dimecres, 29 d’abril del 2009

Una banda de imbéciles.

Dice el escritor Roberto Saviano que para la Mafia italiana los etarras son una "banda de imbéciles". No, don Roberto, hay que ver qué escasa capacidad analítica y discriminatoria tiene Vd. Se traga Vd. los insultos de los mafiosi como si fueran verdades apodícticas enunciadas por un oráculo. ¡Qué sabrán los mafiosi de las profundas elaboraciones teóricas de la organización armada! ¿Leen Gara? ¿Dominan las alturas de la reflexión independentista o se dejan llevar por la primera andanada de condena que cruce la plaza del mercado?

Los documentos que periódicamente hace públicos la organización son un compendio de profundidad de ideas expresado en un lenguaje rico y matizado, de tanta fuerza como la prosa del Siglo de Oro. Manejan conceptos de indudable actualidad, la mayoría de ellos posmodernos y el rigor de sus razonamientos desarbola el conjunto de patrañas y la melopea ideológica de los medios partidarios del sistema que son todos excepto aquel en el que se publican.

En realidad esos medios lacayunos no tienen otra función que decir lo contrario de lo que es; son el pivote esencial de la manipulación y la mentira organizada.

La Mafia considera también que, además de ser de imbéciles la organización armada le es muy útil porque evita que se hable del crimen organizado en España. Otra mentira destinada a justificar el orden capitalista al que sirven. Ya quisieran estos medios ser capaces de armar un debate acerca de las grandes cuestiones que afectan al ser humano individual o colectivamente como lo hace la organización armada de liberación nacional, cada vez que tiene que tomar una decisión. Cosas de la esencia y la potencia acerca de cómo se produce la emancipación colectiva y personal, cosa que los medios comerciales, productos del vicioso mercado no garantizan. Además, estar todo el día con la escatología a cuestas puede parecer imbécil y sin duda lo es, pero ¿quién se lo dice a estos liberadores del pueblo por derecho divino?

(La imagen es una foto de seleniamorgillo, bajo licencia de Creative Commons).