dissabte, 25 de maig del 2019

San Jerónimo me valga

(Alan Ryan, (2019) De la política. I De Herodoto a Maquiavelo Traducción: Ramón Cotarelo. Valencia: Tirant Lo Blanch. 440 págs.).

Ya está en la calle el primer volumen de la imponente historia de la filosofía política, de Alan Ryan, en traducción de Palinuro. Al momento de escribir esto pensé hacer una observación producto, sin duda, de la petulancia, relativa a lo ímprobo del trabajo de traducir una obra de esta profundidad en mitad del tumulto de nuestro tiempo. Ahí es nada transitar por la majestad de las especulaciones filosóficas mientras el foro práctico está rebosante de insultos, agresiones, mentiras, demagogia, escándalos, injusticias, etc.

Pero la verdad es que no tiene mérito. La traducción de esta obra que, por su magnitud, está llamada a sustituir al venerable George H. Sabine, se ha convertido en mi torre de marfil, a donde me retiro a trabajar en distancia y silencio. En imitación del aislamiento de San Jerónimo, patrono del gremio de traductores, aunque con un resultado mucho más modesto. Pero modesto o no modesto, el refugio es privilegiado porque permite contemplar la vertiginosa actividad política, como quería Spinoza, sub specie aeternitatis.

Y visto con esta perspectiva, el conflicto entre España y Catalunya encaja perfectamente en el prototipo clásico del conflicto político: la lucha por el poder. Así, a secas. Luego llegarán los teóricos a complicarlo todo a base de definir el poder, analizarlo, tipificarlo, clasificarlo, glorificarlo, anatematizarlo, etc. Y así siguen. No hace mucho que Joseph Nye, un politólogo estadounidense, alcanzaba la celebridad descubriendo el Mediterráneo de que los Estados Unidos tienen un poder "duro" (hard) y otro "blando" (soft). De haberlo tratado, Ryan hubiera señalado que algo así existía ya en tiempos del Imperio romano, cuando lo que no conseguía la poesía de Virgilio, el softpower, lo lograban las legiones de Augusto, el hardpower.

Lucha por el poder que se verbaliza con harta imaginación por los verdes campos del edén ideológico: la nación, las nacionalidades, la democracia, el Estado de derecho, la autodeterminación, la autonomía, la independencia, el federalismo, la constitución, el patriotismo, la ley, el derecho, la solidaridad, la convivencia, etc. Pero lucha por el poder. España quiere ejercer el poder español en Catalunya. No como poder catalán sino como poder español que autoriza un margen de subpoder a Catalunya, bajo diversas formas. El independentismo no rechaza el poder español en España, pero sí en Catalunya, en donde quiere un poder exclusivamente catalán, un poder soberano, independiente.

Es una lucha por el poder que se libra según la fórmula de Carl Schmitt, luminosa en su simplicidad, amigo/enemigo. Unionistas e independentistas están de acuerdo en que ambos quieren el poder en Catalunya igual que Carlos V y Francisco I lo estaban en querer ambos Milán.

Lo que está en juego es el poder en Catalunya y el poder excluyente. Las terceras vías solo perpetúan el actual conflicto por su inoperancia. ¿Qué es la idea de la soberanía compartida sino una situación imposible? O es soberanía plena y ya se verá si compartida o no, o es compartida y ya se verá lo que tenga de soberanía.

Es la lucha por el poder excluyente. Mañana se da un paso más en la dirección del mandato del 1-O. Mandando al Europarlamento a los tres primeros de la candidatura de JxC y llenando Catalunya de ayuntamientos independentistas se preparan las fuerzas para el momento definitivo de la ruptura en que uno de los dos contendientes perderá y el otro ganará el poder en Catalunya y se lo quedará todo. Como se dice en la famosa canción de ABBA: The winner takes it all/The loser has to fall/It's simple and it's plain/Why should I complain? (El ganador se lo lleva todo/el perdedor, perece/Es simple y es sencillo/¿De qué me quejo?).

divendres, 24 de maig del 2019

El carisma

Interesantísima entrevista al MHP Puigdemont en Waterloo. La firma Gerard Sesé, cantautor, politólogo,  columnista de La República y entrevistador con garra, recámara, retranca y tino. Un hombre bomba.

La frase que ha escogido como lema o emblema, un poco estilizada por mor del efecto, sintetiza, sin mencionarlo, el gran debate subyacente al independentismo. Este se polariza entre la unilateralidad y la negociación. El equivalente a la oposición entre realismo y cosmopolitismo en las relaciones internacionales, tan del gusto de Romeva. Pero con una peculiaridad muy delicada, casi perversa. Ni los unilateralistas se opondrían a una negociación de contenido, ni los partidarios de esta rechazarían un unilateralismo con suficiente apoyo. Es más, ambas partes están convencidas de que su respectiva fortaleza depende de la del otro. No solo gobiernan juntas, sino que habrán de seguir haciéndolo. Y seguir actuando juntas. El yin y el yang de la independencia.

El texto literal de la entrevista en este asunto tan importante es: "Hay un independentismo mágico que espera que, por alguna razón que ignoramos, España, de pronto, diga: ¡Ah, ahora que son más del 50% negociamos un referéndum! Creo que nos merecemos una opinión más madura que esta".  

La expresión "independentismo mágico" es textual. Su significado, ambiguo. Suena como a milagro o prestidigitación, aunque seguramente apunta a la idea de ingenuidad; no de ingenio, sino de inocencia. Creer que el Estado se avendrá alguna vez a pactar un referéndum de autodeterminación es ingenuo. De ingenuidad e inocencia acusan siempre los realistas políticos a los cosmopolitas.

Por si alguien cree que los realistas/unilateralistas exageran la cerrazón española, escúchese una voz representativa del unionismo español y clara como el agua del arroyo. El periodista Enrique García Serrano, de recias convicciones españolas, en Intereconomía:, "aunque el 105% de los catalanes pidiera la independencia no habría que dársela, porque España desaparecería". No se pierda el tiempo discutiendo. El meollo de las cosas suele estar oculto. En este dislate lo está en la expresión "dársela", que explica a las claras de qué se trata aquí. Para García Serrano, la independencia de Catalunya es el "suicidio" (sic) de España. Así que...

El resto de la entrevista, literalmente repleta de información interesante en muchos campos (Europa, España, el independentismo, los movimientos tácticos, el exilio, la prisión, etc.) refleja el sentido y razón de la actividad política de Puigdemont. A su condición de presidente legítimo de la República en el exilio, añade la de diputado suspenso del Parlament, presidente del Consell per la República,  probable eurodiputado, dirigente de JxC y líder del independentismo de tradición burguesa, que se quiere unitario y transversal.

A lo largo de la entrevista se dan momentos significativos. Hay el momento gaullista, el momento de la resistencia, la personificación de la legitimidad y, sobre todo, el momento del liderazgo carismático que, otro meollo oculto, se revela de pronto en una respuesta de Puigdemont a una pregunta que le dispara Sesé: "¿Y estamos preparados?" Respuesta: "La gente está preparada para hacer lo que desde un punto de vista estratégico, le proponga la unidad independentista." 

Puigdemont confía en la gente y la gente confía en Puigdemont.

El carisma es eso.

Avui, al Foment Martinenc (Barcelona)

Avui, al Foment Martinenc, en Barcelona (Carrer de Provença, 591) a les 18:15, farem presentació del Consell per la República David Ferrer i un servidor. El Consell necessita més recolzament per ser efectiu i aquesta es la nostra tasca:demanar major suport a una eina imprescindible de la República. Si, com Palinuro desitja, el proper diumenge els tres candidats de Lliures per Europa, Puigdemont, Comín i Ponsatí, surten electes, tindrán una magnífica base de treball y consulta per seguir endavant fent República a l'exterior.

dijous, 23 de maig del 2019

Levantando acta de la ruptura

Aquí mi artículo de ayer en elMón.cat, titulado Escenificació de la ruptura, sobre el episodio de la recogida de actas de los presos políticos, interpretándolo como un acto de ruptura entre el independentismo y el Estado y una muestra de que la independencia de Catalunya es inevitable.

Al día siguiente de escrito el artículo, los energúmenos de la derecha española montaron el espectáculo en el Congreso con sus berridos y pataleos. Demostraban así, al uso de la corte, la rabia y frustración que sienten hacia, al ver quee, en efecto, e inevitable. 



Escenificación de la ruptura.

La doble condición de representantes electos y presos políticos de los cuatro diputados del Congreso y el senador Romeva, aunque no reconocida por los poderes públicos, destruye la pretensión del Estado de que se le considere un Estado democrático de derecho, homologable, según doctrina oficial del ministerio de Asuntos Catalanes, con el de los países del entorno. Se les ha permitido recoger las actas, pero no hablar con los medios, aunque las actas consagren su condición de parlamentarios, que viene de parlar.

La prohibición es absurda porque los presos han podido dirigirse a la opinión por medio de unos vídeos que se han difundido en las redes, precisamente con la ayuda de tan absurda prohibición. Pero también tiene un significado simbólico que permite entrever con qué falta absoluta de honestidad tratarán los poderes a quienes se encuentren a su merced. La mesa del Parlamento, con su flamante nueva presidenta socialista y ... catalana ya está tramitando el expediente para despojar a los diputados electos de sus prerrogativas. Lo hace poniendo la quinta marcha, impaciente por dehacerse de este iconveniente y aligerar la mayoría necesaria para la investidura del gobierno. Además, no es tema conflictivo en una mesa sin representación independentista y animada por un fuerte resentimientoo contra los catalanes. Un "a por ellos" parlamentario.

Es imposible despojar a nadie de las prerrogativas que no posee. Así, al recoger las actas, los diputados han alcanzado la condición de representantes de todo el pueblo español, en plenitud de sus derechos, entre ellos, el de expresión, la libertad de palabra. ¿Cómo pueden limitarse los derechos de un diputado por decisión judicial sin suplicatorio y sin que el Parlamento haya suspendido al diputado? No es admisible que los miembros del Parlamento estén sometidos a las decisiones caprichosas de los jueces por encima de la pretendida soberanía del Parlamento, sin el menor respeto por el princcipio de división de poderes.

El eco mediático del acto de toma de posesión, las emociones, los abrazos, la solemnidad de las formas mostraron el mundo real que el mundo oficial quiere esconder. Ya no veíamos funcionarios, rejas, puertas, prisiones, guardias, policías, jueces, la cara oscura de la represión. Veíamos la cara humana, la de la gente convencida, en pie, erguida, resistiendo sin vaciilación. En la extensión de una sonrisa ve el espectador la esperanza de un pueblo y el compromiso de llevar la lucha hasta la victoria.

En paralelo, el Estado es incapaz de respetar las reglas que quiere imponer a los otros. Por eso trata a los independentistas con menosprecio y arbitrariedad. Hoy les reconoce unos derechos y mañana se los niega. Suena como cuando el Senado romano trataba con las embajadas de los reyezuelos de la frontera o cuando el Congreso americano firmaba tratados con las tribus indias sin reconocer sus derechos en el fondo. Con una diferencia notable: el Senado romano y el Congreso yanqui eran dos instituciones serias y previsibles, cosa que no puede decirse de Estado esspañol.

Por lo demás, los interlocutores de los poderes españoles no son precisamente embajadas de tribus de la frontera a quienes se pueda engañar con promesas falsas y papeles sin valor, enfrentadas a un imperio civilizado y burocrático muy superior. Antes al contrario, son gente muy avezada que, dando prueba de una notable habilidad, sabe aprovechar los intersticios del sistema colonial legal español para impulsar la lucha por la liberación de Catalunya. Al mismo tieempo, a diferencia de los españoles, han entendido que el ámbito político europeo forma parte de la política interna dels Estats que lo componen y no tienen inconveniente en llevar a su seno los conflictos que se dan en su interior.

Todos admiten ya que el contencioso catalán no se resolverá sin una u otra forma de intervención europea, Se trata de encontrar la menos escandalosa para ponerla en práctica, la que deje menos en ridículo al Estado español. Pero esta intervención habrá de producirse necessariamente para consagrar una ruptura que, como se vio en la toma de posesión como diputados de los rehenes catalanes, es inevitable.

Demá, al Foment Martinenc, Barcelona

Demà, divendres al Foment Martinenc, en Barcelona (Carrer de Provença, 591) a les 18:15, farem presentació del Consell per la República David Ferrer i un servidor. El Consell necessita més recolzament per ser efectiu i aquesta es la nostra tasca:demanar major suport a una eina imprescindible de la República. Si, com Palinuro desitja, el proper diumenge els tres candidats de Lliures per Europa, Puigdemont, Comín i Ponsatí, surten electes, tindrán una magnífica base de treball y consulta per seguir endavant fent República a l'exterior.

dimecres, 22 de maig del 2019

Pataleta

Palinuro señalaba ayer que, aunque fugaz, el momento de recogida de actas el lunes revestía solemnidad. Ponía de relieve que la independencia de Catalunya es irreversible.

El martes, ayer, la solemnidad quedó hecha añicos en manos o, mejor dicho, en patas de los diputados de la derecha, convertidos en Manada bullanguera. España entraba en acción, oé, oé. El lunes llegaban los rehenes, debidamente escoltados, representantes de las tozudas tribus del Noreste del Imperio. Llegaba la Antiespaña. Así que el martes, la verdadera España se calzó los cascos y esgrimió sus vociferantes razones. Por España. Por la misma España por la que también prometió la Constitución Pablo Iglesias. Además, eso sí, de hacerlo por "la democracia y los derechos sociales", no vayan a tomarlo por don Pelayo.

Antes del ceremonial tabernario, según Turull, Rivera planteó una negativa radical a aceptar que los diputados independentistas juraran o prometieran y exigió a la presidencia de la Cámara que impidiera el juramento a base de suspenderlos allí mismo, in situ. Es verdad que solo pretendía hacerse ver, espada en mano, como auténtico líder de la oposición frente al alfeñique de Casado. Pero la necesidad de lucirte no te obliga a soltar necedades.

Si los diputados electos solo alcanzan condición plena de tales después de acatar la Constitución, ¿cómo va a suspenderlos la Mesa del Congreso antes de que tengan la condición de la que el señor Rivera quiere verlos privados? Eso no puede hacerlo la mesa, ni el gran Houdini, ni el dios oculto de los místicos y, previsiblemente, juguetón.

Y ¿con qué autoridad suspendería la mesa a unos señores de una condición que aun no tienen? Evidentemente, con una autoridad genérica de mantenimiento del orden en el hemiciclo. Así podría actuar como un portero de discoteca e impedir la entrada a los independentistas argumentando que, pues no tienen la plena condición de diputados, cabe tratarlos como intrusos, y desalojarlos. Pero algo así tendría que hacer con el resto de los diputados de la cámara, hasta los 350, incluido el señor Rivera.

Quizá le vendría bien a ver si piensa antes lo que dice.

Es imposible suspender a alguien de lo que no es. Solo podría hacerse si, de la fórmula de juramento o promesa (o la falta de ellas) se derivara una falta de acatamiento de la Constitución. La presidenta Batet ha aclarado que, en la medida en que las intervenciones de los indepes se han escuchado, en mitad de la batahola de berridos, coces y pataleos, son admisibles reglamentaria y jurisprudencialmente.

Y si no lo fueran, ¿qué? De momento, la responsabilidad de la izquierda institucional se salvaguarda aceptando la legalidad de las más alambicadas y retorcidas fórmulas para acatar sin acatar, jurar o prometer lealtad sin jurarla ni prometerla. Pero quizá fuera el momento para cuestionar esta condición del juramento a la Constitución como requisito para ser diputado. Esa costumbre de jurar o prometer públicamente un texto sagrado del carácter que sea con independencia de la convicción íntima y como requisito formal es realmente primitiva. Que lo hagan otros, incluso muchos otros, no le resta primitivismo.

La ceremonia de acatamiento de ayer fue la gala de la hipocressía. Todo el mundo sabe que los indepes no se identifican con la Constitución y, de hecho, no la acatan, aunque de derecho y formalmente lo hagan. Por eso recurren a fórmulas rocambolescas para acatarla externamente, dejando bien claro que en su fuero interno no lo hacen ni creen que deban hacerlo. Cuando las relaciones humanas se basan en puros formalismos carecen de valor. La Constitución es una tramoya y el juramento/promesa, un trámite vacío. Tan vacío que parece una pugna de ingenio, como aquellos torneos de versos improvisados de los poetas cortesanos.  Puestos a prometer, un diputado socialista prometió "por España y la Hispanidad". Un caso curioso de recuperación constitucional del Imperio. Una idea. Como la prometida y jurada Constitución de 1978 no sirve para España, mira, que sirva para la Hispanidad.

Con sus pataleos, berridos y rebuznos ¿pretenden lo diputados de la derecha que no se oigan las promesas y juramentos o son ellos, los coceantes, berreantes y rebuznantes, quienes no quieren oírlas? Son como esos orates que dan gritos para acallar otros gritos, especialmente los que llevan ellos en sus cabezas. Los llamados "gritos de rigor". 

Si en el Parlamento actúan así, ¿qué podrán hacer en la calle? Sobre todo si van en Manada.

Avui, a Girona

A les 19:00, en el Centre Cultural de La Mercé (Pujada de la Mercè, 12, Girona)  farem la presentació del Discurso a la nación catalana. Compartirem l'escenari Joan Carles Girbés, director de Ara editorial, Marta Madrenas, a qui la seva incansable activitat com alcaldessa i candidata de JxC a l'alcaldia no li resta temps per a la lectura (neccessitem alcaldes cults) o la conversa amb amics, y Marcela Topor, veïna meva i amb qui mantenc un diàleg sobre la nació catalana. Tot dos som nascuts fora, pero ens hem fet catalans per elecció amb punts de vista semblables.

Ens veiem avui a La Mercè a les 19:00.

dimarts, 21 de maig del 2019

Visto y no visto

Es como un chiste. "Se alza el telón; se baja el telón; ¿cómo se llama la obra? La democracia española".

Los cuatro diputados y el senador electos recogieron sus actas entre flashes y micrófonos mudos pues no estaban autorizados a hablar con la prensa. Se les reconoce la condición de representantes (y, no se olvide, de todo el pueblo español, según acrisolada doctrina) y de parlamentarios, que viene de parlar, hablar. Pero no se les deja hablar. 

No se les deja hablar directamente, pero sí indirectamente. Han grabado vídeos que se han difundido por las redes y están en los periódicos digitales. Los barrotes no sirven de nada en la sociedad digital. Además, no existen. Son los que llevan en su ánimo los represores.  

No es lo más insólito de este episodio surrealista de la causa general contra el independentismo. Lo más insólito es la absurda obcecación del unionismo, del gobierno, la mayoría parlamentaria, los medios, los tribunales en negar que unas personas que recogen sus actas de parlamentarias y están en la cárcel por sus ideas sean presas políticas. Serán unicornios.

En un solo acto, en la firma de la documentación de las actas se ha comprobado la dignidad de los presos políticos y la indignidad de un Estado incapaz de encontrar una solución a un problema político que no sea la cárcel. Cuando la autoridad incurre en el ridículo decae como autoridad. Si se mantiene es por la violencia, cosa poco satisfactoria y tiene corta esperanza de vida. 

Nadie en el Estado español parece dispuesto a reconocer que el proceso catalán a la independencia es irreversible. Cuesta creer que nadie lo vea, aunque, en las manifestaciones externas ninguno lo reconozca. Lo ven, claro que lo ven, pero no quieren verlo porque lo que ven no les gusta. 

Es como la condición de diputados y senador de los electos. Visto y no visto. Hoy mismo se iniciarán los trámites, todos muy amparados en normas legales españolas para privar a los presos políticos de la condición de representantes que les habían otorgado los electores.

Avui , JxC i JxE a Girona

Com que sóc dels pocs convençuts que el resultat de JXC a les eleccions del 28A va ser un èxit, donades les circumstàncies, m'he guanyat fama d'optimista. I potser per això em conviden a l'acte central de JXC i JXE, cosa que faig encantat en suport dels meus dos amics independentistes Marta Madrenas i Carles Puigdemont. Ja no és qüestió d'optimisme. Els sondatges parlen del "tsunami" Puigdemont.

A més, penseu que, quan un gironí vota JXC a les municipals i JXE a les europees està votant per dos alcaldes gironins, una a Girona i l'altre a Brussel·les. Girona més, oi?

Demá a La Mercè, Girona

Dimecres vinent, a les 19:00, en el Centre Cultural de La Mercé (Pujada de la Mercè, 12, Girona)  farem la presentació del Discurso a la nación catalana. Compartirem l'escenari Joan Carles Girbés, director de Ara editorial, Marta Madrenas, a qui la seva incansable activitat com a candidata de JxC a l'alcaldia no li resta temps per a la lectura (neccessitem alcaldes cults) o la conversa amb amics, y Marcela Topor, veïna meva i amb qui mantenc un diàleg sobre la nació catalana. Tot dos som nascuts fora, pero ens hem fet catalans per elecció amb punts de vista semblables.

Ens veiem proper dimecres a La Mercè a les 19:00.

dilluns, 20 de maig del 2019

Ras i curt: cap acord

Es un timbre de gloria en las elecciones españolas. Ni un acuerdo. Ni siquiera un acuerdo en ponerse de acuerdo, como forzó heroicamente el jefe de la verdadera izquierda hace unas fechas. Ya se sabe: dos pasos adelante y uno atrás. ¿O era uno adelante y dos atrás? En realidad no importa mucho, teniendo en cuenta que no saben hacía dónde ir.

Precisemos: ni un acuerdo con los independentistas. La traducción al román paladino es "ni un acuerdo con los catalanes". Con los ellos del a por ellos. ¿Cómo? -exclamarán los simpatizantes del férreo socialismo hispano- ¿Acaso no son catalanes Iceta, Batet o Cruz? Sí, son catalanes, pero españoles de corazón. Españoles federalistas, dicen, pero españoles. Necesarios para legitimar la erradicación del independentismo en el Principado. Botiflers, para entendernos.

Por muchos catalanes unionistas que reclute, aunque llene de ellos la administración central; por muchos gestos simbólicos que haga, como llevar algún órgano de esa administración, algún tribunal especializado, hasta el Consejo de Estado, a Barcelona, por ejemplo, el gobierno no habrá ni rozado la cuestión.

Hay contenciosos algo más cargados de consecuencias, como la normalización del uso de las lenguas nacionales en las Cortes, la defensa del catalán como idioma de trabajo en la UE, el replanteamiento del reparto de  competencias del Título VIII de la Constitución, la revisión de las exclusivas del Estado, etc. Estos quizá podrían abordarse en una hipotética reforma federal de la Constitución como la que proponen los socialistas catalanes y algunos otros. 

Al margen de que este proyecto tenga algún viso de verosimilitud tratándose de la super-rígida Constitución española, su oportunidad política es inexistente. La reivindicación independentista trasciende los límites de las reformas de los poderes constituidos para plantearse en el terreno del poder constituyente. Su objetivo no es el federalismo, sino el reconocimiento del derecho de autodeterminación de los catalanes, lo cual plantea el problema en un terreno al margen de la Constitución. No por encima ni en contra, sino al margen o fuera de ella, en donde, digan lo que digan los legalistas, hay amplio terreno de juego civilizado, sin llegar a las manos. Basta con tener buena voluntad.

Nada de retornar a la matraca de si ese derecho existe o no. Existe porque lo reclama entre el 70 y el 80% de la población de Catalunya. Y, por tanto, no depende de su previo reconocimiento en la Constitución española. Quienes, a pesar de todo, sostienen que no existe porque la Constitución no lo reconoce expresamente, pueden ampliar algo sus entendederas y admitir que, si no lo reconoce expresamente, tampoco lo prohíbe expresamente. O sea, que puede hacerse al margen de la Constitución. 

Gobernar España con justicia sin acuerdo alguno con los independentistas es imposible. La existencia de presas y exiliadas políticas, de personas perseguidas por sus opiniones políticas, lo hace imposible si se considera que Catalunya es parte de España. Ningún país puede gobernarse con justicia si mantiene en estado de excepción una parte de él mismo que pugna por separarse. Tendrá que llegar a acuerdos. Y a ellos llegará el presidente Sánchez, una vez que su "acuerdofobia" antes de las elecciones, pensada para aumentar sus apoyos, deje paso a la conveniencia de encontrar alguna forma de entendimiento que no sea seguir aumentando la población penal del país..

A su vez, los independentistas han de abandonar toda esperanza de encontrar en España algún eco favorable, por mínimo que sea, distinto de esos posibles acuerdos. Lo acaban de comprobar en sus propias carnes quienes han ido a presentar la candidatura de JxEuropa en Madrid. En España la causa catalana suscita una mezcla de hostilidad e indiferencia y, por extensión, también la republicana aunque, aquí, quizá, la indiferencia gane a la hostilidad.  De darse aquellos hipotéticos acuerdos, que Sánchez niega ahora, no serán el mínimo, sino el máximo que los independentistas podrán conseguir del Estado. 

El resto han de ganárselo solos; unilateralmente. 

Presentació a Girona, dimecres, 22

Dimecres vinent, a les 19:00, en el Centre Cultural de La Mercé (Pujada de la Mercè, 12, Girona)  farem la presentació del Discurso a la nación catalana. Compartirem l'escenari Joan Carles Girbés, director de Ara editorial, Marta Madrenas, a qui la seva incansable activitat com a candidata de JxC a l'alcaldia no li resta temps per a la lectura (neccessitem alcaldes cults) o la conversa amb amics, y Marcela Topor, veïna meva i amb qui mantenc un diàleg sobre la nació catalana. Tot dos som nascuts fora, pero ens hem fet catalans per elecció amb punts de vista semblables.

Ens veiem proper dimecres a La Mercè a les 19:00.

diumenge, 19 de maig del 2019

Presentació a Girona

Dimecres vinent, a les 19:00, en el Centre Cultural de La Mercé (Pujada de la Mercè, 12, Girona)  farem la presentació del Discurso a la nación catalana. Compartirem l'escenari Joan Carles Girbés, director de Ara editorial, Marta Madrenas, a qui la seva incansable activitat com a candidata de JxC a l'alcaldia no li resta temps per a la lectura (neccessitem alcaldes cults) o la conversa amb amics, y Marcela Topor, veïna meva i amb qui mantenc un diàleg sobre la nació catalana. Tot dos som nascuts fora, pero ens hem fet catalans per elecció amb punts de vista semblables.

Ens veiem proper dimecres a La Mercè a les 19:00.

El fanal europeo


El destino de España se juega en Europa. Más o menos como lo pensaba Ortega, el que quería "europeizar" el país, igual que el tremendo Unamuno proponía, en cambio, "españolizar Europa". El pleito se ha resuelto a favor del autor de El tema de nuestro tiempo. Durante la dictadura de Franco, España mantuvo su ambivalencia de amor/odio a Europa. La bestialidad del franquismo obligó a hacer de necesidad virtud y convertir el rechazo de Europa en la virtud de una autarquía ridícula. Se dice pronto que en los 40 años de su régimen, Franco no salió jamás al extranjero, salvo las entrevistas de Hendaya con Hitler y la de Bordighera con Mussolini. Pero certifica una especie de cuarentena del franquismo en Europa. Igual que el dictador no salió en 40 años, los dignatarios extranjeros que visitaron España en el mismo periodo posiblemente no lleguen a la docena.

La transición retomó el europeísmo orteguiano a tambor batiente. El retraso de diez años en el ingreso del país en la Comunidad Europea fue un jarro de agua fría a las encendidas aspiraciones de los españoles. Y un anticipo de la actitud posterior de Europa en relación con España: admisión y respeto, pero a distancia. España seguía siendo el enfermo de Europa y volvería a demostrarlo.

Lo ésta haciendo ahora mismo con el tratamiento del conflicto España/catalunya. 

La pesadilla del ministerio español de Asuntos Catalanes de la hegemonía exterior del relato independentista es ya una obsesión del Estado. Lo que se llama "internacionalización del conflicto catalán", algo básicamente logrado por el presidente Puigdemont y su gente, ha convertido Catalunya en un asunto europeo.  

En la polémica sobre la europeización de España, esta proyección de Catalunya puede leerse del modo siguiente: harta de esperar que el Estado español cambie, se modernice y se adapte a Europa, Catalunya ha decidido hacerlo por su cuenta. Esto es, incorporarse directamente a Europa a través del exilio y la prisión. Muy dentro de la tradición española. Y también de la tradición contraria de Europa, que es santuario de perseguidos y tierra de asilo. 

Los resultados de las elecciones del 26M serán determinantes del futuro inmediato. Si JxEuropa consigue enviar al Parlamento Europeo a la troika, Puigdemont, Comín, Ponsatí, el independentismo tendrá fuerte voz ampliada con la aportación de diputados de ERC que también prometen ser varios. A su vez, la posición de los eurodiputados catalanes adquirirá mucha mayor relevancia si, el día 27M Catalunya aparece cuajada de ayuntamientos independentistas.

Por más que lo niegue, España sigue siendo percibida como  el "enfermo de Europa" y situada al mismo bajo nivel de aprecio que Turquía. Que el Parlamento alemán vaya a debatir la cuestión de Catalunya es una considerable bofetada al orgullo español. Al final, esa intervención europea que Puigdemont ve problemática en esta entrevista, se producirá por presión de la opinión pública,  distanciamiento de las instituciones e incapacidad del Estado español de vencer su mala fama y proponer soluciones democráticas a los problemas que se ajusten a las pautas europeas. Frente a una Catalunya que tiene mucha mejor prensa en Europa que el Estado que pretende anularla. 

Más basura periodística española

El miércoles pasado, un pasquín titulado El triangle publicaba una pieza anónima, sin fuentes ni datos, o sea, una basura difamatoria, preguntando ¿Cuánto cobra Ramón Cotarelo por sus intervenciones en "Tot es mou", de TV3?". Afirmaba que, al no aparecer mis retribuciones en el "portal de transparencia" de TV3, yo debía intervenir gratis (cosa que el autor no creía) o eran tan elevadas que no se atrevían a declararlas. Y no aportaba prueba documental alguna.

Respondí en un post titulado La basura periodística española, denunciando la pieza como una falsedad y una difamación y dejando claro que no he cobrado jamás nada de ningún medio audiovisual catalán público o privado.

Sin embargo, ayer, El Confidencial, periódico que tenía por serio, insiste en las acusaciones de El Triangle con una pieza que ya miente en el titular, al hablar del "sueldo" de Cotarelo, sueldo que se ha inventado. Aporta, por fin, la documentación fehaciente que el Triangle omitía de las mentiras cotarelianas, pues demostraría que, en efecto, yo había cobrado esos 8.300 euros que dice el primer pasquín. Y las presenta nada menos que como las facturas de Cotarelo con TV3. (Sic).

Ignora este segundo difamador, de nombre, al parecer, JR, que lo que muestra no son facturas, sino unos "gastos estimados", esto es, una previsión de gasto, como claramente se especifica al final del escrito. ¿Lo ignora o no lo ignora? Si lo ignora es que no sabe leer y no me extrañaría. Esta claro que en España los periódicos los escriben analfabetos.

Si no lo ignora es peor porque ya entra en el terreno de la difamación contumaz. ¿Qué hubiera debido hacer el plumilla con esa estimación de gasto si fuera una persona honrada? Una de las tres siguientes cosas:

a) comprobar si la estimación del gasto se había ejecutado en el presupuesto, esto es, si el gasto estimado se había hecho y yo lo había cobrado y cuánto. No lo hizo.

b) llamar a TV3 y preguntar si aquel gasto previsto se había efectuado; si se me había pagado y cuánto había cobrado. Tampoco lo hizo.

c) llamarme y preguntarme directamente si yo había cobrado algo de TV3 y cuánto. Tampoco lo hizo.

En los tres casos hubiera sabido que es falso que yo haya cobrado jamás ni un euro por mis intervenciones en TV3. Pero, claro, eso le dejaría sin la pieza difamatoria y de lo que se trata es de mentir y difamar, que para eso se está a sueldo de un pasquín. En cualquier país del mundo, estos dos (sin solo son dos) individuos estarían en la calle. Aquí, seguramente los harán directores. Pero es así: ni un euro; nada; cero. Cómanse sus mentiras.

Las empresas pueden hacer las previsiones de gastos que quieran en sus presupuestos. Lo decisivo no es la previsión del gasto, sino el gasto real, debidamente efectuado y cobrado y demostrado fehacientemente. De eso sin embargo, no hay nada. Es mentira.

Pero, ya saben, calumnia que algo queda. Enhorabuena a quienes hacen El Confidencial. Han alcanzado la cumbre de la inmoralidad. A algunos de ellos los conozco y sé que dicen ser católicos. Doble enhorabuena por periodistas y católicos.

Para mentir y difamarme han mirado con lupa todas y cada una de mis intervenciones en TV3 que, por cierto, bien pocas son. Correcto. No me quejaría si estos sabuesos, comprobando que están mintiendo, lo reconocieran. Pero no tengo esperanza alguna. Estos individuos son los mismos que jamás preguntaron por las ingentes cantidades de dinero público que estuvieron años cobrando de TeleMadrid o Canal Nou los Hermann Tertsch, Sánchez Dragó, Isabel San Sebastián, Alfonso Rojo y resto de la peña cavernaria por hacer propaganda reaccionaria (a x euros la mentira), decir tonterías y cargar contra la gente decente. Y eso en el supuesto de que los tales sabuesos no fueran a su vez beneficiarios de la máxima corrupción del aparato comunicativo público de la que ellos acusan a los demás.

Avui, Palinuro a Vic

Sí, senyoras i senyors, Palinuro assistirá com  a invitat a la conmemoració del Pacte dels Vigatans de 1705, ja sabeu: el moment en que els vigatans van acordar pactar amb els britànics (que després ens trairien) contra el Borbó. Hi haurà un programa d'activitats fantàstic que barreja elements religiosos, literaris, gastronòmics, històrics, musicals y de debats de actualitats.

S'acorden vostés de M. Rajoy (a) el Sobresous? "Els catalans", deia aquest geni, "fan coses". Coses? Una jartá, alma meva.

Pel que fa a les que ens pertoquen, com a intel.lectuals, Xavier Antich i jo mateix tenim una intervenció a un quart d'una amb un títol de tradicions crítiques molt, molt arrelades. "Jo acuso" es el nom, amb eco del "J'accuse" de Émile Zola al periòdic "L'Aurore", defensant el capitan Alfred Dreyfus, injustament degradat y condemnat  sota acusació de traició, però en el fons, per ser jueu. 

De la mateixa manera,  els nostres presos y preses polítiques han estat injustamente tractats i es troben davant d'un procés polític que és una farsa escenificada per uns jutjes feixistes, enmig de la corrupció i la vergoyna. I nosaltres acusarem.

Xavier i jo accusarem. 

Ens veiem avui a Vic.

dissabte, 18 de maig del 2019

Demà en la conmemoraciò del Pacte dels Vigatans, a Vic

Sí, senyoras i senyors, Palinuro assistirá com  a invitat a la conmemoració del Pacte dels Vigatans de 1705, ja sabeu: el moment en que els vigatans van acordar pactar amb els britànics (que després ens trairien) contra el Borbó. Hi haurà un programa d'activitats fantàstic que barreja elements religiosos, literaris, gastronòmics, històrics, musicals y de debats de actualitats.

S'acorden vostés de M. Rajoy (a) el Sobresous? "Els catalans", deia aquest geni, "fan coses". Coses? Una jartá, alma meva.

Pel que fa a les que ens pertoquen, com a intel.lectuals, Xavier Antich i jo mateix tenim una intervenció a un quart d'una amb un títol de tradicions crítiques molt, molt arrelades. "Jo acuso" es el nom, amb eco del "J'accuse" de Émile Zola al periòdic "L'Aurore", defensant el capitan Alfred Dreyfus, injustament degradat y condemnat  sota acusació de traició, però en el fons, per ser jueu. 


De la mateixa manera,  els nostres presos y preses polítiques han estat injustamente tractats i es troben davant d'un procés polític que és una farsa escenificada per uns jutjes feixistes, enmig de la corrupció i la vergoyna. I nosaltres acusarem.
Xavier i jo accusarem. 

Ens veiem demà a Vic.

Y, con la mayoría, la iniciativa

Complejidad de la política catalana. Unas renuncias aumentan diputados, al tiempo que los presos políticos Rull, Turull y Sánchez ocupan sus escaños y el independentismo amplía su presencia institucional. Pasadas las europeas, si también renuncian Puigdemont y Comín, volveremos a una holgada mayoría parlamentaria, que permitirá seguir adelante con el mandato del 1-O y superar la parálisis a que el empate en la composición del Parlamento tenía sometida su acción. Si los diputados de la CUP aclaran más su posición, cabe acelerar el cumplimiento del mandato y articular de forma más eficaz la resistencia en un contexto de ataque renovado del unionismo.

El gobierno insiste en su voluntad dialogante en situación de "normalidad". Pero ni la situación es normal ni el gobierno tiene voluntad dialogante sino, al contrario, de imposición y trágala con las correspondientes dosis de desprecio. En cuanto a la normalidad, se intensifica la judicialización y la represión. El presidente de la Generalitat, procesado por desobediencia. Una docena o más altos cargos y funcionarios también procesados y con peticiones de la fiscalía de años prisión por pertenencia a "organización criminal". Una vez abierta la veda de criminalización del independentismo por el 1-O acabaarán procesando a más de dos millones de catalanes.

Para evitar este ridículo de proporciones pantagruélicas, el gobierno propone dos catalanes para presidir el Congreso y el Senado, ambos socialistas y ambos federalistas, entendiendo por federalismo un conjunto vacío que duerme el sueño de los justos desde 1874. Un federalismo zombi. No importa. Lo esencial no es lo que dicen, sino lo que son: catalanes. Campaña de propaganda: voluntad de integrar a los catalanes en la gobernación del Estado. Como si alguna vez hubieran estado ausentes. Siempre ha habido catalanes en la política española. Es verdad que más visibles y numerosos en las épocas progresistas o revolucionarias, como las dos efímeras Repúblicas, lo que les ha granjeado fama de revoltosas. Pero catalanes en los gobiernos españoles ha habido siempre. Hasta Franco tenía ministros de esta díscola nación. Uno de ellos, López Rodó, un ultrarreaccionario del Opus, fue el responsable, entre otras cosas, del Plan de Estabilización de 1959 (no está mal, a los veinte años de acabada la guerra) y el consiguiente desarrollo español, que la gente llamaba "desarrollito".

La cuestión no es que haya catalanes en la política española, sino catalanistas y, más concretamente, independentistas. Habrá quien diga que es lógicamente imposible que un independentista catalán sea ministro español. Sí y no. También era lógicamente imposible que un anarquista (cualquier anarquista) fuera ministro (de cualquier gobierno) y, sin embargo, los anarquistas Frederica Montseny, Joan Peiró, Juan García Oliver y Juan López Sánchez fueron ministros en la IIª República y tres de ellos, catalanes de nacimiento. Todo, evidentemente, depende de las circunstancias. Unas veces para bien y otras para mal. O tal parece: Thomas Jefferson firmó con otros la Declaración de Independencia de los Estados Unidos en la que se dice (¡palabras gloriosas!) que todos los hombres han sido creados iguales y titulares de los derechos inalienables a la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad, entre otros. Thomas Jefferson era propietario de 600 esclavos.

Si se acepta que hay un contencioso entre España y Catalunya que no puede resolverse por los cauces legales ordinarios y tampoco por la fuerza, habrá que arbitrar una forma de negociación entre las partes que dé garantías a ambas. ¿Qué mejor garantía que la incorporación de independentistas al gobierno para garantizar su neutralidad en el proceso? Si lo del gobierno suena algo extraño, ¿qué tal un órgano que presidiera una convención extaordinaria sobre el contencioso y el que estuvieran los indepes en garantía de dicha neutralidad? Claro, no se olvide la condicional del comienzo: "si se acepta...". Si no se acepta, ya sabe, pues molt bé, pues adiós.

De todas formas, la complejidad de la política catalana no descansa. Las próximas elecciones europeas y municipales tendrán un gran impacto en las perspectivas inmediatas de la revolución catalana. Los municipios son la base de la democracia en los países de tradición romana, germánica o anglosajona; en todos. Nuet recordaba ayer en Badalona que en 1931 no se hubiera derrotado a los Borbones sin las elecciones municipales. Los Borbones ya están derrotados. Lo que las elecciones del 26M alumbrarán será una Catalunya republicana. Igual que las elecciones europeas le darán voz en el Europarlamento y harán imparable la independencia.

Se vestirán los argumentos como se quiera, pero lo esencial en estas elecciones es el voto independentista. La independencia y la República ya están aquí porque no son otra cosa que la voluntad independentista y republicana de la mayoría.

Avui, Palinuro a Centelles

Ah, les tertùlies amb birres! La birra deu ser un catalitzador polìtic. Com abstemi recalcitrant el tinc comprovat: si preguntes "Qué farem per fer la República?" a un auditori de republicans, segur que la resposta serà un sonor "tot!". Però si es tracta de republicans amb birra, serà "més que tot!" A més, la birra és una beguda popular i republicana. I groga. 

Pel que fa a la pregunta del títol, la veig una mica forçada, com una sintesi estranya de dues preguntas: 

a) qué farem per la República?
b) qué fer per la República?

No son el mateix. La a) ens demana que estem disposats a fer; la b) què creiem que s'ha de fer. Poden coincidir o no.

La tertùlia, convocada per assemblea/centelles i CDR|C serà al Passeig de Centelles, 08540 Centelles  a les 12:30.

divendres, 17 de maig del 2019

El juego parlamentario

Aquí, mi artículo del miércoles en elMón.cat, titulado, Facin joc, senyores y senyors, referido a la composición de la mesa del Congreso. Se escribió antes del psicodrama del nombramiento frustrado de Iceta, que ha acaparado los titulares y provocado todo tipo de aspavientos, escándalos y asombros.

Sin embargo, el episodio de la mesa es el preludio del revolcón a Iceta y lo explica de maravilla. ¡Cómo! ¿Los independentistas votan en contra del ungido por La Moncloa? Y ¿qué esperaban? El gobierno comienza a actuar sin contar para nada con los independentistas, a los que ni ha telefoneado. Solo se hace notar dando poco menos que la orden de que se vote como senador a quien él dice y porque sí. Y se extraña y se enfada porque no le hagan caso y le voten en contra.

El mero hecho de pensar en la persona de Miquel Iceta para lo que sea, presidente o macero, del Senado que lo relacione con los independentistas prueba el grado de ignorancia de Pedro Sánchez sobre Catalunya. El adversario del independentismo es Iceta y lo que Iceta representa. A la españolísima ignorancia del presidente se unirán, sin duda, los aviesos consejos que le destilen al oído el frustrado senador y Borrell, ministro anticatalán de Asuntos Catalanes. 

Resultado: seguirá sin dar ni una.

Aquí, la versión castellana:

Hagan juego, señoras y señores.

Se admiten apuestas para la mesa del juego parlamentario. Hay nueve cargos en el aire. El PSOE quiere una distribución unionista española que deje fuera a todos los nacionalistas, no solo a los independentistas, así como al nuevo en la ciudad, Vox. Su modelo es la mesa que funcionó en los ya lejanos tiempos de la mayoría de Rajoy: 3 para el partido mayoritario y 6 a repartir de a dos entre Podemos, PSOE y C's.

Cambia el PP por el PSOE. El bipartidismo aparece con sidecar, pero es bipartidismo. ¿O no? Según se mire. Si se mira por el lado llamado "social" es bipartidismo izquierda/derecha para discutir si los impuestos de los ricos se suben o se bajan. Si se mira por el lado "nacional" es monopartidismo unionista para imponer la unidad de España al coste que sea. Las ambigüedades de Podemos o los Comuns no llegan ni a configurar un "bipartidismo imperfecto".

Fuera, rotundamente fuera, fuera del ejido, convertidos en forajidos, los independentistas catalanes. No es que se las prometieran muy felices con su posibilidad de bloqueo del gobierno español, pero secretas esperanzas sí abrigaban. El cruel resultado electoral el 28A es el espejo de su irrelevancia parlamentaria. Una ducha de agua fría sobre rescoldos de expectativas. Los independentistas bajan la voz y Sánchez, viéndose seguro en su huerto, la alza con intemperancia y desprecio, mientras su ayuda de cámara, Podemos calla, para que no se le vea y se le confunda con un catalán, de esos que Iglesias visita, no por solidaridad sino por interés presupuestario. 

Si alguien dice sentirse decepcionado, pecó de ingenuidad o quería vender humo enlatado de la Marca España. Sea cual sea la composición del Congreso de los Diputados, siempre habrá una mayoría antiindependentista abrumadora, en torno al 90%. Solo excepcional, casi milagrosamente, puede la minoría catalana jugar un papel determinante en una crisis parlamentaria española para asuntos menores, como rechazar unos presupuestos o sustituir un gobierno. Pero si se percibe un peligro real para la unidad de España, la mayoría abrumadora del Congreso (PSOE; Podemos, PP, C's y Vox) pasará por encima de la minoría catalana como una manada de elefantes por un fresal. Como el Tribunal Supremo pasa por encima del Parlamento, sin dignarse pedir un suplicatorio.

Lo que tiene en crisis a España no es la minoría catalana en el Congreso, sino la propia Catalunya. No es el gobierno y su apoyo parlamentario lo que falla. Es el Estado, que no es viable contra Catalunya. .
La composición de la mesa augura un gobierno con opciones de coalición diversas y libertad de movimientos. Por mucho que Podemos insista en entrar en el ejecutivo, el PSOE prefiere gobernar en solitario con independientes "profesionales de reconocido prestigio" y con apoyo parlamentario exterior. Sánchez acaba de descubrir el gobierno tecnocrático, que es el verdadero populismo europeo, y usará Podemos y C's como muletas alternativas.

Todo eso es en la España cañí. Pero en Catalunya pintan otros palos. El resultado de las elecciones españolas no ha cambiado nada en casa, salvo la noticia de que la minoría independentista en el Congreso ha sufrido un fuerte reequilibrio interno a favor de ERC, ha aumentado su cuantía, pero ha descendido hasta la práctica desaparición su capacidad de presión.

De forma que la situación está en una especie de suspensión hasta que con las elecciones del 26M se decanten los resultados, especialmente en lo referente a la relación de fuerzas entre JxC y ERC. Lo que se dirime en esta concentración de elecciones (españolas, europeas, municipales) es la cuestión de la hegemonía interna del independentismo entre la apuesta Junqueras por el partido ERC y la de Puigdemont por la nación.

Pero, sean cuales sean los resultados, el cuadro verdaderamente importante, el que determinará el destino inmediato de Catalunya surgirá cuando se celebren elecciones catalanas, adelantadas o no. Hay novedades que apuntan en la dirección unilateral: desfondamiento del unionismo catalán, decisión de la CUP de participar y aparición del Front Repúblicà.

Pero lo que verdaderamente inclinará la balanza del lado unilateral y en contra de la continuidad del autonomismo serán los resultados de JxC en las europeas y municipales.