dimecres, 7 de febrer del 2007

El agobio de la derecha.

Ya están de nuevo las instituciones en danza. La agresividad de la derecha española es en verdad agobiante. La bandera, el himno, la patria, los jueces, el ejército, todo en continuo vapuleo sólo porque esxs señorxs no reconocen que perdieron unas elecciones hace tres años y que, cuando uno pierde las elecciones, pasa uno a la leal oposición. Aquí, de leal, nada. Si se puede desestabilizar, se desestabiliza; si desprestigiar, se desprestigia. Todo con tal de desalojar del poder a los socialistas a quienes no se concede ni el beneficio de la duda, pandilla de okupas monclovitas.

Ahora ha entrado en danza el Tribunal Constitucional (TC), al que la derecha respeta si se pliega a sus designios; en caso contrario, buena le espera. Se recordará la campaña de desprestigio del alto Tribunal que la derecha desencadenó con motivo del fallo sobre la expropiación de Rumasa. Don Manuel García Pelayo, dignísimo presidente, vilipendiado y arrastrado simbólicamente por el cieno con la misma saña y ferocidad que después se emplearía con los magistrados del Constitucional o del Supremo cuyas decisiones contrariaran a la derecha. Basta con citar el caso del magistrado Bacigalupo, bautizado por las hordas mediáticas como "Prevarigalupo".

Viene el ataque por la recusación del magistrado Pablo Pérez Tremps. Que esta táctica de agredir y vilipendiar a las instituciones cuando interesa da sus frutos se observa en el hecho de que tres magistrados del TC que hace unos meses no veían causa de recusación en el señor Pérez Tremps, han cambiado de parecer en línea con lo que quiere el PP que es quien ha presentado la recusación. Esta es un atropello porque decir que un informe académico elaborado con anterioridad al nombramiento del señor Pérez Tremps como magistrado del TC y antes de la aprobación del estatuto de Cataluña es causa de recusación es una desmesura. Una desmesura sancionada con los votos de seis magistrados conservadores a fin de estar en mayoría a la hora de fallar sobre el Estatuto catalán, quizá anulando alguno de sus artículos por inconstitucionales, como también quiere el PP.

Pero no acaba ahí el hostigamiento de la derecha. Entrevistado anoche el señor Acebes en Telemadrid, esa cadena que tiene a los trabajadores en paro por su carácter sectario y manipulador, decía sin pestañear que si el recusado señor Pérez Tremps dimitía, se vería claramente que lo hacía por indicación del Gobierno con el consiguiente desprestigio para el TC. La capacidad del señor Acebes para falsear todo aquello de lo que habla sólo puede pasar inadvertida a su entrevistador, Sánchez Dragó en su estólida suficiencia. Obviamente, la dimisión del señor Pérez Tremps es algo que sólo a él compete y su decisión será muy respetable. Pero, si dimitiera, no lo haría para seguir una indicación del Gobierno, sino para evitar que el TC, tres de cuyos magistrados han cambiado de opinión de acuerdo con los deseos del partido que los propuso en su día y está hoy personado en la causa, caiga aún más bajo y termine de desacreditarse dictando una sentencia al gusto del partido que ha organizado este vergonzoso número y que, como se ve, emplea todos sus medios, incluidos sus peones en la televisión, para imponer sus criterios sin pausa, sin respiro, agobiante, atosigadoramente.

Aun resuena el griterio organizado por la derecha con motivo de la manifa de apoyo a Ibarretxe al comparecer éste ante el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, considerada como una intolerable injerencia y presión de los jueces. Pero luego puede uno ir a la televisión a decir que si un magistrado recusado (y que está en su derecho de decir que lo ha sido injustamente por una decisión de seis votos contra cinco) dimite, es que está a las órdenes del gobierno...y quedarse tan ancho. Estricta y técnicamente hablando, ley del embudo, agresión, agobio, hostigamiento, desprestigio de las instituciones. Ufffff.

dimarts, 6 de febrer del 2007

Más sobre De Juana.

Ayer decía que hoy haría el post sobre De Juana pero la verdad es que se me han quitado las ganas porque, en definitiva, tendría que decir lo que ya dije ayer: que no hay derecho a mantener en prisión a quien ha cumplido la condena, que no se puede "construir causas" para retener a los presos que deben salir en libertad, como quiere el ministro de Justicia, que no se puede condenar a alguien por delitos inexistentes. Eso en el orden jurídico. En el político, que es un desatino forzar la ley para mantener en prisión a un individuo, convertido en una especie de rehén o, aun peor, de mártir y de mártir por la ¡libertad de expresión! Quien quiera ver el asunto con mayor detenimiento, vaya al post de ayer, porfa.

(Más arriba, la página de The Times, que reproduzco de 20 Minutos)

Sin embargo, al hilo de este desaguisado de De Juana, es oportuno hacer referencia a la cuestión de la orientación política de las decisiones judiciales. Las últimas sobre De Juana (la condena a 12 años y 6 meses por amenazas y la decisión de mantenerlo en prisión a pesar de su estado de salud) parecen ejemplos de la crítica que hoy mismo dirige al poder judicial Enrique Gil Calvo en un artículo de El País, titulado Metodología:

"Dime de qué presumes y te diré de qué careces, pues (los jueces) sólo son independientes del Gobierno para interpretar las leyes al servicio de la oposición, demostrando así por la vía de sus autos que dependen políticamente de quién les nombró. Una independencia judicial que se reclama no para garantizar la imparcialidad de sus decisiones, como corresponde, sino para inmunizar su sectaria parcialidad a discreción."
Muy bien visto. Esas decisiones, en el caso de De Juana, sintonizan con los deseos del PP, que son los de los medios que lo sostienen y los que azuzan a una parte de la opinión pública a mostrar un comportamiento de linchadores. Pero no lo hacen con la justicia, ni son útiles a la pacificación del País Vasco, ni beneficiosas para España.

Pero no haya cuidado, que no se tomarán medidas que eviten la que se avecina. Al contrario, ya están levantándose voces que exigen averiguar cómo pudo The Times entrevistar a De Juana. O sea, van a ver si pueden matar al mensajero. Por cierto, al margen de todo, eso sí que es un scoop; eso sí que es periodismo de investigación y sin necesidad de hacer demagogia puesto que el diario no se refiere a De Juana como "preso político" o fiera sanguinaria y rabiosa, sino que con característica sobriedad británica, lo llama ETA killer, es decir, asesino etarra. A su vez, como decía más arriba, lo típicamente español es convertir a un "asesino etarra" en un mártir por la libertad.

El agujero del Irak.

El señor Bush ha presentado el proyecto de presupuestos para 2008 que totalizan la astronómica cifra de 2,9 billones de dólares, de los cuales, 481.000 millones son para el Ministerio de Defensa, cuyo presupuesto ha crecido en un 62% desde 2001, según dice el New York Times y un 21% sólo en el último año, según el Washington Post.

(La imagen: soldados que vuelven a los EEUU en ataúdes, procedente de la página No more Bush)

Aunque todavía haya dos ministerios que superan en asignación al de Defensa (Salud y Servicios Humanitarios, con 700.000 millones y Seguridad Social, con 656.000), los presupuestos son claramente antisociales, pues prevén una reducción del gasto en los programas de asistencia sanitaria (Medicare y Medicaid) en los próximos cinco años de 101.000 millones de dólares.

Sólo la guerra del Irak y la lucha contra el terrorismo supondrán 170.000 millones de dólares en 2007 y 145.000 en 2008. En conjunto, esta guerra inicua ha costado ya 745.000 millones de dólares desde 2001, esto es, más que la de Vietnam, según el Frankfurter Rundschau.

En los años 90, con el fin de la guerra fría, se hizo mucha propaganda acerca del llamado dividendo de la paz, esto es, la bonanza que iba a caer sobre el mundo entero al reducirse drásticamente los gastos militares. La Oficina Presupuestaria del Congreso de los EEUU vaticinaba en el año 2000 que el presupuesto del país tendría un superavit de 5,6 billones de dólares entre 2001 y 2011. Vino entonces la guerra del Irak y los EEUU han tenido los déficit presupuestarios más gigantescos de su historia, culminando con los 413.000 millones de dólares de 2004, reducidos este año a 248.000 millones.

Al presentar sus cuentas para el año que viene, el señor Bush afirmaba que habrá equilibrio prsupuestario para el año 2012, cuando se conseguirá, según parece, enjugar el déficit espantoso que él mismo ha generado con su decisión (compartida por su ordenanza Blair y su valet de chambre, Aznar) de ir a una guerra que ha enriquecido a sus amigos, los grandes empresarios estadounidenses, empobrecido al mundo entero y arruinado al Irak.

Por cierto, parece que esta bochornosa aventura imperialista, conjuntamente con sus oscuros manejos en los asuntos de la venta de títulos de lord acabarán con el ya inexistente prestigio y la carrera política del señor Blair, a quien el Partido Laborista está buscando una salida discreta, quizá aprovechando que el público esté distraido con algún importante partido de fútbol. Lo fantástico es que el tercer responsable del crimen, aunque se trate de una responsabilidad "honorífica", el señor Aznar, siga dando lecciones de perspicacia y liderazgo políticos, al menos a sus incondicionales, y ocupando gran parte del espacio público con sus insidias y sus agresiones verbales.

dilluns, 5 de febrer del 2007

¡Soltadlo ya, estúpidxs!

(Actualización a las 15:00 del lunes, 5 de febrero de 2007)

Siempre me lo decía mi madre: lo peor que se puede ser en esta vida es estúpido. Y quienes han retenido contra derecho, contra razón y justicia al asesino de Juana en la cárcel, retorciendo las leyes, trampeando, condenándolo desmesurada e injustamente (tan desmesurada e injustamente que los mismos que lo condenaron pedían que se lo indultara) han conseguido algo insólito: convertir a un asesino en un mártir por la libertad, presentar a los ojos del mundo al Estado español (el Estado en cuyo nombre actúan) como una bárbara tiranía, capaz de condenar a un hombre a 12 años de cárcel por dos artículos de opinión en un periodiquito, dar lustre de movimiento patriótico y justiciero a una organización terrorista, provocar una oleada de simpatía con la situación de un preso martirizado desde hace más de 90 días, atado a una cama, alimentado forzosamente en condiciones asimilables a la tortura.

Efectivamente, madre, lo peor que se puede ser en esta vida es estúpido, además de tirano.

Esto se veía venir desde hace meses, desde la primera huelga de hambre de De Juana. Algunos estamos diciéndolo desde el verano: que ese conjunto de disparates políticos, basados en atrocidades jurídicas en un mundo en que las tropelías de este tipo ya no se pueden esconder, conseguiría lo contrario de lo que se propone. A la vista está.

Mañana postearé sobre este asunto, pero es tal la indignación que siento que no puedo resistirme a adelantar dos consideraciones, las dos orientadas a pedir que los estúpidxs que han organizado este desastre pongan en libertad a su víctima sin más dilaciones. ¿Por qué?

Porque es lo que ordena la decencia humana, el sentido de la justicia, el respeto a los derechos humanos y a la dignidad de las personas. No se puede inventar delitos con el fin de retener en prisión a un hombre que ha cumplido su condena en las condiciones que se estipularon cuando se le impuso, por monstruosos que fueran sus crímenes.

Pero, en fin, si a los perpetradores de este desaguisado no se les alcanzan estas motivaciones, que sea por simple sentido común y consideración táctica de haberse metido en un berenjenal del que van a salir trasquiladxs. Y, más específicamente, a los genios del gobierno (empezando por ese ministro de Injusticia, López Aguilar, capaz de decir la infamia de que se construirían causas para que De Juana y lxs otrxs De Juanas no salieran a la calle) que no se han dado cuenta de que, además de quedar como lo que (espero) no son, esto es, unos matarifes, han hecho el juego a los más cavernícolas de la oposición.

No se me escapa que el margen de maniobra del Gobierno en este caso era estrecho y que en buena medida se encuentra a merced de los magistrados de la Audiencia Nacional (heredera del TOP franquista), y dispuestos a aplicar la justicia del vencedor, para más estúpido "inri", sin serlo. Pero, precisamente por esto, su comportamiento hubiera tenido que ser otro, algo más gallardo, y no el del conejo asustado ante los ladridos de la jauría mediática.

Soltad a De Juana ya, y que el señor ministro de Injusticia se vaya a su casa.

¿De qué iba la manifa del sábado?

Dice el señor Acebes que la manifestación de sus huestes el sábado no era contra el Gobierno del señor Rodríguez Zapatero sino "contra ETA y contra quien quiere negociar con ella". Dado que el señor Acebes y sus conmilitones, señores Rajoy, Zaplana et al., se pasan el día diciendo que Rodriguez Zapatero se ha rendido ante ETA y que quiere negociar con ella, es obvio que la manifa era contra el Gobierno. Aunque, para deducirlo, no sea preciso dar crédito a las palabras del señor Acebes que no lo merece, sino que baste con tener ojos y oídos y ver lo que se paseó y escuchar lo que se gritó. Respecto a lo que se gritó, por cada "mueraETA" hubo cien "zETAps", mil "muerazapateros". Respecto a lo que se vio, ahí están esas banderas franquista y comunista juntitas en la foto que reproduzco de La Fragua,y requieren comentario aparte.

TeleMadrid, especializada en ditirambos a la señora Aguirre con el dinero de todos los contribuyentes, regaló a la audiencia con un publirreportaje de la manifa a mayor gloria del PP. Quien quiera corroborarlo sólo tiene que ojear de nuevo esa información, ejemplo cabal de propaganda al estilo estalinista. Y eso que en la casa, al decir del señor Sánchez Dragó, no hay manipulación. Si llega a haberla, el millón y medio de manifestantes que se inventó alegremente el vocero del gobierno autonómico hubiera llegado a quince. Según El Manifestómetro, para que en la superficie del recorrido cupiera un millon y medio de manifestantes tendría que haber habido 39 por metro cuadrado. Imposible: no caben los abrigos de visón, aunque sean visones demócratas. Por lo que leo en El plural los trabajadores de este adefesio dirigido por el comisario político Soriano van a incrementar las protestas para denunciar la situación del instrumento de propaganda de la señora Aguirre. Piden a los invitados que no acudan. Lo que hay que hacer es no sintonizarla.

Y vamos a la banderita comunista junto a la franquista. Esa enseña corresponde a un grupo que se llama Unificación Comunista de España y que, según un lector de Insurgente no es "verdaderamente comunista" sino:

"...una organización fantasma, una especie de secta creada y financiada por el Estado con el fin de infiltrar y debilitar a la izquierda con sus fascistadas barnizadas de "comunismo"...Entre un boletín de UCE y uno de la FAES no hay prácticamente diferencias."
Entiendo el punto de vista del bienintencionado lector, pero me temo que es erróneo. Estos de la UCE son comunistas a machamartillo. Para convencerse, basta con leer su publicación De Verdad, una de cuyas llamativas portadas puede disfrutarse a la derecha. Son comunistas que dan clases de marxismo revolucionario y dicen lo que dicen los comunistas del mundo entero con la sola excepción de su hipernacionalismo español, que los acerca a los neonazis, franquistas, ultras y derechas españolas. Por cierto, lo mismo podrán ellxs decir (y, seguramente, dirán) de la rama del comunismo que defienda esx lector/a o cualquier otrx: que no son verdaderxs comunistas, sino agentes del imperialismo, de la CIA o del Vaticano. Por ejemplo, ¿no hay otros que dicen que el señor Llamazares no es un "verdadero" comunista porque coincide en muchas cosas con el traidor socialfascista de Rodríguez Zapatero? La gente de la UCE profesa la más rancia ideología patriótica española, propia del pensamiento reaccionario y carlista, pero yo no pondría en tela de juicio la "autenticidad" de su comunismo, entre otras cosas porque no creo que nadie tenga atributos para decidir cuál comunismo es "auténtico" y cuál no. Por supuesto, no se me oculta que ese es uno de los entretenimientos preferidos de todas las casi infinitas variantes comunistas. Pero no tiene por qué ser contagioso.

Así que en la manifa estaban los comunistas de la UCE, bien agarrados del brazo de los franquistas del águila en la bandera. Y también había algunxs representantes de doctrinas habitualmente nefandas para la derecha, como la republicana o la socialista. Allí estaba la socialista, doña Rosa Díez, también del ganchete de los de la UCE. La función de estxs elementxs (comunistas, socialistas, republicanos que hacen el juego a las derechas), desgajadxs de su medio natural e incrustadxs en territorio hostil es, por lo general, claramente legitimatoria. Se ha hecho en todas las guerras porque uno de los modos de minar la moral del contrincante es que éste vea a lxs suyxs combatiendo en las filas enemigas. Muchas veces estas gentes acaban abjurando de su fe primera, pero no siempre tiene por qué ser así. ¿Nadie se acuerda de los artículos que publicaba el señor Marcelino Camacho en el ABC, cuando lo dirigía el señor Ansón, quien solía glosar las aportaciones del sindicalista en las páginas de huecograbado afirmando que era un honesto representante de la "auténtica" izquierda frente, claro es, a la "traidora" de la socialdemocracia reformista de entonces, la del repugnante "felipismo"?

Siempre que encuentro estos casos, que son frecuentísimos, me acuerdo de una anécdota de Simone Signoret, la actriz francesa, que me parece tan inteligente como moralmente digna. Preguntada si estaría dispuesta a interpretar el papel de una mujer fascista, Signoret contestaba: "estaré dispuesta a interpretar el papel de una mujer fascista en una película antifascista, pero no el de una mujer antifascista en una película fascista."

La verdad es siempre clara, sencilla, directa.

Pregones y convocatorias.

La Asociación de descendientes del exilio español nos pide que hagamos llegar a las autoridades del Gobierno (Presidente, Ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Portavoz parlamentario del PSOE) una carta abierta en la que se reclama que los hijos y nietos de los exiliados españoles de la guerra civil y el franquismo puedan recuperar la nacionalidad española de origen. Las direcciones a las que hay que hacerla llegar son:

jlrzapatero@presidencia.gob.es,
portal.Presidencia@mpr.es,
gabinete@presidencia.gob.es,
ministro@mtas.es,
diego.lgarrido@diputado.congreso.es.

Parece que el Gobierno, que está resultando mucho más timorato en la segunda mitad de la legislatura que en la primera, anda cicateando con esta elemental restitución, hablando de no sé qué ruptura de la cadena generacional, según no sé qué Directora General. Ya el proyecto de ley vulgarmente conocido como de la Memoria Histórica es injusto, bordeando la iniquidad, al equiparar a las víctimas del franquismo con las de la República, para que ahora se sume otra injusticia con lxs descendientes de quienes se vieron obligadxs a abandonar el país para no ser arbitrariamente detenidxs, torturadxs y fusiladxs. Si ya la primera Ley de Extranjería, de 1985, reconocía el derecho preferencial a la nacionalidad española a lxs descendientes de los judíos sefardíes, cuyas "cadenas (vaya nombrecito) generacionales" se habrán roto en más trozos que un plato de duralex, ¿a santo de qué viene esa estúpida exigencia que parece olvidar que quienes adoptaron otra nacionalidad lo hicieron por causa de fuerza mayor?


Y mañana, huelga de móviles caídos.

Circula por la red el siguiente Pásalo referido a la convocatoria de una huelga de móviles para mañana, 6 de febrero. Alarmadas por la entrada en vigor de la ley que impedirá que las compañías apliquen el "redondeo", éstas quieren curarse en salud incrementando las tarifas a partir del próximo 1º de marzo hasta un 25%. Lxs españolxs pagamos unas de las tarifas más elevadas de telefonía (fijos, móviles, internet) de Europa y tenemos unos de los niveles salariales más bajos de esa misma Europa. Está claro que nadie va a resolver esa situación por nosotrxs; ni los gobiernos, ni los sindicatos, ni las asociaciones de consumidores. Tenemos que ser nosotrxs y cuanto antes empecemos a hacerlo, mejor. Tenemos la razón. Tenemos la fuerza. Es absurdo dejar que sigan aprovechándose de nosotrxs. Así que, nada: que mañana usen el móvil el señor Alierta y sus paniaguadxs. Lxs demás, sólo para llamar a urgencias.

(En la imagen, Valentine Prinsep, La revolución, 1896)

diumenge, 4 de febrer del 2007

La manifa de la derecha.

La derecha ha decidido salir por sexta vez -séptima, según Libertad Digital, que no cabe hoy en el monitor del ordenata de orondo-, a mostrar su músculo en la calle. El diario ultra afirma que "La resistencia a ETA se convierte en un clamor de libertad y patriotismo sin precedentes". Resistencia a ETA yo he visto poca. La resistencia es a Zapatero y al gobierno socialista. La manifa se convocó, como las otras cinco (o seis) contra el Gobierno y se desarrolló contra el Gobierno. Como ha seguido la pauta de todas las otras, su significado y contenido son inexistentes. Más y más y más de lo mismo: "zETAp", "¿Quién está detrás del 11-M?" (lo juro, vi una pancarta), "Zapatero dimisión", etc, etc. De lo que no cabe duda es de, a fuerza de manifestarse una y otra vez, pancarta va, pancarta viene, la derecha y ultraderecha han adquirido una práctica notable, cuidan muy bien los detalles de impacto mediático y tienen un gran efecto propagandístico, tanto que ayer estaban las izquierdas bastante mohínas pues las artimañas conservadoras les habían hecho mella. Y, sin embargo, aburren a las ovejas y su manipulación de las víctimas es ya estomagante.


Por cierto, antes de que se me olvide y hablando de víctimas: ¿Para cuándo el juicio por las 62 del Yak 42, las 62 víctimas de la incuria, la incompetencia y la desastrosa gestión del señor Trillo? El otro día, El País traía una carta de doña Rosario Benítez Maudes, viuda del comandante José A. Mertínez Fernández, reclamando que se abra la vista oral de un proceso que se inició hace ya más de cuatro años. ¿O es que estas 62 víctimas son menos víctimas que otras?

O sea, manifa de la derecha y la ultraderecha contra el gobierno socialista y el señor Rodríguez Zapatero en particular; el habitual tono bronco y el uso partidista de los símbolos comunes, sobre todo la bandera. Con una novedad: el himno nacional interpretado para cerrar el acto. Aunque esté taxativamente prohibido que se interprete en público en actos partidistas y fuera de las solemnidades oficiales, no iban a privarse los organizadores de esta jamboree intensamente española de sentir la exaltación patriótica de la Marcha Real.

Y como el asunto no va de contenidos, ya que no los hay, se plantea la guerra de cifras, que es donde la derecha quiere ganar por la mano, por aplastamiento, la calle-es-mía, etc. Así que, con el desparpajo que caracteriza a todo lo que tiene que ver con la señora Aguirre, la Comunidad de Madrid, habló de millón y medio de asistentes. Ya que hay que mentir, vayamos a lo grande. La técnica es sencilla: tú pon las cifras a rodar, que suenen los millones. Como sonando están en los oídos de los transfugas del PSOE que dieron la Comunidad de Madrid al PP. La palabra "millón" es sonora, viril, y una vez que suena, deja huella. ¿para qué va andarse con tonterías el agitprop del PP tratando de fabricar cantidades que sean verosímiles? Eso ya lo hace la derecha civilizada de El País (que, en asuntos del País Vasco no anda tan alejado de los planteamientos de los manifestantes de ayer), inflando, pero tratando de mantener su crédito, por lo que pone el número en 210.000, algo que mucha gente puede aceptar de buena fe, aunque también esté hinchado y mucho. La delegación del Gobierno, preocupada con la posibilidad de que la acusen de bolchevique si da cifras de asistencia inferiores a los 10 millones, también ha inflado un poco la cantidad, hablando de 181.000 y esperando que, otorgando 6.000 más a la derecha, habrá cumplido con el incremento marginal que, a modo de tributo, hay que pagar siempre a la derecha en España por razones que se pierden en la noche de los tiempos y el silencio de los cementerios. Hasta los incautos de El Plural (de donde saco la foto de más arriba), dieron por buena la cantidad de la Delegación del Gobierno.

Nada hombre, en estos casos, como en muchos otros y si doña Maruja Torres no se pilla un berrinche, es la blogosfera la que nos saca de dudas. El que las tenga, el que abrigue dudas acerca de que la manifa de ayer, a pesar de tener más tiempo, mejor organización, más medios, fue igual o inferior numéricamente a la del 13 de enero de la izquierda, que vaya a El Manifestómetro, donde se hacen unos cálculos rigurosísimos, metro cuadrado por metro cuadrado, con fotos de control y todo tipo de garantías, y se exponen los procedimientos a la luz pública. Lo más fidedigno que hay. Bueno pues los de El Manifestómetro calculan que en la manifa de ayer hubo entre 115.680 y 154.140 personas, mientras que en la del 13 de enero hubo entre 111.000 y 148.000. O sea, más o menos lo mismo y muy posiblemente, menos ayer que el 13.

La división política es palmaria. Ahora hay que esperar a las elecciones; primero las municipales y, luego, las legislativas, que la derecha no ha conseguido anticipar, por mucho que se haya echado a la calle con banderas y fanfarrias. Aunque, si los dioses no lo remedian, de aquí a mayo quizá haya que soportar un par más de estas manifas que aquella borda.

Pasadxs por agua.

El viernes por la tarde fuimos al polideportivo de Algete, que es estupendo, con instalaciones de primera y muy bien atendido. Además de las canchas de tenis y frontenis (las de paddle han quedado a medio hacer, para desconsuelo de todxs lxs admiradorxs de Aznar), futbol, gimnasio completísimo, etc hay una piscina olímpica cubierta, muy limpia, en la que se dan clases de natación a montones de chicxs pero que, a determinadas horas está vacía, lo que permite practicar la natación, a la que somos muy aficionados y aprovechar la ocasión para introducir a Ramoncito en los misterios del agua. Y bien claro se ve que se lo pasó en grande. Como los adultos, claro. Pero él estaba más contento porque se encuentra en esa edad única en la vida en que todo es maravilloso y nuevo. La foto la hizo mi primo que, como tambien se ve, es un profesional.

dissabte, 3 de febrer del 2007

Hablando de lxs demás. Uno. Doña Maruja Torres.

Leo en el blog de Hugo Martínez Abarca, III República un artículo de doña Maruja Torres en el colorín de El País del 28 de enero ppo. pdo. que válgame el Señor. Por cierto, Hugo, he ido a tu blog y veo que te han echado del concurso de 20' por la campaña de voto estratégico, y que lo tomas con deportividad. Bien.

Deliciosa escena de Tissot, hacia 1883, Las mujeres deportistas.

El caso es que el artículo de la señora Torres, chico, no tiene desperdicio. ¡Qué odio profesa a los blogs y a los blogueros! Si por ella fuera, nos sacarían la piel a tiras, como al pobre Marsias, que de verdad tocaba mejor que Apolo, o a San Bartolomé. ¡Qué inquina, Virgen de las Angustias! Y uno se pregunta: ¿sabrá esta señora que existen más de 150 millones de blogs en el mundo, entre los que hay desde premios nóbeles a pastores de aldea, pasando por astrofísicos, metafísicos y patafísicos?

¿Cómo dices? ¿Que se refiere sólo a la media docena de blogs que conoce, a un par de los que, además, alaba? Pues generaliza dabuten la crítica. Así que se refiere sólo a los blogueros que son: ruinas de determinadas inteligencias; Vigilantes de lo Ajeno aquejados de flojera de esfínteres informáticos; pasión propia de la pluma y la tinta y los puñales emboscados; caravanas de egos en todas las direcciones; escombros de las mentes de los bloggers y muchas de sus miserias; se autociten, se autobombeen, se manden mutuamente besitos y se entreguen a la práctica de aburridas gallardas mentales que ningún buen periódico les permitiría publicar; la denuncia, la calumnia, el rencor y varios etcéteras más;Inquisición Sin Complejos...

Puf, no sigo. Eso de las "gallardas mentales" es original, ¿eh? Pero se supone que estará hablando de periodistas de papel, ¿no? No, no, de los blogueros. Y ¿qué le pasa a esta señora? Pues muy sencillo, que le molesta la blogosfera. Lo comprendo, pero eso tiene fácil solución antes de que le dé una sofoquina: con no visitarla se arregla el problema. Es lo que hago yo con sus artículos, salvo con éste que me he encontrado en el blog de Hugo Martínez Abarca y porque habla pestes de nosotros. Aunque no creo que haya que preocuparse mucho; no sé cómo se pondrá la blogosfera con esto, pero ya he visto un blog del periodista Ricardo J. Royo que se llama A sueldo de Moscú que es muy divertido y donde ponen guapa a doña Maruja.

A lo nuestro, Hugo: tan chulo que ibas tú en cabeza, tercero en Actualidad. Ahora quedan Blogissimo 1º y Periodismo Incendiario 2º y tú eres fan de Manolo Rico: venga, venga, a votarlo.

Mecachis, tiene razón la señora Torres, todo el día hablando entre nosotrxs. Narcisistas.

Última actualización: despues de tu comentario, Hugo, he ido a ver los enlaces de Technorati en el artículo de la dueña Dolorida y, en efecto, vaya chaparrón.


Hablando de los demás (dos). Don Iñaki Anasagasti.

Los de El Plural traen una entrevista de Esther Jaén con don Iñaki Anasagasti que está muy bien. Este hombre es inteligente y tiene experiencia. Lleva 20 años de parlamentario. Ahora está en el Senado y quizá piense que un poco apartado porque el Senado es la cenicienta de las Cortes. También es el lugar en que se está por ser senex, viejo y, por tanto, sabio. Y la verdad es que el señor Anasagasti es bastante sabio. Y también lo es en su blog Iñaki Anasagasti. Dice cosas de muchísimo sentido común. Es muy humano y como humano, lo engañan como a un pánfilo; preguntado cómo es que el PNV tuvo alianza parlamentaria con el PP en la primera legislatura de éste, responde:

Del 96 a 2000 Aznar gobernó de otro modo. Él nos decía: “El problema de ETA sólo lo puede resolver la derecha española” y también nos decía que quería ser él quien llevase el Gernika al País Vasco. Entonces decía esas cosas.
O sea, que los engañó. ¿O no los engañó? Porque, si lo hizo, lo hizo aplicando el famoso toco-mocho, que se caracteriza porque el engañado es un engañador burlado. El tío al que dan un toco-mocho es un estafador en potencia. Los del PNV creyeron que Aznar era tan necio como parecía. Pero, vaya, esa es una mera confesión de tipo rousseauniano: un poco lacerante porque queda uno mal. Lo curioso, valiente y hasta temerario es cuando dice:
Yo siempre he mantenido un discurso muy duro con ETA, pero el PP no quiere siquiera admitir que si ETA ha cometido un atentado es porque no se ha cedido nada ni se le ha hecho concesión alguna. Están instalados en el dogma.
La periodista, generalmente muy buena, que las caza al vuelo tuvo aquí un fallo de atención. Tenía que haberle pedido que pusiera ejemplos de qué cesiones o concesiones consideraría él aceptables. Porque ese es el problema y esa es la pregunta. Cuando alguien suficientemente cualificado dice que habrá que buscar una solución política estaría bien que dijera en qué pueda consistir lo "político" en la solución.

Hablando de los demas. (Tres) D. Juan-José López Burniol.

Pues nada, otra pasada por la sartén al filete del País Vasco que, al parecer, no está suficientemente hecho. (Como ya estamos otra vez en tierra vascona, vuelvo a Caperucita que ahora, queridos amiguitos, empieza lo escabroso de la historia porque ¡Caperucita se mete en la cama con el terrible lobo, pensando que es su abuelita!). El País de anteayer publica un artículo de don Juan-José López Burniol, llamado Conllevancia o autodeterminación. Me parece muy bien que se plantee sin estridencias lo que se me antoja un derecho fundamental de todos los pueblos peninsulares, que es el de autodeterminación y que vengo pregonando desde hace años. Me imagino que a más de uno en El País le habrá producido sarpullido y quizá le contesten llamándolo irresponsable.

El artículo está bien aunque la disyuntiva que ofrece entre el federalismo y la autodeterminación es una fantasía. España es de hecho un Estado federal. Aunque hubiere una fórmula clara y única de lo que es federalismo (que no la hay), recomendarlo para España quizá sea de interés para alguna Comunidad Autónoma como modo de fomentar el turismo, como Murcia pero, para el País Vasco, el federalismo es claramente un flatus vocis, carece de sentido. El País Vasco tiene soberanía fiscal, algo que ningún Estado tiene en un Estado federal. ¿Para qué va a querer el deferalismo? No hay disyuntiva: es autdeterminación sí o no.

(Y ojo a Caperucita que ya está diciéndole al lobo que qué brazos tan grandes tiene y el lobo contestando lo que ya sabemos. Cada vez peor, queridos niños. Seguirá.)

Y en la autodeterminación, el señor Burniol viene a decir que, a fuerza de aburridos de la brasa vasca, los españoles estaríamos dispuestxs a reconocer la autodeterminación del País Vasco, y que sólo nos detiene la consideración de qué sucederá con el casi 50% de la población vasca que se siente "más o menos española" (sic). Pues tengo una solución demócratica y aritmética para ese problema. En primer lugar se ve cuáles son las proporciones reales y que en las últimas elecciones autonómicas fue del 53,4% del voto para el bloque nacionalista vasco y el 45,3% para el nacionalismo español (suponiendo que Ezker Batua sea nacionalismo español, que a lo mejor es vasco). Vistas las cantidades, habría que arbitrar un umbral de triunfo en el referéndum de un 72 % del voto favorable a la secesión. Ese 72% sería el resultado de sumar todo el voto nacionalista vasco y algo más de la mitad del voto nacionalista español. Éste, lógicamente, tendrá que aceptar lo que decida más de la mitad de su propio cuerpo. Los resultados sólo pueden ser dos: a) gana la secesión, en cuyo caso, adiós muy buenas porque la decisión la ha tomado más de la mitad de la población que se siente "más o menos española" y la minoría no va a querer imponerse a la mayoría; b) pierde la secesión, en cuyo caso, aquí no se mueve nadie y, si ETA actúa ni quienes ahora la apoyan podrán seguir haciéndolo y, a lo mejor, hasta la condenan.

Conste que, además, yo impondría un periodo de carencia de bastantes años. Es absurdo hacer un referéndum ahora en el País Vasco con el miedo que hay. Es necesario esperar a que el miedo se vaya. Y el miedo es como el chapapote: que tarda en irse.

divendres, 2 de febrer del 2007

Luz, menos luz. (Blogorismo)

Para haber sido un acto simbólico, casi espontáneo, sin preparar, el apagón de ayer fue un éxito, como reconoce la prensa nacional. Me felicito por haber puesto un grano de arena posteando al respecto. Muy bien ver la Torre Eiffel a oscuras, o el Coliseo de Roma, o la Puerta de Alcalá en Madrid. Debe de ser la primera vez en la historia de la Humanidad en que el progreso, el avance, se simboliza apagando la luz.

La derecha y la democracia.

Ayer posteé sobre la izquierda y la democracia. Justo es ahora hacerlo sobre la derecha y referirnos al crispado (para variar) aquí y ahora de nuestro país, donde la derecha no sólo está, como dice José Manuel Roca en su libro, furiosa, sino verdaderamente rabiosa, frenética, casi en ese estado de pasión asesina que tan bien describe Stefan Zweig en Amok. Un comportamiento que hace recordar (así lo dicen gentes con experiencia y perspectiva vital suficiente para saber de lo que hablan, como Santiago Carrillo) la vesania antidemocrática de la derecha en los años 30, que llevó a la guerra civil.

En el post de ayer trataba de dar cuenta de las ambiguas, contradictorias relaciones de la izquierda radical (o revolucionaria) con la democracia. Las de la derecha han sido históricamente mucho menos ambiguas porque la trayectoria de conservadores, tradicionalistas, monárquicos, nacionalistas, legitimistas, fascistas, nazis, clericales y (en España) carlistas, por citar algunas de las formaciones políticas de las derechas en los dos siglos pasados se ha caracterizado desde siempre por una frontal oposición a la democracia: defendieron la monarquía absoluta, luego el voto de clase, después el voto censitario y nunca han llegado a acomodarse del todo con el sufragio universal. Una de las razones por las que los conservadores de la doctrina de la elección pública (al estilo de James Buchanan) pretenden reformar la Constitución de los EEUU para incluir en ella opciones políticas como el déficit cero es arrebatar márgenes de acción al parlamento y, en definitiva, a la ciudadanía. No se puede ir ya en contra del sufragio universal; pero se puede intentar reducir sus potencialidades.

En la España de hoy, el comportamiento de la derecha da que pensar sobre su compromiso con esos valores que invoca de continuo, el Estado de derecho y la democracia. Su estilo de oposición bronco, desaforado, agresivo y frecuentemente faltón convierte el debate político en una permanente diatriba que, probablemente, trata de asustar y hastiar a lxs ciudadanxs, a cuya mayoría, probablemente, desagrada ese clima de hostigamiento permanente. No sé si alguien ha puesto en marcha un "insultómetro", pero merecería la pena hacerlo para comprobar que raro es el día en que el señor Rodríguez Zapatero no se va caliente para casa con algún "Bambi", "bobo solemne", "incompetente", "zapatitos", cuando no cosas peores como "zETAp". El fácil recurso de decir que "todos los políticos son iguales" (tambien típico de la derecha) es falso: en las filas del PSOE no hay ni la décima parte de insultos.

Y no se hable ya de mentiras. Durante meses se estuvo diciendo que el señor Rodríguez Zapatero se había rendido a ETA, que había aceptado compromisos anticonstitucionales, que había admitido la autodeterminación del País Vasco o la entrega de Navarra. Luego de la bomba de Barajas, ETA señaló que el Gobierno había puesto siempre como límites la Constitución y las leyes vigentes. O sea, de concesiones, nada. Pero todavía no he escuchado a un solo político popular reconocer que todas aquellas afirmaciones eran invenciones, mentiras, patrañas para sacar partido. Como pensadas para sacar partido y réditos electorales son las cinco manifas (seis con la de mañana) que el PP ha auspiciado de acuerdo con sus correas de transmisión, la AVT o el Foro de Ermua, cuyos planteamientos son idénticos a los de la derecha: tumbar al Gobierno al precio que sea, incluso al del fracaso de la política antiterrrorista. De haber sido el PSOE el que hubiera tenido esta actitud, las acusaciones de traición se habrían oído en Cabo Cañaveral.

¿Y qué decir de la manifiesta coyunda entre determinados medios de comunicación y el PP? La truculencia de estos es fabulosa. Su cantinela permanente es que el PSOE y, por ende, el Gobierno, está al servicio del "monopolio" de Polanco (o "Polancone") o de PRISA. No se trata solamente de que el uso del término "monopolio" no tenga nada que ver con la realidad; es que la situación es al revés: la aplastante mayoría de los medios de comunicación sitos en Madrid mantienen una intensa relación simbiótica con el PP, al que dicen lo que tiene que hacer (por ejemplo, el señor Zarzalejos recomendando una moción de censura o el señor Ramírez una cuestión de confianza) y ello sin contar con los casos de "doble militancia", el señor Luis Herrero, periodista de la COPE y eurodiputado del PP o el de estx o aquel/la asesor/a de Génova y destacadx periodista de alguno de los periódicos de la derecha. Y en este terreno, por supuesto, la bronca con altavoces. El espectáculo de ayer em 59 segundos entre el señor Villa literalmente fuera de sí, lanzando todo género de improperios y los señores Sopena y Calleja, contestando más o menos del mismo modo implicó montar la bronca función con que el PP, heredero espiritual del franquismo, al que se niega a condenar o a desposeer de sus insultantes honores, trata de imitar al caudillo: apártense de la política, déjennosla a nosotrxs. O sea, de democrático, nada.

El permanente intento de instrumentalización de la justicia al servicio de los intereses partidistas del PP, justo lo que este partido acusa a los otros de hacer, en función de la acrisolada táctica "del espejo", es tan manifiesto que produce sonrojo: el juez del Olmo ha sufrido un verdadero linchamiento mediático en la instrucción del proceso del 11-M que la derecha judicial está empeñada en que presida el juez Gómez Bermúdez, quien ha tenido la falta de tacto y pundonor profesional de manifestarse en torno al asunto que iba a juzgar en el diario El Mundo, cómo no. La habitual tendencia de la derecha de emplear símbolos comunes para finalidades partidistas (como hizo con el ejército desde los años 30 a los 70 del siglo pasado, como está haciendo ahora con la bandera) alcanza grados de paroxismo con la judicatura. Tanto el partido como sus organizaciones periféricas han judicializado la política y se mueven a golpe de querella con el fin de que sean los jueces quienes paralicen la acción política de sus adversarios que ellos no pueden frenar como oposición porque, aunque el Gobierno sea minoritario en la Cámara, más minoritaria es la derecha, incapaz de sellar alianzas con ningún otro grupo parlamentario y los hay que, en el fondo, son más afines a ella que al socialismo.

Por último, reitero una idea que lei hace poco, procedente de la minerva del bloguero Hugo Martínez Abarca en el sentido de que toda esa monumental bronca (que si zETAp, que si traidores, vendepatrias, Españaserompes, bazofia rojelioperiodística y jueces/canallas, jueces/querubines) sólo trata de desviar la atención de la prodigiosa corrupción que rodea al PP en la gestión de los gobiernos locales y algunos autonómicos. ¿Alguien lleva la cuenta de los alcaldes y concejales encarcelados y procesados habitualmente por la corrupción del ladrillo? Porque el asunto, verdaderamente sería de risa sino fuera porque uno sospecha que no se trata sino de la punta del iceberg y de un iceberg que aplasta a los sectores mas desfavorecidos, las personas de ingresos más bajos y lxs jóvenes, cuyas posibilidades de adquirir o alquilar viviendas en corruptolandia son inexistentes.

A la derecha española le queda un trecho por recorrer para adaptarse a las mores democráticas, un trecho que recorrerá perdiendo elecciones.

dijous, 1 de febrer del 2007

La izquierda y la democracia.

Rosa Luxemburg dijo en cierta ocasión que Die Freiheit ist immer nur die Freiheit der Andersdenkenden, (la libertad es siempre la libertad de los que piensan de otro modo). Este tipo de aciertos, casi diría de genialidades de la revolucionaria polaca es lo que impulsó a Lenin a dedicarle aquella bella nota necrológica, según la cual, un águila puede volar tan bajo como una gallina, pero una gallina no puede volar tan alto como un águila; "y Rosa era un águila". Y eso que Lenin creía tener razones para estar más que escocido con Rosa Luxemburg, quien adoptó una actitud claramente crítica con la Revolución bolchevique en su escrito La revolución rusa, redactado en 1918 en la cárcel y que sólo se publicó en 1922, a los tres años de su asesinato en 1919.

Las críticas de Rosa Luxemburg a la revolución bolchevique eran de diverso tipo y consideración, pero hay dos que son esenciales para entender mucho de lo que pasó después en todo el siglo XX y lo que va del XXI. Rosa reprochaba a los bolcheviques su supresión de la democracia. Supresión de la democracia obrera, desde luego, por cuanto habían pervertido el carácter democrático de los soviets. Y supresión de la democracia a secas (o, si se quiere, lo que los marxistas solían llamar "democracia burguesa" o "democracia formal" y muchos de ellos todavía desprecian), cuando los bolcheviques disolvieron de un plumazo la Asamblea Constituyente Rusa elegida en noviembre de 1917 y apenas inaugurada en 1918, al encontrarse en minoría por haber perdido las elecciones. Los leninistas argumentaban que éstas se habían hecho con una ley anterior y antidemocrática de voto desigual y Rosa respondía que sólo necesitaban repetirlas con una ley democrática, pero no suprimirlas. Sin embargo estaba claro que no podían porque volverían a perderlas, ya que la enorme masa campesina rusa seguiría votando en contra del programa de colectivización de la tierra. Que los marxistas, bardos del proletariado industrial, sólo hayan triunfado -y sigan haciéndolo- en sociedades esencialmente agrarias es una de esas ironías que hacen época. Así que la revolución siguió adelante habiendo suprimido la democracia y Rosa vaticinó su fracaso. No llegó a verlo, ni probablemente hubiera llegado, aunque no la hubiesen asesinado los militares alemanes. Pero su vaticinio se mantuvo, la Unión Soviética jamás fue un Estado democrático y, finalmente, se derrumbó como un castillo de naipes en un colosal fracaso que sus partidarios, anonadados, aún no han conseguido explicar.

Pero los 75 años que duró el experimento soviético fueron determinantes a la hora de entender las siempre difíciles relaciones entre la izquierda marxista (o "revolucionaria", como gustaba y gusta de llamarse) y la democracia. La idea marxista (que no marxiana) de que la democracia, despectivamente tildada de "formal", no es más que una añagaza de la burguesía contra el proletariado y, en el mejor de los casos, un mero medio para alcanzar una forma social superior (el comunismo) es causa y efecto del hecho de que los partidos comunistas (y marxistas en general) jamás hayan ganado unas elecciones democráticas, salvo un par de localizadas y problemáticas excepciones. Y es que, por mucho que se contraargumente, la democracia, la democracia formal, la de una persona un voto, con todos sus defectos, carencias e insuficiencias, no es un medio de nada, sino un fin en sí mismo. Un fin que hace posibles otros fines, por ejemplo, el socialismo. Cuando Oskar Negt formuló su lapidaria sentencia de "No hay socialismo sin democracia ni democracia sin socialismo" abría en cierto modo el paso a la (tardía) conversión de los partidos comunistas en partidos "eurocomunistas", cuya novedad residía en aceptar el principio democrático como lo dicho, un fin, y no un medio de nada. Pero ya era tarde para ellos. Esa idea del socialismo democrático que postuló Rosa frente a Lenin era la que incorporaban los partidos que ya se llamaban así, socialistas y democráticos.

Al día de hoy sobreviven los dos problemas que aquí se han mencionado: los procesos revolucionarios se dan en sociedades no industrializadas (Cuba, Bolivia, Venezuela y, ahora Ecuador) y sus relaciones con la democracia (la democracia formal; no hay otra) son difíciles. Cuba no es una democracia se mire como se mire, sino un régimen autoritario de partido con fuerte contenido personal cuya supervivencia allende la vida de su fundador y su señor hermano es improbable. En el caso de los otros tres países en los que se dan movimientos revolucionarios, la cuestión de la democracia -piedra de toque de la legitimidad de un sistema, guste o no- está adquiriendo tonos sombríos.

No voy a entretenerme en subrayar de nuevo la paradoja de que la izquierda marxista, prácticamente inexistente y políticamente irrelevante en los países occidentales o capitalistas, habiendo abandonado todo intento de formulación de una teoría sistémica de desarrollo de la historia, encuentre solaz en la casuística de unas revoluciones que dependen más del carisma de sus dirigentes que del funcionamiento de las "leyes de la historia". Me limito a prever, como lo haría Rosa Luxemburg, que si el curso de éstas se hace antidemocrático, su porvenir será inexistente. Los recientes acontecimientos en el Ecuador y Venezuela muestran precedentes en casos de regímenes totalitarios de distinto signo. El asalto al Parlamento en el Ecuador tiene ecos del "asalto al Parlamento" en Checoslovaquia en 1948, mediante el cual la República inició su desgraciado curso hacia un Estado totalitario. La ley de plenos poderes a favor de Hugo Chávez que el Parlamento venezolano aprobó ayer es también un dislate caudillesco y antidemocrático que de inmediato trae a la memoria la misma ley (Ermächtingunsgesetz) que el Reichstag votó en su día a favor de Hitler o el hecho de que en la España de Franco la potestad legislativa residiera en el dictador. Ningún sistema que asalte el Parlamento o concentre poderes ha conseguido jamás sobrevivir si no es por un tiempo limitado, apoyado en las bayonetas y sembrando el terror en torno suyo, como hubo de hacer (entiendo que en contra de su prístina intención) el infeliz de Robespierre.

Sin duda el hecho de que, por las circunstancias internacionales, estos países estén enfrentados al imperialismo estadounidense (y, en buena medida, se beneficien del hecho de que el Tio Sam ande tan enfangado en el Irak que no tiene tiempo para maniobras desestabilizadoras) los hace dignos de simpatía a los ojos de la izquierda occidental, entre la que me cuento y que debe defenderlos frente a todo intento de los EEUU de interferir en su marcha, sabotearlos o invadirlos. Pero su deriva antidemocrática sólo permite anticipar lo peor. La simpática cercanía con que Chávez ha seguido el curso de la enfermedad de Fidel no ha sido suficiente para borrar la penosa impresión de que la isla es un régimen paternalista que trata a la población como a un conjunto de menores de edad.

La tendencia a ignorar o atropellar los mecanismos democrático formales, hasta ahora razonablemente respetados en Venezuela, Bolivia y Ecuador, a la larga, será contraproducente. Pero no importa: siempre se podrá echar la culpa a alguien excepto a quien la tiene: la tendencia antidemocrática de la izquierda que ya denunció Rosa Luxemburg.

dimecres, 31 de gener del 2007

El cambio climático.

Circula por la red una convocatoria curiosa que nos pide lo siguiente para el 1º de febrero, mañana, cuando los científicos de la ONU harán público su informe sobre el cambio climático en París:

" JUEVES 1 de Febrero de 2007

ENTRE LAS 19,55 Y LAS 20,00 (1 HORA ANTES EN CANARIAS)

APAGAMOS TODO, LUCES Y APARATOS ELECTRICOS

Se trata de ahorrar cinco minutos de electricidad en todo el
planeta para llamar la atención de los ciudadanos, de los medios de
comunicación y de los que tienen el poder, sobre el derroche de
energía y la urgencia de pasar a la acción 5 minutos de respiro al
planeta, no es mucho tiempo no nos costará nada y mostrará a los
candidatos a las próximas elecciones que el CAMBIO CLIMATICO es un
tema en el que se debe pensar en el debate político."
Me parece una buena iniciativa, la apoyo y la cuelgo en el blog, invitando a todxs a hacerlo. Cuando digo que me parece una buena iniciativa debo matizar. Está claro, en primer lugar, que demuestra la ciega confianza que la blogosfera tiene en sí misma como factor de movilización. Y optimismo. Un rato largo de optimismo porque supone que todxs, animados del mismo espíritu, apagaremos las luces, olvidando a los millones y millones de personas en todo el mundo que creen, como creía hasta ayer el señor Bush (y seguramente seguirá creyendo, pero no puede manifestarlo ya porque, con la mayoría demócrata en el Congreso no puede jugar) que eso del cambio climático y las preocupaciones ecologistas son trucos de bolcheviques, rojelixs, enemigxs de la libre empresa, intervencionistas impenitentes y totalitarixs. Y esos millones y millones, seguramente no sólo no apagarán luz alguna sino que encenderán todas las que puedan hasta que sus moradas sean como la casa encendida del poeta.

Aun así apoyo la campaña porque, aunque no consiga su objetivo, servirá para aumentar la conciencia ecológica de más gente, la necesidad de implicarse en el asunto y participar, y eso siempre es bueno. Es decir, la función manifiesta de la convocatoria (que diría Merton) no se cumplirá, pero sí la función latente de que aumente la conciencia general sobre la necesidad de cuidar la biosfera.

Vivo la mayor parte del tiempo en un pueblito de Guadalajara y, cuando lxs que vienen a pasar el finde se largan, queda un rastro de mierda por donde han pasado que dan ganas de llorar: papeles, plásticos, botes, botellas, envoltorios... Uno se pregunta si lxs cerdxs (con perdón para lxs cerdxs) que hacen eso lo hacen también en la sala de estar de sus casas. En todo caso, hay que reconocer que las cosas tienden a mejorar. La cantidad de cochambre que dejan lxs desaprensivxs que salen al campo es hoy mucho menor que hace unos años y sigue disminuyendo. Para eso sirven estas campañas.

Es como lo del ruido, sobre lo cual también posteo de vez en cuando. Convencer a los españoles de que no berreen en los bares, que no pongan alta la música, que no fastidien a los demás con sus ruidos, que contengan a sus hijos cuando chillan en público, parecía imposible hace unos años en que algunxs empezamos la ímproba tarea de pedir regulación frente a la barbarie en forma de decibelios. Hubo que empezar por convencer a las autoridades. Que no se crea que fue (o es) tarea fácil. Por ejemplo: vayan al cura de su parroquia a decirle que tocar la campana para los fines que sea y por muy sacros que le parezcan es un atropello que no debe consentirse. Inténtenlo.

Ya veremos qué éxito conseguimos con esta campaña de apagaluces, que es un típico "pásalo" de la red. Dependerá de la cantidad de URM que consiga. La URM (unidad de ruido mediático) es una unidad que se ha inventado en Francia y sirve para medir el impacto mediático que tienen los acontecimientos y/o las personas y, por lo tanto, para predecir, por ejemplo, quién ganará unas elecciones. Pues, eso, a pesar de mi aversión al ruido, deseo que la campaña tenga una cantidad de URM altísima.

En otro momento expondré mi actitud respecto al problema de fondo del cambio climático, que no es de ciega y aterrorizada creencia en los males apocalípticos que predican los ecologistas más fervorosos, pero mucho menos es el estúpido cinismo de quienes dicen que todo eso es un invento izquierdista para fastidiar a la libre empresa e impedir la prosperidad y el desarrollo generales. De momento, dejo una convincente explicación gráfica del "efecto invernadero" y el "cambio climático" un poco más arriba, sacado del diario Clarín Estoy convencido de que, en este asunto, si de algo debe pecarse, ha de ser de preocupación y no de despreocupación. Parece elemental que debemos preocuparnos por las consecuencias de nuestros actos como especie y no sólo por los efectos que tengan para nosotros y nuestrxs hijxs, sino para los hijxs de los hijxs de nuestros hijxs.

Quien haya visitado la celda de San Francisco en el monasterio de Asis sabe que la encontrará humildemente preparada para acogerlx, con una modesta cama hecha, una mesa, una silla y, sobre la mesa un pan fresco y una jarra de agua. Sabe asimismo que puede quedarse en la celda el tiempo que quiera siempre que cumpla dos condiciones: a) que participe en las tareas comunes de mantenimiento del cenobio; b) que, al marcharse, deje la celda como la encontró.

La tierra es la celda de San Francisco en Asis.