divendres, 2 de març del 2007

¿Y las europeas?

En mi comentario de ayer sobre el eurobarómetro y lo felices que decimos ser los europeos, me guardé una coda para hoy relativa a la situación de las mujeres. Obviamente, si el 90% de lxs españolxs dice ser feliz, ahí estarán también las mujeres, con algún tipo de diferencia cuantitativa no muy grande, pero estarán. Ahora bien, si uno se queda soprendido de las razones por las que los europeos decimos ser feliz, en el caso de las mujeres, la sorpresa llega al pasmo y la suspensión del ánimo. Porque ¿qué razón tienen las mujeres para considerarse felices cuando, como se ve en el cuadro de la izquierda, sobre ellas recae prácticamente la totalidad del trabajo hogareño? En la muy culta, avanzada progresiva Europa, las que friegan, cocinan y planchan son las mujeres. Por eso me parece que la causa de la felicidad de las mujeres europeas no es evidente en sí misma. O bien se trata de la callada felicidad de la Cenicienta que espera un futuro de principesca bienaventuranza.

Y en el caso de España, la situación es muy europea la limpieza del hogar es cosa de mujeres (el 77% frente al 3% de los hombres), así como la cocina (81% frente a 5%) y la plancha, sobre todo, la plancha (87% frente a 7%). Me gustaría que, cada vez que alguien se tira el pliego de ir contra lo "políticamente correcto" y de hacer risas con la discriminación positiva, recordará estas cifras del Eurobarómetro que demuestran el hecho de que más de un 41% de las mujeres, que trabajan fuera de casa y, por cierto, con un promedio de salario inferior al de los hombres, cuando llega a ésta, tiene que seguir con su horario laboral, como si viniera de juguetear en el parque.