dilluns, 12 d’octubre del 2009

El comienzo del fin.

Dudo mucho de que el PP pueda resistir el feroz ritmo de descubrimiento de tropelías que está imponiendo el proceso de la Gürtel. Ahora se abre el capítulo de sobornos. Según El País hasta siete empresas constructoras que recibían pingües contratos de las administraciones gobernadas por el PP, pagaron un total de diez millones de euros a la trama corrupta que ésta repartía luego con políticos del PP en forma de sobornos. Está claro que a esos militantes de que habla el señor González Pons que leen el periódico cada día debe de estar poniéndoseles la misma cara que a los socialistas en lo más granado de la corrupción del PSOE en los años noventa. Y peor aun porque esta Tangentopoli del PP lo abarca todo, lo afecta todo, no deja nada sano y evidencia un grado de colusión entre el partido y las administraciones que éste controla que cabe hablar de una gestión de alcance mafioso en el que la organización que la trama no puede aportar para la comisión de fechorías la aporta el mismo partido.

Dudo mucho, en efecto, de que el partido conservador pueda aguantar el ritmo de revelaciones sin una crisis grave en forma de rebelión de cargos no contaminados por la corruptela generalizada o cualquier otro tipo de alteración que fuerce a la convocatoria de un congreso extraordinario.

La incapacidad de la dirección nacional del partido para dar una respuesta a la situación y gestionar la crisis es patente. Vuelve la señora Sáez de Santamaría a gimotear que la Fiscalía la tiene tomada con el PP y a tratar de arrojar dudas sobre el funcionamiento de las instituciones del Estado de derecho para lo cual pide la comparecencia urgente del Fiscal General en el Parlamento cosa que, probablemente, no podrá conseguir. Pero, fuera de esto, el PP carece de estrategia de respuesta a la situación cuando los hechos cuestionan ya hasta la validez de su ejecutoria de los ocho años de gobierno de Aznar y acosan a los principales dirigentes del partido en las comunidades en que la Gürtel funcionó a pleno rendimiento: los señores Feijóo, Aguirre y, por supuesto, el Curita Camps están, unos más que otros, fuertemente cuestionados y a merced de posteriores revelaciones sumariales que pueden ser literalmente devastadoras, como ya lo son las producidas hasta la fecha. Será maravilloso que el Curita aguante un par de telediarios más con el estado de agitación y alarma en que se encuentra el partido en su comunidad.

Del señor Rajoy no hace falta hablar. Es ya un político zombi.

Y esto no ha hecho más que comenzar. Recuerdo que, a comienzos de este escandalazo, el siete de febrero, Palinuro publicó una entrada que se llamaba premonitoriamente Os han pillao, tronkos en la que se decía: "Por fin vuelven las cosas a sus cauces naturales. En esa (recuérdese: presunta) trama de corrupción que acaba de descubrirse con todo tipo de delitos hay ex cargos del PP, amigos del PP, conocidos del PP, allegados al PP y administraciones territoriales del PP. Y tiene pinta de ser un bombazo que va a convertir el partido en un cráter." Siete meses después es lo que hay: un cráter.

La imagen es una foto de 20 Minutos, con licencia de Creative Commons)

Aquí no pasará nada.

Es tal el desbarajuste dentro de ETA que ya ni las detenciones de sus jefes, jefecillos o jefazos son noticia de interés en los periódicos que vienen, en cambio, suculentos con asuntos de la trama corrupta del PP. Sin embargo esta última caída de dos piezas buscadas por la policía invita a una reflexión tranquilizadora acerca del terrorismo en el País Vasco: la de que nada en éste es excepcional ni hace imposible acabar con aquel. Los vaticinios del ministerio del Interior han ido cumpliéndose: las caídas de terroristas son cada vez más frecuentes; los detenidos, cada vez más jóvenes e inexpertos; las acciones de la banda, sin restarles importancia, cada vez más esporádicas, inconexas y chapuceras. Es decir, hay solución policial/judicial al terrorismo etarra.

Este vaticinio cumplido coincide con otro igualmente cumplido que afecta al nacionalismo radical vasco, al entramado que no se separa de ETA, no condena los atentados y lleva años tratando de forzar infructuosamente su presencia en las instituciones en violación de la legalidad: el de que si se actúa contra el frente político del terrorismo, si se procesa y encarcela a los dirigentes nacionalistas radicales cuando sea de justicia hacerlo no pasa nada, no arde Euskadi, ni las masas abertzales enardecidas se echan a la calle. El carismático señor Otegi pasó unos meses a la sombra y en el País Vasco no hubo más alteraciones que las del business as usual y es posible que, encausado de nuevo por el famoso mitin de Anoeta, el señor Otegi retorne a la cárcel. Tampoco pasará nada. Siempre que el Estado democrático muestre su legítima fortaleza por medios legales, en el País Vasco no pasará nada.

Coinciden por último esos vaticinios cumplidos con el tercero y de más profundo alcance: en el País Vasco se puede desplazar al nacionalismo gobernante por medios democráticos y sustituirlo por partidos no nacionalistas vascos y nacionalistas españoles y... no pasa nada. Tampoco arde Euskadi ni los batzokis echan humo ni los jelkides se lanzan a la revolución callejera. Y al final resultará que todos estos años de fuego y plomo, de atentados, secuestros, explosiones, extorsiones, muerte y dolor, todos estos años de esquemas soberanistas, pactos excluyentes, planes separatistas, todo este ruido y toda esta furia parirán un estatuto reformado y aquí no pasará nada.

diumenge, 11 d’octubre del 2009

Gürtel, Filesa y el camino de Santiago.

Hace unos días Palinuro publicaba una entrada titulada El mundo en blanco y negro en la que sostenía que el caso Filesa del PSOE no era como el Gürtel del PP básicamente porque: "Que yo recuerde, en el caso Filesa hubo financiación ilegal del PSOE pero nadie se enriqueció personalmente; es decir, nadie se lo llevó crudo como parece ser el caso con el PP. Por supuesto, ello no hace el delito de financiación ilegal menos odioso y en los dos casos hay delito. Pero los delincuentes no son iguales; ni mucho menos. Los del PSOE no iban a enriquecerse personalmente. No iban a "forrarse".

De inmediato varios lectores se me echaron a la yugular llamándome sectario y cosas peores porque en el caso Filesa se lo habían llevado crudo; con lo que se venía a implicar que, pues Palinuro no podía desconocer hecho tan obvio, aprobaba Filesa, si es que no se había beneficiado de él directamente, que nunca se sabe. Hoy, sin embargo, Jesús Maraña, a quien se supone bien informado, publica un artículo titulado La "berlusconización" como estrategia" y en el que se lee: "tratándose en ambos casos (Filesa y Gürtel) de delitos de financiación ilegal de idéntica gravedad, los inculpados por Filesa fueron apartados de sus cargos, cumplieron las sentencias y no se hicieron ricos". Otra cosa es que en otros escándalos de corrupción del PSOE, como los de Roldán, Rubio, Urralburu, etc los culpables estuvieran llevándoselo crudo y hasta saignant. Pero no en Filesa en lo que yo recuerdo. En todo caso está claro: Filesa no fue Gürtel. En Gürtel, además de financiación ilegal del partido ha habido presunto trinque para el peculio de cada cual; cosa que no pasaba en Filesa, lo que afirmo según mi leal saber y entender, en lo que recuerdo y sin mucho tiempo para chequear cada vez que alguien te cuestiona un dato que tienes en la memoria.

Sin duda esto del trinque es avatar personalísimo, de la conciencia de cada cual; pero cuando se generaliza en el seno de una organización, se convierte en una moda, en un comportamiento obligado si se quiere estar in: o trincas o eres un pringao que nunca saldrás de concejal de tercera. La diferencia es la que hay entre ideologías. En el PSOE queda algo de ideología (en el mejor sentido del término); poco, pero algo; en el PP la ideología es el trinque. Ha elevado el trinque a la condición ideológica. ¿Qué significa la "privatización" de todo lo público si no exactamente eso: trinque? Lo que añade Gürtel es que el trinque es masivo, coordinado, sistemático y a la remanguillé.


El principal implicado en la trama gurteliana sector naranja, el señor Ricardo Costa, amigo íntimo del Bigotes, se ha dejado el móvil inmóvil y está dando talón al camino de Santiago. Es poca cosa este Ricardo. No tiene el corazón de león de aquel homónimo suyo que se hizo una cruzada. Éste, de cruzada, justo la chaqueta y eso si se la regalan. Pero lo insólito del asunto es que el pollo pera haya convertido una dimisión/destitución en un suspense televisivo. El señor Camps no está para muchas consejas, él que a todos quiere un huevo, incluido el señor juez y todo le parece "bonito", de nuevo incluido el señor juez que, en efecto, está bonito pero de bonito tiene poco. Ahora ya queda sólo él en primera línea de dimisión que es lo único que puede hacer pringado como está hasta las cejas en dos ciénagas a falta de una: Gürtel y sus ridículas mentiras. En realidad lo que debiera de hacer sería pillar él también el camino de Santiago a pedir un milagro al santo porque en Valencia le huele el trasero un poquito pólvora. Bonita, eso sí.

(La imagen es una foto de compostelavirtual, bajo licencia de Creative Commons).

Cartas terráqueas.

"Querido Mogoli: cuando estuve en mis años mozos al servicio del nuestro amado Emperador en estas Regiones Finales, compartía mis guardias con un amigo a quien no veo desde entonces que solía decirme que había descubierto el adjetivo calificativo de uso único. Ésta era "terráqueo". "¿Tu has oído", me decía, "que alguien lo emplee en contexto distinto que para globo terráqueo?" En su memoria, ahora que nuestro Emperador ha tenido a bien volver a mandarme a este pintoresco planeta para jubilarme ya en el ocaso de mi vida y disfruto de holganza suficiente para escribirte estas cartas, he decidido valerme de tan gentil calificativo. De ahí lo de "cartas terráqueas".

Pienso comunicar contigo con la frecuencia que las circunstancias permitan mientras me hallo en este curioso lugar, al que sus habitantes llaman "tierra" y que tan bien conozco desde mi primera estancia, de la que hablaba, en él, en tiempos del imperio napoleónico, correspondiente en nuestro cómputo al ciclo gamma dos, para que te hagas una idea, y dando cuenta de lo que de nuevo vaya encontrándome . He de decirte, por cierto, que los dichos habitantes son unos divertidos seres parlanchines que se llaman a sí mismos "seres humanos" y cuya característica consiste, según ellos, en ser "racionales", cosa que los diferencia, a lo que imaginan, del resto de la creación, incluidos nosotros que, con nuestro aspecto de nubes, pasamos por carecer enteramente de razón.

Lo más gracioso de esta supuesta "razón" es que los lleva a dividirse en dos grupos más o menos iguales en función de una característica biológica que nada tiene que ver con esa misma razón y, con tal motivo, una mitad, que llaman masculina, se adjudica todo el uso de dicha facultad que, con argucias más o menos especiosas, niega a la otra mitad a la que llaman "femenina". Actualmente hay un movimiento en todo el planeta en pro de reconocer a la mitad femenina el mismo uso de razón (y, por tanto, iguales derechos) que a la masculina. Pero parece resultarles muy trabajoso y difícil y, de vez en cuando, los de la mitad masculina, se ponen nerviosos y violan y asesinan a las de la mitad femenina.

Seguiré informándote en sucesivas cartas: también se dividen según el color de la piel (que, ellos mismos reconocen, tampoco tiene nada que ver con la razón); según unas creencias extrañas que tienen sobre seres inexistentes a los que llaman dioses; según unos sonidos que emiten a los que llaman idiomas. En resumen, se consideran seres humanos, dicen ser una especie, pero, si vienes aquí sólo encuentras individuos y mal avenidos.

(La imagen es una foto de marioquartz, bajo licencia de Creative Commons).

dissabte, 10 d’octubre del 2009

Melancolía de la excusa y la mentira.

Ahora que el sumario del caso Gürtel es parcialmente público y que ya se conocen las dimensiones de esta gigantesca trama que parece asociar a militantes y cargos del PP en todas las administraciones y niveles con una organización de chorizos cuyo objetivo es (presuntamente) esquilmar los caudales públicos y amasar fortunas que luego van a parar a paraísos fiscales; ahora que se ve cómo los imputados de la trama defraudaban (presuntamente) a todos los ciudadanos de modo sistemático burlando las normas sobre contratos del Estado para llevarse los millones, financiar ilegalmente a su partido, costearse carísimos regalos para ellos y sus cónyuges; ahora que queda claro que llevan años (presuntamente) corrompiéndolo todo y organizando todos los actos del PP que son, según propia confesión de parte, "chorizadas"; ahora que es patente que se trata de un partido plagado de presuntos corruptos, cuya acción política parece ser un mero encubrimiento de una actividad de pillaje organizado, ¿se acuerda el respetable de cómo ha ido reaccionando a lo largo de los últimos meses, según iban conociéndose sus maniobras, sus trinques? ¿Hay memoria de las mentiras y las provocaciones con que ha respondido a las noticias, tratando de dar una interpretación que lo exonerara y de cargar contra todo lo demás? ¿Hay recuerdo de cómo ha tensado la vida política democrática, deslegitimando las instituciones y cargando contra el Estado de derecho? He aquí un pequeño elenco de dislates por los que nadie espera que pida perdón pero que no conviene olvidar. Invito a los lectores a completarlo:

Ahora que vienen en cascada las dimisiones, los ceses, las destituciones, los "yo no sabía nada", "han abusado de mi buena fe", etc, etc y en tanto esperamos que se produzca la segunda oleada de ceses entre los responsables políticos de toda esta mangancia (o sea, los de los Camps, Aguirres, De Cospedales, etc) y antes de la inevitable dimisión del señor Rajoy, conviene recordar el clima de agresividad en contra de las instituciones que ha reinado en España desde que en febrero de este año se destapó el caso Gürtel, un caso que va a llevarse por delante al PP y va a presentar bajo su verdadera luz a las dos legislaturas del señor Aznar.

Y mientras tales cosas suceden, una última consideración sobre el inefable señor Camps que ayer, día de la Comunidad Valencia, y antes de verse obligado a dar una patada política en el trasero del pisaverde señor Costa, dijo en su alocución oficial que a los valencianos nadie nos ha regalado nada con lo que queda claro que, como viene sosteniendo Palinuro, este hombre debe de ser un cretino profundo o un sinvergüenza redomado o ambas cosas a la vez, cuenta habida de que, como todo el mundo sabe, a él le han regalado unos trajes y al recientemente depuesto señor Costa un coche y un reloj carísimos así como otras bicocas de acicalamiento que tanto gustan a estos petimetres.

La imagen es una foto de 20 Minutos, con licencia de Creative Commons)

El Nobel de Obama.

Palinuro es descaradamente obamáfilo; apoyó desde el principio la candidatura del afroamericano a la presidencia de Gringolandia; aplaudió su programa de cambio; se felicitó -¡cómo no!- de que pusiera fin a la unipolaridad y al asfixiante clima de bravuconería y estupidez que caracterizaba a la administración anterior; sostuvo y sostiene de todo corazón el intento de Obama de universalizar el Estado del bienestar en su país; defendió y defiende el claro y noble ánimo de Obama de establecer relaciones de igaul a igual con todos los dirigentes democráticos del planeta, empezando por el español. Además Palinuro está convencido de que, diez meses después de tomar posesión, Obama sigue siendo Obama y la esperanza que inspira de conseguir un mundo mejor está intacta.

Pero esta concesión del Nobel de la Paz es claramente prematura e injustificada. No se le concede por lo que ha hecho (puesto que aún no ha hecho casi nada) sino por lo que se espera que haga. Pero ¿y si, por las razones que sea no lo hace? El Nobel de la Paz (entre cuyos poseedores se encuentran terroristas como Kissinger, Arafat o Rabin) no goza de un prestigio impoluto, así que tampoco es acertado correr albures de este calibre.

¡Qué más quiere Palinuro que Obama haga realidad su programa! Pero al día de hoy, su curriculum es enteco y su lista de asuntos pendientes más o menos la misma que hace diez meses:

- El injusto bloqueo de Cuba sigue como siempre.

- En el asunto de las torturas y Guantánamo no se ha avanzado gran cosa.

- La situación en Palestina es la de siempre con los israelíes más agresivos, si cabe.

- La situación en el Irak invadido, saqueado y oprimido es la de siempre o peor.

- La situación en el Afganistán ocupado y destruido es la de siempre o peor.

- La situación en los países africanos en guerra civil permanente es la de siempre o peor.

- El riesgo de cambio climático es mayor que nunca.

- Los peligros de la proliferación nuclear son mayores que nunca.

Todos estos enunciados deben matizarse con un prudente "casi". Palinuro sabe también que no es realista pensar que todo dependa del presidente gringo. Pero algo sí; y algo, también, cabría haber hecho ya. So pena de que, dentro de cuatro (u ocho) años, cuando Mr. Obama deje el cargo, se diga de él lo que se dijo en enero de este año, al tomar posesión: que prometía mucho.

En el interín que reiterarlo: el Nobel no parece justificado y sólo se entiende por el infinito afán de peloteo de la Academia sueca, su falta de sentido crítico y su incapacidad para resistirse a los cantos de sirena de los medios.

Tiene razón el señor Obama: no se lo merece. De momento.

(La imagen es una foto de Violentz, bajo licencia de Creative Commons).

divendres, 9 d’octubre del 2009

Tres cabezas.

¡Menudo golpe de efecto el de doña Esperanza Aguirre!Unos cambios drásticos sin que le tiemble el pulso: nada, nada, ¡fuera los tres corruptos de las huestes del PP! Bien es verdad que su mayoría absoluta no se resiente pues todavía le sobran diputados. Entonces, ¿qué ha hecho? Expulsarlos del grupo parlamentario y forzar su pase al mixto: siguen siendo diputados, siguen cobrando un sueldo público, siguen haciendo que representan a los madrileños, aunque sólo se representen a sí mismos, siguen estando aforados. Esto no son medidas. Esto es una tomadura de pelo. Sus votos no hacen falta a la lideresa pero, llegado el caso, puede seguir contando con ellos porque los del grupo mixto también votan y pueden hacerlo como quieran.

Ese es su punto débil y el que debe golpear la oposición: la señora Aguirre juzga que los tres imputados no son dignos de actuar en nombre del PP ¿pero sí de hacerlo en nombre propio? Dice que ella les pidió el escaño pero que ellos se negaron invocando el mandato representativo. Eso no es creíble. Para salir de dudas basta con que formule la petición en público, ahora mismo: "señores López Viejo, Bosch Tejedor y Martín Vasco: devuelvan su escaño (y la pasta, añadimos nosotros) y váyanse de la Asamblea de Madrid". A ver qué responden los tres implicados.

De todas formas, hay que admitirlo, es un gesto. Porque esta es la hora en que el inimitable señor Camps no ha hecho ninguno. A propósito, el tal señor Camps es en sí mismo un tratado de sociología. Según un sondeo de El País, el 53 por ciento de los valencianos cree que mintió al decir que se pagaba los trajes. No obstante, si hubiera elecciones, el PP volvería a ganar por mayoría absoluta crecida. Un electorado sabio éste que distingue entre el partido y sus dirigentes, hechos de débil carne humana. El resultado es que los valencianos decidirían estar gobernados por un mentiroso. Pues no me parece tan sabio ese pueblo sino más bien abyecto. Por mi parte no entiendo porqué no se pregunta por la otra mentira que me parece más significativa: la de que el Curita no conocía al Bigotes cuando prácticamente cenaban juntos a diario para hablar "de lo suyo" "que es muy bonito" porque el Bigotes, vaya por Dios, llevaba el día a día del PP de Valencia y, si esto es cierto, decir que no se le conoce no es solamente mentir: es revelarse como un bellaco embustero compulsivo, como un granuja que debiera haber dimitido hace meses. En Valencia el Gürtel ha provocado una revolución: la señora Barberá ya pide en público que se haga algo. Pero si el Curita ha dado un corte a la señora De Cospedal, puede dejar fría y yerta a la Barberá. Al menos mientras siga contando con el incompresible apoyo del señor Rajoy quien por razones que empiezan a ser misteriosas no se atreve a poner término a una situación de farsa y licencia que parece una berlusconada.

El baile no ha hecho más que comenzar. El Gürtel se ha comido todo el crédito del PP. Sus dirigentes principales, normalmente tan decididos, callan por los rincones. Los años de Aznar, su principal activo, están en cuestión. ¿Ganaban elecciones por medios fraudulentos? ¿Se instituyó en ellos esta práctica del doble gobierno, uno público y otro bajo cuerda, hecho de adjudicaciones, comisiones, paraísos fiscales, esa tangentopoli española? Desde luego fue en ellos cuando don Vito Pastuqui estuvo en el apogeo de sus poderes y, culminación simbólica, asistió al bodorrio de El Escorial. ¿Lo organizó él? ¿Lo pago él? Esas son las preguntas a las que los Aznar, el PP o alguien con más crédito debe responder.

(La imagen es una foto de Chesi - Fotos CC, bajo licencia de Creative Commons).

Entre tanto.

Entre tanto siguen cayendo. Una a una, como ayer, una mujer asesinada hace días en su domicilio. De a dos como a principio de semana, dos mujeres asesinadas a tiros por sus cónyuges. Sigue el goteo incesante de esta masacre callada, que apenas logra un hueco en los noticiarios entre las corrupciones del PP, el megapoderío chino, los trompicones del dólar, el hambre del África o las mentecateces de Berlusconi. Esa muerte silente pero siempre presente que amenaza a todas las mujeres en un clima de agobio universal porque los amenazadores son sus maridos, amantes, novios, los que dicen amarlas antes de estrangularlas, quemarlas vivas, tirarlas por la ventana, coserlas a puñaladas. Un miedo general porque nadie sabe por dónde vendrá el golpe, quién será la siguiente. Eso es el terror. Algo que los hombres no podemos entender por experiencia directa porque estamos del otro lado del cuchillo y sólo podemos sentir tomándonos el trabajo de ponernos en el lugar de ellas para intuir el miedo angustioso de la calle solitaria, la esquina oscura, el timbre tardío, el teléfono en la noche, la voz conocida.

Sin embargo podemos hacer mucho por ayudarlas. Para empezar, teniéndolas presentes.

(La imagen es una foto de P. Medina, bajo licencia de Creative Commons).

dijous, 8 d’octubre del 2009

Estado de descomposición.

El caso Gürtel, esa gigantesca trama de presuntos ladrones, sinvergüenzas, apandadores, mangantes, corruptos dentro del PP y en torno a él que llevaba años esquilmando los caudales públicos con un designio de expolio sistemático en todos los órdenes de la administración pública; ese plan organizado desde el tiempo de Aznar y habrá que ver si con su consentimiento, de saqueo de España digno de un episodio de la leyenda negra, se ha cobrado ya su primera víctima: el señor Rajoy ha demostrado ser un perfecto inepto, incapaz de reconocer la gravedad del problema cuando se le vino encima, incapaz de reaccionar a tiempo ni a destiempo; de controlar al partido, como se prueba a día de hoy en que no consigue que el señor Camps, sobre quien se ciernen los mayores indicios y sospechas de ser el responsable de la trama en Valencia no diga alguna de sus increíbles necedades. El mismo señor Rajoy que hace dos días pedía a los suyos que ignorasen el caso Gürtel, todavía fiel a su idea de que se trata de un montaje del Gobierno en contra del PP. Un perfecto incompetente al que, quizá por eso, nombró Aznar varias veces ministro y, por último, sucesor suyo.

Recuérdese lo que tiene dicho el señor Rajoy sobre este asunto en los ocho meses que llevamos de instrucción: todo falso; no es una trama del PP, sino una trama contra el PP. Un intento de machacar al PP. España, un Estado de terror, un Estado policía, un régimen de terror. Todos estos disparates y tonterías han llevado el placet del señor Rajoy. Un señor que, hace unas horas, anunciaba engoladamente que si alguien ha hecho lo que no debe, se tomarán medidas, como si pudiera suceder lo contrario, esto es, que alguien hiciera lo que no debe y no sucediera nada.

Es de esperar que el señor Rajoy presente su dimisión por su incompetencia, liberando a su partido de un peso enorme y permitiéndole reaccionar con tiempo todavía para llegar a las elecciones de 2012. ¿Cómo va a ser candidato al gobierno de España uno que no sabe gobernar ni su propio partido? (La imagen es una foto de Jaume d'Urgell, bajo licencia de Creative Commons).-

Se acabó la farsa.

La Corte Constitucional italiana ha devuelto la dignidad a los italianos impidiendo que se consume la última arbitrariedad de ese indeseable que tienen de primer ministro de ponerse por encima de la ley. Un intento de reventar el Estado de derecho atacándolo en su misma médula, el imperio de la ley y el principio de igualdad de todos ante ella con igualdad de responsabilidad. La intención de que alguien, él en concreto y dos o tres cargos más, para disimular, no sean responsables por sus actos.

De inmediato ha dicho Il Cavaliere que la decisión es política y que el Tribunal Costitucional está lleno de izquierdistas que, ya se sabe, lo persiguen contra todo derecho. Estos personajes, estos Berlusconis, Aznares y Rajoys son iguales en todas partes: juegan a la democracia y al Estado de derecho mientras les conviene pero, si las cosas se tuercen, tiran contra ellos, los deslegitiman porque, en el fondo, no son demócratas; ni siquiera son políticos sino sátrapas arbitrarios acostumbrados a hacer lo que quieren e imponer su voluntad por los medios que sea en la esperanza de que gozarán siempre de impunidad. El señor Berlusconi tendrá ahora que comparecer ante dos tribunales de justicia, a responder por sus hechos. Igual que es de esperar que algún día comparezca ante otro el señor Aznar por la canallada de la invasión del Irak decidida contra toda legalidad internacional en las Azores.


(La imagen es una foto de fabbio, bajo licencia de Creative Commons).

Bravo por El Prado.

Ayer me dejé caer por las nuevas salas que el Prado ha abierto con el fin de pagar una deuda antigua que la casa tenía con la pintura española del XIX, que ya era hora. Estupenda decisión que permite a los visitantes no salir ya del museo con la idea de que la pintura española se acaba con Goya. Ni mucho menos.

Las salas están muy bien (aunque aún falta información sobre algunas piezas, incluidos cuadros celebérrimos como el de Los poetas contemporáneos, de Esquivel) y perfectamente situadas después de Goya. Es un placer visitarlas y encontrar en ellas obras que generaciones enteras sólo han podido contemplar en reproducciones, como El fusilamiento de Torrijos y otros. Es verdad que no es, en general, una pintura deslumbrante, original o rompedora, que está sometida a gustos extranjeros y encorsetada por convenciones de género; pero es nuestra, narra historias españolas y cuenta con lo mejor que este arte ha dado en cada momento, desde Alenza a Sorolla, pasando por el inefable Beruete. Prometo seguir en algunas entradas posteriores. De momento no me resisto a traer aquí al bueno de Pradilla con su fabulosa Juana la Loca, una imagen que, al menos yo y, supongo, todos los de mi generación, tenemos grabada desde pequeños, de los libros de bachillerato y que vivió siempre ajena al museo, alojada en el Casón. Obsérvense los gestos de todos los acompañantes de Juana. Son los del pueblo español ante los disparates tradicionales de sus clases dirigentes.

Bien por El Prado. Aplausos.

dimecres, 7 d’octubre del 2009

El caso García Lorca.

Tengo amistad de larguísima data con Manuel Fernández Montesinos García Lorca, sobrino del poeta. Manolo es un hombre íntegro y justo que ha sabido siempre encontrar el espíritu apropiado y la matizada mezcla de sabiduría griega en el torbellino apasionado que es la vida del siglo sobre todo acelerado con los fortísimos sentimientos que siguen agitando la vida, obra y muerte de su tío.

De un tiempo a esta parte ha venido dándose un caso en los medios según el cual la familia del poeta está boicoteando los intentos de quienes activan la memoria histórica, oponiéndose a que se abra la fosa en que se supone está enterrado el de Fuente Vaqueros e impidiendo, de paso, que los familiares de las otras dos personas asesinadas por los fascistas junto a García Lorca recuperen los restos de los suyos.

Esto no parece ser exactamente así. Como puede comprobar quien quiera ojear el escrito de alegaciones que la familia García Lorca ha presentado ante la Junta de Andalucía y que yo he subido a Google docs con el título de Escrito de alegaciones, los descendientes del poeta no cuestionan la apertura de la fosa ni se oponen a los derechos de los otros familiares de recuperar los restos de D. Dióscoro Galindo González (maestro) y D. Francisco Galadí Melgar (banderillero). Lo que la familia dice en el escrito, entre otras atinadas consideraciones sobre lo que sucederá con los cuerpos d las víctimas (éstas y otras que vayan apareciendo) y la situación en que quedaran los terrenos y los lugares, es que no quieren que se proceda a la exhumación e identificación automática de los restos de su antepasado. Tampoco se oponen tajantemente a ello y para siempre y dejan una puerta abierta a que su criterio cambie, razón por la cual se reservan todos los derechos sobre los restos del inmortal poeta.

¿Por qué así? ¿Por qué no abrir de par en par las puertas, localizar el cuerpo, identificarlo y coronar una tarea de búsqueda de víctimas del terrorismo? (Espero que, a estas alturas, nadie que no sea un beneficiario directo de aquella vergüenza, cuestione que el régimen de Franco fue un régimen de terroristas y delincuentes.) Al fin y al cabo, García Lorca ya no pertenece solamente a sus familiares sino que es patrimonio de la humanidad. Ciertamente, ciertamente. Pero si de esta exhumación, identificación de los restos y consiguiente exposición a la luz pública se derivaran circunstancias imprevistas que permitieran aumentar el morbo de las circunstancias de la muerte García Lorca y que redundaran en una posterior victimización del poeta, no sería la humanidad quien diera paso alguno para proteger la memoria de aquella víctima de la barbarie y la vesania fascista capaz de haber hecho con el poeta en vida y con su cadaver después cualquier tipo de atrocidad, como todos sabemos de sobra. Esa protección sólo podrá brindársela la familia que hace muy bien actuando con la cautela y la precaución con que lo hace, adoptando las decisiones que competen a su autoridad y exigiendo el respeto colectivo a unos sentimientos que nadie puede tergiversar amparándose en la ley.

Así que menos historias y menos demagogia sobre el poeta asesinado cuya memoria pertenece a todos, pero cuyos restos pertenecen a la familia que es sobre quien recae asimismo la responsabilidad de garantizarles el respetuoso tratamiento que merecen.

(La imagen es una foto de Cod gabriel, bajo licencia de Creative Commons).

Todos y ninguno.

El museo Thyssen ha inaugurado la temporada con una exposición sobre Henri Fantin-Latour de la que es poco lo bueno que cabe decir. La exposición en sí misma deja bastante que desear. Dice cubrir toda la vida del artista, pero se reduce a setenta piezas entre los que cuentan dibujos y bocetos y cuya selección tampoco es la mejor imaginable. Organizada en común con la Fundación Gulbenkian parece que la que se abrió en Lisboa era más amplia y, por razones que no se comunican, a su paso a España se ha reducido notablememte. Tanto que no ha dado ni para dividirla entre lo que se exhibe en el museo y la parte que se lleva a Cajamadrid de la plaza del Celenque, como se hace en otras ocasiones. Tampoco se prodiga la organización en explicaciones orientativas o aclaratorias. Por ejemplo, cuenta la exposición con el famoso lienzo En torno a la mesa (1872) pero en ningún sitio se dice que los personajes son retratos de poetas de la época y que dos de ellos son Verlaine y Rimbaud, por aquel entonces en mitad de su apasionada relación, con lo que el visitante no prevenido pierde una magnifica ocasión de poner rostro (y qué rostro) a dos egregios poetas.

En cuanto al pintor en sí mismo no será Palinuro quien niegue el interés de Fantin-Latour como objeto de exposición pero no le daría una prioridad alta en un estudio de posibilidades. Y, desde luego, niega la conclusión que el comisariado organizador deja caer en un par de comentarios de que Fantin-Latour sea un gran pintor francés injustamente olvidado y qué lamentable es que no se le dediquen exposiciones. Ni nuestro hombre es un gran pintor ni es injusto el lugar que ocupa en la memoria colectiva del arte y que es, desde luego, modesto.Fantin es un artista delicado, con matices, con una pintura nada simple y una apreciable variedad temática: hay retratos (un género que cultivó mucho y le era rentable), naturalezas muertas, especialmente flores, que le hicieron muy famoso en su tiempo en Inglaterra. Teniendo en cuenta que se trata de la época victoriana, con la pintura inglesa dominada por el empalagante prerrafaelismo, habrá quien diga con cierto cinismo que eso lo explica todo. También hay paisajes, retratos colectivos y una escasa representación de la pintura libre y alegórica que tanto gustó al autor. Todo ello es más que suficiente para hacerse un juicio. Un juicio ¿sobre qué? Sobre un pintor francés cuya vida trascurre a lo largo del prodigioso siglo XIX (muere en 1904) y en cuya obra no hay prácticamente rastro del impresionismo si se excluye alguna pieza especialmente relevante, como su fabulosa Helena, obra ya tardía (1892), y aun en esta se aprecia mucho más la influencia simbolista de un Moreau que el impresionismo. Aunque mi juicio general de Fantin sea bastante bajo, tengo en altísima estima este cuadro, uno de los pocos en los que el artista vence las convenciones de la época y consigue transmitir uno de los elementos decisivos del mito que incendia Troya: Helena, la mujer más deseada por todos los hombres en el momento en que accede a ella el pelirrojo Menelao con el juramento de los príncipes argivos.

Valorada en conjunto la obra de Fantin refleja claramente la impronta de quienes fueron los modelos del pintor en su vida, sus grandes influencias que vierte fielmente, con ese espíritu de copista que cultivó en sus años mozos. Hay veces que vemos a Manet (singularmente los retratos y, desde luego, los colectivos; el de los poetas es característico); otras, las más, vemos a Courbet (por quien Fantin sentía verdadera veneración), a Corot (en los paísajes, por supuesto) y nos rondan el ánimo las referencias a Delacroix. Todo ello, en cierto modo, compartamentalizado pero sin el genio claroscuro de Manet, sin la audacia de Courbet, sin la minuciosa concentración de Corot, sin el ímpetu flamígero de Delacroix. Todo ello moderado, tamizado, como de andar por casa. La negación misma del espíritu romántico, si se quiere. Nuestro hombre hace lo que puede, que no es poco, pero tanta influencia a la que se rinde acabó por no dejarlo ser él mismo en nada. Fantin refleja casi toda la pintura francesa sin tener ninguna propia. Ni siquiera en los bodegones, con los que tanto éxito alcanzó, pueden decirse genuinamente suyos pues remiten invariablemente a la pintura flamenca hasta en los trampantojos (antiparras o cuchillos al borde de las mesas) que se repiten casi mecánicamente. Es un placer para la vista que la exposición incluya el bodegón de 1869 El compromiso, con esa chinoiserie tan delicada que actúa de eje central de una composición que habla de compromiso, fidelidad, felicidad, amor. Hasta aquí hemos llegado: un bodegón.

La exposicion dedica una parte a los autorretratos, de los que se encuentran tres de los más conocidos. Fantin llegó a autorretratarse como medio centenar de veces, sobre todo de joven cuando se tiene esa curiosidad tumultuosa sobre lo que nos rodea, incluida nuestra propia imagen. Fantin parece experimentar una regocijada sorpresa al autorretratarse que suele trasmitirse al espectador. Quizá sea éste el subgénero en el que el hombre fue más el mismo. Claro que a ver cómo podría ser de otro modo.

En una visión algo más amplia, Fantin, que fue hombre de su tiempo, igual que coquetea con el simbolismo y es amigo de los impresionistas sin ceder sin embargo a su apabullante riqueza cromática (llegó a enviar algo, sin embargo, al salón des réfusés en alguna ocasión) tiene pasion por la música y adopta una actitud sinestésica que lo lleva a caer subyugado del mundo wagneriano y su concepción de la "obra de arte total". Fantin compuso muchos lienzos con motivos de Parsifal, Lohengrin, el Oro del Rhin... Era un wagneriano combativo, de los que retrataba irónicamente Beardsley. A propósito, la exposición incluye un magnífico dibujo del barco de El holandés errante que no pongo aquí porque no lo he encontrado. Lo sustituyo por esas Tres doncellas del Rhin que reflejan fielmente la grandeza y la miseria del arte wagneriano hecho por wagnerianos, gente de culto.

En fin, el Thyssen anuncia una exposición temática próxima sobre el erotismo en el arte que espero sea más lucida que esta. De todos modos, tampoco es cosa de ser muy negativo. Merece la pena acercarse a ver a Fantin-Latour, a dar un repaso a la pintura del XIX que no se rindió al impresionismo sino que aventuró su asalto al realismo de sus comienzos a través del simbolismo.

dimarts, 6 d’octubre del 2009

Ni títere con cabeza.

La trama Gürtel es mucho más grave, profunda y extensa de lo que se ha venido pensando hasta la fecha. Los nuevos datos procedentes de ese relato de las Minas del Rey Salomón que es el famoso e inagotable informe de la policía implican, según parece, al Gobierno del PP de Castilla y León en una de esas charranadas protagonizadas por el señor Correa y algún alto cargo del gobierno regional con la habitual lluvia de adjudicaciones ilegales, pago de comisiones y actividades ilícitas de todo tipo. Con este gobierno autonómico son ya cuatro del PP los que aparecen pringados en actividades corruptas siempre en el marco de la red empresarial gürteliana.

Se dirá lo que se quiera pero esto ya no es un escándalo ordinario de corrupción en el que un alto cargo aislado, un funcionario de un ministerio o una Comunidad entra en tratos con una red mafiosa ocasional y se corrompe para su beneficio (o perjuicio) personal. Al contrario, lo que las investigaciones judiciales y policiales están poniendo en claro es la existencia de una red omnipresente de prácticas ilegales sistemáticas que viene funcionando de tiempo atrás, pensada para expoliar los bienes públicos en beneficio a) de los cargos del partido del gobierno corruptos, b) del propio partido y c) de los presuntos delincuentes que llevan años cobrando y pagando comisiones ilegales, organizando actos del PP, financiando al partido y apaleando millones procedentes de este expolio monumental, generalizado y que ahora la policía anda buscando en los paraísos fiscales mundo adelante.

Realmente tenía razón el Curita cuando decía que eso de los trajes regalados del Bigotes era una fruslería. Efectivamente, por muchos y llamativos que hayan sido los bienes y servicios que se hayan empleado en forma de cohechos para comprar las voluntades de los gobernantes del PP o agradecerles (a ellos y a sus familiares) los servicios prestados, son peccata minuta en comparación con esta fabulosa maquinaria de enriquecimiento ilícito puesta en marcha, aparentemente, por ese genio de la tramoya delictiva que ha resultado ser el tal Paco Correa, (a) Pastuqui, hoy en prisión preventiva. ¡Qué injusta es la vida! Un hombre capaz de organizar esta especie de Estado parásito dentro del Estado, esta tenia de los millones que circulan por los vericuetos intestinales de las administraciones públicas, merecía un destino mejor que estar entre rejas. Quizá debieron nombrarlo administrador en aquellas famosas privatizaciones del Gobierno del señor Aznar que luego se entregaban a los amigos del cole.

Porque esa es otra: ¿quién sabía qué de toda esta fantástica historia de la rebatiña general de los recursos públicos? Pues según se desprende de la correspondencia que los responsables de la red gurteliana mantuvieron con los responsables del PP en ocasiones en que los mecanismos de apandar no funcionaban con total corrección y era necesario acudir a las habituales prácticas mafiosas para cobrar deudas mediante presiones y amenazas, los principales cargos del partido, los señores Fraga, Rajoy, Arenas, que eran los destinatarios de esa correspondencia villana con amenaza de ajustes de cuentas. Otra cosa es, naturalmente, que ellos personalmente leyeran dichas misivas pero, desde luego, de haber querido, habrían podido hacerlo con lo que ganarían una visión muy ajustada del estado de la cuestión.

Una última palabra acerca del impacto de todo esta Babilonia delictiva sobre las fortunas electorales del partido de la derecha. El tradicional pesimismo español y la resignación secular de nuestro pueblo frente a las prácticas de abuso de los señoritos de siempre, amparados en sus privilegios y su espesa red de contactos y amistades con quienes debieran vigilar por el interés público y lo hacen a su manera (el caso del señor Camps con su amigo y benefactor el juez De la Rúa) hacen pensar a muchos que, a diferencia de otros países en los que estos comportamientos supondrían un castigo fulminante, en el nuestro no pasará nada sino que, al contrario, los electores premiarán a los corruptos aupándolos a los puestos de poder o manteniéndolos en ellos. Algo de eso parecen pensar asimismo algunos de los principales beneficiarios de este estado de cosas, como el señor Fabra o el reiteradamente citado y esperpéntico señor Camps cuando invocan su respaldo electoral como especie de patente de corso. Y seguramente habrá sido así hasta la fecha. Pero este asunto es ya demasiado grave y general para que no haya un vuelco en tan infausta tradición. Trátase de una especie de repetición hispana del fenómeno italiano de Tangentopoli, aunque concentrado en un único partido, el PP, cuyos dirigentes, sin duda conocedores de las consecuencias que puede tener esta nueva operación al estilo de mani pulite puesta en marcha aquí por el juez Garzón, dispararon por elevación contra los cimientos mismos del Estado de derecho en nuestro país, los medios de comunicación, las fuerzas de seguridad del Estado, la administración de justicia, etc. Con escaso resultado porque, como se muestra en el sondeo realizado para el diario Público sobre la reaccion ciudadana a los escandalos de corrupción de la trama Gürtel en el PP, hay ya una mayoría de ciudadanos que pide medidas y dimisiones y esto no ha hecho más que empezar.

No sería lógico que se llegara a las elecciones de 2012 sin que el partido conservador acuse este golpe y sin que haya tomado medidas de regeneración drástica que equivalgan a una refundación. España necesita una derecha democrática, libre de los dos pozos negros que atenazan las posibilidades de la que hay: los innobles vinculos con el franquismo en el pasado y la podredumbre de corrupción caciquil que lo devora en el presente en sus tareas de administración pública y que, a estas alturas, no tiene parangón con ninguna tropelía que pueda haber realizado el PSOE.

(La imagen es una foto de Carlesmari, bajo licencia de Creative Commons).

La salud de la izquierda.

Sin duda impresionado por un agorero editorial de El País de ayer titulado Izquierda en crisis un amable lector pide a Palinuro que se moje acerca de este por lo demás caro tema para él de la izquierda. De haber esperado a hoy en que el mismo periódico reincide en el asunto con otro editorial titulado La excepción griega quizá se hubiera dado por satisfecho. Si la crisis de la izquierda en Europa procede de sus destinos electorales en los distintos países, es poco lo que cabe decir porque, cuando menos se espera, los hechos señalan en otra dirección y hay que salir al quite hablando de "excepciones".

No obstante, ya que estamos en ello, me atrevo a hilvanar algunas observaciones que quizá no sean del todo insulsas. Veamos:

A) hablar de crisis de la izquierda no es decir mucho. La izquierda lleva en crisis clarísima, cuando menos, desde la caida del comunismo a comienzos de los noventa. Es más, pienso que lo que llamamos "crisis", si hablamos con propiedad, (esto es, aquella situación límite en que se decide si un paciente se cura o se muere) es el estado natural de la izquierda de siempre. No quiero irme muy lejos pero si identifico a la izquierda con una actitud de disconformidad con la realidad existente (lo que la retrotrae al origen de los tiempos y no sólo a la tontería esa de la Revolución francesa) en pro de un ideal de mejora, la crisis es consustancial a la izquierda.

B) vincular la crisis (en el entendimiento de que sea una desventaja) a las fortunas electorales es quedarse en la espuma de los días. Los sistemas democráticos son alternativos y los resultados electorales deben tomarse como indicadores para la determinación del rumbo. A veces se gana; a veces se pierde. A veces se gana mereciendo perder y a veces se pierde mereciendo ganar. Hay de todo. Las fortunas electorales de la izquierda en Europa hoy son aciagas. Ya mejorarán. Cuando la izquierda era boyante, por cierto, nadie entonaba responsos sobre la crisis de la derecha.

C) habría que matizar lo anterior recordando que hay varias izquierdas y que si la hegemónica pierde, las otras parecen ir levantando cabeza. Lo que el segundo editorial de EL País llama despreciativamente "pequeños partidos" son las formaciones de una izquierda más radical que la socialdemocracia que no han quedado mal paradas en Alemania, Portugal o Grecia. Un interesante dato que puede ayudar a hacer propuestas que mejoren la catastrófica situación de Francia o Italia.

D) igualmente es preciso matizar que el gigante del otro lado del Atlántico está gobernado por la izquierda. Izquierda al estilo gringo, pero izquierda al fin y al cabo (y, si no, que se lo pregunten a los fachas de allí y de aquí, a quienes el gobierno de Obama provoca accesos de asesinitis) y eso no es asunto baladí a la hora de hacer dictámenes sobre el paciente en el mundo.

E) yendo al fondo de la cuestión, en algo tenía razón el primer editorial citado: el discurso actual de la izquierda es pobre, desfasado, perdedor y eso en la medida en que existe en el orden europeo y no se limita a una polifonía de Estados nacionales. Se ha vencido el ciclo de las "terceras vías" y los "centros" a la alemana y hay que renovar. Como a la fuerza ahorcan, se renovará. Habrá que perder el miedo al conservadurismo de los electorados y las condiciones adversas de la globalización para recoger las propuestas más viables de carácter radical y articularlas en discursos de gobierno que impliquen transformaciones del modelo productivo. Las propuestas de Rodríguez Zapatero iban en el buen sentido, pero la crisis las ha dejado, al parecer, en agua de borrajas. Es de esperar que se recojan en otros países en que se salga antes del mal paso y se lleven a la práctica.

F) una última consideración: está tardando demasiado la articulación de un discurso transnacional de la izquierda, uno internacionalista. Nunca las circunstancias han sido tan favorables a la vieja tradición izquierdista y nunca, sin embargo, se ha traicionado más el principio en virtud de neurosis nacionalistas de uno u otro tipo.

En fin, Palinuro promete volver sobre el asunto con más sosiego.

(La imagen es una foto de G. Rivas Valderrama, bajo licencia de Creative Commons).