dissabte, 28 d’abril del 2007

Pues, sí, todos somos Geremek.

Leo en El País un buen artículo de don Carlos Carnero, eurodiputado socialista, titulado Todos somos Bronislaw Geremek que denuncia la situación del también eurodiputado polaco, al que su país ha despojado de su acta en el Europarlamento por haberse negado a firmar la declaración que exige la ignominiosa ley de depuración que ha aprobado hace poco el parlamento (Sejm) polaco de mayoría conservadora. La ley exige de todos los funcionarios públicos, cargos electos, etc una declaración jurada de no haber colaborado en el pasado con los servicios secretos del régimen comunista.

Geremek, que fue miembro del Partido Obrero Unificado Polaco (o sea, comunista) hasta 1968 y tuvo luego el buen gusto y la honradez de abandonarlo para pasar a la oposición y contribuir a la creación del sindicato Solidaridad, ha tenido hoy otro gesto de honradez y gallardía, rechazando firmar esa infamia que se han sacado de la minerva los dos gemelos que desgobiernan a la infeliz Polonia.

El caso Geremek clama al cielo. Espero que haya movimientos de solidaridad, que firmemos cartas y protestas y, de momento, se me ocurre que el PSOE lleve a Geremek en sus listas en las próximas elecciones al Europarlamento.

Dicho lo cual, añado un asunto de matiz que he visto ya muchas veces. El señor Carnero termina su interesante artículo diciendo:

"Tenemos que ser una piña en defensa de Bronislaw. Si no, nos veremos obligados a recitar en silencio los tristes versos de Bertold Brecht en vez de tararear -aún desafinando- el Himno a la Alegría de Beethoven.
Sin duda se refiere a los versos siguientes:

Primero se llevaron a los negros,
pero a mi no me importó, porque yo no lo era.

Enseguida se llevaron a los judíos,
pero a mí no me importó, porque yo tampoco lo era.

Después detuvieron a los sacerdotes,
pero como yo no soy religioso,
tampoco me importó.

Luego apresaron a unos comunistas,
pero como yo no soy comunista,
tampoco me importó.

Ahora me llevan a mí, pero ya es tarde.
Sin duda. Se citan mucho. Y siempre se atribuyen a Bertolt Brecht. Pero no son de él. Son de otro resistente antinazi alemán, el cura Martin Niemöller; aunque hay quien se los atribuye a su vez a otro resistente también alemán, ejecutado por lo nazis en 1943, el teólogo Dietrich Bonhöffer. Aún no he salido de dudas. Estoy en ello. Lo que parece claro es que no son de Brecht. Ni tampoco dicen lo que el poema más arriba, sino:
"Sie kamen zuerst und holten die Kommunisten, und ich sagte
nichts, weil ich kein Kommunist war.
Dann kamen sie und holten die Sozialisten, und ich sagte nichts,
weil ich kein Sozialist war.
Dann holten sie die Gewerkschafter, und ich sagte nichts, weil ich
kein Gewerkschafter war.
Dann holten sie die Juden, und ich sagte nichts, weil ich kein Jude
war.
Dann holten sie mich, und es war keiner mehr da, um etwas zu
sagen."
Que traducido suena así: "Primero se llevaron a los comunistas y no dije nada porque no era comunista./Luego se llevaron a los socialistas y no dije nada porque no era socialista./Después se llevaron a los sindicalistas y no dije nada porque no era sindicalista./Después se llevaron a los judíos y no dije nada porque no era judío./Después me llevaron a mí y ya no quedaba nadie que dijera algo."
Desde luego, por la estructura y la versificación, parece de Brecht, pero no es de Brecht.


Las edades de la vida (XIV).

Termino hoy la serie de Thomas Cole (no la de las "edades de la vida") con los dos episodios restantes de "madurez" y "vejez". En la etapa de la madurez, el paisaje ha desaparecido, el hombre ha perdido el gobernalle, mientras el río de la vida atraviesa rápidos torrenciales, y discurre entre rocas peligrosas que también se alzan sombrías como riscos a los lados. El cielo es turbulento y atormentado y el pasajero, sobrecogido ante las dificultades, peligros e incertidumbres de la vida, parece encomendarse a las potencias celestiales. El ángel ha remontado a los cielos, como si quisiera ponerse a salvo ante tanta zozobra.

Una observación atenta, sin embargo, nos permite vislumbrar al fondo del óleo un horizonte luminoso de paz y sosiego, como una promesa para el caso de que el infeliz navegante consiga atravesar los torbellinos de la vida.

Por si alguien quiere acompañar la contemplación del cuadro con una música que considero apropiada, ahí va una interpretación de un momento de los Cuadros en una exposición, de Modest Mussorgsky, en interprtación de un chaval de 12 años.

Por último, el cuarto episodio, de Cole, la vejez: han regresado la calma y el sosiego, las sombras turbulentas de la existencia han quedado atrás, el ángel vuelve a acompañar al navegante y le señala la prometedora luz que fulge en lo alto en una escena similar a la de la juventud pero en la que la luminosidad no es la de una ilusión o quimera, sino el claro brillo de redención. Como Cole era tan místico, a su entrada pone a otro ángel, que parece invitar al hombre a entrar en las regiones celestiales. Quienes no damos en el trasunto místico, vemos en la escena la alegoría del ideal de la sabiduría al que puede consagrar su existencia el anciano, que sigue solo su periplo, sin cejar, hasta las metas que se haya marcado, libre de ataduras mundanas, a la búsqueda del conocimiento puro que dé sentido a su existencia.

Quien se sienta con ánimo puede pinchar en una hermosa interpretación del cuarto movimiento de la 6ª sinfonía en Re mayor, Patética, de Tchaikovsky, un adagio lamentoso consagrado al final de la existencia que siempre me ha parecido de una enorme belleza, a pesar de que las interpretaciones al uso le atribuyen eso, un sentido patético. Y es verdad, patetismo hay mucho, un patetismo hermoso que actúa como un bálsamo del espíritu.



divendres, 27 d’abril del 2007

¿Bonapartista?

Don Felipe González publica hoy un artículo en El País, titulado Cuál es la batalla, analizando la situación en Francia a diez días de la segunda vuelta. Los artículos del señor González suelen ser interesantes. En esta ocasión, sin embargo, hay algo que falla. Dice el articulista que la cuestión en estas elecciones en Francia es entre "modernizadorxs" y "bonapartistas", una oposición que cruza la divisoria tradicional izquierda/derecha que, en consecuencia no puede dar cuenta de ella. Ahora bien, cualquiera sabe (o cree saber) qué sea un(a) modernizador(a) pero, ¿qué es un(a) bonapartista? Desde el momento en que don Felipe no lo define, su contraposición es incomprensible. Dado que el término aparece contrapuesto a "modernizador(a)", se entenderá por bonapartista un(a) retardatarix, un(a) retrógradx. Pero para ese viaje no hacían falta alforjas. Hasta el señor Aznar, probablemente, puede entender que en todas partes hay quien está por avanzar y quién por retroceder o quedarse quietx. Eso es una vulgaridad y no merecería la pena emplear el término "bonapartista".

En política se entiende por bonapartismo el sistema político populista, autoritario/democrático que puso en marcha Napoleón III en Francia. Pero, al margen de otras cuestiones, ese sistema fue muy "modernizador" y, pr lo tanto, la contraposición carece de sentido. Como también carecería si por "bonapartismo" se entendiera el sistema imperial del primer Napoleón, todavía más "modernizador" que el segundo. Así que, con todos mis respetos, creo que el artículo del señor González es ininteligible o, por una vez en la vida, el señor González no sabe de qué habla. Más bien lo segundo.

La fascinación de la segunda vuelta, de esta segunda vuelta es que está siendo una segunda vuelta a tres, lo que ha cogido al señor Sarkozy, que había planificado una campaña a dos (Ségo vs Sarko), a contrapié. El señor Bayrou no hace mutis y está obligando a los dos candidatos mayoritarios a ocuparse de él. Al anunciar que no hace recomendación de voto y que funda el Partido Demócrata, sobre la base de los siete millones de votos obtenidos, este hombre entierra la derecha liberal y subordinada de la UDF, recrea el centro (ausente de Francia desde el MRP de la IVª República) y pone la vista en las elecciones legislativas de junio con una "tercera fuerza política" que, según dice (y merece la pena escucharlo) va a cambiar a Francia. Ha criticado duramente a Sarkozy, subrayando su carácter autoritario ("bonapartista", en definitiva, del bonapartismo de "Napoleon le petit") pero ha aceptado una invitación de Ségolène Royal a debatir con ella sobre sus tres puntos programáticos básicos: la democracia, el tejido social, la economía. Es posible que ese debate no pueda producirse en la TV porque es contrario a las normas sobre los tiempos de pantalla de los candidatos, pero ambos están interesados en hacerlo y lo harán de un modo u otro. Bayrou dice que también está dispuesto a debatir con Sarkozy, pero Sarkozy no responde porque no quiere compartir la campaña con el centrista.

¿Y qué enseñanza sacamos hasta ahora de la situación? Primera, que Bayrou consigue estar en la segunda vuelta de modo muy inteligente, aun sin ser candidato, forzando su éxito en las legislativas posteriores. Segunda, que Ségolène Royal ha ganado la primera baza por la mano a Sarkozy, adaptándose a la situación y reconociendo esa presencia de los centristas de Bayrou.

¿Modernizadorxs/bonapartistas? Aquí lo que hay es que Mr. Sarkozy ha perdido el primer combate y tiene difícil parar la marea del "tout sauf Sarkozy". Podría seguir haciendo consideraciones, pero no merece la pena. El cartel de más arriba, un cartel contra Sarko que obtengo de uno de los envíos colectivos de mi amiga Pilar (gracias) tiene su chiste. Lo que hay entre el "ensemble" y el "tout" es lo que puede hacer perder las elecciones a Sarzozy.

Fuera del Irak, my friend.

Han pasado cuatro años desde que el detentador del poder en Washington se subiera a un portaaviones a decir a voz en grito misión cumplida, sin que eso fuera más cierto que la existencia de las condenadas armas de destrucción masiva o el resto de trolas que los tres granujas de las Azores pretextaron para cometer esta carnicería. Y a los cuatro años tiene sobre su mesa un proyecto de ley del Congreso en el que se aprueban los dineros que ha pedido para seguir cometiendo sus crímenes en el país invadido, pero se le pone un plazo para sacar las tropas, que ya es hora. Es claro que hasta este pillastre entiende que hay que salir de ahí como sea porque, después de la bullshit que ha organizado, el asunto ya no tiene remedio y sus amigos parecen haber robado lo suficiente. Pero entiende que, si consigue prolongar el asunto un poco más, le pasa el mochuelo a su sucesor que habrá que elegir el año que viene y él se va de rositas.

Es decir, este sujeto va a vetar el proyecto de ley y, como los demócratas no tienen los dos tercios en las cámaras que necesitarían para levantarlo, el asunto va hacia un callejón sin salida ya que, si hay veto, no hay millones. Está claro que cuando el presidente haya conseguido un enfrentamiento entre el ejecutivo y el legislativo, que es lo que pretende, la presión política sobre los demócratas se hará insostenible y el país será recorrido por una oleada de patriotismo, de "traición a nuestros soldados" y cosas así. Una vez más se demostrará que como decía Samuel Johnson, el "patriotismo es el último refugio de un canalla". Como en España.

Las edades de la vida (XIII).

Me he quedado con la copla o crítica de que habitualmente se represente a la vejez en tonos negativos, como una edad de abatimiento, fragilidad, inutilidad y tristeza. Efectivamente, es lo habitual y en la medida en que la representación de las edades de la vida es una especie de subgénero, tiene una convenciones con arreglo a las cuales, el decaimiento físico de la ancianidad es una ilustración de the way of all flesh. Sin embargo, también es posible encontrar una perspectiva más positiva, que ponga de relieve circunstancias de la vejez no tan pesimistas. Hay una vía muy evidente, que vincula los años de la vejez a contextos sociales, comunitarios, habitualmente familiares, en donde lxs viejxs tienen una función que cumplir y en donde están integradxs, como un miembro más de la colectividad, con su carácter y peculiaridades, pero también con su autonomía.

Este cuadro sorprendente, de uno de los escasos pintores musulmanes contemporáneos, Mohammed Hamed Ewes, y que se llama "Las generaciones", 1996, recoge en un estilo "naif" muy curioso, una estampa culturalmente significativa, que puede interpretarse en el sentido enunciado: los niños con sus juegos, el padre atento y el abuelo de blanca barba, integrado en la colectividad, ilustrándose por medio de la prensa, al día, seguramente, en tanto se le requiere para la realización de otras funciones. No escapará al(a) agudx lectorx la conspicua ausencia de mujeres en el cuadro, que sólo aparece en la niñez, única época en que las mujeres del islam estan plenamente visibles, porque aún no lo son.

Por supuesto, no ignoro que tampoco esta representación de la vejez es enteramente satisfactoria en cuanto imagen alternativa, porque no deja de adjudicar a los viejos una función adyacente, no autónoma, pobre, marginal, de un grupo del que, en el fondo, está despidiéndose y que no lo considera en su integridad como persona plena. Para buscar algo así, he tenido que ir a una de las dos series que pintó por encargo en 1842 el pintor anglo-estadounidense Thomas Cole y que se conserva en la national Gallery en Washington. La otra serie, de idéntica temática (que hubo de pintar al tener problemas con el encargo de la primera) se encuentra en el Instituto Munson-Williams Proctor, en Utica, New York. La serie se llama "El viaje de la vida" y consta de cuatro episodios, la niñez, la juventud, la madurez y la ancianidad, cada uno con sus características.

Cole, que llegó a ser el paisajista estadounidense más cotizado y famoso, maestro de algún otro pintor que llegó a superarlo, como Frederick Church, tenía la rara habilidad de combinar un profundo sentido del paisaje naturalista con una imaginación alegórica. Las dos primeras imágenes del hombre navegando por el río de la vida son la infancia y la juventud, correspondientes en paisaje a la primavera y el verano. Cole, que tenía un profundo sentido cristiano y místico, representa al niño recién salido de un caverna, acompañado por un ángel, que viaja con él en una embarcación que recién se hace a la navegación en un paisaje soleado, de aguas tranquilas y cristalinas y abundantes frutos.

En la juventud, el verano de la existencia, el joven impetuoso ha cogido por su cuenta el gobernalle de la nave y, mientras el ángel lo contempla desde la orilla, dirige su barca en pos de un ideal que se le aparece en el cielo, las metas ideales que la impulsiva juventud quiere alcanzar navegando por aguas mansas pero que, si las miramos bien, ya empiezan a acelerarse hacia ese horizonte de montañas y rocas que emerge del fondo a la derecha.

Qué hace el hombre en los episodios de la madurez y la vejez lo dejo para mañana y así levanto un poquito de suspense.


dijous, 26 d’abril del 2007

El cuentista fabulador.

No quiero aburrir a nadie, pero he de reiterar que la señora vicepresidenta del Gobierno me cae muy bien. No soy original, dado que lo mismo sucede a una cantidad grande de mis compatriotas pues María Teresa F. de la Vega sale muy bien parada en los índices de popularidad, generalmente aprobada y por encima de su jefe, el presidente, Rodríguez Zapatero. La señora Fernández de la Vega es la cara del Gobierno y la verdad es que es la cara de la sensatez, la moderación y la claridad de ideas.

Ayer estuvo estupendamente al responder al señor Acebes:

"Se está convirtiendo usted en un cuentista a fuerza de fabular. (...) Le oigo a usted faltar a la verdad con soltura y sin rubor, mentir un día sí y otro también; y miente con un tema que provoca alarma y promueve sentimientos encontrados mientras, con el mismo desparpajo, pide consenso. No tiene ni tino ni medida, lo ha perdido. Ustedes han perdido el rumbo. Por el camino que van no parece que lo vayan a recuperar ni con la mejor de las brújulas, pero estoy dispuesta a regalarle una con tal de que vuelvan al consenso que quieren todos los ciudadanos."
Ni más ni menos que lo que piensa muchísima gente. No comprendo cómo en el PP mantienen a esa pareja de Acebes/Zaplana cuyo crédito es cero. Cómo ningún asesor de imagen les ha explicado que cada aparición suya es contraproducente que, cada vez que el señor Acebes se asoma a la pantalla, con ese aspecto de petimetre agresivo, el PP pierde votos y que cada vez que lo hace el señor Zaplana, cuyo aspecto, gesticulación y entonación resultan chulescos, provoca una reacción de rechazo. ¿Cómo van a ganar elecciones con una gente que ya antes de abrir la boca produce irritación y excuso decir después de hacerlo, con la cantidad de disparates y desmesuras que suelen soltar?

Susan George.

El doctorado estuvo muy bien. Susan George y Ulrich Beck pronunciaron sendas lecciones magistrales de gran altura y el acto estuvo muy lucido. Traigo la foto de la laudatio a George porque la hice acompañada con presentación en powerpoint, que siempre ayuda a clarificar un texto. Vinieron algunxs dignxs miembros de Attac-España, entre ellos Mariano Aguirre, que se mostraron muy contentos del reconocimiento universitario a la tarea que realiza su organización. La verdad es que esta organización (asociación para el gravamen de las transacciones financieras con el fines de ayuda humanitaria) tiene una finalidad social que cuando se le explica a la gente no conozco a nadie que le ponga objeción alguna... salvo lxs llamadxs realistas políticxs, esxs que dicen que dicho objetivo no se conseguirá nunca porque nadie se atreverá a someter al capitalismo mundial a norma alguna. Pero, claro, tal cosa no es un argumento en contra de la pretensión de Attac, cuyo fundamento moral es indiscutible, sino en contra del capitalismo internacional.

Me quedó una pequeña insatisfacción: el coro y orquesta de la UNED interpretó el Aleluya del Mesías de Händel con tanto espíritu y de un modo tan magistral que debimos haber roto en aplausos, en lugar de mantener el decoroso silencio que mantuvimos.

Las edades de la vida (XII).

La vida es una unidad y su división en edades no la rompe, pues se pasa de la una a la otra sin solución de continuidad. Sólo desde fuera de ella, desde la visión de otra vida, pueden apreciarse esas diferencias y únicamente si no ha habido una relación continua, permanente entre ambas porque, si la hay, tampoco se percibe la diferencia de una edad a otra, sino solamente en el recuerdo o en la imaginación creadora. Para la conciencia de la propia vida los estadios son también una referencia exterior, algo de lo que nos informa la imagen que contemplamos en el espejo y eso desde que tenemos conciencia para ello. En el interior, en la vida vivida desde dentro, definitivamente no hay más separaciones que las que imponen las circunstancias exteriores, pero no la conciencia. Desde que se adquiere el uso de razón, siempre de un modo confuso, la continuidad a lo largo de toda la existencia se manifiesta sin interrupción alguna. De toda la vida me ha maravillado esa condición de la identidad que hace que las personas digamos "yo", siempre el mismo "yo", por referencia a un cuerpo que va cambiando tan claramente que, quien lo vea desde fuera, dudaría de que se tratase de la misma persona.

El cuadro de Gustav Klimt, Las tres edades de la mujer, de 1905, que se encuentra en la Galeria Nazionale d'Arte Moderna, de Roma casi refleja esa unidad esencial de la vida, si bien como está contemplada desde fuera, las tres edades aparecen claramente diferenciadas. Las tres figuras de las mujeres, la niña, la madre y la anciana, aparecen como entrelazadas en el estilo tan caro al pintor de las mujeres-serpiente. La niña y la madre están fundidas en un abrazo, mientras que la única situada como fuera del conjunto, apuntando a la soledad de la vejez, es la de la anciana que se tapa la cara con la mano. La plenitud de la existencia en la figura materna, así como la belleza del modernismo klimtiano, que enlaza con la tradición icónica bizantina en el uso de los dorados, da un aire de dulce sosiego a la representación de las edades de la vida que habitualmente traspira tristeza y melancolía.

dimecres, 25 d’abril del 2007

De ETA, ni rastro; o la conspiración reventada.

El señor Díaz de Mera lucha por su pellejo cuando dice que su supuesta "fuente" (hay que jorobarse, ni que el señor Díaz de Mera fuera periodista) miente al dejarlo a él por mentiroso, y pide un careo. A su vez, el señor García Castaño, supuesta "fuente" del señor Díaz de Mera dice que el que miente es el supuesto señor Díaz de Mera. Uno de los dos miente y el careo parece cosa obligada.

Pero, mienta quien mienta de estos dos, la historia de la conexión entre el 11-M y ETA es mentira. Dado que la fuente primaria, el señor García Castaño, sostiene que lo de la ETA connection es una fábula, diga o no la verdad el señor Díaz de Mera es aquí ya irrelevante.

A nuestros efectos, de gente normal, que va siguiendo el juicio como puede, parece claro que en Atocha ETA no tiene nada que ver porque:

  • el explosivo no es el suyo.
  • El estilo no es el suyo.
  • No lo ha reivindicado.
  • Los astures no han implicado a ETA.
  • Los presuntos delincuentes islámicos, tampoco.
  • Los familiares de ambos, tampoco.
  • Los pistoleros etarras niegan la conexión.
  • La policía es tajante en que no hay conexión.
  • El informe policial existente dice que no hay conexión.

    ¿Sobre qué se fundamenta la teoría conspirativa?

  • No haya cuidado, ya saldrá por algún sitio una bolsa con ácido fórmico, muy usado por lxs etarras para lavarse los dientes. De momento, y mientras se produce alguno de estos hallazgos con los cuales vende sus libros el señor Del Pino, merece la pena ver cómo dan las noticias los periódicos de la derecha conspirativa. El Mundo había relegado la de que Garcia Castaño desmentía a Díaz de Mera al fondo de la primera, casi invisible. Pero la de que este segundo dice, a su vez, que el otro miente y pide un careo, aparece como primera noticia de portada a bombo y platillo: Díaz de Mera dice que su 'fuente' ha mentido ante el juez y pide un careo. A su vez, el otro diario digital conspiparanoico, Libertad Digital daba la noticia de la declaración de García Castaño de la siguiente divertida manera: La fuente de Díaz de Mera contradice un dato clave del sumario sobre lo ocurrido en Leganés. Y en cuerpo aun menor, "cree que el Director General de la Policía pudo confundir datos cuando habló del informe." No me dirán que no tiene gracia. ¿En dónde harán estxs los másters en manipulación?

    Susan George.

    Hoy hay día de gala en la UNED, que inviste doctores honoris causa a dos lumbreras de la ciencia política y la sociología europeas, a Ulrich Beck y Susan George. El padrino de Beck es José Félix Tezanos, buen amigo mío, y el Susan George, este servidor de Vds. Supongo que el acto estará muy bien y será muy lucido. Si pillo alguna foto interesante, la colgaré aquí mañana, aunque cuando se está en el proscenio, no suelen hacerse buenas fotos; para ser más exacto, no pueden hacerse fotos, buenas ni malas.

    Los merecimientos de ambxs para ser acreedorxs a tan alta distinción son de sobra conocidos. Ulrich Beck saltó a la fama mundial con su libro sobre La sociedad del riesgo, que ha hecho adelantar considerablemente el conocimiento científico de nuestras sociedades abiertas y susceptibles de encontrarse con peligros que amenazan a su subsistencia producidos por una concatenación de factores de la que los seres humanos somos responsables pero que no podemos controlar.

    Susan George es uno de los rostros más conocidos de la alterglobalización. Fue cofundadora de Attac, de la que ha sido vicepresidenta hasta hace poco y es autora de uno de los libros más originales, documentados, rigurosos a la par que divertidos de los últimos años, El informe Lugano que en España se publicó con un prólogo de Manuel Vázquez Montalbán; un metarrelato que simula ser un informe de un grupo de expertos o una organización capitalista internacional (una especie de trilateral) que quiere saber qué sea necesario hacer para conservar el capitalismo en el siglo XXI. Esto es, una prueba de que el análisis científico no está reñido con la ironía.

    Por supuesto, estos apuntes no son más que la punta del iceberg de la ingente obra de investigación desarrollada por ambxs, cada cual en su campo. Como no voy a colocar aquí el rollo, he subido mi laudatio a Google doc, donde la encontrará quien se interese por ella pinchando en Laudatio de Susan George

    Las edades de la vida (XI).

    ¿Qué diremos aquí del consumo y sus manifestaciones concomitantes, el crédito y la publicidad? No sería exagerado parafrasear el célebre cogito cartesiano para que dijera "consumo, luego existo". Hace años ya que se formuló la teoría de la "sociedad de consumo" como la característica de la época contemporánea. El famoso teórico del desarrollo W. W. Rostow, en Las etapas del crecimiento económico la situaba al final del ciclo de desarrollo y como culminación de éste, punto al que todas querían llegar, la "sociedad del consumo de masas".

    Las tornas se pusieron críticas después y el consumo sufrió un asalto crítico muy fuerte desde muchas posiciones teóricas y filosóficas que lo veían como una actividad nociva de la persona, poco menos que la negación de la condición humana. Traten de pasar alguna Navidad sin que un plumilla les enjarete algún artículo sobre cómo la Navidad ya no es otra cosa que una apoteosis del consumo. Ya me contarán.

    El consumo, sin embargo, es consustancial al modelo de desarrollo de la economía capitalista. La idea de que una sana demanda agregada es la locomotora de la producción es el único postulado keynesiano que todxs respetan, keynesianxs y antikeynesianxs. El crecimiento, el desarrollo, el progreso mismo dependen del consumo. Nos parecerá bien o mal y será cosa altamente preocupante desde el punto de vista del medio ambiente y el cambio climático, pero es así.

    La imagen de este post, una ilustración de un cromo de fines del XIX, es publicidad de la empresa alemana de extractos de carne Liebig, que hizo unas series de curiosísimas litografías de los más diversos temas. El sentido de la imagen es que, a lo largo de todas las edades de la vida, y aquí aparecen seis en la de una mujer, haya siempre a mano un frasco de extracto de carne Liebig que, se supone, le ayudará a crecer sana y robusta, tener una infancia feliz, ser una atractiva doncella, una enamorada novia, una feliz madre y una encantadora abuela. Las edades de la vida, como se ve, no sólo tienen una interpretacón metafísica sino también publicitaria. El truco consiste en vincular el consumo de un producto con algo deseable y, por cierto, sigue funcionando al día de hoy cuando la TV viene a decir que si la esposa lava con tal detergente, su marido la querrá más o si el hombre conduce determinada marca de automóvil, las mujeres caerán rendidas a sus pies.

    Si esta imagen le parece a alguien insoportablemente cursi, que se consuele pensando cómo le parecerán a las gentes dentro de 100 años los spots publicitarios de Coca Cola hoy, por ejemplo, tan vanguardistas y rompedores.


    dimarts, 24 d’abril del 2007

    ETA dice que no.

    Los tres sujetos de ETA que ayer declararon en el juicio del 11-M, Gorka Vidal, Irkus Badillo y Henry Parot, negaron tener relación alguna con los atentados del 11-M o con islamistas en general. Resopablan de vez en cuando y daban la impresión de estar fastidiados por considerar que nada de aquello iba con ellos y que la situación era ridícula. Mira por donde, por una vez en la vida estoy de acuerdo con unos etarras. En efecto, es de todo punto absurdo que, a causa de que una manga de sinvergüenzas haya decidido embarullar el proceso a ver si consigue salvar los platos rotos del partido que gobernaba en 2004 y que por su fabulosa incompetencia encajó el atentado de Atocha, lxs ciudadanxs tengamos que presenciar espectáculos que estarían mejor en una pieza de Ionesco que en la sala de un tribunal de justicia.

    El tribunal ha hecho bien en llamar a declarar a los etarras para que no quede ni sombra de duda y lxs antedichos sinvergüenzas no encuentren otro enganche para seguir con su murga sobre la conexión de ETA en el 11-M. Pero el espectáculo era de risa.

    Se sabe de sobra: siempre que hay un acontecimiento de trascendencia social, como un atentado de esta magnitud, mucha gente (desequilibradxs, ociosxs, granujas, murmuradorxs, cotillas, etc) ponen en marcha bulos de todo tipo con las más diversas finalidades como matar el tiempo, darse importancia en la oficina o sacar unos dineros a base de vender supuestas revelaciones. El atentado de las Torres Gemelas en NY ha suscitado una miriada de fantásticas versiones donde se dan citas teorías de todo tipo, desde quienes creen que fue el mismo presidente George W. Bush quien dio la orden de atacar a los edificios hasta quienes suponen que Ben Laden es la Bestia, pasando por los partidarios de las teorías sobre platillos voladores. Esa abigarrada afición social por la fábula tiene buen mercado en unas sociedades plurales. Lo que ya no es tan frecuente es que, cuando se abre la vista oral del proceso judicial, tras una instrucción ejemplar, con miles y miles de folios del sumario, cientos de pruebas, documentos, etc, sobrevuele permanentemente en la sala la sombra de uno de estos camelos. ¿Por qué? Porque habitualmente, estas "teorías" son invención de algún cerebro enfermizo y...aislado, mientras que aquí, el cerebro enfermizo (si es que es tal y no un aprovechado) tiene detrás una formidable máquina que lo ampara compuesta por el principal partido de la oposición, un importante rotativo de papel y otro digital, una emisora de radio y una cadena de televisión de cierta audiencia. Quien haya visto el programa de dos horas que TeleMadrid dedicó a sostener la teoría de la conspiración hace unas fechas estará, supongo, de acuerdo en que emitir ese reportaje es lo mismo que si yo proyecto un video sobre la generación espontánea en un congreso de biólogos.

    Ahora los etarras han hablado y han dicho que no. No importa, cada vez estará más claro: los etarras no eran necesarios pues las bombas las pusieron los islamistas siguiendo las consignas de don José Luis Rodríguez Zapatero, el Papa Benedicto XVI y Fidel Castro. Que lo sé de muy buena tinta.

    Yeltsin.

    Con Yeltsin muere la cara grotesca de la transición rusa. Recuerdo que en su día leí sus memorias que reflejaban la personalidad de un trepa sin escrúpulos, aunque campechano y de buen humor, un poquito zopenco, en un país, la Unión Soviética, literalmente corroído por la corrupción y el pesimismo. Por ejemplo: contaba Yeltsin que en un examen de ingeniería podía caerte una pregunta sobre El Capital de Marx y, de hecho te caía, pero que era muy fácil aprobarla porque bastaba con recitar cuatro estupideces inventadas sin pestañear ya que el tribunal todavía sabía menos que el examinando acerca de lo que preguntaba.

    Ese trepa sin escrúpulos, como muchos otros de su jaez, era miembro del Partido Comunista de la Unión Soviética. Quien haya conocido aquel régimen en sus últimos años sabe que la única posibilidad de prosperar medianamente y conseguir algunos "privilegios", como un piso o un trabajo aceptable era afiliarse al Partido. Algo así sucedía también con el PRI en México, aunque no tan pronunciadamente como en la URSS, donde el control que la Nomenklatura ejercía sobre el conjunto de la sociedad era total.

    Así que el comunista Yeltsin llegó a secretario general del partido en Sverdlovsk (su ciudad natal), de donde pasó a la organización de Moscú a petición de Gorbachov, quien le encargó la lucha contra la corrupción. En poco tiempo se produjo un enfrentamiento entre Yeltsin y Gorbachov, quien decidió prescindir de su rival. Algunos años después sería su rival quien precindiría de él. ¿Cómo lo hizo? Mediante un procedimiento cuya eficacia se escapaba a Gorbachov quien, aun siendo un hombre reformista, no tenía un verdadero talante democrático, razón por la cual no se decidía a organizar elecciones libres y democráticas abiertamente, sino que anduvo probando con fórmulas intermedias. En una de éstas tomó pie Yeltsin para organizar unas elecciones libres y directas en Rusia con lo que, al ganarlas, fortaleció su posición frente a un Gorbachov debilitado aún al mando de la URSS y carente de la legitimidad de la elección directa. Por este sencillo pero contundente método Yeltsin se deshizo de su rival y terminó con la Unión Soviética.

    Un régimen que puso en pie una especie de fanático revolucionario, un iluminado que creía firmemente en la implantación del comunismo sobre la tierra, lo derribó 75 años más tarde un funcionario sin principios, aficionado al vodka, que no creía en nada y al que gustaba tocar el trasero a las secretarias.


    Las edades de la vida (X).

    Nadie nace sabido; todo debe aprenderse en la vida. Y lo primero que hay que aprender es a vivir, cosa nada fácil porque no es posible saber cuándo se acierta y cuándo se yerra salvo a toro pasado. Entonces, sin embargo, es tarde para corregir el yerro y sólo queda la mala conciencia, el arrepentimiento, los remordimientos; aunque también pueda no haberse cometido yerro y el recuerdo es de plenitud y satisfacción. Pero, tanto en un caso como en el otro, no hubo manera de saberlo de antemano.

    Nos pasamos la vida aprendiendo cosas, todas ellas muy necesarias para vivir y a veces el aprender sustituye a la misma vida. Hasta hay manuales que pretenden enseñarnos a vivir, al estilo del Art du savoir vivre. Ese arte de saber vivir tiene un aspecto distinto en cada edad de la vida. Para la adolescencia y la primera juventud es una preparación; para la madurez, una afirmación; para la ancianidad, una recapitulación. El modo en que cada edad se enfrenta así al saber también es distinto y la relación que con él se tiene, perfectamente peculiar.

    Hay dudas bien fundadas sobre si el cuadro del Giorgione (Las tres edades), que se conserva en el Palazzo Pitti, en Florencia, es verdaderamente del maestro. Tiene demasiados defectos pero, en todo caso, es una representación sobria del tema que vengo arrastrando de las edades de la vida, pues lo organiza en torno a un papel, un papel al que señala el hombre maduro y que el adolescente tiene en la mano, mirándolo con expectación. Las dos figuras se encuentran en una relación de admonición o enseñanza mientras que la tercera, la del anciano, aparece más distanciada, como si no formara parte de la escena que tiene lugar y estuviera ya abandonándola en cierto modo. Esa figura es, además, la que al mirarnos, por así decirlo, nos "mete" en el cuadro. Un cuadro que, a pesar de lo dicho más arriba, merece ser del maestro por la atmósfera de misterio que refleja.

    dilluns, 23 d’abril del 2007

    Ségolène, présidente.

    Como segoleno de primera hora estoy encantado. No es momento de regodearse en el triunfo, pero tampoco debe dejarse sin comentario el hecho de que ese 25% en primera vuelta equivale a mucho más, pues la candidata hubo de contrarrestar dificultades especiales debido a su condición de mujer que ya empezaron en el machismo de su propio partido. Espero que los dirigentes de éste tomen nota y comiencen a mirar en torno suyo a ver cuántas más ségolènes tienen por ahí discriminadas para darles una oportunidad y que puedan demostrar lo que valen, como ha hecho la señora Royal.

    La altísima participación ha sido estupenda, "una lección de democracia", al decir del señor Holande, y bla, bla, bla. Lo que hay que hacer es interpretarla. Ahí va mi interpretación:

    La experiencia dice que las participaciones excepcionales se dan en elecciones excepcionales, esto es, en momentos de crisis, de amenazas de guerra civil, de ascenso de algún/a fascista, de catástrofe económica, de conmoción social è cosí via. Nada de esto estaba presente ayer. Al contrario, lxs candidatxs, muy en su sitio; la atmósfera de la campaña, buena; no existen confrontaciones polarizadas y Francia, como el resto de Europa, va económicamente bastante bien. ¿Qué había pues de excepcional en esta elección? Que por primera vez en la historia de las cinco repúblicas francesas una mujer puede llegar a la presidencia. Guste o no, ese ha sido el factor excepcional, el que ha movilizado tan alta participación. Y no queda ahí la cosa. Hay más consecuencias. Doña Ségolène ha trastocado el eje tradicional izquierda/derecha en su versión de monopolio masculino. Me explico. Las mujeres son la verdadera "mayoría silenciosa" de nuestras sociedades. Nadie les ha preguntado lo que pensaban como mujeres de la candidatura de una de ellas. Tengo para mí que ha recibido un importante apoyo de mujeres de la derecha y que, en cambio, ha perdido votos hasta de su propio partido y de la izquierda en general, votos de gentes que prefieren a alguien de la derecha antes que a una mujer. ¿Que de dónde saco estas ideas? Son intuiciones procedentes de mi conocimiento del percal masculino y de mi suposición de que muchas mujeres han votado guiándose por su interés de género antes que por su filiación política. Simplificando, creo que todas las mujeres del PS han votado por doña Ségolène, pero no todos los hombres, y que todos los hombres de la UPM han votado por el señor Sarkozy, pero no todas las mujeres, aunque las proporciones entre ambos partidos seguramente serán muy distintas.

    Vamos al campo de la izquierda. Los electores han demostrado tener más sentido común y altura de miras que sus jefxs. Ni uno de los seis candidatos de izquierdas ha llegado al 5%, como se ve en el cuadro que reproduzco de Le Monde. El que más se ha acercado, Besancenot. Los demás, de risa. Entre todxs, han sumado un 10,88% de votos, que si se hubieran agregado a los de la candidata, la habrían puesto en cabeza. Pero nunca es tarde si la dicha es buena. Es de esperar que ese trasvase se produzca en la segunda vuelta. Interesa que lxs dirigentes pidan expresamente el voto para la socialista. Bové y Buffet ya lo han hecho.

    ¿Y lxs demás? Villiers ha dejado en libertad a sus votantes. No tengo claro a quién votarán lxs del FN de Le Pen. En principio, debiera ser a la UMP de Sarkozy, pero no cabe olvidar que en política, como en las comunidades de vecinos, los mayores odios se dan entre lxs más próximxs. En buena medida, la llave estará en manos de la UDF de Bayrou. Está claro que este centro-derecha tendrá que decidir entre el proyecto de centro-izquierda de la señora Royal (probablemente no muy avanzado pero consistente en lo económico y muy adelantado en lo social, al estilo Rodríguez Zapatero) y el de derecha extrema del señor Sarkozy. Si se inclinan por el de la primera, Francia tendrá una mujer presidenta de la República.

    Que, by the way, daría un buen impulso a la candidatura de la señora Clinton en los EEUU. Si bien personalmente prefiero a Barak Obama, creo que el factor género puede hacer que doña Hillary venza al candidato republicano.


    Cuestión de estilo.

    Me ha gustado especialmente el mitin del PSOE en Vista Alegre. Sobre todo me ha gustado lo que ha dicho ZP: "A cada insulto que recibamos, nosotros una propuesta, a cada descalificación, una idea, y a cada exageración, una sonrisa". Supongo que los refinados miembros de la oposición volverán a hablar del "bobo solemne" y a calificar sus propósitos de "buenismo". Sin embargo, así es como se ganan las elecciones, y no haciendo trampas e insultando.

    Y también me ha gustado que diga que el proceso del 11-M hará justicia y desvelará la verdad frente a las mentiras de quienes quieren embarullar con fines de lo más variopinto. Por cierto, muy buen artículo del señor Calomarde en El Plural reconociendo lo que los demás llevamos tres años diciendo, esto es, que el PP ha estado esos mismo tres años mintiendo, instrumentalizando y faltando al respecto a las víctimas, intentando entorpecer la marcha de la justicia, fabricando patrañas para ello, valiéndose del terrorismo para una rastrera política de partido...en fin, lo que sabemos todxs.

    Cuánta razón tenía Abraham cuando se empeñaba en impedir que Jehová lloviera fuego y azufre sobre Sodoma y Gomorra si en ellas se encontraran cincuenta, cuarenta, treinta justos (Ge., 18, 32-36). Siempre hay algún justo en el lugar de los injustos.

    Las edades de la vida (IX).

    La reflexión sobre la vida es parte de la vida. La vida se reflexiona a sí misma. Vivir es como uno de aquellos viajes de postas de antaño, en los que en cada etapa se cambiaba de tiro y, a veces, de compañerxs de trayecto. Cada etapa también tiene sus condiciones concretas y reales, sus cuitas, sus afanes, sus exigencias y alegrías. La vida es un universo concreto que se materializa en cada aquí y ahora en un sujeto específico que es la suma de todos los momentos que fueron y serán pero es, además, en ese particular. Lo que es, es, decía Sartre. La vida es. Está siendo. En cada instante. Así como el río es millones de gotas de agua y está en cada una de ellas, la vida son miles de instantes y está en cada uno de ellos.

    El cuadro de Aurelio Arteta, un pintor vasco-español que murió en 1940 en México en el exilio en un accidente de tranvía, como Gaudí, es una ilustración de lo anterior. Tres mujeres y una niña que pueden ser distintas o la misma en cuatro momentos distintos. Son cuatro mujeres de la aldea en un paisaje en el que se ven influencias fauvistas, y que parecen ir de romería.

    El sobrio realismo de Arteta, que sólo se permite libertades en los colores, encuadra la obra como si fuera una instantánea fotográfica y como si quisiera subrayar esa idea de fugacidad, evitando toda lectura moralizante. No hay crítica, censura ni melancolía. Lo que es, es. Y lo que es son cuatro generaciones de mujeres vascas. La distribución de las figuras (la mayor con la más pequeña y las otras dos, a su vez, juntas), la actitud y el ademán de cada una de ellas nos revelan mundos distintos. Me gusta en especial el otro paralelismo el de la niña y la mujer madura que nos contemplan desde el lienzo.

    Añado otro cuadro posterior de otro pintor vasco, Ignacio Díaz Olano, ("Las tres generaciones", de 1929) con una temática similar. La composición es más audaz puesto que se articula en una serie de planos superpuestos cuyo centro es la figura de la muchacha cargando con la paca de forraje. Sin descuidar los tres cuartos de la mujer escorzada del primer plano. Sigue a las dos ensombrecido el anciano con una paca mucho mayor. El conjunto en un picado que deja ver el fondo de un valle con un caserío. En ambas obras hay un neto predominio femenino, que es el verdadero elemento de idealización: el mundo rural representado como un matriarcado.

    diumenge, 22 d’abril del 2007

    El sueldo de Rajoy.

    El señor Rajoy se niega a revelar su sueldo mensual, cuánto le paga su partido, además de su retribución de unos 3.000 euros como diputado. Sostienen sus seguidores que no está obligado a ello, ya que los partidos son asociaciones privadas. Eso es una piadosa mentira: los partidos son asociaciones privadas que cumplen funciones públicas y se financian a través de los presupuestos generales del Estado en más de un 80% del total de sus ingresos. Es decir, los contribuyentes pagamos el sueldo y el sobresueldo del señor Rajoy, por lo que tenemos derecho a saber cuánto estamos pagándole. Sobre todo, para que no siga tomando el pelo a la gente dando a entender que tiene dificultades para llegar a fin de mes, como sostiene la señora Aguirre con una impudicia que debiera ser delito.

    Los partidos políticos tienen obligación de rendir cuentas anuales ante el Tribunal de Cuentas. Sugiero pues que, en caso de que el señor Rajoy se obstine en mantener en secreto sus ingresos, algún periodista de investigación vaya al citado tribunal y lo averigüe pues tiene que estar desglosado en el capítulo II del presupuesto del PP.

    Además de esto, Manuel Rico ha tenido una espléndida idea en su blog Periodismo incendiario, consistente en que quien quiera envíe un e-mail al señor Rajoy, pidiéndole que revele su salario. El correo electrónico del señor Rajoy es mrajoy@pp.es y para quienes no quieran escribir la carta ex-novo, propone el texto siguiente:

    Estimado Sr. Rajoy:
    Quiero comunicarle mi sorpresa por la falta de transparencia que está usted demostrando al negarse a aclarar cuál es su sueldo. Una opacidad que es especialmente grave si tenemos en cuenta que sus ingresos, tanto de diputado como de presidente del PP, proceden esencialmente de las arcas públicas.
    Dado que su sueldo se lo pago yo en una parte alícuota, junto al resto de los españoles, creo que tengo perfecto derecho a exigirle que revele cuál es la cantidad exacta que recibe.
    Le saluda atentamente,


    Franceses: allez-y!

    Hoy es el día h en Francia. Mi candidata doña Ségolène Royal llega a menos de un punto de Nicolas Sarkozy, lo que es muy alentador porque hubo momentos en la precampaña y campaña en los que pareció que la señora Royal podría sucumbir a las zancadillas que, por ser mujer y de izquierdas, le pusieron en todas partes, empezando en su propio partido.

    Ahora la situación se normaliza: en cabeza, y por este orden, han llegado hasta el día de la votación: Sarkozy (derecha extrema, 26,5%), Royal (socialista, 25,5%), Le Pen (extrema derecha, 16,5%) y Bayrou (centro derecha, 16%). Es decir, en primera vuelta, la derecha cuenta con el 59% de intención de voto de quienes dicen tenerlo decidido, según la última encuesta del CSA-CISCO. Muy típico de lo que pasa con las derechas en general. Llamo derecha extrema a Sarkozy porque, aunque él trate de disimularlo y siga hablando de De Gaulle, tiene tanto de gaullista como yo de astronauta. Es incomprensible que El País se haya tragado la bola porque ¿cómo va a ser gaullista un miñón de los estadounidenses?

    Lo pintoresco está en la izquierda. Junto a doña Ségolène se presentan otros seis (6) candidatos de izquierdas: tres trostkystas, una comunista, una "verde" y un altermundialista. Probablemente ningunx de ellxs llegue al 5% de los votos, que es el porcentaje que precisan para entrar en el reparto de suculentos fondos públicos a los partidos, y quizá la única razón por la que algunx se presenta. Suponiendo que obtengan como media 3,5%, es claro que habrán restado a la izquierda mainstream en torno a un 21% del voto. Eso es legítimo, por supuesto, pero bastante estúpido porque es abrir el camino a un gobierno de la derecha. Claro que, para disimular esa estupidez, se acude a otra mayor: a decir que, en realidad, Sarkozy, Le Pen, Bayrou y Royal son la derecha; lo que equivale a sostener que el 85% de los franceses vota a la derecha. Díganme si no es estúpido. De ahí que, para tratar de seguir disimulando tanta estupidez, lxs creyentes en la doctrina de "todo es derecha menos mis cuatro amigxs y yo" prefieran la abstención. Por supuesto, normalmente, quien sostiene eso es alguien a quien un gobierno de la derecha de verdad no va a perjudicar; un señorito, vaya.

    No está claro cuándo se sabrán los resultados de esta primera vuelta, pero varias entidades e institutos ya han dicho que darán provisionales entre las 20:00 y las 22:00.

    Las edades de la vida (VIII).

    Dedicado a Maki.
    La representación de las edades de la vida es la plasmación de una reflexión filosófica, como ya ha quedado de relieve en la serie. Uno de los discursos filosóficos fundamentales versa sobre la percepción que, a su vez, es la esencia misma de la pintura. ¿Es cierto lo que percibimos? ¿Es cierto porque lo percibimos? ¿Lo percibimos porque es cierto? ¿Nos engañan los sentidos? ¿Es la realidad algo más que nuestras percepciones? Éstas y más preguntas de este jaez brotan del famoso dictum del obispo Berkeley, príncipe del idealismo subjetivo, esse est percipi ("ser es ser percibido").
    Según eso, las edades de la vida también serán en cuanto sean percibidas y la cuestión gira ahora en cómo sean percibidas. Al respecto la pintura actúa como "las puertas de la percepción" que abría la mescalina a Aldous Huxley sólo que sin necesidad de ingerir o chutarse nada. No sólo la pintura sino el arte en general es cosa de percepción. Encuentras la entrada al territorio estético o no. Además, la pintura, como la mescalina, puede hacerte ver visiones, ver lo que no es, quizá inducirte a error o bien llevarte por la vía de lo que parece error a una visión más auténtica o más profunda.

    ¿Qué sucede cuando la imagen parece engañar, disimular, duplicarse, saltar de un sentido a otro? No solamente que una cosa parezca ser otra, como sucedía con los frecuentes trompe l'oeil a que recurría la pintura flamenca y que eran lo que en español conocemos con el bello término de "trampantojos", sino de que una cosa sea realmente otra al mismo tiempo, esto es, las imágenes dobles que son una u otra según cómo las miremos.
    El genio de Dalí brillaba también en este terreno onírico, surrealista, ilusionista de las dobles imágenes, y recurrió a ellas en varias obras famosas (entre ellas, "Bailarina-Calavera", "España 1938" o "Mercado de esclavos con aparición del busto invisible de Voltaire"), la de más arriba, un óleo de 1940 llamado "Las tres edades, vejez, adolescencia, infancia" que se encuentra en el Museo Salvador Dalí, de S. Pertersburgo, Florida, juega de modo fascinante con las dobles imágenes. Cada una de las edades está compuesta con paisajes de Port Lligat (a dónde Dalí se retiró con Gala en 1930) vistas a través de la ruinas de Empuries, paisajes que a su vez, dan el contenido de la edad de que se trate: la infancia, a la derecha, está compuesta con un pescador que remienda su red; la adolescencia, en el centro, es al tiempo la niñera de Dalí sentada y el propio Dalí adolescente a su lado, bajo los ojos en el horizonte; finalmente, la vejez se organiza en torno a la figura orante de la campesina en el célebre Angelus de Millet, el ocaso del día. A pesar de las dimensiones reducidas del cuadro (50 x 65 cm) es una de las obras más complejas y originales del artista de Figueres.

    dissabte, 21 d’abril del 2007

    La militancia de la derecha.

    No puede ser. Aquí hay algo que falla. No es posible que a la gente la engañen con un bolígrafo porque sería de chiste. El huero melón que el jueves hizo exhibición de vaciedad, marrullería y puro embuste no puede haber encandilado de tal modo al auditorio que le dé por ganador frente a ZP. Y sin embargo, en el día de ayer, había una especie de acuerdo generalizado entre lxs comentaristas y "forjadorxs de opinión" de que el señor Rajoy había estado mejor que el señor Zapatero. Bueno, de estos mendas (tertulianxs, opinión makers españolxs, etc) lo creo todo pues no parecen especialmente perspicaces y es posible engañarlxs con un bolígrafo. Ni unx, que yo sepa, ha reparado en que Rajoy no sabe ni el año en que fue a votar en democracia por primera vez en su vida, pues dijo 1978, confundiendo las primeras elecciones democráticas (¡cuyo trigésimo aniversario se celebra dentro de dos meses!) con el referéndum de la Constitución; y eso de confundiendo, por ser caritativos.

    Pero es que, además, de a lxs tertulianxs y "analistas", también parece haber confundido a la buena gente, de cuyo olfato me fío mucho más. Una ojeada a la encuesta que traía ayer El País mostraba un resultado sorprendente: un 55% daba ganador a Rajoy y sólo un 44 a ZP, con 37.696 respuestas a la altura de las 12:45 de la madrugada. Y eso que El País lo leen fundamentalmente rogelios y centristas. Y la cosa, curiosamente, se repetía en otro periódico más bien de rojillos y progres en general. En 20 Minutos, a la misma hora, con un total de 11259 respuestas, el 52% por cien era para para Rajoy y el 48% para ZP. O sea, a lxs lectorxs progres ¿también los engaña un charlatán con un bolígrafo?

    Ni hablar; no me lo creo. Y voy a probar que eso es falso. Pero antes, pongamos en claro lo que en claro está quedando en esta legislatura respecto a la táctica leninista del PP. Sí, sí, leninista.

    Veamos: en este momento, la derecha, dispuesta a recuperar el poder como sea, dispone de cinco líneas de ataque:

  • El partido, un partido más numeroso que el PSOE, muy centralizado y disciplinado, en el que nunca hay voces discrepantes (excepción hecha del señor Calomarde) y que funciona como una maquinaria muy bien engrasada en defensa de intereses locales y con una militancia entregada y dispuesta a todo. Un partido férreo, de corte leninista.
  • Un centro FAES que fabrica agresiva ideología neocon curiosamente de acuerdo con los postulados gramscianos de la hegemonía ideológica y otros conceptos marxistas, perfectamente manejados por un plantel de intelectuales que antaño fueron de izquierdas y hoy están literalmente a (buen) sueldo del PP.
  • Unas organizaciones sociales, como la AVT, el Foro de Ermua, la Fundación DENAES, cuya función como correas de transmisión del partido, es movilizar a la sociedad, al estilo en que Lenin sostenía que habían de hacer las "organizaciones de masas", dirigidas y movilizadas por el Partido Comunista.
  • Una iglesia, la católica, cuya jerarquía coincide plenamente con el PP, comparte sus argumentos y pancartas, reza por él, pide que se vote por él y lo sirve y se sirve de él sin disimulo alguno. Esto es más de lo que nunca tuvo Lenin. El revolucionario ruso, sin embargo, propugnaba un ideal de partido según las líneas sentadas por Ignacio de Loyola y los jesuitas, cuyo criterio de que el fin justifica los medios es el lema actual del PP.
  • Una ingente batería mediática -en parte propiedad de esa iglesia- que actúa de maquinaria propagandística sin paralelo en ningún país de Europa.
  • Toda esa parafernalia está movida por una idea doble y complementaria: derribar al Gobierno socialista y poner al PP en su lugar, lo que en principio no es ilegítimo, salvo que se aplique un criterio del todo vale: mentir durante tres años, politizar la justicia, vilipendiar las instituciones que no se le someten, insultar a mansalva desde sus medios, abroncar en el Parlamento, falsificar impresos electorales, inflar los censos.

    ¿Qué de extraño tiene que, en el curso de esas consignas hayan dado la orden a sus militante para que se metan en El País y en 20 Minutos, a darle al dedo de votar y volcar el resultado de las encuestas en favor de Rajoy? Nada, ¿verdad? Sobre todo cuando se recuerda que en ambos medios es posible votar más de una vez desde la misma IP. Lo sé porque lo he visto hacer y, efectivamente, se puede. Ambos medios dicen que las encuestas "no son científicas" pero lo que es obvio es que sus resultados pueden tener un efecto demoledor sobre la gente que viera a Rajoy y pensara, como piensa este bloguero, que es un sinsorgo y un incapaz, pero que pudiera vacilar encontrándose con que los lectores de sus periódicos de referencia piensan que el sinsorgo es mejor que ZP.

    ¿Que cómo sé que los resultados están falseados porque los disciplinados militantes de la derecha (algo, por cierto, que la izquierda no tiene) entran a votar en masa y, además, repetidamente? Muy sencillo: si, además de mirar la encuesta, se tiene la paciencia de contabilizar los cientos de comentarios que las acompañan y clasificarlos como favorables o desfavorables a Rajoy, aun sin tomar precauciones frente a los trolls de la derecha, la proporción es la contraria: los lectores tanto de El país como de 20 Minutos, mayoritariamente piensan que ZP es mejor que Rajoy.

    O sea, que no se lxs engaña con un bolígrafo (como a lxs "analistas") ni teniendo a los disciplinados militantes toda la noche dando a la tecla de votar.

    Las edades de la vida (VII)

    Las edades de la vida determinan la forma en que vemos las edades de la vida. Es un discurso sobre el ser humano que se hace siempre desde la propia experiencia y suele elaborarse desde la edades avanzadas. Son lxs viejxs quienes, rebuscando en su memoria, se preguntan por el sentido de su vida para descubrir que éste, como el agua que se tiene en el cuenco de la mano, se le ha escapado entre los dedos. La reflexión sobre el curso de la vida es el consuelo del/a que ya no tiene mucho que vivir y es fácil de hacer (aunque melancólico) porque basta con echar la vista atrás para ver "la senda que nunca se ha de volver a pisar". La vida joven está entretenida en otros menesteres. Nada de reflexión sobre el sentido de la existencia; ésta se impone con una inmediatez aplastante, que no permite el distanciamiento necesario para aquella. La vita activa, propia de los años mozos, excluye la vita contemplativa, propia de los ancianos.

    A veces encontramos casos complejos. El óleo de más arriba, "las tres edades del hombre", pintado por Tiziano hacia 1510-1512, (en la Galería Ellesmere), en donde es palpable la influencia de Giorgone, es un cuadro de temprana juventud del autor. Al margen de los enigmas que la pintura pueda contener (lo mismo que suele decirse de las obras de Giorgone) las figuras se disponen desde la perspectiva de la juventud: la infancia está muy cercana y representada como una edad de inconsciencia, con los niños durmiendo, protegida por un querubín. La protagonista de la escena es la edad de la fuerza de la vida, bajo la forma de dos hermosxs jóvenes en una actitud de erótico descanso, una especie de intermedio en su actividad amorosa pastoril, con la muchacha provista de dos flautas como si de incitar mediante la música a un hombre exhausto se tratara. Sólo al fondo, alejado, se encuentra el anciano, concentrado en la reflexión sobre la muerte, provisto de dos calaveras. Ese viejo dirige luego nuestra vista a un paisaje de fondo con un horizonte que se pierde en el infinito, en el cielo y es la parte alegórica de la historia.

    Tiziano volvería sobre el tema muchos más años después, ya en su ancianidad cuando, con casi ochenta años, pintó su famosa "Alegoría de la prudencia", una tela de pequeñas dimensiones (76,2 cm x 68,2 cm) que se encuentra en la National Gallery de Londres. Se representan ella tres cabezas de hombre (a la izquierda, el viejo (probablemente un autorretrato), en el centro el edulto (su hijo) y a la derecha el joven (su sobrino) sobre tres cabezas de animales. Una inscripción latina en la parte superior del cuadro (que aquí apenas se ve, me temo), condensa la reflexión sobre la vida del octogenario genio y dice EX PRAETERITO PRAESENS PRVDENTER AGIT NI FUTUR- ACTIONE DETVRPET (del pretérito aprende el prudente a actuar en el presente de forma que no ponga en peligro el futuro). La concentración en el tema es absoluta. Aquí no hay paisajes, ni horizontes, ni querubines, ni escenas erótico-pastorales, ni casitas en el monte. Nada que pueda distraer la atención del contenido metafísico de la historia. Son las edades de la vida vistas por un viejo.

    Los animales son el perro (a la izquierda), el león (en el centro) y el zorro (a la derecha); la correspondencia entre las cabezas de bestias y las de personas se hace en función de las "naturaleza" de tales bestias y las determinaciones del pasado, el presente y el futuro y, al decir de Licia Filingeri, en un artículo sobre "Las tres edades del hombre", en Paleolithic Art, Magazine esta representación de los animales (cada uno de ellos con un significado distinto y obvio) reproduce la imagen de Macrobio en su Saturnalia,(S. XVI) que trae un dibujo de una figura tricéfala envuelta en los anillos de una serpiente y con la misma ditribución de animales: perro, león y zorro, de izquierda a derecha.

    divendres, 20 d’abril del 2007

    "Oiga, mire Vd...".

    Qué barbaridad, qué hombre tan tonto. ¿Cómo va a llegar a presidente un balbuceante demagogo educado en la escuela de Fraga de "oiga, mire Vd..., España es lo único importante." En fin, se dirá que no soy objetivo y es cierto. Pero es que fueron dos horas de tortura ante el TV escuchando sinsorgadas, vaguedades, incongruencias, falsedades, que hubiera aprovechado mucho mejor leyendo la media docena de libros que tengo pendientes. Para que no se me acuse de (excesivamente) subjetivo, relataré las incongruencias y falsedades del pretendiente y trataré de hacerlo conteniendo la risa. Seguro que hay más, pero éstas me parecieron las más notorias:

    I.- No vio banderas "preconstitucionales" (o sea, fascistas) en las manifas del PP. ¿Desde cuándo se niegan los datos objetivos con sensaciones subjetivas? Yo tampoco he visto el Taj Mahal, pero existe, tanto como las banderas fascistas en las manifas del PP.

    II.- Acebes no mintió. Chúpate esa, Pedrín. Y corto que anduvo el mancebo. Seguramente Acebes lo reñirá por no decir a continuación: los que mienten son Vds., miserables.

    III.- Va a dedicar más recursos a la educación, a las viudas, a la vivienda, al Campo de Gibraltar, a la sanidad, a la seguridad ciudadana...a todxs lxs que le pidieron algo y, al mismo tiempo, va a bajar los impuestos. Y, al ser como es, puso de ejemplo que las comunidades del PP han suprimido los impuestos de sucesiones y donaciones que, bien sabido es, gravan en especial a los trabajadores. Recuerda a Humpty Dumpty en Alicia: "cuando escojo una palabra significa lo que yo quiero que signifique."

    IV.- Teníamos tropas en el Irak y ahora las tenemos en Afghanistán, el Líbano, el Congo... con una diferencia que no mencionó: en todos estos sitios, nuestras tropas llevan mandato de las Naciones Unidas; al Irak las mandó el trío de las Azores.

    V.- Las broncas que montan sus jayanes en el Congreso, según el señor Rajoy, no tienen importancia. Y lo argumenta en profundidad: lo normal no es noticia; es noticia lo excepcional. Increible pero cierto porque lo repitió como una muestra de ingenio. Propongo que, de hoy en adelante, los telediarios arranquen la información con la noticia de que el Parlamento está en normalidad y sus señorías no han berreado. Portentoso, portentoso.

    VI.- LLevo toda la legislatura diciendo que quiero hablar de lo que importa a los ciudadanos y no de los estatutos de autonomía o del proceso de paz, Y por eso todas sus preguntas en las sesiones del Congreso versan sobre ETA y sobre De Juana Chaos a quien sacó ayer a pasear por el plató viniera o no a cuento cuatro veces.

    VII.- El PSOE ha roto los consensos de la transición. Suena al parte policial acerca de cómo una manifestante agredió con la cabeza a la porra de un tranquilo policía. Eso sin medir el morro que hay que tener para acusar a ZP de romper el pacto por las libertades...que se aprobó a propuesta de ZP y con la oposición del señor Rajoy, que lo equiparaba a un conejo salido de la correspondiente chistera.

    Francamente, voy a borrarme de esto de cronista político como no aumente sensiblemente el IQ de los políticos de la derecha. Aunque lo veo difícil porque ya dice el cínico adagio que "en política están los tontos de la derecha y los listos de la izquierda". La primera parte del enunciado la dejó el señor Rajoy meridianamente clara.



    Las edades de la Vida (VI).

    Esto de las edades de la vida es asunto que cruza culturas, religiones, civilizaciones. Forma parte de la condición humana. La imagen contigua es muy curiosa, es nuestro tema de las edades de la vida representado para judíos alemanes. La composición es la misma que ent odas estas reproducciones populares: dos orillas unidas por un puente de un ojo. Pero ésta hay que verla de derecha a izquierda, que es como los judíos leen, al igual que los árabes. Es curioso, digo, porque la dirección en la que leemos es en la que tendemos a ver el mundo: nosotros, de izquierda a derecha; los semitas, de derecha a izquierda. Y también son curiosas las figuras. El rabino aparece en dos edades, una figura sacerdotal que no suele estar en las representaciones cristianas, mucho más laicas. Y bajo el arco del puente donde los cristianos ponen imagenes de espanto, el paso del tiempo, la muerte, la tumba, los judíos ponen un sol que tanto puede estar en el ocaso como en el orto; sabia ambigüedad muy poco mosaica.

    Otra imagen muy frecuente de la vida, además de las del camino evangélico, los ríos manriqueños, los sueños calderonianos, es la del juego. La vida es un juego de azar con partes de cálculo. Azar es el nacimiento, azar la muerte. En el centro, está la libertad, la decisión racional, cosas muy importantes porque según el uso que hagamos de ellas podemos retrasar la llegada del segundo y último azar

    También es muy curiosa la imagen de la derecha, que representa el llamado en Inglaterra "juego de la vida humana" y funciona como la Oca. Los jugadores echan dados para saber qué casillas ocupan y éstas determinan sus comportamientos posteriores: el delincuente, la persona honorable seguirán avanzando a glpes de azar de dados y calculando sus tácticas entre golpe de azar y golpe de azar. La verdad es que tampoco he visto de estos juegos en España. Y soy de cuando el Monopoly se llamaba Palé.

    dijous, 19 d’abril del 2007

    NS/NC

    En contra de lo que pensaba ayer, los señores de la derecha han decidido llamarse andana respecto a las exigencias de responsabilidad política del anterior Gobierno en el juicio del 11M. Tenía entendido que las víctimas eran lo más importante y que cualquier cosa debía supeditarse a sus justas reclamaciones. Pero, a lo que se ve, las víctimas que declararon el martes en el juicio no son víctimas o sus reclamaciones no son justas. En el PP, los mandos han decidido que la exigencia de responsabilidades políticas no merece contestación, ni siquiera para decir que no ha lugar. El PP no sabe/no contesta (NS/NC).

    En la vista las cosas van quedando diáfanas. Parece que la dinamita Titadyne se ha evaporado aunque, a estas alturas, eso ya no importa mucho pues resulta claro que el Gobierno mintió todo lo que pudo en los fatídicos días 11, 12 y 13 de marzo de 2004. Eso ya lo sabíamos. Lo sabíamos en aquellos días. La frenética actividad del Gobierno, las llamadas del señor Aznar a los directores de periódicos, las instrucciones de la ministra de Asuntos Exteriores a las embajadas, la manifa convocada por el ejecutivo con la consigna de "con la Constitución" (que sólo tiene sentido si se esgrime frente a etarras, pero resulta absurda frente a islamistas) no era una campaña de información, sino de intoxicación deliberada, un intento descabellado de sustituir una realidad por un decorado, de construir un "poblado Potemkin", como se dice, con gran injusticia hacia el ministro y amante de la Zarina Catalina la Grande que no hizo lo que se le acusa de haber hecho, esto es, enteras aldeas de cartón piedra para engañar a Catalina en su viaje triunfal a Crimea en 1787. ¡Qué injusta es la vida! Los "poblados Potemkin" debieran llamarse "mentiras Aznar". Ahí es nada sacar a la calle a la gente escudándose en la Constitución para engañar a la opinión española, tras haber declarado una guerra a causa de unas armas de destrucción masiva que no existían para engañar a la opinión mundial.

    Curiosamente, cuanto más claras están las cosas en la vista oral, más las embarullan los de la conspiración. Para una parte del país, entre la que me cuento, el juicio está siendo ejemplar y poniendo en evidencia que la investigación y la instrucción también lo fueron, sin ignorar que en todas partes pueden siempre cometerse errores menores. Hasta la fecha la autoría islamista está probada y de la conexión etarra no hay ni la sombra de una prueba, salvo los recuerdos del señor Ramírez y las fantasías parapsicológicas a lo Madame Blavatsy del señor Del Pino. Para estos, por el contrario, como para sus periódicos y emisoras de radio, la que ya ha hecho aguas es la llamada "versión oficial" que, por cierto, es una expresión sorprendente: ¿versión? ¿oficial? ¿Quién la ha formulado? ¿Quién la sostiene? ¿Quién la ha hecho "oficial"? No existe una "versión oficial" como no existe una "versión conspirativa". La primera es lo que día a día va quedando claro ante un tribunal con luz y taquígrafos. La segunda, un engaño propalado con los más bastardos motivos.

    Las edades de la vida (V)

    La visión moralizadora de las etapas de la vida humana es una función edificante. Se trata de poner como ejemplo a ojos de las nuevas generaciones ese decurso. Hay que recorrer el camino y recorrerlo de cierta forma, con decoro, provecho, con respeto para las normas morales de la colectividad. La visión metafísica de los siglos teológicos, que representaba las edades de la vida como un ciclo orientado hacia la muerte (el hombre que es ser-para-la-muerte, al decir de Heidegger) se torna en otra positiva con la modernidad, con la llegada de la Ilustración y de la burguesía, se torna en una visión gradualista. Etapa por etapa, los seres humanos realizan su destino en la vida ajustándose a los modelos de cada una de ella: cómo hay que ser cuando se es niño, cuando adolescente, joven, hombre maduro, etc.

    La estampa superior es una representación de las edades de la vida para edificación de muchachxs en el siglo XIX, en este caso, alemán. Es un imagen popular, una cromografía con las figuras de trazo convencional, simbolizando no las edades del ser humano como tal, sino las del hombre burgués que ha llevado una vida plena y se ofrece como ejemplo de lo que debe ser. La muerte tiene un tratamiento especial y la figura que ocupa el primer plano es el Tiempo, con su clepsidra y su guadaña. Sobre la bóveda del arco bajo el que está el Padre Tiempo, se escalonan las edades del hombre por decenios. El carácter ejemplificador de la representación es evidente: con diez años, el niño debe jugar; con veinte, el joven parte a conocer mundo; con treinta debe fundar una familia; con cuarenta, ser socialmente útil y triunfar profesionalmente (homo faber, recuérdese); con cincuenta ha de haber alcanzado el punto culminante de su carrera, la máxima posición de preeminencia social; con sesenta, la presencia del esqueleto no tiene la función admonitoria de los novísimos de los siglos anteriores sino una especie de encomienda tuitiva: el hombre debe escribir sus memorias y prepararse para morir, los setenta y ochenta son de mayor decadencia y los noventa el momento en que el anciano es motivo de diversión para la infancia, los cien los cumple el hombre de la imagen con el ataúd preparado. Ya sólo la expectativa de llegar a estos años reduce el alcance de la estampa a la burguesía y clases superiores, dado que la esperanza media de vida era en el siglo XIX muy inferior a lo que es hoy.

    Puede compararse aquella estampa con otra contemporánea de la Inglaterra victoriana y hecha solamente con mujeres. Las mujeres son seres humanos, tienen edades en la vida y esas edades se prestan también a un discurso moral. Pero hay dos diferencias sustanciales en relación con la primera imagen:

    1ª: en aquella, las mujeres aparecían al comienzo de la escala del hombre, como madres y esposas; después desaparecían y el decurso de la vida humana quedaba reducido a la vida masculina, la única que es productiva. En la imagen victoriana, los hombres están conspicuamente ausentes. Incluso cuando, en la cuarentena, la mujer figura como madre, parece como si lo hubiera sido por partenogénesis, sin la contribución del varón. Mi interpretación es que los hombres no pueden aparecer como auxiliares en una historia. Son protagonistas o nada.

    2ª: la única función de las mujeres es ser novias y madres. Fuera de eso, no tienen profesión ni escriben memorias. Pero de los sesenta en adelante parecen realizar pequeñas actividades simbolizadas en algunos objetos como llaves, un libro de cuentas (o breviario), un crucifijo y hasta una labor de punto.

    Todo ello muy aleccionador.