Primero: Madrid. Madrid como Comunidad Autónoma no pinta nada en Navarra. ¿A qué "Madrid" se refieren los señores de Na-Bai cuando dicen aparentemente indignados que Navarra se gobierna desde Madrid? Obviamente a la capital del Estado en la que se concentran gentes de todas las procedencias entre ellas muchas vascas y que está en Madrid como podría estar en cualquier otra parte. De hecho la decisión que tanto molesta a Na Bai la ha tomado un partido cuyo Secretario General es un leonés y cuyo segundo es un gallego. Puede que eso no quepa en la cabeza del señor Zabaleta y sus amigos (aunque sospecho que sí, pero no les interesa decirlo) ya que no creo que el Secretario de Aralar pueda jamás ser un murciano ni que ninguna decisión que afecte a la formación se tome a más de 200 kms. de Puente la Reina. Pero así son las cosas: unos se organizan a escala de Navarra y otros a escala de España aunque moleste al señor Zabaleta y sus amigos nacionalistas. ¿O es que es obligatorio el nacionalismo a la escala del señor Zabaleta según el cual algunas decisiones que afectan a Puente la Reina se pueden tomar en Pamplona pero algunas que afectan a Pamplona no se pueden tomar en Madrid? Cambiar las escalas a capricho no es de recibo. El "tremendo (y merecido) varapalo" del PSM o del PSOE de Madrid no tiene nada que ver con las decisiones del PSOE de España. ¿O es que el PSOE sólo es PSOE en Madrid? Si eso no se entiende, vamos aviados.
Las elecciones anticipadas. ¿Quién teme al lobo feroz? Hay quien dice que saldría malparado el PSN. ¿Por qué? ¿Por no formar gobierno siendo la tercera fuerza en votos cuando las dos primeras son incapaces de hacerlo sin él? Las elecciones, incluso repetidas, serán siempre mejores que pactos incómodos entre aliados que no se conllevan. No creo se pueda acusar al PSOE de precipitación. ¿O es que el PSN está obligado a aliarse con Na Bai por algún motivo preternatural? ¿Que vacila, duda, se retracta? Claro, como todo el mundo haría en una pendiente llena de pieles de plátanos.
Na Bai no es un partido, sino una coalición electoral de cuatro partidos, dos de izquierdas, esto es, Aralar (una escisión de Batasuna) y Batzarre, uno de derechas demócrata-cristiano, el PNV y otro de centro derecha, Eusko Alkartasuna, procedente de una escisión del PNV. Y los votos que ha obtenido vienen en parte de los electores de ANV. Pero lo esencial de todos ellos, lo que les une al extremo de aliarse derechas e izquierdas en una significativa amalgama es el hecho de ser nacionalistas. Esa es su característica esencial, la clave de este enredo y el truco con el que quieren engañar a los socialistas. Na Bai es una coalición claramente nacionalista de perfil neutro en el eje izquierda/derecha porque ese perfil, para un nacionalista, es secundario.
La cuestión del tacticismo frente a los principios, que me parece es lo esencial de este debate. Pensé que había quedado claro ayer. El PSOE ha hecho un cálculo electoral perfectamente legítimo y ha entendido que no le trae cuenta la alianza con Na Bai. En efecto, yo también creo que es así y, por supuesto, podemos estar equivocados. Pero me parece claro que en el resto de España los votantes agradecerán que el gran partido de la izquierda no pierda el sentido de Estado y no se deje avasallar por la derecha en un terreno muy peligroso. Sin duda perderá votos de cierta izquierda pero ganará muchos más en el centro que es desde donde se gobiernan las sociedades avanzadas hoy. Yo mismo decía que lo único que podría oponerse a ese cálculo electoral sería una cuestión de principios, pero que no veía que se diera en el caso de Navarra. Y a ello me atengo.
Que no es cuestión de principios se ve en el hecho, generalmente señalado, de que el PSOE gobierna con ERC en Cataluña y con el BNG en Galicia donde, a diferencia de lo que pasaría en Navarra, es el socio mayoritario, asunto nada baladí, no se olvide. O sea, que miedo a la izquierda, nada. ¿Qué sucede en Navarra? Me da la impresión de que el PSOE no se fía del nacionalismo vasco-navarro y, en mi modesta opinión, hace bien porque acabaría convertido en su rehén. Aquí no hay una opción clara de izquierda; aquí hay una coalición nacionalista dentro de la que se da de todo y cuyo objetivo es obvio: valerse de los votos del PSN para impulsar la política de nacionalismo impositivo y acaparador que ha caracterizado al PNV (y, en mayor medida aun, a la llamada "izquierda" abertzale) en el País Vasco, que ha llevado a la situación de agobio y acoso de los ciudadanos vascos no nacionalistas (vascos) o nacionalistas españoles que todos conocemos. ¿O es que no se puede decir que el nacionalismo vasco forzoso es tan repugnante como el español?
A más a más, cuando los nacionalistas vascos creyeron que podían hacerlo, se unieron entre sí en el Pacto de Lizarra y dejaron fuera no solo al PP, sino al Partido Socialista. Con esa manifiesta falta de lealtad ¿de qué asuntos de principios se habla al tratar de unos nacionalistas que son ante todo nacionalistas y sólo secundariamente y en parte de izquierdas? No soy del PSOE, ni siquiera socialista, pero no me parece justo acusar de tacticismo a un partido que hizo la oposición que hizo en los años del aznarato. ¿Que se equivoca? ¿Que el señor Rodríguez Zapatero a veces mete la gamba? ¿Y quién no?
El alcance de la decisión navarra. Si no he entendido mal, de lo que se trata es de que de las cosas navarras decidan los navarros; de las de todos, decidimos todos. ¿O es que no hay cosas de todos? Si un partido español cree que debe articular su política de alianzas con visión de Estado, está en su derecho. Con dos añadidos: no hay que confundir la parte con el todo ni dejar a la mayoría a la intemperie. Me explico: la parte con el todo. Na Bai obtuvo el 23,7% de los votos. Su decisión, muy legítima, por supuesto, es la de menos de 1/4 de los electores (excuso decir de la población) de Navarra. ¿Desde cuándo 1/4 vale por todo? Se podría decir que también es la decisión del 22,4% que votó a los socialistas. Pero eso puede ser demasiado decir porque imagino que a muchos de esos votantes les pasará como a mí que, sobre no fiarnos de los nacionalistas, estamos ya hartos de ese estadio de gracia del que pretenden siempre disfrutar cuando lo suyo es la pura política del terruño propio. Y dejar a la mayoría a la intemperie. ¿Alguien piensa que no somos millones los votantes que vemos con buenos ojos que el PSOE no arriesgue el gobierno del Estado por una aventura más que dudosa con unos nacionalistas que no han sido nunca leales a aquel cuyo apoyo piden ahora, precisamente por ser español? ¿O es que es peor que gobierne la carcundia en Navarra que en España?
Javier Rojo y la defensa que los gerifaltes del PSOE puedan hacer de las posiciones de su partido. En eso no me meto, que no miro mucho la tele ni tengo en alta estima las dotes de muchos políticos/as sean del partido que sean, especialistas en defender las posiciones oficiales con independencia de que coincidan con las suyas o no, por puro interés personal, bandería o devoción al enchufado de turno. En el PSOE y fuera del PSOE.
Coda primera: no me molesto en hacer vaticinio alguno sobre un gobierno en minoría de UPN. Lo que sí me parece claro es que no tiene sentido responsabilizar al PSOE de ese gobierno. De ese gobierno es responsable, en primerísimo lugar, el 42,4% de los electores que votó UPN más el 4,4% de CDN; en total, el 46,8%. Luego también cuenta la actitud de los nacionalistas y sus planes soberanistas con los que no veo por qué tiene que coincidir el PSOE y mucho menos con el señuelo de la izquierda.
Coda segunda: puede que esta decisión cause sobresalto y hasta tumulto dentro del PSN. No hay que arredrarse. Son cosas de la política. Por peores momentos, supongo, pasó ese partido cuando se descubrió que los señores Urralburu y Otano se lo llevaban crudo a casa, que eso sí que hizo daño al socialismo y a la izquierda en Navarra y en España, y no si se entra en esta o estotra alianza.
Un saludo a todos/as y buen domingo.