dimecres, 28 de març del 2007

Tengo una pregunta para Vd.

No estuvo mal el programa de TV1 de ayer, aunque le faltó agilidad. Sería bueno que Lorenzo Milá explicara cómo se decidió quién y qué preguntaba. Lo digo porque, aunque prácticamente todas las preguntas fueron críticas, la primera, a cargo de una joven con pinta de Nuevas Generaciones, sonaba a preparada y ensayada a la legua: una soflama demagógica con la mentira habitual de los trolls del PP en todos los foros de "votante-socialista-estafadx-engañadx". Vamos, como de risa. Excepción hecha de esa primera pregunta-provocación, el resto sonó bastante más natural y auténtico. Incluso las otras -escasas- que se le hicieron sobre asuntos políticos de interés general.

La mayoría de la gente preguntó asuntos específicos, a veces estrictamente personales. El agricultor que quería que le dieran soluciones para el hundimiento del cultivo de la remolacha es un buen ejemplo. Es curiosa la tendencia que tenemos los ciudadanos a que los poderes públicos solucionen nuestros problemas personales. Luego, muchxs de estos que quieren que el Estado les resuelva un problema concreto, con su pensión, su negocio, su empleo precario o su vivienda son votantes neoliberales, de los que abominan de la intervención del Estado.

El presidente del Gobierno estuvo bastante bien, suelto, haciéndose con el escenario -se movió con mucha más soltura que el presentador, que estaba como agarrotado tras el burladero- y, por seguir con el símil taurino, supo "parar, templar y mandar". Me gustó en especial la respuesta a otra de esas preguntas de "todos los políticos son iguales, todos crispan", etc que dejó claro que no todxs son iguales ni todxs crispan por igual. Hizo buen uso de ese acervo que tiene al recordar que en sus años de dirigente de la oposición jamás criticó al Gobierno en política antiterrorista que, como todo el mundo sabe, en cambio es lo que hace ahora la oposición. Mejor dicho, es lo único que hace. Como es su fuerte, por ahí va a ganar de nuevo las elecciones.

Los que se lo pusieron difícil fueron los jóvenes con las preguntas sobre la vivienda. Quedó claro que el Gobierno no tiene un plan en la materia, ni podría tenerlo, dado que las competencias en la materia han sido ya traspasadas y, sobre todo, quedó claro que tampoco piensa mover una labor legislativa más contundente en contra de la especulación del suelo. También hubo una pregunta muy buena, igualmente de caso individual pero generalizable sobre la inexistencia de juzgados que tramiten los casos de abusos sexuales cometidos con menores. El señor Rodríguez Zapatero trató de no contestar pero la señora le forzó a hacerlo y aquél tuvo que acabar admitiendo que tomaba nota. Es, en verdad, una laguna. Existen juzgados especializados en violencia de género en los que se trata, precisamente, de evitar la doble victimización, pero no se ha pensado en los menores víctimas, con lo que se da la paradoja de que haya jurisdicción de menores, sólo cuando son los acusados, pero no cuando son los acusadores, que han de ir por la vía penal ordinaria.

Lo del café, que es de lo que más se comenta en la blogosfera, me pareció anecdótico. Tres inmigrantes, cuando menos, hicieron visible la importancia de la inmigración en España, lo que fue un acierto.

Lo más llamativo, me parece: ni una pregunta sobre Europa, la constitución europea, etc. Luego vienen las quejas y lamentaciones porque la abstención en las elecciones al Parlamento Europa es muy alta. Y más que será si Europa y la integración europea no se convierten en tema de debate público.


Finale (de hoy por la mañana, tras haberlo pensado un poco más)

No sé si sobrevivirá este formato. Es demasiado estático y sin posibilidades. Se presta demasiado al lucimiento monologal del entrevistado. El público hace preguntas, si, pero luego no puede seguirlas y se queda el resto del programa callado, de figurón, como en una peli de terror. Y eso sin ontar a los que van y no pueden ni preguntar

El infierno iraquí.

"El infierno existe", parece que ha dictaminado Su Santidad. En efecto, se llama Irak. No vamos a entretenernos mucho con las cuestiones infernales. Dada la naturaleza de todo asunto religioso en todos los órdenes del saber, es claro que, cuanto se afirme de Dios o de su circunstancia, pertenece tanto (o más) al campo del deber ser como del ser. En cuanto objeto científico, Dios deja bastante que desear y parece una entidad desiderativa. En definitiva, cuando Benedicto XVI afirma que el infierno existe, el asunto significa que Benedicto XVI quiere que el infierno exista. La Teología es una forma de la psicopatología. Ya hace falta ser mal bicho para querer que exista algo tan horripilante como un castigo eterno. Hasta Juan Pablo II, que era bastante ultramontano, dejó en las tinieblas de la duda la existencia del infierno. Pero este guardián de la doctrina de la fe, ha restablecido su existencia. Estoy seguro de que, de existir Dios, ya le habrá reservado un lugar en él.

Para mí aquí no hay más que el infierno iraquí, del que los EEUU tendrán que salir por decisión senatorial antes del 1º de marzo de 2008. El Senado ha seguido el ejemplo de la Cámara de Representantes, vinculando la ley de ampliación de crédito con una fecha fija de retirada del Irak y en términos aun más perentorios que los de la Cámara. Por fin, el Congreso de los EEUU empieza a respirar. Ahora el Presidente puede vetar la ley, trazando una línea de conflicto entre la Presidencia y el Congreso. No hay duda de que eso sería lo que haría el primer Bush y sus amigos los halcones "neocons". Pero ahora estamos al final del mandato, los "neocons" ya han mostrado alcanzar las mayores cotas de ineptitud y crimen que cabía imaginar. Cuestión de ver si el Presidente osa vetar la medida. Así lo ha reafirmado, pero es el primero en saber que, si veta, con el proyecto se van los fondos que ha pedido para seguir cometiendo sus fechorías en Mesopotamia. Así que tendrá que elegir entre cometer más crímenes hasta marzo de 2008 o cometer los mismos hasta diciembre del mismo año. Angustiosa elección.

dimarts, 27 de març del 2007

La farándula.

Hoy se celebra el día internacional del teatro. Buena idea para dar un empujoncito a un espectáculo por el que llevan repicando a difunto las campanas por lo menos desde la invención del cine. Repicando inútilmente porque el teatro no puede morir. No no puede haber sociedad sin teatro. Aunque se haya intentado muchas veces. Excepción hecha de la antigua Grecia, en donde el teatro era la columna vertebral de las fiestas cívicas y del teatro No japonés, que es un espectáculo complejo y socialmente establecido desde el siglo XV, del que sale luego el kabuki, más popular, en casi todas las sociedades los poderes seculares y eclesiásticos han solido mirar con malos ojos la actividad teatral, cuando no la han prohibido directamente. Los teólogos y eruditos españoles debatieron mucho sobre la licitud del teatro. Mi bisabuelo, Emilio Cotarelo, dejó escrito un volumen de bibliografía sobre el asunto (Bibliografía de las controversias sobre la licitud del teatro en España, Madrid, Biblioteca Nacional, 1904, reeditado en 1997 por la Universidad de Granada), tan viva hoy como siempre. Tiene el teatro un elemento crítico, iconoclasta, rupturista que no complace nada a los poderes constituidos.

La famosa Carta a D'Alembert, de Rousseau, es asimismo una pieza en descrédito del teatro, en la que se rechaza la petición del enciclopedista francés de que se establezca un teatro en Ginebra, donde estaba prohibido desde los tiempos de Calvino. Porque no sólo los católicos, también los protestantes, en especial los puritanos, abominaban del espectáculo teatral. Y, si no podían prohibir las funciones, ponían condiciones y cortapisas. Por ejemplo, en la época isabelina en Inglaterra estaba prohibido que las mujeres fueran actrices, lo que obligaba a que sus papeles fueran representados generalmente por castrati o por adolescentes. Ello daba lugar a un doble equívoco verdaderamente curioso porque no era raro, sobre todo en las comedias de enredo, que las mujeres se disfrazaran de hombres para conseguir sus designios, con lo que, al final, nos encontramos con una curiosa figura que siempre me ha fascinado: el hombre que se disfraza de mujer que se disfraza de hombre. Como el famoso cuento chino de la mariposa.

En cambio, en los periodos y sociedades más avanzadxs, el teatro experimenta un gran auge. Basta recordar su importancia al comienzo de la Revolución Bolchevique, en los años veinte en Alemania y Austria, en los treinta, durante la República en España, de nuevo en los 50, en Alemania oriental. Pero no es necesario que las sociedades estén en convulsión para que el teatro ejerza mucha influencia. El teatro burgués romántico y después naturalista y realista de todo el siglo XIX fue muy importante para la sociedad de la época: Hugo, Vigny, Ibsen o Chejov son figuras esenciales en la sociedad de su tiempo. Como Dürrenmat, Ionesco o Beckett a finales del siglo XX. O Handke ahora mismo. Recuerdo que cuando vi el Insulto al público, en los primeros 70 salí pensando precisamente eso, que el teatro no puede morir. La sociedad no puede prescindir del teatro porque no puede prescindir de los espejos. ¿Cómo sabríamos cómo somos si no hubiera espejos?

Mujeres.

En el post de ayer sobre Europa puse esta "foto de familia" y sucedieron dos cosas: mi amiga Amalia mandó el post a una red de mujeres que investigan asuntos de género y mi alter ego bloguero, Joaquim, dejó dicho:

"Personalmente, me importa un rábano lo que mis representantes políticos tienen en la entrepierna, por mí como si tuviéramos un Gobierno español o una Comisión Europa formada íntegramente por castrati; lo me preocupa es lo que tiene esta gente dentro de su cerebro, no debajo de la cintura./Algún día habría que hablar serio y largo de estas cuestiones, Ramón."
Así que decidí que era buen momento para hacerlo. Pongo otra vez la foto y hago ahora otra pregunta, si la miramos con lo que suponemos ha de ser la mentalidad de la gente dentro de 50 o 100 años, ¿no resulta ridícula o por lo menos extraña? Hoy también se estrena el TV1 un nuevo programa llamado "Tengo una pregunta para Vd." en el que 100 personas van a preguntar al señor Rodríguez Zapatero. Una empresa ha escogido a esas cien personas para que sean una muestra representativa de nuestra sociedad. Y ¿qué composición tiene la muestra? 51 mujeres y 40 hombres. Como es lógico, dado que esa es la composición de la sociedad en cuanto al sexo, que es una circunstancia socialmente tan importante como la riqueza y más que la confesión religiosa. Sin duda, es imaginable un mundo de igualdad en el que, al componerse de modo aleatorio un conjunto como el que se reunió en Berlín, tuviera esa composición de género. Pero, ¿cuál es su probabilidad? Muy, muy por debajo de uno, ¿verdad? ¿Por qué, sin embargo, ahora es tan cercana al uno?

Obvio. Porque un complejo sistema de discriminación y exclusión, tradicional y moderno, basado en la violencia, en la ideología, la religión y la manipulación, se encarga de mantener la injusta situación de subordinación de las mujeres al día de hoy. Sin duda se está haciendo y se viene haciendo mucho desde hace algunos años, pero es insuficiente como se ve en la foto y se desprende de las estadísticas sobre salarios (inferiores) de las mujeres, posiciones de responsabilidad (menos) de las mujeres, etc.

Hay dos argumentos que suelen emplearse, en concreto en la izquierda, en contra de esta opción de plantear siempre (y cuando digo siempre es exactamente eso, siempre) la cuestión de género en todos los debates sociales. El primero viene a decir que la legislación (ya nadie, supongo, objeta a que estas cosas haya que hacerlas a base de leyes) de discriminación positiva atenta contra la igualdad del Estado de derecho. La respuesta es: no más que cuando existía la discriminación (mujeres sin capacidad jurídica en ningún aspecto de la vida, ciudadanas de segunda) sin que nadie viera entonces peligro alguno para el susodicho Estado de derecho.

El otro argumento es el que dice que esta actitud feminista desvía la atención de los asuntos verdaderamente importantes que son, por ejemplo, los de saber qué ideología tienen quienes mandan y no a qué sexo pertenecen. Eso será cuando sea posible y cierto que las mujeres tienen iguales posibilidades de mandar que los hombres, cosa que no sucede ahora. Ese no suceder es una evidente injusticia. La subordinación de la mujer es una injusticia de milenios, que está atrincherada en las instituciones y los usos sociales, las creencias, la lengua misma. Luchar contra las injusticias es tarea autoproclamada de la izquierda. Luchar contra ésta es atender a una revolución de alcance aún por determinar.

Uno de los aspectos de esas luchas es hacer efectivo el derecho de las mujeres a ser como Angela Merkel (o como Rosa Luxemburg), a gobernar mal... como los hombres, por lo demás. El derecho de las mujeres a ser visibles. Para que cuando dentro de 50 o 100 años, quienes miren esa foto de familia se rían por verla tan ridícula como debiéramos verla ahora.

Coincidencias.

Este post es una queja. A ver si hacemos bien las cosas. He recibido dos invitaciones a actos de la izquierda que me interesan. Una es de la Fundación Andreu Nin: homenaje a Wildebaldo Solano, mañana, a las 19:30 en el Círculo de Bellas Artes, 4ª planta. La otra es la que se ve más abajo: Viejo Topo, 30 años y edición facsimilar de los primeros de la revista, mañana también, a la misma hora en el mismo sitio pero 5ª planta.

¿Qué hacemos quienes estamos interesados en los dos? Supongo que lo más sensato será imitar al señor Jordi Dauder quien, como puede verse en ambas invitaciones, participa en los dos actos al mismo tiempo, como Dios. Y, al ser actor, a lo mejor participa también en la celebración del día del teatro, como el ausente. Lo que Dauder hará, seguramente, será presentar el acto de la Fundación Nin y, acto seguido, abrirse a la mesa redonda de El Viejo Topo en el piso superior. Que seguramente será lo que tengamos que hacer quienes queramos ir a las dos: subir y bajar pisos.

Por lo menos, podían haberlos puesto en la misma planta, así pasábamos la mayor parte del tiempo en el pasillo, que es donde suele concentrarse el personal para hablar de sus cosas.

No sé, colegas, bueno es que la izquierda no esté unida, pero no hasta el extremo de contraprogramarse.

dilluns, 26 de març del 2007

EUROPO.

Ahí están, los 27 en la foto de familia, con algún añadido, ante la neoclásica Puerta de Brandenburgo, en un paisaje arquitectónico de gusto palladiano. Por ese lugar pasaba hace 25 años el muro que dividía la ciudad de Berlín en dos.

Contémplese la imagen. ¿Algo raro en ella? Efectivamente, sí señora, Europa, la Unión europea, es un asunto de hombres. La única mujer, la anfitriona, Angela Merkel, una de 27, el 3,7% del total. Definitivamente, a la Unión le queda un trecho para alcanzar algo parecido a la igualdad de género que predica.

La celebración del cincuentenario de la UE se ha cerrado con una breve declaración votada por unanimidad lo que significa, según dictamina François Bayrou, candidato centrista a la presidencia de la República francesa, que no dice nada. La doctrina de la Europa-chapuza se confirma. En la declaración con la que, según los medios, se desbloquea el camino de la Unión hacia la Constitución, no se habla de Constitución. De las 710 palabras del texto (he usado la versión francesa) el término unión o su derivados, aparece 20 veces. Casi una fijación. Díme de qué presumes...La libertad y la paz se mencionan expresamente cuatro veces cada una. El aspecto declarativo, por tanto, francamente endeble. El protodispositivo, vagaroso. Los 27 nos comprometemos a tomarnos en serio los "grandes desafíos" que son los conflictos en el mundo, el terrorismo, la delincuencia organizada, la inmigración ilegal, la política energética y la protección del clima. Sobre los acuciantes problemas de hoy, nos proponemos promover la "democracia, la estabilidad y la prosperidad allende nuestras fronteras". Aquí nadie habla de conflictos concretos como el de Oriente Próximo o el Irak. Prometemos asimismo ocuparnos de la "internacionalización creciente de la economía". En Europa, señora, no tenemos "globalización"; eso es un cosa de los yankies.

En cuanto a los firmes propósitos constitucionales, según la fórmula final, acordada tras frenéticos cabildeos hasta el último minuto, compartimos

"el objetivo de asentar a la Unión europea sobre bases comunes renovadas de aquí a las elecciones al Parlamento europeo de 2009".
Es decir, chapuza. Europa no pinta nada en el mundo y la integración está parada. Pero al menos disponemos de dos años para intentarlo de nuevo. La Constitución la frenó Francia en su día. Holanda se sumó más tarde. Será Francia quien la relance a partir de ahora. Por eso son tan importantes las elecciones a la Presidencia de la República cuya 1ª vuelta está fijada para el próximo 22 de abril. Mientras tanto, ha jugado la peculiar diplomacia comunitaria: no iban a dejar a Alemania colgarse la medalla del relanzamiento. Alemania es muy europea, pero Europa no quiere ser alemana.

En casa, a bofetadas.

Menudo editorial el de El País de ayer, titulado ¿Hasta dónde está dispuesto a llegar Rajoy? Me parece que es el más duro y taxativo que he leído en el periódico. Pero es una pena que sólo adopte esta actitud combativa cuando se meten directamente con él o con su bolsillo. Ahora sabemos por qué el señor Polanco se puso farruco: porque le están tocando la cuenta de resultados. En las Comunidades Autónomas gobernadas por el PP, al tratarse de otorgar licencias de audiovisual, a PRISA no le dan ni las sobras, y el pastel se lo reparten los grupos de la derecha, Vocento, Losantos, El Mundo, etc. Así en Madrid, Valencia y Murcia. PRISA no ha pillado nada. Una licencia en Andalucía con otra para Vocento porque los sociatas se toman en serio lo de la imparcialidad de la administración. A lxs del PP, eso les trae sin cuidado. Lo que quieren es generar hechos consumados cuanto antes.

En El País ya experimentaron en carne propia cómo las gasta la derecha con los medios no afines, cuando los señores Polanco y Cebrián estuvieron a pique de ir a la cárcel en una de las sórdidas y habituales maniobras en los tribunales del señor Aznar. Pero se les olvida. Se les olvida que la derecha no guarda la compostura democrática, como se probó cuando la señora Aguirre llegó a presidir la CA madrileña gracias a dos diputados tránsfugas. Y, si pueden, volverán a intentarlo. Entre tanto, doña Esperanza no concede una sola licencia al grupo PRISA por la misma razón por la que no da un euro a la asociación de víctimas de la señora Manjón. Sabe que por ese lado no conseguirá apoyo incondicional dé lo que dé; en consecuencia, no da. Al tratarse de dineros públicos, ¿qué tiene esto que ver con el código moral del comportamiento democrático, como se lamenta El País? Por supuesto, nada, pero ¿quién le dijo a El País en un primer momento que en el PP haya respeto por la democracia?

Algún día habrá que hablar del alcance de esa actitud reformista y conciliadora de ciertxs demócratas cuya moderación acalla asustada las voces de la crítica pero no les sirve de nada luego para salvarlxs de la degollina.

A la vista del intento de la derecha de acabar con el grupo Prisa, el único que le molesta de verdad, incluso metiendo en la cárcel a sus responsables, cabe preguntar qué significado tiene lo que dicen algunxs ultraizquierdistas a la violeta de que son todos iguales. Hace falta ser muy granuja para sostener que, aunque la realidad diga otra cosa, el fino análisis marxista prueba que tú y el que quiere encarcelarte sois lo mismo. Tan granuja para decirlo como bobo para creerlo.

diumenge, 25 de març del 2007

Europa: elogio de la chapuza.

"O Freunde, nicht diese Töne!"

¡Tachín, tachín! Cincuenta aniversario del Mercado Común (MC), convertido en Comunidad Económica Europea (CEE), depurada en Comunidad Europea (CE) y transformada (de momento) en Unión Europea (UE). Esta sucesión de siglas refleja las metamorfosis de la organización que, a su vez, ilustran las del continente; un continente, el único del mundo, en el que todo se mueve permanentemente, las fronteras se desplazan, los Estados se escinden o se unifican, los regímenes cambian; un continente vivo en continua efervescencia. ¿Cuándo fue la última vez que cambió una frontera o surgió o desapareció un Estado en América?

Lxs europexs estamos orgullosxs de lo conseguido hasta la fecha, desde que este proyecto (dado que hubo otros antes) arrancó un 25 de marzo de 1957 en Roma. Bueno, no todxs. Hay otrxs, y son muchxs, en cantidades variables, según los países, que no solamente no lo están, sino que creen que todo lo que tiene que ver con la UE es un desastre. Unxs porque la ven como un monstruo burocrático, otrxs como un nido de banqueros ladrones, otrxs como una liga de privilegiados contra los pobres del Tercer Mundo, otrxs como un quilombo mestizo donde se pierden las esencias de nuestras razas puras etc. Quienes estamos orgullosxs de lo conseguido, también lo estamos de que haya tanta variedad de visiones. Bueno, tampoco todxs; a algunxs (también cantidad variable, según país) esta variedad les parece un desastre. Es Europa.

La UE es un prodigioso monumento a la chapuza, una muestra de la insólita capacidad europea para el apaño, el pasteleo, la solución ingeniosa, la capacidad de improvisación, virtudes todas ellas no privativas de los pueblos latinos. Desde que tengo uso de razón, lxs agorerxs amenazan con el hundimiento de la Unión cuyo estado natural es el de crisis cuando no por una cosa, por otra. Y, al final, siempre sale adelante con alguna laña, algún arreglo de última hora. En los años 60, la crisis de la "silla vacía" amenazaba con dar al traste con la Unión. En los 70, el pomposamente llamado "déficit de legitimidad". En los 80, el fracaso del mercado único. En los 90, con el fin de la guerra fría, los terrores de la ampliación. A partir del 2000, el desastre de la Constitución Europea. Y, después de cada crisis, una chapuza: en los 60, el "compromiso de Luxemburgo"; en los 70, la "serpiente monetaria" y la elección directa del Parlamento; en los 80, el Acta Única; en los 90, Maastricht y la moneda única; a partir de 2000, ya veremos.

La chapuza es el alma de Europa porque es la fórmula de la vida misma, que no se deja apresar por ningún proyecto, programa, "blueprint", modelo, pauta o patrón que quiera imponérsele, por esclarecido, prometedor o emancipador que diga ser. Europa es y no es la Europa de los Pueblos, la Europa de los Estados, la del Capital, la de los bancos, los sindicatos, las regiones. Europa es y no es Europa. ¿Prueba? Sencilla: ¿alguien puede definir la Unión Europea? Sólo quien lo haga a través del "No": no es un Estado, no es un organismo internacional, no es un Tratado. No se sabe qué sea. Pero es. Vaya si es. Que nos lo digan a quienes aún recordamos las fronteras interiores, las aduanas, las distintas monedas...

Cuando hoy, domingo 25 de marzo de 2007, el señor Romano Prodi, expresidente de la Comisión Europea, actual presidente del Gobierno italiano, democristiano de izquierda, entre otras personalidades, hable en nombre de la ciudad de Roma hace 50 años, transmitirá también al continente (pues así lo ha dicho ya) el mensaje del Papa Benedicto XVI quien recuerda que los católicos deben participar en política para defender la familia, el matrimonio (lxs suyxs, claro) y otros valores, algunos de los cuales me parecen fáciles de compartir y otros se me antojan repelentes. Como europeo escucharé lo que diga el Papa por persona interpuesta y como europeo pondré en solfa lo que no me parezca de recibo. Los católicos, dice ahora Benedictus XVI, deben participar en política. ¿Se acuerda alguien del non licet, cuando Pio IX, no menos Papa que éste, prohibió que los católicos participasen en política? Es que el Vaticano, la Iglesia católica toda, es también típico producto de la infinita capacidad europea para la chapuza. Veinte siglos de chapuza.

Nota bene: este post es complementario de otro publicado en el blog La otra chilanga, sobre igual tema pero con otro contenido, más pensado para un público latinoamericano. Aunque esto de pensar en públicos distintos en la blogosfera sea una tontería.

Segundas reflexiones sobre el boicoteo a PRISA.

A raíz de lo visto y leído ayer sobre la nueva ideaza del PP de boicotear a los medios de PRISA tengo algunas ocurrencias que expongo a vuela pluma y con ánimo liviano por ser domingo y señalada efeméride del 50 aniversario de la UE, espero que suficientemente celebrada en el post anterior, que mi curro me ha costado. Es mucho más fácil hablar de casa que del extranjero. Aunque haya que reconocer que, en buena crianza, la UE no es propiamente el "extranjero", como si se tratase de las Islas Vírgenes, sino más bien aquello que se inventaron aviesamente los soviéticos para convencer a los demás eslavos y no eslavos sometidos a su fraternal abrazo, esto es, el cuasi extranjero.

  • Negocio. Andaba El País algo alicaído porque las ventas no subían con la feroz competencia de los medios On line, empezando por la que el periódico se hace a sí mismo en su edición digital. El boicoteo hará subir las ventas. Publicidad gratuita para el diario. ¿Qué no darían los periódicos de la derecha, esos que hablan del "monopolio" de Polanco porque la libre competencia los deja atrás, por ser objeto de una medida así adoptada por el PSOE?

  • La indignación del señor Rajoy. La referencia polanquiana a la guerra civil ha indignado al señor Rajoy. El señor Rajoy se pasa la vida indignado con el Gobierno, ¿cómo no lo estará con lo que diga el señor Polanco, propietario del periódico que al señor Rajoy se le antoja baluarte del PSOE? En esta legislatura han estado llamándose "guerra civilista" (sic) unxs a otrxs sin descanso. Al señor Rodríguez Zapatero le han dicho que trata de resucitar la guerra civil por espíritu de venganza a causa de su abuelo, militar asesinado por los militares sublevados.
  • Don Hermann Tertsch. Hay quien dice que ese boicoteo es comprensible por cuanto el señor Polanco parece haber despedido al señor Tertsch, redactor de El País, por participar en el programa del señor Buruaga en TeleMadrid, un atropello que se quiere idéntico al que se cometió con el señor Yanke en esa misma cadena. Piano, piano: TeleMadrid es una empresa pública, mientras que El País es privada, con lo que los despidos, ambos ideológicos, tienen distinta naturaleza, siendo el privado aceptable (otra cosa es que sea legal) y el público, no. Pero hay más:

  • TeleMadrid. También se dice que el boicoteo es similar al que decretó el PSOE contra TeleMadrid. Eso es cierto y es inútil recordar que empezó el PP boicoteando 59 segundos. Esos boicoteos son pataletas. Lo que hay que hacer es criticar si se cree que el medio o el programa manipulan. TeleMadrid lo hace y el programa del señor Buruaga, mucho. Así (según tengo entendido, ya que yo no lo vi), el señor Tertsch es despedido no por participar en el programa del señor Buruaga, sino por dar a entender que lo hace en representación de El País. El señor Tertsch suele razonar en clave conspiparanoica, que no es el caso de su periódico. Debió desvincularse de éste y aclarar que participaba a título personal. Lo contrario huele a fraude y abuso de la buena fe de los telespectadorxs.

  • Doña Rosa Díez. También participó en el susodicho programa dando a entender que representa al PSOE. Como quiera que la señora Díez razona en clave PP, esa representación es una superchería y legitima la manipulación del señor Buruaga quien, al parecer, equilibra su programa con dos "representantes" de posiciones, digamos, progres que, sin embargo, sostienen los argumentos de sus oponentes. Si yo fuera el PSOE haría con la señora Díez lo que, al parecer (pues no consta aún) ha hecho el señor Polanco con el señor Tertsch: puerta. Al fin y al cabo, los partidos también son asociaciones privadas, aunque cumplan fines públicos.
  • dissabte, 24 de març del 2007

    El boicoteo a PRISA.

    Están luciéndose. El País es uno de los mejores periódicos del mundo. Uno de esos que llaman "de referencia", cosa reconocida en todas partes, por el público en general y por los especialistas. Mutatis mutandi, es equiparable a Le Monde, el New York Times o cualquier otro de los grandes. ¿Qué se diría en los EEUU si uno de los dos partidos principales llamara a boicotear al Washington Post, por ejemplo, o en Francia si Sarkozy pidiera el boicoteo de Le Figaro? Ambos perderían las elecciones. Esa pasada del PP de pedir el boicoteo al completo grupo PRISA es una metedura de pata parecida.

    Que el PP y la derecha en general tienen ganas al grupo es cosa sabida. Ya en su primer mandato Aznar intentó meter a sus responsables en la cárcel con ayuda de un juez prevaricador. Al no conseguirlo, hizo un boicoteo de hecho durante las dos legislaturas. Quizá me equivoque pero no creo que concediera una sola entrevista a El País en sus ocho años de gobierno y sólo llamó por teléfono una vez para engañar al director acerca de la autoría del atentado de Atocha en 2004. La desmesura, el pataleo de la reacción de los conservadores a las declaraciones de Polanco pertenecen a su estilo, incrementan el barullo, la agresividad, la hostilidad de la derecha al sistema democrático en su conjunto y son terreno abonado para la violencia. Ya veremos qué pasa en la primera manifa de la derecha, cuando traten de informar sobre ellas los medios que el PP boicotea.

    No pueden soportar la prensa libre. Si estuviera en su mano, cerrarían El País porque la prensa que les gusta es la que se ve a la derecha. La que gustan leer los falangistas que se manifiestan junto con las NNGG del PP contra una decisión de la fiscalía.

    Esa demasía histérica, ese perpetuo tronar indignado contra todo lo que hace el Gobierno, esa bronca sistemática y movilización permanente en la calle son como los movimientos angustiados que hace el infeliz que ha caído en una ciénaga de arenas movedizas; cuanto más se agita, más se hunde. Como lleguen así a las elecciones de 2008 van a perder la mitad de sus votantes. El asunto es tan evidente que parece como si pensaran que no va a haber elecciones.

    El motivo de la explosión han sido las declaraciones del señor Polanco en la junta de accionistas de la empresa. Algunos medios ya empiezan a decir que dichas declaraciones son inoportunas, inconvenientes y polémicas. Es el inveterado miedo de los españoles a la derecha feroz. Si ésta insulta, amenaza, apabulla, no se dice nada; pero si la izquierda o hasta la derecha menos montaraz (al fin y al cabo el señor Polanco es más bien de derechas) manifiestan su posición con claridad, se les recrimina como si hubieran abusado de la libertad de expresión. ¿Abusar de la libertad de expresión cuando se dice que al PP le vale todo con tal de volver al poder o que las manifas de la derecha son franquismo puro y duro? Parece mentira. Todo el mundo puede ver las fotos con las banderas franquistas en esas manifestaciones y las banderas franquistas, es de suponer, son franquistas. Que al PP le valga todo para sus fines electorales lo sabe hasta la Capra Hispánica.

    Pero hay más. Aquilátese la concepción de la libertad de expresión y el juego democrático que tiene la derecha. Desde sus medios se insulta al señor Rodríguez Zapatero prácticamente todos los días y con el mismo argumento: que está dispuesto a todo (a romper España, a entregarse a ETA, etc) con tal de permanecer en el poder. Eso lo dicen los periodistas y políticos del PP. Además, desde los medios de la derecha se confiesa una abierta filiación política: Zarzalejos, Pedro J., Losantos, etc dicen a las claras que quieren que gane las elecciones el PP y hacen lo que pueden por conseguirlo. Son boletines del PP, cosa que, como es sabido, no es lo mismo con El País y el PSOE.

    El PP es cada vez más un partido antisistema, ultramontano y extremista que parece dispuesto a mantener este nivel agresividad y excitación hasta marzo de 2008. No quiero pensar en el verano que nos espera. Quizá sea inteligente que el Gobierno convoque elecciones anticipadas. Así nos libramos de estos espectáculos y los partidos conocen su auténtico apoyo electoral. Con los partidos, la gente. Con la gente, lxs hacedorxs de opinión, que son siempre lxs últimxs en enterarse de todo, y sabiendo ya el respaldo real en votos del PP, le pierden el miedo.

    Y del Irak hay que irse.

    Las imágenes que están llegando del Irak mezclan lo cómico y lo trágico. El episodio protagonizado por el nuevo Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon y el manager que tienen los estadounidenses en el país, Al-Mariki, cuando un bombazo interrumpió al primero, que estaba hablando de lo seguro que se va hoy por Bagdad, fue casi como de peli de risa. Hay que ver qué expresivo puede llegar a ser un inexpresivo rostro asiático.

    Al mismo tiempo, en el Irak siguen corriendo ríos de sangre, la guerra civil es un hecho, ya no se cuentan los muertos y heridos en atentados, y el país vive en el caos. La zona entera es un polvorín. La detención de los marines británicos por efectivos iraníes ha disparado los precios del crudo en el mercado, típica señal económica de un posible casus belli. Otro más.

    Entre tanto, en los EEUU, por fin, la mayoría demócrata en la Cámara de Representantes se ha decidido a enfrentarse al Gobierno, aprobando la ampliación presupuestaria que éste solicita pero imponiendo un plazo para el fin de la agresión (ellxs lo llaman de otra forma) en el país del golfo en agosto de 2008. Es una decisión muy suave (que, por cierto, ha contado con 14 "noes" demócratas y 2 "síes" republicanos) que deja un margen de 15 meses para que el Gobierno siga haciendo barbaridades en el Irak; una decisión "de mínimos".

    Aun así, el irresponsable que gobierna el país y, con él el mundo, se lo ha tomado a la tremenda, al modo Rajoy y, rodeado de veteranos de la Legión Americana, afirma que vetará la ley. Es posible que lo haga, sobre todo si Dios se lo indica, pero se va a encontrar con un problema porque con el plazo de retirada veta también la ampliación presupuestaria. La revolución inglesa del siglo XVII empezó así, con el Parlamento negando al Rey los dineros que necesitaba para sus guerras. El asunto acabó costando la cabeza al Monarca. No llegará la cosa hasta ahí ahora, ni siquiera, probablemente, habrá intento de inhabilitación presidencial, pero si el grifo del dinero sigue cerrado, los gringos tendrán que irse del Irak.

    Salvo que el asunto de los primos británicos proporcione un pretexto. Desesperados como están los dos sujetos de las Azores (el hispano no cuenta, como no contó desde el primer momento, excepto para hacer el ridículo) pueden intensificar el disparate para acallar a una opinión pública cada vez más hostil.

    Pero antes o después tendrán que irse del Irak. Esa guerra está perdida. Como la de Vietnam. La opinión mundial es claramente contraria. Lo sensato sería llevar a los responsables ante el Tribunal Penal Internacional. Que ya veremos. Pero, de momento, que se vayan.

    divendres, 23 de març del 2007

    Peleas de intelectuales.

    En El País del domingo pasado abrieron un debate bien interesante sobre un fenómeno muy curioso: "¿Por qué los intelectuales de izquierda se hacen de derechas?" Participan dos conocidos intelectuales, los dos de izquierda, uno más radical que el otro, Francisco Fernández Buey, con un artículo titulado El truco de la autocrítica e Ignacio Sotelo con otro titulado Fin de las oscilaciones. El de Sotelo me pareció el más flojo de los dos y, a veces, incomprensible, cuando no claramente condicionado por la experiencia del autor en Alemania en los años 60 y 70. Casi cabría pensar que cree que esto de ser de izquierda o de derechas es cosa de modas y de ahí el título del artículo.

    El de Fernández Buey me pareció no solamente más interesante, sino más atingente a la cuestión que se trataba de dilucidar. Tendría dos cosas que reprocharle y nada baladíes. La una, que valore por encima de todo la perseverancia en las creencias como si ésta fuera una bendición de los cielos muy superior a la capacidad para cambiarse y adaptarse a la realidad que, al menos en el sentido político, no cesa de variar; lo que llama "transformacionismo" que no estoy seguro de que sea una elección terminológica acertada. La otra que dé la impresión de estar cien por cien seguro de saber qué sea la izquierda, concepto sobre el que, sin embargo, no reina general consenso. Por ejemplo, me atrevo a pensar que eso que se llama la "izquierda radical", comunistas y allegados, suele negar la vitola de izquierdistas a gentes como Ignacio Sotelo, socialdemócratas de toda la vida. Claro que el propio Sotelo parece darles la razón cuando habla de las "sedicentes izquierdas y derechas que en el fondo se parecen como dos gotas de agua"; justamente la teoría de "las dos orillas" o "son todos iguales" de los comunistas que, paradójicamente coincide con esa aparentemente amargada experiencia de la derecha de que, en efecto, "todos los políticos son iguales". Como me cuesta pensar que Sotelo se tenga por una gota de agua, sería cuestión de preguntarse desde dónde habla o cómo se considera a sí mismo. Por lo demás, quizá no le resulte sorprendente a Fernández Buey saber que mucha gente, incluso de izquierda, considera que los comunistas no son de izquierda.

    En verdad, este lío de quién es o quién no es de izquierda es bastante estúpido pero, como decía el filósofo, la "estupidez se hace invisible cuando se generaliza" y así hay que seguir escuchando a unos u otros bobos negándose mutuamente la condición de izquierdistas. Eso raramente se ve entre los de derechas.

    El caso es que, estando así las cosas, tercia en la polémica Fernando Savater con una carta de lector al día siguiente o al otro, titulada ¿Quiénes son?, en la que precisa algún punto a Sotelo, al citar tres nombres de casos de intelectuales que hicieron el trayecto contrario, esto es, de la derecha a la izquierda (Aranguren, Sacristán y París) y pone en solfa luego el argumento de Fernández Buey con bastante agresividad, viniendo a decir que esos intelectuales a los que el primero cree hay que rendir homenaje por haberse mantenido fieles a sus principios, en el fondo son más derechas que nadie... por omisión, por no haberse manifestado contra ETA desde siempre y a favor del Estado de Derecho en el País Vasco, y de las víctimas.

    Parece una carta impropia de Savater por la cantidad de falacias que contiene. En primer lugar, que haya habido un puñado de intelectuales fascistas que dejaran de serlo y se pasaran a la izquierda en la España de Franco es la excepción de la regla de que, en España y fuera de España, lo abrumadoramente frecuente es lo contrario, de la izquierda a la derecha. Y la soterrada acusación de derechismo por omisión a los intelectuales de izquierda a que pudiera estar refiriéndose Fernández Buey pasa por alto algún dato muy relevante pues si de biografías se está hablando: ¿cuándo empezó a condenar a ETA el propio Savater? ¿Cuándo a ponerse del lado de las víctimas fueran del partido que fuesen como dice? Porque, que yo recuerde, muchos intelectuales de izquierda empezaron a condenar a ETA ya bien entrada la transición y a ponerse al lado de todas las víctimas bastante más tarde. Quizá no sea el caso del firmante de la carta, pero sí de algunos intelectuales que, además han seguido siendo de izquierda. En realidad, el ataque de Savater es tan desaforado que le resulta fácil a Fernández Buey defenderse en una carta posterior, titulada Respuesta a Savater citando nombres de intelectuales que se han conservado fieles a sus principios y siguen siendo de izquierda, estando enfrentados al nacionalismo y a ETA.

    Por lo demás, con estos asuntos no se agota el apasionante tema propuesto a debate. Por supuesto que hay intelectuales que han pasado de la derecha a la izquierda pero lo cierto es que, salvas algunas excepciones, ese itinerario no es nada frecuente y los ejemplos y casos son poquísimos. Pienso que inexistentes entre intelectuales de prestigio internacional. Y también hay intelectuales, legiones, que han pasado de la izquierda a la derecha. Pero legiones: en el PP abundan como moscas y, mirando las columnas de El Mundo, La Razón, el ABC, Libertad Digital, etc, así como ciertas tertulias televisivas y programas de radio, se encuentra al resto. No hace falta dar nombres porque son muy conocidos. Y tampoco es preciso caer en el maniqueísmo que Savater critica. Ciertamente, habrá conversiones de la izquierda a la derecha dictadas por convicciones sinceras pero, mirando lo que se ve en los medios en España, la verdad, predominan los que parecen haber evolucionado por conveniencia personal, por despecho, por dinero o por vanidad herida que, tratándose de intelectuales, cuenta mucho.

    Y eso tampoco agota el elenco. ¿Qué decir de los intelectuales que han evolucionado desde la izquierda a un puntilloso "centro"? Por ejemplo, Antonio Elorza publicaba ayer mismo también en El País un artículo titulado Sin vida política en el que equiparaba al PP y al PSOE culpándolos prácticamente por igual del mal funcionamiento del sistema y el debate políticos en el país. Cómo se pueda equiparar el comportamiento de ambos partidos en las sesiones parlamentarias o con respecto al poder judicial es algo que sólo cabe entenderse en función de "transformismo" de que habla Fernández Buey. Cierto, el articulista dirige gran parte de sus acusaciones al PP, que es quien tiene el cuasi monopolio de la desestabilización en el ámbito parlamentario, en el poder judicial y algunos otros, mientras que el PSOE apenas si puede defenderse ante esa agresividad constante. Pero luego, tomando pie en la política exterior y algún que otro caso, sitúa casi a igual nivel al PSOE, al que corresponsabiliza de la inexistencia de la vida política. Cualquiera que vea la televisión o lea la prensa sabe que eso no es cierto, que el "todos iguales" es injusto. .. y además, lo que predica la izquierda radical por un lado y pretende dar a entender el PP por el otro. ¿Qué lugar correspondería a estos intelectuales?

    (En las imágenes, diversas tallas de los pueblos fang, songye y chowke).


    La poligamia en casa.

    Un hecho fortuito, el incendio de una vivienda en Nueva York en el que han muerto cinco niños, ha permitido descubrir que entre los inmigrantes en la Gran manzana no es infrecuente la poligamia. Saco la noticia del New York Times Como se trata de un delito penado con prisión y causa de expediente de expulsión del país,

    El cuadro, de Gyula Törnai, hacia 1865, "En el harén".

    la práctica existe clandestina; pero existe, y nadie sabe qué extensión puede alcanzar. A la vista de lo que allí sucede, la pregunta que se le plantea a uno en relación con Francia, con España, etc es ¿y no estará pasando aquí lo mismo? Los inmigrantes musulmanes tienden a vivir en núcleos cerrados, apenas se abren a contacto con otros grupos étnicos, el Corán permite al hombre tener hasta cuatro mujeres. La cuestión es saber cuántos polígamos hay en España.

    Y con esto del Corán hay que tener cuidado. Acabo de leer que una jueza alemana ha fallado admitiendo como base para su fallo la sura del Corán en que se permite pegar a la mujer díscola. Algo similar, aunque en sentido contrario, es decir, esclarecido, ha pasado en Inglaterra, en donde los Lores Judiciales (el Tribunal Supremo) otorga a los colegios la facultad para impedir que las escolares musulmanas aparezcan con los velos faciales.

    Como se ve, el problema es siempre el mismo, esto es, el Islam, que choca frontalmente con nuestros principios básicos. Si aceptamos la poligamia, las palizas a las mujeres y el velo facial estamos aceptando la existencia de ciudadanos de segunda entre nosotros. A su vez, una integración completa en la sociedad de acogida, por lo que se ve, es imposible. La cuestión es si somos capaces de insistir en que hay que acatar nuestros valores básicos sin adoptar actitudes proteccionistas o incluso puramente racistas.

    dijous, 22 de març del 2007

    Al asalto del Estado.

    Que el Partido Popular, también llamado Partido Pancartero está convirtiéndose a toda velocidad en el Partido de la Porra es evidente para quien observe el debate público, por llamarlo de alguna forma. Su estrategia es bien clara: como no puede gobernar (ya que en democracia existe la irritante y plebeya costumbre de que gobierne el que obtiene más votos), que no gobierne nadie y que todo salte por los aires. Para lograr tan loable propósito, la táctica que aplica es andar a coces con todas las instituciones democráticas y poderes del Estado, a ver si consigue que caigan en el desprestigio y se despierte el dormido genio de la raza en forma de algún salvapatrias que dé un golpe de timón o de lo que sea con tal de que se trate de un golpe, con consecuencias fáciles de imaginar. Pongo por ejemplo el ataque continuo a todos los poderes del Estado.

    Empecemos con el legislativo.

    En la sesion de control del Gobierno de ayer, la bancada popular volvió a organizar la algarabía habitual de gritos, abucheos, pataleos y rebuznos que alteran y degradan el normal negocio parlamentario. Es sorprendente que pregunte nada al ejecutivo si luego no está dispuesta a escuchar las respuestas. Pero es que esos espectáculos vergonzosos no son una excepción que un alma caritativa pudiera atribuir a un momento de arrebato, sino algo deliberado y programado. Se llega a esta conclusión mediante un sencillo razonamiento: dada la disciplina férrea de todxs lxs diputadxs de todos los partidos, especialmente del PP, bastaría con que los tres adalides conservadores reunieran a sus señorías y les dijeran que no berrearan para que las dichas señorías no levantaran la voz. Como eso lo sabemos todxs, resulta claro que el sistemático vociferar en el hemiciclo es política programada del grupo popular. ¿Con qué fin? Con el muy obvio de deslegitimar al Parlamento ante la opinión pública y generalizar la convicción de que todos lxs políticxs son iguales y etc, etc.

    Sigamos con el Ejecutivo.

    Del respeto que el PP tiene al Gobierno da buena cuenta la sarta de insultos e improperios con que sus diputadxs, afiliadxs, simpatizantes y votantes regalan a su Presidente: bobo solemne, simple, traidor, genuflexo ante ETA, radical (sic), incompetente...Y no solamente en sede parlamentaria, sino dondequiera: en la calle, en sus medios de comunicación, en las pastorales de la jerarquía o en sus manifestaciones. Este tipo de ataque, sin embargo, es el menos grave dado que en democracia es habitual culpar al Gobierno de todo, según el viejo adagio italiano del piove, porco governo. Claro que se hace de forma menos tosca pero supongo que ésta puede atribuirse al exceso de testosterona con que los dioses han bendecido siempre a esta indómita raza. Lo más grave es que en el paquete entre ya también el Jefe del Estado, la Corona, vaya. Mi simpatía por esta institución es igual a cero, pero, en tanto exista, creo obligado atender a sus reglas de funcionamiento, sin intentar violentarlas y servirse de ella para fines faccionales. No se trata solamente de que desde algunos medios de la derecha, como la COPE, se ataque con frecuencia a la Monarquía, porque eso entra en los márgenes de la libertad de expresión. Se trata de que la derecha no instrumentalice la institución en provecho de sus fines partidistas. Que el señor Sanz, presidente de la CA de Navarra sostenga que cualquier alteración en el estatuto del antiguo Reino no dejaría indiferente a la Corona es un desafuero que no debiera dejar indiferente a la Corona. Ciertamente que la relación de Navarra con España es un pacto articulado en el fuero cuyo garante último es el Rey. Pero eso no autoriza a una parte de una parte del pacto a servirse de la figura del garante porque eso es jugar con fuego.

    Y terminemos con el judicial.

    El comportamiento del PP respecto a la administración de justicia en sentido amplio en España no solamente no es de respeto, sino de franco boicoteo. Prácticamente no queda tribunal, magistradx o procedimiento judicial que el PP no esté dispuesto a reventar en virtud de ese planteamiento de hundir aquello que no puede controlar. Tres buenos y recientes ejemplos aparecen en los episodios que han afectado al Tribunal Constitucional, con una recusación falaz que ha puesto en entredicho la independencia del alto órgano; al Tribunal Supremo, con un nombramiento de sala (la que ha de decidir sobre las listas de Batasuna) aparentemente trucado que están investigando los órganos pertinentes del ministerio de Justicia; y al Consejo General del Poder Judicial, en funciones desde hace cinco meses y con su renovación bloqueada en tanto no se avengan las demás fuerzas políticas a otorgar al PP una posición de preeminencia en él muy superior a su peso parlamentario y que le permita seguir haciendo mangas capirotes con el funcionamiento de la justicia. Por si fuera poco, el desestimiento del fiscal ayer en el proceso al señor Otegi ha provocado una nueva avalancha de improperios y actitudes contrarias al normal y pacífico funcionamiento de la democracia. La Asociación de Víctimas del Terrorismo anda pensando si presentar una querella contra el fiscal del Audiencia Nacional por prevaricación. ¿Se entiende? El señor fiscal tiene que hacer lo que yo quiero y, si no lo hace, prevarica. A su vez, el señor Buesa, en nombre del Foro Ermua, que está cubriéndose de gloria por su seguidismo del PP, convoca a una manifa para hoy ante la sede de la fiscalía. Con un poco de suerte, esta semana, en vez de la habitual movida de la derecha los sábados, tendremos dos: jueves y sábado. Navarra, De Juana, el proceso de paz, el fiscal...el caso es salir a la calle a poner verde al señor Rodríguez Zapatero y sacar a ella a seis o siete millones de personas según los cálculos de la señora Aguirre.

    Está claro, ¿no? Es una actitud de boicoteo de las instituciones democráticas con el fin de deslegitimarlas. Ayer la señora Fernández de la Vega hubo de decir a los conservadores algo de sentido común: no es la oposición la que determina la política antiterrorista, sino el Gobierno. Pero es que eso es precisamente lo que la oposición no admite: que pueda haber un Ejecutivo que no sea el suyo. Si se da esta lamentable circunstancia, considera que el Gobierno es un usurpador, que le ha privado de su derecho imprescriptible a mangonear este infeliz país por los siglos de los siglos.

    Alguien de pocas luces debe de haber dicho al PP que la bronca paga electoralmente cuando es obvio para cualquier observador/a que es al revés. Unos meses más así antes de las elecciones y el voto del PP retorna a los niveles de Fraga. Esa trayectoria ya no es trayectoria, sino caída libre hacia el desastre electoral. Y conviene que la derecha recuerde que fuera de la urnas, aquí ya no hay nada.

    La blanca nieve sucia.

    Los dioses me libren, si tienen a bien, de tomarme a broma el horrible riesgo del cambio climático. Aunque el solo hecho de que la mala nueva sea prédica continua del señor Gore, quien se ha llevado un Oscar tan ricamente por ello, lo convierte en algo difícil de tragar. Por cierto, ese Oscar premia el negocio. Hollywood ha descubierto un filón. La próxima temporada hay que esperarse un par de muchomegaproducciones y exitazos taquilleros llenos de efectos especiales con títulos como Scorching Planet o The Day the Earth Boiled. Ver derretirse los casquetes polares en 3D, un simulacro braudillardiano, debe de ser fascinante.

    Allá por los años 70, un antropólogo estadounidense, Garret Harding, publicó un artículo que causó sensación llamado The Tragedy of the Commons que explicaba con un sentido casi oriental de la fatalidad el mecanismo por el que cuanto es común, público, colectivo, está condenado a perecer; un mecanismo sencillo pero endiabladamente difícil de dominar: el egoísmo humano. La verdad es que el artículo, que era muy bueno (y por eso sigue citándose), sólo elevaba a rigor académico un saber popular que, al menos los de mi generación, tenemos muy oído entre los campesinos en Galicia: O que es del común, es de ningún. El inevitable cambio climático es el resultado de esa constante humana.

    También trae ese cambio efluvios, como emanaciones, de otra vieja afición de la Humanidad: la de verse al borde del abismo, a un paso del Apocalipsis, el vivere pericolosamente de los futuristas, la conclusión de los tiempos. El cambio de milenio trajo algo de esto, recuérdese, con aquellos vaticinios de que todo el mundo del ciberespacio iba a saltar en pedazos. Pero se desvaneció al minuto siguiente de las 12 de la noche del 31 de diciembre de 1999, cuando se vio que las computadoras seguían funcionando como si nada. Eso dejó algo insatisfecha la necesidad de terrores. El SIDA no ha funcionado tampoco como uno de los jinetes del Apocalipsis, dado que sólo se ceba en los países subdesarrollados. Así que el cambio climático tiene todas las papeletas para dibujar los nuevos miedos del milenio.

    Entre tanto ya condiciona nuestra forma de encarar los fenómenos meteorológicos, que ha perdido todo sentido de la poesía. La información sobre las nevadas que están cayendo en el norte está teñida de estas angustias. Se centra masivamente en los aspectos negativos: carreteras cortadas, pueblos bloqueados, servicios interrumpidos, el señor Otegi que no llega, puertos cerrados o daños a los frutales. Lo cual está muy bien pues conviene andar avisadxs. Pero es que nadie se ha acordado de transmitir otras vivencias de la nieve, aunque sea marginalmente, las que hablan de la belleza de su blancura, del encanto de los paisajes cuya silenciosa serenidad apacigua el espíritu, de la alegría de los niños y los no tan niños jugando en los parques (las escuelas están cerradas, menudo fastidio) haciendo muñecos. Si de beneficio se trata, sólo se considera el mercantil: este año las estaciones de esquí harán su nevado agosto. Y, lejos de mostrarnos apacibles, serenos cuadros como el de la imagen, la que recibimos es la de la nieve sucia que escupen las máquinas quitanieves desde los televisores.

    dimecres, 21 de març del 2007

    El cruzado de la causa.

    El señor Aznar ha dejado las cosas meridianamente claras desde Australia. La guerra de Irak estuvo bien; era lo que había que hacer porque con los terroristas no se dialoga, sino que hay que vencerlos. Ha aprovechado asimismo el ex-presidente para señalar, con su habitual malevolencia, que lo que es un disparate es escapar de Irak. Imagino que, con este verbo, trata de enjuiciar la decisión del Gobierno de Rodríguez Zapatero de retirar las tropas del país mesopotámico. El Gobierno no retiró las tropas, sino que escapó del escenario de la guerra. Es fabulosa la capacidad del señor Aznar para deslizar infamias. No conozco nada parecido. Coincide en esto, aunque sospecho que puede darle lecciones, con su amigo, el señor Matorral, quien asegura que si los estadounidenses se retiran de Irak sobrevendrá el caos y será una victoria para los terroristas. Lo obvio es, sin embargo, que el caos lo llevaron las tropas estadounidenses y el triunfo de los terroristas se produjo el día que comenzó está invasión criminal.

    El PP está en un brete. Sigue amarrado a aquella ignominia, que despierta gran rechazo entre los votantes españoles. No es casualidad que la manifa contra la guerra más copiosa fuera la de Madrid el otro día. Causa estupor que un partido viva rehén de un individuo que lo pone al servicio de sus intereses personales de sobrevivir al desastre que organizó con sus dos compinches en las Azores. En realidad, ese ha sido el norte que ha guiado la acción de la oposición en estos tres años, al unísono con su frente mediático. Todo ha estado al servicio de la supervivencia política del señor Aznar, desde los cuentos chinos inventados para deslegitimar el proceso del 11-m hasta el sistemático desprestigio de las instituciones democráticas. Que no se hable de Irak.

    Y de Irak hay que seguir hablando porque la catástrofe no conoce fin, todos los días mueren decenas de personas en una orgía de sangre, de atentados y matanzas indiscriminadas. Resulta asombroso que quienes pusieron en marcha ese genocidio digan que hablar de él es "rancio" o está "pasado de moda". Como asombroso e indignante fue escuchar hace una fechas al principal causante hispano del desaguisado diciendo alegremente que él no sabía que en Irak no hubiera armas de destrucción masiva y que entonces no lo sabía nadie. Y creía el hombre estar haciendo una gracia. Una gracia de 600.000 muertos civiles, millones de desplazados, caos y terror por doquier. Para encontrar una actitud tan canalla hay que ir a la leyenda de Nerón tocando la lira mientras ardía Roma. Y aun así, esa leyenda es leyenda, pero esto de aquí es bien real.

    Supongo que los críticos con la guerra en el seno del PP, si hay alguno además de los señores López Medel y Del Burgo, pondrán punto en boca, aunque comprendan que seguir atados al carro de guerra del presidente de la FAES, a sueldo del señor Murdoch, les va a salir muy caro en las elecciones. Pero los demás, las gentes de criterio propio, no deben cejar en su empeño de poner la citada guerra en el primer orden del debate público. Y ello porque, además de permitir que, de ser posible, los responsables de ese crimen paguen por su fechoría, es la única posibilidad de ahorrar sufrimientos a los iraquíes. Si la atención decae, si la barbarie desatada en Irak desaparece de los medios y los telediarios, los criminales entenderán que es una especie de cheque en blanco para seguir cometiendo barrabasadas. La opinión pública mundial es la única posibilidad que tiene el pueblo irquí de librarse esa ocupación criminal.

    En cuanto al señor Aznar, arrecian las peticiones de procesamiento. Ayer publicaba el El País un artículo del señor Garzón titulado Aniversario en el que el magistrado venía a decir de modo alambicado y cauto que era pensable que se procesara a los responsables del desaguisado. Un magistrado no puede andar pidiendo en los periódicos que se procese a alguien, razón por la cual el asunto se movía más en el terreno de la insinuación. Pero lo que el juez Garzón se limita a dar a entender lo ha hecho explícitamente el diputado Antonio Romero, de IU, presentando una querella criminal. Decía yo ayer que no creía que se produjese el procesamiento, pero que me sumaba a la petición. Apoyo al señor Antonio Romero y a los del InSurGente, que dicen haber puesto en marcha la campaña. Un acierto. Aunque la querella sea archivada -que ya se verá- la condena moral generalizada es un hecho. Y lo lógico en un Estado civilizado es que una condena moral lleve aparejada una judicial.

    El crimen de Irak no puede quedar impune.


    Cuando las fotos se vuelven sepia.

    La editorial Vosa, que dirige Manuel Blanco Chivite, acaba de sacar el libro de fotos que se ve a la izquierda, bajo los cuidados de Luis Puicercús Vázquez y con un prólogo de Carlos Pérez Merinero. El autor había ya publicado otro interesante libro de análogo objeto, pero dentro de la tradición oral, sin imaginería, Ventas-Ciudad Lineal en el recuerdo, hecho a base de acopiar las memorias de los vecinos del lugar para construir una especie de historia de memoria colectiva.

    Lo mismo sucede con las fotos, la memoria iconográfica es tan importante como la oral y ambas se complementan. Estamos acostumbradxs a que las editoriales y otras empresas sólo consideren de interés la publicación de los relatos de los grandes protagonistas de la historia, las fotos de acontecimientos excepcionales o personalidades relevantes, pero no las de las gentes del común. Y sin embargo, la realidad, la historia es tan obra de éstas, tan resultado de sus afanes y esfuerzos como de las grandes personalidades. O quizá más. Es la idea que expresó muy atinadamente Bertolt Brecht y que guió gran parte de su obra: la historia no es solamente el resultado de las decisiones de los reyes, los generales, los papas sino, fundamentalmente de la obra callada y colectiva de lxs artesanxs, lxs campesinxs, lxs obrerxas; en definitiva, de la gente de la calle.

    El Álbum de fotos de Puicercós es una condensación de los álbumes de fotos de cientos de personas, de familias, de generaciones que las han prestado para reconstruir la memoria gráfica del barrio comprendido entre Las Ventas y la Ciudad Lineal (la obra concebida y construida por Arturo Soria), entre 1900 y 1960. Cuando yo lo conocí, precisamente a fines de los años 50 y primeros 60, que son los tiempos más retratados en el libro, el final de la calle de Alcalá con el comienzo de la Carretera de Aragón y, en medio, el Arroyo Abroñigal, eran el extrarradio de Madrid. Hoy son calles "céntricas". En el Arroyo Abroñigal, por donde pasa hoy la M 30, se apiñaban las chabolas, que se veían desde el Parque de la Fuente del Berro y, como puede apreciarse en la foto, las calzadas de las calles eran compartidas alegremente por viandantes y vehículos, me atrevería a decir que con predominio de lxs primerxs.

    Por aquellos años, en los jardines y parques a que nos llevaban a jugar de pequeños no faltaban los barquilleros, con sus cubas cónicas rojas (he buscado en el DRAE por si tuvieran un nombre específico, pero no lo parece) a cuestas, como la que se ve en la imagen, coronadas con una ruleta metálica dorada con lengua de cuero que los chavales hacíamos girar porque de la suerte que tuviéramos dependía la cantidad de barquillos que iba a tocarnos. Siempre había premio. Unos barquillos que estaban exquisitos, con un lejano sabor a canela que todavía recuerdo, curruscantes y que se deshacían en mil trocitos cuando uno los mordía. La foto está muy bien y es muy propia, pues nunca vi un barquillero que no anduviera rodeado de niñxs porque, cuando uno no podía jugar por falta de dinero, seguía siendo muy divertido ver cómo lo hacían los demás.

    El libro está lleno de imágenes de este tipo, distribuidas por secciones, como lo estarían los álbumes de las familias si la abundancia de material se lo aconsejara: Ayer y hoy, infancia, colegios, vecinas y vecinos, bodas, familias, celebraciones, viviendas y comercios, oficios diversos y credenciales. Es, pues, un retrato completo de una forma de vivir que se ha ido y, por eso mismo, un documento antropológico e histórico de primer orden. Algunas fotos son estupendas. No me resisto a reproducir la del pic-nic del señor cura con su hermana, su tía y un compañero de clerecía; detrás, el flamante 600. Uno imagina a los dos curas, con sus gafas de sol y sus chapeos, conduciendo el vehículo, con las dos mujeres en los asientos de atrás. O quizá la hermana del sacerdote se hubiera sacado ya el carné de conducir, aunque a fines de los años 50 resulta más improbable. En todo caso la escena parece sacada de una peli de Marco Ferreri, con Rafael Azcona de guionista.



    dimarts, 20 de març del 2007

    No fue un error; fue un delito.

    El señor Jaime Ignacio del Burgo sale ahora diciendo que nunca debimos ir a la guerra del Irak, en la que nos metió su jefe Aznar contra la opinión inmensamente mayoritaria de los españoles y de la que nos sacó el señor Rodríguez Zapatero. Nunca es tarde si la dicha es buena, y ya era hora de que alguien en el PP, aparte del señor López Medel, diera muestras de tener algo de criterio propio y sentido de la decencia. Aplausos, pues, al señor Del Burgo y pitos por seguir sosteniendo insensateces sobre el atentado del 11-m.

    El señor Del Burgo, sin embargo, califica de error la decisión del señor Aznar. Un error es una decisión equivocada pero involuntaria. No es el caso aquí. Los tres sujetos que se reunieron en las Azores actuaban con frialdad y premeditación. Mediante embustes y engaños trataron de arrastrar a la llamada "comunidad internacional" a una invasión criminal y contra derecho. Sabían que no había armas de destrucción masiva y presentaron pruebas falsas en el Consejo de seguridad de la ONU. Lo hizo el propio Colin Powell.

    Como no consiguieron sus propósitos, desencadenaron el ataque por su cuenta sabiendo muy bien lo que hacían. Sabiendo, por ejemplo, que ponían condiciones imposibles de cumplir para hacer inevitable la invasión. Actuaron con la frialdad de Hitler en Munich. Es decir, no cometieron un error; antes bien, cabe sostener que cometieron un delito, un crimen que al día de hoy ya puede considerarse como genocidio.

    No tengo grandes esperanzas en que algún día una jurisdicción internacional procese a estos tres individuos ya que, como se sabe, los EEUU no reconocen la jurisdicción penal internacional. Por supuesto, apoyaré todos los intentos que se hagan por llevarlos ante un tribunal penal bajo la muy obvia acusación de crímenes de guerra. En el caso del señor Aznar, además, se trató de un presunto delito con ánimo de lucro porque todos los muertos de la guerra y las víctimas del atentado del 11-M en Atocha, le han servido para aumentar su caché internacional y le han proporcionado un suculento contrato de asesoría con el magnate Murdoch, propietario de la Fox, probablemente la cadena de TV más reaccionaria del mundo.

    En todo caso ese reconocimiento público del señor Del Burgo tendría que tener consecuencias políticas inmediatas pues al fin y al cabo el presunto criminal de guerra Aznar era presidente de un gobierno del que también formaban parte los señores Rajoy y Acebes. El señor Rajoy debiera aclarar qué piensa él al respecto, en lugar de decir que quienes nos interesamos por esta guerra de ladrones y criminales estamos anclados en el pasado y cualquier día de estos nos manifestaremos por Felipe V. Con respecto al señor Acebes, me daría por satisfecho con que se callara.

    dilluns, 19 de març del 2007

    Mentiras e insultos.

    Lo peor que te puede pasar en la vida es que te tomen a chirigota. Que es lo que sucede con la derecha española en cualquiera de sus apocalípticas encarnaciones, como partido (el PP) dedicado a la agitación callejera; como emisora de radio (la COPE) consagrada a la propaganda vociferante; como periódico (El Mundo) maestro de amarillismo. Las tres instancias forman un bloque compacto de fabricación de consignas en la vida política y las tres juntas dan un espectáculo de esperpento. Tanto que el público se lo toma a eso, a chirigota. Que la señora Aguirre multiplique indefectiblemente por 10 la cantidad de asistentes a sus manifas de semanal periodicidad mueve a risa; que esos fantasmagóricos millones se conviertan en titular de alguno de sus periódicos, lleva la risa a la carcajada; que rueden luego por el hemiciclo, convertidas en dato de las intervenciones de los diputados derechistas convierten la carcajada en ataques de risa incontenible.

    Es lo malo que tiene el esperpento, que su misma exageración destruye el efecto que se buscaba originariamente. Los tres hermanos Marx de la política española comenzaron su común aventura en la oposición mintiendo e insultando (el 11-M era obra de ETA y quien pensara lo contrario era un "miserable") y así han seguido al día de hoy, tres años después de su debut, sin apartarse un ápice del guión marcado: mentiras e insultos. La manifa del sábado pasado en Pamplona partía de una mentira (que el Gobierno hubiera empleado a Navarra como moneda de cambio en sus inverosímiles negociaciones con el independentismo vasco) y, como es habitual, discurrió entre insultos a Zapatero que, a estas alturas debe de ser el presidente más insultado de la historia de la democracia, como se deduce del artículo de Vicent ayer en El País, Insultos.

    Es curioso que los estrategas electorales del PP no se hayan preguntado a qué se debe la baja puntuación que los votantes otorgan a su partido y a su dirigente, el político peor valorado, y aun hagan menos por contrarrestar la tendencia. Parece como si creyeran que una mala valoración sistemática se trocará después en votos por arte de birlibirloque. Y como si no vieran que, les guste o no, el estilo moderado, educado y hasta afable de hacer política del señor Rodriguez Zapatero y su gente (eso que ellos llaman despectivamente el "buenismo" o la bobaliconería) tiene muy buena recepción en la gente y se traduce en valoraciones que, sin ser muy altas, lo son mucho más que las del PP y en la segunda mitad del mandato, que es cuando suelen ser más bajas.

    La cosa entra ya en barrena de catástrofe cuando las referencias al tremendismo, la vocinglería y la agresividad de la derecha se hacen en plan de chirigota y guasa, como las que les han llovido este finde. La broma del ministro Rubalcaba de que, cuando el PP jubile al señor Rajoy en 2008, podrá abrir una empresa de autobuses, o la sentencia del señor Rodríguez Zapatero de que los populares "mienten y callan" son torpedos en la línea de flotación del navío del PP, que ha perdido el rumbo.

    Es muy difícil, por no decir imposible, restaurar el crédito de unas gentes que a un mes del comienzo de la vista oral del proceso por el 11-m, siguen empeñadas en sustituir la clara búsqueda de la verdad en sede judicial por una historieta por entregas repleta de intrigas y villanos que parece sacada de la literatura de cordel.

    ¿Qué pasa con Ségo?

    Vaya, hombre, yo que me las prometía tan felices, pensando que podría haber tres mujeres al frente de tres de los países más importantes del mundo, Alemania (Merkel), Francia (Ségolène Royal) y los EEUU (Hillary Clinton), resulta que la señora Royal sigue perdiendo puestos en la lista y ya va tercera, detrás del derechista Sarkozy y el "centrista" Bayrou. Uso las comillas porque, después de oírlo en un par de ocasiones me da la impresión de que ese hombre tiene de centrista lo que yo de obispo. Es un producto más de la derecha, envuelto en palabrería centrista, que explota el cansancio francés con los políticos del sistema. Un cansancio muy sui generis porque si de verdad quieren los franceses votar en contra del sistema, que lo hagan por José Bové quien no creo si quiera llegue a ser candidato, ya que no tiene aún las 500 firmas.

    En todo caso, por primera vez se abre la posibilidad de que, igual que sucedió en las elecciones de 2002, la candidatura socialista no pase a la segunda vuelta y los electores tengan que elegir entre la derecha y la derecha: Chirac/Le Pen en 2002 y Sarkozy/Bayrou en 2007. Por supuesto, hago caso omiso de esxs finxs analistas que sostienen que, aunque pase Ségo a la segunda vuelta, seguirá siendo un voto entre la derecha y la derecha.

    La señora Royal ha presentado un ambicioso plan de reforma política al que, por primera vez, ha osado llamar la VIe République esto es, una refundación del sistema político anclada sobre cuatro pilares: a) eliminación de la acumulación de mandatos y limpieza del sistema político; b) relanzamiento del diálogo social; c) mantenimiento de los servicios público en todo el terrtorio; y d) democracia territorial. Supongo que por lo último hay que entender cierta descentralización. No está mal pero la verdad es que suena como un último intento a la desesperada, para salvar una campaña que ha ido perdiendo puntos poco a poco, entre la indisimulada hostilidad de los barandas masculinos de su partido, la indiferencia del electorado de la izquierda y la sorprendente hostilidad de las mujeres en un país que es de los más atrasados del mundo en cuanto a la incorporación de las mujeres a la política. Según los datos de la Unión Interparlamentaria Francia hace el número 87 en cantidad de mujeres en el Parlamento, mientras que España, por ejemplo, ocupa el puesto noveno. Por cierto, el primer lugar corresponde a Rwanda y el segundo a Suecia. Pero el caso francés es de risa: de 574 diputadxs, 70 son mujeres, o sea, un 12,2%, mientras que en España ese porcentaje es del 36% y en Suecia, del 47,3% y del 48,8% en Rwanda.

    Es cierto que Mme. Royal arrasa en los sondeos entre los jóvenes de 18 a 25 años, donde alcanza más del 40% de los votos, dejando muy atrás al derechista abierto de Sarkozy y al derechista oculto de Bayrou, pero es preocupante si esos tres millones de electores nuevos serán suficientes para llevar a Ségolène a la segunda vuelta y a la victoria en mayo.