Hoy se inaugura el 38º Congreso del PSOE después de una campaña de primarias que ha estado bastante bien. Buen estilo, juego limpio en general y transparencia. Queda claro que el socialista es un partido democrático. La elección de su secretario general mediante primarias no ha llegado al nivel de inclusión de las que se han llamado primarias francesas o primarias a la francesa, pero va en la buena dirección. De momento son los delegados, o sea el partido, quienes eligen. Dadas las circunstancias es bastante pues probablemente unas primarias abiertas no hubieran sido factibles. El PSOE no es Bélgica, que puede estar año y medio sin gobierno. Necesita una dirección con cierta rapidez ya que tiene que hacer oposición en un momento en que el país la necesita como nunca. Sin oposición y con un PP con mayoría absoluta todos los avances legislativos de los gobiernos de Zapatero pueden irse por el desagüe de los dogmas nacionalcatólicos.
En el congreso hay que fijar una posición programática acorde con los tiempos actuales y decidir entre los dos candidatos. Se oirá decir mucho que ha llegado la hora del siempre mencionado debate teórico. Pero eso equivale a desconocer la naturaleza humana. El congreso va a echar humo hasta el momento de la votación porque eso es lo decisivo ahora. En realidad, todo el mundo está pendiente del resultado, lo cual es un notable éxito de comunicación del PSOE. Si realmente fuera un partido tan atribulado y al borde de la irrelevancia como le diagnostican algunos notorios afiliados a nadie le importaría quién se alzara con la Secretaría General. Pero importa, es primera en periódicos y abre telediarios. Y no se hable de las redes.
Parece que el resultado se presenta muy reñido, con ambos candidatos igualados. Supongo que no hay posibilidad de que negocien una lista única o candidatura conjunta. Tampoco es necesario ya que el peligro de que el partido se divida, como a veces se señala, es una evidente exageración. Pero el tiempo hasta el resultado será de efervescencia.
Rubalcaba partió con una cierta ventaja que mantuvo a lo largo de la mayor parte de la campaña. Pero luego intervino El País con el famoso artículo en contra de Chacón y las tornas se invirtieron. El partido cerró filas en torno a la agraviada y eso la puso desde entonces por delante de su rival. Este contraatacó ayer con un acto de afirmación feminista en el que compareció en compañía de Amelia Valcárcel que es algo así como un peso pesado del feminismo. Eso está bien. La perspectiva de género debe ser obligada en el PSOE. Pero el acto no puede contrarrestar el hecho de que Chacón sea mujer y el feminismo se le presuponga.
Palinuro no se pronuncia porque no le corresponde y porque tiene a los dos por candidatos excelentes. Pero sí llama la atención sobre la inevitable consecuencia de una victoria ajustada: sea cual sea el candidato triunfador disfrutará de una gran legitimidad para hacer cambios en el partido porque su triunfo ha sido muy difícil.
(La primera imagen es una foto de HombreDHojalata, y la segunda, una foto de PSOE de Extremadura, ambas bajo licencia de Creative Commons).