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diumenge, 8 de juliol del 2012

PSOE: amig@s, esto es lo que hay.

En la izquierda somos críticos, discutidores, inconformistas, indisciplinados, rebeldes, poco dados al halago, la sumisión y el "muy bueno lo tuyo, jefe". O debiéramos serlo porque es lo que predicamos. En teoría no soportamos a los pelotas, tiralevitas, aduladores, arribistas, trepas, paniaguados, prebendados y clientes de ningún tipo. En teoría. En la práctica convivimos con ellos y hacemos la vista gorda cuando, como es el caso en este momento, la dirección carece de rumbo, norte e ideas, no se manifiesta ni marca camino en una situación difícil, sino que se oculta detrás de declaraciones ambiguas, pierde la iniciativa, tolera que otros la ejerzan y encaja resignadamente un paulatino declive que permite otear un futuro no lejano de irrelevancia política. Que la querella contra Bankia la haya presentado UPyD y no el PSOE induce a todo tipo de cábalas: ¿tan absoluto es el marasmo que el partido no sirve ni para defender los intereses de la ciudadanía en los juzgados? ¿Tan pringada está la dirección en el expolio de Bankia y demás corruptelas de la derecha que no se atreve a ejercitar un derecho?
El gráfico de la ilustración es una alarma roja de situación límite. Nos gustará más o menos pero las siguientes conclusiones son ya hechos:
1ª) a siete meses de comienzo de una gestión desastrosa, el PP ha frenado su caída y está a 14 puntos de ventaja del PSOE;
2ª) el PSOE pierde 5,6 puntos con relación a su resultado del 20-N que ya fue el peor de su historia y no muestra signos de recuperación;
3ª) aunque el gráfico no lo muestre porque está dentro del universo mental bipartidista, las terceras opciones nacionales, IU y UPyD crecen. En concreto, IU prácticamente duplica sus votos con respecto al 20-N y abre una perspectiva de "sorpasso" a la griega.
De no estar el PSOE ya por entero en manos de prebendados y burócratas complacientes, alguien debería señalar que hay que afrontar una situación en que la gente sigue dando la espalda a la socialdemocracia y precisamente en el momento en que, a causa de la crisis, el único indicador que sube en la escala de autoubicación ideológica es el de la izquierda. Porque estos pésimos resultados no se deben a una conjura exterior ni a la manipulación de los medios (que, por supuesto, es abrumadora y peor que será cuando el comisario político Somoano imparta las directrices ideológicas), ni a una conjunción astral sino que, obviamente, son atribuibles a la falta de decisión, definición y claridad de una dirección cuya labor opositora es borrosa, inconcreta, medio pactista y seguidista. 
Sin embargo, parece que el espíritu conformista, la resignación ante lo inevitable, la falta de valor de muchos que temen que, si formulan sus dudas u objeciones, las guardia pretoriana del secretario general los fulmine in continenti, hace que nadie se atreva a levantar la voz... excepción hecha, según se ve, de Tomás Gómez, sola voz crítica del partido al norte del Guadalquivir y a quien la manga de paniaguados que rodea a la dirección actual ya ha intentado laminar en varias ocasiones. 
Uno estará de acuerdo con el estilo de Gómez o no, pero es el único que se atreve a decir lo que muchos piensan: que hay que reflexionar sobre lo que está sucediendo antes de que sea demasiado tarde. Con todos los respetos a las ambiciones de Rubalcaba y su brillante hoja de servicios, quizá no sea el hombre adecuado para dirigir el partido. Al menos es lo que parecen pensar los votantes. Empeñarse en lo contrario a tres años y medio vista de las elecciones puede ser un suicidio colectivo. 
Sin duda, el equipo actual, que probablemente ve la situación con claridad, trata de reaccionar y acicatea al secretario general para que se haga visible de vez en cuando y sin duda también, las últimas iniciativas de llevar la reforma antilaboral de Rajoy al Tribunal Constitucional o de insistir en la dimisión de esa impresentable especialista en juego sucio, Fátima Báñez, son decisiones correctas, en la buena dirección de que el electorado visibilice algo la oposición del PSOE. Pero llegan tarde. En siete meses de desconcierto se ha instalado el desánimo y el pesimismo tanto en el electorado como en la militancia. 
Pero uno y otra -somos la izquierda, ¿no?- no podemos dejarnos acallar por los intereses creados de la facción que arropa a un secretario general y presunto candidato a la presidencia del gobierno que, obviamente, da tan poco la talla como el mismo presidente del gobierno actual para su cometido.
No deja de ser un sarcasmo que, a siete meses de las elecciones generales, el país carezca de gobierno y de oposición al mismo tiempo.

dissabte, 7 de juliol del 2012

Andalucía. Qué hubiera pasado si...

¿Qué hubiera pasado si, en lugar de resistirse a las presiones generalizadas dentro y fuera de su partido, Griñán hubiera convocado las elecciones autonómicas como solía ser el caso conjuntamente con las legislativas el 20-N de 2011? Que hubiera sido barrido como lo fue el PSOE en el conjunto de España. Que Andalucía hubiera caído en las ávidas manos de Javier Arenas quien aguardaba ansioso su desquite tras tres derrotas electorales. Que Andalucía dejaría de ser lo que es hoy: el único obstáculo real al ejercicio desmesurado del poder del PP apoyado en su mayoría absoluta.
Palinuro no se cansará de repetirlo. De todos los errores cometidos por Zapatero el más grave fue adelantar las elecciones de marzo de 2012 a noviembre de 2011 cuando nada se lo exigía salvo los deseos de sus enemigos de que las perdiera. El PP llevaba pidiendo ese adelantto, como tiene por costumbre, desde el día siguiente a aquel en que perdió las de 2008. Nunca acepta el resultado electoral si no le favorece y lo impugna de inmediato, sembrando dudas sobre su limpieza, apuntando a la teoría de la conspiración o a lo que haga falta: el caso es repetir las elecciones hasta que sea él quien las gane. Pero en 2011 se sumó a la petición Cebrián con un artículo el 18 de julio en El Pais que quedará como un ejemplo de arrogancia, altanería, injusticia y absoluta falta de visión respecto a los intereses generales del país, aunque pudiera estar inspirado, como parece, en la exclusiva atención a los intereses propios que tampoco resultaron beneficiados.
A menos de veinticuatro horas después de las elecciones del 20-N ya estaba claro que estas habían sido un error descomunal y causa del desastre que vive hoy el país, entregado entonces a un grupo de irresponsables sin escrúpulos, dirigido por un demagogo de campanario que carecía de política económica, de todo plan, de toda idea, de toda posibilidad de resolver la situación y únicamente estaba animado por el deseo insaciable de desplazar a los socialistas, aniquilar su obra en materia de derechos y libertades, devolviendo el país al nacionalcatolicismo más cavernícola y ejercer el poder de forma arbitraria.
Griñán no cometió ese error garrafal y las circunstancias le han dado la razón. Es verdad que no es lo mismo Andalucía que España, pero eso no resta mérito a la perspicacia y la determinación del andaluz. Y si los socialistas de la actual dirección tienen todavía un lugar en España en el que pueden hablar porque están en el poder se lo deben a que Griñán no les hizo caso cuando lo presionaban para que convocara elecciones con las generales.
Ahora se lo pagan montándole una disidencia del treinta por ciento en sus filas. Es algo tan estúpido como haber tratado de que hiciera las elecciones el 20-N. Rubalcaba, que no tiene buena sintonía con Griñán, no ha ido al congreso andaluz, no ha querido ir a hacerse la foto del perdedor junto al ganador y ha enviado a Valenciano a hacer una forzada faena de aliño. Es evidente que el PSOE nacional está a disgusto con la figura rutilante de un Griñán que, junto a lo que suceda en Asturias, acapara toda la atención de la izquierda española. Es la apelmazada mentalidad de los viejos burócratas: tratan de afearle el triunfo y restarle ese treinta por ciento de apoyo sin darse cuenta de que es precisamente ese factor crítico el que fortalece al nuevo secretario general.
Es un momento muy interesante pues es claro que la esperanza de recuperación de la socialdemocracia española está en Andalucía, que el PSOE hoy es el PSA y su alianza con IU en la que se contiene el germen de otra mayor a escala nacional mucho más acorde con los tiempos y las circunstancias de España que ese intento oscuro y ambiguo de la dirección nacional de convertirse en el auxiliar del PP bajo la excusa de la necesidad de un pacto de Estado que el PP es el primero en ridiculizar,
(La imagen es una foto de My Web Page, bajo licencia Creative Commons).

divendres, 6 de juliol del 2012

Las cosas, claras. El fascismo y el PSOE.

Que el señor Agustín Conde, presidente de la Comisión de Defensa del Congreso, y persona a la que no conozco de nada, haya programado una visita al Alcázar de Toledo el próximo 18 de julio no me parece en sí asunto noticiable. Siendo del PP, es probable que Conde sea un fascista a quien encantará ir a rendir tributo a sus héroes Moscardó y demás defensores de la España cristiana. Que la visita sea institucional sí me parece no solo grave sino un atentado a los principios democráticos. Aun así, está dentro de la lógica de las cosas. Con su mayoría absoluta, el PP, partido neofranquista, que no tiene en especial aprecio la democracia, forzará la utilización de las instituciones del Estado en honor de sus nostalgias fascistas. Lo hace siempre que puede: deja intacta la iconografía franquista, condecora a torturadores de la dictadura, se opone a que los familiares de los asesinados recuperen los cuerpos de los suyos, es una larga historia y no extrañará a nadie.
Como tampoco extrañará que los partidos democráticos, ERC, IU y PNV (por ahora) ya hayan manifestado su oposición al proyecto, a veces en términos contundentes, como debe ser.
Lo extraño, lo verdaderamente asombroso es el silencio del PSOE. Y, peor aun, las viscosas, escurridizas afirmaciones del socialista López Garrido. Dice este portavoz de defensa del PSOE que: "Lo primero que pensé cuando vi la citación es que coincide con un pleno extraordinario. No se me había pasado por la imaginación la coincidencia con el 18 de julio. No sé qué haremos y ya lo pensaremos, pero no creo que se haya elegido aposta esa fecha y, en todo caso, la veo incompatible con el pleno". Es el colmo. ¡No cree que se haya elegido aposta esa fecha! De 365 días del año en los que los fascistas pueden homenajear a los criminales que provocaron la mayor matanza de la historia de España, el mejor para ellos es obviamente el 18 de julio. Pero López Garrido no cree que lo hayan elegido aposta. Como conozco al hombre y sé que no es tonto, deduzco que toma por tontos a los demás.
Esta increíble actitud del PSOE (ya el año pasado, Bono leyó una declaración institucional el 18 de julio carente de dignidad y gallardía, como es él) va ayudando a entender este viraje a la derecha del socialismo de un tiempo a esta parte. Zapatero nombró a Dívar, renunció a la separación de la iglesia y el Estado y convocó elecciones un 20 de noviembre con la excusa de que es una fecha "como otra cualquiera"; una mentira evidente que desmienten los franquistas año tras año. Pero la deriva derechista, reaccionaria, está haciéndose ya patente con la actual dirección cuya tarea, al parecer, consiste en apoyar al gobierno ofreciéndole todo tipo de pactos para que le resulte más fácil llevar España a la quiebra, como lo está haciendo.
Pero esto del Alcázar el 18 de julio supera todo lo imaginable. Cuesta creer que una organización como CCOO pueda acabar en manos de un reaccionario al servicio de la derecha como pasó con José María Fidalgo; pero pasa. Cuesta igualmente creer que un partido socialdemócrata centenario como PSOE pueda acabar dirigido por otro reaccionario, insensible a la injusticia permanente que significan los más de cien mil asesinados por los franquistas y aun no repuestos en su dignidad de personas. Cuesta, pero pasa.
Ahora se entiende por qué la ley de la Memoria Histórica, tras meterle mano la entonces vicepresidenta del gobierno, la carcunda Fernández de la Vega, saliera tan enteca, cobarde y miserable como salió. Pero de ahí a que haya un solo diputado socialista en la celebración fascista del Alcázar el 18 de julio media un abismo.
De mí sé decir que, si eso sucede, no volveré a votar al PSOE.
(La imagen es una foto de My Web Page, bajo licencia Creative Commons).

dijous, 5 de juliol del 2012

¿Qué pasa en el PSOE?

Lo obvio: la victoria tiene muchos padres; la derrota, ninguno. La derrota es amarga, triste, llena de recriminacions y culpabilizaciones. Es un mal momento y, además, suele personalizarse. La última ha sido cosechada por Zapatero a costa de Rubalcaba, quien ha de cargar con la desagradable tarea de ajustar su organización a una realidad de posibilidades muy menguadas. Por eso tiene tan mala uva la filtración de los datos secretos del ERE del PSOE. Es un golpe bajo, puro juego sucio, patada en la espinilla.
Al prolongado mal trago de la derrota se añade una persistente baja consideración del electorado en  sondeos y barómetros que siempre escarban en el mismo doloroso punto: aunque el PP baje en intención de voto, el PSOE no sube. La confianza en Rubalcaba es inferior a la de Rajoy, equivalente político al cero absoluto de los físicos. Y estos asuntos ya son más graves y hacen cundir la desazón en el partido. El proyecto Rubalcaba no está claro, si es que está. El PSOE ofrece una imagen borrosa lo cual levanta críticas y descontentos entre quienes desean poner remedio cuanto antes al marasmo actual. 
Formular juicios discrepantes, quizá minoritarios, al menos al principio, en las organizaciones es tarea ardua. Toda organización lleva mal la disidencia. El PP acaba de probarlo expulsando a Juan Morano, senador y militante histórico del partido y pidiéndole que devuelva el escaño aun a sabiendas de que no tiene que hacerlo si no quiere. En verdad, en el PSOE no suelen ser tan drásticos, incluso cuentan con una disidencia institucionalizada, representada mejor o peor en los órganos de decisión; pero la organización no es dadivosa con los discrepantes de la línea de la dirección, incluso cuando no hay línea, como es el caso.  Siempre late una sospecha, un poco paranoica, de que toda discrepancia oculta un afán de protagonismo.
Esa es la queja recurrente: el PSOE no da imagen, no da perfil de oposición; no hace propuestas alternativas concretas y no se alza contra las demasías del gobierno con todos los recursos a su alcance. Ciertamente, toma ocasionales medidas, como esa de recurrir la amnistía fiscal a los defraudadores y paralizarla o la fulminante reacción a la presunta filtración de la ministra Báñez si bien esta más parece responder al instinto de supervivencia que a una estrategia de oposición. Pero, por otro lado, que haya sido UPyD quien haya recurrido a los tribunales para encausar a la cúpula de Bankia por presuntos delitos y no el PSOE, habla mucho y bien a favor de la primera y poco y mal del segundo.
Lo único claro hasta la fecha, y reiterado con insistencia por Rubalcaba, es la disposición del PSOE a encontrar una voz común con el gobierno, a llegar con él a pactos de Estado, a respaldarlo en interés general, etc. Hasta Felipe González, el hombre con quien Rubalcaba se forjó como político, le recomienda que no apoye tanto el gobierno del PP. Es algo de sentido común teniendo en cuenta que, casi seguro, el gobierno no se dará por enterado, ninguneará las ofertas de la oposición y, si acaso, se servirá de ellas para desautorizarla. 
En la Comunidad de Madrid la controversia en el PSOE es bien clara y se ventila en los medios de esa forma indirecta en que los partidos se enredan en dicusiones internas, aireándolas en en público pero con mala conciencia por hacerlo. Lleva la delantera Tomás Gómez, quien pide un proyecto socialdemócrata claro de izquierda a una dirección a quien eso de izquierda no acaba de sonar del todo bien, pero que conecta con una opinión bastante extendida en las bases y entre el progresismo que suele acompañar al PSOE: es preciso emplear el tiempo en la oposición en recosntruir el mensaje socialdemócrata clásico pero actualizándolo si, por fin, se confirma que hay un nuevo momento socialdemócrata en Europa con Hollande en Francia y, quizá el SPD en Alemania el año que viene. Eso es lo que pide, entiendo, Tomás Gómez y quienes lo apoyen.
La respuesta de la dirección por boca de Elena Valenciano denota una situación de bloqueo mental. Sigue dos líneas de razonamiento. La primera es un argumento ad hominem tan impresentable y absurdo que es de esperar no se repita. De acuerdo con él Gómez pretende sacarse la espina de la derrota electoral, como si el PSOE estatal hubiera ritornato vincitor de las elecciones del 20-N.
La segunda línea argumental tiene más enjundia. Según Valenciano, el discurso de Gómez se dirige a la "izquierda de la izquierda", es decir, como si dijéramos, a IU. En sí mismo ello no sería muy absurdo ya que IU sigue aumentando su intención de voto notablemente. Hay una palmaria radicalización del voto a partir de Grecia en Europa y pretender que ese voto más de izquierda por razón del desastre de la crisis no cabe en el PSOE es contribuir a que este tenga un resultado tan desconsolador como el del PASOK en Grecia. Valenciano contrapone a esa "izquierda de la izquierda" la voluntad del PSOE de ser partido de gobierno, de mayoría por lo cual debe entenderse un partido de centro-izquierda, en donde se supone que se encuentra la mayoría del electorado. Eso era antes de la crisis. Hoy el centro se ha vaciado bastante por la radicalización del voto. De los cuatro millones largos de votos que se le han ido al PSOE la mayoría habrá recalado en la abstención; pero si solo la mitad de estos vuelve al redil en 2016, el PSOE tiene de nuevo perdidas las elecciones.
Porque no es el partido quien debe determinar qué sea la mayoría sino la mayoría quien determine qué sea el partido. Si esto no se ve, no sé yo...

dilluns, 25 de juny del 2012

Recordatorio mesa redonda sobre herencia de Zapatero.


Con motivo del libro compilado por César Colino y Ramón Cotarelo
España en crisis. Balance de la segunda legislatura de Rodríguez Zapatero
la editorial Tirant Lo Blanch y el Departamento de Ciencia Política y Administración de la UNED invitan a usted a la mesa redonda
España en crisis. La herencia de Rodríguez Zapatero
Intervendrán: Esther Jaén (periodista)
Antonio Papell (periodista)
César Colino (autor)
Ramón Cotarelo (autor)
María José Gálvez Salvador (Tirant lo Blanch)
José Antonio Olmeda (decano y moderador)
Lugar: salón de actos, Rectorado, UNED (Bravo Murillo, 38).
Fecha: martes, 26 de junio
Hora: 18:30
Entrada libre. Al finalizar el acto se servirá un cock-tail.
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diumenge, 17 de juny del 2012

El Rey da esquinazo a Dívar y la gente no traga a Rubalcaba.

Escaquearse es un arte. Los de mi generación lo aprendimos en la mili. Venía el capitán de cuartel con cualquier estupidez entre ceja y ceja y lo mejor era salir a hacer un imaginario recado del coronel. Tocaban fagina y convenía largarse corriendo para no comer la bazofia llamada rancho. Asimismo  ha hecho el cabo Borbón. No puede estar con su gran amigo Carlos Dívar porque tiene que ir a consolar a no sé qué extraño Jeque del desierto que acaba de perder uno de sus 452 hijos. ¡Ah la amistad de las sangres azules! Comprenderá el hasta ahora acaramelado presidente del Tribunal Supremo que los asuntos de Estado no admiten demora y es preciso cuidar las monarquías amigas, sobre todo si regalan tan buenos Ferraris.
Conociendo la lamentable condición humana y sabiendo a España  llena de cortesanos escurridizos, tiralevitas y untosos petimetres, es posible que nadie del rey abajo quiera mostrarse en público con el Tour Operator caribeño de Puerto Banús. Dívar acabará largando su interesante y melancólico canto judicial de cisne en los oídos del conserje del tribunal y la señora de la limpieza contratada por horas por Eulen. ¿Cabía esperar otra cosa? Quienes propusieron la fórmula de una dimisión a término y salvar el bicentenario, ¿no cayeron en la cuenta de que nadie iría a la celebración? ¿Tampoco Dívar?  ¿Se puede ser más negado? Ahora entiendo por qué este hombre ha tardado tanto en hacer lo inevitable, esto es, dimitir: porque la cabeza no le da para más. Es curioso que llegue a presidente del Tribunal Supremo un hombre tan ciego, tan soberbio y de tan escasas luces. Pero si recordamos que lo nombraron Zapatero y Rajoy de común acuerdo la cosa se explica: es fiel reflejo de ambos.
Justo hoy también sale el sondeo de Metroscopia con noticias abrumadoras para el PSOE por enésima vez. La gente no traga a Rubalcaba. El asunto es llamativo y, aunque sea comprensible que la actual dirección del PSOE haga la vista gorda con estos y los anteriores resultados pues no le beneficia, en algún momento alguien en el PSOE deberá plantarse y exigir una rectificación, un cambio de rumbo, un congreso, una refundación, algo con tal de salir de este estadio de anomia galopante, de irrelevancia de un partido que hace seis meses era algo y ahora parece una reunión de jubilatas jugando a la petanca. Porque está claro que, si no eres Rajoy pero estás por debajo de Rajoy en valoración popular, te irá mejor en el sector textil, por ejemplo. Parece una tontería, pero no lo es. Rajoy es tan impopular que si el 20-N el PSOE no hubiera perdido cuatro millones de votos, él no habría ganado las elecciones. Así pues, quien esté por debajo de él en simpatía popular todavía lo tendrá peor.
Y no solamente hay un problema en la dinámica bipartidista. También lo hay en el seno de la izquierda. En las condiciones actuales de la crisis en Europa, con la izquierda radical recomponiendo su discurso en Grecia, Francia, Alemania y España, el PSOE corre el riesgo de seguir cediendo terreno hasta llegar al agotamiento. El proyecto socialdemócrata tiene un problema de legitimación teórica en toda Europa y a él añade el PSOE uno propio, específico, producto de una práctica oscura, ambigua, vacilante, entreguista y muy difusa. El PSOE pagó muy caro su política de seguidismo de la derecha en el gobierno. Si ahora en la oposición aparece uncido al carro del PP, sin articular una alternativa propia clara, carente de reflejos e indeciso, la izquierda radical acabará cosechando los votos que en las últimas elecciones siguieron fieles al PSOE más por una nostalgia de los tiempos que fueron que por el inexistente entusiasmo que despierta este candidato cada vez más parecido al abuelo Cebolleta, empeñado en colocarnos un rollo confuso sobre un pasado glorioso en lugar de convocar un congreso en el que el partido pueda volver a encontrar un discurso propio.
(La primera imagen es una foto de Andrus_Ansip. La segunda una foto de Rubalcaba38 bajo licencia de Creative Commons, ambas bajo licencia de Creative Commons).



dilluns, 14 de maig del 2012

La renovación ideológica del PSOE.

Está Palinuro contentísimo. Dice que los socialistas leen su blog porque han decidido poner en marcha un proceso de renovación ideológica como viene él pidiendo desde hace meses. En efecto esta crisis, que derribó el gobierno del PSOE como un castillo de naipes, sorprendió al partido notablemente desarmado en el terreno ideológico, incapaz de formular una alternativa al sistema que se veía obligado a gestionar en la dirección errónea, hasta que este lo destruyó.
No tiene nada de extraño. Prácticamente ningún partido socialista occidental ha sabido articular una defensa de la socialdemocracia clásica y el Estado del bienestar frente a la hegemonía neoliberal de los últimos veinticinco años. Al contrario, faltos de ideas propias, los socialistas encubrieron su inopia teórica echando mano a las socorridas terceras vías o "nuevos centros" que no eran si no opciones intermedias no entre el capitalismo y el comunismo (cual venía a ser la propia socialdemocracia) sino entre ella misma y el capitalismo lo que, por supuesto, implicaba un corrimiento hacia la derecha, de querer reformar el capitalismo a querer afianzarlo.
La llegada de la crisis disipó las nieblas de la confusión ideológica como el viento la bruma en el campo y obligó a aclarar posiciones. No hay términos medios y es preciso declarar de qué lado se está. Esto es lo que se propone ahora el PSOE, rearmarse ideológicamente. Para ello quiere reunir al estamento pensante afín en forma de comisiones de ideólogos compuestas por sus propias gentes de las fundaciones y expertos independientes. La misión de estas comisiones es aprestar un manojo de cuartillas con una serie de propuestas e ideas a las que después Ramón Jáuregui dará forma de programa. Su punto de referencia, el Programa 2000, de la época de Gonzalez y los concomitantes "encuentros de Jávea", con todo lo cual tuve algo que ver.
Tengo a Jáuregui por hombre recto, cabal y con criterio. No es por aquí por donde pueden venirle las dificultades al proyecto sino por el modo de recoger y debatir la información. En realidad un partido, generalmente estructurado en torno a relaciones de dependencia personal, no es el contexto más adecuado para un debate de ideas que debe ser sincero, libre y original, cuando menos. En la medida en que lo hagan militantes esas cualidades desaparecen, sustituidas por la conveniencia de justificar teóricamente lo que el mando quiere o una determinada ortodoxia de grupo. Por eso el proyecto planea incorporar a expertos independientes. Qué quede de la independencia de estos una vez se hayan integrado en las comisiones, paneles o mesas está por ver.
Guste o no a los socialistas (sobre todo a su dirección) no monopolizan el debate sobre el socialismo, que pertenece a toda la sociedad. Ni siquiera lo monopolizan en el seno de la izquierda, que es una sociedad dentro de la sociedad. Y lo primero que debe aclarar el socialismo es si la socialdemocracia está o no en la izquierda. Puede parecer una cuestión puramente nominalista y, por tanto, irrelevante. Pero no lo es por razones evidentes y menos evidentes. La evidente es que el partido de la derecha portugués se llama "Partido Socialdemócrata". En política, ya se sabe, somos laxos con los nombres pero el hecho de que se trate de este en concreto tiene su intríngulis.
La menos evidente pero quizá más importante hace referencia a los principios, algo que no apasiona a las personas prácticas, pero es más relevante de lo que parece.
Jáuregui explica que ese nuevo programa 2015, con una batería de propuestas de reformas de todas las instituciones del Estado, pretende, por así decirlo, modernizar la monarquía. No sustituirla por una República sino afianzar la situación jurídica del heredero al trono. Es decir, lo que Palinuro viene diciendo de un tiempo para acá, desde el asunto del elefante en Botsuana, el PSOE se considera a sí mismo como un partido dinástico.
¿El partido o la dirección? Que yo sepa, este dilema Monarquía-República no se ha planteado nunca abiertamente en el PSOE sino que se ha ido postergando por si la institución arraigaba. Pero le ha ocurrido a esta lo que al capitalismo, que ha llegado la crisis en forma de paquidermo, ha sido necesario decantarse y la dirección del partido lo ha hecho por la Monarquía, probablemente por razones pragmáticas que acaban siendo siempre autoritarias. De aceptar lo que dice Jáuregui está claro que la renovación ideológica y doctrinal del PSOE excluye el planteamiento republicano que, sin embargo, es el tradicional en el partido.
Efectivamente es correcto equiparar esta intención al giro de González en 1979. Entonces, el partido dejó de ser (solo) marxista; ahora deja de ser republicano. ¿Y eso no merece la pena de un debate previo y consulta amplia? Lo más amplia posible. En forma de referéndum, por ejemplo.
Porque no hace falta ser malpensado si se malicia uno que, además de convertirse en partido dinástico (mejor dicho en huevo de cáscara dinástica y contenido republicano), el PSOE pueda convertirse también en eclesiástico y que, así como la República aguarda en el limbo de los tiempos, la separación entre la iglesia y el Estado quede aplazada al regreso del Mesías.

diumenge, 22 d’abril del 2012

Tiens! La gauche!

¡Quién lo iba a decir! Después de cinco años de vapuleo ideológico sistemático, de saqueo insaciable de los bienes públicos, de estafa sin precedentes a los pueblos de Europa, de amenazas sin cuento; después de cinco años de machacona propaganda neoliberal a través de sus think tanks en los que unos engolados necios vaticinan desastres sin cuento si la gente no se aviene a que la exploten y la opriman; después de un quinquenio escuchando el contrapunto inquisitorial de ese pájaro de mal agüero instalado en el Vaticano que pretende reevangelizarnos a cristazos; después de cinco años aguantando que los políticos más retrógrados del continente (Berlusconi, Merkel, Sarkozy, Cameron, etc) con sus fórmulas sacadas del almanaque zaragozano, vayan de desastre en desastre, hete aquí que en Francia vuelve la izquierda. Y vuelve con fuerza. Hollande va ganando en intención de voto en la primera vuelta de hoy y seguramente ganará en la segunda, si no cae en alguna de las trampas y provocaciones televisivas en las que Sarkozy es maestro.

Hollande representa una esperanza au delà de la France, para otros países que, como España, están sufriendo los rigores teutones a los que se someten con las orejas gachas los gobernantes españoles, carentes de toda entereza nacional. Es una izquierda socialdemócrata -la única que tiene un palmarés de resultados en Europa- alejada del poder hace ya 17 años, que parece haber aprendido la necesidad de reformular el socialismo democrático radical y de no caer más en las añagazas edulcoradas de las terceras vías, nuevos centros y otras logomaquias similares; la necesidad de enfrentarse al capitalismo en los términos que este entiende: tocándole los beneficios. Hay voluntad de ganar y ojalá lo haga Hollande en donde su exmujer fracasó hace cinco años. ¡Qué gran ocasión perdida!

Supuestamente a la izquierda del PS y de Hollande llega a primera vuelta un Frente de izquierda, presidido por Mélenchon, un antiguo socialista, exministro de Jospin. Se presenta como una ruptura, una innovación, la nueva esperanza de la izquierda frente a un Partido Socialista entregado al neoliberalismo, como el eco francés de la Izquierda Unida en España. Pero no es otra cosa que la vieja táctica de los comunistas de ocultarse tras una organización de masas, frentista, etc, para no comparecer con su nombre a unas elecciones que, como acostumbran, perderían. Así que, de nuevo, el Front de la Gauche no tiene nada y François Mélenchon es el habitual compañero de viaje de los comunistas, es decir, el sempiterno "tonto útil", esa figura en la que suele escudarse el Partido Comunista, pero que ella misma no es comunista ya que, evidentemente, nadie es perfecto. Pero hace lo que le dicen, que es lo importante. ¿Su utilidad? Morder un 10 o 15% del voto a la izquierda, a ver si esta fracasa y, si no, si precisa de ese porcentaje para gobernar, se le pondrá caro. Esta posibilidad no existe en las presidenciales, pero la costumbre deja huella. Claro que si, producto de las amargas experiencias del tiempo, Mélenchon consiguiera entre el 15 y el 20% del voto en la 1ª vuelta podría darse la pintoresca circunstancia que se apunta al final de esta entrada.

A la derecha de Hollande, los conservadores llegan a las elecciones desarbolados. La crisis ha dejado al descubierto que sus discursos, sus fórmulas, sus propuestas, son una mezcolanza de lugares comunes, falsedades y puras fantasías que sólo encubren su deseo de retrotraer la marcha de la sociedad a los tiempos de las leyes de pobres. La derecha francesa ha quemado todo el tren y llega a la primera vuelta con el furgón del carbón vacío. Sarkozy lo ha intentado ya todo para seducir a los franceses: les ha hablado mal de España, que siempre vende en Francia, de la grandeza de la nación, de su firme voluntad de acabar con todos los peligros: los inmigrantes, los islamistas, los terroristas y los voleurs de montres (o ladrones de relojes) y los comunitarios que llegan a Francia a vivir del cuento. Incluso ha dejado sin discurso a la hija de Le Pen, cosa por otro lado poco difícil porque no lo tiene.

Hollande es hombre prudente y sensato. No ha pronunciado la palabra revolución. Pero, si gana, eso es lo que tiene por delante: una revolución en la Unión Europea que replantee los fundamentos del capitalismo ya que, con toda evidencia, las cosas no pueden seguir así.

Y un vaticinio tout à fait drôle: ¿y si a segunda vuelta pasan Hollande y Mélenchon? Mais voyons, ça serait la folie, non? A ver por quién votan los gaullistas, los lepenistas, la derecha liberal y la France de jadis en la segunda vuelta. No lo tengo claro porque las gentes somos un saco de sorpresas. Todo el mundo recuerda qué bien se llevaban los gaullistas y los comunistas durante la guerra fría y qué mal los socialistas y los comunistas de siempre. Por otro lado, el lepenismo es un vivero de votos nacionalbolcheviques. Alucinante, ¿verdad? Pero es de esperar que salga Hollande, por el bien de todos.

(La imagen es una foto de xavier buaillon, bajo licencia de Creative Commons).

diumenge, 4 de març del 2012

El socialismo madrileño (y el valenciano).

Ha estado bien el congreso del PSM. Tomás Gómez ha sido reelegido en limpia lid con Pilar Sánchez Acera y con una mayoría holgada. Las primarias son siempre una gran cosa y parece que ya se instalan indiscutiblemente en el PSOE. Resulta difícil de entender que unas personas que van a presentarse después a unas elecciones competitivas por una presidencia de gobierno nacional o autonómico no sean a su vez candidatas por elección sino por designación. Es una contradicción. Así que las primarias están muy bien pues, como se ve, clarifican las cosas. Y todavía estarían mejor si, en lugar de votar solo los delegados, votaran todos los militantes. Y lo ideal es que hubiera primarias abiertas; abiertas a los electores.

El caso es que el PSM ya tiene un líder probado, ducho en política local y autonómica que puede empezar a prepararse para perder las próximas elecciones autonómicas de 2016, como tiene su partido por costumbre desde los años noventa del siglo pasado. Le ocurre lo mismo que en Valencia, dos comunidades autónomas importantes con fuertes partidos socialistas que fueron de gobierno, quedaron barridos de este en los años noventa y, desde entonces, no han levantado cabeza. Cuatro legislaturas del PP con mayoría absoluta en Madrid y algo parecido en Valencia con unos partidos socialistas sumidos en el marasmo, las peloteras internas y la más absoluta irrelevancia debieran ser suficientes para que esos partidos recapitularan en serio sobre lo que han hecho mal. Y no solo mal, sino requetemal. Que el partido socialista valenciano no sea capaz de obtener mejores resultados electorales frente a una camarilla cuya política, en la medida en que no es una ruina, está ante los tribunales de justicia es algo pasmoso. Pero no menos lo es un partido como el madrileño en el que se dio el espectáculo del tamayazo.

Dejo de lado el caso valenciano que considero incomprensible y me centro en el madrileño. Una de las causas de la mala fortuna electoral de este es su bajísimo perfil. La gente no sabe bien qué es el PSM y mucho menos qué propone. Falta de visibilidad que no cabe achacar a la de la comunidad autónoma como prueba la presencia cotidiana de Aguirre opinando literalmente sobre todo. Aquí, suele decirse, hay un problema de comunicación del socialismo madrileño.

Quizá. El gobierno del PP hace un uso partidista cerrado de los medios públicos y los privados no suelen ser favorables a los socialistas. Pero lo más grave para el PSM es la continua injerencia del gobierno central en sus asuntos. Parece como si este considerara la Comunidad de Madrid casi como territorio propio y se animara a hacer con ella lo que no hacía con las otras, esto es, apadrinar candidatos. Lo hizo Rodríguez Zapatero y también Rubalcaba y este sigue haciéndolo ahora pues, al parecer, la rival de Gómez, Pilar Sánchez Ocaña, es de tendencia rubalcabiana.

Si el PSM ha de alcanzar un perfil propio y ser conocido de la ciudadanía madrileña esas interferencias de las altas esferas del partido o del gobierno deben acabar. Pero eso es muy difícil porque, a su vez, el PSM, a diferencia del socialismo valenciano, tiene una vocación nacional. La clara victoria de Gómez permite verlo como posible substituto de Rubalcaba en el caso de que este pierda las elecciones generales de 2015, cosa nada extraña. A estos efectos sería conveniente que Gómez ganara antes unas elecciones autonómicas. Y aquí es donde el flamante secretario general tiene que ampliar y profundizar su programa de izquierda socialdemócrata.

En todo aquello que entre en las competencias de la Comunidad Autónoma, la alternativa de izquierda tiene que existir y ser conocida: la laicidad; la defensa de lo público, del Estado del bienestar, de las políticas fiscales progresivas, de la redistribución y de los servicios sociales; la aplicación de medidas de estímulo económico financiadas fiscalmente; la sanidad pública, universal y gratuita de calidad; la educación pública gratuita; la recuperación de los derechos laborales de los trabajadores; la lucha contra la corrupción; el adelanto de las mujeres; la ampliación de los derechos civiles y la protección del medio ambiente. El discurso de la izquierda.

dijous, 16 de febrer del 2012

... Y eran lo mismo.

Todo el mundo recordará, pues aún están muy frescas, las reiteradas afirmaciones y declaraciones de la izquierda llamada "transformadora", esto es, IU/PCE y grupos y organizaciones afines, de que el PP y el PSOE son lo mismo, que persiguen fines análogos. Su fórmula más gráfica fue PSOE-PP la misma mierda es, estilizada en el anagrama PPSOE. La misma "mierda" al servicio del neoliberalismo, en contra del Estado del bienestar y de los derechos de los trabajadores en general. Esa propaganda suscitaba reacciones irritadas de parte de los socialistas pero, significativamente, no del PP a quien, por supuesto, tan desatinada igualación beneficiaba.

A la vista de las medidas adoptadas por la derecha en sus primeros dos meses de mando, de las que están por venir, de las exigencias de la iglesia católica y la patronal a las que el gobierno se allana con verdadera fruición, es ya patente que aquella equiparación de la socialdemocracia y la derecha neoliberal era una mentira. Su propagación sólo podía atribuirse a un juicio completamente estúpido o a la torcida (y no tan oculta) intención de ir contra el socialismo democrático y favorecer los intereses de la derecha. Pero que sea hoy ya evidente no quiere decir que vaya a abandonarse. Al contrario seguirá esgrimiéndose en los debates políticos porque no es un error de cálculo conyuntural sino parte de una política deliberada de la izquierda de tradición comunista que, desde sus orígenes, ha preferido siempre combatir al socialismo democrático antes que a la derecha, incluidas sus formas más extremas, el nazismo y el fascismo. Es una historia antigua que cabe recordar.

Poca gente negará hoy que el hundimiento de la República de Weimar y el ascenso del nazismo en Alemania a fines de los años veinte y comienzos de los treinta del siglo XX se debieron en gran medida a la alianza táctica de comunistas y nazis en contra de los partidos centristas y los socialdemócratas, a quienes los comunistas llamaban "socialfascistas", igual que ahora los llaman "neoliberales". La llegada de los nazis al poder, la dictadura de Hitler y la persecución de comunistas y socialistas obligó a los primeros a revisar su línea de acción, dar un giro de 180º y propugnar la política de alianza con los socialistas que cuajó en los llamados "Frentes Populares" a partir del VII Congreso de la Internacional Comunista en 1935. Pero se trató de un breve interregno. En 1939, con la firma del Pacto germano-soviético (Ribbentropp y Molotov), se retornó a la colaboración entre nazis y comunistas y los socialdemócratas volvieron a ser los "enemigos de clase".

Durante la guerra fría, los comunistas siguieron denunciando a los socialdemócratas como agentes del imperialismo, lacayos del capital, inventores de la fórmula del Estado del bienestar que, para aquellos, no era otra cosa que un intento de desmovilizar a la clase obrera y someterla a sus explotadores. Solo en contadas ocasiones (la Unidad Popular de Chile a comienzos de los setenta o el "Programa Común de la izquierda" en Francia a fines de ese decenio) se pudo establecer algo parecido a una unidad de acción de la izquierda, mientras el resto del tiempo la política comunista siguió siendo de confrontación con el socialismo democrático. El llamado Eurocomunismo francés, español e italiano fundamentalmente también en los años setenta pretendía desplazar a la socialdemocracia hacia la derecha para ocupar su lugar.

En España, en los años noventa, la política de Anguita de "las dos orillas" (en una, la alianza de la derecha y el PSOE y en la otra la verdadera izquierda) fue una ayuda inestimable para que el PP ganara las elecciones de 1996. La crítica del PSOE a la supuesta "pinza" entre el PP e IU/PCE no era más que la respuesta a la afirmación de estos últimos de que el PSOE y el PP estaban en el mismo campo y defendían los mismos intereses.

La cosa viene de antiguo y no es nueva. Pero ahora que, con su flamante mayoría absoluta, la derecha está destruyendo todas las conquistas y los derechos conseguidos por los trabajadores en los últimos cien años, incluido como se ve el derecho de huelga, es un buen momento para plantear con claridad si esa política de confrontación con la socialdemocracia en nombre de una supuesta "verdadera" izquierda radical y transformadora (que, por supuesto, no ha transformado nada) no es el resultado de la necedad, la irresponsabilidad o la intención, apenas oculta, de favorecer a la derecha que ha conseguido desmantelar la protección jurídica de los trabajadores, retrotrayéndolos prácticamente al siglo XIX. En fin, que la insistencia en la estupidez no la hace menos estúpida.

diumenge, 5 de febrer del 2012

Cambio de tercio.

Les ha salido de cine a los socialistas la renovación. Con los mil ojos del Argos de los medios concentrados en el congreso de Sevilla, han dado un ejemplo de cambio democrático y civilizado. No ha habido tensiones graves ni fracturas y hasta en el aspecto humano se han ganado un aplauso los dos candidatos por su elegancia en el trato mutuo.

Hablábamos ayer de anécdotas. Todas se concentraron en una: la duración del recuento. Dos horas para contar 956 votos mientras los delegados que los habían depositado esperaban en el auditorio dieron pie a todo tipo de cábalas y rumores. Hasta se temió un empate y muchos cayeron entonces en la cuenta del error de tener un número par de delegados. En el hashtag #38congresopsoe (ahora hay que mirar siempre Twitter cuando se quiere saber cómo va algo) menudeaban las hipótesis y comentarios, muchos humorísticos. En el eskup de El País el plumilla de guardia no sabía qué escribir. Entre tanto, todas las redacciones digitales con las dos biografías, la de Rubalcaba y la de Chacón, preparadas para colgarlas al saberse la noticia. Tengo para mí que emplearon el tiempo en ponerse de acuerdo en cómo actuarían al conocerse el resultado. Por eso les salió tan espontáneo; porque lo habían preparado.

Rubalcaba está en el penúltimo peldaño de una larga carrera política. De él se podrán decir, y se dirán, muchas cosas menos que carezca de experiencia y experiencia valiosa. Haber sido el ministro del Interior que acabó con ETA es suficiente para legitimarlo. Ahora le toca algo también muy difícil: levantar un partido que acaba de sufrir dos amargas derrotas electorales y todavía puede sufrir otras dos en Andalucía y Asturias.

Rubalcaba es un veterano y sabrá qué hacer pero, como opinar es gratis, Palinuro lo practica con frecuencia y este es un buen momento. El nuevo Secretario General tiene cuatro años de oposición en los que deberá preparar su partido ideológica y orgánicamente para ganar las elecciones generales de 2015. En cuanto a la ideología, el asunto está muy claro por lo que Rubalcaba ha dicho repetidas veces: reconstruir la socialdemocracia. Para esto, Palinuro se remite a sus tres propuestas de ayer como eje vertebrador: 1º) defensa de derechos, libertades y Estado del bienestar; 2º) separación de la iglesia y el Estado; y 3º) elaboración de un programa socialdemócrata europeo para conseguir una salida de izquierda de la crisis. De todo ello y de más en este terreno tienen que ocuparse las fundaciones del PSOE, especialmente la Fundación Ideas, que deben actuar como think tanks. Hace ya muchos años que el socialismo ha descuidado la perspectiva teórica, acuciado por un pragmatismo gubernamental y ahora tiene un largo trecho por recorrer. La teoría no se inventa. Hay que elaborarla.

Orgánicamente el partido necesita una sacudida de arriba abajo. Es llamativo que el PSOE tenga menos de la cuarta parte de mlitantes que el PP. Es casi como si quisiera convertirse en una máquina electoral al servicio de un partido de cargos. Que quizá no sea mala idea, pero sería preciso debatirla. De momento está claro que la baja militancia es un efecto de la financiación pública de los partidos que, al tener los ingresos más o menos asegurados, no necesitan hacer campañas de afiliación. Mientras se decide la cuestión, lo sensato es procurar nuevos militantes y, con ello, rejuvenecer el partido. Al propio tiempo cabe explorar formas nuevas de adhesión, innovar en el modo en que el PSOE se relaciona con la sociedad. Al menos es lo que creo entender cuando Rubalcaba habla de "abrir el partido a la sociedad". Aquí lo lógico parece ser explorar las posibilidades que ofrece el ciberespacio para este tipo de pretensiones.

En todo caso, la tarea del PSOE es diferenciarse claramente de la derecha (con la que se le ha asociado a raíz de las políticas económicas neoliberales del Gobierno de Zapatero II) y de la izquierda a su izquierda, de la que se llama a sí misma izquierda transformadora y cuya cabeza visible es IU. La diferenciación sólo puede hacerse, de nuevo, mediante la clarificación de un proyecto socialdemócrata hoy por hoy muy confuso. La socialdemocracia, en cuanto gestión alternativa del capitalismo debe ser opuesta a la gestión neoliberal de la derecha, cosa que se ha perdido en gran medida a causa de la crisis.

La socialdemocracia es también el elemento distintivo frente a esa otra izquierda que se llama a sí misma transformadora sin haber conseguido transformar nada en los últimos 35 años y que también puede llamarse radical o revolucionaria, pero solo de puertas para dentro.

Un partido socialdemócrata con un programa socialdemócrata y cuatro años para convencer al electorado español y para hacer casa común los socialdemócratas europeos.

dissabte, 4 de febrer del 2012

Habemus ducem.

Más de dos horas ha durado el recuento que ha dado la victoria a Rubalcaba por 487/465. Y durante esas dos horas, el país entero estuvo esperando el resultado, como si se tratara de una elección del colegio cardenalicio. Una prueba más de lo que dice Palinuro de que el congreso ha sido un éxito mediático para el PSOE, del que hay pendiente mucha más gente de la que él mismo sospecha y sus adversarios quisieran.

Una diferencia tan ajustada de votos impide hacer ninguna valoración en términos de diferencias entre uno y otra candidata o de razones por las que uno ha ganado y la otra no. 22 votos de un total de 956 equivale a una diferencia de 2,3 puntos porcentuales que bien podrían haber sido a la inversa quizá por razones puramente fortuitas. Los dos candidatos llegaban al final muy igualados porque habían hecho campañas civilizadas y respetuosas, con lo que no había manera de destacar a uno sobre otro. Es el precio que hay que pagar por la democracia: se toman las decisiones, pero el griterío se queda en casa. En todo caso, corresponde dar la enhorabuena a ambos candidatos. Han sido ejemplares.

Ahora el nuevo Secretario General tiene ante sí el reto de su vida: reunificar el partido (cosa relativamente fácil pues la división ha sido coyuntural por las elecciones); levantarlo (cosa más difícil con los últimos dos batacazos electorales y el que puede recolectar en Andalucía); y llevarlo a las cotas de 1982 (cosa aun más difícil porque ya no son aquellos tiempos) y en el plazo de una legislatura porque, si pierde las elecciones de 2016, tendrá que repensarse qué hace.

Sabido es que la victoria tiene muchos padres y la derrota ninguno, pero el programa de Rubalcaba debe recoger en lo que pueda el de Chacón porque, al fin y al cabo, casi la mitad de su partido ha apostado por ella y esos afiliados y militantes merecen la misma atención que los votantes de Rubalcaba en proporción a su número. En lo que afecta a Palinuro, este aconseja al nuevo Secretario General inaugurar su mandato dando forma a lo que muchas veces ha repetido durante la campaña electoral, en lo esencial, tres cuestiones que debieran ser su compromiso desde el mismo principio y hasta el final:

1ª) Dejar muy claro que se opondrá con uñas y dientes a todo retroceso de derechos y libertades de los españoles que pretenda el gobierno de la derecha en cualquier campo y que, llegado el momento, derogará todas las medidas restrictivas que el PP pueda haber aprobado.

2ª) Denunciar el Concordato con el Vaticano, anular los acuerdos con la Santa Sede de 1979 y completa y definitiva separación entre la Iglesia y el Estado en todos sus ámbitos, en especial, el económico.

3ª) Formular una política económica neokeynesiana para salir de la crisis como parte de un programa común de la socialdemocracia europea de reconstrucción del estado del bienestar y refundación del capitalismo.

Con esos tres puntos debidamente desarrollados puede el PSOE aspirar a ganar las próximas elecciones cuando sean.

(La imagen es una foto de La Moncloa.es en el dominio público.

Crónica de las primarias del PSOE, XII.

El día de hoy, al menos hasta la votación decisiva, promete ser largo y quizá pródigo en anécdotas. Es de esperar que sean simpáticas. Incluso en los momentos de mayor tensión o dramatismo en la vida debe conservarse el sentido del humor. El PSOE ha demostrado ser, como señalaba ayer Iglesias, un partido democrático y, añade Palinuro, bastante bien avenido. Ojalá las próximas horas no desmientan estos juicios.

Ayer habló mucha gente, excepto los candidatos que son a quienes todo el mundo quiere escuchar. Es lo propio de toda elección. En tanto los candidatos no hablen y la votación no se produzca, los demás quedan reducidos a la modesta condición de "teloneros". Su presidente, su secretario general, su secretario de organización, todos teloneros, glosadores, comentaristas.

Rodríguez Zapatero hizo un discurso de despedida y balance no de su gobierno, sino del famoso giro de mayo de 2010. Los asistentes lo ovacionaron al llegar y él sabía que contaba con un auditorio claramente empático, con esa empatía que siempre provoca el que se despide. Ya Palinuro se despidió del Secretario General hace unos días (Carta de Palinuro a Rodríguez zapatero) y no tiene nada que añadir. Zapatero ha concluido pidiendo a su partido que se una como una piña detrás del candidato ganador. Va de suyo. Por cierto, su despedida es TT en Twitter #graciasZP.

Los demás intervinientes se quedarán tras la elección y los medios filtraron sus palabras, sus silencios, hasta sus saludos, en busca de algo de bronca, que siempre se vende bien o de algún signo o clave que permita vaticinar el resultado, que se vende mejor. Pero todo fue correcto y anodino como si, en lugar de elegir un secretario general y probable candidato a la presidencia del gobierno, se tratara de designar al presidente de una comunidad de vecinos. Las emocionadas referencias a la historia del PSOE, su carácter democrático, la bravura de los socialistas, sus ánimos, su capacidad de respuesta, la dimensión heroica en definitiva sonaban a business as usual.

Al margen de ello, entre bambalinas, unos u otros barones revelaban sus preferencias: Tomás Gómez por Chacón, Rodríguez Ibarra por Rubalcaba, etc. Se producían movimientos tácticos de los respectivos equipos, reaccionando al instante frente a los actos del otro, merced al uso y abuso de las redes sociales. Twitter es realmente un sistema de megafonía digital. Y los plumillas más enterados advertían de cómo un tal dirigente no saludaba a tal otro, por más que crecieron juntos en su tierra natal. Todo el mundo tiende a hacer algo cuando se siente partícipe en un acontecimiento que después se considerará histórico, aunque solo sea para la historia del partido. Que aquí es en parte la de España también porque el PSOE es partido de gobierno, una izquierda democrática, no radical, con aspiración razonable a obtener el voto de millones de personas. Así lo ve todo el mundo y por eso este congreso fue TT en Twitter (#38congresopsoe).

Lo esencial es lo que suceda hoy. Doy por descontado que no aparecerá un tercer candidato venido de la estratosfera en petición de avales, aunque todo sea posible en la vida. El orden en que hablen los candidatos lo determinará la suerte, que es el método democrático por excelencia y, a continuación, los delegados votarán. Cuando se sepa el resultado, el PSOE se orientará en un sentido u otro, sin olvidar que los dos tienen mucho en común. Registra Palinuro cierto predominio de expectativas del lado de Chacón. En la encuesta palinuriana va ganando y hay una mayoría de comunicadores que así la ven. Pero la decisión no es claramente previsible porque el voto es secreto y, cuando el voto es secreto y los delegados son delegados y no compromisarios, el resultado puede ser distinto al esperado. El método no es muy bueno porque los delegados han sido elegidos a su vez y, en muchos casos, los habrán sido por apoyar a uno u otra candidata. Lo cual implica, sí, cierto mandato. Desde luego, el delegado que cambie su voto sólo tendrá que responder ante su conciencia y por eso es de esperar que el sistema se cambie y pase a ser de compromisarios o pedir el voto a todos los militantes. Lo de las primarias abiertas pertenece de momento al ámbito de la utopía.

divendres, 3 de febrer del 2012

Crónica de las primarias del PSOE, XI.

Hoy se inaugura el 38º Congreso del PSOE después de una campaña de primarias que ha estado bastante bien. Buen estilo, juego limpio en general y transparencia. Queda claro que el socialista es un partido democrático. La elección de su secretario general mediante primarias no ha llegado al nivel de inclusión de las que se han llamado primarias francesas o primarias a la francesa, pero va en la buena dirección. De momento son los delegados, o sea el partido, quienes eligen. Dadas las circunstancias es bastante pues probablemente unas primarias abiertas no hubieran sido factibles. El PSOE no es Bélgica, que puede estar año y medio sin gobierno. Necesita una dirección con cierta rapidez ya que tiene que hacer oposición en un momento en que el país la necesita como nunca. Sin oposición y con un PP con mayoría absoluta todos los avances legislativos de los gobiernos de Zapatero pueden irse por el desagüe de los dogmas nacionalcatólicos.

En el congreso hay que fijar una posición programática acorde con los tiempos actuales y decidir entre los dos candidatos. Se oirá decir mucho que ha llegado la hora del siempre mencionado debate teórico. Pero eso equivale a desconocer la naturaleza humana. El congreso va a echar humo hasta el momento de la votación porque eso es lo decisivo ahora. En realidad, todo el mundo está pendiente del resultado, lo cual es un notable éxito de comunicación del PSOE. Si realmente fuera un partido tan atribulado y al borde de la irrelevancia como le diagnostican algunos notorios afiliados a nadie le importaría quién se alzara con la Secretaría General. Pero importa, es primera en periódicos y abre telediarios. Y no se hable de las redes.

Parece que el resultado se presenta muy reñido, con ambos candidatos igualados. Supongo que no hay posibilidad de que negocien una lista única o candidatura conjunta. Tampoco es necesario ya que el peligro de que el partido se divida, como a veces se señala, es una evidente exageración. Pero el tiempo hasta el resultado será de efervescencia.

Rubalcaba partió con una cierta ventaja que mantuvo a lo largo de la mayor parte de la campaña. Pero luego intervino El País con el famoso artículo en contra de Chacón y las tornas se invirtieron. El partido cerró filas en torno a la agraviada y eso la puso desde entonces por delante de su rival. Este contraatacó ayer con un acto de afirmación feminista en el que compareció en compañía de Amelia Valcárcel que es algo así como un peso pesado del feminismo. Eso está bien. La perspectiva de género debe ser obligada en el PSOE. Pero el acto no puede contrarrestar el hecho de que Chacón sea mujer y el feminismo se le presuponga.

Palinuro no se pronuncia porque no le corresponde y porque tiene a los dos por candidatos excelentes. Pero sí llama la atención sobre la inevitable consecuencia de una victoria ajustada: sea cual sea el candidato triunfador disfrutará de una gran legitimidad para hacer cambios en el partido porque su triunfo ha sido muy difícil.

(La primera imagen es una foto de HombreDHojalata, y la segunda, una foto de PSOE de Extremadura, ambas bajo licencia de Creative Commons).

dimarts, 31 de gener del 2012

Crónica de las primarias del PSOE, X.

Palinuro, que es un viejo lobo de mar cachazudo, flemático, prudente y un poco socarrón, se quedó corto al afirmar que "Con otro artículo como el de ayer de El País" Chacón gana la Secretaría general por goleada. No hace falta otro artículo. El publicado es tan agresivo que indigna, tan injusto que subleva, tan arbitrario que enoja y tan machista que sonroja. Esa andanada de agresividad, injusticia, arbitrariedad y machismo ha levantado una oleada de protestas y hecho que muchos hasta ahora indecisos se decanten por Chacón. Una hermosa muestra de espíritu caballeresco, el más noble de la tierra, que acude siempre en defensa de la dama ultrajada y que no está en absoluto reñido con el más decidido feminismo. Sobre todo si, como es el caso, se alza en pro de una dama a la que se injuria por considerarse igual a los hombres, que es de lo que va el feminismo.

Ya sé que la encuesta que trae Palinuro sobre quién ganará las primarias no es muy representativa porque ha votado poca gente pero, por si sirve de algo, diré que, desde el primer día, el resultado ha sido siempre favorable a Rubalcaba por dos a cinco votos de diferencia. Hasta ayer en que, por primera vez, Chacón va por delante. Por un voto, pero por delante. Probablemente no quiere decir mucho, pero quiere decir algo y ese algo va en el sentido avizorado por Palinuro que, como viejo lobo marino, tiene buena vista.

Zapatero pide juego limpio. Muy bien, excelente; pero ¿a quién se lo pide? En el PSOE ha habido y hay juego limpio por ambas partes. El golpe bajo ha venido de fuera. Seguramente Zapatero se refiera a esa externalidad donde, por cierto, también se le da a él el trato altanero y despreciativo que el periódico le ha reservado desde el comienzo en relativa consonancia con la oposición: un presidente liviano, improvisador, superficial, un chisgarabís en definitiva y un insolvente como gustan de decir las gentes que miden el espíritu en activos de caja. Zapatero pide "juego limpio" a su partido en donde no necesita hacerlo y donde lo necesita no puede pedirlo porque el El País no debe lealtad a un partido, sino a una empresa.

Le reacción de Rubalcaba no ha sido afortunada en dos aspectos cruciales. Al decir que no hace guerra sucia dentro de su partido, ¿debe entenderse que fuera de su partido sí? Por supuesto que no. Rubalcaba no hace ni ha hecho jamás guerra sucia dentro o fuera de su partido. De eso no puede caber duda.

El segundo fallo crucial es no enjuiciar la guerra sucia que otros sí hacen a Chacón. Volvemos a la moral caballeresca, pues no hay otra. Olvidémonos ahora del sexo de los candidatos. Un caballero que, en buena lid con otro, es derribado a traición por un patán espera que el primero lo defienda y no se aproveche de su situación. Don Quijote, que había leído el Libro del Orden de Caballería, de Ramón Llull, jamás dejaría de ayudar a un contrincante que fuera atacado por una partida de galopines.

No es suficiente con decir que él no hace guerra sucia. Rubalcaba tiene que defender a su rival. Remata el candidato diciendo que él defiende sus principios y sus proyectos. Y entre aquellos ¿no está el de la caballerosidad?

dilluns, 30 de gener del 2012

Crónica de las primarias del PSOE, IX.

Un artículo más como el de ayer de El País (Chacón & compañía) y Chacón gana la Secretaría General por goleada. La pieza es larguísima y rebosa información de insider. Pero suena demasiado a susurro de militante veterano que se las sabe todas. Veterano y revenido. Ahí tenemos a Griñán denunciando nada menos que guerra sucia contra Chacón. Parece como si, efectivamente, PRISA fuera a la carga. El sábado Felipe se pronuncia por Rubalcaba y el domingo El País da un repaso a Chacón.

En ese repaso se mezclan los agravios por las preferencias de Zapatero hacia Chacón en sus años de gobierno y los fríos datos sobre las actividades empresariales de unas gentes ajenas al partido socialista pero cercanas a él y al gobierno en relaciones sobre las que el artículo proyecta sombras de diversa densidad. A todo esto, claro, guantazo final a Zapatero que aparece como un político voluble, caprichoso y de un favoritismo con los suyos cercano al de los últimos Austrias.

Por partes. La historia de la especial relevancia y el mimo con que Zapatero trató siempre a Chacón suena, en efecto, a rabieta de militante revenido y un pelín misógino. ¿O hace falta recordar que, en el gobierno de Zapatero, Rubalcaba era primer vicepresidente y prácticamente factótum en política interior? No es que se lo tratara con especial deferencia; es que en muchas cosas el presidente era él pues con él fue, y no con Chacón, con quien el Presidente consultó el giro de 180º de mayo de 2010.

En cuanto a la acusación implícita de que la candidatura de Chacón es una maniobra empresarial que responde a intereses económicos particulares, la cuestión es bien clara: todos los gobiernos las tienen. Otra cosa distinta es si son legales o no y, si no lo son, para eso están los tribunales. En el PP los intereses empresariales no solo apoyan al gobierno sino que están en él. Y en el caso de los gobiernos anteriores del PSOE, los de Felipe, también había intereses empresariales apoyando a los gobernantes y en densas relaciones económicas con ellos, unas más claras que otras. Pero esos intereses empresariales eran los que en los círculos del espionaje de la guerra fría se conocía como Nash (más o menos "nuestro" en ruso). PRISA se benefició de sus relaciones privilegiadas con los gobiernos de Felipe González. Incluso ponía ministros, siendo el caso más conocido el de Jorge Semprún. Semprún: ignoro si hay otro caso de un hombre que haya sido ministro de un país conservando la nacionalidad de otro. Bueno, sí, el Che Guevara. Aunque no sé si la comparación es adecuada.

Pero ese es el fondo del artículo: la dura competencia. A ver si después de las amarguras del fuego amigo de Zapatero el partido va a caer ahora en manos de Miguel Barroso, Jaume Roures y una confusa galaxia de aventuras empresariales de oscuros recovecos. Y eso se viste de argumentos políticos, apelando a las pasiones más elementales, el patriotismo de partido. Hay una conspiración de fuerzas ajenas, de alienígenas que quieren ocuparlo como ocupaban los cuerpos de los honrados ciudadanos de Santa Mira en La invasión de los ladrones de cuerpos. Vamos, vamos, señores.

Pero lo más asombroso de esta pieza literaria es su feroz misoginia. Se da por supuesto que Carme Chacón es una pura fachada, un pelele manipulado por su marido y un amigo o socio de su marido. Es más, se la presenta como un muñeco de guiñol o de ventrílocuo que repite al modo papagayo una serie de frases hechas ("eslóganes y frases precocinadas" dice el castizo redactor), como si los demás dirigentes políticos y candidatos que van de mitin en mitin dijeran cosas originales y distintas en cada uno de ellos. Y ese juicio tan duro, tan hiriente, tan contrario a lo que los hechos prueban, se basa ¿en qué? En que es mujer. Si fuera varón nadie diría que estuviera manipulado por su esposa. Aunque así fuera.

Realmente el artículo es muy injurioso, más de lo que su autor ha calibrado. No sé si Rubalcaba dirá algo. Palinuro lo haría.

diumenge, 29 de gener del 2012

Crónica de las primarias del PSOE, VIII.

En la jornada de ayer ambos candidatos sacaron su mejor artillería y echaron el resto. Cada uno en su estilo. Y ofrecieron lecturas muy distintas en claves que deben desentrañarse.

Rubalcaba tuvo un acto intergeneracional, como sus organizadores subrayaron una y otra vez por si alguien no se hubiera enterado de que esa es la respuesta a las críticas que apuntan a la edad del candidato. En verdad no hacía falta porque esas críticas fueron muy desafortunadas y se silenciaron de inmediato. La discriminación por razón de edad es tan odiosa como por razón de sexo o del color de la piel.

Además de intergeneracional, el acto de Rubalcaba exhibió el apoyo del símbolo del triunfo; contó con la presencia de Felipe, algo que tiene un alcance difícil de minusvalorar. Felipe sigue siendo un referente incuestionable en el PSOE, circunstancia que puede verse modificada por el hecho de haber tomado partido. En esto, Zapatero ha sido más exquisito y mantiene una estricta neutralidad. Pero es que los dos candidatos han sido ministros suyos mientras que solo Rubalcaba lo fue de Felipe. Este a su vez ha mostrado tacto, ha hecho profesión pública de querer "mucho" a Chacón y ha recordado que él no vota al no ser delegado en el congreso. Pero allí estaba, junto a Rubalcaba, lo cual es lógico porque han compartido gobierno y trabajado juntos mucho tiempo. Pero puede tener efectos negativos para la causa que apoya pues refuta la pretensión intergeneracional.

Por su parte Chacón no se quedó atrás. Llenó el Bellas Artes de mujeres y proclamó que no hay nada más poderoso que ellas. Lució a su vera a María Teresa Fernández de la Vega, así como otras mujeres relevantes, ministras, exministras, del PSOE. Pero aquí las personas importaban poco; lo que importaba era la condición femenina, el sexo, el género, según el término que cada cual prefiera en este nuevo debate entre castizos y políticamente correctos. El acto se concibió como un paso más en la emancipación de las mujeres, es decir lo que se entiende como la perspectiva de género aplicada a las primarias.

Efectivamente la perspectiva de género tiene mucha fuerza, sobre todo en el PSOE, que se considera su paladín. Su mero planteamiento pone al partido en la situación de tener que pronunciarse en términos prácticos acerca de algo que predica mucho en los teóricos: la igualdad efectiva de hombres y mujeres. Más en concreto, en esa condición de igualdad, el hecho de ser mujer favorece a Chacón, aunque no sea más que por ley de probabilidades.

Palinuro sostiene asimismo que también le favorece el hecho de ser catalana, incluso por la misma ley de probabilidades.

Sin embargo, estos dos factores -ser mujer y catalana- basan su fuerza en su especificidad, en su condición minoritaria (cosa que se aplica contra la lógica numérica a las mujeres) y, si bien este hecho suele gozar de buena prensa, también corre el riesgo de parecer divisionista, particularista, sectario.

En todo caso fue una buena jornada en las primarias.

(La primera imagen es una foto de HombreDHojalata, y la segunda, una foto de PSOE de Extremadura, ambas bajo licencia de Creative Commons).

dijous, 26 de gener del 2012

Crónica de las primarias del PSOE, VII.

Se acerca el congreso y el final de las primarias y, aunque nada sea descartable en un último momento, parece que la campaña de los dos candidatos ha tenido buen tono y hasta buen gusto. Ha sido abierta y franca, sin incurrir en descalificaciones ni dar pábulo a quienes quieren ver bronca.

Después del varapalo del 20-N al PSOE le hacía falta ponerse en marcha otra vez, sacudirse la modorra de la derrota, encontrar nuevo pulso. Y le ha salido bastante bien. En el congreso se tomará la decisión probablemente con escasa diferencia de votos, pero la unidad del partido no está en cuestión en modo alguno.

El único escollo que aún debe salvar quien ocupe la Secretaría General será el de las elecciones andaluzas. El resultado de estas puede ser la última campanada del toque de difuntos o la primera nota de una diana floreada. Los candidtatos piden con entusiasmo la segunda pero el feo asunto del ERE fraudulento amenaza con la primera. Andalucía no es Valencia.

Se sigue echando en falta una mayor profundización en contenidos. Chacón produjo un titular al decir que "No daremos un paso atrás ante el PP ni la Iglesia" pues casi parecía que se iba a abordar el asunto de la política religiosa que sigue anclada en las prácticas franquistas. Pero no había tal: se refería la candidata a las declaraciones de un arzobispo que objeta a que una casada por lo civil pueda ser pregonera, que considera inaceptables. Desde luego. No se ve qué tenga que ver el estado civil con la capacidad para pregonar. Pero el perjuicio que la iglesia causa a una ciudadanía democrática no radica en las incongruencias de los obispos, sino en la situación de privilegio inaceptable de la confesión en su conjunto, con la jerarquía a la cabeza. Y de eso es de lo que hay que hablar.

Algo parecido sucede con el candidato Rubalcaba que quiere cambiar su partido aun advirtiendo que no será fáci; y lo será menos si no dedica más tiempo a aclarar cómo piensa cambiarlo y en qué sentido. Invocar el retorno a la socialdemocracia (¿clásica?) está bien pero es insuficiente. Pongo un ejemplo: François Hollande, que está en los prolegómenos de los preparativos del inicio de la campaña de las presidenciales ya ha dicho que se propone reformar el sistema financiero francés. Luego veremos cómo se propone hacerlo. Aquí podríamos intentar lo mismo: ver qué hacemos con el sector financiero. De eso también hay que hablar.

(La primera imagen es una foto de HombreDHojalata, y la segunda, una foto de PSOE de Extremadura, ambas bajo licencia de Creative Commons).

dilluns, 23 de gener del 2012

Crónica de las primarias del PSOE, VI.

El titular de Público da el espaldarazo democrático a las primarias del PSOE. De sobra se sabe que en las democracias las elecciones más reñidas las deciden siempre los indecisos. En su funcionamiento interno el PSOE es reflejo de los usos democráticos en torno suyo. Lo cual está muy bien. Dibuja un partido vivo y bastante abierto, muy distinto a la estructura autoritaria del PP, en el que el líder es nombrado por el líder anterior y aclamado después en un congreso. Ciertamente en el PSOE se dan casos de relaciones oligárquicas y clientelares, como en todas partes. Pero en conjunto, las primarias están siendo un ejemplo de comportamiento civilizado y democrático. En otros partidos los candidatos ya se hubieran enzarzado en golpes bajos.

Hay cómputos divergentes de los apoyos que cada candidato cuenta para sí, como es lógico teniendo en cuenta que se cuantifican cosas tan poco seguras como las promesas explícitas, las implícitas y las de los que se las hacen a los dos candidatos. Así las cosas, las cantidades que manejan estos son pura ilusión. Sobre todo teniendo en cuenta que el voto es secreto. El País sostiene que Rubalcaba sale de los "congresillos" con una ligera ventaja. Pero, tal como están las cosas habrá quien explique esa noticia como prueba de la inclinación "rubalcabiana" del diario. A saber el cálculo que haya hecho Público, que parece más "chaconista".

Lo importante es que el proceso de primarias está realizándose de modo transparente y democrático en un partido que proyecta imagen de partido de gobierno. Y se está haciendo desde las primeras de los periódicos porque se mantiene como la noticia más relevante día tras día. Se sabe muchísimo menos del gobierno, que parece haberse tomado los cien días de prueba como días de asueto. Ya no es noticia ni cuando habla Cristóbal Montoro que suele garantizar titulares.

Las primarias del PSOE eclipsan las del Partido Republicano en los Estados Unidos; aquí, claro es. Y aquellas tienen su importancia, como tenía importancia para las provincias del Imperio quién fuera el Emperador. No es lo mismo Mitt Romney que Newt Gringrich. Tampoco lo son Carme Chacón y Alfredo Pérez Rubalcaba.

De aquí al congreso los móviles no van a dejar de sonar y ojo con lo que se dice por ellos. Son facilísimos de intervenir y escuchar y van dejando más rastros que un concejal con una Visa Oro. Los móviles son el sonido del mercadeo, la negociación, los pactos. No tiene nada de extraño y hasta está bien, siempre que no se descuide el terreno deliberativo. Los candidatos tienen que seguir proponiendo ideas, aclarando sus respectivos programas para que los electores puedan votar después con conocimiento de causa.

De momento, en la encuesta de Palinuro en la columna de la derecha va ganando Rubalcaba por 24/17. Anímense y voten. No se trata de votar por uno u otra sino de decir quién ganará.

diumenge, 22 de gener del 2012

Diálogo entre Carme Chacón y Alfredo Pérez Rubalcaba.

Ayer los dos candidatos tuvieron la gentileza de hacer un hueco en sus apretadas agendas y vinieron a casa a tomar un café y charlar de sus cosas. Hacía mucho que no hablaban de tú a tú. Tenían muy poco tiempo porque ambos iban luego a sendas reuniones, así que puse una grabadora con su permiso y esto es lo que se dijeron, cómodamente arrellanados en dos hamacas de Ikea, que me salieron muy apañadas de precio en su día:

Chacón.- ¡Los medios! Fíjate cómo vienen, que si "guerra", "tensión"... Estos quieren sangre...

Rubalcaba.- Es su negocio. Quieren emociones, riesgos, catástrofes, grandes decisiones.

Chacón.- Pero no hay que dejarlos que impongan su espíritu. Los socialistas somos una familia. Bien es verdad que las familias suelen estar mal avenidas. Pero no es el caso.

Rubalcaba.- Déjalos. Reflejan muy bien lo que pasa en España. No hablan del gobierno porque éste no da que hablar pues no hace nada. Hablan mucho más de nosotros y eso es bueno. También hablan de la corrupción y de esa ciberguerra que se ha montado en los Estados Unidos que es como una "Ley Sinde" elevada al infinito.

Chacón.- Hablan porque toca contar los votos de los congresillos y el asunto parece como de carrera de caballos. Seguro que en las agrupaciones hay porras y apuestas. Fíjate que hasta Palinuro ha puesto una encuesta en su blog. (Es verdad. La encuentra el/la lector(a) en la calumna de la derecha. Anímese y vote). Esto es como un recuento de fans.

Rubalcaba.- Sí, es una tontería, pues está bien claro que voy ganando. Tengo ya más de la mitad de los votos.

Chacon.- Perdona, pero estás equivocado. Voy ganando yo. Según nuestros cálculos, te llevo 200 de ventaja.

Rubalcaba.- Bueno ¿para qué vamos a discutir? Lo que sea, será en el congreso.

Chacón.- Lo cual demuestra que no te fías de tus cálculos. Yo tampoco de los míos. En campaña hay que decir siempre que se va ganando y que se va a ganar porque decir lo contrario es absurdo.

Rubalcaba.- Por supuesto. Los delegados no son compromisarios, no tienen vinculado el voto y, cuando puedan tenerlo por circunstancias personales o respetos humanos, tampoco quiere decir nada ya que el voto es secreto.

Chacón.- La democracia es eso: deciden los electores y deciden libremente. Puedes salir tú, puedo salir yo. Por cierto, todavía no hemos decidido quiénes deciden. ¿Solo los delegados, todos los militantes, también los simpatizantes? ¿Primarias cerradas, semicerradas o abiertas? Yo quiero abiertas.

Rubalcaba.- Yo también. Pero no lo decidimos nosotros; lo decide el congreso y me da la impresión de que el congreso querrá primarias cerradas porque los delegados no gustarán compartir su voto con afuereños; les quita importancia.

Chacón.- Es lo más probable. En todo caso hemos de pensar en qué invertimos el tiempo que resta hasta el congreso.

Rubalcaba.- ¿En qué va a ser? En ganarnos las voluntades de los delegados. Son algo más de 900; se les puede contactar personalmente; hasta llamarlos al móvil o ponerles un SMS; no es como si fueran dos millones. Así que ahora se hablará mucho. También hay que seguir haciendo oposición al gobierno que, con esto de las primarias del PSOE, no se asoma a los medios más que para demostrar que no sabe por dónde anda. Y, por último, tenemos que debatir entre nosotros.

Chacón.- Pues para luego es tarde. Tenemos tres terrenos de debate en los que hemos de aclarar que piensa cada uno: el modelo de partido que queremos y su relación la sociedad; las propuestas para España; y las propuestas para la Unión Europea. En cuanto al partido, yo quiero uno abierto, dinámico, capaz de adaptarse e innovar y más nutrido con gente joven. Somos pocos y la edad media, demasiado alta.

Rubalcaba. Pienso lo mismo y quiero lo mismo. Si acaso yo insistiré en que el partido hable con una sola voz en España, pues la unidad es un valor. Una sola voz. Ahí tienes tú un hándicap.

Chacón.- Es tu punto de vista que, como buen castellano, valoras el canto llano. Nosotros, los de la periferia, preferimos la polifonía, el contrapunto. Es mejor música. En cuanto a la propuesta para España, somos partidarios del retorno a la izquierda socialdemócrata. Políticas económicas de izquierda y ampliación de la democracia. Somos ecologistas, feministas y partidarios de ampliar la democracia, de llevarnos bien con el 15-M.

Rubalcaba.- ¡Toma! Y nosotros. El 15-M se consolidó porque, siendo yo ministro, no me dediqué a reprimirlo como parece que van a hacer estos. Y en cuanto a las políticas económicas de izquierda, lo hemos dejado bien claro: queremos compaginar los ajustes con políticas de estímulo. Y cualquier día de estos le callo la boca a Palinuro explicándolas. (Palinuro se remueve incómodo en su asiento). Ahora estamos estudiándolas. Pero todo llegará. En cuanto a la Unión Europea, hay que ir al programa socialdemócrata común. Los socialistas tenemos que salir del marasmo y reafirmar nuestros valores que son transnacionales. La justicia social, la igualdad, la libertad, los derechos no son nacionalmente divisibles. Los países europeos tenemos diferencias muy acusadas de niveles de vida y los socialistas tenemos que formular un programa para toda la Unión

Chacón.- De nuevo coincidimos. La única respuesta a la Europa del capital y de la banca no es la etérea "Europa de los pueblos", sino la Europa socialdemócrata, esto es, del reformismo radical. Frente a la Europa de la derecha, la de la izquierda. Y ese es un punto de diferencia contigo, me parece. Nosotros creemos que los socialistas debemos funcionar como un polo de atracción del conjunto de la izquierda europea, haciéndole ver que es la única alternativa real a la hegemonía de la derecha pues lo otro son los nichos testimoniales. El programa socialdemócrata tiene que ser el programa común de la izquierda europea.

Rubalcaba.- El Frente Popular, vamos. Eso se te acaba de ocurrir.

Chacón.- Pues sí, se me acaba de ocurrir. ¿Y qué? En algún momento han de ocurrírsele a una las cosas. Las ideas vienen y van y esa me parece mejor que la tuya.

Rubalcaba.- Tenemos suficientes temas de debate y formas claras de distinguir nuestras candidaturas sin dar carnaza a los medios. Tiene razón Palinuro.

Palinuro.- Un momento, un momento, a ver si me va a quedar fama de mediófobo. Ni hablar. Lo que digo es que no perdais las formas porque, cuando se pierden las formas, nadie se entera de nada y todos optan por criterios de bandería, de clientelismo, ajenos a la razón, al menos a la forma noble de la razón, porque siempre hay razones de otro tipo para justificar comportamientos irracionales.

Rubalcaba.- ¿Lo ves, Carme? Te lo dije: es insufrible. Bueno, estamos en contacto.

Chacón.- Por supuesto y a través de las redes. Hay que estar en el ciberespacio. ¿Tú tuiteas?

Rubalcaba.- Tuitean por mí. Pero es cierto, hay que estar en el ciberespacio. Fíjate, esto que decimos aquí ya está en un blog, volando por la red.

(La primera imagen es una foto de Rastrojo, bajo licencia de Creative Commons). La segunda, una foto del US Department of Defense, en el dominio público.