dimecres, 9 d’abril del 2008

La investidura y la bronca en el PP.

La primera sesión de investidura transcurrió como se esperaba, sin sorpresas ni sobresaltos. Para hoy, que se producirá la votación, está previsto que el señor Rodríguez Zapatero no consiga la mayoría absoluta que la Constitución requiere en primera vuelta, por lo que habrá que ir a una segunda cuarenta y ocho horas más tarde, el próximo viernes.

El señor Rodríguez Zapatero estuvo bastante bien, abordó las propuestas políticas para los próximos cuatro años, que de eso se trataba, no insistió en recordar la legislatura pasada, de desagradable memoria, y ofreció diálogo y consenso a todos y para prácticamente todo. Si no fuera porque ha dado pruebas suficientes de que su famoso talante está hecho de esos elementos de diálogo y consenso, podríamos decir que simplemente estaba haciendo de necesidad virtud porque, al no tener mayoría absoluta sólo puede gobernar por consenso, se ponga como se ponga, y negociando con otras fuerzas políticas.

A su vez la oposición tampoco defraudó las expectativas. Los catalanistas, los nacionalistas vascos, las izquierdas del pot pourri (castellanizado como popurrí, válgame el Señor), etc hicieron sus propuestas y mostraron un ánimo conciliador que permite augurar que votarán con frecuencia a favor del Gobierno.

Lo del PP volvió a ser otra cosa. La flamente nueva portavoz, señora Sáenz de Santamaría, despachó la intervención del señor Rodríguez Zapatero diciendo que había sido "más de lo mismo". Falso por entero porque el presidente hizo un discurso cargado de novedades y proyectos inéditos para los cuatro años. Quienes son "más de lo mismo" al parecer sin arreglo son la propia señora Sáenz de Santamaría que razona como si fuera el señor Zaplana y su líder máximo, señor Rajoy, que sólo supo descalificar las propuestas de su adversario sin presentar una sola sustitutiva. La única diferencia fue que la bancada popular se mantuvo más calma que de costumbre, sin cocear ni insultar, cual acostumbra, excepción hecha del cómico señor Arias Cañete, que estuvo dando la murga hasta que tanto el señor Bono como la señora Sáenz de Santamaría lo hicieron callar para satisfacción general, incluidos los de su propio partido. Hay que ver qué hombre tan sinsorgo y molesto.

Como lleva sucediendo hace unos días, el interés no está en el Palacio de San Jerónimo, sino en el seno del PP, en el que se ha desatado un curioso enfrentamiento entre la señora Aguirre por un lado, el señor Rajoy por otro y el señor Ruiz Gallardón por otro. Como si fuera el triángulo de las Bermudas, esta pelea a tres bandas está haciendo aflorar una situación interna del PP mucho más crítica y resquebrajada de lo que se creía. La muy probable candidatura de la señora Aguirre tiene muchos apoyos, como ya veíamos ayer y cuenta con el formidable frente mediático COPE, El Mundo y Telemadrid en una coyunda entre medios de comunicación y una facción de un partido político como no se ve en otras latitudes. Está clarísimo que la audiencia de estos medios está hecha de militantes y votantes del PP exclusivamente, porque ningún otro medio (ni siquiera los otros de la derecha) muestra tal grado de interpenetración entre los propios medios y los intereses políticos del sector aguirrista de la derecha.

La novedad, como siempre, vino por la blogosfera. En respuesta al blog en favor de la señora Aguirre del que di cuenta ayer, llamado Esperanza2012 ha aparecido otro simétrico en favor de la candidatura del señor Ruiz Gallardón, que se llama GALLARDON2012. Así pues, la confrontación se ha trasladado a la blogosfera que es donde cada vez se hace mayor parte de la política contemporánea. Parece que al final, la del congreso pueda hacerse entre la señora Aguirre y un señor Rajoy que podría llevar como Secretario General del partido al señor Ruiz Gallardón en substitución del señor Acebes, a quien habría que mandar a casa, a ver si se pule un poco.

(La primera imagen es una foto de De la Torre que se encuentra en lademocracia.es, bajo licencia de Creative Commons)

dimarts, 8 d’abril del 2008

Principio de gresca de principios.

Como decíamos ayer, hoy es el día de la (no) investidura del presidente, señor Rodríguez Zapatero, pero el mayor interés informativo se lo lleva la comparecencia de la señora Aguirre en el foro del ABC con un discurso que culpa de la derrota electoral del PP a la falta de decisión de este partido de luchar contra los engaños del PSOE en defensa de los principios liberales. Prácticamente nadie la escuchó, nadie prestó atención a lo que decía porque todos querían saber una sola cosa: "bueno, pero ¿se presenta o no?" Y la respuesta fue la que ya había dado al sufrido señor Rajoy en su famoso almuerzo à deux: a día de hoy, no; a día de mañana, se verá y, desde luego, el primero en saberlo será el mismo señor Rajoy. O sea, las cosas están como estaban pero ahora son públicas. Esto es, es público que, de aquí al congreso, el partido de la derecha va a moverse a favor o en contra de las dos candidaturas, la oficial del señor Rajoy y la que está en ciernes, de la señora Aguirre.

La presidenta de la CA de Madrid cuenta con los poderosos apoyos mediáticos de la COPE, El Mundo y la televisión a sus órdenes, Telemadrid. Cuenta asimismo, lo que es novedoso, con apoyo en la blogosfera. Un misterioso blog Esperanza2012 que, al parecer, está vinculado a Libertad Digital defiende la candidatura de la señora Aguirre y anima a los militantes del PP a escribir una carta al señor Rajoy para que tenga la amabilidad de retirarse y otra a doña Esperanza para que se presente candidata. Es curiosa la bitácora. Parece que los primeros días se les llenó de trolls que los administradores dicen que eran socialistas. A mí me parecieron gallardonistas o marianistas.

Si estos apoyos son suficientes o no, en el Congreso se verá. En principio, no. Ya hemos dicho que los madrileños tienen un error de visión y piensan que lo que aquí sucede importa en el resto de España. Y no es así. Además, lo decisivo serán los apoyos que las posibles candidaturas tengan en el congreso. Y lo demás, filfas. De momento, el señor Rajoy cuenta con la mayoría. Por eso y sólo por eso no ha presentado su candidatura la señora Aguirre. Si, de aquí a junio, consigue cambiar las tornas o, cuando menos, equilibrarlas, no hay duda de que se presentará puesto que lo que ha hecho hasta ahora equivale a haber quemado sus naves, dentro de la cultura propia de los partidos políticos.

En fin, esto es lo que importa a todo el mundo. Y nadie hace caso del discurso, ese vigoroso llamamiento a los principios, a los ideales, que tanto gusta al señor Jiménez. Es el caso que lo he leído íntegro y es muy curioso. La señora Aguirre sostiene haber sido siempre liberal y seguir siéndolo, cosa que a lo mejor es cierta. Lo que ya me parece más problemático es que, como dice la citada, también lo sea el PP. Y no ya problemático sino simplemente delirante sostener que el PP no tiene la menor concomitancia con el franquismo. Puede que en esta desvergonzada afirmación esté la clave de lo que esta señora llama principios y que no parece otra cosa que simple descaro y demagogia de aprovechada, capaz de decir en cada caso lo que le interese con tal de prevalecer, lo que deja sus cacareados principios reducidos a uno: ganar las elecciones como sea.

¿Que no tiene la menor concomitancia con el franquismo un partido fundado por un exministro de Franco? ¿Un partido que se ha negado oficialmente a condenar el franquismo? ¿Un partido que boicotea siempre que puede la aplicación de la normativa sobre símbolos franquistas? ¿Que nació cuajado de excargos del régimen franquista? ¿Cuyo presidente honorífico, señor Aznar, es nieto del Manuel Aznar, hagiógrafo de Franco y él mismo devoto falangista en su juventud? ¿Cuyos gobiernos han tenido siempre ministros descendientes de notorios franquistas?

Si en la afirmación de la señora Aguirre de ser liberal hay tanta verdad como en la de que el PP no tiene la menor concomitancia con el franquismo, la señora Aguirre es tan liberal como un adoquín. Su partido es heredero directo de aquel franquismo que odiaba tanto el liberalismo como el comunismo, la masonería, el socialismo, etc. Esa convicción liberal que algún sector del PP enarbola, exactamente el más radical y ultramontano, enfrentado al más centrista y moderado de gente como el señor Ruiz Gallardón, no es más que pura declamación oportunista, un refugiarse en parte de las recetas neoliberales juntándolas a las más neoconservadoras que quepa imaginar. Un liberalismo de liberalización de horarios comerciales y cristazo y tente tieso en la escuela, de proclamación de derechos de los homosexuales y negación del de contraer matrimonio, de libertad de elección y persecución de los profesionales por cumplir con su deber, de reducir impuestos pero participar en invasiones y guerras criminales, de Estado de derecho pero sistemático boicot e incumplimiento de la legislación del Estado. Un liberalismo de mentira.

El asunto está muy interesante. Desde el hundimiento de la UCD la derecha española ha conseguido mantener una unidad que le ha reportado cuantiosos beneficios electorales frente a una izquierda dividida a la que las urnas castigan por eso elección tras elección. Pero este enfrentamiento entre los ultramontanos o "neocons", que se llaman a sí mismos liberales, acaudillados políticamente por la señora Aguirre y mediáticamente por los señores Jiménez y Ramírez y los centristas o moderados, acaudillados por el señor Ruiz Gallardón (a quien aquellos ponen a bajar de un burro) podría escindirlo. Lo paradójico es que precisamente este peligro de fraccionamiento puede funcionar en pro de la candidatura del señor Rajoy, que se presentará como el único que puede unificar al partido tras de sí.

(La imagen es una foto deChesi, bajo licencia de Creative Commons

Una historia voto a voto.

Carles Castro ha escrito un libro bastante original (Relato electoral de España (1977-2007), ICPS, Barcelona, 2008, 367 págs.) sobre la historia política más reciente de España, tomando como hilo conductor las elecciones, esencialmente las generales, pero teniendo en cuenta muchas otras, autonómicas, municipales y europeas. Castro no es un académico, con lo que su obra está lejos del carácter algo indigesto de los estudios de los especialistas en estas materias, generalmente atestados de fórmulas y gráficos difíciles de entender para los legos. Es un periodista, pero un periodista que se ha documentado con mucho rigor y ha dedicado mucho tiempo y esfuerzo a este estudio por lo que tampoco es el habitual libro liviano hecho como un reportaje y sin mayor consecuencia que a veces perpetran los de su oficio. El Relato electoral de España es un ensayo en toda regla, bien documentado, con hipótesis interesantes y comprobación con abundante material empírico.

El autor se ha servido generosamente del banco de datos del CIS y ha aplicado un modelo que reitera a lo largo de la obra, consistente en explicar a posteriori los resultados de cada elección general desde 1977 a 2004, tomando como referencia la documentación pertinente a priori, como sondeos, barómetros, índices de popularidad, etc. Quizá sea éste el aspecto más criticable del libro, es decir, que el modelo se repita con una cadencia casi mecánica y llegue a ser demasiado previsible. Su tesis viene a ser que, en aquellos momentos en que los resultados parecían contradecir las expectativas basadas en los sondeos anteriores (1993, 1996, 2004 fundamentalmente) no había tal y, si se hubieran interpretado correctamente tales datos anteriores, el resultado no tendría que haber extrañado. Es simpática la idea pero, como todo lo que se dice a posteriori, opinable.

Por lo demás, el libro se lee con mucho agrado, está ágilmente escrito y para mí tiene la ventaja de que coincido en casi todo con las apreciaciones que hace sobre los asuntos que han sido candentes en las sucesivas elecciones habidas en España entre 1977 y 2004, esto es, respectivas fortalezas de los partidos, puntos fuertes y débiles en la oposición y en el gobierno, carácter de las pugnas y de las alianzas parlamentarias, electorales o de gobierno. En verdad, coincido hasta con las valoraciones subjetivas que el autor hace de los distintos intervinientes en los treinta años de vida político-electoral que trata el libro. Dado que también he escrito sobre algunos de estos períodos, en especial el muy agitado de 1993 a 2000, confieso que estas coincidencias me han resultado muy agradables.

Castro arranca examinando cómo Aznar consiguió transformar la derrota electoral de 1989 (la primera que le tocó encajar) en una victoria. Según él se trató de una actitud deliberada del presidente del PP que también a mí me llamó la atención entonces y que, al final, hemos acabado llamando "táctica del espejo" y consistente en lo que el mismo Castro señala: Sin embargo, la capacidad de exigir honestidad y limpieza y, simultáneamente, no renunciar a todo tipo de artimañanas se revelaría a la larga un mecanismo muy útil y práctico para derrotar al adversario" (p.19).

La consideración de 1989 abre una especie de flash-back en el que Castro analiza muy correctamente el carácter del sistema electoral español establecido en la Constitución de 1978 y perfilado luego en la LOREG de 1985, al que llama sistema "proporcional corregido" (p. 37). Este sistema, ya se sabe, es muy injusto con los pequeños partidos de ámbito nacional, lo que quiere decir que la fragmentación de la derecha en los primeros años de la democracia fue un verdadero "suicidio" (p. 67) que dio la impresión, sobre todo desde la famosa victoria del PSOE en 1982, de que el país era de "centroizquierda" (p.73).

Me ha interesado especialmente su valoración del referéndum de la OTAN en 1986, aquel que consagró el giro del PSOE y selló el destino de los comunistas que vieron la posibilidad de ocultarse en Izquierda Unida. El resultado de la consulta, se recordará, estuvo muy equilibrado y la única explicación para ello es que en el bando del "no", propugnado por los comunistas, se apuntó mucho voto de centro y derecha (p. 81). A partir de 1986 empieza el declive de los socialistas que se aceleraría con la huelga general de diciembre de 1988 que el autor llama "huelga general política" (p. 93). Ciertamente, en ella se generaron a mi entender los primeros impulsos que luego cristalizarían en el famoso frente "antifelipista" de 1993 a 1996.

En esa situación, Aznar hizo una "travesía del desierto", para lo que disciplinó con rudeza a su partido con ayuda del patibulario número dos (p. 124), esto es, el señor Álvarez-Cascos. Con ese partido unido tras él como una piña y con la ayuda de los medios de comunicación adictos, inició la tarea de demoler al partido del gobierno, gracias a la cadena de escándalos y desastres que se abrió a partir del famoso de Juan Guerra en 1991 y con el auxilio inapreciable de la Izquierda Unida de Anguita en la famosa "pinza" (p. 131). No hace falta que diga que, a mi entender, uno de los grandes méritos del libro de Castro es con qué detalle documenta esta alianza PP-IU en contra del PSOE en aquellos años turbulentos.

Aun así, con o sin pinza, sostiene Castro, las elecciones de 1993 nunca estuvieron perdidas, ni siquiera aunque muchos socialistas resignados quisieran perderlas (p.146). Por cierto, doy fe de que yo también observé esta actitud en bastantes socialistas en 1993 y más en 1996, pero es la primera vez que lo veo escrito. Ahora bien, el resultado inesperado, sí, para la derecha de las elecciones de 1993 puso en marcha la famosa "conspiración" entre comunicadores, políticos, banqueros, delincuentes, etc, con el fin de desalojar a los socialistas del poder como fuera. Una conspiración que niegan los conspiradores principales (no el señor Anson, que la reconoce) y de la que Castro dice: "Por tanto, hay pocas dudas de que la conspiración existió como un elemento de mediatización de la opinión pública y de ingerencia en la pugna electoral entre izquierda y derecha en la España de los años 90" (p. 174). De acuerdo. Tengo a gala haber sido uno de los que antes la puso de relieve.

Del 93 al 96, años de infierno en los que se sucedieron los escandalazos: Guerra, Filesa, Roldán, Mariano Rubio, los GAL, el BOE, etc, etc; aquello parecía el fin del mundo. Encima, el señor Aznar había aprendido y, como perdiera los debates en TV con el señor González, ahora se negó a hacerlos poniendo como pretexto que habrían de hacerse con su amigo el señor Anguita. Era una trampa, pero el PSOE cayó en ella. Aun con todo, invocando lo que llama "la izquierda profunda", dice Castro que los socialistas reaccionaron e hicieron una campaña electoral muy agresiva (p. 193). Es donde más discrepo de Castro. Creo que los socialistas salieron con moral de derrotados y la prueba es que sistemáticamente reservaron espacios para los mítines más pequeños de lo que luego se revelaba que iban a necesitar. Cuando se supo el resultado de un práctico empate técnico, Felipe González dijo que le había faltado una semana más de campaña o un debate en la tele. Lo que le faltó fue confianza en los electores, y no tanto a él como a los militantes de su partido. En todo caso, las elecciones de 1996 fueron el retorno a las "dos Españas" y a Castro le merece un juicio que suscribo por entero: "la victoria de Aznar sólo fue posible sobre la base de un suicidio deliberado y consciente de una parte del electorado de izquierda, que renunció a gobernar y dispersó su voto con las letales consecuencias que ello suponía en un sistema electoral como el español."

A partir de 1996, el objetivo de Aznar fue consolidar la victoria del PP y preparar la mayoría absoluta de 2000 por tres procedimientos: a) capitalizar a su favor la recuperación económica que estaba produciéndose; b) liquidar a Felipe González y hundir al PSOE definitivamente con la serie de actuaciones judiciales producto de los escándalos, para lo que contó con los medios de siempre y la ayuda de IU; c) poner los medios de comunicación públicos y los privados (mediante las privatizaciones) a su servicio (p. 219). En toda esta aventura hizo gala de la "táctica del espejo", vista magistralmente por Castro así: "Lo paradójico de la situación residía en que era el propio Gobierno quien provocaba la "bronca" tildando públicamente de asesinos y ladrones a los socialistas, pero eran estos últimos los que aparecían como culpables de la crispación" (p.251). Suena ¿verdad?

La última etapa del gobierno de la derecha, de 2000 a 2004 está perfectamente retratada en el libro, calificada como "espiral de autodestrucción" (p. 271). Aznar y su partido se creían en el mejor de los mundos y se permitían el lujo de tratar con insolencia a la oposición de Rodríguez Zapatero, incluso cuando tenían que acabar aceptando pactos propuestos por éste que ellos habían empezado por ridiculizar, como el llamado "antiterrorista" (p. 276), de cuya imaginaria ruptura tanto se quejaría después el señor Rajoy que lo había calificado de conejo salido de la chistera.

Una serie de acontecimientos vino a poner de manifiesto que (si se me permite la autocita, pues es de un libro mío de 1998) el gobierno de la derecha era un desgobierno: el chusco episodio del islote Perejil o las "Malvinas españolas" (p. 295), la boda faraónica de la hija de Aznar en El Escorial en 2002 (p. 296), el desastre del Prestige (p. 297), la guerra del Irak, que puso al PP seis puntos por detrás del PSOE en intención de voto (p. 300), el desastre del Yakolev-42 (p. 312) y, por último, el atentado de Atocha (p. 325), con aquel intento surrealista, propio de estúpidos sin remedio, de engañar al mundo entero acerca de su autoría y que, por increíble que parezca, se ha prolongado al día de hoy.

Con todo, coincido con la conclusión de Castro: "...las elecciones sacaron a la luz una mayoría de rechazo al PP, pero ésta ya existía antes del atentado, como habían venido advirtiendo los sondeos. Otra cosa es que hasta bien entrada la campaña esa mayoría no se decantase claramente en torno al PSOE" (p. 328). Esa mayoría de rechazo se han mantenido en 2008 y seguirá manteniéndose y hasta aumentará en 2012 si el PP sigue obstinado en gobernar no para la gente sino contra la gente.

dilluns, 7 d’abril del 2008

Tomando decisiones.

Esto de la derecha tiene pinta de ser un culebrón, algo para titular El poder y el infierno, la lucha por el liderazgo en el PP. Parece que hoy habla doña Esperanza Aguirre en algún club o círculo. Casi despierta más interés esta intervención que el discurso de investidura del señor Rodríguez Zapatero previsto para el martes. Como se supone que no va a sacarla en primera vuelta porque no tiene mayoría absoluta, la noticia pasa a la siguiente votación y ahí sí, ya se esperan resultados. Pero eso será ya el viernes, setenta y dos horas más tarde, con lo cual lo que interesa es lo que venga a decir hoy la señora Aguirre. Esas proclamas ultraliberales que aparecen en algunos medios quizá preanuncien el bombazo, esto es, que la señora Aguirre tiene intención de presentar su candidatura en el congreso de junio de su partido o quizá sean eso, un brindis al sol. Es difícil saber lo que hará la dama, quizá no se postula y, al revés, apoya la candidatura del señor Rajoy con el mismo fervor con que lo hace el señor Ruiz Gallardón y también puede ser que no diga nada y deje a cada cual haciendo cábalas, que se harán muchas.

Cada cual tiene su estilo de sortear crisis. Este, un poco sinuoso, tiene pinta de ser el del señor Rajoy quien normalmente parece confiar en el tiempo como el gran componedor de problemas. El tiempo y la calculada ambigüedad de no explicitar si se sube o baja la escalera. La señora Aguirre, en cambio, es más directa, pero eso no le garantiza salirse con la suya. Lo que sí puede hacer es poner en un brete al actual Presidente de los populares, forzándolo a una declaración programática antes de su consagración como líder que deje en claro cuál de las dos posibles opciones del PP se seguirá, si la moderada y centrista de Gallardón que aún espera que le den una oportunidad, o la bronca y radical que prevaleció en la legislatura pasada y es la que quieren imponer los medios que apoyan a doña Esperanza Aguirre, Cope y El Mundo. Con el amor por la ambigüedad y la indeterminación que tiene el señor Rajoy esta exigencia puede ser letal.

En todo caso, estos debates y fintas en los partidos son perfectamente normales. En definitiva, lo que cuenta es quién organiza el Congreso y a quién apoya porque ese será quien salga vencedor. El otro tendrá premio de consolación. Entre tanto podrá suceder algo de lo que todos nos beneficiaremos, incluso quienes no votan al PP, esto es, un debate público sobre las distintas (cuando menos, dos) opciones de la derecha, la moderada y la ultramontana. Un debate en el que esta última no está nada interesada pues quiere imponer la idea de que no hay más política posible para la derecha que la que ella representa ya que cualquier otra supone el entreguismo a los socialistas. Estos ultramontanos recuerdan mucho a los leninistas que no aceptaban que los socialistas fueran una posible izquierda con la que aliarse y los llamaban "socialfascistas", muy en el espíritu de la brillante teoría de las "dos orillas" del señor Anguita. Y ¿no han de recordar estos radicales al leninismo si comulgaron con él en el pasado?

Se fue Moisés.

Llevaba mucho tiempo muy cascado. En las imágenes de la peli de Michael Moore, Bowling for Columbine, de 2002, se le veía doblado porque tenía algún problema de cadera. Si salía en la peli de Moore era por ser presidente de la National Rifle Association, el lobby de las armas de fuego en los EEUU. Ya se sabe, el lado bronco de Charlton Heston, lo que no gusta en los círculos ilustrados, lo de pregonar el libre uso de las armas de fuego en la sociedad. Y eso que el hombre había cambiado su opinión política, pues de joven era de izquierda. Pero luego, como sucede con frecuencia, se pasó a la derecha.

Por lo demás, todo el mundo lo adora. Parece que se le haya pegado algo de la grandeza de los personajes que interpretó en vida: Moisés, Miguel Ángel, El Cid, Ben Hur, San Juan Bautista o Marco Antonio. Él mismo decía de sí que, después de haber interpretado a dos profetas, dos guerreros y un genio, no era de extrañar que tuviera problemas con su ego.

Nunca me gustó mucho. Siempre me pareció una especie de John Wayne de segunda. A Heston solían emparejarlo con mujeres bellísimas, como Sofía Loren o Ava Gardner mientras que a Wayne lo emparejaban con otras que parecían su madre, como Maureen O'Hara. Y es que las mujeres se enamoraban del Duque por lo bruto pero buena persona que era, mientras que Heston las conquistaba a fuerza de guapo como el que no quería la cosa.

De todas formas, desde luego, qué papeles interpretó. El Moisés de Los Diez Mandamientos aguanta las tres horas y media de la película. Cecil B. de Mille había rodado una versión en 1923, pero sólo se contaba la mitad de la vida de Mosés y luego se hablaba de los mandamientos. Yul Brinner era el faraón Ramsés, que lo bordaba.

Hay que ver la de cosas que se añaden a la historia del Cid y Heston está siempre magnífico, aunque queda claro como mensaje subliminal que sólo conoce a la hermosa doña Jimena una noche. Los héroes han de ser castos y leales a su Señor. La esencia del código medieval.

En Ben-Hur se superó a sí mismo y nadie que haya visto la carrera de cuadrigas con su amigo/enemigo Messala (Stephen Boyd) negará que se trata de uno de los grandes momentos del cine. Al margen queda el elemento sacro, que tanto abundó en la obra de Heston. A él lo que le iba era la bronca. En el discurso que soltó al despedirse de la presidencia de la NRA, levantando un rifle sobre su cabeza dijo: "¡Si el señor Clinton pretende quitarme la segunda enmienda de la Constitución tendrá que hacerlo de mis manos muertas y frías!"

No estaba mal en el papel del policía bueno en Sed de mal pero interpretando Orson Welles al policía malo, el bueno no parecía bueno, sino tonto.

(Las imágenes están en Wikipedia y se emplean de acuerdo con los términos de Wikipedia:Non-free content).

diumenge, 6 d’abril del 2008

Su más sincero desprecio.

En una ceremonia celebrada ayer en la sede del parlamento vasco en memoria de Gregorio Ordóñez, político del PP asesinado por ETA, su viuda, Ana Iribar, pidió a la presidenta de la cámara, señora Izaskun Bilbao, que traslade al lehendakari Ibarretxe su "más sincero desprecio por su deslealtad, hipocresía y por la cobardía con la que actúa en contra de la memoria de Gregorio Ordóñez." Sí señora doña Ana, muy bien dicho, con serenidad y contundencia. Porque un sujeto que prometió que no convocaría consulta alguna mientras no hubiera cesado la violencia y que ahora se desdice afirmando que convocará su referéndum aunque la violencia no haya cesado con la muy especiosa razón de que no va a permitir "que ETA le marque la agenda" es un desleal, un hipócrita y un cobarde.

Un desleal porque falta a su compromiso de proteger la vida y haciendas de los ciudadanos del País Vasco a los que gobierna, amenazados de violencia por una organización de asesinos idiotas morales.

Un hipócrita porque se vale para ello de un razonamiento falso pretendiendo engañar sobre sus intenciones. Sabiendo, como sabemos todos, que nada complacerá más a ETA que la convocatoria de ese referéndum en cuyo curso ella podrá amenazar y amedrentar a los votantes, sostiene que lo convoca para contrariar a ETA.

Un cobarde porque, en definitiva, se pliega a lo que ETA quiere.

Así que tiene Vd. razón, señora Iribar.

Efectivamente, señora Bilbao, traslade Vd. al señor Ibarretxe el "más sincero desprecio" de la señora Iribar y el mío; y, de paso, hágalo extensivo al otro personaje que aparece en la foto y comulga por entero con la hipocresía del señor Ibarretxe, ampliándola a extremos repugnantes, esto es, al señor Egibar.


(La imagen es una foto deChesi, bajo licencia de Creative Commons).


El País de hoy trae una entrevista con Jesús Eguiguren, principal negociador socialista con los terroristas de ETA y otros idiotas morales. Está bien y es interesante, pero no dice nada que no supiéramos ya: que la ruptura de aquella tregua y aquel proceso ha sido la mayor prueba de ineptitud de que ha dado muestras la banda, su más histórica metedura de pata. Porque ahora nadie en España va a negociar si no abandona las armas previamente y de forma fehaciente.

La lucha por la jefatura.

Tengo la impresión de que lo quieren más fuera que dentro de su partido. Muchos cargos de éste, según dice el eurodiputado del PP, señor Herrero, reniegan en privado de la decisión del señor Rajoy de postularse para candidato de los conservadores a la presidencia del Gobierno en las siguientes elecciones generales de 2012; decisión que, sin embargo, aplauden en público, temerosos de que pueda achacárseles falta de lealtad o disciplina. De la miriada de periodistas, columnistas, tertulianos y opinantes a favor de ese partido, aproximadamente la mitad lleva quince días diciéndole que se vaya, que no vale, que es un derrotado, un good for nothing, un segundón sin lustre, y pidiendo que alguien constituya una candidatura alternativa a la suya en el próximo congreso de junio.

Circulan los rumores por la capital que es un primor. Unos dicen saber de buena tinta hacia dónde se encamina el señor Rajoy, otros que no se encamina a parte alguna porque no es capaz de tomar decisiones, los de acá esperan que el señor Aznar haga algún gesto que desvele su parecer, y los de allá tienen hilo directo con la señora Aguirre y les consta que se avecinan cosas dignas de verse. Se dice que los diputados cesantes en sus cargos miran con irritación el evitable ascenso de Soraya Ui y que se están afilando las dagas. En fin, que el partido anda azacaneado. Nada extraño en uno que ha perdido las elecciones. Peor están en ERC o en IU.

Hasta el contenido de un almuerzo privado que tuvieron hace unos días la señora Aguirre y el señor Rajoy ha trascendido y es noticia. El contenido no culinario, se entiende. Lo que es sorprendente y quiere decir que uno de los dos lo ha contado por ahí. Probablemente la dama porque le favorece. Según la rumorología, el señor Rajoy la invitó para sonsacarle si pensaba presentarse a lo que la señora respondió ladinamente que no pero que, si hacía algo, él sería el primero en enterarse, que es como decir "no me voy a presentar pero sí me voy a presentar". Lo único que necesita es contar cuántos apoyos tiene y encontrar una excusa. Lo primero es delicado; lo segundo, muy simple.

El señor Rajoy no sale de su asombro al toparse con el rumor de que va a nombrar secretario general del partido al señor Ruiz Gallardón. Dice que es sorprendente. Es posible, pero no descabellado por entero. Este blog ya se hacía eco ayer de esa posibilidad. Probablemente hay algún lanzado entre sus admiradores que piensa que el señor Rajoy debe amenazar con incluir al señor Gallardón en las listas para el caso de que la doña se postule como candidatura independiente en el Congreso. Lo que sucede es que, si la señora Aguirre decide presentarse, ¿qué más le da que un adversario suyo figure en la lista de otro adversario suyo? Al contrario, hasta puede interesarle porque, de vencer, corta dos cabezas de un tajo. Las amenazas, para ser efectivas, tienen que anunciar algún mal real. De lo contrario, son pavadas.

Y el señor Rajoy, que se espere lo peor; lo peor desde su partido. Así es la vida.

(La imagen es una foto de Josemaría, bajo licencia de Creative Commons).

dissabte, 5 d’abril del 2008

Aquella repugnante dictadura argentina.

Si no recuerdo mal, cuando los griegos triunfantes sobre Troya deciden el destino de los habitantes de la ciudad que aún están vivos y alguien intercede en favor del hijo de Héctor, Astianax, para que se le conserve la vida, dado que es un bebé, el taimado Ulises interviene para decir que, si lo dejan vivir, crecerá y llegará un día en que quiera vengarse de quienes destruyeron Troya y mataron a su padre. Lo mejor, dice, es matarlo. Y así mata Neoptolemo a Astianax, estrellándolo contra los muros de Troya.

Los miembros de la odiosa dictadura que ensangrentó La Argentina entre 1976 y 1983 tenían una opinión parecida a la de Ulises respecto a los niños pequeños y bebés de las gentes a las que secuestraron, torturaron y asesinaron. Incluso los niños de las mujeres que los dieron a luz en los centros de tortura y desaparición: la condición de subversivo era hereditaria. Pero, al mismo tiempo, aquellos criminales de uniforme eran fervorosos católicos, podían torturar de la forma más salvaje a sus semejantes, pero jamás asesinarían a un niño inocente. Nunca. Se limitaban a impedir que el día de mañana el inocente niño pudiera ser un subversivo. Para ello los abandonaban en inclusas, los vendían o se los entregaban a parejas de partidarios de la junta militar y ciudadanos ejemplares. Se calcula que unos quinientos niños siguieron tan espantosos destinos, aunque la cantidad exacta no podrá saberse nunca.

De tales destinos, el más extraño, más terrible, el que más da que pensar es el de los niños entregados a "padres adoptivos" luego de que sus padres biológicos hubieran sido asesinados. Es el caso de esta mujer, María Eugenia Sampallo Barragán, que ha demandado penalmente a sus padres adoptivos, Osvaldo Rivas y María Gómez Pinto, quienes la recibieron en 1978, y ha conseguido que los condenen en Buenos Aires a ocho y siete años de cárcel respectivamente. Maria Eugenia ha hecho muy requetebién, sin duda alguna, pero ¡qué terrible situación! Probablemente para muchos de aquellos niños conseguir una condena penal para sus padres adoptivos que ellos considerarán naturales, y con los que se habrán encariñado, será muy dificil. No sé si lo habrá sido para María Eugenia pero supongo que sí. Y por ello tiene tanto más mérito. Hay que hacer lo que ella ha hecho, consiguiendo así la primera sentencia en un caso de este tipo. No se trata de vengarse sino de hacer justicia a los asesinados hace treinta y cinco años, de restablecer su memoria, devolverles su dignidad, su identidad, su(s) hijo(s). Es mucho.

Otra cosa es que uno piense cómo quedan hoy esos padres que, seguramente, habrán acabado haciéndose la idea de que los hijos que robaron, que secuestraron, eran en realidad suyos. Pero no lo eran y deben pagar por el mal que hicieron y han seguido haciendo, aunque fuera un "bien", aunque hayan educado a esos niños que robaron mejor que lo hubieran hecho sus padres biológicos.

Como se ve nunca habrá suficientes palabras para condenar a aquellos militares desalmados. Fueron crueles, sanguinarios, causaron un gran sufrimiento en su día y, como dice la Biblia continuaron visitando los pecados de los padres en los hijos, esto es, han conseguido prolongar el sufrimiento hasta el día de hoy aprovechando los sentimientos naturales de la gente.


(La imagen es una foto de Nico R., bajo licencia de Creative Commons)

Black Gold.

Casi todos solemos consumir café; algunos somos muy cafeteros y lo tomamos mañana, tarde y noche. Con el café pueden hacerse muchísimas combinaciones: capuccino, expresso, machiatto, americano, cortado, renversé, à la crème, solo, turco, etc, etc. Hay concursos internacionales para preparar unas u otras formas de café. Es un poducto universal. Pero raramente nos preguntamos de dónde viene el café que tomamos, quién y cómo lo cultiva, qué sucede en los cafetales, cómo viven los cafetaleros, qué pasa con el café en el proceso de su comercialización.

Esta peli, Oro negro en español, en realidad un documental dirigido por Nick and Marc Francis, busca las respuestas a esas y otras preguntas. Y lo hace de una forma muy convincente, con mucho ritmo, con una sucesión de imágenes bellísimas y muy variadas, buscando en todos los ambientes, siguiendo el rastro de los granos desde los cafetales del sur de Etiopia hasta las tazas humeantes en los Starbucks, en las cafeterías de Europa, en todas partes.

La idea fundamental de la peli es que el café es, después del petróleo, el producto más consumido en el mundo, el más comercializado, el que mueve inmensas sumas de dinero. Cuatro o cinco grandes multinacionales controlan el negocio: Nestlé, Starbucks, Kraft y alguna otra. La cuestión es que mientras una taza de café en Nueva York puede costar dos dólares o entre uno y dos euros en las cafeterías de Europa, a los cafetaleros se les pagan unos veinte centavos de dólar el kilo de grano, del que pueden salir quizá ochenta o cien tazas. ¿Qué sucede? Que desde el sur de Etiopia, en donde los campesinos apenas pueden sobrevivir con el cultivo del café e incluso pasan hambre, hasta que el consumidor occidental puede mojar su bollo en la taza, mucha gente, los intermediarios, se han enriquecido: los asentistas, transportistas, tostadores, mayoristas, comercializadores, etc, realmente un montón de gente.

Lo que el film pone de manifiesto es la injusticia de que un producto del que tanta gente vive tan bien, no saque de la miseria a quienes lo cultivan en origen. Los precios del café se fijan en la bolsas de Nueva York y Londres y los cafetaleros tienen que resignarse a cobrar lo que se les quiere pagar que, como el precio ha venido bajando en los últimos treinta años, cada vez es menos; una miseria.

La peli ha tomado como escenario el sur de Etiopia porque de ahí viene el mejor café del mundo y porque es el territorio en el que ejerce su actividad Tadesse Meskela, que trata de conseguir un precio aceptable para el café que cultivan los campesino etíopes a los que organiza en cooperativas y para lo que viaja de continuo, tratando de obtener las mejores condiciones del mercado y suprimiendo intermediarios. A lo largo del documental seguimos a Meskela en sus frecuentes desplazamientos y podemos ver qué enorme diferencia de fuerzas hay entre las grandes empresas y las multinacionales (todas rechazaron la idea de dejarse entrevistar para el film) y los campesinos del café.

En realidad, reflexiona Meskela, es lo que pasa con todos los productos agrícolas del Tercer Mundo: mientras los países ricos sigan subvencionando a sus agricultores (que es lo que hacemos todos, por cierto), los productos del Tercer Mundo no podrán competir. Resulta bastante hipócrita que hablemos de ayuda oficial al desarrollo cuando la verdadera ayuda consistiría en permitir que la agricultura del Tercer Mundo pudiera competir con la del Primero, cosa que no permitimos. A su vez, las reuniones periódicas de la Organización Mundial del Comercio sólo pueden escenificar esta asimetría, pues las delegaciones de los países del tercer Mundo no suelen tener posibilidades reales de negociación.

La película es muy buena, está muy bien rodada, las imágenes son extraordinarias... y a uno se le quitan las ganas de tomar café...

divendres, 4 d’abril del 2008

Esto se pone interesante.

Desde que perdió las elecciones el nueve de marzo algo se está moviendo en el PP. Bueno, mucho; se está moviendo mucho. Me da que para bien del partido y, espero no equivocarme, de la sociedad española. Ya era hora. Las últimas decisiones del señor Rajoy, que parecen bien meditadas, apuntan en una dirección francamente saludable para la implantación de los modales pacíficos y razonables en un sistema democrático. Son las tales decisiones o amago de decisiones: el nombramiento de doña Soraya Sáenz de Santamaría como portavoz del grupo parlamentario, la decisión de que el Congreso del PP se celebre en Valencia y lo organice el presidente de Murcia, las declaraciones del señor Rajoy a raíz de la conferencia del dicho presidente de Murcia, la presunta intención -que espero se confirme- del señor Rajoy de nombrar Secretario General del PP al señor Gallardón en substitución del insufrible señor Acebes, el almuerzo que ha compartido el presidente del PP con la presidenta de la Comunidad de Madrid espero que para explicarle cuál es su sitio, aunque dudo que la ambiciosa dama lo entienda.

Estos movimientos apuntan en la misma dirección, en la de consolidar el poder del señor Rajoy dentro de su partido, independizarlo de la guardia pretoriana aznarina del binomio Acebes/Zaplana, hacer sitio a los suyos, dar cancha a nuevas personas y proyectos y, sobre todo, recuperar la autonomía frente a los demagogos mediáticos, señores Jiménez y Ramírez, que llevan cuatro años hipotecando la acción del partido de consuno con los citados Acebes/Zaplana, fabricando fábulas alucinantes, insultando a diestro y siniestro e impidiendo que haya un clima mínimo de diálogo y entendimiento muy en detrimento de los intereses generales y, lo que es más grave como el señor Rajoy ha podido comprobar sobre sus costillas, también de los de su partido. Porque, como muy bien dice el señor Federico Quevedo en El Confidencial de ayer, quienes han aplicado esa estrategia de las mentiras del 11-M, la demagogia, el insulto, etc, son en buena parte culpables del resultado electoral del 9 de marzo. Vamos, que son los culpables de que el PP haya perdido las elecciones. Ya es hora de que se enteren y le pongan remedio.

Sin olvidar, desde luego, que quien más decididamente aplicó esa estrategia en la pasada legislatura, quien más insultó, abroncó, agredió dialécticamente e hizo irrespirable el clima parlamentario y político en general fue el mismo señor Rajoy. Ahora que ha comprobado que al PSOE no se le gana insultando, parece dispuesto a cambiar. Como digo, decisión muy de aplaudir y que ha de empezar por aplicarse él mismo: ni un "bobo solemne" más, ni un "incompetente", "traidor a las víctimas", ni un desplante más. El señor Zapatero, el Gobierno de España, la bancada socialista en el Congreso merecen un respeto que no está reñido con una oposición contundente y si gente como el señor Pujalte no lo entiende, que le pongan un bozal.

Lo más importante de estos movimientos del señor Rajoy es la clara decisión de recuperar la autonomía partidista frente a los demagogos de la COPE y El Mundo, algo que, por cierto, está sacándolos de quicio. Sin ir más lejos, mientras el señor Jiménez insultaba a mansalva a la señora Sáez de Santamaría, el señor Ramírez peroraba por la COPE sobre ¡la democracia interna del PP! Como si eso le hubiese importado algo cuando el señor Aznar nombró a dedo al señor Rajoy.

Y todo, claro es, porque, además del señor Rajoy, otros se mueven en el principal partido de la oposición, esto es, sus enemigos, empezando por la señora Aguirre y siguiendo por sus peones mediáticos. Unos cuantos de estos pusieron en marcha una página web pidiendo descarademte que el señor Rajoy deje paso a la dama, página que ya no está accesible supongo que a raíz de que el señor Rajoy dijera a la señora Aguirre que sus chicos la quitaran. Está claro: no dan directamente la cara, pero andan por ahí creando páginas web, escribiendo columnas en sus periódicos, largando por sus radios que sería bueno que el señor Rajoy asumiera su responsabilidad y se largara, dejando el camino libre a la señor Aguirre. Pero no osan plantearlo directamente en el seno del partido. No osan porque es muy posible que pierdan y tienen que dejarse un terreno libre para poder decir después que siempre apoyaron al señor Rajoy. El mismo señor Anson, que lleva días pidiendo en su periódico El Imparcial que Rajoy se marche quiere conservar una línea de repliegue para cuando tenga que celebrar con idéntica sincera convicción el acierto del señor Rajoy de quedarse

La frase decisiva, la que demuestra que el señor Rajoy ha entendido el mensaje y está dispuesto a aplicarlo es la de "El ruido inmediato, en muchas ocasiones superficial, impide escuchar el sonido limpio y claro que nos llega de fuera". Veloz no es el mancebo pues ha tardado cuatro años en enterarse de lo que sabe cualquiera que viaje por España y escuche un poco a sus gentes, esto es, que la idea de que la agria (y generalmente estúpida) bronca madrileña sólo interesa a los madrileños, pero carece de gancho en el resto de España. Es el orgullo desmesurado de estos demagogos mediáticos, su infinita vanidad los que les hacen pensar que sus diatribas constantes tienen algún eco allende la Villa y Corte. Lleva razón el señor Quevedo, precisamente porque el PP actuó de conformidad con este espejismo de la "bronca paga", perdió las elecciones. No la tiene, sin embargo, en culpar exclusivamente a los demagogos de los medios (y que, por cierto, no se limitan a los mencionados; basta echar una ojeada a algún programita del señor Sáez de Buruaga en Telemadrid para hartarse a ver manipulación y escuchar barbaridades) porque a la derrota coadyuvaron decididamente los señores Acebes, Zaplana así como el propio Rajoy, aterrorizado de que el demagogo lo llamara "maricomplejines"... con la inestimable ayuda de los señores Alcaraz y Rouco Varela que, por cierto, andan un poco desaparecidos.

El ruido madrileño aturde a los madrileños, pero no a quienes viven en las provincias, regiones o naciones, donde tiene el efecto contrario. Verlo así, es el primer y acertado paso para ganar las elecciones de 2012. El segundo y muy decisivo, por supuesto, poner de Secretario General al señor Ruiz Gallardón quien hará muy requetebién en seguir con su querella por injurias contra el señor Jiménez. Hay que separar a la gente civilizada de los injuriadores.

Contra las corridas de toros

Contra las corridas de toros.

Este blog, se ha dicho ya varias veces, es contrario a las corridas de toros, también llamadas "fiesta nacional". La última vez que se tocó el asunto fue el pasado dos de agosto de 2007 con un post titulado Contra los toros que suscitó alguna polémica entre enemigos y partidarios de la fiesta taurina. Es claro que ésta no deja indiferente a casi nadie.

En mi caso parto del principio, nada original por lo demás, de que no me parece de recibo divertirse viendo sufrir a un ser vivo, torturándolo, disfrutando con su terrible agonía. Todo lo demás se me hace secundario: que si los toros son una tradición en España, un folklore, fuente de inspiración para las tauromaquías de genios como Goya, Picasso o Barceló, etc, etc. No tengo nada en contra de todo esto y hasta lo apoyo... siempre que sea sin maltratar a un animal, sin hacerle ni un rasguño.

Hay quien dice también, en el colmo del dislate, que las fiestas sirven para conservar los toros bravos pues, de no ser por ellas, ya habrían desaparecido ya que su cría no sería rentable. Bueno, ¿y qué? También han desaparecido los dinosaurios y no es cosa que parezca atribular a nadie.

En algún sitio tengo leído que las fiestas de toros provienen de los elegantes ejercicios de las bailarinas cretenses en tiempos de la civilización minoica. Si tal fuera el espectáculo, hasta acudiría a verlo. Pero no se trata de eso, no. Se trata de hacer sufrir a un animal, enloquecerlo de dolor; se trata de que el espectáculo sea Sangre y arena. Y, siendo así las cosas, espero que de un modo u otro, se acabe prohibiendo para siempre esta crueldad, este crimen convertido en espectáculo de masas que, a mi modo de ver, las degrada a niveles inferiores al bruto que se complacen en ver morir.

Dejo aquí esta presentación en pwp que documenta la barbarie que hay detrás de la fiestecita de las narices que los dioses confundan.


Gracias, Julio


Y, como siempre, por si hay problemas, ésta en la dirección URL a la que se puede acudir para ver la presentación en Google docs, contra las corridas de toros.

(La imagen es una reproducción de una cartel taurino de José Mongrell Torrent de las fiestas de 1904 en Bilbao.)

dijous, 3 d’abril del 2008

Matices de la idiocia moral.

Que ETA es una organización de idiotas morales lo saben aquí hasta los niños. Idiotas en todos los sentidos del término, el médico, el lingüístico y el ordinario del diccionario. Porque sólo unos idiotas, unos deficientes morales, pueden arrogarse el derecho a asesinar a quienes no coincidan con sus puntos de vista. La motivación última es aquí indiferente. Que los idiotas lo sean por amor a la patria, como estos; a la raza, como Hitler; o al dinero, como Al Capone, no resta un adarme al diagnóstico: todos ellos idiotas morales y delincuentes, por supuesto; entre otras cosas porque esas tres de la patria, la raza y el dinero suelen andar mezcladas.

Pero no son los únicos pues la idiocia moral está más extendida de lo que parece, aunque con matices. Por ejemplo, los miembros de la organización ANV o de cualquier otra de la llamada "izquierda abertzale" que no tienen inconveniente en aceptar que los idiotas morales armados asesinen a sus compañeros de corporación (y hasta es posible que sean ellos quienes hayan señalado al asesinable en cada momento) demuestra que son igual de idiotas y deficientes morales que los asesinos. Si acaso con el matiz de ser más cobardes, pues dejan que los otros asesinen por ellos, en su nombre, en pro de los mismos objetivos. Se limitan a lamentar que tales cosas puedan pasar (y que, naturalmente, no pasarían si los asesinados y asesinables pensaran y actuaran como mandan los asesinos) pero no a condenarlas porque tienen una verdadera comunión de idiotas morales

Y tampoco es este el fin del relato, pues quedan los que, además de lamentar que haya asesinatos, los condenan como personas de bien, pero no hacen nada por acabar con la productiva complicidad entre los dos tipos anteriores de idiotas morales. Son los idiotas morales del PNV; no todos los miembros de este centenario partido, pero sí algunos de sus dirigentes más destacados. Son los que suscriben el discurso ladino e hipócrita del Lehendakari según el cual no van a permitir que "ETA les dicte la agenda", les diga lo que pueden o no pueden hacer. Con ese acto de valentía se sienten autorizados a convocar un referéndum en unas condiciones de déficit democrático absoluto en el País Vasco, con la banda de asesinos amedrentando a los votantes o a no colaborar en las mociones de censura para expulsar de las instituciones democráticas a los idiotas morales que consideran admisible que ETA asesine a sus adversarios políticos.

Ahora parece que en el PNV algunos se han dado cuenta del abismo de hipocresía e idiocia moral en que han caído de la mano del señor Egibar y, tomando por las hojas la última idiotez de ETA en forma de comunicado, se proponen restablecer un poco de dignidad al trato humano ordinario, limpiando a las instituciones vascas de idiotas morales. Bravo, que lo hagan y, de paso, que miren en su propia casa, en donde tienen algunos.

(Las imágenes son reproducciones del libro de grabados de Iacopo Callot, titulado Varie figure gobbi, impreso en Florencia, en 1616 y que se encuentran en Ciudad de la pintura).

Palinuro en las elecciones italianas.

De milagro que no se han ido al garete las elecciones en Italia que han de celebrarse el 13/14 de abril. De milagro. El Consejo de Estado falló ayer que había que readmitir a la Democrazia Cristiana de Giuseppe Pizza, excluida antes por llevar un símbolo muy parecido al de la Unione de la Democrazia Cristiana (UDC) otro partido democristiano. El ministro del Interior, Giuliano Amato, ya hablaba de aplazar los comicios pues el pequeño partido demócrata cristiano exigía que se cumpliera la decisión del Consejo de Estado y que se le diera igual tiempo que a los demás. Por fin el Gobierno, de acuerdo con la oposición (pues ni Berlusconi ni Veltroni están a favor de aplazar nada) decidió recurrir la decisión del Consejo en un tribunal de apelación, con lo que el problema queda aparcado y la vía a las elecciones expedita.

Unas elecciones que ha sido preciso convocar cuando en enero cayó el Gobierno de centro izquierda de Romano Prodi, tras dos años de mandato. Y que se celebrarán con la disparatada ley electoral que se aprobó en diciembre de 2005 bajo el dominio de Berlusconi y cuyos resultados, por lo general, hacen ingobernable un país que lleva ya sesenta y un gobiernos desde el fin de la Segunda Guerra, con una duración media de un año y tres meses por gobierno.

En esta ocasión, para tratar de contrarrestar lo efectos perversos del sistema electoral y configurar opciones sólidas de gobierno, tanto la izquierda (Partido Democrático), con Walter Veltroni, como la derecha (Pueblo de la Libertad), con Silvio Berlusconi, vienen formando alianzas de muy pocos partidos. El Partido Democrático está compuesto por los Demócratas de izquierda de Piero Fassino y Democracia es libertad - La Margarita, de Francesco Rutelli y cuentan con los radicales de Emma Bonino y la Italia de los Valores, del juez Antonio di Pietro, lo que para las costumbres italianas son pocas piezas. Il Popolo della Libertà, que es el nombre provisional que se ha dado la derecha, más escueto, comprende tan solo a Forza Italia, de Silvio Berlusconi y la Alianza Nacional de Gianfranco Fini; quedan fuera la UDC y la Lega Nord.

Las elecciones se juegan pues en la confontación izquierda/derecha y ello es tan claro que varias fuerzas políticas, como la UDC, algún grupo escindido de ella, los populares de UDEUR, de Clemente Mastella, etc, acarician la idea de poner en pie una opción de centro que tenga la fuerza suficiente para ser bisagra entre la izquierda y la derecha lo que, como sucedía antaño con el FDP alemán, le posibilitaría frecuentes poltronas ministeriales.

No sé si hay posibilidad de centro; pero sí sé que aun con todas las irregularidades del proceso, las peculiaridades italianas y el cansancio de tanta gente ante una situación política muchas veces absurda, ésta es una confrontación entre izquierda y derecha en la que los italianos se juegan mucho. Como no voy a perder el tiempo discutiendo con los listos de "todos son iguales", "Veltroni y Berlusconi son lo mismo" y otras majaderías le he dicho a Palinuro que haga el test del Politómetro que publica La Repubblica bajo el título POLITOMETRO: Voi da che parte state? en el que hay que responder a preguntas muy concretas que permiten distinguir a la perfección a la izquierda de la derecha, con el resultado que puede verse aquí abajo.


Quien diga que las dos opciones italianas son lo mismo, que responda al cuestionario pinchando en el enlace de más arriba, a ver en dónde cae él. A lo mejor se lleva una sorpresa.

(La primera imagen es una foto de Axell, en la que se ve un cartel de Forza Italia, de Silvio Berlusconi, en el que alguien ha escrito que te den por c..., bajo licencia de Creative Commons).

dimecres, 2 d’abril del 2008

La OTAN y Europa.

La cumbre mayor de la OTAN en toda su historia se inaugura hoy muy apropiadamente en el mayor edificio del mundo después del Pentágono, el Palacio Parlamentario que mandó construir el megalómano Nicolae Ceaucescu, dictador perpetuo de la Rumania comunista, que no llegó a inaugurarlo pues antes fue depuesto y ejecutado. La reunión será también recordada porque a ella acuden por última vez como presidentes de sus dos países el señor Bush que, gracias a los dioses, termina su mandato, y el señor Putin, quien pasa a convertirse en primer ministro de Rusia.

Los asuntos que van a tratarse levantan algunas ronchas diplomáticas y no está nada claro el resultado final. El señor Bush llega decidido a impulsar el ingreso de Ucrania y Georgia, aplicando en ambos casos el procedimiento MAP, siglas en inglés para "Plan de Acción para la Membresía". (Si alguien se enfada conmigo por la palabra, que mire en el DRAE). Rusia quiere evitarlo y viene amenazando con consecuencias desagradables para todo el mundo si ambos países ingresan en la OTAN. Los europeos, para variar, estamos divididos: los países miembros de Europa del Este apoyan el ingreso de las dos ex-repúblicas de la Unión Soviética. Algunos de Europa Occidental se oponen, pero no necesariamente los mismos, a los dos países. Por ejemplo, España se opone al ingreso de Ucrania, pero no al de Georgia. Francia y Alemania se oponen al de los dos.

Como quiera que las decisiones en la OTAN se toman por consenso si algún país dice que "no", la operación fracasará. Pero ¿por qué habría que decir que no? Según Francia y Alemania que son sensibles a la irritación rusa, ambos países todavía son políticamente inestables y Georgia, además, tiene el problema del separatismo de Abjazia y Osetia del Sur. No se atreven a decir que no son Estados de derecho porque los dos son miembros del Consejo de Europa. El de la inestabilidad, a mi entender, además, es un criterio para propiciar el acceso. Quienes fuimos partidarios del ingreso de España en la OTAN en 1986 lo hicimos precisamente para contrarrestar el peligro militar en España y consolidar la democracia. Hace ya veintidós años de eso y el balance es muy positivo. Los militares españoles se han civilizado políticamente y el país no se ha visto arrastrado a ninguna aventura en contra de su voluntad. La única en que así se ha visto, la del Irak, se hizo al margen de la OTAN. Así, ¿por qué no dar el ingreso a Ucrania y Georgia?

Decir "no" implica reconocer a los rusos un derecho de veto sobre las decisiones de la OTAN que no es razonable. Otra cosa es tener en cuenta la opinión de los pueblos de ambos países. Eso sí me parece un argumento de peso. Pues bien, aproximadamente el setenta por ciento de la población de Ucrania está en contra del ingreso en la OTAN, mientras que el ochenta por ciento de la de Georgia está a favor. Para mí eso es determinante: yo rechazaría el ingreso de Ucrania, aunque el señor Bush se pille un cabreo, y aprobaría el de Georgia, aunque se lo pille el señor Putin.

Y no acaban ahí los problemas. La cumbre también estudiará los posibles ingresos de Croacia, Macedonia y Albania. Croacia no parece plantear problemas, pues goza de general aceptación, mientras que las candidaturas de Macedonia y Albania traen posibles desacuerdos. En el caso de Albania resurge el problema de Kosovo y no está claro que sea prudente el ingreso albanés en tanto la situación kosovar no esté definitivamente resuelta si bien, siendo realistas, esto equivale a aplazar la decisión ad calendas graecas ya que "definitivo" en los Balcanes no parece haber nada. Más espinoso resulta el caso de Macedonia, a la que Grecia se niega a reconocer con ese nombre y para la que ha habido que encontrar el muy alambicado de "República de Macedonia (Skopje)" sin que ello haya significado que los griegos acepten su ingreso en la OTAN, dado el efecto centrífugo que puede tener en su provincia de igual nombre. Y el asunto no es baladí; Grecia puede vetar y es fácil que lo haga pues si no lo hace, el gobierno puede caer.

A la vista de los problemas que han de tratarse en esta cumbre, resulta revelador que para ciertos medios de la oposición lo único interesante sea si los señores Bush y Rodríguez Zapatero celebran o no una entrevista. Creen que con ello deslegitiman al gobierno de España, sin parar mientes en que apoyar los desplantes del señor Bush al presidente del Gobierno español no solamente no es patriótico (cosa que se me da una higa) sino que revela una actitud de lacayo tiralevitas (por no decir algo peor) del amo del imperio, al estilo del señor Aznar, que la gente advierte de inmediato. Por eso pierden las elecciones.

(La imagen procede de La documentation française).

¿Se calmarán las aguas?

Según general opinión, los últimos nombramientos de los dos grandes partidos contribuirán a pacificar la vida política española. Ojalá. Ojalá vaya España pareciéndose algo más a las otras democracias europeas, en las que es posible una confrontación gobierno-oposición sin bronca.

Ojalá haya calado en la dirección del PP la idea de que es posible oponerse al Gobierno sin estar de trifulca permanente. El nombramiento de la señora Sáenz de Santamaría apunta en esa dirección, según quienes la conocen. Desde luego, por muy agresiva que sea, jamás podrá ser peor que el insoportable señor Zaplana. Pero el nombramiento como una de los portavoces adjuntos de doña Cayetana Álvarez de Toledo, hechura política de los señores Jiménez, Ramírez y Acebes, parece apuntar en la dirección contraria.

En efecto, es este cogollo mediático-político hecho de la COPE, El Mundo y la dirección del PP de Madrid el principal obstáculo para una normalización de la vida política española. Y esa es la verdadera batalla en el seno del PP: continuar bajo el chantaje de este grupo ultra, empeñado en exasperar el debate político porque eso es bueno para sus negocios y aumenta el voto madrileño o librarse de él y adquirir la autonomía que necesita. Que necesita ¿para qué? Sencillamente: para ganar elecciones en España y no sólo en Madrid. Las de 2004 las perdió por mentir; las de 2008 por estar de bronca permanente. Aunque el señor Pujalte y quienes son como él no lo crean a la mayoría de la gente le horroriza la agresividad y los malos modales.

Las decisiones del PSOE en este campo son muy de aplaudir. Ceder dos puestos en la mesa del Congreso al PNV y a CiU sin contrapartidas muestra un talante ejemplar y ya marca distancias con la negativa del PP a hacer algo parecido. El nombramiento de don José Antonio Alonso como portavoz camina en el mismo sentido, si bien ello no debiera dar la impresión de que el anterior, señor Garrido, lo hubiera hecho mal; todo lo contrario. Hace falta tener mucho aguante para negociar con alguien como el señor Zaplana.

Pero el nombramiento de mayor consecuencia en este aspecto es el del señor Bono como presidente de la mesa del Congreso. Bono ha sido presidente de Castilla-La Mancha durante veintiún años y ministro de Defensa en el Gobierno del señor Rodríguez Zapatero. Tiene peso propio y experiencia. Y experiencia en las lides parlamentarias también como puede apreciarse en esta foto de hace veintiséis años en que era secretario de la mesa del Congreso en el momento en que el señor Tejero realizó su intentona en la mejor tradición zarzuelera. Obsérvese cómo el señor Bono vislumbra en el rostro de la persona que nos da la espalda que algo verdaderamente gordo está pasando en ese momento.

Ahora el señor Bono se sienta en el sillón en el que en aquel histórico momento debiera estar sentado el señor Landelino Lavilla a quien, sin embargo, había puesto de pie la irrupción del picoleto rebelde. Han pasado los años. España es una democracia y, aunque no todo el mundo haya recibido con igual alborozo la presidencia del señor Bono, ésta es una buena decisión para el desarrollo de los trabajos parlamentarios y también, por qué no, para la trayectoria política del político manchego.

Ya en el terreno de las menudencias, las dos personas que pueden haberse sentido molestas con el nombramiento del señor Bono son de su partido: los señores Marín y Guerra. Al señor Marín asiste, entiendo, alguna razón en su disgusto, dado que el presidente del Gobierno mostró escaso tacto al anunciar su posible relevo como presidente de la mesa del Congreso. El enfado del señor Guerra sólo pone de manifiesto la impotencia de quien un día fue número dos, se creyó alguien, y hoy sólo es un funcionario de su partido, un ¿qué fue de...?

(La imagen del león es una foto de Fernando A., bajo licencia de Creative Commons. La de Tejero me es de origen desconocido, por lo que no puedo citar la fuente, y estoy dispuesto a retirarla si se encuentra protegida).

Estrategias de la empresa.

Mi amiga Pilar, quien parece recuperarse de una grave afección, cosa de la que me alegro mucho, me envía esta curiosa y divertida presentación con enseñanzas sobre estrategias empresariales, de la que se extraen interesantes conclusiones sobre la importancia de la gestión de la información en el mundo de los negocios de forma amena.

Se la dedico a mi amigo Pedro, competente especialista en estos menesteres.

Y, como no me fío de que la imagen se mantenga porque ya me ha jugado un par de malas pasadas, incluyo la dirección URL, con lo que tambien es posible acceder a la presentación a través de Google Docs.

dimarts, 1 d’abril del 2008

Lo mejor es blindarse.

¿Quién dijo que la política es aburrida? Todo lo contrario: es apasionante como una tragedia shakesperiana, un "cuento lleno de ruido y de furia, contado por un idiota y que no significa nada". La vida misma. El señor Rajoy ha hecho frente común con una fronda periférica en contra del poder de "Madrid", personificado en este caso por la señora Aguirre. Lo hubiera hecho, creo, también contra el señor Ruiz Gallardón si éste hubiera salido triunfador de su trifulca con la señora Aguirre en lugar de claramente revolcado. Los frondeurs de la derecha nacional cuestionan tanto la preminencia madrileñata como los denostados nacionalistas periféricos.

Que el congreso se celebre en Valencia, lo organicen los murcianos, y a los madrileños no los dejen ni hablar es verdaderamente fuerte. Los gallardonistas estarán conformes pues al fin y al cabo la cosa va contra Aguirre; pero los aguerridos echan las muelas. Y precisamente estos cuentan con poderosos medios de comunicación que cuestionan el liderazgo del señor Rajoy al que invitan sin ambages a retirarse. El partido puede llegar al Congreso en una situación de tensión interna a cuenta del liderazgo. La aparición y desaparición meteóricas de una oscura política del PP, presta a presentarse candidata a la presidencia de la organización en el congreso, la señora Castro, de quien ya nadie se acuerda, prueba que esto del liderazgo del partido es cosa que los populares se toman muy en serio.

Nada de tonterias democráticas de niñatas. El ungido se presentara a aclamación en congreso y ya está, que es lo que contaba el señor Aznar hace un par de días en declaraciones al diario Clarín cuando afirmaba que el señor Rajoy había sido "democráticamente" elegido en el PP, esto es, el señor Aznar profetizaba. Hay que concentrar fuerzas porque de inmediato vienen las elecciones vascas y las europeas y otras autonómicas, las municipales... la vida de un político candidato a la presidencia del Gobierno es una carrera de obstáculos. Si el PP gana las próximas europeas, por ejemplo, el señor Rajoy saldrá reforzado; en caso contrario, las presiones para que abandone serán mayores. El puesto de líder de la oposición es especialmente incómodo porque está abierto a todos los desafíos, especialmente los que vienen del propio partido. Nadie discute al líder que es presidente del Gobierno, pero sí al que no lo es y más si ha perdido dos veces la ocasión de serlo.

El nombramiento de doña Soraya Sáez de Santamaría en lugar del señor Zaplana no me parece de momento determinante. Se dice que dicha señora es más moderada que el señor Zaplana, pero eso está por ver. Lo que sí parece es persona de confianza del señor Rajoy, que es conveniente tener fieles en el desempeño de los cargos políticos, lugares de navajeo a la luz de la luna. Entre tanto queda pendiente hasta el mes de junio el destino del segundo escollo a la entrada del PP, el señor Acebes, que era el Escila donde el señor Zaplana era el Caribdis. Aquí es donde se verá si la señora Aguirre, que no ha conseguido lugar de relieve para su paladín Pizarro, protege lo suficiente al segundo o ha de resignarse a perderlo, en menoscabo de su fama de aguerrida valkiria. Pequeña digresión madrileña: este Pizarro, a pesar de su apellido, no ha conquistado ni un palmo cuadrado de territorio en el PP y la señora Aguirre sólo reina en el corazón de las audiencias de la COPE, Telemadrid y los lectores de El Mundo que bien pueden ser los mismos. Su única posibilidad antes del congreso del partido es dar una campanada a lo Lady Godiva. Pero no se la ve en eso; le gustan demasiado los modelitos de marca. Porque si la señora De la Vega es, según sus detractores, "de la Vogue", ésta señora Aguirre es más del género "Marie Claire".

Entre tanto, el señor Aznar, a quien se le han manifestado en contra veinte mil gallegos en la Argentina (y creo que son gallegos en sentido español y no argentino) pidiendo que lo procesen por criminal de guerra, dice que lo importante es la la batalla de las ideas. No tengo la menor duda. Lo que sucede es que su partido parece hoy sumido en una batalla por las personas y por las ambiciones de las personas. En el caso de la señora Aguirre lo de las ambiciones es absolutamente patente; como lo es en el caso del señor Gallardón, aunque en éste la ambición se estrelló. Pero ambiciones al fin y al cabo. De ideas, ni batalla ni no batalla: cero.

La cuestión del liderazgo en nuestra sociedad es la de quién gana elecciones porque, si no se ganan las elecciones ya se pueden tener las ideas más brillantes del mundo que se las come uno con patatas. A su vez, para acabar de complicar las cosas, las elecciones se ganan con ideas pero también con caras, gestos, consigna y confianza del electorado en que sólo se presentará una opción (unidad) y no varias enfrentadas. La idea mayoritaria triunfa, aunque no sea la "mejor" que por supuesto no lo será para quienes hayan perdido.

Por lo demás, ¿qué clase de lider sería el señor Rajoy si no consiguiera convencer a sus seguidores de que puede alcanzar el triunfo tras dos derrotas seguidas?

(Las imágenes son sendos grabados del gran Kitagawa Utamaro, pintor japonés de fines del XVIII, tituladas respectivamente "La viuda de Hinodeya" (1795) y "La hora del tigre" (1796) y se encuentran en La ciudad de la pintura).

dilluns, 31 de març del 2008

La formación del Gobierno.

Mañana se constituyen formalmente las cámaras salidas de las elecciones del nueve de marzo pasado. Para hoy ya echan humo las quinielas sobre la composición del nuevo Gobierno, aunque únicamente se conocen dos datos bastante ciertos: a) habrá tantas mujeres como hombres y b) no se producirán grandes cambios. Como es lógico. Uno no cambia el caballo con el que gana las carreras. Es cierto que, como decía ayer Soledad Gallego en un artículo de El País sobre La ventaja de hacer política, el Gobierno anterior tenía un "perfil" más técnico y menos político y que la tarea política recaía casi en exclusiva sobre el presidente. Pero es que eso es bastante lógico. La idea de que en un gobierno haya de haber ministros con "peso" o "brillo" o "luz" propios tiene razón de ser en los gabinetes de coalición, pero no en los ejecutivos monopartidistas. Ese mismo Gobierno, además, ya pasó por tal experiencia con el ministerio del señor Bono, que no fue precisamente un acierto en algunos aspectos (sí, desde luego, en otros, como en las investigaciones sobre la sinvergonzada de la contratación el Yak 42) pues cada vez que el señor Bono abría la boca, cosa que hacía con frecuencia, ponía en aprietos al Gobierno del que formaba parte, por ejemplo, en materia de negociación estatutaria. Por eso parece inteligente tener al señor Bono de presidente del Congreso, que es cargo de visibilidad y relevancia, pero no en un ministerio, en donde estorba.

Tan extraña y sorprendente resulta esta aparente inercia de que siga el gabinete anterior, aunque haya algunos cambios formales, que desde los aledaños de La Moncloa se ha filtrado la pintoresca noticia de que se trata de un Gobierno interino, como si tuviera fecha de caducidad, con una vigencia de dos años, hasta que llegue la presidencia española de la UE. Si esa "información" se difunde para tranquilizar a los eternos aspirantes a una poltrona ministerial, es decir, si tiene un valor terapéutico, no hay mucho que decir. Si va en serio, no puede ser más absurda. ¿Qué sentido tiene nombrar un gobierno para la mitad de una legislatura? Los gobiernos están para cumplir los programas electorales y los programas electorales son para toda la legislatura. Luego, los avatares políticos les dan la vida que tengan, en conjunto o por ministerios; pero carece de sentido nombrar un gobierno para mitad de plazo.

Por último, está la cuestión de cuán fácil o difícil haya de tenerlo el nuevo Gobierno tras la investidura del señor Rodríguez Zapatero, incluso de cuán difícil haya de ser la misma investidura, con votación prevista para el próximo nueve de abril. Dice hoy el señor Pérez Royo en un artículo sobre Menos margen de maniobra que el Gobierno lo tendrá más difícil que en la legislatura anterior por una serie de razones. Puede ser. Siempre que se nos haya olvidado lo difícil, realmente difícil que lo tuvo en los cuatro años pasados, enfrentado a una oposición conservadora montaraz, enrocada en no facilitar el juego de las instituciones y haciendo trizas todos los consensos imaginables. En esta legislatura, el PP ha perdido las elecciones por segunda vez y, en la última, precisamente por el tipo de oposición que hizo. Está desnortado, con un dirigente muy cuestionado en sus propias filas y con un guirigay sucesorio evidente aunque oculto. Su capacidad de hacer daño se ha reducido mucho y el Gobierno irá más holgado sobre todo en materia de hipotéticos pactos de Estado, de los que el PP está muy necesitado por sus efectos legitimatorios.

Pero sobre todo, los problemas a que ha de hacer frente el nuevo Gobierno no son tan espinosos como los de la anterior legislatura. En concreto, para bien o para mal, el estatuto de Cataluña está reformado y, también para bien o para mal, no hay perspectiva alguna de negociación con ETA, que reventó estúpidamente de un bombazo toda posibilidad de acuerdo; las aristas del llamado "conflicto vasco" están romas: Batasuna en la cárcel, la izquierda abertzale ilegalizada y el señor Ibarretxe en la inopia con su famoso referéndum del que nadie quiere ya acordarse bajo el brazo. Con los magníficos resultados electorales del PSE el nueve de marzo y unas elecciones autonómicas en el País Vasco para dentro de un año, ahí tampoco se moverá nadie.

Hay, sí, en ciernes, una caída económica, quien sabe si crisis en el ambito de la construcción y hasta alguna amenaza en el conjunto del sector financiero. Pero ese es un terreno hipotético, en buena medida inducido desde el exterior y en el que el margen de maniobra del Gobierno escasamente dependerá de la cantidad de sus escaños, sino de la percepción real de los problemas que tengan los distintos actores políticos y de su grado de responsabilidad.

Da la impresión de que los que tienen angosto el margen de maniobra son los demás, empezando por el PP, que no sabe qué hacer y que está a la espera de lo que diga el presidente del Gobierno incluso para determinar el sentido de su voto en la sesión de investidura y terminando por la persona de la señora Díez, cuya presencia parlamentaria es perfectamente prescindible.


(La imagen es una foto deguillaumepaumier, bajo licencia de Creative Commons).

Es lo líquido lo que se desvanece.

Zygmunt Bauman es uno de los más conocidos sociólogos contemporáneos. Y de los más prolíficos y publicados. Solamente el año pasado, 2007, se publicaron tres obras suyas en español: Miedo líquido. La sociedad contemporanea y sus temores, Vida de consumo y Tiempos Líquidos que con este (Arte ¿líquido? Sequitur, Madrid, 2007) hacen cuatro. Nacido en Polonia de padres judíos y emigrado de su país en 1968, ha ejercido la docencia en varios países, jubilándose como emérito en la Universidad de Leeds, en el Reino Unido. Su obra abarca diversos temas en un principio marcados por su pertenencia a una sociedad comunista y su adscripción al marxismo pero, en los últimos veinte años, se ha concentrado en los de carácter cultural, especialmente los aspectos de la postmodernidad. Su principal aportación teórica al corpus doctrinal de la Sociología contemporánea es su concepto de la "modernidad líquida" que, como señala Anthony Bryant en esta obra en comentario, lo emparenta con la idea de Giddens de la "fabricación de la incertidumbre" y la de Ulrich Beck de la "sociedad del riesgo" (p. 62) y con las modernas teorías de la complejidad y el caos.

Su concepción de lo "líquido" corre paralela con los actuales acerca de la postmodernidad, el pensamiento débil y la post-postmodernidad. La idea viene siendo ya casi un lugar común que toma pie en la famosa obra de Marshall Berman, Todo lo sólido sedesvanece en el aire. Lo sólido es ahora la tradición, las convenciones, las ideas consagradas, las instituciones; todo se convierte en gaseoso, informe, acomodaticio, susceptible de mil interpretaciones distintas, fragmentario, inconsistente, gaseoso. Bauman lo considera "líquido" justamente por estas mismas razones.

Cada cual puede pensar lo que quiera acerca de estas concepciones, por supuesto. Mi propia idea no es muy allá. Llevo toda la vida oyendo hablar de la crisis de todos los valores y antes de que yo naciera ya Nietzsche se había ocupado de la Umwertung aller Werte, de forma que la idea de que la postmodernidad revela una época de inseguridad en la que las viejas certidumbres se han desmoronado no solamente no es nueva sino que, en sí misma, es un lugar común y, probablemente, algo fijo, sólido, puesto que se repite una y otra vez. Por lo demás, me gustaría saber en qué momento de la historia de la humanidad no se ha dado esta conciencia de inseguridad, incertidumbre, crisis, desaparición de las viejas costumbres, hundimiento de los valores seguros. Hesiodo se queja ya del carácter acelerado, superficial, crítico del tiempo que le tocó -que nos ha tocado-vivir: la edad de hierro y así hasta el día de hoy, pasando por los terrores del año 1000, cuando el Papa Silvestre veía que el mundo se acababa. Y sin embargo, aquí sigue.

El carácter inseguro, incierto, cambiante de las relaciones sociales contemporáneas es obvio, aunque sostengo que más o menos y excepción hecha de algunos períodos de "congelación", siempre ha sido así.

En todo caso, en este libro en concreto, Bauman trata de aplicar al arte su concepción de lo líquido. Para ello se han reunido diversos textos: un interesante artículo de Bauman sobre "Arte, muerte y postmodernidad", en el que sostiene que el arte contemporáneo es una deconstrucción de la mortalidad del hombre, se apoya en Otto Rank para probarlo y critica las concepciones estéticas de Hannah Arendt, entre otras cosas porque son las contrarias a las suyas.

A continuación se incluyen las famosas "conferencias de Leeds" sobre "Modernidad líquida: arte líquido", una de Griselda Pollock, otra de Bauman Arte líquido, otra del famoso artista Gustav Metzger (La tercera cultura) y otra de Anthony Bryant (Modernidad líquida, complejidad y turbulencia), se añade una entrevista que Maaretta Jaukkuri hizo a Bauman (Tiempos líquidos: arte líquido) y en la que el sociólogo repite a veces literalmente el contenido de su conferencia de Leeds y, por último, dos textos de artistas tratados en la obra, Jacques Villeglé y Herman Braun-Vega.

El punto de vista de Bauman es que su concepto de"modernidad líquida" es perfectamente aplicable al arte contemporáneo que, en el fondo, persigue la muerte del arte. Que el Señor me tenga de su mano pero esto de "la muerte del arte" ya lo había dicho Hegel. En la actualidad, el carácter líquido del arte se revela, según Bauman en que, en su proceso de negación de las estructuras tradicionales, el arte ha llegado, incluso, a prescindir de su mismo soporte material. Los museos son cementerios artísticos y el arte vivo se confunde con la realidad misma. Los ejemplos que pone son los de los citados Villeglé y sus décollages, Manolo Valdés con sus rostros repetidos y Herman Braun-Vega y lo que él llama sus "encuentros imposibles".

No estoy muy seguro de que Bauman consiga convencer a alguien de la pertinencia de la aplicación de su concepto de "líquido" al arte pero sí de que los ejemplos que pone no son afortunados. De hecho aquí es donde se descubre la intencionalidad de este conjunto de trabajos de y sobre Bauman, que se revela en el escrito del propio Herman Braun-Vega sobre las ideas de Bauman acerca de él mismo y el trabajo final del editor y traductor de la obra, Francisco Ochoa de Michelena en el que vapulea de lo lindo a Bauman y no le deja un hueso sano.

Es el hecho que Bauman toma pie en un famoso cuadro de Braun-Vega (Que se acerquen los niños) que, según dice, representa al Papa Pío IX que lee un periódico con una declaración del también Papa Juan Pablo II. Sin embargo el cuadro representa una variante del retrato de Inocencio X de Velázquez y el periódico que lee trae una noticia de sacerdotes católicos pederastas; se incluye una reproducción de un efebo de Caravaggio y, en conjunto, la obra es una cruda denuncia de la pedofilia de laIglesia y como señala Braun-Vega, de líquido, ni hablar.

No sé hasta qué punto esta confusión (así como la que Bauman evidencia al hablar de Manolo Valdés, pues ignora que sus retratos son variantes de otros del Renacimiento) invalida la tesis del carácter líquido del arte contemporáneo, aunque, desde luego, no haberse dado cuenta de que el cuadro de Braun-Vega reproduce el Inocencio X de Velázquez (que también ha sido reinterpretado por Francis Bacon) se me antoja imperdonable. Pero, en todo caso, es un punto más a favor del escepticismo con que, a mi entender, deben acogerse estos conceptos de la postmodernidad que parecen decir mucho y en el fondo no dicen nada. Francamente, si los retratos de Manolo Valdés son arte líquido, la escuela helénica de retratos de Paestum es arte gaseoso.