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dilluns, 3 d’agost del 2009

Por qué no puede haber diálogo ni lo habrá.

El ministro Rubalcaba lo ha dicho con claridad: no habrá final dialogado de ETA. El ministro Rubalcaba nunca fue partidario del diálogo ni de la negociación con la organización terrorista sino, al contrario, de la solución policial y la derrota. Aceptó la tercera ronda de diálogo porque era política especial del gobierno del señor Zapatero, empeñado en pasar a la historia como José Luis (I) "El pacificador", pero la boicoteó cuanto pudo. Por eso, el día en que unos archiimbéciles (más imbéciles de lo que es habitual entre ellos, que ya es decir) decidieron atentar en la T4 de Madrid y poner brusco fin a las negociaciones, se sintió fortalecido en sus augurios y sombrías premoniciones. Se acababan las veleidades dialogantes de unos políticos timoratos y se imponía el reinado de los halcones y la ofensiva policial.

Hasta quienes habíamos defendido de siempre la negociación y el derecho de autodeterminación de los vascos quedamos burlados y con el tafanario al aire. No tanto como los correveidiles de Batasuna, que se habían hecho ilusiones de recurrir a la vía "política" para alcanzar sus objetivos. Así el amigo Otegi quien ya se veía de interlocutor privilegiado con el Estado quedaba reducido a lo que es: un marmitón de los etarras, siempre pendiente de lo que estos hagan o dejen de hacer para justificarlo.

Tres rondas de negociaciones entre el Estado y los terroristas y tres veces que los terroristas las rompieron a tiros tratando después de remover el cieno cuanto pudieran a ver si conseguían que la responsabilidad de la ruptura recayera sobre el Estado. En este noble empeño de estigmatizar a otro tuvieron la impagable ayuda de los medios abertzales de izquierda o sus imitadores en el resto del país. Pero no cuela porque la gente no es tonta y sabe a quién culpar cuando un proceso de diálogo se rompe porque alguien revienta una terminal ultramoderna. En consecuencia, el ministro dice lo que dice y nadie ya pide una nueva ronda de diálogo salvo ETA, sus correveidiles y un porcentaje de izquierdistas españoles que no coinciden con la idea de que pedir diálogo por cuarta vez habiéndose quedado con un palmo de narices las tres anteriores revela verdadero cretinismo.

¡Ah, pero entonces estamos condenados a padecer las consecuencias del conflicto durante años porque quien lleva cincuenta años matando puede seguir haciéndolo otros cincuenta ! Por supuesto, es un riesgo nítido que se corre cuando en un enfrentamiento o conflicto una de las partes toma una decisión y la otra no, y sobre todo teniendo en cuenta que matar es bastante fácil a poco empeño que se ponga. Y ello sea dicho haciendo caso omiso de la muy interesante polémica de si en verdad hay un "conflicto" y en qué en concreto consista éste.

Cabe decir que las autoridades españolas, emborrachadas por sus éxitos en la detención de etarras y convencidas de que ETA está en las últimas, se cierran en banda a toda negociación pero que ésta será inevitable por la misma razón por la que tras la noche viene el día. Pero eso es un error porque ¿qué garantías hay de que la cuarta vez no suceda lo mismo que las tres anteriores? Ninguna, es claro. Pero es que, además, algo habla a favor del absoluto rechazo al diálogo: hubo años en que la violencia fue incomparablemente mayor. A finales de los setenta llegó a haber un muerto por asesinato cada tres días, secuestros, kale borroka... ETA tenía diversos negociados abiertos en la sociedad civil: sociedades de esto y de lo otro, agrupaciones, gestoras, partidos políticos, todos ellos viviendo de los dineros públicos y encubriendo los asesinatos y/o colaborando con ellos.

Todo eso se ha acabado. Eran otros tiempos que ya no volverán. Esta ETA no es ni sombra de lo que fue; sus marcas blancas han desaparecido de la sociedad civil, sus encubridores, muñidores y justificadores están acorralados y si esta minisombra se empeña en mantener el conflicto no habrá otro remedio que seguir en la tesitura. Ya escampará. Cada vez les costará más asesinar y pagarán antes por los asesinatos. Y ya se cansarán los asesinos de asesinar y los que los justifican de justificarlos.

Los etarras y sus amigos saben que nunca obtendrán lo que piden por vía pacífica o electoral, por eso no están especialmente interesados en la existencia de la democracia en España. Siempre me produjo verdadera hilaridad aquella observación que pedía a ETA que desistiese porque la democracia española no podría soportarlo. Lo que se busca es el hartazgo, el que la gente, harta de barbaridades, presione a las autoridades para que éstas hagan lo que la mayoría no votará jamás. Y eso también se ha acabado. En España no quedan ya partidarios de la solución dialogada salvo los insólitos especímenes más arriba citados.

Es decir, no habrá solución dialogada a ETA. Mejor dicho: la solución dialogada comenzará al día siguiente de que ETA deje las armas y renuncie a la violencia. Esa es la única posibilidad de solución y, de no ser ella, sólo queda seguir como estamos: los terroristas cometiendo asesinatos, las fuerzas de seguridad del Estado deteniendo terroristas, la gente apoyando a las fuerzas de seguridad del Estado y colaborando con ellas. ¿Quién dijo que una democracia madura, como la española, respaldada en su legislación antiterrorista por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos no puede resistir el embate de cuatro niñatos descerebrados dispuestos a hacer todo el daño que puedan?


(La imagen es una foto de Zen, bajo licencia de Creative Commons).

divendres, 31 de juliol del 2009

La verdad de las cosas.

La pureza de la raza, la Patria en peligro, los derechos inalienables del pueblo, el amor a la tierra, la cultura ancestral, la lengua originaria, el espíritu colectivo, la autodeterminación, los atavismos seculares, las peculiaridades locales, la riqueza del folklore, la sucesión de generaciones, la interacción naturaleza-sociedad, el genuino valor de la etnia, el encanto de las costumbres populares, todo eso es mierda cuando se invoca sobre dos cadáveres de dos chavales de veintiocho y veintisiete años.

La revolución socialista, la emancipación del pueblo trabajador, el fin de la explotación del hombre por el hombre, la solidaridad entre los pueblos, la justicia social, la nacionalización de la industria, los servicios y el crédito, el progreso socioeconómico, los nuevos derechos sociales, la garantía de los bienes públicos, la socialización de las medios de producción, la redistribución, todo eso también es mierda cuando se reivindica sobre dos cadáveres de dos chicos que apenas comenzaban a vivir.

Y una mierda con otra mierda hacen dos mierdas juntas, las que llevan en el alma los asesinos que perpetran estas fechorías y quienes los jalean, apoyan, amparan y celebran, esto es, la parte de la llamada "izquierda abertzale", "patriotas de izquierda" o socialistas que hagan eso: mierda. (N.B. para el chivato de turno que luego se escandaliza en Kaos en la red o Rebelión: no sólo estoy llamando a la izquierda abertzale que calla y otorga en estos crímenes "granujas" o "correveidiles de los pistoleros", que también, sino directamente mierda).

Cuando una causa se defiende matando gente a traición la causa es mentira y quienes la defienden, meros asesinos, mentirosos, mierda. Toda la palabrería, la hueca ideología, las razones y los ergotismos, los sofismas y las justificaciones son eso, hojarasca indigna ante la realidad inmediata, palpitante, de un mal irremediable, el de dos vidas humanas que algún imbécil intelectual y moralmente abyecto (o varios) interrumpe abruptamente considerándose con derecho para ello. Más tarde, cuando estos concretos imbéciles abyectos estén cumpliendo las larguísimas penas de cárcel que les caigan, a lo mejor se hace la luz en sus obtusos espíritus y comprenden el inmenso mal que han hecho segando dos vidas humanas únicas, personalísimas, irrepetibles, en el altar de una obsesión, una estúpida quimera. Para entonces ya será tarde porque los muertos no resucitan. Pero sí cabe que los demás deseemos que los asesinos se pudran en la cárcel atenazados por la angustia de haber cometido un espantoso crimen por el que nadie los perdonará porque las víctimas ya no pueden y los demás no somos quiénes para perdonar una canallada que no nos haya afectado directamente.

Y quede claro de quién se habla aquí: los pistoleros y sus cómplices, esos intelectuales del rencor y la envidia, los fanáticos educados en el odio y la manga de cobardes que creen que así se aseguran de que no les suceda lo mismo que a los dos guardias civiles asesinados.(La imagen es una foto de My Web Page, bajo licencia de Creative Commons).

dijous, 30 de juliol del 2009

Gudari.

Hay que ver cómo ha quedado el edificio. Es asombroso que haya resistido de pie. Prueba de que la construccion debe ser sólida. Si este edificio llega a ser como la mitad de los que había en Aquila, en Italia, se derrumba y muchos heridos hubieran sido muertos. No se requiere más argumento para probar que hay que progresar, mejorar, construir casas cada vez más seguras, sobre todo para la gente que se encarga de nuestra seguridad.

Al margen de lo anterior es inevitable preguntar: ¿qué sentido tienen las casas cuarteles de la Guardia Civil? Supongo que habrá otros casos en la historia de la humanidad en que los cuerpos combatientes llevaban consigo a sus cónyuges e hijos. Las centurias romanas los llamaban pero una vez que se habían instalado en el limes, en la frontera. Pero habrá muy pocos casos. Da vergüenza ver cómo los medios claman al cielo la crueldad de ETA que pudo haber matado a 41 niños. ¡Por Dios, la mejor manera de no poner en peligro a esos niños es no llevarlos a vivir a un cuartel! Si los guardias civiles han de vivir acuartelados, que lo sean ellos, pero no sus familias. Éstas, que vivan por los alrededores. Claro, el problema es si en algunos lugares del país se encontrarían voluntarios suficientes para formar parte de la Guardia Civil, lo que obligaría a seguir contando con gente venida de otra provincia, región o nación. Es mucho más caro y se añade un problema de seguridad de órdago a la grande. Porque quien es capaz de dejar 200 kilos de dinamita ante un edificio con cuarenta niños, es capaz de ir a casa de uno de ellos, de siete años, por ejemplo, y descerrajarle un tiro en la cabeza.

De forma que, si el "conflicto" (situación magmática de imposible conceptualización) ha de prolongarse otros cincuenta años, sugiero cambiar a la Guardia Civil por el ejército. Al fin y al cabo los ingleses lo hicieron e Irlanda del Norte y no es tan demencial. Los soldados saben que viven en cuarteles. El único problema es de comunicación y propaganda porque sería imposible evitar la continua comparación con un "territorio ocupado" lo que, en cierto modo, sería cierto. Visto el emplazamiento de la casa-cuartel atacada está claro que el remedio tendría que ser para toda la plantilla de la Guardia Civil. Pero en las demás zonas del país se encontrarán voluntarios para el instituto armado. No estoy seguro de si eso sucedería en el País Vasco y en Cataluña. La alternativa también es retirar a la Guardia Civil.

Por lo demás, la valoración política del bombazo es nula. Habiendo decidido ya que no hay negociación posible, el Estado no tiene nada que decir en estos trances. Los etarras están a lo suyo, como siempre y nosotros, a lo nuestro, también como siempre. Ya se sabe lo de "vascos sí ETA no". Hasta que acabe la violencia. Cuando acabe, ya veremos.

diumenge, 5 de juliol del 2009

¿Dialogar o reprimir?

Unas declaraciones del periodista Iñaki Gabilondo hace unos días acerca de qué sea más eficaz en la lucha contra el terrorismo provocaron conmoción en sectores políticos hispanos. Decía el señor Gabilondo que abogar por la negociación y el diálogo como había hecho él durante años era un error y que admitía que contra ETA sólo son eficaces la policía y los jueces. Añadía a modo de ilustración que reconocía el acierto del señor Aznar al respecto y su propia equivocación. Lo cual sería una muestra de elegancia y tino de no ser porque el señor Aznar también inició una ronda d negociaciones y abrió un diálogo con los terroristas mostrándose sólo después del fracaso decididamente contrario a perseverar en esa vía por razones similares a las del gato con el agua caliente.

En cuanto a los etarras y sus correveidiles de la izquierda abertzale, ninguna variación: diga lo que diga el señor Gabilondo, puntal de los medios de desinformación masiva que no tienen otro objetivo que deslegitimar la heroica lucha del pueblo vasco, sólo queda la vía de la negociación y el diálogo. Casi nadie ha reparado en la falta de altura moral de esta actitud. Obviamente ningún militar o ejército que esté en una guerra aboga por algo distinto a la victoria propia y la derrota del adversario... salvo que esté ya convencido de que no puede imponer sus objetivos porque le falta capacidad militar para ello. Sólo entonces, como segunda línea, opta por apoyar soluciones dialogadas y negociadas. Pero, a su vez, para prestar fuerza a la reivindicación del diálogo y la negociación, hace falta probar que se conserva alguna capacidad destructiva y el propósito de usarla, causando sufrimiento y desolación. La fuerza de las amenazas está en relación directamente proporcional a la probabilidad de su cumplimiento. De otro modo, la petición de diálogo carecería de sentido.

No cabe ignorarlo: es una estrategia dual. Los unos piden solución negociada diciendo con toda hipocresía que lamentan aquello con lo que amenazan, esto es, la prosecución de los atentados y los asesinatos de ETA. La posibilidad de que ésta a su vez sea eficaz en sus crímenes depende de la resonancia social que tengan las proclamas de la izquierda abertzale que no condena la violencia. Porque eso de no condenar la violencia en las circunstancias presentes en el País Vasco tiene un valor muy preciso, si bien menguante, en la tarea de legitimar el terrorismo. De ahí que el mejor modo de deslegitimar a su vez la estrategia legitimadora negociante sea seguir deteniendo etarras e impidiendo que sus correveidiles instrumentalicen las instituciones democráticas al servicio del terror.

(La imagen es una foto de Ivo83, bajo licencia de Creative Commons).

dimecres, 1 de juliol del 2009

Malas noticias para los correveidiles de ETA.

Por fin es ya evidente, es verdad judicialmente establecida, lo que todo el mundo sabía: que Batasuna, Herri Batasuna, Herritarren Zerrenda y todas cuantas organizaciones, coaliciones, grupos, pandillas y peñas ha ido inventándose la izquierda abertzale para burlar la ley de partidos son correas de trasmisión de ETA, parte del entramado terrorista; que ilegalizarlas y prohibirlas no solamente no es antidemocrático sino que es el modo de proteger la democracia frente a quienes quieren acabar con ella; que la ley de partidos no solamente no atenta contra los derechos fundamentales sino que es un instrumento esencial para defender la democracia y el Estado de derecho de los ataques de sus enemigos los terroristas y sus correveidiles, los que les bailan el agua y que por más logomaquias y sofismas que empleen sobre si condenan o no condenan esta o aquella violencia, también la falta de condena al terrorismo, en ciertas circunstancias es recriminable.

Al mismo tiempo, según el fallo del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, España es un Estado de derecho y una democracia en todos los sentidos del término y hace muy bien en protegerse del ataque del entramado etarra que, a través de organizaciones-tapadera como las citadas, trata de estar en las instituciones para condicionar su funcionamiento y, en la medida de lo posible substituir la democracia por algún tipo de dictadura "popular", que es lo que gusta a los terroristas y su mariachi.

Y todo lo anterior no lo dice la Audiencia Nacional, órgano de excepción continuador del siniestro Tribunal de Orden Público, ni el Tribunal Supremo del podrido reino borbónico, ni el Tribunal Constitucional, instrumento al servicio del fascismo español. No. Lo anterior lo dice un tribunal de siete jueces presidido por un danés y compuesto por magistrados de Estonia, República Checa, Alemania, Liechtenstein, Mónaco y España. O sea, lo dice el mundo.

Se acabó el rollo de atacar a la democracia con el cuento de la libertad de expresión reprimida por el fascismo español; se acabó la monserga de que la interpretación del juez Garzón de que ETA es también su entorno que la sostiene, ampara, financia, ayuda y encubre, es un atropello; se acabó el cuento de que las ilegalizaciones del Tribunal Supremo eran atentados contra los derechos fundamentales; se acabó la melopea de que el Gobierno español pretenda asfixiar el debate independentista en el País Vasco. Ahora ya estamos todos al cabo de la calle.

Quienes en el pasado sostuvimos que había que ilegalizar todo lo que sirviera directa o indirectamente a ETA y que se hiciera con todas las garantías del Estado de derecho y de protección a los derechos de los ciudadanos, estamos de enhorabuena. Ya no tendremos que escuchar más insultos de los majaderos "izquierdistas", esos para quienes un sinvergüenza y un asesino, si dice ser de izquierda, ya no es un sinvergüenza ni un asesino.

Como comprendo la decepción de los justificadores, embellecedores y animadores de ETA y de todos los "izquierdistas" peninsulares que les hacen el juego, les ofrezco algunas vías discursivas para salir del atolladero en el que están: 1ª) en realidad, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) está compuesto por fascistas y enemigos del pueblo vasco; 2ª) los jueces del TEDH son una manga de prevaricadores comprados por los agentes españoles al servicio del Borbón; 3ª) los verdaderos jueces del TEDH han sido secuestrados por los fascistas españoles y en su lugar han puesto estos clones, dispuestos a justificar el genocidio de España en el País Vasco. Que por fabular no quede.

No obstante, como frente a esta decisión de sala del TEDH queda una vía de recurso ante el pleno del Tribunal, es de esperar que los estrategas que han conseguido este exitazo judicial la pongan en marcha. De esa forma quedarán en evidencia por segunda vez como lo que son: correveidiles de ETA.


(La imagen es una foto de My Web Page, bajo licencia de Creative Commons).

dilluns, 29 de juny del 2009

Reflexiones vascas.

Publica el señor Otegi un artículo en el diario Gara, titulado Construir una estrategia para el cambio político de muy útil lectura y no menos provechoso comentario. En él se mezclan consideraciones teóricas globales sobre el estado del mundo, con análisis de la situación económica y laboral en Euskadi, una valoración sobre las relaciones de las distintas fuerzas políticas entre sí y una especie de vaticinio o anhelo a corto y medio plazo. Las consideraciones teóricas dejan bastante que desear por su imprecisión y hasta carencia de sentido. Empezando por el título que habla de "construir una estrategia para el cambio político" porque si, a estas alturas, todavía hay que construir una estrategia para ese cambio político que el señor Otegi reclama y consiste en lo esencial en independencia más socialismo, ¿qué ha estado haciendo la llamada izquierda abertzale hasta hoy? En realidad la estrategia está clara, al menos desde el acuerdo de Lizarra: forjar un frente de todas las fuerzas soberanistas/independentistas, sin necesidad de asegurarse el fin del terrorismo y que fuercen una salida negociada al "conflicto" planteado bajo la forma de un proceso de independización de los territorios vascos. Lo que habrá que construir es la táctica para lograrlo porque todas las fórmulas aplicadas hasta la fecha han fracasado y hasta cabría argumentar que un resultado de ese fracaso ha sido, precisamente, el hecho de que el nacionalismo burgués del PNV haya perdido el gobierno de la Comunidad Autónoma Vasca.

El artículo contiene asimismo una evaluación sobre la correlación de fuerzas políticas tanto en Euskadi como en el conjunto de los Estados español y francés que resulta bastante razonable en parte. Parece claro que el PNV ha quedado en una posición incómoda después de las elecciones y no sabe cómo conciliar sus dos almas, la autonomista y la soberanista y también lo parece que la alianza (que él llama contra natura, haciéndose eco del calificativo de un irritado señor Urkullu cuando se anunció el pacto PSOE/PSE-PP) entre los dos partidos constitucionalistas (sic) no cuenta con suficiente apoyo social para llevar a cabo un proyecto integracionista. No cuenta con él... de momento, añado yo. Pero contará si sigue gobernando como hasta la fecha, no se escinde y aprende a capitalizar el cansancio y confuso descontento de un sector importante de la sociedad vasca con la situación en Euskadi.

Entiendo que el autor es muy subjetivo en su valoración tanto de la fuerza electoral de la izquierda abertzale que él representa como de la que no representa, esto es, Aralar, y parece mentira que no se dé cuenta de que la que él representa no tiene perspectivas en tanto no acepte las reglas del juego, como Aralar, y se desvincule explícitamente de la violencia, es decir, se independice a su vez de la tutela ideológica que sobre ella ejerce la organización terrorista.

En realidad, como se ve, el artículo del señor Otegi se va alejando de la realidad a medida que cree estar acercándose a ella, asunto que queda claro cuando uno cae en la cuenta de que la pieza pretende ser un repaso de la situación política y social de Euskadi en el último año pero en él no aparece ni se menciona una sola vez la función que cumple el terrorismo en la sociedad vasca; ni una sola vez aparecen las siglas ETA y eso a menos de una semana de que ésta haya asesinado a un policía. ¿Cómo puede decirse que va a analizarse la situación concreta de una sociedad cuando se omite toda referencia al factor que es único responsable de que la izquierda que el señor Otegi representa no esté presente en las instituciones y el mismo señor Otegi no sea diputado autonómico? De ahí que su alegato final no sea una conclusión que se siga del análisis sino una muestra de lo que los anglosajones llaman wishful thinking, es decir, un mero deseo.

(La imagen es una foto de www.ukberri.net, bajo licencia de Creative Commons).

dimarts, 23 de juny del 2009

El caso Sastre.

No coincido en absoluto con lo que dice el señor Sastre en su artículo en el diario Gara, titulado Prosa y política. Me parece el típico análisis justificativo, ambiguo y bastante hipócrita de la izquierda abertzale para explicar por qué no condena los atentados y los asesinatos de ETA. A este fin se invoca un misterioso "conflicto político" que explicaría por qué los vascos, los decididos entre ellos, afrontan la lucha y la violencia muy a su pesar porque en el fondo están deseando resolver tan penosa situación mediante una negociación que es la única forma civilizada de tratar las diferencias en la sociedad. Lamenta que España y los españoles seamos tan obtusos y tardos que no veamos el camino para salir del marasmo en que nos encontramos, cuando es tan sencillo. Negociar con ETA el fin del "conflicto" sobre la base del cese de todo tipo de violencia en la sociedad. No puedo estar de acuerdo porque jamás pondré en el mismo plano la violencia emanada de un grupo de asesinos con la del Estado democrático y porque no hay nada que negociar sino que ETA tiene que desaparecer y en España hay que abrir el debate democrático sobre el derecho de autodeterminación de los vascos, catalanes, etc. Y por ese orden.

En fin, no estoy de acuerdo en nada de lo que dice el señor Sastre pero tiene derecho a decirlo (allá él con su conciencia) sin ser molestado por ello, mucho menos investigado, procesado o castigado. Aquí no hay amenazas sino el habitual tono quejumbroso, jeremiaco de quienes lamentan la cabezonería de las víctimas que no quieren ceder a las exigencias de los victimarios y entienden cuánta desgracia caerá sobre las cabezas de aquellas por no hacer lo que ellos dicen. Ese sindicato "Manos Limpias" que se querella contra todo lo que se mueve debe aprender que querellarse por cualquier cosa, hasta por el ejercicio de un derecho fundamental, en un Estado de derecho tiene un precio y corresponde a los tribunales determinarlo. La libertad de expresión del señor Sastre es sacrosanta porque, como decía Rosa Luxemburg, "la libertad de expresión es siempre la del que piensa de otra forma." Espero que no se repita la canallada a la par que la estupidez de lo que se hizo con De Juana Chaos, consistente en presentar como mártir a un deficiente moral.

(La imagen es una foto del álbum de fotos de la web de Alfonso Sastre y Eva Forest.

dilluns, 22 de juny del 2009

El traje que corta el señor Sastre.

En un artículo en Gara, titulado La prosa y la política, el dramaturgo español, abertzale radical y cabeza de lista de la candidatura Iniciativa Internacionalista, que no consiguió sacar diputado alguno en Europa se pregunta muy escandalizado: ¿Es verdad, en fin, que ustedes no se han dado cuenta todavía de que la solución de este conflicto, que tantos dolores acarrea, está en la posibilidad de una negociación? y se muestra atristado porque con tanta contumacia por parte española "nos esperarían y amenazarían tiempos de mucho dolor en lugar de la paz, que nunca se conseguirá, evidentemente, si lo que deciden ustedes es aniquilar a una parte mayor o menor de nosotros en esas nuevas cámaras de gas inspiradas por ese personajillo, Iturgaiz."

Bueno, él sabrá lo que nos espera y amenaza, ya que parece bien informado. Siempre lo estuvo. Pero quizá no encuentre él desmesurado que se le pida a su vez responder a una pregunta, él que las hace todas. Ésta en concreto: ¿cree de recibo, cree verosímil, cree que la gente apoyaría a un Gobierno español que propusiera negociaciones con ETA siendo así que ha habido tres y que las tres se han roto por voluntad de ese ente que unos consideran "organización armada" y otros "banda de asesinos" y que llama "negociar" a que se acepten sus peticiones y, si no, da una coz a la mesa? ¿De dónde saca él y de dónde sacan los estrategas de las pistolas la idea de que un futuro hecho de media docena de atentados al año en condiciones de ausencia política de buena parte de la izquierda abertzale en las instituciones es peor para el nacionalismo español que un escenario de bloque nacionalista planteando un referéndum de autodeterminación? Lo dicho: verdaderos genios.

(La imagen es una foto de http://www.larrabetzutik.org, bajo licencia de Creative Commons).

diumenge, 21 de juny del 2009

El "conflicto".

¿Hay alguna sociedad sin conflicto? Si por conflicto entendemos cualquier situación en la que alguien pretende obtener algo que otro no quiere darle o alguien no quiere algo que otro pretende imponerle, la experiencia demuestra que el conflicto aparece con la humanidad misma y que hasta puede considerarse inherente al humano existir. Conflictiva es incluso la propia condición individual pues ¿acaso no estamos los seres humanos perpetuamente en pugna con nosotros mismos? ¿No somos el territorio en el que libramos nuestras más denodadas luchas para mejorar o empeorar, en definitiva, para ser distintos o perseverar en nuestro ser contra fuerzas adversas?

Hace unos días que falleció Ralph Dahrendorf, uno de los principales representantes de la teoría del conflicto como clave explicativa de la Sociología. Entre nosotros, el más destacado es Salvador Giner. Los teóricos del conflicto (Marx, Coser, Lipset, amén de los citados) sostienen que el conflicto es el rasgo característico de la sociedad. Y una simple ojeada en torno nuestro prueba que, cuanto más avanzada y compleja es ésta, más y más complejos son los conflictos que la dividen y enfrentan internamente. Decir sociedad es decir conflicto; decir vida misma es decir conflicto. Sólo la perspectiva de la entropía máxima permite visualizar la ausencia del conflicto, que es la muerte. Las sociedades sobreviven a base de administrar los conflictos en su seno. A veces, estos pueden resolverse; a veces, no. En tal caso, las sociedades avanzadas establecen mecanismos que los canalizan civilizadamente, de forma que mitigan o anulan su potencial destructor.

Siendo así lo anterior, ¿qué sentido tiene que haya gente que pretexte la existencia de un conflicto (añaden "político", como si esto explicara algo) para aclarar si no justificar los atentados y asesinatos perpetrados por unos delincuentes en el País Vasco? ¿Acaso es la única sociedad en la que se da un conflicto? ¿Acaso la sociedad vasca no tiene más conflicto que éste? La obvia respuesta en ambos casos es "no". Ya se ha dicho, todas las sociedades tienen conflictos y varios, generalmente solapados: conflictos de clase, de género, de hábitat (rural/urbano), confesionales, de edad, de etnias, etc. Y, por supuesto, en la sociedad vasca también hay varios conflictos, uno de los cuales es el que se da entre vascos partidarios de la independencia y vascos que no lo son.

A título de breve digresión diré que la frecuente calificación del conflicto vasco como "conflicto entre Euskadi y España" es un intento de falsear los datos; el "problema vasco" no es única ni siquiera principalmente un "problema español" sino ante todo y sobre todo un "problema vasco" o un "problema entre vascos".

En Euskadi, por tanto, como en todas partes, hay varios conflictos y todos se resuelven o se institucionalizan con bastante éxito. ¿Por qué no el conflicto nacional? Cabría pensar que porque éste, por su naturaleza, no es susceptible de institucionalización ni de solución pacíficas sino que sólo puede solventarse a tiros y mediante la imposición absoluta de una parte sobre la otra. Pero esto no es cierto porque, aunque haya sociedades en que se da tal forma de encarar el conflicto nacional, como Irlanda (y aun aquí el asunto es muy dudoso ya que se mezcla un elemento religioso que todo lo confunde), hay otras, y son más, en las que estos conflictos se canalizan pacíficamente, como en el Canadá, en Italia, en Inglaterra, en Bélgica, y, más cerca todavía, en la misma España, en Cataluña.

Afirman los pistoleros de ETA y quienes los "comprenden" en la izquierda abertzale, que el problema en Euskadi es que una de las partes se niega a reconocer la existencia del famoso conflicto, lo cual vendría a explicar por qué es preciso demostrárselo a bombazos. Aunque fuera verdad este aserto -que no lo es- ¿son precisos los bombazos para hacerse notar? ¿No basta con hablar? Pero es que, además, ese punto de vista es falso. Nadie en su sano juicio puede negar la existencia de un conflicto allí donde por su causa hay muertos, presos, secuestrados, extorsionados, amenazados y afectados de mil formas. Lo que sucede es que, por mor de la simplificación, algunas personas dicen que "no hay conflicto alguno" cuando quieren decir que no están dispuestas a admitir que pueda encararse bajo la amenaza del terror. Lo cual no solamente es comprensible sino encomiable. Quienes aseguran que (por la razón que sea) un conflicto sólo puede resolverse a tiros muestran una forma de razonar típicamente totalitaria ya que al arrogarse la razón última, absoluta, tratan de imponerse por entero a la otra parte (así como a los intermedios, indiferentes, dubitativos, etc) estableciendo un orden social sin conflicto, es decir, muerto.

(La imagen es un cuadro de Vasily Vereschagin, titulado La apoteosis de la guerra (1871) que se encuentra en el Museo Tretiakov, en Moscú.)

dissabte, 20 de juny del 2009

ETA y sus epígonos.

Entre ETA y parte de la llamada izquierda abertzale hay una división del trabajo: unos asesinan y otros justifican los asesinatos. En tiempos de escasa actividad terrorista, normalmente debida a la eficacia policial, ETA aviva el frente político y la dicha izquierda se hace más vociferante, organiza variadas formaciones políticas y se presenta a elecciones. Aprovechando el sosiego civilizado de que se disfruta en tales momentos, los integrantes de ese frente, correveidiles de ETA, tratan de confundir a la opinión pública mezclando reivindicaciones independentistas con especiosos ergotismos sobre si se debe o no condenar esta o aquella violencia en nuestras sociedades, haciendo distingos que tratan de enmarañar las opciones morales ciudadanas a fin de justificar la actividad asesina: que si la violencia estructural, que si la de parte o la legítima defensa, cuando de lo que se trata es de justificar violencia de partido, de la manga de asesinos.

El argumento que más emplean los epígonos de ETA es el marcademente hipócrita de que lamentan el derramamiento de sangre pero que no se puede condenar una sola de las manifestaciones de la violencia (la que se ve y se padece; las otras pueden ser hasta imaginarias) ya que la situación es una madeja de ellas en la que unas son legítimas respuestas a otras, poniendo así en el mismo plano la violencia de una cuadrilla de asesinos con la que ejercen las instituciones democráticas en la organización de la normal convivencia. Aseguran que están deseando que se termine este enfrentamiento, cosa que sucederá por ensalmo cuando se negocie con los pistoleros y se ceda a sus exigencias. ¿Acaso no es su actividad criminal el lamentable resultado de la obstinación del “sistema” incapaz de ver cómo la razón de la historia asiste a los asesinos? ¿No son las propias víctimas las culpables de su destino por ponerse en el camino de la lucha por la emancipación determinada normalmente por un puñado de granujas y sinvergüenzas? ¿No clama la nación inventada por el derecho a imponerse a sangre y fuego incluso contra el deseo expreso de muchos de los que quieran o no forman parte de ella?

Otras veces los epígonos se encuentran en paro forzoso bien porque no consiguen burlar las previsiones legales para poner en pie alguna de sus organizaciones (a pesar de la generosa ayuda que les presta una parte de la izquierda española que no sabe literalmente en dónde está el norte) o bien porque pierden las elecciones como acaba de suceder con la flamante Iniciativa Internacionalista. En tal caso y si las condiciones lo permiten (que hay mucha represión policial en marcha), los asesinos cometen otra fechoría, con lo que persiguen dos objetivos, uno de extorsión y otro de intimidación. El de extorsión consiste en recordar al “sistema” y a los Estados español y francés que hay un “conflicto político”, definido en los términos caprichosos de los terroristas y que no se podrá resolver en tanto no se satisfagan sus peticiones, como bien se ha encargado de recordar la obediente y servicial izquierda abertzale en unas declaraciones exculpatorias del último atentado de ETA. El fin de intimidación consiste en recordar a los valedores de los terroristas quién tiene la última palabra de la estrategia “emancipadora”, no vayan los políticos a creer que son tan importantes como los asesinos y olvidar que su función no es marcar el camino sino justificar los actos criminales, pechar con lo que venga y encontrar “razonamientos” que legitimen el recurso al asesinato.

Porque por más ergotismo y falacias que se empleen la pregunta es muy simple: ¿qué justifica seguir asesinando en una sociedad democrática en la que son defendibles y, atendiendo al principio mayoritario, materializables todas las opciones políticas, incluidas las independentistas? Nada, razón por la cual los epígonos de los terroristas falsean la realidad sosteniendo que ésta no es una sociedad democrática, sin duda porque prefieren otra que se rija por las normas particulares de una banda de canallas que ponen bombas-lapa o disparan a la nuca de personas. Todavía más claro: ¿cabe recurrir a la violencia para defender objetivos políticos? Hay un acuerdo prácticamente universal en que no. Hasta la derrotada candidatura de Iniciativa Internacionalista en las pasadas elecciones europeas confesó un día que no y al día siguiente que sí. Lo cual da la medida del nivel intelectual y la abyección moral de estos epígonos del terrorismo. El último asidero de ETA.

(La imagen es una foto de kontrainformatu, bajo licencia de Creative Commons).

Glosas a las reacciones.

El asesinato de Eduardo Puelles ha dado lugar a una cadena inusitada de reacciones, algunas muy significativas. Paso a comentar las que más me lo han parecido por una u otra razón:

  • La llamada Izquierda abertzale, la voz de su amo, ha culpado de la muerte, como siempre, a la víctima y a las instituciones democráticas y ha vuelto a enunciar el trágala de que haya negociaciones cuando son sus jefes los pistoleros quienes se las cargan. Así se aseguran de que el siguiente no será uno de ellos.

  • Aralar por boca de la parlamentaria Aitzane Echenarro condenó el atentado y pidió a la izquierda abertzale que rompa el silencio. Es pedir peras al olmo de la cobardía, pero tiene un enorme valor en todos los sentidos porque socava la ùltima brizna de legitimidad que quedaba a los voceros de los asesinos. Claro que así Aralar entra ahora a formar parte de los posibles objetivos abatibles por los pistoleros.

  • Joseba Egibar ha dicho que "quien quiera apostar definitivamente por vías políticas alce la voz y le diga a ETA qué es lo que tiene que hacer." Podía ser un poco más claro pero se agradece que condene y recuerde en dónde está hoy el problema: en la cobertura que la izquierda abertzale presta al terrorismo. Un paso más y él también pasará a ser abatible por la santa ira de los del "conflicto".

  • Iñigo Urkullu dice que no hay que hacer valoraciones políticas y que es el momento de mostrar la solidaridad con la familia. Es una prueba de la más típica ambigüedad del PNV, como si Puelles no hubiera muerto asesinado por razones políticas sino víctima de un accidente de coche en una autopista. Urkullu puede dormir tranquilo pues los pistoleros no tienen queja frente a esta reacción. Al contrario: es lo que buscan.

  • Rosa Díez sostiene que han matado a Puelles "por no matarnos a nosotros". Esta señora podía dejar de pensar por un momento en las elecciones y abandonar el narcisismo en algunas ocasiones. La presente sería una muy señalada y todos se lo agradeceríamos.

  • Joan Ridao muestra su repulsa más enérgica y dice que ETA "sigue a la desesperada queriendo marcar la agenda política." Ridao y ERC son la prueba más valiosa del carácter irracional y asesino de ETA y sus correveidiles pues prueban que en España se puede ser independentista sin padecer merma alguna en los derechos civiles, políticos o de ningún tipo. Basta con no matar. Claro que así Ridao y los suyos también pasan a ser objetivo posible de los pistoleros.

  • Mariano Rajoy ha apoyado al Gobierno y aplazado una semana el acto previsto en Valencia. Lo primero es muy importante y merece encendido aplauso; lo segundo no tanto porque es admitir que lo que haga ETA condiciona el calendario de los demócratas.

  • Patxi López condena el atentado y convoca una manifa de repulsa para hoy. Lo primero bien y lo segundo no tanto. El Gobierno está para gobernar. Las manifas deben convocarlas las fuerzas sociales y/o políticas.

  • El País en su editorial de hoy, titulado Uno de los nuestros pone inadvertidamente el dedo en la llaga: el asesinado era "uno de los nuestros" para Patxi López, obviamente no para sus asesinos, manga de racistas para quienes un López o un Puelles jamás podrá ser "uno de los nuestros".


    (La imagen es una foto de Daquella manera, bajo licencia de Creative Commons).

dijous, 18 de juny del 2009

Los presos de Guantánamo.

En la campaña electoral, el señor Obama anunció que pondría fin a esa ignominia que es el centro de detenciones ilegales, secuestros y torturas que los EEUU mantienen en su exclave colonial de la bahía de Guantánamo, en Cuba. Por supuesto, no lo dijo en estos términos, pero lo dijo. Esta fue una de las razones por las que mucha gente en los EEUU lo votó y mucha más fuera de los EEUU simpatizamos con él. Las otras fueron la promesa de evacuar el Irak, invadido hace seis años con fines de expolio y saqueo, las medidas keynesianas para salir de la crisis, la ampliación del Estado del bienestar en su país, el hecho de ser negro y, por descontado, el deseo de cerrar el camino a un candidato republicano que, como demostró el señor Bush en ocho años, podía llegar a ser una pesadilla mundial.

Ahora bien, en un Estado de derecho la voluntad política tiene que guardar las formas y el fondo jurídicos. El señor Obama se propone, al parecer, ir repartiendo a los reclusos en Guantánamo entre aquellos países que, como España, al considerarse aliados de los EEUU, estén dispuestos a echarle una mano en este asunto. Y repartiéndolos como el que nombra cónsules en provincias.

Ahora bien, ¿cuál es el estatuto jurídico de estos ciudadanos recluidos en Guantánamo que el señor Obama pretende salpicar por el mundo? No pueden ser culpables porque en estos años que han pasado allí, nadie los ha procesado (aunque sí torturado) ni condenado. Entonces, si no han sido procesados en los EEUU ni allí condenados, sólo cabe colegir que son inocentes. Y, si son inocentes, pueden empezar a poner en marcha mecanismos de defensa en contra del Gobierno de los EEUU, con derecho a reparaciones económicas y morales por el desaguisado cometido con ellos, a residir en el país que los secuestró arbitrariamente y a trabajar en él. La distinción que arguye que los EEUU no están obligados a nada con estas personas por cuanto Guantánamo no entra en la jurisdicción de los tribunales gringos no es más que una finta de rábula, sostenida contra toda razón por alguno de esos tribunales. Guantánamo está bajo soberanía estadounidense y allí donde esta soberanía rige, quienes están sometidos a ella tienen la protección de sus tribunales con independencia de cualquier otro dato. Y los EEUU no pueden decidir unilateralmente que se libran del problema repartiendo a los afectados mundo adelante porque dichos afectados tienen derechos ante los tribunales de justicia gringos y pueden hacerlos valer. Si, como parece evidente, los gobernantes de los EEUU en su día cometieron cuando menos dos delitos: detención ilegal y tortura, tendrán que responder por ello.

En cuanto a la entrega a España de cuatro de las personas de Guantánamo, el Gobierno, cuyo deseo de colaborar con el cierre de Guantánamo es encomiable, debe mirar muy mucho qué es lo que hace. Porque estas cuatro personas pueden ser inocentes o culpables. Si son culpables deben seguir en los EEUU y ejercer su acción por la justicia si quieren. El problema para España es si son inocentes porque si lo son, al haber estado indebidamente secuestradas y torturadas, se han convertido en víctimas del comportamiento delictivo del Gobierno de los EEUU. En estas condiciones, a mi entender, y si el Gobierno español no quiere sentar plaza de carcelero de segunda, puede hacer dos cosas:

a) recibirlos como turistas si tienen sus papeles en regla y sin darles mayor protección ni someterlos a más vigilancia de lo que se hace con turistas de otras procedencias y ya organizarán ellos si lo desean su defensa frente a los delitos cometidos en sus personas por los gobernantes gringos;

b) recibirlos como asilados políticos frente a los EEUU, país en el que han sido perseguidos, secuestrados y torturados y al que no cabe entregarlos de vuelta porque, como se ha visto, en él no se respetan los derechos humanos más básicos. He aquí un asunto que el juez Garzón podría dilucidar tan ricamente si sus hostigadores oficiales lo dejaran cumplir su tarea en paz.

(La imagen es una foto de electrón, bajo licencia de Creative Commons).

diumenge, 14 de juny del 2009

El rififí de ETA.

¿Se puede detener a tres presos que están cumpliendo condena? Por lo que se ve, sí. La Guardia Civil lo ha hecho con tres etarras reclusos en la prisión de Huelva, a los que acusa de estar planeando un quebrantamiento de condena utilizando un helicóptero. También ha detenido a otras cuatro personas, presuntamente relacionadas con el cinematográfico proyecto. Éste, a su vez, consta en unos papeles que la policía encontró en poder de uno de los capos etarras detenido ¡en 2008! Según se dice, la pintoresca escapatoria estaba prevista para 2007 pero fue preciso aplazarla por las detenciones de responsables de la banda. Ahora parece que ésta tendrá que renunciar a una hazaña que le daría mucho renombre pero que no ha pasado del estado de ilusión.

En principio la noticia resulta extraña y obliga a preguntarse por qué se ha esperado tanto tiempo para frustrar los planes si es que en verdad estaban en marcha. No es fácil de entender salvo que recordemos que uno de los hipotéticos rescatados de la prisión había de ser el que cumple condena por haber trazado un plan para asesinar al Rey con un fusil de mira telescópica. No recuerdo el nombre del menda pero está claro que es uno de esos forofos de la tecnología que ha visto demasiadas películas de Hollywood de atentados contra presidentes. Hace más de veinte años que no hay una sola fuga de etarras pero a nadie se le puede prohibir que viva de ilusiones, sobre todo si tiene condenas de cientos de años de cárcel. Y la Guardia Civil hace muy bien desmantelando sus planes o sus sueños. Es bueno que los etarras sepan que envejecerán entre rejas en justo castigo por sus asesinatos. Es bueno que sepan que no hay esperanza.

A propósito de esto, Público recoge hoy una noticia según la cual la mayoría de Batasuna pide el fin de la violencia. Sería estupendo. Ya no me creo nada de esta gavilla de embusteros que dice lo que cree que le conviene en cada momento, pero estaría bien que la luz de la razón se abriera paso en sus obtusos cerebros. A estas alturas, sin embargo, después de tres negociaciones de paz reventadas por los terroristas, fin de la violencia quiere decir que ETA depone las armas sin condiciones en un acto claro, público, fiscalizable e irreversible. Sólo así podrán sus correveidiles y sus ideólogos civiles hacer política en una sociedad democrática como la española.

dijous, 4 de juny del 2009

Respuesta a mis críticos.

El otro día, a raíz de la mentira y sucia estratagema de la candidatura de Iniciativa Internacionalista de condenar el recurso de la violencia para obtener fines políticos un día y desdecirse al siguiente, Palinuro publicó una entrada llamada Las mentiras de Iniciativa Internacionalista en la que, entre otras cosas, se decía: "El asunto no tiene mayor importancia que la de que unos granujas hacen honor a su condición de tales, mintiendo sobre sus propósitos e intenciones. Como todos los granujas. Cualquiera que conozca este mundo de los pistoleros y sus correveidiles en las instituciones, sabe que este brusco giro (de condenar a no condenar) probablemente se debe a que los pistoleros han amenazado a sus correveidiles y estos han vuelto al redil, acojonados". Al poco apareció un par de artículos y docenas de comentarios en la prensa digital dizque de izquierda (Rebelión, Insurgente, Kaos en la red) llamándome de todo, incluso, poderoso y original numen, "rata" de no sé qué. No voy a contestar a los ataques porque no merecen la pena. Pero sí voy a hacer tres precisiones para dejar las cosas en su sitio.

1ª) En cuanto al fondo del asunto. Mi querella no era con lo que II defienda o deje de defender que no es cosa mía, sino con algo previo en las relaciones humanas: el valor de la palabra dada, que distingue a las personas de bien de los granujas. Si uno se compromete hoy a algo y mañana lo niega, uno se arriesga a que lo llamen, y con razón, no sólo lo que se leyó más arriba, sino también embustero, sinvergüenza falto de principios, etc. Porque antes que defensor de esta o aquella causa, antes que político, entiendo que hay que ser persona cabal y de bien, para lo cual hace falta tener palabra.

2ª) En bastantes de los ataques hay invitaciones más o menos explícitas a que no se me permita escribir no solamente en los medios de la "izquierda" llamada alternativa, sino en los de la comercial también, incluido el diario en que ahora lo hago, Público. Estoy acostumbrado. He sufrido prisión y todo tipo de censuras y expulsiones durante la dictadura y en la etapa democrática. Me han echado de radios y periódicos por no marcar el paso y no voy a hacerlo ahora ni acompasarlo al paso de la oca de estos censores . Por eso tengo un blog, en donde ningún comisario político puede callarme. Pero que quede claro que es lo que pretende buena cantidad de los soliviantados borregos de la "izquierda": censurarme. Y no sólo en el papel.

3ª) En otros ataques se insinúa que expongo a los miembros y/o simpatizantes de II a peligro de represalias incluso mortales y que soy un cobarde por ello. La mentira tiene vuelo corto. Hoy, aquí, en España, quienes defienden lo que defiende II y/o simpatizan con ello, no corren riesgo físico alguno. Ninguno necesita escolta y no la lleva. Nadie los amenaza. Viven seguros. El peligro lo corren quienes pacíficamente se les oponen. Esos sí necesitan escolta, porque viven amenazados de muerte. Estos "izquierdistas" que no corren peligro son los que señalan a quien, no pensando como ellos y oponiéndose a ellos, cual es su derecho, puede que tenga que empezar a llevar escolta. Lo digo por lo que pueda pasar y para que quede clara la dimensión moral de estos atacantes que compran su seguridad al precio de su abyección. La intelectual ya lo estaba.


Actualización a las 10:00 horas de hoy.

La polémica de que aquí se habla ha seguido hoy por la mañana (véase la respuesta del señor Frabetti y mi nueva y última respuesta).


Y corono aquí con una declaración:

Si alguien asesina a civiles indefensos en nombre de las ideas que profeso, una de dos:

- No son las ideas que profeso.


- Si lo son, repudiaré, despreciaré y condenaré sin tregua ni pausa al asesino con independencia de cualquier otra consideración.

dissabte, 23 de maig del 2009

Las mentiras de Iniciativa Internacionalista.

Menos de veinticuatro horas después de que el Tribunal Constitucional autorizase la lista de Iniciativa Internacionalista ésta ha demostrado ser lo que el Tribunal Supremo supuso que era (y por eso anuló su candidatura) pero que el Tribunal Constitucional negaba que fuera (pero sí es). ¿En qué basaba el Tribunal Constitucional su decisión? Entre otras cosas, en el hecho de que la formación de izquierdas, en su escrito de recurso de amparo condenaba de modo explícito y taxativo el empleo de la violencia para la obtención de objetivos políticos en el marco de un Estado democrático: “ Esta parte quiere manifestar de forma clara y sin ambigüedades, que la coalición electoral 'Iniciativa Internacionalista –La Solidaridad entre los Pueblos', así como los partidos que la integran, Izquierda Castellana y Comuner@s, nunca han utilizado medios que no sean estrictamente políticos para la obtención de sus objetivos programáticos, siendo el uso de la violencia completamente ajeno a su forma de acción y cultura política, por ello expresan un claro rechazo y condena del uso de la violencia para la obtención de objetivos políticos en el marco de un Estado democrático”.

Pues bien, como se decía, menos de veinticuatro horas después de la legalización, la candidatura ya no condena la violencia etarra. A la reiterada pregunta de los periodistas sobre si condena o no a ETA el portavoz de la candidatura, un tal Ocampo, recurre al habitual jesuitismo esquinado para zafarse de la cuestión, sosteniendo que no la condena porque eso es simplista.

El asunto no tiene mayor importancia que la de que unos granujas hacen honor a su condición de tales, mintiendo sobre sus propósitos e intenciones. Como todos los granujas. Cualquiera que conozca este mundo de los pistoleros y sus correveidiles en las instituciones, sabe que este brusco giro (de condenar a no condenar) probablemente se debe a que los pistoleros han amenazado a sus correveidiles y estos han vuelto al redil, acojonados.

¿Y ahora? Ahora nada. La candidatura podrá presentarse a las elecciones al parlamento europeo y a los demás, a la gente de izquierda que no amparamos la violencia sólo nos queda esperar que no la vote nadie. Ojalá.

En otros términos, las cosas están muy claras: no creo que nadie de izquierdas en España que haya apoyado a la candidatura sorprendido en su buena fe, vuelva a avalar candidatura alguna de este jaez.

dimarts, 19 de maig del 2009

La ilegalización.

Hoy trato el asunto de la ilegalización de la candidatura Iniciativa Internacionalista en un artículo en Público, titulado Una ilegalización compleja en el que defiendo que dicha ilegalización es lógica en tanto los componentes de la candidatura se obstinen en no cumplir la Ley de Partidos, y que en España no se ilegalizan ideas (como sostienen falsamente quienes critican la ilegalización) sino comportamientos y hechos delictivos.

Ayer fue un día frenético en las redacciones de los diarios. Después de la ilegalización hubo la acostumbrada oleada de reacciones en pro y en contra. Ambas destilaban pasión; las primeras de alegría y las segundas, de ira. Pero la coalición estaba ilegalizada por decisión del Tribunal Supremo e ilegalizada iba a quedarse. Entonces, al final de la jornada, empezó a rumorearse que la coalición iba a condenar el uso de la violencia para conseguir fines políticos, iba a condenar a ETA; en definitiva, iba a cumplir la Ley de Partidos que es la condición que los independentistas se han negado a aceptar en diez ocasiones. Los alientos se contuvieron y, en efecto, por la noche llegó el comunicado de Iniciativa Internacionalista condenando taxativamente la violencia. Algo muy de felicitarse. El articulo mencionado más arriba ya recoge este giro de los independentistas y se felicita por él, formulando el deseo de que ojalá surta efectos políticos y jurídicos.

Porque ese es el problema ahora. Obviamente, los estrategas de Iniciativa podían haberlo pensado antes y no dejar que las cosas se pudrieran hasta la ilegalización del Tribunal Supremo. La explicación probablemente es que, en el fondo, no creyeron que el alto tribunal fuera a excluirlos y, al encontrarse con que sí lo hacía, tuvieron que improvisar un plan B a fin de no quedarse fuera de las instituciones, y que incluía los términos que hemos citado. Pero el hecho es que el fallo del Tribunal Supremo ilegalizando la formación es ya firme y el Tribunal Constitucional no puede hacer nada contra eso dado que las decisiones firmes del Supremo son para él "cosa juzgada", intangible. Algo distinto es que quepa el recurso de amparo por vulneración de derechos fundamentales que la candidatura ha interpuesto. En apoyo de esta queja viene la feliz decisión de condenar la violencia, que supone un giro de 180 grados en la actitud de Batasuna y los suyos. Pero la cuestión es si el Tribunal Constitucional puede otorgar el amparo cuando la supuesta vulneración que se aduce tendría que haberse producido no para llegar al fallo del Supremo sino después de dicho fallo, lo que se entendería, porque así sería, como un fraude de ley.

Ahora bien, la importancia de que los independentistas radicales hayan renunciado a la violencia abre tal cantidad de perspectivas que sería muy importante que se encontrara una fórmula política para conseguir que su candidatura estuviera presente en las elecciones del siete de junio. Sería la prueba de que en España no se ilegalizan ideas sino conductas, daría una imagen de normalidad a la vida política, demostraría que los demócratas somos magnánimos y si a la condena de la violencia siguiera la desaparición de ETA, quienes defendemos el derecho de autodeterminación de los pueblos en España podríamos volver a argumentar nuestra posición sin riesgo de que se nos confundiera con asesinos. Pero todo ello depende de que el Tribunal Constitucional decida otorgar el amparo. Y eso no puede prejuzgarse.

dimecres, 29 d’abril del 2009

Una banda de imbéciles.

Dice el escritor Roberto Saviano que para la Mafia italiana los etarras son una "banda de imbéciles". No, don Roberto, hay que ver qué escasa capacidad analítica y discriminatoria tiene Vd. Se traga Vd. los insultos de los mafiosi como si fueran verdades apodícticas enunciadas por un oráculo. ¡Qué sabrán los mafiosi de las profundas elaboraciones teóricas de la organización armada! ¿Leen Gara? ¿Dominan las alturas de la reflexión independentista o se dejan llevar por la primera andanada de condena que cruce la plaza del mercado?

Los documentos que periódicamente hace públicos la organización son un compendio de profundidad de ideas expresado en un lenguaje rico y matizado, de tanta fuerza como la prosa del Siglo de Oro. Manejan conceptos de indudable actualidad, la mayoría de ellos posmodernos y el rigor de sus razonamientos desarbola el conjunto de patrañas y la melopea ideológica de los medios partidarios del sistema que son todos excepto aquel en el que se publican.

En realidad esos medios lacayunos no tienen otra función que decir lo contrario de lo que es; son el pivote esencial de la manipulación y la mentira organizada.

La Mafia considera también que, además de ser de imbéciles la organización armada le es muy útil porque evita que se hable del crimen organizado en España. Otra mentira destinada a justificar el orden capitalista al que sirven. Ya quisieran estos medios ser capaces de armar un debate acerca de las grandes cuestiones que afectan al ser humano individual o colectivamente como lo hace la organización armada de liberación nacional, cada vez que tiene que tomar una decisión. Cosas de la esencia y la potencia acerca de cómo se produce la emancipación colectiva y personal, cosa que los medios comerciales, productos del vicioso mercado no garantizan. Además, estar todo el día con la escatología a cuestas puede parecer imbécil y sin duda lo es, pero ¿quién se lo dice a estos liberadores del pueblo por derecho divino?

(La imagen es una foto de seleniamorgillo, bajo licencia de Creative Commons).

dilluns, 20 d’abril del 2009

A buenas horas mangas abertzales.

Es fama en la Villa y Corte que En el entorno de Otegi se cree que es necesario preparar el camino hacia el diálogo pese a que el Gobierno no esté por la labor. Vamos, que hay que ir pensando en una nueva ronda de negociaciones con los perros españoles como si aquí no hubiera pasado nada.

Cuando el 30 de diciembre de 2006 esa organización compuesta por un amasijo de asesinos, deficientes morales y tontos ordinarios que se hace llamar ETA, voló la T4 de Barajas poniendo punto final unilateral al tercer y más esperanzador proceso de paz dialogada que ha habido en España y que tenía un apoyo amplísimo tanto dentro como fuera del País Vasco, voló toda esperanza de que tal proceso pudiera repetirse. Lo dijo sin rodeos el domingo el ministro del Interior : La vía del diálogo se ha acabado para siempre. Pero aunque no hubiera dicho nada, el asunto está bastante claro: ningún gobierno español volverá a amagar con diálogo alguno con ETA o con algún "proceso de paz dialogado" en el País Vasco si quiere seguir siendo gobierno un cuarto de hora después. Aquí estamos en contra de ese diálogo hasta quienes lo defendimos a capa y espada hasta el día 30 de diciembre de 2006. Ahí se terminó toda posibilidad de negociación.

Los señores de Batasuna son muy libres de especular lo que les dé la gana, faltaría más. Pueden decir lo que quieran sobre nuevos diálogos. Cualquier formulación de ese tipo suscitará de inmediato dos conclusiones encadenadas, una tras otra: 1ª) estos pavos creen que los demás son tan cretinos como ellos; 2ª) lo que quieren es dar una nueva oportunidad a ETA para recomponerse, ahora que está contra las cuerdas.

Ya no hay nada que negociar, nada que dialogar y el margen de maniobra del mundo nacionalista está muy acotado:

  • ETA tiene que deponer las armas incondicionalmente porque está derrotada.
  • Batasuna tiene que aceptar la ley de partidos porque no hay otra salida.
  • el PNV tiene que ir abandonando su ambigüedad porque se le ha acabado el cuento.

Si, como es de esperar, se termina con esa lacra de la violencia en el País Vasco, todos habremos ganado mucho, pero muy especialmente los vascos y más en concreto los vascos nacionalistas y más singularmente los vascos nacionalistas radicales e independentistas, que podrán defender y poner en práctica (si tienen el respaldo suficiente) sus ideas sin que los demás los miren como cómplices de los asesinos.

(La imagen es una foto de www.ukberri.net, bajo licencia de Creative Commons).

diumenge, 19 d’abril del 2009

El etarrón.

Todo el mundo se hace lenguas de la eficacia policial al detener a este Jurdan Martitegi, jefe militar de ETA y, al parecer, responsable de una docena de atentados, incluido algún asesinato. Desde luego lo mejor para la sociedad civilizada es que un menda así esté entre rejas y no salga hasta dentro de muchos años, cuantos más mejor porque, como no es previsible que el paso del tiempo le haga reflexionar y comprender la inhumanidad de su comportamiento, estará bien que salga con las fuerzas muy debilitadas por la ancianidad. Será para entonces un anciano rabioso pero, por ello mismo, inocuo.

Aunque varios medios lo mencionan apenas alguno saca punta al hecho muy notable de que el mozo mida casi dos metros de estatura. Francamente no sé cómo pueda uno abrigar esperanzas de mantenerse en el secreto y la acción clandestina, pasando por invisible, cuando se miden casi dos metros. Mucha tiene que ser la fe de este joven terrorista en la causa por la que lucha ya que, con sólo mirarse en el espejo (en uno en el que pueda reflejarse), debía de haber comprendido que sus posibilidades de mantenerse incognito eran escasas.

Y eso nos lleva al segundo elemento de esta noticia: la juventud de su protagonista. Un chaval de veintiocho años es el jefe militar de ETA. De un lado está claro que este Martitegi ha destrozado su vida porque va a pasar un montón de años en la cárcel, lo que es una desgracia. De otro es curioso qué rápido se asciende en la jerarquía de la organización. Debe de querer decir que no tienen gente y han de echar mano de estos novatos que quedan de a tres para entregarse una pistola en lugar de dejarla en el hueco de un árbol. Y también está claro cual es el currículum del etarra del siglo XXI: kale borroka o militancia en alguna organización legal de la izquierda abertzale hasta que la ilegalizan; integración en alguna actividad etarra; dos o tres años poniendo bombas y pegando tiros; treinta o cuarenta años en la cárcel. La verdad es que es una pena.

(La imagen es una foto de 20 Minutos, bajo licencia de Creative Commons).

divendres, 17 d’abril del 2009

Intento de magnicidio.

¿Así que unos mercenarios querían acribillar a tiros al señor Morales y otros altos dignatarios bolivianos? No me extraña. Eso de atentar y asesinar presidentes del Gobierno y Jefes de Estado, sobre todo si son de izquierda, no es raro en el continente, si bien tampoco tan común. El caso de Allende viene en seguida a la memoria, pero no hay muchos más. Claro que tampoco ha habido muchos más dirigentes de izquierda. En los Estados Unidos sí que no es cosa insólita. Los presidentes Lincoln, Garfield y Kennedy podrían dar buena prueba de ello o el señor Reagan, al que casi se llevan por delante. De ellos Lincoln y Kennedy eran todo lo más de izquierda que puede llegar a ser un presidente gringo. En fin, que si hubiera un atentado contra el señor Obama, extrañaría tan poco como el del señor Morales. Puede que menos. Hay muchos orates en los EEUU que creen que un negro en el gobierno de la Nación es un insulto o un sacrilegio, y están armados. A veces los atentados los organiza un gobierno de la región. Por ejemplo, según parece, mercenarios y agentes más o menos a sueldo de los EEUU han atentado varias veces contra el señor Fidel Castro. El magnicidio no es algo tan sorprendente en América y, desde luego, es muy grato saber que, en este caso, ha fracasado y el presidente Evo Morales sigue vivo.

Por cierto, los españoles no somos los más adecuados para tratar con condescendencia esto de los magnicidios en tierra ajena, como si los indígenas de allende los mares fueran más proclives al atentado a fuer de incivilizados. El propio Reino de España muestra una de las tasas de magnicidos más altas del mundo En poco más de un siglo, entre 1870 y 1973 murieron en España en atentado cinco presidentes del Gobierno: el General Prim, don Antonio Cánovas, don José Canalejas, don Eduardo Dato y don Luis Carrero Blanco. Y, si no es por los dioses justicieros, en 1995 hubiera muerto de parecida forma don José María Aznar que aún no era presidente del Gobierno pero le faltaban meses para serlo. Por cierto, ninguno era de izquierda propiamente hablando. Todo un record.

(La imagen es una foto de Alain Bachellier, bajo licencia de Creative Commons).