diumenge, 2 de setembre del 2012

Que dimita la realidad

Hoy, domingo, con tiempo soleado en toda España y ánimo festivo, me disponía a comentar un artículo de Francisco Marhuenda en el comic que dirige, llamado, ignoro por qué, La Razón, y en el que entre otros dislates de pura propaganda se leen mentiras como ruedas de molino del tipo de cuando gobiernan los socialistas emprenden una limpieza, como sucedió en 1982 ó 2004, en la que no sólo los que han colaborado sino los que creen desafectos son enviados a los peores destinos. Decir esto con lo que han hecho sus amigos en RTVE (aunque no se hayan acordado de él para darle algún chollo) prueba que se tiene el rostro de hormigón.
De pronto cayó en mis manos la 1ª entrevista que concede Rajoy a cuatro periódicos (Il Corriere della Sera, Bild am Sonntag, Le Journal du Dimanche y ABC), es decir, prensa conservadora de tercera regional, como es él, lo que me hizo dudar en mi propósito original. ¿Para qué iba a perder el tiempo con el monaguillo, el perrillo faldero de Rajoy, teniendo negras sobre blanco las mixtificaciones de su amo? Tuve que sopesar:
Verdad es que el ABC, el Bild, etc., no son verdaderos periódicos, sino panfletos de la derecha con la misma ética y profesionalidad periodísticas que pueda tener un calabacín. Pero La Razón no es mejor, sino mucho peor, pues no pasa de ser un puñado de páginas impresas cuya única función es respaldar una portada de colorines que colgar diariamente en los quioscos; es decir, en sentido literal, un pasquín.
Bueno, pensé entonces, pero Rajoy es un político, mientras que Marhuenda es un periodista. Falso de nuevo: Marhuenda es un militante del PP, hombre de Rajoy a cuyo servicio estuvo cinco años y al que el partido ha encargado ahora dirigir el comic La Razón como podía haberle encomendado reconquistar Gibraltar.
Así, que pensándolo bien y pudiendo hablar del jefe antes que del subordinado, me decidí por esto, no sin cierta desazón porque el artículo de Marhuenda, titulado nada menos que Defendamos la democracia, además de estar escrito en la pintoresca prosa marhuendesca, contiene mentiras desvergonzadas de esas que prueban que Dios no existe porque, si lo hiciera, ya hubiera mandado al averno a descarados embusteros como este, capaces de afirmar que "Un terreno en el que la izquierda se siente muy cómoda es la agitación en la calle", como si los españoles fuéramos todos imbéciles y no recordáramos esas calles de Madrid llenas día tras día de obispos, señoras de Serrano, falangistas, pijos de discoteca, franquistas, mayoresorejas y pacomarhuendas, clamando a causa del aborto, ETA, los gays y el sursum corda.
Con todo, es mejor el señorito. Más divertido, si cabe y, claro, de más alcance. Marhuenda estará dolido de que Rajoy conceda su 1ª entrevista a la competencia pero es de suponer que él es el primero en saber que el ABC es un periódico malo, pero es un periódico; no un pasquín. El ABC cumple con el jefe. El entrevistador, Bieito Rubido, director del panfleto de la derecha, lame literalmente el suelo que pisa Rajoy y es tal su entusiasmo por el jefe y su entrega a la causa común que, a veces, en vez de hacer las preguntas, da las respuestas y son tan del PP que hasta Rajoy tiene que matizarlas.
En sí misma, la entrevista carece de todo interés porque se limita a dar pábulo a la ingente cantidad de desvergonzadas mentiras sobre las que Rajoy construye su acción de gobierno; mentiras preventivas; mentiras justificativas; mentiras explicativas; mentiras declarativas; mentiras y más mentiras, que es lo único que fabula este peculiar gobernante, falso, escurridizo y convencional.
Pero hay dos momentos, al comienzo y al cierre de esta entrevista, modelo de peloteo sin tapujos, que delatan al entrevistado y la lamentable situación en que tiene al país en el que, al parecer, nadie se levanta a decirle que carece de toda legitimidad para actuar al haber basado su acción en la mentira sistemática y mantenida.
Al comienzo, se arranca Rajoy diciendo que «Quien me ha impedido cumplir mi programa electoral es la realidad». Es decir, confiesa, la realidad lo ha forzado a hacer lo contrario de lo que prometió. Eso, en román paladino, se llama mentir, engañar a la gente, estafarla. Y la prueba de que es así es que, mientras los japoneses convocan elecciones anticipadas por haber faltado a un solo punto de su programa electoral, este menda no solo no hace tal cosa sino que, en frase final, se muestra convencido de que cumplir con su deber lo llevará a ganar las próximas elecciones. Más claro es imposible: su deber consistía en mentir a la gente para usurpar las elecciones (pues unas elecciones que se ganan a base de mentiras son una usurpación) y seguir mintiendo para conservarse en él mientras se hace que la crisis la paguen los de abajo. Cualquier persona con dignidad, honor y orgullo hubiera dimitido al encontrarse en esta situación de embustero redomado y ya tenido por tal en todas partes, de fuera y dentro de España. Él, no; el piensa que quien debe dimitir es la realidad.
Si eso le hará o no ganar las elecciones (incluso si llega a ellas y no lo echan antes en su propio partido) está por ver.

El verdadero rostro de Rajoy.

Si un presidente o consejero delegado de una gran empresa reúne un día el consejo, a los accionistas, algún órgano colegiado que tome decisiones, y le espeta que se reserva el derecho a definir el interés de la empresa y que, en pro de él, está dispuesto a hacer "cualquier cosa aunque no me guste y haya dicho que no lo voy a hacer", todos entenderán que postula su derecho a mentir, que su palabra no vale nada y que tan pronto puede querer una cosa como la contraria. Y nadie, lógicamente, confiará en él.
Esa es la verdadera posición de Rajoy por declaración propia: reclama su derecho a mentir, a hacer lo contrario de lo que dice, siempre que sea por el bien de España. Y ¿quién define el "bien de España? El propio Rajoy. En función de esto puede mentir y faltar a la verdad lo cual, como sucede en la empresa privada, le resta todo crédito y toda confianza en el exterior y en el interior. En el interior se añade el hecho de que el auditorio sufrirá directamente las consecuencias de la incoherencia del presidente. No puede haber seguridad alguna porque la corrección del comportamiento se mide por la coincidencia con el criterio del gobernante. Pero si este lo cambia a su antojo, la seguridad se torna en inseguridad e incertidumbre y en una posición humillante, pues se está a merced de los cambios de parecer y las arbitrariedades del poderoso.
Este es el método de gobierno de Stalin, perspicazmente analizado por Tzvetan Todorov en sus trabajos sobre el totalitarismo. Stalin sostenía gobernar según unos principios marxistas-leninistas cuyo significado cambiaba arbitrariamente cuando le parecía, de forma que el único criterio por el que podían regirse los demás, desde los ministros del gobierno hasta el último koljosiano, era el parecer del todopoderoso georgiano que determinaba siempre la divisoria entre la verdad y el error con el incoveniente de que no era fijo y mudaba caprichosamente de forma que el ministro de hoy podía ser el zek (prisionero en el Gulag) o el fusilado de mañana.
El hecho de depender del mudable parecer del gobernante y no de la ley es lo que a juicio de Aristóteles distinguía a los bárbaros de los griegos, es el núcleo mismo de la tiranía, tanto más odiosa cuanto que el tirano no solo es tornadizo sino que se jacta de ello, como el inconsciente de Rajoy. Queda así claro que Rajoy tiene una mentalidad tiránica y autoritaria pues aquel que no respeta su palabra no puede respetar a nadie. Eso se le nota al presidente a la legua ya que su discurso, bastante elemental por lo demás, sigue empeñado en dividir a los españoles en dos grupos: el de quienes lo votan a él y son por ello "sensatos y con sentido común" (el 30%)  y los que no lo votan (el 70%) que, al parecer, son unos insensatos carentes de sentido común. 
Y eso en cuanto a las palabras. Los hechos pintan peor. Ahora dice Rajoy que no subirá los impuestos. Pero también lo dijo un mes antes de subirlos la última vez. Y, como reclama su derecho a mentir cuando le parezca, no hay seguridad alguna de que, en efecto, no vuelva a subirlos. Y quien dice subir los impuestos dice bajar los salarios, aumentar la jornada laboral, reducir las pensiones, eliminar servicios y prestaciones sociales, todo lo cual afecta de modo patente a las condiciones materiales de vida de la población que, por encontrarse en la incertidumbre sobre el comportamiento de Rajoy, no puede hacer cálculos racionales ni planificar su actividad a más de un mes porque quizá se encuentre con que en dos le hayan vuelto a subir los impuestos. La inseguridad, la incertidumbre se extiende al conjunto de la población que no puede organizar su vida según sus legítimas expectativas. La gente queda en una posición de supeditación al albur del veleidoso déspota y sufre un proceso de infantilización. Así es como todos los tiranos quieren a sus pueblos, sumidos en una beatífica infantilidad pues las decisiones que los afectan las toma el jefe, que sabe mejor que ellos lo que les conviene. Por eso, además, ¿para qué molestarse en debatir en el Parlamento? Se gobierna por decreto-ley, que es más rápido y contundente.
Rajoy no dice lo que va a hacer y, si lo dice, recuerda que se reserva el derecho a hacer lo contrario, pero pide a la gente que lo crea, ya que sabe lo que quiere (pero no lo dice), tiene un rumbo fijo (pero no lo muestra); que lo crea y tenga fe en él. Fe ciega.  Quiere ser el caudillo carismático, el déspota que trata con una población asustada y convenientemente infantilizada. El hombre providencial con preclara visión que ahora anuncia que el próximo junio, es decir, dentro de nueve meses, parirán los montes.
(La imagen es una foto de La Moncloa en el dominio público).

dissabte, 1 de setembre del 2012

Todas las mentiras del presidente.

Desde hoy, 1º de septiembre, todos somos más pobres: Pero unos, los más, casi todos, son mucho más pobres, mientras que otros, los menos, la minoría, los privilegiados solo lo son un poquito. Unos, los más, tienen problemas para llegar a fin de mes y otros, los menos, la minoría solo dicen que tiene esos problemas cuando quieren reírse de los necesitados. Unos, los más, apenas podrán afrontar los gastos escolares de los hijos y otros, los menos, la minoría, seguirán enviando los suyos a buenos colegios subvencionados por un gobierno de neofranquistas que solo atiende a los intereses de los curas y los ricos. Y toda esta injusticia sangrante hay que agradecérsela a un hombre que mintió en todo lo que dijo para llegar al poder y siguió mintiendo para mantenerse en él; un hombre sin dignidad, vergüenza ni entereza que no solamente miente, sino que reconoce hacerlo y asegura que así seguirá: Mariano Rajoy Brey, el prototipo del político reaccionario, al servicio del capital y la iglesia.
Como Palinuro no acostumbra a hablar a tontas y a locas, ahí van las pruebas irrefutables de los embustes de un mentiroso compulsivo, un hombre que no merece respeto alguno por eso mismo:
  • Dijo que no subiría los impuestos y es lo primero que hizo al llegar a La Moncloa: subir el IRPF y aumentar la retención a cuenta.
  • Dijo que no tocaría el IVA y lo ha subido hasta el 21%, el IVA más caro de Europa en asuntos de primera necesidad, como el material escolar o los gastos funerarios. Esta mentira es tanto más indignante cuanto que el mentiroso y la cuadrilla de embusteros que lo rodean desataron una feroz campaña en contra del PSOE cuando este incrementó el impuesto en dos puntos; él, que lo ha incrementado en 3. La red está repleta de ejemplos gráficos y literarios de cuán a fondo se emplearon los neofranquistas (Aguirre, Cospedal, Rajoy) en una demagogia desaforada en contra de lo mismo que han hecho ellos mutiplicado por 5. Inútil esperar una explicación. Los mentirosos aplican igualmente la política de la chulería: lo hicimos, sí, ¿y qué? Ahora mandamos nosotros y la cosa es distinta.
  • Dijo que no tocaría la sanidad y prácticamente se la ha cargado. La analfabeta a la que ha puesto de ministra ha encarecido los medicamentos de los más necesitados, obliga a pagar por más de 500 de ellos, ha dejado a 100.000 personas sin cobertura sanitaria y las Comunidades Autónomas del PP están hundiendo la sanidad pública a base de privatizar todo aquello que no pueden robar.
  • Dijo que no tocaría la educación y el petulante todólogo de Intereconomía al que ha puesto al frente de ella la ha desecho en seis meses: ha arruinado la enseñanza, ha suprimido las becas, ha encarecido la matrícula, la ha entregado a los curas, ha reintroducido una forma nacionalcatólica de formación del espíritu nacional y subvenciona generosamente los colegios que practican el apartheid por razón de sexo.
  • Dijo que no abarataría el despido y lo ha hecho gratis, dejando de paso a los trabajadores en manos de los empresarios, prácticamente sin derechos. Y, por supuesto, no por ello ha disminuido el paro. Al contrario.
  • Dijo que, cuando él gobernara, bajaría el paro y lo cierto es que sigue subiendo incentivado directa e indirectamente por las políticas de la derecha, empezando por la de poner en la calle a los trabajadores de la administración pública.
  • Dijo que no tocaría las pensiones y, tras engañar a los jubilados con un aumento del 1%, contrarrestado con el incremento de los impuestos y las medicinas, les ha dado un tajo considerable al subir la vida muy por encima de las posibilidades de los pensionistas.
  • Dijo que llamaría al pan pan y al vino vino pero la verdad es que llama al rescate línea de crédito ventajoso, al despido libre, política de incentivación de la contratación, al banco malo sociedad de gestión de activos, al encarecimiento de las medicinas racionalización del gasto sanitario, etc., etc.
  • Dijo que garantizaría una RTVE objetiva y plural y ha organizado una checa de propaganda dirigida por esbirros a sueldo del poder y de una categoría intelectual próxima al cero, por otro lado, acorde con la del conjunto del gobierno, empezando por su presidente.
Son hechos innegables, incontrovertibles, que muestran un gobierno arbitrario, despótico, no democrático, encabezado por un personaje que, además, no da la cara, rehúye las explicaciones y carece de dignidad porque su política está basada en la mentira sistemática que él mismo admite cuando dice sin darse cuenta del alcance moral de sus palabras haré cualquier cosa aunque no me guste y haya dicho que no lo voy a hacer".
La confesión anterior dará pie a Palinuro para demostrar mañana cómo Rajoy no es un político normal de la derecha más o menos meapilas o más o menos señorito; no. Es un nacionalcatólico y un fascista por convicción profunda, un digno sucesor de Franco.
(La imagen es una foto de La Moncloa en el dominio público).

El banco malo o la locura de las palabras.

Con independencia del alcance que cada cual dé al adjetivo "malo", la curiosa expresión banco malo parece una redundancia. Ya, ya sé que es expresión coloquial, siempre muy gráfica, aunque no sea precisa técnicamente. Lo coloquial es inevitablemente abigarrado y hasta contradictorio. Se puede ser "malo" éticamente o desde el punto de vista de la eficacia práctica; incluso se puede estar "malo" El nombre oficial es mucho más ajustado y explicativo: Sociedad de gestión de activos.
J. L. Austin, con su teoría de los "actos de habla", ya dejó claro que con los enunciados no solo se afirma o se niega algo sino que realmente se hace algo, que se hacen cosas con las palabras, sobre todo cuando estas incluyen promesas, órdenes, sugerencias, prohibiciones; es decir, la materia de que está hecha la política, en donde llueven las promesas, las órdenes, las prohibiciones. De lo que se trata aquí es de un juego de prestidigitación para fabricar una realidad engañosa, una forma sutil de estafa, vaya.
El acto locutivo propiamente dicho que habría que analizar, el que tendría que formular De Guindos, quien habitualmente se pierde entre las palabras, es: (prometo que) la creación de la sociedad de gestión de activos nos sacará de la crisis. Pero es un acto de habla que viene edulcorado porque no se dice que esos activos, en realidad, son pasivo, son activos también llamados popularmente tóxicos. Es decir, se pone al banco malo a gestionar deudas ajenas; es un banco de hombres de negro.
A continuación viene una extraña ceremonia de la confusión financiera con lo cual no es de extrañar que el efecto ilocutivo del acto quede borroso, confuso. El surgimiento de esta extraña criatura del banco malo es un intento de resolver el antagonismo entre las interpretaciones europeas y las españolas acerca de ¿quién responde en último término de los 100.000 millones del ala que lloverán sobre España como el maná sobre el Sinaí? "La banca", dice el Estado español. "El Estado español", dice la banca alemana. "El banco malo", dice la banca española que está más avezada en las artes del Lazarillo de Tormes.
El banco malo es una ficción típica porque se trata de una dependencia del Estado. Este participa con el 50 % y el resto viene del FROB (que también es el Estado) y de las hipotéticas aportaciones privadas fuertemente incentivadas. No me parece aceptable que el gobierno trate de engañar una vez más a los ciudadanos, presentando como privada una financiación pública pues bien claro está que todo el dinero es público, como gasto o como lucro cesante y, si la sociedad de gestión falla, pagará el Estado, es decir, todos los contribuyentes.
De ahí que el resultado perlocutivo de este acto de habla pueda medirse y de hecho se mida en puntos de la prima de riesgo. La respuesta a la creación del banco malo ha sido que la prima de riesgo ha escalado por encima de los 550 puntos básicos en donde se mantiene en suspenso sobre la cabeza del banco malo, como la espada sobre la de Damocles.
Y dice el ministro De Guindos, ya liado en las palabras, que el banco malo no tendrá coste alguno para el erario público. Como muestra, larga 4.500 millones de euros más a Bankia que salen ¿de dónde? De donde siempre, ¿no? No van a salir de Cáritas. Bankia, que ha sufrido una retirada catastrófica de depósitos en los últimos meses.
Hay un prejuicio rondando los mentideros según el cual los conservadores gestionan mejor la economía. A la vista está: este puñado de competentísimos gestores ha conseguido provocar un pánico bancario de los del siglo XIX, de manual, que tratan de mantener oculto pero que de vez en cuando aflora con cantidades pasmosas: 220.000 millones de euros se retiraron de los bancos entre enero y julio. Una gestión brillante que, por desgracia, ya no cabe achacar a la herencia de Zapatero. Empiezo a sospechar por qué se fue Rato tan inopinadamente del Fondo Monetario Internacional. No se fue; lo echaron. Como luego de Bankia. El terror es que, incomprensiblemente, siga al frente de Cajamadrid.
(La imagen es una foto de La Moncloa en el dominio público).

divendres, 31 d’agost del 2012

Estampas del verano. Carromero, si te llamaras carroñero...

Un ciudadano español comete tantas infracciones de tráfico que la autoridad se ve obligada a incoarle expediente para retirarle el permiso de conducir. A continuación, lo primero que hace ese ciudadano es presentarse en Cuba y alquilar un coche sin preocuparse gran cosa por asuntos de legalidad ya que Cuba,  al fin y al cabo, es una excolonia de España, actualmente bajo dominio comunista, con lo que no es preciso pararse en menudencias. Una vez al volante se arrea una castaña y mata a dos ocupantes del vehículo de nacionalidad cubana. Las autoridades lo detienen y quieren juzgarlo, acusado como está, de un doble homicidio.
¿Hay algo extraño en esta noticia? Nada en absoluto. El ciudadano Ángel Carromero ha actuado con imprudencia y temeridad, ha causado la muerte de dos personas en otro país soberano. Que lo juzguen y lo condenen, si tienen que cndenarlo, y aquí paz y después gloria.
- Un momento: ¿quién paga la defensa de Carromero? 
- El ministerio de Asuntos Exteriores español. 
- ¿Por qué? ¿Paga ese ministerio (es decir, todos nosotros) siempre las defensas de los españoles procesados penalmente en países extranjeros? 
-  No, claro.
- Entonces, ¿por qué esta sí?
- ¡Ah! Es que Carromero no es un español cualquiera, un turista o un viajero por asuntos de negocios. Carromero es un agente español en territorio cubano.
- ¡Caramba, qué emocionante! ¿Un agente del CESID? ¿Un espía? 
- No, no, por favor: un agente del PP. Es un dirigente de las juventudes del partido, de Nuevas Generaciones. Un miembro del servicio exterior de la gestapillo a las órdenes de Esperanza Aguirre.
- ¿Y qué misión cumplía el tal Carromero en Cuba por órdenes del PP, de la gestapillo y de Aguirre?
- Contactar con la oposición a Castro, darle instrucciones, coordinar la acción y, desde luego, financiarla.
- O sea, llevaba dinero sin declarar en aduana para untar a la oposición anticastrista.
- Bueno, eso es muy crudo. Llevaba unos dinerillos para ayudar...
- ... para subvencionar, vamos. Como si fuera la enseñanza del Opus.
- ... para ayudar a los héroes que luchan por la democracia y la libertad en esa idílica isla sometida a la peor tiranía comunista.
- ¿Mucho dinero?
- No mucho. Ya se sabe que en Cuba un euro es una fortuna. Llevaba 4.000 euros.
- Y ¿de dónde salen esos 4.000 euros? ¿Del bolsillo personal de Carromero? ¿Del de Aguirre? ¿Hay constancia documental de ese pago? ¿Quién dio la orden? ¿Medió algún interventor o auditor o, simplemente se pillaron 4.000 euracos para organizar actividades subversivas en Cuba?
- Bueno, la lucha por la libertad...
- Actividades subversivas, ilegalidades, probablemente delitos.
- Es usted un radical, Palinuro.
- Y ustedes unos sinvergüenzas, ladrones, agentes provocadores y demagogos que esquilman a su propio pueblo, le recortan sus ingresos y derechos pero se funden la pasta repartiéndola entre agentes en países extranjeros con el fin de crearles problemas que luego permitan seguir con su discurso aislacionista e intervencionista.
- Eso no va a ayudar a nuestro compatriota.
- Su compatriota, oiga; no el mío. Yo no he enviado a nadie a interferir en los asuntos internos de otro Estado y mucho menos a un irresponsable que no sabe conducir; no le he dado dinero de procedencia misteriosa para engrasar la oposición en el país; no lo he amparado posteriormente y me parece de juzgado de guardia que sigan ustedes robando dineros públicos para pagar la defensa de un agente suyo ilegal y supuestamente homicida.
- No hable tan alto, hombre; sea discreto. En estos momentos el ministerio de Asuntos exteriores trabaja denodadamente para conseguir beneficios penales para el señor Carromero.
- En estos momentos, el presunto delincuente Carromero, que fue a un país extranjero a encizañar y atentar contra las leyes de la hospitalidad, el 007 de tres al cuarto, lo que tiene que hacer es colaborar con la justicia cubana. Ya se sabe que, al final, todos los gobiernos son parecidos y el cubano acabará soltando a Carromero para que cumpla condena en España. Si yo fuera ese gobierno, no lo permitiría.
- Es legal. Hay convenios entre los dos países que lo establecen. Y no dude usted de que Esperanza Aguirre, siempre leal con sus ayudantes y colaboradores, moverá Roma con Santiago para que se apliquen.
- Lo que Esperanza Aguirre debiera hacer si esto fuera una democracia seria y no la verbena del PP sería comparacer en sede parlamentaria, explicar por qué tiene que meter sus narices en los asuntos internos de Cuba, qué nueva gestapillo tiene montada, quién es el menda Carromero, de dónde han salido los 4.000 euros y gastos adyacentes (viaje de Carromero, suponemos que en clase turista), dietas, pagos varios, etc., decirle a su agente que tenga la bondad de costear su defensa y, por último, dimitir.
(La imagen es una foto de LisASckart, bajo licencia Creative Commons).

Rajoy promete.

Y van dos. Están llegando por orden de importancia. Primero, Herman Van Rompuy, con esa pinta de ujier de instituto de provincias. Después, François Hollande, un ejecutivo dinámico que también ha visitado a la competencia. Por último, el día seis llegará la emperatriz, Angela Merkel, la canciller de hierro, al lado de la cual Margaret Thatcher montada a lomos de Bismarck es una colegiala. Los tres vienen a decir a Rajoy cómo está la situación de tenebrosa y que habrá que hacer mayores sacrificios, encajar más mermas. Una letanía de horrores. De vez en cuando, Rajoy encuentra un momento entre regañina y amenaza para hacer un aparte cara al público, dando buenas noticias, como si hablara en twitter: "descartadas nuevas subidas del IVA o del IRPF". Debiera decir, "de momento".
El presidente del .gobierno debe de estar muy nervioso y es comprensible, dado el marrón que tiene que comerse. Pero, por muy nervioso que se esté, hay melonadas que no deben decirse. Eso de que su objetivo será devolver los españoles a la situación que tenían cuando él llegó deja a cualquiera boquiabierto porque la conclusión lógica es que lo mejor hubiera sido no haber llegado.
Luego está lo de los descartes: descartadas subidas de impuestos, que la prensa ha tomado como promesas: Rajoy promete que no subirá los impuestos. Nada de eso: Rajoy descarta las subidas de impuestos, que no es lo mismo.
Al final, Rajoy hará lo que le ordenen porque, como él mismo argumentaba en el Congreso al presentar sus medidas de ajustes, no tiene otra opción. Obviamente, no la tiene en la panoplia de las que dispone, basada en la necesidad de descargar el déficit sobre los asalariados que al fin y al cabo, cargan con todo. Para tener otras opciones tendría que cambiar el orden de prioridades y eso no está dispuesto a hacerlo ningún politico de la derecha.
Así que cuando Rajoy promete o descarta algo no hay que tomarse el anuncio de la intención como garantía de su cumplimiento sino solamente a título informativo. Quiere decir que no le gustaría tener que subir los impuestos, como dijo la última vez que los subió. Mi dispiace tanto...! Pero hay que hacerlo. La Patria (vale decir, la banca) está en peligro.
Esperanza Aguirre también justificó la pirueta de Rajoy con el mi dispiace. No tenemos más remedio. No a las subidas de impuestos hasta que somos nosotros quienes los subimos. Entonces es sí.Al parecer, no se le ocurre que eso mismo pueda pasar a la oposición, que tampoco le guste subir los impuestos. Nada de eso. La derecha sube los impuestos porque no tiene otro remedio para atender a gastos inexcusables. La izquierda, en cambio es una vampira fiscal; lo suyo es elevar la tributación al límite de lo posible solo para fastidiar.
En resumen: no se subirán los impuestos, pero seguiremos pagando los privilegios de los ricos y las exenciones de la iglesia con cargo a otros capítulos.
(La imagen es una foto de La Moncloa en el dominio público).

dijous, 30 d’agost del 2012

Estampas del verano. A la charca con el monarca.

¿Qué se ha creído este pavo? ¿Que se puede andar zarandeando a los trabajadores así porque sí? Un rey que le echa la bronca a su chófer por una nimiedad no es un rey sino un vulgar patán. ¿Cuál es el mérito de abroncar a alguien que depende de ti y no puede responder? Que venga a abroncarme a mí o a cualquier otro republicano de los que estamos hasta las narices de este parásito que solo da que hablar de él por sus meteduras de pata, sus vergonzosos pasatiempos o sus intentos de salvar a ese yerno impresentable, presunto ladrón de guante blanco.
¿No quiere Juan Carlos aguantar las pitadas y abucheos de la gente indignada por los recortes de la derecha a los trabajadores, los pensionistas, los parados y los privilegios concedidos a los ricos? Pues lo tiene muy sencillo: hable, dígalo, en vez de zarandear al chófer por una menudencia; haga frente a Rajoy y su gobierno de mangantes y meapilas y póngase del lado del pueblo.
Imposible, ¿verdad? De entrada es que ni se le ocurre. ¿Ponerse él del lado de la chusma? ¡Hombre, por Dios, que hay clases! Y, aunque se le ocurriera, faltaría tiempo a los neofranquistas para recordarle que, aunque sea el sucesor del Caudillo por la gracia del mismo Caudillo, él no pinta nada. Más moderados, los constitucionalistas cortesanos, incluidos los de izquierda, le recordarán que, según fórmula acrisolada, el Rey reina, pero no gobierna... salvo que le interese a la derecha, en cuyo caso todas las máximas contitucionalistas se van al garete. ¿No se llevó Rajoy al Rey a presidir el consejo de ministros en el que se aprobaron los recortes, o sea el expolio de los trabajadores y clases medias en general? ¿No aparece así como responsable o cómplice de esas políticas injustas? Algún alma caritativa podría intentar salvarle la cara argumentando que no lo hizo con mala intención, sino solamente empujado por su innato atolondramiento. Cierto, atolondrado lo es un rato largo, tanto que se parece mucho al inspector Clouseau, cuando intenta atravesar las cristaleras sin abrirlas o se da en el morro con el quicio de una puerta. Pero el gesto de presidir el consejo de ministros en que se privó de su derechos a cientos de miles de personas no era atolondramiento, sino colaboración.
¿De qué se extraña si la gente lo pita y abuchea? Y que se dé con un canto en los dientes de que las cosas no vayan -de momento- a mayores.
El rey se reúne de comilona con los empresarios más poderosos del país, para hablar, según dice de la crisis. Es decir, se reúne para hablar de la crisis con sus más directos beneficiarios. Es cierto que también recibió a Toxo y Méndez en La Zarzuela a primeros de agosto, pero eso es algo atípico. Tan atípico que hasta los dos sindicalistas se pusieron corbata que jamás hizo tanta justicia al origen histórico de la prenda, símbolo de las sogas que llevaban al cuello los esclavos. Lo que le va al rey es el yantar con los ricos, con los que le hacen regalos y sacan partido de su cercanía al monarca para hacer más negocios. Como su yerno. Lástima que a este lo perdiera la tontuna y la codicia. A estas alturas ya podría ser uno de los comensales del rey, empresario de éxito y respetado.
En resumen, Juan Carlos, que no eres ya un chaval: no se matan elefantes por entretenimiento en escapadas clandestinas y picaronas cuando uno preside el World Wildlife Fund, ni se zarandea al chófer cuando uno tiene que aguantar los pitidos de su amado pueblo.
Abdica, hombre, antes de hacer alguna otra estupidez que comprometa más el destino de una corona de inexistente legitimidad. Y fíjate que Palinuro te da el consejo desinteresadamente puesto que, como republicano correoso, lo que le interesa es que te la pegues ya del todo para reclamar la IIIª República.
(La imagen es una foto de SalamancaBlog.com, bajo licencia Creative Commons).

Patriotismo de partido.

El Jefe del Estado se ha reunido a almorzar con los 17 presidentes de las empresas españolas más importantes. Dice que para hablar sobre cómo pueden los empresarios ayudar al país a salir de la crisis. Le gustan estas reuniones al monarca en torno a una buena mesa y con exquisitos caldos. En marzo tuvo otra, aunque no recuerdo si también yantando o antes del aperitivo. Supongo que son gestos para mejorar la imagen pública del Rey. Los súbditos toman nota de cuán a pechos se toma el soberano las angustias de la colectividad, los empresarios se dan luego pote hablando en familia de lo simpático que es el Borbón.  Y nada más. Hemos tenido la fortuna de que los medios nos hayan ahorrado la descripción del menú.
Dice el Financial Times que Rajoy antepone los intereses de su partido a los del país, o sea, el Estado, que diríamos por estos pagos. Pues sí. Tampoco es muy veloz el diario financiero. Ese peculiar orden de prioridades lo dejó claro Rajoy al comienzo de su mandato, cuando retrasó tres meses la presentación de los presupuestos para que el PP de Andalucía pudiera ganar las elecciones. Las ganó por mayoría relativa; o sea, las perdió y el que perdió mucho más fue el país pues el juicio de los europeos sobre un gobernante capaz de dejarlo sin presupuesto para que alguien como Javier Arenas cumpla una vana ilusión, cayó en picado.
De esas cosas, Rajoy ni se entera. Ignora las consecuencias de sus actos, bien porque no sabe inglés, bien porque no lee la prensa. Le toca gobernar en tiempos de zozobra exterior, europea, pero él lo hace con perspectiva de campanario, pensando más en su partido, como dice el Financial Times, que en su país, en el Estado. Lo que verdaderamente le preocupa son los resultados electorales aquí y allá. Por eso ha empujado a Feijóo a adelantar las elecciones en Galicia, porque trae el hacha afilada y, si se celebran después de que caiga, el PP de Galicia puede no sacar más votos que los que compre Baltar. Le preocupa la colonización de los medios, la necesidad de acallar la disidencia y suprimir la crítica, la conversión de RTVE en un gabinete de prensa de La Moncloa. Vigila de cerca el avance del nacionalcatolicimo, tanto en la devolución de la educación a la iglesia como en el coto que se ha de poner a los desmanes como el matrimonio homosexual o el aborto y da cumplida cuenta de los retrocesos a los curas, que son quienes mandan en España. Está pendiente de la batalla de Cataluña, de cómo aprovechar la asfixia financiera del Principado para reconducir las relaciones entre el centro y esta díscola periferia, a ver si se consigue que la "Gran Nación" vuelva a ser "unagrandelibre" como en los tiempos de Franco, su directo inspirador. ¿Cómo va a tener tiempo de ocuparse de los asuntos de Estado?
Además, del Estado ya se ocupa el Rey, como debe, quien está almorzando opíparamente con los 17 príncipes de la empresa. Rajoy practica lo que se conoce como patriotismo de partido, algo típico de la derecha para la cual el partido, su partido, es el Estado, España. Por eso, cada vez que aparece la gaviota azul, se despliegan los colores de la bandera monárquica y suena la espantosa melopea quje llaman himno nacional. Desde su limitado punto de vista, del político gallináceo de vuelo corto, al ocuparse de las fortunas de su partido ya se ocupa de España. Todos sus afanes y desvelos, que serán muchos, pero telefónicos ya que no se le ve viajar a parte alguna, van orientados a lo mismo: afianzar la hegemonía de su partido e ignorar el Parlamento y, por supuesto, la oposición parlamentaria. Y gobernando por decreto.
Gobernando es un decir. Son otros los que toman las decisiones vinculantes para España en el orden europeo. Rajoy es un florero y de flores marchitas. A primeros de septiembre, Merkel y Hollande se reúnen en petit comité aseguran que para pergeñar una nueva arquitectura de la Unión Europea pero, en realidad, para adoptar una determinación respecto a Grecia y España. De aquí a entonces, Rajoy no tiene otro pito que hacer que esperar y recibir a los distintos líderes europeos que vendrán a avisarle de cómo se le pondrán las cosas cuando, finalmente, recaiga una decisión connjunta sobre este desdichado Reino que, en un momento de enajenación, otorgó mayoría absoluta a un cantamañanas balbuciente que no sabe ni en dónde está.
Es decir, que en nueve meses de brillante gestión, Rajoy ha conseguido poner a España a la altura de Grecia, como un Estado intervenido.
(La imagen es una foto de La Moncloa en el dominio público).


dimecres, 29 d’agost del 2012

Raus!

Los políticos tienen complejo de taumaturgos. Creen o simulan creer que pueden hacer milagros. Basta un conjuro suyo para que se enderece una terca realidad, para que se resuelva un problema. Por ejemplo, esta crisis está poniendo en cuestión los fundamentos mismos de la Unión Europea y, por supuesto, la continuidad de la moneda común. Es ahí donde exclama estentóreo Hollande: el euro es irreversible. Animado por este espíritu de resistencia, Rajoy recibe al presidente del Consejo Europeo, van Rompuy y lo primero que suelta a los periodistas es que El euro es irreversible y el proceso de integración europea imparable. Aquí siempre hemos hablado francés, aun sin saberlo.
Irreversible. Irreversible era el comunismo y apenas queda rastro de él. El IIIer. Reich iba a durar mil años, pero se quedó en 12. No son los deseos de los hombres los que fijan la duración de sus obras. ¿El euro? Eterno, hombre, eterno. Es verdad que Grecia tiene ya un pie fuera pero hay que luchar por impedir que saque el otro. Queremos Grecia en el Euro aunque, eso sí, cumpliendo estrictamente sus obligaciones. Es verdad que el euro seguirá siendo el euro aunque Grecia se vaya pero es que no tiene por qué irse. Ni Grecia ni nadie.
Sin embargo los gabinetes económicos de los bancos y los de los gobiernos ya están estudiando simulaciones de qué pasará si Grecia se va; incluso de qué pasará si la zona euro se rompe. De hecho, hay mucha gente que quiere a Grecia fuera de la eurozona, raus, y con Grecia todos los demás países que pretenden que sean los otros europeos, especialmente los alemanes, quienes paguen sus deudas. El objeto de este discurso es España, una Grecia multiplicada por diez. Spanien, raus! Y, si quiere quedarse, que pida el rescate de una vez por todas. Muy probablemente es lo que ha venido a decir Van Rompuy que, en el fondo, es una especie de portavoz del tándem Merkel-Hollande
Ese es el terreno en el que Rajoy tiene montado su juego. Si pide el rescate o no dependerá de las condiciones que se le impongan. Se entiende que puede haber condiciones que Rajoy no considere asumibles por su alto coste político. El problema, sin embargo, es que el español no tiene margen de maniobra. La prima de riesgo lo ha traído hasta aquí y aguarda vigilante y bastante alta el resultado de las negociaciones que solo puede ser una u otra forma de rescate. Los mercados han dicho ya que no confían en el proyecto de gobierno de salir adelante con la ayuda del Banco Central Europeo. Esto quiere decir que, si las negociaciones para el rescate no fructifican, la prima de riesgo se disparará y España quebrará. Es decir, no hay margen, diga Rajoy lo que diga que, por otro lado, es nada.
Lo que el gobierno está negociando, en realidad, es un rescate blando. Por blando ha de entenderse uno que no tenga unas condiciones tan duras como las griegas, pero duras serán  y el gobierno se encontrará con un recrudecimiento de la resistencia en la calle. La situación, que ya pinta bastante mala en la eurozona, en donde hay una especie de frente contra los países con problemas, singularmente, Grecia y España, pero también Portugal, Irlanda y hasta Italia, puede empeorar en los próximos días. O también mejorar. A mediados de septiembre hay elecciones en Holanda, lo cual es más significativo de lo que parece. El multipartidismo holandés es muy confuso para los extranjeros, pero el resultado de estas elecciones puede ser decisivo. Si gana el bloque de la derecha, se reforzará la posición de Merkel y las cosas se pondrán más difíciles para España; si gana el bloque de la izquierda, será la de Hollande la posición favorecida y mejorarán las posibilidades españolas.
No deja de ser un sarcasmo que la única esperanza de Mariano Rajoy, un político nacionalcatólico de la derecha más cerril, autoritaria y excluyente, que se niega a hablar con la oposición de izquierda de su país, sea el triunfo de esa misma izquierda en Europa, que será la que eche una mano a España y no la derecha. Eso sería lo único que salvaría a España pero él jamás lo reconocería porque la grandeza de espíritu no es uno de sus rasgos.
Porque, por más que el presidente insinúe lo contrario o afirme que se reserva decisiones, España, mejor dicho, él, no pinta nada en Europa, nadie confía en su palabra, nadie lo toma en cuenta y su única posibilidad es aguardar a  que se dicten las condiciones del rescate, en las que apenas puede influir, aunque sus ministros digan hoy una cosa y mañana la contraria, tratando de amortiguar el golpe.
Es esto o raus!
(La imagen es una foto de La Moncloa en el dominio público).

dimarts, 28 d’agost del 2012

Estampas del verano. Esperanza, en donde el fuego no la alcanza.

La presidenta de la Comunidad de Madrid, como el ministro del Medio Ambiente, Arias Cañete, es alérgica al humo de los incendios y jamás se ha acercado a menos de diez kilómetros de alguno de ellos porque le salen pecas. Por eso, con el peor incendio en décadas en Robledo de Chavela, con más de 2.000 desplazados, el monte ardiendo fuera de control, 600 brigadistas peleando contra las llamas sin los medios necesarios, esta locuaz pizpireta está callada como botijo, escondida en algún lugar del planeta y esperando que nadie se acuerde de ella.
No es un comportamiento gallardo, propio de una noble y mucho menos de una responsable política democrática que se supone visita los lugares de su jurisdicción afligidos por la desgracia. Pero, cuando menos, es más discreto, no tan necio y chillón como el del lustroso y regordete ministro haciendo el lila al lado del otro gandul del Reino en una tarde inolvidable de toros mientras media España se achicharraba.
Pero, desde otro punto de vista, sin ser tan chabacana e insultante como la de su colega el ministro, la conducta de Aguirre es más grave e indignante porque, si bien aquel gestionó los incendios con su habitual incompetencia, los fuegos no le eran directamente achacables como en cambio si lo son en parte a Esperanza Aguirre. Los fuegos de Valencia, Cataluña, León, La Gomera no estuvieron causados directa ni indirectamente por la actividad de Arias pero el de Robledo de Chavela sí le es imputable en buena medida a la política de Aguirre quien, en su frenesí por recortar gasto público, privatizar y desmantelar la administración pública, suprimió en junio el retén de bomberos de Robledo de Chavela, derivando la posible intervención en caso de urgencia al de otro pueblo a más de 20 km. Resultado: cuando el fuego se declaró no fue posible atajarlo en su inicio, como se hubiera hecho, si hubiera habido bomberos en Robledo.
La historia del enfrentamiento entre Aguirre y los bomberos viene de antiguo. En su condición de servicio público gratuito y útil a la ciudadanía, el cuerpo concentra el odio de la política del PP, como la educación y la sanidad. Estos tres servicios han sufrido no solo desmesurados recortes presupuestarios, despidos y empeoramiento de condiciones laborales sino también campañas de desprestigio, insultos y agresiones ideológicas encabezados por la propia Aguirre que necesita el dinero de todos para subvencionar los colegios privados de curas y entregárselo a las empresas privadas de sanidad para que hagan negocio con la salud de los madrileños. Ese odio se ha agudizado desde el momento en que los trabajadores de los tres servicios mostraron especial combatividad y se enfrentaron a la política de desmantelamiento de la presidenta. Recientemente, Aguirre unió sus fuerzas a las de la alcaldesa digital de Madrid, la de las peras y las manzanas, para insultar más a los bomberos que, según ellas, disfrutan de condiciones laborables envidiables.
Es razonable ver en los recortes de Aguirre y el fuego de Robledo una relación de causa-efecto. O sea que cuando, como buena política reaccionaria, Aguirre exige mayor dureza penal contra los pirómanos, habría que empezar por ella misma, que es la primera pirómana intelectual de la Comunidad. Es posible, aunque ojalá no se dé, que haya alguna desgracia personal que lamentar. Si tal cosa sucede, no tengo duda de que Aguirre, como Cañete en su momento, no perderá un minuto en ir a fotografiarse junto al posible héroe fallecido por la incompetencia de sus gobernantes y a imponerle una medalla a título póstumo.
Solo le sugiero que se cerciore antes de que su equipo ha dejado alguna medalla en los cajones porque da la impresión de haber arramblado con todo, medallas incluidas.
(La imagen es una foto de PP de Madrid, bajo licencia Creative Commons).

Fragmentos de realidad.

Es frecuente oír a alguien diciendo: mire, yo soy una persona realista, vivo en la realidad, aquí y ahora. Normalmente quien lo dice pretende justificar algún tipo de canallada, pero eso no es lo interesante en este momento. Lo interesante es preguntarse ¿qué es eso de la "realidad"? Supongo que todo aquello que me rodea y yo mismo; o sea, "todo", algo muy cercano a "nada". Pero ese "todo" es algo tan fragmentario, tumultuoso, contradictorio, incomprensible que resulta imposible comprenderlo bajo un solo concepto. La ilusión, por ejemplo, es contraria a la realidad, pero forma parte de ella. Si algún sentido tuviere esta totalidad solo podría comprenderlo algo o alguien que estuviera fuera. Para quienes estamos dentrol de la realidad, como tal no se nos aparece; lo que se nos aparecen son jirones, fragmentos, retazos suyos, muchas veces imposibles de encajar unos con otros, como si fueran obra de seres de planetas distintos. La realidad sigue siendo los jirones de la caverna platónica. Algunos fragmentos de la española:
Las elecciones gallegas. Feijóo vino gallo bravo antielecciones a Madrid y se ha vuelto a su tierra gallina clueca de las mismas elecciones. El origen de la extraña mutación de gallo en gallina parece estar en que el gran oráculo Rajoy le ha anticipado el hachazo que piensa dar este otoño al maltratado patrimonio de los ciudadanos, lo que le hará perder las elecciones si estas se convocan después. Igual que en Andalucía lo interesante hubiera sido atrasarlas, en Galicia lo es adelantarlas. En todo caso hay una instrumentalización de la política económica con fines electorales que nunca saldrá bien. Las izquierdas llevan camino de ganar.
El incendio de Robledo de Chavela. Por fin llega el fuego al centro y, como viene siendo habitual, no hay dotaciones adecuadas o están lejos y los incendios, al parecer provocados probablemente por intereses inmobiliarios, crecen y crecen y se convierten en un drama para centenares de personas y con riesgo de desgracias mayores. Pero como no hay un hospital que inaugurar o una cinta que cortar, Aguirre no cree necesario personarse en el lugar del desastre, que está bajo su jurisdicción.
Esos dos niños. Es monstruoso todo lo sucedido en torno a Ruth y José. Todo en ello es monstruoso y ha provocado una ola de indignación en las redes en donde, entre otras cosas, se pide con insistencia la reimplantación de la pena de muerte. Tanta indignación con los aspectos monstruosos del asunto induce a olvidar que lo monstruoso está dentro del ser humano, como nombre y como realidad. Es imposible ponerse en el lugar de alguien que hace algo así. Por eso su motivación será siempre un misterio. Y que así siga.
Los expresidentes del Tribunal de Cuentas. Estos dignos ciudadanos reclaman sendas pensiones de 180.000€ cada uno. Lo que hace un año se veía como algo anormal ahora escandaliza. ¿Por qué vamos a pagar esa pasta a unas personas que se tomaron el cargo como un retiro dorado y ahora quieren hacerlo aúreo? En un tiempo en que se escatiman unos euros a los dependientes, a los jubilados, a los parados no es de recibo que otros reciban tratamientos suntuosos en nada relacionados con su productividad real.
Urdangarin. Como es de suponer que el duque de Palma no sea ya tema de portada de las revistas rosas, Palinuro le ofrece un rincón para hablar de su peripecia. Es cierto que Urdangarin sigue siendo inocente mientras solo sea presunto culpable, pero es que las presunciones empiezan a ser estremecedoras. Ya no se trata de unos cobros más o menos ilegales, unas comisiones aquí y allá que no tributaron. Ahora ya estamos en millones en cuentas opacas en paraísos fiscales. Y, lo que es peor, vuelve a estar en cuestión el papel de la Corona en todo el embrollo al parecer urdido por Urdangarin.
Gordillo. La realidad es abigarrada, fragmentaria, confusa. Contemplarla desde dentro, como estamos obligados a hacer, produce desazón. Parece como si le faltara a uno un punto de apoyo o referencia, algo con lo que identificarse porque esta sarta de estafadores, sinvergüenzas, criminales, corruptos, indolentes y puros zascandiles no puede representarnos. Que cada cual busque en donde quiera. Palinuro dice haberlo encontrado en Gordillo. Ahora se entera de que el juez lo ha llamdo a declarar por el asunto de Mercadona. La trituradora se ha puesto en marcha.

dilluns, 27 d’agost del 2012

Estampas del verano. El sufrido diputado anónimo.

¡Señor, Señor! ¡Qué tenga uno que hacer todas las semanas el viaje desde este mi pueblo en la preciosa costa española hasta el barullo madrileño solo por servir a la ciudadanía, a la que me honro en representar y que me lo echen en cara! Y eso porque, teniendo dos casas en Madrid, cobro unos 1800€ al mes por dietas de desplazamientos que no dan para nada, como casi todos los demás colegas; como algunos ministros. Por ejemplo, Montoro, que tiene pisos en Madrid, pero cobra las dietas. Naturalmente. Las dietas son para los electos fuera de Madrid. ¿Lo somos? Pues a cobrar. Nada interesa al Estado si yo tengo un apartamento en Madrid o una cadena hotelera. Es mi derecho y punto.
Hay quien dice que el fondo del asunto no es jurídico sino moral; que está feo que cobremos ese dinero cuando hay tanta gente que apenas sobrevive con la cuarta parte. Y eso los más sensatos porque otros como este Palinuro que Dios confunda, sostienen que lo de cobrar los 1800 euracos es un ilícito directamente sancionable.¡Con qué facilidad se hace demagogia de este servicio humilde y callado que realizamos los diputados al país!
No sé. Quizá alguno se pase. Pero no será por cuestiones de substancia sino puramente adjetivas, ornamentales. Por ejemplo, no fue un acierto que saliera Fátima Báñez a explicar  la socaliña de los 400 euros a los parados cuando ella también cobra 1.800€ como dietas, cuatro veces y media los 400 urillos que estamos birlando a decenas de miles de personas. Estas cosas cabrean y en mi partido no se ven con buenos ojos. Cuestión de oportunidad.
En mi partido y en los demás. ¿Cómo explicar a los demagogos barriobajeros estilo Gordillo y Palinuro que esas dietas las cobramos casi todos los diputados, incluidos los del PSOE y otras  oposiciones que también tienen casa en Madrid? No será tan indebido cuando lo hacen casi todos, hasta el presidente del gobierno. Trabajamos por el pueblo, nos dejamos lo mejor de nosotros mismos en este empeño. Lógico es que se nos compense modestamente. Sí, ya sé que nuestras pagas, privilegios, remuneraciones transitorias y régimen de pensiones resultan un poquito escandalosos en un país en el que mucha gente no tiene ni para comer. Pero tampoco es para exagerar ni rasgarse las vestiduras. Somos los padres de la patria y es lógico que se nos trate como a tales, no como a los pelagatos que dejamos de ser cuando, gracias a lamerle el trasero al dirigente de turno del partido, nos incluyeron en las listas cerradas y bloqueadas y llegamos aquí, muchos sin saber hacer la o con un canuto.
Llegamos aquí con gran esfuerzo y, logicamente, no queremos que se mueva nada. Y tampoco  tenemos el mal gusto de ponernos a trabajar furiosamte, como si fuéramos unos muertos de hambre. Ni hablar.. Todo con comedimiento y sensatez. Yo, por ejemplo, no he presentado una pregunta nunca, ni una interpelación, nada. Soy un diputado por estrenar y una reserva espiritual de mi partido. Voy al Parlamento a votar lo que  dice mi jefe de grupo y a estar en Madrid haciendo negocios. ¿No pretenderán que, con los 5.100€ al mes, como dice el bueno de Collarte, estemos trabajando todo el día? Los tiempos de la esclavitud pasaron, amigos.
¡Y si solo fueran los 1.800€ al mes! Los demagogos también la están montando porque hay algunos parlamentarios y hasta el mismo presidente del gobierno que, además, cobran dos sueldos de la administración pública, en contra, dicen, de lo previsto en la ley de incompatibilidades de 1984. Una mentira asquerosa porque quienes hacen eso, Rajoy, cuya vida guarde Dios muchos años, mi querida Cospedal, cobran un sueldo del Estado y el otro es del partido que, como todo el mundo sabe, no es es ,la administración pública porque España, gracias a Franco y a Dios, no es un Estado totalitario. Sí, ya sé que algunos rojelios dicen que, pues los partidos se financian con fondos públicos, son públicos y no se pueden cobrar los dos salarios salvo fraude de ley. Pero eso es dudoso y ya se sabe que in dubio, pro reo. 
Hay quien  ha llegado a denunciar al presidente del Gobierno (la mano de Dios lo guíe y lo libre de todo mal) por sospechar que está cobrando un tercer emolumento como son los honorarios del registro de la propiedad de Santa Pola. Son ganas de chinchar y de buscarle tres pies al gato. Vamos a ver, si queremos tener al frente de los destinos patrios a un fuera de serie, a un estadista inmortal, a alguien capaz de sacar al país del abismo en que lo dejaron los sociatas, a un hombre de la talla intelectual y moral de Rajoy habrá que pagarlo como Dios manda ¿no?
(La imagen es una foto de Andrés Rueda, bajo licencia Creative Commons).

Entre Gordillo y Merkel.

Vuelve Rajoy a su forma inveterada de gobernar consistente en desaparecer, ocultarse, mantenerse en silencio y dejar que sean otros quienes comparezcan por él. Es el líder ausente. Hasta la fecha ha sido uso común adjudicar a los dirigentes todo tipo de atributos pero la ausencia, siempre a los muertos, nunca a los vivos. Hasta que llegó Rajoy con el nuevo estilo de gobierno de la doble "A", la Ausencia Autoritaria. El líder no está, no se comunica, no comparece en el Congreso, pero gobierna por decreto. Es un hombre duro.
Si se trata de una neurosis, el presidente podría tratarse; si es una táctica, el asunto se pone más grave. Viene a ser como si se estuviera pidiendo a la ciudadanía que otorgue ciegamente su confianza a un lider del que lo único que se conoce es que es imposible conocer nada de él. Ni siquiera cuánto cobra al mes por todos los conceptos. Y no es el único inconveniente. El otro es que, al no parecer el presidente por lado alguno, adquiere especial visibilidad el gobierno, los ministros, especialmente los que tienen una personalidad más acusada. Sus políticas erráticas y declaraciones, a veces extemporáneas, evidencian la escasa coordinación interna del gobierno, si es que hay alguna. El guirigay que ha montado el ministro de Cultura, queriendo mantener a toda costa la subvención a los centros que ejercen el apartheid educativo por sexos; el que ha provocado el de Justicia con una reforma del aborto que su propio partido no acepta; el monumental desbarajuste que ha conseguido Ana Mato en Sanidad; la rapiña en las subvenciones al desempleo a cargo de la ministra de Empleo que cobra indebidamente 1.800€ mensuales de dietas, cuatro veces y media la prestación que esta regateando a los parados de larga duración. Todo eso y más son dislates de los ministros. Si no gobierna su gobierno es difícil que pueda Rajoy gobernar España que, además, la tiene encendida en el interior y crispada en el exterior.
En el interior, el problema de Rajoy se llama Gordillo. Y es un problema malo porque el alcalde de Marinaleda simboliza la resistencia frente a los atropellos del gobierno y los mercados, es el punto de referencia, aquel a donde se dirigen las miradas de mucha gente que no ve más solución si no organizar la resistencia. Gordillo es un lider de la izquierda incluso aunque la izquierda institucional lo desautorice o se distancie de él, que tampoco puede exagerar porque sus propias bases simpatizan con el dirigente del SAT. En el conflicto entre legitimidad y legalidad, la primera cae más del lado de Gordillo y la segunda del de Rajoy. Pero una legalidad percibida como ilegítima puede llegar a ser un verdadero problema, hasta una revolución.
En el exterior, el Gordillo de Rajoy se llama Merkel. Y el conjunto de la Unión Europea pero, sobre todo, Merkel, la inflexible doctrinaria Merkel.Al unísono con el presidente del Banco Federal alemán la dama ha vuelto a cuestionar que el Banco Central Europeo compre deuda, la posibilidad que implora Rajoy para ir tirando mientras pide el rescate, ese que no iba a ser necesario. Las condiciones del rescate están por ver y no es seguro se vean antes de que la recrudescencia de Grecia termine de un modo u otro, con Grecia dentro o Grecia fuera. Porque eso incidirá directamente en las condiciones del rescate español y, sean estas cuáles sean, no hay duda de que la Gran Nación que no se le caía de la boca a Rajoy no tiene sus destinos en manos propias, ni siquiera en las de los políticos a los que, para su desgracia, ha puesto al mando, sino en manos de personas e instituciones extranjeras que han calado a Rajoy mucho antes que sus votantes, no confían en él pues ya saben que jamás dice la verdad y toman las decisiones sin consultarlo. Es decir, el presidente del gobierno de la Gran Nación sabe tanto de lo que espera a España como el jardinero de La Moncloa.
De momento algo ha quedado claro: el rescate supondrá un condicionamiento de la política económica que, de todos modos, ya está aquí. Paralelamente, Merkel quiere imponer un nuevo tratado de la Unión, una especie de refundación con ánimo de una mayor intregración política. Es decir, no le basta con haber forzado una reforma de la Constitución española en 2011 sino que ahora quiere someter a control de derecho lo que todavía solo es de hecho a través de los famosos hombres de negro.
(La imagen es una foto de La Moncloa en el dominio público).

diumenge, 26 d’agost del 2012

Diálogo de Neil Armstrong y Paco Fernández Buey camino de la eternidad.

Escenario. La nada. Algo muy fácil de describir pues basta con una palabra: nada. Por la izquierda del espectador entra Paco Fernádez Buey; por la derecha, Neil Armstrong.

Paco: Caramba, qué sorpresa. Uno de los hombres del siglo XX se muere el mismo día que yo.
Neil: Sí, es una sorpresa. Pensaba que esto sería como la luna y que no habría nadie.
Paco: Pues ya ve, estoy yo.
Neil: Encantado de conocerlo. Mi nombre es Armstrong, Neil Alden Armstrong y soy...
Paco: Ya sé, ya sé; el astronauta del Apolo 11. El primer hombre en pisar la luna. Mi nombre es Francisco Fernández Buey. Español de España. He sido catedrático, escritor y activista político en mi país en pro del comunismo, del socialismo, de la democracia y del altermundialismo.
Neil: Ya veo. Yo también fui profesor universitario una temporada y, después del Apolo, también me ofrecieron entrar en política...
Paco: ¿Los republicanos o los demócratas?
Neil: Los dos. Se parecen bastante. Pero nunca me interesó. A otros colegas, sí; como a John Glenn. Pero yo, no.
Paco: ¿No le interesa la política?
Neil: Bueno, como a todo el mundo. Pero no para practicarla. Solo para contemplarla.
Paco: Sin embargo, es usted un hombre de acción, con una vida activa.
Neil: ¡Oh, sí! No me he aburrrido. Estuve en la guerra de Corea como marino. Allí descubrí que los que me gustaba era volar y, al volver, me hice aviador. He hecho más de 900 vuelos. Luego, me metí en la NASA, hice un par de vuelos espaciales y, por último, la luna. Al aterrizar de vuelta pensé: "OK, Neil, this is it" y, aunque seguí trabajando para la NASA, me dediqué a otras cosas, aunque no precisamente a anunciar Kellog's por la tele.
Paco: Lo dicho, una vida activa. La mía, y he muerto bastante más joven que usted, ha sido contemplativa. No he hecho más que pensar, escribir y hablar; nada práctico. Lo curioso es que dediqué parte de mi vida a interpretar otro filósofo italiano, Antonio Gramsci, que llamaba al marxismo la filosofía de la praxis.
Neil: ¿Qué es eso?
Paco: ¿La praxis? Bueno, sí, es oscuro porque Gramsci estaba en la cárcel y no podía hablar de "marxismo"; era un concepto para ocultar pero que, al mismo tiempo, tiene un contenido: la filosofía de la acción práctica, la que cambia el mundo.
Neil: Suena bastante complicado.
Paco: Lo que hizo usted, cambiar el mundo, transformar la realidad. Yo lo pienso, pero usted lo hace. Vida contemplativa versus vida activa.
Neil: Pues me parece que pensar, escribir y hablar sirve para que los demás hagan.
Paco: Efectivamente. Pasé mucho tiempo pensando en cómo conseguir que la mayoría de la población abrazara la doctrina emancipadora que yo profesaba.
Neil: Suena un poco como una religión, ¿no? Quería usted adeptos supongo que convenciéndolos de que era por su propio bien, el de ellos. ¿Y lo consiguió?
Paco: No.
Neil: ¡Bah! No se preocupe. La gente no sabe lo que quiere.
Paco: Pero eso mismo me pasaba a mí y por eso anduve revisando continuamente mis premisas, mi pensamiento, cambiando la perspectiva; no tenía una idea clara de un objetivo al que dirigir mis esfuerzos, como usted.
Neil: No crea; yo, tampoco. He ido haciendo cosas pero que han ido saliendo sobre la marcha. Ya ve, empecé en la mar cuando descubrí que lo mío era volar.
Paco: Sí, las cosas nos van saliendo. Lo importante es tener un claro criterio moral que nos permita distinguir para actuar correctamente. Pero tiene que ser moral, subjetivo, de cada uno de nosotros, producto de nuestra libertad. No se puede postular como un postulado científico porque...
Neil: Se ve que ha sido usted profesor. Yo estuve nueve años; luego lo dejé.
Paco: Claro, para hacer algo; la praxis. Porque lo suyo es hacer, no pensar. El hacer fáustico, el conocer, transformar la realidad. Mientras que lo mío era pensar todo eso. Partía del supuesto de que la filosofía era un instrumento para la acción, pero resultaba que la acción era siempre cosa de otros.
Neil: De los que hacen pero no piensan.
Paco: Eso es. A eso dediqué mi vida, a conseguir una acción pensada y un pensamiento actuado.
Neil: ¿No ha considerado la posibilidad de que esa gente que actúa pero no piensa, yo mismo, en el fondo sí piensa, sí pensamos?
Paco: Sí, claro. Era una forma de hablar. Pensamientos, opiniones, hay muchas, tantas como personas, dice un adagio latino. La vida en sociedad es una lucha de unos pensamientos contra otros por imponerse, por conseguir la hegemonía.
Neil: Eso ¿quiere decir que todos piensen como usted?
Paco: No, hombre, sino que muchos -nunca todos- coincidamos libremente en unos postulados básicos.
Neil: ¿Y no cree que eso es lo que sucede? En América la inmensa mayoría, casi todos, tantos que algunos creen que somos un poco borregos, la inmensa mayoría, digo, coincidimos en querer a nuestro país, su bandera, su himno, su historia y su destino manifiesto de estar a la cabeza del mundo en el avance del progreso, la ciencia y la libertad.
Paco: ¿Ve? Vaya discurso. Puramente fáustico. En mi país, en cambio, no tenemos inmensa mayoría para nada, ni para tener una idea del país; banderas hay tres o cuatro o más; el himno no tiene letra porque no habría modo de ponerse de acuerdo en ella; su historia es deprimente y su destino, incierto. Ya ve, la noche y el día. Y todo eso, en mi opinión se debe a la acción de una clase dominante tradicional, la derecha y la iglesia, que ha impedido que el país se modernice desde hace siglos y ha establecido a veces regímenes de tiranía e inmoralidad.
Neil: ¡Ah, ya lo creo! Inmorales hay en todas partes. Si yo le contara...
Paco: Dígame, dígame. Si algo tenemos ahora es tiempo.
Neil: Son pequeñeces comparadas con sus pensamientos y sus conceptos, pero significativas, no crea. Por ejemplo, ¿ha visto usted cuánta gente codiciosa, avariciosa y materialista hay?
Paco: Es el capitalismo, amigo Neil; el capitalismo es codicia, avaricia, materialismo y destrucción.
Neil: No sé si es el capitalismo o no. Yo hablo de mi peluquero, el que me cortaba el pelo de toda la vida. ¿Sabe usted? Tuve que llevarlo a los tribunales.
Paco: ¿Por qué?
Neil: Descubrí que el tipo se quedaba mechones de mis cabellos y los vendía a buen precio. Estaba tomándome el  pelo. ¡Haciendo negocio con él! (*) La gente cree que se puede sacar dinero de todo.
Paco: Se lo repito, es el capitalismo.
Neil: ¿Sí? Pues el juez lo condenó a devolver todos mis mechones y, como no pudo, tuvo que pagarme una pasta que entregué a una organización sin ánimo de lucro.
Paco: ¿Se fía usted de esas?
Neil: Bueno, no sé. Al final, uno no sabe nada del mundo.
Paco: Pues fuera del mundo, ya ni te cuento.
Neil: Es verdad, ¿en dónde estamos?
Paco: No tengo ni idea. Para mí esto no existe.
Neil: Pues parece que nos aguarda un largo viaje.
Paco: En lo de los viajes me lleva usted ventaja.
Neil: Sí, pero no sabemos a dónde vamos.
Paco: Ni siquiera si vamos.
Neil: Ni siquiera si somos.
Paco: Ni siquiera.

Palinuro: Que la tierra os sea leve, hombres de bien.

(*) Este episodio es rigurosamente cierto.

(La primera imagen es una foto de La NASA en el public domain; la segunda es una foto de Elisa Cabot, bajo licencia Creative Commons).



dissabte, 25 d’agost del 2012

Estampas del verano. Mario Conde, el preso que no se esconde.

Llegado su momento (lo más tarde posible, desde luego), quizá pueda escribirse en el epitafio de Mario Conde lo que Edmond Rostand imaginó que pondría en el de Cyrano de Bergerac. Parafraseando: "Mario Conde, que fue todo y no fue nada". Porque esa es la clave de la vida de este pintoresco personaje: haber sido todo en un momento (relativamente juvenil de su vida, además), presidente de un poderoso banco; hombre público de moda; amigo del Rey, quien lo apadrinó en ese doctorado Honoris Causa que la Complutense le concedió, sin saber bien lo que hacía; símbolo y modelo del hombre de éxito en el que se miraban todos los adolescentes; posible líder de un partido de la derecha en íntima relación con su amigo Pedro J. Ramírez, otro especialista en ser todo y no ser nada al mismo tiempo.
Vino luego el tropezón con la justicia. Conde intentó contraatacar chantajeando incluso a la presidencia del gobierno con la revelación de papeles confidenciales muy comprometedores y en plena vorágine de aquel confuso escándalo de los GAL del que Ramírez se cobró dos piezas menores (Vera y Barrionuevo) pero falló en la principal y más codiciada, González, lo que le ha dejado marcado por el fracaso. No le sirvió de nada. Al final, la justicia condenó en firme a Conde por estafa, apropiación indebida y no sé qué más a veinte años de cárcel. El exbanquero ingresó en prisión y empezó a no ser nada.
Tras unos años de silencio obligado, que no de inactividad, gracias a su buen comportamiento (el mozo sabe hacerlo cuando le interesa) obtuvo diferentes beneficios penitenciarios, el tercer grado, pudo salir a la calle y, por fin, quedó en libertad.
Un don nadie; un expresidiario; un delincuente. Nadie.
Pero Conde no se resigna. Quiere volver a serlo todo. Cuenta con medios de sobra: la pasta que, según los tribunales, afanó y jamás devolvió. Aprovechándola, trata de hacer realidad sus sueños en las interminables noches de la prisión: Cuando salga de aquí demostraré de lo que soy capaz; me vengaré de todos ellos; van a saber con quién se han metido; morderán el polvo; volveré a ser el hombre de moda, envidiado por todos y deseado por todas; me impondré al país; seré el puto amo. Es un síndrome muy frecuente en los presos comunes. Solo que la inmensa mayoría de ellos no puede realizar sus ensoñaciones porque le falta lo que sobra a Conde: dinero.
Y, como le sobra, ¿por qué detenerse en fruslerías? Lo dicho; quiere volver a serlo todo: autor de éxito (lleva cuatro insufribles libros publicados); tertuliano en Intereconomía y, ahora, líder de un partido regeneracionista. Ya lo intentó otra vez en el pasado, comprando una formación que estaba en almoneda, el Centro Democrático y Social (CDS), pecio que quedó del naufragio de la UCD de su amigo (y luego enemigo), Suárez y con el que se dio una majestuosa chufa.
Vuelve ahora a la carga pero con una formación nueva. Nada de segunda mano, que trae mal fario: el nuevo flamante partido con el que Conde quiere comerse el mundo y hacerle pagar por sus años entre rejas,se llama Sociedad Civil y Democracia. Tiene intención de presentarse a las próximas elecciones en su Galicia natal. Palinuro le augura otra chufa básicamente por dos errores garrafales de planteamiento. El primero es su orientación ultraderechista. Teniendo en cuenta que el CDS quería ser un partido de centro, la nueva propuesta de Conde, del brazo del lunatic fringe de la extrema derecha española prueba que el hombre tiene sentido práctico, es flexible en materia de ideología y lo que le interesa no son los principios sino el poder. Pero su coyunda con Intereconomía, cuya audiencia (0,8%) y seguimiento es inversamente proporcional al volumen de las estupideces que propaga no es una decisión inteligente. Situarse fuera de la escala de posiciones de la mayoría del electorado para pedir esa misma mayoría carece de sentido.
El segundo es el nombre elegido. CDS en la primera echada, SCyD en la segunda, demuestran que Conde tiene sentido del humor y cabezonería pues son las mismas siglas en otro orden. Pero nada más. Lo que queda claro es que, como todos estos espontáneos de la política, como Rivera (Ciudadanos), Díez (UPyD), Cascos (Foro), huye del término "partido" como de la peste. ¿Por qué? Precisamente por el complejo de intruso que todos tienen y que es su perdición, aunque no se den cuenta porque la gente, los electores, detectan rápidamente que se trata de chiringuitos a mayor gloria y vanidad de sus promotor@s o para permitir a est@s tener un sueldo respetable y algunos privilegios a cambio de no hacer gran cosa. No es este, supongo, el caso de Mario Conde, así que le interesaría distanciarse un poco más al menos nominalmente de esta pandilla de oportunistas que solo pretende ir tirando. Sociedad Civil y Democracia parece el cuñado gorrón de Unión, Progreso y Democracia y muestra su misma falta de tirón electoral y de interés. Y todavía "unión" y "progreso" son términos que entiende todo el mundo. Pero ¿quién sabe qué es la "sociedad civil" fuera de cuatro profesores y cinco pedantes que normalmente son los mismos?
(La imagen es una foto de xornalcerto, bajo licencia Creative Commons).

Las hieles del poder.

Menudos caretos lucían ayer las dos ministras y la vice en la rueda de prensa. Analícese un poco la imagen. La ministra de Empleo tiene la mirada perdida entre las míseras cuentas que ha de presentar. La vice se agarra al bolígrafo como la derivación a tierra del circuito eléctrico. Y la tercera, la ministra de Fomento, mira al interpelante fuera de campo como el que mira una inmunda sabandija. Mensaje claro y general de la rueda: no está el horno para bollos. 
La intervención de la ministra de Empleo fue algo atípico. Se ve que no la acompañaba en ese momento la Virgen del Rocío, a quien se tiene encomendada ella misma, que parece muy devota. Nunca es agradable dar malas noticias o proyectar mala imagen, la de una, por ejemplo, que está escatimando unos euros a los más pobres y más desamparados. Es lógico que se ponga una nerviosa y no se le entienda al hablar porque tiene una mala conciencia. Pero las ruedas de prensa están para explicar y su asunto era muy sencillo de exponer. Más o menos así: no hemos suprimido los 400€ porque cogimos miedo con lo de Gordillo. Al contrario, vamos a incrementar en 50€ en algunos casos. Y, para compensar, vamos a quitárselos a todos los que vivan con sus familas y sus ingresos por barba pasen de 75% del salario mínimo y que son muchos más. ¿Acaso no es sencillo? 
Lo es, desde luego. Pero da vergüenza. No sé si a Báñez, a quien no parecen importar gran cosa estas menudencias, pero a cualquier otro, sí. Mucha vergüenza que se esté sonsacando los untos a la gente con socaliñas impresentables como las llamadas preferenciales, típico producto de la España negra, de Goya a Gutiérrez Solana, mientras que hay más de sesenta diputad@s, incluidos varios ministros y hasta la misma Fátima Báñez, que cobran dietas indebidas pues residen en Madrid.
Lo de las dietas es la punta de la punta del iceberg. Lo gordo es el funcionamiento ordinario de una administración parasitada por una clase política sin escrúpulos que practica a rabiar lo que dice combatir, el enchufismo, el clientelismo, el amiguismo. Tengo entendido que Rajoy cuenta con más de seiscientos asesores. ¡Qué bárbaro! Y todos cobrando una pasta, de esa que no hay para los parados. Cuando se junten los seiscientos parecerá el salón del trono de Sardanápalo. ¿Y para qué quiere Rajoy seiscientos asesores? En sus históricas meteduras de pata, ¿está asesorado o va por libre? Los ministros también tienen la tira de asesores. Y los presidentes de Comunidades Autónomas. Y los alcaldes. Y...Un gentío, compuesto de amigos, cofrades, parientes, allegados de los barandas y que cuestan un ojo de la cara al país y no sirven para nada pues no suelen tener ni idea de aquello de lo que "asesoran". 
Por si fuera poco a los asesores se suman los "cargos de confianza", que no tienen por qué ser los mismos; son otros parientes, amigos o deudos cuyo mérito esencial es ese, tener la confianza del gobernante. Lo extraño es que todavía no hayan metido en nómina a sus mascotas; pero todo se andará.
No es de recibo que muchos políticos, entre ellos el presidente del gobierno, cobren dos sueldos públicos. Se dice, ya sé, que el que paga el partido no es público, pero claro que lo es de hecho pues el partido se financia con fondos públicos mayoritariamente. Es decir solo pueden cobrarse dos sueldos públicos, como también hace Cospedal,  mediante un más que probable fraude de ley. En esto de birlar la pasta al contribuyente, Cospedal es un águila. Acumulaba tres cargos: senadora, secretaria general del PP y presidenta de Castilla La Mancha; renunció a la paga de senadora porque no le quedaba más remedio ya que es incompatible a todas luces, pero se quedó la del partido que solo lo es a la luz de la decencia. Así que la pava que pone en la calle a 700 interinos y racanea la nómina a todo el mundo menos a sus enchufados, cobra indebidamente dos sueldazos y vive a cuerpo de reina gracias  a la política.
 En el caso de Rajoy el asunto tiene más interés. A estas alturas el país no sabe cuánto cobra al mes por todos los conceptos su presidente. Hay una denuncia en los juzgados en la que se afirma que Rajoy mantiene su plaza de registrador de la propiedad de lo que deriva ingresos fijos, con lo cual diríamos que está cobrando tres sueldos o, para ser más exactos, dos sueldos y una renta. Pero, de ser eso cierto, resulta moralmente impresentable y no se explica cómo ningún grupo parlamentario de izquierda ha planteado la pregunta concreta en la cámara de cuánto cobra al mes el presidente del gobierno por todos los conceptos, la pregunta que Rajoy dejó sin contestar cuando se la hicieron en directo en la televisión. Es una dejación de responsabilidad que hace pensar en complicidad. Nadie pregunta porque todos tienen algo que rascar.
La rueda de prensa, tan parecida a un velatorio, en la que se escenificó un acto más del expolio de los ciudadanos por las autoridades, coincidió con otro feliz momento de la Generalitat catalana. Esta priva a una anciana de los 104€ mensuales que le daba para su regia pitanza porque dice que ya le dan de comer en el hospital en que la tratan. Lo hacen los de la coalición que supuestamente cobraba un 3% de mordida en la adjudicación de toda obra pública.
No sé en dónde he leído que la crisis no es política ni económica sino moral. En realidad es las tres cosas, pero el aspecto moral es amenazador. Que un gobierno en el que hay varios propietarios de viviendas en Madrid que probablemente alquilen decida agilizar los desahucios de los morosos es inmoral. Que las sociedades de inversión financiera no tributen nada es inmoral. Como lo es que las SICAV tributen un 1%, que más del 80% de la deuda que hemos de pagar todos sea de las grandes empresas o que los trabajadores tributen como media un cincuenta por ciento más que los empresarios. Todo eso es pura inmoralidad.
Por ello cuando, con tanta inmoralidad a la espalda, hay que salir a explicar que se van a arrebatar sus últimos 400€ a decenas de miles de personas se le pone a una la cara de Báñez.
(La imagen es una foto de La Moncloa en el dominio público).

divendres, 24 d’agost del 2012

Estampas del verano. La ministra de empleo es de puro cachondeo.

Aseguro al amable lector que escribir sobre Fátima Báñez después de un consejo de ministros es muy difícil. Hay que empezar por poner mucha atención para entender lo que dice, no porque su concepto sea profundo sino porque, al igual que la otra ministra semianalfabeta, Ana Mato, esta tampoco sabe hablar. Una vez se ha entendido lo que quiere decir es preciso un esfuerzo suplementario para contener la risa porque lo que normalmente dice esta señora son sinsorgadas. Y no se piense que es maldad de Palinuro por hacerle pagar sus esfuerzos. Ni hablar. Es juicio general ya que, como se sabe, es la ministra peor valorada del gobierno si se exclujye, claro, a Wert. Pero eso no quiere decir nada pues doquiera que esté, este pedante reaccionario es el cero absoluto. Se entiende, pues, que el post tiene su curro.
Por otro lado, ¿que podría decir sobre el trabajo y el empleo una mujer que no ha trabajado en su vida, no sabe qué sea el empleo ni el paro? Quien piense que exagero, que vaya a la web de La Moncloa (en enlace está más abajo, en la explicación de la imagen) y vea el currículum de doña Fátima. Desde que terminó los estudios ha estado a sueldo de su partido, desempeñando cargos; es decir, no ha tenido un empleo jamás, no sabe lo que es un horario o un patrón, no ha dado palo al agua. Y, a pesar de todo, habla como quien conoce el asunto, con lo que el desbarajuste es mayúsculo.
¿Y qué dice esta dama, fiel devota de la Virgen del Rocío, en cuyas manos ha puesto los buenos resultados de su gestión que, de momento van siendo catastróficos? Dice que va a subir a 450€ el subsidio a los parados de larga duración con personas a cargo, pero que, para ahorrar, retirará los 400 a todos aquellos jóvenes que vivan con sus padres y ganen cada uno de ellos más de 481€ al mes o 75% del salario mínimo.¿Entendido? Va a dar una limosna a un puñado de personas y va a despojar de sus únicos ingresos con razones torticeras a cientos de miles de jóvenes.
Se entiende por qué la derecha está siempre defendiendo la familia con uñas y dientes, incluso cuando nadie la ataca. Quiere que actúe como "colchón" (la expresión es de Báñez) para amortiguar la necesidad del parado. Es decir, quiere la familia para desmantelar el Estado del bienestar y hacer que los subsidios de estos los sufrague la caridad pública y la beneficencia de Ejército de Salvación. O la Virgen del Rocio que, al parecer, hace unas patatas viudas de chuparse los dedos.
Que sea ministra de algo una persona sin conocimiento teórico alguno ni experiencia práctica de aquello que administra no es tan extraño en este gobierno. Lo mismo pasa  con la ministra de Sanidad, el de Educación, el de Asuntos Exteriores, el de Medio Ambiente, etc. Son todos nombramientos personales de Rajoy entre sus amigos, allegados y enchufados; no entre la gente más competente. En concreto, esta Fátima Báñez pasa el tiempo  matando marcianos en la red y zascandileando en inernet y como esta es muy complicada para sus entendederas, de vez en cuando mete la pata y organiza una irrisión o una irritación generales, según el tipo de metedura de pata. Cuando presume como los niños de haber conseguido una puntuación muy alta en algún jueguecito de marcianos, dan ganas de reír. Cuando remite a un diario tan carcunda como ella información secreta que debiera custodiar pero que sustrae a su dueño y difunde ilícitamente, uno se pregunta por qué no se la ha destituido ya.
(La imagen es una foto de La Moncloa en el dominio público).