El señor Rodríguez Zapatero se presentó ayer en Barcelona sin avisar, como si fuera a zona de guerra, para conocer in situ el desastre del AVE a Cataluña, que cae sobre el desastre del apagón en la ciudad de hace un par de meses y sobre el de las averías de los trenes de cercanías, todo lo cual tiene al patio catalán embravecido. Cada vez suena más eso de que "los catalanes no recibimos en la medida en que contribuimos".
Los nacionalistas moderados estilo Pujol están tirándose al monte del independentismo, en línea con lo que sucede en el venerable PNV de las viejas Vascongadas. También hay quien dice que esta increíble sucesión de desgracias semejantes a una maldición bíblica pasará factura electoral al PSOE y que esa es la única razón por la que el presidente del Gobierno ha visitado el lugar. No creo que haya mucha merma electoral ya que la alternativa, el PP, no parece ser una opción que la mayoría de los votantes catalanes considere. Parte del voto indignado puede ir a los nacionalistas y parte a la abstención.
En su visita el presidente del Gobierno ha dicho que asume toda la responsabilidad del AVE en Barcelona. Pero según parece eso no quiere decir que se proponga dimitir ni que haya de hacerlo la señora ministra de Fomento. Aunque ésta quizá debiera pensárselo ya que en realidad al "asumir toda la responsabilidad" el Presidente ella ha quedado en una situación política delicada como en una especie de limbo. Pues según colijo el señor Rodríguez Zapatero habla de asumir plena responsabilidad en el sentido en que se dice que alguien asume el mando o toma las riendas de un asunto. Suena a tronío pero no sé si es una decisión inteligente ya que de ahora en adelante los socavones se abrirán a los pies del presidente del Gobierno.
Todo este asunto de las infraestructuras en Cataluña está muy liado y a estas alturas tiene poco sentido andar buscando responsables porque todos han metido un poco la cuchara. Las crisis de infraestructuras y las correspondientes inversiones para prevenirlas son cosas de años y, si bien los nacionalistas de CiU, que gobernaron más de veinte años y las derechas del PP que lo hicieron durante ocho en el Estado tendrán su parte de culpa, a los socialistas, tanto catalanes como españoles, les corresponde una buena tajada ya que llevan más de cuatro años gobernando los primeros y algo menos de cuatro los segundos. O sea, que es hora de hacer algo más que gestos y asumir algo más que "responsabilidades".