Los de Público, que vienen pegando fuerte, han publicado una larga entrevista en dos partes con el presidente del Gobierno, la primera el domingo y la segunda, hoy, lunes. Lectura muy aconsejable. Es un repaso completo a la actualidad nacional, aunque no tanto a la internacional, puesto que sólo hay dos preguntas y media de ese ámbito, Marruecos, el Chad y la Argentina, a donde el señor Rodríguez Zapatero viajará en breve. Parece como si el mundo exterior apenas existiera. Tampoco la Unión Europea, a pesar del reciente Tratado de Lisboa. No es éste el mejor modo de que la opinión pública se interese más por la UE.
Salvando esas carencias la entrevista contiene valiosa información sobre los grandes asuntos de la política española: el 11-M, las infraestructuras catalanas, las interferencias en los tribunales y la justicia, el proceso de paz, la ruptura de la tregua, el plan Ibarretxe, la situación económica, las perspectivas electorales, el no-debate sobre el Rey y algunos otros temas.
Lo primero que llama la atención es el sosiego, la mesura y el respeto con que se expresa el Presidente. La diferencia con los políticos del PP (y también con los de su partido aunque mucho más con los del PP) es abismal, cosa que los tiene que sacar de quicio, cuando ellos parecen embarrancados en una retórica bastante repelente hecha a medias de agresividad y altanería por un lado y oscuridad, marrullería e insidias por el otro. ¡Y con esos rostros...! Hay quien dice que, cada vez que habla en público el señor Blanco resta votos al PSOE. Es posible, pero le vuelven crecidos cada vez que hablan el señor Acebes o el señor Zaplana y ya no digamos el señor Rajoy.
A título de balance de legislatura las cosas han salido bastante bien a los socialistas que tienen altísima intención de voto. Sobre esto, más abajo. La coyuntura es buena, las cifras macroeconómicas excelentes, con alguna sombra en el déficit comercial. La microeconómicas están apuradas, pero la gente parece ir aguantando, unos por miedo a perder la hipoteca y otros por la expectativa de alcanzar por fin vivienda, pensiones superiores o salario mínimo más elevado.(Por cierto, ¿cómo se le ocurre al señor Rajoy decir que el aumento anunciado del salario mínimo provocará no sé si paro, si inflación o si ambas cosas a la vez? El mal efecto que esas declaraciones produce viene del hecho de que, siendo el futuro incierto e impredecible, como le demostró su primo, la agorería sólo puede entenderse en el sentido de que eso, el paro y la inflación, es lo que el señor Rajoy quisiera que se produjera. Así no hay doncel que gane unas elecciones).
La opinión sobre el 11-m es la previsible. Con esta sentencia ya pueden los agujerólogos seguir hozando en el corral de las sospechas. Aunque supongo que habrá alguno que diga que si el señor Rodríguez Zapatero tiene tanta prisa por "pasar página" será porque tenga algo que ocultar. ¿No entró en el Congreso montado "en un tren de cercanías", según delicada expresión de un diputado del PP? Pues eso, a seguir investigando. El señor Ramírez decía que descubrir la verdad verdadera de los GAL les llevó doce años. Ars longa vita brevis. Con algo de suerte aquí tenemos para veinticinco años vendiendo periódicos. Es la nueva forma de la literatura. Los periódicos de papel ya no regalan novelas; ahora las fabrican.
En relación con el plan Ibarretxe deja claro que la consulta no va a celebrarse, como es lógico y, en cuanto a ETA y el famoso proceso de paz, kiosco cerrado, lo que también es lógico y hasta de aplaudir. Cómo será la cosa de lógica que, si no me equivoco, al entrevistador se le pasó preguntar por la dirigencia abertzale, toda a la sombra, empezando por el baranda Otegi, que lleva ya unos meses. Ni el fracaso del proceso de paz ni el de las infraestructuras catalanas afectarán a las fortunas electorales del PSOE. Lo que demuestra que la gente distingue perfectamente cuándo se obró con mala y con buena fe y no pasa factura en el segundo caso.
Las encuestas,
La suerte sonríe a los socialistas. Las dos últimas encuestas dan al PSOE ganador en las próximas elecciones con un margen de cuatro/cinco puntos, fuera ya de la zona del "empate técnico". Pillo una encuesta en El Plural, que comenta un estudio encargado por La sexta y la otra en Público y las dos apuntan en el sentido antedicho de victoria de los socialistas. Quedan unos meses, las cosas pueden variar mucho y el resultado electoral ser distinto del que ahora se prevé.
La valoración de líderes es desastrosa para el PP. Mientras el señor Rodríguez Zapatero obtiene un 5,26 y se sitúa el tercero, el señor Rajoy se queda en el 3,98, en octavo lugar, por detrás del señor Llamazares. Este dato es muy importante porque orienta sobre el apoyo electoral real que cada uno de quienes compiten obtenga. Como importante es que el señor Rajoy y su partido tengan muchos votos "negativos"; más que nadie.
Me doy el gustazo de señalar que el político mejor valorado por los españoles, según esta encuesta de La sexta es el señor Felipe González, con 6,27; el segundo, el señor Gallardón, con 5,25, que no está mal. Tiene su aquel que, a los once años de su salida de La Moncloa, con la cantidad de infamias que sobre él ha volcado la derecha mediática (que si GAL, islas en el Caribe, comisiones del AVE y otros infundios), el señor González sea el más valorado por la gente. Y no se trata de la condición de expresidente pues el señor Aznar lo es y sólo alcanza un miserable 4,4, por detrás del señor Zapatero. Tampoco explica el fenómeno el hecho de que se trate de un político retirado, porque también lo es Aznar. La verdad simple y llana es que el señor González es el político más valorado al día de hoy por la gente como todos sabemos, lo cual sitúa en su dimensión real a la ristra de maldicentes, injuriadores, calumniadores que trataron y tratan de cubrir de cieno el primer gobierno de la izquierda en la historia de España en paz que tuvo altos y bajos, como todos, pero que fue muy positivo para el país en general. Cada cual en su sitio: uno en la historia de España por derecho propio; los otros, nota a pie de página en la historia universal del la infamia. Son los mismos que dicen que la denuncia de aquel cómico "sindicato del crimen" de la primera conspiración antisociata fue una maniobra nazi-fascista. Los de la segunda conspiración, ahora de la agujerología. Como el escorpión del cuento, no pueden evitarlo, es superior a sus fuerzas. El brillante resultado lo recogerá el PP el próximo mes de marzo.