dissabte, 21 de desembre del 2013

La ofensiva de la derecha y la miseria de la izquierda.


Ahora que los españoles hemos retrocedido treinta años en dos de gobierno de la derecha parece buen momento para una recapitulación de lo sucedido, que haré en tres breves apartados y una coda: 1º) la falsa verdadera izquierda; 2º) la verdadera falsa socialdemocracia; 3º) la antitransición; y coda: los finos analistas políticos.

1º.- La falsa verdadera izquierda. Su miseria se condensa en la fórmula "PSOE-PP la misma mierda es". Que se trata de una estupidez solo beneficiosa para el PP ya se sabía antes de las elecciones. Bastaba con ver cómo este partido no la desmentía. Ahora es patente: en dos años los españoles han perdido el derecho al aborto, a la educación pública de calidad, a la sanidad pública, a un salario y un trabajo dignos, a las pensiones, a la libertad de expresión, de manifestación y de reunion. Antes los tenían (más o menos); ahora, no. No es lo mismo, ¿verdad? La fórmula es estúpida.

Los que no son estúpidos, sin embargo, son los dirigentes e ideólogos. Ellos ya sabían que era una estupidez. Pero servía a sus fines inconfesos, consistentes en desplazar a la socialdemocracia a la derecha, desprestigiarla, segarle apoyos electorales para ocupar su sitio y enarbolar su bandera: el socialismo democrático. Eso sí, "verdadero" socialismo. Frente a una derecha unida como una piña con mayoría absoluta, esa opción, en el mejor de los casos, cosecha un 15% del voto. Insuficiente para realizar el "verdadero" socialismo desde el gobierno. Pero suficiente para que el PSOE no gane las elecciones. Seguirá gobernando la derecha porque lo que los dirigentes e ideólogos de IU y aledaños quieren es seguir como están. Siendo cabezas de ratón satisfacen su narcisismo. Es mejor, más grato, más lucido, ser jefe de uno de los bandos perdedores que grado intermedio, pieza del montón, en un bando ganador.

Por eso se sigue hablando de PPPSOE. Tengan el valor de traducirlo, buenas gentes:  tener derecho al aborto y no tenerlo es lo mismo. Díganlo, hombre, díganlo. PP y PSOE son lo mismo. El aborto como derecho y el aborto como delito son lo mismo. Díganlo de una vez. En el fondo, quizá lo piensen.

2º.-La verdadera falsa socialdemocracia. Y ¿cómo se ha llegado hasta aquí? Porque, en realidad, la fórmula PPPSOE, estúpida como es, no es enteramente falsa. La socialdemocracia española comenzó su andadura en la segunda restauración con una mayoría absoluta como la del PP; incluso superior, pues tuvo 202 diputados en 1982 frente a los 186 actuales de la derecha. Pero, si empezó con ánimo reformista, poco a poco, a lo largo de los años, se fue dejando dominar por el pragmatismo, el oportunismo, los intereses creados y la corrupción.

El exitazo primero de la socialdemocracia, tan apabullante que obligó a la derecha a hacer como que se civilizaba, atrajo al PSOE una caterva de vividores, gentes sin muchos principios, pero hábiles para dominar la política de partido. Algunos, en su afán de medrar, cruzaban la raya de lo delictivo, como los Marianos Rubios o los Roldanes. Otros, la mayoría, no. Seguían en el partido, convertido en una oligarquía de profesionales que se valían de él para sus intereses, sus carreras políticas, sus colocaciones posteriores en la vida "civil". Curiosamente son estos que hoy dominan la organización, quienes más daño le hacen.

El PSOE no quiso o no supo reelaborar una visión de la socialdemocracia que, sin ser presa de sus tradiciones, no las olvidara al extremo de convertirse en la versión liviana del neoliberalismo. No supo articular un programa socialdemócrata capaz de explicar la aceptación de ciertos postulados neoliberales como un giro táctico y de hacerlo creíble. Falto de un discurso de izquierda, como la política, al igual que la radio, no aguanta el silencio, el PSOE se ha apropiado, con tímidos matices, el de la derecha: mercados, entente cordiale con la iglesia, monarquía y unidad nacional a machamartillo. Es, dice, el espíritu de la transición.

3º.- La antitransición. La actual involución de la derecha en todos los órdenes, la colonización ideológica de las instituciones, la prevalencia de la explotación capitalista más salvaje mezclada con el nacionalcatolicismo a ultranza es la cara de la derecha de siempre. La de 1975, respaldada por cierto entonces por un ejército que era un partido político armado presto a intervenir. Como lo demostró unos años después. Una derecha sin complejos.

Es el momento de que los ideólogos de la verdadera izquierda, esos que tildan la transición de traición y la culpan de los males de hoy, demuestren cómo deben hacerse las cosas. Sin duda tienen fórmulas gracias a las cuales no solamente el PP perderá las próximas elecciones (que tampoco parece tan difícil) sino que ellos y sus programas las ganarán, formarán gobierno y harán realidad la verdad de esa verdadera verdad. Cosa tanto más sencilla cuanto que la oligarquía del PSOE, incapaz de ver más allá de sus narices, incapaz de afrontar los problemas colectivos con ideas nuevas, audaces, acordes con la tradición de la izquierda, cada vez se configura más como su propia caricatura: el otro partido dinástico.

Aquí está la segunda transición. La que todo el mundo invoca si bien con fines distintos. A ver qué sale. A ver cómo recuperamos esas futesas que habíamos conseguido con la asquerosa y traidora transición: el derecho al aborto, el Estado del bienestar, el acceso a la justicia, las libertades públicas.

Coda: los finos analistas políticos.- Premio Mariano José de Larra para todos esos analistas a quienes encandilaba la labia moderna, civilizada, moderada y centrista de Gallardón y Wert. Eso es perspicacia, sí señor.
No veo que esta entrada vaya a ganarle muchos amigos a Palinuro y así se lo he dicho. Le da igual. Dice estar acostumbrado. Este Palinuro es un ingenuo.

divendres, 20 de desembre del 2013

Contra las mujeres.


En un país en cuya capital el colegio de abogados decide mantener el título de "decanos honoríficos" a favor del genocida Francisco Franco y el fascista José Antonio Primo de Rivera no tiene nada de extraño que el gobierno haga aprobar leyes injustas y machistas por un parlamento que, a su vez, reverbera de reaccionarios y cipayas.

Es un país en el que un porcentaje importante de la población sigue siendo franquista, fascista, partidario de la dictadura y que vive tan feliz regida por un gobierno compuesto por corruptos, imbéciles y meapilas y dirigido por otro corrupto especialmente mendaz. Es un país que no pertenece al continente en que se encuentra, Europa, sino al de Asia musulmana, ni al siglo en que se halla, el XXI, sino al XV.

A lo mejor con estos dos datos, esos genios que reprochan lo poco que se consiguió en la transición pueden ver lo que cuesta mover esta densa capa de burricie, oscurantismo y servilismo rasgos esenciales de España. O quizá puedan ahora demostrar cuánto valen, evitando que la reacción nacionalcatólica hunda más el país. Y quizá se entienda también por qué la zona más avanzada, más europea, Cataluña, pretende independizarse y muchos la envidiemos.

Que siete diputadas del PP aplaudan como locas al ministro que convierte en ley su propia servidumbre demuestra a las claras el grado de abyección a que pueden llegar los seres humanos. Porque esa ley que este hipócrita clerical ha impuesto al país a caballo de una mayoría absoluta lograda por la banda de malhechores que ganó las últimas elecciones a base de mentiras es el ataque más brutal que se ha producido en nuestro país en contra de las mujeres.

O sea, esas siete cipayas, aplauden como lo que son: almas serviles, criadas del machismo patriarcal de los curas y sus monaguillos, elementos en el proceso de reproducción de su miseria. Pero son algo más: auténticas estúpidas que no solamente aplauden que se las despoje de sus derechos sino que se las trate como inferiores mentales.

¿Por qué? Sencillo: ¿han escuchado ustedes a este untoso sofista vanagloriándose de que "por primera vez se va a despenalizar de modo absoluto a las mujeres en las casos de abortos ilegales", como si fuera una conquista para ellas? ¿Lo han oído decir muy ufano, como buen fariseo y sepulcro blanqueado que en el aborto, la mujer nunca es culpable sino víctima, dando a entender que es un avance?

¿Y qué es eso sino muestra palpable de que este majadero considera a las mujeres como menores de edad, niñas, inferiores, irresponsables de sus actos?

Esa muestra de machismo es lo que estas descerebradas aplauden y los ciudadanos normales tenemos que soportar porque 11 millones de individuos, de esos que aceptan encantados que Franco y José Antonio sigan siendo decanos honorarios del colegio de abogados, lo han votado.

El aborto es sagrado.


Hace unos meses, las bravas activistas de Femen irrumpieron en el Congreso de los diputados al grito de el aborto es sagrado. Hubo un desbarajuste, un rifirrafe y un notable desconcierto entre los diputados. Solo se escucharon algunos tímidos aplausos mientras la mayoría guardaba un incómodo silencio, incluso las mujeres. Algunas, las más reaccionarias, manifestaron luego su reprobación, mientras las demás callaban en una muestra de cobardía.

La reacción más típica vino más tarde en improvisada declaración a la prensa de ese prodigio de hipocresía que es el ministro de Justicia. Dijo Gallardón que no podía entender, que le resultaba incomprensible, la expresión de "aborto sagrado". Por supuesto; es una de tantas cosas que este hombre, bloqueado por su fanatismo religioso, no entiende ni podrá entender jamás. La reclamación era provocativa. Para poner en evidencia que el ministro solo considera sagrado lo que a él le place. Lo demás no puede serlo. La idea de que alguien tenga algo por sagrado con el mismo derecho con que él considera lo contrario ni se le pasa por la cabeza. La de que él tiene tanto derecho a imponer sus opiniones sobre lo sagrado como el que tienen los demás a obligar a lo contrario, esto es, ninguno, todavía menos. Es la base de la intolerancia, la intransigencia, el fanatismo, el nacionalcatolicismo y, por supuesto, el fascismo. Es el meollo ideológico de este político profesional a las órdenes de los clérigos.

Si los dioses no lo impiden hoy aprobará el consejo de ministros la reforma de la Ley de interrupción voluntaria del embarazo, inspirada en las peticiones de la jerarquía católica, aunque no a su entera satisfacción. Los curas querrían la prohibición absoluta, acompañada de duras penas. Pero ya no están los tiempos para andar quemando gente; está mal visto. Han pactado, pues, con su monaguillo civil la eliminación de la ley de plazos vigente, la negación del derecho al aborto, el retorno a la ley de 1985, que se ha quedado obsoleta por menoscabar la condición de las mujeres y seguir tratándolas como menores de edad.

Es una involución, a tono con las que impone el gobierno en otros ámbitos, el educativo, el acceso a la justicia, los derechos de manifestación, expresión y reunión, el orden público, etc. Pero es especialmente repugnante porque, aparte de la represión ideológica y de clase, esta prohibición tiene un tinte de género, es una prueba más de que, en la contienda política, cuando se trata de los derechos de las mujeres (como cuando se trata de los de las minorías nacionales) aumenta el consenso interpartidista de carácter patriarcal y reaccionario. Los curas (todos hombres), el ministro (hombre) un comité de expertos sobre el aborto o algo así que constituyó el gobierno (compuesto exclusivamente por quince hombres) lo que ya es en verdad ridículo legislan sobre los derechos de las mujeres sin escucharlas siquiera y tratando, como siempre, de sojuzgarlas, reprimirlas, humillarlas. Como siempre. Repito, como siempre.

Las leyes, el poder, el aparato del Estado, los tribunales, el sistema penal, toda la parafernalia represiva se moviliza contra un avance en un proceso de emancipación de más de la mitad del género humano que ya habría de ser incuestionable. Y no solo el aparato represivo. También el ideológico. Esta legislatura precisamente se inició con unos sofismas enunciados por el ministro en sede judicial hablando de la "realización" de las mujeres y la lucha contra la "violencia estructural", en una cantinflería conceptual con la que pretendía engañar a la opinión acerca de sus verdaderas intenciones, creyendo, sin duda, que la ciudadanía tiene un nivel mental inferior al suyo. Lo cual es materialmente imposible.

Si las falacias del ministro y su demagogia seudoemancipadora no merecen refutación, menos aun los especiosos argumentos que siguen manejando los antiabortistas cuando les da por hablar y no por atentar a bombazos contra quienes defienden el derecho a la libre interrupción del embarazo dentro de los límites razonables que marca la ciencia, que es el único criterio aquí admisible. Mientras la ciencia no diga lo contrario, la interrupción del embarazo hasta cierto tiempo de la gestación no implica crimen alguno y, por tanto, pertenece al irrestricto campo de la libre voluntad de las mujeres.

Lo demás es perder el tiempo con los trolls antifeministas, entre los cuales, por cierto, hay muchas mujeres sumisas, incluidas algunas supuestamente "progres" y tan sumisas como las otras. Perder el tiempo, porque ya está todo dicho. Los partidarios del derecho al aborto no obligamos a los antiabortistas a abortar. Hagan ellos lo mismo y no arrebaten un derecho en nombre de sus convicciones privadas. Si hay restricción del derecho al aborto será por vía coactiva, represiva, no discursiva. Y frente a esto, la consigna de Femen es lo más contundente.

Sí, señoras, señores, curas, ministros y carcundas de todo pelaje machista, el aborto es sagrado. Y los hombres, los hombres feministas, tenemos que estar con las mujeres, movilizarnos con ellas en la lucha por sus derechos porque solo cuando ellas alcancen la plena propiedad y disposición sobre sus cuerpos, que los hombres llevamos siglos negándoles mientras consagramos las nuestras, recuperaremos una dignidad que ahora no tenemos (pues somos cómplices de esta injusticia) y estaremos en el camino hacia la igualdad entre los sexos. 

(La imagen es una captura de un vídeo de El País).

dijous, 19 de desembre del 2013

La fábula de la realidad

Pongan ustedes en relación los discursos de esta gente en los años pasados con lo que hacía en realidad, según testimonian con todo lujo de detalle  (nunca mejor dicho) los correos de Miguel Blesa entre 2007 y 2009. Dos miserables años y ocho mil mails que están dejando los papeles de Bárcenas en una colección de estampas de la adoración nocturna. De un lado las palabras altisonantes, las grandes declaraciones, "España va bien", "tenemos un lugar en el mundo", "España es una gran nación", "estamos entre los primeros", "hemos levantado el país con el esfuerzo, el ahorro, la buena administración"; de otro, unas vidas de molicie, lujos asiáticos, holganza, despilfarro y consumo ostentoso; la boda de El Escorial es el epítome de todo ello. De un lado, las elecciones, los programas políticos, los debates y las votaciones parlamentarias; del otro los chanchullos, los enchufes, los navajeos, la corrupción más desaforada, el saqueo de los caudales públicos, la patrimonialización de las instituciones, el cortijeo de España.

O sea, a un lado la fábula y al otro la realidad. La fábula que oculta la realidad y la realidad que alimenta la fábula. Caja Madrid donó 1,7 millones de euros a FAES. Lógico. FAES es un centro de fabricación de ideología, o sea, de fábulas. De aquí salen los planes para acabar con todo lo público en España, la sanidad, la educación, las pensiones y, por supuesto, las cajas de ahorros. Y no solo teoría; también praxis. El mejor modo de acabar con la banca popular, pública, es saqueándola. Y eso es lo que han hecho: enchufar a sus amigos y clientes y no solo en la Caja, en la Telefónica, en todas partes y con el fin de robar, de desvalijarlo todo. Los muy liberales. Los liberales ladrones asaltacaminos.

Desde un punto de vista estrictamente bancario es absurdo financiar una fundación que trata de destruir la fuente de financiación. Pero Caja Madrid no estaba gestionada con criterios bancarios sino como un coto particular de los dirigentes del PP, muy especialmente de Aznar que para eso había puesto en el cargo al fiel Blesa. Y, como es amigo, le hizo un precio de amigo: 1,7 millones de euros para pagar a sus ideólogos, plumillas y sicarios intelectuales, estilo Wert o Lasquetty. Calderilla, comparada con los 54 millones que pretendía se pagasen por 20 obras de ese Rueda que, al parecer, le fascina. ¿Que son 50 millones de sobreprecio para lucir el exquisito gusto pictórico de este majadero? Los correos muestran cómo "el hombre normal", el "milagro español" se valía de la caja , de los ahorros de los impositores, como de la hucha cerdito para satisfacer sus caprichos. Y no hemos hecho más que empezar. Ya veremos qué cantidades alcanzaron los de su esposa, otra alma sensible e inteligencia privilegiada.

La fábula era de risa, formulada teóricamente. Contrastada con la realidad es ya para partirse los ijares. Quienes desprestigian lo público, lo empobrecen, lo malvenden o suprimen viven invariablemente (y muy bien) de ello y siempre que pueden, se lucran por vías aceleradas e ilegales. Quienes dicen que el Estado debe desaparecer recurren a él para financiar aventuras privadas dudosas o para rescatarlas cuando fracasan. Quienes quieren acabar con las cajas de ahorros por razones ideológicas y, en consecuencia, las esquilman, son quienes las refinancian después con dineros públicos quizá con ánimo de seguir robando posteriormente, cuando vuelva a haber algo que robar. Todo esto ya no tiene nada que ver con cuestiones de economía, de finanzas, de política económica, sino que es un puro desbarajuste, un latrocinio sin igual.

¿Y qué decir de las estafas, de los pufos más increíbles, los aeropuertos peatonales, las ciudades de esto y lo otro, los palacios de más allá, las competiciones olímpicas imaginarias, las preferentes, los Gürteles, los Bárcenas, los áticos, las subvenciones a las corridas de toros, la mordida anual de la iglesia, los sobresueldos de los barandas, los sueldos y privilegios de los políticos, las colocaciones de la clientela a cientos, el despilfarro de la propaganda a través de los medios públicos de comunicación, los suculentos pagos a periodistas lameculos? Todo ello sobrepasa con mucho el terreno del análisis, del reportaje, del ensayo. Hay que recurrir de nuevo a la fábula, pero no al pábulo ideológico para mentecatos de la FAES, sino a la fábula literaria. 

Esto no puede reflejarse en la sobria redacción de una crónica. Ha de recurrirse a formas más imaginativas. Es la corte de los milagros, el patio de Monipodio, Chicago años treinta, la Camorra napolitana, un nido de bucaneros, la ópera de dos centavos y el ambiente de Mackie el navaja: "el tiburón tiene dientes, pero los muestra en la boca; Mackie, en cambio, tiene un cuchillo, pero nadie lo ve."

Me juego algo a que, entre los mails de Blesa, los habrá que hablen de operaciones con la iglesia. De no ser así, sería la primera vez que los curas no sacaran partido de la corrupción generalizada.

dimecres, 18 de desembre del 2013

El cortijo.

En uno de sus inenarrables correos Miguel Blesa comunica a un hijo de Aznar, mediador en pro de una operación casi seguro lesiva para los intereses generales pero muy lucrativa para algún amigo suyo o quizá él mismo, que Caja Madrid no era su cortijo. Según la prensa filtra emails cada uno más escandaloso que el anterior, va quedando claro que no solamente era su cortijo sino también su patio trasero, su bodega, su escudería y los placeres de Capua. La entidad sirvió a este enchufado por Aznar para vivir una vida de lujo, boato y molicie, cuyos detalles dejan estupefacto al personal de un país hundido en el paro, la precariedad, la pobreza y la emigración. Coches de medio millón de euros, vinos exquisitos, caviar a cientos de miles de pesetas el kilo, cacerías en lugares exóticos, cruceros de ensueño. Un tren de vida de locura del que el cortijero hacía generosamente partícipes a sus colaboradores (por llamarlos de algún modo), consejeros de la entidad en nombre del PP pero también del PSOE, de IU, de CCOO o UGT, garantizándose así su vergonzante lealtad. Y aun sobraba para repartir con verdadera prodigalidad en forma de créditos a los amigos, alguno de los cuales está en la cárcel, sin garantías suficientes, operaciones financieras de riesgo como favores, reparto de prebendas, enchufes, mediaciones. ¿Cómo no iba a quebrar una empresa gestionada con estos criterios durante trece años?

Recuérdese aquella imagen tradicional del banquero de espíritu calvinista, dedicado a su quehacer con la seriedad, la entrega, de un sacerdocio, bajo el lema de Benjamin Franklin de el tiempo es oro, sobre el que Max Weber construyó su aguda interpretación de la ética protestante y el espíritu del capitalismo. Recuérdese y olvídese al mismo tiempo. Aquí no somos protestantes, somos de la Contrarreforma. Aquí reina el catolicismo, el amor por la ostentación, el lujo, el consumo y el odio al trabajo, a la austeridad y el ahorro. Allí, los banqueros; aquí, los ladrones. Allí, la probidad; aquí, la picaresca.

Y no es solo la Caja, sino todo el país. El país entero es administrado como un cortijo por un partido convertido en una asociación al servicio del enriquecimiento de la casta por los procedimientos que sean, incluso los supuestamente ilegales y hasta delictivos. La señora Aguirre declaraba ayer ante el juez (es un decir, pues lo hacía por escrito desde su despacho en el PP) sobre su conocimiento de la Gürtel y muy ufana afirmaba ser la primera interesada en aclarar el asunto. Encomiable actitud de fondo que encaja poco con la forma. Además, la declarante debiera estar igualmente presta a aclarar cuanto tiene que ver con el tamayazo, con la FUNDESCAM, la gestapillo y la presunta financiación ilegal de todos los actos de relumbrón e infinitas inauguraciones que protagonizó en su mandato. Si, además, se quiere investigar en el menudeo de las inauguraciones, esto es, los aspectos económicos de las adjudicaciones, contratas, etc., se verá que lo del cortijo se queda corto.

Por si el chorreo de los Fabra, Baltar, Matas, Bárcenas, Crespo, Urdangarin, la infanta, Barberá, Pons y los meritorios de segunda fila, acusados de llevárselo crudo de mil formas distintas fuera poco, ayer la jueza imputó a la esposa del presidente de la Comunidad de Madrid por blanqueo de capitales. Es el cortijo en sus más pintorescas estilos: un baile de millones en forma de apropiaciones indebidas, cohechos, malversaciones, mordidas. Jauja. Es la apoteosis del capitalismo nacional-católico con un ropaje neoliberal. Vive de lo que siempre ha vivido el capitalismo español: el favoritismo, el compadreo, los enchufes, la corrupción, el trasvase de la empresa al poder político (eso que se llama la puerta giratoria), la información privilegiada y el chanchullo. Pero predica el dogma liberal del individualismo, el libre mercado, el emprendimiento, la competencia, la superioridad y mayor eficiencia de lo privado sobre lo público. Lo público no debe intervenir en lo privado, salvo si se trata de cuestiones morales como el derecho al aborto, a la educación, o las libertades como la de manifestación, reunión, expresión o creencias religiosas. Aquí, sí; aquí intervención a tope, a ver qué se ha creido el personal, aficionado a la promiscuidad; contundencia y cañones de agua para enfriar lo ánimos algo exaltados por la obscena exhibición de los cortijeros.

Pero en todo lo demás, exquisita abstención y respeto por las libertades. Las del libre mercado, se entiende. A quien Dios se la dé..., etc. Bueno, en el discurso. La práctica es otra cosa. Exactamente la contraria. Utilización de las instituciones públicas para beneficios privados de todo tipo. Elaboración de políticas públicas en interés de empresas que privatizan los beneficios y socializan las pérdidas. Expolio de los dineros de todos. Injerencias inadmisibles en el funcionamiento del mercado, como el de la venta de Iberia a British Airways. Inversiones millonarias en proyectos para beneficio privado con dineros públicos y asegurando que son en interés de la colectividad.

Añádase el agravante, típicamente español, de que, en los casos más notorios, los proyectos han fracasado. La costosísima enésima candidatura olímpica de Madrid, ahogada en un ridículo planetario a base de una clase de pichinglish hispánico. Y el inmundo plan de Eurovegas en un fiasco de las autoridades, dispuestas a cambiar hasta el código civil si el andoba gringo de los millones se dignaba sentar sus posaderas en Alcorcón.

Es el capitalismo, sin duda, pero a la española. Con sus peculiaridades, que son temibles. Porque a esta caterva de ineptos, incapaz de administrar el cortijo con un mínimo de eficiencia, justicia y decoro, se le está sublevando parte del país. Ha conseguido crear una crisis para la que no tiene respuesta ni prácticamente margen de maniobra porque Europa entera está pendiente del cortijo español.

dimarts, 17 de desembre del 2013

¿No le da a usted verguenza...

haber ganado unas elecciones a base de mentiras?

gobernar mintiendo sistemáticamente?

escabullir el bulto, enmudecer, no hacer declaraciones, huir de los periodistas, no admitir preguntas?

censurar y manipular las ruedas de prensa para seguir mintiendo con el auxilio de periodistas venales?

hilar necedades y estupideces una detrás de otra y en todos los rincones del planeta?

presidir uno de los gobiernos más incompetentes y desprestigiados de este país?

mentir en sede parlamentaria?

estar directamente acusado de cobrar sobresueldos ilegales durante años?

haber mantenido y promovido a un corrupto hoy en la cárcel, cuyo nombre se niega a pronunciar pero al que manda SMSs de aliento?

ser el presidente de un partido con la mayor cantidad de presuntos delincuentes de la historia de España?

poner a muchos de esos supuestos delincuentes como ejemplos de virtud cívica y eficacia política?

obstaculizar la acción de la justicia para que esta no conozca los presuntos delitos de sus partidarios?

haber establecido el despido libre y autorizado condiciones laborales rayanas en la esclavitud?

tener al 26% de la población activa en el paro?

haber generalizado la precariedad laboral?

expulsar de la sanidad pública a los sectores más necesitados?

reducir los subsidios de desempleo?

eliminar las ayudas a los dependientes?

recortar las pensiones?

subir todos los impuestos de modo inicuo y no equitativo?

expulsar a los jóvenes a la emigración y, de paso, aprovechar su exilio para decir que baja el paro cuando también es mentira?

tener a tanta gente buscando comida en los contenedoresde basura?

arrojar a las personas de sus casas y empujar a muchas al suicidio?

rescatar con el dinero de todos los españoles los bancos que sus amigos y compañeros de partido parecen haber saqueado a mansalva?

tolerar si no alentar las exaltaciones franquistas y fascistas no solo en la calle sino en su propio partido?

permitir que la iglesia mantenga y acreciente sus insultantes privilegios?

llenarse la boca con la Patria pero ser el criado de la señora Merkel?

haber estado durante años sembrando la hostilidad cuando no el odio a Cataluña, sus productos, sus símbolos, su estatuto?

hablar de diálogo con Cataluña cuando solo profiere amenazas?

vitorear la unidad nacional española mientras se excluye y anatematiza todo lo catalán?

preparar una ley mordaza para criminalizar toda protesta y castigarla desproporcionadamente con fines intimidatorios, de terror?

ser tan ruin?

                                                            ************

Me temo que no, que no le dé vergüenza.

(La imagen es una toma de un vídeo de La Moncloa, aquí reproducida según su ”aviso legal”).

dilluns, 16 de desembre del 2013

Cuando solo queda la desobediencia

"Cuando un gobierno encarcela a la gente injustamente, el verdadero lugar de un hombre justo es la cárcel." Eso decía Henry David Thoreau, teórico de la desobediencia civil, hace más de ciento sesenta años. Y así sigue siendo a día de hoy.

Cuando un gobierno injusto, tiránico y arbitrario reprime a la población, coarta sus libertades, la castiga con leyes desproporcionadas, confiscatorias e inicuas, cuando persigue la disidencia, trata de silenciar la protesta y de acallar las críticas, cuando ciega todo cauce de manifestación pacífica y suprime la libertad de expresión e información, a los ciudadanos no nos queda más remedio que recurrir a la desobediencia civil.

Cuando ese gobierno comete las iniquidades a fin silenciar toda manifestación de disconformidad frente a sus políticas rapaces, ladronas, esquilmadoras, que empobrecen a la ciudadanía, la despojan de sus medios de vida, la cargan con exacciones ficales abusivas e injustas, privan a la gente de su sustento diario, le arrebatan su vivienda y en no pocas ocasiones también la vida, los ciudadanos no tenemos otra salida que la resistencia pacífica, entre otras cosas porque este poder tiránico está armado hasta los dientes con los medios represivos que adquiere con el dinero de todos los contribuyentes. Probablemente no haya espectáculo más repugnante que esos policías antidisturbios pateando bestialmente a ciudadanos indefensos que son quienes, con sus impuestos, pagan los salarios de esos animales coceadores.

Además de tantas iniquidades el gobierno es ilegítimo de origen y ejercicio, carece de todo crédito y autoridad moral al estar dirigido por un embustero compulsivo y sospechoso de corrupción y compuesto por ministros posiblemente tan corruptos como su jefe así como apoyado en un partido que, según los papeles a disposición del juez, es más una banda de malhechores que un verdadero partido. Por todo ello, la desobediencia a esta iniquidad es, además de una actitud ética, también estética. Que no se nos confunda a los ciudadanos con una banda de truhanes.

El ministro del Interior, miembro del Opus Dei, y más atento a los delirios de esta secta siniestra que al bien común de los ciudadanos, dice, con esa desfachatez que caracteriza a esta banda que su Ley Mordaza, pensada para amedrentar a la población, silenciarla e imponerle multas absolutamente desproporcionadas, confiscatorias mejora el derecho de manifestación. Es el mismo criterio, la misma falta desvergonzada de sinceridad y honradez que lleva a lo lacayos del diario ABC a sostener que, con su censura férrea y su trato de favor a los lameculos, La Moncloa ha devuelto la libertad de expresión a las ruedas de prensa.

Todo pura neohabla de esta asociación de presuntos malhechores que mienten cada vez que abren la boca. Mienten en el Parlamento (y al Parlamento), mienten a los jueces, mienten en los medios de comunicación, engañan y mienten sistemáticamente en sus declaraciones, a la par que agreden a insultan a los discrepantes.

En esas condiciones, ¿qué sentido tiene que los demás hagan como si el país no estuviera dominado por esta banda que lleva años robando y cumplan la función que les correspondería en el caso de que todo funcionara normalmente? ¿Qué sentido tiene que la prensa acuda a unas ruedas protagonizadas por un trilero que decide quién hace las preguntas e incluso las pacta de antemano para llevar las respuestas escritas pues él es incapaz de hablar sin chuleta? Ninguno, salvo que los periodistas quieran que se rían de ellos.

¿Qué sentido tiene que la oposición acuda a un parlamento que es un cuartel de obediencia cerrada al gobierno y en el que no le dejan cumplir función alguna en defensa de los intereses de los ciudadanos y, al contrario, se les convierte en objeto de injuria, cuando no de amenaza de agresión física, como ya ha intentado alguno de ellos, especialmente matonil y chulo? Ninguno, salvo justificar este remedo de democracia que no es sino una dictadura de hecho.

¿Qué sentido tiene que los ciudadanos cumplamos nuestras obligaciones cuando los gobernantes no cumplen las suyas? Y no solamente que no cumplan las ya mencionadas, sino ninguna.

Hemos de mantener nuestra dignidad ciudadana frente a los desmanes de un poder tiránico y arbitrario que, no teniendo suficiente con emplear a la fuerza pública como una partida de la porra al servicio de sus intereses, ahora se propone enrolar mercenarios privados, probablemente para "ajustar las cuentas" a los ciudadanos más críticos o díscolos. O sea, a los que tienen dignidad.

La desobediencia general y universal frente a la tiranía es la única salida.

(La imagen es una foto de Insumissia, con licencia Creative Commons).

diumenge, 15 de desembre del 2013

Una propuesta constructiva.

Como están las cosas, con la falta de pericia y categoría de los políticos españoles de los dos partidos dinásticos, el futuro a corto y medio plazo parece negro. Los nacionalistas catalanes, que llevan la iniciativa, tienen ya las preguntas y la fecha del referéndum de autodeterminación. Lo que no tienen es seguridad alguna de poder realizarlo. Y no solo por la descontada negativa del poder central a autorizarlo sino porque sus propios partidarios están divididos. Si, como quiere el nacionalismo burgués, solo se hará el referéndum si es legal está claro que no lo habrá, lo cual aumentará mucho la crispación en el Principado.

A su vez, los dos partidos mayoritarios, beneficiarios del régimen de la transición y apoyos del estatus quo y la corona, carecen de discurso en la cuestión catalana. Los argumentos de Rajoy consisten en la enésima repetición de las necedades y fábulas que este hombre enhebra contra toda razón y sano juicio. Solo una muestra. Acaba de contar a los murcianos de su partido que "España es la nación mas antigua de Europa, y "la primera en conseguir su unidad" lo cual, además de falso, es contradictorio porque si "alcanzó la unidad" sería porque era nación antes de ser nación, o sea, que se preexistía, probablemente en la mente de Dios o cualquier otra tontería de este jaez, con las que este azote de la inteligencia se despacha ante sus fieles.

Los socialistas no van mejor servidos. Están tan desbordados por la cuestión catalana como la derecha aunque, preocupados por su continuidad como partido con el PSC, se esfuerzan algo más que los reaccionarios en encontrar puntos de entendimiento de los que jamás antes se ocuparon. Pero, en todo caso, niegan el derecho de autodeterminación de los catalanes con el mismo ímpetu que los reaccionarios. O lo niega esta dirección monárquica y de orden, pues no tengo tan claro que lo hagan sus militantes, entre los que suele haber gente de izquierda. A cambio proponen una imprecisa reforma de la Constitución (siempre que no se toque la Corona, claro) y la adopción de un modelo federal del que no saben nada. Ambas intenciones tardías e inseguras, pues dependen de la aquiescencia del PP, con lo que las propuestas suenan un poco a tomadura de pelo.

Llegados aquí, punto ciego y conflicto.

Con ánimo constructivo, Palinuro hace dos propuestas. La primera -que tiene expuesta en algún libro hace ya diez o quince años- consiste en convocar un referéndum en España sobre si se reconoce o no el derecho de autodeterminación. Es probable que salga que no; pero es posible que haya sorpresas y, desde luego, el resultado en los territorios catalanes -que será muy distinto al medio español- deberá tenerse en cuenta para arbitrar una posterior vía a la consulta al estilo del conflicto Canadá/Quebec, esto es, una consulta legal por vía de acuerdo civilizado entre las partes.

La segunda y nueva. En lugar de una reforma de la Constitución que solo puede hacerse en el marco del texto en vigor que es lo que precisamente se rechaza, abrir un proceso constituyente ex-novo. Pero con importantes peculiaridades. Veamos el camino que podría hacerse: 1) el Parlamento, órgano soberano, decide poner punto final a su actividad y convocar un proceso constituyente mediante una Convención. 2) A esa Convención constituyente acudirían representantes/delegados de los 19 territorios (regiones, nacionalidades, naciones y ciudades autónomas) en pie de igualdad discursiva. 3) No habría representantes de ningún poder central ni poder central alguno que pudiera imponerse. 4) Estas 19 voluntades podrían abordar cualesquiera temas, incluida la forma institucional y territorial del Estado sin límite impuesto.

No es seguro que de aquí saliera forma concreta alguna, pero merece -o merecerá- la pena intentarlo.

El único argumento en contra que he encontrado consiste en señalar un supuesto punto débil en la escasa voluntad que hemos de presuponer en los miembros del Congreso para hacerse a un lado y/o desaparecer sin más de los debates. Menos voluntad tenían los procuradores de las Cortes de Franco que acabaron suicidándose. Lo mismo puede pasar ahora, cuenta habida de que, por su falta de categoría intelectual, de visión y de empuje, los dirigentes han conseguido llevar el régimen de la transición al punto muerto en que estaba la Dictadura.

Contra la ley mordaza

Nunca jamás ha servido de nada intensificar la represión para acallar las protestas cuando estas son justas por ir contra los poderes tiránicos como el actual español. Nunca. La experiencia debiera servir de algo, pero no será el caso con este gobierno reaccionario, anclado en el franquismo y menos con los psicópatas que dirigen el ministerio del interior, unos hipócritas fascistas y meapilas que tratan de aterrorizar a la población con normas inicuas y actuaciones brutales de la policía en violación de los derechos políticos de la gente.

Cuando la Ley Mordaza que estos orates del ministerio han preparado entre en vigor, difundir imágenes como la de la ilustración (por cierto tomada de Twitter) puede suponer 600.000 o 30.000 euros de multa. Se considera falta muy grave por haber grabado a los policías haciendo lo que los granujas que han redactado este texto legal consideran que es el trabajo de la policía: patear ciudadanos indefensos de modo bestial y con abuso de autoridad, de tres, cuatro agentes (que ya debieran estar expedientados) contra un viandante al que después, sin duda, detendrán y acusarán de insultarlos y de resistencia a la autoridad. 

Frente a la tiranía de este gobierno corrupto, apoyado en un partido que es una banda de malhechores, los ciudadanos hemos de resistirnos y hacerlo por nuestra cuenta porque, como puede observarse, la oposición parlamentaria no sirve para nada.

Hay que convocar huelga indefinida y desobediencia general para parar el fascismo de estos delincuentes.

dissabte, 14 de desembre del 2013

El arte del saqueo.

Cada vez más claro. Esa asociación de presuntos delincuentes a la que llaman Partido Popular, lleva años saqueando España. Según Antonio Hernando, portavoz del PSOE, los correos secretos de Blesa y Aznar, ahora revelados gracias al Partido X a través de Infolibre y eldiario.es, podrían estar destapando una nueva Gürtel. Patente, hombre patente. Un nuevo latrocinio a gran escala, otro expolio, otra vía por la que esta pandilla de ladrones estuvo robando a la colectividad. Dice El Plural que durante trece años, de 1996 a 2009, Blesa puso Caja Madrid al servicio de Aznar y Aguirre quienes se dedicaron literalmente a saquearla en beneficio propio, de sus amigos, enchufados, clientes.

¿Se entiende por qué estos "liberales" apandadores parasitan siempre lo público al grito de que no funciona? Obviamente, en el sector privado no pueden poner en práctica su política de saqueo: no les dejan. Por eso asaltan lo público (las cajas; no los bancos, claro), lo expolian, lo destrozan y luego lo privatizan, cuando ya no queda nada más que robar.

Aguirre, la del Tamayazo, la de Fundescam, la de la financiación ilegal de sus campañas, las inauguraciones de hospitales que son verdaderas estafas a la colectividad; Aznar, el de la medalla del Congreso, el de la boda de El Escorial en buena parte pagada por la Gürtel; Blesa, el presunto estafador de las preferentes. Y así, un elenco de supuestos granujas y sinvergüenzas que han destrozado el sistema de cajas de ahorros, arruinado el país y llenado los bolsillos de sus amigotes. El club del trinque, el mangoneo y la corrupción, hoy perfectamente representado en ese presidente del gobierno que se subía sus sobresueldos en A, B y lo que fuera mientras se los bajaba a los trabajadores.

Dice el juez Elpidio Silva que en cualquier país del mundo, Blesa estaría preso. Desde luego y también Aznar, Aguirre y el resto de la pandilla de estos presuntos golfos, incluido, por supuesto, Rajoy.

La gran estafa.

Según una ley física de universal vigencia, por muy revueltas que estén las aguas, hay algunas substancias o materias que siempre flotan. Por muy enrevesado que aparezca algún asunto de finanzas, de chanchullos, de ingentes cantidades de dinero que van y vienen, de oscuros compadreos, al final, siempre sale el nombre de Aznar.

Las relaciones del expresidente con los chorros del oro desbordan con mucho lo meramente económico para entrar en el campo de lo psicoanalítico, lo sociopolítico, lo onírico y -no lo quieran los dioses- lo judicial. Los ejemplos abundan. Mencionaré dos. Siendo presidente del gobierno, según parece, intentó comprarse una medalla del Congreso de los Estados Unidos por 2,3 millones de euros que se pagaron a un lobby estadounidense. La medalla -que había de adornar el pecho del héroe de las Azores- no se consiguió; pero los cuartos no retornaron, cosa que tampoco debía preocuparle mucho dado que no procedían de su bolsillo, sino del de todos los españoles.

Cuando en 2002 el milagro español decidió casar a su hija en El Escorial, en el acto probablemente más pretencioso y ridículo de la historia contemporánea, adornado con la presencia de la plana mayor de los presuntos delincuentes de la Gürtel, tampoco se hicieron ascos a las generosas aportaciones de capital externo que mostraban su cariño a la familia rascándose los millones del bolsillo. Como es habitual en el personaje, Aznar (y también su yerno) salió bravo amenazando con acciones judiciales a quienes hicieran insinuaciones maliciosas sobre tan generosas dádivas que, por lo demás, ya ves tú, se limitaron a sufragar los gastos de iluminación de seudorregio evento. Luego ha resultado que la Gürtel no solo pagó las luminarias, sino muchas otras cosas, hasta la pernocta del personal de servicio. Esos son amigos. Pero las amenazas ya no se reprodujeron.

Es el estilillo de la casa: furia al inicio, al estilo del Capitán Fracasa, y mansedumbre después, cuando las acusaciones se prueban ciertas. Aznar interpuso querella contra El País por vincularlo con los pagos (por llamarlos de algún modo) de Bárcenas. La querella no ha ido a ningún sitio y los pagos se dan ya por ciertos. Esto es, Aznar estuvo cobrando sobresueldos o cantidades "extra" un montón de años, incluso siendo presidente, lo cual es algo verdaderamente bochornoso. Pero nada que no hayan hecho otros pájaros de su nidada, algunos de los cuales (Rajoy, si no ando errado) pretendieron justificarlos como si fueran complementos de productividad de una empresa de productos electrónicos, por ejemplo. Así, con todo el papo.

Ahora aparece de nuevo Aznar vinculado a su amigo Blesa, el cerebro de las preferentes, en una operación de intriga e influencia por otra pila de millones. Tampoco es extraño: Blesa era amigo suyo desde los tiempos de las oposiciones a inspectores de Hacienda y fue él quien lo aupó a la presidencia del consejo de administración de Cajamadrid en 1996, cargo que ocupó con el apoyo del PP, desde luego, pero también con el de IU, CCOO y el voto en blanco (o sea, anuencia) del PSOE.

Breve observación al paso: todos estos liberales, furibundos enemigos del Estado, de lo público, de la Hacienda, partidarios de desmantelarlo y vendérselo a sus amigos, son funcionarios felones que, con toda evidencia, faltan a su deber jurídico y moral de defender el servicio público al que pertenecen. No obstante, es probable que los escrúpulos que quizá se produzcan, se palíen porque, en poco tiempo, los amigos, agradecidos, los contratan con sueldos fabulosos por no hacer nada. No es invención. La lista de exministros y altos cargos públicos de todos los partidos que están forrándose en consejos de administración de empresas antes privatizadas por ellos es larga. Una prueba más del enorme desbarajuste e inmoralidad que reina en España hace ya años, del grado de podredumbre que impregna la política, la empresa, las finanzas de este desgraciado país. ¡Ah, por supuesto! Todos estos funcionarios antifuncionarios son grandísimos patriotas.

Blesa estuvo en el cargo de 1996 hasta 2009, en que cayó víctima de un intriga palaciega interna al PP en que distintos sectores querían el puesto para algún acólito suyo a fin de seguir mangoneando en la muy apetitosa Caja. Gallardón apoyaba a Blesa; Aguirre, a su fiel escudero Ignacio González. Al final, Rajoy impuso a un tercero que venía de hacer las Américas, Rodrigo Rato, dando prueba con ello una vez más de su clarividencia. Rato causaría baja en la entidad al modo en que los gobernadores imperiales abandonaron el castillo de Hradcany en Praga en cierta memorable ocasión: defenestrado. Y, cayendo, como ellos, en un montón de estiércol. Quizá por eso haya sido contratado por el banquero Botín porque, ya se sabe, pecunia non olet.

En aquellos trece años, más los tres del interregno de Rato, Cajamadrid, convertida por este en Bankia, se hundió. La primera caja de España, cabeza visible de un vigoroso sistema financiero público, repartido por todo el país, básico en su estructura social y tejido empresarial, un pilar de un complejo financiero, necesitaba 40.000 millones de euros para evitar la quiebra, 40.000 millones nuestros. En el ínterín, el bueno de Zapatero que, como de costumbre, no sabía de lo que hablaba, ensalzaba las cajas como inmunes por su gran solidez frente a los contagios de la temible crisis financiera internacional,

Las causas de esta catástrofe y sus recovecos internos las dilucidarán los tribunales -ante los cuales se encuentran, de momento, los dos principales responsables, Blesa y Rato y probablemente acabarán muchos más- y en el futuro los historiadores. Porque se trata de líos muy enrevesados en los que, a la complejidad de estos asuntos financieros se unen las actividades de oscurecimiento, engaño, mentiras y presuntas destrucciones de pruebas de los implicados, todo lo cual provoca una impresión lamentable de tejemanejes y líos.

Algunas cosas están claras. La cajas, Cajamadrid en concreto, se vinieron abajo cuando los políticos -mezcla de oportunistas, aprovechados e ignorantes- vieron que eran reservas estupendas para mangonear, fuentes de crédito fácil y hasta gratuito, lugares en donde enchufar a los amigos aunque no tuvieran ni idea de aquello sobre lo que decidían porque no decidían nada sino que se limitaban a forrarse y decidir lo que les dictaran sus partidos. Todos. Los consejeros del PP, los del PSOE, los de IU. Todos. Eran también las cajas manantiales inagotables de fondos para hacer favores a los allegados o construir los jardines colgantes de Babilonia para que cualquier imbécil de campanario ganara unas elecciones en su predio. Es decir, en lo esencial, las cajas las ha hundido una clase política corrupta e inepta. Pero no solo ella.

Cuenta el factor humano individual. Esa es la enseñanza de este caso de Miguel Blesa. Procesado y encarcelado dos veces por créditos supuestamente irregulares al grupo Marsans -el de Díaz Ferrán, hoy en el trullo- y la compra del City National Bank de Florida, se ha revuelto como el oso en la madriguera y ha conseguido empurar al juez que lo encarceló, José Elpidio Silva. Sin duda este asunto recuerda el del juez Garzón: un presunto pero muy poderoso delincuente carga contra el juez y se lo carga. De hecho este anda diciendo que si tira de la manta y revela la extensión de la corrupción, el sistema no lo soportaría. El juez debiera saber que este comportamiento no es encomiable. Esas cosas se hacen, pero no se dicen y menos como amenaza, pues hacen pensar que se está buscando algún apaño, algún trato vergonzoso. El juez tiene la obligación ciudadana, moral, de decir lo que sabe; no ocultarlo, ya que es de interés público.

Pero, en todo caso, da igual, la imputación de Blesa se mantiene y será investigado por las preferentes por orden de la Audiencia Nacional. A estas alturas es innecesario decir que eso de las preferentes debe de ser una de las estafas más generalizadas y repugnantes que se hayan realizado en los últimos siglos porque, al parecer, han consistido en despojar fraudulentamente de sus ahorros a decenas de miles de viejos, pensionistas, gentes sin formación, sin conocimientos, abusando de su buena fe a extremos increíbles, algo que indigna a cualquiera que no sea un criminal. Y en esa supuesta estafa aparece como maestro consumado y plenamente consciente el tal Blesa, como demuestran los emails que han venido publicando infolibre y el diario.es, en los que se ve la premeditación y el designio conscientemente delictivo. Textos vergonzosos.

Pero que no solo prueban los chanchullos de las preferentes sino más, mucho más. Son como el relato de unos años frenéticos en los que tanto Blesa como los otros consejeros han estado haciendo mangas capirotes con los fondos de los impositores y cuando se los pulieron, salieron a la caza de incautos a sacarles literalmente el dinero de los bolsillos; favores a amigos, a políticos de otros partidos, dádivas, regalos, inversiones ruinosas por obligaciones políticas. No debe de haber delito societario que estos individuos puedan no haber cometido.

Y al final, cómo no, cual se decía al principio, emerge el nombre de Aznar como mediador en una operación a través de su fiel Blesa por la que la Fundación de la Caja habría de pagar 54 millones de euros en 2008 (ya metidos en la crisis, con una Caja haciendo aguas) por una veintena de obras del pintor y escultor Gerardo Rueda cuyo principal mérito a los efectos es que su hijo -y beneficiario de la operación, pues el artista falleció en 2006- es amigo de Aznar. Sin duda Rueda es un notable pintor abstracto español pero, como el arte es pura subjetividad, a Palinuro le parece más del montón y, desde luego, luego, de 54 millones, nada. Comprendo que 2,3 millones de euros por una medalla que no merece y no le dieron parezca una fruslería a quien dio orden de pagarlos no siendo suyos, pero a lo mejor hasta él entiende que con 54 millones de euros quizá se pueda conseguir que los escolares españoles hagan tres comidas al día.

Por eso hiede esta historia y es tan significativa. Con razón han tratado de impedir a toda costa que esos emails vean la luz pública. Porque en ellos se contiene buena parte del relato más negro, más bochornoso y delictivo de la corrupción estructural de este país.

Bien. Esa es la gente que nos ha estado gobernando y nos gobierna hoy. Esa su catadura moral.

Mañana hablamos del PIE. Una sugerencia: cambien el nombre. Suena a "pastel" en inglés y, tratándose de un ente de veintisiete partidos, no sé yo...


(La imagen es una foto de Mongider, con licencia Creative Commons). El añadido del emblema de Cajamadrid es de Palinuro.

divendres, 13 de desembre del 2013

Toda pregunta es una ofensa a España.

¡Qué dura es la política! La guerra por otros medios y, como en las guerras, nadie puede prever en dónde ni cómo se dará la próxima batalla, ni quién la ganará. Estaban los dos partidos mayoritarios absortos en sus quisicosas, los socialistas en sus juegos sucesorios y los conservadores en sus tribulaciones penales a causa de la corrupción y su endurecimiento de la política represiva, cuando los nacionalistas catalanes les lanzaron el órdago de las preguntas del referéndum, poniendo el Estado patas arriba y sembrando el desconcierto en las filas españolas.

El momento no puede ser más propicio para los catalanistas porque la gobernación de España se encuentra en manos de los dos políticos (los líderes del gobierno y la oposición) más incompetentes que ha visto el país en muchos años. Dos profesionales del ámbito público, burocratizados, rutinarios, sin ideas ni visión, con unas valoraciones populares tan bajas que rayan en el ridículo; dos personajes que rechaza el ochenta por ciento de la población. Y con sobrados motivos. Ninguno de los dos se había tomado en serio la cuestión catalana porque no la comprenden y, en consecuencia, por más que se les ha avisado desde hace meses, no tenían respuesta alguna. 

Los socialistas, que sí habían barruntado algo (sobre todo porque han estado a punto de escindirse) se sacaron del baúl de la abuela una propuesta federal que jamás propusieron en sus largos años de gobierno y en la que, en el fondo, no creen. Rubalcaba se limitó a usar dos veces el twitter, una para decir que CiU lleva a Cataluña a un callejón sin salida y otra para asegurar que las preguntas son la actualización del derecho de autodeterminación, que los socialistas rechazan. Lo del callejón sin salida suena amenazador y será mejor darlo por no enunciado. La negación del derecho de autodeterminación tiene más enjundia. ¿Quiere acaso decir que todo lo que los socialistas rechazan (si es verdad que lo rechazan) es imposible e irrealizable? Será solo si depende de ellos porque, en principio, los socialistas también rechazan el capitalismo y conviven tan ricamente con él. 

La reacción del gobierno, el otro protagonista de tan exaltada jornada, no pudo ser más lamentable. Tampoco tenía nada preparado porque no cabe llamar preparación a esa bobada que lleva meses repitiendo Rajoy de que "España es la nación más antigua de Europa" que, sobre no ser verdad, tampoco quiere decir nada. Es obvio para cualquiera excepto para Rajoy que el hecho de ser el más antiguo de un baile no te garantiza que vayas a seguir bailando. Más antiguo era el Imperio Bizantino y sucumbió. 

Ignoro si el peculiar ministro del Interior puede considerar las preguntas propuestas para el referéndum como una ofensa a España pero, visto su comportamiento hasta la fecha, no sería extraño que mandara una compañía de antidisturbios a la Generalitat a identificar a los consellers e imponerles sendas multas de 30.000 uracos. 

Rajoy compareció en rueda de prensa con Van Rompuy y leyó una declaración institucional anunciando la firme voluntad de impedir la consulta catalana. La leyó porque este hombre es incapaz de decir nada de importancia sin leerlo y, aun así, no es infrecuente que se equivoque o que, queriendo improvisar, se desdiga de lo que acaba de decir. Dicha declaración descansaba sobre tres pilares, otras tantas falsedades que Rajoy pronuncia como verdades, como suele, pues está acostumbrado a que nadie lo contradiga:

Primera falsedad: el gobierno (este o cualquier otro) no puede negociar lo que pertenece a la soberanía nacional cuyo titular es el pueblo español. No es verdad. Lo hace continuamente y, a veces, consulta al pueblo (como en el referéndum sobre la Constitución europea en 2005) y, a veces, no (como en la reforma constitucional del art. 135 CE), según le dé y le interese.

Segunda falsedad: el gobierno ha hecho todo lo posible por fortalecer los lazos de cariño etc., etc., con Cataluña. No es cierto. Desde las recogidas de firmas contra el estatuto catalán y el boicot a los productos catalanes hasta las injerencias del ministerio de Educación en la enseñanza catalana, pasando por el dislate de la sentencia del Tribunal Constitucional, el gobierno y su partido no han hecho otra cosa que alimentar la división, el enfrentamiento y la hostilidad a Cataluña.

Tercera falsedad: Hay que obedecer la Constitución y las leyes. Una Constitución que el propio gobierno reforma cuando le place e incumple sistemáticamente y unas leyes que cambia a su antojo, cuando le da la gana, en defensa de sus intereses de partido o, incluso, de prácticas faccionales o corruptas. El gobierno carece de autoridad moral para exigir el cumplimiento de las leyes.

En general, carece de toda autoridad moral a causa del cáncer nacional de la corrupción en el que está metido de hoz y coz. Quiera o no. El caso Blesa, literalmente, hiede. Es esa conciencia de falta de legitimidad la que lo lleva a dictar leyes represivas, arbitrarias, injustas, leyes probablemente anticonstitucionales, que tratan de criminalizar el ejercicio de los derechos políticos y las libertades públicas. Como la vergonzosa Ley Mordaza.

A tono con ese espíritu dictatorial, autoritario, represivo, franquista, la rueda de prensa deparó otra desagradable sorpresa: de ahora en adelante será el propio Rajoy quien diga cuáles periodistas preguntan y cuáles no. Las preguntas, ya se sabe, son ofensas. Y antes de que, además, diga qué es lo que pueden preguntar, por fin, los periodistas han empezado a plantarse. Leo que en eldiario.es han decidido no acudir a las ruedas de prensa del presidente. Ya era hora. El ejemplo debe extenderse. Y no solo a los periodistas, que no pueden permitir esta humillación. También deben plantarse los partidos de la oposición en el Parlamento y negar la colaboración a lo que ya está siendo una burla.

Por lo demás, si los periodistas quieren ser más eficaces en su lucha por sus derechos (que, al fin y al cabo, son los de todos), además de no prestarse a ese atropello deben hacer algo más: informar a los mandatarios extranjeros antes de las ruedas de prensa qué odiosa práctica censora están justificando. Porque muchos de ellos no lo sabrán y, si se les informa, algunos, seguramente, se negarán a comparecer con un trilero de ese jaez que no hace ruedas de prensa sino que las escenifica como lo que son, farsas.

Del increíble follón de Blesa y el juez Elpidio Silva hablamos mañana.

(La imagen es una foto de La Moncloa aquí reproducida según su aviso legal).

dijous, 12 de desembre del 2013

Así que Zapatero "rompe España", ¿eh?

No. España la rompe esta banda de ladrones instalada hace dos años en el gobierno bajo el mando de un sospechoso de corrupción continuada que no dice nada y cuando dice algo, miente, o fuera mejor que siguiera callado porque avergüenza hasta a los suyos por sus majaderías.

La rompe este gobierno ultrarreaccionario, excluyente, autoritario, empeñado en imponer sus conviciones ideológicas nacionalcatólicas a golpe de decreto.

La rompe el ministro de Educación, que comenzó su larga serie de desatinos clericales queriendo españolizar a los niños catalanes, como si fueran marcianos y ha seguido atacando la progresividad y la igualdad en la educación, llevándola con sus reformas reaccionarias a los tiempos franquistas del dominio de los curas.

La rompe el ministro de "Justicia", un monaguillo eclesial que excluye a los pobres de la tutela de los tribunales poniendo las tasas fuera de su alcance, criminaliza el ejercicio de los derechos y trata de volver a sojuzgar a las mujeres con argumentos falaces e hipócritas que debieran avergonzarlo si tuviera un mínimo sentido de la decencia.

La rompe un ministro del interior, sectario del Opus, y autor de una ley monstruosa, propia de un demente, por la que pretende confiscar los medios de vida de quienes ejerciten sus derechos ciudadanos y permite que sea la policía, convertida en una partida de la porra, la que aplique sanciones absolutamente desproporcionadas y arbitrarias a los ciudadanos. Lo que se busca es asustar a la población y amordazarla. Como lo busca también esa norma complementaria para facultar a los guardas privados a hacer funciones de policía pública, con el consiguiente menoscabo para los derechos de los ciudadanos y el enriquecimiento de los dueños de empresas de seguridad, muchos de ellos militantes o votantes del PP.

La rompe esa ministra de Sanidad, presunta corrupta que lleva al parecer años cobrando dineros ilegales pero deja fuera de la cobertaura sanitaria completa a los inmigrantes, los enfermos crónicos, los pensionistas y ampara una privatización del sistema público de salud, vendido a los intereses privados de los amigos del gobierno o a los propios políticos de ese gobierno.

La rompe, en general, un gobierno corrupto de un partido tan corrompido por los casos Bárcenas, Gürtel, Urdangarin, Fabra, Baltar que más que un partido, semeja una banda de ladrones empeñada en esquilmar el país. Y no de hoy ni de ayer, sino desde el comienzo, ya desde la etapa de Aznar y su compi de pupitre, el tal Blesa, el de las famosas "preferentes", una estafa de proporciones colosales, ambos presuntamente implicados en operaciones ilegales de enriquecimiento

La rompe un gobierno autoritario que desprecia a la gente, se niega a asumir responsabilidad alguna mientras ampara e indulta a todo tipo de sinvergüenzas y ladrones, ignora el Parlamento y ningunea a la oposición. Un gobierno que ha colonizado y pervertido todas las instituciones del Estado, convirtiendo la RTVE en un centro de agitación y propaganda, poniendo la Fiscalía a sus órdenes, colonizando el Consejo General del Poder Judicial y controlando el Tribunal Constitucional a base de poner en su presidencia a un militante títere suyo.

Todo eso es lo que rompe España y lleva el país al desastre, con la inepta colaboración de la oposición mayoritaria pues si, para preservar la unidad de España (en sí mismo un objetivo decente y loable), el PSOE acepta aliarse con un gobierno de franquistas corruptos, ladrones y autoritarios, desaparecerá de la escena política.

Porque lo único que fastidia de la pretensión catalana de consulta es que sean solo los catalanes quienes se vayan y no se abra esa posibilidad a todos los demás, hartos de vivir bajo la férula de unos ladrones, franquistas y meapilas.

Sería ideal: marcharnos todos y dejar a estos tipos robándose entre ellos.

La ladrona liberal.

Acabo de leer en el muro de FB de mi amigo Joaquim Pisa lo siguiente: "UNA LADRONA. Los correos de Miguel Blesa que está publicando Infolibre demuestran que Blesa desvió millones de euros de Caja Madrid a la Fundación Dos de Mayo, presidida por Esperanza Aguirre, que usó ese dinero para distribuirlo entre grupos periódisticos y periodistas afines, entre otros, los del Grupo Vocento (diario ABC)." Sigan leyendo en el muro de Pisa porque no tiene desperdicio.

En cuanto al asunto de esta marquesa consorte, rabanera y sinvergüenza, es obligado hacer algún comentario más. Esta funcionaria pública que anunciaba la intención de acabar con las mamandurrias (ajenas) jamás ha dado palo al agua pues, como casi todos sus compinches del PP, lleva cobrando del partido casi desde que tenía uso de su escasísima razón; tiene a familiares directos enchufados en la administración y no solo familiares: amigotes, conmilitones del partido, advenedizos y chupones de todo pelaje, como ese Carromato, protegido suyo, un indocumentado al que todos los españoles (que somos bastante imbéciles, dicho sea de paso) astillamos más de 50.000 euros anuales por no hacer nada. 

Si lo que dice la SER es cierto (y lo será pues no se sabe que la denodada liberal haya presentado querella alguna en defensa de su honor) queda demostrado una vez más lo que Palinuro lleva bastante tiempo diciendo: el PP no es un partido normal sino una asociación de presuntos malhechores y ladrones, dispuestos a robar hasta las cucharillas. Algo parecido a los partidillos que montaron Ruiz Mateos o Gil y Gil con intención de librarse del trullo, pero a lo grande y disimulando mucho más, como si de verdad fuera un partido. De hecho, se presenta a las elecciones (y hasta las gana), tiene un programa (como podría no tener ninguno), un presidente del gobierno que es un majadero y un  bochorno internacional, unos portavoces que oscilan entre chulos de barrio y matones de discoteca, y todos analfabetos (como los asesores, enchufados a cuerpo de rey) y hasta hablan de política, cuando lo único en lo que piensan es en cómo estafar a la gente e irse de rositas o, en caso contrario, conseguir el indulto de sus cómplices en el gobierno.

 La noticia añade un interesante matiz que no cabe achacar a presuntos celos entre los medios: ese latrocinio de la asociación de mangantes cuenta con el apoyo cerrado de un frente mediático hecho de periodistas corruptos y tan ladrones como sus mentores y amos, dispuestos a difamar, mentir, calumniar y envilecer lo que tocan a cambio de la condigna pastuqui que los políticos "liberales" ladrones les reparten trans haberlo birlado antes de las arcas públicas.

Un país gobernado por una banda de ladrones. Menudo panorama.

(La imagen es una foto de PP Madrid, con licencia Creative Commons).

El despotismo de la derecha.

La cosa es ya tan patente, tan manifiesta y descarada, que hasta la oposión socialista, habitualmente en babia, se ha dado cuenta. La portavoz del PSOE en el Congreso, Soraya Rodríguez, advertía a su tocaya y vicepresidenta del gobierno que no subestimen la fuerza de la ciudadanía que tiene derecho a manifestarse. Lo decía a propósito de esa Ley Mordaza preparada por los psicópatas del ministerio del Interior y del nuevo dislate de entregar el orden público a unos vigilantes jurados que bien pueden ser matones a sueldo de las mafias que se organicen como empresas. Pero, de haber tenido un poco más de perspectiva histórica, la socialista habría podido exponer su advertencia con mayor fuerza. En efecto, el delirio apandador,  expoliador, de esta asociación  con ánimo de delinquir que pasa por partido político (¡y de gobierno!) está tensando irresponsablemente la cuerda en una situación ya de por sí muy peligrosa.

Las dos revoluciones más importantes de la Edad Moderna, la estadounidense de 1776 y la francesa de 1789 comenzaron a causa de la tiranía y el despotismo del poder político en materia de impuestos. En los Estados Unidos, fue una sublevación contra la arrogancia del Parlamento británico que se creía legitimado para imponer gravámenes a las colonias sin consultarlas. En Francia fue una sublevación del Tercer Estado, la burguesía, los campesinos, los únicos que pagaban impuestos mientras que tanto la nobleza como la iglesia estaban exentas de ellos.

Lo mismo que sucede en España: un gobierno despótico y tiránico carga arbitrariamente todas las exacciones fiscales sobre las clases medias y los trabajadores de modo unilateral, sin debate alguno, por decreto, en una especie de frenesí confiscatorio. Entre tanto, la Iglesia no solamente no tributa sino que vive parasitariamente de los impuestos que pagan los sectores trabajadores. Igual que los ricos, quienes no solo no pagan (esa vergüenza de las SICAV ya clama al cielo), sino que defraudan sistemáticamente a Hacienda, evaden capitales a paraísos fiscales, se benefician de las amnistías otorgadas por un gobierno de mangantes y, encima, consumen los servicios públicos que pagamos los demás.

La impresión de injusticia, de despotismo y tiranía, empieza a ser insoportable. Por eso tiene razón la Soraya socialista, aunque ni ella misma sepa hasta qué punto: esta arbitrariedad, esta sensación de robo impune, de expolio, está alimentando una rabia y un odio que, como la presión en las marmitas, pueden estallar en algún momento. Se añade a ello una pública complicidad de los gobernantes con los delincuentes, cosa por lo demás natural porque son los mismos. Si un cargo público del PP defrauda, roba, cosa que pasa con frecuencia, su partido y gobierno obstaculizan la acción de la justicia, destruyen pruebas, si necesario es persiguen al juez y, si, a pesar de todo, no consiguen evitar que el ladrón sea condenado, lo indultan. Como se aprestan a hacer con el delincuente Matas y el delincuente Hernández Mateo, ex-alcalde del PP de Torrevieja.

Cuando la presunción de delincuencia se cierne sobre alguna persona del entorno real, como la infanta Cristina, ya es todo el Estado, desde la Fiscalía hasta el ministerio de Hacienda y la abogacía del Estado, el que se moviliza para impedir la acción de la justicia y que las fechorías de las personas reales queden impunes, como lo están las de los ricos (¿hay algún banquero, de esos que han robado cientos de millones con las preferentes y otros timos trileros, en la cárcel?) o las de los curas.

Conscientes estos gobernantes ilegítimos, ellos mismos sospechosos de ser tan corruptos como los corruptos a los que persigue la justicia, de que la situación está poniéndose peligrosa, tratan de promulgar normas restrictivas, autoritarias, arbitrarias, como la mencionada Ley Mordaza para  aterrorizar a la población confiscando sus bienes si se le ocurre ejercer sus derechos constitucionales y permitiendo que estas arbitrariedades las cometa la policía, sin ningún tipo de garantía ni protección de los tribunales pues ya el hipócrita ministro del Interior se ha ocupado de poner las tasas judiciales fuera del alcance de los posibles recurrentes. Vía libre a la policía para que actúe a su antojo en la calle, hostigando, amedrentando a los ciudadanos, crujiéndolos a palos y a multas, actuando como bandas de matones con absoluta impunidad.

Y como esto les parece poco, ahora privatizan estas tareas autorizando a los vigilantes privados a las órdenes de ciudadanos particulares a identificar y detener viandantes en espacios públicos. En estas condiciones ¿quién puede estar seguro? ¿Qué impide al amigo Mayor Oreja, propietario, al parecer, de una empresa de seguridad y directo beneficiario de esta nueva atrocidad, ordenar a sus asalariados que vayan por la calle deteniendo a todos aquellos a quienes tenga ojeriza? 

Y lo que me extraña es que el gobierno se limite a esta nueva provocación y, ya puestos, no faculte a los seguratas para imponer asimismo multas de 600.000 euros. Al fin y al cabo un paso más en el objetivo obvio de este gobierno consistente en oprimir a la población, amedrentarla y confiscarle sus medios de vida. 

No se extrañen estos sujetos, incluidos los socialistas, que no se enteran gran cosa, si en algún momento pasa algo gordo.

(La imagen es una foto de La Moncloa aquí reproducida según su aviso legal).

dimecres, 11 de desembre del 2013

El muerto al hoyo y el vivo al bollo.

Tenía razón Baudrillard. La realidad es una parodia. No hacen falta simulacros. La realidad es su propio simulacro. El espectáculo montado con motivo de las exequias de Mandela ha revelado el gatuperio de una colección de famosos y barandas del mundo entero que han experimentado la repentina urgencia de hacerse ver y escuchar en el punto del planeta al que enfocaron todas las cámaras de televisión y comentaron todos los noticiarios. Nadie puede quedar descolgado de esta escena planetaria, estilo Óscar de Hollywood, so pena de perder categoría (y cachet) en la querencia que se tenga, sea la política (mayoritaria; Mandela era un político) pero también la canción, el cine, los deportes. Todos los mundos estaban aquí y tratando de exprimirse el magín para decir algo que no fuera la perogrullada habitual en estos casos, como las que suelta el Príncipe de Asturias esforzando el entrecejo en muestra de un espíritu parvo e intelectualmente estreñido.

Hasta el pensamiento académico ha querido hacerse notar mostrando su ingenio, velocidad y profundidad. Slovaj Zizek, que pasa por ser uno de los filósofos más duros, corrosivos y carente de prejuicios, brindó su desmitificadora observación, para solaz de los rebaños críticos que lo siguen con la devoción de los peregrinos a Lourdes. "Si Mandela hubiera triunfado de verdad", señala el filósofo esloveno, "no sería hoy universalmente aclamado". Aparentemente ácido, crítico y realista. Lástima que el hombre no parezca haber oído hablar de la hipocresía humana, que aquí se ha manifestado en todo su boato y ceremonia. Una vez más, el gusto por la paradoja celestial lleva al profundo pensador a meter la pata en el charco. Confundir ese guateque de granujas entorchados con la universal aclamación de los pueblos que esa sí es sincera es realmente grave.

Unos doscientos peldaños atrás en la escala de la evolución humana, Rajoy también hizo su aportación a este florilegio de necedades y probablemente la suya se encuentre entre las primeras: Es un momento muy bonito y emocionante" porque es el estadio en el que España ganó el Mundial. Seguramente se habrán escuchado estupideces mayores pues el momento las propicia. Pero es cosa de preguntarse por qué razón tenemos los españoles que sufragar los viajes de este menda que, por doquiera que va no dice sino imbecilidades vergonzosas únicamente aplaudidas en el círculo de tontos patibularios que lo rodea, estilo Fernández Díaz, Morenés o Margallo.

Por lo demás, no deja tener gracia que se manifieste compungido por la muerte de Mandela el presidente de un partido que votó en contra de dedicarle una calle hace unos años y prefirió que se mantuviera la denominación franquista de calle del 18 de julio. ¿Cómo no iban a celebrar estos carcundas la muerte de Mandela, cuya sola presencia en el mundo de los vivos era una crítica a sus políticas reaccionarias, racistas y represivas? Celebración por dentro, caras compungidas por fuera. Cinismo e hipocresía y sepulcros blanqueados o ennegrecidos para hacer juego con la inmoralidad actual según la cual hay que honrar a voz en grito la memoria de este héroe de la lucha por la paz y la libertad (de la igualdad, obviamente, se olvidan todos) a quien tenían hasta ayer mismo en la lista de terroristas y al que hubieran liquidado sin dudarlo de un tiro en la nuca.

Uno de los momentos más reproducidos de este quilombo mundial fue la foto "histórica" de Barack Obama estrechando la mano de Raúl Castro. Milagros del espíritu de Mandela desde el más allá. El valetudinario gerifalte de una de las últimas dictaduras comunistas del mundo, en la que el poder, según se ve, se trasmite por línea cognada, saluda al presidente del imperio que ha tolerado, si no fomentado la tortura, que se arroga el derecho a espiar a todo el mundo por igual y que mantiene un lugar secreto en el que secuestra ciudadanos de otros países y los deja pudrirse lentamente con la misma consideración con que Luis XVI trataba a los presos de la Bastilla, en la esperanza de que superen los veintisiete años de mazmorra que hubo de padecer Mandela antes de que el majadero de Rajoy lo hiciera simbólico ganador del mundial de fútbol. Y la prensa lacaya -valga la redundancia- aplaudiendo el discurso del farsante gringo que habla de la libertad y el derecho a la disidencia mientras oprime y tortura seres humanos en Guantánamo.

El actual presidente de Sudáfrica, Jacob Zuma, del Congreso Nacional Africano, el partido de Mandela, convertido hoy en una banda de enchufados, mangantes y corruptos, como el PP en España, recibe tremendos abucheos cada vez que asoma el careto. Pero no haya cuidado, todos esos visitantes, jerarquías, reyes, presidentes, etc., que han ido a rendir tributo de admiración a Mandela por su sinceridad, su integridad y su amor por la verdad, se entrevistan con Zuma y le tiran de la levita porque casi todos son igual de vendidos y granujas que él.

En el fondo, el muerto les importa una higa y solo sienten desprecio por la lucha que mantuvo en vida por cierto, por todos los medios, incluidos los violentos, que estos miserables condenan cuando no son ellos quienes los emplean.

(La imagen es una foto de BK Symphonie of Love, conlicencia Creative Commons).