dijous, 15 de novembre del 2012
Después de la huelga, la manifestación.
dimecres, 31 d’octubre del 2012
La dignidad del hombre.
NB: no he considerado necesario advertir desde el comienzo que la dignidad del hombre incluye a la mujer, admitiendo de mala gana la excusa de que la forma masculina ya engloba la femenina. Pero no está de más recordar que el título correcto debiera ser la dignidad de la persona.
dissabte, 29 de setembre del 2012
El momento decisivo
Preparando la masacre .
Y ¿qué nos apostamos a que, además de impedir las cámaras de TV y las fotos y los periodistas, estos fascistas intentan bloquear internet y las redes sociales?
dimarts, 25 de setembre del 2012
El estado de excepción no declarado de la delegada Cifuentes.
Hoy, 25 de septiembre, desde primera hora de la mañana y cumpliendo órdenes de la delegación del gobierno de la capital, la policía ha rodeado y acordonado el Congreso de los Diputados, impidiendo el normal desarrollo de sus actividades, causando quebradederos de cabeza a todo el mundo y afectando gravemente la actividad de los comercios de la zona. Responsable: Cristina Cifuentes.
divendres, 13 de juliol del 2012
Tiempos nuevos.
dijous, 10 de maig del 2012
Esto viene de Lizarra.
dimarts, 13 de març del 2012
Violación.
¡Cómo avanza la civilización! En la Argentina ya se permite que las mujeres violadas aborten. ¡Vaya por dios! Hasta ahora estaba prohibido, como en todos los demás lugares en que rige la moral (y la ley) patriarcal/machista que privilegia al hombre e ignora a la mujer, la trata casi como un semoviente y no tiene una pizca de compasión por las manifestaciones concretas de un sufrimiento y una humillación que duran siglos. Es necesario ser realmente un granuja, un ruin granuja, para no entender la tortura que acarrea el gestar un ser producto de la brutalidad de una violación pues la elección es siempre agónica: o se aborta (y, encima, con la penalización de una ley injusta) o se tiene el hijo del enemigo y, haciendo de tripas corazón, se es una madre para él, en bastantes ocasiones, además, arrostrando la hostilidad de los allegados.
Porque muchas veces la violación es un crimen aislado, esporádico, individualizado; pero muchas otras es una política deliberada del mando que ordena a las tropas vencedoras en una guerra que, tras exterminar a los vencidos, violen en masa a sus mujeres para implantar en sus senos la semilla de la etnia, la raza, el color de los violadores. Política deliberada de destrozo desde tiempos inmemoriales y que recientemente se ha visto aplicar en el Congo o en la antigua Yugoslavia.
Si este aborto por violación está aun prohibido en muchos sitios es porque sigue pesando el repugnante parecer de esos curas de tres papadas, orondos eunucos sobaniños que predican cómo la mujer violada, es decir, la mujer atropellada en lo más íntimo de su ser, debe sobrellevar su infortunio con resignación y parir y criar al inocente fruto de su vida destrozada. Y estos son los caritativos curas occidentales o sus devotos doctrinos al estilo de Gallardón. En el mundo musulmán, en donde los curas son todavía más brutales e imbéciles que los cristianos, la violación se echa en cargo de la víctima y esta no solo queda deshonrada sino en peligro de perder la vida.
Quizá haya cosas tan odiosas, crueles e inhumanas como una violación pero, desde luego, no más. El forzamiento deja siempre secuelas terribles en quien lo sufre, físicas y psíquicas. Y solamente desalmados y descerebrados, como esos policías que -ya no tanto, afortunadamente- solían reírse de las mujeres que se atrevían a denunciar una violación diciéndoles que eso sería lo que ellas quisieran. ¡Cuánto canalla ha vestido y sigue vistiendo uniforme de policía, bata de médico, toga de juez! La solidaridad machista presenta siempre un frente cerrado para obligar a las mujeres a hincar la cerviz y aguantar los atropellos, desde el chulo de discoteca hasta el intelectual semiculto y pedante, de vuelta de todo, que describe en su columna periodística cuán harto está ya de la tiranía feminista, de la queja continua de las mujeres, de la sobreprotección de que gozan, de la falsa igualdad de que se aprovechan, frente al sufrido varón al que, a priori, se hace culpable de todo. Luminarias de la estupidez que confunden el ruido de sus tripas con el sonido del ingenio.
La falta de sensibilidad del machismo dominante en nuestra sociedad es abrumador y, en buena medida está sostenido por mujeres, enajenadas por los curas y sus propias frustraciones que defienden la causa que las oprime. Por ejemplo, esa inefable alcaldesa de Madrid que prefiere que la igualdad tarde más a que haya "atajos" porque no se atreve a decir que no quiere que haya igualdad en absoluto ya que, si la hubiera, ella no habría llegado a donde ha llegado pues lo ha hecho gracias a su marido y no a los méritos personales que sin embargo pide a las demás.
Realmente, la hipocresía social que rodea al patriarcado es repugnante y para removerla no basta ese terrible caso de la adolescente marroquí que se ha suicidado porque los criminales que la rodeaban bajo el nombre de familia (sacrosanta, desde luego) la obligaron a casarse con el otro criminal que la había violado, una niña en la flor de la vida a la que el machismo brutal sobre el que se permiten hacer bromas los señoritos de la derecha (y muchos de la izquierda), prefiere ignorar pues no puede ridiculizar directamente a la víctima que es lo que les pide el cuerpo castrado con la "contracorrección política" que les imbuyeron de niños. Esa noticia que subleva el ánimo, enciende la sangre y clama al cielo debiera ser primera en todos los periódicos y telediarios. Pero no, ni siquiera aparecerá. Al fin y al cabo, una injusticia cometida con una menor, marroquí, africana, mujer..., nada. Lo importante es lo que dice esa enchufada, engreída e hipócrita, Ana Botella.
(La imagen es un grabado de Castelao de 1937, titulado Atila en Galicia y refleja uno de los muchos crímenes que los fascistas cometieron con la población civil y que sus herederos ideológicos no quieren que se investiguen. La base del terror franquista, que llega hasta hoy).
diumenge, 11 de març del 2012
Los crímenes del 11-M.
dijous, 8 de març del 2012
Violencia de la retórica de la violencia.
La derecha hace uso permanente de dos trucos retóricos tan desvergonzados como irritantes pero que le dan muy buen resultado en términos de apoyo y movilización de sus bases. Uno de ellos es lo que los psicólogos llaman proyección, consistente en acusar al otro de lo que uno mismo hace. ¿Que la derecha boicotea la renovación de los órganos del Estado? Se acusa a la izquierda de instrumentalizar, manipular, presionar a esos dichos órganos. ¿Que la derecha adopta una actitud agresiva, con declaraciones injuriosas y calumniosas, negando toda legitimidad al adversario? Se dice que la izquierda crispa la vida política. ¿Que la derecha lanza su formidable bateria mediática contra la izquierda con golpes bajos, infundios y más calumnias? Se dice que la izquierda ejerce el monopolio de los medios de comunicación convertidos en órganos de propaganda. La comprobación de la falsedad de estos asertos es irrelevante porque de lo que se trata es de calentar los ánimos; pero es cierto que, cuando la derecha está en el gobierno no hay más crispación que la que ella misma aliente y también lo es que la izquierda no tiene medios de comunicación; no como los tiene la derecha en La Razón, El Mundo o el ABC. Es decir, estos trucos retóricos sirven para fabular el mundo, para mentir y engañar y, por supuesto, para hacer imposible todo diálogo y debate políticos en los que la derecha no está interesada pues su única finalidad es imponer sus puntos de vista sin más.
El segundo truco retórico consiste en usurpar los conceptos, las ideas, los términos de la izquierda para revestir sus doctrinas reaccionarias y disimularlas pues no tienen buena prensa ni entre quienes se benefician de ellas. Ayer recordaba Palinuro que los falangistas habían plagiado los colores a los anarcosindicalistas, que los nazis decían ser "socialistas". Igual que la iglesia llamó en su día "cruzada" a la sublevación del general Franco, la guerra civil y la represión posterior y como Esperanza Aguirre dice que el cristianismo ha traído la libertad a Europa. Se trata de una usurpación intelectual verdaderamente divertida que demuestra que a la derecha las cuestiones de principios le son indiferentes (su interés es el interés) y actúa con redomado cinismo, defendiendo a ultranza, cuando le conviene aquello a lo que se había opuesto con uñas y dientes. ¿Desde cuándo interesa a la derecha, a los conservadores, la libertad si llevan siglos oponiéndose a ella y gritando vivan las caenas? En concreto, los españoles abominaban hasta hace muy poco de ese mismo liberalismo que hasta hace nada la iglesia consideraba pecado y que Aguirre dice profesar hoy como si fuera el dogma de la inmaculada concepción.
Hace falta caradura. Dice Ruiz Gallardón que va a proteger el derecho de las mujeres a la maternidad. Y ¿desde cuándo se interesa la derecha por los derechos, especialmente por los derechos de las mujeres? Los conservadores se han opuesto siempre a la idea misma de derechos, considerándolos el comienzo de la anarquía y negándose a ampliarlos a quien fuese. Por ejemplo, se resistieron cuanto pudieron a reconocer el derecho de sufragio universal. Si lo hicieron fue porque no les quedó más remedio. Igual que el principio de la igualdad entre hombres y mujeres: siempre estuvieron en contra. Y siguen estándolo, si bien recurren a subterfugios para disimularlo o, incluso, a prestidigitaciones conceptuales por estúpidas que sean, como esta que trae Gallardón ahora quien debe de estar convencido de haber hecho una genial finta conceptual cuando no hace otra cosa que demostrar su escasa categoría intelectual con una artimaña de rábula para confundir los términos con aviesa intención.
El discurso de Ruiz Gallardón ayer es un ejemplo de usurpación y prostitución de conceptos de la izquierda como no se ha visto otro. Se instrumentaliza el concepto de violencia de género (al que una compañera suya de gobierno objeta porque sin duda le parece muy rojo) para despojar a unas ciudadanas de un derecho al tiempo que se revienta el concepto, convirtiéndolo en una caricatura. Porque la expresión literal de Gallardón fue violencia estructural de género. Por supuesto no tiene ni un solo dato ya que se trata de una invención. Pero, como es la derecha, hasta la invención es inepta porque ¿qué quiere decir exactamente de género aplicado a una hipotética violencia para que las mujeres aborten? Literalmente nada. Es lo que sucede cuando se parasitan los conceptos ajenos al servicio de causas opuestas a las que describían. Es el socialismo de los nazis, la revolución de los franquistas, lo popular de su partido o la castidad de la iglesia. Una sórdida mentira a mayor gloria de su dios machista y mayor injusticia hacia los hombres, en este caso las mujeres, cuyo día celebramos hoy todos quienes creemos que acabarán siendo seres humanos en sentido pleno a pesar de los gallardones que se encontrarán siempre en el camino. Entre otras cosas porque, si no lo son ellas, no lo seremos ninguno.
(La imagen es una foto de Dolors Nadal, bajo licencia de Creative Commons).
diumenge, 26 de febrer del 2012
¡Bien por la Izquierda Abertzale, muy bien!
Magnífica la noticia de El País de que la Izquierda Abertzale (IA), muestra su pesar por las víctimas del terrorismo etarra. Ha salvado un escollo importante en el camino hacia la normalización en el País Vasco en todos los sentidos, incluido el suyo de acercarlo a la independencia. Llega muy tarde, cierto, pero llega, que es lo importante. Digo "tarde" porque este es uno de los elementos que siempre me ha parecido más odioso de esta izquierda, una muestra de hipocresía y maldad atosigante. Nunca me cabrá en la cabeza que uno pueda no indignarse ni rebelarse contra los asesinatos cuando los cometen los del propio bando. Al contrario, siempre he considerado que la superioridad de la izquierda reside, entre otras cosas, en que aplica el mismo rasero ético a los propios y a los extraños; incluso más que el mismo. Jamás creeré en una causa que, para imponerse, exija asesinar gente indefensa. Jamás.
Así que se entenderá que aplauda la decisión de la IA de poner fin a años y años de encanallamiento moral, al parecer libremente consentido. Es un momento decisivo. Y también lo es en un terreno práctico y hasta táctico. Una vez que en octubre la banda terrorista decidió poner fin a sus crímenes, estamos en un camino de no retorno y, en ese tipo de caminos, lo mejor es hacerlos cuanto antes; a la carrera si es posible. ¿Qué ganamos arrastrando los pies, dilatando decisiones, regateando las declaraciones valientes? Nada de nada salvo abrir la posibilidad de que las cosas puedan torcerse o dar a los enemigos de la democracia y del derecho de autodeterminación un pretexto para cometer alguna fechoría.
La IA está en las instituciones y dispuesta a atenerse a las reglas del juego democrático con todas las consecuencias. LLegue hasta el final en el recorrido: exija la disolución de ETA. Y la banda, si le queda un adarme de sentido común, que se disuelva hoy antes que mañana y mañana antes que pasado.
En una democracia -incluso en una tan deficiente como la española- se pueden defender libremente todos los proyectos políticos que no incluyan el asesinato de gente indefensa y/o el uso de la violencia. Todos. Incluidos los independentistas. Les ha costado casi cuarenta años entenderlo. Han tenido que perder una guerra para ello. Que no les cueste otros cuarenta tomar las decisiones acordes a ese entendimiento.
Y no se crea que Palinuro actualiza el blog por un mero interés objetivo de señalar el notable avance político y moral que la decisión de la IA significa en el País Vasco. Lo hace también por el subjetivo de recuperar la libertad de expresión, secuestrada por los asesinos y que incluye la defensa del derecho de autodeterminación en España. El interés subjetivo de ver que en la izquierda española somos muchos los partidarios de ese derecho, que no podía defenderse cuando se reclamaba a punta de pistola. Si ahora existe una posibilidad de debatirlo pacíficamente y adoptar las decisiones consecuentes, para luego es tarde.
dijous, 23 de febrer del 2012
El ejemplo de Valencia.
Es el que hay que seguir. Cuando parecía que la gente de Valencia vivía extrañamente subyugada por la manga de granujas y sinvergüenzas que llevan veinte años esquilmando las arcas públicas hasta dejar la Comunidad en la ruina y hasta los votaban por mayoría absoluta, he aquí que se lanza a la calle con un civismo, un pacifismo y una conciencia encomiables. No estaba todo perdido. Quedaba mucha dignidad entre la población que, por fin, consciente de su fuerza y de sus derechos, ha empezado a hablar.
Vuelven los valencianos a pedir la dimisión de Sánchez de León, esa delegada del gobierno entreverada de fascista que ordena apalear niños en la calle. Pero piden también más cosas. Su grado de conciencia política, como decía Palinuro ayer, ha aumentado. Piden que cesen los recortes en educación y que haya una educación de calidad. Y más aun, convierte a los valencianos en la punta de lanza o el mascarón de proa de la nave de la dignidad española, convocan a una huelga en Valencia y piden que se extienda a general en toda España y que los sindicatos la hagan suya.
La lucha de los estudiantes valencianos es la de todos los estudiantes españoles y la de estos, la de todos los españoles progresistas: parar los pies a un gobierno popular antipopular, que se ha estrenado con una batería de agresiones contra los derechos de los trabajadores.
Basta con ver y escuchar a los ministros y políticos conservadores para percibir que lo suyo es un plan premeditado de aniquilar los derechos de las clases populares y cargar falsamente las culpas sobre el PSOE. Basta oír al Director General de la Policía, Cosidó, diciendo que la acción policial el martes fue ejemplar, al ministro Wert seguir mintiendo con que el PSOE apoya manifestaciones violentas siendo no ya solamente su policía la única que recurre a la violencia sino su propio gobierno y el mismo ministro que habla: ¿o atacar los derechos de los trabajadores por decreto no es violencia? ¿No es violencia eliminar la "Educación para la ciudadanía" a fin de dejar a los chavales en manos de las doctrinas de los curas? ¿No es violencia suprimir el derecho al aborto o intentarlo con el matrimonio gay? Violencia es y de la más reaccionaria, de la más baja estofa. Por eso es un derecho de la ciudadanía luchar contra ella, y el camino lo señala Valencia.
(La imagen es una foto de popicinio_01, bajo licencia de Creative Commons).
dijous, 29 de desembre del 2011
Señoras bien de derechas.
Los peores enemigos de la igualdad de género, de la emancipación de las mujeres son algunas, muchas, mujeres. Las que aceptan de grado su posición subalterna tradicional, las que implícitamente justifican los privilegios del machismo imperante y así contribuyen a perpetuar el orden patriarcal; las cipayas de este. Son las peores porque, con su discurso de la servidumbre voluntaria, deslegitiman la lucha de sus congéneres por alcanzar la plena condición ciudadana y la igualdad de derechos con los varones. Las más visibles son las mujeres acomodadas, de clase alta, por ser las que tienen más acceso a la esfera pública, pero las hay en todos los estamentos sociales, también entre los más pobres. Su oposición a la emancipación femenina nace de inveterados prejuicios y estos están liberalmente repartidos entre toda la población.
Dado que las conquistas del feminismo, por el que la derecha no ha movido jamás un dedo, han cristalizado en leyes e instituciones que la sociedad ha acabado aceptando y no es posible derogarlas o aniquilarlas, las señoras bien de derechas tratan de vaciarlas de contenido, de inutilizarlas reformulando la terminología que les es propia, retorciendo el lenguaje para confundir la cuestión. Saben que el nombre define la cosa y por eso tratan de cambiárselo. Apenas sentada en la poltrona, la ministra Ana Mato ya ha llamado violencia en el entorno familiar a lo que la ley misma llama violencia de género (Ley Orgánica de medidas de protección integral contra la violencia de género). La intención es transparente y consiste en desactivar la ley, retornar al camino de la sumisión frente a la violencia machista. Más o menos en el espíritu de esa otra señora bien de derechas que acaba de estrenarse como alcaldesa de Madrid y que, al interpretar el cuento La cenicienta, se extasiaba diciendo que esta es un ejemplo para nuestra vida por los valores que representa. Recibe los malos tratos sin rechistar..."
La mala jugada de Mato en contra de las mujeres víctimas de la violencia machista ha levantado una ola de protestas en una sociedad que ha visto cómo en un año caían sesenta de ellas asesinadas por sus parejas y ex parejas, en sus casas, en los parques, en el campo, en mitad de la vía pública y que por lo tanto sabe que la violencia no se da solo en el entorno familiar sino en todos los entornos porque es violencia de género, machista, que sólo cabe combatir teniendo esto muy presente. Vista la contundencia de la respuesta, Mato ensayó un línea de defensa afirmando que "el nombre es lo de menos". Vieja y socorrida falacia. Si el nombre fuera lo de menos, ¿por qué cambiarlo? Porque no es lo de menos sino lo de más. Los delitos deben estar correctamente tipificados con un nombre que no quepa desdibujar o difuminar.
Como el sofisma nominalista no coló, el ministerio de Ana Mato emitió ayer una nota de prensa en la que se califica el último asesinato de una mujer por su ex compañero sentimental de "violencia de género"; pero en el cuerpo del texto vuelve a hablar de violencia en el entorno familiar. Quieren restar importancia a esta lacra, diluirla en un problema de "familia", en definitiva, desproteger a las mujeres. Por eso insisten en cambiarle el nombre.
Hace un tiempo, en un libro de Pilar Urbano sobre la Reina Sofía, esta, que es quintaesencia de las mujeres bien de derechas, de las damas como Dios manda, decía a la periodista que no se opone a que los homosexuales se junten (olvidó decir que no se opone ahora pues ya no puede evitarlo) pero que no llamen "matrimonio" a esa unión. Efectivamente, los nombres importan, son decisivos, sirven para reconocer derechos. Torcerlos, cambiarlos, ayuda a recortar, a mermar esos derechos pues, por fortuna, ya no es posible negarlos de raíz. Que es lo que las señoras bien de derechas quieren hacer con los que protegen a las de su sexo.
(La imagen es una foto de Chesi - Fotos CC, bajo licencia de Creative Commons).
divendres, 25 de novembre del 2011
La violencia contra las mujeres
Hoy, 25 de noviembre, se celebra el día en contra de la violencia machista. En lo que va de año en España han muerto 54 mujeres asesinadas por sus parejas o ex-parejas. En el resto del mundo la situación no es mejor; en otras partes, en México, en Colombia, en la China, en los países árabes es muchísimo peor. Está bien que se haga cuanto se pueda por elevar la sensibilidad de la sociedad frente a esta lacra que, a pesar de las leyes y las medidas de todo tipo de las autoridades para prevenirla y castigarla, no parece remitir.
Y ¿por qué no remite? Porque no es un delito o un vicio social que haya aparecido en nuestra época, como el tabaquismo, por ejemplo, contra el que es relativamente fácil luchar. Al contrario, es en nuestra época cuando ha comenzado a manifestarse la conciencia de que se trata de un crimen sistemático que nos degrada a todos y desmiente la idea de que la civilización avance. Es importante ahondar en esa conciencia y afrontar el problema en su pavorosa magnitud.
La civilización occidental, la que presume de sintetizar el judeocristianismo, la filosofía griega y el derecho romano, está basada en la violencia contra la mujeres. No me atrevo a hablar de las otras por falta de conocimiento bastante, aunque, por lo que sé, no andan muy a la zaga. En la nuestra esa violencia no sólo esta tradicionalmente admitida, sino glorificada, enaltecida, consagrada; desde siempre. Muchos filósofos, de Aristóteles en adelante, no ha hecho sino racionalizar los prejuicios en contra de la mujeres. Un mero repaso al conjunto de imbecilidades misóginas de Schopenauer debiera bastar para cuestionar la mera racionalidad del inventor de la Eudemonología.
Y no son únicamente los filósofos; los poetas, los literatos, los dramaturgos, los músicos, los pintores rivalizan en una misoginia agresiva que traza una imagen tradicional de las mujeres como seres inferiores, despreciables, odiosos, lo que justifica que se las maltrate. La celebrada figura de la doma de la bravía, un tema muy tratado en el Siglo de Oro, en Cervantes, en Lope y también en Shakespeare, etc., tiene eco en todas las culturas. A la mujer hay que "domarla", como se doma a las caballerías. Y nos se hable ya del llamado crimen pasional que todo lo justifica y que abunda en la literatura del siglo XIX. Mujeres atacadas "por amor", como El rojo y el negro, empujadas al suicidio, como en Ana Karenina o en Madame Bovary. La mujer es siempre la víctima.
El desprecio a las mujeres y su consideración como vasos del diablo y perdición de los hombres (compatible, por cierto con su imagen ideal en la tradición caballeresca) es inherente a las religiones, al cristianismo, desde luego. Que hay que violentar a las mujeres de todas las formas posibles es recomendación que se encuentra en la llamada sabiduría popular secular, en el refranero y en las políticas de los Estados; ejemplo universalmente conocido, las tres K del nazismo como destino de las mujeres: Kinder, Kirche, Küche (niños, iglesia y cocina).
La misoginia ha impregnado las leyes civiles y penales de todos los países hasta hace muy poco y, en muchos sitios, por ejemplo en el islam, se sigue haciendo. Está embebida en las instituciones y hasta en el lenguaje mismo, como las feministas han señalado repetidamente.
Corregir esta tradición implica reevaluar toda la tradición filosófica, religiosa, artística, jurídica de occidente. No es fácil y por ello se requiere una actitud combativa e intransigente con las infinitas formas de complacencia que se dan diariamente y son como una bruma que desnaturaliza los esfuerzos de la sociedad para acabar con él. A quienes propugnan esta lucha se los trata de exagerados. ¿Que tiene de malo la simpática costumbre del piropo, los concursos de belleza, la denigración de las mujeres en la publicidad comercial? Pues que todas estas prácticas son la antesala de la mentalidad feminicida.
En efecto, puede parecer una exageración. Pero lo que verdaderamente es una exageración es que sólo en este año haya habido 54 mujeres víctimas de asesinatos machistas. La dominación de los hombres sobre la mujeres desde el origen de los tiempos al día de hoy se basa en la amenaza de la violación y en su práctica individual o colectiva, muchas veces política de guerra, como dice Susan Brownmiller en En contra de nuestra voluntad . De lo que se trata es de someterlas por ese miedo difuso a ser agredidas, violadas, mutiladas, desfiguradas, asesinadas. Y el mejor modo de mantenerlo vivo es seguir recurriendo a esas prácticas.
Queda muchísimo por hacer. Apenas hemos comenzado, y nos enfrentamos a grandes resistencias, en no pocas ocasiones ofrecidas por las mismas mujeres, y eso es terrible.
(La primera imagen es un dibujo de Max Klinger titulado Asesinato y rapto. La segunda, un óleo de Degas, La violación (h. 1868). La tercera, otro de Frida Kahlo, titulado Unos cuantos piquetitos (1935)).
dissabte, 22 d’octubre del 2011
La vida sigue.
filla d'Ernest Lluch.
Hace unos días un analista político cuyo nombre no he retenido afirmaba en un buen artículo que un eventual fin de ETA no incidiría en el cantado resultado electoral del 20-N porque la gente ya lo daba por descontado y no le preocupaba. Lo decía con conocimiento de causa y basado en buenas razones. Según el último barómetro del CIS, de septiembre, el terrorismo preocupaba al 3,7 por ciento de la población y era la octava causa de inquietud siendo la primera el paro (80 por ciento), la segunda los problemas económicos (49, 6 por ciento), etc. El terrorismo no alcanza el 10 por ciento desde abril de 2010. Hace diez años podía llegar al 70 por ciento y ser la primera causa de preocupación. Son otras hoy las congojas de los ciudadanos. Era pues razonable concluir que el fin del terrorismo no tendría impacto.
Sin embargo, ayer fue el asunto por excelencia. Opinaron todos los políticos nacionales y algunos extranjeros (Obama, Sarkozy, Cameron, Santos, etc). En los medios fue la única noticia. No la deuda, ni la crisis, ni los empresarios: ETA. En la prensa, la radio y la TV y no digamos las redes. En noticiarios y tertulias. Sólo se habló de ETA. Los patronos vascos se felicitaron y la Conferencia Episcopal Española aprovechó la ocasión para pedir el voto al PP y, de paso, dijo una de esas solemnes perogrulladas que dicen los del capelo : que el terrorismo es intrínsecamente perverso. Un descubrimiento.
Y todo este ruido, esta cacofonía, esta batahola por un comunicado de la banda que muchos consideran poca cosa, business as usual; otros un dulce empozoñado ; otros un regalo electoral a los cómplices del PSOE; otros un ejercicio de retórica socarrona; otros un señuelo para distraer la atención mientras la banda se rearma e così via. Y todo con la poco digna intención de rebajar las expectivas electorales del PSOE reduciendo la importancia del hecho, de anular el impacto que decía el analista que no iba a producirse y sí está produciéndose. Como se prueba precisamente en el zafarrancho general para evitarlo.
¿Qué pasaba entonces? Que en efecto, la gente ya sabía hace meses que ETA estaba derrotada y se había preparado para su final sin armar grandes alharacas. Pero es que en el terrorismo la gente llevamos más de treinta años reprimiendo alharacas, sofocando sentimientos, aguantando situaciones terribles, bárbaros asesinatos en masa como el de Hipercor, sin perder los nervios, controlándonos, apoyando siempre a los gobiernos. Pero eso no quiere decir que los sentimientos sofocados no existieran. Han existido y siguen existiendo. Pero van por dentro. La alegría del fin de ETA también ha ido por dentro. La hemos exteriorizado los plumillas, los opinantes en público, los parlanchines, tertulianos y predicadores en general. Pero la gente la sentía en su fuero interno y está todo el mundo muy interesado en lo que suceda ahora porque ahora, el contencioso, el llamado conflicto, se traslada a los tribunales de justicia y las crónicas judiciales apasionan a la opinión.
Y vamos a eso del conflicto. Dice la izquierda abertzale que el comunicado de ETA no cierra el conflicto político. Tan profundo como lo de los obispos. Claro que no cierra el conflicto político ni ningún otro conflicto. Lo que cierra es el asesinato. Todos los conflictos siguen vivos. Alguien debe enseñar a los hasta ayer amigos de los pistoleros cosas elementales como que la sociedad no es otra cosa que cientos de conflictos cruzados, de todo tipo y condición: religiosos, económicos, sociales, de género, nacionales, etc. Si partimos de la idea de que un conflicto es aquella situación en que alguien quiere algo que otro no quiere darle, la vida social es conflicto. Y la democracia es el mejor sistema político porque garantiza que los conflcitos se canalizan civilizadamente; no que se resuelvan porque ese es otro asunto que depende de mayorías y minorías. Para entender esto es necesario a su vez aceptar que el conflicto que a uno le parece esencial, prioritario, único en realidad, puede que no se lo parezca así al resto de la sociedad que tiene otros conflictos. Si uno renuncia a imponer la solución de su conflicto preferido a tiros tiene uno que aceptar que a la gente el conflicto de uno le parezca irrelevante. Que se haya defendido por medios criminales no lo hace más urgente ni más real.
Porque, cuando callan las armas, la vida sigue. Y parte de este seguimiento es que, mientras ETA no se disuelva, las autoridades también seguirán deteniendo etarras y poniéndolos a disposición del juez por pertenencia a banda armada, posesión de armas y los demás delitos en que continúen incurriendo. Y eso no forma parte del "conflicto político", no es político. Es criminal.
(La imagen es un cuadro de Thomas Hart Benton, abuelo de la pintura estadounidense actual, escuela neoyorquina, titulado América hoy. Actividades ciudadanas con suburbano, pintado en los últimos años veinte).
divendres, 21 d’octubre del 2011
España sin ETA.
Cuando Pérez Rubalcaba llegó al ministerio del Interior traía dos objetivos prioritarios: reducir la siniestralidad en las carreteras y acabar con ETA; dos graves problemas de los españoles de muy distinta naturaleza. Los ha conseguido. Ahora, lo lógico es votarlo para que, como presidente del Gobierno, gestione la definitiva normalización democrática del País Vasco y del conjunto de España.
Las comparecencias de ayer de Zapatero y Rubalcaba en sendas ruedas de prensa fueron ejemplares. Los dos hubieran podido recordar que en su combate contra ETA tuvieron que superar los ataques de una oposición empeñada en utilizar la lucha antiterrorista como arma para desgastar al gobierno y obtener réditos electorales. Zapatero hubiera podido recordar aquella infamia de Rajoy de que estaba traicionando a las víctimas de ETA. Rubalcaba, las continuas acusaciones de estar negociando con ETA -él, que siempre se opuso a toda negociación de este tipo-, y de no querer el fin de la banda, coronadas por la última canallada de acusarlo, así como a sus subordinados, de colaboración con banda armada.
Pero ninguno de los dos lo hizo sino que ambos rindieron tributo a las víctimas, a los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado y atribuyeron la victoria sobre los pistoleros a la unidad de las fuerzas democráticas y la colaboración de Francia. Bien cierto; esa es la perspectiva adecuada para afrontar el próximo futuro en que será necesario gestionar con acierto la multiplicidad de problemas que plantearán las secuelas de una actividad criminal que ha durado decenios, ha hecho destrozos enormes en la convivencia democrática y ha dejado heridas que habrá que sanar con tesón, habilidad y generosidad. Sigue siendo imprescindible la unidad de las fuerzas democráticas y a ello irá orientada probablemente la mayoría de los comentarios que se lean en los próximos días.
El comienzo de la nueva etapa, sin embargo, deja ya ver claroscuros. En su comparecencia ayer Rajoy se mostró manifiestamente incómodo por cuanto el destino parece repetirse y, cuando ya se ve triunfador en las próximas elecciones, un hecho repentino puede volver a dejarlo en la estacada. Trató de rebajar la trascendencia del momento afirmando que, si bien era un paso importante, no era el decisivo que no llegará hasta que la banda se disuelva de forma irreversible. Se adivina que esa será una de las líneas principales del ataque de la oposición conservadora. Pero Rajoy no tuvo más remedio que reconocer que se trata de una victoria porque no se ha pagado precio político alguno por el cese definitivo de la violencia. Un reconocimiento que deja en evidencia a Aznar y a Mayor Oreja quien aún ayer decía que el gobierno y ETA negociaban un fin sin fin.
La actuación del PP en este campo ha consistido en impedir como fuera que el gobierno socialista capitalizara el fin de ETA. Se negó a asistir a la conferencia de paz de Donostia hace unos días y sus trompeteros mediáticos arrojaron toneladas de basura sobre los participantes, siguiendo el ejemplo del inefable Aznar que no ha mucho acusaba al gobierno de suplicar y mendigar gestos de ETA. A eso es a lo que llaman colaborar en la lucha antiterrorista. Ayer también Esperanza Aguirre, que tiene la virtud de reducir siempre las cosas al absurdo, trataba de desmerecer la noticia asegurando que los comunicados de ETA tienen credibilidad cero. En efecto, es la línea que va a adoptar la derecha, la de aquí no ha pasado nada. Como ETA cuando se restauró la democracia en España sostenía que "aquí no ha pasado nada" y siguió asesinando, la derecha seguirá atacando al gobierno, diciendo que negocia con ETA y que Rubalcaba colabora con los terroristas.
A esta posición bastante ignominiosa ayuda la actitud intransigente de algunas asociaciones de víctimas que se reservan el derecho a decir que el terrorismo sólo habrá acabado cuando se cumplan las condiciones que ellas establecen. Y, entre tanto, también proseguirán en sus ataques al gobierno.
Sin embargo dos cosas están claras: 1ª) las víctimas tienen mucho peso moral y merecen el reconocimiento del conjunto de la sociedad. Pero las decisiones colectivas que afectan a ésta son competencia de las instituciones demócraticas legítimas, en especial el Parlamento. 2ª) La derrota de ETA es un logro indiscutible del gobierno de Zapatero, algo por lo que éste ha sacrificado mucho y por lo que sin duda pasará a la historia. La pieza esencial de ese gobierno, la que ha convertido en realidad el deseo de millones de españoles es Rubalcaba quien se ha ganado limpiamente el derecho a ser a su vez presidente.
Hay un tercer personaje que ha sido decisivo en la derrota de ETA, sin el cual ésta no se hubiera producido y a quien todavía no he visto mencionado en la catarata de parabienes que llueven sobre España: el juez Garzón. Zapatero dirigió el aspecto institucional de la lucha antiterrorista; Rubalcaba el policial; y Garzón el judicial. Fue su idea de llevar la lucha contra ETA al terreno de sus apoyos sociales, económicos, culturales, la que acorraló a la banda y la puso al alcance de la policía.
Garzón, sin embargo, está esuspendido, en una especie de exilio y perseguido judicialmente en su país, lo que es literamente una vergüenza y un baldón sobre la alegría que produce el fin del terrorismo. Si Rubalcaba gana las elecciones y es presidente del gobierno debiera contar con este juez que, como todos los seres humanos, se habrá equivocado alguna vez, pero es la honra de la profesión judicial.
(La imagen es una foto de www_ukberri_net, bajo licencia de Creative Commons).
dijous, 20 d’octubre del 2011
Se acabó.
Deponen las armas. Se van. Nos dejan en paz. Termina esta peste mezcla de crimen y estupidez que parecía eterna. Hoy ganamos todos, todos, incluidos ellos que ya no se verán obligados a seguir asesinando a sangre fría ni haciendo el ridículo con sus capuchas y sus interminables, farragosos y vacíos discursos. Por fin se ha muerto Franco.
Y nada más por hoy, que Palinuro anda emocionado con la noticia y va a celebrarla con los amigos. Título del post de mañana: España sin ETA. Enhorabuena a todo Cristo, incluidos los que no querían que esta pesadilla acabase o, por lo menos, no ahora, y son los que todos sabemos, la extrema izquierda y la derecha extrema en el PP, y de los que mañana hablaremos. Que se fastidien y se alegren porque, a pesar de ellos, hemos derrotado a ETA. Agur.
Vuelvo porque es imposible no hacerlo. He visto las comparecencias de Zapatero, Rajoy y Rubalcaba en la tele. El lenguaje no verbal de los tres era muy distinto: Zapatero y Rubalcaba conteniendo la emoción (Rubalcaba no lo consiguió del todo). Rajoy con cara de circunstancias y disgusto. Zapatero y Rubalcaba han estado a la altura del momento. Los dos se han referido a las víctimas, a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, a la unidad de las fuerzas democráticas y han anunciado un futuro de paz en libertad. Rajoy ha intentado rebajar la importancia del hecho, desmerecerlo, considerándolo "un paso muy importante" pero, obviamente, no definitivo, hasta que la banda no se disuelva irremisiblemente. Lo de siempre. Pero no le ha quedado más remedio que reconocer que es la derrota de ETA porque se ha conseguido sin hacer concesión política alguna. Es decir, se ha tragado un sapo. El segundo vendrá el 20-N, que es en lo que pensaba durante su comparecencia.
dimarts, 18 d’octubre del 2011
ETA kanpora.
Eso es, vete ya. Desaparece de nuestras vidas. Deja que la gente viva en paz y en paz dirima sus diferencias. No haces falta a nadie ni nadie te necesita. Hasta tus supuestos allegados civiles piden que bajes el telón. Muy pocos te echarán de menos, aunque alguien siempre habrá. Eres un anacronismo. Formas parte del siniestro legado del franquismo. En un mundo que puede movilizarse al unísono en los cinco continentes por causas nobles y pacíficamente, tu recurso a la violencia carece de justificación alguna. Pudo tenerla durante la dictadura, que era un régimen violento, y aun así es más que discutible. Pero en democracia le violencia es ilegítima. Hay quien te regalará los oídos diciendo que esto no es una democracia. Son los que consideran que sólo es democracia lo que ellos deciden.
Al sector político le ha costado años comprender la evidencia misma: que en España pueden defenderse todas las opciones políticas, incluidas las independentistas, siempre que no se haga mediante la violencia. Y digo la evidencia misma porque los catalanistas lo comprendieron desde el principio y se apresuraron a terminar con aquel germen de banda terrorista que se llamaba Terra Lliure. Desde entonces el independentismo catalán ha llegado incluso a gobernar en la Comunidad Autónoma. Lo mismo que hace ahora Bildu, al menos en un territorio histórico. Esto es un país civilizado. No hay sitio para la violencia.
Actuar políticamente no quiere decir que se tenga garantizado el logro del objetivo político que se persiga porque eso depende de lo que piensen y hagan otras opciones que tienen idéntico derecho a proponer sus propios objetivos, que pueden -y suelen- ser otros. Esa exigencia tradicional de ETA de que todos los proyectos puedan defenderse y con posibilidades iguales de realizarse, dado que es la situación actual, sólo puede entenderse como el deseo de que se garantice a una parte el logro de sus objetivos porque sí. Es un razonamiento típicamente infantil: juego si gano. Ya sé que decir que los etarras son infantiles suena algo extraño. Pero lo son. Ademas de pistoleros.
El comunicado de estos apóstoles de la resolución de conflictos es bastante soso y blandorro, pero pide a ETA que deponga las armas sin condiciones, ya. Ya no se sabe qué más quiere. Como la componente católica en el mundo etarra es muy fuerte, a lo mejor quiere que, después de los apóstoles, venga el mismo Cristo a pedirle que haga mutis por el escotillón de la historia.
diumenge, 2 d’octubre del 2011
Fuga de ETA.
La Conferencia Política del PSOE siguió ayer su curso con los trabajos de las comisiones. Trataban éstas de los puntos del programa: igualdad, democracia, economía, etc. Debates sobre textos y enmiendas que podían ser asumidas, transaccionadas, subsumidas y, obviamente, rechazadas. Eso de subsumir enmiendas tiene gracia. El interés estaba también en los pasillos por los que pululaban los barones, un par de ellos con imperio y todos los demás, almas en pena, sine imperio. En fin, mañana recuperará Palinuro las impresiones de la Conferencia cuando se sepan las conclusiones y haya hablado Rubalcaba como Moisés descendiendo del Sinaí con las tablas del programa electoral.
La obra está acabando. Se oye ya el tema final, ¡Oh, Señor, líbrame del Mal!. Es una polifonía abigarrada: de un lado se escuchan las voces de ETA (que se apaga), Bildu (que va in crescendo), EKIN (que se calla), Aralar (que apoya), la "izquierda abertzale" (primer coro) y los presos (segundo coro); de otro las de las Asociaciones de Víctimas, el gobierno central, el autonómico y (con matices) el PNV y, como tercera variante, la recientemente constituida Comisión Internacional de Verificación (CIV).
El problema es que el contrapunto no funciona. La parte independentista es un vivo batiburrillo en todas las tonalidades. La otra parte, que llamaremos "no independentista" (sin querer herir la sensibilidad del PNV), mantiene una sola tonalidad. La Comisión, por último, aún no ha sonado, aunque probablemente lo hará en armonía con la parte no independentista.
La polifonía independentista es sumamente variada: ETA está en tregua, dedicada al género espistolar, y se ha comprometido a colaborar con la CIV. Bildu construye patria y exige del gobierno español que "dé pasos" en respuesta a los pasos que dan los suyos. EKIN ha dado el último paso, tirándose por el abismo. Aralar anima a que se "avance" en el proceso, lo que es una variante de los "pasos". La izquierda abertzale formula la respuesta colectiva en forma de manifestación frente a cada alevosa medida del Estado español en contra de la gran patria vasca. Los presos, por último, son como las plañideras, como el amargo lamento de los que penan dentro cuando los de fuera ya ni pegan tiros.
El contrapunto a esta melopea es el empecinamiento de la parte no independentista en exigir como paso previo, antes de nada, antes de mover un dedo, la disolución explícita, real y verificable de la banda. Hasta la aparente variación de los diez puntos del Lehendakari López implica que el acercamiento de los presos etarras (que el otro bloque llama políticos) depende de que se dé el requisito de la disolución de ETA. El contrapunto no funciona. No hay melodía.
Y la cosa puede complicarse cuando hable la Comisión, con la que ETA dice que colaborará. Porque lo más probable es que la Comisión diga que el primer paso (a estas alturas el enésimo pero, en todo caso, imprescindible) es que ETA deponga las armas. A continuación se planteará el problema de si el Estado puede aceptar la interlocución con ETA y en calidad de qué. Pero ETA tiene un problema previo mucho más grave: ¿puede no deponer las armas si la CIV se lo exige? Poder, puede; pero, si lo hace, se pondrá ya decididamente enfrente de la izquierda abertzale, lo que sería su final. Así que lo más probable es que sea ella misma la que, como un gesto de buena voluntad para facilitar el proceso, se disuelva.
A lo mejor estaba pensado así desde el principio, como una salida honrosa para una voz que ya no armonizaba con nada, que se salía de la escala, que era un eco monstruoso de un acorde del pasado. Y ojalá así los demás en España podamos dedicarnos a pensar en otras cosas que no sean la unamuniana agonía de los vascos consigo mismos.