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diumenge, 26 de setembre del 2010

ETA: nada nuevo.

Se piense lo que se piense de ella, hay algo que todos reconocen a ETA: contumacia. ETA lleva medio siglo perseverando en el error, es el único vínculo vivo entre la dictadura de Franco y la democracia que algunos piensan que también es de Franco. En medio siglo se generan tradiciones, hábitos, costumbres que luego no pueden deshacerse de la noche a la mañana. Por ejemplo, la organización armada (como dice Gara), la banda terrorista (como dice el resto de la prensa y medios del país) se mueve a un ritmo mucho más lento que el del Gobierno o los partidos políticos. En primer lugar por sus condiciones de clandestinidad y, en segundo, porque está acostumbrada a que sus comunicados tengan efectos prolongados en el tiempo y sean materia de debate durante semanas, incluso meses.

Sin embargo las democracias son sistemas rápidos; los políticos tienen mandatos relativamente breves (unos cuatro años de media) lo que impone celeridad en la obtención de resultados, so pena de que se los apunte otro. La gama de asuntos de la vida pública es muy amplia y la posibilidad de que alguno se mantenga en portada más de cuarenta y ocho horas es cada vez más baja. Alguno de aquellos tiene entidad suficiente para ensombrecer todo lo demás; por ejemplo, la crisis. Junto a la huelga general ETA queda reducida a una noticia local de un lugar que por lo demás no existe, Euskal Herria, patria de los vascos, fragmentada en siete unidades administrativas (y flecos) bajo dos soberanías distintas, la española y la francesa.

ETA lleva además mucho tiempo sin atentar, sin asesinar o secuestrar. Lo cual reduce el impacto de sus pronunciamientos políticos. La razón más verosímil de esta atonía, de esta inacción, es la imposibilidad de organizar atentados en la situación de desmantelamiento en que se encuentra y la intensa represión policial y judicial. Hay quien insinúa que la falta de actividad de ETA sería como un mensaje que los terroristas enviaran a la sociedad acerca de su voluntad de dar paso a vías pacíficas de solución del sempiterno "conflicto". Pero esto es falso; si fuera cierto ¿qué sentido tendría decretar un "alto el fuego"? Si se pide alto es porque se está disparando o se quiere pero no se puede.

A estas alturas la desaparición de ETA, su deposición definitiva de las armas y consiguiente disolución son imperativos del sentido común. ETA es un estorbo para todos menos para quienes están directamente interesados en que la situación continúe como está porque viven de ello. Cuatro gatos, aunque armados.

La novedad de los actuales intercambios entre la izquierda abertzale y ETA radica en el sujeto que buscan de interlocutor, que ya no es el Gobierno español sino la comunidad internacional. Aparentemente este cambio de objetivo quiere justificarse en el hecho de que el independentismo vasco no reconoce en el Estado español un interlocutor sino, al parecer, un colonizador, razón por la cual trata de internacionalizar el problema. No está mal traído pero la razón más probable es que ETA sabe y sus ramificaciones políticas también que tras la decisión unilateral de aquella de reventar la tregua en 2006 anida la convición de que ningún gobierno de España negociará nada que no sea el abandono definitivo de las armas.

En cuanto a la noticia del fin de semana, un larguísimo comunicado abertzale, de la izquierda y no tan izquierda pues se cuenta con Batasuna, Aralar, etc, pero también está Eusko Alkartasuna, los medios estaban ayer exultantes ya que esta izquierda, por primera vez pide a ETA un "alto el fuego permanente, unilateral y verificable". Efectivamente, el primer párrafo pide: "La declaración de ETA de un alto el fuego permanente, unilateral y verificable por la comunidad internacional como expresión de voluntad para un definitivo abandono de su actividad armada". Palabras medidas al milimetro y pesadas al miligramo. Pero no hace falta seguir leyendo la ristra de exigencias que los abertzales plantean al Estado a cambio de esta hipotética declaración, un alto el fuego que sea una "expresión" del cese definitivo. Es decir, nada, lo que ya se sabe, lo que ya no vale porque lo único que ya vale es la deposición definitiva de las armas.

De mostrar la inutilidad del enésimo gesto de servidumbre de los abertzales se encargaría ETA un par de horas después en entrevista que hoy publica Gara y en la que la banda se declara dispuesta a lo que se le pide y aun más si previamente se dan ciertas condiciones, entre ellas la legalización de Batasuna.

Es decir, nada.

La imagen es una foto de vgm8383, bajo licencia de Creative Commons

dimarts, 21 de setembre del 2010

ETA, ¿el final?

Hubo un tiempo en el que los comunicados de ETA causaban sensación, ocupaban la primera de los periódicos, abrían los telediarios, eran objeto de debates públicos apasionados, de sesudos análisis de expertos y de comidillas tertulianas días enteros en la ramas; movían el parlamento e impulsaban al Gobierno a dar algún paso o tomar alguna medida que, en ocasiones, acabaron en mesas de dialogo con muy diversas fortunas. Eran tiempos en que ningún gobernante quería desaprovechar la ocasión de pasar a la historia como el que consiguió poner fin a la organización terrorista.

Hoy eso parece brumoso pasado. El segundo comunicado de ETA en días ha levantado tanta atención como una noticia de un accidente en la autopista. La reacción unánime ha sido la ignorancia, el no hacer aprecio, que es el mejor desprecio, como se sabe. Bien es verdad que el comunicado no va dirigido a España, sino a la comunidad internacional en la que por cierto España tiene un lugar destacado.

¿Qué ha pasado entre el ayer y el hoy? Sencillamente que la eficacia de la actuación policial y judicial y la estrecha colaboración con Francia han demostrado que, pudiendo ser posible que no haya forma de acabar físicamente con ETA, es cierto que cabe desactivarla casi hasta la extinción. Decisiva ha sido la aplicación de la doctrina Garzón del “entorno de ETA” y, por supuesto, la vigente Ley de Partidos que, no gustando a nadie, ha sido inevitable a la vista de la actividad política de dicho entorno, en concreto, la izquierda abertzale en sus distintas denominaciones partidistas. Y, por supuesto, también ha sido decisiva la sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos que avala la ilegalización de Batasuna y respalda la Ley de Partidos.

Con todo, lo verdaderamente determinante para llegar a esta situación fue la ruptura unilateral del alto el fuego por ETA en diciembre de 2006, con la muerte de dos ciudadanos. Quizá sea aquel atentado el mayor error estratégico de ETA en toda su historia porque, además, era la tercera vez. Hasta entonces había una voluntad de diálogo en el PSOE en la que éste se jugaba mucho pues la oposición no le dejaba margen de maniobra. Eso para los etarras era indiferente ya que tienen a gala sostener que los partidos españoles son todos iguales respecto al nacionalismo vasco y que es irrelevante quién gobierne en “Madrid”, lo cual no es cierto o no era cierto. El atentado destruyó toda posibilidad de diálogo previo a la deposición definitiva de las armas con ningún gobierno español.

Desde entonces las cosas han ido de mal en peor para los terroristas y para la izquierda abertzale, que es la parte política del “entorno”. Y ello sucede así porque ETA y su mundo han sufrido un neto proceso de deslegitimación en Euskadi de lo que es causa y efecto a partes iguales el gobierno del PSE con apoyo del PP, algo impensable en el resto de España. Y bastante que ha tardado este proceso. La ilegitimidad radical de ETA viene de 1978 con la aprobación de la Constitución, cuando ya no cabe justificar la violencia en la falta de libertades y de democracia. La existencia de Cataluña, en donde el independentismo no sólo se expresa libremente sino que gobierna, es un mentís poderosísimo a esa objeción etarra de que no todas las ideas tienen iguales posibilidades de expresión en el Estado español. Y sí, las tienen. Pero no a tiros.

Así que, viendo ETA que ya no asusta, hace de necesidad virtud, simula no buscar interlocución en España y sale a la palestra internacional pensando evitar un triste final algo así como el pez chico que, huyendo del grande, creyera salvarse saliendo del agua. Porque, y asombra que no lo sepan, en la esfera internacional, en la que las decisiones del Parlamento Europeo y del Tribunal de Estrasburgo son la referencia, nadie puede otorgar estatus de interlocutor a una organización terrorista sin el permiso expreso del Gobierno español.

Entre tanto la izquierda abertzale ve con desesperación cómo se aproximan elecciones municipales en las que puede no estar presente y seguir relegada a las regiones hiperbóreas en las que hace mucho frío. Pero éste es un problema exclusivo de esa izquierda que no es capaz de sacudirse la tutela de ETA. Ya es difícil de entender que en un conflicto político como el que dicen que hay mande el poder militar sobre el civil. ETA está en las últimas y, fiel a su pertinacia en el error, puede acabar arrastrando con ella a su brazo político.

Porque ignorar algo tan elemental como que no hay acción internacional posible del orden que sea sin la aquiescencia del Gobierno de España sólo puede significar que ETA quiere prolongar la agonía recurriendo a esas respetables figuras que son los mediadores internacionales. Pero, aunque quieran, estos no pueden hacer nada sin el concurso de las autoridades españolas que no van a darlo porque no les hace falta. A quien hace falta desesperadamente que algo se mueva es a la izquierda abertzale. Pero esa tampoco es la vía, entre otras cosas porque si los mediadores internacionales creen que pueden garantizar el cumplimiento de los compromisos de ETA no saben bien con quién están tratando.

No hay más vía que deponer las armas, cumplir la ley y competir abierta y pacíficamente en el ámbito político. Ya es hora de enterrar el hacha de guerra.

dissabte, 17 d’octubre del 2009

Garzón los encarcela a todos.

El doblete de la eficacia policial y las acertadas decisiones judiciales están llevando a ETA a un callejón sin salida. El reciente golpe del juez Garzón al entramado delictivo por antonomasia que hay en España y que no es el Gürtel sino el llamado Movimiento Vasco de Liberación Nacional, una criatura de ETA, ha descabezado el último intento de los terroristas por organizar e instrumentalizar a sus peones civiles en la política, en los medios y en otros quehaceres de la vida. Con ello se prueba una vez más el acierto de la teoría garzoniana de que ETA no es solamente ETA sino una red de asociaciones, organizaciones, contactos, personas por ella controladas, que la mantienen informada y financiada y se encargan de preparar sus fechorías y justificarlas después.

Tras la detención de los señores Otegi, Usabiaga et al. ha comenzado ya el tam-tam de la tribu nacionalista, desde los jelkides del PNV hasta Aralar hablando del estado de excepción en el País Vasco en donde están cercenados los derechos fundamentales y no se puede hacer "política" porque el aparato represivo del Estado español lo impide abusivamente. A estas jeremiadas hipócritas hacen coro diversas organizaciones de la izquierda española que, en asuntos del País Vasco, no saben literalmente por dónde sopla el viento y apoyan una causa cuyos protagonistas, en el caso improbable de su triunfo, lo primero que harían sería exterminarlas a sangre y fuego.

Léase el auto del juez Garzón y se verá que éste no encarcela a Otegi, Usabiaga, Zabaleta etc por hacer política o por ejercer sus derechos o por manifestar sus opiniones o por ser independentistas. Los encarcela por presunta integración en organización terrorista ya que los ha pillado in fraganti tratando de poner en pie otro invento de la banda armada para posibilitar su acción a través de las instituciones aglutinando a todo el nacionalismo radical bajo su esclarecida dirección de pistoleros, llamado esta vez Bateragune, una Comisión de Coordinación o Dirección de la Izquierda Abertzale cuyas funciones son las de siempre: facilitar, amparar, provisionar, financiar y legitimar la acción de los trroristas; todo, dice Garzón "dirigido y controlado por ETA". Al frente de este enésimo intento de volar las instituciones democráticas desde dentro infiltrando en ellas a los correveidiles de los pistoleros están, cómo no, los señores Otegi, Usabiaga, etc de quienes asegura el magistrado instructor que "ningún margen de independencia tienen los imputados componentes del BATERAGUNE respecto de ETA en la formulación de tales postulados o programas, lo cual lleva a concluir que tal proceso es dirigido por ETA desde el principio hasta el final."

O sea que el señor Otegi y compañía no van a pasar otra temprada a la sombra por hacer política o querer ejercer sus derechos sino por colaborar con unos asesinos, por ser sus instrumentos y cómplices.

Lo demás son monsergas para engañar a la opinión pública internacional y a los izquierdistas españoles a los que, además, quienes diseñan esta estrategia, en el fondo, desprecian.



(La imagen es una foto de 20 Minutos, bajo licencia de Creative Commons).

dilluns, 12 d’octubre del 2009

Aquí no pasará nada.

Es tal el desbarajuste dentro de ETA que ya ni las detenciones de sus jefes, jefecillos o jefazos son noticia de interés en los periódicos que vienen, en cambio, suculentos con asuntos de la trama corrupta del PP. Sin embargo esta última caída de dos piezas buscadas por la policía invita a una reflexión tranquilizadora acerca del terrorismo en el País Vasco: la de que nada en éste es excepcional ni hace imposible acabar con aquel. Los vaticinios del ministerio del Interior han ido cumpliéndose: las caídas de terroristas son cada vez más frecuentes; los detenidos, cada vez más jóvenes e inexpertos; las acciones de la banda, sin restarles importancia, cada vez más esporádicas, inconexas y chapuceras. Es decir, hay solución policial/judicial al terrorismo etarra.

Este vaticinio cumplido coincide con otro igualmente cumplido que afecta al nacionalismo radical vasco, al entramado que no se separa de ETA, no condena los atentados y lleva años tratando de forzar infructuosamente su presencia en las instituciones en violación de la legalidad: el de que si se actúa contra el frente político del terrorismo, si se procesa y encarcela a los dirigentes nacionalistas radicales cuando sea de justicia hacerlo no pasa nada, no arde Euskadi, ni las masas abertzales enardecidas se echan a la calle. El carismático señor Otegi pasó unos meses a la sombra y en el País Vasco no hubo más alteraciones que las del business as usual y es posible que, encausado de nuevo por el famoso mitin de Anoeta, el señor Otegi retorne a la cárcel. Tampoco pasará nada. Siempre que el Estado democrático muestre su legítima fortaleza por medios legales, en el País Vasco no pasará nada.

Coinciden por último esos vaticinios cumplidos con el tercero y de más profundo alcance: en el País Vasco se puede desplazar al nacionalismo gobernante por medios democráticos y sustituirlo por partidos no nacionalistas vascos y nacionalistas españoles y... no pasa nada. Tampoco arde Euskadi ni los batzokis echan humo ni los jelkides se lanzan a la revolución callejera. Y al final resultará que todos estos años de fuego y plomo, de atentados, secuestros, explosiones, extorsiones, muerte y dolor, todos estos años de esquemas soberanistas, pactos excluyentes, planes separatistas, todo este ruido y toda esta furia parirán un estatuto reformado y aquí no pasará nada.

dijous, 10 de setembre del 2009

El alcance de la expresión el entorno de ETA.

Francia acaba de extraditar al etarra Aitor Aguirrebarrena Beldarrain, acusado en España, entre otros crímenes, del asesinato del periodista José Luis López de Lacalle. Me he quedado mirando el retrato del presunto asesino sin saber muy bien porqué, quizá en la esperanza de encontrar alguna pista o clave que me ayude a entender aquel crimen tan absurdo como odioso. Sin éxito, por supuesto. Ese rostro anodino, de mirada vacuna y ausente y expresión tarda corresponde a alguien que asesinó (si lo hizo él) a quien le dijeron que asesinara, sin saber nada de su víctima. Probablemente lo ignoraba todo acerca de José Luis López de Lacalle.

Pero yo no. Conocí a José Luis en el año 1968 en el penal de Soria en el que cumplía condena por asociación ilícita pues era miembro del Partido Comunista de España mientras que yo lo hacía por propaganda ilegal y manifestación no pacífica y no pertenecía a partido alguno. A pesar de nuestras discrepancias políticas nos hicimos amigos rápidamente porque era un hombre abierto, inteligente y franco y un luchador antifascista. Y me cayó bien.

Nunca entendí porqué lo asesinaron y la contemplación del rostro de su presunto asesino no me acerca a dicha comprensión. José Luis era un demócrata y un hombre de izquierdas. Esto no quiere decir que sí entienda los asesinatos de otras personas que no sean demócratas y/o de izquierdas. Ningún asesinato de ETA es inteligible. Pero el de José Luis me afecta personalmente porque era un amigo mío.

Al poco tiempo de este crimen, Pepe Rei, editor de Ardi Beltza, publicó un vídeo sobre el País Vasco haciendo especial hincapié en los asuntos de ETA y la represión policial. Lo más desagradable de la cinta es el momento en que, basándose en las declaraciones de un presunto periodista cuyo rostro se oculta, cuya voz se desfigura y cuyo nombre se falsea (con lo que puede ser una invención) viene a decirse que José Luis era un confidente de la policia. Estoy sguro de que no era así y, aunque lo fuera, ello no haría mejor su asesinato; pero es que no lo era y el vídeo no aporta prueba alguna, sino que se limita a arrojar sospechas, insinuaciones, basura, sobre el nombre de José Luis.

Esta coincidencia ilustra a la perfección la justeza de la teoría garzoniana del "entorno de ETA", cosa que señalo para todos aquellos que se escandalizan y simulan no entenderla cuando está bien clara: unos asesinan y otros, los chivatos, los correveidiles, legitiman los asesinatos y señalan nuevas víctimas; unos matan y otros hacen el trabajo no menos sucio de justificar las muertes y, de paso, advertir en el mejor estilo mafioso, a todo el mundo de que eso puede pasarle a cualquiera. Unos asesinos te roban la vida y otros carroñeros el buen nombre. Y están todos coordinados.

¿Se entiende ahora qué significa "entorno de ETA" y por qué hay que proceder policial y judicialmente contra él?

dimecres, 26 d’agost del 2009

Palinuro entrevista a Arnaldo Otegi.

Animado y mucho por los recientes exitazos policiales en la localización de los zulos de ETA en Francia Palinuro decidió pulsar el sentir abertzale entrevistando a su cabeza visible, el señor Arnaldo Otegi. El llamado "Gerry Adams vasco" (hay quien, con cierto despiste, lo llama "Gerry Adams español) cogió él mismo el teléfono y me avisó de que tenía que consultar mi petición con otros militantes pues en la izquierda abertzale todo se hace asambleariamente y no todos los días llama un txakurra pidiendo una entrevista con Otegi. Al final parece que se decidió que el peligro que se corría de que el txakurra tergiversara las palabras de Otegi quedaba compensado por la publicidad que da salir en blog de Palinuro. Me recibió en el hotel Ercilla de Bilbao y hablamos en presencia de tres mendas que no dijeron nunca esta boca es mía pero escucharon cuanto allí se dijo. Otegi estaba tomando un sorbete de limón con cara de niño travieso.

Palinuro: con los últimos golpes a la infraestructura de ETA, ¿sigue Vd. creyendo que no hay solución policial al terrorismo en Euskadi?

Arnaldo Otegi: por supuesto. Hoy más que nunca. ETA se crece en los ataques. Cuanto más la persiguen, tanto más se crece.

P: parece como si fuera una especie de destino, un fatum. El País Vasco es esencialmente conflicto igual que Bangla Desh es zona de monzones.

AO: Euskal Herria vive sojuzgada y transterrada desde hace muchos, muchos años, siglos. El conflicto es inherente a su experiencia histórica en España y Francia.

P: el conflicto es posible. Pero yo me refiero a la actividad de ETA.

AO: ETA es una experiencia intergeneracional. Mientras haya conflicto abierto, cada generación será cantera de reclutamiento para ETA. No es pensable una solución que no tenga esto en cuenta. La única solución, por tanto, es el diálogo político sin condiciones.

P: sin condiciones.

AO: sin condiciones.

P: pero eso no es pensable después de lo que ha sucedido con los tres procesos de negociación. Nadie confía en un cuarto.

A.O.: pues tendrá que haberlo.

P: ¿y si no lo hay?

AO: no contemplamos esa hipótesis.

P: es decir, se trata de una imposición: negociación sí o sí.

AO: yo no lo llamaría imposición, sino pura realidad.

P: la realidad de que una minoría quiera imponer su punto de vista a la mayoría a punta de pistola.

AO: en primer lugar yo no la llamaría minoría; es posible que sea la mayoría que no puede expresarse en libertad. En segundo lugar, no es a punta de pistola. Entre la izquierda abertzale y los de la pistolas no hay contacto alguno, salvas coincidencias ideológicas.

P: eso no es cierto y el nuevo enfoque antiterrorista prueba que el terrorismo es un delito complejo, muy entreverado en la sociedad en el que unos disparan, otros atienden a la intendencia y otros justifican los disparos.

AO: esa es la receta de Garzón: todo es entorno de ETA y apoyo a ella. Y eso es falso. En Batasuna tenemos nuestras ideas y formas de actuación.

P: si tanto dicen Vds. ser diferentes, ¿por qué no condenar la violencia etarra?

AO: esa es la pregunta de las preguntas, ¿verdad? Condenamos todas las violencias, vengan de donde vengan. Pero el nacionalismo español quiere una condena específica de ETA y esa no va a conseguirla.

P: ni Vds. un resultado aceptable del enfrentamiento. Parece entonces que para Vds. es lícito asesinar en nombre de su idea.

AO: cada cual piensa en esto como le parece.

P: pero Vd. en concreto, ¿qué opina?

AO: no se trata de lo que yo opine o no sino de aceptar que hay un conflicto, es político y hay que darle una solución política.

P: ya estamos exactamente en donde estábamos al comienzo.

AO: no es culpa nuestra. Nosotros aportamos fórmulas que los españolistas y los cipayos se obstinan en ignorar.

P: no son fórmulas; son trágalas.

AO: es la realidad de un pueblo en lucha.

P: otra vez con la realidad. La realidad no es pasaporte para nada. También son reales los malos tratos a mujeres y los combatimos.

AO: pero esta es una realidad que sale del alma del pueblo vasco.

P: ¡qué barbaridad! Acaba Vd. de convertir al pueblo que dice defender en un pueblo de asesinos. ¿Se da cuenta de que no tiene ningún margen de maniobra? Mientras ETA exista, Vds. no entrarán de nuevo en las instituciones y todo lo que conseguirán es que éstas estén en manos de nacionalistas españoles.

AO: siempre lo han estado. El PNV es un partido al servicio del nacionalismo español.

P: así no se llegará a entendimiento alguno.

AO: no puede haberlo mientras a Euskal Herria se le nieguen sus derechos.

P: no está claro que "Euskal Herria" tenga derecho alguno pero, aunque así fuera ¿qué le impide defenderlo pacíficamente? ¿No son legales otras organizaciones independentistas que no recurren a la violencia?

AO: cierto, cierto, en la seudodemocracia española nada impide defender todos los puntos de vista. Pero luego no pueden materializarse todos por igual.

P: naturalmente que no; todos no son materializables (entre otras cosas porque son contradictorios), dependerá de su apoyo electoral.

AO: ¿ves? No todos son materializables. La autodeterminación no se reconoce; luego nuestro proyecto no es materializable, aunque tenga mayoría. De ahí la violencia.

P: eso es una falacia. De momento el proyecto independentista no tiene mayoría sino minoría. Para saber qué sucedería si la independencia fuera mayoritaria hay que estar dispuesto a gestionarla pacíficamente mientras es minoritaria. El recurso a la violencia deslegitima toda causa y mientras eso no se acepte habrá violencia para rato.

AO: la habrá. Es lamentable pero la habrá.

(La imagen es una foto de www.ukberri.net, bajo licencia de Creative Commons)

dijous, 20 d’agost del 2009

Mosqueo con ETA.

Las detenciones de peligrosos miembros de ETA, si se permite el pleonasmo, cargados de dinamita hasta las cejas, con aviesas intenciones de llenar de petardos el solar carpetovetónico son otras tantas buenas noticias para casi todo el mundo. Hay un "casi" que no puede ignorarse compuesto de seguidores espirituales de la banda y cantera de reclutas y por otras personas aparentemente equidistantes y que dicen entender las razones de todos, generalmente gente de izquierda con unas tragaderas lógicas como el león de correos pues hacen compatible el internacionalismo propio de la tradición izquierdista con un nacionalismo sanguinario, aferrado al terruño. En todo caso Palinuro comparte la alegría general por el hecho de que la Policía haya puesto fuera e juego a varios presuntos criminales.

No obstante hay dos cuestiones que se me vienen a la cabeza de un tiempo a esta parte. La una es qué tipo de organización sea ETA y la otra qué grado de moral tendrá; "moral" en uno de los sentidos en que habla Ortega, o sea lo que se entiende por la "moral del alcoyano".

En cuanto a la primera, qué tipo de organización es ETA, entiendo que el ministerio del Interior repita que la banda está más débil que nunca y que la debilidad irá en aumento. Forma parte del guión; pero me gustaría saber cómo se mide la debilidad o fortaleza en una guerra que no sea ganando o perdiendo la contienda. En lo que yo sé de organizaciones (y, con mayor motivo en las organizaciones clandestinas) hay un centro que toma las decisiones y unos órganos periféricos que las ejecutan. Si se detiene el centro, la organización se paraliza porque los órganos periféricos no se conocen entre sí para evitar caídas policiales generalizadas. Máxime si se detiene centro tras centro. Cada vez que la policía francesa detiene a un puñado de etarras resulta ser la cúpula o la semicúpula y, lógicamente, la banda tendría que paralizarse porque los órganos de la cúpula son los que controlan la información. Sin embargo, la organización prevalece y cada vez que hay detenciones, Interior vuelve a asegurar que es la nueva cúpula de ETA y que la organización es más débil que nunca. ¿Tiene ETA una forma nueva de organización? Sertía interesante saberlo. En todo caso, su velocidad de reposición de cúpulas es altísima y no tiene por qué ser distinta en el conjunto del aparato.

La otra cuestión abierta es qué grado de moral tiene ETA. Según otra noticia ETA sucumbe ante las drogas, la prostitución y el alcohol en la que da por supuesto que todo el mundo comparte su mentalidad de que el consumo de drogas o alcohol tiene significado moral y equivale a una especie de "degeneración de las costumbres". Es una imagen de mentalidad de caída del Imperio Romano por "afeminamiento" de los romanos pero que en todo caso trata de trasmitir la idea de que los etarras ya no son heroicos gudaris sino perros callejeros, que no sé si va muy lejos. En todo caso la policía no puede ignorar que precisamente el término "asesino" proviene del árabe "hashishin", esto es, el consumidor de "hashis", al que se enajenaba mediante el consumo de esta sustancia para la comisión de crímenes espantosos.

He aquí en buena medida por qué esta organización criminal puede estar debilitada y, por ello mismo, ser más sanguinaria.

(La imagen es una foto de kontrainformatu, bajo licencia de Creative Commons).

dilluns, 3 d’agost del 2009

Por qué no puede haber diálogo ni lo habrá.

El ministro Rubalcaba lo ha dicho con claridad: no habrá final dialogado de ETA. El ministro Rubalcaba nunca fue partidario del diálogo ni de la negociación con la organización terrorista sino, al contrario, de la solución policial y la derrota. Aceptó la tercera ronda de diálogo porque era política especial del gobierno del señor Zapatero, empeñado en pasar a la historia como José Luis (I) "El pacificador", pero la boicoteó cuanto pudo. Por eso, el día en que unos archiimbéciles (más imbéciles de lo que es habitual entre ellos, que ya es decir) decidieron atentar en la T4 de Madrid y poner brusco fin a las negociaciones, se sintió fortalecido en sus augurios y sombrías premoniciones. Se acababan las veleidades dialogantes de unos políticos timoratos y se imponía el reinado de los halcones y la ofensiva policial.

Hasta quienes habíamos defendido de siempre la negociación y el derecho de autodeterminación de los vascos quedamos burlados y con el tafanario al aire. No tanto como los correveidiles de Batasuna, que se habían hecho ilusiones de recurrir a la vía "política" para alcanzar sus objetivos. Así el amigo Otegi quien ya se veía de interlocutor privilegiado con el Estado quedaba reducido a lo que es: un marmitón de los etarras, siempre pendiente de lo que estos hagan o dejen de hacer para justificarlo.

Tres rondas de negociaciones entre el Estado y los terroristas y tres veces que los terroristas las rompieron a tiros tratando después de remover el cieno cuanto pudieran a ver si conseguían que la responsabilidad de la ruptura recayera sobre el Estado. En este noble empeño de estigmatizar a otro tuvieron la impagable ayuda de los medios abertzales de izquierda o sus imitadores en el resto del país. Pero no cuela porque la gente no es tonta y sabe a quién culpar cuando un proceso de diálogo se rompe porque alguien revienta una terminal ultramoderna. En consecuencia, el ministro dice lo que dice y nadie ya pide una nueva ronda de diálogo salvo ETA, sus correveidiles y un porcentaje de izquierdistas españoles que no coinciden con la idea de que pedir diálogo por cuarta vez habiéndose quedado con un palmo de narices las tres anteriores revela verdadero cretinismo.

¡Ah, pero entonces estamos condenados a padecer las consecuencias del conflicto durante años porque quien lleva cincuenta años matando puede seguir haciéndolo otros cincuenta ! Por supuesto, es un riesgo nítido que se corre cuando en un enfrentamiento o conflicto una de las partes toma una decisión y la otra no, y sobre todo teniendo en cuenta que matar es bastante fácil a poco empeño que se ponga. Y ello sea dicho haciendo caso omiso de la muy interesante polémica de si en verdad hay un "conflicto" y en qué en concreto consista éste.

Cabe decir que las autoridades españolas, emborrachadas por sus éxitos en la detención de etarras y convencidas de que ETA está en las últimas, se cierran en banda a toda negociación pero que ésta será inevitable por la misma razón por la que tras la noche viene el día. Pero eso es un error porque ¿qué garantías hay de que la cuarta vez no suceda lo mismo que las tres anteriores? Ninguna, es claro. Pero es que, además, algo habla a favor del absoluto rechazo al diálogo: hubo años en que la violencia fue incomparablemente mayor. A finales de los setenta llegó a haber un muerto por asesinato cada tres días, secuestros, kale borroka... ETA tenía diversos negociados abiertos en la sociedad civil: sociedades de esto y de lo otro, agrupaciones, gestoras, partidos políticos, todos ellos viviendo de los dineros públicos y encubriendo los asesinatos y/o colaborando con ellos.

Todo eso se ha acabado. Eran otros tiempos que ya no volverán. Esta ETA no es ni sombra de lo que fue; sus marcas blancas han desaparecido de la sociedad civil, sus encubridores, muñidores y justificadores están acorralados y si esta minisombra se empeña en mantener el conflicto no habrá otro remedio que seguir en la tesitura. Ya escampará. Cada vez les costará más asesinar y pagarán antes por los asesinatos. Y ya se cansarán los asesinos de asesinar y los que los justifican de justificarlos.

Los etarras y sus amigos saben que nunca obtendrán lo que piden por vía pacífica o electoral, por eso no están especialmente interesados en la existencia de la democracia en España. Siempre me produjo verdadera hilaridad aquella observación que pedía a ETA que desistiese porque la democracia española no podría soportarlo. Lo que se busca es el hartazgo, el que la gente, harta de barbaridades, presione a las autoridades para que éstas hagan lo que la mayoría no votará jamás. Y eso también se ha acabado. En España no quedan ya partidarios de la solución dialogada salvo los insólitos especímenes más arriba citados.

Es decir, no habrá solución dialogada a ETA. Mejor dicho: la solución dialogada comenzará al día siguiente de que ETA deje las armas y renuncie a la violencia. Esa es la única posibilidad de solución y, de no ser ella, sólo queda seguir como estamos: los terroristas cometiendo asesinatos, las fuerzas de seguridad del Estado deteniendo terroristas, la gente apoyando a las fuerzas de seguridad del Estado y colaborando con ellas. ¿Quién dijo que una democracia madura, como la española, respaldada en su legislación antiterrorista por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos no puede resistir el embate de cuatro niñatos descerebrados dispuestos a hacer todo el daño que puedan?


(La imagen es una foto de Zen, bajo licencia de Creative Commons).

divendres, 31 de juliol del 2009

La verdad de las cosas.

La pureza de la raza, la Patria en peligro, los derechos inalienables del pueblo, el amor a la tierra, la cultura ancestral, la lengua originaria, el espíritu colectivo, la autodeterminación, los atavismos seculares, las peculiaridades locales, la riqueza del folklore, la sucesión de generaciones, la interacción naturaleza-sociedad, el genuino valor de la etnia, el encanto de las costumbres populares, todo eso es mierda cuando se invoca sobre dos cadáveres de dos chavales de veintiocho y veintisiete años.

La revolución socialista, la emancipación del pueblo trabajador, el fin de la explotación del hombre por el hombre, la solidaridad entre los pueblos, la justicia social, la nacionalización de la industria, los servicios y el crédito, el progreso socioeconómico, los nuevos derechos sociales, la garantía de los bienes públicos, la socialización de las medios de producción, la redistribución, todo eso también es mierda cuando se reivindica sobre dos cadáveres de dos chicos que apenas comenzaban a vivir.

Y una mierda con otra mierda hacen dos mierdas juntas, las que llevan en el alma los asesinos que perpetran estas fechorías y quienes los jalean, apoyan, amparan y celebran, esto es, la parte de la llamada "izquierda abertzale", "patriotas de izquierda" o socialistas que hagan eso: mierda. (N.B. para el chivato de turno que luego se escandaliza en Kaos en la red o Rebelión: no sólo estoy llamando a la izquierda abertzale que calla y otorga en estos crímenes "granujas" o "correveidiles de los pistoleros", que también, sino directamente mierda).

Cuando una causa se defiende matando gente a traición la causa es mentira y quienes la defienden, meros asesinos, mentirosos, mierda. Toda la palabrería, la hueca ideología, las razones y los ergotismos, los sofismas y las justificaciones son eso, hojarasca indigna ante la realidad inmediata, palpitante, de un mal irremediable, el de dos vidas humanas que algún imbécil intelectual y moralmente abyecto (o varios) interrumpe abruptamente considerándose con derecho para ello. Más tarde, cuando estos concretos imbéciles abyectos estén cumpliendo las larguísimas penas de cárcel que les caigan, a lo mejor se hace la luz en sus obtusos espíritus y comprenden el inmenso mal que han hecho segando dos vidas humanas únicas, personalísimas, irrepetibles, en el altar de una obsesión, una estúpida quimera. Para entonces ya será tarde porque los muertos no resucitan. Pero sí cabe que los demás deseemos que los asesinos se pudran en la cárcel atenazados por la angustia de haber cometido un espantoso crimen por el que nadie los perdonará porque las víctimas ya no pueden y los demás no somos quiénes para perdonar una canallada que no nos haya afectado directamente.

Y quede claro de quién se habla aquí: los pistoleros y sus cómplices, esos intelectuales del rencor y la envidia, los fanáticos educados en el odio y la manga de cobardes que creen que así se aseguran de que no les suceda lo mismo que a los dos guardias civiles asesinados.(La imagen es una foto de My Web Page, bajo licencia de Creative Commons).

dijous, 30 de juliol del 2009

Gudari.

Hay que ver cómo ha quedado el edificio. Es asombroso que haya resistido de pie. Prueba de que la construccion debe ser sólida. Si este edificio llega a ser como la mitad de los que había en Aquila, en Italia, se derrumba y muchos heridos hubieran sido muertos. No se requiere más argumento para probar que hay que progresar, mejorar, construir casas cada vez más seguras, sobre todo para la gente que se encarga de nuestra seguridad.

Al margen de lo anterior es inevitable preguntar: ¿qué sentido tienen las casas cuarteles de la Guardia Civil? Supongo que habrá otros casos en la historia de la humanidad en que los cuerpos combatientes llevaban consigo a sus cónyuges e hijos. Las centurias romanas los llamaban pero una vez que se habían instalado en el limes, en la frontera. Pero habrá muy pocos casos. Da vergüenza ver cómo los medios claman al cielo la crueldad de ETA que pudo haber matado a 41 niños. ¡Por Dios, la mejor manera de no poner en peligro a esos niños es no llevarlos a vivir a un cuartel! Si los guardias civiles han de vivir acuartelados, que lo sean ellos, pero no sus familias. Éstas, que vivan por los alrededores. Claro, el problema es si en algunos lugares del país se encontrarían voluntarios suficientes para formar parte de la Guardia Civil, lo que obligaría a seguir contando con gente venida de otra provincia, región o nación. Es mucho más caro y se añade un problema de seguridad de órdago a la grande. Porque quien es capaz de dejar 200 kilos de dinamita ante un edificio con cuarenta niños, es capaz de ir a casa de uno de ellos, de siete años, por ejemplo, y descerrajarle un tiro en la cabeza.

De forma que, si el "conflicto" (situación magmática de imposible conceptualización) ha de prolongarse otros cincuenta años, sugiero cambiar a la Guardia Civil por el ejército. Al fin y al cabo los ingleses lo hicieron e Irlanda del Norte y no es tan demencial. Los soldados saben que viven en cuarteles. El único problema es de comunicación y propaganda porque sería imposible evitar la continua comparación con un "territorio ocupado" lo que, en cierto modo, sería cierto. Visto el emplazamiento de la casa-cuartel atacada está claro que el remedio tendría que ser para toda la plantilla de la Guardia Civil. Pero en las demás zonas del país se encontrarán voluntarios para el instituto armado. No estoy seguro de si eso sucedería en el País Vasco y en Cataluña. La alternativa también es retirar a la Guardia Civil.

Por lo demás, la valoración política del bombazo es nula. Habiendo decidido ya que no hay negociación posible, el Estado no tiene nada que decir en estos trances. Los etarras están a lo suyo, como siempre y nosotros, a lo nuestro, también como siempre. Ya se sabe lo de "vascos sí ETA no". Hasta que acabe la violencia. Cuando acabe, ya veremos.

diumenge, 5 de juliol del 2009

¿Dialogar o reprimir?

Unas declaraciones del periodista Iñaki Gabilondo hace unos días acerca de qué sea más eficaz en la lucha contra el terrorismo provocaron conmoción en sectores políticos hispanos. Decía el señor Gabilondo que abogar por la negociación y el diálogo como había hecho él durante años era un error y que admitía que contra ETA sólo son eficaces la policía y los jueces. Añadía a modo de ilustración que reconocía el acierto del señor Aznar al respecto y su propia equivocación. Lo cual sería una muestra de elegancia y tino de no ser porque el señor Aznar también inició una ronda d negociaciones y abrió un diálogo con los terroristas mostrándose sólo después del fracaso decididamente contrario a perseverar en esa vía por razones similares a las del gato con el agua caliente.

En cuanto a los etarras y sus correveidiles de la izquierda abertzale, ninguna variación: diga lo que diga el señor Gabilondo, puntal de los medios de desinformación masiva que no tienen otro objetivo que deslegitimar la heroica lucha del pueblo vasco, sólo queda la vía de la negociación y el diálogo. Casi nadie ha reparado en la falta de altura moral de esta actitud. Obviamente ningún militar o ejército que esté en una guerra aboga por algo distinto a la victoria propia y la derrota del adversario... salvo que esté ya convencido de que no puede imponer sus objetivos porque le falta capacidad militar para ello. Sólo entonces, como segunda línea, opta por apoyar soluciones dialogadas y negociadas. Pero, a su vez, para prestar fuerza a la reivindicación del diálogo y la negociación, hace falta probar que se conserva alguna capacidad destructiva y el propósito de usarla, causando sufrimiento y desolación. La fuerza de las amenazas está en relación directamente proporcional a la probabilidad de su cumplimiento. De otro modo, la petición de diálogo carecería de sentido.

No cabe ignorarlo: es una estrategia dual. Los unos piden solución negociada diciendo con toda hipocresía que lamentan aquello con lo que amenazan, esto es, la prosecución de los atentados y los asesinatos de ETA. La posibilidad de que ésta a su vez sea eficaz en sus crímenes depende de la resonancia social que tengan las proclamas de la izquierda abertzale que no condena la violencia. Porque eso de no condenar la violencia en las circunstancias presentes en el País Vasco tiene un valor muy preciso, si bien menguante, en la tarea de legitimar el terrorismo. De ahí que el mejor modo de deslegitimar a su vez la estrategia legitimadora negociante sea seguir deteniendo etarras e impidiendo que sus correveidiles instrumentalicen las instituciones democráticas al servicio del terror.

(La imagen es una foto de Ivo83, bajo licencia de Creative Commons).

dissabte, 20 de juny del 2009

ETA y sus epígonos.

Entre ETA y parte de la llamada izquierda abertzale hay una división del trabajo: unos asesinan y otros justifican los asesinatos. En tiempos de escasa actividad terrorista, normalmente debida a la eficacia policial, ETA aviva el frente político y la dicha izquierda se hace más vociferante, organiza variadas formaciones políticas y se presenta a elecciones. Aprovechando el sosiego civilizado de que se disfruta en tales momentos, los integrantes de ese frente, correveidiles de ETA, tratan de confundir a la opinión pública mezclando reivindicaciones independentistas con especiosos ergotismos sobre si se debe o no condenar esta o aquella violencia en nuestras sociedades, haciendo distingos que tratan de enmarañar las opciones morales ciudadanas a fin de justificar la actividad asesina: que si la violencia estructural, que si la de parte o la legítima defensa, cuando de lo que se trata es de justificar violencia de partido, de la manga de asesinos.

El argumento que más emplean los epígonos de ETA es el marcademente hipócrita de que lamentan el derramamiento de sangre pero que no se puede condenar una sola de las manifestaciones de la violencia (la que se ve y se padece; las otras pueden ser hasta imaginarias) ya que la situación es una madeja de ellas en la que unas son legítimas respuestas a otras, poniendo así en el mismo plano la violencia de una cuadrilla de asesinos con la que ejercen las instituciones democráticas en la organización de la normal convivencia. Aseguran que están deseando que se termine este enfrentamiento, cosa que sucederá por ensalmo cuando se negocie con los pistoleros y se ceda a sus exigencias. ¿Acaso no es su actividad criminal el lamentable resultado de la obstinación del “sistema” incapaz de ver cómo la razón de la historia asiste a los asesinos? ¿No son las propias víctimas las culpables de su destino por ponerse en el camino de la lucha por la emancipación determinada normalmente por un puñado de granujas y sinvergüenzas? ¿No clama la nación inventada por el derecho a imponerse a sangre y fuego incluso contra el deseo expreso de muchos de los que quieran o no forman parte de ella?

Otras veces los epígonos se encuentran en paro forzoso bien porque no consiguen burlar las previsiones legales para poner en pie alguna de sus organizaciones (a pesar de la generosa ayuda que les presta una parte de la izquierda española que no sabe literalmente en dónde está el norte) o bien porque pierden las elecciones como acaba de suceder con la flamante Iniciativa Internacionalista. En tal caso y si las condiciones lo permiten (que hay mucha represión policial en marcha), los asesinos cometen otra fechoría, con lo que persiguen dos objetivos, uno de extorsión y otro de intimidación. El de extorsión consiste en recordar al “sistema” y a los Estados español y francés que hay un “conflicto político”, definido en los términos caprichosos de los terroristas y que no se podrá resolver en tanto no se satisfagan sus peticiones, como bien se ha encargado de recordar la obediente y servicial izquierda abertzale en unas declaraciones exculpatorias del último atentado de ETA. El fin de intimidación consiste en recordar a los valedores de los terroristas quién tiene la última palabra de la estrategia “emancipadora”, no vayan los políticos a creer que son tan importantes como los asesinos y olvidar que su función no es marcar el camino sino justificar los actos criminales, pechar con lo que venga y encontrar “razonamientos” que legitimen el recurso al asesinato.

Porque por más ergotismo y falacias que se empleen la pregunta es muy simple: ¿qué justifica seguir asesinando en una sociedad democrática en la que son defendibles y, atendiendo al principio mayoritario, materializables todas las opciones políticas, incluidas las independentistas? Nada, razón por la cual los epígonos de los terroristas falsean la realidad sosteniendo que ésta no es una sociedad democrática, sin duda porque prefieren otra que se rija por las normas particulares de una banda de canallas que ponen bombas-lapa o disparan a la nuca de personas. Todavía más claro: ¿cabe recurrir a la violencia para defender objetivos políticos? Hay un acuerdo prácticamente universal en que no. Hasta la derrotada candidatura de Iniciativa Internacionalista en las pasadas elecciones europeas confesó un día que no y al día siguiente que sí. Lo cual da la medida del nivel intelectual y la abyección moral de estos epígonos del terrorismo. El último asidero de ETA.

(La imagen es una foto de kontrainformatu, bajo licencia de Creative Commons).

Glosas a las reacciones.

El asesinato de Eduardo Puelles ha dado lugar a una cadena inusitada de reacciones, algunas muy significativas. Paso a comentar las que más me lo han parecido por una u otra razón:

  • La llamada Izquierda abertzale, la voz de su amo, ha culpado de la muerte, como siempre, a la víctima y a las instituciones democráticas y ha vuelto a enunciar el trágala de que haya negociaciones cuando son sus jefes los pistoleros quienes se las cargan. Así se aseguran de que el siguiente no será uno de ellos.

  • Aralar por boca de la parlamentaria Aitzane Echenarro condenó el atentado y pidió a la izquierda abertzale que rompa el silencio. Es pedir peras al olmo de la cobardía, pero tiene un enorme valor en todos los sentidos porque socava la ùltima brizna de legitimidad que quedaba a los voceros de los asesinos. Claro que así Aralar entra ahora a formar parte de los posibles objetivos abatibles por los pistoleros.

  • Joseba Egibar ha dicho que "quien quiera apostar definitivamente por vías políticas alce la voz y le diga a ETA qué es lo que tiene que hacer." Podía ser un poco más claro pero se agradece que condene y recuerde en dónde está hoy el problema: en la cobertura que la izquierda abertzale presta al terrorismo. Un paso más y él también pasará a ser abatible por la santa ira de los del "conflicto".

  • Iñigo Urkullu dice que no hay que hacer valoraciones políticas y que es el momento de mostrar la solidaridad con la familia. Es una prueba de la más típica ambigüedad del PNV, como si Puelles no hubiera muerto asesinado por razones políticas sino víctima de un accidente de coche en una autopista. Urkullu puede dormir tranquilo pues los pistoleros no tienen queja frente a esta reacción. Al contrario: es lo que buscan.

  • Rosa Díez sostiene que han matado a Puelles "por no matarnos a nosotros". Esta señora podía dejar de pensar por un momento en las elecciones y abandonar el narcisismo en algunas ocasiones. La presente sería una muy señalada y todos se lo agradeceríamos.

  • Joan Ridao muestra su repulsa más enérgica y dice que ETA "sigue a la desesperada queriendo marcar la agenda política." Ridao y ERC son la prueba más valiosa del carácter irracional y asesino de ETA y sus correveidiles pues prueban que en España se puede ser independentista sin padecer merma alguna en los derechos civiles, políticos o de ningún tipo. Basta con no matar. Claro que así Ridao y los suyos también pasan a ser objetivo posible de los pistoleros.

  • Mariano Rajoy ha apoyado al Gobierno y aplazado una semana el acto previsto en Valencia. Lo primero es muy importante y merece encendido aplauso; lo segundo no tanto porque es admitir que lo que haga ETA condiciona el calendario de los demócratas.

  • Patxi López condena el atentado y convoca una manifa de repulsa para hoy. Lo primero bien y lo segundo no tanto. El Gobierno está para gobernar. Las manifas deben convocarlas las fuerzas sociales y/o políticas.

  • El País en su editorial de hoy, titulado Uno de los nuestros pone inadvertidamente el dedo en la llaga: el asesinado era "uno de los nuestros" para Patxi López, obviamente no para sus asesinos, manga de racistas para quienes un López o un Puelles jamás podrá ser "uno de los nuestros".


    (La imagen es una foto de Daquella manera, bajo licencia de Creative Commons).

diumenge, 14 de juny del 2009

El rififí de ETA.

¿Se puede detener a tres presos que están cumpliendo condena? Por lo que se ve, sí. La Guardia Civil lo ha hecho con tres etarras reclusos en la prisión de Huelva, a los que acusa de estar planeando un quebrantamiento de condena utilizando un helicóptero. También ha detenido a otras cuatro personas, presuntamente relacionadas con el cinematográfico proyecto. Éste, a su vez, consta en unos papeles que la policía encontró en poder de uno de los capos etarras detenido ¡en 2008! Según se dice, la pintoresca escapatoria estaba prevista para 2007 pero fue preciso aplazarla por las detenciones de responsables de la banda. Ahora parece que ésta tendrá que renunciar a una hazaña que le daría mucho renombre pero que no ha pasado del estado de ilusión.

En principio la noticia resulta extraña y obliga a preguntarse por qué se ha esperado tanto tiempo para frustrar los planes si es que en verdad estaban en marcha. No es fácil de entender salvo que recordemos que uno de los hipotéticos rescatados de la prisión había de ser el que cumple condena por haber trazado un plan para asesinar al Rey con un fusil de mira telescópica. No recuerdo el nombre del menda pero está claro que es uno de esos forofos de la tecnología que ha visto demasiadas películas de Hollywood de atentados contra presidentes. Hace más de veinte años que no hay una sola fuga de etarras pero a nadie se le puede prohibir que viva de ilusiones, sobre todo si tiene condenas de cientos de años de cárcel. Y la Guardia Civil hace muy bien desmantelando sus planes o sus sueños. Es bueno que los etarras sepan que envejecerán entre rejas en justo castigo por sus asesinatos. Es bueno que sepan que no hay esperanza.

A propósito de esto, Público recoge hoy una noticia según la cual la mayoría de Batasuna pide el fin de la violencia. Sería estupendo. Ya no me creo nada de esta gavilla de embusteros que dice lo que cree que le conviene en cada momento, pero estaría bien que la luz de la razón se abriera paso en sus obtusos cerebros. A estas alturas, sin embargo, después de tres negociaciones de paz reventadas por los terroristas, fin de la violencia quiere decir que ETA depone las armas sin condiciones en un acto claro, público, fiscalizable e irreversible. Sólo así podrán sus correveidiles y sus ideólogos civiles hacer política en una sociedad democrática como la española.

dilluns, 20 d’abril del 2009

A buenas horas mangas abertzales.

Es fama en la Villa y Corte que En el entorno de Otegi se cree que es necesario preparar el camino hacia el diálogo pese a que el Gobierno no esté por la labor. Vamos, que hay que ir pensando en una nueva ronda de negociaciones con los perros españoles como si aquí no hubiera pasado nada.

Cuando el 30 de diciembre de 2006 esa organización compuesta por un amasijo de asesinos, deficientes morales y tontos ordinarios que se hace llamar ETA, voló la T4 de Barajas poniendo punto final unilateral al tercer y más esperanzador proceso de paz dialogada que ha habido en España y que tenía un apoyo amplísimo tanto dentro como fuera del País Vasco, voló toda esperanza de que tal proceso pudiera repetirse. Lo dijo sin rodeos el domingo el ministro del Interior : La vía del diálogo se ha acabado para siempre. Pero aunque no hubiera dicho nada, el asunto está bastante claro: ningún gobierno español volverá a amagar con diálogo alguno con ETA o con algún "proceso de paz dialogado" en el País Vasco si quiere seguir siendo gobierno un cuarto de hora después. Aquí estamos en contra de ese diálogo hasta quienes lo defendimos a capa y espada hasta el día 30 de diciembre de 2006. Ahí se terminó toda posibilidad de negociación.

Los señores de Batasuna son muy libres de especular lo que les dé la gana, faltaría más. Pueden decir lo que quieran sobre nuevos diálogos. Cualquier formulación de ese tipo suscitará de inmediato dos conclusiones encadenadas, una tras otra: 1ª) estos pavos creen que los demás son tan cretinos como ellos; 2ª) lo que quieren es dar una nueva oportunidad a ETA para recomponerse, ahora que está contra las cuerdas.

Ya no hay nada que negociar, nada que dialogar y el margen de maniobra del mundo nacionalista está muy acotado:

  • ETA tiene que deponer las armas incondicionalmente porque está derrotada.
  • Batasuna tiene que aceptar la ley de partidos porque no hay otra salida.
  • el PNV tiene que ir abandonando su ambigüedad porque se le ha acabado el cuento.

Si, como es de esperar, se termina con esa lacra de la violencia en el País Vasco, todos habremos ganado mucho, pero muy especialmente los vascos y más en concreto los vascos nacionalistas y más singularmente los vascos nacionalistas radicales e independentistas, que podrán defender y poner en práctica (si tienen el respaldo suficiente) sus ideas sin que los demás los miren como cómplices de los asesinos.

(La imagen es una foto de www.ukberri.net, bajo licencia de Creative Commons).

diumenge, 19 d’abril del 2009

El etarrón.

Todo el mundo se hace lenguas de la eficacia policial al detener a este Jurdan Martitegi, jefe militar de ETA y, al parecer, responsable de una docena de atentados, incluido algún asesinato. Desde luego lo mejor para la sociedad civilizada es que un menda así esté entre rejas y no salga hasta dentro de muchos años, cuantos más mejor porque, como no es previsible que el paso del tiempo le haga reflexionar y comprender la inhumanidad de su comportamiento, estará bien que salga con las fuerzas muy debilitadas por la ancianidad. Será para entonces un anciano rabioso pero, por ello mismo, inocuo.

Aunque varios medios lo mencionan apenas alguno saca punta al hecho muy notable de que el mozo mida casi dos metros de estatura. Francamente no sé cómo pueda uno abrigar esperanzas de mantenerse en el secreto y la acción clandestina, pasando por invisible, cuando se miden casi dos metros. Mucha tiene que ser la fe de este joven terrorista en la causa por la que lucha ya que, con sólo mirarse en el espejo (en uno en el que pueda reflejarse), debía de haber comprendido que sus posibilidades de mantenerse incognito eran escasas.

Y eso nos lleva al segundo elemento de esta noticia: la juventud de su protagonista. Un chaval de veintiocho años es el jefe militar de ETA. De un lado está claro que este Martitegi ha destrozado su vida porque va a pasar un montón de años en la cárcel, lo que es una desgracia. De otro es curioso qué rápido se asciende en la jerarquía de la organización. Debe de querer decir que no tienen gente y han de echar mano de estos novatos que quedan de a tres para entregarse una pistola en lugar de dejarla en el hueco de un árbol. Y también está claro cual es el currículum del etarra del siglo XXI: kale borroka o militancia en alguna organización legal de la izquierda abertzale hasta que la ilegalizan; integración en alguna actividad etarra; dos o tres años poniendo bombas y pegando tiros; treinta o cuarenta años en la cárcel. La verdad es que es una pena.

(La imagen es una foto de 20 Minutos, bajo licencia de Creative Commons).

diumenge, 12 d’abril del 2009

Caudillo López

La definición es de ETA que así pone de relieve el carácter siniestramente españolista del señor López. Usan el término con el que se designaba al dictador, el gallego Francisco Franco. Franco era caudillo por la gracia de Dios; López por la de ETA. Caudillo era también el Cid Campeador, cabdiello que venia a decirse en la época, es decir, el que va en cabeza y por lo tanto dirige, el dirigente, leader, lehendakari. Lehendakari es caudillo en vascuence que siempre gratifica los oídos de la gente de estos valles rumorosos.

En realidad las declaraciones de ETA vienen a ser el contrapunto de las del PNV en este tristísimo Aberri Eguna, Otumba de las huestes nacionalistas. Un contrapunto como los dos bocinazos que da Harpo Marx en Un día en la Ópera por cada orden de Groucho que luego los traduce como: "¡y dos huevos duros!". El contrapunto ya no es de huevos duros sino dos tiros, que los tiempos y costumbres han cambiado algo.

Lo gracioso es que estos bocazas podían empezar por aplicarse sus propias reglas: esa de que "no renunciará a la lucha con las armas mientras no se pase de los discursos a los hechos". Que lo mismo se puede decir de ellos: menos palabras y más hechos. Mientras ladran no muerden.

(La imagen es una foto de kontrainformatu, bajo licencia de Creative Commons).

dilluns, 9 de febrer del 2009

Los amigos de ETA, fuera.

Todo según lo previsto. Por enésima vez los tribunales han declarado ilegales a un par de organizaciones-tapadera con las que, también por enésima vez, la izquierda abertzale pretendía perpetrar el fraude de ley acostumbrado en periodo electoral. Es sorprendente la contumacia de esta gente en ir a darse con la testuz contra el muro aunque, ciertamente, también es posible interpretar una actitud tan absurda en clave patriótica. Cabe decir, por ejemplo, que el heroísmo de los abertzales se muestra en su irreductible afición a ir por lana y salir trasquilados. El patriotismo y la imbecilidad, ya se sabe, suelen ir de consuno.

Sólo consigo entrever un punto de racionalidad en esta cerrada obcecación y es que, al fin y al cabo, quienes arman esos seudopartidos saben que, si no pueden presentarse a las elecciones, los votos irán a los partidos nacionalistas que no jalean a los asesinos pero que también se benefician -lo confiesen o no- del imperio de las pistolas en el País Vasco.

Eso puede ser y estamos en un territorio en el que, si no tomamos muy en cuenta el cinismo de quienes recurren a estos procedimientos, podemos entendernos. Lo que ya no merece la pena es responder a las falsificaciones a que recurren los apologetas de los terroristas porque no atienden a los argumentos sino sólo a los disparos de las pistolas:

Nadie en España ilegaliza opción ideológica alguna, como se prueba con la presencia en las instituciones de ERC, un partido tan independentista como los vascos.

Concurrir a las elecciones al amparo del tiro en la nuca no es un derecho.

Nadie en España prohíbe votar a las opciones ideológicas que se quiera como se demuestra por la misma razón ut supra.

Votar a cómplices de terroristas no es un derecho.


Actualización a las 12:00 del 9 de febrero: por si había alguna duda respecto a las conexiones terroristas de las dos formaciones ilegalizadas, los cretinos de las pistolas han respondido a la decisión del Tribunal Supremo con un bombazo.

dissabte, 31 de gener del 2009

La retórica de ETA.

ETA ha hecho público un comunicado a través del diario Gara celebrando su cincuenta cumpleaños y afirmando que está dispuesta a seguir matando otro tanto o más. Sin novedad en el frente.

A esa posible matanza se sumarían llegado el caso los circunstantes para participar en la riqueza que ha traído la crisis. En dicho comunicado se dice que: "Quien anda en la montaña sabe que en el camino hacia la cima la última cuesta es la más dura. Pero desde la atalaya del tiempo sólo se puede concluir que cada paso dado nos ha traído hasta hoy. Lanzando una mirada a estos 50 años pasados, el camino de la lucha por este pueblo nos llena de orgullo a los militantes de ETA. La Historia llenará de honor esta lucha, alabando la generosidad de los militantes vascos". (Las negritas son mías).

Lindo párrafo; sublime, patriótico párrafo. Eso de la atalaya del tiempo es definitivo; suena como Las memorias de un setentón en cursi, aunque en este caso sólo se trate de cincuentones, no muy espabilados como se ve pero sí dados a la prosopopeya. ¿Y qué me dicen de lo que se concluye desde la atalaya del tiempo? Pues que cada paso dado nos ha traído hasta hoy. Como a todo hijo de vecino, salvo a aquellos a quienes cada paso dado ha traído hasta ayer o hasta mañana. Por ejemplo, el pato Donald.

dijous, 1 de gener del 2009

Los que no descansan.

En el día de ayer, día de jolgorio universal en el que hasta quienes marchan con calendarios distintos, como los chinos o los musulmanes, estaban celebrando el tránsito del año, dos organizaciones terroristas estuvieron presentes en su ordinario quehacer, como señalando que para ellas no contaba la festividad y que era día laborable como otro cualquiera. ETA por un lado y el Estado sionista por otro. Debieron de pensar que, pues lo suyo es el fuego, era cosa de sumarse a los de artificio y festejo del momento.

ETA atentó contra el edificio de la televisión vasca con una bomba previamente avisada. Los israelíes siguieron bombardeando Gaza en preparación del ataque que lanzarán previsiblemente en las próximas horas. En ambos casos estos actos de barbarie tienen interpretaciones que no pueden dejar de hacerse.

Los etarras comunican a la sociedad que, como el buey, vuelven al surco, que si no matan es porque no quieren. Lo de menos es el sitio del atentado: la televisión. Subrayarlo sólo sirve para acrecer la autoconciencia de los medios sobre su propia importancia. Pero ETA atenta y atentará contra cualquier valor simbólico, incluidos los asilos de la tercera edad, excepto los eclesiásticos, según muy atinado comentario de Max en esta entrada. Lo que los etarras pretenden con su estólida insistencia es que se cuente con ellos y con sus pretensiones. Como éstas consisten en liberar al pueblo vasco de la oprobiosa tiranía española, son justas por definición y por el intrínseco valor de la raza, sólo desistirán si hay una negociación. En su primitivo concepto del ser negociar significa salirse con la suya tous azimuts. El sentido de la historia está con ellos. Es un discurso que no deja lugar a dudas, y las cosas seguirán así hasta el fin de los tiempos. No hay nada que hacer sino aceptar un porvenir hecho de policía, jueces, cárceles, más bombas, más policías, más jueces, etc.

En el caso de los sionistas, atrapados en su política genocida, tampoco pueden hacer algo distinto. Desde que empezaron las ocupaciones, esta situación estaba preescrita. La estrategia la marcan los ultras. Los llamados moderados, los israelíes comprensivos, los demócratas, sirven de hoja de parra para que los genocidas que quieren limpiar Palestina de lo que no sean ellos se salgan con la suya. Son como ETA pero a diferencia de ésta, llevan las de ganar. Entre tanta gente como hay en Palestina siempre habrá grupos dispuestos a morir matando antes que vivir humillados, de rodillas, permanentemente maltratados, esquilmados, preteridos. Igual que hay terroristas suicidas individuales hay decisiones colectivas suicidas. Obligar a Israel a exteriorizar y acelerar sus planes de exterminio puede ser una decisión táctica de los palestinos o de la parte radical de ellos. Quizá su único recurso: forzar a los demás países musulmanes y los occidentales a reconocer y tragarnos que estamos siendo cómplices de un genocidio que dura ya sesenta años. Ignoro cuál será su rendimiento. Pero es cierto que no tienen opciones.

(La imagen es una foto de 20 Minutos, bajo licencia de Creative Commons).