divendres, 22 de març del 2013

El fin de una época.

Antes de nada y que se me tache de agorero, vista a la izquierda. Rajoy declara -y La Moncloa considera necesario ponerlo de relieve- que él no es partidario de que la gente pierda sus depósitos. En fin, ya saben ustedes, el mundo está lleno de gente deseosa de que los demás pierdan sus depósitos. No, no soy agorero. Esto es un fin de época. Sunset boulevard, sin Gloria Swanson, pero con mucho tonto empingorotado soltando necedades.

Suele decirse que la política ha cedido el mando a la economía, a los mercados, pero más parece que se lo haya cedido a los tribunales. La política se hace hoy en los tribunales. Es muy oportuno llegar hasta el fondo de los EREs falsos en Andalucía. Pero, por muy espectacular que el asunto sea, no parece bastante para contrarrestar el caso Bárcenas, cuya fuerza destructiva del partido del gobierno es inmensa. Y, aunque fueran de similar alcance, ello no empece para que la responsabilidad del presidente del partido en la tremenda trama que lo afecta, según parece, hace veinte años sea notoria y ese presidente sea ahora presidente del gobierno de España; un presidente sospechoso de haberse beneficiado en el pasado del reparto de fondos ilegales. El caso Bárcenas ha dinamitado el PP. Cuando este juzga pasado el temporal, arrecia. Esa indemnización por despido improcedente a Sepúlveda, imputado en la trama Gürtel, de 229.000 euros es, literalmente, una afrenta al conjunto de la sociedad. Echen cuentas.

La corrupción se ha llevado por delante el turnismo de la segunda restauración. El otro partido dinástico, el PSOE, tiene ese borrón de los EREs andaluces tras haber pasado su bautismo de fuego con una corrupción generalizada en la última etapa de Felipe González. Su problema no es esencialmente el de la corrupción, como sucede con el PP. No le afecta la Gürtel ni el caso Bárcenas. No está minado por la lacra como el PP, pero sí por las prácticas de amiguismo, enchufismo y clientelismo que suelen acompañar al ejercicio del poder. El último gobierno de Zapatero fue un desastre para el partido, aunque no tanto para el país. Lo uno por lo otro. Y el PSOE sufrió una derrota electoral clamorosa. Algo de lo que no se ha repuesto. Rubalcaba sostiene que fue electo con la misión de cambiar el partido y piensa cumplirla. Eso lo distinguiría de Rajoy quien no cumple nada; pero no lo haría más simpático. ¿Cómo piensa Rubalcaba cambiar el PSOE? Poniendo a gente de su confianza en puestos clave. Nada de dar bolilla a las voces críticas. Para los cambios, ya hay unos comités pensando hasta octubre. En cuanto a la oposición día a día, se hará cargo de ella el propio Rubalcaba, que es quien está al cargo de ella.

De cambio hay ahí poco, como no sea alguna referencia marginal a la necesidad de reformar la Constitución, lo cual suena a un intento de arreglar el conflicto con el PSC llevándolo a vía muerta. No sé si se dejará pero el propósito de reforma constitucional es muy amplio y parece hacerse eco de esa reclamación más a la izquierda de abrir un proceso constituyente por entender, entre otras cosas, que la Transición ha fracasado. Supongo que esta idea molestará a los miembros de la Asociación para la Defensa de la Transicion. Tiendo a pensar que muy bien no puede ir a algo que necesita de una asocicación en su defensa, como si fuera una especie en extinción. Igual perplejidad me provoca la Fundación para la Defensa de la Nación Española. Una nación necesitada de una fundación para su defensa, como si fuera una dama ofendida en su honor, no parece muy vigorosa.

Pero, además, la reforma de la Constitución se enfrenta a la generalizada conciencia del destino de una dinastía. Ayer incendió las redes la noticia de la próxima, inminente, abdicación del Rey. Un rumor, claro, pero viralizado, de los que caldean el ambientillo. Será imposible o harto difícil que la Corona salga indemne de una posible imputación a la infanta Cristina. Y por si fuera poco, la autoridad real se ve muy mermada por el comportamiento del Monarca en el asunto Corinna, que despierta todo tipo de sospechas tan desagrdables como las certidumbres que ha aireado. Reina un Borbón con una presunta amante mientras la Reina reside en el extranjero y viene a inaugurar exposiciones como si no pasara nada y su yerno va de juzgado en juzgado y puede que su hija siga sus pasos. ¿Se supone que este es el modelo de familia cristiana que debe protegerse frente a las familias homosexuales, por lo demás perfectamente inofensivas?

El descrédito de las instituciones es tan grande que, además del reconocimiento del derecho de autodeterminación, presta recordar la necesidad del siempre aplazado referéndum Monarquía/República, que fue escamoteado al comienzo de la Transición, pero mantiene su vigencia. Lo malo de esto es que la tarea del cambio real queda encomendada a los dos dirigentes mayoritarios, ambos productos típicos de esa transición que ahora toca a su fin. Dos políticos convencidos de que el horizonte del país es el de sus respectivas visiones, por lo demás coincidentes en lo que llaman los grandes temas de Estado, la monarquía, la planta territorial y, según parece, la iglesia católica. Las demás cuestiones, más prácticas, ya registran mayores discrepancias, pero hasta ahora no han alcanzado casi ni a hacer visible la oposición.

(La imagen es una foto de La Moncloa en el dominio público).

dijous, 21 de març del 2013

Ya está bien.

El país está en estado de shock, como si le hubieran administrado una de esas descargas eléctricas, los llamados electroshocks, con los que se creía que se curaba a alguien y dejaban a la gente peor que estaba, pero con mucho miedo.

Según parece y supuestamente, por supuesto, el Rey tenía una amante alojada a cuenta del erario público en un palacete contiguo a su residencia. Esto es algo que puede pasarle a cualquiera, (el tener una amante estando casado, no el usar palacetes de picaderos) y allá cada cual con el rol que interpreta en la comedia: el marido, la amante, la esposa fiel. Las cosas de la vida privada de la gente. Pero es que no es vida privada pues la mentada realizó labores de mediación por cuenta del gobierno español, delicadas, secretas, protegidas por los servicios de inteligencia. Una historia de Mata Hari, que ya es suficientemente pintoresco. Pero es que esta Mata Hari cobraba una comisión del 3% por sus gestiones y en cuentas en Suiza. Cobros opacos, en Suiza, una persona que trabaja "en interés de España" en colaboración directa con la Corona y coordinación con los servicios secretos españoles. Una 007 germánica. ¿Y los asuntos? Complicados negocios de fondos árabes, explotación de energía, pero siempre negocios, alguno de los cuales tiene un sospechoso parecido con una estafa, apadrinados por el Monarca. ¿Y si la amante llevara su amor al extremo de actuar también como broker de su amado?

El Rey tiene un yerno que mejor le fuera no tenerlo porque, con sus aventuras al estilo del neorrealismo italiano, el mozo pone en peligro la continuidad de la institución monárquica.

Del Rey abajo, el gobierno y el partido del gobierno. Docenas de cargos públicos del PP imputados en todo tipo de ilegalidades, estafas, malversaciones, etc. Por doquier, en Baleares, Valencia, Madrid o Galicia. La trama Gürtel es una empresa de corrupción de tamaño industrial y parte de sus fechorías ha sido contribuir supuestamente a la financiación ilegal del partido, la peor forma del juego sucio. A la Comunidad de Madrid le queda por explicar si FUNDESCAM pagaba los gastos electorales del PP.

Y algunas personas dentro del partido. El extesorero, muy en la línea de los anteriores ocupantes del cargo, se ha enriquecido y tiene además a la plana mayor del PP, según parece, cogida por el gañote. Ahí están las balbuceantes, absurdas, comparecencias de Cospedal, Floriano, Pons y el silencio aterrorizado de Rajoy. Solo así se explica que se haya seguido pagando un suculento sueldo a Bárcenas el innombrable de 23.000€ al mes al tiempo que se afirmaba con rostro pétreo que el afortunado no tenía nada que ver con el partido. Generosas retribuciones que más parecen resultado de una extorsión. El caso es que toda esa pasta -incluidos los 220.000 euros on los que el PP va a agradecer los servicios prestados a Sepúlveda, el del Jaguar, salen del dinero de los contribuyentes. ¡Eso sí que es un finiquito como dios manda! Ejemplo sin duda de los buenos resultados de la reforma laboral.

El presidente del gobierno, que se subió el sueldo un 26% mientras pedía austeridad para los demás, todavía no ha explicado clara y fehacientemente si alguna vez cobró los dineros ilegales de los que hablan los papeles barcénigos. Pero se marcha a la instalación del sucesor de San Pedro en un séquito de once personas, de ellas, tres clérigos y los correspondientes guardaespaldas. Todo eso, igualmente, a costa del contribuyente, un contribuyente sometido por otro lado a una política de expolio sistemático.

El grado de deterioro, de descrédito, de desprestigio de las instituciones roza la chirigota nacional. Esto no puede seguir así. Hay que hacer algo.

(La imagen es una foto de N (Aleph), bajo licencia Wikimedia Commons).

dimecres, 20 de març del 2013

Esto pinta feo.

Ignoro si ya disponemos de un término de uso común en español para los drones. Me da que la traducción que propone Wikipedia, de VANT o Vehículo Aéreo No Tripulado (traducción, a su vez, del inglés Unmaned Aerial Vehicle) no va a prosperar. Pega más drones tal cual, que se pronunciará draouns pero en el claro castellano de Castilla se dirá drones. Rima además con ladrones, producto del lugar.

Los drones son un paso más en el avance distópico de nuestras sociedades que parecen encaminadas a formas de control total de la vida por medio de las nuevas tecnologías. El uso de estos ingenios con fines bélicos, el más conocido hasta la fecha, atestigua del cambio de carácter de la guerra. Los drones (teledirigidos o autónomos) hacen la guerra en lugar de los seres humanos. Ya no hay bajas en los campos de batalla. En realidad, tampoco hay campos de batalla, al menos en las guerras de la superpotencia estadounidense, que las libra a través de drones y desde el aire. Hasta ahora la doctrina militar sostiene que, para vencer al enemigo, hay que ocupar su territorio. Pero la potencia hegemónica domina militarmente desde el cielo. La consecuencia es que la guerra no se acaba. La conmemoración de los diez años del comienzo de la guerra de agresión angloamericana (con apoyo político español) incluyó la muerte de una decena de personas en un atentado. Estas guerras no se terminan nunca, pero los países están más o menos controlados.

El uso de drones se ha extendido velozmente a otras tareas de control civil. Actualmente se fabrican miles de ellos para vigilancia de las fronteras o identificación de cultivos de drogas. La vigilancia y el control de las fronteras o de los muros de separación es hoy completa. En cuanto a las drogas, no me consta que los traficantes se valgan de drones porque no se me alcanza en qué podrían utilizarlos aunque, si tienen alguna utilidad para ellos, los comprarán. Los precios de los drones oscilan entre diez y cincuenta millones de dólares. Calderilla para el narcotráfico.

Otros usos de los drones parecen más peligrosos desde el punto de vista del control de los ciudadanos y de sus derechos y libertades, por ejemplo, los de reunión, asociación y manifestación. La policía alemana está fabricando unos "mini-drones" (ellos los llaman Mini-Drohnen, pues le han metido una germánica hache), unos artefactos voladores del tamaño de un escarabajo, capaces de ver y oírlo todo e informar a la base. La base policial está así en situación de controlar toda manifestación o alteración del orden, de identificar a los cabecillas, seguirlos a donde sea y, llegado el caso, detenerlos. Los Mini-Drohnen son teledirigidos desde la base o se limitan a informarla de las decisiones que toma (pues están programados para ello) y de sus resultados.

En las críticas que se hacen a los espíritus más ciberutópicos de nuestro tiempo se da por supuesta una idea feliz de lo utópico, en la tradición del espíritu renacentista. Sin embargo este pensamiento empezó a entenebrecerse en el siglo XIX y, en el XX, casi todas las utopías fueron distopias. La utopía era un horror y, aunque en el último tercio del siglo XX pareció abrirse paso de nuevo un utopismo más reconciliado con el optimismo, como en las obras de Ursula K. Leguin o Ernest Callenbach, el tinte con el que el utopismo ha llegado hasta hoy sigue siendo predominantemente negativo. El ciberutopismo no tiene por qué ser necesariamente ciberoptimismo, si bien nos interesa que lo sea según la apuesta pascaliana. Necesitamos espíritu crítico y combativo y valernos a tope de internet. Porque la amenaza ya está aquí. La amenaza del control total de los espacios públicos por medio de drones.

La idea de que, algún día, las máquinas inteligentes puedan sublevarse contra sus creadores, los seres humanos, y someterlos a su tiranía no solo es falsa, sino superflua. La mejor garantía de que las máquinas sometan a tiranía a los seres humanos es que estén programadas por otros seres humanos.

(La imagen es una foto de KAZVorpal, bajo licencia Creative Commons).

dimarts, 19 de març del 2013

La reacción se hace revolucionaria.

El episodio del corralito chipriota bien podría pasar a los anales de la ciencia política como caso sorprendente que contradice el saber convencional sobre gestión de crisis; o por lo menos de la comunicación política, que es el nombre que adopta aquella cuando decide tomar partido en los conflictos. También la Diplomacia tiene que estar santiguándose ante lo peregrino de los hechos. Veamos su secuencia:

I.- Se anuncia el corralito chipriota como un acuerdo in extremis entre la Troika y el gobierno de Chipre.

II.- Anastasiadis comparece en el parlamento y, como héroe de tragedia, anuncia que era el corralito o la quiebra total. Solución TINA (There Is No Alternative/No hay alternativa), cara a la derecha desde los tiempos de Thatcher, quien la acuñó.

IV.- Frau Merkel asegura que la decisión de gravar todos los depósitos fue absolutamente chipriota.

V.- El Eurogrupo, que forma parte de la Troika junto con el BCE y el FMI, pide expresamente, casi ordena, a Nicosia que garantice los depósitos inferiores a 100.000€ y grave los superiores en las proporciones que estime pertinentes, siempre que se consigan los 5.800 millones de euros para pagar el rescate. No sé qué hará Nicosia, pues, como voraz lector de Salgari en mi infancia, siempre me ha fascinado más el esplendor y la tragedia de Famagusta, teniendo a la ahora capital como un lugar de poca monta.

Conclusiones

1ª.- Quizá no se sepa nunca qué sucedió en este fin de semana delirante, desde que se decidió atracar a la ciudadanía en viernes, en aplicación del modelo argentino, hasta el giro de 180º del lunes. Si se trató de una imposición europea (¡hay que ver cómo cargaron las plumas contra los alemanes!) o si -y me inclino por ello- fue una propuesta de parte chipriota. La derecha -recientemente triunfante en unas elecciones en que ha derrotado a los comunistas- decide salir de la crisis a su modo, al modo griego, portugués, español, haciéndosela pagar a las rentas más bajas.

2ª.- La reacción social inmediata, la lluvia de críticas, obliga a los responsables a dar marcha atrás ante dos peligros inminentes: a) un pánico bancario en otros países del Sur; b) una insurrección popular. Los alemanes se desmarcan, al gobierno de Anastasiadis le sale la vena fenicia y empieza a regatear: rebaja el tipo de gravamen de los depósitos inferiores a 100.000€, promete devolver el 50% de lo ahora confiscado en dos años si los expoliados son buenos chicos. El Eurogrupo zanja la cuestión: la mordida será en los depósitos superiores a 100.000€. Adiós al proyecto conservador de salida de la crisis perjudicando a los más y beneficiando a los menos, como sucede en España.

3ª.- Sigue siendo una confiscación. Desde el punto de vista del constitucionalismo contemporáneo, una medida contraria al Estado de derecho pues atenta de lleno contra el principio de seguridad jurídica y, dentro de este, el de la intangibilidad de la propiedad privada. Pero una medida anticonstitucional que empezó siendo reaccionaria y ha resultado revolucionaria. Pues, ¿en qué se diferencia un corralito de los depósitos superiores a 100.000€ de un impuesto excepcional sobre las grandes fortunas como insistentemente propone la izquierda? Si hay alguna diferencia es a favor del corralito por más eficaz a la hora de prevenir fuga de capitales.

4ª.- O sea, la solución neoliberal a la crisis chipriota, avalada por la Europa de los mercados, coincide con el programa de la izquierda. Y hasta de una izquierda radical. Desde luego, la diferencia aparecerá de inmediato. La derecha recurre a este medio revolucionario para salvar la banca. La izquierda para salvar a la gente y, es de suponer, a los pequeños impositores en el caso de que los bancos quiebren. Pues la solución para la izquierda, al menos la radical, es dejar caer los bancos en quiebra.

5ª.- Curioso que la solución de la izquierda radical coincida con el postulado esencial del neoliberalismo (que, luego, este no aplica) de abandonar a su suerte las empresas y bancos en un mercado libre no intervenido. Curioso, en verdad, y digno de atención porque plantea problemas interesantes. ¿Cómo comunicar que uno es un neoliberal escrupuloso pero apoya una medida confiscatoria de los más pudientes? ¿Cómo explicar que uno es un socialista de verdad pero aboga por el funcionamiento del libre mercado?

6ª.- Ambas partes del conflicto tienen un punto de razón. La dificultad se hace patente cuando las dos creen que ese punto es todo el plano y excluyen cualquier posibilidad de transacción. A favor del neoliberalismo habla el sentido común de enfrenar el déficit, pero no al coste que sea. A favor de la izquierda la obvia conclusión de que de las crisis solo se sale con políticas que fomenten el crecimiento, pero no únicamente a base de estas. La realidad -esa que, según Rajoy, le obliga a incumplir todas sus promesas- fuerza soluciones híbridas, mestizas. Hay que cohonestar reducción del déficit con políticas de crecimiento. ¿Cómo? Ahí, amigos, ahí está el meollo de la cuestión.

7ª.- Mientras lo averiguamos, podemos ponernos de acuerdo en quién haya de sufragar esas políticas. A estas alturas está ya claro que cargar el peso de la crisis sobre los desfavorecidos en la esperanza de que los favorecidos, siéndolo aun más, colaborarían por su iniciativa a salir de la crisis, no conduce a nada. La codicia de los ricos no resuelve sino que agrava la crisis. La cuestión, por tanto, consiste en hacer lo contrario: que paguen por fuerza los ricos lo que no quieren pagar de grado y emplear los fondos en mejorar la capacidad adquisitiva de los asalariados, los parados, los jubilados, etc. Lo que obviamente separa la continuidad y la salida de la crisis es una medida de izquierda.

8ª.- La Unión Europea parece haberlo entendido así. Queda por saber si también lo entenderá Rajoy o irá, como el doctrino Anastasiadis, a ofrecer a la Troika los ahorros de los españoles.

dilluns, 18 de març del 2013

El PSOE , en punto muerto.

Al igual que todos los seres humanos, Rubalcaba no está hecho de una sola pieza, como un monolito, sino que es un ser complejo, con sus matices, sus diferentes facetas, sus contradicciones.. Lleva más de treinta años en política, de ellos veinte en cargos públicos. Ha sido ministro de varios asuntos, diputado y vicepresidente del gobierno, candidato derrotado a la presidencia del gobierno y, en la actualidad, secretario general del PSOE. Una vida dedicada a la política, a la que se acercó por afición ya que él es químico de oficio. Hizo una mutación weberiana de la ciencia como vocación a la vocación de la política. Ahora bien, su desempeño en tal larga tarea no ha sido siempre igual. Fue un buen segundón en todo momento y brilló especialmente como ministro del Interior, siendo a él a quien cabe reconocer casi todo el mérito del fin de ETA, un logro que obtuvo gracias a su tesón, su trabajo duro, su perseverancia y su obstinación. Todas ellas cualidades muy convenientes para alguien situado en segundo plano, que recibe órdenes y las aplica fielmente. Pero quizá no tanto cuando se ocupa un puesto central, decisivo, en primera línea, en donde las órdenes no se reciben sino que se dan y hay que mostrar el grado necesario de flexibilidad, prontitud en la reacción y clarividencia que son cualidades  imprescindibles en un líder.

Pues aquí está el problema, en que quizá al postularse como candidato a la presidencia del gobierno y como secretario general después, Rubalcaba haya llegado a su nivel máximo de incompetencia y, lejos de ser la persona idónea para sacar al PSOE del atolladero en que se encuentra, desarbolado por una tremenda derrota electoral, sin ideas, sin propuestas, incapaz de salir del marasmo, resulta ser el principal obstáculo. Sin duda él no lo verá así. Nada más subjetivo e intransferible que la imagen que uno tiene de uno mismo. Al contrario, puede verse como el héroe, dentro de la figura del sí mismo como arquetipo junguiano, el hombre providencial que llevará a sus seguidores al triunfo.

Pero para conseguir ese objetivo en la España de hoy, literalmente reventada por la arrogancia, la estupidez y la agresividad del PP, hace falta algo más que una buena hoja de servicios a la causa. Hace falta perspicacia e inteligencia para entender las nuevas circunstancias; audacia para dar con fórmulas no gastadas, propuestas alternativas; determinación para ponerlas en práctica; y libertad de movimientos para no ser presa de los intereses creados en el partido. Nada de eso adorna a Rubalcaba que, al contrario, no ha dado muestra alguna de iniciativa en los catorce meses desde las elecciones, permitiendo que el PSOE se desdibuje hasta desaparecer, que no tenga perfil de partido de oposición (responsable o no responsable), que la intención de voto socialista esté por debajo de la del PP después del desastre sin paliativos de la gestión de este y que su índice de popularidad sea inferior al de Rajoy, lo cual es ya para suicidarse.

En el fondo, la veteranía de estos dos ilustres segundones, Rajoy y Rubalcaba, perfectamente inadecuados para funciones de primera responsabilidad, ha acabado haciendo que se parezcan y actúen de forma muy parecida y así como el gallego con su retranca, también llegado al grado máximo de su pavorosa incompetencia, se niega a admitir que su política sea un desastre e insiste en que tengamos paciencia, que ya dará frutos con tanta veracidad como la que tenía cuando juró el cargo, el santanderino hace lo mismo. Catorce meses de fracasos, líos en Galicia, Cataluña, Ponferrada y una creciente contestación en su partido no le mueven a reflexión sino que, como Rajoy, pide confianza, que ya habrá resultados, aunque no a plazo fijo.

Seguramente Rubalcaba verá como injusto que, con todo lo que ha hecho y hace, haya gente en su partido -y mucha- que le recomienda apartarse y dejar paso a otros porque es un obstáculo. Pero el partido no es suyo. El electorado no le sigue en su política de oposición, suponiendo que sepa cuál es, bajo ningún concepto y tengo mis dudas de que, si algún día hace explícitas sus convicciones conservadoras, casi tan reaccionarias como las de su amigo Bono, acerca de la Monarquía, la Iglesia y la organización territorial de España, lo sigan muchos en su propio partido. Una situación tan sorprendente que, de ser mal pensados, podríamos decir que el secretario general tiene secuestrada la voluntad colectiva para actuar de aliado objetivo de los conservadores en las políticas frente a la crisis y mantener el sistema corrupto del turnismo de los partidos dinásticos.

(La imagen es una foto de Rubalcaba 38, bajo licencia Creative Commons).

La neofabla de la derecha.

Sendos estupendos artículos ayer en "El País", uno de Soledad Gallego-Díaz y otro de Juanjo Millás, curiosamente coincidentes en el fondo, aclaran muy bien el irritante carácter de la política española recurriendo a la idea de la "neolengua" orwelliana. La instrumentalización y desnaturalización de la lengua por el poder político. Orwell se ganó la inmortalidad al definir con ese término la retórica del poder (especialmente el dictatorial) y al describir su funcionamiento: se retuerce y pervierte el significado de los términos, hasta convertirlos en lo contrario de su enunciado.

- "En realidad", dirá un crítico, "tampoco es para tanto. Al fin y al cabo, es lo que generalmente entendemos por mentir, cosa que se hace en las mejores familias".

- "Ciertamente", respondería Orwell, "pero no basta con mentir. Es preciso que se sepa que es mentira y la gente haya de tragarla como verdad sabiendo que es mentira por imposición de la violencia, la fuerza bruta, la represión. Ese es el punto".

Efectivamente, el punto que tocan los dos artículos citados. Los políticos del PP tienen como norma mentir en público. Y no un mentir de andar por casa sino un mentir patente, clamoroso, descarada negación de la verdad. Algo a lo que no merece la pena contestar porque es obviamente falso, pero que degrada de tal modo el debate público que produce vergüenza. ¿Por qué? Porque es exactamente el método de comunicación del franquismo, que estos del PP llevan en sus corazones. La conciencia de la más absoluta impunidad y la inexistencia de cualquier oposición y crítica permitían que los franquistas mintieran cada vez que hablaban, pues nadie podía contradecirles. Si se pasaba hambre, las despensas estaban llenas; si frío, España rebosaba de producción energética y las sequías eran la obra de la Antiespaña. Les daba igual. Nadie podía decir nada. Y la gente estaba resignada a la idea de que la política y la mentira más desvergonzada eran todo uno.

Estas gentes actúan igual. A diferencia del tiempo de su mentor espiritual, ahora sí se puede decir algo. Decir. Pero no hacer. Aquí solo cabe hacer algo cada cuatro años. Entre tanto, los franquistas saben que pueden mentir impunemente porque si los críticos disponen de unos medios raquíticos para expresarse, ellos tienen una rozagante batería desde la cual sus creadores de opinión, esbirros ideológicos y tertulianos pagados suculentamente con dineros públicos, prolongan la mentira, la reiteran, la convierten en verdad mediante su inverecundia y su machaconeo. Y no solo se trata de un aparato de propaganda tradicional. También lo han adaptado a los tiempos digitales. El PP pastorea rebaños de opinadores, o sea trolls a sueldo, distribuidos por las redes para reiterar sus embustes, ocultar la verdad y atacar a los críticos. Un ejército de granujas de segunda fila, que complementan el trabajo de los periodistas mercenarios y aspiran a contarse entre tales lumbreras. De este modo, con este grado de proteccion, las mentiras y los embustes que sueltan pueden llegar a ser tan desmesurados y estúpidos que suspendan el ánimo. Algunos ejemplos:
  • Declara Cospedal que el PP ha conseguido garantizar los servicios sociales básicos" y eso al día siguiente de que el gobierno, por decreto, haya metido otro bocado al desempleo, dejando sin subsidio a los mayores de 55 años que cuenten con unos ingresos de más de 950€ en el entorno familiar. Es decir, han mermado la renta de las familias otra vez. Sin contar los cierres de servicios médicos, el despido de trabajadores públicos con la consiguiente degradación de los servicios y de la que ya hay en la red testimonios apabullantes. Es decir, garantizar quiere decir destrozar
  • .
  • Manifiesta Floriano que el PP es el partido más transparente de España y el que garantiza las pensiones. El PP, el partido involucrado hasta las cejas en los mayores casos de corrupción de la historia reciente: el caso Bárcenas, la trama Gürtel y los vistosos aledaños de los Matas, las Barberás y, por supuesto, el yerno. El gobierno se ha cargado por decreto el Pacto de Toledo, que es el que garantizaba las pensiones y las ha dejado en el alero y sin fondo de reserva. Es obvio que garantizar vuelve a ser destrozar y transparente quiere decir opaco
  • .
  • Si he de ir a alguna manifestación de Rajoy a la altura de las anteriores, no sabría con cuál quedarme: "No se pueden subir los impuestos en recesión". "No tocaré la sanidad ni la educacion". "No pienso dar ni un solo euro de dinero público a los bancos". Hay tantas que Wikipedia le ha dedicado una página Wikiquote, incluyendo algún que otro célebre lapsus que retrata al personaje en sus delirios y obsesiones, como aquel Quiero transmitir a los españoles un mensaje de esperanza. ETA es una gran nación; España, perdón, es una gran nación. No está claro si España es una nación o un conjunto de ellas, pues hay opiniones en ambos sentidos y en cuanto a lo de gran, pues, en fin, juzgue cada cual en el momento en que la gran Nación teme que se le aplique un "corralito" a lo chipriota. Pero no importa: se suelta la mentira con gran pompa que ya se encargará de repetirla por doquier la caterva de paniaguados del pesebre ideológico.

 
Adelantada de la Cristiandad.
 
Parece que el gobierno ha decidido enviar una copiosa delegación de alto nivel al sacré del Papa. Irán los Príncipes de Asturias, Rajoy, García Margallo, Gallardón, Fernández Díaz con sus correspondientes familiares, séquitos, asesores, guardaespaldas, etc, una tropa que estará alojada dos días en hoteles de alto copete de Roma, a costa del contribuyente, o sea, de usted y de mí que ya no podemos viajar ni a Cercedilla, pero hemos de sufragar estos ridículos dispendios. Añádanse a ello los desplazamientos de las solícitas jerarquías, también costeados por el erario público.

Palinuro no recurrirá al manido al César lo que es del César, etc, pero se permite señalar un punto poco citado: Cristo hablaba del César o de Augusto, mandatarios frugales, no de Nabucodonosor o de Jerjes. Porque la delegación española tiene la vacua pompa y el boato de la de un sátrapa persa. No me extraña que la intensa fe de los ministros de Justicia e Interior los incite a peregrinar a Roma en momento tan señalado. Pero que se lo paguen de su bolsillo pues el Estado español, en principio, no tiene religión. De su bolsillo deben pagárselo asimismo todos los demás acompañantes que no sean el Príncipe de Asturias y el presidente del gobierno, en atención al carácter de Estado que tiene la Santa Sede. La última monarquía absoluta de Europa y el Estado más misógino del planeta.

diumenge, 17 de març del 2013

La destrucción del pacto social.

Desde el principio estuvo claro que la derecha venía a desmantelar el Estado del bienestar en cuanto dispensador de bienes no mercantilizados. Las doctrinas empresariales aplicadas a la administración pública dan dos conclusiones: los servicios deficitarios se cierran; los no deficitarios se privatizan. Así pueden seguir bajándose los impuestos, que es de lo que se trata. El dinero, dicen, está mejor en los bolsillos de la gente. La gente que tiene bolsillos, claro. No hay razón para que los de los bolsillos hayan de financiar un Estado providencia que despilfarra el dinero en cuidarse de los sectores no productivos de la sociedad: los parados, los enfermos, los dependientes, los jubilados. Que cada cual aguante su vela y el capital a la rapiña con la ayuda de los gobernantes corruptos.

No estaba tan claro al principio que, además del Estado del bienestar, el propio Estado de derecho se vería atacado. Las drásticas medidas de recortes se imponen por decreto. El legislativo carece de poder no ya para controlar el gobierno sino hasta para legislar, pues lo hace aquel. No controlado de modo efectivo en la cámara, el Gobierno no se siente en la obligación de dar cuenta de sus actos ante ningún foro. Aplica una doble política de silencio y mentira. El silencio afecta a la corrupción: el nombre de Bárcenas no se pronuncia; no hay declaraciones sobre el problema. Solamente las incidencias procesales. Es como si el gobierno, en este asunto, se despojara de su condición pública y se convirtiera en un ente privado que lucha por sus intereses en los tribunales. Sin ningún lazo entre ambos, sin explicación alguna.

La mentira afecta a las declaraciones institucionales. La última, la información de Rajoy de que el déficit de 2012 es del 6,7% cuando, si no se maquillan las cuentas, resulta ser del 10,2%. El recurso a la mentira es estructural. Rajoy admitió públicamente haberse servido de ella. El valor de los pronunciamientos de las autoridades es nulo porque probablemente serán falsos. El poder confía en que sus medios de comunicación crearán, como hacen, el clima de opinión capaz de admitir la mentira como forma de expresarse de aquel. Es lo de "son todos iguales",  "la clase política" y otras falacias. En estas condiciones el debate se degrada a extremos inimaginables incompatibles incluso no ya con las convenciones democráticas sino con el mero intercambio civilizado.

Por si fuera poco, el partido del gobierno parece recurrir a la intoxicación de las redes sociales. El descubrimiento de ese llamado lapsus mail demuestra que el PP tiene adiestradas nubes de trolls en las redes a los que adoctrina con argumentarios. Este comportamiento rompe todo criterio de "juego limpio" que es propio del Estado de derecho.

Además del Estado de derecho, el ataque se dirige al mismo pacto que hace posible el orden social. El corralito chipriota lo deja bien claro. El gobierno español recurre por enésima vez a la mentira afirmando que se trata de una buena medida y no puede hablarse de Corralito. No hay inconveniente. Tengo otro nombre para el "impuesto excepcional y extraordinario" chipriota: confiscación. Lo que está claro, a raíz de este atraco por sorpresa del gobierno y la troika, es que la propiedad privada no está garantizada en Chipre. Ni en España en donde, probablemente, el gobierno esté preparándose para meter la mano en el famoso bolsillo de los ciudadanos para hacer lo que hace siempre desde que comenzó esta legislatura: robarles. Si los ciudadanos pueden ser sometidos a exacciones arbitrarias del poder político en connivencia con unos prestamistas extranjeros no solo el Estado de derechs sino el mismo fundamento de la sociedad quiebra al quebrar el carácter sacrosanto de la propiedad privada. Al menos, desde el punto de vista precisamente de quienes perpetran los atracos.

Por supuesto, no habría inconveniente en suscribir una aportación general, popular, para salir de la crisis siempre que esa aportación se hubiera decidido democráticamente, tras deliberación y no por imposición foránea. Pero además, y sobre todo, sería admisible si diera a la gente la posibilidad de controlar aquellos bancos que se ve obligada a rescatar. Si se reconoce que una de las causas de la crisis es la mala gestión de la banca raya en lo estúpido sacarla de la quiebra para dejarla en las mismas manos que la llevaron a ella.

Pero ese no es el criterio de la derecha que acude al célebre principio de socializar las pérdidas y privatizar los beneficios.

(La imagen es una foto de La Moncloa en el dominio público).

dissabte, 16 de març del 2013

Gobernar mintiendo.

No vi Jaguar alguno en el garaje de mi casa.- Crearemos 3.500.000 de empleos.- Pagamos el finiquito en diferido.- Cuando yo gobierne bajará el paro.- Naturalmente que me pago mis trajes.- Yo haré en España lo que Matas en Baleares y Camps en Valencia.- Ese señor no tiene nada que ver con el PP.- Todo es falso excepto alguna cosa.- Jamás tocaré la sanidad ni la educación, son las líneas rojas.- Es una regulación de activos financieros, no se amnistían delitos.- El déficit de 2012 fue del 6,7% del PIB, no del 10,2% como dice la Leyenda Negra.- El PP es el partido de los trabajadores.- Hay que modular el derecho de manifestación.- ¡Que se jodan! Nos querellaremos contra todos los que difundan las calumnias de Bárcenas.- Jamás he cobrado dinero en negro: muestro mi declaración de la renta.- Nadie podrá demostrar nunca que Bárcenas no es inocente.- El PP es el partido más transparente.- ¡Se acabaron las mamandurrias! El cristianismo ha traído la libertad a Occidente.- Mis negocios no son incompatibles con mi puesto de presidente Balear porque yo no mando.- Lo siento, me he equivocado, no volverá a suceder.- Miro mi cuenta a fin de mes porque lo necesito.- Esperanza Aguirre es cojonuda. No he cumplido mi palabra, pero sí mi deber.- La educación segregada no es descriminatoria.- Tengo los problemas que tienen los ciudadanos.- ¿Que cuanto gano? Más que usted.- Carromero es un héroe en la lucha por la libertad.- Los médicos van a las urgencias a dormir.-  Si los funcionarios no fueran a trabajar saldría más barato.- Para eliminar la "violencia estructural" sobre las mujeres hay que prohibirles abortar.- Los parados se compran televisiones de plasma.- Muchas veces no llego a fin de mes.- Los profesores no trabajan.- Pregúntenle a pío, pío, pío.- No subiré el IVA de los chuches.- No tocaré las pensiones.- Los ciudadanos deben pagar tasas para que la Justicia sea gratuita.- También deben pagar medicamentos para que lo sea la sanidad.- Los jóvenes se van al extranjero no por necesidad sino a hacer auto-stop.- Yo no hago lo que no llevo en mi programa electoral.- Hay que trabajar más y ganar menos.- La culpa es de la herencia recibida.- La libertad de expresión debe tener límites.- El matrimonio homosexual hace peligrar la supervivencia de la especie.- Son los niños los que provocan la pederastia.-  El aeropuerto de Castellón no es para los aviones, sino para las personas. En Ourense, la oficina de empleo es Baltar.- En Eurovegas, lo es el alcalde del PP.- La Infanta no tiene nada que ver con Noos.- El Rey tampoco tiene nada que ver con Urdangarin, ni con la infanta, ni con Corinna.- No nos constan los sobre en el PP.- ¿Bárcenas? ¿Quién es Bárcenas? Todos los políticos reciben regalos. No privatizamos servicios: los racionalizamos.- En el PP, el que la hace la paga.- El PP es incompatible con la corrupción.-

La peineta y el reino.

Olvídense de las cuitas del déficit, del impacto de la corrupción sobre la legitimidad de las instituciones. Hagan caso omiso del desmantelamiento del Estado del bienestar e ignoren el desvergonzado clima de propaganda de las autoridades y sus medios al insistir en que el desmantelamiento es conservación y robustecimiento del sistema de servicios públicos. No se den por enterados de la concepcion descaradamente patrimonial de la administración, basada en el expolio de lo público en beneficio de intereses privados todo ello sembrado de enchufismo. Son futesas. El símbolo definitivo es el del dedo enhiesto, la peineta. Ahí está BB (Bomba Bárcenas) al regreso de unas vacaciones merecidas por su intenso trabajo, esperado por las turbas periodísticas, haciendo una robusta peineta al mundo entero, al país, al gobierno, a su presidente. En esa peineta se resume la rebelión de la sentina del buque contra el puente de mando. Ese dedo, digno de un Moisés de Miguel Ángel, y ese gesto desafiante son la iconografía del momento.

Y no solo de este momento sino de muchos otros. El hoy embajador Trillo se marcaba una peineta como esquinada con motivo de algún jolgorio oficial de la Comunidad valenciana que le salió agrio por las protestas. Lleva una mano sobre el hombro del entonces presidente Camps, el protagonista de uno de los episodios más cómicos y cutres de las corruptelas españolas, al modo en que se toca el santo. Se escorza a la izquierda con una sonrisa que da grima y muestra el tieso dedo, la peineta esencial de la política española en el concepto de la derecha. Esos son los gestos que perduran en la historia. Definen al personaje y complemetan aquel estentóreo ¡Viva Honduras! ¡Viva Honduras con peineta! Juegos de manos, juegos de villanos. Y así va la cosa en el solar patrio: de jayanes mostrando la peineta a la concurrencia. Es esta, señora, tierra de bravos. No manca finezza, como decía Fanfani. Manca forza, manca bravura!

Debe reconocerse en honor a la verdad que no toda peineta de la derecha tiene ese aspecto entre vulgar y jesuítico. También hay una gloriosa peineta neoliberal en el contexto de Alma Mater. Ahí es nada ese perfil aguileño recortado a buril sobre la puerta del Aula Magna y ese dedo enhiesto en forma tan poco frecuente. El líder es único hasta para construir la peineta. Esas falanges que se doblan sumisas ante la superioridad del Jefe son prueba clara de lo que llaman "comunicación no verbal". Es el halcón mirando a las palomas con ojo depredador. Y al otro lado, fuera de campo, pues este está determinado por la peineta aznarina, unos estudiantes protestando contra la presencia allí del profesor de Georgetown. Es una peineta en passant. La gloria y el triunfo haciéndosela a los protestatarios, los envidiosos, los fracasados.

La testa coronada de España también hace la peineta con donosura. Es una muestra de ese carácter campechano y populachero de los Borbones y que tanto los hermana con sus amados pueblos o tal cosa afirman los cortesanos. Es una peineta real o Peineta King Size. Coincide además con un gesto amable de la Reina, una palma alzada medio a la romana y medio a lo siux que sirve para demostrar dos cosas: la primera, que la Reina es una dama; la segunda, que es un matrimonio maravillosamente concertado y seguramente bien avenido. Hay una evidente continuidad entre el gesto de Bárcenas y el del Rey. Es la línea de mando del orden constituido. Una jerarquía que arranca de la sentina y llega hasta la cúpula del Estado, todos con el dedo erguido. Los estudiantes, los periodistas, los vascos, los ciudadanos en general, peineta.

Faltan algunas peinetas en la galería, especialmente la empresarial, la eclesiástica y la bancaria. Pero no es difícil imaginarlas. Son las imaginarias peinetas de un Díaz Ferrán, un Rouco Varela o un Rodrigo Rato. ¿Los clientes, los trabajadores, los fieles, los creyentes, los impositores, los accionistas? ¡Peineta, hombre, peineta! Y, ya puestos, peineta a los suicidas. "No haberse endeudado", como decía una exministra socialista de la Vivienda, la que coincidió con la burbuja inmobiliaria y no hizo nada por pararla o lo que hizo no lo consiguió

En el repertorio de gestos políticos, ¿qué lugar ocupa la peineta? No es el puño levantado, que remite a la guerra de clases, ni el saludo brazo en alto, alborada de imperios. No; es un gesto más concreto, más de tú a tú, menos ampuloso, es un "te jodes, que tú estás ahí, pegando berridos y yo hago lo que me cantan las partes. ¿Comprendido, pringao?"

(Las imágenes proceden de la red. No he conseguido establecer la autoría. Palinuro no tiene inconveniente en atribuir la autoría que corresponda, ni tampoco en retirar la imagen si el autor así lo desea y en substituirla por un enlace a su sitio original).

divendres, 15 de març del 2013

El silencio.

El silencio goza de buena fama. Se lo asocia a la prudencia, la sensatez, el recogimiento, la reflexión. Siempre recuerdo la leyenda del famoso autorretrato de Salvator Rosa: Calla salvo si lo que tienes que decir es mejor que el silencio. Pues es de este silencio del que se trata aquí: la ausencia de palabra, no de ruido. Podemos no oír el ruido. Según los pitagóricos, llamamos silencio al sonido de las esferas celestes que todo lo invade. Es mucho más difícil no oír las palabras. Estas nos entran provistas de un salvoconducto poderosísimo, el significado. Oímos con el pensamiento, con la conciencia, con el juicio. Oímos y, a continuación, interpretamos, juzgamos. Así que el silencio está sobrevalorado. Hay silencios muy reprochables.

Del nuevo Papa se dice que colaboró con la dictadura de Videla. Pérez Esquivel ha salido en su defensa negando cualquier vínculo del Papa con la dictadura argentina y Pérez Esquivel sabe de lo que habla. Lo de si administró o no la eucaristía a Videla me parece asunto menor. Si acaso remite a la congruencia de la conciencia religiosa de cada cual. Está claro que Videla comulgaría de cualquier forma, le administrara el sacramento uno u otro cura. Administrar sacramentos, uno de los ritos ordinarios de la Iglesia, no parece razón suficiente para vincularla con las actividades políticas de los comulgantes.

Lo llamativo y lo problemático es el silencio del superior de los jesuitas, Bergoglio, ante los desmanes de la dictadura genocida. El hoy Papa declaró en su día que intercedió un par de veces ante Videla en favor de unos clérigos. Pero eso no es romper el silencio ante la injusticia. No puede equivaler a una declaración pública de la Iglesia argentina de repudio y condena de la dictadura militar. Y ahí el silencio fue espeso como el alquitrán. Al contrario, lo que parece haber sucedido es que Francisco propició el silencio de la Iglesia por temor a un triunfo del marxismo. De ser así, desde luego, el pntificado de Francisco arranca bajo la sombra de la sospecha.

Silencio es también lo que ha ordenado el presidente del gobierno con respecto al asunto Bárcenas. Silencio. Omertà. Todos callados. Ya escampará. Ni mencionar se puede el nombre del réprobo de forma que en lugar de Bárcenas se ha oido hablar de esa persona, ese individuo, el extesorero. Otro silencio culpable. Pero no acerca de asuntos de hace treinta o cuarenta años sino de realidades actuales, cotidianas. El gobierno no puede responder con el silencio al alud de acusaciones que se le ha venido encima como gobierno y como partido.  Según los papeles incriminatorios este lleva años financiándose de modo ilegal. Cabe pensar que esa ilegalidad reiterada es la que le ha dado las victorias electorales.

Silencio era la respuesta a la creciente demanda de acción respecto a los desahucios, hasta que se ha visto roto por dos vías. La primera, los 1.400.000 votos que Ada Colau puso sobre la mesa en el Congreso para forzar la consideración de una iniciativa legislativa popular sobre desahucios. La segunda, la sentencia del Tribunal Europeo de Justicia declarando ilegal la legislación hipotecaria española.

Silencio y silencio moralmente reprobable es el que afecta a las decenas de miles de compatriotas que aún yacen en fosas comunes en las cunetas de España desde la insania del franquismo. Un silencio cada vez más insoportable porque está artificialmente mantenido por los herederos ideológicos de sus asesinos que siguen sin condenar los asesinatos.

El silencio no es admisible. Hay que romperlo. Hay que obligar a los poderes públicos a dar razón de sus actos. Mientras el gobierno se niegue a hablar, a rendir cuentas, carecerá de autoridad para ejercer su tarea.

(La imagen es una foto de presidencia.gov.ar, bajo licencia Creative Commons).

dijous, 14 de març del 2013

El PSOE no se encuentra.

Ley ineluctable: todo cuanto puede ir a peor, va a peor. Versión popular: al perro flaco todo se le vuelven pulgas. Corolario moralizante: no hagáis leña del árbol caído.

En sus declaraciones, Pérez Tapias no dice nada que no sepa todo el mundo. La inoperancia como oposición, los conflictos con los conmilitones catalanes y gallegos y las meteduras garrafales de pata como la de Ponferrada tienen a los socialistas en una situación de irritado desconcierto. Reciben caña por todos lados y no se ven capaces de responder. La conclusión de Tapias es también compartida: el liderazgo de Rubalcaba está muy erosionado. Mucho. En realidad, es inexistente. Pero los de Izquierda Socialista (IS), con gesto caballeresco, reconocen que deben lealtad al líder que eligieron.

Lealtad es un buen término. Con él se mide el poder. ¿Quién es más leal, quien repite muy bueno lo tuyo, jefe, aunque sea un desastre o quien avisa del desastre? Eso, a su vez, depende de en nombre de qué se ejerza ese poder. Si se ejerce en provecho propio, el leal es el pelota. Si se ejerce en nombre de una idea, el leal es el crítico. Como siempre en política, muy complicado y muy claro al mismo tiempo.

Dicen los de IS que el PSOE tiene que encontrar un nuevo lenguaje y proponen substituir la conferencia política de octubre por un congreso extraordinario. Va de suyo que en este último, además de redactar un programa nuevo en un lenguaje nuevo, se elige un líder que lo hable.

El PSOE tiene que elaborar un discurso en donde clarifique su actitud con respecto a varios asuntos esenciales de la Constitución (dando por supuesto que se propone su reforma del alcance necesario), la Monarquía, la separación de la Iglesia y el Estado y la planta territorial de este, comprendida la cuestión de la autodeterminación. Incluso deben pronunciarse sobre el llamado proceso constituyente. Están en lo cierto los de IS: no se trata de asuntos para dictámenes de expertos sino de decisiones políticas que debe tomar el partido. No su secretario general.

Humilde y mínimo.

Después de dos o tres fumate nere, fumata bianca. Habemus Papam. Se ha bautizado en el solio de San Pedro como Francisco. No Francisco I, cual le correspondería al serlo; sin duda por tacto gálico. Hasta ahora el gran Francisco I de la historia es Francisco I Capeto, también conocido como Francisco El narizotas y a quien Carlos I llamaba primo porque pasó media vida combatiéndolo. Así pues Francisco a secas. Por no emular al Rey, prefiere emular al Santo de Asís. El primer jesuita papa se nos hace franciscano. Seguramente esto quiere decir mucho en el inefable lenguaje de la Iglesia. Al parecer en su tierra era conocido como el cardenal de los pobres. Es lógico que, al aumentar su parroquia, aumente su rango.

Los medios, sobre todo internet, ferozmente aferrados al tiempo real, el directo y la hemeroteca, han exprimido una biografía de Jorge Mario Bergoglio en un par de horas. Ya se sabe que es conservador y furibundamente contrario al matrimonio homo. Tampoco es saber mucho. No me parece que se pueda esperar otra cosa de los curas, desde los diáconos a los sumos pontífices. Más vidrioso es el asunto del comportamiento con la dictadura de los espadones. Porque es la dictadura de los desaparecidos, los torturados, los robos de niños, los vuelos de la muerte. Circula por la red una foto en la que parece verse a Bergoglio administrando la comunión a Videla. No es seguro que sea él, aunque se le parece mucho. Tampoco estoy seguro de si este mero hecho convierte al prelado en colaboracionista de la dictadura. También circulan textos en los que, si no como colaborador, aparece como encubridor. La veracidad de estos datos se aquilatará en poco tiempo y será el momento de preguntarse por el alcance de los hechos, si los ha habido. Porque, obviamente, colaborar con la dictadura de Videla (en el robo de niños, por ejemplo) o encubrirla cuando se tienen cuarenta o cincuenta años y se es obispo o cardenal no es lo mismo que haber pertenecido a la Hitlerjugend cuando se tenían dieciséis o diececiocho y no se era nada o se era seminarista.

En fin, el Vaticano, ensimismado en sus turbulencias internas. Coincido sin embargo con la hermana Teresa Forcades, médico, teóloga y benedictina en que lo más urgente para la Iglesia ahora es renovarse y, en concreto, plantearse su actitud hacia las mujeres. Por cuanto sabemos eso será lo último que haga la Iglesia católica, probablemente la organización más misógina del mundo. No es la suya una actitud de ignorancia o aprovechamiento y explotación de las mujeres, como suele darse. Es una actitud de hostilidad o de odio. La mujer es el vaso del diablo. El celibato del clero puede entenderse como una muestra de esa enemistad. La renuncia al trato carnal simboliza el repudio a las mujeres en la única función que la Iglesia les reconoce a regañadientes: la reproductiva.

Hacer justicia a las mujeres es, en efecto, una tarea urgente de la Iglesia. Pero esta hará ver a la hermana Forcades, si no es ya plenamente consciente de ello, que el significado de "urgente" para una organización que se considera eterna carece de perentoriedad. Dios dispone de todo el tiempo. ¿Cómo urgirlo? Y ojo al pecado de soberbia. ¿Quién como Dios?

dimecres, 13 de març del 2013

Rajoy habla francés.

Los sempiternos maledicentes del Reino hacen chirigota de las escasas habilidades de Rajoy para las lenguas extranjeras. Es imposible, se burlan los plumillas, que quien no habla ni pronuncia bien su propia lengua pronuncie o hable bien la del prójimo. Zapatero era un convidado de piedra en las reuniones al otro lado de los Pirineos, en cuanto se comenzaba a hablar en esa jerigonza incomprensible del inglés. Pero, al menos, en español se le entendía. Rajoy es otra cosa y a lo mejor es por lo que se niega a que le hagan preguntas. No porque no tenga nada que responder sino porque no sabe cómo hacerlo.

Todo eso son infundios movidos por la envidia. A ver si no se entiende a la maravilla al presidente cuando da por superada "la enorme crisis financiera y de deuda pública". Con los responsables de los sindicatos y el patrón de los patrones presentes, Rajoy inicia la senda de la recuperación en el marco de la Estrategia de Emprendimiento y Empleo Joven 2013-2016, una improvisación más en su carrera de fantasmadas, un caos sin financiación; nada. Se trata, en su opinión, sin embargo, de un hito que en el futuro permitirá ver cómo el primer trimestre de 2013 tuvo lugar el take off, el despegue de la economía, gracias a las acertadas, aunque dolorosas, medidas de su gobierno.

Justo en el mismo momento, Hollande, el presidente de la República francesa, proclamaba muy ufano que que lo peor de la crisis ha pasado, gracias a las políticas de su gobierno que "ha logrado más en diez meses que otros Gobiernos anteriores en diez años". Es el tradicional sentido francés de la modestia. Bueno, refunfuñan los españoles, pero el gabacho no ha cumplido el objetivo del déficit pues este está en el 3,7% del PIB y debería estar en el 3%.

Ya hablaremos de esto de que los franceses y alemanes incumplan los objetivos del déficit cuando les place pero aprieten a los demás y no les dejen hacer lo mismo. El caso es que, con estar mal, Francia tiene un déficit del 3,7% y una tasa de paro del 10,7%, algo con lo que los españoles ni sueñan. No importa, según Rajoy, estamos saliendo de la crisis, igual que los franceses. Nuestro déficit es del 10,2% del PIB antes de maquillarlo y del 6,7% después de hacerlo y es la cifra con la que el presidente pretende engañar a una opinión que está al cabo de la calle. Con un desempleo del 26% y prácticamente todas las magnitudes a la baja, incluido el crecimiento negativo del PIB, hablar de recuperación carece de todo fundamento. Ciertamente -y a ello se aferra el gobierno- pagamos menos intereses que los italianos. Pero se olvida que los italianos están sin gobierno, lo cual es una situación que los mercados suelen castigar. Entienden que no estar gobernados es peor que estarlo por Rajoy. Algo altamente cuestionable.

Vamos, que el gobierno ya no se atreve a hablar de brotes verdes pero sigue hablando de brotes verdes. De Bárcenas, ni pío. Bárcenas, el hombre de los mil papeles. Cospedal piensa haber sido rehabilitada por el espaldarazo de un Rajoy que huyó por la puerta trasera en enésima manifestación de su proverbial valentía. Pero está muy tocada por la famosa comparecencia del finiquito en diferido. Su carácter agresivo y el más que probable recrudecimiento del caso Bárcenas, le harán meterse en un nuevo lío.

Por más que pretendan distraer la opinión, el meollo de la política española hoy es la corrupción y el caso Bárcenas y la evidente responsabilidad política de Rajoy, como presidente del partido y del gobierno, no puede ocultarse tras un injustificado triunfalismo.

(La imagen es una captura del vídeo La Moncloa en el dominio público).

dimarts, 12 de març del 2013

Gobernar por la puerta trasera.

Rajoy ha hecho una de sus peculiares comparecencias en el Forum Europa en apoyo de Dolores de Cospedal. Ni una declaración; ni una respuesta a una sola pregunta; ni una pregunta. Llegó, soltó lo que quería decir y puso pies en polvorosa por una puerta trasera del Ritz. ¿No se dan ustedes cuenta de que la situación es insostenible? ¿No ven ustedes que no es de recibo tener un presidente obligado a salir de los actos públicos por la puerta de servicio? Según noticias fue a apoyar a la secretaria general, acosada en el interior de su partido. ¿Qué apoyo puede prestar un presidente que se escurre camino de la salida?

Un gobierno serio no puede embarcarse en procedimientos judiciales luchando por su supervivencia. Forzosamente desatiende sus funciones originarias y causa un daño a la comunidad. Pero hay más. El destrozo puede alcanzar los fundamentos mismos del Estado de derecho. Leo en un magnífico artículo de Gonzalo Boye Tuset en el diario.es, titulado La estrategia del PP para desinflar el caso Bárcenas la estrategia judicial que está desplegando el gobierno directamente y por medio del partido para dejar en nada el caso Bárcenas. En él se nos explica que: Poco más hay que decir sobre cómo se ha estructurado una línea de defensa que impida que los denominados "papeles de Bárcenas" pueda dañar irremediablemente al Partido Popular. Se han puesto en funcionamiento todos los resortes del Estado, que además como Gobierno responderían a sus directrices, para impedir que "acusaciones populares" pudiesen formar una investigación que permitiese aclarar la verdad y que demostrase que todo esto es uno de los mayores escándalos de la historia reciente de España.

Implementar toda esta estrategia no sólo requiere de una mente jurídica privilegiada como para poderla diseñar sino, también, aunar muchas voluntades diversas pero coincidentes en algo: confunden el Estado de Derecho y lo que es la separación de poderes con un servilismo indigno de un estado democrático y, además, pervertir el uso de la "acusación popular", concebida como participación directa de la sociedad civil en la administración de Justicia.

Mientras todo esto sucede sin que muchos se den cuenta y otros miren a ninguna parte, todos dicen que Rajoy permanece inactivo; si a esto se le llama inactividad entonces no sabemos qué podría pasar el día que se ponga en movimiento.
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Está claro: la actividad del gobierno (que controla, entre otras cosas la Fiscalía) y la de su partido y sus gentes presentando demandas civiles y constituyéndose en partes en los procesos abiertos es una actividad si no ilegal, profundamente inmoral, porque rompe el principio de que no se puede ser juez y parte. Los procedimientos versan sobre actividades del propio partido y, supuestamente, en concreto de su presidente. Mientras este gobierno y su partido sigan personados como demandantes allí en donde son demandados o acusación allí en donde sean acusados, no habrá verdadero Estado de derecho en España. Que el gobierno ponga por encima de la ley el mismo gobierno utilizando para ello todos los resortes del Estado es algo inadmisible, pero probable.

Además, la estrategia puramente judicial será portentosa, como dice Boye, pero dura tanto como la arboladura de un velero en la tormenta. Apenas se ha pensado un plan de acción cuando el panorama se complica extraordinariamente con la imputación del juez Gómez Bermúdez a Bárcenas y también a a los principales constructores del país que hicieron presuntamente generosos donativos al PP a cambio de la concesión irregular de contratas públicas.Y esto no es moco de pavo. Hace años que el PP viene financiádose de modo presuntamente ilegal, ingresando cantidades indebidas que luego invertía en atender a las campañas electorales y en llenar los bolsillos de un selecto club de dirigentes a los que se repartía dinero en B en sobres. Entre ellos, supuestamente, Rajoy.

En realidad, el gobierno debe una explicación política en sede parlamentaria. La financiación irregular de las campañas electorales del PP, como en los casos de dopage del deporte, deslegitiman los triunfos obtenidos. El PP los consiguió, según parece, haciendo trampas. Toca explicarse; no dar la callada por respuesta. Toca aclarar lo sucedido; no decretar una ley del silencio sobre los hechos. Toca dimitir.

La oposición, como siempre, en silencio, enredada en ese penoso asunto de Ponferrada, a raíz del cual, por supuesto, no dimite nadie. Aunque sea de señalar que, cuando menos, el secretario de organización, habiendo cargado en solitario con la responsabilidad del entuerto, ha ofrecido resignar el cargo. Pero su partido lo confirma. Aparte de ello, podía retornar a su función, pedir la dimisión de Rajoy y presentar una moción de censura. 

Repito: no es de recibo un gobierno cuyo presidente se ve obligado a abandonar los actos públicos por la puerta trasera para no dar la cara ante unos ciudadanos que protestan pacíficamente por sus políticas.

(La imagen es una captura del vídeo sobre el Forum Europa de La Moncloa en el dominio público).

Más sobre la desobediencia en Sol.

Incluyo aquí una magnífica crónica de Isabel Paz acerca de la intervención de Palinuro en la jornada de la Uni en la calle y a la que pertenece la foto de la imagen. La ha publicado en su blog El mundo es un pañuelo, que está en licencia Creative Commons, como Palinuro. Me felicito doblemente: porque la crónica es fabulosa, con una visión literaria y unas fotos estupendas y porque su contenido viene a corroborar lo que contaba servidor en una entrada anterior. Andar allí a vueltas con el Padre Mariana, el tiranicidio, la expulsión de los jesuitas, la legitimidad, la legalidad y el derecho de resistencia fue una experiencia inolvidable. Somos parte de una trayectoria secular que cuenta con gloriosos antecedentes, la resistencia de las sufragistas y los abolicionistas, la desobediencia civil de Thoreau y el Mahatma Gandhi, Rosa Parks y la lucha por los derechos civiles de los negros en los Estados Unidos, la de la guerra del Viet Nam, la de la caída de los regímenes comunistas, los foros sociales y hasta hoy. Nosotros tampoco dimitimos.

Al fondo, Rodilla vendía sus sándwiches.

dilluns, 11 de març del 2013

Muy mal rollo.

Escándalo tras escándalo, metedura de pata tras metedura de pata, los dos partidos dinásticos están enzarzados en problemas propios, sin tiempo para ocuparse de los de la colectividad. Así como cuando los medios se atacan mutuamente y se convierten en noticias los consumidores tienen la impresión de que están burlándose de ellos, cuando los partidos se ensimisman en sus trifulcas, la ciudadanía se siente estafada. Por eso se echa a la calle casi de modo permanente y multitudinario en una movilización continua. Aunque con moderado éxito por ahora pues, según el bucle señalado, los medios prefieren informar de las aventuras de los partidos.

El asunto de Ponferrada es la enésima prueba de que la dirección del PSOE lleva más de un año sin recomponerse de la derrota del 20-N y sin saber por dónde sopla el viento. Rubalcaba impuso un plan de reconstitución ideológica del partido hasta octubre, creyendo ganar así un tiempo muerto y aplazar la cuestión del liderazgo. Ha conseguido lo contrario: la cuestión del liderazgo está viva y la reconstitución ideológica está pasando sin pena ni gloria. El saber no puede instrumentalizarse, buena gente, ni destilarse en un matraz. Hay que ir a buscarlo a la realidad, enfrentándose a ella como es, explicándola, no ignorándola o soslayándola. El PSOE está hecho unos zorros y no dejará de estarlo porque un cónclave se saque de la minerva un nuevo programa. Si reconoce haber hecho mal las cosas en su último gobierno, está obligado a aclarar cuáles, por qué y cómo propone ponerles remedio.

Pero la dirección socialista actual tiene pendientes explicaciones de mayor calado. En el fuego de la política cotidiana, el PSOE aparece como un partido monárquico y centralista y aunque con una pátina de federalismo, cerrado en banda a la idea de la autodeterminación. Y estas actitudes tan extremas, ¿cuándo las adoptó como partido? ¿Cuándo, en qué congreso se llegó a la conclusión de convertirse en partido dinástico? ¿Cuándo se dijo que el derecho de autodeterminación no existe? ¿O es que la opinión del partido es la de su secretario general? Negarse a clarificar estas cuestiones por intereses electorales es tan contraproducente como ocultar un problema de liderazgo detrás de una refundación ideológica. Para no existir, el derecho de autodeterminación goza de cuantioso apoyo. Y, lo que es más grave, en el seno del mismo partido cuya fortuna electoral pretende asegurarse.

Se quiera o no, el derecho de autodeterminación es una realidad. Y es fuerza hablar sobre ella, so pena de admitir que hay cuestiones sociales y políticas indiscutibles, sobre las que no está permitido opinar. Hay, además, una tarea de clarificación urgente. Los mismos que niegan el derecho de autodeterminación a los catalanes se lo reconocen a los saharauis. ¡Ah! dicen, pero no son situaciones comparables. Bueno, igualmente lo niegan en Gibraltar, pero lo afirman en Ceuta y Melilla y tienen que tragárselo en el caso de Escocia y, por supuesto, de las Malvinas. Vuelven las situaciones a no ser las mismas. Pero ¿qué quiere decir que las situaciones no sean las mismas? En el fondo, nada. Ninguna realidad humana es igual a otra. Por eso hay que ir más allá de la casuística y apuntar a cuestiones de principios. El de la autodeterminación se basa en el derecho de la gente a decidir por su cuenta. Ahora, ¿cuál es el argumento en contra de este principio? ¿El statu quo? En la medida en que este abriga un conflicto constitucional permanente, ¿no está obligada la izquierda a buscar alguna solución que no sea formar piña con la derecha y su concepto de la intangibilidad de la Patria?

Hace unos días, un militar dijo que la Patria está por encima de la democracia. Cámbiese "democracia" por "socialismo" y ya tenemos dos almas gemelas. En efecto, de la Patria no se discute y el derecho de autodeterminación no existe. Hay que dejarse de maximalismos vacuos y atender a los problemas reales de la gente. Pero la excusa de concentrarse en la política del momento no funciona porque, en este marasmo de falta de relevancia, ni de la política del momento puede ocuparse la dirección. La prueba, Ponferrada. Estoy convencido de la buena fe de Rubalcaba cuando adopta sus decisiones. Pero también lo estoy de otros dos aspectos. De un lado, no da la talla de secretario general para el PSOE de hoy. Lleva muchos años siendo segundo y su promoción a la secretaría lo ha ascendido a su máximo nivel de incompetencia. De otro, es un temnperamente muy conservador, con una fuerte vena de nacionalismo español. No por casualidad se contaba en el séquito de Bono cuando este aspiró a su vez a la secretaría general. Es cuestionable, sin embargo, que un secretario general haga pasar sus convicciones personales por política del partido, hasta el punto de convertirlo en eso, en un partido dinástico. Muy cuestionable.

Resulta así que el partido está a la izquierda de su dirección, pero esta no quiere reconocerlo. Con lo cual obstaculiza la tarea hoy más importante, volver a conectar el partido con la sociedad. Siendo ministro del Interior, Rubalcaba actuó con sensibilidad y cordura y, salvada una primera reacción violenta, fruto de la inexperiencia, supo entender que la cuestión de los indignados no era una de orden público. Ahora, in embargo, el PSOE no parece haber sido capaz de tender puente alguno con esos indignados. Pero la parte más consciente y más valiosa de nuestra sociedad está ahí y, valiéndose de las redes, se quedará. Surge así un terreno nuevo de la acción política de la que el PSOE como tal no sabe nada. 

La renovación solo vendrá con el relevo en el liderazgo. Cuanto más se retrase, peor.

(La imagen es una foto de Rubalcaba38, bajo licencia Creative Commons).

diumenge, 10 de març del 2013

La desobediencia en Sol.

Finalmente, Palinuro estuvo en la Puerta del Sol, disciplinadamente, como se le había dicho, a la muy lorquiana hora de las cinco de la tarde. Pero solo le dieron paso a las seis y media. Durante todo el día los dioses fueron magnánimos con la jornada de la Uni en la calle y nos regalaron un día soleado. No obstante, entre seis y media y ocho y media ya se notaba el relente. Pero allí aguantamos estoicamente un montón de personal hablando de nuestros asuntos y preocupaciones. Muchas gracias a quienes asistieron. Hacía siglos que no me sentía hermanado con tanta y tan diversa gente. Aprendí mucho y traté de enseñar lo poco que sé.

El tema desarrollado, perfectamente quodlibetal, era Legalidad, legitimidad y desobediencia: una actualización. Ahorro al lector las consideraciones históricas y las teóricas. Las primeras destinadas a rastrear los orígenes de la cuestión de la legitimidad del poder a partir de las guerras de religión del siglo XVI, el derecho de resistencia y su forma extrema en el tiranicidio, preconizado a ambos lados de las trincheras confesionales por hugonotes y jesuitas. Para acabar en el asentamiento de la desobediencia civil en los siglos XIX y XX. Las segundas, las teóricas, destinadas a reconsiderar los debates sobre el binomio legalidad-legitimidad en torno al positivismo jurídico y sobre la justificación de la desobediencia civil por razones morales amparada en la no violencia.

Así que me referiré a la tercera parte, la actualización de la doctrina al aquí y ahora. Según la teoría clásica del derecho de resistencia, la ilegitimidad del poder puede ser bien de origen, bien de ejercicio y, desde luego, ambas a la vez. Siempre desde ese punto de vista clásico, el gobierno de Rajoy tiene una ilegitimidad de origen pues alcanzó el poder mintiendo sobre su programa electoral, por medios moralmente repudiables por fraudulentos. Ciertamente, cabe alcanzar el poder de muchos modos, incluida la espada o el engaño. Pero eso no concede legitimidad a su uso. Al contrario, se la resta. El gobierno de Rajoy es también ilegítimo por ejercicio. Sus medidas son drásticas, nocivas para los intereses de la mayoría y el bien común, arbitrarias, en muchos casos caciquiles, autoritarias y sospechosas a veces de obstaculizar el deber de rendición pública de cuentas de las autoridades o, incluso, de encubrir presuntos delitos y delincuentes presuntos. Don Presunto Bárcenas, por ejemplo.

Cuando el poder es ilegítimo de origen y ejercicio, es tiránico, y asiste a la población un derecho de resistencia. Esta se articula como desobediencia civil, una actividad de oposición a una autoridad ilegítima y a sus leyes inicuas. Algo que viene ya de atrás bajo la forma de movimientos cívicos de protesta a los que más tarde se llamaría indignados para aprovechar el tirón mediático del título de Hessel. Un movimiento cívico que ha tomado los espacios públicos de muchas ciudades españolas y va adquiriendo la forma de una insubordinación general. Una marea (muchas mareas) que surge espontánea del fondo de la ciudadanía coordinada a través de las redes y dispuesta a relegitimar el debate político en el ágora pública, en substitución del de las instituciones que primero lo secuestraron y después, lo envilecieron.

Es un movimiento al margen de los partidos, de las instituciones, de los medios, de la iglesia y, por supuesto, de la banca. Mana de sí mismo. Su fuerza reside en su carácter pacífico y en su crítica moral a un sistema que todo el mundo, incluido él, considera corrupto sin remedio. Ello explica por qué goza de tanto apoyo en la opinión pública y resiste todas las campañas de desprestigio.

El poder, sin embargo, cada vez más ciego a fuer de asustado, reacciona con represión, autoritarismo y violencia. No quiere ver en el movimiento sino un problema de orden público que es preciso resolver por medios expeditivos. Pero el problema vuelve y vuelve y vuelve. Ya no es posible parar a la gente solo con la policía. Aparte del problema de cuánto tiempo vaya a seguir la policía reprimiendo con tanta dureza a una ciudadanía que protesta ante la injusticia. Una gobierno ilegítimo solo puede mantenerse por la represión. Pero eso no es admisible en una democracia que descansa sobre el principio lockeano del gobierno por consentimiendo de los gobernados.

Si los gobernados ya no consienten, habrá que hacer algo.

La imagen es una foto de Miguel G. Madariaga, quien me ha cedido su uso. Muchas gracias, Miguel. Supongo que no tienes inconveniente en que la pongamos en Creative Commons), por supuesto, siempre citándote a ti; no a mí.

Más impresionismo.

Está muy bien la exposición del Thyssen, Impresionismo y aire libre. De Corot a Van Gogh. Es mucho más rica e importante que la de Mapfre pero entre las dos dan testimonio de una invasión impresionista de la Corte. En el caso de la del Thyssen, el comisario ha dividido la muestra por temas paisajísticos: ruinas, bosques, pedregales, montañas, cielos, marinas, etc. Unidad temática en cada caso, pero gran variedad de estilos y maneras. La muestra quiere reflejar el resultado de la tendencia de la pintura al aire libre, como una aportación revolucionaria del impresionismo, la otra sería el modo de ver ese aire libre. El resultado paradójico es que, una vez más, no hay nada nuevo bajo el sol. La reacción impresionista era contra la tendencia academicista e historicista de la pintura hecha siempre en taller por entonces dominante. Pero para enlazar con la tradición paisajística no idealizada, naturalista, en la pintura ya desde el siglo XVII y el XVIII, con la influencia de algunos italianizzati, como Pierre-Henri de Valenciennes, de que se exponen dos obras con sendas loggie romanas. Y convivir en el XIX, durante la hegemonía de la pintura histórica con la escuela de Barbizon, de la que hay abundante representación, Corot, Díaz de la Peña, Rousseau, Daubigny etc. Estos de Barbizon, cómo no tratándose de pintores, formaban una hermandad y por eso, quizá, atrajeron a los impresionistas al bosque de Fontainebleau en donde ellos trabajaban.

Da gusto encontrar viejos conocidos y obras que uno desconocía, muchas, lo que convierte la visita en un placer. La división por temas, un acierto, trae continuamente a la memoria otros ejemplos. Es imposible no recordar a Claude Lorrain al entrar en la sala de ruinas, azoteas y tejados, igual que los bosques de Monet evocan los grandes paisajistas holandeses, Ruisdael o Hobbema y, por supuesto, los ingleses, Constable (del que hay varias obras) con aquel padre espiritual del impresionismo que fue Turner. Hay asimismo alguna muestra de paisajística norteamericana, a la que no suele prestarse la atención que merece, con obras del venerable predecesor Asher Durand, el inspirador de Alfred Bierstadt quien, sin embargo, no parece habernos visitado. Estos norteamericanos ya practicaban la pintura al aire libre mucho antes de que los impresionistas teorizaran sobre ella. Y ¡qué aire libre! Desde el Niagara las Rocosas y de allí al Yosemite: abrieron un continente. El Oregon Trail es inolvidable.

Hay más gratas sorpresas. Desde luego, los propios impresionistas, Monet, Manet, Van Gogh, Renoir, Sisley, etc. Marinas, torrentes, riachuelos, campos de trigo, los acantilados de Etretat, los pueblos de Normandía, Honfleur y también Argenteuil y las proximidades de París. Esa fusión del impresionismo con sus predecesores permite asimismo ver a estos con nuevos ojos. Creo que es la primera vez que me he tomado en serio uno de esos cuadritos galantes de Boucher en los que los más frondosos robles sirven para que de sus ramas se columpien adorables damiselas con el rostro emplastado de polvos de arroz con un lunar.

Y hay rocas. Se exhibe Peñascos en el bosque, de Cézanne (1893) que podría pasar tranquilamente por un manifiesto cubista. Y es que la exposición también trae muestras postimpresionistas. Hay algunas piezas del suizo Hodler que nunca ha sido de mi gusto pues recuerda un poco los vitrales de las iglesias y unos terribles nubarrones sobre el Mar del Norte de Emil Nolde que son ya completamente expresionistas.

Junto a esta espléndida exposición hay otra minúscula (y gratuita) que alberga diez obritas, quinta edición de Miradas cruzadas, consagrada ahora al Juego de interiores. La mujer y lo cotidiano. Son piezas de la colección permanente del museo destinadas a mostrar esa redundancia de la mujer y lo cotidiano. La mujer en el ámbito privado, aislado, recluido, alejado del público, que es territorio viril. Desde la pintura holandesa a los interiores del siglo XX. En fin, un anticlimax del 8 de marzo, día internacional de la mujer.