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dijous, 9 de gener del 2014

La cadena SER, Hora 25 y la lista negra.

Advierto al lector de que esta es una entrada sobre gente mediocre, ruin y miserable; sobre censores, tipos que predican la libertad de expresión y la independencia de criterio pero tratan de acallar a quienes las ejercen. Así que si no tiene ganas de leer este relato de vilezas, puede pasar a la entrada siguiente, que va de disciplina de voto, sobre lo que tenía pensado escribir. Pero como la historia afecta personalmente a Palinuro, la cuento. Es la siguiente:

Ayer tarde, sobre las 18:00 h. llaman a la Universidad de la SER, del espacio Hora 25 (Ángels Barceló), pidiendo alguien que pueda hablar de disciplina parlamentaria de voto, pues tratarán el tema en el programa. La Universidad me pregunta si puedo ir. Digo que sí pero ya sé que, cuando comuniquen mi nombre, la emisora cancelará la invitación porque estoy en la lista negra de la SER, que la tiene, como todos los medios en España, todos. En efecto, a las 18:30 llama una periodista para comunicarme que ha habido cambio de formato y que, en lugar de ir a los estudios, entraré por teléfono. Me pide un número fijo y me dice que llamarán a las 21:30 para que salga al aire en el programa en el que también participará Ramón Jáuregui. Por supuesto, no lo hicieron. El programa se realizó, sin duda con otro invitado, pero a mí ni siquiera me llamaron para disculparse por no haber cumplido lo que ellos mismos habían propuesto hacer pues yo no había pedido ir.

Los censores suelen ser bastante groseros.

Alguien dirá: bueno, hombre, no hay que exagerar; los cambios son normales en el ritmo frenético de la radio. Es un caso aislado. No, no lo es. La SER veta a la gente independiente e incómoda, como Palinuro, por razones que no se atrevería a exponer en público pues decepcionaría a parte importante de su audiencia, a la que tiene más o menos engañada. Lo cuento en mi último libro, Rompiendo amarras, Madrid, Akal, 2013, págs. 337/338). Pero es que, además, tengo otro ejemplo reciente e igualmente sangrante que paso a relatar:

Este verano, en el mes de julio, me llaman también de la SER, del espacio A vivir, que son dos días. Su responsable, Javier del Pino, está de vacaciones y sus substitutas me invitan a participar y me dicen que, si doy juego, me ofrecerán una periodicidad fija de, cuando menos, una vez al mes (el programa es semanal, los sábados). Sé que su intención es buena pero que viven en la luna y, cuando regresen los jefes, de lo dicho no habrá nada. Tal cual. Fui tres veces, en julio, agosto, septiembre; las sustitutas, de buena fe, sin duda, me aseguraron que quedaría fijo una vez al mes. Regresaron los jefes y no volví a recibir noticia alguna; ni una explicación; ni una llamada de teléfono.

La grosería habitual porque, obsérvese bien la mecánica: no soy yo quien pide nada, ni aquí ni en parte alguna; son ellos, normalmente los redactores, los curritos, los responsables de los programas, quienes me llaman. Pero luego llegan los barandas, con las listas negras, y hay veto y hay censura.

¿Qué por qué lo sé? Porque es lo que me pasa siempre. Palinuro tiene el raro honor -ya lo dijo en una entrada hace un par de meses titulada Censores y plagiarios- de figurar en todas las listas negras de todos los medios: la derecha, el centro-izquierda y la izquierda. Ciertamente, nadie se extrañará de la animadversión de la derecha. Cuando Mari Cruz Soriano salió de la COPE declaró que la cadena tenía una lista negra y que en esa lista negra estaba mi nombre. De eso hace ya años. Viene de antiguo.

Bueno, sostendrá alguien, la derecha es lógico, dado como eres; y también el centro-izquierda, que ha resultado rana. Pero ¿la izquierda? ¿Vetos, censura, listas negras en la izquierda? Por supuesto. Si alguna vez supero la vergüenza que sentí al escuchar a un líder izquierdista en un programa de televisión pedir al presentador que no me diera cancha, que ya me la daba suficiente una batería de medios, pondré aquí el enlace. Pedía el inquisidor que se me acallase, a mí, al que no dejan estar en ningún medio y lo pedía él, que dispone de un abanico de ellos para soltar la monserga que encandila al rebaño.

Es fuerte, ¿eh? Pero Palinuro es correoso. Se ve en su blog que no tiene atadura ni hipoteca algunas y sí una amplia audiencia. Y eso a pesar de que los censores, los de las listas negras, tratan de silenciarlo, por cierto, al tiempo que lo plagian.

Lo avisé. Estas cosas son repugnantes. Reflejan la envidia, la mala uva, el sectarismo de este desgraciado país. Pero hay que decirlas, hablarlas porque lo que todos los censores desean es que no se sepa que censuran y que los censurados se callen. 

(La imagen es una foto de Jason Hollinger, con licencia Creative Commons).

dilluns, 16 de desembre del 2013

Cuando solo queda la desobediencia

"Cuando un gobierno encarcela a la gente injustamente, el verdadero lugar de un hombre justo es la cárcel." Eso decía Henry David Thoreau, teórico de la desobediencia civil, hace más de ciento sesenta años. Y así sigue siendo a día de hoy.

Cuando un gobierno injusto, tiránico y arbitrario reprime a la población, coarta sus libertades, la castiga con leyes desproporcionadas, confiscatorias e inicuas, cuando persigue la disidencia, trata de silenciar la protesta y de acallar las críticas, cuando ciega todo cauce de manifestación pacífica y suprime la libertad de expresión e información, a los ciudadanos no nos queda más remedio que recurrir a la desobediencia civil.

Cuando ese gobierno comete las iniquidades a fin silenciar toda manifestación de disconformidad frente a sus políticas rapaces, ladronas, esquilmadoras, que empobrecen a la ciudadanía, la despojan de sus medios de vida, la cargan con exacciones ficales abusivas e injustas, privan a la gente de su sustento diario, le arrebatan su vivienda y en no pocas ocasiones también la vida, los ciudadanos no tenemos otra salida que la resistencia pacífica, entre otras cosas porque este poder tiránico está armado hasta los dientes con los medios represivos que adquiere con el dinero de todos los contribuyentes. Probablemente no haya espectáculo más repugnante que esos policías antidisturbios pateando bestialmente a ciudadanos indefensos que son quienes, con sus impuestos, pagan los salarios de esos animales coceadores.

Además de tantas iniquidades el gobierno es ilegítimo de origen y ejercicio, carece de todo crédito y autoridad moral al estar dirigido por un embustero compulsivo y sospechoso de corrupción y compuesto por ministros posiblemente tan corruptos como su jefe así como apoyado en un partido que, según los papeles a disposición del juez, es más una banda de malhechores que un verdadero partido. Por todo ello, la desobediencia a esta iniquidad es, además de una actitud ética, también estética. Que no se nos confunda a los ciudadanos con una banda de truhanes.

El ministro del Interior, miembro del Opus Dei, y más atento a los delirios de esta secta siniestra que al bien común de los ciudadanos, dice, con esa desfachatez que caracteriza a esta banda que su Ley Mordaza, pensada para amedrentar a la población, silenciarla e imponerle multas absolutamente desproporcionadas, confiscatorias mejora el derecho de manifestación. Es el mismo criterio, la misma falta desvergonzada de sinceridad y honradez que lleva a lo lacayos del diario ABC a sostener que, con su censura férrea y su trato de favor a los lameculos, La Moncloa ha devuelto la libertad de expresión a las ruedas de prensa.

Todo pura neohabla de esta asociación de presuntos malhechores que mienten cada vez que abren la boca. Mienten en el Parlamento (y al Parlamento), mienten a los jueces, mienten en los medios de comunicación, engañan y mienten sistemáticamente en sus declaraciones, a la par que agreden a insultan a los discrepantes.

En esas condiciones, ¿qué sentido tiene que los demás hagan como si el país no estuviera dominado por esta banda que lleva años robando y cumplan la función que les correspondería en el caso de que todo funcionara normalmente? ¿Qué sentido tiene que la prensa acuda a unas ruedas protagonizadas por un trilero que decide quién hace las preguntas e incluso las pacta de antemano para llevar las respuestas escritas pues él es incapaz de hablar sin chuleta? Ninguno, salvo que los periodistas quieran que se rían de ellos.

¿Qué sentido tiene que la oposición acuda a un parlamento que es un cuartel de obediencia cerrada al gobierno y en el que no le dejan cumplir función alguna en defensa de los intereses de los ciudadanos y, al contrario, se les convierte en objeto de injuria, cuando no de amenaza de agresión física, como ya ha intentado alguno de ellos, especialmente matonil y chulo? Ninguno, salvo justificar este remedo de democracia que no es sino una dictadura de hecho.

¿Qué sentido tiene que los ciudadanos cumplamos nuestras obligaciones cuando los gobernantes no cumplen las suyas? Y no solamente que no cumplan las ya mencionadas, sino ninguna.

Hemos de mantener nuestra dignidad ciudadana frente a los desmanes de un poder tiránico y arbitrario que, no teniendo suficiente con emplear a la fuerza pública como una partida de la porra al servicio de sus intereses, ahora se propone enrolar mercenarios privados, probablemente para "ajustar las cuentas" a los ciudadanos más críticos o díscolos. O sea, a los que tienen dignidad.

La desobediencia general y universal frente a la tiranía es la única salida.

(La imagen es una foto de Insumissia, con licencia Creative Commons).

diumenge, 1 de desembre del 2013

La voz del pueblo.

De 50.000 a 60.000 valencianos han salido airados a la calle en la capital de la Comunidad a pedir la dimisión de Alberto Fabra y la convocatoria de elecciones anticipadas en protesta por el cierre de la RTVV. La policía rebaja la cantidad a unos 4.500 que, de todas formas, ya es respetable. Es el habitual tira y afloja para calibrar la importancia de las manifestaciones públicas. Un entretenimiento para la mañana del domingo.

Otras interpretaciones van más a lo cualitativo: por fin el pueblo reacciona. No es tan apático ni está tan resignado frente a los abusos como se supone. El proceso que llevó al fundido a negro del Canal Nou ha sido dramático, emitido en directo, escandaloso, lamentable por todos los conceptos: momento final de una gestión corrupta, inepta, caciquil, enchufista, presuntamente delictiva. Una muestra de la incapacidad de la Generalitat para gestionar conflictos. La gota que colma el vaso. Por fin, el pueblo se pronuncia, toma la palabra y esta es dimisión..

Ciertamente, es un modo (optimista) de ver las cosas. Pero hay otro, más realista y, por ello, más pesimista. Palinuro lo expondrá de modo telegráfico porque, aunque no se vea mencionado por ahí, es evidente y no necesita prolijas explicaciones. 

Resumiendo: Valencia lleva casi veinte años de gobiernos corruptos e ineptos, que han arruinado la Comunidad, empobrecido a sus habitantes, llevado ante los tribunales a un diez por ciento de los cargos del PP por presuntos delitos. Casi veinte años de malversaciones, despilfarros, cohechos, estafas. Casi veinte años de obras públicas faraónicas e inútiles que solo servían para expoliar el erario público o satisfacer el ego inflado de un cacique capaz de construir un aeropuerto sin aviones. Y en todo este tiempo, lejos de indignarse, los valencianos aplaudían y votaban en masa como un solo hombre a los responsables de tal disparate que, en lugar de estar en la cárcel desde el primer momento, ganaban elección tras elección y por mayorías absolutas crecientes.

Ha sido preciso que les cerraran la TV -una TV peor que el NODO de Franco- para echarlos a la calle en multitudinaria, pacífica, pero contundente manifestación, en defensa de su derecho. ¿Qué derecho? El de tener una TV sectaria, propagandística, manipulada, de ínfima calidad y que, además, faltaba clamorosamente a su deber de emitir en la lengua vernácula. 

Hay cierto paralelismo entre esta reacción y el hecho de que los 1.600 trabajadores de RTVV que jamás alzaron la voz en los tiempos de la manipulación, el partidismo y la censura, se convirtieran en una especie de soviet casi revolucionario en defensa de sus puestos de trabajo, identificados ahora con la libertad de información, de expresión, etc. 

No sé si es para sentirse optimista, pero así es la vida.

dissabte, 30 de novembre del 2013

La dictadura de hecho y la izquierda.

El Consejo de ministros ha aprobado el proyecto de Ley Mordaza, impropiamente llamado de seguridad ciudadana, cuando debiera llamarse de inseguridad ciudadana, de amedrentamiento ciudadano, si no de terror de Estado. La ley es obviamente anticonstitucional, contraria a los principios más elementales del Estado de derecho. Por supuesto, en los próximos días los medios se llenarán de sesudos análisis criticando sus demasias y su carácter más dictatorial. Cosas todas ellas patentes. Se denunciará que viola libertades y derechos civiles y políticos, reunión, manifestación, expresión, información, etc. Se expondrá cómo se excluye la intervención de los jueces y se amplia la actividad sancionadora de la administración, convirtiendo a las fuerzas de orden público en jueces de los conflictos en los que son parte. Cómo se consagra la impunidad y la arbitrariedad de la policía. Como se establece un Estado policiaco. Cómo la ley normaliza el estado de excepción. Crea faltas subjetivas caprichosas, como la ofensa a España, sus símbolos y otros entes de razón, los insultos a la policía y deja a esta la capacidad para interpretarlos y sancionarlos con dureza confiscatoria. Todo eso es evidente. El proyecto no lo oculta sino que lo proclama. Muchos lo consideran un golpe de Estado legal, aunque parezca contradictorio. No obstante, abundarán los dichos sesudos análisis poniendo de manifiesto lo que de manifiesto está.

Dejémoslos en esos lucimientos y vayamos a algo de más enjundia: ¿cómo hemos llegado hasta aquí? Básicamente perdiendo unas elecciones y dando mayoría absoluta a un partido que, sobre estar bajo sospecha de corrupción estructural, no es ni ha sido nunca leal a la Constitución que, por lo demás, tampoco votó a favor unánimemente cuando se trató de hacerlo. Un partido que no condena la dictadura de Franco, ni hace justicia a sus víctimas, no tiene apego a la democracia y no quiere correr riesgo alguno de perder de nuevo unas elecciones como en 2004.

Sigamos preguntando: ¿por qué perdió la izquierda las elecciones de 2011? Por ir desunida y por hacer las cosas mal. La desunión de la izquierda es suicida. Aquella consigna de PSOE, PP la misma mierda es pasará a la historia de la estupidez humana. Por muy "socialcapitalista", "socialneoliberal" que sea el PSOE, jamás podría aprobar algo como la Ley Mordaza. Eso es evidente ahora y lo era en 2011. Pero convenía decirlo para seguir con el enfrentamiento interno. Mucha gente en IU piensa que el PSOE es más enemigo que el PP. Agudeza visual. La derecha no comete ese error garrafal. Está unida. En su seno hay quien piensa que la dirección no es suficientemente de derechas y se dan fricciones, roces y alguna que otra espantada. Pero prevalece el interés unitario. En la izquierda, no. La parte de esta que se considera más pura no quiere saber nada de la "contaminada". Nada de nada. En Andalucía se desdice esto; pero en Extremadura se reafirma. Resultado, cero. Error tremendo. Y eso suponiendo sea un error y no el resultado de ese narcisismo propio de esta corriente política, en la que abundan las figuras señeras que claman por la unidad de todos en torno a cada una de ellas. Mientras tanto, claro, gobierna la derecha que, en el fondo, es lo que prefieren bastantes "izquierdas". Así ellas no se manchan.

A su vez, esa contumacia en el error está motivada en gran parte porque la otra izquierda, la mayoritaria, ha hecho y hace las cosas rematadamente mal. Hasta el punto de que en muchos asuntos, y no irrelevantes, en efecto, el PSOE coincide con el PP. Los más obvios, la planta territorial del Estado (con matices) y la Monarquía (sin matices). Pero hay otras.

Las dos legislaturas de Zapatero fueron un solo desastre continuado. La substitución repentina del alegre keynesianismo por las políticas neoliberales debería haberse explicado, incluyendo la parte de culpa del gobierno por no haber sido capaz de prever la crisis ni de actuar con diligencia. Aun así, podría haberse explicado. La gente no es tonta. Lo que no tiene perdón de los dioses es la reforma del artículo 135 de la CE que Zapatero anda estos días justificando por el ágora. Aquí juega ya a lo contrafáctico, al susto: "era eso o un gobierno de técnicos, como en Italia". Eso es una hipótesis y, aun así, ¿no hubiera sido mejor un gobierno de técnicos que otro de la derecha nacionalcatólica que ha tardado dos años en cargarse el Estado del bienestar y va a invertir los dos siguientes en cargarse el Estado de derecho? Por supuesto que sí, a ojos cerrados. En Italia no están peor que nosotros. Al contrario, están mejor. Por lo menos pueden manifestarse sin que los breen a palos y, encima, les roben sus ahorros a base de multas arbitrarias. 

De la primera legislatura se alaban las cotas en materia de derechos de las minorías, la igualdad de las mujeres y el espíritu cívico. Nada que objetar, aunque a uno le surja la duda de si ese espíritu tenía tanta relación con la realidad como el de Azaña cuando decía que España había dejado de ser católica. Tiene uno casi la certidumbre de que ese espíritu cívico procedía de la mujer del presidente. Al respecto, la primera legislatura es una legislatura de Sonsoles Espinosa. Ella debió ser la presidenta. Al menos quizá no hubiera cometido las pifias de su marido. La política de nombramientos de este fue un continuo dislate, ejemplificado en el del presidente del Tribunal Supremo, miembro del Opus Dei y dimisionario en el oprobio. Sus pundonorosos y alambicados equilibrios institucionales, como el de la Ley de RTVE, le duraron menos de veinticuatro horas al PP. Al final de su mandato, no solo no se había avanzado en la separación de la iglesia y el Estado sino que se había retrocedido. La iglesia estaba más fuerte que nunca, su asignación vía IRPF había aumentado y el gobierno había dado carpetazo a la Ley de Libertad Religiosa. De lo sucedido con el Estatuto catalán no hace falta hablar.

No se pudieron hacer peor las cosas. Y así seguimos in aprender. Si este gobierno y este partido ganan las próximas elecciones, la culpa será de la izquierda. De toda.

dissabte, 23 de novembre del 2013

Censores y plagiarios.

El otro día me topé en la red con un articulo de hace un año de un tal Pablo Hasel en el que ataca a Pablo Iglesias, "conductor" (sic) de La Tuerka y en el que de paso, con una sintaxis de párvulo, me llama tipejo del P$OE, tertuliano del P$OE habitual en el programa y... ¡capitalista!. Cuando la risa me lo permitió, seguí leyendo las necedades que el hombre enjaretaba y comprobé que me hacía el honor de meterme en el saco de insultables junto a Iglesias y el gran Wyoming.

Un gran honor, pues tengo a ambos, Iglesias y Wyoming, en altísima estima, no solo por sus envidiables dones intelectuales sino también por su integridad y coraje cívico. Y ¿qué indigna a Hasel de los tres? Al parecer que seamos lacayos del PSOE (partido al que profesa un odio neurótico que quizá debiera poner en conocimiento de algún psiquiatra) y, encima, lo ocultemos con el fin de engañar a las gentes de buena voluntad, esto es, seguramente, quienes se nutren del pábulo mental haseliano. Somos quintacolumnistas, voceros del capital, vendidos, agentes dobles, triples, carroña.

Wyoming e Iglesias tienen categoría de sobra para dejar a este menda en su sitio y ya lo habrán hecho, pues el artículo tiene más de un año, si bien yo lo veo ahora. De mí sé decir, aunque no sirva de nada con gente cuyo interés por la verdad es como el de sacarse un ojo, que no soy del PSOE ni lo he sido nunca, ni directa ni indirectamente. Añadiré que en el PSOE están -especialmente en su dirección- gentes que no pueden soportarme y que hacen lo posible por acallarme y eliminarme del debate público. No ya adversarios sino verdaderos enemigos que en nada desmerecen del trato que me dispensan en IU, en donde saben de buena tinta que soy un agente criptosocialista y el verdadero fundador de los GAL. 

En el fondo esta inquina, este odio -típicos de las corralas izquierdistas- tiene una muy vulgar razón de ser. Lo que Hasel reprochaba a Iglesias era que me llamara al programa de La Tuerka. Quisiera que me impidiera ir, que me censurara y que, en cambio, lo llevara a él o a cualquier otro especimen del auténtico, verdadero, genuino comunismo revolucionario y blablabla. Quédese tranquilo. No sé si a raíz de su denuncia o no, Iglesias ya no me llama a sus programas. 

Conste que no me molesta, pues estoy acostumbrado a ello. Es la ley de esta jungla y no me quejo. Igual que defiendo mi derecho a decir lo que pienso e ir o no ir a donde me place, reconozco el de los demás a contar conmigo o no e incluso a usarme como moneda de cambio para tratar de sobrevivir en sus peleas internas. Debo de ostentar el record de presencia en listas negras de grupos, partidos, medios, radios y televisiones. No sola La Tuerka; también la SER, Onda Cero, El País, El Periódico,  todos, y desde hace años. No es nuevo. La censura cerrada es el precio que se paga en España cuando no estás en alguna cuadrilla, pesebre o auténtico partido de la verdad eterna que te proteja. Como lo está Hasel: un grupo de "genuinos" no sé qué porras, que pone a todos los demás a bajar de un burro porque, obviamente,  monopoliza la luz, la verdad, el camino, la vida, como si eso pudiera hacerlo grupo alguno sin convertirse por ello en un grupo de asesinos. Como la iglesia, vamos.

Este es un país de censores. Censores de la derecha (la primera lista negra en que aparecí fue de la COPE, claro; la primera expulsión, de Protagonistas, por orden del gobierno de Aznar), el centro, la izquierda y la extrema izquierda. Intolerantes, sectarios, fanáticos que, no pudiendo ya exterminar al discrepante, procuran silenciarlo, ningunearlo, hacerle el vacío. Así actúan el PP, el Gobierno, la oposición, el PSOE, IU y todos los demás. Todos. O estás en un partido, grupo, empresa, mesnada, escuela (no digamos nación) y pagas el peaje de la identidad colectiva, o van por ti, a quitarte del medio si es necesario mintiendo como bellacos. Les de igual. ¿Qué se han creído estos independientes? ¿Que van a irse de rositas con sus opiniones personales en lugar de balar las consignas del rebaño dictadas por una superior inteligencia e infalibilidad que siempre es la de los barandas de turno? Estos, a su vez, al igual que sus siervos, se toleran a medias entre sí y suelen compartir espacios llamándolos "plurales"; pero hacen causa común cerrada en contra de los independientes a los que no controlan.
 
País de censores. Lo cual no les impide ser también plagiarios. Lo uno suele llevar a lo otro. La basura moral del censor se perfuma con los aromas robados del copiota. Quédese sin embargo para otro día la divertida narración de cómo los mismos que tratan de silenciarte, de acallarte, repiten luego como papagayos tus ideas y puntos de vista y hasta tus expresiones, por supuesto, sin citarte. No hay censor que no sea plagiario ni plagiario que no sea censor. Es la envidia.

Por ello estoy tan orgulloso de Palinuro y esa gran audiencia suya que sabe que aquí no se lee nada que venga dictado por ningún interés ajeno colectivo, político, económico, religioso, ideológico, de esos que las gentes invocan para justificar su conveniencia personal, de grupo, clase, nación o confesión. 

Palinuro, ese pariente lejano de Zaratustra.

(La imagen es una foto de Jan Tik, con licencia Creative Commons).

La banda de los presuntos.

¿Qué queda de aquella orgullosa declaración de Aznar hace tres años de que el PP era y debe seguir siendo incompatible con la corrupción? Nada; no queda nada. Y después del auto del juez Ruz dando por indiciariamente probado que el partido del gobierno lleva años, quizá veinte, administrándose con una contabilidad paralela, una caja B, menos que nada. Ese auto, expresión motivada y razonada de una convicción general en España, convierte en certidumbre la sospecha de que el PP no es propiamente un partido político, sino una asociación de presuntos malhechores.

Los papeles de Bárcenas, el innombrable, han probado ser el anunciado museo de los horrores. Rompiendo el silencio y la desinformación decretadas por el gobierno expone cotidianamente un estado de corrupción, ilegalidad y presuntos delitos que apuntan en general al partido (a la organización, a sus Comunidades Autónomas, a toda su gestión) y en concreto y singularizadamente a sus principales dirigentes, ninguno de los cuales está libre de sospecha, ni Rajoy. Ese el que menos, pues parece el principal responsable (y beneficiario) de este desaguisado.

Veinte años cobrando sobresueldos de orígenes dudosos tramitados a través de la caja B; de hacer todo tipo de chanchullos; de expoliar las arcas públicas mediante contrataciones fraudulentas; de financiar ilegalmente las elecciones y, por lo tanto hacerlas inválidas por tramposas, han destruido los cimientos morales de la democracia española, si existieron alguna vez. 

Todos los partidos -menos el PP, supongo- piden la comparecencia urgente de Rajoy en el Congreso. ¿Para qué? Para que explique por qué mintió en la anterior del 1º de agosto al negar la existencia de caja B en el partido del que era y es presidente, condición en la cual nombró tesorero al hombre cuyo nombre se negó luego a nombrar pero al que enviaba SMS de ánimo a las escondidas. A partir del lunes, la guardia pretoriana del PP en el Congreso se empleará a fondo en impedir la comparecencia del jefe. Claro. ¿Qué puede hacer Rajoy, aparte de dimitir, como debiera haber hecho hace dos años en lugar de empecinarse en arrastrar el país a esta bochornosa situación? Seguir mintiendo. O decir cualquier disparate. Porque ya no es un presidente, sino un sospechoso en frenética huida hacia delante.

Seguramente no habrá comparecencia. Ni modo legal de forzarla. El gobierno de la banda de presuntos no solo ha destruido los cimientos morales de la democracia sino que ha desactivado sus mecanismos institucionales de vigilancia y control. Ha puesto la fiscalía a sus órdenes; controla el Tribunal Constitucional por medio de un presidente militante suyo; el Tribunal de Cuentas no sirve para nada; la defensora del pueblo defiende al gobierno; los medios de comunicación (todos los públicos suyos y la mayor parte de los privados, también suyos) son su central de propaganda. Recientemente se ha asegurado el favor del Consejo General del Poder Judicial a través de un pacto con el PSOE del que este debería avergonzarse porque rompe su promesa de no pactar con un partido tan manifiestamente antidemocrático. También el PSOE falta continuamente a su palabra. 

Del parlamento no merece la pena hablar. La mayoría absoluta de la derecha, empleada sin contemplaciones, lo ha convertido en una cámara de aplausos, ovaciones y agresión a la oposición. Esta, al menos el PSOE, vuelve a hablar de moción de censura. Como en el cuento del pastor y el lobo. A ver si reúne ya el valor de presentarla. Está obligado a ello y no es tan difícil. Desde luego, no la ganará, ni servirá para nada. Pero tendrá algún impacto político y dejará claro cómo el estilo de gobierno de la derecha ha destruido todos los mecanismos democráticos sin dejar de agredir a la población en su conjunto.

Para curarse en salud y blindarse aun más, el gobierno anda tramitando una Ley de "Seguridad" Ciudadana que criminaliza toda forma de protesta y pretende proteger a la policía cuando esta cometa excesos en la represión violenta de las movilizaciones ciudadanas, ocultando sus fechorías. Es una censura, una mordaza, una ley de impunidad para el delito. Una ley fascista, antipopular, producto de un espíritu enfermo, criminal. El espíritu de un gobierno y un partido que delinquen, obstaculizan sistemáticamente la acción de la justicia y, cuando por fin esta se da, indultan a los delincuentes.

Después de hacer imposible la política parlamentaria, el gobierno quiere asfixiar la extraparlamentaria. Cercena para ello los derechos civiles y políticos, el de reunión, el de manifestación, el de expresión, el de información, el de huelga, la presunciòn de inocencia, el amparo de la justicia. Todos. 

Y estos presuntos, algunos ya condenados, muchos imputados y procesados y los otros bajo sospecha de haber estado enriqueciéndose durante años, son quienes han procedido a arruinar el país, recortando o suprimiendo derechos sociales y económicos de millones de personas, aumentando el paro, expulsando a los jóvenes a la emigración, arrebatándoles sus becas. Y lo han hecho al tiempo que recuperan los símbolos, el espíritu, el estilo del franquismo, al que no solo no condenan, si no vitorean. Se niegan a hacer justicia a las víctimas de la dictadura y dejan clara su procedencia ideológica.

En estas circunstancias, el margen de actuación de la oposición democrática es muy estrecho. Presentar la moción de censura si Rajoy no comparece y, a continuación, retirar toda colaboración institucional con el gobierno en tanto no dimita en pleno. Palinuro lleva meses diciéndolo: retirada al Aventino. No se puede ser cómplice de una banda de presuntos, cuyo respeto por la democracia es inexistente pues aspira a un régimen en todo similar al de aquel cuya memoria honra: Franco.

(La imagen es una foto de La Moncloa en el dominio público).

dimarts, 16 de juliol del 2013

Ya era hora.

Moción de censura, sí señor. Es lo menos -lo menos- que se merece este gobierno impresentable, presidido por un presunto corrupto que se cree Dios, se niega a dar cuenta de sus actos, explicaciones de ninguna clase, no admite ninguna responsabilidad, escabulle el bulto, miente como avezado farsante, manipula los acuerdos, engaña a los periodistas, ningunea el Parlamento, se ríe de los diputados (incluidos los suyos) y desprecia a la gente, incluida la que le ha votado. Y todo para ocultar que, según consta en los papeles de Bárcenas debe de ser el presidente más corrupto de la historia de España, el que ha organizado una asociación de malhechores con el fin de ganar elecciones fraudulentas y valerse del poder político para expoliar a sus conciudadanos, por la vía legal (aunque abusiva, del decreto) y la ilegal del trinque, el mangoneo, la pastuqui y los sobresueldos.

Ya se sabe que la moción no prosperará pero el debate debe ser exhaustivo y exponer ante la opinión pública el cúmulo de atropellos, infamias, estafas, malversaciones y delitos que llevan años cometiéndose presuntamente  en ese partido más parecido a una asociación de delincuentes. Deberá aclarar las maniobras, zancadillas, embustes, mentiras, censuras y manipulaciones a que Rajoy y los suyos llevan meses recurriendo con el fin de encubrir este fétido asunto, desviar la atención, ocultar sus fechorías y endosarle el mochuelo al PSOE, según último venenoso disparate de Alfonso Alonso, el mancebo de botica del PP que ejerce de portavoz parlamentario.

El debate debe servir para informar a los españoles de quién es Bárcenas, quién Rajoy y cómo entre los dos urdieron presuntamente una compleja trama para forrarse con dineros públicos que, además, distribuían generosamente en sobres a los más obedientes en un partido en el que, desde luego, ser militante es un chollo: pasta en sobres, pasta en viajes, trajes, bolsos (Rajoy parece haberse beneficiado de todo), coches, mamandurrias, enchufes, comisiones, noches de ensueño en el Palace, comilonas. Y todo sin saber hacer la "o" con un canuto, como es obvio en casi todos los casos. Debe quedar claro cómo estos mangantes a las órdenes de Rajoy, llevan años expoliando el país mientras imponen los más duros sacrificios a los jóvenes, las mujeres, los parados, los trabajadores, los dependientes, los jubilados. Cómo una asociación de malhechores es la principal causante de la ruina de España.

Es de esperar que la atención se concentre en esta podredumbre y que los dirigentes de la oposición no se peguen entre sí. Sobre todo, sería muy de agradecer que Cayo Lara no hiciera el juego al PP tirando contra el PSOE, como acostumbra, con el rollo, patentemente falso, de que los dos "son iguales". No se falten al respeto entre ustedes, que merecen mucho, al contrario de aquel a quien censuran, que no merece ninguno. Y aprovechen el momento para preguntar al censurado cuánto cobra al mes, que lleva años ocultándolo. Que mienta más aun en sede parlamentaria. Está acostumbrado.

Terminado el debate y fracasada la moción, ¿qué? No se termina aquí el deber de la oposición. Al contrario, aquí empieza, como lleva tiempo insistiendo Palinuro. No siendo de esperar que Tancredo Rajoy se dé por aludido, la oposición debe hacer algo más.

¿Qué?

Está todo inventado: o el gobierno rectifica y el pájaro que lo preside se va o la oposición deja de legitimar esta burla a la democracia y el Estado de derecho, deja de ser cómplice en la degradación de las instituciones democráticas y se retira del Parlamento. Que en él se queden los del PP y (quizá) los de UPyD y algún nacionalista desnortado. Si la presencia de la oposición en el hemiciclo es inútil, su ausencia puede ser muy útil para la causa de la libertad, la democracia y la honradez.

No todos los políticos son iguales a Rajoy.

dilluns, 15 de juliol del 2013

El sobresueldos sigue sin contestar y The Economist lo llama "chorizo".

Como era de esperar y Palinuro adelantaba hoy, el sobresueldos de La Moncloa, más pendiente de Bárcenas que de sí mismo, ha seguido sin responder a las preguntas de las que, por cierto, solo se han permitido dos. No sé cuánto más están los periodistas dispuestos a tragar, pero la escenificación de la rueda de prensa ha estado en la línea de estos mendas: decir una cosa y hacer otra al mismo tiempo, decir que se colabora con la justicia y destruir pruebas; decir que se responde a las preguntas y no hacerlo; decir que se es transparente y no serlo. Lo de siempre para que los ciudadanos vayamos viendo la diferencia entre un gobierno y un manojo de sinvergüenzas. Aunque esta vez se han superado pues tenían una de las dos preguntas amañada ya que el periodista que la hizo, del ABC, claro, reconoce que se ladictó por teléfono su director por la mañana. Dos preguntas y una pactada con los lacayos. No se dirá que no es literalmente repugnante.

El guión, el habitual. La única pregunta decente ha quedado sin responder por dos vías que Rajoy debe considerar muy inteligentes y que solo evidencian su falta de honradez y su marrullería. Otra ocasión perdida de recuperar la dignidad y de frenar esta caída en el descrédito general, en la befa y mofa de la ciudadanía que, con razón, ha perdido todo respeto a estos mangantes, encabezados por el responsable de haber montado una organización para llenarse los bolsillos a cuenta de la Hacienda pública. Porque la pregunta era muy sencilla de responder: usted y Cospedal, ¿cobraron los sobresueldos que dice Bárcenas que cobraron? ¿Piensa dimitir?

La respuesta ha sido patética: sudoroso, aparentemente firme, pero con el tic del ojo izquierdo delator cada vez que mentía como un destello rojo, ha repetido como un loro su balbuceo negatorio basado en dos afirmaciones/negaciones que son ambas falsas y, además, no tienen nada que ver con lo que se le pregunta:

 1ª) el presidente del gobierno no puede estar respondiendo todos los días a cada afirmación, acusación o insinuación que se haga en la prensa. Verdad es, pero mentira en su caso porque, hasta ahora, no ha respondido a nada, no ha contestado nada, no ha desmentido nada, no ha dicho nada. Lleva seis meses diciendo que no puede contestar todos los días pero el hecho es que todavía no ha contestado ni uno. Últimamente esta mentira la comparte con su vicepresidenta .

2ª) El Estado de derecho no se somete a chantaje. Cierto, pero mentira en su caso. No tire por elevación, que su vuelo es gallináceo. No es el Estado de derecho el sometido a extorsión, sino usted, amigo, por su presunto comportamiento corrupto y extorsionado por su cómplice, que está cumpliendo algunas de sus amenazas Y que usted está sometido a chantaje y cede a él lo demuestran los vergonzosos SMS y la necedad de su vicepresidenta cuando dice que la prueba de que no ha habido negociación entre el gobierno y Bárcenas es que este está en la cárcel. ¿Si hubieran negociado no estaría en la cárcel? Obviamente, no. Ese es el Estado de derecho de estos pillasobres.

En su bochornosa comparecencia, Rajoy ha invocado la garantía que, piensa él, lo sacará de este lío: la estabilidad política. O sea: señores, ya pueden ustedes demostrar que soy mangante, embustero, estafador y ladrón. No pienso dimitir... porque España necesita estabilidad política.

Cualquiera entiende que un país con un gobernante acusado de corrupto que se aferra al cargo no es un país estable. Pero ¿qué va a decir el sobresueldos? Y lo remacha con sus habituales falsedades. Dice que piensa cumplir el mandato que le dieron los españoles. ¿Qué mandato? ¿El programa? ¿El mandato que lleva dos años incumpliendo? Hace falta ser imbécil para tragarse el discurso de que uno gana elecciones mintiendo, gobierna en contra de lo que prometió hacer y le asiste el derecho a seguir haciéndolo pues para eso lo votaron. Eso es como lo de que ya ha respondido a las preguntas: después de seis meses de silencio, ahora dice que lleva seis meses contestando.

Este sujeto es indigno de estar en el gobierno y la oposición tiene la obligación de echarlo como sea. Los pasos son dos: una moción de censura obligada que ya se sabe que se perderá pero permitirá airear el grado de enfangamiento y corrupción del gobierno, su partido y, sobre todo, el principal responsable, Rajoy. Pasada la moción de censura, la oposición debe practicar la política de la retirada al Aventino, esto es, dejar de legitimar esta burla a la ciudadanía y no asistir a las sesiones parlamentarias quer son literalmente una farsa, como todo cuanto toca este payo. Dejar solos a los corruptos hasta que se vayan.

Inlcuso podría hablarse con los políticos del PP que ya empiezan a manifestar su desacuerdo con el rumbo del gobierno y que, de modo menos claro (caso de esperanza Aguirre) o más claro (Alejo Vidal Quadras), ya presionan para que el PP prescinda de un Rajoy desprestigiado y hundido en la corrupción hasta las cejas.

Porque la situación no puede seguir así. Debido a las necesidades de Rajoy de salvar su pellejo, el país no puede ser el hazmerreír del mundo. En la portada del Economist de hoy, la redacción explica a sus lectores qué sea un chorizo y la ilustra con una foto de Rajoy.

¿No es una vergüenza para España?

dilluns, 22 d’abril del 2013

Manolo, ¿qué has hecho?


Manolo Saco anuncia que deja de escribir su blog en eldiario.es ante la avalancha de críticas que ha suscitado su última entrada sobre la sucesión de Chávez.

No tienes arreglo, Manolo. Está bien que lleves un blog titulado Ni Dios ni Patria ni Rey; pero, hombre, no que te lo creas y no estés dispuesto a hacer las excepciones que manda la buena conciencia bolivariana y el último tren de una izquierda que ya no sabe ni a dónde va. Esa que, cuando se acuerda, canta algo parecido: "Ni en dioses, reyes ni tribunos está el supremo redentor", solo para echarse después en manos de todos ellos siempre que vayan de rojo o levanten el puño.

¿Dioses? ¡Ni uno, Manolo, a no ser que se trate del que protege a Chávez y hace que este se aparezca a Maduro y le lleve sobre sus hombros, como San Cristobalón al niño Jesús! ¿Patria? ¡Vade retro a no ser que se trate de la bolivariana, que esa no es como las demás, sino una verdadera Matria de la que solo los podridos lacayos del imperio pueden burlarse! ¿Reyes? Mejor será no menearlo. Al fin y al cabo, carajo, Maduro es solo un ungido de Chávez, no su hijo biológico. Para eso hay que irse a Asia en donde ya van por el tercer Kim de Corea en el camino de la emancipación de la raza.

No conozco nada más inquisitorial, intransigente, intolerante y falaz que la izquierda, especialmente la "transformadora" de origen más o menos comunista, a la hora de encajar la crítica. Y si esta va con sentido del humor, date por perdido, amigo: serás un siervo de la derecha, del imperialismo yanqui, del grupo Prisa, de la policía, el Mossad, la CIA o la Hermandad de Alféreces Provisionales. Pero ¿qué te habías creído, hombre?  Poner en solfa el culto a la personalidad del comandante invicto, el boato y la pompa ceremoniales y hueros del relevo revolucionario o las supersticiosas creencias y milagrerías de un pueblo infantilmente entregado a la fábula del hombre providencial. ¿Creías que saldrías inerme de no regalar los oídos con las bobadas de rigor a la recua de quienes, como decía Unamuno, se dedican a "contar los pelos al rabo de la esfinge"?

Añade algo especialmente repugnante para que tu salida sea más airosa. En bastantes de los comentarios en que te condenan al averno por criticar el pintoresquismo chavista se hace oír la áspera voz del capital amenazando a sus asalariados. Sí, sí, la voz histérica de los que, por desembolsar 60€ anuales y ser "socios" del periódico se ven como Rotschilds y Rockefellers y creen que deben exigir sumisión canina a quienes escriben en él pues están a su servicio. Como en la llamada "prensa burguesa". Ya sabes, si quieres escribir metiéndote con Chávez o los chavistas, vete al ABC. Aquí solo se aceptan panegíricos. 

Eso sí, muy críticos, muy de izquierdas, muy valientes.

De todas formas, si me permites, te haré una observación. Por muy abundantes, ásperos e insultantes que sean los comentarios, ten la seguridad de que serán una mínima fracción y que son muchos más quienes te leen con agrado. Pero no suelen manifestarse. Si el periódico como tal no objeta a tu colaboración, piénsate eso de interrumpirla. Es justo lo que la caterva de alguacilillos quiere.

dimecres, 20 de març del 2013

Esto pinta feo.

Ignoro si ya disponemos de un término de uso común en español para los drones. Me da que la traducción que propone Wikipedia, de VANT o Vehículo Aéreo No Tripulado (traducción, a su vez, del inglés Unmaned Aerial Vehicle) no va a prosperar. Pega más drones tal cual, que se pronunciará draouns pero en el claro castellano de Castilla se dirá drones. Rima además con ladrones, producto del lugar.

Los drones son un paso más en el avance distópico de nuestras sociedades que parecen encaminadas a formas de control total de la vida por medio de las nuevas tecnologías. El uso de estos ingenios con fines bélicos, el más conocido hasta la fecha, atestigua del cambio de carácter de la guerra. Los drones (teledirigidos o autónomos) hacen la guerra en lugar de los seres humanos. Ya no hay bajas en los campos de batalla. En realidad, tampoco hay campos de batalla, al menos en las guerras de la superpotencia estadounidense, que las libra a través de drones y desde el aire. Hasta ahora la doctrina militar sostiene que, para vencer al enemigo, hay que ocupar su territorio. Pero la potencia hegemónica domina militarmente desde el cielo. La consecuencia es que la guerra no se acaba. La conmemoración de los diez años del comienzo de la guerra de agresión angloamericana (con apoyo político español) incluyó la muerte de una decena de personas en un atentado. Estas guerras no se terminan nunca, pero los países están más o menos controlados.

El uso de drones se ha extendido velozmente a otras tareas de control civil. Actualmente se fabrican miles de ellos para vigilancia de las fronteras o identificación de cultivos de drogas. La vigilancia y el control de las fronteras o de los muros de separación es hoy completa. En cuanto a las drogas, no me consta que los traficantes se valgan de drones porque no se me alcanza en qué podrían utilizarlos aunque, si tienen alguna utilidad para ellos, los comprarán. Los precios de los drones oscilan entre diez y cincuenta millones de dólares. Calderilla para el narcotráfico.

Otros usos de los drones parecen más peligrosos desde el punto de vista del control de los ciudadanos y de sus derechos y libertades, por ejemplo, los de reunión, asociación y manifestación. La policía alemana está fabricando unos "mini-drones" (ellos los llaman Mini-Drohnen, pues le han metido una germánica hache), unos artefactos voladores del tamaño de un escarabajo, capaces de ver y oírlo todo e informar a la base. La base policial está así en situación de controlar toda manifestación o alteración del orden, de identificar a los cabecillas, seguirlos a donde sea y, llegado el caso, detenerlos. Los Mini-Drohnen son teledirigidos desde la base o se limitan a informarla de las decisiones que toma (pues están programados para ello) y de sus resultados.

En las críticas que se hacen a los espíritus más ciberutópicos de nuestro tiempo se da por supuesta una idea feliz de lo utópico, en la tradición del espíritu renacentista. Sin embargo este pensamiento empezó a entenebrecerse en el siglo XIX y, en el XX, casi todas las utopías fueron distopias. La utopía era un horror y, aunque en el último tercio del siglo XX pareció abrirse paso de nuevo un utopismo más reconciliado con el optimismo, como en las obras de Ursula K. Leguin o Ernest Callenbach, el tinte con el que el utopismo ha llegado hasta hoy sigue siendo predominantemente negativo. El ciberutopismo no tiene por qué ser necesariamente ciberoptimismo, si bien nos interesa que lo sea según la apuesta pascaliana. Necesitamos espíritu crítico y combativo y valernos a tope de internet. Porque la amenaza ya está aquí. La amenaza del control total de los espacios públicos por medio de drones.

La idea de que, algún día, las máquinas inteligentes puedan sublevarse contra sus creadores, los seres humanos, y someterlos a su tiranía no solo es falsa, sino superflua. La mejor garantía de que las máquinas sometan a tiranía a los seres humanos es que estén programadas por otros seres humanos.

(La imagen es una foto de KAZVorpal, bajo licencia Creative Commons).

dimecres, 27 de febrer del 2013

La mentira y la ley del silencio.

La rueda de prensa de Maria Dolores de Cospedal el lunes pasado ocupará un lugar destacado en la historia de la cantinflería nacional. Corona una serie de cómicas apariciones de destacados dirigentes del PP: la de Rajoy a través de la pantalla de plasma, las de Floriano explicando las relaciones laborales de Sepúlveda y Bárcenas con su partido, las de Pons diciendo cualquier cosa.  Todas ellas evidencias de cuán difícil es sostener la mentira en nuestra sociedad mediática abierta cuando la realidad en forma de contundentes respuestas de Bárcenas la refuta acto seguido. Pero, hasta ahora, la aparición estelar es la de Cospedal. El Intermedio del Gran Wyoming la ha sacado dos días seguidos y era imposible tener la risa. Tanto que bordeaba la compasión. Debe de ser muy duro verse en unas circunstancias tan ridículas.

Lo sabemos tod@s: Bárcenas tiene al gobierno y al partido rehenes de su estrategia procesal de salvación. No les da cuartel y los obliga a improvisar reacciones, excusas, explicaciones falaces, contradictorias, absurdas. Contrastan estos patéticos vídeos con los que se veían hace mes y medio, cuando esos mismos líderes comparecían en público duros, contundentes, negando de la cruz a la fecha y profiriendo amenazas en todos los tonos: acusaciones, denuncias, demandas, querellas prácticamente contra el conjunto de la ciudadanía; los mismos que ahora aparecen confusos, titubeantes, azorados, casi gimoteando. Los mismos, claro es, menos Rajoy quien ha desaparecido, como suele, oculto en La Moncloa, sin dar la cara, esperando, como dice él, que escampe. Fino olfato, astuta estrategia pueblerina ante una tormenta apenas iniciada.

Todavía es mayor el contraste con los vídeos de hace apenas seis meses en los que unos dirigentes del PP seguros de sí mismos, triunfantes, cargaban contra la herencia del PSOE y anunciaban medidas duras, drásticas, recortes, rebajas, reducciones, sacrificios. Parapetados tras una mayoría absoluta parlamentaria abrumadora, producto de unas elecciones en las que el PSOE quedó triturado, ignoraban olímpicamente la oposición, daban la vuelta a sus promesas electorales y se proponían "salvar España" en aplicación de su programa ultramontano máximo.  

¿Qué ha sucedido de ayer a hoy? Que los papeles de Bárcenas -cuyo alcance desconocen los asustados miembros del partido y del gobierno- dan por veterana la mentira que viene de bastante atrás. El PP podría haber estado infringiendo la ley en materia de donaciones de empresas hace veinte años. Y no solo infringiendo esta ley, sino empleando el resultado de las infracciones en cometer otras en cuanto a la financiación de las campañas electorales o en cuanto a las apropiaciones indebidas de una serie de cargos de la máxima responsabilidad en el partido y en el gobierno. El escenario evocado por esos papeles es tremendo: donaciones por valor de cientos de miles de euros a trueque de adjudicaciones públicas irregulares por millones. Posibles entregas de servicios hospitalarios a cambio de donaciones al partido de las que, además, se repartían presuntamente jugosas porciones a diversos dirigentes cuyos nombres están consignados en los papeles barcénigos. Entre ellos, el de Rajoy Brey.

El PP puede haber estado veinte años reclamando rectitud y honradez a los demás y exigiendo a voz en grito dimisiones en cuanto un cargo público de otro partido hubiera cometido la sombra de un desliz al tiempo que practicaba lo contrario y vivía en un clima de expolio, saqueo y aprovechamiento ilícito personal sin parangón en la historia reciente de España. Es decir, según los tales papeles, una oficina de cobros y pagos en dinero sucio, una verdadera maquinaria de delinquir. Ya dijo Palinuro hace una fechas que el escándalo Bárcenas es un asunto de Estado. Esto no escampa ni puede escampar porque, a su luz, el PP más parece una asociación de malhechores que un partido político.

¿Cuál es la respuesta del partido y de los poderes públicos? La ley del silencio. Rajoy no da explicación alguna, no habla y, cuando lo hace, no menciona el nombre de Bárcenas. Floriano asegura que el PP ya no hablará más del precito, lo cual es absurdo porque, habiendo llegado las cosas hasta aquí, serán los tribunales quienes le obliguen a hacerlo. Pero la intención es clara: silencio, censura, a callar porque, según se habla, las cosas aparecen más turbias. Como en las dictaduras: todo el mundo punto en boca. Pero eso es imposible. Hay una pregunta en el aire: ¿cómo iba a ignorar el presidente del PP lo que hacía su tesorero, a quien él nombró y apoyó sin dudar durante años? Las dos conclusiones alternativas son igualmente incómodas: o sabía y es un truhán o no sabía y es tonto.

En cualquier caso este gobierno no puede seguir. Su partido lleva demasiado tiempo, según parece, engañando a la sociedad

(La imagencorresponde al vídeo de baderasaca, colgado en You Tube).

divendres, 15 de febrer del 2013

La paga de Rajoy.

Desde el punto de vista político el meollo del rosario de escándalos que afecta al PP es la cuestión siempre abierta de cuánto cobra el presidente del gobierno. Este es el verdadero escándalo que Rajoy trata de ocultar como sea. Sin duda los otros tienen muchas vertientes, afectan a muy diversas personas, se refieren a comportamientos tipificados en numerosos artículos del Código Penal. El caso Gürtel con sus ramificaciones y el caso Bárcenas con las suyas dan para monopolizar las primeras de todos los diarios. Más si, como era de esperar, resultan estar entreverados, abriéndose así nuevas e insospechadas perspectivas. Se añaden escándalos colaterales, también relacionados, como el de Matas y el de Urdangarin. Puede decirse que el de este último es pieza aparte por tratarse de quien se trata y porque iba por libre. Iría por libre, pero siempre acababa haciendo negocios con cargos del PP: Matas, Camps, Barberá. También Ruiz Gallardón, siendo alcalde de la capital, sucumbió a las habilidades urdangarinescas y se dejó al parecer desplumar 120.000 euros que no eran suyos.

El panorama es, desde luego, abigarrado y pródigo en anécdotas chuscas. Basta con escuchar a Carlos Floriano -Cospedal está notoriamente ausente- "explicando" las peculiares relaciones laborales en el PP que además cambian radicalmente de carácter en una semana. Pero lo esencial aquí, lo que tiene importancia política, lo que explica los acontecimientos de los últimos dos meses, es la implicación de Mariano Rajoy en lo más turbio de la historia con la acusación de que puede haber recibido dinero ilegal, según los apuntes de Bárcenas. Este es el fondo de la cuestión, al que el presidente todavía no ha dado una respuesta satisfactoria y, al contrario, ha dado varias insatisfactorias. La gravedad de la sospecha resucita, para agravarla, la sorprendente incógnita del sistema político español, esto es, el sueldo de Rajoy cuando lider de la oposición y cuando presidente del gobierno. Porque, hasta la fecha, no lo ha declarado formalmente nunca. Al contrario, se negó a revelarlo cuando se le preguntó directamente en la televisión hace unos años y, en una segunda ocasión dio una cifra falsa. Aseguró ganar unos 8.000 euros al mes cuando por aquella época eran 14.000. España debe de ser la única democracia del mundo en la que no hay clara constancia de cuánto cobra el presidente del gobierno.

Muy preocupado con esta circunstancia que lo afecta a él personalmente, a su crédito, a su moralidad, quizá a la legalidad de su actuación y, desde luego, a su legitimidad, Rajoy ha recurrido a varios procedimientos y ha acabado empeorando las cosas. En un primer momento sostiene que todo es falso, que los papeles de Bárcenas son falsos y (es de suponer) todo cuanto publica la prensa sobre la situación laboral y retributiva del extesorero también es falso. Viendo que esto no es suficiente, tiene un gesto de transparencia y decide publicar sus declaraciones de la renta desde 2003. El gesto suscita todavía más dudas y sospechas. La declaración de la renta no coincide con la presentada al Congreso y solo se publica a partir de 2003, con lo cual no prueba nada, pues las anotaciones incriminatorias de Bárcenas llegan hasta 2003, consignando cuantiosos pagos a Rajoy.

En una actitud muy típica de la derecha, de responder y defenderse atacando, Rajoy reta a Rubalcaba a hacer lo mismo que él, desvelar sus declaraciones a Hacienda. Es un gesto ruin porque olvida que el de Rajoy fue obligado a causa de las sospechas sobre él, mientras que Rubalcaba no está obligado pues sobre él no pesan sospechas. Pero, además de ruin, el reto es estúpido porque ha faltado tiempo a Rubalcaba y, de paso, a Cayo Lara para hacer públicos sus ingresos, poniendo negro sobre blanco una diferencia abismal entre ellos dos y Rajoy, quien tiene unos ingresos fabulosos y de procedencia harto discutible. Rubalcaba gana 55.000 euros al año más las dietas, en total, unos 66.000 euros. A su vez, Cayo Lara cobra 63.000 euros al año y, por supuesto, ninguno de ellos recibe un céntimo de su partido. Al contrario, Lara entrega 16.800 euros a su organización. Frente a ellos, Rajoy viene cobrando unos 220.000 € anuales, según sus propios papeles. ¿Cómo se puede decir que todos los políticos son iguales?

Entre la maraña de los ingresos de Rajoy destaca la duplicación de pagas del presidente, práctica que comparte con María Dolores de Cospedal. Ambos compatibilizan o compatibilizaban un sueldo del partido con otro por el cargo institucional, lo cual es, cuando menos, contrario al espíritu de la vigente Ley de Incompatibilidades de 1984. Puede que no sea ilegal, al alegarse que, siendo los partidos asociaciones privadas, sus sueldos no son públicos. Es opinable ya que los partidos se nutren esencialmente de fondos publicos pero, aunque no sea claramente ilegal, es inmoral. Es inmoral acumular sueldos en el ámbito público cuando el país tiene casi seis millones de parados y a los funcionarios se les bajan las retribuciones.

A este punto reprochable se añade la sospecha de que, en la paga de Rajoy hayan figurado otras aportaciones presuntamente ilegales, de dudosa procedencia, según las anotaciones de Bárcenas. Frente a esta sospecha, el presidente ha decretado el silencio. Todo es falso. Y no se dan más explicaciones ni se responde a pregunta alguna. Pero el silencio no es una respuesta aceptable en democracia, en donde los políticos están obligados a rendir cuentas públicas de sus actos. En estas circunstancias, la única posibilidad de conseguir que se haga la luz sobre los oscuros ingresos de Rajoy, de obligar a este a comparecer en sede parlamentaria a responder a las críticas  y dar sus explicaciones es presentar una moción de censura. No hay otra pues el PP empleará su mayoría absoluta para impedir un pleno extraordinario sobre la paga del presidente. En cambio, a una moción de censura no puede oponerse.

Es claro que la moción no saldrá adelante. La necesaria mayoría absoluta es del PP. Pero tendrá que escuchar, a la par con el país entero, las razones por las cuales el presidente está deslegitimado para gobernar por haber tenido un comportamiento presuntamente indigno y quizá ilegal. La moción se perderá pero políticamente se habrá ganado aunque es muy poco probable que Rajoy dimita siguiendo los usos y costumbres de las democracias de nuestro entorno.

La moción de censura no es óbice para que la oposición lleve el asunto asimismo a los tribunales. Todo el escándalo Bárcenas ha de verse en los tribunales de justicia. Y que sean los jueces quienes aclaren la paga de Mariano Rajoy.

(La imagen es una foto de La Moncloa en el dominio público).

dissabte, 9 de febrer del 2013

La moción de censura y el programa de la izquierda.

Leo un interesantísimo artículo de Rafael Escudero Alday en Público, titulado ¿Moción de censura de Rubalcaba? No, gracias, en el que rechaza la idea de que Rubalcaba presente una moción de censura. Está muy bien argumentado y documentado. Se inscribe en una línea de crítica al proceso de declive de la preeminencia parlamentaria en los sistemas democráticos muy visible desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, bastante clara hasta el punto de que no es infrecuente la expresión de "crisis del parlamentarismo" en el doble sentido del régimen parlamentario frente al presidencialista y de la centralidad del legislativo. Igualmente dictamina con acierto que la regulación de la moción de censura en la Constitución de 1978 es un punto débil más de una débil Constitución a la hora de garantizar el Estado social y democrático de derecho que ella misma proclama.

Si algún reparo puede ponerse al artículo es más en el terreno de lo que no dice que en el de lo que dice; lo cual no es mucho, desde luego. Pero tiene su aquel. Su examen de la moción de censura española, directamente tomada de la alemana, hace hincapié en los aspectos jurìdicos de la figura y eso lo lleva a considerarla como inútil en cuanto arma del parlamento frente al gobierno. Especialmente con gobiernos monopartidistas apoyados en mayorías absolutas. En otros casos, no es tan inútil. En España no ha triunfado aún ninguna moción de censura; pero en Alemania, precisamente, sí. En 1982, Helmut Kohl sustituyó a Helmut Schmidt en la cancillería mediante una moción de censura. Una vez en sesenta y cuatro años no es mucho; pero es. La regulación de la moción de censura constructiva, desde luego, es plomo en las alas. Pero la imposibilidad de volar también viene de las mayorías absolutas que, a su vez, dependen de los sistemas electorales. Y, dentro de las mayorías absolutas hay que distinguir entre las monopartidistas y las pluripartidistas. Pero, en todo caso, centrarse en los aspectos jurídicos de la moción -ninguna triunfante en España en 35 años- apunta a un intervalo de atonía política en los próximos dos años y medio en una especie de permanencia de la situación actual que cabe calificar de anómala teniendo en cuenta que el artículo habla del desmantelamiento de las bases del Estado de derecho en España. Coincidiendo plenamente, uno se pregunta qué se puede hacer.

Respuesta: presentar una moción de censura. Esta tiene una vertiente política con características propias. Las dos presentadas hasta la fecha en España la de Felipe contra Suárez (1980) y la de Hernández Mancha contra Felipe (1987) se perdieron. Quienes las presentaron ya sabían que las perderían. Las presentaron por otro motivo: para darse a conocer a sí mismos y su alternativa, confrontarla con la del gobierno, exponer las debilidades de este, forzarlo a explicarse en sede parlamentaria y, vía medios, ante la opinión pública. La moción de censura de Felipe fue un éxito y preparó tanto la subsiguiente descomposición de UCD como la victoria del PSOE en 1982. La de Hernández Mancha fue, al contrario, un fracaso con ribetes cómicos por las circunstancias personales del candidato, quien acudía como invitado, pues era senador. En los años de los gobiernos minoritarios del PSOE se pudo haber presentado alguna moción y Aznar hizo un par de propuestas en firme, una de ellas comprometiéndose a no gobernar sino a disolver las Cortes acto seguido de su investidura y convocar elecciones anticipadas, y otra proponiendo, incluso, como candidato a un miembro de otro partido. Pero no se formuló ninguna. Aznar no se atrevía a presentar una moción de censura si no tenía el triunfo asegurado.

En la situación actual, dos circunstancias aconsejan a la oposición ganar visibilidad, recomponerse y presentarse como alternativa viable. La primera es el estado de deterioro de la función parlamentaria, prácticamente inexistente en un país con mayoría absoluta monopartidista y estricta disciplina de voto. El gobierno aplica su programa por decreto ley y soslaya el parlamento de modo sistemático. No existe debate alguno en la cámara pues el rodillo del PP veta todas las iniciativas y la mayoría de las comparecencias. Sin embargo, cuando se produce una de estas, bien planeada y bien hecha, como la de Ada Colau del otro día, tiene un efecto mediático enorme. Aunque termine en fracaso inmediato pues el PP rechaza la iniciativa legislativa y considera las audaces propuestas de Colau algo obsoleto (sic).

La segunda circunstancia es que, a catorce meses de su derrota electoral, el PSOE sigue en un estado de marasmo. Su visibilidad es escasa. La valoración popular de su líder, bajísima y la intención de voto al PSOE se acerca, sí, al PP, pero es más por lo que este baja. En esta situación, una moción de censura perdida de antemano fuerza el debate parlamentario que el gobierno sustrae, da voz al PSOE, le permite hacer un juicio crítico sobre dicho gobierno a la vista de todo el mundo, presenta al secretario general como candidato a la presidencia y le ofrece la oportunidad de dar a conocer el programa del partido que, a juicio de Palnuro, debe ser una propuesta de programa común de la izquierda. Con el compromiso firme de aplicarlo formulado en sede parlamentaria. Que la gente, los votantes, sepan qué significará votar a la izquierda en las elecciones siguientes.

Un programa común de la izquierda debe comenzar con una batería de medidas de lucha contra la corrupción en términos prácticos, no de la vacua retórica de la regeneración democrática. Los partidos de un hipotético frente de la izquierda deben someterse a una auditoria externa anual, permanente y pública, realizando todas sus transacciones a través de la red. Cosas de este tipo. Igualmente es esencial que formulen de forma clara, inteligible, qué políticas proponen para complementar la lucha contra el déficit con las medidas expansivas de corte neokeynesiano. Vuelta a políticas fiscales progresivas. Detención y reversión del desmantelamiento y privatización de los servicios públicos. Lucha contra el fraude en la evasión fiscal y la economía sumergida. Banca pública. Inversión en I+D+i. Apertura de nuevas líneas productivas. Reforma política en profundidad. Revisión de la Constitución en materia de derechos y libertades, partidos políticos y sistema electoral. En la cuestión teritorial, convocatoria de una convención en la que se debata, entre otras, la del derecho de autodeterminación. Convocatoria de un referéndum sobre la Monarquía. Quizá, incluso, proceso constituyente..

Obviamente, no tiene por qué ser así. Algunas cosas pueden apartarse, otras entrarán (por ejemplo, cuestiones de ecologismo) en la necesaria negociación. Pero al final es importante que sea una propuesta de programa común de la izquierda. Es importante tomar la tribuna del Parlamento para presentar una alternativa viable a la penosa situación actual, responsabilidad de un gobierno cuya legitimidad está en serio entredicho. Es importante que la gente lo vea, lo oiga, lo lea. Muy importante. Muy importante que, en esta situacion de postración general, los ciudadanos sepan que hay alguien con una alternativa viable. Aunque solo sea por evitar la resignación.

(La imagen es una captura de Rubalcaba 38, bajo licencia Creative Commons).

dimarts, 5 de febrer del 2013

La rueda de la vergüenza.

Tómese el lector unos minutos para contemplar la foto de El País. Ampliéla en ventana nueva. Calibre la mirada de Merkel a Rajoy. Dígase si esa es la mirada de alguien que te respalda como dicen algunos. Esa mirada es la de la hija del pastor evangélico, ella misma de profundas convicciones religiosas, que no entiende el comportamiento de su huesped. Este aguanta la penetrante mirada a pie firme bajo el paraguas, pasando, probablemente, un mal rato.

Y peor habría de pasarlo en la rueda de prensa posterior, a donde los periodistas se desplazaron a freírlo a preguntas, todas sobre la corrupción, Bárcenas, los sobresueldos. Hubo cuestiones de ese tipo hasta para Frau Merkel, quien las contestó con la adusta seriedad que se usa en Hamburgo y Pomerania, las dos zonas en las que nació y creció. En cambio, casi no hubo preguntas sobre el aspecto sustantivo de la reunión bilateral con un puñado de ministros, esto es, las medidas para salir de la crisis. En este aspecto, Rajoy vuelve de Alemania avergonzado y con las manos vacías. Los alemanes aplauden a los españoles, les animan a seguir ahorrando (o sea, recortando) y prometen venir de vacaciones con mayor intensidad. Es duro oír eso, pero es lo que hay. De tomar medidas de reactivación que favorezcan a España, nada. Un éxito diplomático sin precedentes.

¿Y las respuestas a las preguntas barcénigas? Intento de repetición de la melopea televisiva del día anterior. Pero, al tratarse de una rueda abierta, con preguntas, es imposible atenerse al guión, no se pueden llevar escritas las respuestas a preguntas inesperadas. Es preciso improvisar y ahí se patina, se mete la pata. La melopea era “Todo lo referido a mí y mis compañeros no es cierto". Pero su falta de luces le aconsejó matizar: salvo alguna cosa publicada. Eso no lo puede decir el presidente del gobierno sin obligarse de inmediato a explicar qué cosa sea esa y por qué solo es esa. ¿O no entiende que la distinción entre lo lícito y lo ilícito corresponde a los jueces y no a él?

Entre tanto, en el foro, los pretorianos del PP, González Pons y Floriano, salieron en son de guerra, descalificando y amenazando a la concurrencia con todo tipo de acciones judiciales si no se calla. Y la policía hostigando e identificando arbitrariamente a los cientos de manifestantes que parecen haberse instalado en la calle día tras día. Hay en este momento en marcha dos rebeliones contra este gobierno sospechoso de corrupción, manifiestamente incompetente, agresivo, arbitrario y despótico. De un lado, la creciente rebelión de la calle, de momento pacífica pero con un grado de tensión creciente. De otro lado una incipiente rebelión interna en el PP. Cada vez hay más militantes, cuadros, dirigentes disconformes con la táctica de Rajoy de parapetarse en el partido para salvar su pellejo. La actitud tibia del ABC y la repentina hostilidad de El Mundo y La Gaceta son signos claros de un corrimiento de fuerzas en favor de una alternativa dentro del PP al desastre de Rajoy. Aguirre y Feijóo ya han tomado distancias pidiéndole que se querelle contra Bárcenas. Aguirre, se dice, sería la tapada en una jugada de substitución de un Rajoy achicharrado.

Podría ser. Pero Aguirre también está en proceso de achicharramiento. Es el inconveniente de los prolongados ejercicios del poder: se pierde el mundo de vista. Cualquier día de estos se reaviva ese nido de zombies de FUNDESCAM y le sacan los colores por la hipotética financiación ilegal de las elecciones. Eso sin contar el otro zombie de la llamada Gestapillo, más al estilo de las películas de Pepe Isbert, fiel exponente de la raza hispánica.

En esta situación de coincidencia de una crisis sistémica con otra política y moral que ha absorbido en su vorágine a la misma Corona, no hay más salida que disolver las Cortes y convocar elecciones anticipadas a las cuales la izquierda, toda, debe concurrir unida con una propuesta de proceso constituyente o revisión total de la Constitución. Conociendo el rostro berroqueño de nuestros gobernantes, la hipótesis es remota. Corresponde en tal caso presentar una moción de censura cuyas ventajas e inconvenientes analizamos ayer.

La moción de censura tiene un valor político y moral. Carece de toda posibilidad de triunfar a no ser que hubiera una escisión en el PP y una cantidad de diputados rompiera la disciplina de voto. Parece altamente improbable pero no debiera serlo por cuanto, aun estando en juego los intereses del partido, también lo están, y son más importantes, los de España. Así, pues, la actitud testimonial parlamentaria debe complementarse con la resistencia pacífica en la calle. Cada vez hay más motivos para recurrir a la desobediencia civil. ¿Y qué pasará si un día la policía se niega a seguir reprimiendo permanentemente a la población para proteger a un gobierno bajo sospecha?

Ya nadie duda de que el gobierno está deslegitimado de origen y de ejercicio. De origen por cuanto ganó las elecciones de forma fraudulenta, prometiendo hacer lo contrario de lo que hizo después. De ejercicio porque su talante autoritario, represivo, arbitrario, le ha enajenado el apoyo de la opinión, como prueban todos los sondeos. Pero no solo el de la opinión, también parece estar a punto de convertirse en objeto de la acción de la justicia penal por la abundancia de indicios de comportamientos ilegales que ha ido dejando tras de sí.

Mucha gente no entiende por qué la corrupción parece ser cosa exclusivamente del PP. Entre ella, mucha gente del PP. No han reparado en el hecho evidente de que sus políticas públicas están pensadas en favor de sus políticas privadas de grupo, sector, clan, pandilla o familia y ambas son causa y efecto de la corrupción. Lo lleva en la sangre ese neoliberalismo intervencionista y aprovechategi  de nuestra sin par derecha política y económica.

dissabte, 8 de desembre del 2012

dijous, 29 de novembre del 2012

URGENTE.

Carta de Michael Sommer: 
internet, como la conocemos hoy, está en peligro.

El próximo 3 de diciembre puede acabar la neutralidad y la libertad de internet.
Ese día comienza la Conferencia Mundial sobre la Telecomunicación Internacional en Dubai. La Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), una organización especializada de la ONU, conjuntamente con los ministerios de Telecomunicaciones de 193 países tomará medidas a puerta cerrada sobre el uso internacional de internet. Pueden adoptarse decisiones que permitan a los gobiernos limitar el acceso a internet en sus países y aumentar la vigilancia online.
Por ello, la Federación Sindical Internacional que presido ha abierto una causa urgente en Change.org en la que pedimos al Secretario General de la UIT que paralice el proceso iniciado y organice negociaciones transparentes. Puesto que una internet bajo control de los Estados y las empresas es contraria a lo que la red representa: acceso abierto y libre para todos.
El tiempo apremia: en los próximos días tenemos que dejar claro que no permitiremos que se destruya nuestro derecho a una comunicación sin barreras.
Firmad ahora nuestra petición y mostrad vuestro apoyo a la libertad en la libertad de internet. Enviad este mail a vuestr@s amig@s y conocid@s
Muchas gracias por vuestro apoyo.
Michael Sommer
Presidente de la Federación Sindical Internacional (FSI) y Presidente de la Federación de Sinbdicantos Alemanes (FSA)

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MÁS CLARO.
Un grupo de empresas de telecomunicación está en contacto con países como la China, Egpto y Arabia Saudí, que ya hoy restringen cuanto pueden la libertad en internet con el fin de redactar una nueva normativa en la Conferencia Mundial de las Naciones Unidas  sobre telecomunicaciones internacionales en diciembre.

Su propuesta significa que los gobiernos y las empresas de todo el mundo tendrán la posibilidad de:

- Hacer de pago servicios como el correo electrónico o Skype;

- limitar el acceso a internet; y

- vigilar todo lo que hacemos online.

Para los habitantes de los países pobres y aquell@s que viven en dictaduras, las nuevas reglas todavía serán peores.

Firmad la petición mundial de la columna de la derecha y pedid al Secretario General de la UIT, Dr. Hamadoun Touré y a l@s representantes de vuestros gobiernos que toman parte en la Conferencia que rechacen el nuevo intento de restringir la libertad en internet.

¿Os imagináis a gente como Wert metiendo sus narices en lo que decís en la red?

diumenge, 5 d’agost del 2012

La derecha y la TV: censura y manipulación.

La derecha no cree en sus creencias, no piensa sus pensamientos, no siente sus sentimientos. No es sincera. Si lo fuera, si creyera de verdad lo que dice, no necesitaría poner los medios de comunicación públicos a su estricto servicio, encomendando su dirección a unos sectarios a sueldo sin escrúpulo alguno, con el encargo de convertirlos en maquinaria de agitación y propaganda de su partido. Como ya lo es Telemadrid, una basura al servicio incondicional del PP y en concreto de Esperanza Aguirre, con unos comunicadores espléndidamente pagados para mentir y tergiversar sin pausa.
Si la derecha fuera sincera, habría respetado la norma heredada de los socialistas de escoger al presidente de RTVE mediante una mayoría cualificada del Congreso, lo que obligaría a un nombre de consenso. Pero eso no puede permitírselo el PP porque sabe que necesita mentir, engañar y manipular pues ni él mismo cree en lo que dice. Por eso le viene muy bien disponer de los presupuestos públicos para comprar comunicadores apesebrados, cuyo negocio es servir a su amo con la lacayuna fidelidad con que los periodistas lamían las botas del criminal Francisco Franco.
La situación es análoga a la de la dictadura pero peor porque en aquella no hacía falta disimular. Todo el mundo sabía que los medios de comunicación decían lo que Franco ordenaba y ni Dios rechistaba. Ahora hay que hacer un paripé democrático y aguantar que, si te pasas de embustero, de chulo, de difamador o de mero imbécil, te pueden llevar a los tribunales y hasta es posible que estos fallen en tu contra, como le sucedió al inenarrable Urdaci.
Los que desembarcan ahora son todos Urdacis y su firme voluntad, convertir la RTVE en el NODO hasta arruinarla como ya han hecho con Talemadrid y Canal Nou.
Es curioso. Como su espíritu es el fascismo que también pretenden inocular de tapadillo en la enseñanza, todavía no se han enterado de que, en el mundo de internet, ese intento de manipular los medios públicos y hacerlo tan desvergonzadamente ya no funciona y se volverá en su contra. Entre tanto, sin embargo, quienes miran la televisión ya pueden prepararse para aguantar un medio con una categoría a la altura mental de quienes se disponen a hacerla, es decir, de los protozoos
(La imagen es una foto de terminallychll, bajo licencia Creative Commons).