diumenge, 9 de novembre del 2008

Abajo la felicidad, viva el sufrimiento.

Hace unos días un amable lector me recomendaba ir a ver la peli de Javier Fesser, Camino. Decía que era tremenda. Tenía razón: es tremenda. Vaya por delante que está muy bien hecha, con una dirección enérgica quizá a veces demasiado y con algunas secuencias exageradas; por ejemplo, las dos apariciones del ángel de la guarda no me resultaron convincentes y hay un excesivo regodeo en la casquería quirúrgica. Pero son cuestiones menores. Reitero que la dirección es enérgica, con brío y mucho ritmo que no decae a pesar de que la historia, al basarse en un hecho real y haberse comentado tanto en la prensa, es conocida y su final no puede deparar sorpresa alguna.

Las interpretaciones también son de altura y en gran medida han de atribuirse asimismo al director ya que la protagonista y otros actores y actrices son niños, siempre tan difíciles de dirigir. La de los adultos, especialmente la de la madre, un papel francamnte desagradable, es de muchísima altura. Y la ambientación, logradísima: magnífico el colegio de monjas, el piso de la familia devota, el clima de la clínica del Opus en Pamplona.

Pero lo esencial es el cacho historia que aquí se cuenta, una historia que retrata el aspecto más sórdido, cruel, inhumano del catolicismo en general y de la secta del Opus Dei en particular. No me extraña que la dicha secta haya protestado de la peli: la retrata sin sombra de duda. Esa familia de fanáticos del Opus, esos dos curas también del Opus, auténticos asesinos, canallas inmisericordes, duros, fríos, insensibles; esa madre monstruosa que destroza la vida de todos y cada uno de los miembros de su familia incluida por supuesto la suya; ese padre inútil, cero a la izquierda, que hace dejación de su obligación de proteger a sus hijos frente al evidente desvarío de su esposa, manipulada por los curas; todo ello es una crítica y, al tiempo, un reportaje justísimo de a dónde lleva ordinariamente el fanatismo religioso de estos enemigos de la humanidad que son los curas católicos, especialmente los del Opus.

La acertadísima contraposición que hace el director entre el mundo ingenuo, alegre, hermoso de la infancia y la adolescencia y la estúpida e inútil crueldad de los fanáticos devotos que todo lo sacrifican (especialmente la dicha ajena) a sus estúpidas supersticiones es demoledora. Todas las pautas de comportamiento de la secta y de su alma mater, la iglesia católica, quedan retratadas: la persecución de la espontaneidad, la alegría, el amor, la ilusión; la preferencia por el sufrimiento, la renuncia, lo forzado y falso; el espionaje, la censura, la represión permanente, la mentira, el martirio bajo el cuento de la vida en el más allá, todo el conjunto de embustes e imposiciones que convierten a las personas en seres lo suficientemente monstruosos para proclamarlos "santos". Por cierto el equívoco que anida en el nudo de la trama (por ejemplo, el significado del término "obra") está muy logrado e introduce algo de humor en mitad de tan grande espanto.

Espero que con esta peli hayamos adelantado algo en la tarea que considero imprescindible de incluir al Opus Dei entre las sectas más dañinas de nuestra sociedad. En todo caso Camino merece amplísima difusión. Que se sepa de qué son capaces estos sectarios sin entrañas.

Caminar sin rumbo (X).

Compañeros de viaje

A veces es grato encontrar alguien con quien hacer parte del camino. A veces. Otras maldita la gracia que tiene. Cuando un pelma a quien uno no conoce de nada se empeña en dar conversación; en un ascensor, por ejemplo. ¿De qué diablos puede hablarse en el trayecto de un ascensor, por largo que sea? Del tiempo, desde luego; del tiempo. ¿Y en un taxi? ¡Las conversaciones de los taxistas! De ahí han salido novelas y de todo, probablemente hasta asesinatos. Porque ya es insoportable la conversación de alguien que, además de imponértela, te mira a través del retrovisor a ver qué efecto causan en ti sus palabras con lo que no te queda más remedio que simular (cuando menos) que estás escuchándolas. O bien en la sala de espera de algún medio de transporte o de alguna profesión liberal (notario, dentista, etc). ¿De qué se habla en la antesala del sacamuelas? Son también conversaciones de camino porque son los momentos preparatorios para algún viaje, algún cambio en la vida. Siempre he pensado, aunque he de confesar que nunca he osado poner en práctica el pensamiento, que lo oportuno para las conversaciones impuestas por los pelmas no es enfurruñarse, meter las narices en el periódico, contestar con monosílabos como ladridos o silvar Coronel Bogley, del Puente sobre el río Kwai, sino pasar al contraataque, llevar la iniciativa y, así, ignorando cuál haya sido el enunciado del desconocido, decirle a bocajarro:

- Yo a Vd. lo conozco.

A lo que el otro, probablemente, responderá que a él no le parece que...

- Sí, sí, claro que lo conozco. ¿No ha salido Vd. por la televisión?

A estas alturas del siglo, quien no haya salido por la televisión se avergonzará de reconocerlo en público por lo que es de esperar un gesto como de satisfacción y alguna balbuceante respuesta del tipo de:

- Bueno, sí, pero...

El pero se refiere a que salió una vez en un noticiario hace diez años porque que el azar lo pilló cerca de un choque de coches y los de la tele pasaron por allí pidiendo testimonio; pero eso bastará.

- Si ya lo decía yo: Vd. es (pongamos por caso) Marifé de Triana.

Pero también vendría al pelo García Márquez o Monseñor García Gasco. Es casi seguro que el pelma se habrá percatado ya de que no hay manera de pegar hebra con el viajero y lo dejará en paz. Si se malicia uno que no ha de ser así, sin dejarlo respirar se le añade:

- Precisamente quería hablar con Vd. a propósito de un asunto delicado. Como sabe, yo soy (pongamos de nuevo por caso) el hombre del tiempo y quiero saber en dónde me van a poner en la parrilla.

Bueno, son imaginaciones. También a veces encuentra el viajero compañía grata, alguien con quien compartir un trozo de camino. No todo, por favor, que eso es muy duro. La fórmula del matrimonio, por ejemplo, al menos la que recuerda uno de las pelis: "hasta que la muerte os separe" es espantosa. Pensar que sólo la muerte pueda separarte de alguien a quien a lo mejor acabas detestando es el mejor argumento a favor del divorcio. Porque ya se sabe que el camino y la vida etc, etc. Así que alguien que viene de no se sabe dónde y se encamina a vaya Vd. a saber qué parte; alguien que camina junto a uno, a veces incluso sin hablar palabra. ¿No es grato muchas veces ir junto a alguien sin necesidad de hablar? Cada uno va a su bola y quién sabe si no es la misma bola en los dos. En todo caso lo peor para averiguarlo es eso de preguntar: "¿En qué piensas?" que es muy frecuente y para mí equivale a un casus belli porque no se me ocurre intromisión más intolerable en el libre predio de la intimidad que pretender saber qué se piensa. Es más, creo que siempre que me lo han preguntado he mentido; unas veces para agradar, otras para desagradar. Sí, ya sé que no se debe mentir; pero es claro que ese mandato no opera en situación de violencia y la preguntita de ¿en qué piensas? es violencia muy violenta. Tiendo a pensar también que eso le pasará a mucha más gente. Quizá a todo el mundo. Pero no lo sé porque no soy todo el mundo ni conozco medio alguno para saber lo que todo el mundo piensa sobre nada.

Caminar junto a otro en silencio es muy grato. Y también puede serlo hablando. Hablar con otro es entrar en un ámbito mágico en el que todo se mezcla porque todo es posible al mismo tiempo, la tierra se agiganta y las hormigas tienen el volumen de caballos, los colores se rompen en fragmentos, el cristal está lleno de voces, en un recodo del camino surge entera y verdadera la Edad Media con sus siervos, sus feudos y las Siete partidas in extenso, las palabras se subliman, se convierten en lenguas de fuego, dunas itinerantes o el galopar de la brigada ligera. Porque no es una sola palabra sino dos que surgen, se entrelazan, se encuentran y desencuentran, se aproximan, se distancian, se acarician, pelean, hacen las paces, se buscan, se pierden, se aguardan, se acoplan, juegan a desconocerse, entrechocan, se dispersan, construyen juntas y, de un tiempo a esta parte, deconstruyen juntas o por separado y se desparraman a veces en una cascada de sonidos alegres.

El juego de las palabras habladas en el diálogo es otra de las manifestaciones de la esencial condición dual del ser humano: uno mismo y el otro, con el cual el uno interactúa en una interacción que no sólo es evidencia empírica del intercambio sino elemento constitutivo del ser mismo del hombre, de la idea del yo que sólo es posible porque hay un otro del que he de suponer que también dice "yo" pero no se refiere al mismo yo que yo. La palabra es eco y únicamente como eco hace posible al hombre. Sólo porque hay otro existo a mis ojos. La idea del ser humano aislado es absurda; el hombre es un ser social y Robinson sólo puede existir primero porque empezó no siéndolo y segundo porque deja de serlo así que encuentra a Viernes. Robinson y Viernes. Tendemos a pensar en cómo cambia la vida de Robinson la aparición de Viernes y, en una prueba de eurocentrismo atroz, no nos hemos preocupado por averiguar cómo cambia la de Viernes la aparición de Robinson. Esto daría motivo para un tema literario, algo en la línea de (pero distinto) Man Friday, de Jack Gold. En todo caso esos intercambios son conflictos según como se mire porque hasta el amor es conflicto. Un conflicto incruento o no antagónico, una mutua emulación y algo que transita de la palabra a la mirada y de la mirada a la palabra.

Dialogar es una de las más maravillosas experiencias porque al hacer eso que llamamos "entendernos con otro", nos expande, nos multiplica por dos, nos deja asomarnos a otro yo que se nos ofrece con la misma curiosidad y afable entrega con que lo hacemos nosotros mismos. ¡Hablar con un semejante! ¡Y entenderse con él! Maravilloso, desde luego y dificilísimo, momento único y reñampagueante en el viajar por la vida que dura un tiempo y se destruye luego casi sin sentirlo. Y ello porque no es difícil que el otro pretenda algo que no queremos darle o nos niegue algo que nosotros deseamos. Con lo que ya está armada. Las palabras se hacen espinos y el diálogo se agría, previo a la ruptura. Por eso muchos viajeros, desconfiando de la posibilidad de encontrar alguien con quien hablar y no sintiendo especial afición, al menos de momento, por el soliloquio, se llevan algún libro. Los libros son compañeros de viaje muy cómodos porque son escogidos, no como los que nos depara el destino, no se imponen en momento alguno y están siempre dispuestos a contarnos su historia. Pero no responden salvo que el que los escribió hubiera previsto la pregunta, que hay mucho casos. El sistema FAQ no es un invento de la informática aunque ésta lo haya convertido en signo ubicuo del entendimiento universal.

¡Qué grato puede ser caminar y discurrir al tiempo! Hay cadencia entre el paso y el pensamiento. Y los objetos que nos salen al camino van también marcando el discurrir. Si uno transita por una pista forestal que atraviesa un bosque cerrado de robles no es lo mismo que cuando se cruza otro de encinas que, por sus copas, no pueden estar tan prietas como aquellos. Y en modo alguno suscitan las mismas ideas. Las encinas son árboles sagrados en muchas mitologías, simbolizan la fuerza y la justicia y eran uno de los árboles sagrados de los druidas; se siente uno protegido, espacioso, tranquilo. Los robles, en cambio, no menos sagrados, simbolizan el valor, asocia uno sus hojas lobuladas al coraje en la batalla, según la tradición germánica y se arma uno de ánimos. Y no, no es lo mismo.

Por eso, cuando se vuelve a despedir al compañero circunstancial, se hace con ánimos muy distintos. Hay gentes a las que uno pierde de vista con agrado y otras de las que es doloroso y amargo despedirse. Y eso que siendo un viaje a ninguna parte, ni siquiera está claro por qué haya que despedirse de nadie.

(La imagen es un cuadro de Giovanni Boldini, un retrato de Mrs. Colin Campbel (1894). El retrato le costó al pintor un disgusto con Mr. Colin Campbell, cosa nada difícil de imaginar pensando en el posible diálogo que pudiera haberse entablado entre el artista y la modelo).

dissabte, 8 de novembre del 2008

Esas fosas que vuelven a cerrarse.

La sala de lo penal de la Audiencia Nacional ha paralizado la exhumación de las fosas donde yacen los asesinados por los franquistas en tanto dilucida si el juez Baltasar Garzón es o no competente para seguir con la instrucción del caso. Corresponde, pues, aguardar hasta que recaiga decisión que Palinuro espera sea favorable al reconocimiento de competencia.

Entre tanto no puedo menos de asombrarme de la inquina que numerosos sectores de nuestra sociedad están mostrando a la iniciativa del juez Garzón. Y no son los descendientes, allegados, cómplices, familiares o simpatizantes de los criminales que cometieron aquellas canalladas. Son, en muchos casos, gente que por razones ideológicas y/o vitales me consta que reprueban y condenan tales actos. ¿Qué puede estar pasando? Imagino que no habrá una única explicación sino que, en cada caso, se esgrimirá un motivo específico. Ayer hablábamos de un artículo del señor Savater. Hoy de unas declaraciones del señor Alfonso Guerra según el cual la iniciativa del juez "se sabe fallida" y sólo servirá para satisfacer el ego de algunas personas. Es un pensamiento indecente, propio de quien lo expone y lo expone mirándose en el espejo; porque para ego desmesurado ya está el suyo. Una opinión tan falta de nobleza y generosidad sólo podía provenir de quien sabe que habiendo tenido nueve años para realizar una tarea necesaria de restitución y justicia no hizo nada, dejando que los asesinados del franquismo siguieran padeciendo el oprobio de las fosas comunes y sus familiares el dolor de una injusticia permanente.

(La imagen es una foto mía de un paraje de un monte en cualquier parte en cualquier país).

El milagro de la ingravidez.

No podíamos perdernos el paso por Madrid de la compañía japonesa Sankai Juku, que actúa los días 6 a 9 de noviembre en el teatro Albéniz, pegando a la Puerta del Sol. La compañía está dirigida por uno de sus fundadores en 1975, el coreógrafo Ushio Amagatsu, un maestro en el desarrollo de la danza butoh. La obra que representan (y son en total seis hombres; ninguna mujer) se llama Hibiki que, al parecer, quiere decir Ecos del más allá; pero eso es igual, podían ser del más acá o de ninguna parte porque en todo caso es un espectáculo de una belleza impresionante.

Imagínese un escenario desnudo y todo en negro en cuyo proscenio hay dos grande jofainas de cristal llenas de agua sobre las que caen lentas gotas, y cinco bailarines (ocasionalmente seis; a veces uno solo, el propio Amagatsu) con el cráneo rapado, desnudos de cintura para arriba y todos de blanco impoluto cubiertos de polvo de arroz, que ejecutan diferentes movimientos de una danza perfectamente sincronizada pero individual, regida por una música minimalista en la que se alternan percusión, metales y acordes de piano, y bañada en diferentes efectos lumínicos, normalmente una luz blanca cruda en la que refulgen los cuerpos ondulantes de los bailarines cuyos movimientos son líquidos. Todo ello genera una experiencia única de silencio y sonido al mismo tiempo, una situación de tensión contenida, de liviana profundidad que trae continuamente a la memoria las experiencias del zen. Los rostros de los bailarines que no se permiten un rictus y pasan la mayor parte de la representación con los ojos cerrados son casi máscaras y sólo en un par de ocasiones abren las bocas en una especie de grito silencioso lo que produce un extraño efecto teatral.

El conjunto tiene una armonía sorprendente y como disociada. Cada cuerpo lleva su propio ritmo (dando además la sensación de una estatua en movimiento) y, a veces, se coordina con los otros, forjando figuras de gran belleza que tan pronto se trenzan en el suelo como parecen ascender ingrávidos y bajar luego como las gotas de agua. Los números solos a cargo del maestro Amagatsu son un extraordinario despliegue de sabiduría corporal. Confieso que nunca había visto a nadie moverse como si fuera a evaporarse o salir volando estando casi inmóvil. El milagro lo logra tanto él como los miembros de su compañía alternando el movimiento del conjunto del cuerpo con estados de quietud casi total en los que concentran la acción, a lo mejor, en una sola mano, incluso en un dedo. Que si la música es minimalista, también lo es la danza.

Esa pureza de líneas, de movimientos, de sonidos, esa elegante sobriedad surgiendo como por ensalmo en un contexto de rigurosa negrura fascina de tal modo que uno cree estar soñando con los ojos bien abiertos.

(La imagen es una foto de Sankai Juku, reproducida del folleto de la actuación).


Caminar sin rumbo (IX).

Vueltas del camino.

Las vueltas del camino son como las del alma, que nunca sabes a dónde llevan pero siempre te devuelven no al camino sino a tu camino. Tomas una, comienzas a andarla en un estado de ánimo pero el trayecto te trae a la memoria un recuerdo. O un propósito, que no siempre el espíritu se va al pasado; al contrario, muchas veces se va hacia el futuro. Al menos es lo que se dice de los jóvenes, que como tienen más futuro que pasado, tienden hacia él por él atraídos como los incautos marineros por los cantos de las sirenas. Claro que lo mismo pasa con los viejos, que como tienen más pasado que futuro, tienden hacia él igualmente atraídos por los mismos cantos de las mismas sirenas porque si fueran más viejas sus cantos no sonarían igual, qué duda cabe y he aquí por qué los viejos pierden su capacidad de encandilar pero no de encandilarse. Hay quien dice que lo mejor es ser viejo y tener futuro, supuesto que lo mejor coincida con la idea tan general de que hay que tener más, tener más, más de lo que sea, en este caso futuro o pasado o ambas cosas a la vez. Porque puede uno pensar no sin cierto motivo que sea mejor tener menos o, incluso, no tener nada. Hay un montón de religiones y filosofías ensalzando el no tener como la condición de la plenitud y hasta de la felicidad. Y esto no solamente se presenta como cierto por el acendrado amor del hombre a lo paradójico, sino por la profunda convicción de que esa propuesta es verdadera y es buena. ¿Y por qué habría de ser así? ¿Puede haber algo indudablemente verdadero, algo indudablemente bueno? También podría decirse lo contrario pues en estos asuntos de la voluntad humana no puede haber fórmula única, excusado es ya decir del gusto que hasta tiene refrán: "en cuestión de gustos...", etc. Por supuesto que habrá quien diga que de ningún modo y que lo mejor, la felicidad, la plenitud, el contento y hasta la gloria esté en poseer, en tener, en acumular, en poder bañarse uno en las cosas o lo que sea que haya acumulado, dineros, tierras, joyas, títulos de la deuda...; y quizá no sólo cosas sino también intangibles, como penas, recuerdos, propósitos y voluntades. Por ejemplo, puede haber acumulado fama, fama de santo, de santo por haber renunciado a todo, así como Simón el estilita que se pasó más de cuarenta años sobre una columna que empezó siendo de cuatro metros de alto y terminó siendo de diecisiete; que ya son metros. Y todo para no hablar con nadie, no tener nada, carecer de todo. Claro que ahí es precisamente en donde los partidarios de la plenitud gracias a la nada anudan señalando que, en efecto, es talmente como lo ponen de ejemplo los otros: San Simón no necesita nada porque lo tiene todo, que es Dios, para adorar al cual vive cada segundo de su existencia. A mí el ejemplito me repugna un poco no por lo que supone sino por la figura en que se materializa. Desprenderse de todo para quedarse sólo con Dios me parece cosa poco apetecible porque no creo en su existencia; pero no me cuesta nada decidir que Dios significa algo distinto para cada ser humano, que Dios es el nombre que damos a todos los dioses o lo que cada cual reputa como tal: el saber, la perfección, el dominio, la piedad; formas distintas de la entrega de cada cual a las que por convención podemos considerar los dioses particulares. Y todos los dioses se funden en un único Dios en donde ancla la cuestión de los universales que no tiene salida, razón por la cual tampoco la tiene la cuestión que al planterse dio origen a esta vuelta del camino de si es mejor la juventud que la vejez. Porque hay que ver qué irritante es esa sabiduría convencional de que "todo tiene partes buenas y partes malas". Irritante supongo que por verdadera, como la del "cristal con que se mira" que también es muy cierta y ahí también se distinguen jóvenes de viejos por cuanto los primeros no llevan cristal pero dicen que lo llevan (y es como si lo llevaran) y los viejos llevan cristal pero dicen que no lo llevan (pero no es como si no lo llevaran) que tanto da lo uno como lo otro. Y si tanto da es tambien igual que a la primera vuelta del camino te salga un recuerdo o un propósito, el pasado o el futuro, todo te absorbe por igual o mejor dependiendo de cómo seas. Hasta para distraerse hacer falta tener propósito. Si te empeñas en apartar los reclamos, los cantos de sirena, si haces oídos sordos y ojos ciegos a los estímulos y te obstinas en concentrarte en cuándo se verá la salida de la vuelta, quizá lo consigas y veas la salida de la vuelta cuando los dioses sean servidos. Pero si te dejas llevar, nada tiene de extraño que pierdas de vista el camino. El pasado tiene la fuerza magnética, la capacidad de absorción que posee el Maelstrom en el relato de Poe, pertenece a la región de las sombras, de lo obscuro, del pasado, del olvido y la memoria que son en esto la pareja de guerreros que siempre da sentido al quehacer humano, ya que la vida humana, me parece, es una permanente batalla entre dos elementos, los seres humanos sólo nos entendemos como entidades binarias, bueno/malo, dentro de la cual late un combate; día/noche, un conflicto permanente; alegría/tristeza, una mutua negación; vida/muerte, la exclusión de la una por la otra; guerra/paz, la oposición de ambos; cautiverio/libertad, a imposinilidad de conciliarse; y hoy día cero/uno, la negación recíproca de la que sin embargo mana toda la información actual y venidera. La pelea a muerte es que allí donde el olvido quiere borrar el recuerdo la memoria pretende resaltarlo, fijarlo, darle luz. La memoria es un rayo de luz y el olvido la oscuridad. La pelea es desigual porque la oscuridad no esta determinada sino que mora en su reino infinito en el que el rayo de luz de la memoria se proyecta. Sólo aquí funciona éste como un San Jorge atacando al dragón. En el reino de la luz, el rayo no se ve. El rayo de luz tiene vida, es finito, mientras que la oscuridad es eterna y se sabe vencedora a largo plazo. Pero eso a la memoria no le importa y lo mismo sucede con el futuro que también tiene una vis atractiva muy fuerte, el alma tiende a lo alto porque lo intuye infinito, a diferencia de la tierra que la llevamos pegada a los pies y por eso se elevaron las catedrales góticas y esas otras catedrales del siglo XX que son los rascacielos, el impulso hacia arriba que absorbió a Elías en un carro de fuego y allí es el reino de la luz y en él penetra el propósito formulado en cualesquiera de los afanes del ser humano: la sabiduría, la felicidad, el amor, la riqueza, la venganza, la amistad, todo lo que la persona pretende alcanzar como parte de su anhelo vital. Empero el reino de la luz es tan absoluto en su elemento como el de la sombra en el suyo y en él queda uno cegado, deslumbrado, sin alcanzar a divisar aquello que anhela ni como forma ni como idea. La vuelta al fin se termina y uno comprende que sigue en el camino que había emprendido en el viaje a ninguna parte que, por su propia naturaleza, está lleno de desviaciones, atajos a los que se da vueltas, como dice el poeta, altos y bajos. Y momentos de descanso porque bien se echa de ver que el desplazamiento, el viaje, tiene su esfuerzo físico y psíquico. Pensar puede cansar, según y cómo, por eso la mayoría de nosotros nos tomamos eso del pensar como el viaje a ninguna parte. Pensamos; no sabemos por qué pensamos y tampoco para qué. Eso es un viaje a ninguna parte. Pensamos en el ahora mismo, en este trozo concreto del camino, con un recuerdo de reciente pasado, lo suficiente para no preguntarse de dónde ha salido la última notificación de correos y una previsión de un futuro inmediato, mejor o peor organizado en una agenda, lo suficiente para saber qué atuendo nos pondremos al salir a la calle. Y esto es lo que nos permite reconocer el camino cuando la vuelta termina y te ha dejado en donde esperabas que te dejara sin necesidad de cuestionarlo. Y cuando reconoces el camino, te reconoces a ti mismo y te reencuentras con tu alma que tiene vueltas, giros a veces sorprendentes, recovecos inesperados pero acaba siempre (o quizá no siempre; no sé bien cómo lo tienen los locos) por revelarse como tuya; y no sólo como tuya, sino como tú mismo, te identificas como yo, el yo que no está quieto, no para de caminar, pero no va a ninguna parte porque no hay parte alguna a la que ir ya que todas las posibles las lleva uno dentro.

(La imagen es una litografía de 1878 de título Gran globo cautivo).

divendres, 7 de novembre del 2008

No, Garzón no desbarra.

El otro día leí un artículo del señor Savater en El País, titulado ¿El final de la cordura? en el que con alguna chirigota que siempre viene bien para quitar aspereza a las cosas decía contundente que en general el señor Garzón le caía bien pero que "en este caso, en mi opinión desbarra por completo". Añadía que "ignoro si la razón jurídica está de su lado o la tiene el fiscal Zaragoza" pero luego resultaba que no lo ignoraba sino que venía a decir que la tal razón jurídica acompañaba al fiscal Zaragoza: "(¿qué responsabilidades penales van a pedirse, y a quién, si el franquismo es declarado culpable? ¿guillotinaremos al Rey, establecido en el trono por el dictador?)". Sostenía que "en el plano simbólico es donde resulta más clara la majadería. No tiene pies ni cabeza tratar de zanjar un debate histórico con sentencias judiciales ni combatir a los historiadores falsarios desde un tribunal". Añadía que: "Nos dicen que la derecha no reconoce sus vínculos genealógicos con el franquismo; bueno, ¿y la izquierda? ¿Aireamos de nuevo la lista de líderes políticos, catedráticos, periodistas, etcétera, con un pasado azul que tú bordaste en rojo ayer? Todos ellos fueron franquistas (o combatieron el franquismo "desde dentro", es decir, con cargos franquistas) en la época más dura del régimen: se fueron curando luego, qué cosas".

El señor Elorza publicaba ayer una breve carta en El País rechazando la posición del señor Savater y diciendo que le producía tristeza. Coincido con el señor Elorza si bien el artículo del señor Savater no me produce tristeza alguna sino, antes bien, alegría porque así se ve claramente en dónde está cada uno. Como no voy a escribir en El País porque no me publican, respondo a las anteriores aseveraciones del artículo del filósofo:

Respecto a la "razón jurídica", el proceso penal tiene, entre otros, dos aspectos esenciales: a) proteger, compensar, amparar, etc a la víctima y b) encontrar y, si es posible, castigar al culpable. Lo primero es lo esencial y es lo que queda por hacer aquí. Hay más de cien mil víctimas que esperan que se les haga justicia y esa justicia es independiente de que se pueda castigar penalmente o no a los culpables. No piden revancha, eso es absurdo. Piden justicia, lo cual no es una majadería. Majadería es decir que eso es una majadería.

Sí tiene pies y muchas cabezas zanjar un debate histórico con sentencias judiciales (lo de los historiadores falsarios es irrelevante y va de adorno) es más: es la única forma de zanjarlo.

"¿Aireamos de nuevo...", etc? Bueno, hagámoslo. No tengo el menor inconveniente aunque el argumento del "y tú más" me parezca de pena. Por lo demás, el asunto también es irrelevante: la derecha nunca reconocerá sus vínculos con el franquismo; pero es que el proceso penal no tiene nada que ver con eso.

Así que en mi opinion el señor Garzón no desbarra. Desbarra el señor Savater. Es cierto que lo hace con gracia. Pero desbarra.

(La imagen es una foto de sagabardon, bajo licencia de Creative Commons)


Obama y la izquierda española.

Ayer seguí leyendo y escuchando opiniones de la izquierda española sobre Mr. Obama; ya saben, de la verdadera izquierda, la que pierde sistemáticamente las elecciones o ni siquiera se presenta a ellas porque está esperando que las masas sigan ciegamente su preclaro verbo. Y lo que decían era más de lo mismo: que si Obama no es un izquierdista "verdadero", que tanto da Obama como McCain, que es policía bueno/policía malo, que es el mal menor, que si el sistema no le dejará actuar, que ya veremos cómo todo es humo porque el capitalismo lo torcerá, que es un negro con el alma blanca, que no cumplirá sus promesas, que si...

Hasta leí a alguno que se las da de listo diciendo que la financiación de la campaña de Obama lo tiene agarrado por los cataplines y que no podrá hacer nada. El hombre ignora (o finge ignorar) que Obama ha sido el primer candidato a presidente en los EEUU que ha renunciado a los fondos federales y al dinero de los lobbies y los llamados Comités de Acción Política (que es por donde viene la pasta gansa del capital) y, a pesar de ello, ha sido el que ha recaudado más también en la historia. Lo ha hecho creando una red de apoyo y donantes en internet, juntando más de cuatro millones de donantes y recaudadores para él. Ha sido una campaña financiada enteramente por las bases, como se puede ver en la prensa: Obama's bottom-up strategy y, además, la más trasparente, la que ha dado cuenta hasta del último centavo: Summary Data for Barack Obama. El día en que Izquierda Unida o el PSOE renuncien a los dineros de los contribuyentes (la "financiación pública") y de los peces gordos para pagarse sus campañas y las hagan con aportaciones voluntarias de los electores volveremos a hablar, compañeros.

Pero no importa, la verdad no importa, hay que sacudir. Cada vez es más evidente que a estos izquierdistas les ha sentado como un tiro la victoria del señor Obama y, al igual que los reaccionarios, hubieran preferido a McCain para poder seguir diciendo eso tan interesante de que el capitalismo no tiene arreglo, que no se puede hacer nada, que no es posible reformar nada ni arreglar nada y que hay que sentarse en casa a esperar que venga la revolución o ir de comité en asamblea debatiendo pijadas.

Como no tengo tiempo para traducir algunos de los artículos de izquierda de los Estados Unidos en estos últimos tres días, me limitaré a una selección espléndida de trabajos de gente de esa cuerda que sabe de lo que habla, traduciré sólo algún párrafo que me ha parecido especialmente relevante y dejaré el enlace para el artículo completo:

Un artículo editorial de The Onion War for the White House: "Con una mayoría del voto popular Obama obtuvo muy buenos resultados entre las mujeres y los jóvenes que, según los sondeos, mostraban especial preocupación por lo jodidas que estaban las cosas. Otra contribución a la victoria de Obama, dicen los expertos políticos, puede estar en la creciente cantidad de estadounidenses que, ante el colapso completo de su país por fin fueron capaces de abandonar su prejuicios y votar por un afroamericano progresista." (Nation Finally Shitty Enough To Make Social Progress).

El artículo del día cinco de Michael Moore en su blog: "En una Nación fundada sobre el genocidio y construida sobre las espaldas de esclavos, fue un momento inesperado y sorprendente en su simplicidad: Barack Obama, un buen hombre, un negro, dijo que cambiará Washington y a la mayoría del país la idea le gustó. Los racistas hicieron campaña y fueron a votar. Pero ya no son la mayoría y llegaremos a ver cómo se extingue su llama de odio". (...) ¡Hemos elegido presidente de los EEUU a un afroamericano! ¡Cualquier cosa es posible! Podemos sacar nuestra economía de las manos de unos ricos sin escrúpulos y devolvérsela a la gente. ¡Cualquier cosa es posible! Se puede garantizar atención sanitaria a todos. ¡Cualquier cosa es posible! Podemos dejar de fundir los hielos polares. ¡Cualquier cosa es posible! Quienes cometieron crímenes de guerra comparecerán ante la justicia. ¡Cualquier cosa es posible!" (Michael Moore.com).

El artículo de Naomi Klein ayer en OpenEdnews.com en el que queda claro el asunto desde la izquierda: Obama ha ganado las elecciones pero no debemos pensar que él sólo pueda hacer lo que tiene que hacer; el movimiento tiene que seguir porque, en el fondo, depende de los electores: "La única esperanza del nuevo presidente de resistir esta campaña en contra suya de las élites depende de que este movimiento de base que lo llevó a la victoria se mantenga enérgico, conectado, movilizado y, sobre todo, en actitud crítica. Ahora que se ha ganado la elección la nueva misión del movimiento debe ser clara: pedir que Obama cumpla sus promesas de campaña y hacer saber a los Demócratas que una traición tendrá consecuencias." (Real Change Depends on Stopping the Bailout Profiteers)que es justamente lo que había dicho el propio Obama en uno de sus discursos: "No estoy pidiéndoos que me votéis porque creáis en mí sino porque creeis en vosotros." Más claro, agua.

Por último, quien quiera conocer un debate realmente interesante en una red de anarquistas estadounidenses sobre el señor Obama que vaya a How ought anarchists to regard Obama's victory in the U.S. presidential election?, en donde encontrará cosas tan sinceras como ésta (dichas por anarquistas): "Creo que merece la pena leer las memorias de Obama. Es un gran escritor sin duda. También es un activista de base y lo ha sido desde que tenía veinte años. Pasó cinco años de su juventud en Indonesia inmediatamente después del golpe y sabe lo que es el despotismo y la pobreza a nivel de la calle y no desde las alturas del poder. También ha tenido que soportar cierto grado de persecución estructural que yo jamás sabré lo que es y ha pasado la mayor parte de su vida tratando de entenderla." ¡Qué diferencia con la pedantería española!

Por último, un lector de esa izquierda me deseaba ayer en tono paternalista que no me diera un "ataque de ira" porque él fuera de los que creen que Obama es un "bluff" o algo así. Le contestaré con otra cita del artículo de Michael Moore mencionado más arriba: "No tratéis a los Republicanos jamás como ellos os han tratado los últimos ocho años. Respondedles con la elegancia y la bondad que mostró Obama durante la campaña. Aunque lo llamaron de todo, se negó a rebajarse hasta el lodo y a devolverlo."

Go Obama!

Go we'll!

(La imagen es una foto de bobster1985, bajo licencia de Creative Commons).

dijous, 6 de novembre del 2008

¿A quién molesta Obama?

Ayer el mundo era una fiesta. Hubo un estallido universal de júbilo ante la elección del señor Obama, de alegría general del público en todas partes y en todas las andaduras de la vida al ver que llegaba un negro a la presidencia de los Estados Unidos, de contento que se desbordó al abrirse expectativas por doquier respecto a que por fin haya un cambio en Gringolandia y, con él, en todo el mundo. Ayer la buena gente del planeta entero pensó que tal hecho tenía que tener significado a largo plazo y que sólo por haberse producido el mundo ya era un lugar un poquito mejor para vivir en él. Que lo sea y un mucho mejor dependerá de lo que suceda en los próximos cuatro, quizá ocho años y en que, entre otras cosas, el señor Obama llegue vivo al final de su extraordinaria aventura. Pero lo que ya nadie podrá borrar es, repito, el hecho radical de que un negro haya alcanzado la presidencia de los Estados Unidos. Un negro.

Pero, claro, nunca llueve a gusto de todos y, por debajo del jolgorio, de la sana alegría general podían escucharse tonos ominosos, reticentes, amenazadores incluso, procedentes de muy diversos cuarteles; muy diversos pero que todos tienen algo en común; en realidad tienen mucho más en común pero este rasgo es hoy por hoy el más decisivo: odian lo que la inmensa mayoría del planeta celebra, odian que un gringo negro sea presidente de los Estados Unidos. Lo disimulan más, lo disimulan menos, pero todos ellos hubieran preferido en el fondo de sus corazones que ganara McCain.

Y no me refiero a los seguidores del propio señor McCain o, cuando menos, no a todos ellos ya que en su inmensa mayoría, imagino, secundaron con orgullo a su dirigente cuando éste reconoció con nobleza y elegancia que Mr. Obama le había ganado limpia y claramente las elecciones y se alegró por él. Porque fue una victoria limpia, clara, contundente. Nada parecido a la victoria semitramposa del señor Bush en el año 2000. No, no son los seguidores de McCain que ahora aspiran a ganar las próximas elecciones de 2012. Son otras gentes. ¿Quienes? He indentificado los grupos siguientes:

* Los neocons. Esa manga de ultrarreaccionarios agresivos e intolerantes que darían con gusto la vuelta al reloj de la historia y lo pondrían donde, en el fondo, querría haberlo puesto su mentor espiritual, Leo Strauss, antes de la Revolución Francesa, en la Edad Media. Esa gente incapaz de entender el pluralismo democrático y de respetar a quienes no coinciden con sus extremísimos puntos de vista generalmente a favor del egoísmo, la falta de solidaridad, la justificación de las desigualdades y la ausencia de libertades. Esa gente que, si pudiera, aboliría el sufragio universal y, por supuesto, prohibiría que los negros votaran con que ya no digo nada qué harían si pudieran con los que no solo tienen la osadía de votar sino de presentarse a las elecciones a que los voten.

* Los racistas y supremacistas. Primos hermanos de los anteriores, nazis indisimulados, delincuentes que piensan que los negros son inferiores y si pudieran, los asesinarían y no solamente a los negros, sino a todos los que consideran, como su referente político y moral, Adolf Hitler, Untermenschen, "seres humanos inferiores"; bestias con una o dos ideas simplícisimas en sus escasas neuronas referentes al valor de la "raza" y, si acaso, los atributos de la masculinidad que solo manifiestan cuando van en pandilla.

* Los izquierdistas de pacotilla y salón que saben de sobra que, en el fondo, Mr. Obama y Mr. McCain son el mismo perro con distintos collares y que gracias a su profundo conocimiento de la leyes de la historia, también saben que, en el mejor de los casos, el pobre señor Obama sólo es un títere en manos de poderosos y ocultos intereses; esos izquierdistas que peroran y peroran sin parar pero jamás han hecho nada entre otras cosas porque no tienen a nadie que los siga, aunque ellos digan que hablan en nombre de las masas; esos izquierdistas de los que se puede decir lo que Adorno de Luckacs, que "son esclavos que confunden el ruido de sus cadenas con el sonido de la marcha de la historia".

* Los fundamentalistas religiosos. Los de toda laya y confesión, los cristianos o los musulmanes, esos enemigos del ser humano que piensan que el orden "natural" de las cosas (cuanto más injustas, mejor) es el querido por sus respectivos dioses y, en consecuencia, condenan que alguien pretenda cambiarlo y reaccionan ante todo intento de reforma como reza el lema que había en las armas de Roldán según don Quijote: "Nadie las mueva que estar no pueda con Roldán a prueba", pues están dispuestos a castigar como demasía todo intento de reformar ese orden "natural" de las cosas, castigar matando o, incluso, lo que es más incomprensible, haciéndose matar porque en su lamentable obnubilación, creen que tan estúpido acto tendrá un premio en el más allá.

* Los sionistas. Esos fanáticos y sectarios dispuestos a ponerlo todo, absolutamente todo, la vida humana (sobre todo la ajena), la moral, la felicidad de los pueblos, la paz y la concordia, todo, al servicio del proyecto exterminador del pueblo elegido contenido en la Biblia. Un conjunto de personas dispuestas a eliminar por la vía que sea preciso a todo aquello o todo aquel que consideran que se interpone en ese camino del pueblo elegido hacia su posesión única, exclusiva, de su tierra prometida, Palestina. Dispuestos a acabar con todo aquel que cuestione el sedicente derecho de Israel a exterminar a los otros pueblos que habitan en esa tierra prometida.

Decía al principio que todos estos tenían algo más en común que el odio a Obama (por descontado, muchos de ellos dicen que no lo odian, sino que hasta lo aprecian) y así es. No merece la pena perder ahora el tiempo relatando todas los elementos que tienen en común, pero si puede mencionarse uno que es bien evidente: todos ellos, en su fanatismo, tienen una incapacidad absoluta para reconocer en los acontecimientos su auténtica dimensión; ninguno de ellos es capaz de entender el significado profundo de los hechos cuando los tienen delante de las narices y casi todos ellos, sin embargo, predicen el futuro. Algunos dan asco, otros producen pánico pero todos dan pena cuando se creen superiores por el hecho de no entender nada de nada.


(La imagen es una foto de Laughing Squid, bajo licencia de Creative Commons).

La sociedad fragmentada.

El último número de la Revista Española de Investigaciones Sociológicas (octubre-diciembre de 2008, CIS, Madrid, 2008, 282 págs.) trae una serie de trabajos sobre aspectos muy diversos de nuestra sociedad y tratados a mi entender con distinto nivel de rigor conceptual.

El ensayo de Manuel Arias Maldonado (La globalización de los movimientos sociales y el orden liberal. Acción política, resistencia cívica, democracia) es un muy interesante intento de comprender y explicar la creciente actividad transnacional de la acción colectiva a partir del hecho de que en buena medida los movimientos sociales globales son movimientos antiglobalización (p. 14). Este movimiento antiglobalización es fluido, diverso y difícil de entender con los parámetros clásicos de análisis de los movimientos sociales (p.22). Establece el autor una conveniente distinción terminológica entre las formas de los movimientos sociales: a) movimientos sociales transnacionales; b) movilización colectiva global; y c) movimiento social global, un movimiento social emergente que se nutre de la resistencia a la globalización. No estoy muy seguro de que la distinción entre b) y c) sea verdaderamente útil. Entra después Arias en la conexión entre los movimientos antiglobalización y la democracia representativa con el intento de aquellos de superar las instituciones de esta democracia (p. 29). En el límite el sujeto de la acción es la multitud que las instituciones liberales no pueden asimilar y que suscita la acción cívica global (p. 31). Este activismo cívico posee un factor sentimental muy fuerte que lo convierte en un estilo de vida (p. 34) Pero, señala el autor, corre el peligro de la asimilación mercantil de la cruzada antiglobal y lo ejemplifica con la paradoja del concepto situacionista de la sociedad del espectáculo de Debord al que se rechaza con los mismos instrumentos que denuncia (p. 36). No acabo de entender por qué ha de ser paradójico que al concepto debordiano le suceda lo que él dice que les sucede a los demás. Concluye Arias que la globalización de los movimientos sociales ha reforzado el proceso de su paulatina integración en el sistema político liberal (p. 39) lo que, aparte de oscurecer la distinción conceptual de que partía ya que no parece que movimientos sociales y movimientos antiglobalización sean cosas categóricamente distintas sino distintos momentos de la misma cosa, no dice nada que sea habitual en la dinámica social y deja sin explicar por qué la "integración en el sistema político liberal" haya de ser contraproducente ni siquiera.

José Ángel Bergua Amores (Diseñadores y tribus. Una aproximación sociológica a la creatividad en el ámbito de la moda) es un original ensayo de investigación cualitativa a base de entrevistas en profundidad hechas a diseñadores de la provincia de zaragoza y tribus del mismo lugar para tratar de averiguar algo desde un punto de vista sociológico sobre el proceso creativo de la moda. Apoyándose en Maffesoli, atribuye a las tribus los rasgos de querer vivir el presente, el fomento de la "religancia", la consideración de la vida colectiva como un teatro y la coparticipación estética de los sujetos (pp. 48/49) Los datos del universo de diseñadores que toma en cuenta para la muestra fueron la edad, el género, la situación profesional y la provincia así como el ámbito concreto de la actividad (p. 55). En las entrevistas en profundidad separa la faceta exotérica de la esotérica del acto creativo (p. 56). Todo lo cual le permite enumerar una serie de curiosas consideraciones que presenta como una "salida" o "exoducción" para alcanzar una mejor conocimiento de la creatividad. Son éstas: 1) la alta costura empezó en los ambientes aristocráticos y se ha ido popularizando hasta buscar inspiración en los ambientes "pobres"; 2) los jóvenes presentan dos tipos de diferencias: la differance de Derrida y la fragmentación; 3) los creadores tienen que montar espectáculos y escenificar para mostrar sus creaciones; 4) en las sociedades contemporáneas prevalece una heterogeneidad débil después de que la postmodernidad haya rescatado el concepto de multitud como más originario que el constructo de "Pueblo" y en el que se integran de preferencia los jóvenes; 5) cuando reaparece la creatividad estética espontánea de la gente se manifiestan los coolhunters y los diseñadores que cultivan el coolhunting con una función similar a la que tendría el Pueblo frente a la multitud; 6) la comprensión de la creatividad de los diseñadores puede hacerse por medio de metáforas que luego van complicándose, la de las tribus están mucho más alejadas de la imaginación sociológica, razón por la cual el diálogo entre élites o expertos es siempre más sencilla que con las gentes; 7) al juntar las reflexividades de los diseñadores, las tribus y la sociología se ve que los primeros (diseñadores y tribus) tienen un saber hacer, pero no un conocimiento teórico de lo que hacen; ese es el que aporta la sociología que, en cambio, debe reconocer que no tiene conocimiento del saber hacer. Todas esos apartados de la "exoducción" dan que pensar si el fenómeno de la moda no es intrínsecante fragmentario, contingente, tornadizo para la elaboración de una teoría cualquiera, cosa que ha quedado clara, entiendo, casi desde los comienzos de la sociología y, a mayor insistencia, si existe una posibilidad de aproximación teórica al proceso creativo que, no siendo una especie de determinación de su contexto material y empirico, tendría que aventurarse en algo parecido a una lógica de la invención.

Luis Camarero y Rosario Sampedro (¿por qué se van las mujeres? El continuum de movilidad como hipótesis explicativa de la masculinización rural) abordan el fenómeno de la masculinización rural poniendo a prueba la hipótesis explicativa tradicional de la huida ilustrada según la cual, la marcha del campo viene movida por mayor nivel formativo (p. 77). La metodología que emplean es un estudio generacional de cohortes originales con seguimiento de los nacidos en áreas rurales de ciertas regiones para determinar cuál es su lugar de residencia y trabajo. Se centran en Castilla y León y emplean la Comunidad Valenciana como elemento de comparación y contraste. Los datos proceden del censo de población de 2001 del INE y las cohortes son los nacidos entre 1952-56 y entre 1967-71. Las mujeres de la cohorte 1952-56 es la llamada "generación ausente", pues quedan menos de la quinta parte en las áreas rurales. Si se atiende a los niveles formativos que, por primera vez, eran similares en los dos sexos, se da que a mayor formación, mayor emigración pero sin que haya diferencias apreciables entre hombres y mujeres. Esa diferencia se da, en cambio en los niveles formativos inferiores (p. 88). Para los nacidos entre 1967 y 1871, hay ya más diferencias en el nivel formativo de varones y mujeres pues aparece una clara sobreformación femenina. El resultado es que crece la sobreemigración femenina y aumenta la masculinización rural (p. 91) Como resultado final: se mantiene la masculinización rural en los colectivos con menor nivel educativo. El nivel de estudios sigue teniendo relación con el continuum de movilidad pero diferenciada por sexos. En los varones los altos estudios significan menor práctica del commuter (frente a la emigración) que en las mujeres (p. 99). No hay pues indicios de que remita la masculinización rural (p. 101).

David Luque Balbona (Un análisis regional de la actividad huelguística en España) advierte que los distintos métodos de cálculo de huelgas (si por horas o jornadas) pueden dificultar las comparaciones. Los indicadores en el estudio comparativo de huelgas son: número de huelgas, número de participantes y número de jornadas no trabajadas (p. 113). La fuente de datos es la Estadística de Huelgas y Cierres Patronales (EHCP) del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales. Hay un acuerdo más o menos general en el sentido de que en los EEUU la incidencia de las huelgas es procíclica (mayor actividad huelguística con ciclo alto; menor con ciclo bajo y con mayor paro). En Europa no hay una pauta clara (p. 115). En España, gran parte de las huelgas de los decenios de 1980 y 1990 estuvo ligada a las reconversiones minera, naval y siderúrgica. En el periodo de 1986 a 2006 hubo 19.459 huelgas lo que da una media de unas 900 huelgas al año, si bien es cierto que en la segunda mitad del decenio de 1990 estos números descienden sensiblemente (p. 118). Las causas parecen ser: a) cambio estructural de la economía española; b) buena marcha de la economía desde la mitad de los noventa; c) crecimiento de la cantidad de trabajadores por cuenta propia y contratados con contrato temporal; d) el aumento de las presiones competitivas a causa de la globalización (p. 121). A su vez el análisis por Comunidades Autónomas (CCAA) permite al autor establecer tres grupos: a) huelgas frecuentes y de pequeña magnitud (Asturias, Castilla-La Mancha, Cantabria, País Vasco, Navarra y La Rioja); b) huelgas poco frecuentes y de gran magnitud ( Murcia, Andalucía, Madrid, Cataluña, Extremadura y Comunidad Valenciana); y c) huelgas poco frecuentes y de pequeña magnitud (Galicia, Aragón, Canarias, Castilla y León y Baleares) (p. 124). Al disponer de series temporales y secciones cruzadas por CCAA acude a regresiones de efectos fijos con datos de panel en las que las variables dependientes son las huelgas (por cada 100.000 asalariados), la magnitud (cantidad de huelguistas por huelga) y el volumen (jornadas no trabajadas por cada 1.000 asalariados) mientras que las variables independientes son la distribución sectorial del empleo, la tasa de paro, la de temporalidad, el porcentaje de trabajadores con convenio y una variable binaria según que las CCAA tengan o no sistemas de solución extrajudicial de conflictos laborales (p. 125). Añade dos variables adicionales: una la existencia de pactos regionales de empleo y la otra el porcentaje de votos de los partidos de izquierda en las elecciones autonómicas (p. 125). Todo lo cual permite alcanzar las conclusiones siguientes: la mala situación del mercado de trabajo da lugar a menos huelgas (procíclico); la participación de los agentes sociales en el proceso de formación de políticas tiene un efecto positivo sobre la reducción de las huelgas; con los gobiernos de izquierdas los sindicatos ganan peso y las huelgas disminuyen (p.128).

Miguel A. V. Ferreira (Una aproximación sociológica a la discapacidad desde el modelo social; apuntes caracteriológicos) adopta una actitud sociológica que interpreta la discapacidad como resultado de las "estructuras opresoras de un contexto social poco sensible a las auténticas necesidades de las personas con discapacidad" (p. 143), esto es, da por supuesto que hay una especie de construcción social de la discapacidad y que si no se hace según unos postulados que le parecen más acertados se hace según otros que lo son menos. La nueva Clasificacón Internacional de la Funcionalidad (CIF) propone un esquema bio-psico-social para abordar la discapacidad como una condición multidimensional de la persona que supera la clasificación anterior pero que, a juicio del autor, todavía tiene lagunas (p. 146). Aún no se tiene bien en cuenta la dimensión social de la discapacidad y no se ha acometido como se debe el hecho de que la definición de "normalidad" también es un constructo social (p. 147). Propone Ferreira en consecuencia un proceso de deconstrucción analítica de la discapacidad que ya se ha iniciado desde perspectivas marxistas y feministas (p. 152). Se aislan así tres vértices de la construcción social de la discapacidad: 1) la existencia cotidiana del discapacitado está dominada por una singularidad; 2) esa singularidad lo homogeneiza con los demás, abstrayendo su singularidad; 3) la homogeneización implica su inclusión en la estructura jerárquica de la sociedad (p. 153). En consecuencia, la identidad social de la persona con discapacidad está impuesta desde fuera, desde un entorno no discapacitado, lo que implica heteronomía y, con frecuencia, exclusión (p. 159). Entiende el autor que las tareas pendientes en la sociología de la discapacidad son: a) toda medida orientada a la discapacidad debe hacerse en el marco de comprensión de las personas que la sufren (p. 164). Por lo tanto hay que emprender investigaciones concretas que den voz a los protagonistas del fenómeno (p. 166). Todo lo cual debe ser el fundamento para la elaboración de una Teoría Sociológica de la Discapacidad consistente epistemológicamente (p. 167), si bien no estoy muy seguro de si esta reclamación está correctamente planteada. Da la impresión de que ya existe una Teoría Sociológica (que el autor de pruebas de manejar con soltura) no específica de la discapacidad (que estaría por ver si es posible) sino perfectamente capaz de dar cuenta de ella que es la que tiene la raíz en la fenomenología de la construcción social de la realidad y en la obvia medida en que la discapacidad es parte de dicha realidad. Más bien parece que de lo que se trata es de aplicar con mayor ahínco esa teoría para obtener recomendaciones prácticas que permitan afrontar el problema de la discapacidad de acuerdo con unos valores que no se hacen explícitos pero que se dan por supuestos respecto a una concepción kantiana del valor de la vida humana; de toda vida humana.

dimecres, 5 de novembre del 2008

La Presidencia y las dos cámaras.

VICTORIA

A estas alturas es innecesario decir que la elección presidencial de ayer en los EEUU es un hito histórico mundial. Ya lo han dicho todos los periódicos, radios, cadenas de televisión del planeta probando así una vez más que las elecciones a la presidencia de Gringolandia son las elecciones a presidente del mundo entero. Palinuro que siguió la campaña electoral muy de cerca desde el comienzo de las primarias estaba emocionado esta madrugada, una emoción que según pudo comprobar compartía también con medio mundo.

Se prueba igualmente que, a pesar de todo, los EEUU son un gran país con una sociedad dinámica y abierta capaz de adoptar decisiones colectivas transgresoras y audaces. Una sociedad que pasa de estar gobernada por un inepto, tradicional representante de la más agresiva idiocia neocon, de la que también hay abundante representación en España, a estarlo por un mulato de clase media, progresista, socialdemócrata, que representa los valores de la izquierda moderada en todo el mundo y por el que ningún "experto" hubiera dado un ochavo hace dos o tres años.

Un hombre que ha recogido el fruto de un trabajo bien hecho porque sólo el carisma que indudablemente posee no le hubiera llevado a donde está. No es con mero carisma sino con una táctica innovadora que sabe hacer uso de las nuevas tecnologías de la comunicación con lo que se llega a todos los sectores de la población, incluidos los más reacios a votar y se moviliza a los más jóvenes y dinámicos. Y no es con mera táctica sino con una estrategia clara y propuestas justas y populares como se puede derrotar dos veces al establishment blanco, una en la persona de su rival a la nominación del Partido Demócrata y otra en la de su antagonista republicano, ambos rotundos wasps y la señora Clinton con el plus añadido de ser mujer.

Ahora es cuando el tema de la raza que ha estado prudentemente oculto en la campaña electoral cobrará toda su dimensión y fuerza porque, gracias al color de su piel, Obama es un símbolo y representa un avance y una esperanza no solamente en los Estados Unidos sino en todo el mundo, una esperanza que atraviesa sectores y clases sociales: se puede ser negro y presidente de los Estados Unidos. Ya sólo hay que conseguir que eso pueda suceder en todas partes. Y ahora también es cuando hay que ver qué tienen que decir los sabelotodo que sostienen que no hay diferencias entre los candidatos gringos a la presidencia y que tanto da quién gane las elecciones. Seguramente Obama no va a proclamar el soviet de Washington ni la dictadura del proletariado (ni falta que hace) pero no es baladí la perspectiva de que se acabe la insoportable hegemonía de la reacción fundamentalista, ultrarreaccionaria y belicosa que ha gobernando el país hasta ahora y con el país el mundo, y que la derecha europea ya no tenga tanto eco al otro lado del Atlántico ni encuentre allí tanto pábulo a sus desmanes, sean estos arbitrariedades de presidentes polacos o provocaciones de reinas españolas.

Y ¿qué decir de los próximos tiempos? Está claro que el señor Obama tiene ante sí una ingente tarea de reconstrucción nacional e internacional para reparar los desastres y destrozos que ha provocado la estúpida arrogancia neoconservadora tanto en los Estados Unidos como fuera de ellos, una arrogancia que ha llevado a los gringos a pensar que pueden dirigir el mundo sin consultarlo y de conformidad con una ideología primitiva hecha de fanatismo religioso, simplezas económicas y un sentido instrumental de la moral próximo al fascismo. Una actitud cerrada de "conmigo o contra mí" que sólo podían aceptarles quienes se rebajaran a servirlos y secundarlos en sus fechorías, como el señor Aznar.

En el interior el señor Obama tendrá que empezar de cero a reconstruir y mejorar el Estado del bienestar, aumentando la cohesión social, estableciendo un sistema nacional de salud y volviendo a una política fiscal más justa y redistributiva que recorte las clamorosas desigualdades de una sociedad muy polarizada. Al mismo tiempo tendrá que poner remedio a la deriva autoritaria y contraria al Estado de derecho de la administración anterior restaurando el pleno uso de los derechos y libertades civiles a los ciudadanos, garantizando su libertad y debido proceso legal para todo el mundo incluidos los secuestrados en Guantánamo.

En política exterior me gustaría pensar que el señor Obama sabrá resistir la tradicional tentación demócrata de hacerse perdonar sus políticas sociales dentro adoptando actitudes autoritarias y agresivas fuera. Espero que haga lo que hizo en su día el señor Rodríguez Zapatero, esto es, retirar las tropas del Irak. Será más largo y más complicado, es evidente, pero tiene que hacerlo. Como tiene que encontrar una solución en Afganistán y Paquistán que no sea seguir con el desastre. E igual que tiene que comprometer a Gringolandia en una política internacional acorde con el derecho internacional, el principio de la multilateralidad, el respeto a las Naciones Unidas, la plena colaboración del país con todas las iniciativas justas (desde el protocolo de Kyoto hasta el Tribunal Penal Internacional) y la renuncia a la política de ataque preventivo del Gobierno del señor Bush que había convertido a su país en el rogue State más peligroso del mundo. Es decir tiene que hacer del mundo un lugar más seguro y más saludable para todos, empezando por los propios States, en el entendimiento de que la seguridad y la paz no significan sólo ausencia de guerras sino políticas activas de ayuda al desarrollo de las zonas más deprimidas del planeta, en especial ese continente del que proviene su familia paterna.

Y tiene que enfrentarse a la crisis económica que es algo que afecta al interior y al exterior de los Estados Unidos y posiblemente sea la herencia más peliaguda que le deja la ineptitud del señor Bush y todos sus consejeros neocons. Es de esperar que el señor Obama restablezca el justo equilibrio entre el Estado y el mercado y aplique a la solución de la crisis políticas keynesianas y postkeynesianas, pero sobre todo las primeras que son de eficacia probada pues gracias a ellas se reconstruyó Europa en la postguerra y se garantizó el periodo de crecimiento sostenido más prolongado de los últimos tiempos. Asimismo tiene que empeñarse en una tarea multilateral para poner freno a los movimientos especulativos del capital internacional, consolidar el sistema financiero internacional, garantizar el libre y justo comercio, ayudar al desarrollo sostenible y comprometerse con los Objetivos del Milenio pues, si queremos, aún estamos a tiempo.

Es una tarea inmensa pero él la prometió al hablar de "cambio" y está en situación de acometerla porque, además de haber ganado la presidencia, el Partido Demócrata tiene mayoría en la Cámara de Representantes y en el Senado de forma que nada se opone a que lleve adelante ya en los primeros cien días la totalidad de su programa. Los republicanos no están en situación de bloquear u obstaculizar nada y bastante tendrán en los próximos tiempos con recomponer su unidad y hacer la crítica de cómo haya sido posible que el "viejo gran partido" fuera secuestrado por una pandilla de fanáticos ignaros. De acuerdo con los resultados electorales de la noche pasada los gringos parecen haber dado un cheque en blanco al primer presidente negro de su historia.

Permítaseme una penúltima disquisición de orden teórico. El pragmatismo fundamental que constituye el fondo filosófico de los Estados Unidos hace que estos pongan ahora a prueba empírica y experimental una cuestión que los europeos acostumbramos a plantear en las regiones inevitablemente brumosas de la teoría sin haber encontrado una respuesta hasta la fecha y ella es la de la importacia del individuo en el desarrollo de la historia. ¿Qué deja más huella en el devenir de la humanidad, la acción del héroe, la labor callada de las masas o la acción indiferente de las leyes de la historia?

Como dije en una entrada anterior, lo único que me preocupa es que, aprovechando el vacío de poder que se produce desde el cuatro de noviembre al veinte de enero, fecha de toma de posesión del nuevo presidente, los israelíes hagan alguna jugada, como bombardear el Irán, para enfrentar al señor Obama con los hechos consumados (como hacían los nazis) y desencadenar un conflicto de proporciones incalculables. No siendo así:

Go Obama!


(La imagen es una foto de tonx, bajo licencia de Creative Commons).

Francia e Italia en España.

Invitados por nuestros amigos Mari Pepa y José Antonio, a quienes los dioses colmen de venturas, hace un par de días fuimos de visita al Real Sitio de la Granja de San Ildefonso, para completar un recorrido que empezamos en el verano de 2007 y del que ya dejé una entrada titulada El real sitio. Por entonces prometimos volver y hacerlo en otoño, para pasear por los jardines y parques y visitar el palacio, que no tuvimos ocasión de ver la vez anterior.

Desde luego los jardines son impresionantes. Los bosquetes de castaños y tilos con sus tupidos follajes que empezaban a dorarse, dando al aire esa luz ambarina que parece mágica invitaban al paseo. Las fuentes estaban todas cerradas y los jardines en remodelación, motivo por el cual pongo una foto de la fuente de Andrómeda en momentos más felices en los que, como se ve, el dragón suelta un chorro de agua por sus horribles fauces mientras Perseo, montando sobre Pegaso, se apresta a librar de su cautiverio a la infeliz princesa de Trapisonda. Todas las fuentes del Real Sitio son de plomo con pátina de oro o bronce, de estilo francés (como obras todas ellas de escultores franceses) típico rococó.

Este Real Sitio es puro afrancesamiento. Lo mandó construir Felipe V, que se encandiló con el lugar y quiso reproducir aquí una especie de mezcla de jardines de Marly y Versalles, como lo que él había visto de niño y joven en su patria. Era hombre débil y acomodaticio, un vividor comodón, como se ve claramente en el espléndido cuadro de la derecha, obra del francés (cómo no) Louis Michel van Loo, hijo del pintor de cámara de Luis XIV y pintor de la corte de los Borbones españoles. Se aprecia el porte escasamente guerrero del Rey y su afición a rodearse de su extensa familia (una costumbre muy borbónica) en un ambiente de lujo y boato claramente italianizante, en tanto que un grupo musical interpreta una melodia en el balcón tras el drapeado rojo mientras que por el arco del fondo divisamos los jardines que tanto placían al monarca. El original del cuadro está en el Museo de El Prado; el que se ve aquí, en La Granja, es una copia. Felipe V quiso retirarse a este lugar y abdicó en su hijo Luis I, pero la temprana muerte de éste lo obligó a retomar los asuntos de Estado y, desde entonces, el palacio quedó ya como lugar de veraneo hasta la muerte del Rey en 1746. A partir de entonces fue la residencia de su segunda mujer, Isabel de Farnesio, quien continuó con la tarea de ampliación y embellecimiento del Real Lugar a cargo fundamentalmente de arquitectos italianos. Por cierto, ese monopolio cortesano de extranjeros, primero con los Austrias y luego con los Borbones, que ha durado prácticamente toda la historia de España explica en buena medida por qué en nuestro país no se desarrollaron jamás tendencias o escuelas autóctonas en artes, ciencias, profesiones u oficios. No por una especie de indolencia o ineptitud nacional, sino por una actitud básica antipatriótica de unos reyes que a veces ni siquiera hablaban la lengua del país y unos cortesanos aduladores dispuestos a seguir los gustos germánicos, afrancesados e italianizados de sus señores.

Pasear por los suntuosos salones del Palacio de San Ildefonso es como hacerlo por una mezcla de Versalles y Villa Borghese. Español en la concepción de la obra me parece que no hay más que la planta general del edificio, originariamente concebido según la del Alcázar de Segovia. La imagen de la izquierda, correspondiente a la llamada "sala de las lacas" es un ejemplo acabado del gusto imperante en el XVIII por las llamadas chinoiseries, algo realmente fascinante pero que tiene tanto que ver con el estilo castizo castellano o español en general como la coleta de Fu-Man-Chú. No obstante, no se crea, la visita merece la pena. Impresiona contemplar el lujo desmedido en que vivía la familia real, sobre todo si lo compara uno con las condiciones de miseria en que estaba la inmensa mayoría de la población en la época. Por cierto, así seguimos, más o menos: con unos reyes extranjeros que viven opíparamente a costa de una población en la que, según los datos de Cáritas hay ocho millones de pobres.

Las habitaciones reales están en la planta principal, en donde también se exhiben algunos (no todos ni mucho menos) de los preciosísimos tapices de la Real Colección. Los paños de Flances, confeccionados entre los siglos XV y XVII, muchos de ellos sobre cartones de pintores célebres, como Gossaert o Mabuse, reproducen por lo general abigarradas escenas de la Biblia y la mitología grecorromana en una alegre mezcolanza y con un sentido iconográfico libérrimo, pero todos ellos con una innegable funcionalidad moralizante cristiana. Creo no exagerar si digo que uno puede pasarse las horas muertas contemplándolos porque son muy hermosos y están llenos de lecciones. La Real Colección de Tapices de España debe de ser la mejor del mundo y si el Patrimonio Nacional, que los administra, se decidiera a unificarlos (ya que ahora se exhiben en diversos lugares y palacios) sería un punto de atracción de curiosos y expertos de primer orden.

La planta baja del palacio había de contener la rica colección de estatuas que mandó comprar Felipe V en Italia entre ellas las de la colección de Cristina de Suecia y, de hecho, aún se contemplan algunas pero la mayoría tambien ha sido trasladada a El Prado de forma que lo que puede verse en el Real Sitio son vaciados en yeso cuyo interés reside en que se hicieron antes de que se procediera a restaurar los originales para trasladarlos, con lo que nos hacemos una idea muy buena de cómo eran los que los Borbones tenían para su exclusivo disfrute. Dejo aquí una de las más curiosas y originales, obra del italiano Antonio Corradini, La fe velada que se encuentra en la sala de la Justicia.

Visitar el Real Sitio es una experiencia histórica y estética que lo conecta a uno con los lugares donde pasaron mucho tiempo las sucesivas familias reales españolas porque aunque, desde el ferrocarril, los reyes prefirieron el norte (San Sebastián y Santander), la Granja de San Ildefonso continuó en mucho uso hasta bien entrado el siglo XX. Don Juan el ninguneado, hijo de Alfonso XIII y padre del actual Borbón, nació aquí.

Me propongo volver porque todavía me quedan por visitar las múltiples dependencias anejas al palacio en donde se intalab la corte.

(Todas las imágenes proceden de la Guía del Real Sitio de La Granja de San Ildefonso y Riofrío de José Luis Sancho y Juan Ramón Aparicio y editado por el Patrimonio Nacional, de donde salen también algunas de las noticias de la entrada).

dimarts, 4 de novembre del 2008

Lo de la Reina.

En este asunto de las declaraciones de la Reina a la numeraria de la secta del Opus Dei, doña Pilar Urbano, no está todo dicho. Hay quien cree que hizo muy bien dando a conocer su opinión sobre temas sensibles que dividen a la ciudadanía; quien cree que no hizo bien ni mal, sino que usó su libertad de expresión; quien cree que Su Majestad metió la real gamba; y hay quien, como este humilde bloguero, cree que las manifestaciones de la Reina fueron una provocación y una agresión.

Quienes sostienen los tres primeros puntos de vista piden que el asunto se deje pasar, que se olvide. El caso más patético es el del Gobierno que, atacado en su labor legislativa, se limita a ordenar a sus militantes que guarden silencio como corderos. Quienes creemos que se trata de una provocación no queremos que se olvide sino que se continúe aireando para que, aparte de exigir a la Reina una rectificación pública, sigan sabiéndose más detalles de cómo se fraguó esa agresión a las ideas de la mayoría de la ciudadanía pues cada vez está más claro que los Borbones vuelven por sus fueros: un Rey zascandil y una Reina beata en manos de la correspondiente Sor Patrocinio o "monja de los milagros", personificada en esa secretaria suya personal también miembra numeraria de la secta del Opus Dei.

La Reina debe pedir excusas públicamente o dejar de ser Reina. ¿Cómo? "Averígüelo Vargas", que decía otra Reina, Isabel la Católica, de perpetua memoria en estos reinos. Que lo averigüe Vargas, pero que lo averigüe, porque el asunto no debe minimizarse.

(La imagen es una foto de Jaume d'Urgell, bajo licencia de Creative Commons

Por qué puede (y debe) ganar Obama.

Hace cinco años la idea de que un mulato ("el negro", como lo llama el señor Chávez) pudiera ser presidente de los EEUU hubiera movido a risa. Hoy es muy probable que los EEUU elijan a un presidente mulato.

Resumen de la campaña electoral, que Palinuro ha seguido atentamente y repaso a los factores que han llevado al señor Obama a las puertas de la Casa Blanca:

a) los ocho años (seis de mayorías coincidentes ejecutivo-legislativo) de gobierno neocon con sus secuelas de injusticia social y desigualdad económica, ataque a las libertades públicas, avance del oscurantismo religioso y la intolerancia y política internacional agresiva;

b) la provocación de una de las guerras más injustas, criminales, de destrucción y pillaje que se hayan visto, basada en mentiras deliberadas, que ha quebrantado el muy endeble orden jurídico internacional y aniquilado el poco respeto de que los EEUU gozaban en cualquier parte del mundo que no fuera Israel;

c) consecuencia de la guerra y las estúpidas recetas neocons, la mayor crisis económica del capitalismo, mayor que la de 1929, de consecuencias aún imprevisibles y de la que, si no se echa a los neocons de la Casa Blanca, quizá no se salga sin otra guerra y ésta ya de exterminio.

¿Por qué votarán los gringos al señor Obama? Porque su cambio es la única alternativa a la desastrosa herencia del señor Bush mientras que Mr. McCain es más de lo mismo.

(La foto es la que tomó mi hija Inés en Indiana hace unos días y que repito aquí porque tiene mucha calidad).

Caminar sin rumbo (VIII).

Aforismos sobre la vida y la muerte para el camino.

Siguiendo tradición del cristianismo cultural iniciamos la jornada pensando en los novísimos, como Dios manda y siendo en consecuencia la alegría de la huerta.

Vivir es sobrevivir.




Hay quien dice que la vida vulgar tiene su poesía.




Me he pasado media vida haciendo disparates y la otra media justificándome. Pero no consecutiva, sino simultáneamente.




Peor que oponerse a lo inevitable es rendirse a ello.



La única compañía que nos dura toda la vida es la muerte.




Todo está poblado de muerte.





Muerte, tuya es la victoria; tuyo el aguijón.


(Las imágenes son, por este orden, Juan de Juanes, Calavera (Memento mori); Mabuse, Díptico Carondet; Memling, reverso panel izquierdo del díptico San Juan Bautista y la Verónica;Harmen Steenwijck, Vanitas, 1640;las dos siguientes, Van Gogh, Calavera (1887-88); y la última también Van Gogh, Calavera con cigarrillo encendido (1885-86), estos flamencos...).

dilluns, 3 de novembre del 2008

Los Borbones insultando, como siempre.

Dos veces en el último siglo y medio ha echado el pueblo español a los Borbones y dos veces ha vuelto esta familia a lomos de militares para seguir viviendo a costa de la gente al tiempo que la insulta. Los parásitos no entienden de dignidad. La última vez, con este Juan Carlos de Borbón, alevín del genocida Francisco Franco, perjuro y enemigo de su propio padre, a quien se saltó en la sucesión al trono por capricho del tirano. Y con él llegó su esposa, una señorita griega que cambió de religión por conveniencia personal y se pronuncia ahora en asuntos políticos, morales y científicos que no le competen y algunos de los cuales están sub iudice lo que implica que, para servir a la secta del Opus Dei, esta señora ha transgredido el ordenamiento jurídico. Lo verdaderamente estúpido es que el presidente del Gobierno salga en defensa de una señora que, si pudiera, le haría comerse sus leyes y en sentido estricto.

Se le suma una de las miembras de la familia, una infanta Pilar, hermana del Rey, que vive, como todos ellos, de los impuestos de los españoles, insultando y diciendo que el escándalo montado por la reaccionaria de su cuñada es una "chorrada". Aquí, señora mía, no hay más chorrada que Vd. y su clan de gorrones que, siguiendo sus atavismos, ya no ocultan más el desprecio que sienten por este pueblo que los mantiene.

¿Por qué no volvemos a echarlos? A lo mejor, a la tercera de verdad va la vencida y nos quitamos por fin de encima a esta manga de ineptos, reaccionarios e insultones.

(La imagen es la cubierta de un libro publicado bajo seudónimo por los hermanos Bécquer en 1868-1869 en el que se burlaban de la Reina Isabel II, tatarabuela del actual monarca y mujer de costumbres licenciosas, al frente de una corte de corruptos, cornudos, adúlteros, ladrones y sinvergüenzas).

Hasta el último momento.

Mr. Obama encara el último día antes de estas elecciones (las más reñidas e interesantes de los últimos tiempos) en una posición de ventaja. Pero no será porque los otros no hayan recurrido a todos los trucos posibles, a veces con resultados negativos. El señor Dick Cheney, vicepresidente con el señor Bush, anunció que votaba por McCain, creyendo en su ciega soberbia de neocon que así contrarrestaba el efecto de la declaración de Mr. Colin Powell anunciando su voto por el señor Obama. Como si pudiera acercársele.

De igual modo, los israelíes hicieron las elecciones adelantadas en Israel y, dado el resultado (75 por ciento a favor de McCain y 25 por ciento a favor de Obama) lo trompetearon a los cuatro vientos por si pueden influir en el voto de los gringos mañana. El lobby sionista es contrario a Mr. Obama. Tanto que he empezado a pensar que si sale elegido el afroamericano es posible que los israelíes bombardeen el Irán para enfrentar a aquel con un hecho consumado a partir de enero de 2009. Y quizá con la complicidad de Mr. Matorral-pato-cojo a quien sin duda se lo habría recomendado dios.

(La foto fue tomada por mi hija Inés hace unos días en Indiana y es estupenda).

La barbarie.

Si quieren Vds. leer una historia espeluznante, vayan al artículo de Lali Cambra en El País del 1º de noviembre, titulado Asha: adolescente, violada y lapidada. Lo que en él se narra es tan indignante e inhumano que uno no sabe qué decir. De hacer ya no hablemos. En el fondo de nuestras conciencias, supongo, todos sabemos que todos somos responsables de lo que nos pase a todos en todas partes, incluyendo a una niña desconocida en un remoto lugar de Somalia. Pero ¿cómo hacer real esa opción moral?