El titular de Público da el espaldarazo democrático a las primarias del PSOE. De sobra se sabe que en las democracias las elecciones más reñidas las deciden siempre los indecisos. En su funcionamiento interno el PSOE es reflejo de los usos democráticos en torno suyo. Lo cual está muy bien. Dibuja un partido vivo y bastante abierto, muy distinto a la estructura autoritaria del PP, en el que el líder es nombrado por el líder anterior y aclamado después en un congreso. Ciertamente en el PSOE se dan casos de relaciones oligárquicas y clientelares, como en todas partes. Pero en conjunto, las primarias están siendo un ejemplo de comportamiento civilizado y democrático. En otros partidos los candidatos ya se hubieran enzarzado en golpes bajos.
Hay cómputos divergentes de los apoyos que cada candidato cuenta para sí, como es lógico teniendo en cuenta que se cuantifican cosas tan poco seguras como las promesas explícitas, las implícitas y las de los que se las hacen a los dos candidatos. Así las cosas, las cantidades que manejan estos son pura ilusión. Sobre todo teniendo en cuenta que el voto es secreto. El País sostiene que Rubalcaba sale de los "congresillos" con una ligera ventaja. Pero, tal como están las cosas habrá quien explique esa noticia como prueba de la inclinación "rubalcabiana" del diario. A saber el cálculo que haya hecho Público, que parece más "chaconista".
Lo importante es que el proceso de primarias está realizándose de modo transparente y democrático en un partido que proyecta imagen de partido de gobierno. Y se está haciendo desde las primeras de los periódicos porque se mantiene como la noticia más relevante día tras día. Se sabe muchísimo menos del gobierno, que parece haberse tomado los cien días de prueba como días de asueto. Ya no es noticia ni cuando habla Cristóbal Montoro que suele garantizar titulares.
Las primarias del PSOE eclipsan las del Partido Republicano en los Estados Unidos; aquí, claro es. Y aquellas tienen su importancia, como tenía importancia para las provincias del Imperio quién fuera el Emperador. No es lo mismo Mitt Romney que Newt Gringrich. Tampoco lo son Carme Chacón y Alfredo Pérez Rubalcaba.
De aquí al congreso los móviles no van a dejar de sonar y ojo con lo que se dice por ellos. Son facilísimos de intervenir y escuchar y van dejando más rastros que un concejal con una Visa Oro. Los móviles son el sonido del mercadeo, la negociación, los pactos. No tiene nada de extraño y hasta está bien, siempre que no se descuide el terreno deliberativo. Los candidatos tienen que seguir proponiendo ideas, aclarando sus respectivos programas para que los electores puedan votar después con conocimiento de causa.
De momento, en la encuesta de Palinuro en la columna de la derecha va ganando Rubalcaba por 24/17. Anímense y voten. No se trata de votar por uno u otra sino de decir quién ganará.