Teniendo al señor Zaplana, el PP podía prescindir tranquilamente del señor Losantos que ni de lejos puede alcanzar el grado de olímpico cinismo del otro. Donde el locutor se desgañita, el portavoz no pierde la compostura pero, en esencia, dicen lo mismo. Por una especie de tácita división del trabajo, el trazo grueso y la chocarrería corresponden al primero mientras que el segundo hasta hace gala de cierta bonhomía aunque el fondo de sus palabras tiene similar carga explosiva en contra de la convivencia pacífica en el Estado de derecho.
Ante la contundencia del fallo judicial, que no deja resquicio alguno a las rocambolescas insinuaciones de la banda mediática, el PP ha reunido a sus cerebros en busca de un prontuario de argumentos para esgrimir en público. Ayer el señor Zaplana los lanzó todos:
Fue el gobierno del PP el que detuvo a los autores con celeridad, mientras los dirigentes del PSOE agitaban el patio a su favor a raíz del atentado. Es difícil dar con una fórmula más inepta. Claro que el Gobierno del PP detuvo a los responsables del atentado. Cumplió con su deber sin que ello sea enmienda del fallo que tuvo al no impedir que el delito se cometiera en primer lugar. Si el argumento es inepto, la literalidad en que parece haberlo expuesto el señor Zaplana es demencial:
"Aznar, Rajoy, Acebes y yo mismo somos miembros de un partido que estando en el Gobierno detuvo a los terroristas que ayer fueron condenados por el tribunal. Mientras esto sucedía, Zapatero, Rubalcaba, Blanco y otros utilizaban ese atentado para ganar las elecciones, y todo lo que dijeron en esas horas trágicas precisamente la sentencia lo ha desacreditado."¡Un partido deteniendo terroristas! Original.
"No se pueden acreditar vínculos ni con ETA, ni con Al Qaeda, ni con Irak" y que Zapatero se desdiga de sus palabras en el Congreso de que el 11-M era una respuesta directa a la presencia militar española en el Irak. Pero es que hay vínculos y vínculos, como sabe cualquiera. El que se da entre el 11-M y el Irak es genérico y nunca se esgrimió en sede judicial. Abundantemente probado queda en la sentencia que los condenados son islamistas radicales en guerra santa, y alguno de los autores no condenados aquí, de hecho, han muerto en operaciones de la yihad en Afganistán y/o el Irak. El vínculo entre el 11-M y ETA es específico, concreto y había que probarlo. No se ha probado, luego no lo hay. Caramba, no es tan difícil de entender y no hay simetría posible entre el señor Rajoy balbuciendo incoherencias sobre que haya que investigar en las galaxias y la determinación del señor Rodríguez Zapatero advirtiendo de que aquí se ha hecho justicia.
Pues sí, se ha hecho justicia, la derecha ha quedado con la retaguardia al aire y no hay manera de disimular el descalabro. El señor Zaplana, desde luego, tiene tablas y mucho mérito eso de salir a dar la cara en momentos tan fastidiados. Claro que el señor Acebes no le va en zaga en punto a rostro pétreo cuando afirma, componiendo angelical gesto, que su partido jamás alentó teoría de la conspiración alguna.
Ese asunto de la "autoría intelectual", que no se encuentra en la sentencia, aunque el señor Rajoy dijera lo contrario en su primera comparecencia cuando, como suele pasarle, hablaba sin saber bien lo que decía, es un triste subterfugio que no convence a nadie. ¿Cómo que no se ha condenado a los "autores intelectuales"? Desde luego que sí, al menos a los que siguen vivos.