha que saco (y arreglo) del New York Times y que muestra su victoria en catorce estados. Falta Alaska. Todavía no sabemos cuántos delegados corresponderán a cada uno dado que el escrutinio no está cerrado al cien por cien, pero sí parece claro que el proceso de nominación seguirá en los más o menos veinte estados que quedan y hasta la convención nacional del Partido Demócrata en agosto. Leo en el análisis de Lluís Bassets en El País de hoy que Timothy Garton Ash proponía hace unos días la fórmula que yo reputaba imposible ayer: tándem Clinton/Obama u Obama/Clinton, aunque él, más definido, sugería la señora Clinton de presidenta y el señor Obama de vicepresidente. Sigue pareciéndome no sólo improbable, sino poco posible, aunque uno pueda sentir secretas simpatías por la fórmula. Parece como si cuando un presidente no es un wasp, no pueda ser un Full President y tenga que compartir poder con otro proyecto. Los Estados Unidos son un sistema anglosajón, de cultura política mayoritaria y esas fórmulas de coalición que ponen a colaborar a enemigos jurados en supuesto beneficio de la "cosa pública" y por las que los europeos continentales nos inclinamos con fruición italiana y hasta florentina, no están en su tradición.

    En todo caso, la batalla demócrata sigue con gran intensidad y si, como es de esperar, los dos contendientes llegan a la Convención Nacional igualados, tendrán que encontrar alguna fórmula de consenso. Lo que parece cierto es que el hartazgo de los siete (va para ocho) años de política arrogante, ciega, cerradamente procapitalista, agresiva y (en mi opinión) inconstitucional del señor Bush, ha movilizado al electorado demócrata como nunca. Eso es lo que se deja entrever en los dos emocionados discursos de ambos candidatos demócratas al final de la noche.

    En el campo republicano los asuntos están más confusos. Fue éste el que dio la primera sorpresa de la noche, cuando el cura Huckabee ganaba Virginia Occidental gracias a los votos prestados de Mr. McCain en segunda vuelta. Así se destapó la estrategia que ha acabado dando una victoria al septuagenario excombatiente de Vietnam y moderado republicano sobre sus dos rivales, esto es, el apoyo a Huckabee para derrotar al mormón millonario. Y, en efecto, como pude verse en el mapa más arriba, Mr. McCain aparece como ganador entre los republicanos (donde, además, rige el principio mayoritario por lo general) en mucha mayor medida que la señora Clinton entre los demócratas. La estrategia tiene el riesgo de que, al mantener en la carrera a Huckabee, los dos candidatos conservadores, el cura baptista y Mr. Romney se alíen para derrotar a Mr. McCain que todavía ayer sufría ataques dialécticos fortísimos de parte de los sectores más reaccionarios del Partido Republicano. Todo eso son futuribles, desde luego. Lo que queda de esta noche en el campo republicano es una clara victoria de Mr. McCain (que se lleva California, Nueva York y otros estados "liberales" de la costa Este), a bastante distancia de sus competidores, muy igualados entre sí.

    En resumen, Mr. McCain parece claro destacado en la carrera a la nominación en el campo republicano, lo que indica un viraje importante de esta tendencia hacia políticas más moderadas, alejadas del integrismo neocon del actual mandatario, cuya ejecutoria, que no puede ser más lamentable en los tres órdenes esenciales de las libertades civiles, el bienestar económico interno y la política internacional, no reivindica nadie en su propio partido y sólo encuentra admiradores en el PP español y su órgano mediático, la COPE.

    En el campo demócrata se afianza la revolución de los nuevos tiempos. Parece que, como era de prever, ganará la señora. Pero, para satisfacción de quienes simpatizamos con esta orientación, gane el que gane (la mujer o el afroamericano), significará un notable adelanto para los Estados Unidos y, por extensión el mundo entero: los EEUU avanzarán hacia formas más reales de Estado del bienestar (poniendo fin a la estúpida pesadilla del neoliberalismo más selvático), mayores garantías de Estado de derecho, una política internacional menos agresiva, respetuosa con la legalidad internacional y, last but not least, a tono con las preocuaciones actuales con las urgentes cuestiones del cambio climático y la cooperación internacional.

    El arte de las mujeres.

    La Fundación MAPFRE, que tiene la buena idea de organizar exposiciones temáticas sobre asuntos poco frecuentes, autores injustamente olvidados u obras difíciles de encontrar, presenta una ahora dedicada a un tema que encuentro de sumo interés: las mujeres pintoras, algo de lo que casi no se habla dado que la pintura, como muchas otras actividades humanas, acostumbraba a ser territorio exclusivamente masculino desde sus orígenes hasta la segunda mitad del siglo XIX, con las muy notables y contadas excepciones de Hildegarde von Bingen en la Edad Media, las hermanas Anguissola, Lavinia Fontana, la Tintoretta, Catherina van Hemessen en el Renacimiento, Artemisia Gentileschi, Rosalba Carriera o Judith Leyster en el barroco, Angelica Kauffmann, Adelaide Labille-Guiard y Elisabeth Vigée-Le Brun en el XVIII, entre otras, prácticamente ninguna de las cuales es conocida del gran público. Y no era fácil que lo fueran en un mundo abrumadoramente de hombres en el que las mujeres no tenían acceso a actividades profesionales o gremiales (la pintura fue un gremio desde el comienzo bajo la advocación de San Lucas, l Evangelista pintor) o, incluso, a los estudios.

    Esa tendencia empieza a romperse con la implantación de la ley del mercado en la producción artística, especialmente la pictórica, a partir de la segunda mitad del XIX, coincidiendo con la aparición del impresionismo. Surgen así mujeres que van dejando su impronta en el arte plástica por excelencia y abren el camino al día de hoy, cuando la pintura contemporánea cuenta con un abundante plantel de creadoras de todos los países. A ellas está dedicada la exposición de MAPFRE que tiene un gran interés.

    Vienen a ser unas cuarenta mujeres que representan a todos los países y prácticamente todos los estilos y con un variado grado de reconocimiento general. Así, mientras que algunas, como la modernista Tamara de Lempicka, la impresionista Mary Cassat o l muy personal Frida Kahlo tienen un prestigio y aceptación que en nada desmerece a los de muchos de sus contemporáneos, como Adolphe Mucha, Gustave Caillebotte o Diego Rivera, el marido de Kahlo, otras son mucho menos conocidas, como Maria Blanchard o Natalia Goncharova. Y, por supuesto, también faltan algunas que podrían figurar aquí tan dignamente, como Berthe Morisot.

    Como es de suponer, no hay muchos elementos en común entre tantas y tan distintas creadoras que siguen estilos muy diferentes, algunas como verdaderas creadoras, aunque sí es cierto, me parece, que se da cierta constante genérica en cuanto a los temas, sin duda por la posición socialmente subordinada de las mujeres hasta hace muy poco: escenas íntimas, familiares, niños y bebés (Cassat, por ejemplo, prácticamente no pintó otra cosa), retratos y paisajes tranquilos. Escasísimas alegorías, mitologías, escenas bélicas o acontecimientos sociales, temas literarios o pompa y circunstancia.

    Casi todas las mujeres aquí reunidas me parecen admirables, pero tengo especial predilección por Leonora Carrington (la imagen superior, llamada Bath Birth) que, además de gran pintora fue una extraordinaria mujer, miembro del círculo surrealista francés en los años de 1930, compañera y amante de Max Ernst, cuya influencia es visible en su obra, recluida en un campo de concentración, exiliada luego en México, así como los EEUU y el Canadá, realizó una muy notable obra no sólo en el campo pictórico, sino también en el literario. Por todo ello me extaña que la exposición no incluya ninguna muestra de la que fue su íntima amiga, la española Remedios Varo, otra biografía tubulenta, también introducida en los cículos surrealistas, esposa de Benjamin Péret, con quien compartió exilio en México y prolífica pintora (véase una estupenda obra a la izquierda) prematuramente desaparecida y que solía referirse a Carrington como "mi alma gemela artística".

    En resumen, una admirable iniciativa de la Fundación Mapfre que hay que saludar por la oportunidad que ofrece de visitar un territorio poco frecuentado y muchas veces negado por el machismo imperante, esto es, el de la capacidad creadora de las mujeres.

    (La primera imagen, portada del catálogo de la exposición, es un mgnífico y conocido retrato de Tamara de Lempicka de no recuerdo qué condesa. Las otras dos son de Carrington y Varo y no están en la exposición).

    dimarts, 5 de febrer del 2008

    ¡Qué chorreo, monseñores!

    No puedo retener mi satisfacción por la magnífica reacción de la sociedad civil española ante la demasía de los prelados que, después de llevar cuatro años torpedeando las políticas progresistas del Gobierno socialista, manifa va, manifa viene, y de dar rienda suelta a los insultadores oficiales que tiene en nómina en la COPE, arremete con una traca al final del mandato mediante una última manifa llena de embustes y acusaciones injustas y una nota, prodigio de hipocresía y fariseísmo, tratando de empujar a su grey a votar al PP y no hacerlo por el PSOE.

    Tanto desafuero tenía que encontrar condigna respuesta en la izquierda, desde la moderada a la más radical, que parece estar dándose cuenta de que la política de entendimiento y moderación con la jerarquía no tiene sentido porque esta última está movida por su eterno afán de imponer sus particulares creencias como si fueran de obligada y universal observancia.

    Empezó la respuesta el señor Bono, un reconocido católico, hasta un poco beato, recordando algo de Perogrullo: que Veinte obispos no son la Iglesia universal. Obvio. Aplausos al señor Bono.

    Siguió el señor Guerra, que estuvo moderado, para lo que es su estilo, diciendo que los obispos no van a dejar otro camino que revisar los acuerdos con la Santa Sede. Ahí les duele. Aplausos reforzados para el señor Guerra.

    Salió después el señor Torres Mora, católico ferviente que yo sepa, insistiendo en que, después del nueve de marzo debe haber cambios en la autofinanción de la Iglesia. Más aplausos con algunos pitos. Supongo que los monseñores empezarán a gimotear que se sienten insultados. Siempre que ven que les tocan la caja de las subvenciones del Estado dicen que los insultan.

    Doña Maribel Montaño, secretaria de igualdad del PSOE, pide a los obispos que cumplan la ley y la Constitución e incorporen a las monjas a la jerarquía. Sí señor, tal cual. Ya está bien de este estamento exento que se cree por encima de la ley pero pretende dar lecciones a todos los demás. Aplausos y pitos atronadores a la señora Montaño. Es cierto: primero, que cumplan la ley; luego, ya veremos.

    El señor Joaquín Leguina, conocido por su carácter sentencioso y rotundo, llama en su blog a los obispos cuadrilla de necios. Supongo que algún sinsorgo dirá que eso sí es un insulto cuando, a la vista del tomate, es una exquisita definición con la que, probablemente, estará de acuerdo el presidente de la Conferencia Episcopal, el prudente y silente Monseñor Blázquez quien aún no ha dicho esta boca es mía, asustado, sin duda, de la necedad de sus colegas. Aplauso a Leguina y ovación.

    En el momento de recoger su Goya como mejor actor, el señor Alberto San Juan dice -y resume un sentir muy generalizado en España incluso entre católicos practicantes y no practicantes- que "La Iglesia es una catástrofe que insiste en jodernos la vida" y añade que hay que disolver la Conferencia Episcopal. No le acompaño en el deseo porque es bueno que la carcunda hable para que se produzcan sanas reacciones del cuerpo social como la suya. Entre tanto, aplausos y gran ovación.

    Finalmente, coronando tan sensatas como oportunas opiniones y poniendo un broche de oro con bíblica ironía, el señor Llamazares que cada día está mejor y más votable enuncia un decálogo (muy bueno, don Gaspar, es el lenguaje que los prelados consideran familiar; añada que se lo ha dictado Dios en la vasta soledad de Sinaí) de un verdadero Estado aconfesional, que empieza por denunciar los acuerdos inconstitucionales de 1979 y termina pidiendo la apertura de un registro de apostasía. Ni más ni menos. Aplausos, ovaciones y vítores, don Gaspar.

    Culmina el desfile el presidente del Gobierno en una magnífica entrevista publicada en tres días en el Veinte Minutos en la que deja claro que "Hay un contrato entre el PP y el sector más duro y radical de los obispos", si bien luego, muy en su papel de político demócrata, tolerante, dialogante y respetuoso con la ley y la Constitución, dice que no piensa tomar represalia alguna con la clerigalla. Añade el señor Rodríguez Zapatero que, si bien la Constitución dice que España es un Estado no confesional, también dice que ese Estado debe tomar en consideración que la católica es la religión de la mayoría de la población. Muy cierto, muy cierto, don José Luis, el Estado, el Gobierno, deben tomar en consideración a la mayoría de la población; no a la jerarquía. Y si quiere saber por dónde van los tiros, pregunte Vd. a esa mayoría de la población, católicos practicantes y no practicantes. La mayoría de esa mayoría está hasta las narices de la intemperancia y la insolencia de los obispos.

    Francamente, creo que se trata de una reacción ejemplar del cuerpo social contra este intento de dominación por aplastamiento de un clero montaraz y enemigo de la libertad, el pluralismo y el respeto a los derechos de todos.

    Día D.

    Hoy se decide casi todo en el proceso de primarias para la nominación de los candidatos de los dos grandes partidos en los EEUU. El supermartes, al que también llaman ya "Tsunami-martes". Por supuesto, si es Vd. uno de esos avispados que dicen que tanto da quien resulte elegido presidente del país más poderoso del mundo porque son todos iguales, es mejor que no siga leyendo, ¿para qué va a perder el tiempo? Esto está escrito para quienes creen que hay una diferencia entre republicanos y demócratas, entre gente como Clinton y gente como Bush, igual que la hay -y mucha- entre el señor Rodríguez Zapatero y el señor Rajoy y, por descontado, entre el señor McCain y el señor Romney. La política es cosa de matices; pero los matices sólo cuentan para quienes tienen capacidad de apreciarlos.


    El post tampoco presenta el menor interés para quienes sostienen que los Estados Unidos no son una democracia ad intra (otra cosa, desde luego, es su comportamiento, generalmente odioso, ad extra) y se cargan de razón sosteniendo que los elevados índices de abstención la deslegitiman, con lo que habitualmente muestran que razonan sin información y con prejuicios (si eso puede llamarse "razonar") y perfecto olvido de lo que suelen tener en su propio patio, desde el que acostumbran a dar lecciones de democracia a los demás.


    El día de hoy es decisivo porque se eligen los delegados en veinticuatro Estados, entre ellos los que los envían a las respectivas convenciones en mayor cantidad, California y Nueva York. Si se observa en el gráfico que reproduzco (traducido) del Frankfurter Rundschau, se verá que, en efecto, en el día se elige la mitad o más de la mitad de los delegados que cada partido necesita para nominar a un candidato, esto es, 1.193 en el caso de los republicanos (que precisan 1.191 para la nominación) y 2.075 para los demócratas (que imponen 2.025 para lo mismo), lo que quiere decir que, tras el día de hoy no es que la suerte esté echada (puede haber sorpresas de aquí a las convenciones nacionales de los partidos en el verano) pero casi, casi.


    En el campo republicano, tras el abandono del fugaz señor Giuliani, et al., la batalla estará entre el señor McCain -un republicano moderado al que los conservadores en su partido miran con suspicacia, una especie de Mr. Gallardón septuagenario- y el señor Romney, el millonario mormón que presume ahora de duro tras haber presumido de todo con anterioridad. El señor McCain (el favorito del New York Times), respaldado por Mr. Giuliani y el gobernador de California, Mr. Schwarzenegger, aspira a ganar en New York y va por delante en las encuestas. Ojalá salga. El señor Romney cree tener seguro el voto del Estado de Utah, donde hay mayoría de mormones, su religión, y en los Estados pequeños en los que el señor McCain no ha podido hacer campaña por falta de fondos. El tercer candidato, el cura Huckabee parece que no tiene muchas posibilidades. Desde el punto de vista de este bloguero, mejor. Los curas no deben meterse en política.

    Entre los demócratas la cosa está reñidísima y tiene el mayor interés. Retirado el último wasp, Mr. Edwards, quedan frente a frente la señora Clinton y el señor Obama. Una mujer y un negro. Gane el que gane, habrá un cambio considerable. El New York Times apoya a Mrs. Clinton, pero Mr. Obama está prácticamente empatado con ella. Según los sondeos, la señora tiene casi seguros Nueva York y Massachusetts, mientras que Mr. Obama se impone en Illinois y Georgia y cuenta con una base considerable en Harlem, NY. Mr. Obama parece arrastrar más voto negro que la señora Clinton voto femenino. Pero tiene un handicap considerable en el voto latino, que representa casi el nueve por ciento del total de los EEUU, muy favorable a la señora Clinton. Personalmente no me inclino por ninguno de los dos. Creo que el ideal sería un tándem Clinton/Obama, Obama/Clinton, tanto monta monta tanto. Pero eso parece imposible. En el límite me parece que ganará la señora porque Mr. Obama no arrastra suficiente voto blanco que, al fin y al cabo, es el predominante. En todo caso, no se olvide, los demócratas pueden seguir quedando muy igualados después de hoy ya que en sus primarias los delegados se reparten proporcionalmente, cosa que pasa mucho menos entre los republicanos que recurren en mucha mayor medida al procedimiento mayoritario de "ganador se lo lleva todo".

    No me resisto por último a dejar un enlace a un magnífico artículo de Elisabeth Wehling, también en Frankfurter Rundschau, titulado Ja, wir können! y que es un estupendo análisis textual de los dos discursos de la señora Clinton y el señor Obama, siguiendo la teoría del Frame analysis. Por desgracia, está en alemán. En síntesis viene a decir que la consigna de Obama (Yes, we can!) es empática, solidaria, descansa en valores y moviliza, mientras que el de Clinton (Hillary: solutions for America) es frío, tecnocrático y escasamente movilizador. Es un análisis brillante, de esos que a uno le hubiera gustado escribir pero, con todo, creo que ganará la señora Clinton por lo dicho más arriba, aunque quizá con escaso margen por lo también dicho.