diumenge, 21 de febrer del 2016

¿Quién decide qué?

Aquí mi artículo de hoy en elMón.cat sobre "el futuro del futuro". Versa sobre la cuestión crucial en la política española del referéndum catalán. No voy a argumentar mi posición al respecto otra vez, pues es conocida y tampoco refutaré los contraargumentos de los nacionalistas españoles para impedir que el referéndum se celebre, ya que es de lo que trata el artículo. En este pequeño prefacio me limitaré a exponer un razonamiento que no suele esgrimirse. Veamos:

- es obvio que la cerrada negativa de los dos partidos dinásticos a permitir el referéndum catalán es el principal elemento de bloqueo de la política española, el que consume más tiempo y recursos;

- en España siempre se dice que hemos de adptarnos a los usos de las modernas democracias de masas, seguir su ejemplo;

- dos de estas (el Canada y Gran Bretaña) han resuelto satisfactoriamente ese mismo problema de un referéndum de autodeterminación en partes de su territorio y ahora hacen pleno uso de sus recursos para aplicarlos a otros menesteres;

- en España eso es imposible; llevamos años y años embarrancados en este asunto hasta que se nos obligue a resolverlo pacíficamente desde fuera. Entre tanto, ¿quién va a pagar por todo el tiempo y todos los recursos que hemos despilfarrado tratando de frenar la emancipación de un pueblo?

Esta es la versión española:


El futuro del futuro

Dice Mariano Rajoy, el gran representante del pasado, del reciente y del remoto, que el futuro de España no puede decidirlo solo “un grupo de españoles”. Como siempre, una sinsorgada que necesitaría del recién fallecido Umberto Eco para entender su significado, si alguno tiene. ¡Con lo fácil que es decir: los catalanes no pueden hacer un referéndum porque a mí no me da la gana! Pero eso es demasiado peligroso por ser verdad y la política española, sabido es, está construida sobre la mentira, la tergiversación y el equívoco.

Solo cuando se jubilan osan los políticos españoles decir la verdad. Así, Felipe González afirma que la cuestión catalana no puede dilucidarse votando y que ni con un 1.200% a favor del sí serviría el referéndum porque esas cosas del futuro “de todos” no se votan. Es brutal, pero, al menos es claro y el expresidente se habrá quedado tranquilo: los catalanes no pueden hacer un referéndum porque a él tampoco le da la gana. Dicen lo mismo el uno y el otro, pero el segundo es más claro. Y más contundente. Se nota que está jubilado y no tiene que andar disimulando para conseguir votos.

Que el futuro de los españoles no pueda decidirlo solo un grupo de ellos, a primera vista, parece razonable, pero insignificante. No se trata del futuro de los españoles, sino del de los catalanes y quieren decidirlo ellos, los catalanes, todos; no un grupo. ¿En dónde está el problema?

A lo mejor en el término “grupo”, que suele tener mala prensa. ¿En dónde lo ha dicho el acting president? En un acto electoral (Rajoy siempre está en campaña electoral; siempre miente) en el País Vasco. Sí, como él desea, hay elecciones nuevas en España, él quiere ser el candidato. Al margen de si esta decisión es racional o no para su partido (ellos sabrán en quién depositan su confianza) la cuestión es: ¿y qué espera sacar en las elecciones? Los votos necesarios para tener un grupo parlamentario con el que tomar decisiones que afectan a todos. O sea, en efecto, un grupo de españoles (los electores de este Demóstenes) va a decidir el futuro de todos. ¿Por qué este grupo sí y otro posible, no? Obviamente, porque este grupo es el suyo. O sea, como decíamos antes, el futuro lo decide el grupo que le da la gana a Rajoy. Igual que el grupo que le da la gana a Felipe González y se compone de una sola persona: él mismo.

Se dirá que esto es falso, porque el grupo de que trate (aproximadamente un 20-25% del electorado, votantes del PP, o sea un 15-18%, más o menos, de la población del Estado) está distribuido por toda España, es representativo y está autorizado a tomar decisiones por todos. Lo que no se puede tolerar es que las tome un grupo solo, por muy numeroso que sea, incluso aunque resulte ser una mayoría tan abrumadora como el 1.200%, porque esté concentrado en un territorio. Es decir, el problema no es que sea un grupo, sino que resida en el mismo sitio en donde, por cierto, los representantes del otro grupo, el distribuido por toda España, son inexistentes. El grupo de Rajoy tiene derecho a decidir el futuro de todos, incluidos aquellos que viven en lugares en donde el grupo de Rajoy es irrelevante.

A lo mejor el problema está en el término “españoles”. El futuro de estos, según Rajoy, no puede decidirlo solo un grupo. Interesante información que los catalanes verán sin duda con simpatía, pero sin sentirse afectados, ya que ellos no quieren decidir el futuro de los españoles sino el de los catalanes. Y aquí ya estamos en ese terreno resbaladizo de los sentimientos en donde un señor que no reconoce la existencia de los catalanes da por supuesto que él y su grupo deciden el futuro de quienes no se sienten españoles por no otra razón que porque son un grupo mayor y no les da la gana de ceder en su derecho a decidir por los demás, incluso en contra de su voluntad y mucho menos de reconocer a esos demás el derecho que ellos se arrogan por la fuerza.

A eso, como a la machada de que ni con el 120% lo llaman “democracia”. Buena lección de Realpolitik.

Descendamos a la realidad cotidiana. Al margen de las vaciedades de Rajoy, es obvio que el futuro de Cataluña habrán de decidirlo los catalanes en un referéndum. En términos prácticos, ya sabemos que ese referéndum no saldrá de la voluntad de la derecha ni de una parte de la izquierda española. ¿Cabe esperarlo de la otra?

Tiene sentido esperar a ver el resultado de las negociaciones para formar gobierno en España en la medida en que la cuestión del referéndum es medular en ellas. La actitud de entrada del PSOE es que referéndum, no. Pero también con relación al referéndum de 1986 sobre la OTAN la actitud de entrada fue que no y la de salida que sí. La prudencia manda esperar a ver el resultado de lo que se negocia y en qué términos, sobre todo porque no hay alternativa.

La excesiva confianza lleva al amargo desengaño, pero la excesiva desconfianza lleva a la parálisis. ¿Qué cabe esperar del llamado “gobierno de progreso” español si llega a constituirse? Lo más sensato es pararse a ver y no poner palos en las ruedas como dice Puigdemont que hace el gobierno español con la Generalitat. Tanto Homs, de DiL, como Anna Gabriel de las CUP, han manifestado su interés y buena disposición en el improbable (pero no imposible) caso de que del gobierno de España llegara una oferta de referéndum que fuera aceptable.

Actuar a la razonable expectativa no es ingenuidad, sino deseo de facilitar las cosas en lugar de dar pretextos a los adversarios. Sobre todo porque la hoja de ruta, que es el escudo más consistente del proceso independentista y la garantía de su futuro sigue su curso. Es decir, porque el futuro tiene futuro.



dissabte, 20 de febrer del 2016

Hay que librarse de esta plaga

Pasan cosas insólitas. Dos municipios de Cataluña, Breda y Arenys de Munt, han declarado persona non grata a Felipe V + I, preparao. Pontevedra, la ciudad del Sobresueldos, va a declarar a este también persona non grata. Intriga pensar en dónde y cómo vivirían ambos si todos los ayuntamientos del país, un país muy orgulloso de su tradición de libertades municipales, siguieran el ejemplo. En alguna embajada, como Assange.

La peripecia del Sobresueldos al frente de la banda de presuntos ladrones está llena de enseñanzas morales, de esas de sic transit.... Se recordarán sus primeros tiempos en La Moncloa. Por entonces llevaba ya años cobrando sobresueldos, término que sintetiza la esencia de una época en la que una partida de verdaderos forajidos dieron en la flor de llamarse "partido político" para robar a lo ancho del país. Ganó las elecciones mintiendo bellacamente y su gobierno fue el summum de la mendacidad, el latrocinio, el abuso, la arbitrariedad, el engaño, la ocultación. Verlo en plasma, balbuceando incongruencias o escaparse de las inauguraciones por la puerta de servicio, escuchar sus densas majaderías dichas con aplomo excathedra, aguantar las estafas y los trinques masivos de los suyos, un verdadero hatajo de sinvergüenzas y piratas que hoy se pasan la vida de proceso en proceso, era tener un idea clara de lo bajo que había caido este pobre país.

España tiene más paro, menos población empleada, la gente es más pobre, está más desahuciada, los ladrones han expoliado la caja de las pensiones y todos los fondos públicos hayan estado en donde hayan estado. El objetivo de déficit no se cumple y la deuda pública es ya de cerca del 100% del PIB.

El gobierno del Sobresueldos ha sido un fracaso sin paliativos desde el primer momento.

Ya nadie se acuerda de que el hombre salía muy facundo a decir que la "crisis es historia" o que "no se habla del rescate a España", que ahora tocaba "consolidar" la recuperación económica.

Mentira, mentira, mentira tras mentira.

Deja el país en situación crítica y aspira a nuevas eleciones. Es su última esperanza de no ser el único presidente de gobierno que no repite mandato en España. Sin embargo, tanto si las hay como si no, su destino es claro: a su casa. Debiera haber sido cuando se descubrió que mentía de modo sistemático, pero no lo hizo y ha tenido cuatro años para demostrar que carece de la más elemental dignidad.

Ahora ya solo le preocupa, como a todos los mangantes que ha estado colaborando, que no lo pille la justicia

Iglesias purgante

A Podemos le sucede lo que, según el dogma sucede a la Iglesia católica a la que, por cierto, cada vez se parece más, que su existencia se divide en tres momentos sucesivos: la iglesia militante (aquí, batallando en este valle de lágrimas), la Iglesia purgante (la que expía sus pecados en el Purgatorio) y la Iglesia triunfante que, ya en presencia de Dios, goza de la felicidad eterna.

La comparación es pertinente porque ilustra mucho sobre las ventajas e inconvenientes de la formación morada. Su preparación fue exclusivamente para la época militante, esa que el cuerpo místico llama también Iglesia peregrina. Sabían cómo hablar en los medios, moverse, ocupar el espacio público, lanzar su mensaje, imponer su marco, hacer su apuesta por el sorpasso, la hegemonía o "aquí estamos nosotros". El vocabulario era el adecuado al momenro, aparentemente rompedor y llamando a un sentido elemental de justicia: los de arriba, los de abajo, la casta, la gente, ec.

Pero pasada la época de la Iglesia militante, llega la de la purgante, la de los pactos, la de cocerse a fuego lento, jugando varias partidas el mismo tiempo e intercambiando luchas de términos y sus sentidos, en la que ya no valen consignas, sino que hay que dialogar, proponer, escuchar al otro. Y, para esta nueva etapa, la preparación era cero. Necesitado de pactar con el PSOE porque es su única posibilidad de participar en el gobierno, es cierto que Podemos puso sordina a sus insultos más necios de esos de PP = PSOE, lo cual no quiere decir que sus fanáticos no los repitan en la redes, pero no los jefes. Ya no. Pero se mantuvieron las impertinencias, la petulancias, la arrogancia de presentarse como el ganador de las elecciones (siendo el perdedor) y exigiendo al PSOE y a Sánchez la sumisión a todas sus exigencias: hora, día, lugar de la negociación; con quién; la formación del gobierno y todo lo demás. Y ya hasta el disparate de largar un ultimátum a Sánchez, conminándolo a reunirse con él personalmente en un plazo específico. Tan absurda actitud llevó a Hernando, hombre no muy brillante pero con sentido del humor, a decir a Iglesias que "no sabía en dónde estaba". Por supuesto, Sánchez no respondió y ahí se quedó el líder, colgado de su ultimatum. No, la Iglesia purgante no la llevan bien. Por fin Garzón, más ducho en estas lides que el presuntuoso bisoño ha organizado una reunión a cuatro (PSOE, Podemos, IU y Compromís). No sabemos si servirá para mucho aunque sí, por lo menos, para ocultar la metedura de pata de poner un ultimátum a Sánchez para verse ellos a solas. No obstante seguirá amagando incongruencias, como esa de definir de antemano el contenido de las conversaciones si se hacen a cuatro. O la otra de asegurar que "Pedro Sanchez ya se ha decidido por un gobierno de cambio". Esto de adjudicar a los demás lo que no han dicho y quizá ni pensado, entra ya en el terreno de lo patológico. Sánchez no ha decidido aún y no tiene la menor intención de hacerlo porque, mientras no lo haga, los otros dos partidos, Podemos y C's cada vez harán más concesiones para excluirse mutuamente de la negociación.

Convendría que el líder entendiera la realidad que pisa porque, si mantiene esa insólita arrogancia es posible que no llegue a la Iglesia triunfante por cuanto que no formará gobierno (que es lo único que le importa) que vendría a ser el equivalente dogmático de la intención de asaltar los cielos. Por cierto, estos no se han enterado todavía de que su destino es ser asaltados. Y no está claro que sea preciso avisarlos.

divendres, 19 de febrer del 2016

Parábola del bambú

Se dobla, dice el budismo Zen, pero no se troncha. Y, cuando cesa el huracán, vuelve a su elegante y orgullosa verticalidad. Quizá por eso el bambú sea una de las plantas más antiguas del planeta y una de las que crecen más rápidamente.

Ceder, pero no quebrarse es lo que hace la gente inteligente cuando tiene que negociar algo y entenderse con otros que, por lo general, tienen puntos de vista distintos a los de uno y pleno derecho a tenerlos. Ser flexible para mantenerse íntegro. Una antiquísima leyenda china equipara el bambú con el comportamiento del caballero, que no es fuerte por fuera, pero sí por dentro, con la fuerza de la voluntad y la inteligencia.

Llegar a unas conversaciones que son vitales para las partes armado hasta los dientes de ultimatums, condiciones inexcusables, prohibiciones y líneas rojas, antes siquiera de haber intercambiado saludos con el interlocutor y haber medido la fuerza del viento, es de imbéciles. De imbéciles rematados.

Rivera, de C's, es bambú. Cede en algo para conseguir lo que quiere de consuno con el otro, PSOE, porque ambos coinciden en lo que no quieren: más gobierno del PP.

Pequeño inciso para aclarar: el Sobresueldos en funciones anda por Europa explicando (ignoro en qué lengua) a los demás líderes que en España no se formará gobierno y habrá nuevas elecciones en junio. Como siempre, confunde la futura realidad con sus deseos. Felipe González, el "gatazo tontiastuto" en sabia definición de Ferlosio, le ha ofrecido una fórmula bambusoide de abstenerse y dejar gobernar al PSOE. Pero eso es echar margaritas a los chanchos. Como buen español de Covadonga, Rajoy no tiene nada de bambú sino que es una estaca tiesa, como la de la canción de Llach, y se tronchará con el viento antes que abstenerse en la investidura de un gobierno de progreso. Y se tronchará, por supuesto, porque aún no se ha dado cuenta de que el país entero está pidiendo a gritos que él y la banda de ladrones desaparezcan de la circulación y se vayan a disfrutar de lo pillado (aunque es de esperar que los jueces les obliguen a devolverlo) o a cazar talentos. Pero que se vayan.

Y si, para que se vayan, hay que constituir un gobierno polícromo como un mosaico bizantino, se hará.

Los de C's lo han entendido y están retirando las condiciones inexcusables, las prohibiciones y otras rigideces absurdas.Son pragmáticos y saben que la gente medirá la sinceridad y verdad de sus intenciones si consiguen lo que pretenden: formar un gobierno de cambio que empiece a revertir estos alucinantes cuatro años de saqueo, beaterío, propaganda e involución democrática atizada por un puñado de sinvergüenzas comprados a peso de oro con los dineros de todos.

Y ahora parece tocarle el turno a Podemos. Hacer bambú del partido morado es tarea más difícil que de C's porque la cantidad de requisitos inexcusables, líneas rojas, chulería y prepotencia que lleva días soltando el líder máximo no es fácil de ocultar bajo la mesa camilla. Es muy de aplaudir que, haciendo como quien no quiere la cosa, respondan a la iniciativa de Garzón y otros a sentarse a negociar con el PSOE sin exigirle a Sánchez que vaya de rodillas a Canossa, que le dé al jefe los puestos que quiere o que deje de hablar con quien cae mal a este. A lo mejor, con un poco de suerte (y bastante generosidad de Garzón, por cierto), Iglesias empieza a ser bambú y no estaca y comprende que los electores lo han puesto a él y a Podemos en donde les corresponde, el sidecar, porque han dado la moto a Sánchez y es Sánchez quien tiene que formar el gobierno y no el contramaestre.

¡Si hasta los indómitos catalanistas que hasta ayer amenazaban con el voto negativo hablan hoy de esperar y ver y mostrar flexibilidad! Cuando menos Homs y los de DiL. ¿Por qué? Porque tienen gran coincidencia con los sectores más abiertos y progresistas del electorado de España, ese país vecino: cerrar el paso a Rajoy, impedir la repetición de este aquelarre de latrocinio, estupidez y represión.

Así que los genios de Podemos se hacen bambú, profesan el zen, adoptan el talante del caballero, fuerte en su flexibilidad, o se quedan para hacer compañía al PP y, claro, votar con él. La estrategia del escorpión, vaya.

Comprendo que es amargo haberse pasado un año y medio diciendo que sales a ganar (como si los demás salieran a perder) y no ganar. Pero es añadir necedad a la amargura, actuar como si hubieras ganado, tratando de imponer condiciones a los demás que los demás no tienen por qué aceptar porque la verdadera "sonrisa del destino" reside en que el electorado ha dado la famosa centralidad política al PSOE.

Puede que sea injusto, que el PSOE no haya hecho nada por merecerla y que Sánchez no pase de ser un arribista con suerte. Puede. Pero la realidad es esta; no otra y, por más que los fieles y verdaderos creyentes coreen el grito de Obama, Yes, we can!, lo cierto es que No, you can't.

Y, si se quiere la prueba definitiva para saber si se es noble y elegante bambú o roma estaca, vayamos a esas elecciones por las que suspira Rajoy.

dijous, 18 de febrer del 2016

De cabeza al fracaso

La tarea de Sánchez de componer gobierno con los mimbres que tiene es encaje de bolillos o historiada pasamanería. Tiene muchas probabilidades de no lograrlo. Su única baza es la negociación con IU y Compromís - con los que parece estar en buenos, aunque escasos, términos- y la mucho más ardua con C's que, al día de hoy, en el mejor de los casos, ofrece su abstención, no el voto favorable y menos la entrada en el gobierno. Añade sus buenos oficios para conseguir una abstención del PP que, eso sí, facilitaría las cosas.

En pro de la abstención del PP se han pronunciado Aguirre y Gonzalez, ambos preocupados con la "gobernabilidad" del reino pero, en el fondo, asustados de una coalición de PSOE-Podemos. En efecto, por este motivo y para ahorrarse nuevas elecciones, seguramente esté en el interés del PP permitir un gobierno del PSOE. Pero lo dudo mucho porque el estilo bronco de la derecha española la llevará a votar en contra de los radicales. Si el PP no se abstiene y vota en contra, como lo harán los 17 diputados catalanistas, el PSOE tendrá que buscar más apoyos, en el PNV. Y, desde luego, si Podemos vota en contra, adiós gobierno PSOE.

Esto por lo que hace a ese equilibrio inestable de PSOE y C's que, de momento, es el único que parece configurarse. El otro, el que Palinuro apoya, la coalición PSOE, Podemos, IU, Compromís, está cada vez más lejos. Parece mentira pero así es. Luego de comprobar que el resultado de las elecciones de 20D dio una mayoría de casi 12 millones de votos a las izquierdas y de que los de Podemos lo celebraran como un apabullante triunfo, la conclusión que debe sacarse es que la izquierda es incapaz de gestionar una victoria. 

El PSOE no ha sido modelo de agilidad o de tacto para negociar, desde luego, pero el comportamiento de Podemos ha roto todas las expectativas más pesimistas: arrogante, petulante, ensoberbecido y absurdo, todas las manifestaciones de Iglesias han ido dirigidas a menospreciar, y humillar a Pedro Sánchez, a quien exige cosas absurdas normalmente en tono perentorio que el otro no puede aceptar en modo alguno. Aparecer ahora recomendándole que no sea "prepotente" ni "arrogante" en un caso de manual de lo que los psicólogos llaman "proyección" no va a ayudar a limar asperezas.

 No es algo nuevo en el personaje, cuyo narcisismo ilimitado no le deja ver lo que piensan los demás. Eso es lo que hizo con Alberto Garzón antes de las elecciones, humillándolo con crueldad y muy poco estilo. Pero Garzón -que, sin duda, se la tiene guardada- sacaría dos diputados y Sánchez, noventa. No es lo mismo. La repetición de esa retórica hecha de agresividad e hipocresía, con el socialista no le funciona ni le funcionará. Y, al final, Podemos puede encontrarse votando contra el PSOE junto al PP.

La continuación serían elecciones nuevas. El PP se hundirá bajo el cieno de su inenarrable corrupción, pero no creo que a Podemos le vaya mejor cuando tenga que explicar que son precisas nuevas elecciones porque votó con el PP contra un gobierno del PSOE.

Tiburones y pirañas

Con el gobierno de esta presunta banda de ladrones, presidida por el Sobresueldos, se han roto los últimos diques de la escasa moral social de España y estamos viendo uno tras otro, los grandes escándalos financieros, las enormes estafas, el robo organizado que han perpetrado empresarios, políticos, cargos públicos, todos ellos aleccionados por las tramas mafiosas que aquí se llama "partido político". Al descubierto está quedando un país de tiburones con estafas de cientos de millones de euros.

De tiburones y de pirañas. Por el responsable del comité de empresa de Telemadrid en su testimonio ante la comisión de la Comunidad que investiga la corrupción en la tele de Aguirre, nos hemos enterado de que, desde el minuto uno del gobierno del partido popular se puso en marcha una operación de colonización del medio por periodistas, tertulianos afines al PP y pagados con cantidades estratosféricas a cambio de su propaganda a favor del gobierno de Aguirre. Con dineros públicos, con nuestros dineros como contribuyentes. Y eso mientras la empresa, en la ruina al haberla esquilmado, despedía a ochocientos trabajadores en un ERE.

La pauta es siempre la misma: pájaros que se prestan a cantar las excelencias de un gobierno de sinvergüenzas a cambio de jugosa paga. Pirañas que saquean el erario a base de soltar soflamas contra todo lo público y a favor de la privatización, pero cobran dinero público.

Todo lo que tiene que ver con esta banda de ladrones es repugnante. Y lo de estos mercenarios con mayor motivo.

Recordatorio. La filosofía y las mujeres

En la UNED (Fac. de Políticas y Sociología) hemos organizado un seminario permanente sobre cuestiones de género. En principio, lo queremos de periodicidad mensual. Luego, iremos viendo, según el interés que despierte y la productividad que tenga. La primera sesión, o sea, la inauguración, será mañana, jueves, 18 de febrero, a las 18:00 en el salón de actos de la OEI, ubicado en el Rectorado de la UNED, calle de Bravo Murillo, 38. Consistirá en una mesa redonda con coloquio posterior en torno al reciente libro de la filósofa Mercè Rius, Contra filósofos o en qué se diferencia una mujer de un gato. Con ese título puedo ahorrarme toda explicación sobre el contenido por redundante. Acompañaremos a Mercè en la mesa  y haremos nuestros pinitos Consuelo del Val (decana de la Facultad), Paloma García Picazo y un servidor, ambos profesores de esa misma facultad. Después, habrá coloquio que esperamos muy vivo porque el tema lo merece. Se grabará íntegro y supongo que podrá verse en streaming

Estamos ya preparando la segunda sesión del seminario para el mes de marzo, que será explosiva, pero no suelto el tema ni l@s intervinientes para mantener el suspense. En su momento lo diremos. No es preciso señalar que agradeceremos todas las participaciones que se quieran hacer llegar y asimimo las que nos sugieran posibles temas por tratar en convocatorias posteriores, siempre en la línea del feminismo más militante.

Entrada libre y tod@s bienvenid@s

dimecres, 17 de febrer del 2016

La unidad de España

A punto de irse al otro barrio, el decrépito dictador agarró la mano del Borbón y encomendó a su cuidado la unidad de España. Cuarenta años más tarde, la unidad de España se tambalea más que nunca y lo único que ha guardado el ex-rey, al parecer, es la unidad de caja porque se ha retirado con una fortuna que el New York Times estimaba en 2012 en unos 1.800 millones de euros. Hasta la fecha la Casa Real no ha desmentido el dato ni ofrecido explicación alguna de cómo cabe amasar tamaño caudal cobrando un sueldo de Rey, alto desde luego, pero no tanto.

La cuita por la unidad de España, entretanto, ha pasado a los plebeyos. Susana Díaz, presidenta de Andalucía, tiene preparada una campaña en defensa de la unidad de este viejo reino, amenazada por separatistas que quieren llevarse el santo y la limosna. Sobre todo, la limosna. Culminará la cruzada a fines de mes para impedir que Pedro el disoluto se entregue en las garras de Podemos, gentes sin ley ni moral, capaces de someter a referéndum la integridad de la Patria. De tanto ir con el cirio tras la imagen de la Dolorosa a esta señora no le queda tiempo de leer la prensa y no se ha enterado de que su secretario general jamás pactará con Podemos a causa del referéndum catalán pero sí parece dispuesto a hacerlo con Rivera, de C's, enemigo acérrimo del referéndum catalán como buen catalán mucho español. La unidad de España bien vale un Cara al sol.

Rivera tratará de conseguir la abstención del PP en la investidura de un gobierno de PSOE y C's. Solo así podría salir ese gobierno porque si le votan en contra PP y Podemos, más los 17 independentistas catalanes, no tiene posibilidad alguna.

¿Y qué se hizo de ese gobierno de la izquierda PSOE + Podemos + IU + Compromís, con el que Palinuro se las prometía muy felices? Ahí tienen ustedes a Pablo Iglesias, colgado del referéndum en el vacío y soltando baladronadas poco menos que llamando a Sánchez a su vera como el que llama a la mascota. Es imposible que un hombre tan pendiente de su imagen pública ignore que su petulancia produce general rechazo. A lo mejor dan en el clavo quienes dicen que, en el fondo, Podemos no quiere pacto sino nuevas elecciones y por eso insiste en el referéndum sabiendo que es inaceptable para el PSOE. Puede que, en efecto, la intención latente de Podemos sea forzar las elecciones, pero ello no viene de la reivindicación del referéndum  sino, precisamente, de esa cargante petulancia producida por la inseguridad.

Podemos tiene perfecto derecho a pedir un referéndum -una reivindicación democrática y muy razonable que también piden ERC y DiL- y no se ve por qué esto hace más difícil el pacto con el PSOE que el hecho de que este lo rechace en redondo. ¿Por qué es más intransigente pedir un referéndum que negarse a hacerlo? Sobre todo cuando los estrategas de Podemos vienen presumiendo de que, en su maquiavélica inteligencia, al pedir el referéndum, son los verdaderos garantes de la unidad de España.

Así las cosas, es probable que haya elecciones y también lo es porque PP y Podemos voten juntos en contra de un gobierno de PSOE y C's, en cuyo caso no arriendo el resultado ni a Podemos ni al PP. 

Por fortuna, la unidad de España cuenta con defensores quizá no más agraciados o inteligentes, pero sí más aguerridos y conscientes de su deber ante la historia y la memoria del Caudillo. El gobierno ha recurrido ante el Tribunal Constitucional la Consellería de Exteriores de la Generalitat y el alto organismo, que no tenía previsto tratar el asunto, se ha apresurado a dar satisfacción a su señor natural, admitiendo a trámite el recurso y suspendiendo la actividad de ese miniministerio de exteriores catalán. Desde el punto de vista de la legalidad española, esta decisión seguramente es irreprochable y quizá ahorre al reino algún bochorno porque, con el sentido del humor de estos catalanes, no podía descartarse la posibilidad de que nombraran un embajador en Madrid, considerando España el extranjero.

La cuestión no está en el hecho en sí sino en la tendencia que apunta: unas relaciones entre España y Cataluña montadas sobre un conflicto permanente, in crescendo, que trastornará la vida ordinaria del Estado de modo sistemático y será una fuente permanente de quebraderos de cabeza. Como lo ha sido hasta la fecha, pero mucho más, porque esta movilización social ya no se para ni hay tribunal constitucional, por sumiso que sea al poder, que pueda pararla.

Y todo por no querer admitir algo elemental: el derecho de los catalanes a decidir por su cuenta mediante un referéndum, como han hecho los escoceses o los quebequeses. Una negativa por la que el PSOE está dispuesto a no llegar a un pacto de gobierno de izquierda o de progreso. Podría refundarse con el nombre de PSOME o Partido Socialista Obrero Mucho Español.


dimarts, 16 de febrer del 2016

Entendámonos

Los amigos de Trasversales, buena gente, organizaron ayer un encuentro de izquierdistas de toda condición y convicción en el Centro Cultural de la calle Galileo de Madrid. Palinuro lo había publicitado en el post del domingo pasado y ayer se dejó caer por allí. Había pleno de asistencia, como 150 personas, coordinaba José María Roca y en el escenario se sentaban cuatro militantes de diversas izquierdas más o menos conocid@s. Después de sus intervenciones, dieron la palabra al público y la gente, la sal de la vida, fue pasándose el micro y soltando sus reflexiones en voz alta, más o menos en el espíritu abierto y medio asambleario que se puso en marcha un ya lejano 25M.

El encuentro era una especie de recapitulación y llamada al entendimiento de las distintas fuerzas de la izquierda que están en este momento negociando alianzas en un clima de incertidumbre e inseguridad que contrasta mucho -como señalaron algunos intervinientes- con el hecho de que las izquierdas hayan ganado las elecciones del 20D con casi doce millones de votos. El ánimo general fue que era preciso aprovechar esta ocasión para echar a esta derecha de carcundas y robaperas presidida por el Sobresueldos y constituir un gobierno de progreso. La tónica general era de cierta urgencia y temor de que, por unos u otros motivos, esto pudiera no pasar.

La reunión aprobó el manifiesto que reproduzco y, por supuesto, comparto. Comparto no solo la solicitud de entendimiento sino también las prudentes consideraciones acerca de la pluralidad y divergencias de las fuerzas cuyo mutuo entendimiento pedimos. En el ambiente revoloteaba el fétido ángel de las tradicionales peleas cainitas de la izquierda. Nadie le dio pábulo pero, en algunas intervenciones saltaron chispas de hogueras no enteramente apagadas, de las viejas rencillas de las que, con el permiso de l@s lector@s, Palinuro está hasta más arriba de la coronilla. ¡Que hasta en momentos como este haya quienes sigan chinchorreando es descorazonador! Pero, en fin, para lo que está uno acostumbrado a escuchar por ahí, prevaleció la importancia del momento y la conciencia de la necesidad de unidad de acción de la izquierda.

Unidad de acción, que no quiere decir que nadie tenga que arrepentirse de supuestas maldades pasadas o deba comulgar con los preceptos de quienes pretenden forjar la unidad a base de insultar a aquellos con quienes quieren unirse. Algo obvio, ¿no?

Aplaudo la reunión. Fue un buen ejercicio de entendimiento y hago mío el escrito. 

Solamente una observación que puede parecer trivial y no lo es. Yo no hubiera titulado el escrito Entendeos sino Entendámonos

Por razones evidentes. 

El nudo gordiano del referéndum

La política española está condicionada por la cuestión catalana.

¿Cuál es el obstáculo, el escollo, el nudo gordiano en el camino hacia un gobierno de coalición de las izquierdas en España? El referéndum catalán. De todo lo demás, según parece, se puede hablar; pero del referéndum catalán, no. Es la divisoria, el hiato, el cleavage que enfrenta al PSOE (referéndum no, bajo ningún concepto) y Podemos (referéndum sí, como algo imprescindible) y les impide entenderse.

Están muy quejosos los socialistas de la rueda de prensa de ayer de Pablo Iglesias: que ha perdido el oremus, que no sabe en dónde está, que pide un imposible y así demuestra que, en el fondo, no quiere gobierno de coalición, que no sabe lo que dice, que tiene un problema de identificación de roles, que se cree el ungido por el real dedo, cuando lo es Sánchez. A pesar de todo, los socialistas se sentarán con Podemos, pero solo para decir que referéndum, no, no y no.

Palinuro, preocupado por las perspectivas del gobierno unitario sugiere estudiar la comparecencia de Iglesias distinguiendo entre el fondo y la forma o las formas. En cuanto al fondo de las propuestas de Podemos Palinuro las considera correctas, viables, radicales y democráticas. Y sobre todo se lo parece la propuesta de referéndum en Cataluña. Es una opción democrática, de izquierda, que responde a una demanda ampliamente mayoritaria en la sociedad catalana (entre el 70 y el 80% quiere decidir) y no hay razones para oponerse a él o impedirlo. Esto es, no hay razones de izquierda. Sí de la derecha, consistente en lo esencial en hablar de la unidad de España como un principio metafísico apoyado en una concepción orgánica de la nación típica del pensamiento conservador y reaccionario al estilo de Burke.

Por experiencia sabemos que la derecha habla siempre de la unidad de España pero es quien más hace por destruirla. Basta considerar que ha sido el gobierno/rodillo de Rajoy el que ha multiplicado por 2,5 los independentistas catalanes. Pero, aunque el patrioterismo nacionalespañol fuera sincero, la izquierda no puede compartir su posición porque su defensa de la unidad de España no puede basarse en la sinrazón, la fuerza, el organicismo, la imposición y la violencia sino que deberá fundamentarse en la aceptación voluntaria de unos ciudadanos libres. Al menos eso es lo que, en principio, quiere decir el patriotismo constitucional si es que quiere decir algo. Lealtad voluntaria a un pacto constitucional libremente establecido. Si alguno de estos datos faltan (y faltan en la Constitución de 1978) la unidad solo puede garantizarse mediante la fuerza, la violencia. Y ese no es ni podrá ser nunca un criterio aceptable de la izquierda.

El PSOE no tiene razones para oponerse a un referéndum en Cataluña. Si las tuviera, las expondría; pero no las tiene. Y tampoco tiene nada que ofrecer en su lugar. La propuesta de un federalismo que unos no saben en qué consiste y los otros prefieren no saberlo, es una pura excusa. La de una reforma de la Constitución -que tendrá que contar con el voto favorable de su principal enemigo, el PP- lo mismo. Al final, el argumento del PSOE es que los catalanes no pueden hacer un referéndum de autodeterminación porque no. Y eso sigue sin ser un argumento de izquierda. Como tampoco lo es la referencia farisea a la legalidad vigente que hace el PP. Si hay un conflicto entre legalidad positiva (que, por lo demás, los dos partidos dinásticos cambian cuando les da la gana en un alarde de tiranía de la mayoría y desprecio por los derechos de las minorías) y la legitimidad, la izquierda solo puede dar preferencia a esta frente al derecho positivo que frecuentemente no es otra cosa que la consagración de la injusticia.

Que la derecha no quiera referéndum porque, en el fondo, no confía en la nación a cuyo servicio dice estar, es normal, porque su política es siempre de interés de clase y no nacional. Que no lo quiera la izquierda solo puede entenderse como la enésima prueba de su cobardía. El PSOE no quiere un referéndum como el que sin embargo han hecho los quebequeses en dos ocasiones y los escoceses en una con el beneplácito de sus respectivos partidos socialdemócratas porque, en el fondo, tampoco confía en la nación que también dice defender. Como la derecha. En eso son iguales.

Así que la exigencia del referéndum por parte de Podemos, es muy acertada. Ya va siendo hora de que España tenga el coraje de sí misma y de resolver la cuestión catalana de modo democrático. Y el PSOE haría bien en revisar su obstinada negativa y abordar la cuestión con valentía y seguridad en sus propias posiciones. Además -argumento de atrición, que dirían los teólogos- al final no va a quedarle más remedio porque, cuando las cosas se compliquen más, será la Unión Europea quien imponga ese referéndum.

Eso en cuanto al fondo. En cuanto a la forma o las formas, la verdad es que la comparecencia de ayer fue el habitual despliegue de arrogancia, petulancia, con un punto de chulería y una retórica sencillamente inadmisible. De vergüenza, vamos. Esas escenificaciones con el líder proclamando las verdades rodeado de dummies que cada vez tienen un aspecto más acartonado y soviético; esos ardides de presentar las propuestas a la prensa antes que a la mesa de negociación, si es que llega a constituirse una; esa jactancia de predeterminar el resultado de unas conversaciones que no han empezado, ese permanente empujar y atropellar, consiguen lo contrario de lo que, en principio pretenden. Quitan la razón a los planteamientos de fondo y permiten que el PSOE se agarre a las formas para ignorarlos con el argumento de que Podemos no presenta propuestas sino imposiciones y ultimatums porque, en realidad, no quiere que haya gobierno y prefiere ir a elecciones nuevas.

Bien, si tenemos en cuenta los factores concomitantes, como que el PP está literalmente hundido en el pantano de su corrupción y que, muy probablemente, de haber elecciones nuevas, C's subiría a su costa, Palinuro empieza a pensar que, en efecto, quizá no sea mala idea ir a nuevas elecciones si el PSOE no flexibiliza su posición en torno al referéndum.

¿Por qué? Porque esas nuevas elecciones darían la respuesta a dos contenciosos interrelacionados que ahora están en el aire y contribuirían a clarificar y estabilizar la situación política. El primer contencioso es el de la rivalidad entre el PSOE y Podemos por la hegemonía de la izquierda. Con IU reducida a una condición pigmea, la cuestión es que no será práctico ni conveniente para nadie que haya dos partidos socialdemócratas, uno más de centro, como el PSOE y otro más de izquierda, como Podemos. El segundo es que, como cada uno de los dos partidos llevaría en su programa un sí o un no al referéndum catalán, las elecciones, actuarán de hecho como una especie de referéndum informativo acerca de qué piensa el electorado de centro y centro izquierda en el país.

Ni Pedro ni Pablo, ni Pablo ni Pedro son Alejandro Magno. El nudo gordiano del referéndum solo puede deshacerlo el pueblo con unas elecciones que sean un referéndum.

Reitero: la política española está condicionada por la cuestión catalana.

La filosofía y las mujeres

En la UNED (Fac. de Políticas y Sociología) hemos organizado un seminario permanente sobre cuestiones de género. En principio, lo queremos de periodicidad mensual. Luego, iremos viendo, según el interés que despierte y la productividad que tenga. La primera sesión, o sea, la inauguración, será el próximo jueves, 18 de febrero, a las 18:00 en el salón de actos de la OEI, ubicado en el Rectorado de la UNED, calle de Bravo Murillo, 38. Consistirá en una mesa redonda con coloquio posterior en torno al reciente libro de la filósofa Mercè Rius, Contra filósofos o en qué se diferencia una mujer de un gato. Con ese título puedo ahorrarme toda explicación sobre el contenido por redundante. Acompañaremos a Mercè en la mesa  y haremos nuestros pinitos Consuelo del Val (decana de la Facultad), Paloma García Picazo y un servidor, ambos profesores de esa misma facultad. Después, habrá coloquio que esperamos muy vivo porque el tema lo merece. Se grabará íntegro y supongo que podrá verse en streaming

Estamos ya preparando la segunda sesión del seminario para el mes de marzo, que será explosiva, pero no suelto el tema ni l@s intervinientes para mantener el suspense. En su momento lo diremos. No es preciso señalar que agradeceremos todas las participaciones que se quieran hacer llegar y asimimo las que nos sugieran posibles temas por tratar en convocatorias posteriores, siempre en la línea del feminismo más militante.

Entrada libre y tod@s bienvenid@s

dilluns, 15 de febrer del 2016

Aguirrajoy

Es de esperar que, a estas alturas, algunos de los bravi que se paseaban ayer muy ufanos por el foro atribuyéndose la dimisión de Aguirre se hayan dado cuenta de que la dama ha vuelto a reírse de ellos. Ha dimitido de un puesto sin poder y en el que le quedan dos telediarios y se ha atrincherado en el Ayuntamiento de Madrid algunos dicen que para dedicar su jornada completa a amargar la vida a Carmena. Otro error. A Aguirre le importa el Ayuntamiento tanto como la vida amorosa de los chimpancés. Nada. Lo que quiere es una base de poder para intrigar en el seno del poder pro domo sua, claro está. La finalidad es ahora aprovechar el desastre que ese prodigio de incompetencia de Rajoy ha provocado en el PP para probar su mano ahora sí, quizá por última vez, a la presidencia del partido. Ambición no le falta. Su dimisión, irrelevante en cuanto a su situación política real, se convierte en una batería que dispara contra la muralla de La Moncloa, en donde se refugia un Mariano Rajoy, el de los sobresueldos, en una situación de acorralamiento y acoso que empieza a ser peligrosa.

En el PP, una organización presuntamente de malhechores, cunde el nerviosismo y los enfrentamientos pues nadie sabe lo que pasará mañana. Pero todos tienen intereses que proteger en una organización en la que no hay más intereses. Y ríanse ustedes de los enfrentamientos en la izquierda, sobre todo entre los comunistas, estén o no en IU; las luchas y los golpes bajos de los del PP son mucho peores porque hay siempre más dinero por repartir, procedente por lo general de la multiplicidad de actividades delictivas que está gente realizaba.

Subraya Esperanza Aguirre que dimite por responsabilidad política, sin que haya acusación penal alguna y que ella está limpia como una patena pues no se ha llevado un duro. (Para los nacidos después de Maastricht, un duro no es una unidad monetaria viva). Pero esa declaración es una bofetada en el blandorro rostro de Rajoy que, obviamente debiera hacer lo mismo: dimitir. Palinuro lleva cuatro años pidiendo esa dimisión pero, ahora, la exigencia es más dañina pues viene de sus mismas gentes. Todavía no se atreven a formularlo claramente porque el PP es una organización autoritaria, pero el ánimo en su propia casa es ya que Rajoy está acabado, amortizado, que es un peso muerto que lastra las opciones del PP y que, cuanto antes se vaya mejor. Y que se lleve a su señor padre,  cuyos cuidados como dependiente estamos pagando todos los españoles, iincluidos quienes tienen dependientes a su cargo pero no reciben subvenciones.

Por supuesto, si Aguirre dimite por responsabilidad política en el caso Púnica (es mentira, dimite en un movimiento táctico evidente), ¿que tendría que hacer Rajoy con la Gürtel y las mil una prevaricaciones, estafas, expolios, mangancias que los suyos llevan años cometiendo a la vista de todo el mundo? ¿Qué tendría que hacer después de los papeles de Bárcenas que lo acusan de haber pillado sobresueldos de la caja B? Obviamente, dimitir y presentarse en el juzgado más cercano. En lugar de ello se ha pasado cuatro años inenarrables, hablando a través del plasma, abandonando los edificios por la puerta de servicio, no admitiendo preguntas en las ruedas de prensa, mintiendo en el Parlamento, mandando SMS vergonzosos a sus compinches, balbuceando insensateces y contando cuentos chinos.

Prácticamente ya había conseguido lo que se propuso: aburrir a todo el mundo, desprestigiar las instituciones, bloquear los medios, impedir todo debate serio y abrumar de tal modo a una oposición sumisa que no se atrevió ni a presentar una moción de censura a un gobierno de granujas.

Todo eso ha saltado por los aires con la dimisión de Aguirre. Todo ha quedado desmantelado en las postrimerías de este gobierno inenarrable al frente de una verdadera banda de malhechores. En cuanto a la promesa de cambio que se dibuja en el horizonte, bien clara está: se sustituirá la Gürtel por la Púnica. Innecesario añadir que todo cuanto aquí se dice del Sobresueldos reza con la zafia exalcaldesa del caloret, refugiada a toda prisa en el Senado para que los jueces no le echen el guante.

En homenaje a Muriel Casals

A raíz del desgraciado accidente que se ha llevado a Muriel Casals, Xavier Climent ha elaborado este vídeo en memoria de la que fuera presidenta de Omnium Cultural. Está muy bien y merece la pena verlo. Hablado en catalán con subtítulos también en catalán, resulta inteligible hasta para quienes sienten urticaria cuando oyen hablar esta lengua. Además está narrado con la magnífica voz de Nú Miret. 

 Es una pieza de exaltación nacionalista de Cataluña, y tiene los pros y los contras de estas manifestaciones. Son más los pros que las contras, pero aun así, estas deben reducirse. Por ejemplo, es poético, aunque escasamente original, atribuir a la tierra las virtudes de los seres humanos que la habitan. Pero, ya que se hace, empujado por el amor patrio, ha de vigilarse la congruencia. Tiene poco sentido alabar un país como cuna de "conquistadores indomables" y reconocer luego (aunque sea indignadamente) que ha sido conquistado. Entre otras cosas porque ello lleva a justificar el cambio con un recurso a la "traición" que no es nunca un buen criterio y desmerece de la legitimidad, la belleza y la fuerza de convicción del relato.

Pero eso son peccata minuta. La pieza está muy bien hecha, es emocionante y está dedicada a la memoria de Muriel Casals, extraordinaria mujer, cuya sencillez, modestia y dulzura de trato recubrían una entrega sin límites a una causa y una actividad comprometida, incansable, por la libertad de su pueblo.  Resulta especialmente trágico que la muerte se la haya llevado justo a las puertas de aquello por lo que tanto había luchado. 

Que la tierra le sea leve.

diumenge, 14 de febrer del 2016

La matanza de San Valentín

Un disparo ha bastado a Esperanza Aguirre para acabar con toda la clase política (especialmente de izquierda) del país y puñados de finos analistas. Un disparo cargado con el señuelo de una dimisión por "responsabilidad política", que no penal personal (faltaba más) que además quiere ser una lección de transparencia y sensibilidad democráticas. 

Un paseo por las redes de hoy, domingo de San Valentín, produce verdadero bochorno: todos los políticos pegándose por atribuirse la dimisión de Aguirre, el honor de haber matado el oso (en este caso, la osa, por cierto mucho más lista que todos ellos juntos) cuya piel, como siempre, están vendiendo sin haber matado al animal de verdad. De leer a nuestras lumbreras, Aguirre ha caído por la presión de Podemos, de C's, de IU, del PSOE y ¡hasta del PP! En algún caso, el delirio ha llevado al presuntuoso de turno a confundir a Reagan con Nixon, que es como confundir a Churchill con el Rey Faruk.

Esperanza Aguirre no ha dimitido de nada de lo que no fueran a echarla en un futuro inmediato. Su sucesión en la presidencia del PP por Cifuentes es ya cosa hecha. Prueba: que González, su hombre, también dimitió hace un mes de la secretaría general de la organización de Madrid, ya preparando el camino.

Resumiendo para que se entienda: Aguirre se va de donde van echarla en todo caso en unas semanas, convierte su destitución en una dimisión honorable "por razones políticas", pone en un brete al Sobresueldos y se mantiene en su puesto de portavoz del PP en el Ayuntamiento, desde donde planea dar la batalla por la presidencia del PP nacional cuando a Rajoy no le quede más remedio que irse.

Más inteligente aun: la tarea de quitarle de enmedio al Sobresueldos se la están haciendo todos los demás que, desde el PSOE hasta el PP, pasando por los neonatos de Podemos y C's piden a una la dimisión de este pájaro. Ella que, además, tiene sentido del humor, quizá le envíe un SMS pidiéndole que sea fuerte.

¿Más claro? Aguirre no ha dimitido. Igual que no dimitió la otra vez que dijo que lo hacía. Ha hecho un repliegue táctico en el que ha contado con la ayuda del coro de bocazas de la oposición que no sabe ni cómo se lee una partitura. La maniobra puede salirle bien o no porque tiene sus riesgos, pero es mucho más inteligente que el conjunto de sandeces que cabe leer en las redes celebrando una victoria ficticia y haciéndole el juego a una política que da cien vueltas a sus adversarios dentro y fuera de su partido.

La rebeldía catalana

Aquí mi artículo de hoy en elMón.cat sobre lo que dice el título: la rebeldía catalana. El mundo independentista es complejo, abigarrado y complicado. Hay muchos catalanes deseando romper con España en todos los aspectos y circunstancias, sin matiz alguno. Hay otros que quieren romper con España por lo que España significa, por su historia, trayectoria y forma de estar en el mundo, que quizá no quisieran romper si España fuera de otra forma, más civilizada, abierta, tolerante, democrática.

Pero no es el caso. Y eso se ve con toda claridad en el modo de enfrentarse a la monarquía española. Hay mucha gente en el Estado de izquierda, de tradición republicana pero, hasta la fecha, nadie ha hecho nada por activarla y convertirla en hechos. Al contrario: si alguien plantea la conveniencia de hacer un referéndum sobre Monarquía/República, se echa encima racimos enteros de políticos, personalidades y personajes de la derecha, el centro y la sedicente izquierda sosteniendo que es una iniciativa inoportuna, que "no toca", que no es algo importante para los españoles, etc. Por supuesto: iniciativas institucionales, como la del Ayuntamiento de Arenys de Munt en Cataluña, de declarar persona non grata a Felipe VI, ni hablar; o las de otros ayuntamientos y municipios catalanes, de retirar nombres, nombramientos y honores a laos Borbones, la Corona o el trono. Todavía menos. En España los dos partidos mayoritarios son dinásticos, cortesanos y los republicanos rezongan por los rincones, pero no hacen nada.

En Cataluña sí emerge un sentimiento antimonárquico y republicano con apoyo popular y eso es ya una buena señal para el republicanismo español. Si alguna esperanza tiene este de que llegue una IIIª República, vendrá en la estela de la lucha de la Cataluña republicana.

A continuación, la versión española del artículo.

La rebeldía cotidiana

(A Muriel Casals)

¿De qué está hecha la historia de las naciones? ¿De grandes batallas, tratados, descubrimientos, declaraciones o de actos menores, diarios, habituales? Las bombas destrozan rocas en un instante, derriban murallas que pueden reconstruirse. La lluvia y el viento las erosionan con la fuerza de los siglos, de modo imperceptible y cambian el paisaje para siempre.

Dice Puigdemont que un día los ciudadanos escucharán por la radio la noticia de la independencia de Cataluña. Por la radio, la tele o internet, que los tiempos cambian, President. Pero, para entonces, no será una noticia sorprendente, un scoop, sino la confirmación de una situación de hecho a la que todo el mundo se habrá venido acostumbrando como el normal día a día de la existencia cotidiana. La conclusión de un proceso que había comenzado mucho antes, encarnado en la vida de las personas.

La desconexión de Cataluña no es solamente cosa de las declaraciones solemnes en sede parlamentaria o las medidas de gobierno con sus formalidades, sus proyectos y evaluaciones. Nada de esto serviría si no viniera apoyado en la voluntad firme, sostenida, generalizada, de la población de aplicarla en su vida ordinaria, en el normal quehacer y la rutina diarias.

Arenys de Munt ha declarado persona non grata en su término municipal a Felipe VI. Los historiadores cortesanos ya estarán glosando el insólito hecho del Rey al que sus súbditos rechazan y en cuyos territorios no puede pisar. En la realidad es un hecho que la supervivencia del Estado depende de su libre aceptación por los gobernados y, no dándose esta, de su capacidad de imponerla por la fuerza. Al día de hoy, la Monarquía española no tiene la primera ni puede recurrir a la segunda. Y ello por los actos libres, concretos, cotidianos, de los habitantes, los que crean conciencia.

En otros casos, son las propias personas no gratas las que facilitan la tarea de la desconexión y dejan patente que no hay otro camino, como cuando García Albiol se ausenta con pompa y circunstancia de un acto de la Generalitat porque en él se falta al respeto al gobierno de España. Se va de donde no le quieren y con él se lleva la representación de un gobierno que no estaba invitado, sino expresamente rechazado en la ceremonia porque no había contribuido un céntimo a la inversión que allí se celebraba.

Es la vida cotidiana la que encauza los rumbos divergentes de España y Cataluña. Cuando Puigdemont reúne el cuerpo consular en Barcelona, el presidente del gobierno español gimotea desde el bunker de La Moncloa que se trata de un acto “lamentable e inconstitucional”. Pero no tiene medios de evitarlo porque, en verdad, el Estado hace ya tiempo que ha hecho dejación de sus responsabilidades en Cataluña.

Y no es de extrañar si se calibra adecuadamente la paradójica situación del Estado y la eficacia de sus aparatos represivos e ideológicos cuando se comprueba que los dos partidos dinásticos, mayoritarios en España, PP y PSOE, con el añadido del tercer partido nacionalespañol, C’s, que en total suman más de dos tercios de escaños de la Cámara, no pueden concertar su acción ni siquiera en el único punto en el que están de acuerdo: frenar la independencia de Cataluña, de Cataluña la republicana.

El municipio de Arenys de Munt es un episodio más de un sentir generalizado en Cataluña y que se reitera una y otra vez en la vida de otros ayuntamientos y localidades, cuando se priva al monarca reinante de honores concedidos otrora en condiciones muy distintas o cuando se suprimen los símbolos callejeros de su presencia, de la institución que encarna o los títulos que ostenta. Arenys de Munt es un ejemplo, una adelantada de un sentimiento que ha ha tomado cuerpo en Cataluña entera: en realidad, Felipe VI es persona non grata en Cataluña entera y eso que debe de ser el primer Borbón que, por necesidad, se ha visto obligado a hablar catalán.

Con él, los catalanes rechazan la Monarquía borbónica, tres veces restaurada en España en doscientos años, la última por obra de una pronunciamiento militar fascista que fue dirigido contra la libertad de España y muy especialmente de Cataluña. Y ese sentimiento antimonárquico que se presume en España pero los españoles son incapaces de imponer es el que los catalanes expresan día a día, hora a hora, pacífica y democráticamente, en su vida cotidiana camino de la independencia.




Pleno del soviet de Las Rozas

Consciente de su responsabilidad ante los dioses de la historia, el soviet de Las Rozas se reunió ayer en animada sesión para deliberar sobre la coyuntura del país. En el habitual guirigay en el que cada cual defiende vehementemente sus posiciones, llegóse a la conclusión de que urge la formación de un gobierno de izquierda en España sin dilaciones ni titubeos. Urge desalojar a esta banda de malhechores que lleva años cometiendo fechorías y esquilmando el país. Urge acabar con esta involución neofranquista y devolver al país al contexto democrático de derechos y libertades, del que el PP le ha privado.

 También se llegó a la conclusión de que, cuando hay voluntad de hacer las cosas, pueden hacerse sin mayores problemas, incluso con gentes de muy diversas adscripciones ideológicas. El requisito es muy sencillo: basta con que dichas gentes se conozcan y se aprecien. El mutuo aprecio, la amistad, el respeto son factores que allanan todos los caminos. Por eso, cuando vemos a las delegaciones de los respectivos partidos aprestarse a negociar con rostros enojados, ademanes bruscos, miradas torvas y propósitos muchas veces insolentes solo nos queda recomendarles limar asperezas según el acreditado método del Soviet de Las Rozas: amistad, buen trato, distensión, llegar a conocerse, entender al otro. El tiempo dedicado a desbrozar el camino se gana luego transitando por uno más grato. Hágannos caso: búsquense, siéntense, rompan las barreras y descubrirán que tienen muchas cosas en común.

Por cierto, aprovecho para trasladar al amable público la convocatoria para el próximo martes que, bajo el título ¡entenderos! promueve la revista Trasversales y José María Roca, uno de los asistentes al Soviet de ayer. Es a las 19:00 del martes, 16 de febrero en el Centro Cultural Galileo, calle Galileo, 39, Madrid. Y responde al mismo ánimo que embargaba ayer el soviet: queremos un gobierno de izquierda en España. Y lo queremos ya.

Delicias del patriarcado: mujeres, niños

Dos mujeres más asesinadas presuntamente por sus maridos y probablemente en sendos crímenes machistas. Dos mujeres septuagenarias muertas a manos de sus esposos seguramente de edades parecidas. Hace unos días, en una interesante entrevista a una estudiosa de estos asuntos, decía esta que la violencia machista cruza clases sociales, profesiones, niveles de ingreso. Y edades. Cualquiera diría que a los setenta años, cuando la nieve de la edad cubre sus sienes, los hombres deberían haber aprendido a domeñar sus pasiones, sus impulsos más criminales. Evidentemente, no es así, o no es frecuente. Según parece los partidos están dispuestos firmar un pacto de Estado contra la violencia de género. No tengo muy claro que estas cosas sirvan para mucho. Incluso es posible que tengan efectos desmovilizadores porque, mientras se establece el pacto y este actúa, aunque no sirva para gran cosa, mucha gente puede pensar que no hace falta nada más porque ya está el pacto.

El problema es básicamente de educación y de trasmisión de valores y pautas culturales en el patriarcado. O sea algo que llevará mucho tiempo, años incluso, antes de que las cosas cambien visiblemente. Por supuesto, bienvenido sea el pacto, pero su efecto será moderado en el mejor de los casos.

La educación y el sistema de valores y pautas culturales. La educación es esencial. Es casi todo en la vida. Por eso los curas no quieren perder su control, porque es decisiva para la trasmisión de su doctrina. Y en ese dominio de la educación se producen los casos de pederastia que tanto han ensuciado el nombre del catolicismo. Generalmente afecta más a los católicos que a los protestantes y es bastante razonable vincular esta práctica con la estúpida orden del celibato.

La cuestión es aquí si es lícito incluir la pederastia como crimen de patriarcado y, si bien se piensa, así es. La pederastia es un comportamiento en el ámbito de la conducta basada en la obediencia infantil a las figuras de padres. No hay duda: son delitos típicos del patriarcado.

dissabte, 13 de febrer del 2016

El carácter fascista

Esa foto de El País retrata la esencia de una era que, afortunadamente, está acabando. Una era de autoritarismo, imposición, chulería, desprecio, arrogancia y patanería.

Todo el país ha visto la imagen que condensa cuatro años de desgobierno de un presunto corrupto que, además, es un grosero y maleducado.

En cuanto no se hace lo que él quiere, como y cuando quiere, le sale el ramalazo fascista, el gesto despreciativo, la pura intolerancia. Ahí está, para memoria duradera. Menos mal que no gobiernan los antecesores ideológicos del sobresoldado presidente, que hubieran sido mucho más expeditivos con el líder socialista. Rajoy no le reconoce derecho alguno a existir, como aquellos, pero no puede hacer nada por evitarlo, salvo un rictus que todo lo declara. Es de esperar que cuando este personaje crezca y madure intelectual y moralmente (cosa harto dudosa) esta imagen lo avergüence y le amargue la vida.

Y este es el de la mano tendida, los pactos, la disposición abierta y permanente a negociar, el hombre del entendimiento y el sentido común.

¿A qué se entiende bien el salto endavant del procés català? La intolerancia fanática, la cerrazón, la exclusión de este romo nacionalespañol, con su talante fascista, han sido los catalizadores de un camino de escisión que nadie es ya capaz de detener. La negativa a negociar nada con Cataluña ha hecho que el nacionalismo en pleno haya cerrado filas soberanistas, como ha visto todo el mundo que no sea estrictamente imbécil. Desde el principio estuvo claro y se dijo en todos los tonos: que Rajoy era el mayor fabricante de independentistas catalanes.

No obstante, tampoco los independentistas deben lamentar la pronta caída del hombre de los sobresueldos. Quien parece llamado a sucederlo es idéntico a él en punto a incomprensión de la cuestión catalana y falta de inteligencia y valor para abordarla con espíritu abierto y democrático.

A los efectos de la política española, esta foto convierte a Sánchez virtualmente en el próximo presidente del gobierno. La mano que se le ha negado es la que estrechaba y estrecha las de Matas, Camps, Barberá, Rato, Bárcenas...