dimarts, 6 de novembre del 2007

La carga de la brigada pesada.

Don José María Aznar presentó ayer su último libro, Cartas a un joven español, en Madrid, ante un público de incondicionales. Al margen de lo que se piense sobre sus concepciones hay que reconocer que el ex presidente del Gobierno lleva a cabo una actividad casi frenética en pro de sus ideas pues da clases en la Universidad de Georgetown, dirige la fundación FAES, organiza cursos de verano, asesora y sirve al magnate australiano Rupert Murdoch y a una poderosa sociedad financiera estadounidense radicada en un paraíso fiscal, da conferencias por todo el orbe, hace declaraciones de prensa, llama a luchar contra Chávez y escribe libros. Y siempre dice lo mismo con idéntico esquema maniqueo: el señor Rodríguez Zapatero y los socialistas hacen las cosas mal, piensan peor y llevan a España al desastre; mientras que él y los suyos tuvieron, tienen y tendrán siempre la razón, toda la razón, sin atisbo de duda. Del libro me ocupé aquí en una reseña hace unos días. Lo haré ahora del discurso de ayer que es una especie de digesto de su doctrina.

Si el libro me pareció una acumulación de necedades y embustes, la alocución en el acto mencionado puede considerarse una recopilación de dogmas simples y de ocultaciones. Pero de mucho interés porque el presidente de la FAES es un referente doctrinal de primera magnitud de la derecha española. Es curioso cómo han cambiado las cosas. Antaño los conservadores acusaban a la izquierda de ser demasiado doctrinaria mientras que ellos se gloriaban de ser más prácticos y menos teóricos. Hoy la situación parece ser la inversa: la izquierda es pragmática (la acusación sistemática del señor Aznar es que es "relativista" y que no cree en los valores que, de todos los productos teóricos, son los más teóricos) mientras que la derecha se ha tornado doctrinaria, teorética y hasta dogmática. Por supuesto, la cosa se condensa siempre en un ataque a la izquierda, cuando teorética por teóretica y cuando práctica por práctica.

La doctrina del señor Aznar es una variante hispánica del neoconservadurismo estadounidense y los nombres que menciona con respeto y admiración son los de Churchill, Reagan y Thatcher. Tengo la impresión de que la compleja figura de Churchill está ahí tan indebidamente como la de Azaña, que también aparece mucho en el universo conceptual aznariano. Y las coincidencias con los otros dos y con el neoconservadurismo estadounidense presentan puntos interesantes.

El paradigma político del expresidente es la democracia liberal. En verdad, el nieto de don Manuel Aznar, prohombre franquista (tras haber sido vasquista furibundamente antiespañol), el "falangista independiente" de los años setenta ha recorrido un trecho porque precisamente el ideario fascista en el que él se educó abominaba del "demoliberalismo". El pivote de esa democracia liberal es la Constitución y el señor Aznar pone la española de 1978 sobre su cabeza, a pesar de que la regulación de las Comunidades Autónomas que establece le parecía una "charlotada" cuando joven y en su partido se dieron votos a favor de esa Constitución, abstenciones y votos en contra.

El señor Aznar abomina del relativismo, como S.S. Benedicto XVI, íncubo al que ve encarnarse en el PSOE, el partido de los descreídos, a los que tanto da ocho que ochenta con tal de seguir gobernando y que ni huelen esa audaz y novísima idea suya de que la política ha de basarse en valores.

¿Qué valores? En su discurso, resumen del libro, el señor Aznar cita los siguientes: la libertad; la Nación española; el rechazo de los totalitarismos; la derrota del terrorismo; la familia y la educación. Doy en pensar que esos valores los comparte el noventa y nueve por ciento de los españoles y si alguna duda me cabe es si las derechas, en especial el señor Aznar, de verdad rechaza los totalitarismos, dada su historia familiar.

¿Cuál es entonces el problema? El problema es que el autoritarismo del ex presidente no le permite ver que una cosa es profesar valores y otra muy distinta pensar que quien hace una interpretación diferente de los valores en realidad carece de ellos o, lo que es peor, los ataca. Resulta sorprendente pero es así. La familia es lo que él dice y quien sostenga una opinión divergente, en el fondo, quiere destruirla. No es una cuestión de valores sí o no, sino de cómo se interpreten y del hecho de que interpretación de ellos sea o no la única admisible. Está claro en el caso de la familia, de la libertad, de la educación.

Y clarísimo, meridiano, en el caso de la Nación española. El señor Aznar truena contra la apreciación del señor Rodríguez Zapatero de que la nación es concepto "discutido y discutible". O sea, la Nación española es indiscutible. Y eso, ¿quién lo dice? El señor Aznar, cierto. Y ¿quién es el señor Aznar? Un español más que tendrá que convivir con otros españoles que creemos que la Nación española es concepto tan discutible como cualquier otro, sin que ello nos haga menos españoles ni menos nacionales. Y tendrá que respetarlos, le guste o no.

No hay más nación que la española ni más nacionalismo aceptable que el español. Los otros nacionalismos son fuente de problemas, amenazas, peligros, puro etnicismo. Este modo de razonar tiene figura y nombre; se llama dar de comulgar con ruedas de molino.

Lo cual me lleva a la otra parte del discurso aznarino, caracterizado no por lo que dice, sino por lo que no dice. Si en la parte declarativa el señor Aznar trata de mostrar su afinidad con el señor Reagan y la señora Thtcher, en la ocultativa se queda uno preguntándose qué relaciones hay entre el pensamiento aznarino y otras fuerzas conservadoras más continentales, como la Iglesia católica y la "Nueva Derecha" francesa. Es llamativa la ausencia de toda referencia religiosa tanto en el libro como en la presentación. ¿Es Aznar pues un radical laico? Todo lo contrario, es partidario de la confesionalidad del Estado y, cuando gobernó, hizo cuanto pudo por favorecer a la Iglesia católica material e ideológicamente pero lo calla a fuer de liberal. Hay aquí un elemento tradicionalista típicamente español y cuidadosamente oculto, a pesar de que el medio más vociferante a su favor sea una emisora católica, como en Polonia.

El otro elemento ausente en este discurso es el fenómeno de la inmigración y todos sus elementos concomitantes, el multiculturalismo, el mestizaje, etc. De formularse ese discurso saldrían a la luz los paralelismos con la Revolución conservadora alemana y la Nueva Derecha francesa, las coincidencias con los señores Jean Marie Le Pen y Franz Schönhuber; el racismo, claro, que ahora se llama conservación de la identidad cultural.

Una última nota verdaderamente curiosa. En su discurso de ayer, el señor Aznar apunta la vía que seguirán los de la teoría de la conspiración en su partido después del batacazo de la sentencia, todos prietas las filas: ya no se insistirá en la "autoría intelectual" de ETA sino que se pasará a machacar el hierro de la idea motriz del señor Aznar, esto es, que todos los terrorismos son idénticos y que ETA y el terrorismo islámico son iguales. Es un modo subrepticio de seguir con lo mismo. Y tanto dice el señor Aznar creer en esa idea de la igualdad de todos los terrorismos que no le importa negarla según la afirma. Véase:

Todos los terrorismos persiguen un objetivo político; un objetivo ilegal, inmoral y totalitario. El objetivo de ETA lo conocemos todos. El objetivo del terrorismo islámico es destruir las democracias occidentales.
O sea, no son iguales.

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Desmintiendo.

Con motivo de mi recensión del libelo del señor Lizcano (publicada en las revista Sistema y El Catoblepas) de la que los lectores tienen noticia, el editor, señor José Luis Gutiérrez, me dedica un feroz ataque en el número de marzo de la revista Leer que al parecer dirige o publica. Esto es, no contesta el propio injuriador, sino que lo hace su editor. A éste le agradezco que reconozca (a regañadientes) que mi reseña representa "la digna tentativa de defender un apellido", si bien no se trata se eso, ya que el apellido brilla con luz propia sin necesidad de defensa, sino de salir al paso de la infamia, propalada por su editorial. No puedo agradecerle, en cambio, que el resto del artículo sea una sarta de mentiras e insultos. Como no he de aburrir a los lectores, refutaré las mentiras y soslayaré los insultos por no ponerme a la bajura de quien los profiere.

Dice el señor Gutiérrez: "Le nombré y mantuve como miembro del Consejo Editorial de Diario 16 al acceder a la Dirección del periódico, el 28 de julio de 1992". Mentira. Me nombró en 1989 Justino Sinova, entonces director. Al acceder el señor Gutiérrez, me encontró allí. Poco después el consejo editorial se disolvió y él acabó echándome del periódico en 1994, tras haber intentado censurarme varios artículos. De lo primero hay prueba hasta fotográfica en el propio Diario 16; de lo segundo incluso testigos.

"...y con él compartí innumerables debates y reflexiones, siempre desde una relación personal correcta y amistosa. No obstante, siempre me sorprendía su actitud intelectual –que jamás critiqué, entendiendo que la pluralidad ideológica del periódico lo debía de permitir...". Y, para probarlo, lo dicho, me echó por discrepar.

"...que daba un giro de ciento ochenta grados a medida que se aproximaban las fechas electorales. De ser uno de los más feroces críticos con el Gobierno socialista, incluso más que cualquier otro miembro del Consejo, súbitamente, y en horas veinticuatro, pasaba a defenderlo y a pedir sin el menor pudor intelectual el voto para Felipe González." Mentira. Y aunque fuera verdad, ¿qué? ¿Hay que dar cuenta al señor Gutiérrez de los posibles cambios de opinión de cada cual? ¿En virtud de qué? ¿La ha dado él de por qué pasó de halagar a Felipe González a denostarlo sin tasa ni tino, como hicieron cuantos esperaban mercedes del poder que no se materializaron?

"Tras mi expulsión de la Dirección de Diario 16, el 1 de febrero de 1996, escribió un libro de infausta memoria.." Doble mentira. El libro es de 1995 y a él no lo expulsaron sino que parece lo despidieron por la incompetencia de su gestión, que dio al traste con el periódico."...apuntándose a aquel montaje fascista, a aquella disparatada campaña de linchamiento nazi de “La conspiración republicana”, según la cual un grupo de siete periodistas –entre ellos este Editor– pretendía derribar el Gobierno, hacer abdicar al Rey Juan Carlos I y forzar la llegada de la III República." Más mentira. El libro no se "apuntaba" a nada, sino que analizaba y documentaba por primera vez aquella conspiración que ciertamente existió, como ha acreditado ya varias veces el señor Anson. Y, fueran más, fueran menos, el señor Gutiérrez participaba con entusiasmo; si bien, claro es, en ella había clases, curas y monagos, y unos le sacaron luego mejor partido que otros. A la vista está.

"Después, fotos y magnetoscopios recogieron su inolvidable actuación una tarde parlamentaria, en la tribuna de invitados del Congreso de los Diputados...". Mentira. No hubo "fotos ni magnetoscopios", sino un incidente recogido por el señor Bonifacio de la Cuadra en El País y magnificado luego por la caverna mediática. El propio señor Gutiérrez, entonces director de Diario 16 encargó a una pluma de mucha confianza y pocos escrúpulos, doña Curry Valenzuela, que escribiera una crónica poniéndome a bajar de un burro; y ésta, con la inteligencia que le caracteriza, se fue a unos artículos de ficción literaria y humorística que había yo publicado, se los tomó en serio e hilvanó una historia desternillante que el señor Gutiérrez publicó en su periódico pensando que era un requiescat.

Todas estas mentiras son eso, mentiras, y mentiras gratuitas pues no vienen a cuento de lo que se trata, que es el libelo del señor Lizcano. Pero el señor Gutiérrez las introduce porque, movido por el odio, piensa que así hace más daño. En cuanto a los insultos directos o indirectos que me dedica, que si "semiiletrado" (sic), fascista, nazi, etc, son parte de su pintoresco e inimitable estilo.

Por lo demás, quien lea la recensión y la diatriba del señor Gutiérrez verá que aquella se mantiene del principio al final, puesto que no se trata de determinar qué libro se escribió antes, el del señor Lizcano o el señor Mesa, sino de si el del difamador Lizcano (que él ha publicado) tiene o no dignidad. Y es evidente que no.

(La imagen es un grabado de 1892 del célebre Tsukioka Yoshitoshi que representa a Minamoto no Yorimitsu dando muerte a la montruosa araña de tierra 1892).

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dilluns, 5 de novembre del 2007

Cuando la vida te sonríe.

Los de Público, que vienen pegando fuerte, han publicado una larga entrevista en dos partes con el presidente del Gobierno, la primera el domingo y la segunda, hoy, lunes. Lectura muy aconsejable. Es un repaso completo a la actualidad nacional, aunque no tanto a la internacional, puesto que sólo hay dos preguntas y media de ese ámbito, Marruecos, el Chad y la Argentina, a donde el señor Rodríguez Zapatero viajará en breve. Parece como si el mundo exterior apenas existiera. Tampoco la Unión Europea, a pesar del reciente Tratado de Lisboa. No es éste el mejor modo de que la opinión pública se interese más por la UE.

Salvando esas carencias la entrevista contiene valiosa información sobre los grandes asuntos de la política española: el 11-M, las infraestructuras catalanas, las interferencias en los tribunales y la justicia, el proceso de paz, la ruptura de la tregua, el plan Ibarretxe, la situación económica, las perspectivas electorales, el no-debate sobre el Rey y algunos otros temas.

Lo primero que llama la atención es el sosiego, la mesura y el respeto con que se expresa el Presidente. La diferencia con los políticos del PP (y también con los de su partido aunque mucho más con los del PP) es abismal, cosa que los tiene que sacar de quicio, cuando ellos parecen embarrancados en una retórica bastante repelente hecha a medias de agresividad y altanería por un lado y oscuridad, marrullería e insidias por el otro. ¡Y con esos rostros...! Hay quien dice que, cada vez que habla en público el señor Blanco resta votos al PSOE. Es posible, pero le vuelven crecidos cada vez que hablan el señor Acebes o el señor Zaplana y ya no digamos el señor Rajoy.

A título de balance de legislatura las cosas han salido bastante bien a los socialistas que tienen altísima intención de voto. Sobre esto, más abajo. La coyuntura es buena, las cifras macroeconómicas excelentes, con alguna sombra en el déficit comercial. La microeconómicas están apuradas, pero la gente parece ir aguantando, unos por miedo a perder la hipoteca y otros por la expectativa de alcanzar por fin vivienda, pensiones superiores o salario mínimo más elevado.(Por cierto, ¿cómo se le ocurre al señor Rajoy decir que el aumento anunciado del salario mínimo provocará no sé si paro, si inflación o si ambas cosas a la vez? El mal efecto que esas declaraciones produce viene del hecho de que, siendo el futuro incierto e impredecible, como le demostró su primo, la agorería sólo puede entenderse en el sentido de que eso, el paro y la inflación, es lo que el señor Rajoy quisiera que se produjera. Así no hay doncel que gane unas elecciones).

La opinión sobre el 11-m es la previsible. Con esta sentencia ya pueden los agujerólogos seguir hozando en el corral de las sospechas. Aunque supongo que habrá alguno que diga que si el señor Rodríguez Zapatero tiene tanta prisa por "pasar página" será porque tenga algo que ocultar. ¿No entró en el Congreso montado "en un tren de cercanías", según delicada expresión de un diputado del PP? Pues eso, a seguir investigando. El señor Ramírez decía que descubrir la verdad verdadera de los GAL les llevó doce años. Ars longa vita brevis. Con algo de suerte aquí tenemos para veinticinco años vendiendo periódicos. Es la nueva forma de la literatura. Los periódicos de papel ya no regalan novelas; ahora las fabrican.

En relación con el plan Ibarretxe deja claro que la consulta no va a celebrarse, como es lógico y, en cuanto a ETA y el famoso proceso de paz, kiosco cerrado, lo que también es lógico y hasta de aplaudir. Cómo será la cosa de lógica que, si no me equivoco, al entrevistador se le pasó preguntar por la dirigencia abertzale, toda a la sombra, empezando por el baranda Otegi, que lleva ya unos meses. Ni el fracaso del proceso de paz ni el de las infraestructuras catalanas afectarán a las fortunas electorales del PSOE. Lo que demuestra que la gente distingue perfectamente cuándo se obró con mala y con buena fe y no pasa factura en el segundo caso.

Las encuestas,

La suerte sonríe a los socialistas. Las dos últimas encuestas dan al PSOE ganador en las próximas elecciones con un margen de cuatro/cinco puntos, fuera ya de la zona del "empate técnico". Pillo una encuesta en El Plural, que comenta un estudio encargado por La sexta y la otra en Público y las dos apuntan en el sentido antedicho de victoria de los socialistas. Quedan unos meses, las cosas pueden variar mucho y el resultado electoral ser distinto del que ahora se prevé.

La valoración de líderes es desastrosa para el PP. Mientras el señor Rodríguez Zapatero obtiene un 5,26 y se sitúa el tercero, el señor Rajoy se queda en el 3,98, en octavo lugar, por detrás del señor Llamazares. Este dato es muy importante porque orienta sobre el apoyo electoral real que cada uno de quienes compiten obtenga. Como importante es que el señor Rajoy y su partido tengan muchos votos "negativos"; más que nadie.

Me doy el gustazo de señalar que el político mejor valorado por los españoles, según esta encuesta de La sexta es el señor Felipe González, con 6,27; el segundo, el señor Gallardón, con 5,25, que no está mal. Tiene su aquel que, a los once años de su salida de La Moncloa, con la cantidad de infamias que sobre él ha volcado la derecha mediática (que si GAL, islas en el Caribe, comisiones del AVE y otros infundios), el señor González sea el más valorado por la gente. Y no se trata de la condición de expresidente pues el señor Aznar lo es y sólo alcanza un miserable 4,4, por detrás del señor Zapatero. Tampoco explica el fenómeno el hecho de que se trate de un político retirado, porque también lo es Aznar. La verdad simple y llana es que el señor González es el político más valorado al día de hoy por la gente como todos sabemos, lo cual sitúa en su dimensión real a la ristra de maldicentes, injuriadores, calumniadores que trataron y tratan de cubrir de cieno el primer gobierno de la izquierda en la historia de España en paz que tuvo altos y bajos, como todos, pero que fue muy positivo para el país en general. Cada cual en su sitio: uno en la historia de España por derecho propio; los otros, nota a pie de página en la historia universal del la infamia. Son los mismos que dicen que la denuncia de aquel cómico "sindicato del crimen" de la primera conspiración antisociata fue una maniobra nazi-fascista. Los de la segunda conspiración, ahora de la agujerología. Como el escorpión del cuento, no pueden evitarlo, es superior a sus fuerzas. El brillante resultado lo recogerá el PP el próximo mes de marzo.

Caramba con don Nicolas.

En las últimas elecciones presidenciales francesas yo hubiera votado por Ségolène Royal por ser de izquierdas. Perdimos. Era evidente que el señor Sarkozy había hecho mejor las cosas, con lo que habría que aprender de él. Mi opinión sobre el Presidente electo fue cambiando y el once de junio pasado escribía:

"Confieso que cada vez me cae mejor este señor Sarkozy, en quien veo un estilo original; pero la verdad es que tiene un porte autoritario que ya está notándose. Sólo la mentalidad autoritaria puede proponerse en serio acabar con el "sesentayocho" porque fue un movimiento esencialmente antiautoritario."
Mi opinión se mantiene en ambos sentidos. Me cae bien porque, con ese nuevo estilo, ha resuelto el problema de cuatro compatriotas mías y tres suyos que estaba pasándolo mal. Pero autoritario es un rato largo. Autoritario y colonial. Insisto, estoy encantado con que las cuatro azafatas y los tres periodistas franceses estén en sus casas, pero ¿qué es eso de pillar un avión y presentarse en la antigua colonia sin avisar, como si fuera el gallinero, a interferir en un proceso judicial abierto? Es un acto de propotencia imperial grandioso.

Para mayor escarnio, en su declaración en el aeropuerto de Barajas, de escala a París, el señor Sarkozy, en presencia del señor Rodríguez Zapatero, ha tenido la humorada de decir que la operación se había hecho con pleno respeto a la souveraineté du Tchad. Por supuesto, por supuesto.

diumenge, 4 de novembre del 2007

Estalinismo puro y duro.

Adoro a doña Esperanza Aguirre. Es dama de hierro, palabra de fuego y sonrisa seráfica; de una simpleza aparente cultivada, cultivada como aparente y como simpleza. Tiene dominio de la imagen, sabe estar y no estar y hasta desestar, si se me autoriza el neologismo. Irradia luz propia incluso en presencia del astro del Reino. El episodio del otro día largándole una fresca al Rey que lo puso a barbotar su indignación la dejó bien establecida como política de ámbito nacional y/o estatal con todos los focos sobre su persona. Mosén Jiménez Losantos rendido a sus pies, y los demás bizqueando de envidia. Hay que ser amiga de los amigos. En el horizonte se perfila el tándem Aznar/Ramírez, traspersonado ahora en el de Aguirre/Losantos.

Me encanta su batería de tropos, sus contundentes comparaciones que revelan gran capacidad de síntesis histórica. La detención de aquellos dos militantes del PP que, por supuesto, no estaban tratando de abrir la cabeza en una manifa al entonces ministro de Defensa, señor Bono, pasó a ser una actividad digna de la Gestapo. Como se sabe, condenados en primera instancia los "gestapistas", fueron absueltos en apelación; pero lo de la Gestapo ahí queda. No iba a retirarlo la señora Aguirre, que se le manchan los faralaes. Gestapo. Demuestra conocimientos de historia de exóticas tierras. También podía haber dicho que el hecho le recordaba a la Brigada Político Social de Franco, más del terruño. Pero se le habrá olvidado.

Ahora leo (o quizá se lo haya oído a ella misma en la tele, en su tele) que defiende el pluralismo de Tele Madrid, también conocida como "Telespe" en contraposición al estalinismo puro y duro de la tele de Andalucía. De su tele no vamos a hablar porque no hay por dónde cogerla de puro manipuladora y sectaria. Ahí he visto programas del señor Del Pino, agujerólogo de la acreditada doctrina de la conspiración, que permiten considerar la cadena autonómica no como televisión partidista sino faccional o sectaria; de y para Aguirre y sus amigos; de risa.

Merece más la pena glosar lo del estalinismo. Antes era la Gestapo, ahora el estalinismo. El pacto germano-soviético, sin duda. Estos sociatas son pendulares, tan pronto en la extrema derecha nazi como en la extrema izquierda bolchevique. Son dos "tipos ideales" de Max Weber pero si la señora Aguirre convence a todos quienes se encuentran entre ellos, gana las elecciones prácticamente por unanimidad.

Eso del estalinismo es un hallazgo típico de la estrategia del espejo puesto que donde hay que ir a buscarlo paradójicamente es al partido de la señora Aguirre, un lugar en el que los militantes y dirigentes no pueden decir en público lo que piensan cuando contradice en algo la posición oficial. La superioridad jerárquica competente ha desautorizado las manifestaciones de doña Montserrat Nebrera y don Jesús López-Medel, ambos discrepantes con la línea oficial del partido de que en los condenados del 11-M no están todos los que son, que faltan los del think tank. La FAES del terrorismo, para entendernos. Les han dicho que esas cosas se pueden decir in conventum, pero no coram populo y la señora Nebrera ha cantado la gallina antes de que el señor Sirera, que anda buscando escarmentar a alguien para mostrar a la jefatura su músculo, la mande a cuarto de banderas. Es decir, en el PP, como en el extinto Partido Comunista de la Unión Soviética, el de Stalin, se puede hablar en público siempre que sea para coincidir con el mando.

Esto no se ve en el PSOE; al contrario, es un partido polifónico, a veces cacofónico en el que cada cual dice lo que le parece. Creo recordar que hasta hace escasas fechas, la señora Rosa Díez (por cierto ¿qué ha sido de ella?) era militante del PSOE, se expresaba de forma muy crítica y hasta agresiva con la dirección partidista y, si se ha ido, ha sido porque ha querido, pues nadie la expulsó, ni siquiera le dijo que se callara. La señora Gotzone Mora sigue siendo militante en idénticas condiciones. Una señora miembro de un partido que pide el voto para otro y, nada, tampoco, nadie la manda a Siberia. Decir que un partido así sea estalinista es literalmente no saber de qué se habla, o hablar como decía mi abuela "a tontas y a locas". Pero es que la señora Aguirre tiene mucho de las unas y las otras. Por eso es adorable.

Seguramente se dirá que se trata de calificar a la televisión andaluza y no al PSOE. El partido acaba apareciendo siempre. Pero el hecho es que la tal televisión invitó a un programa de debate al señor Nacho Villa, que es algo así como si Stalin hubiese promovido al Comité Central del Partido al camarada Trotsky. Ni pensarlo, ¿verdad? En cambio, el señor Nacho Villa, por su intemperancia, su intransigencia, su carácter inquisitorial y vengativo sí recuerda bastante al fiscal Vichinsky, el de los procesos de Moscú de la segunda mitad de los años treinta del siglo XX. Estalinismo puro y duro.

(La imagen procede de la pág. web de la Presidencia de la Comunidad de Madrid).

dissabte, 3 de novembre del 2007

Ceuta y Melilla.

Suenan los teléfonos, silban los faxes, crepita la blogosfera, los periódicos hacen titulares, las radios machacan, los pasillos de los ministerios de Asuntos Exteriores están en efervescencia, los secretarios se afanan, los agregados conferencian, los embajadores no duermen. La visita de los Reyes a los dos exclaves españoles en el norte del África mueve hostilidad en el reino vecino, el de "nuestro hermano" el musulmán. Hay que cuidarse de los hermanos. Véase Caín y Abel.

La cosa consiste en que el muslime sostiene que se trata de dos "ciudades ocupadas" y considera la visita real un acto inamistoso para Marruecos. La opinión marroquí también está patrióticamente herida. En la península se aplaude en general la gira de los Reyes, después de la que ya hiciera el señor Rodríguez Zapatero a fines de enero del año pasado.

Una parte de la izquierda española abomina de las dos ciudades, a las que considera colonias. Las últimas del Imperio español. Eso depende de cómo se mire. También hay gente que considera colonias a las islas Canarias. Acerca de esta cuestión los argumentos y las razones van y vienen. Los partidarios de la, supongo, retrocesión de Ceuta y Melilla esgrimen el principio de la integridad territorial de los Estados. Los partidarios de la españolidad de las plazas señalan que Melilla forma parte de España antes que Granada y Navarra.

Se trata de debates a mi juicio viciados. La historia nunca aclara nada porque cada cual la interpreta según le interesa. Lo que no se puede interpretar es la manifestación de la voluntad de la gente; esto es, que Ceuta y Melilla sean lo que quieran los ceutíes y melillenses en uso de su derecho de autodeterminación. ¿O voy a pedir la autodeterminación para el Pais Vasco y no para Ceuta y Melilla? Eso es lo que, al parecer hacen muchos, sin que la disonancia cognitiva que ello manifiesta les quite el sueño.

En todo caso y mientras se resuelve el contencioso (que implica también cuestiones geopolíticas, como el control del Estrecho de Gibraltar, hoy de menor importancia estratégica que antaño, pero de suficiente entidad) no veo por qué hayan de privarse ceutíes y melillenses de la presencia de los monarcas en sus ciudades, con lo que le gusta a la gente ver al Rey y a la Reina tan sonriente con los brazos cargados de ramos de flores. Supongo que la casa real lo habrá tenido en cuenta, pero convendría que también los súbditos musulmanes de SS.MM. les presenten sus emocionados respetos. Seguro que por esos pagos nadie quema una foto del Rey ni del tamaño de un sello de correos. La España plural, vaya.

En Melilla, por cierto, había y supongo que sigue habiendo una estatua de Franco; va de comandante y a pie, no es ecuestre y por eso mismo una rareza. Como rareza debiera ser el hecho de que se erigiera con posterioridad a la muerte del comandantín. Espero que los Reyes no la visiten, aunque nunca se sabe. Al fin y al cabo fue Franco quien nombró sucesor "a título de Rey" al actual monarca.

Filisteísmo.

Varios periódicos digitales glosaban ayer la fulminante destitución de la portavoz del PSOE en el parlamento aragonés. Coincidían en considerar inaceptable o inadmisible o intolerable su discurso y hacían chirigota de que sería el primero (la portavoz, doña Isabel Teruel, se estrenaba ayer en el cargo) y el último. Alguno de los medios, hasta sentía "vergüenza ajena".

Bueno, he visto el video y con detenimiento; hasta lo he repetido para estar seguro. Y estoy seguro de que es un discurso estupendo. Claro que es el de una novata que está nerviosa y lo dice, no lo oculta ni imposta nada, se ríe, se aturulla, se repite y lo reconoce y afirma que ya se curtirá. Pues no le han dado tiempo, sino que el PSOE la ha destituido fulminantemente, con el aplauso de muchos medios.

Manda narices. Se pasan la vida maldiciendo la falsedad de la política, el alejamiento de los políticos, sus corrupciones, que sean todos iguales, que vayan siempre a lo suyo, sean unos engolados y sólo sirvan para engañar y cuando aparece una que no es así, que es sincera, la echan con cajas destempladas.

El filisteísmo que revela censurar una intervención tan espontánea, simpática, humana, da verdadero pavor. Esos medios que sienten "vergüenza ajena", esos burócratas de los partidos que fulminan a la señora diputada (quien, por cierto, estuvo correctísima, aunque no sea Demóstenes, que tampoco los señores Rodríguez Zapatero o Rajoy lo son), exactamente ¿qué quieren? ¿Que sólo hablen políticos profesionales, curtidos por quinquenios de escaños? ¿Que la gente venga aprendida? ¿Que haya bronca de pitos, abucheos y pataleos?

Me gustaría saber qué tienen que decir al respecto los feministas con un análisis de perspectiva de género.

En todo caso, enhorabuena señora Teruel. Está claro que en su partido no están a su altura. Y los Opinionmakers aun menos.

divendres, 2 de novembre del 2007

De la barbarie humana.

Mi amigo Iñaki Errazkin me envía una de esas circulares del correo electrónico que hay que ayudar a difundir tras haber firmado la correspondiente petición, en este caso en contra de las torturas a los animales. Ya he firmado y difundido el escrito. El video que lo acompaña es tan estremecedor que lo he sacado y lo he puesto aquí. Aviso de que es durísimo y hace falta tener mucho aguante para mirarlo. Pero, si se mira, entra tal indignación que firma uno en donde le digan. Y aunque no se mire también.

La dirección a la que hay que enviar firmas de protesta es PETA2@peta.org

Dirección video: http://www.youtube.com/watch?v=b_hdApaGarI

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No enmendalla.

Teniendo al señor Zaplana, el PP podía prescindir tranquilamente del señor Losantos que ni de lejos puede alcanzar el grado de olímpico cinismo del otro. Donde el locutor se desgañita, el portavoz no pierde la compostura pero, en esencia, dicen lo mismo. Por una especie de tácita división del trabajo, el trazo grueso y la chocarrería corresponden al primero mientras que el segundo hasta hace gala de cierta bonhomía aunque el fondo de sus palabras tiene similar carga explosiva en contra de la convivencia pacífica en el Estado de derecho.

Ante la contundencia del fallo judicial, que no deja resquicio alguno a las rocambolescas insinuaciones de la banda mediática, el PP ha reunido a sus cerebros en busca de un prontuario de argumentos para esgrimir en público. Ayer el señor Zaplana los lanzó todos:

Fue el gobierno del PP el que detuvo a los autores con celeridad, mientras los dirigentes del PSOE agitaban el patio a su favor a raíz del atentado. Es difícil dar con una fórmula más inepta. Claro que el Gobierno del PP detuvo a los responsables del atentado. Cumplió con su deber sin que ello sea enmienda del fallo que tuvo al no impedir que el delito se cometiera en primer lugar. Si el argumento es inepto, la literalidad en que parece haberlo expuesto el señor Zaplana es demencial:

"Aznar, Rajoy, Acebes y yo mismo somos miembros de un partido que estando en el Gobierno detuvo a los terroristas que ayer fueron condenados por el tribunal. Mientras esto sucedía, Zapatero, Rubalcaba, Blanco y otros utilizaban ese atentado para ganar las elecciones, y todo lo que dijeron en esas horas trágicas precisamente la sentencia lo ha desacreditado."
¡Un partido deteniendo terroristas! Original.

"No se pueden acreditar vínculos ni con ETA, ni con Al Qaeda, ni con Irak" y que Zapatero se desdiga de sus palabras en el Congreso de que el 11-M era una respuesta directa a la presencia militar española en el Irak. Pero es que hay vínculos y vínculos, como sabe cualquiera. El que se da entre el 11-M y el Irak es genérico y nunca se esgrimió en sede judicial. Abundantemente probado queda en la sentencia que los condenados son islamistas radicales en guerra santa, y alguno de los autores no condenados aquí, de hecho, han muerto en operaciones de la yihad en Afganistán y/o el Irak. El vínculo entre el 11-M y ETA es específico, concreto y había que probarlo. No se ha probado, luego no lo hay. Caramba, no es tan difícil de entender y no hay simetría posible entre el señor Rajoy balbuciendo incoherencias sobre que haya que investigar en las galaxias y la determinación del señor Rodríguez Zapatero advirtiendo de que aquí se ha hecho justicia.

Pues sí, se ha hecho justicia, la derecha ha quedado con la retaguardia al aire y no hay manera de disimular el descalabro. El señor Zaplana, desde luego, tiene tablas y mucho mérito eso de salir a dar la cara en momentos tan fastidiados. Claro que el señor Acebes no le va en zaga en punto a rostro pétreo cuando afirma, componiendo angelical gesto, que su partido jamás alentó teoría de la conspiración alguna.

Ese asunto de la "autoría intelectual", que no se encuentra en la sentencia, aunque el señor Rajoy dijera lo contrario en su primera comparecencia cuando, como suele pasarle, hablaba sin saber bien lo que decía, es un triste subterfugio que no convence a nadie. ¿Cómo que no se ha condenado a los "autores intelectuales"? Desde luego que sí, al menos a los que siguen vivos.

"Utilizaron el atentado" del 11-M para ganar las elecciones generales de 2004, "ahora están dispuestos a utilizarlo para no perder". Pues sí, es verdad, eso es lo que va a pasar. Pero no porque el PSOE se aproveche de las catástrofes sino porque el PP las organiza y, luego, miente sobre ellas para tratar de obtener ventajas electorales. Lo bueno es que parece que piensan seguir así. Camino de otro desastre.

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dijous, 1 de novembre del 2007

La autoría intelectual.

Creo que puedo buscarme la vida como profeta. Decía ayer servidor que los de la teoría de la conspiración, los ufólogos, los de "queremos de saber", el coro mediático del PP y el propio PP en definitiva, no darían su brazo a torcer y encontrarían el medio para seguir cuestionando el proceso del 11-M, sembrando dudas, deslegitimando la administración de justicia y al conjunto de funcionarios, gentes privadas e instituciones que han trabajado denodadamente para esclarecer los hechos, llevar a los culpables ante la justicia, procesarlos en un juicio justo y condenarlos en un tiempo breve en proporción a la magnitud de sus delitos.

Tal cual. A minutos de hacerse pública la sentencia con un resumen claro y contundente del juez Bermúdez ya estaba el señor Rajoy dándole a la ambigüedad, insinuando malicias, augurando más intoxicación y mentiras, con los medios de la derecha acatando la sentencia pero encontrándola insuficiente y la legión de agujerólogos todos batiendo el cobre y señalando que la decisión, además de insuficiente -o por eso quizá- es también insatisfactoria. ¿Cómo es posible si los rigurosos razonamientos del tribunal sentenciador ha ido destripando una a una y minuciosamente todas las patrañas de la teoría de la conspiración: la furgoneta "kangoo" (y el gadget adyacente de la orquesta Mondragón), la mochilita de vallecas, la cadena de custodia, la marca del explosivo, los suicidas de Leganés, el ácido bórico y el seudoinforme del señor Díaz de Mera? Muy sencillo, por medio de un Deus ex machina al revés; esto es, en vez de una aparición providencial, una desaparición providencial: los "autores intelectuales", los inductores, para entendernos, se han volatilizado. Me cachis. Habiendo sido absuelto El egipcio y exonerados de la acusación de inducción un par más de ellos que podrían haber sido los master minds de la operación, únicamente quedan los "chicos de los recados". Sólo se ha condenado a los autores materiales, una manga de infelices y al parecer descerebrados, faltos de toda capacidad intelectual, especie de robots sin ideas. En este "argumento" es vital cargar desprecio racista sobre los acusados ahora condenados. El caso es sostener contra viento y marea que seguimos sin saber quiénes idearon la operación.

¡Ah, la autoría intelectual! ¡Qué lindo invento! He aquí la fórmula para seguir insistiendo en que detrás del 11 -m puede estar ETA...o algo peor. (¿Peor? ¿Qué? Ahora lo digo). Y eso a pesar de que el tribunal practicó la prueba testifical con etarras encarcelados que solicitaban las defensas y que aquella se ha valorado como irrelevante para la causa.

...De momento y con las informaciones de que hoy disponemos. Por supuesto en el futuro pueden aparecer datos que obliguen a reabrir la causa o abrir una nueva relacionada con ésta. Eso es claro y nadie se opone a ello. ¿Quién va a decir que no quiere que haya una investigación judicial sobre asuntos de interés público? Pero de momento, ahora mismo, hay una sentencia que descarta expresamente toda vinculación entre ETA y la célula islamista radical del 11 -M, única autora del atentado en lo material, en lo intelectual y en lo transustancial. Que la sentencia no sea firme no la hace menos sentencia. Y según ella, de ETA nada. Pero nada de nada.

Así que habrá que ir a buscar la autoría intelectual a otra parte. Y aquí es donde viene lo gordo, lo peor de que hablaba antes, para parte de la derecha esa autoría intelectual corresponde al PSOE. Puede parecer una exageración mía, pero no es así. Léase el post que aparece en una bitácora colectiva de cierta audiencia:

"Nos falta analizar la actitud del PSOE en el asunto del 11-M. No creo que la actual directiva del partido fuese quien lo preparara todo, ni de lejos, les falta capacidad intelectual e instinto para maquinar, lo de ellos es vivir al día y rezar para que los nacionalistas no presionen demasiado. Pero todo, absolutamente todo, indica que algunos ex altos cargos y mandos policiales adictos al PSOE, como comienza ya a demostrarse, estaban en el ajo de cuanto ocurría. Estoy convencido que el autor intelectual de la masacre es un ex alto cargo de PSOE. Este ex alto cargo no parió el plan pero sí la idea de un “sobresalto” en determinada fecha, luego es a él a quien debe atribuírsele la autoría intelectual."
Esto se decía el 13 de noviembre de 2004, la bitácora se llama Batiburrillo y es del agregador Red liberal. A lo mejor es lo que quieren decir los de la conspiración cuando preguntan qué tienen el PSOE y el Gobierno en contra de la idea de seguir investigando en el atentado de Atocha. Clarísimo: quieren irse de rositas tras haber sido autores intelectuales, inductores del 11-M, mamma mia. No era inocente el señor Miguel Ángel Rodríguez cuando decía ayer en 59" que, según el juez Juan del Olmo, el atentado del 11-M se hizo para cambiar el gobierno de España. ¿Quién está más interesado en cambiar el Gobierno de España? El PSOE. Y yo no quiero decir nada, pero ahí queda eso.

Dejo para otro momento refutar el argumento del señor Miralles ayer en el mismo programa de que la investigación periodística puede obligar a revisar una investigación judicial anterior aportando nuevas pruebas, extrapolando a este el caso de los GAL. Es francamente aburrido.

Les dejo con un video que han colgado unos en You Tube sacando punta a las insensateces del señor Aznar en relación con la bebida y la conducción.

Francamente bueno. La fuerza apabullante de la imagen.

La primera imagen del post sintetiza admirablemente una teoría de la conspiración para las Torres Gemelas, obra de Ben Laden y Bush al mismo tiempo bajo la advocación de Hitler. Obvio.

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Memoria fotográfica.

El canal de Isabel II, no la Fundación del canal, que está en Mateo Inurria, sino esos preciosos edificios entre árboles con un parque e instalaciones deportivas que tiene en Santa Engracia alberga una exposición sobre la fotografía en el siglo XX. Más o menos un tercio de la exposición; los dos tercios restantes se exhiben en el Círculo de Bellas Artes. Es una selección de los mejores fotógrafos del siglo XX en todos los países.

La fotografía es el arte del siglo XX. Se dice que en realidad es el cine, pero el cine no es sino fotografía en movimiento. En el siglo pasado la fotografía se liberó de la tutela de la pintura y empezó a navegar por su cuenta, para generar sus momentos y etapas, que si fotografía realista, que si simbolista, objetiva, subjetiva, narrativa, fotoperiodismo, etc.

Es grato contemplar trabajos de gente que luchó por convertir la fotografía en un arte por derecho propio, como Alfred Stieglitz o de quien, como W. Eugene Smith convierte la fotografía en la columna vertebral de un relato.

La fotografía ha sido el ojo de la Humanidad. Y sigue siéndolo. Lo que sucede es que ahora la cantidad de formato de imágenes se ha multiplicado y la fotografía es sólo una de ellas. Todo el mundo conoce la foto de los GIs enarbolando la bandera de las barras y estrellas en Iwo Jima. Algunos de los fotógrafos expuestos han fabricado iconos del tiempo, como los retratos femeninos de Helmut Newton. Otros, en cambio, han actuado como revulsivos de esos mismos iconos de la época, como agentes de provocación contra las estéticas edulcoradas, cual es el caso de Robert Mapplethorpe.

Con todo, aunque la fotografía luchara por independizarse, pertenece al territorio de la imagen y sigue teniendo relaciones privilegiadas con la pintura. Recuérdese que el viejo Stieglitz estuvo casado con Georgia O'Keefe, la de las coloridas flores, camelias, calas, petunias, y plantas tropicales. Además, algunos pintores, eran fotógrafos, como René Magritte, mientras que algunos fotógrafos eran pintores, como Man Ray, de quien se exhibe, entre otras cosas, su famoso Cadeau, esa plancha con púas de la derecha que espero no vea el señor Aznar para que no le dé un yuyu, que es lo que da a los señores del Valladolid imperial. Y no solo con la pintura; quiera o no, la fotografía está vinculada a todas las artes. La exposición contiene diversos trabajos de fotógrafos de la Bauhaus, o sea, fotografía "de diseño", con un par de trabajos interesantísimos de Laszlo Moholy-Nagy.

Por haber hay hasta fotografía dadaísta. En realidad, el descubrimiento Dada por excelencia es el fotomontaje que no es otra cosa que una fotografía de fotografías, una descomposición/recomposición de la realidad. Esa naturaleza del fotomontaje lo convierte en una forma de expresión muy política. Aquí se exponen obras de los mejores autores de fotomontajes, en el momento de su máximo esplendor, como Hanah Hoch, Josep Renau y John Heartfield (aquel alemán que en realidad se llamaba Herzfeld, pero que "anglificó" su apellido). Ese fotomontaje de Hitler en los años treinta, a la izquierda, que se titulaba algo así como "la verdadera razón del nacionalsocialismo", fue revolucionario en su tiempo.

Especialmente grato me resultó toparme con tres fotografías de Leni Riefenstahl. Ya es un triunfo que alguien exponga algo del trabajo de esta genio del cine y la fotografía, sometida al ostracismo y ninguneada por todos los circuitos artísticos institucionales y privados desde 1945 hasta el año de su muerte, ya centenaria, en 2003. Riefenstahl fue la directora de cine preferida de Adolf Hitler y nazi ella misma y tal fue la causa de que no pudiera volver a filmar jamás, sus películas (alguna extraordinaria) no se proyectaran y ella consiguiera apenas sobrevivir haciendo reportajes fotográficos de tribus africanas primero (los Nuba) y fondos marinos después que alcanzaban grandes éxitos. Las fotos están sacadas de su peli Olympia, una glorificación de la raza aria que entronca con la antigua Grecia a través de los juegos olímpicos. Riefenstahl es un caso típico de lo difíciles que son las relaciones entre la política y el arte, como lo fueron Pound, Woodehouse, Shostakovich, Maiakovsky, Jünger, etc.

La exposición dura hasta el dieciocho de noviembre y es un repaso de lo más significativo de la fotografía del siglo XX. Además, las instalaciones del Canal ya son dignas de verse y el material se exhibe en una torre reconvertida en sala de exposiciones en sus tres pisos circulares. Muy original.

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dimecres, 31 d’octubre del 2007

Atentos a la pantalla.

A las once de la mañana de hoy, treinta y uno de octubre de 2007, se dará a conocer la sentencia en el proceso por el llamado 11-M. O sea, tres años, siete meses y veinte días después del hecho más sangriento de la historia reciente española (hay que remontarse a la guerra civil para encontrar algo parecido) los tribunales dictan su juicio tras una cuidadosa instrucción, un proceso justo y una vista oral ejemplar, aclarando los hechos y pronunciando las penas que corresponden.

La tupida red de patrañas que integra la llamada "teoría de la conspiración" sufrirá, seguramente, un severo revés judicial. Pero no se dará por afectada porque su arraigo como forma de pensar no solamente obedece a ciertos intereses políticos (del PP y sus medios) sino también a una tendencia psicológica presente en nuestras sociedades y que presupone siempre un público numeroso que consume historias disparatadas a título de explicación de fenómenos sociales. Son los de los Ovnis, el regreso al futuro, la parasicologia y el espiritismo.

Los de la conspiración explicarán la sentencia como un paso más en la supeditación de todos los poderes a una oscura voluntad demoníaca o algo así. Y cuando se pronuncie el Tribunal Supremo, que seguramente habrá de intervenir en vía de recurso, tampoco se aceptará la verdad judicial. Quienes perdieron las elecciones que creían ganadas el catorce de marzo de 2004 todavía no han entendido que no perdieron por el atentado en sí sino por la forma increíble en que lo "gestionaron" las autoridades. Razón por la cual va a sucederles lo mismo. Es no querer enterarse de por dónde caen los chuzos.

La teoría de la conspiración que tiene elementos de Rocambole, Rouletabille, Fantomas y Arsène Lupin al mismo tiempo ha sido un pulso que ciertos medios han echado con la realidad, esto es un intento de sustituirla por un relato distinto, acorde con los intereses del partido de la derecha. ¿No se dice que lo que no está en los medios no existe? Pues eso querrá decir que lo que está es la realidad. Ciertos medios han acabado creyendo esas ilusiones de que ellos son los taumaturgos de la feria y que pueden inventarse la realidad. Eso es soberbia y lo demás, tortitas y pan pintado.

(La imagen es el monumento a las víctimas del 11-M junto a la estación de Atocha).

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Jardín de necedades y embustes.

En tiempos del "felipismo", sobre el que gustaban teorizar presuntos izquierdistas, la derecha publicística inundó el mercado editorial de libros alarmistas, agoreros, catastrofistas: España se hundía, la educación era un desastre, la inseguridad ciudadana rampante, la pobreza, la irrelevancia exterior, la pornografía, el terrorismo, el ateísmo, el separatismo, bla, bla, bla. Lo habitual en los discursos de la carcunda. Los publicaban dos o tres editoriales y los escribían dos o tres docenas de reaccionarios siempre los mismos anunciando el fin de la viril hispanidad. Con el gobierno del señor Rodríguez Zapatero viene pasando más o menos igual, más o menos con los mismos plumillas y alguna reciente adquisición de las filas de los supuestos izquierdistas, de esos que escriben en El Mundo o La Razón.

Tanto entonces como ahora los ataques de los reaccionarios a los gobiernos socialistas adolecen de un defecto: sus apreciaciones son puramente negativas y carecen de aportación positiva alguna con lo que su crédito es muy escaso. Convencen a los fieles, pero a nadie más.

El libro que acaba de publicar el señor Aznar trata de enmendar ese fallo. No solamente es un panfleto antisocialista con sus habituales sonsonetes catastrofistas sino que expone en positivo las líneas maestras del pensamiento aznarino, lo cual motiva el presente comentario. El señor Aznar quiere sentar plaza de teórico incluso ideólogo de fuerte carga patriótica y moral. De ahí que haya elegido el género epistolar de raigambre en la historia de la literatura con reminiscencias de las Cartas persas de Montesquieu, las Cartas marruecas de Cadalso o las Cartas a un príncipe, de Emilio Romero que probablemente el autor leyó de joven, entre otros muchos. El destinatario de las cartas aznarinas es un joven español que se llama, cómo no, Santiago lo que no es más que el primero de la serie de trucos retóricos con que el señor Aznar desgrana esta serie de lugares comunes neoliberales literalmente fusilados de las obras de gente como los Friedman, Gilder, Hazzlitt, Hayek, von Mises, Lepage, etc, todos ellos muy respetables cosa que no sucede con su imitador que no es sino su eco deformado y ramplón.

Las pretensiones del autor son tan elevadas como necias sus conclusiones. Los conceptos que más se repiten en el libro son los de "naturaleza humana" y "condición humana" (págs, 13, 25, 33, 51, 102, 121, 151) que el señor Aznar considera sinónimos porque no tiene ni idea de lo que habla. De hecho los términos sólo le sirven para blandirlos como mazas: lo que él piensa está de acuerdo con la humana naturaleza; lo que piensan sus adversarios la contradice. Y como no se siente obligado a abandonar jamás su tono apodíctico, sus afirmaciones -generalmente vulgaridades- han de pasar como profundas filosofías.

En cuanto abandona el territorio de la "naturaleza humana", la obra del señor Aznar mezcla a partes iguales las necedades y los embustes.

Capítulo de necedades.

"La libertad desgajada de razón, Santiago, se convierte en nihilismo" (pág. 14). Suena terrible como en las condenas papales del siglo XIX pero, ¿qué quiere decir "la libertad desgajada de razón"? Por supuesto nada. Como nada es su idea de nihilismo que define cien páginas más allá y siempre en tono apocalíptico: "Cuando una sociedad deja de creer en sí misma y en su historia, se produce un vacío intelectual y político: es lo que algunos autores llaman nihilismo intelectual: la gente, simplemente, deja de creer en algo, no cree en nada." (pág. 104) No sé qué autores serán esos; el único que me viene a la memoria capaz de expresarse de forma tan cómica es Cantinflas.

Otro gran peligro que acecha como en los sermones de los curas es el relativismo, "enemigo de la libertad". Pero la más peligrosa es la creencia de que "sólo lo demostrado por la ciencia y la técnica es verdadero." (pág. 30). Está claro, ¿no? Debe de haber otras verdades que no son las de la ciencia y que sólo pueden provenir de la revelación. Si Vd. duda de eso es un relativista y como relativista, enemigo de la libertad. Además de una necedad esto es una amenaza a la libertad de pensamiento.

Pero las tonterías aznarinas no se limitan al ámbito filosófico sino que invaden otros; por ejemplo, el estético: "Hay quien data el principio del siglo XX, Santiago, en el momento en que un llamado artista colocó un urinario en una exposición artística. Luego pasó a un museo. ¡Menudo avance! Lo malo es que me temo que seguimos deslizándonos por la misma pendiente." (pág. 100). Obviamente el "llamado artista" es Marcel Duchamp, uno de los padres del surrealismo y de los pioneros del arte del siglo XX. Sobre gustos no hay nada escrito pero pareciera que quien ha sido presidente del Gobierno debiera tener alguna idea del tiempo que le ha tocado vivir y no mostrar a las claras una ignorancia tan supina y grosera en materia de estética.

Y del arte se puede saltar a aquello en lo que se supone cierta competencia al autor. Mal supuesta desde luego: "Toda mi vida he defendido que el terrorismo es el mismo en todos los sitios, y que los terroristas debían ser tratados del mismo modo en todo el mundo." (pág. 168) Una larga tradición occidental en la que mucho cuenta su raíz cristiana cuya creencia fundamental es que no hay dos hojas de árbol iguales dice que la inteligencia es la capacidad de discernir, distinguir, diferenciar y no tratar simplificadamente las realidades complejas. El señor Aznar quiere tratar a todos los terroristas por igual. Como en Abu Ghraib o en Guantánamo supongo.

Capítulo de embustes.

Estos son tan abundantes como las necedades; tanto que cabe preguntarse si el autor piensa que los lectores de su libro son estúpidos. "Recuerdo muy bien, Santiago, los insultos que recibí por hacer lo que creía que era mejor para mi país, cuando apoyamos, sin participar en la guerra, el derrocamiento de la dictadura en Iraq (sic). Hay quien sigue recurriendo una y otra vez a las mismas calumnias, a las mismas mentiras. Todo ello por y en nombre del poder." (pág. 39) Esto es todo lo que tiene que decir acerca de la decisión de participar en una invasión ilegal, criminal y pirata a las órdenes del Imperio y en contra de la voluntad abrumadoramente mayoritaria de sus paisanos. Lo "mejor para mi país" resultó ser lo mejor para su bolsillo.

"Nunca he considerado a los ciudadanos como menores de edad a los que se puede engañar con maniobras propagandísticas" (pág. 41) dice quien trató de engañar a cuarenta millones de personas sobre la autoría del atentado del 11-m intoxicando a la prensa, falsificando los datos, forzando declaraciones erróneas de los organismos internacionales.

Respecto al Impuesto de Actividades Económicas (IAE), un gravamen absurdo e injusto, dice que "los socialistas lo implantaron" (pág. 144) y que él lo suprimió. Eso es falso. Los socialistas no lo implantaron pues ese tributo ya existía aunque con variados nombres como licencias fiscales de actividades comerciales e industriales y de profesionales y artistas e impuestos municipales sobre radicación. Lo que hicieron los socialistas fue unificar todos esos gravámenes bajo la forma del IAE. Eso lo sabe el señor Aznar por ser inspector fiscal. Pero no le importa porque lo suyo es mentir para desprestigiar.

"Hay que ser optimistas, como lo fuimos en 1996 con el terrorismo de la banda ETA. Nadie pensaba entonces que fuera posible romper el espinazo de la banda mafiosa y terrorista, y en 2004 estaba prácticamente muerta." (pág. 153). Después del asesinato de Miguel Ángel Blanco, añade el señor Aznar, "aguantamos, y ocho años después teníamos a ETA contra las cuerdas. Hubiera bastado con seguir la política antiterrorista para vencerla definitivamente en poco tiempo." (pág. 170). Cosas que dice el mismo que lleva tres años sosteniendo que detrás del atentado del 11-m se encuentra la banda "muerta" y "contra las cuerdas".

"Una de las líneas de trabajo que me impuse cuando tuve ocasión de gobernar fue proporcionar a quienes velan por nuestra seguridad los instrumentos materiales, institucionales y jurídicos necesarios para cumplir con su labor. A nivel tanto nacional como internacional." (pág. 160) Lo dice igualmente el gobernante al que le organizaron el mayor atentado terrorista de la historia en Europa con 200 muertos y mil heridos.

Plagio.

Los embustes se coronan con uno de los más desvergonzados plagios que he visto en mi vida. Dice el señor Aznar: "Es verdad que la libertad no nos garantiza la felicidad. Ni siquiera nos hace las cosas más fáciles. Al contrario. Pero como ya te lo he dicho muchas veces, es lo que nos hace seres humanos." (pág. 190) Este plagio es casi el broche de descaro que cierra el libro. Ahora se entiende por qué el autor dice admirar a Azaña, razón por la que lo cita de vez en cuando: para plagiarlo. "La libertad no hace felices a los hombres; los hace sencillamente hombres". (Manuel Azaña).

La nación española.

Al florilegio de necedades, embustes y plagio, añade el señor Aznar un par de capítulos dedicados al tema preferido de todos los de su cuerda: la patria, la nación española, donde alcanza las más altas cotas de huera grandielocuencia compatible al parecer con el hecho de abandonar el Consejo de Estado de España por el consejo de asesores del señor Murdoch. Se arranca con los habituales lugares comunes del nacionalismo español: que España es la "nación más antigua" (pág. 65) y que la izquierda, contagiada de la Leyenda Negra, se avergüenza de la nación española (pág. 67) cuya trayectoria le parece al autor impoluta. ¿Toda? Alguien debe de haberle dicho que conviene matizar y llega a precisar que la historia de la tal nación tiene "luces y sombras" (pág. 69). Pero no le pregunte nadie por las sombras porque no menciona una sola; al contrario, sostiene que hay que estar orgulloso de toda la historia de la nación sin más, como si fuera obligatorio (págs. 67, 77, 87).

Su fervoroso nacionalismo lo lleva a recurrir a su método favorito, el de los embustes y habla de "la espontaneidad con que el español ha convivido y respetado a la vez a las demás lenguas de nuestro país..." (pág. 68). Lo de "háblame en cristiano" también debe de ser una invención de la Leyenda Negra. "En términos recientes, podemos recordar con admiración los años de la Transición." (pág. 70). Lo dice el que consideraba que la regulación constitucional de las autonomías territoriales era una "charlotada".

Todo este bombástico ensalzamiento de la nación española coexiste en el ánimo del autor con una condena sin paliativos de los demás nacionalismos no españoles que hay en España y que reducen todo a "la defensa de la nación" (pág. 80). Obviamente no es su caso; él no es nacionalista porque "la característica esencial de la historia y la cultura españolas es su carácter universal." (Ibíd.). Porque él lo dice, claro.

Se entenderá que después de leer esta sarta de necedades y embustes escritos a vuela pluma y en un estilo tan grandielocuente como rudimentario vuelva uno a preguntarse por enésima vez cómo fue posible que un hombre de estas características llegara a presidente del Gobierno de España.

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dimarts, 30 d’octubre del 2007

La vida es ficción.

Nos guste o no a los españoles la cuestión vasca, el problema o el conflicto o el quiste o como quieran llamarla, es la prioritaria de la política nacional desde hace décadas. Negarlo no lleva lejos. La cuestión de si la Constitución de 1978 resolvió el problema del encaje del País Vasco en España recibe dos respuestas: sí, dicen los nacionalistas españoles; no, dicen los nacionalistas vascos, que son como el cincuenta por cien del electorado de Vasconia. No sé si a eso se le puede llamar resolver. Nunca hay una realidad única sino tantas como relatos. En el País Vasco hay dos fundamentales (y varios accesorios) tan distintos y enfrentados que hacen dudar del carácter real de la realidad.

ETA regresa al género epistolar para financiarse mediante extorsión a los empresarios vascos. Ese truco de obligar a los empresarios a financiar la lucha de liberación del pueblo vasco es ingenioso pero del más puro estilo mafioso. Los industriales tienen que comprar la protección frente a quienes los "protegen". que pueden causarles daño en su persona, sus allegados o sus bienes.

ETA es una maquinaria que presta múltiples servicios; entre otros, supongo, el mantenimiento de sus presos. Y hay que hacer previsiones a largo plazo. La Audiencia Nacional acaba de condenar a 1253 años a dos etarras, la señora Mujika y el señor Guridi. Mil doscientos cincuenta y tres años. Aplicando todas las reformas que se han ido imponiendo en la norma penal y penitenciaria, estos van a pasar la mayor parte de sus vidas en la cárcel. Había una disonancia continua entre la masacre que los dos criminales provocaron y la manifiesta relación de afecto que los une y que quedó patente durante el juicio: el cariño que pueden expresarse con la mirada quienes van a pasar los próximos treinta años sin verse. Una pura ficción.

Como ficción parece el enésimo autobús incendiado, esta vez en Hernani. No quiero ser aguafiestas poniendo en duda que, para la mitología nacionalista la ímproba tarea de librar a la Patria del odiado invasor exige grandes sacrificios pero me parece que esto de incendiar bienes públicos que pagan todos, incluidos los padres de los incendiarios, es bastante estúpido. Pero es también un ritual de tribu en guerrilla urbana muy difícil de erradicar.

Y junto a los hechos, los discursos. El señor Pernando Barrena, que no es especialmente avispado, dice que el fin del PNV consiste en disfrazarse de abertzale pero aceptar el marco legislativo español. De donde haya sacado esta idea el señor Barrena es un misterio pues el señor Ibarretxe ya ha dicho que procederá con el referéndum que ha anunciado digan lo que digan los españoles.

Visto que la situación se complica por momentos sale de nuevo el señor Josu Jon Imaz a decir lo que el lehendakari menos quiere escuchar, esto es, que el PNV debe supeditar su proyecto a la desaparición de ETA. Pero hombre, por Dios, cuando Ibarretxe ha dicho ya que ETA no va a marcar el calendario de lo que se haga en el País Vasco que es como se llama ahora al hecho de convocar una consulta popular con ETA a pleno pistón en sus tareas de amedrentamiento, circulares a los empresarios, kale borroka, etc. Nada de extrañar que en el órgano del PNV en el que el señor Imaz ha expuesto su opinión se hayan oído calificativos de "traidor", "soplón" y "chivato" que, la verdad, son sorprendentes. Recuerdan los epítetos que se dirigen los niños en sus juegos.

Para colmo de esta realidad compleja, abigarrada, contradictoria, caleidoscópica que es el llamado conflicto vasco, aparece el señor Patxi López, dirigente sociata vasco proponiendo el mismo referéndum que el señor Ibarretxe pero sólo en el caso de que haya un acuerdo entre fuerzas políticas que suelen estar enfrentadas. Lo que sucede es que esto presupone reforma del Estatuto de Autonomía, justo lo que los nacionalistas soberanistas y nacionalistas no quieren. No obstante de seguir todo como hasta la fecha tanto el dirigente socialista como el nacionalista tendrán tiempo para ponerse de acuerdo si el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco lleva a sus últimas consecuencias ese esperpento que alguien ha puesto en marcha de enjuiciar a dirigentes políticos por actividades de tipo político. Además, ironías del destino, podrán hacerlo compartiendo mesa y mantel con su interlocutor cuando estaban en libertad, el señor Otegi, que también está en la sombra, aunque por otro tipo de delitos.

Esta última situación de ver a los señores López e Ibarretxe encausados muestra todo su absurdo cuando se repara en que los procesan por hablar con el señor Otegi. Parece que los jueces no saben español y creen que el verbo "hablar" es transitivo, como "matar", puesto que, de otro modo, tendrían que haber abierto asimismo causa penal contra el señor Otegi por el mismo "delito". ¿Queda claro? Más pura ficción.

(Las ilustraciones son algunos de los mapas de España que dibujó el insigne Menéndez Pidal y publicó luego en su célebre La España del Cid.

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dilluns, 29 d’octubre del 2007

Asumir responsabilidades.

El señor Rodríguez Zapatero se presentó ayer en Barcelona sin avisar, como si fuera a zona de guerra, para conocer in situ el desastre del AVE a Cataluña, que cae sobre el desastre del apagón en la ciudad de hace un par de meses y sobre el de las averías de los trenes de cercanías, todo lo cual tiene al patio catalán embravecido. Cada vez suena más eso de que "los catalanes no recibimos en la medida en que contribuimos".

Los nacionalistas moderados estilo Pujol están tirándose al monte del independentismo, en línea con lo que sucede en el venerable PNV de las viejas Vascongadas. También hay quien dice que esta increíble sucesión de desgracias semejantes a una maldición bíblica pasará factura electoral al PSOE y que esa es la única razón por la que el presidente del Gobierno ha visitado el lugar. No creo que haya mucha merma electoral ya que la alternativa, el PP, no parece ser una opción que la mayoría de los votantes catalanes considere. Parte del voto indignado puede ir a los nacionalistas y parte a la abstención.

En su visita el presidente del Gobierno ha dicho que asume toda la responsabilidad del AVE en Barcelona. Pero según parece eso no quiere decir que se proponga dimitir ni que haya de hacerlo la señora ministra de Fomento. Aunque ésta quizá debiera pensárselo ya que en realidad al "asumir toda la responsabilidad" el Presidente ella ha quedado en una situación política delicada como en una especie de limbo. Pues según colijo el señor Rodríguez Zapatero habla de asumir plena responsabilidad en el sentido en que se dice que alguien asume el mando o toma las riendas de un asunto. Suena a tronío pero no sé si es una decisión inteligente ya que de ahora en adelante los socavones se abrirán a los pies del presidente del Gobierno.

Que la merma electoral no será grande por cuanto la alternativa tiene poco gancho lo confirmó horas más tarde de la visita el señor Rajoy que la descalificó acusando a su futuro rival de ir en domingo para no encontrarse con la gente como hubiera sucedido de haber ido un lunes o un martes. Puede ser pero, de momento, el señor Rodríguez Zapatero ya ha ido; el señor Rajoy, ni en domingo... pero dice a los demás lo que tienen que hacer.

Todo este asunto de las infraestructuras en Cataluña está muy liado y a estas alturas tiene poco sentido andar buscando responsables porque todos han metido un poco la cuchara. Las crisis de infraestructuras y las correspondientes inversiones para prevenirlas son cosas de años y, si bien los nacionalistas de CiU, que gobernaron más de veinte años y las derechas del PP que lo hicieron durante ocho en el Estado tendrán su parte de culpa, a los socialistas, tanto catalanes como españoles, les corresponde una buena tajada ya que llevan más de cuatro años gobernando los primeros y algo menos de cuatro los segundos. O sea, que es hora de hacer algo más que gestos y asumir algo más que "responsabilidades".

La Argentina es de Cristina.

Doña Cristina Fernández de Kirchner ha ganado sobrada en la primera vuelta de las presidenciales argentinas. No será necesaria segunda vuelta. Lo previsto se cumplió y la favorita de la opinión se impuso. Es la segunda mujer que alcanza la presidencia en la Argentina y también es ahora la segunda en América del Sur, detrás de la señora Michelle Bachelet, de Chile. Llegará un momento en que la elección sea noticia por sí misma y no porque la electa haya sido mujer.

Da la impresión de que la señora Fernández recoge el voto favorable de una población que se beneficia de la prodigiosa recuperación económica de la República que, de la ruina del corralito ha pasado a tasas de crecimiento del 8,5% del PIB en los últimos años, al amparo de la buena coyuntura internacional, lo que ha permitido al país saldar buena parte de la deuda al tiempo que se ha reducido mucho el paro. Asimismo, la derogación de la ley de punto final y la renovada acción de la justicia sobre los responsables de la dictadura han contribuido a hacer popular el gobierno de Néstor Kirchner.

El Presidente podría haber optado a la reelección que tenía asegurada, pero ha decidido decaer en su derecho en favor de su esposa. Ya se ha apuntado todo tipo de razones malévolas para explicar una decisión tan poco frecuente, desde que el señor Kirchner se retira para fundar un nuevo partido político con el que volver a primera línea hasta que hace discreto mutis para evitarse un escándalo de corrupción que podría estar gestándose. Todo menos suponer que la motivación sea sencilla: un cónyuge deja paso a otro porque están bien avenidos. Cuánto cinismo hay en el mundo que casi nadie piensa en cosas tan elementales.

La señora Fernández tiene a sus espaldas una carrera política propia ya que, entre otras cosas, ha sido senadora y, lejos de limitarse a ser la primera dama en la presidencia de su marido, ha colaborado activamente en el gobierno, como los dos han dicho en alguna ocasión, de forma que buena parte de sus éxitos le son atribuibles. En cierto modo es la unidad matrimonial la que se ha presentado a las elecciones pero con el cabeza de lista cambiado.

diumenge, 28 d’octubre del 2007

Veinticinco años después.

Para conmemorar el vigésimo quinto aniversario del triunfo socialista el 28 de octubre de 1982, Informe semanal, de TVE1 ofreció ayer una entrevista con Felipe González. Haciendo tiempo para verla recaí en Tele Madrid donde a esa hora, en un telediario o algo así, estaban hablando de lo mismo, el vigésimo quinto aniversario. Tuve ocasión de escuchar breves parlamentos de los señores Melchor Miralles, de El Mundo, y de Gutiérrez. Ambos vertieron todo el cieno, basura e ignominia que pudieron sobre el señor González: los GAL, Filesa, Malesa, Roldán... Que personas como éstas, señores Miralles y Gutiérrez, pretendan condensar los más de trece años del Gobierno de Felipe González en tales asuntos cuando, por el tiempo trascurrido, la historia los tiene ya conceptuados como la etapa de la normalización exterior de España, generalización del Estado del bienestar, desarrollo de las instituciones, consolidación de las autonomías y despegue como sociedad abierta y postindustrial, dice más sobre su fibra moral que sobre lo que quieren demostrar. En todo caso, está ya clarísimo qué lugar ocupa cada uno en esta y otras historias.

La entrevista estuvo muy bien y el señor González exhibió una vez más sus magníficas cualidades. Aunque no creo haberle oído mencionar ni una sola vez al señor Aznar, anoche quedó claro que no solamente supo ser mucho mejor presidente del gobierno que él, sino también mucho mejor ex presidente. Lo que pudo verse en las pantallas anoche es que, además de rápido, directo, sensato, coherente y sincero, Felipe González es discreto. Lo cual lo pone a años luz de la bombástica vacuidad de su ubicuo sucesor, que da clases de lo que no sabe, concede entrevistas en lenguas que no habla y asesora sobre lo que desconoce.

Que se haya pretendido involucrar a FG en el asunto de los GAL (a través de esa pregunta retórica que ayer se repetía por enésima vez el señor Miralles, ¿cómo no iba a saberlo el presidente del Gobierno?), que se le considere Mr. X sin una miserable prueba y, sobre todo, que eso lo hagan quienes en los años ochenta pedían la guerra sucia contra ETA en sus periódicos, forma parte del sentido español del debate público consistente no en presentar al adversario con objetividad sino bajo la luz más dañina que se le pueda aplicar, incluso a la luz de la mentira.

Me gustó mucho la entrevista y así mismo que FG sostuviera que la situación actual es en todo similar a la de los años 1993 a 1996. Coincido y no coincido con él. Es verdad que en ambos casos el clima de exasperación, agresividad y provocación sistemáticas (a lo que suele llamarse "crispación") arranca del hecho de que la derecha no acepta el resultado de las elecciones cuando le es adverso; no lo hizo en 1993 ni en 2004. Pero ese es el único parecido. El Gobierno lo tiene ahora mucho más fácil que lo tuvo él entre 1993 y 1996 porque no está lastrado por los casos de corrupción de aquel y mucho menos de guerra sucia.

Aquellos años sí que fueron duros. Me sublevaba que los casos de corrupción se quisieran hacer extensivos a todos los socialistas, los afiliados, los miembros de las agrupaciones, los cargos municipales, las gentes del común, los socialistas "de toda la vida". Y más me sublevaba que los propios socialistas hubieran interiorizado tan injusta imputación y no se defendieran. Porque no se defendían y todos estos que ahora gallean en defensa de un Gobierno que no la necesita estaban callados como guijarros.

Felipe sigue siendo mucho Felipe; entre otras cosas, el único político español del siglo XX al que la gente, incluidos sus enemigos, llama por su nombre de pila, junto con José Antonio y lo de éste cuenta poco porque jamás llegó a gobernar y su nombre fue siempre invocación del "ausente" mientras que Felipe fue un gobernante en quien muchos de mi generación nos reconocimos. En unas relaciones de identificación tan sentimentales era lógico que se suscitaran grandes admiraciones y grandes odios. El gobierno de González dejó detrás mucho agraviado, muchos que pensaron que les correspondían nombramientos, cargos, canonjías y se vieron preteridos, quien sabe si humillados (por ejemplo, el juez Garzón, según él mismo reconoce) y se convirtieron en terribles azotes de la deriva conservadora del Gobierno, de su traición a los ideales de la izquierda, etc., etc. Muchos desengañados que saltaron a los medios, convertidos en esforzados héroes de la lucha contra el "poder" y la derechización del socialismo. No daré los nombres porque son de conocimiento común y algunos ya no están entre nosotros. Y, al margen de las motivaciones de aquellos integérrimos izquierdistas que soltaban metralla generalmente desde los medios de la derecha, ¿hubo o no hubo deriva derechista del Gobierno? No me lo parece, pues nunca estuvo muy a la izquierda. Fue un Gobierno presidido por un hombre que en 1979 había obligado al partido a arrumbar el marxismo en el desván, con la rueca y el huso. Poco trayecto de derechización le quedaba.

Me parece que en toda la entrevista FG tampoco menciona una sola vez al señor Alfonso Guerra, cosa que a éste no debe de haberle gustado nada. El vigésimo quinto aniversario del ochenta y dos es tan suyo como de Felipe pues en aquella época formaban una indisoluble pareja, con una división del trabajo entre ellos que muchos consideraban imbatible. Pero ese mito de la realidad bifronte del Gobierno español de entonces se quebró lentamente en el quehacer día a día y año a año de forma que el famoso "Dos por el precio de uno" quedó en nada y el señor Guerra se replegó a un oscuro retiro, rumiando sus amarguras.

El lema electoral del PSOE en las elecciones de 1982 fue Por el cambio. Y, en efecto, se cumplió. Todo ha cambiado muchísimo. Sobre todo la mirada de FG.

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