divendres, 9 de març del 2007

Lo que queda de Franco.

Pues nada, que a Almería nos hemos venido, a dar una conferencia en la Facultad de Derecho por invitación de mi ilustre colega, Federico Fernández-Crehuet, sobre la "iconografía política del franquismo". Así que he pensado subir aquí el esqueleto básico de mi argumentación, por si fuera de interés para más gente.

Parto de la idea de que aquel interminable régimen puede dividirse en dos etapas, a imitación de lo que se hace con la dictadura de Primo de Rivera: una primera etapa que podría llamarse "militar" o de movilización (de 1939 a 1959) y una segunda, "civil" o de desarrollo (de 1959 a 1975). El régimen no varió en lo sustancial, aunque sí en lo accesorio o superficial, lo que permitió a algunxs autorxs hablar de una primera etapa "totalitaria" frente a una segunda "autoritaria". Lo dicho, en las formas, pero no en el fondo. En el fondo, el franquismo fue fiel a su estructura totalitaria y criminal hasta el último momento. Y la prueba la tenemos en los pilares o fuerzas en que se apoyó.

En la primera etapa "militar", las tres columnas del régimen fueron la Iglesia católica, el ejército y el partido único, la Falange. En la primera foto puede verse a Franco saludando brazo en alto junto a la jerarquía eclesiástica, todos ellos fascistas, en Santiago, en 1938. El sostén de la Iglesia que legitimó la guerra civil desencadenada por el dictador como una "cruzada" y se articuló como "nacionalcatolicismo" fue esencial en la pervivencia del régimen.

El segundo pilar, el ejército (y las fuerzas de represión, Guardia Cicil y policía política, bajo mando militar) impregnó de tal modo la vida nacional con el espíritu de disciplina cuartelaria de ordeno y mando que sus secuelas todavía se aprecian en las formas autoritarias de la sociedad española. En la foto un momento de los famosos "desfiles de la victoria", con los que el ejército conmemoraba su triunfo sobre otros españoles, con gran parafernalia simbólica y exaltación del Caudillo Franco.

El tercer pilar, la Falange, el partido único, era el centro de fabricación ideológica y justificación de la dictadura. En la imagen, una portada de la revista falangista Vértice, ilustrada por Sáenz de Tejada, artista oficial del movimiento. En ella se aprecia la bandera de la Falange junto a la rojigualda y las demás enseñas del fascismo europeo, entonces triunfante: Alemania, Italia y Portugal. El apoyo falangista era demasiado estridente, rezumaba fascismo, el propio Franco, aun siendo el Jefe Nacional la despreciaba y la verdad es que empezó a ceder pronto y ya en los años 50 pintaba poco. Pero, hasta entonces había formado parte de la mise en scène de la Dictadura.

A partir de 1959, después del restablecimiento de relaciones diplomáticas (1953 en adelante), el fin de la autarquía y las relaciones bilaterales con los EEUU, que instalaron bases militares en España, pues el ingreso del país en la OTAN era impensable, se produce la "normalización" española, se somete el país a los dictados del Banco Mundial, hay un plan de estabilización y comienzan los años del "desarrollo", que se ilustran muy bien con la foto del primer camión español, fabricado por Pegaso, el famoso "mofletes", símbolo, en cierto modo, del "despegue" económico que había de permitir la modernización de España. Por supuesto, aparte del plan de ajuste (la estabilización era eso), la acumulación de capital que había de permitir este desarrollo vino de la mano de los ingresos proporcionados por el turismo y las remesas de los emigrantes españoles en Europa pues, por entonces, España era un país subdesarrollado que exportaba mano de obra, más o menos como Marruecos hoy. Ese período de modernización y crecimiento vino propiciado por la sustitución de la Falange por el Opus Dei en los mecanismos decisorios del régimen. Su representante más típico fue Laureano López Rodó (uno de los tres "lópeces"; los otros dos nombres "providenciales" eran López Bravo y López de Letona), catedrático de Derecho Administrativo, Ministro Comisario General del Plan de Desarrollo y preceptor del entonces Príncipe de España, don Juan Carlos. Fue López Rodó, autor intelectual de las dos principales leyes que reorganizaban la administración del estado en 1957 y 1958, quien elaboró una curiosa teoría que trataba de legitimar a la dictadura como un "Estado de derecho...administrativo". En el fondo, una risa, pero que mostraba bien por dónde se pretendia caminar: disfrazar la dictadura militar bajo una manto de paternalismo civil, a ver si colaba el asunto y los europeos admitían a España en el Mercado Común, hoy flamante UE.

En ese mismo espíritu "aperturista", ya en los años 60, en mitad de la contestación universitaria a la dictadura, ésta trata de perpetuarse designando a un sucesor en la persona de don Juan Carlos, hoy Rey de españa. Con ello, Franco pensaba dejarlo todo "atado y bien atado" y, aunque no pudo atarlo todo, sí una buena porción. La prueba es que el Rey que él puso, ahí sigue, en La Zarzuela, como heredero real y sepulturero presunto de la Dictadura.

Ésta, la Dictadura, seguía contando con la adhesión inquebrantable del ejército y de la Iglesia, que se mantuvo fiel al dictador hasta el fin de sus días. En la foto puede verse a Franco entrando bajo palio en un templo ya hacia el término de su vida. La Falange había sido sustituida por el Opus Dei, una organización más discreta, nada folklórica y compuesta por gentes competentes en distintos aspectos de la administración del Estado que sigue ejerciendo un enorme poder en la España de hoy siempre en favor de las posiciones más retrógradas.

No obstante, la Falange aún mantuvo cierta influencia en el campo de la legitimación. La prueba es que se recurrió a ella para arbitrar la transición.Ésta estuvo a cargo de don Adolfo Suárez, por entonces un joven político ambicioso y amigo personal del Rey, que había sido y era falangista y como tal, con su camisa azul y chaqueta blanca, había tomado posesión de su cargo de Director General de televisión con Franco, bajo los auspicios de un prohombre del régimen, Fernando Herrero Tejedor, Secretario General del Movimiento y padre de Luis Herrero, actual eurodiputado del PP y periodista de la COPE. Ese es el momento que recoge la fotografía con un Franco valetudinario y un Suárez hecho un pincel falangista.

Esa presencia ubícua de Franco presidió y dominó toda la transición en la que se desató lo que se pudo desatar y se quedó atado lo que no fue posible desatar. Desde entonces, habiendo pasado más de treinta años, la pregunta de ¿qué queda de Franco? sigue teniendo muchas respuestas: quedan calles, plazas y topónimos diversos por toda la geografía urbana y rural española, quedan instituciones como el Tribunal de Orden Público, reconvertido hoy en Audiencia Nacional, queda el Concordato con la Santa Sede, transfigurado hoy en unos "Acuerdos" de 1979 tan inaceptables y oscurantistas como el famoso Concordato, quedan usos y tradiciones autoritarias, despóticos, caciquiles incrustados en la vida pública español, queda el principal partido de la oposición, el PP, fundado por un antiguo ministro franquista y que jamás ha condenado el franquismo. Queda la sombra alargada del dictador, enterrado en la basílica de Cuelgamuros (en la foto), como si fuera un ave de presa que amenazara con cernirse sobre este desgraciado país cuando en él comienza a florecer la libertad.

dijous, 8 de març del 2007

8 de marzo.

Hoy es el día internacional de la mujer trabajadora. Supongo que en todas partes habrá actos, reuniones, conmemoraciones, congresos, etc. El Gobierno ha celebrado uno muy vistoso, con mujeres africanas y presidido en algún momento por la Reina quien no me parece el ejemplo más cumplido de mujer trabajadora. Y en todos esos eventos, así como en los artículos, glosas, páginas web, blogs (como éste) nos ilustrarán sobre el origen de esta conmemoración, la muerte de las 146 mujeres de la fábrica textil de Nueva York en 1908 o la proclamación de la IIª Internacional en 1910. De modo que me lo ahorro.

Concentro mi adhesión al ocho de marzo en dos aspectos: la violencia contra las mujeres y las burlas machistas (sobre todo en la izquierda) de lo políticamente correcto en materia de feminismo. La violencia contra la mujeres es un mal permanente, universal y mucho más extendido de lo que nos gusta creer. Por eso el nombre de violencia doméstica no es adecuado. ¿Es violencia doméstica la trata de blancas? Más adecuado, entiendo, "violencia de género" porque es la que ejercen los hombres sobre las mujeres, sobre cualquier mujer: joven, niña o anciana y en todos los órdenes de la vida. Cualquier hombre, todos los hombres, llegado el caso, que se benefician de esa violencia estructural, permanente, dentro y fuera del matrimonio. Lo ilustro con un cuadro de Frida Kahlo que, si no es de los mejores suyos, sí es bastante explícito.

La otra cuestión confieso que es una especie de manía personal: ¿no se han encontrado nunca con algunx de esxs seudoizquierdistas que truena contra la corrección política en asuntos de mujeres o contra la discriminación positiva en nombre de la igualdad, pretendiendo que se dé por supuesta su solidaridad con las mujeres pero que, caramba, ya está hasta las narices de la "cursilería" de lo políticamente correcto de decir, por ejemplo, "todos y todas"? Ni que decir tiene que la única alternativa a no incurrir en la cursilería del "todos y todas" es seguir con el "todos", es decir, perpetuar el machismo. Me recuerdan esos racistas que empiezan siempre sus observaciones con un "no soy racista, pero..."

Los ataques "izquierdistas" a la discriminación positiva en nombre de la igualdad "bien entendida" o de la independencia de la "verdadera mujer", compartidos muchas veces por algunas mujeres cipayas aun me parecen más indignantes. Y, si no lo creen, hagan una prueba: vayan a cualquier reunión de las izquierdas más bien tradicionales y dejen caer eso de que la discriminación positiva es un ataque a la auténtica independencia de las mujeres y con el que no se les hace un favor. Verán qué éxito tienen y cómo lxs aplauden.

La estrategia del espejo.

Conocemos con ese nombre de "estrategia del espejo" el curioso recurso de la derecha de rasgarse las vestiduras y acusar a grandes gritos al adversario de hacer lo que hace ella sistemáticamente. Se entiende muy bien porque es un mecanismo defensivo bastante elemental. Es como si un ladrón en unos grandes almacenes gritara a todo pulmón "¡al ladrón!", señalando a otrx con el fin de desviar la atención de su persona. Además de elemental, el mecanismo es irritante porque presupone siempre que lxs demás son idiotas.

El señor Rajoy borda esta estrategia con una cara dura de hormigón. Cualquiera pudo ver y oír ayer a los senadores del PP comportarse durante toda la intervención del presidente del Gobierno como un atajo de abroncadores, rebuznando sin parar, armando un alboroto indescriptible que no dejaba escuchar al interviniente. Cualquiera pudo oír al presidente de la Cámara llamando la atención a los gamberros del PP una y otra vez. Está registrado en todas partes. Se puede ver en los videos. Bueno, pues a media mañana sale el señor Rajoy de visita en Teruel acusando al señor Zapatero de ser un hooligan. Dejando aparte el hecho de que debiera aprender a hablar en español (él que tan orgulloso dice estar de serlo), lengua que ya tiene el vocablo de gamberro para estos menesteres, y dejando también aparte la suficiencia y la altanería con que pretende dar lecciones de cómo se comporta un presidente del Gobierno en estas u otras circunstancias, él, que no lo ha sido nunca y, a este paso, no lo será jamás; dejando todo esto aparte, digo, el señor Rajoy ¿no tiene oídos ni ojos para ver que los únicos hooligans que hay aquí son los senadores -o diputados, da igual- de su partido cada vez que les dan la orden de rebuznar?

(La ilustración es un pastel de James Ensor, llamado "Espejo con esqueleto").

El documental de la Sexta.

El próximo domingo, 11 de marzo, hará 3 años del atentado de Atocha. En buena medida, por ello convoca el PP la manifa del sábado 10 (esa sin banderas ni pancartas, para que no se advierta la cantidad de fascistas que llevan en sus filas), a ver si consigue que el día 11 sólo se hable de su manifa, la enésima contra el Gobierno, y no del bárbaro atentado que tuvo lugar en España cuando él gobernaba y lo hacía con la incompetencia que quedó varias veces (no sólo en Atocha) en evidencia.

No lo conseguirá. Me sumo a la difusión de la noticia, que recibí ayer por e-mail (gracias, Pilar), de que el domingo 11 de marzo, a las 23:15, la Sexta emitirá un documental sobre el 11-M, con una visión nueva de qué pasó aquel día y qué respuesta tuvo en la calle el asombroso gesto del Gobierno de intentar endosarle la culpa a ETA y de engañar en masa a los españoles, con el señor Acebes llamando "miserables" a quienes no se tragaran sus trolas, insulto por el que aún no ha pedido perdón, por cierto. Los "miserables" de entonces dejaron claro que el único "miserable" era y es el señor Acebes.

Será interesante ver ese documental y me permito recoméndarselo al señor Rajoy porque lo que hubo esos días en las calles de Madrid fue, precisamente, una "rebelión cívica" espontánea contra un gobierno de embusterxs. Algo que el señor Rajoy jamás conseguirá por más que se empeñe a base de mover la bolsa y la organización de su partido. Porque hay causas y causas, y gentes y gentes.


dimecres, 7 de març del 2007

Sin banderas.

Lo que servidor se maliciaba en el post de ayer ha pasado. Como lxs del PP no se fían de las banderas e insignias que lleven sus gentes a la manifa que tienen convocada para el sábado, porque aparecerán las franquistas, las de la Falange y la tradicionalista, han decidido tirar por la calle del medio y decir que en la manifa no habrá banderas. Y, como también tienen miedo a las pancartas que lleven sus seguidores porque puede aparecer algún zumbao con un letrero que diga, por ejemplo, "Zapatero = Belcebú" han decidido que no banderas y no pancartas. No sé si los fascistas y los franquistas aceptarán tanta prohibición, pero está clara la intencionalidad de los jefes del PP: que vengan todxs a la manifa, esto es, fascistas, racistas, meapilas, guerrilleros de Cristo Rey y otros grupos de energúmenos, pero que no traigan sus enseñas. Que se manifiesten y callen que, para hablar ya está el señor Rajoy. ¿Que les parece?

Pero hay un puntito en esa idílica decisión táctica de la derecha en el que no me parece que haya caído nadie. Veamos: ¿no son estxs lxs que decían que estaban orgullosxs de la bandera rojigualda, común, en principio, a todos lxs españolxs? ¿No respondían a la crítica de la izquierda, que les afeaba el uso partidista de los símbolos comunes, diciendo que se animaran a hacer lo mismo y poniendo en duda su patriotismo porque en sus manifas no hubiera banderas nacionales? Desde luego que son. Son lxs mismxs que, sin embargo, han decidido sacrificar la bandera española, de la que tan orgullosxs se sienten, a la conveniencia de que no aparezcan banderas fascistas.

Es decir, venden la bandera por un puñado de votos. Esa es exactamente la medida de su "patriotismo".

La muerte del filósofo.

La muerte de Jean Baudrillard cierra el ciclo que se abrió con la revolución de mayo del 68, de la que él fue uno de los principales inspiradores. Su pionero Sistema de los objetos, que es una crítica de la sociedad de consumo, articulada en términos marxistas, pero yendo ya más allá del marxismo, ve el consumo de objetos como el fundamento mismo de las relaciones sociales en el capitalismo. El consumidor es el ser social por excelencia, hedonista y acomodaticio. El consumo jerarquiza las relaciones sociales, de forma que los individuos ya no se clasifican por lo que producen (o como lo producen) si no por lo que consumen. Se entiende que la famosa consigna de mayo del 68, Cache-toi, objet! (¡escóndete, objeto!) era una consigan baudrillardiana, por así decirlo.

Esta importancia del consumo de los objetos para el análisis de las relaciones sociales lo llevó en la Crítica de la Economía política del signo a hacer un replanteamiento de la concepción clásica y también marxista del valor, completando las dos clases tradicionales de "valor de uso" y "valor de cambio", ya inadecuadas para la complejidad contemporánea con otras dos, el "valor simbólico" (que reaparece en su obra El intercambio simbólico y la muerte), el valor de los objetos que determinan la posición social del sujeto (un coche Mercedes, un chalet en La Moraleja) y el "valor-signo", que es el que determina el valor del objeto en relación con otros objetos. Una clasificación feliz que se ha extendido mucho y se ha aplicado a supuestos muy dispares.

Todo esto suena a la Sociedad del espectáculo, obra publicada en 1967 por Guy Debord, decisiva también en los acontecimientos de mayo del 68 y que influyó mucho en Baudrillard, animándolo finalmente a un ajuste de cuentas con el marxismo en El espejo de la producción donde sostiene que la vieja crítica marxista a la economía política debe dejar paso a la crítica de la economía política del signo. El marxismo no puede dar cuenta de la práctica social "total"; eso sólo puede hacerlo la crítica que él propone y que afecta al conjunto de la sociedad, con independencia de las clases.

Baudrillard es un francotirador, que no solamente se enfrenta críticamente al marxismo, sino también al estructuralismo, del que procedía, a Foucault, a quien se opone radicalmente, a Kant, al modernismo y al posmodernismo. En algún sitio leí que lo calificaban como "el David Bowie de la flosofía". Y, en verdad, tampoco es solamente filósofo, sino sociólogo, comentarista político, teórico del arte (aunque él gustaba de decir que no), fotógrafo de éxito y hasta "sátrapa" del Colegio de Patafísica, al que accedió en 2001.

Todos sus hallazgos, muchos, muy variados (simulacros, virilidad, transpolítica, la histeria de la producción, etc), han servido para elaboraciones de pensadores y creadores de los más diversos campos y reaparecen donde menos se lo espera uno. El otro día, cuando el señor Otegi hablaba de querer "seducir" a los ciudadanos democráticamente, no podía evitar acordarme de la seducción de los objetos de Baudrillard. Toda esta máquina conceptual, que no conforma un sistema, aunque la palabra aparezca en alguna de sus obras de juventud, toma forma en buena medida en su concepto de la hiperrealidad, condición básica de la sociedad posmoderna esto es, aquel ámbito en que se ingresa cuando la conciencia ya no es capaz de distinguir la realidad de la fantasía y todo se hace simulacro. Su ensayo Simulacro y simulaciones (con su famosa cita del Eclesiastés) arranca de la fantasía poética de Borges El rigor de la ciencia, en el que los cartógrafos del Emperador alzan un mapa del Imperio que coincide exactamente con él pero luego acaba pudriéndose en jirones. Y dice Baudrillard:

"La abstracción hoy no es ya la del mapa, el doble, el espejo o el concepto. La simulación no es ya la de un territorio, una existencia referencial o una sustancia. Se trata de la generación de modelos de algo real que no tiene origen ni realidad: un "hiperreal".El territorio ya no precede al mapa, ni lo sobrevive. De aquí en adelante, es el mapa el que precede al territorio, es el mapa el que engendra el territorio; y si reviviéramos la fábula hoy, serían las tiras de territorio las que lentamente se pudren a lo largo del mapa."
Esta especie de negacionismo, de nihilismo, lo trasladaría luego a sus juicios y análisis sobre la realidad política del tiempo, cosechando aluviones de críticas. De la primera guerra del Golfo, Baudrillard, muy coherente con sus concepciones sobre la hiperrealidad, ("si la sociedad de consumo no produce ya mitos es porque ella misma es su propio mito"), tenía que decir que "no había tenido lugar". No en el sentido en que Jean Giroudoux había supuesto que la guerra de Troya "no tendrá lugar", sino en el de un fenómeno hiperreal dado que, como tal guerra, no fue la continuación de la política por otros medios, según la fórmula de Clausewitz, sino la continuación de la falta de política por otros medios. Más polémica y más criticada fue se caracterización del atentado del 11-S en Nueva York como el "acontecimiento absoluto" y como la muestra del rechazo a la globalización y no del choque de las civilizaciones, que es la tesis oficial.

Tengo una especial simpatía por Baudrillard (como muchísima más gente), por su audacia conceptual, sus juegos de palabras, su aversión a los famosos grandes relatos, su amor por la paradoja, la penetración de su análisis; y siento fascinación por su escrito de habilitación L'autre par lui même. A la derecha, una de sus fotos. Baudrillard tiene un sentido especial para la imagen. Es muy significativo su juicio sobre Andy Warhol: con él ha dado comienzo la modernidad y nos ha librado de la estética y del arte.

Jean Baudrillard, un filósofo especial, perfectamente integrado en la tradición intelectual francesa, crítico del positivismo científico (objeto de los ataques de Sokal, que lo acusa de no comprender aspectos elementales de la física), esteta y pensador de suma originalidad. Ya no está aquí, pero sus simulacros están por doquiera.

dimarts, 6 de març del 2007

Otra manifa sabatina.

En los mentideros de la Villa se dice que en la sede del PP están lxs estrategas nerviosxs por las últimas reapariciones de la simbología fascista y franquista. Pues, sí, tienen un problema. Lo lógico sería que el partido hiciese saber en público que no se tolerará simbología de ese tenor en la manifa que el señor Rajoy ha hecho cosa suya, piedra talismán de su firme caudillaje, afirmando que es la primera que convoca el PP. Las otras también las convocó el PP, aunque por persona interpuesta como el Foro de Ermua, la Asociación de Víctimas del Terrorismo o la Fundación para la Defensa de la Nación Española, todas ellas organizaciones del mundo del PP. Pero, si se prohibe taxativamente la simbología fascista y franquista, sus seguidorxs dejarán de votarlo y, como están las cosas, no es caso de andar por ahí desperdiciando votos. Así que lo que Rajoy quiere con estos energúmenos es que lo voten, pero que no se hagan notar mucho y menos en las manifas, que luego vienen los periodistas y hacen fotos que cantan La Traviata. Cosa difícil de decir a la gente.

Por lo demás, hay que ver qué manifestonitis padece la derecha. Es un sarpullido mitinero. Unas gentes que abominaban de la reyerta callejera por creerla propia de gañanes se ha convertido en adicta al asfalto, como si viviera su mayo del 68. Sarkozy dice que, si gana, acabará con el espíritu soixantehuitard y los de aquí no andan con el adoquín en la mano porque ya no hay adoquines... en el pavimento. El señor Rajoy quiere acaudillar una rebelión cívica en contra del Gobierno de vendepatrias que detenta el poder en España, en el sentido prístino del verbo detentar. Tiene un morro que se lo pisa, cuando resulta que su gobierno excarceló, acercó, privilegió, hizo arrumacos y hasta la pelota a muchxs más etarras que el PSOE haya hecho, hace o hará.

Quien quiera conocer una cuantificación cumplida de los presos excarcelados, acercados al País Vasco y liberados, todos ellos etarras, durante el Gobierno de PP y que me ha hecho llegar una amiga (gracias, Carmen) que pinche aquí. Hay quien dice que el Gobierno debiera ocuparse menos de lo que hizo o no hizo el Gobierno anterior y más de lo que hace él. Una proposición a la que se puede dar la vuelta sin problema pues habrá quien diga que la oposición debiera ocuparse menos de frenesí del presente y más de lo que hizo ella misma en el pasado. Son puntos de vista.


El juicio de los moritos.

Ha terminado la fase de los imputados y comienza ahora otra que se prevé prolongada, la de los testigos. Los imputados han declarado, o han declarado que no declaraban o que sólo a preguntas de su abogado que es como hacer trampas al solitario. De todas formas, ETA no ha aparecido por parte alguna. Ni entre los moritos, ni traficando con drogas, ni jugueteando con explosivos. Nada, ni una esperanzadora sospecha, ni una sombra ni una duda. Cero ETA. La única vez que se mencionó el nombre de la organización fue en un dudoso intento de colar una prueba en el turno de uno de los abogados de la defensa.

A la vista está que la absurda patraña de atribuir el atentado del 11-M a ETA no ha funcionado. En realidad, lo curioso de esta fábula no es que se dé, pues la radio que la ampara es pionera en la idea de fabricarse la realidad y llegar con la fábrica al más pequeño rincón; lo curioso es el ánimo que la envuelve, el espíritu con que se hace. No se trata de pronunciarse de modo sincero y constructivo sobre lo que hay o de averiguar lo que realmente pasó, sino de construir una interpretación de la realidad que coincida con los intereses electorales del partido que pretenda imponerla y de vaticinar desgracias en el caso de que no se compartan sus puntosd e vista.

La segunda parte de la estrategia se dará ahora. Visto que no es posible probar lo improbable y que, al margen, nunca descartable, de que no se comentan tonterías, el cuento de ETA está liquidado, comenzará una fase de deslegitimación del proceso y de su resultado, una fase de sembrar dudas sobre la justicia, etc. Forma parte de la estrategia del PP, consistente en deslegitimar el funcionamiento de las instituciones del Estado del derecho, tanto cuando está en el poder como cuando está en la oposición. Es su contribución al funcionamiento de ese mismo Estado de derecho.

dilluns, 5 de març del 2007

El Anticristo.

A lo largo de su mandato han llamado muchas cosas a Zapatero, lo han insultado de mil formas: Bambi, incompetente, bobo solemne, terrorista, cobarde, Mr. Bean; y le han atribuido las más vergonzosas condiciones: genuflexo, rendido ante ETA, dispuesto desmembrar España, a traicionar a las víctimas...Creía uno que no le había quedado un hueso sano. Pero hasta ahora no había visto ni oído a nadie llamarlo el Anticristo. Bien claro está en el cartel que porta alguien en la manifa de Lorca, Murcia y que saco del 20 minutos.

Venían existiendo dudas acerca de qué forma tomaría este siniestro personaje. Cristo avisa en los Evangelios en contra de los que han de venir pretendiendo suplantarlo, de los falsos Mesías, pero no da mayores precisiones. Con todo no podía ser el caso del presidente del Gobierno, pues no solamente no se hace pasar por Mesías alguno, sino que, como todo el mundo sabe, pretende eliminar la religión de las escuelas. Pero, precisamente por eso, a lo mejor el apelativo se refiere a la versión que identifica al Anticristo con una de las figuras satánicas, la Bestia del Apocalipsis, cuyo número es el 666. ZP convertido en la Bestia.

Estos "neocons" lo mezclan todo, en especial la política con la religión y, como ambas son empeños que mueven muchas pasiones, nada de extraño que algunxs alucinen. Al fin y al cabo, también los EEUU están presididos por alguien que dice hablar con Dios. El señor Bush ha asegurado en público en alguna ocasión que fue Dios quien le ordenó invadir el Irak. Bush oficiando la guerra de Dios con ayuda de sus acólitos Blair y Aznar. Es decir, en este momento en el mundo coexisten dos figuras de trascendencia religiosa, el señor Bush que, por lo menos es caudillo del pueblo elegido, si no el mismo Mesias, a juzgar por lo que dice, y el señor Rodríguez Zapatero, el Anticristo, la Bestia. Ahora se entiende todo mejor: que el señor Rodríguez Zapatero no se levantara al paso de la bandera estadounidense y que sacara a las tropas españolas del Irak, desertando del ejército de Dios. No se sabe a qué espera el señor Bush para fulminar con un rayo al íncubo que abusa de la infeliz España.

(En el grabado de la derecha, "Combate final entre Dios y el Anticristo", de Durero).

A fuerza de leer juicios despectivos sobre el señor Rodríguez Zapatero había acabado uno por hacerlo un poquito de menos. Cuando tanta gente que tanto sabe pone sistemáticamente en solfa la capacidad intelectual y la integridad moral del presidente del Gobierno, acaba uno pensando que algo de razón llevará y que el señor Rodríguez Zapatero es un don Nadie, un cantamañanas al que la fortuna puso donde no le corresponde y al que vienen grande la responsabilidad y el cargo.

Y de pronto ve uno que lo llaman "Anticristo". Pues no será tan cantamañanas, porque Satán y sus amigos pueden ser cualquier cosa menos nulidades. Al contrario, el apelativo parece configurarlo como un Dios anticristiano, ese que, según Nietzsche conoce "la ira, la venganza, la envidia, el orgullo, la astucia y la violencia", un dios que también sabe de "los ardores de la victoria y de la aniquilación" al que rechazan los pueblos cuando entran en decadencia, pretendiendo sustituirlos por un Dios "moralizante" (El Anticristo, 16)

El apelativo es tan sorprendente que uno queda pensando si puede considerarse como un insulto o un injuria, susceptibles de ser conocidos por los tribunales. Y creo que no. Que lo llamen a uno "Anticristo" es algo desmesurado; y, según quién lo haga, una honra.

En recuerdo de Rachel Corrie.

Hace unos meses, una amiga me enviaba una presentación en pwp sobre el asesinato de Rachel Corrie (gracias, Amalia). En su momento me impresionó mucho y traté de ponerla en el blog, pero no sabía cómo. Así que me la guardé hasta aprender a colgarla. Ahora que sé cómo funciona Picasa de Google, la comparto con quien quiera verla. Basta con pinchar dos veces sobre la imagen para ver todas las diapos que, además, se pueden abrir como galería de imagen. Lo que se cuenta en la presentación es la historia de Rachel Corrie, una joven voluntaria estadounidense que fue a Palestina con ánimo de impedir que los bulldozers del ejército israelí arrasaran las viviendas de los palestinos y que muere aplastada por uno de ellos, ante el cual se había puesto valientemente para impedir que avanzara. Es una presentación dura de ver y, al mismo tiempo, una lección de grandeza moral o de cómo queda gente que muere por su ideas.

Muchas veces se ha criticado el egoísmo y el hedonismo de las nuevas generaciones. Pues ahí tienen Vds. el caso de una joven altruista, alguien que rompe la generalizada convicción de que toda acción humana esté movida por el egoísmo.

diumenge, 4 de març del 2007

Que sí, que sí, que son lxs mismxs, lxs de siempre.

Me viene con frecuencia una anécdota a la memoria. Corría el año de 1995. En un programa de TV, Pedro J. Ramírez, pensando haberme pillado, me preguntó si yo creía que un posible gobierno presidido por Aznar y con Rajoy, Rato o Álvarez Cascos sería un gobierno como los de Franco. Le dije que sí. Y, en efecto, a la vista estuvo en el segundo mandato de Aznar. En el primero, como no tenía mayoría absoluta, se vio obligado a "hablar catalán en la intimidad", mientras sus falangistas se tragaban aquello tan democrático y tolerante de "Pujol, enano, habla castellano".

Y a la vista sigue. Fíjense bien en la foto que saco del 20 Minutos. Ahí estaban los fascistas, en la manifa del PP contra el gobierno, en la Plaza de la Villa de Madrid, brazo en alto, con las banderas de su cuerda, en este caso, la tradicionalista con la cruz de San Andrés. En el post de ayer se veían banderas con el águila de Franco. Fascistas y franquistas en las manifas del PP. A ésta, en concreto, asistió el alcalde Ruiz Gallardón, quien sienta plaza de "centrista" y "moderado", ignoro por qué. No se trata solamente de si le influye o no gente como su señor suegro, José Utrera Molina, exministro de Franco, falangista y autor de un libro, publicado en 1989 bajo el título de Sin cambiar de bandera. Al fin y al cabo, el amor es ciego y una de sus consecuencias es que no se elige a los suegros. No, la falsedad del "centrismo" del señor Ruiz Gallardón se observa en sus actos. No acude a la manifa de los sindicatos y la izquierda contra el atentado del 30 de diciembre en Barajas, que fue la primera que se produjo, pero sí a la que convocó la derecha para pisar a la otra. Y ahora a ésta, literalmente cuajada de fascistas.

Comprendo al señor Patxi López cuando dice que la derecha española mete miedo, si bien no comparto ese sentimiento. Es lo que quieren estos matones: inspirar miedo. Desde luego que la derecha vuelve a las andadas. Ayer también algunxs de esta orientación (más allá o más acá del gallardónico centrismo) atacaron con cócteles molotov la sede del PSOE de Alcalá de Henares. Si lo que hacen los de la kale borroka es terrorismo, que lo es, ¿cómo se llama esto que hacen los fascistas? Pues terrorismo igual. Pero no hay que tenerles miedo; hay que denunciarlxs y llevarlxs a los tribunales

Comprendo también los escrúpulos de gente educada, tolerante y de convicciones democráticas, como Eduardo Sotillos, que en un artículo de El Plural de ayer, titulado Los peligrosos socios del PP viene a decir que una cosa es el PP y otra estas como adherencias fascistas, y hasta parece creer que sean circunstanciales. Me temo que no es así. Ni a mí ni a nadie se nos adhiere nada si no queremos. Lo contaba Felipe González: los de derechas de hoy, de ayer, de hace diez, veinte años, de toda la vida, ya no son de derechas. Ahora son todos "de centro", como el señor Ruiz Gallardón, para entendernos. Pero, claro, como por la boca muere el pez, en cierta ocasión le preguntaron a Aznar: "Y a su derecha, ¿quién hay?" Y respondió el ínclito caudillo: "nadie". En efecto, la herencia franquista, el fascismo, no es una adherencia del PP; es el mismo PP, fundado por un ministro de Franco, que jamás ha condenado la dictadura, que se niega a retirar la simbología e iconografía franquistas y que sale a manifestarse contra un gobierno democrático con los fascistas que van por ahí con el brazo levantado.

Son los mismos, son los de siempre y hay que pararles los pies en las elecciones. Ojalá que a la hora de votar ningún demócrata se quede en casa.

Otegi machaca en hierro frío.

El señor Otegi ha vuelto a reunir una muchedumbre de enfervorizados partidarios en un estadio en Pamplona y les ha recitado el nuevo tao de la salvación euskalduna, el que ya enunció hace unos días. Asimismo ha pedido al señor Rodríguez Zapatero que tenga la ambición de resolver el conflicto pues no duda don Arnaldo de que, si se aceptan sus propuestas, el conflicto se resolverá. Si no fuera porque detrás de estos discursos hay pistolas y muertes, sería para pensar que son como los famosos "diálogos de besugos" de la añorada La Codorniz. Hay tres aspectos asombrosos de este discurso otegiano inasequible al desaliento, acorazado no ya frente a cualquier discrepancia, sino frente a la más mínima duda, indiferente al contexto en que se produce.

El primero es ignorar que el atentado de Barajas hizo trizas el famoso proceso. ETA no desaparece porque no se hable de ella. Y las propuestas de la izquierda abertzale, aunque sean tan razonables como éstas, no pueden tomarse en consideración mientras no se aparte claramente de la violencia.

El segundo es mezclar asuntos verosímiles con inverosímiles. Pensar en una posible fusión de los tres herrialdes de Euskadi con Navarra es tan verosímil que está en la Constitución española. Pedir al gobierno español la creación de una especie de Comunidad Autónoma en Iparralde es absurdo pues ese gobierno carece de jurisdicción al otro lado de la muga.

El tercero es confundir el dramatis personae: seguramente el reconocimiento del derecho de autodeterminación resolvería el problema (de hecho, así lo pensamos muchxs), pero es pintoresco pensar que eso esté en mano del señor Rodríguez Zapatero como si no hubiera unas Cortes Generales que tienen que tomar la decisión y una Constitución en vigor que habrá que reformar si se quiere que tal derecho se reconozca.

No es posible que el señor Otegi ignore estas dificultades que convierten su idea de una Euskalerria libre, socialista y euskalduna en algo más próximo a la Icaria de Cabet que a un posible Estado entre España y Francia. Y tampoco lo es que no se dé cuenta de que, al formular este discurso está aceptando implícitamente el supuesto de que Batasuna y ETA son la misma cosa. Decir que el conflicto se termina si se aceptan todas sus propuestas es decir algo de Pero Grullo, pues todos los conflictos se resuelven ipso facto si una de las partes acepta todas las exigencias de la otra. En consecuencia, lo que hay que entender es que se termina la violencia y ahí, es de suponer, don Arnaldo habla en nombre de ETA, aunque no la mencione expresamente.

Vamos, que da la impresión de que el señor Otegi ha ido a Pamplona porque los sábados toca discurso.


dissabte, 3 de març del 2007

Los fascistas siguen con la murga.

Erre que erre, sin respiro, sin descanso, como la chicharra en el verano. Con la colaboración directa o indirecta del PP, ayer se convocaron concentraciones ante muchos ayuntamientos de España para protestar por la ex carcelación de De Juana. En algunas de ellas ondearon las banderas de la foto, que saco de El Plural. Me hace gracia el adjetivo con que los medios se refieren a la enseña, llamándola "preconstitucional", porque no quieren comprometerse, como buenos cobardicas que suelen ser, ansiosos por congraciarse con los energúmenos de la derecha, como cuando se referían al delincuente Francisco Franco llamándolo "el anterior Jefe del Estado" con lo que, irónicamente, devaluaban la magistratura que tanto respetan en la persona del Rey.

Esa bandera es preconstitucional, por supuesto, pero eso no quiere decir nada; también lo es la republicana y muchas otras. Además de preconstitucional es una bandera fascista porque es la insignia de un régimen fascista. Molesta que se diga esto porque se trata de la bandera nacional con el águila de Franco. Cierto, pero es que Franco se apropió el llamado símbolo nacional para sus fines fascistas; igual que lo hacen los fascistas de hoy.

Ayer arreciaron los ataques, los insultos, las invectivas y las agresiones verbales de todo tipo. Y se retrataron todxs, como acostumbran. Rosa Díez y Gotzone Mora volvieron a hacer un favor al PP en su estrategia de crispación y enfrentamiento. Hay mucha gente que dice que debieran irse del PSOE. Pero, si lo hicieran, perderían todo el valor para el PP, donde ya hay gente de sobra para decir lo que dicen ellas y bastante mejor. Seguirán hasta que las echen y, cuando eso suceda, armarán otro follón y se pondrán al servicio del PP ya sin tapujos, como está la señora Alberdi, exministra de González.

Si me preguntan qué pienso del asunto contestaré que, en estos casos, en mi modesta opinión, prevalece el interés material. Las mujeres antedichas actúan por los mismos móviles que los señores Moa, Jiménez Losantos o Ramírez, esto es, por el beneficio personal. No creen una palabra de lo que dicen, pero les es muy rentable decirlo. ¿Cómo van a creer en ese conjunto de majaderías de la mochila, la kangoo, etc? Ocurre lo mismo con el señor Luis del Pino: sabe que lo que dice son fábulas, pero lleva ya tres libros publicados. En romance sencillo, en unos casos fabrican la bazofia que el llamado "franquismo sociológico" consume (esto es, quienes ondean las banderas fascistas) y, en otros, están quedándose con la gente que paga porque le cuenten trolas.

Pasa lo mismo con el PP y la chusma de gente bien (basta con ver las fotos de señoras pintadas, teñidas y "peluqueadas" y hombres con sobrepeso enfundados en abrigos loden) que saca a vociferar por la calle. Ayer estaban todxs lxs dirigentes en plan calderoniano, ofendidísimxs con la humillación, el atentado a la honra, al honor, a la dignidad de España. A ver cuál soltaba la gansada más melodramática ("vergüenza", "día más triste", "bochorno", "España no se rinde", etc) para consumo de cabezas rapadas por fuera y por dentro. Y el más estridente era Aznar, ese sujeto que, habiendo sido presidente del Gobierno de España está ahora a sueldo de un magnate extranjero de prensa. Que un tipo así hable de patriotismo y nadie lo calle llamándolo lacayo muestra las tragaderas de la derecha española y la verdadera importancia que da a esa Patria cuya virginal honra dice defender.

Escuchar a Rajoy, siempre tan igual a sí mismo, siempre tan encendido en santa cólera, hablando de un movimiento "cívico" o algo parecido resulta irrisorio. Pretende convocar un acto, supongo que otra manifa, en contra de la decisión del Gobierno. A menos de veinte y cuatro horas de "exigir" (exige continuamente) al presidente del Gobierno que comparezca en el Parlamento a dar explicaciones, convoca a quienes se supone que tendrían que escucharlas para que, sin hacerlo, manifiesten su firme rechazo. Hay que entender pues que el señor Rodríguez Zapatero puede ahorrarse la exigida comparecencia. Por lo demás, cabe que el señor Rajoy se ponga de acuerdo con los obispos que también andan llamando a la conciencia cívica de los ciudadanos en la calle, en contra de la conciencia cívica de los ciudadanos en las aulas; que junten sus indignados esfuerzos y protesten al unísono, como llevan haciendo desde el comienzo de la legislatura. Porque, cuando no es por De Juana, es por De Juano, pero está claro que esta derecha no puede ni quiere respetar las reglas del juego parlamentario. Y esta última convocatoria que la vicepresidenta del Gobierno ha tildado de "obscena", más que obscena es amenazadora, ominosa, antiparlamentaria.

Es sorprendente que no haya nadie en el PP que advierta a lxs dirigentes de que ese no es el camino. Tres años de sondeos muestran cómo las derechas no acortan distancias con el PSOE y el señor Rajoy es el dirigente peor valorado de la democracia, como recordó en rueda de prensa la señora Fernández de la Vega con harta mala uva; sobre todo porque ella es la mejor valorada. En fin, en los próximos tiempos veremos algún sondeo más y, por supuesto, tenemos las elecciones municipales y las legislativas del año que viene, así que podremos ver cuál es el resultado de tanta y tan frenética movilización, esto es, si, como creen ellxs, van a ganar las elecciones o, como pensamos otrxs, van a perderlas porque la estrategia del miedo, de la imposición y el amedrentamiento no es rentable.

Con su ponzoñosa lengua habitual, el señor Aznar dice que el Gobierno ha "cedido" porque sigue negociando. Una aznaldad más. Pero, de pronto, me quedé pensando: si ETA renuncia definitivamente a la violencia y abre así la vía a la negociación en el País Vasco, eso sí que sería un puntazo que pondría a lxs energúmenxs del facherío contra las cuerdas, lleven la bandera que lleven. Pero no caerá esa breva porque da la impresión de que en toda ETA hay la misma masa neuronal que en lxs dirigentes del PP.

No al choque de civilizaciones.

En Avaaz han puesto en marcha una campaña de recogida de firmas para pedir una verdadera conferencia de paz en el Oriente próximo, susceptible de llegar a una solución definitiva. La idea de Avaaz, que es una organización auspiciada por la mía, Move On, es la de crear una opinión pública mundial a través de la red, que pueda intervenir en los acontecimientos a base de movilizar a la blogosfera en pro de las causas que cualquier persona decente en el mundo suscribe: cambio climático, opresión de los palestinos, imperialismo estadounidense, opresión, genocidios, etc. Ahora se trata de pedir la conferencia de paz en el Oriente próximo pero sólo como un primer paso para impedir el choque de civilizaciones y posibilitar un entendimiento (la famosa "Alianza" que preconiza el señor Rodríguez Zapatero) entre ellas.

Quien quiera firmar la petición, que pinche aquí. Además, podrá ver un video magnífico en donde se defiende la idea de un acercamiento y una mejor comprensión entre Occidente y el mundo musulmán. Todo ello a través de la red, generando esa opinión pública mundial que nos es tan necesaria si queremos que el planeta sea un lugar más cómodo para todxs. Como español tengo que decir que estoy orgulloso de que uno de los dos ejemplos que pone el vídeo de cómo va cristalizando esa opinión pública mundial es el que se puede ver en la foto, que sintetiza admirablemente lo que sucedió entre el 11 y el 14 de marzo de 2004:

"2004, atentado de Madrid. Millones de españoles se manifiestan contra el terror. Los mensajes de los móviles descubren las mentiras del Gobierno. El Gobierno cae."
Breve, conciso y contundente. Eso es lo que la derecha no ha perdonado y lo que la tiene frenética hasta el punto de que está dispuesta a cargarse el país, juntamente con la Iglesia, para conseguir los dos únicos objetivos que le importan: poder y dinero.

divendres, 2 de març del 2007

Uuuuuffffff.

¡Santo cielo, qué Cristo montaron ayer los ultras con la salida de De Juana! Y no quiero imaginar lo que vomitarán hoy los monagos por la COPE. Circulaba servidor por Madrid y oía al señor Rajoy por la radio abroncando, conminando, exigiendo al señor Rodríguez Zapatero todo lo que se le pasaba por la mente y soltando trapo demagógico sobre los 500 años de historia de la nación española, humillada y vilipendiada por un gobierno de vendepatrias miserables, genuflexos ante ETA que está riéndose de todos los españoles... Pero ¡qué cantidad de majaderías puede llegar a decir esta gente! Y el tono, el timbre, la entonación crispada, mordiendo las palabras de ira y altanería. En verdad, son peligrosxs. Están movidxs por el odio.

Ayer azuzaron al personal y hoy seguramente van a seguir. Las organizaciones de extrema derecha andan convocando manifas ante los ayuntamientos, creo, y las declaraciones siguen a las declaraciones: rabiosxs, histéricxs, fuera de sí. La demagogia y la hipocresía desbordan todos los diques. Las portadas de sus periódicos sueltan espuma, las encuestas de todos, incluidos los medios civilizados, como El País o 20 Minutos, dan cifras que ponen los pelos de punta y comentarios que casi invitan a pedir la expatriación. Se han lanzado sobre los medios con el rollo ese que se han inventado de hacerse pasar por izquierdistas, socialistas, votantes progres "arrepentidos". Es táctica próxima a la de la quinta columna, que también fue una invención suya.

No voy a perder un minuto en decir que aplaudo la decisión adoptada por el Gobierno y lo único que le reprocho es que no la tomara mucho antes, cuando correspondía, esto es, el día en que De Juana cumplió su condena de acuerdo con la ley. Pero sí lo voy a perder en decir que si esa decisión no se hubiera adoptado y De Juana hubiera muerto en la cárcel, los asesinos hubiéramos sido nosotros; y la nación esa de 500 años aparentemente ultrajada que necesita del concurso del potente brazo de un Rajoy para defenderse volvería por donde acostumbra, por la injusticia, la arbitrariedad y el crimen. Porque mantener a un hombre en la cárcel cuando ya ha cumplido su condena es un crimen, se ponga el señor Rajoy como se ponga, y sus seguidores, sus periodistas, los individuos que exhiben banderas fascistas ante el ministerio del Interior (como puede verse en la foto de El País) y, por supuesto, las víctimas, que tienen todos los derechos del mundo, excepto el de obligarnos a los demás a tragar y a sustituir el Estado de derecho por la venganza y el odio.

Quienes ayer y, supongo, hoy, vociferaban y vociferan contra el gobierno querrían que el etarra muriera entre barrotes. Era su preso, su rehén, se lo han birlado y se revuelven contra quien juzgan culpable como fieras. Pero ¿qué país es este? ¿Por qué tenemos que aguantar que una minoría imponga a gritos y con amenazas su espíritu revanchista? Porque, a todo esto, es una minoría. Aunque fuera mayoría tampoco sería de recibo esa actitud estridente e impositiva pero es que, además, es una minoría. Una minoría capaz de todo, bien se está viendo, pero minoría. La inmensa mayoría de la gente se mantiene ecuánime, sin esos falsos desgañitamientos que huelen a oportunismo electoral a la legua.

Así que, ni caso, que se cansarán cuando vean que sólo consiguen retratarse como el club del odio, la venganza y la ilegalidad. Que sigan azuzando a las turbas, a ver si provocan un enfrentamiento mayor del que ya hay y a ver si amedrentan a la gente. Los demás, tranquilos, que el voto es secreto. La junta de tratamiento competente ha hecho muy bien, el juez de vigilancia penitenciaria también y el ministro correspondiente así mismo. Los que no hicieron bien en su día fueron los jueces que condenaron injustamente al etarra bajo la presión de lxs mismxs que ahora la redoblan presas de la ira porque el Gobierno no cede a ningún chantaje. Al suyo, tampoco. Lo cual me parece digno de encomio

¿Y las europeas?

En mi comentario de ayer sobre el eurobarómetro y lo felices que decimos ser los europeos, me guardé una coda para hoy relativa a la situación de las mujeres. Obviamente, si el 90% de lxs españolxs dice ser feliz, ahí estarán también las mujeres, con algún tipo de diferencia cuantitativa no muy grande, pero estarán. Ahora bien, si uno se queda soprendido de las razones por las que los europeos decimos ser feliz, en el caso de las mujeres, la sorpresa llega al pasmo y la suspensión del ánimo. Porque ¿qué razón tienen las mujeres para considerarse felices cuando, como se ve en el cuadro de la izquierda, sobre ellas recae prácticamente la totalidad del trabajo hogareño? En la muy culta, avanzada progresiva Europa, las que friegan, cocinan y planchan son las mujeres. Por eso me parece que la causa de la felicidad de las mujeres europeas no es evidente en sí misma. O bien se trata de la callada felicidad de la Cenicienta que espera un futuro de principesca bienaventuranza.

Y en el caso de España, la situación es muy europea la limpieza del hogar es cosa de mujeres (el 77% frente al 3% de los hombres), así como la cocina (81% frente a 5%) y la plancha, sobre todo, la plancha (87% frente a 7%). Me gustaría que, cada vez que alguien se tira el pliego de ir contra lo "políticamente correcto" y de hacer risas con la discriminación positiva, recordará estas cifras del Eurobarómetro que demuestran el hecho de que más de un 41% de las mujeres, que trabajan fuera de casa y, por cierto, con un promedio de salario inferior al de los hombres, cuando llega a ésta, tiene que seguir con su horario laboral, como si viniera de juguetear en el parque.

dijous, 1 de març del 2007

Hoy, sin móviles.

El boicoteo del mes pasado no fue un éxito y los de las operadoras se han puesto gallitos. A ver si hoy enseñamos los dientes. Si conseguimos abstenernos del uso de los móviles, cosa, a lo que parece muy difícil porque da la impresión de ser adictivo, las empresas se lo pensarán dos veces antes de imponer precios abusivos. Ya sólo la medida que han tomado de subir de 12 a 15 céntimos el establecimiento de llamada, es un abuso y de dudosa legalidad, pues puede tratarse de una colusión contraria a la ley de la libre competencia. Como se ve en la página que ha convocado el boicot, cuando menos cuatro operadores, Movistar, Vodafone, Orange y Euskaltel se han puesto de acuerdo para subir el precio del establecimiento de llamada de 12 a 15 céntimos. Eso ¿no es colusión? Yoigo se queda en los 12 céntimos. En todo caso, lo del "establecimiento de llamada" es una tomadura de pelo porque su coste no pasa de 1 céntimo. Una tomadura de pelo, además, que viene a reconocer lo abusivo de las tarifas anteriores y pretende trasladar el abuso ahora al tal establecimiento. Si la memoria no me falla, somos el país del mundo que tiene más móviles por habitante (quizá nos gane el Japón, que siempre anda por delante en estas cosas) y, al propio tiempo, uno de los desarrollados que paga tarifas más altas por el servicio. No es de extrañar que los grandes operadores internacionales codicien el mercado español. Pero los españoles deberíamos defendernos con mayor contundencia. Por eso, a ver si somos capaces de no usar hoy el móvil más que para los asuntos verdaderamente urgentes. Que los operadores se llamen a sí mismos, a ver cómo llevan la cuenta de resultados.

Los felices europeos.

La Comisión Europea ha hecho público anteayer el último barómetro sobre lo que pensamos los europeos de la unión de 27 miembros y la verdad es que los datos merecen comentario. Hay una pregunta que manda narices acerca de si somos felices, y el 87% (media europea) contesta que sí. Los más "felices" son los daneses, a pesar del clima, donde el 97% de la población se da por tal y los menos felices son los búlgaros, a lo mejor porque acaban de ingresar en este club de la felicidad, cosa verosímil viendo que los siguientes menos felices son los rumanos, también recién llegados. Aunque no sé yo, dado que los daneses, los más felices, son tambien, junto a los británicos, los menos unionistas de los europeos. De los españoles, el 90% decimos ser felices. Se ve que a mí me toca tratar con el 10% restante. Supongo en todo caso que se trata de una felicidad material, de cómo le va a uno en la vida, en general; porque si la pregunta afecta a más elevadas regiones del espíritu (vistas, sobre todo, las respuestas a otras cuestiones más comprometidas) parece que lo que somos los europeos es un poco sandíos.

(A la izquierda un cuadro de Orazio Gentileschi, una alegoría de la felicidad pública y, a la derecha, los datos sobre el felicitómetro de los europeos).

Porque lo cierto es que, cuando se nos pregunta más de cerca en qué se fundamenta esa sensación de beatífica felicidad, las razones aducidas no pueden ser más ramplonas. La felicidad no tiene nada que ver con elevados asuntos espirituales, sublimes goces estéticos o desinteresados empeños en pro de causas nobles. Nada de eso. La agobiante felicidad de los europeos se trocea después del modo siguiente, atendiendo a lo que consideramos como más importante en la vida: el 99% creemos que lo más importante es la salud; y no la del alma, por supuesto. Un sólido 97% piensa que sigue en importancia la familia de cada cual y un 95% atiende luego a lxs amigxs y conocidxs. Materia aquí de debate abierto si se trata de esa concepción sublime de la amistad que tenían los filósofos, por ejemplo San Agustín, al considerar al amigo como "otro yo" o son lxs amigxs con los que se sale a cenar los viernes por la noche. Tengo mi opinión, desde luego, pero no quiero prejuzgar. Para el 90% viene luego el tiempo libre, el ocio y, si alguien tiene dudas respecto a la calidad de ese ocio, que mire las recaudaciones de los partidos de fútbol. El 84% atiende a continuación al trabajo. En buena medida, Europa es una sociedad de "workhoolics", como dicen los entendidos. Un 79% dice practicar cierta forma de altruismo, acerca de lo cual tengo mis dudas. Pero lo gordo viene a continuación en esta Europa de descreídos y egoístas: la religión es muy importante sólo para un 52% y la política únicamente para un 47%.¡Qué razón tenía Unamuno cuando nos advertía frente a esa Europa liviana y tan poco trágica! ¡Qué bien haríamos los españoles en mantenernos al margen, para conservar como un tesoro nuestra recia idiosincrasia ascética, mística, desinteresada, profunda, mitad de guerreros y mitad de monjes!

Pues tampoco; más de 20 años de pertenencia a este club de perdición, nos han convertido a los españoles en manifiesta y perdidamente europeos. Una ojeada a nuestras cifras demuestra que no tenemos arreglo. Nuestra bochornosa felicidad se basa en que el 100% de nosotros consideramos que lo más importante es la salud, la propia, nada de "salud pública" ni otras monsergas. Viene luego la familia, para el 99% (que se lo digan a esas esposas , novias y amantes a las que los españoles matan sin duda de amor) y los amigos, para el 96%. El tiempo libre, para el 93% y el trabajo para el 87%, que si se lo dicen al Lazarillo del Tormes, no se lo cree. El voluntariado le parece esencial al 74%, menos que la media europea, claro, y seguramente está inflada. Y atención: la religión es muy importante para el 34% de los españoles, o sea, 18 puntos porcentuales por debajo de la media europea y la política, para el 26%, es decir, 17 puntos por debajo de la correspondiente media. O sea, España es casi como Sodoma y Gomorra desde el punto de vista religioso y, desde el político, un país de pasotas.

Quien quiera profundizar más en el desglose de los datos y encontrar las relaciones entre las tendencias y las clases sociales, los sexos, las edades, que visite el Eurobarómetro, que está lleno de enseñanzas respecto a lo que pensamos de las generaciones venideras y del futuro de nuestras pensiones. Es curioso que sólo la mitad de los europeos, 51%, confíe en el sistema de pensiones, lo que quiere decir que esa felicidad que decimos sentir está basada en el más tradicional carpe diem. Muy interesantes los datos de lo que pensamos sobre la inmigración y las demás circunstancias que afectan a este feliz continente que, para empezar, ni siquiera es un continente.

(Otra misteriosa alegoría de la felicidad, del Bronzino, en el siglo XVI. Obsérvese esa mujer que sostiene el globo terráqueo y tiene un doble rostro).

Evivva l'Italia!

Como suponíamos, Romano Prodi sacó adelante la moción de confianza en el Palazzo Madama, el Senado italiano. Consiguió 162 "síes" contra 157 "noes". Le votaron a favor los dos comunistas díscolos, más cuatro de los senadores vitalicios e il signore Marco Follini, ex-aliado y exministro de Berlusconi. Ahora, claro, esto se ha llenado de yoyas (yo ya lo sabía...) y el resultado estaba cantado, etc. Naranjas de la China. Lo que está cantado es el resultado de la votación en el Palacio de Montecitorio (Congreso) el próximo sábado, donde la coalición de centro izquierda dispone de una cómoda mayoría. Pero ¿en el Senado? Ayer por la mañana todavía se cruzaban apuestas sobre cuál sería el resultado de la votación. Y, como puede verse en la foto, que saco de La Repubblica, los senadores de la Lega Nord llevaban preparada la esquela mortuoria del gabinete Prodi. Luego, sus señorías salieron diciendo que no sabían nada, que alguien las habría puesto allí. Desde luego: ellxs mismxs, que pensaban darse una fiestecita a cuenta de la derrota del centro-izquierda.

De todos modos, yo no cantaría victoria demasiado pronto. En su discurso, Prodi omitió las referencias al Afganistán -causa de la crisis anterior- como no fuera para decir que apoya una conferencia de paz. Pero los sectores más radicales de su coalición anuncian que volverán a votar no o a abstenerse en la cuestión de las tropas italianas en el país asiático. A lo mejor tiene razón Berlusconi quien, con la estúpida arrogancia que lo caracteriza, calificó ayer a Prodi de "pobre hombre" y el "pobre hombre" vuelve a quedarse en minoría dentro de un mes o mes y medio. Sería un desastre. Pero, de momento, la situación se ha salvado.

Marta Cibelina.

En el post de ayer sobre los premios del Club de las 25 contaba servidor que había compartido mesa con la fabulosa Marta Cibelina que publica su blog en 20 minutos y es uno de esos que llaman "blog de referencia". (A la izquierda, su foto/emblema). El caso es que en su post de 28 de febrero, Marta da cuenta del evento del Palace con bastante más gracia que yo (doctores tiene la Iglesia) y abundancia de imagen. Quien quiera verlo, que pinche aquí. Fabulosa crónica gráfica del evento. Y no lo digo porque salga yo muy favorecido, junto a Celia y Mabel, jejeje, sino porque, como lxs profesionales son siempre mejores que los aficionados, el post de Marta trae fotos de Íñigo, de la Miss Cantabria a la que una normativa de los Picapiedra quiere arrebatar su título y hasta una de...¡Rajoy! que, al parecer, se presentó en el Palace sobre la 1,30 de la madrugada, cuando ya lxs acomodaticios burgueses, cuyos intereses se supone que defiende él, nos habíamos retirado. Mira tú si a lo mejor resulta que el señor Rajoy es político trasnochador. No se explica muy bien de dónde saca la mala uva luego para la sesión de control del Gobierno del día siguiente, aunque sí su desagradable estridencia. Con tanto trasnochar anda el hombre destemplado.