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diumenge, 15 de novembre del 2009

Batasuna erre que erre que erre que erre.

Con su partido ilegalizado, con sus diversos sosias, franquicias, camuflajes y reclamos también ilegalizados y prohibidos, con sus dirigentes entre rejas, después de haber intentado engañar a todo el mundo por enésima vez, los de Batasuna, inasequibles al desaliento, vuelven a la carga valiéndose de una patraña que ni siquiera es nueva, expuesta ayer al mismo tiempo en Altsasu y en Venecia en una Conferencia sobre procesos de paz y resolución de conflictos en donde doña Jone Goiricelaia (una de los pocos dirigentes de la izquierda abertzale todavía en libertad) ha leído una propuesta de siete puntos para volver a abrir un proceso de negociación con vistas a liarla de nuevo. Esta vez se les ha ocurrido que podrían aplicarse en España los puntos que el senador Mitchell hizo valer en Irlanda del Norte para acabar allí con el conflicto. Naturalmente ni media palabra acerca de la circunstancia, para ellos baladí, de que entre Irlanda del Norte y el País Vasco toda coincidencia sea mera casualidad. Allí había dos facciones sectarias combatiéndose a muerte mientras que en el País Vasco se trata de una manga de criminales dedicados a extorsionar, secuestrar y asesinar ciudadanos pacíficos con el apoyo, la colaboración y la ayuda de quienes ahora tanto dicen querer solucionar el "conflicto" (que ellos mismos han creado) por medios pacíficos.

Para hacer digerible el invento se han traído a media docena de badulaques a ver si dan verosimilitud a su nuevo intento de engaño. La medida de la solvencia intelectual de estos mancebos la dan las palabras de uno de ellos, Brian Currin, abogado sudafricano mediador en todo tipo de conflictos: "Esto es solo el principio. Yo espero que ETA dé la bienvenida a la declaración, y si Madrid libera a los presos, no veo porqué ETA no debería declarar un alto el fuego definitivo". Han leído Vds. bien: "Madrid" libera a los presos, como si "Madrid" fuera el mítico ente fabulado por el nacionalismo para justificarse, algo parecido a la hidra de Lerna o el jabalí de Erimanto, y como si "los presos" fueran rehenes de una banda mafiosa y no asesinos y delincuentes cumpliendo condena en establecimientos penitenciarios tras haber sido juzgados por tribunales de justicia con todas las garantías de un Estado de derecho.

Tanto en Altsasu como en Venecia la organización repite las mentiras del mitin de Anoeta (el que dio paso al proceso de paz de 2004 que ETA reventó de un bombazo en la T4 de Barajas asesinando de paso a dos personas) afirmando, cómo no, que ahora va en serio, que va de verdad, pero sin condenar la violencia ni separarse un milímetro de la tutela de los pistoleros que probablemente sean quienes los han impulsado a hacer la propuesta a ver si se consigue algo y Batasuna o alguna de sus tapaderas puede presentarse a las elecciones municipales del año que viene y pilla algo de poder y de pasta para seguir asesinando en nombre de la liberación del pueblo vasco.

No imagino que nadie en España, sea autoridad o mendigo, hacedor de opinión o mercader de influencias, plumilla de prensa o lector de hojitas parroquiales, preste la menor atención al nuevo montaje que ya estaban preparando estos mendas cuando el juez Garzón decidió hace unos días poner a buen recaudo a sus cabezas dizque pensantes. Tengo entendido que ni siquiera los de PNV, especializados en darles cuartel, bolilla y asiento en sus funciones, van a concederles el menor crédito en esta ocasión. Hasta ellos mismos están tan convencidos de que no conseguirán nada que, curándose en salud, uno de los suyos que no debe de ser estrictamente imbécil ha publicado un artículo en Gara titulado Descubierta la jugada: caminan hacia una paz trampa en el que ya se dice a sí mismo lo que el resto de la sociedad le diría caso de tomarse medio en serio este último alambicado intento de engañar a la gente de buena voluntad para permitir que los pistoleros vuelvan a asesinar.

Parece mentira que no se den cuenta de que todo Dios les ha cogido la medida; que son los únicos en no comprender que, cuanto más complicadas sean sus propuestas (puntos, proclamas, escenarios aquí y en el extrajero, movilización de figurones, etc) más hiede el asunto a mentira y patraña. Porque si de verdad quieren acabar con esta situación y hacer política en defensa de la independencia del País Vasco basta con tres medidas que se toman en media hora en la pausa del café de la mañana:

1ª: ETA deja las armas definitivamente.

2ª: Batasuna condena inequívocamente la violencia.

3ª: la izquierda abertzale se organiza en un partido que respete la vigente ley de partidos.

Y ya está, sin necesidad de más escenificaciones y contubernios.

Mientras eso no suceda, como quien oye llover. Que engañen a los suyos, cosa que no les es difícil.

(La imagen es una foto de www.ukberri.net, bajo licencia de Creative Commons).

dilluns, 26 d’octubre del 2009

El infierno del Irak.

A diez meses de que se retiren definitivamente los gringos del Irak, dos después de que haya comenzado la evacuación de las tropas de las ciudades y a tres meses de las próximas elecciones, la situación en el país empeora por días y vuelve a ser el caos de atentados, destrucción, asesinatos, secuestros, robos, violaciones que ha sido en estos últimos seis años, desde que tres desaprensivos que deberían estar pagando por su culpa, decidieran en las Azores (con la complacencia del untoso señor Barroso, hoy presidente de la resbalosa Comisión europea) que podían invadir y saquear tranquilamente un país a más de diez mil kilómetros de distancia, masacrar a sus ciudadanos, torturar a sus combatientes, violar a su mujeres y demás gratas consecuencias de una guerra de rapiña; que todo eso salía gratis y que se podía presentar al mundo no como la salvajada que era para enriquecer a cuatro sinvergüenzas y para satisfacer el primitivo anhelo de venganza del señor Bush, sino la llegada de la democracia a un soleado país en el que hasta entonces reinaba una odiosa dictadura.

Seis años después el Irak está en ruinas, sus riquezas expoliadas, su patrimonio histórico-artístico esquilmado, su población aniquilada, empobrecida, desplazada, el gobierno no controla el suelo que pisa (como prueban los dos coches bombas de ayer directos contra dos edificios oficiales), han muerto miles de soldados gringos y decenas de miles están heridos, mutilados o destruidos psicológicamente. Una ruina, un desastre, para el Irak, para los Estados Unidos, para el mundo entero.

Entre tanto, los tres sujetos que perpetraron la fechoría no solamente no se arrepienten y no se ocultan debajo de las piedras sino que alguno de ellos, como el señor Aznar, aun gallea por las universidades y gasta chirigotas sobre su mentira de las armas de destrucción masiva para causar este destrozo en los intereses de la humanidad entera.

Los Estados Unidos no pueden ganar esa guerra, como no ganaron la del Vietnam y si el señor Obama ha salido elegido presidente es porque traía un plan para sacar a los chicos de la ratonera desértica. Lo que no está claro es si el plan puede realizarse sin aumentar la catástrofe en que ya está el Irak. Supongo que no y que la retirada de los estadounidenses sumirá al país en un caos al estilo Somalia, con un retorno al estado hobbesiano de naturaleza.

¡Que cara paga la humanidad la codicia, la soberbia, la estupidez de sus gobernantes!

(La imagen es una foto de controlarms, bajo licencia de Creative Commons).

dimarts, 20 d’octubre del 2009

A lo mejor se hace la razón.

Este comentario también podría titularse "A buenas horas, mangas verdes". Resulta que, según comunica con su cómica seriedad habitual el diario Gara, los de Batasuna andan en un proceso de reconsideración interna de estrategia y de autocrítica porque, al parecer, han caído por fin en la cuenta (o dicen que han caído pues con estos embusteros compulsivos toda precaución es poca) en que su tozuda actitud de invocar mantras democráticos manteniendo su supeditación y mensajería de los pistoleros no les ha reportado nada bueno sino, antes al contrario, desgracias, represión y, en último término, desprestigio y creciente irrelevancia social.

Por supuesto el periódico presenta la noticia como si el proceso de revision batasuno fuera, en parte, obra de la esclarecida mesa recientemente encarcelada por el juez Garzón y como prueba de que la decisión de encarcelarla obedece a la intención del gobierno español de torpedear el giro democrático de la izquierda abertzale y fabricarse así coartadas para seguir reprimiendo al sufrido pueblo vasco.

De forma que la noticia según la cual el último menda detenido por los gabachos en Francia armado hasta los dientes y en un coche robado, miembro de la dirección de ETA, el tal Aitor Elizaran, pudiera ser el hombre de ETA en Batasuna, el comisario político de la izquierda abertzale y el mentor ideológico del señor Otegi, forma parte de la estrategia represiva del Estado español y es una maquinación más del ministro Rubalputin, empeñado en acabar con ETA como, por otro lado, es su deber.

Todo eso está muy bien y es muy audaz, revolucionario y perspicaz pero pasa por alto un hecho obvio, evidente, palmario para todo el mundo excepto para los genios de Gara y de la "izquierda abertzale": que si el giro actual de revisión y autocrítica de Batasuna es cierto, entonces el mitin de Anoeta no lo era.

Pero, en definitiva, da ya igual porque el crédito que a estas alturas del cómputo de barbarie y muerte merece esta pandilla de correveidiles descerebrados es de cero. Dicho en otros términos y para que lo entiendan hasta los de Gara y sus lectores: no se trata solamente de que ya no puedan vender su paso a la política democrática como una concesión o victoria por la que habría que premiarlos sino de que, aunque vayan a votar disciplinada y pacíficamente y repudien en público lo que hasta ayer aplaudían en sus reuniones internas, nadie va a creerlos. Yo, desde luego, no.

Batasuna está muerta y es cosa del pasado. Si los amigos de los terroristas quieren hacer política tendrán que buscar otro nombre, otros dirigentes, otras ideas, otro discurso... y otros amigos.

(La imagen es una foto de Brocco Lee, bajo licencia de Creative Commons).

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dissabte, 17 d’octubre del 2009

Garzón los encarcela a todos.

El doblete de la eficacia policial y las acertadas decisiones judiciales están llevando a ETA a un callejón sin salida. El reciente golpe del juez Garzón al entramado delictivo por antonomasia que hay en España y que no es el Gürtel sino el llamado Movimiento Vasco de Liberación Nacional, una criatura de ETA, ha descabezado el último intento de los terroristas por organizar e instrumentalizar a sus peones civiles en la política, en los medios y en otros quehaceres de la vida. Con ello se prueba una vez más el acierto de la teoría garzoniana de que ETA no es solamente ETA sino una red de asociaciones, organizaciones, contactos, personas por ella controladas, que la mantienen informada y financiada y se encargan de preparar sus fechorías y justificarlas después.

Tras la detención de los señores Otegi, Usabiaga et al. ha comenzado ya el tam-tam de la tribu nacionalista, desde los jelkides del PNV hasta Aralar hablando del estado de excepción en el País Vasco en donde están cercenados los derechos fundamentales y no se puede hacer "política" porque el aparato represivo del Estado español lo impide abusivamente. A estas jeremiadas hipócritas hacen coro diversas organizaciones de la izquierda española que, en asuntos del País Vasco, no saben literalmente por dónde sopla el viento y apoyan una causa cuyos protagonistas, en el caso improbable de su triunfo, lo primero que harían sería exterminarlas a sangre y fuego.

Léase el auto del juez Garzón y se verá que éste no encarcela a Otegi, Usabiaga, Zabaleta etc por hacer política o por ejercer sus derechos o por manifestar sus opiniones o por ser independentistas. Los encarcela por presunta integración en organización terrorista ya que los ha pillado in fraganti tratando de poner en pie otro invento de la banda armada para posibilitar su acción a través de las instituciones aglutinando a todo el nacionalismo radical bajo su esclarecida dirección de pistoleros, llamado esta vez Bateragune, una Comisión de Coordinación o Dirección de la Izquierda Abertzale cuyas funciones son las de siempre: facilitar, amparar, provisionar, financiar y legitimar la acción de los trroristas; todo, dice Garzón "dirigido y controlado por ETA". Al frente de este enésimo intento de volar las instituciones democráticas desde dentro infiltrando en ellas a los correveidiles de los pistoleros están, cómo no, los señores Otegi, Usabiaga, etc de quienes asegura el magistrado instructor que "ningún margen de independencia tienen los imputados componentes del BATERAGUNE respecto de ETA en la formulación de tales postulados o programas, lo cual lleva a concluir que tal proceso es dirigido por ETA desde el principio hasta el final."

O sea que el señor Otegi y compañía no van a pasar otra temprada a la sombra por hacer política o querer ejercer sus derechos sino por colaborar con unos asesinos, por ser sus instrumentos y cómplices.

Lo demás son monsergas para engañar a la opinión pública internacional y a los izquierdistas españoles a los que, además, quienes diseñan esta estrategia, en el fondo, desprecian.



(La imagen es una foto de 20 Minutos, bajo licencia de Creative Commons).

dilluns, 12 d’octubre del 2009

Aquí no pasará nada.

Es tal el desbarajuste dentro de ETA que ya ni las detenciones de sus jefes, jefecillos o jefazos son noticia de interés en los periódicos que vienen, en cambio, suculentos con asuntos de la trama corrupta del PP. Sin embargo esta última caída de dos piezas buscadas por la policía invita a una reflexión tranquilizadora acerca del terrorismo en el País Vasco: la de que nada en éste es excepcional ni hace imposible acabar con aquel. Los vaticinios del ministerio del Interior han ido cumpliéndose: las caídas de terroristas son cada vez más frecuentes; los detenidos, cada vez más jóvenes e inexpertos; las acciones de la banda, sin restarles importancia, cada vez más esporádicas, inconexas y chapuceras. Es decir, hay solución policial/judicial al terrorismo etarra.

Este vaticinio cumplido coincide con otro igualmente cumplido que afecta al nacionalismo radical vasco, al entramado que no se separa de ETA, no condena los atentados y lleva años tratando de forzar infructuosamente su presencia en las instituciones en violación de la legalidad: el de que si se actúa contra el frente político del terrorismo, si se procesa y encarcela a los dirigentes nacionalistas radicales cuando sea de justicia hacerlo no pasa nada, no arde Euskadi, ni las masas abertzales enardecidas se echan a la calle. El carismático señor Otegi pasó unos meses a la sombra y en el País Vasco no hubo más alteraciones que las del business as usual y es posible que, encausado de nuevo por el famoso mitin de Anoeta, el señor Otegi retorne a la cárcel. Tampoco pasará nada. Siempre que el Estado democrático muestre su legítima fortaleza por medios legales, en el País Vasco no pasará nada.

Coinciden por último esos vaticinios cumplidos con el tercero y de más profundo alcance: en el País Vasco se puede desplazar al nacionalismo gobernante por medios democráticos y sustituirlo por partidos no nacionalistas vascos y nacionalistas españoles y... no pasa nada. Tampoco arde Euskadi ni los batzokis echan humo ni los jelkides se lanzan a la revolución callejera. Y al final resultará que todos estos años de fuego y plomo, de atentados, secuestros, explosiones, extorsiones, muerte y dolor, todos estos años de esquemas soberanistas, pactos excluyentes, planes separatistas, todo este ruido y toda esta furia parirán un estatuto reformado y aquí no pasará nada.

dimecres, 7 d’octubre del 2009

El caso García Lorca.

Tengo amistad de larguísima data con Manuel Fernández Montesinos García Lorca, sobrino del poeta. Manolo es un hombre íntegro y justo que ha sabido siempre encontrar el espíritu apropiado y la matizada mezcla de sabiduría griega en el torbellino apasionado que es la vida del siglo sobre todo acelerado con los fortísimos sentimientos que siguen agitando la vida, obra y muerte de su tío.

De un tiempo a esta parte ha venido dándose un caso en los medios según el cual la familia del poeta está boicoteando los intentos de quienes activan la memoria histórica, oponiéndose a que se abra la fosa en que se supone está enterrado el de Fuente Vaqueros e impidiendo, de paso, que los familiares de las otras dos personas asesinadas por los fascistas junto a García Lorca recuperen los restos de los suyos.

Esto no parece ser exactamente así. Como puede comprobar quien quiera ojear el escrito de alegaciones que la familia García Lorca ha presentado ante la Junta de Andalucía y que yo he subido a Google docs con el título de Escrito de alegaciones, los descendientes del poeta no cuestionan la apertura de la fosa ni se oponen a los derechos de los otros familiares de recuperar los restos de D. Dióscoro Galindo González (maestro) y D. Francisco Galadí Melgar (banderillero). Lo que la familia dice en el escrito, entre otras atinadas consideraciones sobre lo que sucederá con los cuerpos d las víctimas (éstas y otras que vayan apareciendo) y la situación en que quedaran los terrenos y los lugares, es que no quieren que se proceda a la exhumación e identificación automática de los restos de su antepasado. Tampoco se oponen tajantemente a ello y para siempre y dejan una puerta abierta a que su criterio cambie, razón por la cual se reservan todos los derechos sobre los restos del inmortal poeta.

¿Por qué así? ¿Por qué no abrir de par en par las puertas, localizar el cuerpo, identificarlo y coronar una tarea de búsqueda de víctimas del terrorismo? (Espero que, a estas alturas, nadie que no sea un beneficiario directo de aquella vergüenza, cuestione que el régimen de Franco fue un régimen de terroristas y delincuentes.) Al fin y al cabo, García Lorca ya no pertenece solamente a sus familiares sino que es patrimonio de la humanidad. Ciertamente, ciertamente. Pero si de esta exhumación, identificación de los restos y consiguiente exposición a la luz pública se derivaran circunstancias imprevistas que permitieran aumentar el morbo de las circunstancias de la muerte García Lorca y que redundaran en una posterior victimización del poeta, no sería la humanidad quien diera paso alguno para proteger la memoria de aquella víctima de la barbarie y la vesania fascista capaz de haber hecho con el poeta en vida y con su cadaver después cualquier tipo de atrocidad, como todos sabemos de sobra. Esa protección sólo podrá brindársela la familia que hace muy bien actuando con la cautela y la precaución con que lo hace, adoptando las decisiones que competen a su autoridad y exigiendo el respeto colectivo a unos sentimientos que nadie puede tergiversar amparándose en la ley.

Así que menos historias y menos demagogia sobre el poeta asesinado cuya memoria pertenece a todos, pero cuyos restos pertenecen a la familia que es sobre quien recae asimismo la responsabilidad de garantizarles el respetuoso tratamiento que merecen.

(La imagen es una foto de Cod gabriel, bajo licencia de Creative Commons).

dijous, 10 de setembre del 2009

El alcance de la expresión el entorno de ETA.

Francia acaba de extraditar al etarra Aitor Aguirrebarrena Beldarrain, acusado en España, entre otros crímenes, del asesinato del periodista José Luis López de Lacalle. Me he quedado mirando el retrato del presunto asesino sin saber muy bien porqué, quizá en la esperanza de encontrar alguna pista o clave que me ayude a entender aquel crimen tan absurdo como odioso. Sin éxito, por supuesto. Ese rostro anodino, de mirada vacuna y ausente y expresión tarda corresponde a alguien que asesinó (si lo hizo él) a quien le dijeron que asesinara, sin saber nada de su víctima. Probablemente lo ignoraba todo acerca de José Luis López de Lacalle.

Pero yo no. Conocí a José Luis en el año 1968 en el penal de Soria en el que cumplía condena por asociación ilícita pues era miembro del Partido Comunista de España mientras que yo lo hacía por propaganda ilegal y manifestación no pacífica y no pertenecía a partido alguno. A pesar de nuestras discrepancias políticas nos hicimos amigos rápidamente porque era un hombre abierto, inteligente y franco y un luchador antifascista. Y me cayó bien.

Nunca entendí porqué lo asesinaron y la contemplación del rostro de su presunto asesino no me acerca a dicha comprensión. José Luis era un demócrata y un hombre de izquierdas. Esto no quiere decir que sí entienda los asesinatos de otras personas que no sean demócratas y/o de izquierdas. Ningún asesinato de ETA es inteligible. Pero el de José Luis me afecta personalmente porque era un amigo mío.

Al poco tiempo de este crimen, Pepe Rei, editor de Ardi Beltza, publicó un vídeo sobre el País Vasco haciendo especial hincapié en los asuntos de ETA y la represión policial. Lo más desagradable de la cinta es el momento en que, basándose en las declaraciones de un presunto periodista cuyo rostro se oculta, cuya voz se desfigura y cuyo nombre se falsea (con lo que puede ser una invención) viene a decirse que José Luis era un confidente de la policia. Estoy sguro de que no era así y, aunque lo fuera, ello no haría mejor su asesinato; pero es que no lo era y el vídeo no aporta prueba alguna, sino que se limita a arrojar sospechas, insinuaciones, basura, sobre el nombre de José Luis.

Esta coincidencia ilustra a la perfección la justeza de la teoría garzoniana del "entorno de ETA", cosa que señalo para todos aquellos que se escandalizan y simulan no entenderla cuando está bien clara: unos asesinan y otros, los chivatos, los correveidiles, legitiman los asesinatos y señalan nuevas víctimas; unos matan y otros hacen el trabajo no menos sucio de justificar las muertes y, de paso, advertir en el mejor estilo mafioso, a todo el mundo de que eso puede pasarle a cualquiera. Unos asesinos te roban la vida y otros carroñeros el buen nombre. Y están todos coordinados.

¿Se entiende ahora qué significa "entorno de ETA" y por qué hay que proceder policial y judicialmente contra él?

dimecres, 26 d’agost del 2009

Palinuro entrevista a Arnaldo Otegi.

Animado y mucho por los recientes exitazos policiales en la localización de los zulos de ETA en Francia Palinuro decidió pulsar el sentir abertzale entrevistando a su cabeza visible, el señor Arnaldo Otegi. El llamado "Gerry Adams vasco" (hay quien, con cierto despiste, lo llama "Gerry Adams español) cogió él mismo el teléfono y me avisó de que tenía que consultar mi petición con otros militantes pues en la izquierda abertzale todo se hace asambleariamente y no todos los días llama un txakurra pidiendo una entrevista con Otegi. Al final parece que se decidió que el peligro que se corría de que el txakurra tergiversara las palabras de Otegi quedaba compensado por la publicidad que da salir en blog de Palinuro. Me recibió en el hotel Ercilla de Bilbao y hablamos en presencia de tres mendas que no dijeron nunca esta boca es mía pero escucharon cuanto allí se dijo. Otegi estaba tomando un sorbete de limón con cara de niño travieso.

Palinuro: con los últimos golpes a la infraestructura de ETA, ¿sigue Vd. creyendo que no hay solución policial al terrorismo en Euskadi?

Arnaldo Otegi: por supuesto. Hoy más que nunca. ETA se crece en los ataques. Cuanto más la persiguen, tanto más se crece.

P: parece como si fuera una especie de destino, un fatum. El País Vasco es esencialmente conflicto igual que Bangla Desh es zona de monzones.

AO: Euskal Herria vive sojuzgada y transterrada desde hace muchos, muchos años, siglos. El conflicto es inherente a su experiencia histórica en España y Francia.

P: el conflicto es posible. Pero yo me refiero a la actividad de ETA.

AO: ETA es una experiencia intergeneracional. Mientras haya conflicto abierto, cada generación será cantera de reclutamiento para ETA. No es pensable una solución que no tenga esto en cuenta. La única solución, por tanto, es el diálogo político sin condiciones.

P: sin condiciones.

AO: sin condiciones.

P: pero eso no es pensable después de lo que ha sucedido con los tres procesos de negociación. Nadie confía en un cuarto.

A.O.: pues tendrá que haberlo.

P: ¿y si no lo hay?

AO: no contemplamos esa hipótesis.

P: es decir, se trata de una imposición: negociación sí o sí.

AO: yo no lo llamaría imposición, sino pura realidad.

P: la realidad de que una minoría quiera imponer su punto de vista a la mayoría a punta de pistola.

AO: en primer lugar yo no la llamaría minoría; es posible que sea la mayoría que no puede expresarse en libertad. En segundo lugar, no es a punta de pistola. Entre la izquierda abertzale y los de la pistolas no hay contacto alguno, salvas coincidencias ideológicas.

P: eso no es cierto y el nuevo enfoque antiterrorista prueba que el terrorismo es un delito complejo, muy entreverado en la sociedad en el que unos disparan, otros atienden a la intendencia y otros justifican los disparos.

AO: esa es la receta de Garzón: todo es entorno de ETA y apoyo a ella. Y eso es falso. En Batasuna tenemos nuestras ideas y formas de actuación.

P: si tanto dicen Vds. ser diferentes, ¿por qué no condenar la violencia etarra?

AO: esa es la pregunta de las preguntas, ¿verdad? Condenamos todas las violencias, vengan de donde vengan. Pero el nacionalismo español quiere una condena específica de ETA y esa no va a conseguirla.

P: ni Vds. un resultado aceptable del enfrentamiento. Parece entonces que para Vds. es lícito asesinar en nombre de su idea.

AO: cada cual piensa en esto como le parece.

P: pero Vd. en concreto, ¿qué opina?

AO: no se trata de lo que yo opine o no sino de aceptar que hay un conflicto, es político y hay que darle una solución política.

P: ya estamos exactamente en donde estábamos al comienzo.

AO: no es culpa nuestra. Nosotros aportamos fórmulas que los españolistas y los cipayos se obstinan en ignorar.

P: no son fórmulas; son trágalas.

AO: es la realidad de un pueblo en lucha.

P: otra vez con la realidad. La realidad no es pasaporte para nada. También son reales los malos tratos a mujeres y los combatimos.

AO: pero esta es una realidad que sale del alma del pueblo vasco.

P: ¡qué barbaridad! Acaba Vd. de convertir al pueblo que dice defender en un pueblo de asesinos. ¿Se da cuenta de que no tiene ningún margen de maniobra? Mientras ETA exista, Vds. no entrarán de nuevo en las instituciones y todo lo que conseguirán es que éstas estén en manos de nacionalistas españoles.

AO: siempre lo han estado. El PNV es un partido al servicio del nacionalismo español.

P: así no se llegará a entendimiento alguno.

AO: no puede haberlo mientras a Euskal Herria se le nieguen sus derechos.

P: no está claro que "Euskal Herria" tenga derecho alguno pero, aunque así fuera ¿qué le impide defenderlo pacíficamente? ¿No son legales otras organizaciones independentistas que no recurren a la violencia?

AO: cierto, cierto, en la seudodemocracia española nada impide defender todos los puntos de vista. Pero luego no pueden materializarse todos por igual.

P: naturalmente que no; todos no son materializables (entre otras cosas porque son contradictorios), dependerá de su apoyo electoral.

AO: ¿ves? No todos son materializables. La autodeterminación no se reconoce; luego nuestro proyecto no es materializable, aunque tenga mayoría. De ahí la violencia.

P: eso es una falacia. De momento el proyecto independentista no tiene mayoría sino minoría. Para saber qué sucedería si la independencia fuera mayoritaria hay que estar dispuesto a gestionarla pacíficamente mientras es minoritaria. El recurso a la violencia deslegitima toda causa y mientras eso no se acepte habrá violencia para rato.

AO: la habrá. Es lamentable pero la habrá.

(La imagen es una foto de www.ukberri.net, bajo licencia de Creative Commons)

dijous, 20 d’agost del 2009

Mosqueo con ETA.

Las detenciones de peligrosos miembros de ETA, si se permite el pleonasmo, cargados de dinamita hasta las cejas, con aviesas intenciones de llenar de petardos el solar carpetovetónico son otras tantas buenas noticias para casi todo el mundo. Hay un "casi" que no puede ignorarse compuesto de seguidores espirituales de la banda y cantera de reclutas y por otras personas aparentemente equidistantes y que dicen entender las razones de todos, generalmente gente de izquierda con unas tragaderas lógicas como el león de correos pues hacen compatible el internacionalismo propio de la tradición izquierdista con un nacionalismo sanguinario, aferrado al terruño. En todo caso Palinuro comparte la alegría general por el hecho de que la Policía haya puesto fuera e juego a varios presuntos criminales.

No obstante hay dos cuestiones que se me vienen a la cabeza de un tiempo a esta parte. La una es qué tipo de organización sea ETA y la otra qué grado de moral tendrá; "moral" en uno de los sentidos en que habla Ortega, o sea lo que se entiende por la "moral del alcoyano".

En cuanto a la primera, qué tipo de organización es ETA, entiendo que el ministerio del Interior repita que la banda está más débil que nunca y que la debilidad irá en aumento. Forma parte del guión; pero me gustaría saber cómo se mide la debilidad o fortaleza en una guerra que no sea ganando o perdiendo la contienda. En lo que yo sé de organizaciones (y, con mayor motivo en las organizaciones clandestinas) hay un centro que toma las decisiones y unos órganos periféricos que las ejecutan. Si se detiene el centro, la organización se paraliza porque los órganos periféricos no se conocen entre sí para evitar caídas policiales generalizadas. Máxime si se detiene centro tras centro. Cada vez que la policía francesa detiene a un puñado de etarras resulta ser la cúpula o la semicúpula y, lógicamente, la banda tendría que paralizarse porque los órganos de la cúpula son los que controlan la información. Sin embargo, la organización prevalece y cada vez que hay detenciones, Interior vuelve a asegurar que es la nueva cúpula de ETA y que la organización es más débil que nunca. ¿Tiene ETA una forma nueva de organización? Sertía interesante saberlo. En todo caso, su velocidad de reposición de cúpulas es altísima y no tiene por qué ser distinta en el conjunto del aparato.

La otra cuestión abierta es qué grado de moral tiene ETA. Según otra noticia ETA sucumbe ante las drogas, la prostitución y el alcohol en la que da por supuesto que todo el mundo comparte su mentalidad de que el consumo de drogas o alcohol tiene significado moral y equivale a una especie de "degeneración de las costumbres". Es una imagen de mentalidad de caída del Imperio Romano por "afeminamiento" de los romanos pero que en todo caso trata de trasmitir la idea de que los etarras ya no son heroicos gudaris sino perros callejeros, que no sé si va muy lejos. En todo caso la policía no puede ignorar que precisamente el término "asesino" proviene del árabe "hashishin", esto es, el consumidor de "hashis", al que se enajenaba mediante el consumo de esta sustancia para la comisión de crímenes espantosos.

He aquí en buena medida por qué esta organización criminal puede estar debilitada y, por ello mismo, ser más sanguinaria.

(La imagen es una foto de kontrainformatu, bajo licencia de Creative Commons).

dilluns, 10 d’agost del 2009

Ecos de los atentados.

La prodigiosa contumacia de ETA va a acabar poniendo a todo el mundo de los nervios. A raíz de los últimos atentados han arreciado las voces de quienes proponen endurecer las penas en los casos de terrorismo. Pero endurecer en serio. Así, Miguel Ángel Revilla, presidente de Cantabria, pide que se establezca la cadena perpetua para los etarras para celebrar el día de Cantabria y el profesor Vilas Nogueira, de ordinario moderado y comprensivo, pide leyes penales y penitenciarias de excepción. ¿Qué puede ser una "ley penal de excepción"? Supongo que la pena de muerte; algo que también apoyaba hace unos años (ignoro si sigue haciéndolo) el también profesor Gustavo Bueno.

Pena de muerte, cadena perpetua...El triunfo de la sociedad democrática y abierta sobre esta panda de estúpidos asesinos sólo será completo si se consigue sin renunciar a ninguno de los valores que conforman su acervo civilizatorio y uno de los más importantes es el sentido humanista de las penas y castigos.

En principio puede parecer adecuado ajusticiar a quienes hayan cometido asesinatos en una especie de adaptación de la muy desaconsejable ley del talión. Pero, una vez aceptado, ¿en dónde se detiene esta pena? ¿Cómo evitar que se extienda a otros delitos que, en un momento dado puedan parecer especialmente odiosos, por ejemplo, la pederastia?

Calmémosnos un poco y dejemos que la policía y los tribunales hagan su trabajo. Lo llevan muy bien.

(La imagen es una foto de 20 Minutos, bajo licencia de Creative Commons).

dimecres, 5 d’agost del 2009

De eso nada, ministro.

El ministro del Interior es persona razonable y suele manifestarlo en sus declaraciones habitualmente comedidas y pertinentes. Pero a veces, como a todo el mundo, se le va la olla, sobre todo cuando se trata de asuntos del nacionalismo vasco, acerca del cual la hostilidad del señor Pérez Rubalcaba es tan acendrada y vidriosa que pierde la compostura y hasta el sentido común. Está bien que diga que no habrá más negociaciones con ETA y que la única solución que prevé al terrorismo en Vasconia es policial y judicial y está bien, a mi juicio, porque es lo que pienso yo, después de tres experiencias de negociación reventadas siempre por el lado etarra. Obviamente, para quienes piensen de forma distinta, lo dicho por el ministro no estará bien y si yo pensara otra cosa también diría que el ministro desbarra. Que es lo que me sucede con otras declaraciones de la misma persona en las que considero que ha perdido el oremus. Se trata de esas en las que sostiene que Batasuna no sería legalizada ni aunque pidiera a ETA el fin de la violencia.

Piano, piano, señor ministro, que Batasuna no es ilegal porque Vd. quiera sino porque lo dice la ley. Si Batasuna da cumplimiento a lo que la ley prevé, si se desmarca creiblemente de la violencia y, además, pide a ETA que lo deje (aunque sospecho que esto no sea necesario), Batasuna será legal le guste a Vd. o no, que ya se sabe que no. Sus declaraciones, por tanto, son un desatino y buena prueba de ello es que ha faltado tiempo a la llamada izquierda abertzale para responder sosteniendo que "queda acreditado que la exigencia de las últimas décadas no era más que una mera excusa para tratar de ocultar la naturaleza política del conflicto, poniendo de manifiesto el fraude político-jurídico que el Gobierno español ha realizado tanto en la judicatura española como en la europea". Parece mentira que sea Vd. tan pazguato. ¿No se da Vd. cuenta de que con esas declaraciones -más propias de un Mayor Oreja que de un ministro socialista- desmantela Vd. la defensa de la democracia española frente al terrorismo basada en el Estado de derecho cuyo punto crucial es el imperio de la ley y no la arbitrariedad de las personas?

Que algo sea o no legal en España depende de lo que diga la ley. Y si es legal ERC o Aralar, ¿por qué no iba a serlo Batasuna en el mismo momento en que cumpliera la ley? Tiene Vd. una idea de la articulación territorial de España en la que no cabe el derecho de autodeterminación de los pueblos que la componen; pero esa idea del señor Rubalcaba no puede influir de tal modo en el ministro Rubalcaba que le haga amenazar con sustituir la ley por su omnímoda voluntad. Póngase freno, buen hombre, que no todos los españoles pensamos como Vd.

Quienes defendemos el derecho de autodeterminación de los vascos y otros pueblos de España creemos que es bueno que Batasuna esté en las instituciones siempre que cumpla los requisitos legales para ello porque así se avanzará antes hacia una solución de la cuestión vasca que, para nosotros, implica el ejercicio de aquel derecho. Pero sólo en condiciones de ausencia de violencia y por tal entendemos la violencia terrorista; la del Estado en todas sus manifestaciones es legítima y debe estar presente porque es la que ampara el ejercicio de los derechos entre ellos el de autodeterminación cuando finalmente se abra camino en España que se abrirá en cuanto ETA deje las armas porque es el único obstáculo real a la lucha por la implantación de aquel.

(La imagen es una foto de www ukberri net, bajo licencia de Creative Commons).

dilluns, 3 d’agost del 2009

Por qué no puede haber diálogo ni lo habrá.

El ministro Rubalcaba lo ha dicho con claridad: no habrá final dialogado de ETA. El ministro Rubalcaba nunca fue partidario del diálogo ni de la negociación con la organización terrorista sino, al contrario, de la solución policial y la derrota. Aceptó la tercera ronda de diálogo porque era política especial del gobierno del señor Zapatero, empeñado en pasar a la historia como José Luis (I) "El pacificador", pero la boicoteó cuanto pudo. Por eso, el día en que unos archiimbéciles (más imbéciles de lo que es habitual entre ellos, que ya es decir) decidieron atentar en la T4 de Madrid y poner brusco fin a las negociaciones, se sintió fortalecido en sus augurios y sombrías premoniciones. Se acababan las veleidades dialogantes de unos políticos timoratos y se imponía el reinado de los halcones y la ofensiva policial.

Hasta quienes habíamos defendido de siempre la negociación y el derecho de autodeterminación de los vascos quedamos burlados y con el tafanario al aire. No tanto como los correveidiles de Batasuna, que se habían hecho ilusiones de recurrir a la vía "política" para alcanzar sus objetivos. Así el amigo Otegi quien ya se veía de interlocutor privilegiado con el Estado quedaba reducido a lo que es: un marmitón de los etarras, siempre pendiente de lo que estos hagan o dejen de hacer para justificarlo.

Tres rondas de negociaciones entre el Estado y los terroristas y tres veces que los terroristas las rompieron a tiros tratando después de remover el cieno cuanto pudieran a ver si conseguían que la responsabilidad de la ruptura recayera sobre el Estado. En este noble empeño de estigmatizar a otro tuvieron la impagable ayuda de los medios abertzales de izquierda o sus imitadores en el resto del país. Pero no cuela porque la gente no es tonta y sabe a quién culpar cuando un proceso de diálogo se rompe porque alguien revienta una terminal ultramoderna. En consecuencia, el ministro dice lo que dice y nadie ya pide una nueva ronda de diálogo salvo ETA, sus correveidiles y un porcentaje de izquierdistas españoles que no coinciden con la idea de que pedir diálogo por cuarta vez habiéndose quedado con un palmo de narices las tres anteriores revela verdadero cretinismo.

¡Ah, pero entonces estamos condenados a padecer las consecuencias del conflicto durante años porque quien lleva cincuenta años matando puede seguir haciéndolo otros cincuenta ! Por supuesto, es un riesgo nítido que se corre cuando en un enfrentamiento o conflicto una de las partes toma una decisión y la otra no, y sobre todo teniendo en cuenta que matar es bastante fácil a poco empeño que se ponga. Y ello sea dicho haciendo caso omiso de la muy interesante polémica de si en verdad hay un "conflicto" y en qué en concreto consista éste.

Cabe decir que las autoridades españolas, emborrachadas por sus éxitos en la detención de etarras y convencidas de que ETA está en las últimas, se cierran en banda a toda negociación pero que ésta será inevitable por la misma razón por la que tras la noche viene el día. Pero eso es un error porque ¿qué garantías hay de que la cuarta vez no suceda lo mismo que las tres anteriores? Ninguna, es claro. Pero es que, además, algo habla a favor del absoluto rechazo al diálogo: hubo años en que la violencia fue incomparablemente mayor. A finales de los setenta llegó a haber un muerto por asesinato cada tres días, secuestros, kale borroka... ETA tenía diversos negociados abiertos en la sociedad civil: sociedades de esto y de lo otro, agrupaciones, gestoras, partidos políticos, todos ellos viviendo de los dineros públicos y encubriendo los asesinatos y/o colaborando con ellos.

Todo eso se ha acabado. Eran otros tiempos que ya no volverán. Esta ETA no es ni sombra de lo que fue; sus marcas blancas han desaparecido de la sociedad civil, sus encubridores, muñidores y justificadores están acorralados y si esta minisombra se empeña en mantener el conflicto no habrá otro remedio que seguir en la tesitura. Ya escampará. Cada vez les costará más asesinar y pagarán antes por los asesinatos. Y ya se cansarán los asesinos de asesinar y los que los justifican de justificarlos.

Los etarras y sus amigos saben que nunca obtendrán lo que piden por vía pacífica o electoral, por eso no están especialmente interesados en la existencia de la democracia en España. Siempre me produjo verdadera hilaridad aquella observación que pedía a ETA que desistiese porque la democracia española no podría soportarlo. Lo que se busca es el hartazgo, el que la gente, harta de barbaridades, presione a las autoridades para que éstas hagan lo que la mayoría no votará jamás. Y eso también se ha acabado. En España no quedan ya partidarios de la solución dialogada salvo los insólitos especímenes más arriba citados.

Es decir, no habrá solución dialogada a ETA. Mejor dicho: la solución dialogada comenzará al día siguiente de que ETA deje las armas y renuncie a la violencia. Esa es la única posibilidad de solución y, de no ser ella, sólo queda seguir como estamos: los terroristas cometiendo asesinatos, las fuerzas de seguridad del Estado deteniendo terroristas, la gente apoyando a las fuerzas de seguridad del Estado y colaborando con ellas. ¿Quién dijo que una democracia madura, como la española, respaldada en su legislación antiterrorista por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos no puede resistir el embate de cuatro niñatos descerebrados dispuestos a hacer todo el daño que puedan?


(La imagen es una foto de Zen, bajo licencia de Creative Commons).

divendres, 31 de juliol del 2009

La verdad de las cosas.

La pureza de la raza, la Patria en peligro, los derechos inalienables del pueblo, el amor a la tierra, la cultura ancestral, la lengua originaria, el espíritu colectivo, la autodeterminación, los atavismos seculares, las peculiaridades locales, la riqueza del folklore, la sucesión de generaciones, la interacción naturaleza-sociedad, el genuino valor de la etnia, el encanto de las costumbres populares, todo eso es mierda cuando se invoca sobre dos cadáveres de dos chavales de veintiocho y veintisiete años.

La revolución socialista, la emancipación del pueblo trabajador, el fin de la explotación del hombre por el hombre, la solidaridad entre los pueblos, la justicia social, la nacionalización de la industria, los servicios y el crédito, el progreso socioeconómico, los nuevos derechos sociales, la garantía de los bienes públicos, la socialización de las medios de producción, la redistribución, todo eso también es mierda cuando se reivindica sobre dos cadáveres de dos chicos que apenas comenzaban a vivir.

Y una mierda con otra mierda hacen dos mierdas juntas, las que llevan en el alma los asesinos que perpetran estas fechorías y quienes los jalean, apoyan, amparan y celebran, esto es, la parte de la llamada "izquierda abertzale", "patriotas de izquierda" o socialistas que hagan eso: mierda. (N.B. para el chivato de turno que luego se escandaliza en Kaos en la red o Rebelión: no sólo estoy llamando a la izquierda abertzale que calla y otorga en estos crímenes "granujas" o "correveidiles de los pistoleros", que también, sino directamente mierda).

Cuando una causa se defiende matando gente a traición la causa es mentira y quienes la defienden, meros asesinos, mentirosos, mierda. Toda la palabrería, la hueca ideología, las razones y los ergotismos, los sofismas y las justificaciones son eso, hojarasca indigna ante la realidad inmediata, palpitante, de un mal irremediable, el de dos vidas humanas que algún imbécil intelectual y moralmente abyecto (o varios) interrumpe abruptamente considerándose con derecho para ello. Más tarde, cuando estos concretos imbéciles abyectos estén cumpliendo las larguísimas penas de cárcel que les caigan, a lo mejor se hace la luz en sus obtusos espíritus y comprenden el inmenso mal que han hecho segando dos vidas humanas únicas, personalísimas, irrepetibles, en el altar de una obsesión, una estúpida quimera. Para entonces ya será tarde porque los muertos no resucitan. Pero sí cabe que los demás deseemos que los asesinos se pudran en la cárcel atenazados por la angustia de haber cometido un espantoso crimen por el que nadie los perdonará porque las víctimas ya no pueden y los demás no somos quiénes para perdonar una canallada que no nos haya afectado directamente.

Y quede claro de quién se habla aquí: los pistoleros y sus cómplices, esos intelectuales del rencor y la envidia, los fanáticos educados en el odio y la manga de cobardes que creen que así se aseguran de que no les suceda lo mismo que a los dos guardias civiles asesinados.(La imagen es una foto de My Web Page, bajo licencia de Creative Commons).

dijous, 30 de juliol del 2009

Gudari.

Hay que ver cómo ha quedado el edificio. Es asombroso que haya resistido de pie. Prueba de que la construccion debe ser sólida. Si este edificio llega a ser como la mitad de los que había en Aquila, en Italia, se derrumba y muchos heridos hubieran sido muertos. No se requiere más argumento para probar que hay que progresar, mejorar, construir casas cada vez más seguras, sobre todo para la gente que se encarga de nuestra seguridad.

Al margen de lo anterior es inevitable preguntar: ¿qué sentido tienen las casas cuarteles de la Guardia Civil? Supongo que habrá otros casos en la historia de la humanidad en que los cuerpos combatientes llevaban consigo a sus cónyuges e hijos. Las centurias romanas los llamaban pero una vez que se habían instalado en el limes, en la frontera. Pero habrá muy pocos casos. Da vergüenza ver cómo los medios claman al cielo la crueldad de ETA que pudo haber matado a 41 niños. ¡Por Dios, la mejor manera de no poner en peligro a esos niños es no llevarlos a vivir a un cuartel! Si los guardias civiles han de vivir acuartelados, que lo sean ellos, pero no sus familias. Éstas, que vivan por los alrededores. Claro, el problema es si en algunos lugares del país se encontrarían voluntarios suficientes para formar parte de la Guardia Civil, lo que obligaría a seguir contando con gente venida de otra provincia, región o nación. Es mucho más caro y se añade un problema de seguridad de órdago a la grande. Porque quien es capaz de dejar 200 kilos de dinamita ante un edificio con cuarenta niños, es capaz de ir a casa de uno de ellos, de siete años, por ejemplo, y descerrajarle un tiro en la cabeza.

De forma que, si el "conflicto" (situación magmática de imposible conceptualización) ha de prolongarse otros cincuenta años, sugiero cambiar a la Guardia Civil por el ejército. Al fin y al cabo los ingleses lo hicieron e Irlanda del Norte y no es tan demencial. Los soldados saben que viven en cuarteles. El único problema es de comunicación y propaganda porque sería imposible evitar la continua comparación con un "territorio ocupado" lo que, en cierto modo, sería cierto. Visto el emplazamiento de la casa-cuartel atacada está claro que el remedio tendría que ser para toda la plantilla de la Guardia Civil. Pero en las demás zonas del país se encontrarán voluntarios para el instituto armado. No estoy seguro de si eso sucedería en el País Vasco y en Cataluña. La alternativa también es retirar a la Guardia Civil.

Por lo demás, la valoración política del bombazo es nula. Habiendo decidido ya que no hay negociación posible, el Estado no tiene nada que decir en estos trances. Los etarras están a lo suyo, como siempre y nosotros, a lo nuestro, también como siempre. Ya se sabe lo de "vascos sí ETA no". Hasta que acabe la violencia. Cuando acabe, ya veremos.

diumenge, 5 de juliol del 2009

¿Dialogar o reprimir?

Unas declaraciones del periodista Iñaki Gabilondo hace unos días acerca de qué sea más eficaz en la lucha contra el terrorismo provocaron conmoción en sectores políticos hispanos. Decía el señor Gabilondo que abogar por la negociación y el diálogo como había hecho él durante años era un error y que admitía que contra ETA sólo son eficaces la policía y los jueces. Añadía a modo de ilustración que reconocía el acierto del señor Aznar al respecto y su propia equivocación. Lo cual sería una muestra de elegancia y tino de no ser porque el señor Aznar también inició una ronda d negociaciones y abrió un diálogo con los terroristas mostrándose sólo después del fracaso decididamente contrario a perseverar en esa vía por razones similares a las del gato con el agua caliente.

En cuanto a los etarras y sus correveidiles de la izquierda abertzale, ninguna variación: diga lo que diga el señor Gabilondo, puntal de los medios de desinformación masiva que no tienen otro objetivo que deslegitimar la heroica lucha del pueblo vasco, sólo queda la vía de la negociación y el diálogo. Casi nadie ha reparado en la falta de altura moral de esta actitud. Obviamente ningún militar o ejército que esté en una guerra aboga por algo distinto a la victoria propia y la derrota del adversario... salvo que esté ya convencido de que no puede imponer sus objetivos porque le falta capacidad militar para ello. Sólo entonces, como segunda línea, opta por apoyar soluciones dialogadas y negociadas. Pero, a su vez, para prestar fuerza a la reivindicación del diálogo y la negociación, hace falta probar que se conserva alguna capacidad destructiva y el propósito de usarla, causando sufrimiento y desolación. La fuerza de las amenazas está en relación directamente proporcional a la probabilidad de su cumplimiento. De otro modo, la petición de diálogo carecería de sentido.

No cabe ignorarlo: es una estrategia dual. Los unos piden solución negociada diciendo con toda hipocresía que lamentan aquello con lo que amenazan, esto es, la prosecución de los atentados y los asesinatos de ETA. La posibilidad de que ésta a su vez sea eficaz en sus crímenes depende de la resonancia social que tengan las proclamas de la izquierda abertzale que no condena la violencia. Porque eso de no condenar la violencia en las circunstancias presentes en el País Vasco tiene un valor muy preciso, si bien menguante, en la tarea de legitimar el terrorismo. De ahí que el mejor modo de deslegitimar a su vez la estrategia legitimadora negociante sea seguir deteniendo etarras e impidiendo que sus correveidiles instrumentalicen las instituciones democráticas al servicio del terror.

(La imagen es una foto de Ivo83, bajo licencia de Creative Commons).

dimecres, 1 de juliol del 2009

Malas noticias para los correveidiles de ETA.

Por fin es ya evidente, es verdad judicialmente establecida, lo que todo el mundo sabía: que Batasuna, Herri Batasuna, Herritarren Zerrenda y todas cuantas organizaciones, coaliciones, grupos, pandillas y peñas ha ido inventándose la izquierda abertzale para burlar la ley de partidos son correas de trasmisión de ETA, parte del entramado terrorista; que ilegalizarlas y prohibirlas no solamente no es antidemocrático sino que es el modo de proteger la democracia frente a quienes quieren acabar con ella; que la ley de partidos no solamente no atenta contra los derechos fundamentales sino que es un instrumento esencial para defender la democracia y el Estado de derecho de los ataques de sus enemigos los terroristas y sus correveidiles, los que les bailan el agua y que por más logomaquias y sofismas que empleen sobre si condenan o no condenan esta o aquella violencia, también la falta de condena al terrorismo, en ciertas circunstancias es recriminable.

Al mismo tiempo, según el fallo del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, España es un Estado de derecho y una democracia en todos los sentidos del término y hace muy bien en protegerse del ataque del entramado etarra que, a través de organizaciones-tapadera como las citadas, trata de estar en las instituciones para condicionar su funcionamiento y, en la medida de lo posible substituir la democracia por algún tipo de dictadura "popular", que es lo que gusta a los terroristas y su mariachi.

Y todo lo anterior no lo dice la Audiencia Nacional, órgano de excepción continuador del siniestro Tribunal de Orden Público, ni el Tribunal Supremo del podrido reino borbónico, ni el Tribunal Constitucional, instrumento al servicio del fascismo español. No. Lo anterior lo dice un tribunal de siete jueces presidido por un danés y compuesto por magistrados de Estonia, República Checa, Alemania, Liechtenstein, Mónaco y España. O sea, lo dice el mundo.

Se acabó el rollo de atacar a la democracia con el cuento de la libertad de expresión reprimida por el fascismo español; se acabó la monserga de que la interpretación del juez Garzón de que ETA es también su entorno que la sostiene, ampara, financia, ayuda y encubre, es un atropello; se acabó el cuento de que las ilegalizaciones del Tribunal Supremo eran atentados contra los derechos fundamentales; se acabó la melopea de que el Gobierno español pretenda asfixiar el debate independentista en el País Vasco. Ahora ya estamos todos al cabo de la calle.

Quienes en el pasado sostuvimos que había que ilegalizar todo lo que sirviera directa o indirectamente a ETA y que se hiciera con todas las garantías del Estado de derecho y de protección a los derechos de los ciudadanos, estamos de enhorabuena. Ya no tendremos que escuchar más insultos de los majaderos "izquierdistas", esos para quienes un sinvergüenza y un asesino, si dice ser de izquierda, ya no es un sinvergüenza ni un asesino.

Como comprendo la decepción de los justificadores, embellecedores y animadores de ETA y de todos los "izquierdistas" peninsulares que les hacen el juego, les ofrezco algunas vías discursivas para salir del atolladero en el que están: 1ª) en realidad, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) está compuesto por fascistas y enemigos del pueblo vasco; 2ª) los jueces del TEDH son una manga de prevaricadores comprados por los agentes españoles al servicio del Borbón; 3ª) los verdaderos jueces del TEDH han sido secuestrados por los fascistas españoles y en su lugar han puesto estos clones, dispuestos a justificar el genocidio de España en el País Vasco. Que por fabular no quede.

No obstante, como frente a esta decisión de sala del TEDH queda una vía de recurso ante el pleno del Tribunal, es de esperar que los estrategas que han conseguido este exitazo judicial la pongan en marcha. De esa forma quedarán en evidencia por segunda vez como lo que son: correveidiles de ETA.


(La imagen es una foto de My Web Page, bajo licencia de Creative Commons).

dilluns, 29 de juny del 2009

Reflexiones vascas.

Publica el señor Otegi un artículo en el diario Gara, titulado Construir una estrategia para el cambio político de muy útil lectura y no menos provechoso comentario. En él se mezclan consideraciones teóricas globales sobre el estado del mundo, con análisis de la situación económica y laboral en Euskadi, una valoración sobre las relaciones de las distintas fuerzas políticas entre sí y una especie de vaticinio o anhelo a corto y medio plazo. Las consideraciones teóricas dejan bastante que desear por su imprecisión y hasta carencia de sentido. Empezando por el título que habla de "construir una estrategia para el cambio político" porque si, a estas alturas, todavía hay que construir una estrategia para ese cambio político que el señor Otegi reclama y consiste en lo esencial en independencia más socialismo, ¿qué ha estado haciendo la llamada izquierda abertzale hasta hoy? En realidad la estrategia está clara, al menos desde el acuerdo de Lizarra: forjar un frente de todas las fuerzas soberanistas/independentistas, sin necesidad de asegurarse el fin del terrorismo y que fuercen una salida negociada al "conflicto" planteado bajo la forma de un proceso de independización de los territorios vascos. Lo que habrá que construir es la táctica para lograrlo porque todas las fórmulas aplicadas hasta la fecha han fracasado y hasta cabría argumentar que un resultado de ese fracaso ha sido, precisamente, el hecho de que el nacionalismo burgués del PNV haya perdido el gobierno de la Comunidad Autónoma Vasca.

El artículo contiene asimismo una evaluación sobre la correlación de fuerzas políticas tanto en Euskadi como en el conjunto de los Estados español y francés que resulta bastante razonable en parte. Parece claro que el PNV ha quedado en una posición incómoda después de las elecciones y no sabe cómo conciliar sus dos almas, la autonomista y la soberanista y también lo parece que la alianza (que él llama contra natura, haciéndose eco del calificativo de un irritado señor Urkullu cuando se anunció el pacto PSOE/PSE-PP) entre los dos partidos constitucionalistas (sic) no cuenta con suficiente apoyo social para llevar a cabo un proyecto integracionista. No cuenta con él... de momento, añado yo. Pero contará si sigue gobernando como hasta la fecha, no se escinde y aprende a capitalizar el cansancio y confuso descontento de un sector importante de la sociedad vasca con la situación en Euskadi.

Entiendo que el autor es muy subjetivo en su valoración tanto de la fuerza electoral de la izquierda abertzale que él representa como de la que no representa, esto es, Aralar, y parece mentira que no se dé cuenta de que la que él representa no tiene perspectivas en tanto no acepte las reglas del juego, como Aralar, y se desvincule explícitamente de la violencia, es decir, se independice a su vez de la tutela ideológica que sobre ella ejerce la organización terrorista.

En realidad, como se ve, el artículo del señor Otegi se va alejando de la realidad a medida que cree estar acercándose a ella, asunto que queda claro cuando uno cae en la cuenta de que la pieza pretende ser un repaso de la situación política y social de Euskadi en el último año pero en él no aparece ni se menciona una sola vez la función que cumple el terrorismo en la sociedad vasca; ni una sola vez aparecen las siglas ETA y eso a menos de una semana de que ésta haya asesinado a un policía. ¿Cómo puede decirse que va a analizarse la situación concreta de una sociedad cuando se omite toda referencia al factor que es único responsable de que la izquierda que el señor Otegi representa no esté presente en las instituciones y el mismo señor Otegi no sea diputado autonómico? De ahí que su alegato final no sea una conclusión que se siga del análisis sino una muestra de lo que los anglosajones llaman wishful thinking, es decir, un mero deseo.

(La imagen es una foto de www.ukberri.net, bajo licencia de Creative Commons).

dimarts, 23 de juny del 2009

El caso Sastre.

No coincido en absoluto con lo que dice el señor Sastre en su artículo en el diario Gara, titulado Prosa y política. Me parece el típico análisis justificativo, ambiguo y bastante hipócrita de la izquierda abertzale para explicar por qué no condena los atentados y los asesinatos de ETA. A este fin se invoca un misterioso "conflicto político" que explicaría por qué los vascos, los decididos entre ellos, afrontan la lucha y la violencia muy a su pesar porque en el fondo están deseando resolver tan penosa situación mediante una negociación que es la única forma civilizada de tratar las diferencias en la sociedad. Lamenta que España y los españoles seamos tan obtusos y tardos que no veamos el camino para salir del marasmo en que nos encontramos, cuando es tan sencillo. Negociar con ETA el fin del "conflicto" sobre la base del cese de todo tipo de violencia en la sociedad. No puedo estar de acuerdo porque jamás pondré en el mismo plano la violencia emanada de un grupo de asesinos con la del Estado democrático y porque no hay nada que negociar sino que ETA tiene que desaparecer y en España hay que abrir el debate democrático sobre el derecho de autodeterminación de los vascos, catalanes, etc. Y por ese orden.

En fin, no estoy de acuerdo en nada de lo que dice el señor Sastre pero tiene derecho a decirlo (allá él con su conciencia) sin ser molestado por ello, mucho menos investigado, procesado o castigado. Aquí no hay amenazas sino el habitual tono quejumbroso, jeremiaco de quienes lamentan la cabezonería de las víctimas que no quieren ceder a las exigencias de los victimarios y entienden cuánta desgracia caerá sobre las cabezas de aquellas por no hacer lo que ellos dicen. Ese sindicato "Manos Limpias" que se querella contra todo lo que se mueve debe aprender que querellarse por cualquier cosa, hasta por el ejercicio de un derecho fundamental, en un Estado de derecho tiene un precio y corresponde a los tribunales determinarlo. La libertad de expresión del señor Sastre es sacrosanta porque, como decía Rosa Luxemburg, "la libertad de expresión es siempre la del que piensa de otra forma." Espero que no se repita la canallada a la par que la estupidez de lo que se hizo con De Juana Chaos, consistente en presentar como mártir a un deficiente moral.

(La imagen es una foto del álbum de fotos de la web de Alfonso Sastre y Eva Forest.

dilluns, 22 de juny del 2009

El traje que corta el señor Sastre.

En un artículo en Gara, titulado La prosa y la política, el dramaturgo español, abertzale radical y cabeza de lista de la candidatura Iniciativa Internacionalista, que no consiguió sacar diputado alguno en Europa se pregunta muy escandalizado: ¿Es verdad, en fin, que ustedes no se han dado cuenta todavía de que la solución de este conflicto, que tantos dolores acarrea, está en la posibilidad de una negociación? y se muestra atristado porque con tanta contumacia por parte española "nos esperarían y amenazarían tiempos de mucho dolor en lugar de la paz, que nunca se conseguirá, evidentemente, si lo que deciden ustedes es aniquilar a una parte mayor o menor de nosotros en esas nuevas cámaras de gas inspiradas por ese personajillo, Iturgaiz."

Bueno, él sabrá lo que nos espera y amenaza, ya que parece bien informado. Siempre lo estuvo. Pero quizá no encuentre él desmesurado que se le pida a su vez responder a una pregunta, él que las hace todas. Ésta en concreto: ¿cree de recibo, cree verosímil, cree que la gente apoyaría a un Gobierno español que propusiera negociaciones con ETA siendo así que ha habido tres y que las tres se han roto por voluntad de ese ente que unos consideran "organización armada" y otros "banda de asesinos" y que llama "negociar" a que se acepten sus peticiones y, si no, da una coz a la mesa? ¿De dónde saca él y de dónde sacan los estrategas de las pistolas la idea de que un futuro hecho de media docena de atentados al año en condiciones de ausencia política de buena parte de la izquierda abertzale en las instituciones es peor para el nacionalismo español que un escenario de bloque nacionalista planteando un referéndum de autodeterminación? Lo dicho: verdaderos genios.

(La imagen es una foto de http://www.larrabetzutik.org, bajo licencia de Creative Commons).

diumenge, 21 de juny del 2009

El "conflicto".

¿Hay alguna sociedad sin conflicto? Si por conflicto entendemos cualquier situación en la que alguien pretende obtener algo que otro no quiere darle o alguien no quiere algo que otro pretende imponerle, la experiencia demuestra que el conflicto aparece con la humanidad misma y que hasta puede considerarse inherente al humano existir. Conflictiva es incluso la propia condición individual pues ¿acaso no estamos los seres humanos perpetuamente en pugna con nosotros mismos? ¿No somos el territorio en el que libramos nuestras más denodadas luchas para mejorar o empeorar, en definitiva, para ser distintos o perseverar en nuestro ser contra fuerzas adversas?

Hace unos días que falleció Ralph Dahrendorf, uno de los principales representantes de la teoría del conflicto como clave explicativa de la Sociología. Entre nosotros, el más destacado es Salvador Giner. Los teóricos del conflicto (Marx, Coser, Lipset, amén de los citados) sostienen que el conflicto es el rasgo característico de la sociedad. Y una simple ojeada en torno nuestro prueba que, cuanto más avanzada y compleja es ésta, más y más complejos son los conflictos que la dividen y enfrentan internamente. Decir sociedad es decir conflicto; decir vida misma es decir conflicto. Sólo la perspectiva de la entropía máxima permite visualizar la ausencia del conflicto, que es la muerte. Las sociedades sobreviven a base de administrar los conflictos en su seno. A veces, estos pueden resolverse; a veces, no. En tal caso, las sociedades avanzadas establecen mecanismos que los canalizan civilizadamente, de forma que mitigan o anulan su potencial destructor.

Siendo así lo anterior, ¿qué sentido tiene que haya gente que pretexte la existencia de un conflicto (añaden "político", como si esto explicara algo) para aclarar si no justificar los atentados y asesinatos perpetrados por unos delincuentes en el País Vasco? ¿Acaso es la única sociedad en la que se da un conflicto? ¿Acaso la sociedad vasca no tiene más conflicto que éste? La obvia respuesta en ambos casos es "no". Ya se ha dicho, todas las sociedades tienen conflictos y varios, generalmente solapados: conflictos de clase, de género, de hábitat (rural/urbano), confesionales, de edad, de etnias, etc. Y, por supuesto, en la sociedad vasca también hay varios conflictos, uno de los cuales es el que se da entre vascos partidarios de la independencia y vascos que no lo son.

A título de breve digresión diré que la frecuente calificación del conflicto vasco como "conflicto entre Euskadi y España" es un intento de falsear los datos; el "problema vasco" no es única ni siquiera principalmente un "problema español" sino ante todo y sobre todo un "problema vasco" o un "problema entre vascos".

En Euskadi, por tanto, como en todas partes, hay varios conflictos y todos se resuelven o se institucionalizan con bastante éxito. ¿Por qué no el conflicto nacional? Cabría pensar que porque éste, por su naturaleza, no es susceptible de institucionalización ni de solución pacíficas sino que sólo puede solventarse a tiros y mediante la imposición absoluta de una parte sobre la otra. Pero esto no es cierto porque, aunque haya sociedades en que se da tal forma de encarar el conflicto nacional, como Irlanda (y aun aquí el asunto es muy dudoso ya que se mezcla un elemento religioso que todo lo confunde), hay otras, y son más, en las que estos conflictos se canalizan pacíficamente, como en el Canadá, en Italia, en Inglaterra, en Bélgica, y, más cerca todavía, en la misma España, en Cataluña.

Afirman los pistoleros de ETA y quienes los "comprenden" en la izquierda abertzale, que el problema en Euskadi es que una de las partes se niega a reconocer la existencia del famoso conflicto, lo cual vendría a explicar por qué es preciso demostrárselo a bombazos. Aunque fuera verdad este aserto -que no lo es- ¿son precisos los bombazos para hacerse notar? ¿No basta con hablar? Pero es que, además, ese punto de vista es falso. Nadie en su sano juicio puede negar la existencia de un conflicto allí donde por su causa hay muertos, presos, secuestrados, extorsionados, amenazados y afectados de mil formas. Lo que sucede es que, por mor de la simplificación, algunas personas dicen que "no hay conflicto alguno" cuando quieren decir que no están dispuestas a admitir que pueda encararse bajo la amenaza del terror. Lo cual no solamente es comprensible sino encomiable. Quienes aseguran que (por la razón que sea) un conflicto sólo puede resolverse a tiros muestran una forma de razonar típicamente totalitaria ya que al arrogarse la razón última, absoluta, tratan de imponerse por entero a la otra parte (así como a los intermedios, indiferentes, dubitativos, etc) estableciendo un orden social sin conflicto, es decir, muerto.

(La imagen es un cuadro de Vasily Vereschagin, titulado La apoteosis de la guerra (1871) que se encuentra en el Museo Tretiakov, en Moscú.)