En este momento, Neptuno está así y todavía falta por llegar mucha más gente que está en Sol. Es una foto aérea de El diario.es. Los fascistas del gobierno y, en especial, Cifuentes, están fracasando en su intento de silenciar lo que está sucediendo. Hay miles y miles y miles de gentes rodeando el congreso en Madrid. Y no solo en Madrid; también en otros puntos de España. Es un amanecer de la conciencia democrática de un pueblo que está harto de que lo expolien, lo apaleen y lo detengan.
El fracaso de Cifuentes es obvio: todos los periódicos están dando en streaming lo que pasa. Las televisiones están mudas pero esto solo es la prueba definitiva de que las televisiones son y han sido siempre meros tigres de papel o, para decirlo en recio castellano, una mierda. Lo que vale es la prensa (sobre todo la digital) y la radio.
También los medios extranjeros están dando la noticia de que el gobierno español impide que la cobertura de lo que está pasando. Ya lo he visto en Francia, Alemania e Inglaterra- El asunto es del dominio público.
Aunque Botella ha colaborado como corresponde a su fascismo también intenso, prohibiendo que se instalen medios para dar cuenta de lo que sucede, los fascistas están perplejos y no saben qué hacer. Si estuvieran seguros ya habrían dado la orden de cargar, en el entendimiento de que, antes, habrán dicho a los policías que sean especialmente brutales. Pero no lo están. Son miles, cientos de miles los ojos mirando. El secreto al garete. Y cada minuto que pasa hay más gentío y es más imposible despejar el patio.
Si, por fin, la orden llega, ¿qué pasará? Lo más fácil es que sea un espectáculo dantesco y que haya heridos quizá algún muerto.
¿Y luego? ¿Y mañana?
La revolución está en marcha y no serán las porras de unos gorilas a las órdenes de unos imbéciles fascistas los que la detengan.