dissabte, 21 d’abril del 2007

La militancia de la derecha.

No puede ser. Aquí hay algo que falla. No es posible que a la gente la engañen con un bolígrafo porque sería de chiste. El huero melón que el jueves hizo exhibición de vaciedad, marrullería y puro embuste no puede haber encandilado de tal modo al auditorio que le dé por ganador frente a ZP. Y sin embargo, en el día de ayer, había una especie de acuerdo generalizado entre lxs comentaristas y "forjadorxs de opinión" de que el señor Rajoy había estado mejor que el señor Zapatero. Bueno, de estos mendas (tertulianxs, opinión makers españolxs, etc) lo creo todo pues no parecen especialmente perspicaces y es posible engañarlxs con un bolígrafo. Ni unx, que yo sepa, ha reparado en que Rajoy no sabe ni el año en que fue a votar en democracia por primera vez en su vida, pues dijo 1978, confundiendo las primeras elecciones democráticas (¡cuyo trigésimo aniversario se celebra dentro de dos meses!) con el referéndum de la Constitución; y eso de confundiendo, por ser caritativos.

Pero es que, además, de a lxs tertulianxs y "analistas", también parece haber confundido a la buena gente, de cuyo olfato me fío mucho más. Una ojeada a la encuesta que traía ayer El País mostraba un resultado sorprendente: un 55% daba ganador a Rajoy y sólo un 44 a ZP, con 37.696 respuestas a la altura de las 12:45 de la madrugada. Y eso que El País lo leen fundamentalmente rogelios y centristas. Y la cosa, curiosamente, se repetía en otro periódico más bien de rojillos y progres en general. En 20 Minutos, a la misma hora, con un total de 11259 respuestas, el 52% por cien era para para Rajoy y el 48% para ZP. O sea, a lxs lectorxs progres ¿también los engaña un charlatán con un bolígrafo?

Ni hablar; no me lo creo. Y voy a probar que eso es falso. Pero antes, pongamos en claro lo que en claro está quedando en esta legislatura respecto a la táctica leninista del PP. Sí, sí, leninista.

Veamos: en este momento, la derecha, dispuesta a recuperar el poder como sea, dispone de cinco líneas de ataque:

  • El partido, un partido más numeroso que el PSOE, muy centralizado y disciplinado, en el que nunca hay voces discrepantes (excepción hecha del señor Calomarde) y que funciona como una maquinaria muy bien engrasada en defensa de intereses locales y con una militancia entregada y dispuesta a todo. Un partido férreo, de corte leninista.
  • Un centro FAES que fabrica agresiva ideología neocon curiosamente de acuerdo con los postulados gramscianos de la hegemonía ideológica y otros conceptos marxistas, perfectamente manejados por un plantel de intelectuales que antaño fueron de izquierdas y hoy están literalmente a (buen) sueldo del PP.
  • Unas organizaciones sociales, como la AVT, el Foro de Ermua, la Fundación DENAES, cuya función como correas de transmisión del partido, es movilizar a la sociedad, al estilo en que Lenin sostenía que habían de hacer las "organizaciones de masas", dirigidas y movilizadas por el Partido Comunista.
  • Una iglesia, la católica, cuya jerarquía coincide plenamente con el PP, comparte sus argumentos y pancartas, reza por él, pide que se vote por él y lo sirve y se sirve de él sin disimulo alguno. Esto es más de lo que nunca tuvo Lenin. El revolucionario ruso, sin embargo, propugnaba un ideal de partido según las líneas sentadas por Ignacio de Loyola y los jesuitas, cuyo criterio de que el fin justifica los medios es el lema actual del PP.
  • Una ingente batería mediática -en parte propiedad de esa iglesia- que actúa de maquinaria propagandística sin paralelo en ningún país de Europa.
  • Toda esa parafernalia está movida por una idea doble y complementaria: derribar al Gobierno socialista y poner al PP en su lugar, lo que en principio no es ilegítimo, salvo que se aplique un criterio del todo vale: mentir durante tres años, politizar la justicia, vilipendiar las instituciones que no se le someten, insultar a mansalva desde sus medios, abroncar en el Parlamento, falsificar impresos electorales, inflar los censos.

    ¿Qué de extraño tiene que, en el curso de esas consignas hayan dado la orden a sus militante para que se metan en El País y en 20 Minutos, a darle al dedo de votar y volcar el resultado de las encuestas en favor de Rajoy? Nada, ¿verdad? Sobre todo cuando se recuerda que en ambos medios es posible votar más de una vez desde la misma IP. Lo sé porque lo he visto hacer y, efectivamente, se puede. Ambos medios dicen que las encuestas "no son científicas" pero lo que es obvio es que sus resultados pueden tener un efecto demoledor sobre la gente que viera a Rajoy y pensara, como piensa este bloguero, que es un sinsorgo y un incapaz, pero que pudiera vacilar encontrándose con que los lectores de sus periódicos de referencia piensan que el sinsorgo es mejor que ZP.

    ¿Que cómo sé que los resultados están falseados porque los disciplinados militantes de la derecha (algo, por cierto, que la izquierda no tiene) entran a votar en masa y, además, repetidamente? Muy sencillo: si, además de mirar la encuesta, se tiene la paciencia de contabilizar los cientos de comentarios que las acompañan y clasificarlos como favorables o desfavorables a Rajoy, aun sin tomar precauciones frente a los trolls de la derecha, la proporción es la contraria: los lectores tanto de El país como de 20 Minutos, mayoritariamente piensan que ZP es mejor que Rajoy.

    O sea, que no se lxs engaña con un bolígrafo (como a lxs "analistas") ni teniendo a los disciplinados militantes toda la noche dando a la tecla de votar.