Consciente de su responsabilidad ante los dioses de la historia, el soviet de Las Rozas se reunió ayer en animada sesión para deliberar sobre la coyuntura del país. En el habitual guirigay en el que cada cual defiende vehementemente sus posiciones, llegóse a la conclusión de que urge la formación de un gobierno de izquierda en España sin dilaciones ni titubeos. Urge desalojar a esta banda de malhechores que lleva años cometiendo fechorías y esquilmando el país. Urge acabar con esta involución neofranquista y devolver al país al contexto democrático de derechos y libertades, del que el PP le ha privado.
También se llegó a la conclusión de que, cuando hay voluntad de hacer las cosas, pueden hacerse sin mayores problemas, incluso con gentes de muy diversas adscripciones ideológicas. El requisito es muy sencillo: basta con que dichas gentes se conozcan y se aprecien. El mutuo aprecio, la amistad, el respeto son factores que allanan todos los caminos. Por eso, cuando vemos a las delegaciones de los respectivos partidos aprestarse a negociar con rostros enojados, ademanes bruscos, miradas torvas y propósitos muchas veces insolentes solo nos queda recomendarles limar asperezas según el acreditado método del Soviet de Las Rozas: amistad, buen trato, distensión, llegar a conocerse, entender al otro. El tiempo dedicado a desbrozar el camino se gana luego transitando por uno más grato. Hágannos caso: búsquense, siéntense, rompan las barreras y descubrirán que tienen muchas cosas en común.
Por cierto, aprovecho para trasladar al amable público la convocatoria para el próximo martes que, bajo el título ¡entenderos! promueve la revista Trasversales y José María Roca, uno de los asistentes al Soviet de ayer. Es a las 19:00 del martes, 16 de febrero en el Centro Cultural Galileo, calle Galileo, 39, Madrid. Y responde al mismo ánimo que embargaba ayer el soviet: queremos un gobierno de izquierda en España. Y lo queremos ya.